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Vol. XIX, Núm. 5, mayo de 1969 comercio exterior

347

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ESTADO, EMPRESARIOS, DESARROLLO INDUSTRIAL E INTEGRACION ECONOMICA Lic. Plácido Garda Reynoso

Este ensayo, presentado por el Subsecretario de lndus· tria y Comercio de México en la Mesa redonda sobre el proceso de industrialización de América Latina organi ­zada por el BID (Guatemala, 21 -25 de abril de 1969). plantea las prioridades de la política latinoamericana de industrialización en función del proceso integracionista y define la responsabilidad de los países y los sectores privados en el proceso

EL MARCO HISTORICO DEL PROCESO DE DESARROLLO Y DE SUBDESARROLLO (Segunda y última parte) Osvaldo Sunkel

En la conclusión de su ensayo, el conocido economista chileno (que no brasileño, como erróneamente se se­ñaló en el índice de Comercio Exterior de abril último) examina la evolución histórica del desarrollo y subde­sarrollo latinoamericano en la primera mitad del siglo XX, planteando con claridad las relaciones de causali­dad que lo gobernaron.

334 1 editoriales

362

Relaciones económicas México-EUA: un recuento de problemas

La desintegración institucional y el reforzamiento de la integración

Economla y comercio en 1968: un mundo para naciones opulentas

MEXICO EN LA ALALC : OBJETIVOS, REALIZACIONES Y PERSPECTIVAS Víctor Manuel Barceló

El autor pretende, en este trabajo, que es una versión compendiada de un texto inédito más amplio, pasar revista a la experiencia mexicana en materia de inte­gración económica regional, definir los propósitos que México persigue con su participación en la ALALC v plantear las posibilidades que, a su juicio, se abren para tal participación.

suplemento DOCUMENTACION Y RESOLUCIONES DEL

DECIMOTERCER PERIODO DE SESIONES (Lima, 14-23 de abril de 1969) Comisión Económica para América Latina

En el suplemento que se distribuye con este número de Comercio Exterior, se recogen, de entre los materiales del Decimotercer período de sesiones de la CEPAL, las partes más significativas del discurso pronunciado por Carlos Quintana, Secretario Ejecutivo de la Comisión ; un resumen de los debates habidos en la reunión, y el texto de las más importantes resoluciones adoptadas.

Comercio Exterior es el órgano mensual del Banco Nacional de Comercio Ex terior. S.A . . editado por su DEPARTAMENTO DE PUBLICACIONES e impreso en los talleres de imprenta y offset POLICROMIA . Dr . Olvera 63. Pueden reproducirse materiales de esta revista siempre que se mencione la fuente El contenido editorial refleja la opinión del Banco y los artfculos firmados son de la responsabilidad de sus autores. Aparece el último día de cada mes. Autori zado como correspondencia de segunda clase por la Dirección General de Correo' con fecha 20-X-62 . oficio 2151/35217. Distribución gratuita. DEPARTAMENTO DE PUBLICACIONES, Venustiano Carranza 32 , México 1, D. F. Teléfono 12-34-09.

339

369

392

INFORME MENSUAL DE LA INTEGRACION LATINOAMERICANA

Las ideas del Secretario Ejecutivo de la A LA L C y la evaluación del proceso de integración

La evaluación del proceso y las propuestas de los empresarios

Primer paso de un largo camino hacia la armonización tributaria

SECCION LATINOAMERICANA

Réquiem por la ALPRO Situación de la marina mercante

latinoamericana Argentina: estrechamiento de las relaciones

económicas con Europa Paraguay: el problema del déficit comercial Perú vs IPC: suspensión de las sanciones

BIBLIOGRAFIA

Un ensayo de genética económica Reforma monetaria: la necesidad de

participación Redescúento y control monetario Las importaciones del sector público en México Estudios sobre posibilidades de exportación

355

384

396

400

SECCION NACIONAL

Declaraciones sobre las relaciones económicas México-EVA

Aspectos económicos de la reunión interparlamentaria México-EVA

Revisión 1969 del Acuerdo de Pagos México-España

VI Reunión de la Comisión Consultiva del CENICE

Programas estatales de industrialización rural

SECCION INTERNACIONAL

Nuevos acontecimientos en torno a la liquidez y los movimientos internacionales de fondos

Avances recientes en materia de preferencias comerciales a los paises en desarrollo

Politica económica y situación de la economia norteamericana

Relaciones económicas China-URSS: un divorcio tormentoso, por Robert Gui/lain

MERCADOS Y PRODUCTOS

Intercambio comercial México-Filipinas

SUMARIO ESTADISTICO

BANCO NACIONAL DE COMERCIO EXTERIOR, S A.

Consejo rle Administración

Propietarios

SR. LIC. OCTAVIANO CAMPOS SALAS SR. LIC. JESUS RODRIGUEZ Y RODRIGUEZ

SR, PROF. JUAN GIL PRECIADO SR. ING. MANUEL FRANCO LOPEZ

SR, LIC. ANTONIO CARRILLO FLORES

Com1sario Propierario : SR. LI C. PLAC IDO GARC IA REYNOSO

SR. LIC. DANIEL J. BELLO SR. LIC. ANTONIO MARTINEZ BAEZ SR . LIC. Gl LBE ATO LOYO SR. FRANCISCO ALCALA 0,, CPT SR. LIC. ADRIAN LAJOUS

Secretario del Consejo :

SR. IC. ENR'IOUE LANDA BERRIOZABAL

Dtrector General: SR. LIC. ANTONIO ARMENDARIZ

SubdirP.Ctor: SR. LIC. ANTONIO CALOERON M.

1 1

Relaciones económicas México· EUA: un recuento de problemas

Como fue declarado repetidamente, tanto por el presidente de Estados Unidos, señor Richard M. Nixon, como por su enviado especial a América Latina, el gobernador de Nueva York, señor Nelson Rockefeller, el objetivo principal de la visita de este último, y de su numeroso grupo de asesores, a los países latinoameri­canos ha sido el de escuchar la opinión de los lfderes gubernamentales y del sector privado de los países de nuestra región, acerca de los problemas que afectan las relaciones económicas entre América Latina y Esta­dos Unidos, con el propósito de que la nueva Administración norteamericana pueda establecer una política congruente con la situación que realmente prevalece.

De acuerdo con el objetivo declarado de la gira del gobernador de Nueva York, en la etapa inicial de ésta, que se cumplió en México en la primera decena del mes de mayo, la presencia del enviado del Presidente de Estados Unidos fue aprovechada para presentar un recuento de los problemas que actualmente afectan las relaciones comerciales y económicas de nuestro país con Estados Unidos. Aunque es evidente que toda­vía no es posible saber cuál va a ser el resultado práctico de todo esto, lo que, desde luego, está ya perfec­tamente claro es que Estados Unidos no podrá alegar desconocimiento de los problemas que afectan sus relaciones económicas con México, habida cuenta de la claridad y franqueza con que tales problemas fueron planteados al señor Rockefeller y a sus asesores.

Los planteamientos de los altos funcionarios gubernamentales mex icanos estuvieron guiados por una idea central, que fue la de que "nuestro gobierno considera que la vecindad inmediata y las consecuencias que de ella derivan para nuestra econom(a son elementos que deben ser tomados en cuenta en las decisio­

--' ~ 1 gobierno de Estados Unidos sobre pol(tica comercial y crediticia , regulación del tráfico aéreo inter--""itaciones a sus nacionales que visitan como turistas a México y otras materias conexas".

~<:te resoecto se demandó . seoún declaración del Secretario de Industr ia v Comercio de

comercio exterior 335 México, "que Estados Unidos reconozca el derecho que tiene nuestro país a que, en los distintos órdenes económicos, se le dé el tratamiento de nación fronteriza".

Desde la conversación inicial entre el representante del gobierno de Estados Unidos y el Presidente de México, se puso de relieve que, de acuerdo con la posición mexicana los problemas comerciales ti enen primacfa. Según las informaciones de prensa, el Presidente de México señaló: ", .. necesitamos un comercio más ágil y más equitativo con Estados Unidos: precio justo y firme en los mercados norteamericanos para nuestras materias primas, productos semielaborados y manufacturados ... " Como se sabe, las posibilidades de "un comercio más ágil y más equitativ<;> con Estados Unidos", se ven estorbadas en la actualidad por políticas norteamericanas que impiden o dificultan el acceso de los pmductos mexicanos al mercado de Estados Unidos. En este sentido, destacan las restricciones o prohibiciones a la importación de algunos productos agrícolas mexicanos, establecidas en Estados Unidos con propósito de proteger la producción local de artículos que compiten con los importados desde México.

Sobre estas cuestiones, se demandó:

a] "que se reduzcan o eliminen los aranceles y otras restricciones para artículos con los que tene­mos capacidad de competir en los mercados norteamericanos"·;

b] "que no se eleven los aranceles ni se creen restricciones para ninguno de los ar t ículos que México exporta al vecino país" ; y,

e] "que Estados Unidos suspenda la producción subsidiada de aquellos productos que les podemos ofrecer en condiciones competitivas de calidad y precio".

Adicionalmente, dentro de este mismo aspecto, cabe la revisión de las poi íticas que en ocasiones interfieren el acceso de los productos manufacturados mexicanos al mercado de Estados Unidos , cuya importación se grava en ocasiones más pesadamente que la de productos primarios. En este sentido, se requirió el avance en los plazos previstos del proyecto de establecer un régimen preferencial generalizado para el acceso a los mercados de los países industriales de manufacturas y semimanufacturas procedentes de los países en desarrollo .

En un aspecto colateral, de considerable importancia para la balanza de pagos de México , se demandó "que se elimine el estimulo al contrabando que representan las tiendas fronterizas norteame­ricanas de artículos 'in bond' ".

En el terreno de los créditos para el desarrollo económico, se hizo notar que México sostiene, y así lo ha hecho en diversos foros internacionales, "que la ejecución de algunas obras para fortalecer la infraestructura física de nuestro país y para algunos otros objetivos de interés social, justifica el otorgamiento de 'créditos . blandos', esto es, de créditos concedidos a plazos más largos y a menor tasa de interés de los que normalmente se obtienen de las instituciones internacionales de crédito y en los mercados privados de capital". Colateral­mente, los problemas del financiamiento se ven agravados por la tendencia al alza de las tasas de interés en los mercados financieros norteamericanos, que ejerce diversos efectos negativos sobre nuestro país. A este respec­to, Estados Unidos podría considerar la posibilidad de establecer un mecanismo tendiente a neutralizar el efecto del alza de las tasas de interés en sus créditos a México, mediante un fondo estabilizador integrado po r créditos blandos y los recursos tradicionalmente canalizados hacia nuestro país por la banca privada norteame­ricana, con el fin de que podamos atender programas en beneficio de nuestros sectores marginales más necesitados de apoyo financiero .

México obtiene un importante ingreso de divisas por concepto de turismo fronterizo y al interior, cuya mayor parte procede de Estados Unidos. Por lo tanto, nuestro país está vitalmente interesado en que no se establezcan restricciones al volumen de gasto de los turistas norteamericanos a nuestro país, sin que ello suponga obligación de reciprocidad por nuestra parte, toda vez ·que nuestra condición de país en desa­rrollo, justificarla la eventual adopción de medidas por parte de México para evitar un crecimiento dema-r: .... ,..."' .,.;;...,.:...J ..... ..J ....... . ... ~-~-- - - -- -- - - ~

336 obtienen por el mismo concepto. Por esta razón, se requirió "que se restablezcan las cifras originales para las compras libres de impuesto que los turistas norteamericanos pueden hacer en México".

En resumen, el señor Rockefeller recibió, durante su estancia en México, una amplia relación de la forma en que los mexicanos ven los problemas que afectan nuestra relación económica con Estados Unidos. Es de esperarse que este conocimiento contribuya a la adopción, por parte de este país, de políticas más congruentes con las necesidades del desarrollo económico de México.

Lps planteamientos mexicanos ante el representante del Presidente de Estados Unidos no se limita· ron a los problemas mexicanos, sino que se dejó constancia explícita del apoyo mexicano a las demandas que América Latina ha presentado en forma unificada en diversos foros internacionales, en materia de comercio de productos básicos, preferencias generales para manufacturas y asistencia al desarrollo .

la desintegración institucional y el reforzamiento de la integración

·cuando, como ahora, se plantean a América Latina opciones de primera importancia, sería lógico esperar una actividad directa e intensa de los organismos de integración. Sin embargo, mientras en Viña del Mar se desenvolvía la reunión de la CECLA, mientras en Brasilia se firmaba el Tratado de la Cuenca del Plata y mientras en Cartagena nace el Acuerdo Subregional Andino, la ALALC está encerrada en su cuartel general de Montevideo y la Comisión que debe coordinarla con el Mercado Común Centroamericano queda total­mente al margen de la situación .

Para nosotros -ya lo hemos dicho y repetido- la existencia de la CECLA y su actividad en el caso de las relaciones con Estados Unidos representa un triunfo para América Latina; pero es de temer que la conciencia de las posibilidades y, por ende, de la obligación de aprovecharlas se detenga en lo ganado, sin advertir que es factible, e indispensable, ir todav(a más allá reforzando los organismos de integración. Estos deben constituirse en el reducto a partir del cual América Latina emprenda sus acciones en el ámbito hemisférico y en el mundial. Asimismo, los acuerdos subregionales deber(an desenvolverse dentro de la ALALC de manera concreta y precisa, utilizando los mecanismos, el aparato y el personal de la Asocia­ción. No basta con unas normas que hagan compatibles los acuerdos subregionales con el tratado general de integración que es, o habda de ser, el Tratado de Montevideo; se requiere una articulación actuante y cabal, que sólo puede lograrse con la intervención de los mismos órganos y de los mismos funcionarios. Parece un contrasentido que para la ALALC tengan los países miembros unos representantes permanentes en Monte­video y, a la vez, tengan otros para la Cuenca del Plata y otros más para el Grupo Andino. Se entiende, al menos se proclama, que todo es integración, aunque según diversas formas ; intégrense antes que nada los movimientos de integración y no se acepte que transcurran por cauces paralelos, conducidos por órganos y delegados diferentes con escasas o nulas vinculaciones entre sí. Sería peor que absurdo que, dentro de la integración proclamada, hubiera dentro de cada pa(s latinoamericano funcionarios de diversos movimientos integracionistas en un momento antagónicos. Bolivia, que figura en la ALALC, en la Cuenca del Plata y en el Grupo Andino, tendría que hacer verdaderos prodigios para conciliar tanta diversidad integracionista.

Enmarcar en la ALALC y el Mercado Común Centroamericano toda la actividad latinoamericana de relación económica con terceros puede parecer una pretensión ociosa cuando, como acaba de suceder, la CECLA sirve para tan alto cometido. Sin embargo, son varias las razones sustanciales que inducen a pensar lo contrario. La primerfsima es que sólo apoyados en un proceso de integración reforzado conseguirán

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editorial

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comercio exterior 337 Estados Unidos. ¿cual, si no la hipótesis de una integración acelerada, puede ser el princ1p1o clave de la estrategia latinoamericana en esta y otras negociaciones? ¿se ha pensado, en el Consenso Unánime de Viña del Mar, qu é puede decir o hacer América Latina si sus planteamientos a Estados Unidos no obtienen satis­facción? ¿o ha faltado tan elemental previsión, quizá porque era excesivo o prematuro el esfuerzo? Desde luego, si se acepta el razonamiento anterior se convendrá que deliberar y concertarse al margen de los organismos de integración es un método seguro de impedir esa influencia y, además, de debilitar, no de reforzar, el papel y la importancia que tienen o deben tener por necesidad. En realidad, al preconizar que se concentre en los organismos de integración toda la relación común con terceros, lo que se busca es conseguir que esta relación esté influida, si no determinada, por los objetivos y la marcha del proceso integracionista . Otro argumento sería el de que los organismos de integración son de carácter permanente y

tienen servicios, ampliables y perfectibles claro está, que serían más eficaces -por su continuidad, entre otras particularidades- que las secretarias rotativas y las improvisaciones.

La ALALC ha sido mantenida hasta ahora en la mera dimensión económica; seguramente si se quiere que el proceso de integración avance más, se impondrá agregarle la dimensión cultural pronto y, luego, la poi ítica. Pero, de momento, lo que no admite demora es hacer que tenga esa di"mensión econó­mica en plenitud, no parcial y discutidamente. La operación implica que sus once países miembros deli­beren y se concierten dentro de la ALALC tanto para sus _tratos y planes subregionales, como para sus planteamientos y negociaciones con terceros.

Como Centroamérica por un lado y el Caribe por el otro existen fuera de la ALALC, cuando las cuestiones en el orden del día interesen a toda América Latina el organismo idóneo lo será la Comisión Coordinadora ALALC-NCCA reformada como un cuerpo permanente, con sede y secretaría, dando cabida en ella a la representación caribeña.

Economía y comercio en 1968: un mundo para naciones opulentas

Por estas fechas, los expertos económicos internacionales están poniendo los últimos toques en sus informes sobre el comportamiento de la economía mundial en 1968, que verán la luz pública dentro de un par de meses a lo sumo.

De acuerdo con esos documentos, los rasgos sobresalientes de la economía mundial durante el. año pasado parecen haber sido :

1) la tasa de crecimiento real probablemente más alta en todo el período posbélico;

2) el fortalecimiento de la posición de Alemania occidental y Japón en el mundo industrial;

3) la expansión del comercio internacional a una tasa considerablemente mayor que la promedio de la presente década, ya de por sí muy alta;

4) la concentración de las corrientes comerciales en las áreas industriales;

5) la continuación del déficit comercial en las regiones en desarrollo (excluidos los países petro­leros), a pesar del aumento de sus exportaciones primarias, y el consecuente crecimiento de su endeuda­miento externo; y

338 6) la agudización del deterioro en el funcionamiento del sistema monetario internacional, observado

ya desde los principios de la década.

Se estima provisionalmente que la producción mundial de bienes y servicios creció en 1968 en 6 por ciento, reflejando el aumento de 5 por ciento, en el PNB de los pafses industriales de libre empresa, el de 8 por ciento, en los países socialistas, y el de 6 por ciento aproximadamente, en América Latina, Africa y Asia. La producción industrial mundial, cuya tasa de expansión disminuyó ampliamente en 1967, creció el -año pasado en más de 8 por ciento. La producción agropecuaria siguió, al parecer, las altas tasas de expan­sión registradas en otros sectores, después de una crisis que ocurrió a mediados de la década.

La expansión del comercio mundial fue, en 1968, sumamente fuerte; aunque el auge del comercio internacional se vio acompañado por amplias divergencias en el comportamiento de las exportaciones e importaciones de los distintos países industriales y el crecimiento mayor de las importaciones que de las ventas de las regiones en desarrollo. La acumulación de grandes superávit comerciales por Japón y Alemania occidental, a costa de la mayor(a de los demás pa(ses industri ales, y los persistentes déficit comerciales de las regiones en desarrollo -excepción hecha de los pa(ses exportadores de petróleo- revelan una vez más la debilidad intríns·eca del actual sistema de las relaciones económicas internacionales.

Otro factor de incertidumbre en el marco general del auge-. económico mundial se presentó bajo la forma de los disturbios monetarios. A pesar de la devaluación de la libra esterlina a fines de l967 y el establecimiento de un mercado doble de oro en marzo de 1968, el año pasado fue testigo de grandes movimientos especulativos contra la mayoría 'de las principales monedas internacionales y de la continua erosión de la base oro del sistema monetario vigente, conocido bajo el nombre de patrón de cambio-oro. Aun la seria crisis monetaria de Europa, ocurrida en noviembre de 1968, no logró convencer a los princi­pales países industriales de que deber(an abandonar sus políticas económicas y financieras en extremo nacionalistas, a favor de una amplia cooperación en estos campos. Consecuentemente, las dificultades monetarias internacionales siguieron creciendo en los primeros meses del año en curso, dando lugar a la incertidumbre respecto a la continuación del auge económico mundial en 1969.

Aunque las regiones en desarrollo participaron en cierta medida en la expansión económica mundial de 1968, los beneficios de éste eran menores de lo que pudo haberse esperado. Las exportaciones de América Latina, Africa y Asia crecieron, en conjunto, en cerca de 8 por ciento, es decir, con mayor fuerza que en los años inmediatamente anteriores. Además sus términos de intercambio al parecer mejoraron algo. Empero, excluyendo las exportaciones de los pa(ses petroleros, las de más de ochenta países en desarrollo crecieron el año pasado solamente en 2 000 millones de dólares, lo que representa menos de una décima parte del incremento de las exportaciones mundiales, estimado en 1968 en 22 500 millones de dólares. Este fenómeno comprueba la persistencia -aun en condiciones de fuerte auge económico mundial- de los factores a largo plazo que inhiben la expansión del comercio de exportación de los pa(ses productores de materias primas y alimentos. Entre ellos se destacan: las políticas agr(colas proteccionistas de los países industriales; la sustitución de importaciones de materias primas en los países de altos ingresos en función del progreso tecnológico, y, finalmente, las restricciones de toda índole impuestas sobre las exportaciones de productos manufacturados y semimanufacturados originarios de los países en desarrollo.

Obviamente, estas limitaciones sobre el comercio de exportación de las regiones en desarrollo podr(an verse superadas por un aumento de las corrientes de ayuda, compatible con los incrementos en los niveles de ingreso y bienestar en los centros industriales del mundo. Sin embargo, juzgando por los datos disponibles, esto no ocurrió en 1968. En el mejor de los casos, el volumen de ayuda, en términos netos, fue igual que en los años anteriores. Empero, sus condiciones se volvieron en contra de las regiones necesitadas debido al aumento de los préstamos atados y los créditos de proveedores en el total de ayuda y al alza en las tasas de interés en los mercados internacionales de capital. Así, la leve mejoría de las condiciones econó­micas en América Latina, Africa y Asia, no fue resultado, más que en pequeña proporción, de la trasmisi ón del auge económico desde los centros industriales del mundo hacia las periferias; sino que más bien reflejó el esfuerzo interno y una serie de transferencias financieras internacionales, que reciben el nombre general de ayuda y cuyo costo para las econom(as en desarrollo creció una vez más.

editorial

Informe mensual de la integración latinoamericana

Las ideas del Secretario Ejecutivo de la ALALC y la evaluación del proceso

de integración

Previstas inicialmente a partir del 5 del presente mes de mayo, las reuniones extraordinarias del Comité Ejecutivo Permanente de la ALALC para evaluar el proceso de integración fueron aplazadas hasta el 16 de junio prÓximo, debido a que las delega­ciones permanentes en Montevideo juzgaron insuficiente el plazo disponible para consultar a sus gobiernos y fijar posicio­nes en torno al temario acordado .

Además, se ha puntualizado todavía más el carácter de dichas reuniones, habiéndose puesto en claro que ellas no cons­tituirán una conferencia propiamente dicha - oportunidad en la que, como se sabe, se adoptan resoluciones sobre los asunt?s y problemas planteados a la Asociación- sino una deliberacion o estudio acerca de la marcha de la ALALC que desemboque en un documento de consideraciones y propuestas que habrá de ser elevado a los respectivos gobiernos. El paso resolutivo vendría posteriormente, quizá en la siguiente conferencia ordinaria o en un Consejo de Ministros. En principio, el temario de las reunio­nes extraordinarias del CEP que comenzarán el 16 de julio es el siguiente :

l. EVALUACION DEL PROCESO DE INTEGRACION

1) Análisis general del proceso e identificación de los prin­cipales problemas que dificultan su desarrollo.

2) Examen de los instrumentos y programas vigentes.

3) Comercio recíproco :

a] análisis de las características y composición del comercio intrazonal y su relación con el comercio global de las Partes Contratantes :

b] examen del programa de liberación y de los mecanis­mos ¡:xevistos para su cumplimiento; y

e] comercio de los productos agrícolas.

4) Desarrollo industrial

a] acuerdos de complementación industrial; y

b] integración sectorial.

5) Coordinación de poi íticas económicas.

Reordenamiento de las metas y tareas de la Resolución 100 (IV) de la Conferencia y definición de nuevos objetivos.

6) Desarrollo económico armónico:

a] situación de los países de menor desarrollo econo­mice relativo; y

b] países de mercado insuficiente .

340 informe mensual de la integración latinoamericana

11. DETERMINACION DE ACCIONES FUTURAS

1) Determinación de las futuras etapas del proceso.

2) Tareas destinadas a apoyar la coordinación de poi íti­cas, la armonización de instrumentos y medidas de coopera­ción económica entre las Partes Contratantes.

3) Acciones para impulsar el proceso de integración.

En espera de que llegue la fecha elegida y mientras conti­núan sus deliberaciones y debates los grupos de trabajo, se pre­senta una buena oportunidad para reseñar las ideas que el Secre­tario Ejecutivo de la ALALC, Dr. Gustavo Magariños, ha con­densado en un documento que tiene por título "Evaluación del proceso de integración de la ALALC".

Se trata de un fino y acucioso ejercicio intelectual, amplio pero también condensado, en el que destaca sobre todas las cosas una doctrina pragmática y una actitud centrista, o de tér­mino medio . Sin duda, el primer funcionario de la ALALC caviló mucho hasta tomar la decisión de elaborar el documento ideológico sobre la evolución del proceso, sin perseguir formulas detalladas y concretas que constituyan un conjunto de propues­tas. De este modo, Magariños ha tratado de ev itar el peligro de que el examen del proceso de integración se centre alrededor de varias fórmulas o pasos delimitados en detrimento de la discu­sión de las ideas; lo q~e se persigue con este procedimiento es que los gobiernos no se consideren atados a unos textos resolu­tivos y realicen su propio análisis y su propio contraste de pare­ceres con la mayor amplitud.

La finalidad es plausible, pero lleva a que el documento del Dr. Magariños resulte, desde luego deliberadamente, algo des­articulado e impreciso. Quizá un sumario de ideas fundamenta­les hubiera ayudado a entenderlo y hubiera contribuido a hacer­lo más eficaz. Sin duda el pragmatismo del Dr. Magariños pro­vocará en una primera etapa más desacuerdos que co incidenc ias, pero a fin de cuentas parecerá razonable y lo más adecuado en vista de las circunstancias.

Como se verá más adelante (acuerdos de la Comisión Con­su ltiva de Asuntos Empresariales) las ideas y las sugestiones del Secretario Ejecutivo están abriéndose paso en distintas instan­cias y merecen detenida reflexión .

"Evaluación del proceso de integración de la ALA LC" es un documento dividido en siete partes, más una int• educción. Una de sus tesis fundamentales es el mantenimiento del Tratado de Montevideo y el rechazo de su reforma sustancial y de su susti ­tución. Ello equivale, y así se dice explÍcitamente, a defender la continuidad de la ALALC sobre sus bases actuales y a combatir, en nombre de buen número de razones, cualquier idea de desha­cerla o remplazarla por otro sistema u organismo. Por el con­trario, el Dr. Magariños considera que la ALALC podría servir para tareas que hasta ahora han sido atendidas fuera de ella y menciona entre sus diversas virtudes la de ser un "foro genuina­mente latinoamericano" y la de constituir "la primera prueba tangible de la capacidad de entendimiento de los paises del Continente en el terreno económico". Estos argumentos y varios más llevan al Dr. Magariños a afirmar que "si se preten­diese disolver la A LALC o sustituirla por otro sistema u organis­mo se cometería gravísimo error histórico".

Con ese punto de partida, el Secretario Ejecutivo sitúa, sin duda acertadamente, el proceso de integración dentro de un movimiento histórico. es decir, lo coloca en la historia de

América Latina refiriéndolo al pasado, al presente y al fu turo de ésta. Es evidente que, como movimiento histórico, "debe cumplir sucesivos períodos de evolución" y que están equivoca­dos los que quieren saltarse estos períodos, que son los impa­cientes, y los que señalan infundados antagonismos entre ese proceso y, por ejemplo, el desarro llo nacional. El pragmatismo del Dr. Magariños podría condensarse en su seña lamiento de que a menudo se quieren plantear las distintds opciones de la ALALC "como irreconciliables entre sí, cuando en realidad deben ser encaradas como complementanas y concurrentes al mismo objetivo", o en la repetida afirmación de que la ALALC "es lo que los gobiernos que la integran quieren que sea", o en su repudio de los dos extremos o las dos posiciones extrem istas que define: la de los impacientes, para los que la ALALC apare­ce con una imagen desvaida, como un organismo "intrínseca­mente imposibilitado para constituirse en instrumento eficaz del desarrollo regiona l"; y la de los recelosos, que la ven "como un mecanismo destinado a poner en riesgo las legítimas metas nacionales mediante la limitación de las respectivas soberanías en un grado mayor que el aceptado" . El camino verdadero, el viable, es el que va por enmedio, aceptando la necesidad de etapas sucesivas y la servidumbre que impone, entre otras, la diversidad de criterio de los gobiernos. La solución consiste en dar más flexibilidad al propio Tratado de Montevideo, esencial ­mente en aquello en que sólo es verdaderamente rígido: normas, plazos y procedimientos para el programa de liberación comercial.

Las siete partes del documento del Dr. Magariños presentan los siguientes epÍgrafes: l . Interpretación del pr~:>eeso; 11 . As­pectos jurídicos e institucionales; 111. La liberacion del comer­cio · IV. Desarrollo industrial; V . La agricultura ; VI. Las dispa­rid~des en el grado de desarrollo; VIl. Problemática general de la integración.

En realidad la interpretación del proceso y la problemática general de la integración tienen mucho en común. El Dr. Maga­riñas pone de relieve una noción que tiene tanta importancia, para conocer los obstáculos reales del proceso, como la tan repetida de "las disparidades en el grado de desarrollo"; esa noción es la de la diversidad de actitudes de los gobiernos. El problema se expone en estos términos:

Ha resultado asimismo evidente que las concepciones y la posición de los gobiernos, reflejo forzoso de las distintas realidades nacionales y de los variados factores geoeconómi­cos en juego, no son similares y condicionan en mayor o menor grado la acción individual de cada país en el marco multilateral que debe ineludiblemente servir de apoyo a los esfuerzos integracionistas. La decisión poi Ítica de algunas naciones, inspirada por los propios Jefes de Estado, en el sentido de propiciar soluciones definitivas en el mediano plazo, ha marcado en el Último período considerable separa­ción con la actitud más cautelosa de otros gobernantes, inte­resados en evaluar cuidadosamente cada etapa del proceso y preocupados por no perjudicar, a través de la aplicación de programas multinacionales, las metas previstas para el desa­rrollo interno.

Siguiendo con su interpretación, el Dr. Magariños rechaza los dos extremos, sostiene la continuidad de la ALALC y subra­ya que de 1964 a 1967 ésta ha vivido una etapa basada en el concepto de ··la integraci¿ll glooal comL; instrumento para el desarrollo económico del área", etapa en la que se produjeron continuos enfrentamientos de tesis y en la que, a partir de la Resolución 100 (IV) de 1964, en Bogotá, se insistió sobre todo en la coordinación de las poi Íticas económicas y en la armoniza­ción de los instrumentos de ejecución. Esta etapa culmina en la

comercio exterior

Declaración de los Presidentes en Punta del Este (abr il de 1967), acto después del cual sobreviene lo inesperado , una etapa de desconcierto en la que, como dice el doctor Magariños,

. . . cuando todo permitía suponer que se había alcanzado plena adhesión poi Ítica al programa integracion ista, episo­dios posteriores demostraron significativamente que las difi­cultades que se oponen a este propósito son muy considera­bles, hasta el punto de que en la actualidad se ha generaliza­do el concepto de que la ALALC experimenta una profunda crisis que amenaza su ex istencia.

En esta parte de su trabajo, el Secretario Ejecutivo da realce a otra caracterÍstica del proceso que no debería olvidarse: la de la influencia que sobre él ejercen las situaciones coyunturales y que determinan que "la importancia comparativa de los distin­tos problemas que deben ser resueltos varÍe a medida que se suceden diferentes etapas". Esa variedad alternante de los pro­blemas tiene que ver, sin duda, con "las definiciones poi Íticas que adoptan los gob iernos con respecto a d iverscs asuntos" . En consecuencia,

. . . las Partes Contratantes deben estar constantemente pre­paradas para adaptarse a los factores poi Íticos y a las situa­ciones que genera la mutación del hecho económ ico. Y el lo solamente será posible si se llevan a cabo persistentes esfuer­zos de investigación y eva luación técnicas .. . (y) es aconse­jable preparar y ejecutar programas de estud io en el media­no plazo, por ejemplo para el próximo quinquenio, comple­mentarios de las acciones inmediatas que acuerden empren­der los paÍses miembros. Ellos (los estud ios) deberían estar encaminados a impulsar la coord inac ión de las políticas eco­nómicas y a armonizar los instrumentos utilizados para su ejecución, según los lineam ientos establecidos en la Resolu­ción 100 (IV). La realización de esta tarea debería estar basada en la más estrecha co laborac ión posible entre los expertos de las oficinas e institutos especia li zados de los paÍses y los cuerpos técnicos de la Asociación, Único modo és te de lograr la eventual adhesión de los gobiernos a las soluciones que surjan como más factibles y ·convenientes .. . La formulación y ejecuc ión de planes de estudios como los que se sugieren permitirían además enca rar, con apoyo en la realidad regional, la etapa sigui ente al período de transición estab lec ido por el Tratado, para lo cual seguramente las Partes Contratantes deberán prever objetivos y formas de acc ión que, sin perder de vista el idea l co lect ivo de la unión 1 at ino amer icana, se inscr iban dentro del cuadro ele las posibilidades.

La propuesta ele los estudios es ele orden general y el docu­mento contiene otras sugestiones más ceñidas a problemas par­ticulares, las cuales se inscriben en el cuerpo de un razonamien­to que se va desenvolviendo a lo largo de las partes 11 a V 1 y que vamos a precisar seguidamente:

11 v 111: Aspectos jur/dicos e institucionales v la liberación del comercio

Juntamos la síntesis ele estos dos ternas porque, a juicio del Dr. Magariños el problema de los problemas en la ALALC rad ica en la rigidez en los compromisos contraídos en materia de li bera li ­zación del comercio intrazona l. El Tratado de Montevideo queda caracterizado en un sentido con estas pa labras:

.. . es escasamente compromisario y, por ende, muy flexible

3 41 y adaptable en todos aq uellos aspectos ajenos al programa de liberación comercial, a cuyo respecto sí estab lece normas rígidas, metas cuant itativas y plazos de cumplimiento obliga­torio .

En tales condiciones, y habida cuenta también de que la Declaración de Punta del Este prevé prácticamente todas las acc iones posibles en el campo de la integración, parece que "las facu ltades inherentes a la Conferencia y al Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores, en cuanto cuerpos decisorios de alto nivel, son suficiente base para permitir que las Partes Contratan­tes orienten su acción co lect iva de acuerdo con sus objetivos e intereses concretos".

Las sugestiones que en materia institucional hace el Dr. Magariños consisten en:

a] Abrir el Tratado para hacerlo todavía más flexible y adaptable, aceptando la mutabilidad de los pla~os y recono­ciendo que los mecanismos en vigor no son mas que pautas procesa les para la consecución de los objetivos propuestos. Lo importante son los objetivos y poco importa la diferen­cia de u nos años .

b 1 Hay que evitar interpretac ion es excesivamente r igu ­rosas y cerradas de la cláusula de la nación más favorecidas o de los alcances del Capítu lo VIII del Tratado (Medidas en favor de paÍses de menor desarro ll o económico relativo).

el Despues de que en noviembre tle 1965 se resolvió crear el Consejo de Ministros e instituir una Comisión Técni ­ca Independ iente - lo que parecía ser una so luci ón transac­cional entre la tesis comunitar ia y supranaciona l, por un lado, y la tesis gubernamental por el otro- los hechos han demostrado que la ALALC funciona como organismo inter­gubernamental.

d] Habría que pensar en sustitu ir en determinadas cir­cunstancias el derecho de veto por el derecho de exenc ión, pa ra que cualquier paÍs miembro pudiera abstenerse en una medida o programa acordado por las otras Partes Contratan­tes. Así se lograrían avances que, si bien parcia les tendrían mucha importancia para la integración.

e] Habría que simplificar la mecánica operat iva de la ALALC, aligerando y modificando la tarea del Comité Eje­cutivo Permanente. Este se ocuparía preferentemente de negociaciones entre gobiernos sobre materias de mayor tras­cendencia, de la preparac ión de las reuniones del C(;>nsejo de Ministros y de la Conferencia y de la prograrnacion ~e las sucesivas etapas que requiere el proceso. F uncionana en perÍodos f ij os del año.

f] Quedaría a cargo de la Secretaría atender y resolver los asuntos rut inar ios y realizar los trabajos básicos para las actividades de los Órganos de la Asoc iación. La Secretaría debería tener un marco inst itu cional más preciso y un carác­ter más independiente como cuerpo técni co .

g] Estas modificaciones inst itucionales podrían hacerse mediante direct ivas del Consejo de Mini stros o mediante un protocolo complementario.

Como va hemos indicado, en opinión del Dr. Magariños

Las dificultades experimentadas en la ap licac ión del Tratado de Montevideo no derivan de insuficiencias de su texto, ni de la carencia de orientaciones precisas en sus disposiciones,

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342 informe mensual de la integración la tinoamericana

sino del simple hecho, comp robado fehaci e nteme nte por los Últimos episodios, de que no les es posible a los gobiernos cumplir con los compromisos de liberación, especia lmente en lo que concierne a los porcentajes trienales correspon­dientes a la Lista Común, y a ciertas deficiencias adverti bles en los procesos de decisión ... La no aprobación de la Lista Común en su segundo tramo no es el resultado de un capri­cho, ni la expresión de actitudes cerradas, sino la consecuen­cia de condiciones estructurales y fenómenos económicos de gravitación insoslayable.

Pero además de los problemas derivados de la Lista Común, el mecanismo de las listas nacionales tiene también sus inconve­nientes , de Jos cuales el documento hace una breve enumera­e i ó n. Como consecuencia se han registrado estancamientos periódicos en las negociaciones anuales y han surgido iniciativas para transformar la negociación selectiva, producto por produc­to, en una desgravación programada, concepto incorporado en la Declaración de Punta del Este. La Reunión de Cancilleres, celebrada en Asunción, en agosto de 1967, "demostró que esfuerzos de esta Índole son quizá prematuros, pues los países no parecen estar todavía preparados para dar paso tan deci­sivo". El Secretario Ejecutivo agrega al respecto : "En el mo­mento actual las posibilidades de poner en vigor un régimen de esta clase son muy escasas", entre otras circunstancias porque la creación de condiciones de competencia no garantiza el cumpli ­miento del principio de reciprocidad y porque tanto los paÍses de menor desarrollo económico relativo como los medianos

. . . consideran que a través de la aplicación del mecanismo de la desgravación programada se acentuarían las disparida­des que actualmente se registran en el grado de evolución de las Partes Contratantes, con el riesgo de que se repita en la región el esquema mundial de países exportadores de manu­facturas y países limitados a la producción y colocación de materias primas.

Sin desconocer que a veces "se exagera la magnitud de los obstáculos que se oponen a la implantación de un régimen de desgravación programada", el Dr. Magariños subraya que hay temores e incertidumbres razonables y que, por ello. los gobier­nos podrían

.. . realizar algún ensayo que permitiese recoger experiencias y que por la propia modestia de sus objetivos no pudiese derivar en perjuicios considerables para las economías na­cionales.

La Secretaría sugirió en 1965 la adopción de un mecanismo de desgravación para todos los productos de las tarifas naciona­les por un período fijo de tres años y con diferentes porcentajes de reducción para las tres categorías de paÍses de la Asociación. Sin embargo, aun experimentalmente estos mecanismos global es tropiezan con dificultades poi íticas y, por ello, hay que ut il izar más eficazmente la negociación selectiva y los acuerdos de com­plementación, yinculándolos más estrecha y fructuosame nte con las reuniones sectoriales. Según el Secretario Ejecutivo ha brla que pensar, asimismo, junto a las concesiones irrevocables, en arreglos transitorios, encaminados a sustituir im portaciones y a recoger experiencia.

Partiendo del principio de que "mientras se intensifique el comercio el proceso integracionista tendrá firme sustentación", el Dr. Magariños sugiere:

a] Latitud de interpretac ión de los tex tos vigentes en materia de liberación comercial para lograr acciones inme­rli;¡t;¡s.

b] Arreglos 1 imitados de intercambio. Los acuerdos y operaciones de compraventa que han iniciado los organismos oficiales de comercialización de productos agropecuarios constituyen valioso antecedente al respecto.

Respecto al problema de la Lista Común, la sugestión es la siguiente:

Deberían proseguirse los esfuerzos encaminados a incluir nuevos productos en la Lista Común aunque las dificultades que deban afrontarse obliguen a prorrogar los plazos del Tratado y aunque no se llegue en cada vez a cumplir los porcentajes exigidos.

1 V. Desarrollo industrial

En esta materia el retraso de la A LA LC es muy patente. Según el Dr. Magariños las bases para la polltica industrial de la ALALC existentes,

redactadas luego de largas deliberaciones, no pasan de ser un conjunto de principios generales, en buena parte de carácter elemental, que no constituyen el apoyo indispensable para lanzar un vasto programa multilateral de desarrollo fabril.

Sin duda, la responsabilidad de tal estado de cosas es atri­buible tanto al sector industrial como al empresarial y el docu­mento que resumimos lo indica con toda claridad. Otro factor coadyuvante al retraso señalado es la inflación, ya que los fenó­menos inflacionarios pueden destruir "la expectativa de exporta­ciones cuidadosamente planeadas y apoyadas en concesiones negociadas con gran esfuerzo". En la lista de obstáculos que se analizan en el documento figuran también "las diferentes capa­cidades de las empresas internacionales y de las genuinamente latinoamericanas para adaptarse al proceso y aprovecharse de él". Es un problema de primer orden "armonizar los tratamien­tos aplicados al capital extranjero y coordinar las modalidades de la inversión directa en los territorios de los países miembros''.

No considerando viable, "por lo menos en todos sus alcan­ces", la tesis de "borrar y empezar de nuevo", que descansa en u na planificación del desarrollo regional aplicando poi íticas comunes y unitarias de inversión , el Dr. Magariños cree que "el camino más lÓgico y promisorio en el campo manufacturero es el de la integración sectorial", concepto vinculado directamente con el Capítulo 111 del Tratado de Montevideo - que incluye los acuerdos de complementación - y que está expresado abierta ­mente, en la ya c itada Resolución 100 ( 1 V) .

Entre las sugestiones concretas del documento aparece la de que se creen Consejos de Siderurgia y Petroqu Ím ica " integrados por los más altos funci onarios encargados del sector en cada pa Ís, con el cometido de llegar a acuerdos que intensifiquen el comercio de los productos de ambos sectores mediante la pro­gresi va sustitució n de las cuanti osas importaciones extrazonales por abastecimientos de la zona ". Posteriormente se avanzaría hacia la planeación multi nacional y la integración de la industr ia respectiva. La experiencia de la industria automotriz es negativa, pues los Únicos ensayos se han realizado entre pares de países y no han promovido adelantos sustanc iales .

En todo caso , el mecanismo más apropiado para progresar es el de los acuerdos de complementació n , los que "ofrecen la vPnt;¡ i;¡ rl e m 1e c;¡ ¡ c; ohli oaciones v benefi c ios sól o ri oen oara los

comercio exterior

países participantes". Respecto a estos acuerdos, el Dr. Magari­ños se detiene en el problema que representan las disposicio­nes de la ALALC que limitan la vigencia de tales acuerdos al período transitorio, es decir, hasta 1973. Preconizando la modi­ficación inmediata de este régimen, a fin de que "los acuerdos de complementación sean considerados como mecanismo per­manente y sin más 1 Ímite de plazo que el que determine la libe­ración total de los productos del sector en todos los países de la Zona", el Secretario Ejecutivo plantea los lineamientos de lo que podría ser un programa de desarrollo industrial en la ALALC. 1ncluye en él, entre otras sugestiones, "el estudio de las formas jurídicas y modalidades prácticas que facilitarían la creación y funcionamiento de compañías con coparticipación de empresarios y capitales de distintos países".

V. La agricultura

El examen de este tema comienza con una idea que llama mucho la atención, la de que "quizá el principal defecto del Tratado de Montevideo radique en la importancia que, para el cumplimiento del programa de liberación, adquiere el comercio de productos agrícolas". Dado que en todas partes ese comercio está sujeto "a condiciones y mecanismos especiales", resulta un tanto improcedente acordarle tanto peso en la liberación comer­cial. Además, "la intensificación del intercambio de bienes agro­pecuarios que sería resultado de la liberación incondicional del comercio respectivo, puede lograrse a través de la adopción de mecanismos no arancelarios y de acciones planificadas que ase­guren además la estabilidad de las producciones habituales, que estimulen la especialización y permitan sustituir parte de los 600 millones de dÓlares de productos del sector que se importan anualmente desde fuera del área". En este sentido, el objetivo no puede ser "la simple creación de un espacio económico sujeto a las fuerzas del mercado". La imposibilidad de una libe­ración irrestricta del comercio regional de bienes agrícolas ha quedado de relieve recientemente con el estancamiento de la Lista Común y con las divergencias acerca de las normas para el ordenamiento del comercio agropecuario después de 1973.

En vista de todo lo anterior, las sugestiones del documento se centran en programas concertados con gran participación de los organismos estatales o paraestatales especializados de cada país miembro. Las reducciones arancelarias no son tan impor­tantes en el campo agropecuario, ya que

Los flujos de estos bienes están canalizados por ciertas vías tradicionales y no es fácil inducir cambios de dirección. En muchos casos, los derechos aduaneros y otros de efecto equivalente son meramente nominales, pues en los hechos no se aplican cuando se autorizan importaciones de mercan­cías del sector. Alta proporción de las cuantiosas compras en el exterior de estos productos efectuadas por los países de , la ALALC están amparadas en regímenes especiales de prestamos o ayuda.

En consecuencia. el camino en este caso pasarta por la adopción de normas especiales y flexibles que comprenderían : acuerdos entre organismos estatales de comercialización agrícola, reuniones de director de esos organismos, coordinación de decisiones para dar prioridad a excedentes zonales cuando se trate de cubrir un déficit local celebrando acuerdos de compra­venta entre pares de países, aceptación de concesiones tempora­les y del procedimiento de limitaciones cuantitativas, así como también del procedimiento de operaciones compensadas. Como se están realizando estudios de los principales productos agrícolas de la región, con base en ellos podrían celebrarse ........ ........ ..J,...,. ----- ..... ........ ,J . . .... ...... .... ..... ~- · . .......... ..J ... ..... ........ ....& . .......... ,.. .......... ....... ,..1,..,,. ............... ...

343 que se incluirían arreglos especiales sobre volúmenes, niveles de precios, plazos de entrega y duración de las condiciones pacta­das. Estos convenios por productos o grupos "tendrían carate­rísticas y finalidades similares a los acuerdos de complementa­ción industrial" y, "como éstos, podrían y deberían incluir pro­gramas para la coordinación de las poi Íticas respectivas y la racionalización de las producciones desde el punto de vista regional". Estos acuerdos "podrían contener ciertos elementos de planificación regional".

No se desconocen en el documento las situaciones que se derivan de la Ley Pública 480 de los Estados Unidos, como sis­tema especial de préstamo y ayuda para la compra de productos agrícolas norteamericanos. El documento señala al respecto que

Gran parte de las importaciones extrarregionales de dichas mercancías se real izan por ese canal y a pesar de que el tema fue tratado en la Asociación inclusive a nivel de Canci­lleres, no parece viable, por razones· financieras, remplazar estos sistemas por otros similares latinoamericanos, teniendo en cuenta que estas operaciones especiales posibilitan el ahorro de divisas escaSas y ponen a disposición del paÍs importador recursos en moneda nacional.

VI. Las disparidades en el grado de desarrollo

No hay estudio, análisis y comentario sobre la ALALC que no insista en este fa'ctor como causa fundamental de estancamiento o de rémora. El Secretario Ejecutivo comienza su examen recor­dando que el problema fue previsto cuando se elaboró el Tra­tado de Montevideo y dio por resultado el régimen especial de concesiones no extensivas, complementado posteriormente con otra serie de disposiciones especiales. Todo ello hace que en la actualidad el marco jurídico privilegiado existente en la ALALC a favor de los países de menor desarrollo económico relativo incluya prácticamente todos los compromisos importantes con­cebibles salvo uno: el de "la apertura total de los mercados zonales para los productos originarios de los países de menor desarrollo económico relativo, solución que ha sido planteada reiteradamente por éstos, sin que la gestión haya culminado exitosamente". Sin embargo, el balance de los beneficios obteni­dos por ese grupo de paÍses es bastante pobre. Entre otras razones, el documento menciona las siguientes:

Se alega que a pesar de que el principio básico e inspirador de estas normas es y debe ser el de no exigir reciprocidad, los procedimientos selectivos hasta ahora utilizados para apl icarias han derivado en negociaciones que obligan a los países de menor desarrollo económico relativo a dar com­pensaciones por aquellas ventajas que deberían recibir a título gratuito. Por otra parte, la cuidadosa elección que los demás países hacen de las mercancÍas con respecto a las cuales concederán ventajas no extensivas, a fin de no perju­dicar eventualmente sus resp¡¡ctivas producciones nativas y no provocar reclamos de los productores locales, no sólo parcelan las expectativas de comercio sino que en muchos casos vuelven inoperantes las franquicias. Y si bien estos y otros argumentos esgrimidos por las naciones interesadas no son aceptados enteramente por todas las demás Partes Con­tratantes, es evidente que hasta tanto se logre inducir un efectivo y seguro equilibrio de opciones dentro del proceso de integración para todos los países miembros, y en especial para los menos fuertes económicamente, los procesos de decisión de la ALALC, ya de por si difíciles, afrontarán ,.~o uo-, rY'I!li\U"'t.rOC t'nrnnli,...::arinno~

1 344 informe mensual de la integración latinoamericana

La so lución deberla buscarse en el terreno de las inversio­nes , de los programas multinacionales para in~talar industri as nu evas o expand ir las existentes con ga rantt a del mercado zonal; conces iones espec iales hechas no en forma separada sino coordinadamente, y tratando en form a particular a cada pa ls de menor desarro ll o económ ico relativo; programas de cooperación regiona l para impulsar en esos pa lses activ idades productivas "aunque éstas no tengan como ob jetivo pr incipal exportar a la Zona"; coparticipac ión de institutos of iciales de fomento o empresarios nac ionales de otros pa lses en la constitución de empresas manufactureras, en ca li dad de compañ las m u ltinac io­nales, en pa ises de menor desarrollo económico relati vo, liberan­do as l para la Zona los insumas qu e uti li cen dichas empresas; en estos casos los cap itales de origen zona l tendrían prioridad sob re los intern ac iona les.

Planteando que t iene graves efec ittls " la carenc ia de fuentes propias de financiam iento, que sirvan además como veh lcul o para la canali zac ión de aportes ex ternos de capital", el Dr . Magariños sugiere la conveniencia de que se forme un fondo especi al que perm ita "organi za r acc iones coherentes e integ radas en favor de los paises de menor desarrollo económico relativo " La magnitud de los recursos necesar ios no ser ia tan grande ''como para hacer imposible la creac ión de un fondo especia l con ese destino, integrado con contri buc iones zona les y aportes in ternac iona les complementarios" Para dar una idea de rnagni -

. tud , el Dr. Magariños recuerda que, "la percepc ión en los terr i­tori os de la A LA LC de una t asa del 0.5 0% sobre el valor Cl F de las importac iones de or igen extrazonal, insignificante en rela­ción con el nivel de los altísimos ara nceles nacionales y varias veces menor aú n que las tasas e impuestos especiales que rigen para lelamente a aquéllas en todos los paises, representarla una recaudac ión anual de aprox imadamente 30 millones de dólares"

Por Últ imo, en lo que se refiere al segundo grupo de paises, los de m ercado insuficiente, el estud io toma nota de la inope­¡·ancia de la Resolución 71 ( 111) , que contiene medidas espe­c iales a favor de ell os y apunta un t ratam iento subreg ional, a ejemplo del Acuerdo A ndino, como medio de "crear condic io­ne> favo rables para la expansi ón industr ial de los paises miem­bros sobre la base de la unión de los mercados v la coord ina­ción de las pollt icas de inversión"

Finalmente, el Dr . Magariños relac iona el caso de estos países con un aspecto del problema de la inversión ex trazonal;

Tanto la formación del mercado comun subregional , como la complementación planificada a nivel zona l, contri bu ir lan indudablemente a m iti gar las preocupaciones ex istentes en los paises menores y medianos con respecto a la tendencia cada vez más pa tente del cap ital ex tranjero a radicarse en los tres pa íses mayores, con el ri esgo de que el proceso de integrac ión canalice los rec ursos externos que se destinen a la reg iÓn hac ia los más importantes centros de producción y consumo.

La evaluación del proceso y las propuestas de los empresarios

Seguramente por circunstanc ia de f echas, los emp resarios han constitu ido el primer grupo importante en proceder a una eva­luac ión del proceso de integrac ión en formular una se ri e de pro­puestas destinadas a mejorarlo . Efectivamente, la Comisión Con­su lti va de Asuntos Empresariales se reunió en Montevideo del 16 al 18 de abr il Último con el propósito de exam inar la

marcha del proceso de integ ración de la A LA LC y la contribu ­ción del sector empresaria l para dinami za rlo , as l como para anali za r los mecanismos vigentes. Esto dio pie para lo que en rea lidad ha constituido un repaso genera l del Tratado de Monte­video en la práctica y también de las debilidades y fall as de la prop ia Asociación . Más que una evaluac ión del proceso integ ra­cionista, lo que los empresar ios han hecho ha sido defi ni r su posici ón ante la presente situación de la ALA LC y recomendar un conjunto de disposic iones que servirlan para act ivar sus mecanismos. Como se verá, han estado influidos en buena medida por el pensamiento que el Secretario Ejecutivo expone en su documento titulado "Evaluac ión del Proceso de 1 ntegra­ción de la A LALC "

En primer término, los empresarios se pronunciaron de manera clara a favor de la continuación de la A LA LC con su Tratado de Montev ideo. Es dec ir, en la primera y fundam ental cuest ión que se ha planteado la Com isión Consultiva de Asuntos Empresariales ha manifestado que debe segu ir la Asoc iac ión Latinoam ericana de Libre Comerc io y que debe desarroll ar su acc ión conforme lo seña la el Tratado de Montevideo . Ahora bien, considera la Comisión que es preciso corregir una serie ele defici encias observadas en el funcionamiento de la A LA LC y para ello propone la reforma de d iversos aspectos operativos ele la misma . Esta posición se concreta en un conjunto de diec isiete resoluc iones que abarcan un campo muy ext enso; por decirlo asl, casi todos los terrenos en los que actúa la ALALC . Al pare ­cer, los empresarios coincidieron con el Secretario Ej ecutivo de la ALA LC en el sentido de que debe tenderse a una mayor fl ex ibilidad de los mecanismos y debe evitarse el establecimien­to de req uisitos o modalidades demasiado rlgid as. Asimismo, destaca de las deli beraciones y acuerdos de los empresar ios la preocupac ión por el papel y el lugar que ocupan en la ALALC las inversiones ext ranj eras, asl como el interés por hallar fórmu­las que permitan la creación y operación en la zon2 de empresas multinacionales.

Las recomendac iones comienzan con los obstácu los al com ercio intrazonal en la A LALC y terminan con los pagos y financiamientos. Resalta en part icul ar la co incidencia apuntada con el pensamiento del Dr. Maailriños en algunos puntos como los siguientes:

En una de las recomendaciones, justamente la primera, se dice que "el sector empresarial de la zona, antes que obstacu li­za r una concesión que podria ser negociada por su pa ls, deberá busca r comb inac iones económ icas con los productores del pais exportador potencial, especia lmente cuando éste es un pals de menor desarrollo económico relativo, como un medio de partic i­pac ión dinám ica en la incrementación de los negocios" . En la recomendac ión No. 11 , relativa a complementación de los ins­trumentos vigentes, se aconseja el "estab lec imiento de sistemas, lo más f lex ible posible, tales como conces iones estac iona les, t emporales o por cupos, incluso unilaterales, que permitan ocupar la capac idad product iva ociosa de la zona y aumentar el comercio regional" . La recomendac ión No. 12 , que trata de los productos agropecuarios, consiste en que "se propicia la concer· tac ión de reu nion es sectori ales por productos o grupos de pro· duetos agropecuarios, con la partic ipac ión de los empresar ios privados y los organismos gubernamentales que tengan participa ­ción en este sector", añad iéndose que de dichas reuniones debe­rán surgir "proyectos de acuerdos por productos que procuren el mejor y más ef ic iente aprovecham iento de las producciones zonales".

La déc ima recomendación trata del Programa de Liberac ión y se refi ere en particular a las reun iones sectoriales, a los acuer­dos de complementación v a pro(lramas de des(lravación v neqo·

comercio exterior

c1ac10nes anuales. Los empresarios dan respuesta a uno de los puntos que más incertidumbre motivan en materia de acuerdos de complementación; recomiendan que en la próxima conferen­cia de la ALALC se resuelva que los programas de liberación incluidos en los acuerdos de complementación "no caducarán al término del período de transición a que se refiere el artículo 2 del Tratado, y que permanecerán en vigencia hasta la total libe­ración del sector y, como consecuencia de ello, podrán concer­tarse acuerdos de complementación después de 1973" Los empresarios se inclinan también porque prosigan y se impulsen las negociaciones anuales de desgravación en listas nacionales y espec iales, "producto por producto", por entender "que es uno de los medios para avanzar en el proceso de integración"; sin embargo, recomiendan a la vez que "cada sector de la producción estudie las sugerencias emanadas de la Secretaría Ejecutiva de la ALALC, con relación a los sistemas de desgrava­ción programada, tendientes a acelerar el proceso de integra­ción, y en especial la posibilidad de que se llegue a la prueba práctica con uno o varios sectores de la producción conforme a los criterios de la sugerencia formulada por la Secretaría.

Es la recomendación No. 14, que se refiere a inversiones extrazonales y zonales, los empresarios recomiendan sobre todo que se establezcan a nivel zonal bases mínimas legales, análogas y uniformes, para el ingreso de las inversiones extrazonales, a fin de evitar tratamientos diferentes y competencia desleal. Para ello, se is de las delegaciones participantes en la Comisión acor­daron dejar constituido un Grupo de Trabajo, abierto a la parti­cipación de todas las demás Partes Contratantes, a nivel empre­sarial, destinado a estudiar el problema y a formular proposicio­nes pertinentes que serán analizadas en la prÓxima reunión de la propia Comisión. Entre las medidas concretas recomendadas en este punto figura la de que "se impulse la creación de bancos privados de fomento nacionales y multinacionales de capital zona l para captar sus recursos extrazonales" Debido a la singu­lar importancia del tema reproducimos a continuación el texto completo de esta recomendación y del acuerdo que lleva anexo:

Inversiones extrazonales y zonales

Los participantes en la cuarta reunión de la Comisión Consulti ­va de Asuntos Empresariales,

Considerando Que el mercado de capitales a nivel nacional resulta insuficiente para financiar las necesidades de inversión, se reconoce que, en las actuales condiciones, es necesario la par­ticipación de los capitales de origen extrazonal, por lo que,

Recomiendan al Comité Ejecutivo Permanente:

Primero. Que se establezcan a nivel zonal bases mínimas legales análogas y uniformes que eviten tratamientos diferentes frente a la inversión extrazonal. Ello daría seguridad al inversionista y evitaría la competencia desleal para atraer capitales externos.

Segundo. Que las inversiones extrazonales indirectas contra­tadas por los gobiernos se destinen, fundamentalmente, a obras de infraestructura y al financiamiento del sector privado. Si se aplican a grandes proyectos estatales, que éstos sean comple­mentarios y no competitivos de la empresa privada.

Tercero. Que al ·ser estipulados los sectores a los cuales deben ser aplicadas las inversiones extrazonales en cada caso, los países beneficiarios otorguen especial consideración al proceso de integraoión .

345 condicionadas a la adquisición de bienes o servicios en determi ­nados países o mercados, debiendo, por el contrario, darse pre· ferencia a la máxima utilización de la capacidad de las Partes Contratantes del Tratado de Montevideo.

Quinto. Que la incorporación de inversión directa extrazo­nal se realice, preferentemente, por la vía de las empresas priva­das, como una manera de defender los intereses generales de la colectividad latinoamericana.

Sexto. Que se impulse la creación de bancos privados de fomento nacionales y multinacionales de capital zonal para captar recursos extrazonales.

Séptimo. Las precedentes recomendaciones se formulan sin perjuicio de las previsiones contenidas en el capítulo VIII, y en el artículo 20 del Tratado, en el sentido de garantizar los mayo­res beneficios, ventajas y favores posibles a las inversiones zonales.

Acuerdo

Inversión extranjera

Las delegaciones de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay participantes en la cuarta reunión de la Comisión Con­sultiva de Asuntos Empresariales,

Deciden:

Dejar constituido un grupo de trabajo * abierto a la participación de todas las Partes Contratantes, a nivel empresarial, destinado a estudiar el problema de la inversión extranjera en Latinoame­rica, con el objeto de que presente a la próxima reunión con­ceptos y proposiciones que conduzcan al establecimiento a nivel zonal de bases mínimas legales análogas y uniformes para el ingreso de las inversiones extrazonales, que eviten tratamientos diferentes y competencia desleal, al mismo tiempo que promue­van los objetivos de integración económica que expresa la Declaración de Presidentes de América.

En una recomendación, la octava, los empresarios plantean una demanda directa a empresas extranjeras con filiales o subsi­diarias en los países miembros de la ALALC. Les piden que liberen a estas filiales o subsidiarias "de aquellas restricciones que limitan su participación en el intercambio wnal"

La Comisión Consultiva se pronunció en forma categÓrica a favor de empresas multinacionales y aprobó dos recomendacio­nes en las que se plantea el asunto con toda decisión . La pri­mera de ellélS, la cuarta, recomienda a la Comisión:

Que los gobiernos establezcan una legislación común para la formación de empresas multinacionales, constituidas predo­minantemente por capitales y empresarios de los países miembros, sin perjuicio de realizar esfuerzos para la concer­tación inmediata de iniciativas que estén en marcha o sea posible concretar. Para tal fin, los gobiernos deberán otorgar las máximas facilidades.

En la otra recomendación, la dieciséis, referente a planifica­ción industrial de la zona, se sostiene que "las industrias que se instalen en el futuro, localizadas a nivel zonal, es conveniente se realicen sobre la base de la formación de empresas multinacio­nales"

• Se designó coordinador del grupo al señor José E. Mindlin, delegado de Brasil, invitando a todas las delegaciones para que designen a los miem-L - o

346 informe mensual de la integración latinoamericana

Es interesan te subrayar que esta recomendación tiene un claro sentido di rigista , ya que los empresarios recomiendan en ella que la Secretaría Ejecutiva de la ALALC realice cuanto antes un estudio a fondo que permita "la formulación de ideas directrices para el desarrollo industrial de la zona", incluyendo "la financiación de la reconversión industrial y el reordena­miento de la mano de obra". Además, la Comisión preconiza que "se busquen urgentemente soluciones que puedan posibili­tar a los paÍses de menor desarrollo económico relativo la locali ­zación y expansión de industrias con capacidad de abasteci ­miento zonal, en sus respectivos territorios".

Otras de las recomendaciones adoptadas se refieren a las trabas a la competencia; a los acuerdos subregionales; al papel del sector privado en el proceso de integración; a la difusión de la ALALC y a informaciones y servicios estadísticos. También hay recomendaciones sobre formación de consorcios de exporta­ción o de empresas especializadas para que se utilicen más las concesiones negociadas en la ALALC y se favorezca la partici­pación de empresas medianas o pequeñas en el intercambio zonal. Un texto trata del arbitraje comercial internacional y otro se refiere al arancel externo común y a la armonización de poi Íticas económicas. Preconiza la concertación por sectores de compromisos que conduzcan, en definitiva, a la armonización de las poi íticas económicas, sociales y financieras que aseguren una oportuna vigencia en la ALALC del arancel externo común. Asimismo, recomienda que las reuniones sectoriales e indus­triales preconicen niveles arancelarios para terceros países rela­cionados con los productos tratados, como complemento de las tareas que realiza el grupo de expertos encargado de estudiar el procedimiento de avanzar hacia el arancel externo común.

Como ya hemos indicado, la Última recomendación trata de cuestiones de pagos y financiamiento, y se ocupa ampliamente del sistema de créditos recíprocos y compensación que funciona en la ALALC. También contiene interesantes indicaciones acerca del crédito para la exportación. Pide que "en todos los casos de crédito para licitaciones internacionales, se dé preferen­cia a las actividades productivas del país destinatario de la obra y de la Zona, asegurando la máxima utilización prioritaria de su capacidad"; y también, "que las comisiones, gastos bancarios y de otra naturaleza de las transferencias en dólares de convenio de bancos centrales de la ALALC, no sean en ningún caso supe­riores a los de transferencias en dÓlares o monedas de libre dis­ponibilidad".

La importancia de las actitudes definidas por los empresa­rios en su Comisión Consultiva no necesita ser ponderada. Hay que subrayar, simplemente, que las delegaciones participantes en la Comisión han sido de carácter plenamente representativo de los sectores industriales de sus respectivos países; en general, estos delegados eran directivos de las uniones, cámaras, confede­raciones, asociaciones o sociedades de industria, de producción, de comercio de los diferentes países miembros. Ello da idea suficiente de que las recomendaciones que hemos reseñado tienen el apoyo de los auténticos sectores industriales de la ALALC.

Conviene apuntar, por Último, que la Comisión no adoptó, lamentablemente, una propuesta que llevó la delegación mexica­na y que consistía en recomendar el establecimiento de un margen de preferencia zonal sobre todos los artículos de las tarifas arancelarias de los países signatarios, en relación a los gravámenes que aplican a las importaciones provenientes de terceros paÍses. Según la prop).Jesta, el margen de preferencia podría ser el muy conservador de un 15 a un 20%, suficiente para provocar "un impacto psicolÓgico que reavivaría la con--Fi~n7:3 o n ol nrnnrocn rfo l ::a A 1 A 1 r.."

Primer paso de un largo camino hacia la armonización tr ibutar ia

Dentro del programa de armonización de poi Íticas e instrumen­tos que contiene la Resolución 100 (1 V), de Bogotá, no había sido posible aún abordar el aspecto de los sistemas y poi Íticas de orden tributario. Por fin, al cabo de varios años, se han congre­gado en Montevideo los directores de poi Ítica tributaria de los países miembros. Las deliberaciones se desarrollaron del 14 al 18 de abril, de acuerdo con la idea de atenerse a las realidades y no pretender grandes avances. Se trataba, nada más, de adoptar entendimientos preliminares y un programa de trabajos que permita progresar en lo futuro en este terreno de la armoni­zación tributaria .

Las delegaciones participantes expusieron las características de los sistemas tributarios de sus respectivos países y también las iniciativas de reformas que están en curso en buen número de ellos.

Teniendo en cuenta que en abril de 1967 el Programa Con­junto de Tributación OEA/BID publicó un modelo de CÓdigo Tributario para América Latina y que este estudio proporciona elementos comunes a todos los países latinoamericanos, con for ­mas optativas de redacción de varios artículos que consideran particularidades de cada uno de ellos, la Reunión recomendó que se hagan estudios comparativos entre dicho modelo y la legislación interna de cada país. Habrá de tratarse también de delimitar el campo tributario, incluyendo una clasificación de los tributos existentes y un intento de comparar su terminolo­gía, así como las poi Íticas relativas a cargas de previsión social.

En lo que atañe a la armonización propiamente dicha de los regímenes tributarios se estimó necesario un proceso gradual de aproximación, y se recomendó que los países vayan adaptando su poi ítica tributaria a las finalidades de la integración y que se proceda a sistematizar las semejanzas y discrepancias de las legislaciones nacionales sobre impuesto a la renta en general y sobre el tratamiento al capital extranjero.

Respecto a este Último, se acordó un estudio a corto plazo sobre los problemas que presentan el tratamiento al capital extranjero y los convenios de doble tributación internacional. Dentro de los estudios que se realicen se considerarán "los posi ­bles problemas que puedan plantear el establecimiento de em­presas multinacionales y el libre movimiento de capitales zonales dentro de la región cuando se efectúen colocaciones en los mercados de otras Partes Contratantes, procurando estable­cer un equilibrio que reconozca los diferentes grados de desarro­llo de los paÍses del área y la dimensión de sus mercados".

La reunión convino en reconocer que el perfeccionamiento de los sistemas impositivos vigentes mediante la incorporación de impuestos al valor agregado u otros sistemas no acumulati ­vos, representa una valiosa contribución.

De todo lo anterior se desprende un programa de trabajo que habrá de centrarse en un marco institucional que se define como sigue: las Partes Contratantes establecerán en sus organis­mos asesores----para la formulación de poi Íticas tributarias "un mecanismo de carácter permanente encargado de realizar los estudios tendientes a adecuar el sistema tributario interno a los objetivos de armonizacion impos{tiva regional" . Esos mecanis­mos coordinarán su actividad con las respectivas comisiones nacionales oara la ALALC.

Estado, empresarios, desarrollo industrial e integración económica LIC. PLACIDO GARCIA REYNOSO

Un estudio reciente de la CEPAL, publicado bajo el título El proceso de industrialización en América Latina, afirma que a mediados de la presente década el sector industrial de las econo­mías de la región , consideradas en su conjunto, había logrado progresos considerables, como fruto de un largo proceso de desarrollo. Según ese estudio la industria manufacturera aporta actualmente alrededor de una cuarta parte al producto bruto de la región y ocupa no menos de la séptima parte de la población activa. Esta posición puede compararse favorablemente con la participación que tenÍa la industria manufacturera en la econo­mía y en la fuerza de trabajo total de los países hoy industriali­zados, cuando ellos llegaban a los niveles de ingreso compara­bles con los actuales de América Latina. Reconoce el referido trabajo que, con pocas excepciones, la producción industrial interna de nuestra región abastece gran parte de la demanda de manufacturas de consumo no duradero y tiene una participa­ción apreciable en la oferta total de bienes de consumo durade­ro, de productos int ermedios, de materiales de construcción, de maquinaria y de equipo productivo. Paralelamente a la expan­sión de las industrias tradicionales, productoras de bienes de consumo y de algunos bienes de producción, se han dado pasos significativos en todas las repúblicas mayores y en algunas de las medianas, para desarrollar industrias básicas, como la siderúrgi­ca, la . química y la de maquinaria y equipo de transporte, así como la industria automotriz y la de máquinas-herramientas. Si bien es cierto que por su tamaño y diversificación los principa­les centros industriales de América Latina se asemejan a los de algunos países desa rrollados de otras partes del mundo y que la industrialización ha venido contribuyendo a modernizar y a dar dinamismo a determinadas explotaciones agrícolas, también es

NOTA : Documento preparado por el Subsecretario de Industria y Com ercio de México para la Mesa Redonda que sobre el proceso de industriali zación de América Latina celebró el Banco Interamericano de Desarrollo durante la Décima Reunión de la Asamblea de Gobernadores, (Guatem;:JI;:¡ rl P. I ";1 1 ~ 1 ?I; rlD :ahril rlo 1a~Q\

verdad que nuestros centros industriales ofrec~n todavía un vivo contraste con el subdesarrollo de las zonas rurales del territorio latinoamericano.

Aún cuando en los países mayores, como Argentina, Brasil y México, la industrialización se había iniciado desde la segunda mitad del siglo pasado, su progreso era todavía débil cuando ocurrió la gran depresión de los años treinta. Dichos países mantenían todavía en esa época la tradicional estructura pro­ductiva de la regiÓn, caracterizada por su concentración en las industrias de · bienes de consumo, situación que aún puede observarse hoy en las repÚblicas medianas y menores.

Sin menospreciar el progreso industrial que habían alcanza­do algunas repúblicas latinoamericanas con anterioridad a la gran crisis mundial , resul ta cierta la tesis sustentada por algunos estudiosos de la historia económica latinoamericana, en el sen­tido de que la crisis de los años treinta originó cambios radica­les en la economía de América Latina. Ese acontecimiento histórico demqstró, en primer lugar, la imperfección del funcio­namiento de la economía internacional, basada en la división del trabajo entre los países industriales y los productores de materias primas; en segundo lugar, originó fuertes presiones sociales en toda el área en contra de los sistemas poi Ítico-eco­nómicos prevalecientes; y finalmente , condujo a los estadistas latinoamericanos a reafirmar el papel del Estado en el desarrollo económico.

Durante el primer siglo de la independencia poi Ítica de América Latina, que llegó a su fin en la década de los veinte, los avances del desarrollo y la industrialización habían sido limi­tados. Si bien el desarrollo alcanzado hasta entonces estuvo dominado por las ideas del liberalismo económico, detrás de ellas seguía viva la conciencia .sobre el papel del Estado como promotor principal del desarrollo, originada en las luchas contra el imperio español y en las doctrinas difundidas y comentadas .., ......._.,... 1; .., ........ ,.,.,.. ... ........ _ f:: ,, _ ___ - -- ....J : _ _. __ .J _ I - ! -. 1 - '.11'\. 1

348 de inspiración a los 1 íderes poi Íticos de las incipientes repúblicas latinoamericanas. Esas doctrinas ya considéraban como elemen­tos esenciales del proceso de desarrol lo económico, la industria­lización, la aplicación de los adelantos tecnológicos, el fortaleci ­miento de la clase empresarial, el papel activo del E~ado en el establecimiento de la infraestructura y lá protecc1on de las nacientes industrias y de los débiles grupos empresariales nacio­nales, contra la competencia internacional y las fuerzas del mer­cado.

El Estado ha sido, en América Latina, un activo y permanente defensor y promotor de la industrialización a través de un~ diversidad de instrumentos. En una primera etapa, que concluyo en los primeros años de la década de los 30, se utilizaron casi exclusivamente las tarifas aduaneras como principal instrumento para proteger a las industrias incipientes y para fomentar la industrialización dentro de un proceso de sustitución de impor­taciones de manufacturas.

Las dificultades que entraña la modificación, en cada caso, de los niveles arancelarios que, en general, requiere medidas legislativas de lenta promulgación, condujeron, entre otras cau­sas a que a la manipulación de aranceles se agregara posterior­me'nte el uso de otros instrumentos de protección industrial, como la poi ítica cambiaría y las restricciones cuantitativas a la importación.

Por otra parte, un conjunto variado de disposiciones de fomento industrial, dentro de la poi Ítica económica general, vino a constituir, a fines de los años 50, con mayor o menor grado de uniformidad, lo que podría llamarse la poi Ítica indus­tria l en América Latina. No resulta fácil identificar, dentro del conjunto de esas disposiciones, las que específicamente corres­ponden a la política industrial propiamente dicha; sin embargo, dicha poi ítica ha estado constituida por cuatro tipos principales de acciones, medidas y objetivos, a saber: la protección de la industria nacional frente a la competencia externa; las medidas generales de control y fomento industrial; la promoción estatal directa de empresas industriales, así como la asistencia técnica industrial y la aplicación de instrumentos encaminados a facili­tar la asimilación tecnológica.

El uso de esos instrumentos como parte importante de la poi Ítica industrial muestra diversos matices en América Latina. En algunos países ha tomado la forma de leyes específicas desti­nadas al fomento industrial en general o al fomento de regiones o de ramas industriales determinadas. En otros países, dentro de la legislación general se concede mayor importancia a la estruc­tura arancelaria, manteniendo elevados gravámenes sobre la importación de productos semiterminados, cargas fiscales bajas para los bienes de capital y posiciones intermedias para gravar la importación de bienes de consumo. En todos los casos ha habido uniformidad en dar una muy especial atención al esta­blecimiento de la infraestructura apropiada para el desarrollo industrial.

La racionalidad y eficacia de las poi íticas de fomento vigen­tes en la región se aprecia mejor si se consideran los tres objeti­vos principales hacia los cuales han estado dirigidas: en primer término al uso de incentivos discriminatorios que favorezcan al sector i~dustrial respecto de otros sectores de la economía, en forma tal que estimulen un mayor desplazamiento relativo de recursos hacia las actividades manufactureras; en segundo lugar, a la aplicación de ciertos grados de selectividad en relación con ramas industriales determinadas, de manera que junto a los estímulos de conjunto del sector industrial se influya sobre su orientación y su estructura interna y, por último, a que los estí-

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estado, empresarios, desarrollo e integración

existentes, facilitando su expansión y mejorando su eficiencia y productividad.

Se puede advertir con claridad que si bien la protec~ión otorgada por los gobiernos latinoamericanos a sus respectivas plantas nacionales ha sido liberal e indiscriminada, en cambio, por lo que toca al fomento de ellas ha existido la intención general de dar a la aplicación de los estímu los un sent ido de selectividad, según la naturaleza de las industrias llamadas a beneficiarse con ellos. Para la mayor parte de los países han pre­valecido los conceptos de industrias "nuevas", "necesarias" o de •"interés nacional", con vistas a promover el establecimiento de a e ti v idades que sustituyan importaciones, contribuyan a la absorción de mano de obra, se localicen en determinadas zonas, utilicen proporciones determinadas de materias primas naciona­les y -más recientemente- que exporten una parte de su pro­ducción total.

También se ha procurado que los estímulos influyan en algunas decisiones importantes de las empresas, tales como la reinversión de utilidades, el pago razonable de regalías y el mejor uso del capital disponible.

En adición a los incentivos fiscales el Estado ha otorgado otros de carácter crediticio, ya sea mediante la poi ítica de los encajes legales, bien a través de la creación de instituciones ban­carias especializadas, o por autorizaciones especiales a la banca privada para que realice operaciones de más largo plazo, emita bonos o títulos de fomento industrial, constituya fonqos espe­ciales para crédito industrial y aplique tasas diferenciales de des­cuento, con el apoyo de los bancos centrales.

En los últimos años, sobre todo desde la segunda mitad de la década de los 50 las autoridades de los países latinoamerica­nos iniciaron una depuración de los sistemas de incentivos, cuya complejidad había llegado a hacerlos difícilmente operante. Se llega así a la década de los 60 con un limitado control cambia­río producto en gran medida de la libre convertibilidad moneta­ria acordada en 1956 con uno solo o bien con reducidos tipos de cambio y con diversas reducciones en los derechos aduaneros de importación, así como en los recargos o impuestos adiciona­les de efectos equivalentes, gravámenes que toman un papel secundario, en tanto que subsiste en algunos países la obligación de constituir depósitos previos, y en otros prevalecen las restric­ciones cuantitativas.

A los estímulos generales derivados de las poi Íticas de pro­tección y fomento industrial puede agregarse una vasta labor de promoción industrial directa del Estado. Para precisar el alcance que puede tener la promoción directa como instrumento básico de la poi ítica industrial, cabría analizar los efectos de las nume­rosas empresas e instituciones gubernamentales de fomento industrial.

Las más antiguas de ellas datan de la primera mitad de los años treinta, pero otras son de creación mucho más reciente. El establecimiento de esas empresas e instituciones vino a significar una contribución importante en la poi Ítica industrial , la cual deja de apoyarse exclusivamente en los mecanismos indirectos para dar origen a una participación activa y deliberada del Esta­do en nuevas promociones industriales.

A este respecto el abajo de la CEPAL, titulado El proceso de industrialización en Amdrica Latina, dice textualmente: "Destaca claramente en esas informaciones el hecho de que, por lo general, las empresas estatales se han orientado hacia activida­des industriales básicas . . En este sentido, la empresa estatal no vino a competir con el capital privado, sino más bien a atender • a las exigencias de crecimiento de sectores industriales que la : _ : ..., : ..... : .. .......... ;.,,.,J ...... ,.. ...,,..,..h., "'" ,.._"rli,..innor rlo ~t'onrlor \1~ .fttDCD

comercio exterior

por la cuantía global de recursos o por el riesgo que involucraba su participación". Así, las instituciones pÚblicas han tenido un papel más bien "promotor" que "empresarial" propiamente dicho.

Los instrumentos de promoción directa, entendidos en su sentido más amplio, incluyen las empresas estatales, la participa· ción de entidades oficiales en la organización y expansión de empresas privadas, la asignación de recursos pÚblicos a la sus­cripción de acciones de estas Últimas, el crédito estatal a la industria y las medidas de canalización de mayores recursos bancarios privados hacia el sector manufacturero. Estos instru­mentos han complementado eficazmente los de acción indirecta y, particularmente, las medidas proteccionistas. Así, el desarro­llo de muchas de las actividades industriales que se denominan "dinámicas" aparece vinculado a las labores de promoción esta­tal directa.

A las medidas generales de protección y fomento industrial y a las labores de promoción estatal directa, que han orientado y estimulado la instalación de nuevas actividades manufacture­ras, cabe agregar los esfuerzos estatales que tienden al mejora­miento de la productividad y eficiencia de las empresas ya exis­tentes, incluidas en particular la asistencia técnica a las empresas privadas, la formación y capacitación de mano de obra, la inves­tigación tecnológica y otras tareas de naturaleza similar.

Todo lo expuesto indica que a lo largo de una etapa que concluyó a principios de los años 40, los estímulos involucrados en la poi ítica industrial tuvieron un carácter preponderante­mente proteccionista; que desde esos años en adelante se em­prendió una activa labor de promoción estatal -a través de medios indirectos, complementados después con otros indirec­tos- cuyas principales realizaciones se han hecho patentes desde los comienzos de la década de los 50 hasta hoy. Finalmente, algunos países latinoamericanos han fortalecido su mecanismo de incentivos indirectos mediante los permisos previos de impor­tación. Sobre la significación de este instrumento considero oportuno hacer referencia al caso de México.

Existe la impresión de que el apoyo del Estado mexicano a la industrialización data de las postrimerías de la segunda guerra, concretamente del año de 194 7, cuando a los incentivos fiscales se agregaron las restricciones cuantitativas a la importación, en forma de permisos previos. En realidad, el proceso de industria­lización de México, iniciado desde el segundo cuarto del siglo pasado, recibió especial apoyo de todos los gobiernos y, en forma más intensa, de los posrevolucionarios. A la aceleración de ese proceso, durante la posguerra, contribuyeron las protec­ciones arancelaria y no arancelaria; la inversión pública en obras de infraestructura, tales como las vías de comunicación, que permitieron la interconexión de los mercados regionales en un mercado nacional; la construcción de grandes obras de irrigación que favorecieron la expansión de la oferta de alimentos para el consumidor urbano y de materias primas agrícolas para la indus­tria; las empresas e instituciones gubernamentales de fomento, principalmente Petróleos Mexicanos, la Comisión Federal de Electricidad, la Nacional Financiera y el Fondo de Fomento a la Industria Pequeña y Mediana; las medidas tendientes a pro­porcionar crédito a la industria nacional, especialmente las poi í­ticas crediticia y del encaje legal, operadas por el Banco Central; los servicios de asistencia técnica a la propia planta industrial nacional que presta, entre otros establecimientos, el Centro Nacional de Productividad; el aumento de la inversión privada - dentro de ella la extranjera, principalmente la que se ha asociado con el capital nacional- y absorción creciente de innovaciones tecnológicas; la educación universitaria y técnica; la estabilidad de precios, la estabilidad monetaria, la libre con-

349 vertibilidad y la estabilidad política. La mayor parte de las polí­ticas enunciadas habían comenzado a ser aplicadas desde el inicio de los gobiernos que emanaron de la Revolución, a media­dos de la década de los veinte.

Fue durante la segunda guerra mundial cuando Méx ico acentuó la sistematización de sus poi Íticas de fomento indus­trial. A partir de entonces el otorgamiento de los diversos incen­tivos comenzó a tomar en cuenta la mayor o menor incidencia de esas industrias en el crecimiento económico del país, según el lugar de su instalación, la estructura de su capital y sus efec­tos en la absorción de mano de obra, todo ello sin descuidar los intereses de las cada vez más numerosas industrias ya estableci­das. Fue en consideración a estos criterios que se expidiÓ en 1941 la Ley de Industrias de Transformación.

A la terminación de la guerra fue necesario revisar el régi­men de fomento, a fin de aprovechar de la mejor manera posi ­ble los incentivos que dicho conflicto bélico había proporcio­nado al crecimiento industrial del país. Con ese objeto se expi­dió, a fines de 1945, la Ley de Fomento de Industrias de Trans­formación, la cual clasificó a las industrias, por una parte, en "nuevas" y "necesarias" y por otra en "básicas" o "fundamen­tales". Para estas Últimas se establecieron mayores franquicias. Dicha Ley previó la aplicación de restricciones a la exportación de materias primas nacionales cuando así lo requiriera el debido suministro de ellas a las industrias del país, bajo el concepto de que dichas materias primas deberían ser vendidas a las industrias nuevas o necesarias a un precio más bajo de aquel al que, en su caso, pudieran exportarse.

En 1954, cuando la etapa inicial de industrialización en México se encontraba prácticamente cumplida, se hizo necesaria una nueva ley de fomento industrial. Se expidió en ese año la Ley de Fomento de Industrias Nuevas y Necesarias, actualmente en vigor, en la cual se fijaron nuevos criterios para el otorga­miento de incentivos. A partir de entonces se tomarían en cuen­ta el monto de materias primas nacionales que las nuevas indus­t rías utilicen, sus innovaciones tecnolÓgicas, la cantidad de mano de obra que ocupen, la parte en que su producción con­tribuya al abastecimiento del mercado nacional, la cuantía de sus inversiones, sus repercusiones sociales, sus programas de investigación y sus planes para incrementar las exportaciones de manufacturas. Al entrar en vigor la nueva Ley comenzó a co­brar importancia el permiso previo de importaCión como instru­mento de protección industrial. La Ley Orgánica del artículo 28 Constitucional en Materia de Monopolios, expedida en 1934, había facultado al Ejecutivo federal para evitar la importación de mercancías cuya venta en el país se realizara en condiciones de concurrencia desleal, y para limitar importaciones y exporta­ciones de artículos determinados cuando así lo exigieran las necesidades económicas del país.

Para reforzar y complementar la poi ítica de permisos previos, aplicada a las compras externas del sector privado, se creó en enero de 1959 el Comité de Importaciones del Sector Público, el cual analiza y, en su caso, autoriza las importaciones que pretenden efectuar las dependencias y organismos de ese sector, así como las compras que deseen efectuar dentro del país, de artículos de procedencia extranjera. El Comité sólo autoriza las importaciones o la compra local de artículos impor­tados, cuando no se producen en el país con la calidad o en el volumen requeridos para abastecer el mercado interno.

A partir de 1959 el permiso previo de importación se con­virtió en el instrumento más eficaz y decisivo de fomento indus­trial. Su aplicación para este fin resultó más fructífera aún que su uso como instrumento regulador del comercio exterior. Es más, el permiso previo de importación se utilizó no sólo para

350 proteger a la industria existente, sino para promover el estable­cimiento de nuevas industrias, para orientar con sentido econó­mico-social la ubicación de ellas, para incrementar el uso de insumos nacionales en la fabricación de productos finales, para determinar la participación de la inversión extranjera en el capi­tal de determinadas empresas, y aun para regular el uso de recursos naturales valiosos, como fue el caso del azufre, cuyos permisos de exportación se autorizan con base en el volumen de las reservas comprobadas y con vistas a su aprovechamiento pre­ferente en las plantas mexicanas de fertilizantes a base de azu­fre. El establecimiento del control de importación y la aplica­ción correlativa del permiso previo, en los casos en que el valor a que llegan las importaciones de un determinado artículo indi­ca que es económicamente viable su fabricación en México, ha conducido al establecimiento de nuevas e importantes empresas industriales.

A partir de 1962 el permiso previo comenzó a utilizarse como instrumento de integración de la industria nacional. Hubiera sido sumamente difícil hacer efectivo el programa de integración de la industria automovilística en México de no haber contado con un instrumento tan flexible y eficaz como el permiso previo a la importación. El decreto expedido en agosto del referido año, que estableció las etapas del mencionado pro­grama de integración, comprobó las bondades del permiso pre­vio como instrumento de promoción industrial. Sus efectos sobre la inversión en las plantas automovilísticas finales y en las de la industria auxiliar, así como en el aumento de empleo y sobre la trasmisión de tecnologías avanzadas, fueron superiores a los que se habían alcanzado en otras ramas industriales priva­das establecidas en México. La reducción sustancial en las im­portaciones de automóviles y sus partes constituyó un beneficio adicional. Mecanismos semejantes se aplicaron también para la integración de las industrias de máquinas de escribir, de maqui­naria y equipos para la construcción y de motores de diésel.

La más reciente comprobación de la utilidad y eficacia del permiso previo, como instrumento de promoción industrial, se encuentra en la industria automovilística auxiliar. Mediante él se está haciendo efectivo el acuerdo a que llegaron recientemente los empresarios de la industria terminal automovilística y los de la auxiliar, con intervención del Gobierno, para hacer obligato­ria la incorporación de todas las partes automotrices que se fabrican actualmente en México, cuando su precio no excede de 60% sobre el internacional, y las de nueva fabricación cuando su precio no sea superior al 25% del internacional.

El cumplimiento de los programas de fabricación que deben presentar los promotores de nuevas empresas que requieren autorización de la Secretaría de Industria y Comercio, se hace efectivo mediante la poi ítica del permiso previo. Esos progra­mas, que son propiamente de integración industrial, fueron aprobados en número aproximado de 600 entre 1965 y 1968. Ellos han contribuido con gran eficacia a proteger la industria nacional, a establecer equidad en los grados de integración de las industrias que trabajan dentro de la misma rama y a raciona­lizar la operación de las plantas.

La promoción industrial de 1967 y 1968, ejercida con los instrumentos de que dispone el Gobierno de México propició la producción de más de 1 000 productos altamente complejos, entre los que destacan los motores de diésel, discos de embrague, selenoides e interruptores, cinescopios de televisión a color, equipos de comunicación de alta frecuencia, transistores de sili ­cio, motores de explosión, motorreductores, hornos de induc­ción, cautines eléctricos de uso industrial, compresoras de aire, perforadoras neumáticas, reguladores de presión, afiladores de herramientas, montacargas eléctricos y máquinas re¡;istradoras de ventas.

estado, empresareos, desarrollo e integració n

El crecimiento industrial de México logrado durante los úl t i­mos veinte años lo coloca entre los diez primeros países en desarrollo, tomando como base la tasa de crecimiento de la pro­ducción manufacturera y la diversificación de la estructura pro­ductiva. La tasa anual promedio de incremento de la produc­ción industrial ha sido de 8%, o sea, 25% aproximadamente mayor que la tasa de 6.1% anual del crecimiento del producto nacional bruto. El paso de la fabricación de bienes de consumo final a la de bienes intermedios y básicos, ocurrido a partir de mediados de los años cincuenta, es indicativo de los avances logrados en el proceso de industrialización. Como resultado de ello, entre 1960 y 1968 la producción de hierro de primera fusión aumentó de 660 000 a 2 000 000 de ton; la de acero de 1 500 000 a 3 300 000 ton; la de ácido sulfúrico de 250 000 a 720 000 ton; la de fibras artificiales de 23 000 a 58 000 ton; la de cemento de 3 100 000 a 6 000 000 de ton; la de vehículos automotores de 52 000 ensamblados a 164 000 fabricados; la de azúcar de 1 500 000 a 2 300 000 ton. En lo que va del presente decenio se estableció una rama industrial completamente nueva, la petroqu ímica pesada, cuya producción en 1967 fue superior a 1 300 000 ton; el desarrollo de la industria quÍmica permitió que los productos de ella constituyeran el renglón más impor­tante en las exportaciones mexicanas de manufacturas, y la fabricación de partes y refacciones para la industria automovi-1 ística terminal contribuyó a que la integración de esa industria llegara al 65% de insumos de origen interno.

La participación de la producción manufacturera dentro del producto nacional bruto se ha elevado de 21% en 1950 a 26.6% en 1967. La planta industrial nacional, que estaba integrada en 1965 por 136 000 establecimientos industriales -excluyendo la industria petrolera- con un capital invertido de alrededor de 8 000 millones de dÓlares, daba ocupación en aquel año a tres millones de trabajadores aproximadamente, que representaban el 22% de la fuerza total de trabajo. La productividad por persona ocupada en la industria subiÓ 21% durante el período de 1950 a 1960 y 9% más entre 1960 y 1966.

Aunque todos elnos datos indican que la poi Ítica mexicana de fomento industrial ha sido fructífera, no pueden pasar inadverti­das ciertas deficiencias -que también existen en las industrias de los demás países latinoamericanos- que urge eliminar o por lo menos atenuar. Tales deficiencias han sido originadas por el subdesarrollo mismo que caracterizaba a las economías de la región al entrar de lleno al proceso de desarrollo moderno, hace unos treinta años, y por las propias poi Íticas de protección industrial.

Como en todos los demás países en desarrollo, la base del crecimiento industrial en México ha sido la aplicación de una poi ítica proteccionista. De este modo, la industrialización fue lograda -como a su tiempo ocurrió en los países hoy desarrolla­dos- a costa de otros sectores de la economÍa y con sacrificios del consumidor. El costo social de la industrialización en Méxi­co ha sido quizá menos acentuado que en otros países, gracias a la poi Ítica económico-social del Estado mexicano, que ha dedi­cado recursos crecientes al fomento de la agricultura. a los sub­sidios para sectores económicos relativamente rezagados y al gasto de tipo social, dirigido hacia los amplios grupos de pobla­ción que directa o indirectamente apoyan los esfuerzos de la industrialización, sin que tengan acceso inmediato a sus benefi ­cios.

Si bien el proceso de desarrollo en México, en las Últimas décadas, ha sido menos desequilibrado que el ocurrido en su momento en otras partes del mundo, el Estado y gran parte de los empresarios reconocen hoy la necesidad de atenuar el dese­quilibrio entre los distintos sectores de la economía, no ~

comercio exterior

mente por razones de equidad social, sino porque este desequili­brio interno, que se origina, entre otras causas, en la ineficiencia de una gran parte de la industria, empieza a crear 1 imitaciones, tanto para el crecimiento de la economía en su conjunto, como para la nueva etapa de industrialización que depende, en primer lugar, de la magnitud de los mercados y, en segundo lugar, de la disponibilidad y del uso racional de los recursos de capital y de los tecnológicos. Esas limitaciones han hecho reconocer la nece­sidad de revisar la poi Ítica tradicional de protección industrial. Dado que el nivel promedio de los aranceles a la importación es relativamente bajo, las propias organizaciones de empresarios hay apoyado la eliminación de todos los controles de importa­ción que han estado en vigor por más de diez años y los que protegen a productos cuyo precio nacíonal excede del 100% sobre el precio internacional. Por otra parte, los nuevos contro­les de importación sólo se otorgan por períodos no mayores de cinco años, a condición de que el precio del producto de que se trate no sea mayor de 25% sobre el precio internacional. Todo ello ha tenido como base la modernización progresiva de las plantas industriales -bajo los estímulos del Estado- y la absor­ción creciente de innovaciones tecnológicas.

Las principales deficiencias de la etapa actual de la indus­trialización en México pueden resumirse en los tres puntos si­guientes: altos costos, concentración geográfica de las activida­des industriales y el 1 imitado impacto de la industrialización sobre el empleo total.

Bajo el sistema de protección casi indiscriminada, la produc­ción manufacturera se ha hecho menos eficiente de lo que cabía esperar. Con pocas excepciones se ha mantenido una industria productora de artículos de altos precios, que 1 imite la demanda interna y la posición competitiva en los mercados externos.

En países como México, que en el curso de una generación se volvió uno de los más industrializados de América Latina, es perfectamente explicable que una gran parte ·de la planta indus­trial, especialmente en las ramas industriales establecidas en las etapas iniciales de la industrialización, se encuentre anticuada. El Estado y los empresarios reconocen hoy que no debe prolon­garse la condición estática del sector industrial antiguo frente al dinamismo del moderno. Bajo el impacto de la nueva tecnolo­gía, las industrias anticuadas tienen la alternativa de verse des­plazadas por las nuevas plantas o iniciar el proceso de moderni­zación. El primero de estos caminos sería perjudicial, dada la abundancia de mano de obra y la necesidad de crear nuevos empleos. Pero, por otro lado, la permanencia de las industrias de altos costos crea grandes problemas para la economía en su conjunto, ya que de una u otra manera estas industrias sobrevi­ven a costa de subsidios que finalmente paga el contribuyente a través del Estado y el consumidor directo. Frente a los proble­mas del sector externo y a la mayoría de población de bajos ingresos, México reconoce hoy que las empresas industriales ineficientes no pueden ser apoyadas indefinida e incondicional­mente.

Hay razones para creer que existe una relación directa entre los altos precios de los productos industriales de origen nacional y el nivel excesivo de protección. Bajo el supuesto de que el futuro desarrollo industrial dependerá del ritmo de crecimiento del mercado interno y del grado de competencia de nuestros productos en los mercados externos, se justifica que los indus­triales y el Estado mexicano sigan trabajando conjuntamente, como han comenzado a hacerlo, en la identificación de medidas tendientes a colocar la protección industrial dentro de 1 Ímites razonables.

El segundo problema se refiere a la concentración geográfica de las actividades industriales que, según todas las indicaciones,

351 sigue aumentando, aunque empiezan a aparecer centros indus­triales secundarios en regiones nuevas del país. Según el censo industrial de 1965, la mitad del valor de la producción indus­trial de México (incluyendo las actividades mineras, pero exclu­yendo la industria petrolera) correspondía en ese año al Distrito Federal y al estado de México, y el 10% a Monterrey. Por otro lado, la producción de once entidades federativas subdesarro­lladas representaba solamente el 3% de la producción industrial de la repÚblica. Aunque la concentración industrial es caracte­rística de las sociedades de nuestros tiempos, el grado alcanzado en México crea grandes problemas para el país, tanto en térmi ­nos económicos como sociales. Cabría estudiar el grado en que la exagerada concentración geográfica reduce los beneficios de las economías externas, expresadas en forma de servicios públi­cos, transporte y fácil acceso a la mano de obra calificada, dado que los estrangulamientos de tales servicios dificultan el trans­porte, lo encarecen y crean competencia innecesaria en la mano de obra disponible en los grandes centros urbanos.

Estos inconvenientes, junto con la gran presión ejercida sobre el Estado para que dé prioridad a la inversión social y a la infraestructura en unos cuantos polos de desarrollo, justifican la adopción de nuevas poi Íticas de fomento industrial que estimu­len la descentralización. Para estos fines, la poi Ítica de permisos previos de importación y la de incentivos fiscales ha comenzado a funcionar satisfactoriamente en México. Mientras qúe hace apenas un cuarto de siglo los estados subdesarrollados de mi país no estaban todavía incorporados en el mercado nacional, su situación ha cambiado radicalmente en las últimas décadas. Hoy en día la mayor parte de ellos cuenta no solamente con recursos naturales y mano de obra, sino con servicios públicos y fuentes energéticas.

El tercer problema se refiere al efecto de la industrialización sobre el empleo. Durante mucho tiempo tanto en México como en otros países en desarrollo se creía que la industrialización por sí sola podría resolver los problemas del subempleo. Este razonamiento no tomaba en cuenta dos factores : la aceleración del crecimiento demográfico y la intensidad de la revolución tecnolÓgica. La tecnología que se absorbe actualmente basada en el uso intensivo de capital proviene de los países altamente desarrollados, donde la mano de obra representa el factor de producción más escaso. Consecuentemente, a medida que se perfecciona la estructura industrial nacional, los incrementos marginales del empleo industrial se están reduciendo frente al crecimiento acelerado de la fuerza de trabajo disponible. Cabe notar. sin embargo, que el proceso industrial tiene no sólo efec­tos directos sobre el empleo, sino también indirectos, especial­mente en el sector de los servicios y que estos últimos han sido, en fechas recientes, mayores que los efectos directos, a juzgar por las estadÍsticas disponibles.

Aparentemente podría reducirse esta brecha estableciendo nuevas industrias tradicionales, con el criterio de absorción de mano de obra, pero este camino tendría serias desventajas en las condiciones actuales. Podría equivaler a la renuncia de cualquier país a construir ciertas industrias importantes en las que la tec­nología aplicable no permite sustituir el capital escaso con la mano de obra en exceso. Si se optara por fomentar principal­mente las industrias de bienes de consumo, el dilema entre el progreso industrial y el objetivo social de ampliar el empleo a tasas congruentes con el crecimiento demográfico, tendría posi­ble solución. Sin embargo, la amplia gama de industrias ya exis­tentes y la necesidad de acelerar el desarrollo económico, exigen avanzar en el campo de la industrialización básica.

lE xiste entonces alguna salida al dilema mencionado? Podría contestarse afirmativamente. En efecto, en México ha continuado el fomento de industrias de bienes de consumo,

352 pero con vistas a hacerlas más eficientes y a que participen en los mercados externos; también ha seguido impulsándose el desarrollo de la industria pesada y semipesada, a sabiendas de sus limitaciones en la absorción de mano de obra. Al mismo tiempo se están intensificando los programas recientemente ini­ciados para establecer industrias maquiladoras fronterizas y pequeñas industrias rurales, agrícolas, pecuarias y pesqueras, las cuales ofrecen grandes oportunidades para mejorar el ingreso del trabajador y para aumentar el número de población ocupada. Dentro de este programa ha quedado in el u ido el impulso a la producción de artesanías, por su creciente demanda nacional e internacional. Este impulso comprende la ayuda financiera, la técnica y la de comercialización. Es así como podría concen­trarse la acción en los años venideros, para reducir las tensiones sociales resultantes de la distribución desigual de los beneficios del desarrollo económico y para asegurar la continuación del proceso de industrialización.

La estructura y los subsecuentes avances de la industrialización en América Latina presentan actualmente diversos problemas de transición, que es preciso resolver para estar en condiciones de afirmar y mejorar el desarrollo económico considerando que éste no es un fin en sí mismo, sino un medio para lograr meío­rías sustanciales en los niveles de vida de las grandes mayorías de población.

En cuanto a las ineficiencias de la industrialización en nues­tro subcontinente, en su conjunto, cabe hacer referencia a lo que la CEPAL ya expresaba desde 1961, año en el cual publicÓ su estudio titulado Desarrollo económico, planeamiento y cooperación internacional. En ese trabajo se asienta que "el proceso de industrialización adolece de tres fallas fundamentales que han debilitado su contribución al mejoramiento del nivel de vida, a saber: a) toda la actividad industrializadora se dirige hacia el mercado interno; b) la elección de las industrias se ha hecho por razones circunstanciales, más que por consideraciones de economicidad, y e) la industrialización no ha corregido la vulnerabilidad exterior de los países latinoamericanos".

A pesar de que la orientación de las industrias nacionales hacia sus respectivos mercados domésticos ha comenzado a disminuir en los Últimos años, como consecuencia de la nueva actitud de algunos empresarios hacia los mercados de exporta­ción y, particularmente, debido a las oportunidades que han abierto al comercio intrazonal los mecanismos de integración, subsisten aún algunas de las deficiencias antes señaladas, las cuales urge corregir. Como lo afirma la CEPAL, aún en aquellos casos en que las estructuras deficientes han sido superadas, la industrialización no sólo no ha contribuido eficazmente en lo general, a redistribuir el ingreso, sino que ha operado como una de las causas de su inadecuada distribución. La corrección de estas fallas aconseja reducir al máximo posible el costo so­cioeconómico de la industrialización, evitando que un protec­cionismo indiscriminado y excesivo haga gravitar dicho costo en forma desmedida sobre los consumidores nacionales; restrinja la competencia; mantenga la planta industrial orientada exclusiva­mente hacia el mercado interno; impida continuar en forma racional y eficiente los procesos de sustitución de importacio­nes, y limite, casi totalmente, la posibilidad de hacer de las exportaciones de productos elaborados un sólido sostén de cre­cimiento económico.

La integración económica podrá contribuir eficazmente a la solución de las deficiencias apuntadas. A este respecto cabe decir que en un reciente estudio del 1 nstituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social, publicado bajo el título de Integración, sector externo y desarrollo económico de América Latina, se afirma que la integración económica de nuestra re-

estado, e mpresarios, desarrollo e integración

gión puede realizar, mediante la ampliación del mercado, una contribución importante para que el desarrollo económico de América Latina continúe sobre bases más sólidas, justas y efi­cientes. Para ello -señala dicho estudio- se requiere la formul a­ción de un programa regional de sustitución de importaciones que, entre sus objetivos fundamentales, tome en cuenta "la necesidad de contribuir a transformar la estructura industrial de las economÍas para darle una base más sana y condiciones de producción más cercanas a las del mercado internaci onal y con­seguir simultáneamente un desarrollo que logre un proceso de capitalización menos vulnerable a la evolución inconveniente del sector externo".

Dicho programa debería referirse a las industrias ya existen­tes y a las que se establezcan con vistas al mercado ampliado. En el primer caso las acciones y poi íticas deben procurar que 1 os sectores manu~actureros trad icionales puedan adaptarse paulatinamente a su operación dentro de una región integrada, procurando un aumento en la eficiencia de dichas industrias y un acercamiento a los costos y a las condici.ones de producción imperantes en el mercado internacional, mediante el aumento de la competencia, el uso más intenso de la capacidad producti­va, la renovacióñ adecuada de equipos y de tecnología V el logro de cierta especialización en las plantas. En lo que se refie­re a la continuación, a nivel regional, de los procesos de sustitu­ción de importaciones, es necesario racionalizar e l estableci­miento de las nuevas empresas que se instalen con vistas a la ampliación de los mercados, procurando el mejor uso de los recursos naturales.

Estos procesos podrán contribuir a que las industrias lati­noamericanas operen a niveles internacionales de eficiencia, en beneficio de los consumidores de la región y evitarían que los problemas de estrechez de mercado, que actualmente confron­tan las plantas industriales nacionales para continuar sus proce­sos de sustitución de importaciones, se presenten a nivel regio­nal dentro de un plazo más o menos largo.

Las deficiencias de que adolece actualmente el proceso de industrialización de América Latina no atenúan el mérito que al Estado y al sector empresarial corresponde en ese proceso y en el desarrollo económico general, que ha logrado nuestra región en las últimas tres décadas. No obstante, conforme a lo que se ha expuesto antes resulta inaplazable, hoy en día, revisar las poi Íticas tradicionales de protección industrial, a fin de dismi­nuir el costo social de la industrialización, hacer que las plantas industriales se mantengan en condiciones satisfactorias de efi­ciencia, lograr exportaciones crecientes de productos manufactu­rados, y continuar el proceso de sustitución de importaciones en condiciones de máxima productividad y de competencia internacional. En el cumplimiento de estos objetivos deberán seguir actuando conjuntamente el Estado y el sector empresa­rial, el primero mediante políticas más imaginativas y vigorosas y el segundo a través de iniciativas y actitudes presididas por el sentido de responsabilidad que el propio empresario latinoameri­cano ha reconocido que le corresponde en la actualidad.

Respecto a la futura acción de fomento del Estado, cabe decir que la sola aplicación de incentivos internos no es ya sufi­ciente para promover y hacer viable el funcionamiento de las nuevas industrias de exportación y de las productoras de bienes de capital. Para apoyar a esta categoría de empresas se requiere -en adición a todos los estímulos tradicionales- que los go­biernos latinoamericanos pugnen, tanto en sus negociaciones bilaterales con países industrializados, como en los de carácter multilateral y dentro de los foros regionales e internacionales, por la eliminación de restricciones a la exportación de manufac­turas originarias de países en desarrollo; por el establecimiento de un sistema de preferencias generales, sin reciprocidad, P"~

comercio exterior

exportación de dichas manufacturas a los mercados de países industrializados, como ha sido propuesto en la UNCTAD, y porque cristalice el sistema de preferencias que se negocia ac­tualmente dentro del GATT, entre paÍses en desarrollo, para el intercambio de manufacturas. En adición a los beneficios que puedan derivar de esta acción, las nuevas empresas latinoameri­canas necesitan un mayor apoyo del Estado ante los perjuicios que hoy sufren debido a las importaciones de mercancías, equi­pos y bienes de capital -que esas mismas empresas producen ­cuando tales importaciones se realizan como consecuencia de créditos atados o de concursos en que intervienen instituciones financieras internacionales o regionales. El apoyo en estos casos requeriría la aplicación de soluciones más acertadas a los proble­mas de financiamiento internacional y a los que originan las cotizaciones a base de dumping J dentro de prácticas desleales de comercio. Existen datos reveladores, según lo ha manifestado recientemente un empresario argentino, 1 de que los precios ofrecidos en licitaciones internacionales por siete países indus­trializados, representaban, por lo menos, la mitad de los que las mismas empresas cobran por sus equipos en sus respectivos mer­cados internos. A este respecto, y como un ejemplo de las ges­tiones que deberían seguir reali zando los gobiernos, cabe citar las palabras que el ministro argentino de Economía, Dr. Adal­bert Krieger Vasena, pronunció en la Última reunión anual del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, cuando en nombre de los países latino¡¡mericanos abogó por un margen de preferencia para los proveedores locales, dentro de los concursos internacionales, a fin de sostener el desarrollo de la producción de equipos dentro de la zona. "Al mismo tiempo -dijo el Dr. Krieger- al efectuar las comparaciones con los equipos extranje­ros, habrá de tenerse en cuenta su precio de venta en los merca­dos de origen y no el precio cotizado para la exportación. Esta es la única forma en que se podrá preservar la sana competencia requerida por el comercio internacional. Un nuevo enfoque por parte del Banco Mundial y la comprensión del problema por los oa Íses industriales es también recomendable en esta nueva era del desarrollo ."

Frente a esta invocación, resulta muy afortunado que el subtema que dl•sarrolla esta ponencia sobre "La acción del Estado y la responsabilidad del empresario en el proceso de desarrollo industrial e integración económica de América Latina", forme parte del tema general sobre "El proceso de industrialización en América Latina" que el Banco Interamerica­no de Desarrollo escogió para la X Reunión de su Asamblea de Gobernadores, a la que actualmente concurrimos, dentro de la cual también será desarrollado el tema correspondiente a ''La movilización de recursos financieros externos para industrias nacionales y empresas multinacionales". Es de esperar que sea nuestra institución financiera regional la que revise sus respecti­vas poi Íticas crediticias, con vistas a dar un mayor apoyo al empresario latinoamericano en los casos expuestos.

En adición al apoyo que se recomienda que el Estado preste al empresario nacional, cuando en su propio mercado se ve obli­gado a competir desigualmente con empresas extranjeras, cabría sugerir - dentro del señalamiento de nuevas poi íticas conducen­tes a la consecución de los objetivos arriba mencionados- la acción más positiva de los gobiernos latinoamericanos a los pro­gramas de integración económica, cuyos efectos en la expansión de los mercados tradicionales ha dado mayor dinamismo al intercambio zonal, al establecimiento de nuevas industrias, a la ampliación de otras ya existentes, a la programación de indus­trias multinacionales y a frecuentes y estrechos contactos entre los empresarios de la región, con vistas a la concertación de complementaciones industriales y a la creación de empresas mixtas.

1 Visión, Méx ico, 22 de noviembre de 1968, p. 34.

353 En cuanto a las obligaciones del sector empresarial latinoa­

mericano en la propuesta revisión de las poi íticas de industriali­zación, se requiere que, dentro de una concepción orgánica y no clasista de la sociedad, actúe con el sentido de responsab ili ­dad que él mismo ha reconocido que le corresponde en la tarea común de impulsar el crecimiento económico sobre bases más sanas y equitativas.

Esto significa que, en adición al esfuerzo que real iza el Estado, el sector empresarial, por su parte, deberá empeñar sus máximos esfuerzos -como expresamente ha declarado estar dis­puesto a hacerlo- a fin de incrementar la productividad de la industria, ajustar las utilidades de las empresas a las que sean socialmente legítimas, utiliza r sus recursos financieros en los tér­minos más adecuados para impulsar el desarrollo general, prefe­rir el establecimiento de empresas que tengan mayor incidencia en el incremento del ingreso y del nivel de vida de los sectores marginales de la sociedad, y utilizar el proceso de integración latinoamericana como instrumento para el mejor logro de estos fines.

El reconocimiento del empresario latinoamericano de que recae sobre él una responsabilidad en el logro de una sa na industrialización surgiÓ en la Última década, al parecer como resultado de su propio convencimiento sobre la necesidad de atenuar el desequilibrio que ha existido entre los distintos secto­res sociales de la economÍa, no sólo por razones de equidad social, sino porque - como se dijo antes- este desequilibrio ha comenzado a crear limitaciones para el crecimiento de la econo­mía en su conjunto y para la nueva etapa de industriali zac ión que depende, en .gran medida, de la ampliación de los mercados y del uso racional de los recursos de capital y de los tecnoló­gicos.

Fue en la X 11 Reunión Plenaria del Consejo Interamericano de Comercio y Producción, celebrada en Sao Paulo, Brasil, en septiembre de 1967, cuando se puso de manifiesto con mayor nitedez por la propia clase empresarial latinoamericana, el reco­nocimiento de su responsabilidad en el desarrollo eficiente de la industrialización de nuestra región. La declaración llamada de Sao Paulo, suscrita en ocasión de la citada reunión, reconoce expresamente que los empresarios privados tienen ante la socie­dad el deber de "alcanzar el má ximo de eficiencia para contri­buir al aumento del producto bruto nacional; no recargar inde­bidamente los precios de los bienes y servicios que producen y desarrollar nuevos campos de actividades que estimulen el desa­rrollo de la economía hacional; identificarse con las necesidades y aspiraciones de la comunidad en general, no sólo de las suyas propias; considerar las utilidades no sólo como la necesaria y legítima remuneración de su inversión, su esfuerzo y el riesgo natural de lo.s negocios, sino, además, como la forma de produ­cir ahorros que deban ser reinvertidos para acelerar el desarrollo de la economía nacional".

El empresario moderno latinoamericano da muestras hoy de apreciar debidamente los efectos positivos del desarrollo econó­mico - elevación de los niveles de ingreso, ampliación crec iente del mercado interno, etc .- en la prosperidad de sus propios negocios. Ello explica, por una parte - sin que se desestimen sus nuevas actitudes de solidaridad social - , su apoyo a la poi Íti­ca económica gubernamental conducente a promover y acelerar el desarrollo sobre bases de mayor eficiencia de la actividad industrial y, por otra, la responsabilidad que voluntariamente ha aceptado para dar un sentido económico y social a su actividad fabtil.

En lo que respecta a la responsabilidad de los empresarios latinoamericanos en la integración económica cabe recordar que desde 1953, en una reunión del Congreso de Cooperación Eco-

] 354 nómica Iberoamericana, celebrada en España, expresaron su preocupación por integrar económicamente a nuestra región, y que, posteriormente, han mantenido una constante participación en el funcionamiento de los procesos de integración que operan en América Latina.

Si bien el Tratado de Montevideo, a diferencia de los instru­mentos que crearon la Comunidad Económica Europea, no ins­titucionalizó en disposiciones expresas la participación de los sectores empresariales latinoamericanos dentro de la ALALC, dicho Tratado -dentro de su carácter de "instrumen­to-marco"- prevé tal participación al señalar en su artÍculo 43 la posibilidad de establecer "comisiones consultivas integradas por representantes de los diversos sectores de las actividades económicas de cada una de las Partes Contratantes", y al auspi­ciar en su artículo 16 la intervención de los empresarios de la zona en los importantes aspectos de la compiP.mtJntación indus­trial, a través de la cual se han puesto en ejecución programas de integración más dinámicos y más efectivos para el desarrollo, que la simple 1 iberalización del comercio intrazonal.

Dentro del mecanismo que tiene como meta el Mercado Común Centroamericano, la participación del sector empresarial se ha realizado a través de la Federación de Cámaras y Asocia ­ciones de 1 ndustriales Centroamericanos y dentro del régimen de Industrias Centroamericanas de Integración. En lo que atañe a la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio, los empre­sarios de la región ha venido participando activamente en las reuniones sectoriales, en la preparación y presentación de pro­yectos de acuerdos de complementación industrial, y tambien a través de la Comisión Consultiva de Asuntos Empresariales, así como de los cada vez más numerosos organismos gremiales que operan a nivel latinoamericano .

Como confirmación de la actitud positiva de los empresarios latinoamericanos ante la integración puede recordarse, que los presidentes de organismos privados de comercio y producción latinoamericanos reunidos en la ciudad de México en noviembre de 1967, convinieron en que sus respectivos sectores empresaria­les colaborarían con "su participación más decidida para llevar a cabo la integración económica de Latinoamerérica, mediante el perfeccionamiento de los actuales sistemas de la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio y del Mercado Común Centroamericano, que deberán converger hacia la creación del Mercado Común Latinoamericano, a partir de 1970 y en un plazo no mayor de 15 años" . Dentro de este mismo orden de ideas, en el Congreso Latinoamericano de 1 ndustriales, real iz?do en la propia ciudad de México en mayo de 1968, se afirmo la idea de que "la integración latinoamericana es no sólo un impe­rativo histórico . .. sino un poderoso instrumento para acelerar nuestro desarrollo económico y hacer más equilibrado nuestro crecimiento. Mediante ello se pretende armonizar recursos y esfuerzos a fin de lograr su má ximo aprovechamien to y evitar desperdicios estériles, ubicándolos dentro de una economía a escala . . . Es preciso tomar en cuenta que tanto el Tratado de Montevideo como la Declaración de los Presidentes de América son el reconocimiento de que América Latina debe abandonar prácticas de nacionalismo excesivo y optar por otras que, sin menoscabo de nuestras soberanÍas, permitan la creación de espa­cios económicos cuya amplitud propicie el establecimiento de procesos industriales que redunden en beneficio de todos los latinoamericanos. Los niveles de vida más amplios surgirán natu­ralmente del mayor número de empleos y de la mayor capitali­zación por empleo".

La responsabilidad mayor para el empresario latinoameri ­cano en el campo de la integración parece surgir de la Declara­ción de los Presidentes de América, suscrita a principios de 1967, en Punta del Este, Uruguay, en cuyo programa de acción

estado, empresarios, desarrollo e integración

se estableció que "La integración debe estar plenamente al servi­cio de América Latina, lo cual requiere un fortalecimiento de la empresa latinoamericana mediante un vigoroso respaldo finan­ciero y técnico que le permita desarrollarse y abastecer en for­ma eficiente el mercado regional".

Si bien el acuerdo transcrito de los Presidentes de América entraña una responsabilidad a cargo de los gobiernos latinoame­ricanos y de las instituciones financieras regionales, para prestar el amplio apoyo que la empresa latinoamericana necesita para cumplir los objetivos señalados, también es cierto que el referi­do postulado de la Declaración de los Presidentes de América implica una responsabilidad de alta significación a cargo del pro­pio empresario latinoamericano. En efecto, al haberse originado el citado acuerdo en la sensibilidad justificada que existe en América Latina para que no sea la inversión extranjera la que usufructúe los beneficios de la integración, sino que éstos deben contribuir plenamente al desarrollo económico latinoamericano, ello exige una acción de gran iniciativa y dinamismo por parte del empresario latinoamericano, para actuar eficaz y vigorosa­mente en la intensificación de las corrientes de comercio, en la ampliación de las plantas industriales existentes y en el estable­cimiento de las nuevas industrias que propicie el mercado regio­nal, inclusive las de carácter multinacional, sobre la base del eficiente manejo de ellas.

Debe quedar definitivamente eliminada la idea de ineptitud y de falta de preparación del empresario latinoamericano -de que se habla comúnmente- para acometer las nuevas empresas que la aceleración del desarrollo económico de la región impo­ne. A este respecto cabe citar el párrafo alusivo de un reciente artículo, aparecido originalmente en la prensa chilen:', en el que se dice : "Milita también contra el desarrollo el esp1ritu conser­vador de los empresarios de los países subdesarrollados. En estas economías es especialmente evidente la diferencia entre el inte­rés individual del lucro inmediato, mayor utilidad con la menor inversión, y el interés social por crear un capital social básico, inversiones de alta capitalización y poca productividad"2. Por otra parte, y en relación con el alcance real de las ventajas ~e orden tecnológico de que disfrutan los empresarios del pa 1s mas industrializado del mundo, cabe citar un párrafo del muy re­ciente estudio de la Organización para la Cooperación y el Desa­rrollo Económico, acerca de la competencia empresarial entre países desarrollados : "El comportamiento superior de la indus­tria norteamericana no resulta tanto de la tecnología, sino de sus poi íticas de administración y de sus actitudes".

Al concluir el presente trabajo, y dada la finali dad que se supone que ha perseguido el Banco Interamericano de Desarro­llo , al someter a discusión en este foro el tema de " El proceso de industrialización en América La tina" -allega r elemen tos para el logro de un desarrollo acelerado y más equilibrado de la re­gión - corresponde precisar en primer lugar, qu e el progreso industrial alcanzado por nuestra región , a diferencia de lo que parece revelar el análisis general del referid o tema, no ha benefi­ciado por igual a todos los pa íses; en segundo lugar, que el rez?­go de la mayor parte de ellos obstaculiza el desarr?llo econo­mico de la región y la marcha de la integración economica ; y en tercer lugar, que en esa virtud, y ante la u rgente necesidad de corregir las disparidades existentes en nuestro desar ro llo, es de esperar que en una futura mesa redonda del Bl D pueda some­terse a examen específico, un tema tan importante como el del papel que corresponde a la cooperación económica regiona! y a los gobiernos y empresarios en particular, en la promoc ion y fomento de la industrialización de los países menos desarrolla­dos de América Latina.

2 " Un mu ndo de sombra, subdesarrollo y esperanza", Carlos Berger, El S iglo, Sant iago de Chil e (reproduc ido por Excélsior, México, 3 de feb rero de 1969).

Sección

Nacional

RELACIONES ECONOMICAS INTERNACIONALES

Declaraciones sobre las relaciones económicas

México-E UA

Durante los días 14 y 15 de abril del año en curso, se efectuó en el hotel Camino Real de la ciudad de México el primer Symposium sobre relaciones en­tre Méx ico y Estados Unidos, organizado por el Council for Latin America y el Consejo Mexicano de Hombres de Nego­cios, A.C. La sesión inaugural estuvo presidida por el empresario mexicano Bruno Pagliai, presidente de Tubos de Acero de Méx ico, S. A., y David Rock­efeller, presidente del Chase Manhattan Bank, de Nueva York.

En el primer dí a de sesiones destaca-

Las informaciones que se reproducen en esta sección son resúmenes de noticias apa­recidas en diversas publicaciones nacionales Y extranieras y no proceden originalmente del Banco Nacional de Comercio Exterior, S. A., sino en lo s r.asos en que expresamen­te ast" se manifieste. En cada número se recogen informaciones sobre acontecimien­tos acaecidos hasta el final del mes prece­dente.

ron las intervenciones del señor Pagliai, quien afirmó que bn las complejas rela­ciones entre paÍses como México y Esta­dos Unidos, los problemas podrían con­vertirse en serias diferencias si no se con­tara con la oportunidad de dialogar como buenos amigos. "Confiamos en que el resultado será positivo si los hom­bres libres de buena voluntad se reúnen para deliberar sus problemas a sabiendas de que en este país hay libertad de ex­presión y podemos hablar claro sin te­mor a recriminaciones. Creo importante que adquiramos aquí nuevas ideas que impulsen las buenas relaciones entre nuestros respectivos países"; del lng. Bernardo Quintana, gerente de la cons­tructora 1 ngenieros Civiles Asociados (ICA), quien señaló que "pese a que México tien.e con Estados Unidos varios miles de kilómetros de frontera, ello no lo beneficia en mayor medida que a los demás países, y, en algunos casos, el beneficio es menor". Además, el lng. Quintana hizo un llamado a todos los empresarios norteamericanos en el senti­do de que su país "no insista en una poi Ítica comercial unilateral, que estriba en nuevas resgricciones para la importa­ción de productos mexicanos".

Durante el segundo día sobresalieron las declaraciones hechas por los secreta­rios de Hacienda y Crédito Público, de Industria y Comercio, y de Relaciones ExtP.rinrP.s r!P. MPx ir.n

En su discurso, el Secretario de Ha­cienda y Crédito PÚblico señaló que en la actualidad México se enfrenta a dos problemas de suma importancia, a saber: "la renegociación de créditos para obte­ner la ampliación de los plazos necesa­rios, y, a esto destinamos fundamental­mente las emisiones de valores que hace el Gobierno federal"; y el relativo a la balanza de pagos, ya que nuestro paÍs "necesita -y para esto nos esforzamos­gen·erar nuevos rubros de exportacio­nes" .

"Podemos sentirnos opt1m1stas por lo que hemos logrado hasta la fecha; pero, al mismo tiempo, tenemos una gran obli­gación para el futuro. Hemos consegui ­do, en el mismo lapso [los Últimos seis años], dentro de América Latina, tener e 1 más alto producto bruto nacional. Argentina y Brasil, que nos sobrepasaban hace unos cuantos años, han sido ya re­basados; pero, esto mismo nos obliga a tener mayor precaución y mayor cuida­do en la estrategia de nuestro desarrollo.

"México ha seguido una estrategia propia. En muchos países -y muchos econom istas piensan así- , el desarrollo debe basarse en un ingreso fiscal crecien­te; el Estado debe percibir a través de impuestos una cantidad cada vez mayor. Nosotros creemos que, en el caso par­ticular de Méx ico, esta tesis no es co-rro,.t~ Womnc !:lln fi,... ~~n 11n o;:) ~iforon+o ''

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el éx ito es la mejor recomendación de la razó n que ten ía mos al hacer el plantea­miento. Consideramos que una crec iente inversión, no se obtiene más que con dos factores : capital y trabajo; si no somos capaces de fomentar la inversión de capital, vi ene necesariamente un de­crecimiento en la inversión , y, conse­cuentemente, en el desarrollo. Si noso­tros permitimos la formación de empre­sas y dejamos dentro de ellas suficiente dinero para que respondan a sus necesi ­dades de crec imiento , la expansión de la inversión no puede detenerse.

"Así ha sucedido. En 1958 México pasaba por una crisis de confianza. Lo primero era restabl ecerla para generar el ahorro suficiente y poder financiar así el desarrollo y tener sobrantes para incre­mentar la actividad del sector pÚblico , que ha sido fundamental para fomentar la del secto r privado . El sector pÚblico ha actuado en México en forma comple­

·mentari a para acelerar o desacelerar el desarrollo.

"En los momentos en que se ha nece­sitado un impulso y el sector privado no lo ha tenido suficiente , la acción del sec­tor pÚblico al invertir y arrastrar a los particulares ha sido decisiva . Tenemos como ejemplo los arios de 61 y 62; la cri sis de confianza derivada del problema cubano trajo una retracción de la inver­sión- privada y sólo el aceleramiento de la pÚblica hizo que en dos años tomara su lugar nuevamente el sector privado, para hacer crecer a México a los niveles en que lo tenemos actualmente.

"Al aparecer el crecimiento de la in­versión de los particulares, automática­mente se retrae la inversión pÚblica para tomar el lugar que le corresponde . Esto se ha efectuado con un gran éxito, pero ello se ha debido a que el sector privado ha contado siempre con fondos suficien­tes, dentro de las em~resas, debidamente desgravados de toda carga fiscal, si se emplean para que se continúe creciendo.

"E 1 e o m p lemento que necesita el Estado para desarrollarse, proviene de los recursos de crédito. Ellos se genera­ron como consecuencia de la confianza y en volúmenes tales que el sector priva­do no pudo usar su totalidad y se pro­dujeron sobrantes en los bancos, que han sido usados por el sector oficial para permitir que continúe fluyendo el aho­rro como lo ha hecho hasta la fecha ."

Por su parte, el sPcretario de 1 ndus­tria y Comercio, Lic. Octaviano Campos Salas, hizo referencia a que "el hecho quizá más sobresaliente del desarrollo ;¡ctual de Méx ico es la aparición de nue-

vas industrias pesadas e intermedias y el fortalecimiento de otras, como la petra­química, que fueron establecidas a prin­cipios de la presente década".

En lo que respecta a las relaciones comerciales entre México y Estados Uni­dos, el Lic . Campos Salas señaló que éstas "son de trascendental importancia para nuestro paÚ dado que Estados Uni­dos es con mucho nuestro principal comprador y vendedor. Del total de nuestras exportaciones, la Unión Ameri­cana absorbió en 1968 el 68.2% mien­tras que las importaciones que hicimos de ese país significaron el 63 por ciento".

Además, observó que México ocupa e l quinto lugar como comprador de Es­tados Unidos y el séptimo como provee­dor, y que, "por otra parte, nuestro país paga todas sus importaciones con divisas convertibles propias y no con donacio­nes de fondos hechas por los propios Estados Unidos, como acontece en el caso de otros pa íses".

"Entre los principales problemas que afectan o pueden afectar seriamente a las exportaciones mexicanas de produc­tos agrícolas - señaló- tanto al mercado de Estados Unidos como a otras partes del mundo, se encuentran las medidas del Gobierno norteamericano para incre­mentar y estimular sus producciones y sus ventas al exterior de aquellos artículos que compiten a través de subsidios con exportaciones mexica­nas de significativa importancia para nuestra economía . Tal es el caso del al ­godón. Los exportadores mexicanos se encuentran seriamente preocupados por recientes declaraciones de funcionarios del Gobierno norteamericano que anun­cian un cambio de política para incre­mentar la producción de algodón en ese país, no obstante que México, a petición de Estados Unidos y con el propósito de disminuir los excedentes mundiales de esta fibra, redujo su producción de 2.58 millones de pacas en 1965/66 a 2.20 millones en 1966/67 y a 1.98 millones en 1967/68.

"Otro problema que afecta a las ex­portaciones mexicanas de productos agrÍcolas a Estados Unidos, es el que se deriva de la aplicación por este Último país del régimen de impuestos estaciona­les para la importación de determinados productos como el tomate, la fresa, el melón, el pepino y el eh Ícharo, poi ítica que al estab lecer, en diversos casos, los niveles impositivos más altos durante los meses del año en los que se presenta la producción de los agricultores norteame­ricanos, qrava en forma discriminatoria a

sección nacional

las exportaciones mex icanas de los co­rrespondientes productos agrícolas."

De otra parte, las declaraciones he­chas en esta ocasión por el secretario de Relaciones E x teriores, Lic. Antonio Carrillo Flores, revistieron un carácter más poi Ítico que económico . Señaló que "son tres los datos de más significación entre los que condicionan la poi ítica exterior de Méx ico :

" 1) . Somos vecinos inmediatos de Estados Unidos y, a diferencia de Cana­dá , el vecino pobre;

"2). Somos un país latinoamericano , y

"3) . Somos una nación que, después de haber llevado a cabo la primera revo­lución social del siglo XX, busca desde hace varias décadas su desarrollo econó­mico, conjugándolo cor, el mantenimien­to de la estabilidad pul íticJ y el respeto a los derecho~ fundamentales de la per­sona humana .

Más adelante señaló que, a pesar de que no intentaba tratar en forma detalla­da los problemas económicos en las rela­ciones entre ambos países, "no puedo dejar de ofrecer una reflexión que es a mi juicio capital cuando se reúnen a conversar norteamericanos y mexicanos: la norma de reciprocidad es la regla de oro en la convivencia entre hombres y entre naciones y debe ser respetada en todo aquello que tiene que ver con la dignidad humana . . . Pero si del cam­po de los derechos humanos se pasa al de las relaciones económicas entre pa í­ses, la justicia reclama en muchos casos limitaciones a la reciprocidad . No puede decirse, por ejemplo, que hay reciproci­dad si se concede la misma exención fis­cal al capital extranjero invertido en México que al capita l mexicano inverti ­do en el exterior o si se otorgan las mis­mas prerrogativas a los nacionales de ambos países para la explotación de cier­tas activid~des, como la aviación o el tráfico comercial de las carreteras. Un país en proceso de desarrollo necesaria­mente tiene que establecer algunas res­tricciones en la vecindad de uria gran nación de la fuerza económica de Esta­dos Unidos, pués sólo así puede asegurar ciertas exigencias básicas para su progre­so" .

Aspectos económicos de la Reunión 1 nterparlamentaria

México-EUA

Durante los días 3 y 4 de abril se cele­bró en la ciudad de Aguascalientes, la 1 X

comercio exterior

Reunión Interparlamentaria entre los le­gisladores de México y Estados Unidos. La agenda comprendió asuntos poi Íticos, económicos y soc iales, cuyo examen habrá de repercutir en el mejoramiento de· las relaciones que mantienen ambos países. Cada tipo de asuntos fueron tra­tados en el seno de un Comité. En rela­ción a los asuntos económicos, la agenda comprendiÓ 17 temas agrupados en cua­tro secciones : problemas de comercio entre México y Estados Unidos, transac­ciones fronterizas, fortalecimiento de la UNCTAD y problemas financieros.

Respecto a los productos que son objeto de comercio, se mencionaron las preocupaciones que existen por la inten­sificación de la producción de azúcar de remolacha a través de subsidios, que podrían desplazar eventua lmente las ex­portaciones de azúcar al mercado nortea­mericano de México y de otros países en desarrollo.

En cuanto al café, se mencionó la conveniencia de que se unan los esfuer­zos de las naciones del Continente Ame­ricano en los organismos internacionales para evitar el trato discriminatorio al café latinoamericano.

En la exposición sobre frutas y le­gumbr-es, se propuso que la política arancelaria y administrativa se rija por la estacionalidad de la producción, a fin de no lesionar los intereses mexicanos. En el algodón, México propuso que Estados Unidos continúe restringiendo su pro­ducción interna, considerando además que conviene crear un organismo inter­nacional algodonero para estabilizar los precios. Sobre el triplay de cedro y cao­ba, se expuso la conveniencia de reducir los aranceles al nivel acordado de las negociadones de la Ronda Kennedy, que favorecería una mayor exportación mexicana. Se solicitó también una ma­yor comprensión para establecer cuotas internacionales en las compras estadouni­denses de estos productos, teniendo pre­sente al Continente Americano. Con refe• rencia a la brea, se estimó conveniente señalar que el gobierno norteamericano ha venido fomentando, a través de pre­cios de garantía superiores a los del mer­cado internacional, a productores nortea­mericanos que propician almacenamien­tos y exportaciones.

Por otra parte, se solicitó una igual­dad en los aranceles para la barita, seña­lando que hay minerales en México que al concentrarse podrían producir una excelente barita, si el arancel norteameri­cano se redujera . Al abordarse el tema

del hierro y el acero, se expresó que si bien Japón y los países de la CE E acep­taron limitar sus exportaciones en forma voluntaria, la industria siderúrgica nor­teamericana ha venido exigiendo que se impongan cuotas para otros países, in­cluyendo a México que exporta 15 mi­llones de dÓlares al año.

En materia de artesanías, se pidió excluirlas de impuestos arancelarios con­siderando su calidad artística.

Se trataron también diversos proble­mas de tipo fronterizo; se pidió abolir, en la medida de lo posible, el funciona­miento de las tiendas "in bond", así como la introducción ilegal de cera de candelilla a este país y de mercurio a Estados Unidos. Se hizo mención de algunas concesiones fronterizas para pro­ductos que proceden de Canadá, a cam­bio de concesiones similares para los productos norteamericanos por parte del gobierno canad iense, tales como partes sueltas y maquinaria con destino a Esta­dos Unidos y un acuerdo de la industria automotriz y de los transportes.

Se trató también el tema de las indus­trias de la zona fronteriza que han pro­ducido beneficios para los dos paÍses y que es conveniente mantener la situación que ahora prevalece.

Se solicitó un mayor apoyo para la UNCTAD, si bien México considera que Estados Unidos debería tener una posi­ción especial para los países del conti­nente.

Se insistió también en la necesidad de contar con ayuda crediticia en condicio­nes blandas para el sector agropecuario .

Revisión 1969 del Acuerdo de Pagos México-España

En el curso del mes de mayo de 1969 se celebró la sesión anual para la revisión del comportamiento del Acuerdo de Pagos México-España, establecido el 2 de marzo de 1961 . E 1 acta de esta sesión se firmó el día 16 de ese mes por el Sr. José María González Valles, director General adjunto del 1 nstituto Español de Moneda Extranjera, y por el Lic. Anto­nio A rm endáriz, director general del Banco Nacional de Comercio Exterior, S. A., y representante del Banco de Mé­xico para este acto.

Durante la mencionada sesión se revi­só el comportamiento del comercio y de las relaciones económicas entre ambos países en 1968, y ambas partes se mani-

357 festaron en favor de lograr una intensifi­cación y diversificación del intercambio comercia l y financiero entre Méx ico y España. Además, concluyeron en que sería conveniente lograr un mejor equili­brio en este intercambio cuyo saldo es en la actualidad desfavorable para Méxi­co. A este respecto, la delegación mexi ­cana manifestó su preocupación por dicho saldo negativo y su interés por la aplicación de aquellas medidas tendien­tes a solucionarlo .

A su vez, la delegación española ex­presó que su Gobierno está dispuesto a aplicar los mecanismos de li bera li zación vigentes en los países de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCED) a todos aquellos pro­ductos mexicanos que estén incluidos o se incluyan posteriormente en los regí­menes de liberalización o globalización.

Asimismo, con el fin de lograr el deseado equilibrio, la delegación españo­la anunció que se aumentarán las impor­taciones de tequila y piña enlatada pro­cedentes de México.

De otra parte, ambas delegaciones se manifestaron a favor de propiciar la creación de empresas mixtas mexica­no-españolas, así como de incrementar el intercambio de tecnologías. Finalmente, se estuvo de acuerdo en que el estableci­miento de dichas empresas mixtas consti­tuiría un importante factor en el incre­mento de las relaciones comerciales y económicas entre los dos paÍses.

Examen del intercambio con Italia

En fechas recientes, el director general del Banco Nacional de Comercio Exte­rior, S. A. (BANCOMEXT), licenciado Antonio Armendáriz, realizó una visita a Italia donde se entrevistó eon importan­tes personalidades del medio oficial de aquel país.

En primer término, el licenciado Armendáriz asistió a la inauguración de la Feria de Muestras de Milán . En esta ciudad se reunió con representantes de aquellas empresas que tienen filiales en nuestro país o bien realizan con el mis­mo cualquier tipo de intercambio co­mercial.

Más tarde en Roma, sostuvo conversa­ciones con funcionarios del Ministerio de .Relaciones Exteriores, encargados del comercio exterior, en el sentido de esta­blecer un mecanismo que haga posible una mayor venta de manufacturas mexi -

358

canas en el mercado italiano y en gene­ral, en la zona del Mediterráneo .

Dicho mecanismo podría comprender dos aspectos fundamentales, las relacio­nes entre empresas italianas y mex icanas por una parte, y por otra un convenio interbancario entre el Bancomext y la institución bancaria italiana que se consi ­dere adecuada.

La probabilidad de crear el convenio de referencia fue discutida con represen­tantes del Banco de Italia y de otras ins­tituciones bancarias pÚblicas y privadas. En principio, se coincidió en que dicho convenio estará sujeto a la autorización del Consejo de Administración de Ban­comext y la delimitación de las caracte­rísticas y mecanismos que ha de conte­ner.

Como resultado de las reuniones con diversos miembros del sector financiero italiano, el licenciado Armendáriz recibi? algunas proposiciones en materia de cre­ditos, no condicionados en ~uanto a s.u destino final y cuya magnitud estar1a dada en función de las ex igencias de los proyectos susceptibles de financiamien­to; asimismo, se ofreció dar asistencia técnica. De esta suerte, se juzgó oportu­no examinar la posibilidad de que tales créditos se destinen al financiamiento de producciones nacionales, tanto de carác­ter agrícola como industrial, destinadas a la exportación hacia Italia u otros países del Mediterráneo.

En otro orden, el director general de Bancomext sostuvo pláticas con el go­bernador del Banco de Italia, Dr. Guido Carli, quien aceptÓ la necesidad de revi­sar las condiciones actuales de intercam­bio entre los dos países y crear los mecanismos que permitan un trato comercial justo para ambas partes; con tal motivo, se consideró la urgencia de establecer relaciones más directas entre empresas industriales, bancarias y comer­ciales , tanto italianas como mexicanas.

VI Reunión de la Comisión Consultiva del CENICE

El pasado 15 de mayo se llevó a efecto la VI Asamblea de la Comisión Consulti­va del Centro Nacional de 1 nformación sobre Comercio Exterior (CENICE), bajo la presidencia del Lic. Octaviano Campos Sa las, secretario de 1 ndustria y Comer­cio .

En prim er térrnino, el Dr. Herbert L. J acobson, director del Centro de Comer­cio Internacional UNCTAD-GATT, diser­tó sobre las perspectivas con que cuen-

tan los países en desarrollo para incre­mentar sus exportaciones, especialmente por lo que hace a las de productos manufacturados. A este respecto, señaló que estos países asumen una actitud pasiva o negativa, ya que suponen que 1 os problemas que se plantean están fuera del control de los exportadores y de los métodos de promoción. Sin em­bargo, a juicio del Dr . Jacobson, una actitud positiva o dinámica por parte de estos pi'llses consistiría en identificar los obstáculos que frenan las exportaciones, y, posteriormente, eliminarlos de forma sistemática.

Además, observó que los países en desarrollo han empezado a explotar apenas su potencial de exportación de productos manufacturados y que el in ­cremento de ese renglón significa una importante fuente de ingresos de divisas. No obstante, dicha expansión está sujeta a una seri e de condicionantes como el estudio cuidadoso del potencial exporta­dor y el análisis de los mercados extran­jeros. Por otra parte, también será nece­sario establecer una serie de prerrelacio­nes entre las industrias, con base en la relación costo/beneficio, para centrar los esfuerzos en el fomento de las ventas al exterior.

En otro orden, el Lic. Antonio Ar­mendáriz, director general del Banco Nacional de Comercio Exterior, S. A., y vicepresidente de la Comisión Consultiva del CENICE, anunció la apertura de una oficina regional de dicho organismo en la ciudad de Guadalajara, Jal., debido a que una serie de estudios realizados sobre la actividad económica del estado de Jalisco indican que cuenta con am­plias posibilidades de incrementar sus exportaciones tradicionales y de abrir nuevas 1 í neas de ventas al exterior.

SECTOR AGRICOLA

Algodón: situación del mercado interno y externo

En abril de 1968, las operaciones en el mercado nacional del ¡;¡lgodón fueron escasas, de acuerdo con la Asociación de Organismos de Agricultores del Norte de Sonora . Sin embargo, el precio en el Dis­t r ito Federal y Puebla era aproximada­mente de S 360 .00 el quintal; en Tapa­chula y Apatz ingán éste fluctuaba alre­dedor de S 340.00 qui ntal, en tanto que en Sonora y Sinaloa era de $ 350.00. En el mes de referencia, Sonora y Sinaloa ha b ían vendido la mitad de su cosecha,

sección nacional

la cual se estimaba en 800 000 pacas. Las ventas se concertaron con empresas de Japón , Canadá y Alemania, a precios que oscilaban entre $ 335.00 y $ 336 .00. En otro orden las cotizaciones de semillas de algodón eran de $ 1 100.00 tonelada LAB despepite.

Actua lmente, los precios prevalecien­tes son de $ 250.00 quintal LAB en La Laguna y $ 315 .00 LAB en el D¡strito Federal y Puebla . Cabe señalar que es probable que se registre una leve mejoría en estas cotizaciones.

La producción nacional 1968/69 fue de 2.4 millones de pacas, el consumo nacional y las exportaciones de 2.1 mi ­li o n es de pacas y los sobrantes, de 300 000 pacas. Se estima que la cosecha 1969/70 será de 2.0 millones de pacas y el total disponible de 2.3 millones . De las 300 000 pacas que constituyen el sobrante , se ca lcula qu e el 75% está en poder de la banca oficial.

En relación al mercado internacional del algodón cabe señalar que, en 1968, se registró un exceso de oferta y conse­cuentemente, una contracción en los precios.

Esta circunstancia se originó, entre otras causas, en el hecho de que Brasil logró un nuevo máx imo en su produc­ción de 3.4 millones de pacas. Asimis­mo, Estados Unidos cosechó 10.9 millo­nes de pacas, no obstante haber reduci ­do intencionalmente su área de cultivo. Aun cuando la producción mundial se elevó a 52.6 millones de pacas, es decir, un 10% por encima del afio anterior, la disminución de existencias al comenzar el ciclo contrarrestó la posibilidad de un excedente demasiado grande.

De acuerdo el Consejo Consultivo 1 nternacional del Algodón, se prevé que el abastecimiento tot al , duran te 1968-69, será de 74.2 millones de pacas, en comparación con 74.7 del ciclo ante­rior. No obsta01te que hay una ligera dis­minución en la oferta total , se observó

"tin su m inistro mayor de algodón Upland de fibra medianamente larga , respecto a 1967-68.

Lo antedicho justifica en gran medida la reducción de los precios internacio­nales del algodón, desde agosto de 1968 hasta la fecha . Por otra parte, la crecien­te competencia de las fibras artificiales ha deteriorado la demanda de algodón . En Japón . país que absortx~ 1os mayores I!O iúmenes de algodón mexicano, las fá ­bricas de hilddos tienen un nivel elevado de tecn ificación y la venta de textiles muestra una tendencia ascendente. Em-

comercio exterior

pero cabe considerar que el consumo en otros países tiende a estabilizarse.

Las principales exportaciones de algo­dón mexicano, correspondientes al lapso comprendido entre agosto de 1968 y enero de· 1969 se distribuyeron de la siguiente forma: 383 000 pacas a Japón; 245 000 a Estados Unidos (algodón en trar1sito principalmente), 95 000 a Italia; 35 000 ·a Alemania oriental, 40 000 a Francia; 26 000 a Suiza y 19 000 a Formosa .

DESARROLLO REGIONAL

Chiapas

Programas estatales de industrialización rural

Los días 13 y 14 de febrero de 1969, se realizó en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, el Primer Congreso de Promoción 1 ndus­úial y de Fomento a la 1 ndustrialización Rural de la entidad. En conjunto, se pre­sentó un total de 38 ponencias en las cuales se estudia la posibilidad de crear nuevas empresas y fuentes de trabajo alrededor de las principales ciudades y centros agropecuarios de la región.

Entre otros se presentaron los siguien­tes proyectos: cinco plantas elaboradoras de alimentos balanceados; tres plantas procesadoras y pasteurizadoras de leche; tres plantas productoras de materiales para la construcción; tres plantas elabo­radoras de productos de origen forestal; un frigorífico para carne de res y dos rastros; tres plantas procesadoras de cueros y pieles; dos plantas para el bene­ficio del cacao; una cooperativa de pro­ducción sa linera; una fábrica de partes para automotores; un centro turístico de recreo a orillas de la presa de Malpaso; una despepitadora y empacadora de algodón, etcétera.

Tamau/ipas

El 14 de marzo prÓximo pasado, en la e i u dad de Matamoros, Tamaulipas, se llevó a cabo la IV Asamblea Industrial y de Fomento a la 1 ndustria Rural del Estado de Tamaulipas, evento que orga­nizó la delegación de la Cámara Nacional de l a Industri a de Transformación (CANACI NTRA). En el transcurso del acto inaugural el titular de la Secretaría

de Industria y Comercio informó que el programa especial de industrialización fronteriza, que a instancias del Ejecutivo Federal se ha desarrollado en forma paralela al que lleva a cabo el gobierno en todas las regiones del país, ha tenido resultados en alto grado satisfactorios.

Asimismo, manifestó que la industria­lización constituye la mejor respuesta, a largo plazo, a los problemas de creci­miento demográfico que se suscitan en México. Expresó también, que gracias a las buenas relaciones mexicano-estadou­nidense ha sido posible poner en marcha planes de cooperación que se efectúan a distintos niveles.

En el congreso se presentaron veinti ­dos ponencias, entre las que destacaron las siguientes: la invitación hecha a un grupo de técnicos de la Dirección de Industrias Rurales de la SIC, para que estudie los problemas agrarios del Esta­do; la creación de un Comité de Promo­ción que se encargue de analizar aquellos aspectos que atañen al desarrollo de la región; la construcción de un puerto de altura en Matamoros; la creación de industrias de maquila en Tampico; el es­tablecimiento de una planta de amonia­co anhidro en Río Bravo, y actividades de promoción de las artesanías.

Michoacán

De otra parte, en Morelia, Michoacán, durante el 27 y 28 de marzo de 1969, se efectuó el 1 Congreso de Promoción Industrial y de Fomento a la Industriali ­zación Rurel de Michoacán. En el trans­curso del acto inaugural, el Gobernador de la entidad pronunció una alocución en la que hizo notar que el proceso del desarrollo de la región dependerá no sólo de las autoridades pÚblicas sino que, además, demanda la participación directa del sector privado. Asimismo, expresó que Michoacán presenta. condi ­ciones sumamente favorables que facili ­tan el rápido crecimiento industrial.

Al continuar, el Lic. Gálvez Betan­court mencionó que si bien los técnicos de la Secretaría de 1 ndustria y Comer­cio, aux iliados por los de la Dirección de Promoción Económica del Estado, en­contraron amplias posibilidades para la pequeña y mediana industria, ello no implica que se limiten las perspectivas de la gran industria.

Por otra parte, fueron presentados 33 proyectos, todos ellos referidos a la constitución de nuevas empresas media­nas y pequeñas, que implican una inver­sión total de 50 millones de pesos.

359

Por Último, el titular de la Secretaría de Industria y Comercio en la sesión ele clausura, destacó que en Michoacán exis­te más de un millón de hectáreas de tie­rras agrícolas, de las cuales, conforme a los datos del Último censo, solamente se cultiva el 50%; el!o supone grandes posi­bilidades de expansión para la actividad agrÍcola. Sin embargo, son aún más amplias las posibilidades de incrementar la productividad. A pesar de que los cul ­tivos más importantes son de bajo rendí­miento eco nómico, como el maíz, el trigo y el frijol, se abren probabilidades dignas de mención por lo que hace al cultivo del algodón, frutales y oleagino­sas.

La producción ganadera no es menos alentadora, de suerte que es viable que ésta supere en buena medida a la pro­ducción agrícola, dada la gran extensión de pastizales que hay en la región.

En el plano industrial, de acuerdo con los datos del Último censo, Michoa­cán contaba con 5 276 establecimientos industriales de diversa magnitud, que daban ocupación a 29 630 obreros. Es de esperarse que estas cifras se incremen­ten de manera notable en los próximos años, añadiÓ el secretario de 1 ndustria y Comercio.

Se hizo hincapie al finalizar, en la necesidad de llevar a cabo una promo­ción paralela, tanto de la artesanía por u na parte, como del turismo, por la otra.

Sindicatos norteamericanos versus industrias

fronterizas

Paul Jennings, presidente del Sindicato de Trabajadores Electricistas de Estados Unidos, envió un telegrama a la Casa Blanca con el fin de que el presidente de ese país, Richard M. Ni xo n, investigue las actitudes de algunos miembros del gobierno norteamericano que, en su opinión, están ·ayudando a promover una conferencia en la Universidad de Texas, tendiente a atraer hacia las zonas fronte­rizas de México cierto tipo de empresas estadounidenses.

En virtud de que la mano de obra mexicana es más barata, han sido atraí­das ya hacia México algunas empresas manufactureras de artículos eléctricos v electrónicos, lo que -según Jennings­"ha contribuido a la pérdida de 48 000 empleos en la fabricación de aparatos de radio y televisión y piezas, sólo de 1966 a 1968".

360

"La Unión de Trabajadores Electricis­tas, pertenecien te a la AF L-CIO, deman­da una investigación inmediata del papel del Departamento de Comercio en la promoción de una conferencia encamina­da a atraer fabricantes norteamericanos al otro lado de la frontera del Río Gran­de, donde los salarios son más bajos.

"Los que auspician esta conferencia, incluso · el Departamento de Comercio, tratan de tentar a los fabricantes nortea­mericanos con la idea de que los tipos de salarios son más baratos del otro lado de la frontera .

"Señor Presidente, muchos norteame­ricanos, entre ellos miembros de mi sin­dicato, han perdido sus trabajos por esas fugas al extranjero. Su gobierno debe actuar inmediatamente para impedir que el Departamento siga ayudando a esa conferencia. Demandamos, además, que se nos informe cómo y por qué el go­bierno de usted se ha convertido en aus­pici ador de este empeño que priva de trabajo a norteamericanos.

"El Sindicato de Trabajadores Electri­cistas tiene la tradición de trabajar junto con los sindicalistas mexicanos para mejorar las condiciones de empleo a ambos lados de la frontera . Pedimos al gobierno que haga lo mismo. El Departa­mento de Comercio no debe actuar como frente para manipuladores interna­cionales de trabajo barato."

La industria química y la dependencia tecnológica

Del 17 al 19 de abril del año en curso se celebró, en la ciudad de México, el Cuarto Congreso M•: xicano d& Química Pura y Aplicada , con la asistencia de delegados de toda la RepÚblica y de una delegación, con calidad de observadora, de Ecuador . El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), lng. Javier Barros Sierra, y el presidente de la Socieda9 QuÍmica Mex icana, lng. Guillermo Cortina Anciola, inauguraron el mencionado Congreso.

En el di scurso inaugural , Cortina Anciola declaró que nuestra tecnología " está muy lejos de alcanzar un nivel aceptable, y que, por ello, padecemos un colonialismo tecnológico" . En vista de lo an te rior, el mencionado conferencista propu so la creación de un Consejo Nacional de Ciencias QuÍmicas que ten­dría como funciones la promoción, orga­nización y dirección de la investigación

en este campo; la fundaci.ón de un cen­tro de información, que sostendría rel a­ciones con todas las sociedades interna­cionales de química con el fin de ínter­cambiar datos, el uso de los nuevos conocimientos y la divulgación de las técnicas más avanzadas; y la construc­ción de un nuevo edificio que albergaría una biblioteca, un auditorio, así como servicios científicos y sociales.

Por su parte, el 1 ng . . Barros Sierra exhortó a los delegados al Congreso a "superar para Méx ico la etapa de la dependencia cientÍfica y tecnolÓgica" y declaró que esperaba que el Congreso obtuviese un gran éx ito "y no dudo que proporcionará frutos para el desarrollo tecnológico del país".

INVERSION EXTRANJERA

1 nversión conjunta mexicano-checa

Un grupo de inversionistas mexicanos y checoslovacos firmaron, el 17 de ·abril Último, un convenio a través del cual se asociaron capitales de ambas partes, con el objeto de crear en nuestro país una moderna fábrica de rodamientos baleros, cuya inversión inicial será del orden de 1 O millones de pesos.

La nueva empresa producirá, en su primera etapa, 1 500 000 unidades, des­tinadas en su gran mayoría a la industria de automotores. Su objetivo Último, que se estima susceptible de alcanzarse den­tro de cinco años, es la producción de cinco millones de unidades y es factible que, posteriormente, se inicie una etapa adicional consistente en la producción de bolas de precisión . Dicha etapa estará condicionada al panorama de integración que se observe dentro del mercado lati­noamericano.

El 60% del capital fue aportado por el sector mexicano, en tanto que el 40% restante por el checoslovaco , que, ade­más, se compromete a proporcionar asis­tencia técnica. El grupo mexicano está formado por el Consorcio Mexicano de Empresas, S. A., y el checoslovaco por la firma ZV L, considerada una de las más importantes de aquel paÍs.

Se informó, por Último, que el 80% de la producción será absorbido por la industria automotriz nacional, mientras que el 20% se dedicará a la exportación . La nueva empresa est ará localizada en un área de 20 000 metros cuadrados en

sección nacional

lxtapalapa, D. F., e iniciará sus labores en mayo de 1970.

Venta de filiales de la Gulf Resources and Chemical Co.

a firmas mexicanas

La Gulf Resources and Chemical Co . anunció la venta de sus filiales en Méxi­co, productores de azufre, a compañías mexicanas. En principio, el acuerdo de venta señala como compradoras a Meta­lÚrgica Mexicana Peñoles y a Crédito Minero y Mercantil.

En el acu erdo de referencia, se estipu­la el pago de 24 millones de dÓlares en efectivo, 25% en el momento de la tran ­sacción y la proporción restante en siete cuotas anuales, con un interés del 8 .5 por ciento anual.

La realización del acuerdo está supe­ditada, entre otras condiciones, a la aprobación del gobierno mexicano y a la del consejo de administración de Gulf Resources. Conforme a lo expresado por el presidente de la empresa norteameri ­cana, ambas partes están de acuerdo en realizar esfuerzos tendientes a concluir la transacción antes de agosto próximo.

Los compradores podrán, si ése es su deseo, limitar su compra al 75% del capital de las compañías, a un precio reducido proporcionalmente, y en cuyo caso la Gulf Resources proporcionará durante 5 años ayuda Ú~cnica, a través de una renta anual fija . Pero si la venta se efectúa en su totalidad, Gulf Resour­ces no dispondrá de ningún derecho ni interés sobre la producción azufrera de sus actuales filiales.

JUICIOS Y OPINION ES

El crecimiento a largo plazo de la economía mexicana

Dentro del ciclo de conferencias sobre aspectos económicos nacionales e inter­nacionales, organizado por el Banco de Comercio, S. A., el Lic. Horacio Flores de la Peña, ex director de la Escuela de Economía de la UNAM, trató el tema del crecimiento a largo plazo de la eco­nomía me x icana. A continuación se señalan los puntos más sobresalientes de su intervención:

Al considerar el proceso de desarrollo económico destaca que, dentro de una

comercio exterior

t:!Structura social determinada, éste se convierte en un problema de acumula· ción de capital y de una elevación de los niveles tecnológicos, que permitan un aumento constante de la productividad .

Los aumentos de la productividad permiten lograr altas tasas de inversión, sin reducir los niveles de vida de los gru· pos populares.

En niveles iniciales de desarrollo, la inversión productiva e_ermite, que se materialicen las nuevas tecnologtas y los adelantos de la ciencia aplicados a la producción, en tanto que en niveles superiores ambos factores llegan a tener tal interdependencia que su participación en los aumentos de productividad es igualmente importante.

En general el crecimiento rápido de un país depende de que disponga de una alta tasa de inversión, de una población dinámica, de una oferta de materias pri · rr.as sin serias limitaciones en relación con una serie de condiciones y orienta· ciones económicas.

En cuanto al crecimiento demográfico en México, se estima que continuará a un ritmo similar al actual de 3.4%, si se considera que no habrá cambios sustan· ciales en las tasas de mortalidad y natal i· dad. Esta situación no ofrece un peligro, si se toma la precaución de no basar las medidas de poi Ítica económica en reduc· ciones apreciables del crecimiento de la población. El incremento de la pobla· ción puede significar una oferta abun· dante de mano de obra, que a la vez signifique una ampliación ininterrumpida del mercado que constituye un aliciente a la inversión privada .

El mejor conocimiento de los recur· sos naturales en la actualidad, permite confirmar la existencia de recursos natu· rales en magnitudes considerables, que de aprovecharse adecuadamente reduci· rán las presiones sobre la balanza de pagos.

Sin embargo, el aumento de la pobla· ción y la oferta de recursos productivos no garantizan por sí mismos un desarro· llo acelerado. La experiencia de otros países indica que aparte del manteni· miento de altas tasas de inversión, han concedido gran importancia al desarrollo de la investigación científica y de la edu · cación superior. En una situación como la actual de Méx ico, en que el aumento del producto se basa principalmente en factores internos, ya no es posible man· tener o aumentar la tasa de crecimiento sin desarrollar la investigación científica y mejorar en todos sentidos la educa·

ción. Por la magnitud de la obra a reali· zar, es conveniente que esté a cargo tanto del sector pÚblico como del priva· do y que se efectúe la formulación de una poi Ítica de investigación científica para el desarrollo económico y social.

En México, para mantener el nivel de ocupación, se tendrá que crecer a un promedio anual de 6.5%, pero para cam· biar la situación ocupacional actual es necesario acelerar la capitalización, como instrumento para generar ocupación, que permita absorber los incrementos de la fuerza de trabajo y reducir la desocupa· ción paulatinamente en forma considera· ble.

Los principales obstáculos a que se enfrenta la economía son los siguientes: un desequilibrio externo creciente de la economía mexicana, puede limitar las posibilidades de alcanzar un incremento mayor de la inversión productiva y del PNB, y, consiguientemente, de la ocupa· ción, si no se desarrolla una poi Ítica de ahorro e incremento de las divisas dispo· ni bies.

El Lic. Flores de la Peña habló tam­bién de otros problemas como la con· centración del ingreso y las presiones inflacionarias que origina, así como su impacto un el estancamiento de la de· manda efectiva de los sectores populares, que puede frenar el crecimiento de la producción. Por lo ta.,to, concluyó, es fundamental para el dt!sarrollo afinar las poi íticas fiscales, de salarios y de pre· cios, como redistribuidoras del ingreso, y la necesidad de cerrar la brecha entre el desarrollo económico y social.

Necesidad de reducir los desequilibrios del

desarrollo mexicano

"La actual estrategia del desarrollo de México, vista en su aspecto más general, reclama cambiar el énfasis de la política económica hacia los factores redistributi· vos, toda vez que una agudización aún mayor de los desequilibrios ahora exis· tentes en nuestro desarrollo -en la dis· tribución del ingreso, en las oportunida· des de avance social, en las oportu· nidades de empleo productivo y bien remunerado, en la modernización de los sistemas de producción, en el grado de participación de la población en los beneficios del desarrollo- pondría en peligro no sólo los avances ya alcanzados sino la continuidad misma del proceso de crecimiento." Tal fue la conclusión central de la conferencia pronunciada el día 2 del actual por el Lic . Antonio

361

Armendáriz, director general del Banco Nacional de Comercio Exterior, S. A., en la Escuela Superior de Guerra .

Anteriormente, el Lic. Armendáriz había señalado que "México se aleja a grandes pasos de su antigua condición de economía predominantemente agrÍcola", a pesar del rápido crecimiento de este sector, que ha superado con mucho el ritmo de aumento de la población. Em· pero, "como la mayor parte del reciente desarrollo agrícola de México se ha con· centrado en las explotaciones comercia· les, situadas en los distritos de riego, que son las menos y muchos de sus benefi · cios no alcanzan a la gran masa campesi · na que explota pequeñÍsimas parcelas y se mantiene dentro de una economía consuntiva, resulta imperioso corregir tal situación ... , pues el avance de nuestro proceso de desarrollo reclama la partici· pación activa de esos diez millones de mexicanos que actualmente no partici · pan de la economía de mercado"

En el sector industrial se requiere "una revisión ordenada y metódica de la poi ítica de protección, orientada hacia la reducción gradual y progresiva de los márgenes reales de protección [lo que] es uno de los requisitos que es indispen· sable satisfacer para consolidar definiti· vamente la participación de las manufac· turas mexicanas en los mercados mun· diales"

En materia de comercio exterior, el Lic. Armendáriz indicó que: "Suele se· ñalarse que entre las exportaciones mexi· canas se encuentran ya productos que no corresponden a la estructura tradicio· nal de exportaciones de un paÍs en desa· rrollo, como los motores y otras partes de automóviles, como los vagones de ferrocarril, como la tubería de acero sin costura . Esto es cada vez más cierto y lo seguirá siendo en la medida en que per· sistamos en los esfuerzos de promoción y los orientemos cada vez más certe· ramente"

Después de destacar la composición eminentemente productiva de las impar· tac iones mexicanas, el conferenciante indicó : "Nos preocupa el creciente dese· quilibrio de nuestra balanza comercial, que ha pasado de una situación defici· taría en sólo unos 100 millones de dóla· res en 1950 a cerca de 800 millones de dÓlares en 1968. Se ha combatido el desequilibrio comercial buscando el ere· cimiento rápido de nuestras exportacio· nes, como esto no ha sido suficiente procede aplicar otros tipos de medidas, del lado de las importaciones, al tiempo que se redoblan los esfuerzos para hacer crecer las ventas al exterior"

MEXICO EN LA ALALC: objetivos, realizaciones y perspectivas VICTOR MANUEL BARCELO

Cuanto más medito sobre la situación y Jos intereses de España y de la América, tanto más convencido quedo de que sólo una estrecha Confederación puede hacer que se reconcilien cordialmente, que haya unidad en sus miras y en su poder y que aprovechen los grandes medios que tienen bien acordes para elevarse a la suprema altura de la prosperidad y de la gloria.

FRANCISCO ANTONIO DE ZEA, 18201

INTRODUCCION

Durante la primera mitad de este siglo, los esfuerzos para la integración latinoamericana en el orden económico no asumen situaciones concretas ni decisiones poi Íticas definitivas. Muy preocupados estaban nuestros pueblos en la solución de sus pro­blemas internos. Ello no impidiÓ que, en ese medio siglo, se gestara la conveniencia de la unificación económica de Latinea-

1 En "Plan de reconciliación de la España y la América por medio de una intima Confederación", presentado al Gobierno español por el Plenipotenciario de la Gran Colombia, el 7 de octubre de 1820. El docu­mento, que se reprodujo en Bolet(n de la Integración, Buenos Aires, abril de 1967, fue dado a conocer por el Dr. Miguel Azpiazu, embajador de Ecuador en España.

mérica, tanto en organismos internacionales, como entre los estudiosos de la problemática continental.

A partir de 1960, con la puesta en marcha de los Tratados de Managua y Montevideo, y en años posteriores con la inicia­ción de esfuerzos de otrds organismos interamericanos, se da paso a una nueva etapa, constructiva, de gran dinamicidad, en busca de la integración de nuestros paÍses. Esto no supone, sin duda, que los grupos interesados y los gobiernos, consideren que la problemática interna esté resuelta, sino dar a la integra­ción el carácter de factor coadyuvante al esfuerzo interno para resolver las complicaciones económicas que cada país vive, mismas que en buena parte responden a la presencia de un sec­tor externo débil, exportador de materiales primarios (en ocasiones controlado por intereses que no responden a los obje­tivos nacionales).

En 1961, con la Carta de Punta del Este, nuestras naciones se comprometen a "fortalecer los acuerdos de integración eco­nómica y llegar, en Último término, a cumplir con la aspiración de crear un mercado común latinoamericano que amplíe y diversifique el comercio entre los paÍses de América Latina y que contribuya de esta manera el crecimiento económico de la región".2

2 "Carta de Punta del Este" (titulo primero, numeral 11 ), Comercio Exterior, vol. XI, núm. 8, agosto de 1961. p. 465.

comercio exterior

Muchos elementos de Índole técnica y política se acumula­rán posteriormente para matizar el camino y otorgar precisiones a la intención final, para concluir, en 1967, con la Declaración de los Presidentes de América, en la que se señala: "Los Presi ­dentes de las repÚblicas de América Latina resuelven crear en forma progresiva, a partir de 1970, el Mercado Común Latinoa­mericano que deberá estar sustancia lmente en funcionamiento en un plazo no mayor de quince años" .3

Paralelamente se tiene el trabajo de especialistas en alguna de las disciplinas sociales, quienes día a día aportan el producto de su talento para hacer cada vez más racional, y, por lo tanto, cada vez más técnicamente conveniente a la realidad vivida, el esfuerzo integracionista .

Así, la unidad integral latinoamericana se apoyará cada vez menos sobre bases, métodos y mecanismos trasplantados, para adecuarse a nuestras necesidades económico-sociales, siempre con la discusión y el análisis de los puntos de vista de todos los sectores que participen en el quehacer subcontinental. Dadas las premisas del mundo en que nos movemos y los intereses que se manejan en torno nuestro, la integración es un hecho incontro­vertible. Lo que interesa es llevarla adelante "desde abajo" y "desde adentro" como fuerza capaz de oponerse a los intereses externos para una resultante lÓgica y conveniente en el área.

OBJETIVOS DE ME X ICO EN LA INTEGRACION

La base que México utiliza, en mayor o menor grado, para seña­lar sus objetivos al participar en la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio, no es otra que los principios generales de la integración, que comparten, en una u otra forma, las demás naciones participantes.

Fundamental para México, al aplicar sus esfuerzos de toda Índole dentro del marco de la ALALC, es la bÚsqueda de un mejor nivel de vida, sobre la base de un nuevo enfoque interna­cional, que permita recibir (a cambio de facilitar) beneficios en los campos del comercio y de la industria. Estas expresiones teóricas son llevadas a la práctica, tanto por el gobierno como por el sector privado, en todos los contactos realizados con los paÍses de Latinoamérica y expresamente con los que forman la ALALC. Me atrevo, sin embargo, a entender la reciprocidad en forma por demás dinámica. No como la actitud latente del intercambio de concesiones arancelarias o de la suscripción de acuerdos que complementen nuestra industria, que forzosa­mente nos lleven en el movimiento de ambos sentidos, a valores similares de comercio. Esto sería eminentemente simplista y prácticamente irrealizable si no actúan otros elementos conco­mitantes.

En el instante en que está dada la reciprocidad estática, es decir, cuando se acuerdan las concesiones, es el momento de iniciar el auténtico esfuerzo por lograr en la práctica lo que en el papel ha quedado impreso. No puede responderse, y es criterio de muchos de los sectores de los países que integran este orga­nismo, por resultados no favorables, como consecuencia de inactividad de algunos de dichos sectores que tienen en sus manos la responsabilidad definitiva, misma que suscriben sus representantes ante la Asociación . Esta acción insoslayable tendrá mucho de erosionante de la problemática que vivimos y, como auxiliar de poi íticas oficiales que respondan a estas nece­sidades económico-sociales, se estará actuando directamente sobre la negatividad de algunas estructuras económicas imperan­tes.

3 "Declaración de los Presidentes de América" (preámbulo, 20 pará­grafo), Comercio Ex terior, vol. XVII, núm . 5, mayo de 1967, p. 336.

363

Seguramente la movilidad constante, los esfuerzos vigorosos de los empresarios argentinos y mexicanos, que acrecientan el comercio entre estos paÍses hasta niveles siete veces superiores a los que existían en 1960 y, además, logran mantener una balan­za comercial técnicamente equilibrada, pueden servir como aliciente a otros y como demostración palpable de que la reci­procidad dinámica se da en la práctica, pero sólo como resul ­tado del esfuerzo constante e incansable que dÍa a dÍa entrelaza más a sectores vitales de nuestra economía zonal.

A mi modo de ver, la ALALC es un instrumento irreversi­ble, destinado a impulsar la integración de los paÍses latinoame­ricanos, tarea que requerirá la colaboración máxima de todos los sectores sociales de la región. Ello no implica repudiar la aportación con que otros países, de dentro o fuera de América Latina, deseen apuntalar el proceso de integración. Dicha cola­boración, saludable y bien intencionada a nuestro criterio, se entendería como intento serio para liquidar la miseria y el hambre de la región, que no se supera con los métodos tradicio­nales que se aplican hasta ahora.

Por lo tanto, considero a la ALALC como:

a] Un instrumento colectivo que tiene como meta llevar a niveles más altos el desarrollo latinoamericano, y, por ende, al mejoramiento del nivel de vida de la población.

b] Un expediente que, si se quiere avanzar con mayor vigor en la integración, debiera incorporar los principios y las resolu­ciones prácticas que en su seno se adopten, a la política econó­mico-social de cada uno de sus miembros; y

e] Un factor útil que contribuye a la integración total de Latinoamérica y que debe entenderse como paralelo y coadyu­vante a los esfuerzos que se aplican en el ámbito interno para alcanzar el desarrollo nacional. Sobre todo porque cualquier poi Ítica que se intente zonal mente tendría escasa repercusión efectiva si no va acompañada de cambios que ya son imposter­gables en muchas esferas de la estructura económica y social.

La conveniencia de intensificar la correlación y complemen­tación económica entre los países de la ALALC, se ve apoyada por distintos argumentos entre los que destaca la favorable acti­tud para ampliar la cooperación en el campo de las inversiones planeadas y de la producción, fundamental para expandir el comercio intrazonal de manufacturas. Tales medidas de poi Ítica económica permitirán, cuando se aplique en mayor medida la tecnología moderna a los procesos productivos, el abati­miento de costos y la posibilidad de mejorar la posición compe­titiva en el mercado internacional.

Parece que las llamadas "periferias" no tienen más remedio que actuar aceleradamente en busca de la integración, como factor que facilite las modificaciones estructurales que impone el avance tecnolÓgico, con la mira de afrontar las nuevas co­rrientes del comercio internacional, cuya realidad hace inoperan­te el sistema proteccionista absoluto que impide el sano creci­miento industrial.

La estrategia para el crecimiento industrial está, por tanto, indisolublemente unida a las posibilidades de la integración regional, sobre todo si se quiere que la exigencia de crecientes recursos financieros para una industrialización proyectada a un mercado de consumo amplio, sean de procedencia e intereses latinoamericanos. Capitales y capacidad de compra, cuya expan­sión sólo será factible con la acción mancomunada, que se verá reforzada por nuevos conceptos de poi Ítica con enfoque regio­nal. La plena utilización del recurso humano, entendido . como fundamental en la creación de los avances tecnoiÓaicos mJP. hnv

364

son decisi vos para la aceleración del desarrollo , dará oportuni ­dad a los estudiosos latinoamericanos de ampliar sus colabora­c iones al crecimiento de la economía, mediante una gama de técnicas propias, a base de la investigación científica realizada con e l esfuerzo conjunto de nuestros paÍses. Ya hay ejemplos de este esfu erzo en los campos de la quÍmica, máquinas-herra­mientas, siderurgia, automovilÍstica, etc. , que muestran objetiva­mente la urgencia de actuar vigorosamente en este campo.

Dentro de este contexto debe otorgarse atención a los secto­res, agrícola , pecuario, forestal y pesquero, que son los más poste rgad?s en la mayor parte de los países a integrar; procede llegar a formulas qu e mantengan los derechos de nuestros esta­dos para decidir su poi Ítica agrícola, en tanto no se arribe a etapas más avanzadas en estos campos, que atenúen el imperati­vo de movimientos sociales profundos.

REALIZACIONES PARA ME X ICO VIA ALALC

Antes de señalar cuáles son, a m1 JUICIO , las realizaciones que Méx ico logra a través de su participación en la ALALC, es con­veni ente recordar qu e el esfuerzo qu e representa para la econo­mÍa nacional su presencia en los Órganos de integración, no es compatible con la importancia de sus relaciones con la zona. Esto es así porque deliberadamente el gobierno mexicano utiliza en Latinoamérica una parte fundamental del presupuesto que aplica en el exterior, con lo que prueba, prácticamente, su deseo de seguir estrechando nexos con pueblos de idéntico origen.

Con este criterio, el gobierno de Méx ico sostiene una red de consejeros comerciales en los países de la ALALC y del Merca­do Común Centroamericano, a quienes apoya internamente con todo un aparato promociona! y mantiene publicaciones especia­lizadas, dedicadas a propagar, en los diferentes sectores naciona­les, los acuerdos y avances logrados dentro de la Asociación. Además de la afinidad histórica señalada, se fincan las relaciones primordialmente en principios: de igualdad, equidad, reciproci­dad, tratamientos especiales de acuerdo con los diferentes nive­les de desarrollo económico, y respecto a las decisiones que en estas materias aplique cada nación soberana, mismos que Méx ico sostiene desde hace años y que determinan que el pue­blo y gobierno se interesan especialmente en una integración basada en ellos.

Se trata, asimismo, de uno de los contados Órganos intera mericanos en que México actúa, a nivel de poi Ítica económica, sin el impacto de elementos distorsionantes extralatinoameri­canos. En dicho ámbito se cumple el pensamiento del Presi­dente de México al proclamar en Punta del Este que "La inte­gración de América Latina es, y debemos luchar porque siga siendo, un proceso exclusivamente latinoamericano ... no se trata de ir contra nadie, sino de sumar esfuerzos para a'(udarnos a nosotros mismos".

Junto a lo señalado, que trae aparejada la dedicación de amplios sectores del Gobierno mexicano a los asuntos de la ALALC, los grupos privados, empresariales y comerciales llevan a cabo año con año innumerables viajes a la zona. Al venir hacia el sur, no están solamente promoviendo productos, sino buscando conocer las realidades existentes en el ámbito, para intensificar, primero, el intercambio en ambos sentidos, y, des­pués, la interacción industrial a base de intercambiar experien­cias constantemente, lo que permite soluciones adecuadas.

Méx ico trata, vigorosamente y con el concurso definitivo de todos sus sectores socioeconómicos, de superar obstáculos en el

méxico en la alalc

mejoramiento de las condiciones de vida de su pueblo, al qu e no son aj enos muchos de los problemas qu e afrontan las demás naciones de Latinoamérica. Logra triunfos qu e no envanecen porque la perspectiva de la economía mundial es dificultosa hasta dond e es previsibl e y las soluciones no están siempre a mano . Por ejemplo, ante la necesidad de ampliar el consumo interno, y las posibilidades de exportación de productos indus­tr iali zados, el gobierno mexicano ll evó a cabo los estudios perti ­nentes de la situación, llegando a d eterminar que los dos facto­res que militaban contra la calidad y precio de esos artículos, eran principalmente:

a J La elevada protección industrial para productos total ­mente elaborados, junto a la ex istencia de altos gravámenes a la importación de materias primas industri a les o de partes para la fabricación de bienes finales; y,

b] El bajo aprovechamiento de la capacidad productiva de las plantas industriales, debido a la pequeñez del mercado inter­no.

E 1 sector empresarial y los organismos gubernamentales comprendieron que se trataba de una responsabilidad conjunta y habÍa que afrontarla bajo ese cr ite rio. Con este fin, se efec­túa, con el apoyo del gobierno, un proceso de modernización industrial que permitirá abatir, en gran medida, el nivel de costos, lo que mejorará el poder competitivo internacional de los productos industrializados del país.

La presencia de productos latinoamericanos, y muy parti ­cularmente de los elaborados por Brasil y Argentina, en el mer­cado mex icano, es un factor de impulso muy importante para el productor nacional, que ve en ellos, ya no una competencia desleal, sino un incentivo para mejorar la producción interna de los productos de que se trate, e ir adaptándose a las preferen­cias de los consumidores y a las demandas de un mercado ampliado.

En los primeros años de vigencia del Tratado de Montevideo (incluso en estos momentos). se hablÓ con temor de la "inva­sión" que podría producirse en las economías de la ALALC de parte de productos competidores, como consecuencia de la apertura de mercados, por concesiones arancelarias, acuerdos de complementación y demás mecanismos existentes. Este factor, más psicolÓgico que real , se da en todos los sectores de los países que integran la Asociación, lo que repercute en que los gobiernos afronten fuertes presiones de los sectores interesados. Esto no sólo detuvo el ritmo creciente de concesiones que se mantuvo en las tres primeras Conferencias Ordinarias, sino que condujo a la virtual liquidación del sistema de desgravación selectiva por productos.

Prácticamente están cubiertos los rubros que pueden inter­cambiarse. Resta acentuar los esfuerzos y lograr las decisiones nacionales para establecer un mecanismo más acorde con las ex igencias del momento, a fin de que se siga cumpliendo con la letra y espíritu del Tratado de Montevideo.

Mientras tanto, se sigue avanzando en el conocimiento de nuestra realidad económica y los contactos de los principales grupos actuantes en la integración se intensifican . Los gobiernos destacan funcionarios a las diferentes reuniones del organismo integracionista o simplemente en visitas de estudio a los demás paÍses del Tratado. Sus puntos de vista, y los de industriales y comerciantes, hacen ver que las perspectivas ex istentes, en cuanto a la intensificacion de nuestras relaciones en todos los Órdenes de la economía son muy amplias, sobre todo en la esfe­ra de la complementación industrial, muy a pesar de la incues-

comercio exterior

tionable disparidad en los niveles de desarrollo económico-social de los países de la ALALC.

En todo caso, se requieren lineamientos precisos para instru­mentar dichas complementaciones, sin perder de vista el beneficio mutuo y la correlación con el grado de desarrollo (principios rectores del Tratado de Montevideo) y la correspon­diente aplicación de medidas internas, compatibles con las reali­dades de los países. Si ellas no se adoptan con el vigor requeri­do, el solo intercambio comereial representará un paso débil hacia la integración. El impulso industrializador, en el sentido reiteradamente indicado, debe ser el objetivo primordial de la cooperación interlatinoamericana, si se quiere otorgar medios de vida a los millones de habitantes que año con año aumentan la fuerza de trabajo.

Una de las grandes realizaciones, a mi juicio, es la conca­tenación de diversos puntos de vista frente a problemas econó­micos internacionales. Por ahora, esta unidad de acción tiene sus fallas y en ocasiones se vuelve efímera cuando se cambia de foro; pero en el futuro, la defensa de los productos fundamen­tales de nuestro comercio internacional, mediante la unidad de acción, como la mostrada en las dos conferencias de la UNCTAD, será el camino normal con que afrontaremos el labe­rinto de nuestras relaciones extrazonales.

Seguramente que el intercambio de información, la amplitud de contactos, los análisis que efectúan diversos sectores a nivel zonal, las inversiones mixtas latinoamericanas que ya se están llevando a cabo, así como los esfuerzos que empresas naciona­les, privadas o gubernamentales, están haciendo por exportar (o por dar a conocer productos competitivos en calidad y precio, frente a otros provenientes de fuera del área), darán sus frutos en breve plazo y algunos de los frenos actuales a los avances de la integración se transformarán en aceleradores de lll misma.

LA EXPANSION DEL COMERCIO MEXICO-ALALC

El intercambio de México con los demás países que forman la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio fue, hasta hace siete años, muy modesto. Esta situación -con mínima diferen­cia relativa- es la misma que prevalecía entre los demás países del área, salvo los casos de estrechos vínculos económicos por cercanía geográfica. Las razones históricas de este limitado con­tacto comercial, parten del status de la Colonia y, en años posteriores, responde a la modificación de la orientación comer­cial hacia España, que se volcó a otros países europeos y hacia Estados Unidos, acentuando la explotación de las materias pri­mas mexicanas para su exportación, a cambio de productos elaborados, en gamas cada vez más amplias, de acuerdo con los patrones de consumo imitados de los países ricos.

Bien poco quedaba para el enlace entre nuestras economías que en la práctica eran -y siguen siendo- competidoras en un mercado internacional restringido a unos cuantos países que, con el advenimiento de los amplios cambios tecnológicos, con­sumen cada vez volúmenes relativamente menores de nuestros productos y que, en complicadas maniobras, impiden el desarro­llo pleno de las economÍas latinoamericanas, con resultados ya muy conocidos.

El gran colapso económico de los años treinta redujo consi­derablemente los ingresos de estos países por ventas, pero tam­bién creó complicaciones al equipo productor de los comprado­res que no pudieron mantener el ritmo de envíos hacia esta área, circunstancia que indujo al desarrollo de industrias que sustituyesen las importaciones que no podían adquirirse y que eran principalmente bienes de consumo final. Este esfuerzo pro-

365 ductivo no previó las posibilidades de mercado externo, y, por ello, se circunscribió al ámbito nacional, siendo esporádica la exportación, y en ocasiones nula. Empero, la ampliación del mercado interno en México, a partir de la década de los cuaren­ta, dio como resultado que en los Últimos quince años su estructura industrial iniciase el camino de la venta extrafronte­ras.

Durante los Últimos años de la década de los cincuenta, el comercio mexicano, en ambos sentidos, con América Latina no fue mayor al 3% del total con el mundo. Así, en 1958 México adquirió el 0.9% de sus importaciones en Latinoamérica y le vendió el 3.7% del total exportado.

Los contactos con los siete países que inicialmente constitu­yeron la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio eran aún menores, ya que en el mismo año -1958- se les vendiÓ el 0.4% y se les comprÓ el 0.3% del total de exportaciones e importaciones mexicanas.

De 1960 a la fecha , crecen constantemente las corrientes de comercio hacia to.dos los países de la zona. Resulta significativo indicar que colectivamente se superan, en 1964, los valores máximos precedentes a la firma del Tratado de Montevideo.

De este modo, y siguiendo información de la propia Asocia­ción, los valores (FOB) de las exportaciones intrazonales fueron de 298.7 millones de dÓlares en 1961, y, en escala ascendente, llegan a 425.2 millones en 1963, a 635.2 millones en 1965 y a 675.2 millones en 1966. De suerte que el intercambio zonal aumenta en los seis primeros años de esta década en algo más de dos veces.

• Esta situación general comprende también a México. Consi­

deremos, por ejemplo, la participación de la ALALC en el total del intercambio mexicano con América Latina . En cuanto a las exportaciones, en 1961 los países de la zona compraron el 27.9% de lo vendido por México a Latinoamérica, en tanto que el 37.5% del total que México adquirió en la región, provino de los siete países de la ALALC. En años posteriores, y debido a incrementos constantes de las ventas y las compras a la Asocia­ción, se elevaron siete veces la exportación y nueve veces las adquisiciones en los siete años que lleva de vigencia el Tratado de Montevideo y, como resultado de algunos aumentos en el movimiento comercial con los restantes países latinoamericanos, México comprÓ en la zona, en 1967 (considerando a Bolivia y Venezuela), el 83.3% de sus importaciones desde América Latina y colocó el 63% del total de sus ventas al subcontinente.

Puede afirmarse que, a la tasa actual de crecimiento, en pocos años el comercio mexicano con los nueve países .de la ALALC llegará a ocupar un lugar importante, sobre todo si se observa que el aumento general del comercio con el mundo, y en particular con Estados Unidos y Europa en la década actual, se efectúa a un ritmo menor e incluso repmsenta cada vez menos del comercio total, en el primer caso.

Por otra parte, el tipo de comercio que realiza el paÍs den­tro de la Asociación, responde a principios de equidad, y en la modesta porción que se cubre actualmente, contribuye al esfuerzo que nuestro gobierno lleva a cabo para impulsar la industria nacional exportadora.

Esto es así, no sólo por lo que atañe a la exportación mexi­cana a la zona, sino, muy significativamente, respecto a los abastecimientos de bienes de inversión, que provienen de la región. Con este motivo se han preparado algunas estadÍsticas que apoyan lo afirmado hasta aquí.

366 CUADRO 1

México: productos importados desde la ALALC (en miles de pesos mexicanos)

Participación Valor de relativa de

de las los productos Años importaciones seleccionados

1961 57 782 72.5 1962 76 484 74.0 1963 135 697 79.6 1964 216 498 84.0 1965 370 925 85.3 1966 435 771 80.2 19672 482 608 89.2

Participación Números de relativa de productos los productos

seleccionados primariosl

18 33.6 17 26.8 23 22.7 26 23. 1 35 19.2 42 25.3 44 25.8

Número de productos primarios

8 6 9

10 10 12 12

méxico en la alalc

Participación relativa de

los productos industriales 1

66.4 73.2 73.3 76.9 80.8 74.7 74 .2

Número de productos industriales

10 10 14 16 25 30 32

1 Los porcentajes correspondientes a productos primarios y productos industria les se calcularon considerando la muestra como 100%, pero dado el alto valor de la misma, que supera el 80 .5% del valor total, se debe con siderar suficientemente representativa del universo a que corresponde.

2 Incluye Bolivia y Venezuela .

FUENTE : Dirección General de Estadística, SIC, y Banco Nacional de Comercio Exterior, S. A.

Importaciones

Se seleccionaron 44 productos principales adquiridos por México en la ALALC, durante 1967, con un valor mínimo indi­vidual de 1.5 millones de pesos mexicanos -120 000 dÓlares­en dicho año. La muestra permite apreciar la importante amplia­ción del total de productos importados por parte de México. Así, considerando 1967 México adquirió una vez y media más artículos que siete años antes. Indica un cambio en el tipo de bienes adquiridos, mostrando un incremento de los valores correspondientes a bienes industrializados, dentro del aumento de cerca de ocho veces en las compras totales efectuadas en los años extremos de vigencia del Tratado de Montevideo. Esto es, a mi juicio, muy importante, por cuanto las conclusiones fun ­damentales derivadas de la muestra se expresan en el número de productos primarios adqu iridos en la ALALC, los que fluctúan de 8 a 12, lo que representa un 50% de aumento en el número de bienes, y sobre todo el de industrializados, que se triplica en dicho período y representa actualmente alrededor del 75% de un total de 485 millones de pesos mexicanos -cerca de 40 millones de dÓlares. Así impulsa México el desarrollo de la industria zonal, al adquirir bienes de un alto grado de elabora· ción, en volúmenes crecientes, como harinas de animales mari­nos; papel para periódicos y otros; hule sintético, máquinas de estadística; nitratos; libros y publicaciones periÓdicas; tornos; ácidos (tartárico, esteárico, oxálico, naftiónico); tubos catÓdicos y pantallas para cinescopios; hierro o acero en desbastes; solda­duras para hierro o acero; productos químicos en general (com­puestos heterocíclicos, nitrato sódico potásico, vitaminas, etc.); partes para máquinas de escribir, tubos de hierro o acero; báscu­las; prensas excéntricas; barcos pesqueros y de carga; conforma­doras y motoniveladoras, etcétera.

No se trata de artículos que México compre esporádica­mente sino que responden, varios de ellos, a convenios entre productores -algunos sancionados por la Asociación-, o a des­gravaciones otorgadas en las reuniones ordinarias que año con año se llevan a cabo en la sede de la ALALC.

Puede afirmarse que la posibilidad de mercado que la zona representa para diversas industrias es un factor muy importante para la vida y crecimiento de las empresas respect ivas, sobre todo porque están compitiendo en un mercado que - en el caso mexicano- , junto a su firme estabilidad, está consciente de su

responsabilidad para con los demás países de la Asociación, cuyos logros tecnolÓgicos -particularmente en los campos de la quÍmica, la electrónica y las máquinas herramientas- comple­mentan los propios para impulsar la industria nacional.

De seguridad semejante gozan, indudablemente, los exporta­dores de productos primarios que ya participan en el mercado mexicano (en algunos casos, muy estricto en cuanto a calidad), y que surten productos como lana lavada; extracto de quebra­cho; maderas; pimienta en grano; salitre sódico; ciruelas pasas; nueces de diverso~ tipos; frutas frescas, quesos, etc. La mayor parte de ellos esta constituida por productos que nunca había adquirido México en la región.

Exportaciones

Similarmente al caso anterior, se elaboró una muestra de los principales productos exportados por México a la Asociación, que abarca, en los siete años de vida de la ALALC, alrededor del 80% del valor total de las ventas anuales, como promedio. El resultado señala que el comercio de exportación mexicano crece las seis veces indicadas, desde el inicio de la Asociación hasta 1967, a causa principalmente del importante aumento registrado por los bienes industria lizados, que representan incre­mentos constantes en su valor, frente al total, al pasar del 42% en 1961 al 62.3% en 1967.

Los productos prim\jrios exportados por México a los países de la ALALC, no muestran amplia diversificación, sino que más bien mantienen su número y composición, si bien sus valores crecen cinco veces entre los dos años extremos señalados. Los más importantes son: algodón en rama, brea o colofonia, plomo afinado, ajo fresco o seco, tabaco en rama, coco rallado, cadmio afinado, ixtle de lechuguilla, azufre, mercurio metálico, que son los tradicionales, y nuevos productos como frijol (porotos) y trigo.

Los bienes industrializados que exporta México a la zona, también responden a convenios entre productores, ya sea los sancionados por los Órganos de la Asociación o aquellos que son resultado de contactos entre firmas zonales, existiendo aún muchos renglones negociados en las reuniones anuales del orga­nismo que no son aprovechados, en ocasiones por escasa promo­ción, pero en otras, también, porque se alteran los resultados del acuerdo por diversos motivos. Así, llegan a los diez países

comercio exterior 367 CUADRO 2

México: productos exportados a la ALALC (en miles de pesos mexicanos)

Participación Participación Participación Valor de relativa de Número de relativa de Número de relativa de Número de

de las los productos productos los productos productos los productos productos Años exportaciones seleccionados seleccionados primarios1 primarios industriales1 industriales

1961 102 200 75.3 28 58.0 8 42.0 20 1962 210 700 77.5 31 62 .5 10 27.5 21 1963 331 200 79.8 40 37 .0 12 63.0 28 1964 424 782 66.7 37 49.5 11 50 .5 26 1965 454 315 77.0 42 38.5 12 61.5 30 1966 803 153 80.0 46 49 .6 13 50.4 33 19672 714 972 86,8 45 37.7 12 62 .3 33

1 Los porcentajes correspondientes a productos primarios y productos industriales se calcularon considerando la muestra como 100%, pero dado el alto valor de la misma, que cubre el 77.5% respecto al total, es ampliamente representativa del universo al que corresponde.

2 Incluye a Bolivia y Venezuela .

FUENTE: Ver cuadro 1.

de la ALALC productos mexicanos como libros impresos; espe­cialidades quÍmicas de uso industrial; tubos, uniones, envases, láminas, etc., de hierro y acero; motores para automóviles; partes para máquinas o aparatos; embarcaciones de hélice; pro­ductos electrónicos (válvulas, partes para radios y televisores); máquinas impulsadas mecánicamente; parasiticidas; hormonas; películas cinematográficas; pilas eléctricas; tubos, láminas, teji­dos, etc., de cobre, latón y otros; moldes de uso industrial, etcétera.

México está esforzándose por ampliar considerablemente los contactos y llegar a acuerdos entre empresas, con la anuencia de los gobiernos, en ramas industriales de importancia entre las que destacan la automovilÍstica; química; petroqu Í mica; electrónica; máquinas herramientas; vidrio; 1 Ínea blanca y siderurgia; así como en participar, con su experiencia y tecnología, en las obras de infraestructura que en la región se llevarán a cabo en un futuro cercano, y con ese fin concurre a las licitaciones internacionales respectivas, considerando siempre la combina­ción con empresas del país en que hay posibilidades de obras en infraestructura básica, como poi Ítica invariable de arraigo en la región.

En conexión con esto, se han establecido importantes con­tactos con empresarios argentinos que permitirán, probable­mente, el movimiento en ambos sentidos de una amplia gama de productos elaborados, así como de servicios, entre los que destacan motores para automóviles; productos químicos; vidrio y sub productos; camiones y omnibuses pesados; productos petroqu Ímicos; productos electrónicos (válvulas, capacitares, resistencias, etc.). Para la cristalización de estas perspectivas, en algunos de los sectores indicados, se requieren decisiones nacio­nales que permitan el cumplimiento de acuerdos celebrados entre industriales, o en el seno de la ALALC.

Es interesante referirse a la situación que guardan los saldos del intercambio mexicano con la ALALC, y, especialmente, con Argentina, porque muestran un reacomodo del comercio mutua­mente beneficioso. En cuanto al comercio total con la Asocia­ción, los saldos han sido siempre favorables a México (incluso en el período anterior a la creación de la ALALC). Sin embar­go, dichos saldos representan una proporción cada vez menor del total del comercio, como resultado de una tasa de incre­mento mayor en las importaciones que en las exportaciones, ya que las compras mexicanas a la ALALC crecen a un ritmo supe­rior al mostrado oor nuestras ventas ::1 1::~ rl!ninn 1=1 l'nm<>rl'ir.

entre México y Argentina, por su parte, presenta un patrón evolutivo conveniente, pues los saldos cambian de signo año con año y, pese al dinamismo del comercio, que se pone de relieve al multiplicarse cerca de diez veces en los siete años del lapso, éste muestra un notable equilibrio entre exportaciones e impor­taciones.

EL SECTOR INDUSTRIAL BENEFICIADO

El intercambio de México con la zona se ha traducido en impul­so a algunas industrias fundamentales para la economÍa de los países latinoamericanos. Tal es el caso de la producción de hari­na de pescado en Perú, producto del que en 1967 Méx ico comprÓ alrededor de siete millones de dólares y en el período enero-noviembre del Último año había superado esa cifra, mien­tras que en 1961 ese producto se importaba desde países extra­zonales. Las lanas argentina y uruguaya también participan en el mercado mexicano: en 1967 México importó cerca de 4 millo­nes de dÓlares, en sus diferentes tipos, siendo promisorias sus perspectivas, ya que de enero a noviembre del año pasado esta­ba en esos valores nuestra importación y esa cifra representa apenas la quinta parte de las compras totales anuales del país. Es más, hace ocho años no podía pensarse, ni siquiera remota­mente, que México pudiera abastecerse de algunos tipos de máquinas herramientas en la Asociación. En 1961, y como resultado de las primeras negociaciones, se abre la puerta para hacer posible tal acontecimiento, y para 1967, sobrepasan los 2 millones de dólares, cifra ligeramente inferior a las adquisiciones de máquinas herramientas (tornos, prensas, brocas, taladradores, guillotinas, etc.) en los primeros once meses de 1968. También se está atendiendo a la formación de sociedades de capital mixto (argentino-mexicano, o de otras nacionalidades de la zona) para producir en el territorio mexicano estos bienes, con lo que la experiencia zonal empezaría a entrar en la nueva etapa de la exportación a terceros, mediante combinaciones de facto­res regionales.

Pero no todo es favorable en el esfuerzo integrador. El saldo general es a todas luces halagador; pero, para ello, algunas empresas en lo individual, pagan y pagarán con su liquidación o quiebra. Esta es una consecuencia de la transformación y modernización. No puede haber otra solución, si se quiere ter­minar con producciones antieconómicas nacionales y zonales n1 10 arlo,.,....;,,.. rlo o..,,....,. .. """,.... 1,..."' hin"'nr ,..... ... .,.,.... ,...1 ,...,.,...,.,., ,_._,... : ... +,...,...,.,.,.

368 estorban la imperativa renovac10n tecnológica en la ALALC. Puede ser que algo se pierda individualmente, pero la liquida­ción de una empresa no significa la muerte de quienes la sostie­nen, sino su real o virtual encauzamiento -según las legislacio­nes vigentes en cada país- a inversiones más Útiles y necesarias para el crecimiento armónico de la economía, con vistas a la combinación adecuada de factores naturales y tecnológicos, a nivel zonal o nacional y siempre bajo principios y fines que nada tendrán que ver con la división internacional del trabajo, ampliamente superada en la conciencia nuestra y en la práctica de la economía mundial.

Otros sectores de la actividad muestran también la tendencia ascendente de la participación de México en la zona. Por ejem­plo, cada vez es más fácil para los latinoamericanos ingresar comercialmente en México, en virtud de los convenios estableci­dos; el comercio mexicano se salda sin dificultades al través de los sistemas de compensación de cambios y créditos recÍprocos en monedas extranjeras; el número de llamadas telefónicas, el movimiento telegráfico y el volumen del correo aéreo crecen a ritmo veloz. Las llamadas telefónicas casi se triplicaron de 1960 a 1965; las piezas postales por avión aumentaron una y media veces en el mismo período; y sólo el número de telegramas crece menos, en proporción, de 1964 a 1965.

La marina mercante podría cubrir el comercio de cabotaje trasatlántico; el esfuerzo en esta materia se puede apreciar cuando se considera que a nivel regional se pagan todavía mil millones de dÓlares anuales a empresas extranjeras que transpor­tan el algodón, la carne y los minerales latinoamericanos.

N o está por demás reiterar que existen planteamientos -tanto a nivel oficial como exclusivamente privado- para com­binar la tecnología y movilizar capitales, a fin de acudir a la satisfacción de los requerimientos de infraestructura, y, a veces, de las industrias básicas. Hay ya negociaciones avanzadas para producir complementariamente equipos pesados de maquinaria, acero, camiones, omnibuses, barcos, herramientas agrícolas, pro­ductos quÍmicos, etc. Pero aún se oponen obstáculos naturales e intereses creados, en ocasiones contrarios al interés latinoa­mericano.

PERSPECTIVAS PARA MEXICO EN LA INTEGRACION

Estimo haber dilucidado suficientemente que la ALALC no significa para México un mercado adicional de conquista, sino el medio adecuado para afrontar decididamente la problemática del sector externo de la economía que comprime las posibilida­des de un desarrollo económico socialmente benéfico. En este criterio coinciden, a mi parecer, todos y cada uno de los países que integran la Asociación, y esto constituye el basamento de sus poi íticas.

Por ello, es necesaria la acción conjunta, tanto para interve­nir en el estudio del cambio de las estructuras que imposibilitan el crecimiento económico, como para actuar coordinadamente en los foros internacionales, para poner de manifiesto a quienes detentan la riqueza mundial, la determinación del sector en desarrollo de eliminar, de una vez por todas, el colonialismo económico, que dificulta la creación de la base material de una soberanía auténtica. Ya no es posible seguir pensando en esque­mas integradores simplistas. La realidad, controvertida por difi­cultosa, obliga a profundizar en cada uno de los pasos que se den. Es urgente, por ejemplo, el estudio colectivo de un Trata· do General de Integración Latinoamericana, que, sin desconocer l<>c n<>rti,ool::~rirblfil'!s dP. los óraanos va existentes -ALALC y

méxico en la alalc

MCCA- , aporte las bases para su funcionamiento en el plazo previsto por los Presidentes.

Con este objeto se requerirá ampliar las funciones de la Comisión Coordinadora ALALC-MCCA para que contribuya con sus análisis y conclusiones a la tarea común.

No se deben soslayar los acuerdos subregionales que son importantes apoyos a las tareas de integración, porque permiti­rán niveles de desgravación más acelerados y el fomento del crecimiento industrial, sin perder de vista los postulados suscri­tos en la ALALC, o rebasándolos cuando exista la perspectiva más amplia señalada anteriormente. Acerca de este punto, debe­rían considerarse, en el momento oportuno, las bases sobre las que actuarían acuerdos subregionales entre países de la ALALC y otros no miembros de ese organismo, eventualidad importante dadas las condiciones geopolíticas.

Procede reiterar la necesidad de concesiones especiales, apoyo técnico y colaboración financiera a los paÍses de menor desarrollo económico relativo, mecanismos en los que, entiendo, debieran participar todos, pero en forma especial, los países de mejor situación económica en cuya subregión se encuentren países que requieren de dichos esfuerzos adicionales.

En lo general, se hace patente la urgencia de ajustes serios a los mecanismos utilizados; un nuevo régimen de desgravaciones programadas; apoyos reales para las negociaciones de la Lista Común; establecimiento de márgenes de preferencia zonales; adopción de poi Íticas definidas y coordinadas para el tratamien­to a las inversiones extranjeras, formación apoyada de empresas multinacionales; programas de armonización de poi Íticas econó­micas (como la comercial, fiscal, monetaria, laboral); armoniza­ción de otro tipo de poi Íticas sociales que mejoren las condicio­nes de trabajo de los obreros y campesinos; y atención a múlti ­ples problemas menores que requieren solución a medio y largo plazo, por constituir, hasta hoy, importantes engranajes del mecanismo integracionista benéfico y sano para el desarrollo latinoamericano deseado.

Particularmente vital será establecer políticas idóneas de cre­cimiento industrial, que adecuen las amplias posibilidades reales de complementación zonal, a fin de que cada país pueda mante­ner su desarrollo sectorial, enlazándose regionalmente, en aque­llos productos, o partes de los mismos, que mejoren las combi­naciones de factores, de tal manera, que la productividad sea resultado definitivo de tecnologías adaptadas al medio latinoa­mericano y den, a la vez, posibilidades de un enérgico avance en la investigación científica y técnica con sentido regional.

También tiene singÚiar importancia lograr la unidad de crite­rio requerida ante los países ricos, para la defensa de nuestros productos de exportación, sobre todo porque estos ingresos deben ser el apoyo fundamental para nuestra industrialización, ya que en el proceso de formación de capital se debie ra recu­rrir a la inversión externa sólo complementariamente al esfuerzo de la acumulación interna .

Estamos por tanto en el umbral de uno de los Últimos esfuerzos serios y pacíficos, para afrontar las ex igencias de mejoramiento del nivel de vida de nuestros pueblos. Nada ni nadie podrá ayudarnos si no actuamos con la unidad requerida y si no tenemos la decisión de transformación sin contemplacio­nes, sobre lo herrumbroso de nuestras formas áctuales de mise­ria y explotación. No se trata de oponernos a nadie, se busca ayudarnos mancomunadamente en la tarea particular y soberana de cada una de las naciones que formamos este vasto continen­te, desconocido aún en sus posibilidades reales de crecimiento económico y social por determinación propia .

Sección Latinoamericana

ASUNTOS REGIONALES

"Requiem" por la ALPRO

El 14 de abril del año en curso, el presi­dente de Estados Unidos, Richard M. Nixon, pronunció un discurso en la se­sión protocolaria que el Consejo de la Organización de Estados Americanos (OEA) dedicó a festejar el Día de las Américas.

En el mencionado discurso, que fue considerado por muchos como un "re­quiem" por la ALPRO, Ni xon enfatizó la necesidad de adoptar una nueva poi í­tica frente a los problemas de América Latina, ya que estos problemas "son demasiado serios para que podamos enfocarlos simplemente mediante las consignas usuales y las palabras y gestos del pasado. Lo que necesitamos es una nueva poi ítica. Lo que necesitamos son nuevos programas, lo que necesitamos son nuevos enfoques"

A este respecto señaló que era necesa­rio cambiar el enfoque de ¿qué puede hacer Estados Unidos por América Lati­na? por el de ¿qué podemos hacer en conjunto? Agregando, "afortunada­mente, no abordamos este problema con nociones preconcebidas acerca de la poi ítica del pasado. Una de las razones para que procedamos con una mente despejada es la de que hay a veces una tendencia a casarse con un programa por aquello de que tenga una connotación popular. Hablo de la Alianza para el Pro­greso, ese gran concepto. Y al examinar el efecto de la Alianza para el Progreso en mi último viaje a Latinoamérica, durante el cual recorrí la mayoría de los

Las informaciones que se recogen en esta sección son resúmenes de noticias apareci­das en diversas publicaciones nacionales y ex tranjeras y no proceden originalmente del Banco Nacional de Comercio Exterior, S. A., sino en los casos en que expresa­mente as( se manifieste. Las informaciones recogidas en cada número corresponden a acontecimientos acaecidos hasta el d(a últi­mo del mes precedente.

países de este continente, en 1967, vi muchos sitios en los que la Alianza para el Progreso ha hecho mucho bien .

"Por otra parte, cuando observé las estadísticas generales para ver los cam­bios de la tasa de crecimiento en la América Latina durante el período de la Alianza para el Progreso, en compara­ción con el período inmediatamente anterior a la Alianza, y comparé esa tasa de crecimiento con la de otros sitios del mundo, llegué a un resultado muy des­concertante.

"Simplemente expuesto, es éste: la tasa de crecimiento no es sufic.ientemen­te rápida. Ha sido aproximadamente la misma durante el período de la Alianza que antes de la Alianza.

"Pero, lo que es más significativo, la tasa de crecimiento en Latinoamérica en general, si bien naturalmente hay algu­nos países que van muy por delante, es menor que la tasa de crecimiento de la Europa oriental comunista.

"Este es un resultado que no pode­mos tolerar . Debemos hacerlo mejor. Debemos encontrar los medios y mane­ras que nos permitan avanzar juntos de un modo más efectivo."

De otra parte, al referirse al problema de las diferencias tan grandes de desarro­llo que se observan en el Continente Americano, el presidente Nixon señaló que trataba de colocarlo en una perspec­tiva histórica, lo que lo llevaba a pensar en el tiempo transcurrido desde que la ALPRO inició sus funciones, "y miro adelante, cuando sólo faltan 33 años para la terminación de este siglo - menos de eso, 32 años- y pienso en cómo será este hemisferio, el nuevo mundo, al final de este siglo. Y considero que si el actual ritmo de crecimiento de Estados Unidos y del resto del hemisferio no ha cambiado, al final de este siglo el ingreso per capita en Estados Unidos será 15 veces más alto que el ingreso por perso­na de nuestros amigos, nuestros vecinos, los miembros de nuestra familia en el resto del hemisferio"

Actividades . recientes del BID

Novena asamblea de gobernadore~

En la penúltima semana de abril (21 al 25) se efectuó en Guatemala la IX Reu­nión de la Asamblea de Gobernadores del BID .

Durante la Reunión se eligieron a los directores ejecutivos para los próximos tres ejercicios, se trataron varios temas sobre el desarrollo latinoamericano, prin ­cipalmente sobre el proceso de industria­lización y la integración de América Latina.

En la sesión inaugural, Felipe Herrera, presidente del B 1 D, expresó que éste se propone elevar su ritmo de préstamos en los próximos tres años, que posiblemen­te sea de 40 a 50 por ciento, sobre el actual promedio anual de 400 millones de dólares, mediante una intensificación de su acción en todos los sectores y una mayor promoción en materia de turismo y pesca, y en proyectos que contribuyan a fortalecer las exportaciones latinoame­ricanas. Apuntó que la participación externa en el financiamiento de la inver­sión de países latinoamericanos es de un 1 O"'o del total y que el B 1 D aporta una tercera parte de esa participación.

En su análisis sectorial, hizo hincapié en las ineficiencias del sector industrial, en virtud de un excesivo proteccionismo que promueve altos costos y escasa capa­cidad de competencia. Ello exige una nueva orientación en la poi ítica de desa­rrollo industrial. Por su parte, en el sec­tor agropecuario debe acentuarse el em­pleo de técnicas modernas que aumenten la productividad, junto con una transfor­mación de la estructura agraria, y que permitan elevar el nivel de vida y procu­rar mejor alimentación a la clase campe­sina. Por otro lado, la expansión demo­gráfica exigP una mayor capitalización interna que genere ocupación para la población marginal. En cuanto a la inte­.gración señaló Herrera que es muy am-

370 plio y firme el avance de América Lati ­na, que se manifiesta en todos los cam­pos y no exclusivamente en el tarifario .

Por otra parte, se dio cuenta del in­forme anua l del B 1 D, en donde se seña­lan los volúmenes de crédito concedidos durante el año de 1968, a través de los fondos que maneja el Bl D y que ascen­dieron a 430.8 millones de dólares, con lo cual · se han otorgado créditos por 2 797.9 millones desde 1960. Se infor­mó también de la evolución de los recur­sos durante el año, que se incrementaron sustancialmente, sobre todo por la se­gunda contribución al Fondo para Ope­raciones Especiales (400 millones de dó­lares), la suscripción de la primera mitad del aumento al capital exig ibl e (480.8 millones), la colocación de bonos en los mercados internacionales (176.9 millo­nes) y los aportes adicionales a los fon­dos especiales que maneja el Bl D: de Canadá (10 millones de dólares cana­dienses) y de Holanda (25 millones de dólares). En suma, el total de recursos se elevó en más de 1 000 millones de dóla­res.

Préstamos

Durante el mes de abril, el Bl D concedió los siguientes créditos:

Fuente de Pafs recursos

E.l Salvador FOE Chile FOE Costa Rica FOE Nicaragua ROC Nicaragua FOE Ecuador FOE Guatemala FOE RepÚblica Dominicana FOE Guatemala FOE

32 .35 millones de dólares en bancos cen­trales y organ ismos financieros guberna­mentales de 14 países latinoamericanos miembros de la institución .

Finalmente se dio a conocer un prés­tamo por 50 millones de coronas suecas ( 1 O m iliones de dólares) proveniente de un grupo de 4 bancos privados suecos, a 1 O años y un interés de 7 .5%, sobre las dos terceras partes del préstamo que fue­ron desembolsados. El interés sobre el monto restante se fijará en el momento del desembolso.

Declaraciones del Secretario de Hacienda de México

Con motivo de la reunión de la Asam­blea de Gobernadores del B 1 D, el Secre­tario de Hacienda de México expresó, en una conferencia de prensa, que el B 1 D había seguido una poi ítica discriminato-ria para México en la concesión de crédi-tos blandos, en virtud de que la mayor proporción de los créditos que había obtenido provenía de sus recursos ordi­narios de capital. Sin embargo, el BID / había considerado que México no eré! un ¡ país propicio para obtener un volumen f importante de créditos con cargo al Fon- ¡

do para Operaciones Especiales. En res- i puesta, el Presidente del B 1 D declaró que J

Monto (millones de Dls.) lnterl}s Destino

4.0 3.25 Desarrollo agrícola 20.0 2.25 Desarrollo agrícola

7.5 3.25 Caminos 3.5 7.75 Desarrollo agrícola 3 .7 3.25 Desarrollo agrrcola 1.5 2.25 Educación técnica 9 .5 2 .25 Educación superior 7.0 3.25 Desarrollo industrial 5.0 2 .25 Desarrollo urbano

NOTA: FOE Fondo para Operaciones Especiales . ROC Recursos Ordinarios de Capital.

FUENTE: Bl D Comunidados de prensa.

Recursos

Por último, el BID anunció la obtención de un préstamo por 20 millones de mar­cos alemanes, equivalentes a 5 millones de dólares, de un banco comercial priva­do de Reino Unido (Bank of London and South America) a un plazo de 7 años con una tasa de interés de 6.75% anual.

También se anunció una colocación de bonos a corto plazo de 6.75% por

dicha institución no ha tenido intención de discriminar a México en la concesión de créditos blandos y que existen en ese país muchas regiones en cond iciones económicas precarias que requieren de este tipo de apoyos.

La CECLA delibera al nivel de expertos

Convocada a sesión extraordinaria por iniciativa de Brasil. la Comisión Esoecial

sección latinoamericana

de Coordinación Latinoamericana (CECLA) llevó a cabo la parte inicial de sus deliberaciones al nivel de expertos en Santiago de Chi le del 31 de marzo al 7 de abril, tendientes a unificar a los paí­ses del área en una estrategia para que sus recursos sean adecuadam ente dirigi­dos a conseguir un pronto desarrollo "económico de la región y con el propósi­to de determinar una poi Ítica económica común, en cuanto a comercio, ayuda financiera y técnica, ante el Gobierno de Estados Unidos. A continuación de una breve suspensión, los delegados se volve­rían a reunir nuevamente en Viña del Mar, Chile, del 7 al 14 de mayo, con el objeto de preparar la reunión ministerial de la CECLA, que sesionaría del 15 al 17 de mayo y sería la encargada de aprobar el documento de trabajo elabo­rado previamente por los expertos. A su vez . el documento que aprueben los ministros latinoamericanos servirá de base para las deliberaciones de la reu ­nión del Consejo 1 nteramericano Econó­mico y Social (C 1 ES), que se efectuará en Trinidad-Tobago en junio próximo.

La CECLA es un organismo exclusiva­mente latinoamericano que nació en la segunda conferencia anual del Consejo Interamericano Económico y Social de la Organización de Estados Americanos (OEA). en Alta Gracia, Argentina, en noviembre de 1963.

Los trabajos iniciales de la reunión se destinaron al análisis de los proyectos presentados por nueve pa íse miembros, con el fin de integrar la agenda para efectuar las deliberaciones posteriores. Estos temas se refieren al análisis crítico de: el mecanismo de cooperación lati­noamericano, los resultados y objetivos de la Alianza para el Progreso, las rela­ciones comerciales entre los países de la región y Estados Unidos. En cuanto a este último tema, se toca en forma espe­cial lo referente a las modificaciones que se estima deben hacerse al actual sistema de ayuda financiera estadounidense, al acceso de los productos latinoamericanos del mercado norteamericano, los trans­portes marítimos, transferencia de tecno­logía , desarrollo social, asistencia técnica y turismo. Así también, se estudiará una posible poi ítica latinoamericana conjunta frente a la inversión extranjera.

Situación de la marina mercante lat inoamericana

El Instituto de la Marina Mercante Ibe­roamericana dio a conocer recientemente las estadísticas sobre la situación de I<Js

comercio exterior

f lotas mercantes de los países latinoame­rican o s correspondientes a 1968. En conju nto, las marinas mercantes latinoa­mericanas están formadas por 674 unida­des, con 3.9 millones de toneladas de registro bruto (T R B) y una edad prome­dio de 13.9 años. En proceso de cons­trucción o contratadas para servir a las marinas mercantes latinoamericanas había un total de 116 unidades, con 1.4 millones de TRB; de esta cifra, 62 uni ­dades con 458 000 T R B se fabrican en la zona. De lo anterior se deduce que la tasa de renovación fue de 36 por ciento.

La situación que prevalece en cada uno de los países que constituyen el área, de acuerdo con el boletín informa­tivo del Instituto, es la siguiente:

Argentina. Al 1 de enero cuenta con 183 unidades y 1 043 900 TRB, siendo la edad promedio de 19.5 años. A esa fecha había en construcción o contrata­dos 11 barcos con 51 300 TRB, todos ellos confiados a astilleros argentinos. Tasa de renovación: 4.9 por ciento.

Brasil. Tiene 216 barcos y 1 221 977 TRB, con una edad promedio de 12.7 años. Posee en construcción o contrata­dos 69 barcos con 882 044 TRB (en astilleros brasileños 50 unidades, con 390 044 TRB). Tasa de renovación: 72.2 por ciento.

Chile. Cuenta con 42 unidades que acumulan 259 191 TRB con una edad promedio de 12.5 años. Tiene en cons­trucción o contratados 6 barcos con 66 000 TRB. Tasa de renovación: 25.5 por ciento .

Colombia-Ecuador. El conjunto de las marinas mercantes de estos dos pa í­ses (que se agrupan debido a la aprecia­ble gravitación que tiene la empresa na­viera común Flota Mercante Grancolom­biana, S.A.), acumulan 41 barcos con 239 115 TRB, y una edad promedio de 8.4 años. Tiene en construcción o con­tratados 2 barcos con 21 000 TRB . Tasa de renovación : 8.8 por ciento.

Cuba. Tiene una marina mercante formada por 49 unidades y 244 092 TRB, con una edad promedio de 9.7 años. En construcción o contratados hay 3 barcos con 36 000 TRB. Tasa de reno­vación : 14.8 por ciento.

República Dominicana. Cuenta con 4 unidades y 9 580 TRB, siendo la edad promedio de 23.4 años. No tiene barcos en construcción o contratados.

Guatemala. Tiene 2 barcos y 3 629 TRB, con una edad promedio de 10.5

años. No tiene barcos en construcción o contratados.

México. Posee 36 unidades con 282 760 TRB y una edad promedio de 7.4 años. Tiene en construcción o con­tratados 7 barcos con 75 450 TRB. Tasa de renovación: 26.7 por ciento .

Nicaragua. Cuenta con 6 barcos que representan 15 221 TRB y una edad promedio de 21 .4 años. No tiene barcos en construcción o contratados.

Paraguay. Tiene 14 unidades y 15 713 TRB, siendo la edad promeuio de 7.5 años. No tiene barcos en cons­trucción o contratados.

Perú. Posee 28 unidades con 186 891 TRB y una edad promedio de 14.7 años. Tiene en construcción o contratados 12 barcos con 112616 TRB (dos de ellos en astilleros peruanos, con 16 376 TRB). Tasa de renovación: 60.3 por ciento.

Uruguay. Cuenta con 18 barcos y 126 190 TR B, siendo la edad promedio de 18.9 años. Tiene en construcción o contratado 1 barco con 20 000 TRB. Tasa de renovación: 15 .8 por ciento.

Venezuela. Tiene 36 unidades con 310 429 TRB y una edad promedio de 12.1 años. Tiene en construcción o con· tratados 6 barcos con 164 280 TRB. Tasa de renovación: 52.9 por ciento.

Empresa conjunta mexicano­centroamericana

El 23 de abril próx imo pasado se suscri­bió en Tegucigalpa, Honduras, la escritu­ra constitutiva de Altos Hornos de Cen­troamérica, empresa que con técnica mexicana y un capital de 37 .5 millones de dólares sentará la base para la crea­ción de industrias satélites y derivadas que harán posible la integración de un complejo industrial centroamericano .

En presencia del presidente de la República de Honduras, Gral. Oswaldo López Arellano, y los ministros de Eco­nomía o Hacienda de Guatemala, El Salvador y Nicaragua, firmaron el pro­tocolo el secretario de Hacienda y Crédi ­to Público y presidente de Altos Hornos de México, Lic. Antonio Ortiz Mena; el ministro de Economía y Hacienda de Honduras, Manuel Acosta Bonilla; el pre­sidente del Banco Centroamericano de 1 ntegración Económica, Enrique Ortiz Colindes, asi como otros altos funciona­rios de los distintos países centroameri­canos.

3 71 La nueva empresa A ltos Hornos de

Centroamérica se establecerá en la pobla­ción de Agalteca . Su capital será propie­dad en un 59% de los bancos Central y de Fomento de Honduras; en 20% del Banco Centroamericano de Integración Económica; en 20% de Altos Hornos de México y en un 1% de inversionistas pri­vados.

De hecho, la aportación de Altos Hornos de México consiste en una inves­tigación técnica para el proyecto que, a inst anci as de los países centroameri­canos, se consideró como integrante del capital.

En virtud de la carencia de coque y ante la abundancia de carbón de leña, la planta se abastecerá de esta última mate­ria prima . Por otra parte, Agalteca tiene un yacimiento con existencia probada de 9 millones de ton de mineral de hierro. Se estima, por tanto, que con 113 000 ton de arrabio al año, la planta podrá operar durante 33 años.

ARGENTINA

Estrecham iento de las relaciones económicas

con Europa

En fecha reciente, el canciller argentino, Dr. Nicanor Costa Méndez, realizó una gira de tres semanas por Europa, durante la cual visitó diversos países del conti­nente europeo con el objeto de estrechar relaciones tanto en lo poi ítico como en lo económico y cultural.

En primer término, el Ministro de Relaciones Exteriores de Argentina visitó la República Federal de Alemania, don­de sostuvo conversaciones de alto nivel con funcionarios y representantes del gobierno de aquel pals. Entre los temas de carácter económico que se trataron, se puso de relieve el interés del gobierno argentino en establecer relaciones comer­ciales estables con la Comunidad Econó­mica Europea (CEE) . En respuesta , el canciller alemán Willy Brandt, manifestó que su gobierno apoyaría dichas aspira­ciones en el seno de la CEE .

Asimismo, como resultado de la soli ­citud argentina en el sentido de que la RFA coadyuve a la reali zac ión de los proyectos de desarrollo hidroeléctrico de la Cuenca del Plata, se informó que un grupo de expertos alemanes viajará pró­ximamente a Argentina para estudiar las posibilidades de inversión y cooperación.

372 Más adelante, el canciller argentino

viajó a París, donde se entrevistó con el entonces presidente francés Charles de Gaulle y con el ministro de Rel ac iones Exteriores, Michel Debré. Ambos canci · ll eres emitieron en comunicado conjun· to, en el cual se apuntaron, entre otros, los siguientes aspectos de carácter econÓ· mico:

a] Nuevamente Argentina dejó sentir su deseo de mejorar sus relaciones con la CEE .

b] El interés del gobierno argentino por establecer contactos técnicos con la Organización de Cooperación Económica y Desarrollo, mismo que fue acogido de manera favorable.

e] Ambas delegaciones examinaron la composición del intercambio franco-ar· gentino y acordaron propugnar su incre· mento .

d] Se hizo hincapié en el retorno de Argentina al mercado mundial de capita· les y se formuló el deseo de que se desa· rrollasen de la mejor forma posible las inversiones privadas francesas en Argenti· na, concretamente las efectuadas en los sectores industriales.

e] Por último, se consideró adecuado promover las compras entre ambos paÍ· ses a través de exposiciones especializa­das .

En tercer lugar, el Dr . Costa Méndez visitó Roma, ciudad en la que se reunió e o n diversas autoridades del gobierno italiano, todas ellas de alto nivel. En materia económica se insistió en la aspi· ración, por parte de Argentina, de lograr mejores condiciones de intercambio comercial con la CE E, a la cual el repre· sentante italiano, canciller Pietro Nenni, se mostró favorable .

Como última etapa de su gira por el continente europeo, el canciller argenti· no visitó España, en cuya capital mantu · vo conversaciones con diversos represen· tantes del gobierno. En materia de carác­ter económico, cabe señalar los resulta · dos de las entrevistas del Dr. Costa Mén­dez con los ministros españoles de In· dustria y Comercio.

De esta suerte, fuentes argentinas de información hicieron saber que se ajusta· ron detalles sobre un acuerdo propuesto, mediante el cual Argentina venderá a España 55 000 ton de carne enfriada y congelada en los próximos 22 meses. A cambio, España enviará a Argentina cuatro buques.

Por otra parte, el rep resentante argen· tino dio a conocer la concepción de su pa (s referida a relaciones comerciales, as í como la posibilidad de cooperación y proyectos conjuntos reali zab les a largo plazo .

Programa de desarrollo de la Patagonia

El Presidente de la República Argentina, junto con miembros de su gabinete reali · zó, durante la primera quincena de abri l último, una gira de trabajo por la Pata· gonia, cuyo objetivo primordial fue dejar sentadas bases más amplias que hagan posible la integración de dicha área con el resto del país.

De esta suerte, frente al problema de escasa densidad de población y, en con· secuencia, ante la necesidad de hacer más atractivas las condiciones de vida de la región, se tomaron medidas que com· prenden desde la construcción de vivien· das hasta el aprovisionamiento de ciertos medios de producción .

La banca oficial participará de distin · ta forma: el Banco Hipotecario Nacional elaboró un plan habitacional, que se rea· !izará en términos de plazo y tasas de interés excepcionalmente favorables. Por su parte, el Banco Industrial, que desde hace seis meses opera en la zona y ha concedido préstamos ordinarios por 120 millones de pesos, se dispone a abrir nuevas sucursales para intensificar su labor tendiente a fomentar la actividad fabril.

El Banco de la Nación a su vez, es· tructuró un importante programa que comprende 1 í neas de créditos especia les a 5% de interés con 5 años de plazo, destinados a financiar los gastos de tras· lado y radicación en la Patagonia de per· sonas o grupos fam iliares. Asi mismo, se impulsará la ganader ía a través de crédi· tos destinados a la compra de ovinos, con amort ización a partir del primer año y plazo hasta de tres años y medio; para la esquila, hasta el 80% de los gastos. con plazo:; de seis meses prorrogables; para cobertura de los fletes, así como para la construcción de viviendas rurales, a un plazo de 1 O años.

Además, el programa de medidas de carácter económi co , contiene un proyec­to de Yacimientos Carboníferos Fiscales, que implica una más inter.sa explotación de los yacimientos de Río Turbio y la renovación del ramal ferroviario de Río Gallegos a ese lugar; trabajos expansivos de la explotación petrolífera y del pago

sección latinoamericana

de regalías el fomento de la pesca, así como disposiciones encaminadas a at raer el turismo nacional e internacional, con la inclusión de un programa de desgrava · ción de los recursos que demanden la instalación de hoteles.

Asimismo, en este vasto proyecto de desarrollo regional de la Patagonia, inter· viene directamente la acción de los go· biernos locales que, como resultado de las conversaciones sostenidas con los altos representantes del gobierno de la república, se ejercerá de manera con· junta.

Situación coyuntural de la industria en el primer

trimestre

Una vez superado el ya tradicional rece· so estaciona l, que en determinadas in · dustrias se dejó sentir en menor grado que el año pasado, la colocación de pro· duetos industriales en el mercado argen· tino ha tomado nuevamente su ritmo habitual, informó recientemente Business Trends, de Buenos Aires. Esta situación se presenta sobre todo en aquellos secto· res dedicados a abastecer las necesidades de otras industrias y, no obstante que la demanda de bienes de consumo durables ha aumentado, fue de notarse la dismi· nución del gasto de los consumidores en virtud de que el sueldo anual comple· mentario de 1968 fue repartido en dos partes : una en el primer semestre del año y otra en el segundo . Por otra parte, esta misma situación parece estimular, desde el segundo trimestre· del año en curso, la demanda de los consumidores, dada la proximidad del cobro de la pri · mera mitad del sueldo anual complemen­tario correspondiente a 1969.

Un somero análisis del desarrollo de las principales industrias argentinas deno· ta las siguientes situaciones en cada una de ellas:

a] Industria siderúrgica. En este sec· tor de la actividad industrial la reduc· ción estacional de las ven tas y produc· ción no ejerció una in fluencia digna de reconocimiento . La firmeza de la deman· da interna generada por la construcción y las obras públicas actualmente en eje· c ución , compensaron parcialmente la reducción de las exportaciones a princi· pios de este año .

b] Industria plástica. Las ventas de materias primas termopláticas se desarro· llan de manera favorable , en especial por lo que hace a los de polietileno y P.V.C. Asimismo, la demanda de termofraguan-

comercio exterior

tes ofrece saludables perspectivas, y es de esperarse un ligero aumento del con­sumo durante 1969.

e) Industria qu(mica. El nivel de ventas de productos químicos utilizados por la industria fue bastante alto . En contraposición, el movimiento de los productos agroquímicos observa una ligera recesión, como resultado de causas estacionales y de la contracción de la demanda del sector agropecuario .

d) f ndustria de automotores. Las ventas de automotores correspondientes a marzo Último reaccionaron de manera positiva. En términos generales, durante este primer semestre del año se registró un incremento considerable en relación a igual período ·del año pasado. Este he­cho tiene su origen en la mejoría del mercado y en el estímulo que ejerce la aparición de dos nuevos modelos. Se pronostica un crecimiento real de las ventas de un 5%, para 1969.

e] Industria papelera. Se prevén algunas dificultades en el abastecimiento de papel en virtud de la paralización par­cial de una planta importante dedicada a su elaboración. Por otra parte, los com­promisos de ventas al exterior restarán posibilidades a la oferta interna.

t) Industria del cemento. Los despa­chos de cemento de los productores lo­cales suman, para el primer trimestre de 1969, una cantidad superior a un millón de ton . Si a esta cifra se suman 100 000 ton que se calcula fueron importadas, se infiere que la demanda ha progresado de manera satisfactoria en relación a los volúmenes anotados en igual período del año próximo pasado .

g) Artt'culos para el hogar. El receso estacional de las ventas afectó este ren­glón considerablemente debido en apa­riencia a la limitación del sueldo comple­mentario ant.:al de fines de año . Sin embargo, se prevé una reacción favorable en la demanda, de suerte tal que crezca, aproximadamente en un 10 por ciento.

h) Tractores. Las escasas ventas de tractores y maquinaria agrícola desde el inicio del año en curso se han constitui ­do en una preocupación para los fabri ­cantes, quienes estiman que la venta total de tractores se situará en alrededor de 1 O 000 unidades.

A corto plazo, las perspectivas de desarrollo del sector industrial parecen positivas. La absorción de inventarios que se observó durante 1968, obliga a reponer existencias a un ritmo más ace­lerado, frente al reforzamiento de la eco-

nomía, generado entre otras causas por el mantenimiento de la tasa de inversio­nes, y es posible prever una significativa evolución de la demanda interna. A pesar de ello, la disminución de las com­pras del sector agropecuario reducirá levemente este proceso en el curso de los próximos meses.

BRASI L

Indicadores de coyuntura favorables en el primer

trimestre

La superación de la crisis dt;! liquidez de 1 os bancos comerciales, las favorables perspectivas agrícolas y la recuperación ri el mercado de dinero, hacen suponer r¡ue el desarrollo de la economía brasil&­ña en marzo último fue altamente satis­factorio, de acuerdo con apreciaciones de Mundo Económico. Esta situación se torna más notable si se considera la cre­ciente recaudación del 1m puesto sobre la Renta, la devaluación del cruceiro -la segunda en el presente año- y los posi ­bles resultados de una nueva ley de la renta de casas-habitación .

Las estadísticas disponibles son, en conjunto, bastante halagüeñas, sigue di­ciendo Mundo Económico: la tasa de inflación correspondiente a marzo próxi­mo paScJdo fue inferior tanto a las de los dos últimos meses, como a la acusada en igual período de años anteriores. Por otra parte, la gran mayoría de los índi­ces de producción conservan una tenden­cia ascendente.

Entre los principales indicadores de las actividades industriales, solamente la refinación de petróleo y la producción de tractores denotan resultados poco favorables; la elaboración de petróleo descendió hasta el nivel mínimo de 1968, en tanto que la producción de tractores disminuyó al nivel más bajo registrado en 1967.

El consumo industrial de energía eléc­trica y la producción de petróleo crudo se mantuvieron a niveles superiores al promedio de 1968. Las producciones de acero en lingotes, de vehículos automo­tores y de cemento fueron, al igual que el año pasado, bastante altas; asimismo, E:l nivel de empleo industrial sostuvo una tendencia alcista, situación que se pre­sentó desde mayo de 1968.

El movimiento comercial interno fue mayor que el del primer bimestre de

373 1968, pero con un ligero estancamiento en relación a los meses anteriores. Debe tenerse en cuenta, asimismo, que la con­tracción del comercio, en especial por lo que hace a las ventas, se debió al índice de insolvencia de las empresas, que a su vez se motivó en la crisis de liquidez del sistema bancario.

Respecto al comercio exterior, se mantuvo una situación estacionaria, no obstante los esfuerzos realizados por el sector gubernamental en el sentido de incrementar las exportaciones. Sin em­bargo, se registró un ligero aumento en las ventas al exterior de café y produc­tos manufacturados.

En cuanto al mercado de capitales, tanto en la Bolsa de Valores de Río de Janeiro, como en la de Sao Paulo, se registró un incremento en el movimien­to, durante enero del presente año, que vino a reforzarse en el mes siguiente, concretamente por el movimiento de acciones. En la Bolsa de Sao Paulo se anotaron durante el primer bimestre de 1969, transacciones superiores al tercio del movimiento total correspondiente a 1968. Este aumento en las ventas se vio acompañado por una revalorización de los tltulos negociados.

Los índices del costo de la vida de Río de Janeiro y Sao Paulo, aumentaron tan sólo en 1.4%. El mes anterior, este aumento fue de 2.2% en Río y 2.2% en Sao Paulo. Los índices generales de pre­cios crecieron a un ritmo inferior al de enero, es decir, en 0.8%. La tasa más alta se registró en los productos indus­triales, renglón en el que alcanzó el 1 por ciento.

COLOMBIA

Favorable evolución económica

De conformidad con un articulo publica­do en un número reciente de la revista del Banco de Londres y América del Sur, para Colombia 1968 fue un año de sólidos progresos tanto en el ámbito eco­nómico como en el poi ítico. El logro más significativo fue la mejora de la posición de cambios del país, a pesar de que fue necesario incrementar las impor­taciones a fin de satisfacer la creciente demanda del sector industrial.

En la actualidad, el Gobierno colom­biano está tratando de evitar la aplica­ción de las poi lticas "paliativas" que han

374

sido utilizadas con frecuenc ia en el pasa­do y ha eleborado un programa tendien­te a adoptar resoluciones definitivas, par­ticularmente en lo que respecta a las medidas para equilibrar los tradicionales déficit en la balanza de pagos. El men­cionado programa comprende una tasa anual de crecimiento del producto inter­no bruto del 6% y, al mismo tiempo, lograr sostener en un grado razonable la estabilidad de los precios internos. El Departamento Administrativo Nacional de Planeación anunció que, con el fin de lograr la mencionada tasa de crecimien­to, las inversiones del Gobierno, de las e m presas estatales descentralizadas, de los departamentos y de los municipios deberán aumentar de 7 900 millones de pesos colombianos en 1968, a 8 200 mi­li o nes en 1969 y 9 600 millones en 1970.

Además, se han adoptado una serie de reformas en el sistema impositivo del país que se han traducido en un sustan­cial incremento en los ingresos por impuestos, los cuales aumentaron de 4 182 millones de pesos en 1965 a 6 912 en 1967; el total para el primer semestre de 1968 fue de 4 673 millones de pesos.

De otra parte, el índice del costo de la vida ha respondido también en forma favorable a las medidas gubernamentales tendientes a controlar la inflación. De esta suerte, en el período 1962-65 dicho índice aumentó a un promedio anual de 16%, en tanto que para 1966 disminuyó al 13%, a pesar de una expansión del 17% en el crédito y un incremento del 14% en la oferta monetaria. En 1967 el Índice del costo de la vida aumentó 7% y, de acuerdo con estimaciones oficiales, para 1968 dicho aumento se redujo a 6.4% no obstante que en este mismo año se observó una expansión monetaria del 14.6 por ciento.

Ahora bien, las estimaciones oficiales para 1968 son en el sentido de que el producto nacional bruto aumentó en aproximadamente 6% en términos reales, en comparación a un aumento de sólo 4.5% registrado en 1967. Por lo que res­pecta a la posición cambiaria, durante el año próximo pasado mostró una franca reeuperación. De esta suerte, en el curso de diciembre las reservas brutas del Ban­co de la República aumentaron en 15.6 millones de pesos hasta 218 millones, lo que significa un incremento de más de 68 millones sobre el nivel prevaleciente en el mismo período de 1967.

A fines de 1966 y principios de 1967, el Gobierno colombiano impuso severas restricciones sobre el comercio

exterior y las transacciones cambiarias, lo que ocasionó que en 1967 las impor­taciones totalizaran en sólo 496.9 millo­nes de dólares, frente a 674.1 millones en 1966, en tanto que las exp01 ~aciones aumentaron de 507.6 millones en 1966 a 509.9 millones en 1967. El resultado neto fue un superávit comercial de 13 millones de dólares en 1967, comparado con un déficit de 166.5 millones en 1966.

CHILE

Trabajos de exploración petrolera

De acuerdo con el diario estadounidense The Journal of Commerce, de abril 15 último, Chile está desarrollando una labor t endiente a activar la explotación de petróleo y gas, en la región sur del país. Con tal fin, se crearon nuevos cen­tros de población en aquella inhóspita región cercana a la Antártica.

En 1943, la Corporación de Fomento de Chile (CORFO), inició el aprovecha­miento de los campos petroleros del sur, siete años más tarde, como resultado del incremento de esta actividad, se creó la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP).

Las oficinas de la CORFO en Nueva York informaron que la producción de petróleo creció de 630 000 barriles en 1950 a 12.1 millones en 1967. Cabe se­ñalar que, en total, se han perforado 1 093 pozos; asimismo, el capital de la ENAP, aumentó de 9.7 millones de dóla­res a 150 millones.

Después del establecimiento de la ENAP, las labores se encaminaron a de­sarrollar el depósito de Manantiales, a través de la construcción de refinerías y plantas adecuadas. La primera en opera­ción fue la planta procesadora de· gasoli­na de Manantiales, con instalaciones para elaborar gas, estabilizar petróleo crudo, destilar una porción del mismo y mante­ner las presiones en los depósitos.

En 1962, una nueva planta en Cullen inició el procesamiento de gas natural para obtener propano y butano.

Se construyeron refinerías en Concón y Concepción, y duetos que enlazan a las mismas con las plantas almacenadoras que abastecen la capital chilena y otras ciudades importantes.

En algunas zonas del sur, la ENAP, que da ocupación a 4 000 personas,

sección latinoamericana

construyó unidades habitac ionales con todos los servicios que demandan dichos centros. De igual forma, se erigieron 550 millas de caminos principales y mil mi­llas de caminos vecinales. El sistema de duetos tiene ahora una extensión de mil millas. También se construyeron tres ter· minales portuarias y un puerto encarga· do del movimiento del material y equipo destinado a Tierra del Fuego .

Por otra parte, en 1967 se inició la construcción de una planta de etileno en Concepción, la cual se concluirá en el presente año, además se proyecta la construcción de nuevas plantas elabora­doras de productos petroqu í micos y se espera incrementar las exportaciones de estos productos a otros paÍses latinoame­ricanos.

PARAGUAY

El problema del déficit comercial

Durante 1968 la economía paraguaya no mostró ningún signo de recuperación y, de hecho, continuó con la ligera depre­sión observada durante 1966 y 1967, de conformidad con un análisis elaborado por el Banco de Londres y. América del Sur.

En el mencionado estudio se conside­ra que, debido a que se ha registrado en los últimos años una creciente tendencia a reducir las exportaciones del país, es bastante difícil que se encuentre una solución a largo plazo que implicaría re· formas estructurales básicas en la eco­nomía.

En 1968 la balanza comercial mostró una deterioración respecto a 1967; a su vez, este año fue menos favorable que 1966 . Las exportaciones continuaron decreciendo a pasos acelerados, en tanto que las importaciones aumentaron en forma alarmante, lo que se tradujo en que mientras para 1966 el déficit comer· cial de Paraguay era del orden de 3.1 millones de dólares para 1967 había aumentado a 17.7 millones y a 20.6 mi­llones en 1968.

La situación es verdaderamente alar­mante ya que, de acuerdo con una pro­yección realizada por un subcomité del Comité Interamericano de la Alianza para el Progreso (CIAP). los déficit en cuenta corriente de Paraguay para 1969, 1970 y 1971 serán del orden de 28.5 millones, 29.4 millones y 30.2 millones de dólares, respectivamente.

comercio exterior

De otra parte, es necesario tener pre­sente que esta tendencia decreciente en las exportaciones, está ocasionada tanto por problemas climáticos internos, como por las condiciones de los mercados mundiales y las fluctuaciones de los pre­cios de exportación para los principales productos paraguayos objeto de comer­cio, como son la madera, las frutas y la hierba mate.

N o obstante que, como se señaló anteriormente, en 1968 se registró un sustancial déficit en la balanza comercial del país, la balanza de pagos casi logró el equilibrio debido a que el gobierno utilizó préstamos extranjeros a largo pla­zo e inversiones para financiar las impor­taciones de bienes de capital, lo que oca­sionó que las reservas monetarias del país se mantuviesen a un nivel razona­ble; de esta suerte, a fines de noviembre eran del orden de 7.4 millones de dóla­res, comparada con 9 millones y 9.3 mi­llones en la misma fecha de 1966 y 1967, respectivamente.

PERU

Conflicto con la IPC: suspensión de las sanciones

El Departamento norteamericano de Estado dio a conocer oficialmente, el lunes 7 de abril, que el Gobierno de Estados Unidos había decidido aplazar la a pi icación de las sanciones económicas contra Perú, previstas para el miércoles 9, por la falta de compensación de la expropiación realizada en los bienes de la 1 PC, subsidiaria de la Standard Oil de Nueva Jersey, sanciones que se aplica­rían de acuerdo con lo establecido por la Enmienda Hickenlooper a la Ley de Ayuda al Exterior y a la Ley Azucarera.

La decisión fue tomada a continua­ción de que el enviado especial del presi­dente N ixon regresó a Washington, des­pués de pasar varias semanas en Lima en pláticas con el Gobierno peruano; los juristas del Departamento de Estado, junto con el enviado especial, llegaron a la conclusión de que Perú ya está to­mando lo que constituyen "medidas apropiadas", hacia la compensación de la empresa petrolera.

La Administración norteamericana persuadió con anterioridad a los aboga­dos de la 1 PC a llevar el caso a través del Ministerio de Energía y Minas, dentro del marco del mecanismo administrativo peruano.

Por lo tanto, dicho aplazamiento se mantendrá hasta que culmine una apela­ción interpuesta por la IPC ante las autoridades peruanas, trámite que, según las leyes de ese país, puede prolongarse hasta el 6 de agosto.

La decisión de aplazar la aplicación de las sanciones, tomada por la Adminis­tración Nixon, no quiere decir que se esté adoptando una' 1 lnea de poi ítica blanda, especialmente si se toma en cuenta que existe otra disputa sobre los derechos pesqueros en las costas perua­nas. Sin embargo, tal parece que el Go­bierno norteamericano no desea acentuar las disputas con gobiernos que son sus amigos en poi ítica, aunque no lo sean en algunas cuestiones comerciales.

Esta nueva posición fortaleció a los elementos moderados dentro del Gobier­no peruano y dio margen para continuar las negociaciones sin las presiones de un plazo tan perentorio.

Por su parte, el Gobierno mexicano manifestó estar muy complacido por la decisión tomada, según declaración de su Secretario de Relaciones Exteriores, ya '!Ue, en estos casos, México ha sostenido el criterio de que las inversiones extran­jeras no pueden pretender un tratamien­to más favorable que el que la ley de cada país concede a la inversión nacional y que las relaciones internacionales en nuestro hemisferio deben estar basadas en el doble principio de excluir la pre­sión poi ítica en los asuntos económicos y la presión económica en los asuntos poi lticos.

En la reciente reunión de expertos de la Comisión Especial de Coordinación Latinoamericana (CECLA) celebrada en Santiago de Chile (véase la nota al res­pecto en esta misma "Sección Latinoa­mericana"). según declaraciones del Mi­nistro peruano de Relaciones Exteriores su pals recibió la solidaridad de los pai­ses latinoamericanos, al ser comprendida la poi ltica que ha llevado el Gobierno de Perú en la disputa con la IPC. Asimismo, en el discurso inaugural del 13° periodo de sesiones de la Comisión Económica para la América Latina (CEPAL). cele­brado en Lima a partir del 14 de abril, el general Velasco Alvarado, jefe del Gobierno peruano, demandó el respaldo y la solidaridad de los países miembros para Perú.

Por su parte, el Departamento nortea­mericano de Estado confirmó el 11 de abril que Perú recibirá una proporción de la cuota suplementaria de importacio-

375 nes de azúcar de Estados Unidos, dado que no hay razón para privar a dicho pals de su participación mientras las san­ciones económicas anunciadas continúen en suspenso . Así, Perú obtuvo una cuota adicional de 36 242 ton de azúcar, que eleva la posible exportación al mercado norteamericano a 442 886 toneladas.

A su vez, durante la segunda quince­na de abril, el Senado norteamericano llevó a cabo una investigación parlamen­taria sobre la crisis peruana, con el pro­pósito de determinar si entraña alguna lección en la poi Ítica exterior de Estados Unidos hacia Latinoamérica. Al finalizar el mes, la Cámara Baja norteamericana recibió el anunciado proyecto de ley para prohibir la importación de pescado y sus derivados de cualquier país que se incaute "ilegalmente" alguno de sus bar­cos pesqueros; de · ser aprobada dicha iniciativa, se sumará a las sanciones po­tencialmente aplicables contra Perú.

Al mismo tiempo, se iniciaba en esa misma ciudad de Washington la segunda parte de las reuniones entre las delega­ciones de los gobiernos de Estados Uni­dos y de Perú, para continuar los esfuer­zos por solucionar las diferencias que han tornado tensas las relaciones entre ambos países. A principios de mayo, el presidente Nixon recibió a la delegación peruana y expresó su gran interés por­que el asunto con la 1 PC sea resuelto.

Entretanto, el consorcio petrolero (IPC) presentó en Lima un recurso de apelación, ante el Ministerio de Energía y Minas, para la revisión de la deuda que el gobierno reclama.

VENEZUELA

Producción de mineral de hierro en 1968

De acuerdo con las cifras preliminares del Ministerio de Minas e Hidrocarburos de Venezuela, durante 1968 la produc­ción venezolana de mineral de hierro totalizó en 15.8 millones de ton métri­cas, lo que significa una reducción de aproximadamente 1.3 millones de ton con respecto al nivel .obtenido en el año próximo anterior ( 17.1 millones de ton) o, en términos relativos, un decremento de 7. 79 por ciento.

Como es lógico suponer, esta reduc­cion se reflejo sobre el promedio men­sual de producción, mismo que descen­dió de 1.5 millones de ton en 1967, a aproximadamente 1.3 millones en 1968_

El marco histórico del proceso de DESARROLLO y de SUBDESARROLLO OSVALDO SUNKEL

(Segunda y última parte)

5. TRANSFORMACIONES ESTRUCTURALES EN LA PERIFERIA: 1850-1913

El efecto que tuvo el desarrollo de sectores exportadores de relativa magnitud y de gran dinamismo sobre las economías de la región puede analizarse desde diversos puntos de vista. Así, por ejemplo, el desarrollo del sector exportador tuvo en todas estas economías importantes efectos desde el punto de vista de la organizac ión espacial o regional de la actividad económica. El producto de que se trata, y los recursos naturales que lo origi­nan, explican cuáles son las áreas o zonas de un determinado país que cobran intensa vida a raíz del desarrollo de una nueva actividad económica de gran trascendencia . El cultivo de pro­ductos como el café implica el desarrollo de determinadas áreas en regiones de clima tropical, y en zonas que tienen que estar a alturas superiores a aproximadamente 1 500 metros. El cultivo del banano, en cambio, si bien también exige un clima tropical, requiere de áreas muy húmedas y calientes, de modo que este cultivo se da por lo general en las zonas costeras de los países tropicales. Las actividades de la agricultura extensiva, como por ejemplo los productos de la ganadería o los granos, dan lugar a la incorporación de regiones de clima templado de gran exten­sión. Por contraste, el desarrollo minero se da por lo general en forma altamente concentrada y en lugares relativamente inacce­sibles, ya que los depósitos de minerales tienden a localizarse en

NOTA : La primera parte de este ensayo, que abarcó los cuatro pri ­meros apartados del mismo, se publicó en el número precedente de Co­mercio Ex terior (vol. X IX, núm. 3, abril de 1969, pp. 306-313) . Véase la nota inicial all ( publicada.

regiones cordilleranas o en accidentes geográficos de similar naturaleza. Se aprecia así que, desde un punto de vista regional , el tamaño y características de las áreas de un país en las que se localiza la actividad económica, resultan condicionadas en gran medida por el producto de exportación de que se trate.

Este mismo tipo de efecto regional, que se manifiesta en la valorización de determinadas áreas, regiones o localidades de un país tiene igualmente influencia considerable en el tipo, magni ­tud y orientación del capital social básico en que se invierten buena parte de los recursos externos para crear las condiciones de crecimiento del sector exportador. En la medida en que el área que debe incorporarse a la actividad exportadora es de una gran extensión, ello dará lugar a la creación de una red de trans­portes y comunicaciones de gran dimensión y que cubrirá una parte sustancial del territorio nacional. En cambio, al tratarse de un desarrollo minero, bien podría ser que la infraestructura para· esa actividad exportadora consistiera solamente en una vÍa fé­rrea que comunique la mina con el puerto.

En todo caso, trátase de un desarrollo de la infraestructura que está orientado principalmente hacia el exterior, y cuya fun ­ción es drenar la producción de una determinada región o loca­lidad del país hacia el puerto que permite comunicar la activi­dad productora con los centros consumidores de ultramar. · Esto genera también una característica muy peculiar en los sistemas de transporte que estos países han heredado de su período de expansión exportadora. Esos sistemas de transporte presentan la característica de trasladar carga prácticamente en un solo senti­do, del área productora al puerto de exportación. La magnitud de la carga transportada desde el puerto hacia la región produc­tora es de escasa importancia debido a que como se verá lu ego la población tiende,. en este tipo de pa íses, a concent rarse en los

comercio exterior

puertos de exportac ión o en las ciudades capitales. De tal modo, desde el interior, se extraen grandes volúmenes de expor­tación, pero los volúmenes de importac ión se quedan fundamen­talmente en los puertos o ciudades capitales. De aquí una falla de buena parte de los servicios de transporte de la América Latina, que se caracterizan, en virtud de su constitución estruc­tural, por un bajo grado de utilización de la capacidad instalada .

Se hizo referencia a que otra de las características de este tipo de desarrollo exportador fue la creación o ampliación de las actividades urbanas que estimularon un proceso de urbaniza­ción muy acelerado antes de que en estos países se produjera propiamente el desarrollo industrial. En efecto, muchas activida­des de tipo comercial, financiero y de servicios tendieron a instalarse en los ce'ntros de comunicación con ef mundo exte­rior, o sea, en las ciudades puertos. Se estimuló así la migra­ción, a veces desde el interior y otras veces desde el exterior, dando lugar a un desarrollo urbano de considerable magnitud.

Desde el punto de vista de la estructura sectorial de la acti ­vidad productiva, el desarrollo de la economía sobre la base del modelo exportador también tiene una gran significación. Expli­ca por qué nuestros países se caracterizan en general por una actividad de exportación primaria, ya sea agrícola o minera, que representa una parte sustancial del ingreso generado en la econo­mía. Conjuntamente con la expansión del sector exportador, se requiere de una sustancial red de transportes y comunicaciones, de un sistema financiero y bancario suficientemente desarrolla­do y de actividades comerciales ligadas a la acumulación, despa­cho y conservación del producto de exportación y de los bienes de importación .

En la medida en que la estructura de esta economÍa per­mitía obtener del resto del mundo bienes manufacturados a pre­cios relativamente muy convenientes, que se financiaban con los recursos obtenidos del sector básico de exportación donde se tiene ventaja comparativa ir)lportante, este fenómeno da lugar a que el desarrollo manufacturero de estas economías sea de muy escasas dimensiones y perspectivas. El hecho de que el país se haya especializado en la exportación de un determinado produc­to básico revela que es altamente competitivo y tiene una eleva­da productividad en ese sector. Por consiguiente, los bienes de consumo manufacturados que se requieren para satisfacer las necesidades de los sectores de altos ingresos, conviene aparente­mente obtenerlos en el exterior, puesto que resultan de bajo costo relativo, debido a la elevada productividad del sector exportador que financia esas adquisiciones. De esta manera, los países exportadores de materias primas pudieron obtener sus bienes de consumo y de capital manufacturados de economías relativamente eficientes en la producción de esos bienes, adqui­riéndolos con poder de compra creado en sus propios sectores productivos relativamente más eficientes. Esto dio lugar a una poi ítica de tipo 1 ibrecambista que permitió que este sistema de intercambio internacional funcionara 1 ibremente. Pero ello signi­ficó también que toda actividad manufacturera competía,en rea­lidad, con el nivel de productividad del sector especializado de exportación. Es obvio que en estas condiciones, y salvo circuns­tancias especiales, la manufactura difícilmente podía desarrollar­se. Sin embargo, la actividad manufacturera en estos países llegó a t ener un desarrollo de relativa importancia, cuando el sector exportador dio lugar a mercados de sustancial tamaño, ya sea de bienes finales, de bienes de capital o de productos interme­dios; cuando las concentraciones urbanas adquirieron dimensio­nes considerables; cuando la actividad exportadora creó grupos sociales de ingresos altos; cuando se trataba de productos con una elevada incidencia del costo de transporte, lo que represen­taba una protección natural; y en circunstancias especiales, como en los casos de las guerras y crisis mundiales, en que se crearon condiciones excepcionales.

También es importante hacer algunas observaciones respecto al efecto del sector exportador sobre el nivel y la estructura de

377 la ocupac1on. En cuanto a la estabilidad del nivel de ocupación, hay dos fenómenos que señalar. Por una parte, la actividad exportadora puede mantener niveles de empleo estables a través del año, como es generalmente el caso en la minería. Por la otra puede dar lugar a grandes fluctuaciones estacionales de empleo en determinados pedodos del año, como ocurre, por ejemplo, en el caso de los cultivos perennes tropicales. El cultivo de produc­tos tales como el azúcar, el cacao, el banano y el café dan lugar, en efecto, a considerables variaciones en el nivel de empleo en determinadas épocas del año, y por consiguiente introducen en la economÍa la característica de niveles de em­pleo que fluctúan estacional mente en magnitudes muy impor­tantes, y crean, por otro lado, condiciones para la existencia de una masa de subempleados o desempleados de magnitud tam­bién considerable. Otra fuente de inestabilidad en la actividad exportadora se encuentra en las frecuentes y violentas variacio­nes que experimentan los mercados mundiales de productos básicos. La influencia determinante del sector exportador sobre las actividades productivas importantes y modernas del sistema económico dan lugar de esta manera a una relación estructural entre el grado de inestabilidad del propio sector exportador y los sectores dependientes del flujo de ingresos que genera la actividad exportadora. Trátase aquí no sólo del impacto directo sobre los sectores productivos que abastecen a la actividad exportadora, sino también del efecto sobre el sistema financie­ro, cambiaría y fiscal. Esto es tanto más grave cuanto que en muchos de los casos las actividades exportadoras importantes son sólo una o dos.

Otro fenómeno de gran significación que tiene el desarrollo de los sectores exportadores sobre nuestras economías se en­cuentra en el efecto que ocasiona la creación y expansión de dichos sectores sobre la propiedad de los recursos naturales y de los recursos productivos . Esto debe entenderse desde dos puntos de vista.

En primer lugar, la apropiación de los recursos productivos entre propietarios nacionales y propietarios extranjeros. En efec­to, es en virtud del d ~sa rrollo e incorporación de recursos natu ­rales de los paÍses de América Latina para abastecer el mercado mundial que se atrae a estos países un flujo considerable de financiamiento externo, que en parte se transforma en propie­dad extranjera dentro de las economías latinoamericanas. Como se ha visto en secciones.!anteriores, cjurante el período que se esta analizando, el grueso de las inversiones extranjeras consistía en préstamos o en financiamientos en mercados de capitales externos ·que se invertían fundamentalmente en obras de in ­fraestructura y en servicios urbanos, en tanto que la inversión privada directa extranjera representó una proporción relativa­mente baja del total de capital que afluía a estos países . De esta manera, se observa que los sectores exportadores que se desarro­llaron durante el siglo pasado, presentan por lo general la carac­terística de la propiedad nacional de los recursos productivos de la actividad exportadora. Es el caso del café , de la ganadería, del trigo, del cacao, en parte del azúcar, etc. En estos casos, la inversión extranjera se limita, por lo general, a la propiedad de algunos servicios de infraestructura en el transporte y las comu­nicaciones así como al sistema bancario de comercialización, etc. Sólo desde fines del siglo pasado, casos como los del bana­no y posteriormente en el desarrollo de las actividades mineras, predomina la inversión privada directa extranjera. Pareciera haber en estos casos exigencias de tipo tecnolÓgico y de organi ­zación que son determinantes en la configuración del proceso productivo. A comienzos del presente siglo, el desarrollo del capitalismo en el centro va cambiando de carácter. En virtud de diversos factores, entre los cuales se subraya la inestabilidad que sufrió la economía capitalista moderna hacia fines del siglo pasado y en las primeras décadas del presente, las empresas más dinámicas tendieron ·a aglutinarse y a concentrarse en grandes unidades integradas verticalmente, es decir, desde la producción

378 de sus materias primas hasta prácticamente la venta de produc­tos finales en el mercado. En la medida en que ese proceso de reorganización que tuvo lugar en las economías maduras se pro­yecta sobre el plano internacional, se expresaba en la formación de empresas subsidiarias o filiales en los países subdesarrollados.

En segundo lugar conviene exa minar la distribución de la propiedad entre propietarios nacionales. El desarrollo de activi­dades productivas de exportación tuvo una influencia decisiva en la conformación de la estructura de la propiedad, y parti ­cularmente de la tenencia de la tierra.

La valorización del recurso natural tierra, en func ión de su potencial para abastecer una demanda internacional en expan­sión, hizo que en numerosos casos se llevara a efecto en ese momento la apropiación privada de grandes extensiones de tie­rras en América Latina. En algunos casos, tratábase de apropia­ción de tierras que no habían sido todavía incorporadas al pro­ceso productivo, y en que la tierra era de dominio estatal o pÚblico. En otros casos, de tierras en poder de comunidades indÍgenas o de agricultores de subsistencia . En estos casos la apropiación de las tierras exigía ya sea el mantenimiento de esos habitantes como fuerza de trabajo en las nuevas propieda­des o su expu lsión hacia otras zonas que no interesaban desde el punto de vista del cultivo de exportac ión.

En los casos en donde no existía población y apropiación previa de los recursos de tierra, esto dio lugar a flujos migrato­rios importantes que se tradujeron en venida de inmigrantes euro· peos, como en Argentina, Uruguay y el sur de Brasil y de Chile, o la traída de población de regiones tropicales para trabajar en plantaciones, como por ejemplo en Perú y en diversos países centroamericanos.

Cuando se trataba de desarrollar cultivos en zonas previa­mente pobladas y cuando esos cultivos usan mucha mano de obra, son de tipo perenne y la actividad agrícola es de orden estacional, la reagrupación de la propiedad y de la población es de enorme importancia. Era preciso crear una estructura de población y de propiedad que permita, por una parte, desarro­llar las labores permanentes de los cultivos de exportación así como por otra mantener un importante volumen de mano de obra disponible para los períodos de zafra. En estos casos, una de las formas en que se soluciona este problema es la creación del complejo latifundio-minifundio. Este permite por una parte, la explotación de la actividad exportadora, y por la otra, la acti­vidad de subsistencia para la mano de obra que participa en los períodos de colecta en la actividad exportadora. Es, por consi­guiente, el propio proceso de modernización y desarrollo de la economía en su sector exportador el que en estos casos da lugar a la creación de las formas típicas de organización de la activi­dad productiva rural, que se manifiesta con frecuencia en las organizaciones conocidas como "economías de hacienda" o de "plantación".

Todas las modificaciones a que se ha hecho referencia en los párrafos anteriores tuvieron probablemente un efecto importan­te sobre la distribución del ingreso. En las economías en que existía una oferta abundante de mano de obra y por consiguien­te una tasa baja y constante de salarios reales, el ingreso adicio­nal generado en los sectores exportadores y en las actividades relacionadas con ellos significó un aumento sustancial de ingre­sos para los propietarios de esas actividades productivas en los casos en que esos propietarios eran inversionistas extranjeros, es evidente que una parte sustancial de los recursos generados se vertieron al exterior. En los casos en que la mano de obra era escasa, que coincide con explotaciones agrícolas extensivas los niveles de salarios probablemente también se e levaron pero, con todo, el grueso del ingreso generado tiene que haber revertido principalmente a los propietarios de los recursos productivos, como ocurrió en el caso argentino o uruguayo. En la medida en que los enormes ingresos generados por la actividad exportadora tendieron a acumularse fundamentalmente en los sectores pro-

proceso de desarrollo y subdesarrollo

pietarios y otros directamente relacionados con la actividad exportadora, tiene que haberse producido un aumento conside­rable en las desigualdades de ingresos que previamente exist ían. Estas desigualdades fueron ocasionadas principalmente por el aumento en los ingresos de determinados grupos minoritar ios de la población más que por la contracción o reducción de los niveles de ingresos de otros sectores. Sin embargo, este último fenómeno puede haberse dado en los casos en que el desarrollo de nuevas explotaciones agrlco las implicaban la expulsión de población rural hacia áreas marginales, y en otros casos.

El examen general que se acaba de realizar respecto de los efectos que el desarrollo de determinadas actividades producti­vas de exportación tiene sobre diversas características de la estructura económica de los paÍses que entran a participar del proceso mundial de expansión de la economía capitalista no puede llevarse en esta ocasión a un mayor grado de detalle puesto que en cada caso, o en cada país, confluyen circunstan­cias y factores históricos específicos que dan a cada proceso características peculiares. El enfoque que se ha adoptado revela la significación, desde el punto de vista de los cambios y trans­formaciones en la estructura productiva, que tiene el apareci­miento y desarrollo de los sectores exportadores. Pero los resul ­tados especÍficos que en cada uno de los casos se producen, dependen de un conjunto de factores que habría que examinar en profundidad y en detalle para establecer la dinámica de esa transformación en cada uno de los casos . Se trataría, en ese examen, de analizar con más detenimiento factores tales como la disponibilidad de recursos naturales, tanto en lo que se refie­re a la abundancia relativa de dichos recursos como del tipo y características de los mismos; las características del tipo de pro­ducto que se convierte en el principal bien de exportación; la tecnología que se utiliza en el sector exportador y la demanda de insumas a que dé lugar. En la misma forma, sería preciso investigar las formas tecnológicas y de organización que se introducen en la economía con su apertura hacia el exterior, e igualmente las características de la evolución, dinamismo y variabilidad de la demanda externa. Por otra parte, un conjunto de factores explicativos importantes residiría en las característi ­cas de la estructura social, del sistema poi Ítico y de las formas de apropiación de los recursos naturales que preexistían al desa­rrollo del sector exportador. Finalmente, desde el punto de vista del dinamismo de este sistema, habría que investigar la for­ma en que se utilizaron los ingresos generados en el sector exportador, ya sea para destinarlos al consumo, a la inversión en el propio sector exportador, en otros sectores del sistema económico nacional o incluso en las economías centrales. La caracterización del proceso de desarrollo en términos del con­junto de factores señalados, y de otros que conviniera en deter­minadas circunstancias agregar, podría producir una explicación concreta del proceso que tuvo lugar en cada una de las econo­mías latinoamericanas.

El análisis que se ha realizado sobre el proceso de crecimien­to hacia afuera en las economÍas de América Latina, viene a mostrar los orígenes de una serie de características que son todavia hoy dÍa pertinentes y que se resumen de la siguiente manera: bajos niveles de renta por habitante de la mayoría de la población, desigualdad acentuada tanto en términos económi­cos .como sociales de la población de cada pais; diferencias estructurales entre las economias de la región y las de los paises desarrollados; dependencia del proceso de crecimiento en las econom las periféricas de su comercio exterior y de sus vincula­ciones con las economías centrales; desperdicio o falta de apro­vechamiento de aquellos recursos naturales que no tuvieron significación desde el punto de vista del desarrollo del comercio mundial; falta de diversificación de ia actividad productiva, etcétera. ·

Las transformaciones que sufre la estructura productiva de estos paises en el período que se ha reseñado, y que se maní-

comercio exterior

fiestan en modificaciones profundas en la estructura de la propie­dad, en la distribución del ingreso, en la distribución regional o espac ial de la act ividad económica, en las características del empleo y del desempleo y en el efecto sobre las distintas ramas de la actividad económica, tiene por supuesto una expresión directa en términos de modificaciones y transformaciones pro­fundas en la estructura soc ia l de estos países. En la medida en que surgen nuevas actividades económicas, se transforman otras, y desaparecen algunas, debe producirse una transformación en la estructura social que ha de manifestarse en la creación o for­talecimiento de determinados grupos o clases nacionales y ex­tranjeros, y en la desaparición o debilitamiento de otros.

Por ejemplo, el desarrollo de importa ntes sectores de expor­tación agrícola da lugar al fortalecimiento de sectores de propie­tarios rurales. Ese fortalecimiento tendría su origen en la valori­zación de las tierras que esa clase posee o adqu iere, y se expre­saría en la formación de un aparato estatal relativamente pode­roso que facilitara la tarea de hacer disponibles y asegurar la propiedad de los recursos naturales que exige la activ idad expor­tadora. Ese fortalecimiento de la clase terrateniente y su asocia­ción con un Estado mejor organizado y más poderoso, se apoya­rla también en una asociac ión con los intereses extranjeros que permiten a los sectores terratenientes realizar inversiones y obte­ner benef icios de la actividad exportadora. Esa asociación per­mite también al Estado el acceso a los mercados de capital exte­riores, lo que facilita su acc ión en la creación de una infraes­tructura económica y de una administración pÚblica que asegu­ren las cond iciones económicas, poi Íticas, institucionales y jurí­dicas para la expansión de la act ividad productiva en general y de la exportadora en espec ial.

En la medida en que e l crecimiento de las exportaciones coincida con la presencia de importantes masas de población, la incorporación de nuevas tierras, y la adaptac ión de las tierras ya apropiadas para cumplir su función exportadora, daría lugar a la creación de nuevas capas de población rural vinculadas económ i­camente con el sector exportador, pero excluidas de una parti­cipación plena en el sector capitalista moderno a qu e la activi­dad exportadora da lugar. Trátase de la formación de grandes núcleos poblacionales rurales que se convierten en inquilinos, medieros, minifundistas y trabajadores sin tierra .

En los casos en que no existía una apropiac ión previa de los recursos naturales y en que la densidad de población era escasa, se hizo necesario contratar mano de obra en el exterior que era necesario remunerar en dinero. En estos casos, e l desarrollo de la act ividad exportadora dio lugar a la formación de sectores asalariados rurales lo que posibilitó la formación de un mercado monetario en el campo. Por otra parte, el crecimiento de las actividades de servicios urbanos relacionadas directamente con la actividad exportadora y la expansión de los servicios perso­nales exigidos por el crecimiento de las grandes ciudades, darían lu gar a la formación de una clase media dependiente de esas actividades, ya sea en el sector privado, ya sea en la administra­ción pública.

Nuevamente e l análisis concreto de la configuración que adopta la estructura socia l como consecuencia del impacto de la actividad exportadora, depende de los factores particulares y de las características de esos factores que influyen en cada caso . En otras palabras, es el examen concreto de las modificaciones que ocurren en la estructura productiva, y su comparación con la situación concreta y específica preex istente la que permitiría un anál isi s también específ ico de las transformaciones en la estructura social que se habÍan producido como consecuencia de este tipo de desarrollo en nuestros países.

Para asegurar la eficacia del modelo de crecimiento hacia afuera que se ha venido describiendo, es obvio que tiene que haber sido necesario organizar la sociedad de tal manera que este tipo de desarrollo fuera posible . En otras palabras, al tipo de proceso que tuvo lugar en ese período en nuestros países

379 tuvo que corresponder un cierto tipo de poi Ítica económica y soc ial que favoreciera, por una parte, e l libre acceso a los recur­sos productivos, y por otra, la libertad de transacciones interna­ciona les tanto en lo que se refiere a l comerc io de productos como al mercado de factores (capital y recursos humanos), es decir, a la creación de una estructura institucional y jurídica que permitiera el desarrollo de las act ividades económicas en un marco capitalista liberal.

Ese marco estructural de instituciones jurÍdicas se venía configurando en América Latina desde antes del desarrollo de las actividades productivas de exportación, como consecuencia de la influenc ia del pensamiento originado en la Revolución francesa y en ia independencia de Estados Unidos. En efecto, co­mienzan a adoptarse en muchos países latinoamericanos los modernos conceptos constitucionales y jurídicos de libertad de contrato, de propiedad privada, de herencia, de abstención de Intervención estatal en la actividad eco nómica, etc ., que con­figuran todo el pensamiento y la filosofía liberal de la épo­ca. América Latina se preparó, de esta manera, creando las bases del o1·den institucional necesario para su plena inte­gración en la economía capitalista céntrica que se encontraba en su fase de expansión y auge.

Esta organización jurídica se caracteriza, sin embargo, por una dualidad. El orden liberal capitalista moderno se establece y opera plenamente en las relaciones entre los países de la perife­ria y los países céntricos, y en las relaciones entre las activida­des modernas dentro del propio sistema. Pero esas mismas rela­c iones no se establecen necesariamente entre estas últimas y su complemento en el sistema productivo tradicional y primitivo preex istente. Esto se da tanto en las áreas rurales como en deter­minadas actividades urbanas, tales como las de tipo artesana l. En efecto, en las relaciones con el exterior se proseguí-a una poi ítica de libre acceso a los mercados de capital y de trabajo de todo el mundo capitalista. En el comercio exterior de pro­ductos se aseguraba plena libertad tanto en la exportación como en la importación, es decir, se prescindía de cualquier tipo y forma de proteccionismo. Por otra parte el Estado se abstenía de interven ir en el proceso productivo y permitía, en conse­cuencia, el libre uso de los recursos generados en la economÍa. En cambio las relaciones de trabajo y de organizac ión de la pro­ducción dentro de la economía nacional se caracterizaban con frecuencia por formas de asociación que no eran el libre contra­to y el pago en dinero sino por instituciones tales como el inquilinaje, la medianía, la servidumbre y otras heredades de la fase colonial de estos países. Esta forma de organización dual de la sociedad aseguraba, por una parte, la posibilidad de plena participación en la econom Ía internacional, y por otra, permitía extraer el máximo de excedente de la actividad productiva interna .

6. CRIS IS EN EL CENTRO: 1913-1950

El extraordinario período de auge y expansión de las economías céntricas a partir de 1850, y la progresiva formación de una economía internacional integrada a través de la cual los países de la periferia se fueron incorporando en e l desarrollo del capi­talismo moderno, quedaron interrumpidos por los fenómenos que comienza n a manifestarse en la época de la primera guerra mundial. Estos factores se re lacionan con un proceso que comienza a observarse ya desde fines del siglo pasado, y que resulta en la reducción relativa de la importanc ia de Gran Breta­ña como centro económico mundial.

Hacia fines de siglo las tasas de crecimiento industri a l de Estados Unidos y de Alemania venían duplicando el crecimiento de la producción industrial de 1 nglaterra, de tal manera que mientras en 1870 Inglaterra representaba alrededor de la tercera parte del valor de la producción manufacturera mundial. esa

380 proporción se hab la reducido en 1913 al 14 por ciento, en tanto que la participaci ón de la industria norteamericana crecla entre iguales años del 23 al 36 por ciento, y la alemana del 13 al 16 por ciento. En la medida en que la posición de 1 iderazgo de Inglaterra entre los países industriales se iba perdiendo, tam­bién comenzó a declinar su participación en el comercio mun­dial. Mientras hacia mediados del siglo pasado Gran Bretaña representaba alrededor de una t ercera parte del comercio mundial y Estados Unidos sólo representaba el 8 por ciento, en vísperas de la primera guerra mundi a l la proporción de Gran Bretaña había caído al 17 por ciento y la de Estados Unidos había aumentado al 15 por ciento. También la población de ambos países refleja la creciente importancia de la economía norteamericana . Mientras en 1850 la población de Inglaterra era de veintisiete y medio millones de habitantes y la de Estados Unidos de veintitrés millones, es decir, cifras muy parecidas, hacia 1900 la población norteamericana era de setenta y seis millones, mientras que la de Inglaterra llegaba a cuarenta y dos, es decir, aquélla había llegado ya casi a <;Juplicar la población de 1 nglaterra. Por otra parte, la proporcion de 1 nglaterra en el comercio internacional de manufacturas también declinó sensi­blemente desde alrededor de un 40 por ciento del total mundial en 1870, a 27 por ciento en 1913.1

Esta declinación en la importancia de Gran Bretaña en el comercio internacional se debe en parte a la propia diversifica­ción del comercio internacional de manufacturas con la apari­ción de nuevas actividades manufactureras. Inglaterra, en efecto, había concentrado gran parte de su producción industrial, y por consiguiente de su comercio de manufacturas, en una serie de 1 íneas tradicionales dentro de la producción manufacturera, líneas ésas que tendían a perder importancia dentro del cuadro de la producción y del comercio mundial de manufacturas en virtud de la nueva y creciente importancia de las industrias metálicas, eléctricas y químicas que florecían principalmente en Estados Unidos y Alemania. Por otra parte, una creciente pro­porción de comercio internacional de Gran Bretaña comenzó a salirse del patrón tradicional de intercambio de productos manufacturados por productos básicos y materias primas, y a convertirse en un comercio de intercambio de productos manu­facturados entre los países industrializados.

Estas tendencias, que ya se venían perfilando en las décadas anteriores a la primera guerra mundial, se acentuaron considera­blemente en las tres décadas posteriores. La primera guerra mundial, los desajustes fin ancieros creados por las reparaciones de guerra en los años iniciales de la década de 1920, el estanca­miento de la economía europea, la gran crisis mundial de 1930, v posteriormente la segunda guerra mundial, provocaron cam­bios estructurales profundos en la organización económica inter­nacional que se había venido estructurando desde mediados del siglo X 1 X. La necesidad de proteger las economías nacionales frente a la amenaza de la propagación del desempleo y la crisis llevó a muchos gobiernos a adoptar poi Íticas proteccionistas. La gran crisis mundial de 1930 destruyó la base del sistema mone­tario internacional, el patrón oro, que permitía el libre funcio­namiento de un mercado mundial de capitales y favorecía el flujo del comercio mundial. El control de los tipos de cambio, de los movimientos internacionales de capital y de recursos humanos, y la iniciación de un período de poi íticas de empleo y anticíclicas que perseguían objetivos nacionales aun cuando se afectara la posibilidad de funcionamiento de la economía inter­nacional son todos factores que actuaron en el sentido de difi­cultar se'riamente el funcionamiento del tipo de economÍa inter­nacional que había prevalecido hasta la primera guerra mundial.

Estos acontecimientos, y particularmente las dos guerras mundiales, acentuaron aún más la tendencia a la disminución de la importancia de Inglaterra y al aumento de la importancia de

1 Meier y Baldwin, op.cit.; y Ashworth, op.cit.

proceso de desarrollo y subdesarrollo

Estados Unidos en la economía internacional. Así , la part ic i­pación de la economía norteamericana, incluyendo Canadá , en el comercio mundial total (ex portaciones más importaciones), que alcanzó un 14 por ciento en 1913, aumentó al 19 por ciento en 1926. En 1937 ese porcentaje se había reducido a 15.5 por ciento, pero como co nsecuencia de la segunda guerra mundial había vuelto a crece r sustancialmente para estabilizarse en alrededor de 22 a 23 por ciento a partir de 1948. La impor­tancia que adquiriría Estados Unidos en el comercio mundial se vio reflejada en la orientación del comercio exterior de América Latina; una proporción creciente del comercio de estos países se hacía con Estados Unidos, mientras decaía la importancia de ese comercio con Europa. Igual cosa ocurrió con las inversiones extranjeras, en las que pasaron a predominélr las norteameri­canas.

La traslación del centro de gravedad económico mundial de la economla británica a la economla norteamericana tiene una enorme significación para la explicación del funcionamiento de la economla de los países periféricos durante las últimas déca ­das. En efecto, en contraste con la economía británica, que se complementaba con las economías periféricas, la economía nor­teamericana es más bien una economía competitiva para los países perifé ricos. Esto se refleja no sólo en la importancia que el comercio exterior tiene cuantitativa y cualitativamente en ambas economías, sino también en la contribución que ambas economías hacen para la provisión de la liquidez que requiere el sistema de comercio internacional para su eficiente funciona­miento . En relación con lo primero, es de hacer notar que en el período 1870 a 1909 las importaciones de Gran Bretaña alcan­zaban al 26 por ciento de su ingreso nacional, en tanto que sus exportaciones sólo alcanzaban al 20 por ciento. En el caso de Estados Unidos en el periodo de 1944 a 1953, el coeficiente de importaciones alcanza solamente al 4 por ciento de su ingreso nacional, en contraste con un 6 por ciento en el coeficiente de exportación . 2

Como puede verse, el grado de apertura y de integración de la economía norteamericana con la economía internacional es sustancialmente menor que el que caracterizaba a la otrora eco­nomla céntrica. Pero no sólo eso. Mientras la economía inglesa proporcionaba recursos financieros a la economía internacional en virtud de tener un coeficiente de importaciones sustancial­mente mayor q11e su coeficiente de exportaciones, es decir, en virtud de una balanza comercial desfavorable, la economía norteamericana, con una balanza comercial favorable, tiende a restar recursos de la liquidez internacional.

Esta diferencia funC:amental en el tipo de vinculaciones externas de ambas economías se origina, entre otras cosas, en su diferente dotación de recursos naturales que, como es bien sabido, es extraordinariamente amplia, diversificada y abundante en el caso de Estados Unidos, en contraste con la situ ación de Inglaterra . Ello se expresa en la estructura del comercio exte­rior de ambos países . Mientras una terce ra parte de las exporta­ciones norteamericanas son productos básicos sin transforma­ción, solamente un 12 por ciento de las exportaciones de Ingla ­terra estaba constituida en 1936 por productos bás icos. Por otra parte, mientras la importación de alimentos constitu la en 1937 un 75 por ciento del consumo total de productos alimen­ticios en Gran Bret aña , ese porcentaje ll egaba en Estados Unidos solamente al 5 por ciento. La diferencia de recursos agrlcolas se puede observar también en el hecho de que entre una cuarta y una tercera parte de las exportaciones norteameri­canas consisten precisamente en productos agrícolas. En defini­tiva , lo que interesa señalar es que, si bien Estados Unidos es uno de los paises más avanzados, industrializados y desa rrolla­dos del mundo, es no obstante también uno de los principales,

2 S. Ku z nets, Aspectos cuantita tivos del desarrollo económico, CEMLA, Méx ico, 1964 .

comercio exterior

si no el principal, ex portador mundial de materias primas y pro-ductos básicos.3 . .

Antes de examinar el efecto qu e sobre el comercio extenor de los países periféricos tiene el predominio de la economía norteamericana como principal mercado mundial de materias primas y productos básicos, es conveniente señalar que también la economía europea y la propia economía inglesa, antiguamen­te tan integradas y abiertas al comercio internacional, sufren modificaciones de importancia. A consecuencia de las guerras y de las dificultades de balanza de pagos porque atraviesan sobre todo después de la segunda guerra mundial, se realiza en esas economías u na verdadera poi Ítica de sustitución de importacio­nes agrícolas sobre la base de una rápida modernización de la agricultura europea. En los Últimos año~ se obtienen i~cr~men­tos extraordinarios en la actividad agr1cola de los pnnc1pales países de Europa, en un esfuerzo por abastecerse en la mayor medida posible con sus propios recursos . Por otra parte, esta política se expresa también en el desvlo de las importaciones de productos básicos, de materias primas y alimentos hacia las áreas coloniales o hacia las antiguas colonias mediante diversas modalidades de acuerdos preferenciales. Finalmente, las econo­mlas europeas comienzan a crear en años más recientes una unidad económica, el Mercado Común Europeo, que aumenta las barreras al comercio con el resto del mundo, excepto en el caso de sus áreas coloniales, con las cuales se mantienen en ciertos casos acuerdos preferenciales.

La transferencia del centro económico mundial hacia Esta­dos Unidos y el cambio de carácter de las economías centrales europeas, introducen modificaciones fundamentales en las rela ­ciones comerciales y en los flujos de capital y recursos humanos entre los países centrales o industrial izados y la periferia. Al extraordinario dinamismo que caracterizaba al comercio exterior de productos básicos antes de la primera guerra mundial sucede una etapa no sólo de crecimiento relativamente lento sino de muy violentas fluctuaciones en los mercados de dichos produc­tos. La gran inestabilidad en el comercio internacional durante estas últimas décadas es el reflejo directo de las circunstancias tan especiales porque atraviesan las economías céntricas duran­te estas décadas, es decir, los períodos bélicos y las fuertes crisis, particularmente la de 1930.

El crecimiento relativamente escaso de la demanda externa de productos básicos de la periferia se debe a causas variadas y complejas. En el caso de la demanda de productos alimenticios, tiene gran influencia no sólo el hecho de que América Latina enfrenta la competencia de nuevas áreas coloniales, sino la de las propias economías europeas asl como las exportaciones de productos alimenticios norteamericanos. Por otra parte, en la medida en que el ingreso per cápita de los países consumidores de productos llega a niveles bastante elevados, la elasticidad­ingreso de la demanda de esos bienes se reduce considerable­mente y el crecimiento de la demanda obedece casi exclusiva­mente al crecimiento de la población, el que como es bien sabido es también muy lento en los paises industrializados.

En lo que se refiere a los productos minerales, el desarrollo de las economías industriales modernas parece haberse concen­trado crecientemente en los Últimos decenios en la aplicación masiva de la moderna tecnología, tanto para aprovechar al má xi­mo y hacer lo más eficiente posible el uso de las materias pri­mas, como para desplazar las materias primas de origen natural por productos sintéticos. En efecto, el carácter competitivo de la economía capitalista moderna parece haber cambiado, despla­zándose el énfasis de la competencia en términos de precios y de elementos financieros hacia la competencia en términos de la conquista del mercado a través de la innovación tecnológica. De este desarrollo han surgido cambios fundamentales en la dinám,i ­ca de la demanda de materias primas, ya que cada vez es mas eficiente el uso de las mismas, de tal modo que por unidad de

3 Woytinsky y Woytinsky, op.cit., pp. 119-121 .

381 producto fin al se requiere una cantidad propor~ionalmente c_ada vez menor de insumas, a la vez que el propi O producto ftnal puede en ocasiones produc irse con materiales que no se originan en productos minerales u ot ros p roductos de origen natural.4 Por otra parte, t ienen tambié n c reciente importancia como fuente de abastecimiento los propios depósitos de material usado, o de chatarra, que se van acumulando en los países industriales como consecuencia del uso y obsolescencia de los bienes durables que van quedando marginados del proceso económico y que consti­tuyen una fuente de acumulación de materia prima secun~aria.

El escaso dinamismo que caracteriza, como consecuencia de los fenómenos antes reseñados, a las exportaciones de las econo­mías subdesarrolladas salvo la excepción del petróleo, y la fuer­te inestabilidad que se presenta en ese comercio exterior, se refleja en el lento desarrollo de nuevos sectores productivos de exportación o en la ampliación de los ya existentes. El flujo de capital privado extranjero se ha reducido considerable~ente, excepto en los casos en que el proceso de innovaciones tecnicas en los países desarrollados genera algú!l tipo específico d_e demanda de materia prima en nuestros patses o cuando determi­nados paises periféricos crean condiciones económicas institu­cionales especiales·.

7. TRANSFORMACIONES ESTRUCTURALES EN LA PERIFERIA : 1913-1950

El nuevo tipo de relaciones cenúo-periferia que se establece en las últimas décadas tiene efectos considerables sobre la estruc­tura productiva en América Latina. Desde luego, en los secto­res exportadores se produce un relativo estancamiento y desem­pleo en los períodos de crisis. Cuando se trata de sectores exportadores agrícolas, el desempleo no represent~ un factor _d~ presión social considerable como cuando se par~~tzan las actiVI­dades mineras, a menos que exista una gran prestan de la pobla­ción rural sobre la tierra. Pero en todo caso afecta en forma muy fundamental los niveles de ingreso de los_ grupos so.ciales vinculados al sector exportador. Estos grupos t1enen considera­ble influencia y poder de presión sobre el aparato estatal . La calda del ingreso que ocasiona la crisis externa en e.stos grup.~s, y/o el desempleo, en el caso minero, da lugar a la mtervenc10n del Estado con el propósito de sostener el nivel de ingresos Y de actividad de los sectores exportadores, generalmente mediante _la adquisición por parte del gobi_erno de product<?~ de exp.ortacion no colocados. Como esta polttica de mantenc1on de n1veles de ingreso y de empleo coincide con u na reducción en la disponibi­lidad de divisas para importar productos manufacturados, se produce en la economla un cambio importante en la relación de precios entre el producto de exportación y l~s. pr.oducto~ manu­facturados importados, que rompen el equtltbrto ~rev1a~ente existente que hacia imposible pensar en la produccton nactonal de manufacturas que compitiera ventajosamente con el produc­to importado.

Una situación similar se presentó también durante las dos guerras mundiales. En ambas ocasiones, las importaciones. se limitaron severamente por dedicarse la industria de los patses desarrollados a la producción bélica y por falta de capacidad de transporte que permitiera el abastecimiento d~ productos manu­facturados a los países de la periferia . Simultaneamente aumen­taron considerablemente las actividades de exportación de estos países, lo que, aun cuando los precios de exportación se some­tieron a control externo dio lugar a un fuerte incremento en el ingreso interno. Tal co~o. en el caso anterior, est~ _combinaci~n de circunstancias favorecio igualmente una elevacton del prec1o relativo de las manufacturas importadas y un considerable estímulo para la producción manufacturera nacional.

4 GATT, Trends in lnternational Trade, Ginebra, 1958.

382 Este desarroll o manufacturero nacional sólo es posible en la

medida en que durante el proceso de desarrollo anterior se hayan creado en la economía algunos sectores de producción industrial sobre los cuales se puede basar una amp liación de esos mismos sectores y su ulterior y sostenido crecimiento. Esta circunstancia existió en los países de mayor tamaño y en aque­llos en que la actividad exportadora generó una masa considera­ble de ingresos y tuvo una influencia directa sobre la creación de algunas actividades manufactureras subsidiarias derivadas de la expansión del mercado interno o de la actividad exportadora.

El fenómeno de la industriali zac ión comienza a acelerarse en América Latina desde la primera guerra mundial y recibe un nuevo impulso a partir de la crisis de 1930, que se renueva a raíz, del segundo conflicto bélico. Con posterioridad a la segun­da guerra mundial ya se transforma en una política deliberada en prácticamente todos los países de América Latina. Este proceso tiene también efectos importantes sobre la estructura productiva de los países de la región.

Por lo que se refiere al impacto regional o espacial del desa­rrollo industrial, éste tiende a seguir las pautas de distribución que se derivan de la estn.:ctura preexistente . Es decir, desde el momento que esta industri a lización es básicamente un esfuerzo de sustitución de importaciones, o sea de industria ligera y orientada fundamentalmente hacia el mercado, la industria tien­de a concentrarse en torno a las ciudades principales creadas en el anterior período de desarrollo . En ella influye no sólo la ex is­tencia de mercados importantes en esas c iudades, sino también el hecho ya mencionado de una infraestructura orientada no tanto a integrar el espacio económico nacional sino a conectar los sectores productores de exportación con el resto del mundo.

Desde el punto de vista de la estructura sectorial de la acti­vidad productiva, el desarrollo industrial significa una transfor­mación importante. Tiende a diversificar el sistema económico por el desarrollo del propio sector manufacturero, por la exigen­cia de insumas agrícolas, y por la necesidad de ampliar y reo­rientar la infraestructura. El sector estatal debe crecer en forma muy sustancial y desarrollar nuevas funciones y nuevas maneras de acción, y por consiguiente registra una expansión considera­ble dentro de la estructura productiva sectorial.

Desde el punto de vista de la ocupación, el desarrollo de la actividad industrial da lugar a ciertos fenómenos inesperados, ya que no es, no obstante su dinamismo, un gran generador de ocupaciones tal como a veces se esperaba. Por el contrario, una tecnología que tiende cada vez más a la utilización de formas de mecanización y de innovación altamente intensiva de capita l, hace que las sucesivas ampliaciones, e incluso el remplazo de la capacidad productiva instalada, se dé con una utilización pro­porcionalmente decreciente de mano de obra.5

En lo que se refiere a la estructura de la propiedad, el hecho de que los establecimientos industriales, para aprovechar la moderna tecnología de producción deban instalar unidades productivas relativamente grandes para la dimensión del merca­do nacional, tiende a estimular la concentración monopólica en el sector industrial y a concentrar la propiedad y posiblemente también los ingresos. Por otra parte, mientras el proceso de industrialización se realizó hasta la Última década sobre la base de la empresa nacional, en los Últimos años se observa en muchos países de América Latina una tendencia a una creciente participación de la empresa extranjera en el sector manufactu­rero.6 En consecuencia, y en espera de realizar un examen más detallado del impacto de la industrialización, puede aventurarse

5 F. H. Cardoso y J. L. Reyna: Industrialización, estructura ocupa­cional y estratificación social en Amt1rica Latina, 1 LPES, 1966.

6 Osvaldo Sunkel, "Politica nacional de desarrollo y dependencia externa" Comercio Exterior, Méx ico, vol. XV III , núms. 3 y 4, marzo y abri l de 1968, pp, 231 -235 y 333-341.

proceso de desarrollo y subdesarrollo

la conclusión preliminar de que este proceso, si b ien ha signifi­cado, en algunos casos, una diversificación de la actividad pro­ductiva qu e ya es notoria, no es menos cierto qu e d icho proce­so no ha tenido como efecto una atenuac ión sign ificat iva en la desigualdad económica y socia l, una elevación sustancia l de los niveles de vida de la mayoría, una reducción considerab le de la dependencia externa, ni la superación de algunas otras de las características clásicas del subdesarroll o. En verdad, examinado someramente el carácter qu e ha adoptado el proceso de indus­trialización en nuestros países, parece pertinente la pregunta de si este desarrollo está verdaderamente transformando las econo­mías de estos países de tal modo que puedan desarroll arse en forma dinámica y eficiente, o si se trata, en algún se ntido, de la creación de un nuevo sector que no contr ibuye en forma funda ­mental a la integrac ión del sistema, sino que tiene ciertas carac­terísticas excluyentes simil ares a las que se observaron durante el período de crecimiento hacia afuera en algunos sectores exportadores primarios.

Los acontecimientos que ocurren en las economías indus­triales durante las Últimas décadas, y que a-fectan en la forma que se ha reseñado las relaciones entre los países centrales y los países de América Latina, significaron algunas transformaciones de importancia en la estructura productiva de los países de la región, destacándose entre ellos sobre todo el estímulo que ofrecieron a la diversificación económ ica a través de la expan­sión de la producción manufacturera . Todas estas modificacio­nes tuvieron una influencia que conviene reseñar brevemente sobre la estructura social característ ica de estos países, y que tiene su origen fundamentalmente en la etapa de crec imiento hacia afuera que precedió.

Desde luego, en la medida en que los sectores exportadores pasaron por períodos de fuerte contracción de la demanda externa, ello originó un fuerte desempleo en el caso de sectores exportadores mineros, y una retracción del campes inado hacia actividades de subsistencia cuando se trataba de sectores agr íco­las de exportación. En este último caso, el debilitamiento de los mercados internacionales comprometió también la posición de poder prácticamente absoluto que dentro del modelo de creci ­miento hacia afuera mantenían los grupos terratenientes 1 igados a la economía de exportación. En los casos en que la actividad exportadora era más bien de origen minero, la crisis del sector exportador, y el desempleo generalizado, parecen haber influido en acentuar y estimu lar un proceso de organización obrera que se manifestó en algunos casos, como por ejemplo en Chile, en la formación y creciente importancia de algunos partidos popula­res y ciertas organizaciones sindicales. La crisis del sector exter­no parece haber provocado también un debilitamiento en los sectores de serv icios relacionados con la act ividad del comercio exterior.

Por otro lado, las posibilidades de expansión ind ustrial que tuvieron oportun idad de concretarse a consecuencia de los períodos bélicos y de la crisis de comienzos de la década de 1930, fortaleció a l pequeño grupo de empresari os indust rial es en cuyas manos se desarrol laba esta ac tividad , así como a los sectores obreros que participaban en la expansión industrial . El desa rrollo de la industria nacional pasa a ser así un objetivo de interés inmediat o , tanto para el nuevo grupo de empresarios como para el sector asal ar iado nacional. La al ianza de estos gru­pos constituye la base poi Ítica en que se apoyan las poi íticas deliberadas de industrialización qu e se hacen notar en algun os países de América Lat ina desde med iados de la década de 1930.

Estas transformaciones en la estructu ra económ ica y en la estructura social de los países latinoamericanos t iene efec tos inmediatos sobre la poi Ítica económica. En efecto, la falta de vigor de los sectores exportadores y las sucesivas crisis a través de las cuales se revela la vulnerabilidad de las econom ías lati ­noamericanas, así como el fortalecimiento de los sectores

comercio exterior

empresaria les y asa lar iados rel acionados con la actividad manu­facturera, transforman la poi Ítica libera l característica del proce­so de crecimiento hacia afuera en una poi Ítica nacionalista de industrializac ión y desarro llo_ Esta poi Ítica se expresa funda­mentalmente en una fuerte acción proteccionista a través de restricciones a la importación de manufacturas de consumo ya sea por devaluación y por control del sistema cambiario, ya sea por elevació n de tarifas e imposición de cuotas, y finalmente por asignación de prioridades en la distribución de los recursos de divisas. Por otra parte, esta poi ítica significa un. esfuerzo deliberado para estimu lar la industrialización, lo que se mani­fiesta directamente en el apoyo a las actividades industriales mediante la poi Ítica tributaria y la poi Ítica crediticia especial ­mente, as í como por la acción directa del Estado en la creación o ampliación de la infraestructura productiva_

En la medida en que la base poi ítica de sustentación de estas nuevas orientaciones de la poi Ítica económica se encontra­ba en parte en la clase media dependiente y en la clase obrera organizada, la poi Ítica económica se orienta también hacia esfuerzos de redistribución del ingreso que se realizan funda­mentalmente a través de la poi Ítica de salarios y de la poi ítica social, entendiendo por esta Última la creación de sistemas de previsión social, la legislación laboral, y la amp liac ión de los ser­vicios de salud y ed ucac ión , as í como la provisión de vivienda barata o popular_

El proceso de sustitución de importaci ones y de industri a li ­zación basado en las circunstancias antes descritas y en las fuerzas poi Íticas y movimientos de opinión a que se acaba de hacer referencia, ha venido siendo la forma característica de desarrollo de algunas economías lati noamericanas durante las Últimas décadas_ Este modelo tuvo viabilidad y efic acia mientras las características del comercio exterior exigieron un fuerte pro­ceso de sustitución de importaciones. Posteriormente, cuando la economía internacional se recupera de la segunda guerra mun­dial, su continua expansión fue posible en virtud de la corres­pondiente ampliación de su capacidad de importación. No obstante, en la Última década aparecen diversas tendencias y fenómenos que hacen dudar de la posibilidad de continuar con el modelo de sustitución de importaciones. No se trata só lo de factores económicos, sino también de situaciones que comien­za n a minar las bases y alianzas poi Íticas en que ese modelo se sustentaba.

Si bien es cierto que la expansión industrial , sobre todo en los países mayores del área, ha alcanzado ritmos y dimensiones considerables, no es menos cierto que dichas tendencias han tendido a agotarse en años recientes, de modo que el ritmo de desarrollo ha venido decayendo. La poi ítica redistributiva ha venido haciendo crisis en la medida en que, por una parte, la economía no se dilata con la rapidez suficiente para atender las crecientes necesidades de los sectores medios y de bajos ingre­sos, y también porque estos últimos sectores crecen en forma sustancial, al menos en términos absolutos.

El proceso de industrialización no parece haber conseguido la incorporación creciente de las masas rurales desplazadas y de los sectores urbanos de bajos ingresos en la esfera de la activi­dad económica moderna. Se ha creado así, por un lado, una masa popular creciente, y que alcanza en algunos casos d irnen­siones considerables, que no pareciera tener posibilidades de acceso y de participación ni en el proceso poi ítico ni en el pro­ceso económ ico y soc ial de nuestros países. Constituye este e lemento un fuerte foco de presión poi ítica dentro del sistema que exige participación en la conducción de la poi ítica econó­mica y social.

Por otra parte, la incapacidad que han mostrado nuestras economías para transformar y modernizar su sector rural, com­binada con el hecho de una poi ítica redistributiva de proporcio­nes sign ificativas que aumenta considerablemente los ingresos de los grupos medios incluyendo el de los obreros organizados, ha

383 provocado una tensión creciente entre las disponibilidades de productos a limenticios y la demanda de tales productos por parte de la población urbana. Este ha sido uno de los elementos centrales que ha provocado en nu estros países, o por lo menos en a lgunos de e llos, fuertes presiones inflacionarias . En la medida en que los diferentes grupos que participan del proceso de negociación económica logra n ev itar una disminución de su participación en el ingreso, aquellas presiones alcistas llevan a situaciones inflacionarias de gravedad.

Por otro lado, la propia estagnac1Ón del sector rural , así corno el decaimiento de las exportac iones y del propio proceso de industrialización en la Última década han provocado un debi­litamiento en el ritmo de crecimiento del ingreso. En estas con­diciones, en que se agudiza la lucha por la distribución del ingreso, la alianza que durante la expansión industrial fue posi­ble entre los sectores empresarios, los sectores medios urbanos y los sectores obreros organizados, ha venido haciendo crisis.

Estos hechos tendrán seguramente que ser tornados en cuen­ta en una exp licac ión de los im portantes cambios poi íticos que han incurrido en los últimos años en América Lati na . En algu­nos casos se ha tratado de reorganizar las poi Íticas de desarrollo sobre la base de -descansar por una parte en el sector empresa­rial y por la otra en los sectores populares marginados. A estos últimos se ofrecen principalmente las reformas estructurales, y sobre todo la reforma agraria, que interesa en principio también a los sectores industrial es. En otros casos se han ensayado alian­zas más tradicionales, en que se trata de restablecer el dinamis­mo del sistema sobre la base de las exportaciones tradicionales y la incorporac ión al sector exportador de los sectores industria­les modernos. Trataríase en este caso de una alianza de los sec­tores empresar iales manufactureros con los sectores terratenien­tes exportadores tradicionales.

Estas nuevas situaciones en proceso de definición en los distintos países de América Latina se dan dentro de un contex­to mundial de extraordinario auge de la economía capitalista, y tam bién del nuevo sector de la economía socialista, que si bien tiene un comercio exterior extraordinariamente dinámico, no representa sin embargo un aporte de sign ificac ión a la dinamiza­ción del comercio mundial. Sin embargo, si bien las economías capitalistas avanzadas también se encu entran en fase acelerada de expans ión, por las razones seña ladas anteriormente tampoco presentan una oportunidad de expans ión verdaderamente signifi ­cativa para los países de la periferia , ni desde el punto de vista de los productos tradicionales, ni de su apertura para ofrecer mercados para los productos manufacturados de la periferia.

Dentro del cuadro económ ico-soc ial latinoamericano, esta situac ión se da en e l contexto de una notable aceleración en el ritmo de crecimiento demográfico y de una creciente concienti­zac ión en términos de aspirac iones de niveles de vida de los grupos que han quedado parcialmente incorporados o entera­mente marginados del proceso de desarrollo. La complementa­ción de ambas circunstancias va creando en la región una situa­ción de exigencia creciente de dar al sistema económico una ef icacia y un di.namisrno que hasta ahora no ha tenido . Como consecuencia de estas diversas características, se han intentado en años recientes cambios importantes en la poi ítica económica y social que se han traducido en la decisión de realizar cambios estructurales en profundidad, y en ll egar a la planificación del desarrollo económico y social. Es notorio, sin embargo, y será necesario anali za rlo en más detalle , que esos buenos propósitos no han sido siempre concretados en la práctica. No es de extra­ñar que ésa sea la situación en vista del cuadro estructural tanto económico como social y poi ítico que actualmente caracteriza la realidad latinoame ricana . Esta no facilita la formación de un concenso nac ional sobre las tareas del desarrollo, ni siquiera la formación de alianzas que sustenten en forma sólida el tipo de medidas de política económica y social que el desarrollo de la región parecería exigir.

Sección Internacional

ASUNTOS GENERALES

Nuevos acontecimientos en torno a la liquidez y a los

movimientos internacionales de fondos

Durante el mes de abril continuó el debate sobre la forma de mejorar el actual sistema monetario internacional. Algunos banqueros centrales de países europeos manifestaron su interés por

Las informaciones que se recogen en esta sección son resúmenes de noticias apareci­das en diversas publicaciones nacionales y extranjeras y no proceden originalmente del Banco Nacional de Comercio Exterior, S. A., sino en los casos en que expresamen­te asi se manifieste. Las informaciones que aparecen en cada número corresponden a acontecimientos· producidos hasta el dia último del mes anterior.

mantener un sistema de tipos de cambio fijos que, a la vez, favorezca una gran movilidad a nivel internacional de recur­sos a corto plazo, y mejore los instru­mentos nacionales de política monetaria.

Italia adoptó diversas medidas en este campo: suspendió temporalmente la autorización otorgada a los banc0s para participar en consorcios para la coloca­ción y absorción de valores extranjeros, con objeto de dar preferencia a sus pro­pios valores; posteriormente, estableció un control, a través de la exigencia de una autorización en cada caso por el Ministerio de Comercio, de los fideico­misos de mversión extranjeros para la obtención de inversiones de residentes italianos, sin exceptuar los fondos que procuran colocar el 50% dt sus recursos en valores italianos; más recientemente, un decreto italiano autorizó modificar mensualmente el interés que devengan los bonos de Tesorería a un año, ante cambios en las condiciones del mercado,

por lo que hace a los bonos adquiridos en forma voluntaria.

Bélgica tomó medidas directas para que los bancos comerciales redujeran sus posiciones en moneda extranjera, a fin de no permitir endeudamiento interno de dólares para su inversión en el mercado de eurodólares.

Francia adoptó medidas de control cambiaría tendientes a controlar los gas­tos de turistas, de suerte que las divisas en exceso del equivalente de 1 00 francos franceses deben ser cambiadas por fran­cos.

Por otra parte, más recientemente, el Ministro alemán de Finanzas expresó que no se contemplaba una posible revalua­ción del marco alemán, pero el día Últi­mo de abril señaló que el Gobierno esta­ba preparado para cooperar en una modificación multinacional de paridades, combinada con una promesa de los paí-

comercio exterior

ses participantes de mantener una ade­cuada disciplina monetaria; al propio tiern['lo, expresó que era previsible una revaluación del marco de entre 8 y 1 O por ciento y que se había descartado una posible revaluación de 4 a 5 por ciento, pero que no se contempla un cambio exclusivamente por parte de Alemania occidental.

Además, se ha expresado que una de las consecuencias económicas del fracaso político del general De Gaulle, es la mayor probabilidad de que el Gobierno francés acepte una devaluación del fran­co, considerando que Francia ha perdido la mitad de sus reservas en los últimos once meses. Esto ha originado en Milán una predicción de una devaluación del 1 O al 15 por ciento del franco, que lue­go se ha vuelto a mencionar en Hanover.

La situación que anora se debate es si finalmente se aceptará el planteamiento original francés en virtud del cual se sugiere una revisión de la estructura de paridades con vistas a un cambio ge­neral.

Por su parte, el presidente Nixon ha vuelto a expresar su interés porque los países miembros del FMI ratifiquen los cambios aprobados en el Convenio Cons­titutivo para poner en marcha los dere­chos especiales de giro .

Generalizado incremento de las tasas de interés

En las últimas semanas, los principales países industriales atravesaron por una restricción monetar!a cíclica que se manifestó en un nuevo y prácticamente generalizado incremento en las tasas de interés en los mercados internacionales.

Como consecuencia de una pronun­ciada elevación en las tasas de interés sobre créditos a corto plazo en los mer­cados monetarios internacionales, como resultado de las severas restricciones cre­diticias adoptadas durante los últimos meses, que habían presionado sobre las reservas internacionales, ya que la dispo­nibilidad y el incentivo para obtener cré­ditos externos se había reducido, varios países cuya posición de balanza comer­cial no es muy fuerte, se vieron obliga­dos a elevar sus tasas de redescuento del banco central para aumentar las tasas de

interés de corto plazo a niveles más de acuerdo con los vigentes en otros merca­dos.

De esta suerte, el día último de mar­zo, Dinamarca aumentó en un punto (al nivel de 7%) la tasa de redescuento del Banco Central; el 4 de abril, 11 de los 12 bancos del Sistema de la Reserva Federal de EUA aumentaron en 0.5% su tasa de redescuento (al nivel del 6%) y el 8 del mismo mes el Banco de la Re­serva de Boston aceptó el cambio; el 9 de abril, Holanda y Bélgica elevaron, en la misma proporción de 0.5% su tasa, estableciendo un nivel de 5.5%. Final­mente, el 17 de abril Fi lipinas elevó en 0.5% su tasa al nivel de 8% y Alemania Federal aumentó su tipo de redescuento del nivel de 3% al de 4 por ciento.

Todos los aumentos fueron acompa­ñados de alzas en los tipos de interés del Banco Central al sistema bancario y las tasas de corto plazo, excepción hecha de Estados Unidos, en donde dicho cambio se había anticipado a la modificación en el tipo de redescuento.

Adicionalmente, algunos bancos adop­taron medidas complementarias para fre­nar la expansión del crédito bancario. El Sistema de la Reserva Federal aumentó la reserva obligatoria de los bancos miembros en 0.5%, congelando 650 mi­llones de dólares; el Gobierno alemán exigió a los bancos que colocan valores extranjeros en el mercado alemán, hacer­lo de acuerdo con un calendario que permita colocarlos en un plazo más amplio. El Banco de Canadá pidió a los bancos miembros elevar sus reservas secundarias en 1%, al nivel de 8%, para esterilizar recursos adicionales y frenar la expansión interna. Por otra parte, el Gobierno suizo expresó que la elevación en las tasas de interés en los mercados internacionales podría eventualmente ejercer su influencia en el mercado su izo, aun cuando anunció que no se justificaba aún la adopción de medidas -:oncretas.

A vanees recientes en materia de preferencias comerciales a

los países en desarrollo

De acuerdo con información procedente de París, el Consejo de Ministros de la

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Comunidad Económica Europea (CEE) acaba de tomar una serie de resoluciones respecto a la posibilidad de otorgar pre­ferencias arancelarias generalizadas a los productos manufacturados y semimanu­facturados procedentes de los países en desarrollo, en base a los acuerdos toma­dos durante el primer período de sesio­nes de la Comisión Especial de Preferen­cias de la Junta de Comercio y Desarro­llo de la UNCTAD, celebrado en Gine­bra, Suiza, entre fina les de noviembre y principios de diciembre del año proximo pasado (véase "Calendario para las pre­ferencias a los países en desarrollo", Comercio Exterior, vol. XIX, núm. 1, enero de 1969, pp. 52-53).

Estas preferencias consistirían en la liberalización de los derechos arancela­rios sobre los productos manufacturados y semimanufacturados, con excepción de los productos agrícolas elaborados, sobre e iertos " topes" específicos, calculados en términos de valor para cada produc­to, sobre la base de elementos unifor­mes. Estos topes serían calculados por un mecanismo automático que consiste en el establecimiento de un "monto de base" que correspondería al valor de la producción proveniente de los países beneficiarios durante un año dado, que se tomaría como referencia; a este "monto base" se agregaría un "monto suplementario" correspondiente al 5% de las importaciones anuales de los países integrantes de la CE E de ese mismo pro­ducto, provenientes de países desarrolla­dos. De esta suerte, el monto base sería fijo en tanto que el suplementario esta­ría sujeto a variaciones anuales.

En el caso de los bienes que se pro­ducen dentro de la Comunidad en condi­ciones poco favorables competitiva­mente, el tope sería respetado de mane­ra rigurosa. Para los otros productos, el sistema propuesto por el Consejo de Ministros sería más flexible y estaría basado en constataciones a posteriori, en tanto que se aconseja la adopción de medidas especiales sobre ciertos produc­tos, tales como tejidos de algodón, coco, yute, plomo y cinc.

Además, con el fin de que los benefi­cios derivados de este nuevo sistema de concesiones arancelarias se repartan de manera equitativa entre los países del llamado "tercer mundo", se ha previsto

386

que las importaciones que se realicen con carácter preferencial procedentes de un solo país t;Jn desarrollo, por regla ge­neral no deben ser superiores al 50% del tope fijado para cada producto.

Liberalización de los términos de asistencia

al desarrollo

El Comité de Asistencia al Desarrollo (CAD) de la Organización de Coopera­ción Económica y Desarrollo (OCED), acaba de adoptar una recomendación, complem.entaria a la acordada en 1965, sobre los términos financieros y las con­diciones de la asistencia oficial al desa­rrollo, otorgada por los países miembros de dicho Comité.

La implicación práctica de la reco­mendación es en el sentido de que los miembros del CAD logren liberalizar, a la brevedad posible, los términos de la ayuda oficial, en tres formas alternativas, a saber:

1) A través de un muy extenso pro­grama de donaciones;

2) A través de proveer una alta pro­porción de donaciones y/o préstamos que contengan elementos concesionales mayores a los acordados en la recomen­dación de 1965;

3) A través de proveer una mezcla de donaciones y préstamos a términos va­rios, Jos que, tomados en conjunto, deberán contener un gran elemento con­cesional.

En un boletín de prensa de la OCED se señala que estas alternativas toman en cuenta las diferencias en las actuales estructuras de los programas de ayuda de los diferentes miembros del CAD. Asimismo, se pone de manifiesto que la recomendación última reconoce también que es necesario que cada país donador proporcione un volumen adecuado de ayuda en términos concesionales. Este volumen, con pocas excepciones, no ha alcanzado la meta de 1% del producto nacional bruto, señalada en la Conferen­cia de las Naciones Unidas sobre Comer­cio y Desarrollo (UNCTAD).

De otra parte, el CAD reconoce que los países que lo integran están conscien-

tes de que las dificultades que plantea la carga por servicio de la deuda a que se enfrentan los países en desarrollo, no se deben única ni principalmente a que Jos términos de la ayuda oficial sean insufi­cientemente liberales, sino que a menu­do reflejan dificultades más generales provenientes de una serie de presiones sobre el conjunto de recursos en divisas de los países en desqrrollo, que requ ie­ren de medidas correctivas adecuadas en un gran número de campos, además del de los términos de la ayuda.

PRODUCTOS BASICOS

Situación del mercado mundial del plátano

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) informó que el Grupo de Estu­dios del Plátano celebró su tercera reu ­nión del 16 al 22 de abril último, en la ciudad de Panamá. La mencionada reu ­nión estuvo precedida por otra del Co­mité Estadístico del mismo grupo.

El Grupo de Estudios analizó la situa­ción del comercio mundial del plátano, que se estima registró un incremento del 3% en el transcurso de 1968. Por su par­te, el Comité calculó el monto del pro­ducto de referencia susceptible de expor­tarse en el presente año, así como su demanda mundial en el mismo lapso.

No obstante que las cifras prelimina­res anotadas por la FAO indican que el comercio mundial del plátano en 1968 fue de 5.6 millones de ton, los benefi ­cios no aumentaron en el mismo sentido en virtud de que se registró un descenso en el nivel de precios.

De esta suerte, las importaciones esta­dounidenses fueron de 1.6 millones de ton, lo que significó un incremento del 3% en relación al año anterior, pero los precios bajaron en un 4%. Las importa­ciones de Europa occidental fueron de 2.5 millones de ton, lo que representó una disminución de 60 000 ton respecto a 1 967 . A su vez, las importaciones japonesas indicaron un incremento del 33% para 1968, siendo de 640 000 ton, situación que coloca a Japón como el segundo importador mundial de plátano.

sección internacional

Por Jo que hace a las exportac iones, 1 as procedentes de Centroamérica au­mentaron en un 15%, respecto a 1967, elevándose a 2 m illones de ton. En con ­traposición, las exportaciones de Colom­bia, Brasil y Ecuador disminuyeron y las de los países del Caribe y de Africa per­manecieron constantes. Asimismo, se redujeron las exportaciones de Formosa en un 8%, siendo de 390 000 toneladas.

NORTEAMERICA

Política económica y situación de la economía

norteamericana

Las medidas adoptadas

Durante el mes de abril Último fueron adoptadas Jiversas medidas por el Go­bierno de Estados Unidos en los campos monetario, fiscal, de invPrsión norteame­ricana en el exterior, así como en materia presupuesta! y J~ legislación interna.

a] Con fecha 4 de abril, la Junta del Sistema de la Reserva Federal incremen­tó su tasa de redescuento del 5.5 al 6%; al mismo tiempo, esterilizó 650 millones de dólares al incrementar en 0.5% las reservas obligatorias que deben matener los bancos miembros del sistema. Desde hace 40 años no se había presentado un nivel tan elevado en la tasa de redes­cuento del Sistema. La medida estuvo determinada por la necesidad de reducir el ritmo inflacionario de la economía norteamericana con medidas restrictivas m u y severas en el campo monetario. (Véase en esta misma Sección, la nota "General izado incremento de las tasas de interés" .)

b] Al propio t iempo, el presidente Ni xon ordenó una reducción en la carga impositiva de empresas norteamericanas que operan en el exterior. De esta mane­ra, se redujo en 0.5% la tasa de interés anual (de 1.25 a O. 75%) que deben pa­gar las empresas norteamericanas que adquieren acciones y valores en el exte­rior . Se expresó, con ese motivo, que la necesidad de lograr un equilibrio en la balanza de pagos norteamericana debía alcanzarse en el marco de una mayor liberalización en el comercio y en los pagos, optando asi por un fortalecimien­to en el largo plazo de la posición co-

comercio exterior

mercial norteamericana, en lugar de las medidas que se han adoptado que permi ­ten un equ ilibr io a corto plazo en detri­mento de la posición comercial nortea­mericana en el futuro mediato.

e) Con posterioridad, el 7 de abril se anunció una modificación en el progra­ma de balanza de pagos para el año de 1969 tendiente a establecer una poi ítica menos restrictiva. Las empresas nortea­mericanas podrán ahora efectuar inver­siones en el exterior de hasta un millón de dólares libremente sin autorización, en lugar de los 300 000 dólares que anteriormente prevaleclan; además, las com·pañ ías podrán reinvertir un 30% de las utilidades que reporten para el año de 1968, en lugar del 20% que se había fijado con anterioridad.

d) Por otra parte, en las restricciones voluntarias al sistema bancario y a las instituciones financieras no bancarias, el Sistema de la Reserva Federal liberalizó sus restricciones para permitir que los bancos comerciales puedan prestar 1.5% del total de sus activos al día último de 1968.

e) Más recientemente, el 12 de abril, el presidente Nixon anunció una reduc­ción de 4 000 millones de dólares en el nivel del gasto público estimado que había presentado la administración ante­rior para el ejercicio 1969-70. De mane­ra que se prevé un superávit fiscal de 5 800 millones de dólares, el más alto desde 1951. La reducción afectó en 1 1 00 m iliones a los programas de defen­sa y en 2 200 a los programas internos y forma parte de las medidas tendientes a reducir el ritmo inflacionario de la eco­nomÍa norteamericana.

f) Además, el 14 de abril, el presi­dente Nixon dirigió un mensaje al Con­greso en el que presentó diversas pro­puestas de medidas legislativas para per­mitir un aumento en los beneficios de seguridad social en virtud del más eleva­do costo de la vida. Anunció también un programa de créditos impositivos ten­di en tes a crear nuevos incentivos en algunas ramas de urgente necesidad so­cial, y un programa para incrementar la efectividad del actual sistema tendiente a mejorar las condiciones y oportunidades de ocupación. Anunció igualmente una reorganización total del Departamento de Correos, el inicio de un nuevo siste­ma para compartir los ingresos fiscales con los gobiernos estatales, para evitar crisis fiscales en los estados de la Unión Americana; así como un nuevo programa para desarrollar lcis aeropuertos y las rutas aéreas, otro más para el mejora­miento de la mano de obra, con el pro-

pósito de establecer sistemas para procu­rar entrenam iento y ocupación, a la vez que beneficios en el seguro de ocupación y en los seguros de trabajo .

g] Finalmente, el presidente Nixon también anunció una reforma de la es­tructura impositiva que se iniciará a par­tir de 1970. Dicha reforma intenta redu­cir la sobretasa impositiva del 1 O al 5 por ciento, haciendo a un lado el crédito fiscal a la inversión del 7%. Dentro de los principios que orientan la reforma en la estructura impositiva, se señala la posibilidad de establecer créditos fiscales para fomentar la inversión en áreas rela­tivamente menos desarrolladas, así como el establecimiento de un nivel mínimo de impuesto para las personas que obtie­nen ingresos sustanciales, con el propósi­to de limitar a un 50% el uso de ciertos tratamientos preferenciales que evitan pagar impuestos. Además, se propone el esta b 1 e e i miento de un beneficio por bajos ingresos que tenderá a eliminar la carga impositiva a 2 millones de familias cuyos ingresos son los más bajos.

Algunas de estas medidas, como el aumento en la tasa de redescuento, qUe ha venido acompañado de una restric­ción en la oferta monetaria y en el fi­nanciamiento bancario, así como la reducción presupuestaria, tienden a pro­curar influir sobre las condiciones actua­les de la economía norteamericana para abatir el ritmo de inflación que le afec­ta . Las demás medidas han sido anuncia­das como parte de las que desea estable­cer la nueva administración norteameri ­cana.

La situación económica general

La econom la norteamericana continuó manifestando signos de un ritmo crecien­te de actividad, de acuerdo con los últi ­mos indicadores disponibles. Durante el primer trimestre del año, la economía se había expandido a una tasa mayor que Ir del último trimestre de 1968. El pro­ducto nacional bruto se incremento en 1.75% en el primer trimestre, con un aumento real de 0.75% y de 1% en los precios. De continuar a ese ritmo, el producto rebasaría en el año los 900 000 millones de dólares. Por su par­te, el ingreso personal había aumentado en un 8% con relación al nivel alcanzado en rTrórzo del año de 1968, principal­mente como resultado del aumento sus­tancial ocurrido en los sueldos y salarios. Sin embargo, la tasa de desocupación en marzo había registrado un incremento, del nivel de 3.3% del total de la fuerza de trabajo a 3.4%, y el incremento en la

387 ocupac1on hab ía sido menor en ese mes (menos del 50% del aumento promedio de los 5 Últimos meses).

A fines del mes de abril, el Departa­mento de Comercio del Gobierno esta­dounidense señalaba que el índice de los 17 principales indicadores económicos había mostrado un descenso de 1% en el mes de marzo, lo cual dejaba entrever la posibilidad del inicio de un período de menor ritmo de actividad, como resulta­do de las medidas fiscales y monetarias adoptadas por el Gobierno. Sin embargo, esta situación aún no se manifiesta clara­mente, ya que el ingreso personal, el gas­to en consumo, en construcción, la pro­ducción industrial y, principalmente, los precios al consumidor han continuado presentando aumentos importantes. El índice del costo de la vida se había in­crementado en 9.6% de marzo de 1968 a marzo de 1969.

Por otro lado, la encuesta de la em­presa McGraw-Hill, relacionada con las inversiones proyectadas por el sector pri ­vado, señala que las empresas norteame­ricanas se proponen invertir 72 400 mi­llones de dólares én 1969, lo que impli­ca un aumento de 13% sobre el nivel de 1968_ Todo ello indica que la economía norteamericana aún no ofrece perspecti ­vas de aminorar su ritmo inflacionario.

El comercio exterior y la balanza de pagos

A principios del mes de abril, el Depar­tamento de Comercio de EUA había anunciado que el déficit de balanza de pagos para 1969 sería de "varios miles de millones de dólares", así como que, en virtud de la prolongada huelga de estibadores, se había presentado en fe­brero un déficit comercial sin preceden­tes_ Posteriormente se dieron a conocer las cifras de marzo que mostraron un superávit de 215.3 millones de dólares, de suerte que el déficit comercial para el primer trimestre del año se redujo a 68 .1 millones.

Posteriormente, el Departamento de Comercio publicó un informe en donde se analiza la posición comercial nortea­mericana con el exterior. El estudio con­sidera que dicha posición permanecerá en una situación crítica de debilid¡¡d en los años venideros, a menos que el Go­bierno establezca varios incentivos fisca­les y otras formas de ayuda a exportado­res. Se considera que aun cuando la situación inflacionaria puede controlarse, existen otros factores que muestran un

388 sección internacional

Relaciones económicas China -URSS:

Un divorcio tormentoso ROBERT GUILLAIN

Al princ1p1o, la cooperación económi· ca chino-soviética conoció diez años de progresos y éxitos, de 1950 a 1960. Esta década puede subdividirse en un período estaliniano y otro jruschoviano.

El gran pacto de amistad, alianza y asistencia mutua, firmado por Stalin y Mao en Moscú el 14 de febrero de 1950, comprende convenios económi­cos. La URSS otorgó a la República Popular China un empréstito equiva­lente a 300 millones de dólares. Prin· cipalmente en la regiÓn de Sinkiang se constituyen "sociedades chino-sovié­ticas" para el petróleo, los metales no ferrosos y la aviación civil. Stalin ayuda pero desconfía: quiere una pre­sencia rusa en un "50-50" en las empresas donde presta su ayuda a los chinos. La guerra de Corea devora , por otra parte, la cantidad más im­Portante de la asistencia soviética; mientras tanto, el empréstito de 1950 permite poner en pie un primer "tren" de cerca de 50 fábricas y empresas modernas, con la ayuda de expertos rusos.

En el período de Jruschev, la ayu­da de Rusia se hace más directa y

NOTA: Este artrculo apareció originalmen­te en el periódico parisino Le Monde, co­rrespondiente al 20 de marzo de 1969.

mucho más importante. El primer plan quinquenal chino se inicia, teóri­camente, el 1 de enero de 1953, y toma forma hasta el momento en que la U RSS empieza a auxiliarlo, a partir del segundo semestre de 1953, al otorgar a China 91 grandes fábricas y empresas modernas: proyectos, mate­riales, maquinaria, expertos, ingenie­ros, etc .,, todo en gran parte propor­cionado por ellos.

En octubre de 1954 Jruschev visita Pekín acompañado de Bulganin y Mikoyan. Nuevos tratados se firman el 12 de octubre de ese año, raciona­lizando esta ayuda, al mismo ti empo que la URSS restituye Puerto Arturo a China . Hay un nuevo préstamo por 130 millones de dólares. Un conven io de cooperación científica y técnica para el suministro de expertos, pla­nos, documentos, etc., durante cinco años. El proyecto del ferrocarril de Gobi a través de Asia central con una nueva ruta, la más corta entre China y URSS, mismo que jamás será con­cluido.

La gran colaboración de los años cincuenta

La ayuda rusa va a jugar un papel de suma importancia en el éxito del pri­mer plan qu i nquenal chino

( 1953-1957), en el que se prevé un considerable aumento de las exporta­ciones soviéticas a China. Poco antes del rompimiento, la Pekin Review escribió el 22 de septiembre de 1959 : "El comercio con la URSS ha sido de una gran importancia para la cons­trucción nacional de China". Es preci ­so añadir que, por el contrario, como la Unión Soviética se hace pagar es­trictamente toda su ayuda, y, dirán los chinos que a un precio muy eleva­do, las exportaciones chinas hacia la U R SS constituyen, por sí mismas, una utilidad apreciable y una gran ayuda, particularmente para el abaste­cimiento de alimentos.

Las 141 "unidades" creadas gracias a la ayuda rusa: empresas, fábricas, laboratorios, proyectos de desarrollo, presas, etc., se tornan poco a poco en modernos "trenes de ayuda" 156 en 1954, después 211 en 1956, y final­mente alrededor de 250 en 1959. En muchos de los casos, los chinos son sencillamente los constructores de los locales de acuerdo a los planes rusos, y los rusos aportan todas las herra­mientas, dirigiendo la instalación y la puesta en marcha, instruyen al perso­nal chino y no se van hasta que se inicia el proceso de fabricación .

Chou En-lai ha dicho que entre 1949 y 1959 la Unión Soviética sumi-

comercio exterior

nistró 1 O 800 técnicos, a los que se han agregado 1 500 técnicos proce­dentes de Europa centraL Entre 1951 y 1957 los rusos entrenaron, según dicen, 13 600 especialistas chinos, en la URSS.

Jamás ha sido anunciado el total de los empréstitos soviéticos a China, pero ha sido estimado por lo expertos norteamericanos en 2 200 millones de dólares, de los cuales un poco más de 400 millones han sido destinados a la ayuda militar y el resto a la industria­lización.

lCuáles son las exportacion!!S so­viéticas a China? Alrededor de la mitad, herramientas y maquinaria; el resto está formado por carburantes, lubricantes, metales ferrosos y no ferrosos, abonos, y productos quími­cos. La mayor ayuda por parte de los soviéticos consistió en el suministro de fábricas completas, "llaves en mano". En 1959, las exportaciones rusas alcanzaron su cifra más alta: cerca de mil millones de dólares. lOué suministraron en contrapartida los chinos? Telas y productos texti ­les, artículos alimenticios (arroz, car­ne de cerdo, aves, etc.), minerales y materias primas (tungsteno, estaño, molibdeno, mercurio, seda, lana, etcé­tera).

En 1958 y 1959 las primeras bo­rrascas de las desavenencias poi íticas, especialmente a causa de las comunas, del "gran salto adelante", y del asun­to del estrecho de Formosa, no pro­ducen todavía ningún efecto en las relaciones económicas. Nuevos trata­dos de ayuda son firmados en agosto de 1958 y febrero de 1959, previen­do este último un incremento consi­derable en el comercio y en la ayuda rusa a la electrificación de China. El segundo plan quinquenal chino se ini­cia, aunque pronto se ve trastornado por "el gran salto adelante", pero los rusos parecen estar de acuerdo aún en seguir colaborando con los chinos.

la ruptura de 1960

El año de 1960 marca el cambio y la crisis. Esta crisis estalla, repentina y brutalmente cuando en julio Jruschov hace volver de un solo golpe a los técnicos y expertos soviéticos que tra-

bajaban en China. Son 1 090 especia­listas los que toman el tren de regre­so, dicen los chinos; en realidad son más, indican los rusos; 250 empresas son cerradas por esta retirada, dicen de nuevo los chinos; 343 contratos son deshechos. Las recriminaciones mutuas com ienzan. Los chinos acusa­rán a los rusos de que su ayuda ha sido avara, arrogante, patriotera, ina­daptada a las necesidades chinas y frecuentemente de mala calidad. Los rusos replicarán que el "gran salto adelante" ha transformado a los chinos, a los que acusan de patriote­ros, de orgullo desmesurado, de de­sorden, de espíritu pendenciero y re­belde en contra de sus instructores, etcetera.

Se suspende la mayor parte de la ayuda rusa. Los equipos no llegan más. El comercio decae. El choque es bastante más terrible para los chinos, ya que coincide con una doble crisis: la agrícola, debida a los errores de las comunas populares en su inicio y el mal tiempo; y la industrial, ocasiona­da por los excesos y errores del "gran salto adelante". Los años 1960, 1961 y 1962 son desastrosos.

La vertiginosa caída de los sumi­nistros rusos, especialmente de los equipos más modernos, despierta por una parte la iniciativa de China, que, obligada a hacer grandes compras de tr'igo en Australia y Canadá, debe cor­tar sus importaciones desde la U RSS, y también sus exportaciones hacia ese país, principalmente en el suministro de arroz que bajó de 400 000 a sólo 2 000 tonela-!&s.

En esta situación, Pekín tiene un déficit de 300 millones de rublos en su cuenta con Moscú . Los rusos con­ceden a los chinos un período de 5 años para rembol5ar esta suma, pero los chinos, siempre tan escrupulosos en sus arreglos financieros con Moscú, hicieron el esfuerzo de restituir tal suma en 4 años, tratando de impedir la disminución de sus exportaciones a la URSS, que no disminuye las suyas a China . Sin embargo, el comercio en su totalidad decae hasta una tercera parte del nivel prevaleciente con ante­rioridad .

El año de 1963 ve surgir la conva­lecencia de la economía China. Pero se está dentro de un nuevo período

389

marcado por un hecho de mayor sig­nificación : China "sale del paso", sin la URSS. La disputa ideológica hace explosión un día de este año. Moscú, en la carta del Comité Central del 14 de julio, admite, por primera vez, la reducción draconiana de las relaciones económicas, afirmando siempre que su ayuda no ha sido completamente suprimida: 88 unidades chinas se be­neficiarían aún de ella. También por primera vez, China se queja oficial ­mente del golpe dado por Jruschov en 1960.

El segundo fenómeno notable, que se afirma a partir de 1964, es que es a los países no socialistas, especial­mente los de Europa occidental y Japón, a los que Pekín recurre actual­mente por una parte de los suminis­tros importados del extranjero. En los buenos tiempos, el comercio exterior de China se efectuaba en ·un 70% con el este socialista y un 30% con el oeste. Actualmente, las proporciones son inversas: la URSS y el bloque soviético no alcanza más que un 30%. Empero, sobre esta base tan reducida, el comercio se restablece y los dos países continúan firmando protocolos comerciales anuales. Los protocolos de 1964 y 1965 prevén la venta de aviones civiles a China. En cantidades reducidas, el ferrocarril transiberiano transporta nuevamente equipo ruso para los chinos.

Finalmente, el tercer fenómeno de este nuevo período: la laboriosa rea­nudación de relaciones es deshecha a su vez por una nueva explosión acae­cida en China: la Revolución Cultu­ral, señal de un recrudecimiento de la querella chino-soviética. Esto consti­tuye un nuevo golpe para el comer­cio. La participación del bloque sovié­tico cae aún más abajo del 25%. En 1967, el lugar de la URSS como socio comercial de China, después de Japón y Hong-Kong, es ocupado por Alemania occidental, tenemos ahora a la Unión Soviética relegada al duodé­cimo lugar. En general, Europa occi­dental se beneficia de esta situación, ya que China se dirige a ella para efectuar sus compras de acero y abo­nos, principalmente. El comercio ex­terior chino, que en 1968 alcanza un nivel muy bajo con todo el mundo, se reanima al inicio de 1969, con el apaciguamiento progresivo de la Revolución CulturaL

390 probable descenso en la tendencia a lar­go plazo de la posición norteamericana hacia pequeños superávit e incl uso défi­cit en la cuenta de mercancías; ahora bien un comportamiento comercial débil dificulta la continuación de una política comercial liberal, particularmen­te si se tiene en cuenta las perspectivas inciertas de la balanza de pagos nortea­mericana.

Se prevé que dentro de cinco años, la balanza comercial se encuentre entre un superávit de 1 200 y un déficit de 1 800 millones, o sea alrededor de una media que arroja un déficit de 300 millones de dólares.

Dentro de los incentivos cons_idera­dos, se menciona una duplicación del crédito fiscal del 7%, para inversión en maquinaria y equipo en empresas par­t icul ares en comercio exterior ; la posibi ­lidad de deducciones de más del 100% del impuesto sobre los incrementos de ciertas ventas al exterior que se deseen promover; así también, se considera que el Sistema de Reserva Federal puede establecer un redescuento automático para créditos de exportación; que deben simplificarse los trámite~ administrativos, reducirse los costos de transportación, establecerse coordinación entre institu­ciones para el financiamiento de expor­taciones, y otorgarse autoridad al Presi ­dente para imponer cuotas a importacio­nes provenientes de países que siguen prácticas comerciales injustificadas.

Se menciona como explicación para el mayor crecimiento de las importacio­nes, el establecimiento de empresas nor­teamericanas en países de bajos niveles de salarios para abastecer el mercado americano y, aun cuando el equipamien­to de esas industrias determina parte de las exportaciones norteamericanas, esto puede disminuir si se abastecen en otras fuentes.

El estudio anterior está basado en las nuevas concepciones de la administra­ción N ixon sobre la poi ítica de comercio exterior que debe adoptar Estados Uni­dos en los próximos años.

EUROPA

Perspectivas económicas de la CEE

De acuerdo con el último informe tri­mestral de la Comunidad Económica ~.arnno~ «:0 Qc:ru::ar::. 11n:a rPrh1r.:r.:iñn Pn PI

ritmo de crec1m1ento económico de la Comunidad durante la segunda mitad de 1969, cuando empiecen a dejar sentir su efecto las medidas tendientes a fortale­cer 1 a posición comercial norteameri­cana. Por lo que hace a la demanda in­terna de la propia Comunidad, se estima que deberá expandirse rápidamente en la primera mitad de 1969. De suerte que, en conjunto, se prevé una expansión económica "normal" para el área en el presente año. Se estima que el creci­miento del producto bruto de la Comu­nidad será de alrededor de un 6% en tér­minos reales, con un crecimiento del sec­tor industrial de alrededor de 9%. El informe señala que es previsible un de­terioro en el equilibrio económico du­rante el año, que se manifestará princi­palmente a través de un debilitamiento de la balanza comercial y un aumento general de precios.

Evolución de la economía de Grecia

La OCED informó recientemente que la economía griega ha atravesado por serias dificultades en los últimos años, desde antes de la toma del poder por los mili­tares. Luego de un prolongado período de e 1 evadas tasas de desarrollo, con moderados aumentos de precios, se pre­sentaron presiones inflacionarias en 1964 que no se combatieron con éxito hasta 1966. Después, las poi íticas de estabili­zación y "algunos factores de índole no económica" determinaron un menor rit­mo de actividad dn 1967, con u na re­ducción en la inversión privada. A fines de ese año, la producción industrial se recuperó y, como resultado de medidas crediticias y fiscales especiales, se expan­dió la construcción. Tanto en 1967 como en 1968 la política fi scal fue expansionista, pero el menor dinam ismo de la economía aunado a las medidas de control de precios y a los cambios en las políticas de apoyo de ciertos productos agrícolas, hicieron posible una relativa estabilidad de precios y no se amplió el défici t comercial.

Las estadísticas más recientes mues­tran un rápido dinamismo del consumo privado y público y de la actividad de construcción, que se estima continuarán durante 1969. A partir de la segunda mitad de 1968 también se han recupera­do la inversión pÚblica y privada. Lo anterior permite pronosticar un creci­miento del PNB para 1969 de entre 8 y 9 por ciento en términos reales, pero la OCED recomienda que de persistir esta tendencia se necesitará adoptar medidas fi~:.lo:><: v mnnl!t:.ri~ r.nmoensatorias.

sección internacional

Se espera también un mayor di namis­mo de las importaciones, con un creci­miento del déficit comercial y perspecti­vas inciertas en la cuenta de capital . Los principales requerimientos económicos demandan un rápido crecimiento con algunas reftJrmas institucionales y poi íti ­cas acordes con la situación prevalecien­te, que permita un crecimiento equilibra­do. El principal problema será el de balanza de pagos.

Irlanda: rápido crecimiento económico

La perspectiva general de la economía irlandesa es de una continuación en el rápido crecimiento de la actividad eco­nómica y de menores aumentos en las exportaciones, principalmente por la re­ducción de la demanda del mercado bri­tánico, de acuerdo con un informe dado a conocer recientemente por la OCED.

Se tienen en mente medidas para lo­grar una más amplia distribución geográ­fica de los productos de exportación, para reducir la dependencia respecto del mercado de Reino Unido, pero tomará tiempo la respuesta del sector privado a las medidas gubernamentales en este sen­tido.

Se considera que la demanda interna continuará a un alto nivel. Una posición industrial altamente competitiva, desde la devaluación de la libra irlandesa, favo­recerá un aumento considerable de la inversión industrial que probablemente se beneficiará también de ingresos de capital a largo plazo del exterior. De suerte que se proyecta Llna proporción de inversión fija bruta de un 22% del producto interno bruto.

Se espera que el consumo privado siga creciendo como resultado de aumen­tos de salarios mayores que en el año de 1968. Este aumento se verá moderado por un incremento en los impuestos.

También se prevé un gasto público mayor para 1969, de manera que se pro­yecta que el producto nacional bruto se elevará en un 4.5%, superior a la tasa de expansión de la capacidad (4%) por lo que habrá presiones sobre los recursos existentes. Los aumentos en las importa­ciones serán probablemente moderados, pero el déficit en cuenta corriente será mayor aun cuando se verá más que com­pensado con los ingresos en cuenta de capital.

Si se logra que los aumentos del con­sumn orivado v oúblico sean 1noderados.

comercio exterior

habrá recursos disponibles para conti ­nuar propiciando la actual tendencia hacia más elevados niveles de inversión. Deben hacerse esfuerzos por facilitar una mayor movilidad de la mano de obra mediante programas de capacitación más ambiciosos. También es conveniente cui­dar que las alzas de salarios no sean excesivas para evitar presiones de costos y mantener la posición competitiva tan ventajosa de que ahora disfruta Irlanda.

Perspectiva general de la economía sueca

El 9 de abril último la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico ( OCE D) publicó un informe sobre la situación de la economía sueca en el que analiza las perspectivas para el presente año, en función de la actividad económi­ca durante el año de 1968. Se señala que, en el año pasado, un fortalecimien­to de la demanda privada, principalmen­te en acumulación de inventarios y exportaciones, favoreció un alto ritmo de actividad, que produjo un aumento de 3.5% en el producto nacional bruto. Se considera que un mayor ritmo de actividad en 1969, con un más alto nivel de inversión privada, permitirá alcanzar un incremento de alrededor de 4% en el PNB que se estima que se ajusta al po­tencial de la economía sueca. La inver­sión privada será estimulada por los mayores márgenes de utilidad, la amplia liquidez que existe en la industria manu­facturera y las condiciones crediticias relativamente fáciles. Por otra parte, las autoridades han adoptado medidas para facilitar la inversión industrial, y la in­versión pública deberá incrementarse durante el año a una tasa más elevada que en el año anterior.

Dentro de los factores expansionistas, también se mencionan los gastos corrien­tes del sector público y la revisión de contratos de trabajo, que permitirá un aumento sustancial en el ingreso disponi­ble y que, en cierto modo, determinará el alza del índice de precios, que se esti­ma que se elevará en 2%. De esta suerte, la demanda interna aumentará más rápi­damente que en 1968.

Se estima que el producto industrial se ampliará en 6%, lo cual permitirá aumentos sustanciales en la productivi­dad, si el crecimiento de los salarios no excede a los negociados durante el año de 1968.

En el sector externo se espera reducir el déficit comercial que se prevé en aire-

dedor de 115 m iliones de dólares, pero que no se con~idera que pueda ocasionar problemas de financiamiento, en virtud de que se espera un ingreso de capital en exceso de esa cifra .

Dentro de los factores que se conside­ran preocupantes, se menciona la baja en la inversión fija bruta del sector privado durante 1968, por segundo año consecu­tivo, y la posibilidad de que en el sector · industrial no se produzcan cambios en este renglón; una mayor demanda de mano de obra y la mejor utilización de la capacidad existente podría estimular el crecimiento de ese sector. Por otra parte, se señala el déficit de la cuenta corriente alcanzado en 1968 y que apa­rentemente continuará durante 1969 y la perspectiva de que dicho déficit no sea sustituido por un superávit durante algún tiempo. El informe sugiere que el fortalecimiento de la cuenta corriente deberá provenir de un mayor estímulo a la exportación y ta l vez de una reduc­ción en la tasa de incremento de las importaciones.

BLOQUE SOCIALISTA

Hungría: Resultados del nuevo sistema de comercio

exterior

De conformidad con Hungaropress, bole­tín del Servicio de Información de la Cámara de Comercio de Hungría, duran­te 1968 se observaron importantes cam­bios tanto en el volumen como en la composición del comercio . exterior de ese país, debido principalmente a la adopción de un nuevo sistema de direc­ción de la economía. De esta suerte, las exportaciones excedieron en 5% el nivel de 1967, en tanto que las importaciones lo hicieron en sólo 2 por ciento.

Durante 1968 aumentó la participa­ción de los productos acaba:-ios en las exportaciones totales de Hungría en detrimento de las materias primas y los productos agrícolas. De esta suerte, las exportaciones de maquinaria y equipo fueron superiores en 15% a las de 1967 y el volumen de bienes de consumo exportados se elevó también en forma significativa: 9 por ciento. Al mismo tiempo, la tasa de crecimiento de las importaciones de materias primas fue superior en 1968 que en el año próximo anterior; en efecto, el valor tota l de este renglón fue de aproximadamente 1 000 millones de dólares en 1968, lo que sig-

391

nifica una participación del 54% en las importaciones totales para ese año.

Además, se observaron importantes cambios en lo que respecta a los princi­pales grupos de países con los cuales rea­lizó Hungría su actividad comercial, ya que, de hecho, aumentó notablemente la participación de los países socialistas en tanto que la de los países de economía de mercado disminuyó, en términos de importaciones y exportaciones, respecto al año anterior. De esta suerte, en el año próximo pasado, la participación de la Unión SoviP.tica creció a 38% de las exportaciones y 36% de las importacio­nes, constituyéndose así en el principal socio comercial de Hungría.

De otra parte, el Dr. József Biró, ministro de Comercio de Hungría, decla­ró que "en el campo del comercio exte­rior, la consecuencia más importante del nuevo sistema de dirección de la econo­mía es el de establecer una relación directa entre el mercado interior y el mercado exterior ... La circunstancia de que en Hungría, ya en el primer año del nuevo sistema de dirección de la econo­mía, más de un 90% del intercambio comercial se ha desarrollado bajo forma de comisión o asociación, ha hecho posi­ble una notable expansión del interés de las empresas en los beneficios.

"Ya en este primer año, el estableci­miento de una estrecha relación entre la producción, la demanda y la utilización de los productos en el interior, y el comercio exterior, ha traído resultados considerables en las actividades de este último, aunque este cambio aportará resultados notables en sus magnitudes más bien a largo plazo que dentro de un breve período. Por eso puede evaluarse de manera muy positiva que -a pesar de las inevitables dificultades iniciales del paso al nuevo sistema- ya desde media­dos del año surge inequívocamente la tendencia de que tanto las fábricas que producen para las exportaciones como las empresas nacionales que utilizan las importaciones toman en consideración -en medida mucho mayor que anterior­mente- tanto las necesidades como las posibilidades de los mercados extranje­ros. Sus actividades están determinadas cada vez más por el interés material, y esto contribuye en gran medida a perci­bir directamente las correlaciones del comercio exterior no solamente desde el punto de vista cuantitativo, sino también desde el punto de vista cualitativo, y a ser más flexibles tanto en la producción para las exportaciones como en la utili­zación de los productos de importa­ción."

Bibliografía

UN ENSAYO DE GENETICA ECONOMICA

La formación del pensamiento económico de Marx de 1843 a la redacción de El capital: estudio genéti­co, ERNEST MANDEL, Siglo XXI Ed itores, S. A., México, 1968, 260 pp.

A lo largo de esta obra, Mande! busca un objetivo fundamental : el estudio de la génesis de los descubrimientos y elaboraciones teóricas que sacudieron y transformaron la ciencia económica desde sus raíces más profundas, convirtiendo una de sus ramas en la justificación científica de las aspiraciones y luchas de los trabajadores.

El autor comienza por resaltar la influencia que Engels ejer­ció sobre Marx, a fin de que éste se interesara en el estudio de la economía política y para que comprendiera la importancia que esta ciencia reviste dentro de la conformación de la doctri­na comunista. Mande! describe claramente el origen y trayecto­ria del pensamiento filosófico de Marx. En cuanto a la crítica del capitalismo, Marx pasó sucesivamente de la crítica a la reli­gión a la crítica de la fi losofía, de aquí a la crítica del Estado y a la de la economía política, culminando con la crítica de la propiedad privada. No obstante, Mande! destaca el aspecto pre­dominantemente teórico y especulativo de las primeras nhras de Marx, influidas por el "humanismo sentimentalista" de Feuerbach.

Marx se percata del papel que desempeña el Estado como defensor de la propiedad privada. De esta forma, al observar una disposición penal que obliga al ladrón a cumplir trabajos forzados hasta retribuir lo hurtado al propietario, descubre la clave principal para elaborar posteriormente su teoría de la plus­valía, "como fuente de los porcentajes, es decir, del interés de la qanancia".

Marx hace su primera profesión de fe comunista en marzo de 1844, impulsado por la lectura de Mases Hess, el estudio de la Revolución francesa y del clima social que la rodeó, la eferves­cencia de las ideas progresistas, y sus primeros contactos con la clase obrera y la situación de los trabajadores.

Ese comunismo filosófico de Marx le impidió evaluar la fun­ción del obrero dentro del proceso productivo y, en esa medida, apreciar su capacidad emancipadora: al decir de Mande!, " no reconoce todavía que para la realización del comunismo es in­dispensable un determinado grado de desarrollo de las fuerzas productivas".

El comunismo proletario es abrazado por Marx durante su exilio en París, tiempo en el que escribe los Manuscritos econó­mico-filosóficos, considerados como el primer esfuerzo crítico en cont ra de la economía poi ítica clásica. Por esas fechas, junto con Engels, empieza a escribir La ideologla alemana, obra filo­sófica con la que crea la teoría del materialismo histórico. En ella aparecen elementos nuevos del pensamiento económico de ambos autores, que conducen a la justificación socioeconómica del comunismo: por una parte, señalan que " la gran industria y el comercio mundial crean la universalidad de las necesidades concebida como parte integrante de la universalidad del desarro­llo humano", y por otra, al rechazar la idea de que en toda distribución de bienes debe darse a cada individuo según sus capacidades, la transforman en "a cada uno según sus necesida­des". De lo anterior concluyen que es la sociedad comunista la que asegura ese desarrollo universal en todos los hombres.

A partir de La ideologla alemana, Marx y Engels establecen claramente los lazos que unen la abolición de la producción mercantil y el advenimiento de una sociedad comunista.

En el lapso comprendido entre 1844 y los inicios de 1847, Marx se niega a aceptar la teoría del valor-trabajo , elaborada por los economistas clásicos ingleses, considerando que había

comercio exterior

oposición entre la realidad objetiva (en este caso las fluctuacio­nes de precios debidas a las condiciones de oferta y demanda). y la estabilidad relativa del "valor de cambio" (determinado por la cantidad de trabajo necesario para la producción). Empero, con base en razonamientos posteriores, concluye que los costos de producción (valor-trabajo) son el eje de las fluctuaciones de los precios.

En el transcurso de 1847 Marx y Engels redactaron cuatro obras: Miseria de la filosofia, Grundsá'tze des kommunism, Tra­bajo asalariado v capital y el Manifiesto comunista, en ellas se encuentra el análisis completo de las leyes que han provocado el nacimiento del capitalismo, palpando sus méritos históricos, aunado a la ubicación del movimiento obrero comunista sobre la base del materialismo histórico.

La constante agitación poi ítica ocurrida en Europa entre 1848 y 1850, en la cual participaron Marx y Engels, fue la base empírica para el desarrollo de la teoría comunista, como doctri­na de la revolución proletaria. El fracaso los obliga, en noviem­bre de 1850, a reconocer que una verdadera revolución "no es posible más que después de una crisis económica". En ese en­tonces abandonan el romanticismo revolucionario y, sobre fun­damentos más serios, estudian las crisis, aislando su germen toral: las contradicciones de la tendencia del capital a desarro­llar en forma ilimitada las fuerzas productivas, frente a los lími­tes estrechos, impuestos por el mismo capital, al consumo de las masas trabajadoras.

Marx prosiguió el estudio de las crisis capitalistas y no es sino hasta 1858 cuando encuentra la relación entre la duración del ciclo económico y la del ciclo de reproducción del capital fijo, instrumental que habría de ser de gran importancia para su futura obra El capital. De estas investigaciones surgieron: Con­tribución a la critica de la economia politica, Grundrisse v Teo­ria sobre la plusvalia, trabajos que en conjunto integran el ante­cedente más directo de la elaboración de El capital. Estas obras son consideradas como un desarrollo del análisis del capitalismo en todos sus aspectos, son los materiales de construcción de todo lo que Marx habría de perfeccionar después: a decir del autor, "una vez que Marx hubo realizado ese trabajo, El capital estaba hecho; no le faltaba más que escribirlo" .-ALFONSO SOLARES MENDIOLA. .

REFORMA MONETARIA: LA NECESIDAD DE PARTICIPACION

La reforma del sistem3 monetario internacional v los pa/ses subdesarrollados, NO RM;A. SAMA N 1 EGO BREACH, Escuela Nacional de Economía (tesis pro­fesional), México, 1969, 125 pp.

Es cada vez más evidente que la recurrencia de resquebrajamien­tos en el sistema monetario internacional pone de relieve su escasa organicidad y solidez, y la urgencia de aislar al máximo los factores perturbadores, a fin de que se apliquen las reformas más viables, visto el interés de la comunidad internacional, y no sólo el del sector desarrollado, en cuyo ámbito se ubica el "Grupo de los Diez" (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania Federal, Italia, Países Bajos, Bélgica, Suecia, Canadá y

393 JapÓn) que determina, para bien o para mal, el funcionamiento del sistema monetario internacional de Occidente como un todo.

La autora, al respecto, señala: "Las naciones subdesarrolla­das han quedado tradicionalmente al margen de las deliberacio­nes y proyectos relativos al orden mundial de pagos y no ha sido sino hasta recientemente cuando han empezado a hacer oír su voz en relación a su discutida reforma; especialmente dentro de los planteamientos monetarios de la Conferencia de las Na­ciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, que lamentable­mente aún no han podido cristalizar en resultados prácticos".

Aunque son interesantes los capítulos de esta tesis relaciona­dos con la evolución histórica del sistema internacional de pagos, hasta el actual patrón de cambio oro, a mi juicio lo más novedoso y medular de este trabajo está representado por el esfuerzo orientado a señalar la necesidad de que en cualquier intento de reformar el orden monetario internacional se debe tomar en cuenta a los países en desarrollo, que hasta el presente han sido marginados, no obstante el interés vital que tienen en el asunto.

Como es sabido, el sistema monetario vigente es producto del convenio de Bretton Woods, que, por haber surgido en con­diciones económicas notoriamente diferentes a las actuales, y, además, por reflejar el interés del sector desarrollado, en mate­ria de ocupación total y ampliación de las transacciones comer­ciales internacionales, es natural que presente signos de desadap­tación en una época en que los países del llamado Tercer Mun­do se enfrentan a una agravación de los problemas que militan en contru de la acelaración de su ritmo de crecimiento económico.

El trabajo que se comenta indica con acierto una triple característica prevaleciente en el ámbito subdesarrollado, por lo que atañe al estado de sus pagos internacionales: 1) desequili­brio crónico; 2) necesidades de liquidez y 3) necesidades de financiamiento para el desarrollo. Otro común denominador de los países en desarrollo es el bajo nivel de sus reservas interna­cionales, determinado por los inaplazables requerimientos de gasto de divisas en diversos proyectos prioritarios de infraestruc­tura y desarrollo, que se agudiza por la inestabilidad de los in­gresos de exportación. Esto, agregado a lo limitado de los finan­ciamientos a largo plazo, reduce la posibilidad de mantener li­quidez inactiva. Ello ha llevado a los países en proceso de de­senvolvimiento a realizar esfuerzos concertados, en los foros internacionales, para buscar la manera de aligerar las presiones sobre sus balanzas de pagos, como los desplegados por el Grupo de Expertos sobre Asuntos Monetarios de la UNCT AD.

El sector en desarrollo no dispone de recursos internos que le permitan un crecimiento sostenido; su capacidad de autogene­ración · de ahorro es reducida, teniendo que depender, en muy gran medida, de la aportación externa, con todas las consecuen­cias perturbadoras para un desarrollo económico armónico y para ampliar la base genuinamente nacional del propio desenvol­vimiento. Además, estadÍsticamente se demuestra que la corrien­te de capital a largo plazo y donaciones no ha variado desde 1962, pese a que a partir de esa fecha la producción y el ingre­so de los países desarrollados han registrado aumentos conside­rables.

394 Frente a la urgencia de cubrir las fisuras, que han hecho

tambalear al imponente edificio monetario internacional, han aparecido distintos proyectos para reconstruirlo, que, en gene­ral, ignoran o subestiman la necesidad de una participación más importante de los países en desarrollo.

Desde luego, la autora reconoce que el campo explorado es demasiado vasto y complejo para que, dentro del relativamente corto espacio de una tesis profesional, pudiera ser factible la presentación de un nuevo plan de reforma del orden monetario internacional. Por ello, se circunscribe a enumerar una serie de conceptos básicos, que, a su juicio, podrían contribuir a una modificación del sistema monetario para hacerlo más racional, vista la ya inaplazable necesidad de arribar a soluciones realistas y congruentes de los problemas del sistema monetario interna­cionai.-HIPOLITO CAMACHO CAMACHO

REDESCUENTO Y CONTROL MONETARIO

El mecanismo de redescuento como instrumento de pol/tica monetaria, GEORGE GARVY, Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos, México, 1969, 88 pp.

El Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos, acaba de publicar en su serie "Ensayos" un estudio del Dr. George Garvy, asesor del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, acerca del mecanismo de redescuento como instrumento de poi Ítica monetaria.

Este breve trabajo consta de dos partes: la primera contiene un examen comparativo de orden general del citado mecanismo como instrumento de control monetario, y la segunda analiza once países industriales y se refiere al caso de cada uno de ellos. En el volumen que reseño sólo se presenta la primera de ellas.

Según el Dr. Garvy, aun cuando el redescuento sigue siendo importante instrumento de poi ítica monetaria, ha perdido su valor fundamental desde la crisis bancaria del decenio de los treinta, y aún más a partir de la segunda guerra mundial, tendién­dose, en casi todos los países anal izados, a que la poi ítica del respectivo banco central se apoye con mayor intensidad en otros instrumentos. Tal circunstancia parece deberse, entre otras causas, a la situación de liquidez excesiva y a los cambios expe­rimentados por el medio institucional; dichos cambios requerían la creación de nuevos instrumentos monetarios y en algunos países condujeron a una integración más estrecha del manejo monetario con los control es y la planeación económicos en general.

El Dr. Garvy hace constar que no es inadecuado hablar de una "politización" de la tasa de redescuento, haciéndose así referencia a la medida en que los límites viables de variación de esa tasa y, en algunos casos, consideraciones contrapuestas de orden nacional y de balanza de pagos, se orientaron a reducir el ::olr::onrP rPnl d::otnrin rlP. l::o nrnni::o t::os::o _

bibliografía

Señala que en algunos países de lento progreso hacia el de­sarrollo de operaciones de mercado abierto, flexibles y eficaces, se advierte una inclinación a sustituir tales operaciones con re­quisitos de encaje variables, pero la influencia del encaje flexible como instrumento de control monetario no ha sido satisfacto­ria, por lo que se ha tendido a instaurar o a ampliar los contro­les directos. El redescuento en el banco central, y la obtención de anticipos, sigue siendo el único medio habitual de ajustar las fluctuaciones a corto plazo en las posiciones de reservas.

La incapacidad para servirse de operaciones de mercado abierto como principal instrumento de poi ítica monetaria, así como las dificultades con que se tropezó para fomentar instru­mentos nuevos e idóneos, como los encajes variables o el encaje legal fijo, han tendido a mantener la función del redescuento como importante instrumento de poi ítica monetaria, juntamen­te con el manejo de la liquidez de origen externo, y aunque sea relativamente pequeño el monto promedio de las reservas si,Jmi ­nistradas al sistema bancario, como un todo, mediante el meca­nismo de redescl'!ento, su función marginal puede ser consi ­derable.

Precisa el Dr. Garvy que en algunas naciones (Países Bajos y Bélgica) la tasa de redescuento sigue desempeñando, gracias a su "efecto anunciador", una importante función indicativa interna, pero que en otros se ha perdido ese efecto, bien porque los cambios no hayan sido frecuentes, como en Italia, o por el hecho de su vinculación, como aconteció en Canadá entre 1956 y 1962. De todas formas, el mecanismo de redescuento sigue siendo, en general, un importante instrumento de poi ítica del banco central y en algunos casos ha llegado a constituir un medio muy conveniente para alcanzar, fuera del campo crediti­cio, los objetivos económicos del gobierno. Hasta cierto punto, se mostraba como forma natural de utilizar la facultad de crea­ción de dinero que incumbe al banco central para hacer frente a situaciones de emergencia y para proporcionar otro medio indi­recto de dirección gubernamental de la economía, principio que no se discute.

Afirma, por Último, el Dr. Garvy que no parece aventurado pensar que es probable que el mecanismo de redescuento siga evolucionando, a medida que las condiciones cambien. Lá reali ­dad, por otra parte, irá mostrando en qué términos se modifica­rán el marco y los objetivos de la poi ítica monetaria, dando lugar a la aparición paulatina de otros elementos de gestión que transformarán la función del redescuento, en cuanto instrumen­to de política monetaria .-ALFONSO AYENSA

LAS IMPORTACION ES DEL SECTOR PUBLICO EN MEXICO

La politica económica del Comité de Importaciones del Sector Público, CARLOS AL TAMIRANO CALDERON, Escuela Nacional de Economía (tesis profesional), México, 1969, 129 pp.

En materia de poi ítica comercial, el déficit permanente y cre­ciente nue reoistra la balanza comercial mexicana . ha constituí -

1

comercio exterior

do el elemento determinante por lo que hace al establecimiento de medidas tendientes a solucionar, de una manera u otra, dicho problema.

De lo anteriormente expuesto se infiere que fue necesario subordinar las importaciones del sector público mexicano al objetivo de mejoramiento de la balanza comercial, a través de la reducción del gasto en divisas y el fomento de la producción nacional. Con tal fin, en 1959 se creó el Comité de lmportacio· nes del Sector Público (CISP). Empero, siguió siendo muy rápi­da la tendencia creciente de estas importaciones, por una parte, y, por otra, se advirtió la insuficiencia de algunas de las restric­ciones implantadas con el objeto no sólo de reducir las importa­ciones, sino, además, de limitar el uso de divisas a fines acordes con el desarrollo nacional.

Este trabajo, presentado como tesis profesional, constituye un estudio de la trayectoria del CISP, ubicado dentro del marco de la problemática del comercio exterior de nuestro país. Al efecto, en primer término se describen las diferentes posiciones que en materia comercial se han adoptado en distintas épocas, haciendo hincapié en el caso de México. Se señalan también los controles directos e indirectos del comercio exterior, así como los objetivos principales de la política nacional, los instrumentos de que se vale para su realización y los organismos a los que compete su desempeño. Por Último, esta primera parte incluye una enumeración de los problemas fundamentales del comercio exterior a que se enfrenta nuestro país.

En el segundo capítulo se analizan las causas que motivaron la creación del Comité; sus objetivos a corto y largo plazo; el aspecto legal en el que se fundamentan su establecimiento y acción; su organización y funcionamiento, así como los organis· mos oficiales con los que trabaja de común acuerdo.

Más adelante, en el tercer capítulo, el autor expone el con· junto de las actividades desarrolladas por el CISP en el lapso transcurrido desde su •establecimiento, es decir, de 1959 a 1968, mencionando la elaboración de un directorio del sector pÚblico. De la misma forma, se examinan las relaciones entre las autori· zaciones otorgadas por el CISP para importar y para adquirir en el país artículos importados y las importaciones totales del país, la inversión pÚblica y las transacciones de intercambio compen­sado.

Por Último, en el cuarto capítulo el autor expone una serie de recomendaciones que coadyuvarían a colocar al CISP en situación de efectuar una labor más relevante en el ámbito del comercio exterior de México. Al efecto, presenta una serie de medidas que comprenden, entre otras, las siguientes proposicio­nes: "que el industrial mexicano que intente sustituir importa· ciones no obtenga la concesión del pedido mediante concurso en el que compita con productores extranjeros", y segunda, la desaparición del sobreprecio. Dichas medidas se sustituirían por un sistema de permisos de importación, apoyado en profundos análisis de la repercusión que el otorgamiento o negación del permiso traería consigo.

Aunque en vi rtud del tema que el autor trata en este tra­bajo, en su primera parte presenta un carácter predominante­mente descriptivo, es en la Última donde se hacen alc¡unas aoor·

395

taciones referidas a la difícil problemática a que, en materia de comercio exterior, hace frente un país con las características del nuestro.-PATRICIA C. FULGUEIRA

ESTUDIOS SOBRE POSIBILIDADES DE EXPORTACION

Estructura del mercado para ciertos productos ali­menticios elaborados, en Suecia, Dinamarca, Norue­ga, la República Federal de Alemania, Canadá y el Reino Unido, PLANNING RESEARCH CORPORA­TION, Unión Panamericana, Washington, D.C., 1967, 261 pp.

El segundo volumen de los Estudios sobre Promoción de Expor­taciones, publicado por la Organización de Estados Americanos (OEA), recoge los resultados de una investigación realizada por la Planning Research Corporation, con el fin de examinar los métodos e instituciones de ventas y distribución en seis países industriales seleccionados. "El objetivo principal de la investiga­ción fue acumular información que permitiera definir la estruc­tura y las prácticas comerciales de cada país respecto a los pro­ductos especificados, identificar los problemas u obstáculos potenciales que podrían presentarse a la introducción con éxito en el mercado de dichos productos y formular recomendaciones relativas a los procesos de organización y prácticas de venta más adecuadas al mercado de esos productos."

Uno de los aspectos más interesantes del estudio es el enfo­que en el sentido de evaluar las posibilidades reales con que cuentan los paÍses de América Latina de exportar ciertos pro­ductos alimenticios elaborados hacia los mercados potenciales de un buen número de países industriales. El estudio en cues­tión examina los mercados de tres países nórdicos (Suecia, Dinamarca y Noruega), así como de la República Federal de Alemania, Canadá y Reino Unido.

El tomate, la piña, los cítricos y los productos de la fresa, al igual que los jugos de frutas, las compotas y jaleas constitu­yen el conjunto de alimentos elaborados de los que se ocupa el presente trabajo.

Este libro llega a la conclusión de que las mayores oportuni ­dades con que cuentan los productos considerados para entrar en los mercados antes mencionados, "parecen hallarse en las asociaciones de compras en gran escala (que realizan todas las funciones desde el punto de importación) que sirven primaria­mente al mercado al por menor y que tienen fuertes mayoristas independientes (los cuales también reali zan todas las funciones desde el punto de importación) y que sirven tanto al mercado al por menor como al institucional y, en grado limitado, al mer­cado industrial".

Además, la Planning Research Corporation señala que las oportunidades del mercado en términos del producto pueden clasificarse, en orden general de importancia, para la muestra de países con excepción de Canadá, como sigue: piña, frutas cítri­cas, productos de tomate, compotas y jaleas y fresas. En el caso de Canadá 1'os productos de tomate figuran por encima de las frutas cÍtricas_-G LOR lA 1 117 1 ARASTinA nrl-lnA

mercados y productos

Intercambio comercial MEXICO ·FILIPINAS DEPARTAMENTO DE ESTUDIOS ECONOMICOS

1 ) Balanza comercial

l. COMERCIO EXTERIOR DE FILIP INAS

El intercambio comercia l de Filipinas se ha expand ido en forma notoria durante los últimos cinco años . En efecto, durante el período comprendido de 1963 a 1968, el comercio total (ex ­portaciones más importaciones) creció a una tasa med ia anua l de 9%, llega ndo en el últ imo año mencionado a 2 128 mi ll ones de dó lares que representaron el 7.3% de l nivel del año inmedia· to anterior .

Las exportaciones se expandieron a razón de una tasa media de 3.1 a l pasar de 727 mi ll ones de dólares en 1963 a 848 mi ll o· nes en 1968. Las importaciones, por su parte, evolucionaron a una tasa media de 13.2% entre los años extremos de la serie, situándose en 1968 en 1 280 mi llones de dólares.

La diferencia en el ritmo de crecimiento de las dos corrien· tes comerciales , determinó que el sa ldo de la balanza comerc ial de Fil ip inas, después de haber alcanzado superávit en 1963 y 1964, se tornara negativa en los años siguientes siendo en 1968 del orden de 432 millones de dólares.

2) Comercio exterior por bloques económicos y principales páises

El intercambio comercia l de Filipinas está concentrado princi·

CUADRO 1

Balanza comercial de Filipinas (millones de dólares)

Comercio total Exportación Importación

lncre· lncre· lncre· mento mento mento

Años Valor en% Valor en% Valor en% Saldo

1963 1 414 727 687 + 40 1964 1 610 13.9 742 2.1 868 26.3 +126 1965 1 662 3.2 768 3.5 894 3.0 - 126 1966 1 785 7.4 828 7.8 957 7.0 - 129 1967 1 984 9.4 812 -5.3 1 172 22 .5 - 360 1968 2 128 7.3 848 4.4 1 280 9.2 -432 Tasa

media 9.0 3.1 13.2

palmente en Estados Unidos de Norteamér ica y Japón, ya que el primero absorbió en 1967 e l 44 .2% de las exportaciones fi lipi · nas y contribuyó co n e l 34.1% de sus compras en tanto que el segu ndo participó con el 31 .2% y el 28.7% respectivamente, lo que significó que ambos contribuyeron con 1 348 millones de dólares en la formac ión del comercio tota l, es dec ir, el 69.1 por ciento.

CUADRO 2

Estructura del comercio exterior de Filipinas por bloques económicos y principales paises en 1967 (miles de dólares)

Exportación Importación

%del %del Concepto Valor total Valor total

T o t a 1 812310 100.0 1 172 200 100.0

Mercado Común Europeo 109 620 13.5 117 200 10.0 Países Bajos 65 772 8.1 21 098 1.8 República Federa l de

Alemania 36 540 4 .5 59 772 5.1 Otros 7 308 0 .9 36 332 3.1

Asociación Europea de Libre Comercio 33 292 4 .1 72 664 6.2 Reino Unido 6 496 0 .8 49 224 4.2 Suecia 8 932 1.1 9 376 0 .8 Suiza 8 120 1.0 7 032 0 .6

Otros 9 744 1.2 6 920 0 .6

Asociación Latinoamericana de libre Comercio 5 684 0.7 16 408 1.4 Méx ico 57 0 .0 11 720 1.0 Venezuela 4 872 0 .6 Argentina 105 0.0 2 344 0.2

Otros 812 0.1 1 604 0 .2

Mercado Común Centroamericano 22 0 .0 1 172 0 .1 Guatemala 9 0.0 1 031 0.1 Nicaragua 3 0.0 83 0 .0

Otros 9 0 .0 65 0 .0

Estados Unidos de Norteamérica 358 904 44 .2 399 652 34.1

Japón 253 344 31.2 336 364 28.7

Austra lia 3 248 0.4 41 020 3. 5

Otros 47 908 5.9 187 520 16.0

NOTA : Incluye reexportación . FUENTE: Elaborado con datos de lnternational Financia/ Statistics, FUENTE: Elaborado con datos estimados basados en el Phil/ipine Fo·

abri l de 1969. reign Trade 1966, Résumé

comercío exterior

El bloque económico con que mantiene mayores relaciones comerciales es e l Mercado Común Europeo. En el año mencio­nado Filipinas les vendió por un valor de 109.6 millones de dólares y les compró por 117.2 millones siendo los relativos de 13.5% y 10% respectivamente, destacando Países Bajos y la República Federal de Alemania.

De la Asociación Europea de Libre Comercio, segunda área económica en importancia, destacan Reino Unido, en especial como proveedor de mercancías a Filipinas, así como Suecia y Suiza .

Con las agrupac iones de países en vías de desarrollo mantie­ne re laciones comerciales de menor importancia sobresaliendo la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio y dentro de ésta México, que según cifras de fuente filipina, adquirió mercancías por un valor de 57 mil dólares, y los abasteció con 11.7 millo­nes que es el 1% del total de las importaciones filipinas. Otros paí­ses destacados de esta Asociación son: Venezuela y Argentina.

3) Comercio exterior de Filip inas por productos

aj Exportaciones

El grueso de las exportaciones filipinas están concentradas en un número muy reducido de productos de origen primario. En 1967, la madera y corcho en bruto, con 190 millones de dóla­res; las oleaginosas, con 143 millones; azúcar y sus preparacio­nes, con 123 millones; los minerales metalúrgicos, con 112 millones, y los aceites vegetales y animales, con 71 millones absorbieron e l 78.7% del total. Otras mercancías con valores apreciab les son: madera y corcho manufacturado, frutas y vege­tales, fibras textiles y desperdicios de seda, alimentos para ani-

CUADRO 3

Principales exportaciones de Filipinas, 1967 (miles de dólares)

Concepto

T o t a 1

Madera en bruto Oleaginosas Azúcar y sus preparac iones Minerales metalúrgicos Aceites vegetales y animales Madera y corcho manufacturado Frutas y vegetales Fibras textiles y desperdicios de seda Alimentos para animales Oro, p lata, p latino, gemas y joyería T abaco y sus manufacturas Tejidos textiles, ropa y artículos simi lares Lubricantes minerales y materias similares Materias crudas animales y vegetales, n .e . Artículos manufacturados diversos Elementos y componentes químicos Bebidas Café, té, cocoa, especias

Otros

Valor

812300

190 008 143 724 122 612 112 056

70 644 30 044 29 232 19 488 18 676 14 616 10 556

4 872 2 436 1 624 1 400 1 002

812 802

37 696

%del total

100.0

23.4 17.7 15 .1 13.8

8.7 3.7 3.6 2.4 2.3 1.8 1.3 0 .6 0 .3 0. 2 0.2 0.1 0 .1 0.1

4.6

FUENTE: Elaborado con datos estimados basados en el Philippine Foreign Trade 1966, Résumé.

397

males y algunos de tipo industrial, tales como: lubricantes mine­rales y materias similares, artículos manufacturados diversos, y elementos y componentes químicos, entre otros .

b] Im portaciones

Las importaciones filipinas están constituidas principalmente por bienes de producción, que le son necesarios en el proceso de su desarrollo económico. Entre los más destacados se pueden mencionar: la maquinaria no eléctr ica que en 1967 se importó por un valor de 201.6 millones de dólares y que representó el 17.2% del total; el equipo de transporte ·131 .2 millones , 11.2%; metales básicos 130.1 millones, 11 .1%; combustibles minerales, lubricantes y similares 114.9 millones, 9.8%; así como cereales y sus preparaciones; maquinaria y aparatos eléctricos; fibras textiles; productos de la leche, huevos y miel, tejidos, ropa y artícu los similares .

CUADRO 4

Principales importaciones de Filipinas, 1966 (miles de dólares)

Concepto Valor

T o t a 1 1 172 200

Maquinaria no eléctrica 201 584 Equipo de transporte 131 264 Metales básicos 130 092 Combustibles minerales, lubricantes y similares 114 858 Cereales y sus preparaciones 67 976 Maquinaria y aparatos eléctricos 56 256 Fibras textiles 46 880 Productos de leche, huevos y miel 39 848 Tej idos, ropa y artículos similares 39 630 Explosivos y productos químicos varios 38 676 Papel , cartón y sus manufacturas 32 816 Manufacturas de metal 31 644 Elementos y componentes químicos 31 600 Pescado y sus preparaciones 18 752 Manufacturas de minerales no metálicos n.e . 15 236 Artículos manufacturados diversos 15 230 Frutas y vegetales 12 892 Productos medicinales y farmacéuticos 1 O 548 Materias colorantes 10 200 Manufacturas de hule, n.e. 1 O 105 Artículos científicos, fotográficos, ópticos y relojes 9 376 Fertilizantes manufacturados 8 900

Otros 97 837

%del total

100.0

17.2 11.2 11 .1

9.8 5.8 4.8 4.0 3.4 3.4 3.3 2 .8 2.7 2.7 1.6 1.3 1.3 1.1 0.9 0.9 0.9 0 .8 0.8 8 .2

FUENTE : Elaborado con datos estimados basados en el Philippine Foreing Trade 1966, Résumé.

a] Balanza comercial

fi. COMERCIO EXTERIOR MEXICO-FILIPINAS

El comercio entre México y Filipinas reviste una especia l tradicionalidad en cuanto constituyó por dos siglos y medio, de 1565 a 1815, uno de los comercios más activos y más impor­tantes de México, efectuado por la ruta marítima Acapulco-Ma­nila por aquel famoso navío conocido como "Nao de la China" y que constituía un en lace entre el nuevo continente y los oat'ses orientales.

398

Este tráfico se vio brúscamente ir1terrumpido por la guerra de independencia mexicana , a lo que siguió un largo periodo de incomunicación, y no fue si no has:d época reciente cuando se reanudaron gradua lmente los vincu los comerciales entre México y F il ipinas, sin que se haya llegado a alcanzar el papel que antaño jugó dicho intercamb io.

En la actualidad en ambos países existe un gran interés en promover una corriente comercia l que favorezca su desarro ll o económ ico y que responda a los profundos cambios que se han venido registrando en sus respectivas estructuras económicas y sociales y a los objetivos de una elevación general en los niveles de vida.

Al observar las cifras indicativas de las re laciones comercia· les entre México y Filipinas, durante el periodo que va de 1960 a 1968, saltan a la vista, como principales caracteristicas de este comercio, los bajos montos que registra y las fuertes fluctuaciones que experimenta en esos años. En efecto, de un nive l de 373 000 dó lares en 1960, alcanzó el máximo valor en 1966 con 5.6 millones de dólares, en tanto que en 1968 se redujo a 2 millones, lo que no obstante significa un incremen· to con respecto al año base. Asimismo, se aprecia que las expor­taciones mexicanas al mercado fi lipino constituyeron casi la tota lidad de l comercio, en virtud de que en el periodo mencio· nado participaron en promedio con el 98.7% de ese total.

Por lo que toca a las importaciones en el mismo periodo, los valores alcanzaron 81 000 dólares como máximo en 1967, que se reducen a 7 000 dó lares en 1968.

La anterior situación ha derivado en la presencia de saldos comerciales favorables a México, en una magn itud casi simi lar al monto de 1 as ventas.

CUADRO 6

Principales exporzaciones mexicanas a Filipinas (dólares)

Conceptos

T o t a 1

Tequil a Algodón en rama sin pepita Su lf ato de calcio mineral Medicamentos de uso interno , n .e. Anuncio sobre papel o cartón Botellas, botes o frascos de vidrio Baterlas de cocina o piezas suelt as de hierro o acero Barandales, balcones, escaleras Artefactos de bronce, latón, etc . Arados Máquinas para empacar o envolver mercanc!as Válvu las con funcionamiento automático Motores eléctricos Tableros o placas con dos o más aparatos Partes sueltas de hierro o acero aun cuando

esté ligado con otros metales Plomo en barras Pasta de puré de tomate Medicamentos de uso en veterinaria Blonda, encaje, punto o tu l de algodón Maíz

O t ro s

1964

1 204 001

320 1 104 241

18 800

31 2

11 609

68 998

mercados y productos

CUADRO 5

Balanza comercial de México con Filipinas (miles de dó lares)

Total Exportación Importación

Variación Variación Variación Años Valor relativa Valor '~lativa Valor relativa Saldo

1960 373 367 6 361

1961 533 42.9 532 44.9 83 .3 531

1962 2 590 385.9 2 513 372.4 77 7 600.0 2 436

1963 2 443 5.7 2 435 3.1 8 89.6 2 427

1964 1 214 50.3 1 204 50.6 10 25.0 1 194

1965 3 704 205.1 3 694 206.8 10 0.0 3 684

1966 5 619 5 1.7 5 596 51.5 23 130.0 5 573

1967 1 791 68.1 1 710 69.4 81 '252.2 1 629

1968 2 024 13.0 2 017 17.9 7 91.4 2 010

Tasa media 23.5 23.7 2.0

FUENTE : Elaborado con datos de la Direcc ión General de Estad lstica, SIC, y del Banco de México, S. A.

1965 1966

3 694 080 5 596 400

488 310 3 646 160 5 352 800

8 120

72 216

40

1 320 5 300

39 272

5 917 4 000

374

41 403 184 698

1967

1 709 842

965 1 406 954

49 000 2 150 3 670 6 935 7 540

14 385 3 235

14 690 7 160 6 337 4 038

29 500

17 993

135 290

1968

2017177

1 747 872 96 642

530 16

9 680

24 327 38 304

24 624 15 380 13 179 30 116

16 507

FUENTE: El aborado con datos de los Tabu lares de Comercio Exterior y Dirección General de Estadística, SIC, y del Banco de México, S. A.

comercio exterior

b] Comercio por productos

Las fluctuaciones que experimentaron los envios mexicanos a Fi lipinas, tienen su origen en los cambios sufr idos por las ver:1tas de algodón, que es el principal artículo de exportación a este país y que en e l periodo 1964-1966 representó en promedio alrededor del 95% del total. En 1967 y 1968 la participación relativa de este producto bajó al 82%, con valores de 1.4 y 1.2 millones de dólares, respectivamente, dando paso a ventas mexi­canas de. productos nuevos, en su mayoria manufacturas, tales como medicamentos de uso interno y veterinario ; botellas, bo­tes y frascos de vidrio; motores eléctricos, y blonda, encaje, punto o tul de algodón . Otro producto con valor de cierta cuantía, y que ha mostrado tendencia al aumento, es el sulfato de calcio mineral, que en 1967 y 1968 constituyó e l segundo artículo en importancia en las ventas mexicanas a Filipinas. Como envios esporádicos pueden citarse las baterias de cocina, los artefactos de bronce y latón, los arados y el plomo en ba­rras.

Las importaciones mexicanas de origen filipino están consti­tuidas por un número reducido de productos, principalmente elaborados, destacando las máquinas, aparatos y artefactos no espec ificados utilizados en diversas industr ias, las materias vege­tales como el mimbre y el bejuco, y el calzado de todo tipo.

CUADRO 7

Principales importaciones mexicanas procedentes de Filipinas (dólares)

Productos

T o t a 1

Máq uinas, aparatos y artefactos, n .e.

Partes o piezas sueltas n.e .

Válvulas y análogos

Extractos de vaini ll a

Materias vegetales, mimbre, bejuco, etc .

Ropa int er ior de mujeres

1964 1965

10 122 10400

6 773

2 755

5 000

1966 1967 1968

23023 81380 7 254

17 505 39 261 2 256

21 303

10 625

4 900

3 004 3 170 3 430

122

399

111. POSIBILIDADES DE INCREMENTAR LAS EXPORTAC IONES MEXICANAS A FILIPINAS

Aun cuando México y Filipinas tienen en algunos sectores una estructura productiva bastante similar, es indudable que existen renglones de complementación que podrían dar lugar a un mayor volumen de comercio entre ambos países. Asi, por ejem­plo, México podria tener una participación má~ activa en el mercado filipino con productos como el algodon y telas de algodón; cereales; aceites esenciales; productos alimenticios ela­borad os; medicamentos y productos farmacéuticos; bebidas alcohó licas; hormonas; fertilizantes; productos de hierro o acero; máquinas, aparatos y material eléctrico; partes y piezas para vehículos de transporte, y otras manufacturas, que Filipi­nas importa desde otras naciones como se aprecia en el cuadro 8.

Desde luego, se podrian realizar esfuerzos para facilitar el comercio recíproco para que alcance niveles más elevados. En este sentido, el mayor conocimiento por parte de ambos paises de los respectivos mercados, así como el envío de muestras de productos favorecerla el incremento del intercambio entre Méxi­co y Filipinas.

CUADRO 8

Productos de importación filipina en los que México puede participar, 1966 (millones de dólares)

Concepto

Carne en 1 atad a

Pescados en conserva, n.e .

Trigo

Frutas y hortal izas

Bebidas y tabaco

Algodón

Productos quím icos orgánicos

Medicinas y productos farmacéuticos

Aceites esencia les y productos para el tocador

Fertilizantes nitrogenados

Materiales pi ásticos

Manufacturas de hule

Hilazas e hilos textiles

Telas de a lgodón

Manufacturas textiles, n. e.

Universales y láminas de hierro o acero

A tambre de hierro o acero

Tubos y accesorios de hierro o acero

Cobre

Valor

4.0

13.6

27.2

10.0

3.8 23.2

10.5

8.5 3.2

5.6

11.3

7.8

7.4

6.6

5.8

Ropa exterior para hombres 450 2 15 Plomo

19.6

2.4

4.8

4.8

1.5

5.0

5.2 Aguas destiladas,

aromáticas

Calzado de todo tipo

Gluosilicato de sodio

Gatos hidráulicos

Otros

15 1 000

1 430

1 521

579 999

853

21

1 640 1 997

Cinc

Herramientas de mano y máquinas herramientas

Partes y piezas para automóviles

84 Motores de combustión interna

Maquinaria para la agricu ltura

Máquinas para oficina

1 469

Maquinaria, aparatos y artefactos eléctr icos

Articulas manufacturados diversos

21.5

14.9

11.3

3.9

41.4

11.1

FUENTE: Elaborado con datos del Yearbopk of lnternational Trade FUENTE: Elaborado con datos de la Dirección General de Estadística, SIC. Statistics, 1966, Naciones Unidas.

sumario estadístico Principales indicadores económicos de México

Concepto

PRODUCC ION PESQUERA

Totales .. ... . . .. . . . ....... . . .. .. . • . . ... . Comestibles1 . . . . ..... . .. . . . .... ..•. . .... 1 ndustriales2 . . . .. ..........• . . • ...... . . .

11 PRODUCCION INDUSTRIAL

Bienes de producción:

Pastas de ce lulosa al su lfato .. . .. ... . . . .. .. . Llantas para automóvi les y para camiones . ... ....... . .. . ........... . Fibras qu (micas3 . . .... ... . .. ... ....... .. . Acido su l fúrico .............. . . . . ... . .. . . Sosa cáustica ... . .... . ... . . .... . . . .. .... . Amoniaco anhidro4 ... . . .... . ...... . .. . .. . Nitrato de amonio . .......... • .. . .. .•..... Sulfato de amon io . . ... .. . .. .. . ... . ... . .. . Superfosfato de calcio . . .......•. . . . . • ... .. Urea4a. . . . ............ . ...... . . . . . . .. .. . Coque . . ........ . . . . . . ... . .. . ......... . Vidrio plano liso4b . ...• .. • .. . ... ..• .. .. . . Cemento gris ....... . . . ... . .•. . .......... Hierro de la. fusión5 ...... . ... ... ... .... . Lingote de acero . o ' • o ••• ••• o ' •••• • o •• • • ' o

Tubos de acero sin costura .. .... .... ...... . Tuber(a de cobre . ...... ........ . . . .. . .. . • Varilla corrugada ....•.............. ... . .. Cobre electro! (ticb . . ... . ... . ..... . . . .... . . .!l. luminio en li ngote . . . . .... . . .• .....•.... Camiones de carga . . .. • ... . .. .. .. . . .... . . • Carros de ferrocarril .. . .. ... .. .. . .. .. . . . .. .

Bienes de consumo:

Azúcar . . . .. . . . . ...... .... .. ....... . . . . . Cerveza ........ . ... .. . . . . . .... . .... .. . . Automóviles de pasajeros .. .. ... ... .. ..... .

111. PRODUCCION M INERA

Oro : . .. ..... . . . . . ...... .. ... .. . ... ... . Plata ....... . . . ... ... ... . .. . . .. .. . . . .. . Plomo . .. ..... ..• . ... .. . ... . . . ..... .. . , Cinc .. ... • , . .... . . ...... . . . .. . .. . . .. .. . Cobre ...•. , . . .... ... ..... ... . ....... . . . Hierro6 . ....... . . . . •. .. ..•.. . . . . ..... .. Azufre ..... ... . . . ... . ... .. .. ...... . ... .

IV . PRODUCC ION PETROLERA

Petróleo crudo procesado . .. ..... • .. .. ...• . Gasolinas refinadas ..... . . ... .. ... ... . •. . .. Gases •....... . ... ...... .. . .. . .. .. ...... Combustóleos . .. • .. .. .. ....... . . . ... ... .

V . PRODUCCION PETROQUIM ICA

Dodecilbenceno ..... . .. .. . ... . . . ...... . . . Tolueno ....... . . .... ...... . ..... . ... .. . Benceno .. .... • ......... . ... . ..... . ... ..

VI. COMERCIO EXTERIOR7

Valor total de la importación8 Valor total de la exportación9

VIl. COMERCIO DE MEX ICO CON LA ALALC

Valor de la importación Valor de la exportación

Periodo de comparación

Ene-feb

Ene-feb

Enero

Enero

Enero

Ene-feb

Ene-feb

Unidad

Toneladas

Toneladas

Miles de piezas Toneladas

Miles de M2 Miles de toneladas

Toneladas

Unidades

Mil es de toneladas Millones de litros

Unidades

Ki logramos Toneladas

Mil es de M3

Toneladas

Millones de pesos

Millares de pesos

1968

37 880 31 827

6 053

26 742

470 8 453

115 998 20 609 30 206 31 690 46 941 44 042 16 840

185 365 3 005

953 312 556

27 171 823

95 254 6 803 3 709 7 252

164

851 179

20 829

457 71

15 38 1 19 673 4 906

128 440 143 180

2 016 561 208 607

3 356 9 002 7 134

3 495.2 2 487.3

55 484 109 628

Cambio porcentual en 1969 con

1969 relación a 1968

38 615 31 023

7 592

25 151

530 10 177

133 346 24 999 6 1 317 28 532 58 840 46 032 30 263

174 311 2 431 1 017

322 554

20 735 625

84 973 9 133 4 512 8 214

7

903 198

22 853

588 91

15 838 20 669

5 265 146 398 118 524

2 116 619 224 637

4 316 7 568 7 266

3 874.2 2 548.2

90 635 131 829

+ 1.9 2.5

+ 25.4

5.9

+ 12.8 + 20.4 + 15.0 + 21.3 +102.9

10.0 + 25.3 + 4.5 + 79.7

6.0 19.1

+ 6.7 + 3.2

0.4 23.7 24.1 10.8

+ 34.2 + 21.7 + 13.3

95.7

+ 6.1 + 10.6 + 9.7

+ 28.7 + 28.2 + 3.0 + 5.1 + 7.3 + 14.0

17.2

+ 5.0 + 10.3 + 7.7 + 4.9

+ 28.6 15.9

+ 1.8

+ 10.8 + 2.4

+ 63.3 + 20.2

NOTAS : 1 Incluye camarón , os tión, sardma, anchoveta, sie rr a, mero, abulón , langosta , pescado fresco de mar no espec oficado y otras especoes com es­tibles. 2 Incluye sargazos de mar no especi fi cados. harona de pescado y otras especies ondustr oales. 3 Incluye rayón , ace tato, nylon . hi lo de alta tenacidad, fibras· poliéster, cuerdas para llanta nylon y rayón , y fobras acrll icas cuya producción empezó en octubre de 1967 . 4 Corresponde a la produ cción pet roqulmica. 4a Se oncluye una nueva planta de guanos y fertol ozantes en Unidad Camargo . 4b Se incluye a partir de octubre la produ cción de cri stal flotado que es un upo de vtdroo plano cuya producc ión se ontc oó en ¡unio de 1968. 5 Inclu ye fierro- esponja. 6 Corresponde al contenido metál ico del mineral de hierro extraldo. 7 Comprende únicamente el movomiento de mercan­cías, exc luyéndose la impor tac ión y la exportac ión de valores (oro, plata. etc .l . Datos prelominares para 1968 8 I nclu ye perlmetros libres. 9 Incluye revaluación ( preliminar para 1967 y 19681 .

FUENTE : Secretaria de Industri a y Comercio , Direcc ión General de Estad istica.

Balanza de pagos de México P

(Miles de dólares)

Concepto

l. Exportación de mercancfas ·Y servicios . · .. . . . . . .. . . ... . ... . .. . ... . .. . . Exportación de mercanc(as y producción de oro y plata a ... ... . ... .. .. . Turismo . . ... . ............. . . ... . . .. . . .. .. .... .. . . . . . . .. . . .. .. . Transacciones fronterizas .. . .... ... . .... . .. . .... ... ........ • . ... ... Braceros . .......... . ...... . ..•... . ..... .. .• .... .. • .. . .. . .. .. . . . Otros conceptos de ingresos . . . .. . .. ... . ... .. .•. . • . .. . .. . ..........

11 . Importación de mercancfas y servicios (-) ... ........ . . . . . .. .. . .. ... . . Importación de mercandas . .. . .. . ... ... . . . . ... . . .. . . .. . . . ... .. . . . . Turismo . . ........ ..... . ...... ...... .. ... .. . ........ . .. .. ... . . . Transacciones fronterizas . .. .... .. .... • . . • . . . .......... . . . .. ....... Otros conceptos de egresos . ..... .. •. . . ... . ..•. . . . ...... ... ... . ....

111. Balanza de mercancfas .y servicios . .. .. .. ... . . . . . .. . .. . .. . .... . . .. .. .

IV . Movimiento de capital a largo plazo (neto) . . . . . .. . .. . . ..... ........ .. . Disposición de créditos a largo plazo (menos financiamiento al exterior) b . . Amortización de créditos a largo p lazo b .. .. .. .. ... .. ... . .. . .... .. . . . Deuda gubernamental (neto) b ..... .. .... . .. . ...... . . ... .. ... .. ... . Operaciones con valores (neto) ........ . .. . .... .. . . .... . . . .... .. . ... .

V. Movimiento de ingresos y egresos estimados trimestralmente (neto) . .. . . .. .

VI. Movimiento de ingresos y egresos que no se estiman trimestralmente (intereses y dividendos de inversiones extranjeras directas, nuevas inversiones, etc.), y errores y omisiones (neto) .......... . ........ . .. . ..... .. . ...... .. .

VIl. Resultado (Cambio en los activos internacionales a corto plazo de particula­res y empresas, bancos privados, bancos nacionales y Banco de México, S. A.)

(neto) .. . . .. .. . . . . .. .. . .. . ... .. .. · ... · · · · · · · · · · · · · · · • · · · · · · · · · ·

Enero a septiembre

1967 1968

1 579 046 1 727 156 841 275 895 273 267 652 301 874 433 878 474 881

9 434 10 638 26 807 44 490

1 826115 2 045 696 1 299 286 1 454 223

111 922 128 109 273 596 296 426 141 311 166 938

247 069 318 540

224 283 185 453 475 563 484 080 318321 378 469

18 322 54 385 48 719 25 457

22 786 133 087

18 683 214 605

41 469 81 518

NOTAS: a Deducidos el oro y la plata utilizados en el país para fines industriales. b Los datos de julio a septiembre de 1968 están estimados.

P Cifras preliminares. Signo negativo (-) egreso de divisas. FUENTE : Banco de México, S. A.

Comercio exterior de México por grupos económicos (Valor en miles de pesos)

Exportación *

Concepto 1968 1969

Total .. ... .. .......... 1 075 943 1 109 446

l. BIENES DE CONSUMO .... 602 168 593 748 A . No duraderos ........ . . 570 432 547 609

1) Alimentos y bebidas . . 526 224 503 202 2) No comestibles ..... . 44 208 44 407

B. Duraderos . . .. .. .. .... . 31 736 46 139

11. BIENES DE PRODUCCION 473 776 515 698 Materias primas y auxi liares . . 430 133 443 411 Bienes de inversión •• • ••• o . 43 643 72 287

* No incluye revaluación . FUENTE : Elaborado con datos del Banco de México, S. A.

E n e r o

Importación Variación relativa

Exportación Importación

1968 1969 1969/68 1969/68

1576132 1 979 568 3 .1 25.6

317 319 422 602 1.4 33.2 77 562 113 549 4.0 46.4 34869 37 120 4.4 6 .5 42 693 76 429 0 .5 79.0

239 757 309 053 45.4 28.9

1258813 1 556 966 8.8 23.7 493 711 633 873 3.1 28.4 765 102 923 093 65 .6 20 .6

sumario estadístico

Comercio exterior de México por bloques económicos y áreas geográficas (Valor en miles de pesos)

Bloques económicos y paises

Total ....... . .......... . . .. .. .. . .... .

América del Norte . .. . ...... ... ... ... ... . .. . .

Estados Un idos .. .................. . .. . .. .

Canadá . .. .. . .. .. ...... .. . ........•. ....

Mercado Común Centroamericano ... . ... . ...... .

Costa Rica ... .. ... .. . . . .... . .... . .. . .. . .•

E 1 Salvador ... ..... .. .... .. • ... ...... . ...

Guatemala

Honduras ............... . ... . .. ..... ... . .

Nicaragua .. ........ .. . . ..... .... .... .. . .

Asociación Latinoamericana de L1bre Comercio . .. .

Argentina . . . . . .... .. . . ......... .. . . .. .. .

Bolivia .. . . . .... .... . . .......... .. . . . . . . .

Brasil ....... . .. . . ... .. ......... .... .... .

Colombia ..... . ............. .. .. . ....... .

Chile ................. . . . ... . .... • ......

Ecuador . .. ......... . ... . . .. . . ... . . ..... .

Paraguay . ......... ... ........ ... ... .. .. .

Perú . . . .. . ........ . . ... .. . ... • ...... · · · ·

Uruguay ...... . .... . ..... .... .. .. . . . . .. .

Venezuela · .......... . . . ..... ........... . .

Resto de América .. . . .. ... . .... . . ..... . .... .

1 slas Bahamas . .. .. .. ....... .. ...... . .... .

Panamá ..... .... . ... . .. . . .. . ........ ... .

Cuba .... . .. . .......... .. . .. . .. . . ..... . .

Puerto Rico ........ .... . . ... . . .• . . ..... ..

República Dominicana . .... . .... . .... .. ... .

Otros países . . ...... .. .....•.... .. . ... ...

Comunidad Económica Europea .. . ...... . ... . . .

Alemania Federal . .... . . ..... . ...... • .. . . .

Bélgica . . ................. . . . . .. ...... . . .

Francia . . .............. .. ........ . .. .. . .

Italia ... . ... .........•...... . .. .... . ....

Paises Bajos . .............. .. ...... ... ... .

Luxemburgo . . . . .. ... ... .. .. .... ... . .... .

1968

1 075 943

706 803

698 795

8 008

11 677

2 053

1 721

4 170

793

2 940

55 716

9 881

148

13 644

2 730

9 821

3 828

146

5 039

1 606

8 873

23 845

588

7 264

13 942

97

367

1 587

57 500

13 228

2 509

21 691

8 281

11 791

Exportación

1969

1 109 446

754 117

748 618

ó 499

13 111

3 035

1 682

5 741

809

1 844

70 934

16 109

984

11 014

10 436

9 987

1 494

313

8 086

1 940

10 571

17 527

10 293

3 930

17

990

542

1 755

63 679

29 763

1 273

5 283

15 290

12 070

Enero

1968

1 576 132

1 049 034

1 016 428

32 606

593

2

4

585

21 308

4 289

1 744

2 436

171

3 626

265

23

7 811

837

106

15 393

3 913

8 901

2

3

2 574

245 426

133 768

7 940

48 343

28 348

27 019

8

Importación

1969

1 979 568

1 244 542

1 219 305

25 237

456

22

13

421

47 415

11 337

2 167

8 457

1 863

7 155

1 200

518

14 199

135

384

7 488

20

3 748

8

1 147

2 565

369 127

184 244

36 158

81 887

41 755

25 054

29

sumario estadístico

Bloques económicos y países

Asociación Europea de Libre Comercio . .... , ... .

Austria .. . ........ ..... ...............•.

Dinamarca .•.......•.....................

Noruega •.• . .. . •. . . .. • ......... • . . . .. •.. .

Portugal ....... •. .. . ............ . . . ......

Suecia . ............ . •...................

Suiza .....•. . .. ... ........... . ... . ... . ..

Reino Unido ...• . ... . .. .. . .. . ..•.... . ....

Consejo de Ayuda Mutua Económica ........... .

Alemania oriental .. .. .. .... . . ......... . .. .

Bulgaria .. ............•....•.............

Checoslovaquia .. ........ ................ .

Hungrla ... .........•• •. ............. • ....

Mongolia ... . ...... .... . . . .............. .

Polonia . . ........ .. .... . ........... . ... ·

Rumania •............ .. ...... .. ... ......

URSS •. • •............... .• .............

Resto de Europa ..... .... .. ..... .. ......... .

España ......... . .. ...... ..... . ...... ... .

Finlandia .. ... ....................... . . . .

Otros pafses

Asia ....••.•........ . ..•.......... . · · · · · ·

Japón . . . . ... . ....................... .. .

Filipinas ......•.............. . ..........

Hong Kong ....•. . ....... .. ...... . .. . . . ..

India . • .....•.....•.•.•........... . .....

Israel .•....•... . . . . . ...... . .............

República de China (Formosa) •..............

Tailandia . ... .................... . . . .. .. .

Ceilán ••.•....... ...... •••...... ........

Federación Malaya .... . ..... . .. .... ...... .

Otros paises .• ... . .•...•. . ..•.•..........

Africa . ....•......... •. ..•.... . ...•... • .. •

Liberia . • . • . . . . • • . . • . . . . • . • . . . • . . . • . . . .•

República Arabe Unida • ........... .• .. .. ...

Unión Surafricana ............•.. .. ...• . .. .

Otros pafs~s

Oceanía .. ........ . .. .. ....... • .... . .... ....

Australia •.• . ..• • ..•.• ••. . .• •............

Nueva Zelanda .•••....•.••...•...... .... .

Otros •....•... . ....••........• ... . .. ... •

1968

103 431

5

109

713

146

101

93 223

9 134

12 296

12 258

24

13

7 692

7 665

27

88 830

71 208

3 794

4 552

5 516

6

2 611

154

117

872

6 195

53

651

5 491

1 959

1 191

6

762

FUENTE: Elaborado con datos de la Dirección General de Estadfstica, SIC.

Exportación

En ero

1969

102 215

2

909

340

2 034

441

89 481

9 008

110

105

4

2 545

1 406

25

1 114

83 025

80 807

214

1 457

77

27

29

18

396

2 002

1 990

12

181

97

17

67

1968

152 565

1 497

1 938

885

1 367

72 540

30 415

43 923

3 743

325

2 590

83

578

3

164

13 286

12 556

442

288

61 687

50 660

813

755

1 316

336

3 270

5 439

354

333

21

12 744

12 604

140

Importación

1969

145 727

2 384

2 997

838

58

58 518

29 231

51 701

5 755

1 183

3 943

271

80

278

29 843

22 593

1 127

6 123

105 317

92 370

1

1 449

622

242

1 025

993

8 002

15

14

23 883

23 633

250

50 principales artículos de importación E n ero

Toneladas Millones de pesos

Conc e pto

Total ..........

Suma de los artfculos seleccionados .... .. .

Automóviles para personas . . . . .. . . .. .

Aparatos teletón icos y telewáficos . .... . .. .

Máqumas herramientas y sus partes sueltas ..

Máquinas textiles y accesorios ... . .. . .. .

Chasises automotrices .. Mezclas y preparacio nes

industriales ....... . . Refacciones para

automóv iles . .. .... . Petróleo y sus derivados Sales y óxidos minerales Refacciones de metal

para maquinaria . ... . Piezas para instalaciones

eléctricas . .. .. .... . Máquinas y aparatos de

diversas mdustr ias . . . Lana ......... .. ... . Aplanadoras y

conformadoras . . ... . Material fijo para

ferrocarr i 1 •• •• • • •••• Hierro o acero en lingo­

tes o en pedacerla ... Motores estacionarios

y sus accesorios ..... Hule crudo natural

o artificial .. ... .. . . Cojinetes y chumaceras Carbón mineral , cobre

o hulla .. . .. ..... . . Resinas naturales o

sintéticas . ..... ... . Pasta de celulosa .... . . Forrajes y pasturas . . . . Pieles o cueros sin curtir

de ganado de tic . .... Refacciones para radio

o televisión .. . . . .. . Leche condensada en

polvo o en pastillas .. Laminas de h1erro

o acero ....... .. . . . Máquinas clasificadoras de

tarjetas calculadoras . . Insecticidas, parasiticidas

y fu m igantes ...... . E te res o ésteres ... . . . . Locomotoras . .... .. . . Papel o cartón preparado

o sin preparar . .. .. . Maquinaria agr(cola .. . Máquinas para imprenta

y artes gráficas . ... . . Maquinas para industrias

de material moldeables o plásticos .. ...... .

Herramientas de mano . Libros impresos ..... . Camiones de carga .. . . Máquinas para la industria

del papel o cartón . .. Tubos y cañerlas de

hierro o acero . .... . Antibióticos no

dosificados . ....... . Abonos qu(micos . .. . . Colores derivados del

alquitrán de la hulla . Tractores agrlcolas . . .. Aviones de todas clases Partes y piezas de refac·

ción para aviones .... Máquinas para producir

energ(a eléctrica . .... Material rodante para

vlas férreas .. .... . . . Alambre o cable de

aluminio .......... . Papel blanco para

periódico ..... ... . . Artlculos no

seleccionados ...... .

1968

13 185

606

1 112

1 403 7 012

3 383

1 919 66 248 18 528

423

324

530 847

1 087

10 416

63 284

647

3 586 258

43 376

1 563 6 072 8 344

2 127

51

2 715

1 885

31

500 1 735

526

685 477

191

181 218 369 416

449

668

20 14 661

81 1 139

17

30

390

1 725

70

260

1969

18 389

709

2 736

1 712 8 822

7 594

1 875 83 419 36 579

757

624

816 1 538

1 165

3 502

31 931

492

3 539 388

59 241

3 531 9 182

13 858

4 074

193

4 085

2 493

45

960 2 763

612

2 409 722

260

275 245 421

1 431

390

1 313

17 15 001

114 578

9

25

112

550

279

945

1968

1 576.1

967.7

126.4

70.1

38.5

43.9 45.1

31.6

49.2 39.3 30.0

22.2

20.3

16.4 14.0

20.5

17.1

34.6

27 .8

19.9 13.0

13.3

11.6 12.1 9.7

8.1

7.5

14.5

11.4

6.5

6.9 7.4

11.8

15.2 5.8

7.4

7.1 10.6

7.9 9.5

17.7

4.7

19.2 7.2

4.8 13.7 3.9

7.0

15.3

8.9

0.6

0.5

608.4

FUENTE: Elaborado con datos de la Dirección General de Estadfstica . SIC. v del Banco de México, S. A.

1969

1 979.6

1 229.5

158.8

66.6

65.1

63.9 63.1

57.2

56.4 41.0 37.2

37 .1

34.7

31.3 28.1

26.3

25.4

23.9

22.1

22.0 20.2

19.2

18.3 17.0 17.0

16.9

15.3

15.0

14.9

14.7

14.6 14.2 13.4

12.8 12.2

11.2

11.2 10.8 10.7 10.5

9.6

9.1

9.0 8.7

8.1 7.5 7.4

5.8

5.4

5.0

2.1

1.5

750.1

50 principales artfculos de exportación En ero

Toneladas Millones de pesos

Concepto 1968 1969 1968 1969

Total .......... 1075.9 1 109.4

Suma de los art (culos seleccionados ...... .

Algodón ... . .... ... . Azúcar ... ... . .... . . Ma(z ........ .... .. . Ganado vacuno ..... . . . Tomate .. ... . . ..... . Camarón .... . .. . ... . Carnes frescas . .. .. .. .

'Petróleo y sus derivados Azufre ......•. . ..... Frijol . . . . .......... . Hortalizas frescas . . . .. . Frutas frescas .. .. .. . . . Fresas adicionales de

azúcar ......... . . . Minerales concentra-

dos de cinc ....... . Máquinas, aparatos y

material eléctrico .. .. Espatoflúor o fluorita . . Láminas de hierro

o acero ........ : . . . Hormonas naturales o

sintéticas . •. .. ..... Plomo afinado ...... . Mercurio metálico .... . Oxido de plomo ..... . Café ........ . ..... . Tubos de hierro o acero Partes y piezas de refac-

ción para máquinas y aparatos .•...•..••.

Cobre en barras impuras Partes y piezas para ve­

h(culos de transporte . Hilazas o hilos de enga-

villar de henequén ..• Libros impresos ..... . Sal común ........•.. Artefactos elaborados de

metales comunes Bismuto en barras

impuras Semillas de sorgo .... . Tolueno y xileno .... . Cinc afinado ........ . Hilazas o hilos de algo-

dón sin mercerizar ... Madera, corcho, corozo

y similares ........ . Medicamentos y cultivos

bactereológicos .. .. . Prendas de vestir de

todas clases ... . ... . Azulejos y mozaicos .. . Miel de abeja . .•..... Vidrio o cristal manu-

facturado ...• .•.. •. lxtle cortado y

preparado ......... . Especialidades de uso

industrial ........ . . Brea o colofonia ..... • Mieles incristalizables .. Piña en almfbat ... . . . Henequén •..•.• ••... Manufacturas de

henequén ..... . ... . Cacao en grano ... .•. . Aceite ~>sencial de limón Art(culos no

seleccionados ..... . .

30 541 37 631

135 546 8 011

31 779 2 820 3 357

137 198 100 586

9 029 21 501 14 606

3 898

27 667

388 60 482

10 524

15 7 959

19 3434 7 119 2 626

758 428

203

2 660 304

117 829

578

48 339

6 485 3 555

403

1 469

70

143 1 740 1 899

687

691

468 748

15 064 895

2 693

812 1 129

13

-.-

26 882 46 356

115 559 11 095 48 111

1 771 4 237

319 226 64 027 18 347 29 552 14 564

5 460

29 666

747 58 227

12 967

19 5 102

103 4 632 1 527 4 706

560 998

578

2 305 223

222 268

1 410

83 14 116 8988 2 188

424

1 614

77

195 1 941 1 534

954

440

533 1 306

11 216 705 840

110 -.--.-

972.7 142.9

66.6 102.6

52.8 38.2 69.0 36.9 15.5 48.4 20.9 16.9 21.9

14.0

19.7

9.0 15.3

15.0

19.4 25.9

2.7 10.2 62.7

6.4

17.8 5.2

3.9

7.9 8.4 3.9

4.0

3.4 0.4 5.7

11.2

5. 5

4.7

6.9

3.2 4.8 5.3

4.2

5.5

3.3 1.9 4.1 2.3 3.3

3.0 7.6 2.4

103.2

FUENTE : Elaborado con datos de la Dirección General de Estad(stii:á, SIC.

997 .3 125.5 85.2 79.8 71.8 57.8 52.5 46.9 34.6 28.5 26.8 25.7 23.8

21.5

21.4

21.0 20.2

18.9

18.5 15.8 15.3 13.7 12.9 11.7

11.5 11.1

9.6

8.4 8.4 8.1

7.9

7.8 7.2 7.1 6.7

6.3

6.0

5.2

5.0 4.9 4.4

4.4

4.3

3.4 3.3 2.8 2.0 1.2

0.5

-.-112.1

banco nacional de

• comercto exterior, s. a. INST ITU CION DE

DEPOSITO Y

FIDUCIARIA

VENUSTIANO

CARRANZA No. 25

MEXICO, D. F .

ESTADO DE CONTABILIDAD CONSOLIDADO AL 30 DE ABRIL DE 1969

ACTIVO

Caja y Banco de México . ...... .. . . . .. . Bancos del país y del extranjero .... .. . . . Otras disponibilidades . ....... .. . . . .. . . Valores de renta fija . . · . . .. .. . ....... . . Acc iones ... .. .............. .. .. ... . .

Menos: Reserva por baja de valores . .. ... . Descuentos .... . ... . . ...... . .. .. . .. . . Préstamos directos y prendarios . . . .. . . . . Préstamos de habilitación o avío .... .. .. . Préstamos refaccionarios ... . .......... . Deudores diversos (neto) . .. . . . ..... . .. . Otras inversiones (neto) . .... . . . ..... . . . Mobiliario y equipo . .... . ... . . . .. .. .. . Menos: Reserva . ............... . .... . Inmuebl es y acciones de Socs. lnmob ... . . Menos: Reserva . . . . . . ... .. .. . .. ..... . Cargos diferidos (neto) .... . ..... . ... . .

$ 26 180 884 .16 67 358 587.88

4 119 683.63 52 017 175.13 35 455 450.00 87 4 72 625.13

6 661 901 .50 89 737 633.32

978 901 077 .74 17 414 536 .87

7 705 277 .36

5 605 538.34 4 757 030.93 4 653 614 .95 1 245 515.33

PASIVO Y CAPITAL

Depósitos a la vista ..... .. .. . . . ...... . Bancos y corresponsales . . ........ ..... . Otras obligaciones a la vista .. ... .... .. : . Préstamos de bancos .......... .. ..... . Otras obligaciones a plazo . . .... . . ..... . Otros depósitos y obligaciones ... . ..... . Reservas para obligaciones diversas .... . . . Créditos diferidos ............. . ... . . . . Capital social .... ... . ... $ 50 000 000.00 Menos: Capital no exhibido 16 491 400 .00 Reserva legal y otras reservas .. .. . . ... .. . Utilidad en el ejercicio 1968 . .. .... .. . . . Resultados del ejercicio en curso .... . .. . .

$ 58 587 366.38 2 386 555 .75

273 988 124.05 60 339 190.00

172 299 849 .33

33 508 600.00 672 975 842 .10

52 342 660.29 15706524.10

CUENTAS DE ORDEN

Títulos descontados con n/endoso ... . .. . Ava les otorgados .. ... . .... .. ..... . . . . Aperturas de créd ito irrevocables . ... ... . Bienes en fideicomiso o mandato . .. . .. . . Bienes en custodia o en admin istración ... . Cuentas de registro ..... . ......... . . . .

$ 48 563 234.05 3 714 772 614 .96

191 516 455 .32 271743141.44

6 559 148 560 .05

$ 97 659 155.67

80 810 723.63

1 093 758 525.29 91 511 013.74

9 409 796.15

848 507.41

3 408 099 .62 1450844.17

$ 1 378 856 665 .68

$ 334 962 046 .18

232 639 039 .33 6 063 .10

20 941 941 .51 15 773 949.07

774 533 626.49 $ 1 378 856 665.68

$ 3 954 852 304 .33

6 830 891 701.49 187 292 070 .39

El presente estado se formuló de acuerdo con las reglas dictadas por la Comisión Nacional Bancaria para la agrupación de cuentas, habiendo sido valorizados los saldos en monedas ex tranjeras al tipo de cotización del d(a.

Se hace constar que, de las inversiones en créditos, la cantidad de$ 175 714 612.65 representa activos cedidos en garant(a de créditos a cargo de la institución.

Director General ANTONIO ARMENDARIZ

Contador General C.P. MARIO GARCIA REBOLLO

Creciente apoyo financiero a las exportaciones mexicanas

El 29 de abril de 1969 st efectuó, en esta cii.Jdlld de México, la XXXII Asamble. General Ordinaria de Accionistas del Banco NacioMI de Comercio Exterior, S. A., ante la cual el Consejo de Admi­nistración de la Institución, presidido por ti seífor licenciado don Octaviano Campos Sal.s, presentó el informe anual de ac tividades correspondiente al eierr:icio social de 1968. Los aspectos más impor­tantes del mencionado documento se presentan a continuación.

MAYOR APOYO CREDITICIO AL COMERCIO EXTERIOR

En 1968, la creciente y compleja actividad de l Banco Nacional de Comercio Exterior, S. A., se afirmó con mayor claridad en su papel de finan­ciera y promotora del comercio exterior de Méxi­co, sin dejar de atender, por ello, otras tareas de ' importancia nacional que le encomienda el Esta­do, o de prestar su colaboración para el estudio o la ejecución de programas y medidas de interés económico y social.

Durante el ejercicio, los recursos del Banco se aplicaron en forma preferente al financiamiento del comercio exterior, como lo revela el hecho de que en el movimiento total de los créditos el 58.4 por ciento correspondió a dicho campo. AderNs, fue precisamente en los créditos al comercio exte· rior donde se concentró el aumento observado en. los financiamientos respecto de 1967, pues estos créditos pasaron de 1 357.5 mi llones de pesos en ese año a 1 544.5 millones en 1968, o sea que observaron un aumento de 187 millones de pesos, equivalente al 13.8 por ciento.

Dinamismo en el financiamiento de las exportaciones

Los créditos destinados al financiamiento de las eJ<portaciones ascendieron a 757 .1 millones de pesos, regist rando un aumento de 99.9 millones con relación a 1967. En buen número de casos, el financiamiento concedido por el ' Banco permitió fortalecer la posición negociadora de l exportador en los mercados extranjeros, pues al contar con los recursos del crédito, estuvo en posibilidad de negociar mejores precios y condiciones para su operación, sin verse presionado por la necesidad de co locar cuanto antes su producto.

El financiamiento a la exportación de produc· tos de la industria manufacturera contin uó reci· biendo espec ial atención con el objeto de promo­ver al máximo sus ventas exteriores. Este tipo de productos rec ibió créditos por 207.5 millones de pesos, monto que supera a la cifra de 1967 en 22.6 por ciento y que representa ya el 27.4 por ciento de los créditos concedidos por la lnstitu· ción a l comercio exterior. Las m11nufacturas que recibieron mayores vo lúmenes de financiamiento para su exportación fueron, entre otras, los tubos de acero sin costura , el aceite esencial de limón, los libros, los ferti lizantes, las telas de algodón y el azúcar.

Fueron también financiadas las exportactones de buen núme ro de productos a!7opecuarios y minerales. Destacaron, dentro de este grupo, los financiamientos concedidos a la exportación de café , a lgodón, maíz y trigo, y frijol. Entre los produ c to s minerales fueron constderables los financiamientos concedidos pera la exportación de sa l y de cinc y cadmfo afinados.

Créditos 1»~ wstitvir importacionfiS

En 1968 el Banco operó cráditos p:>r 12.3 millo­nes de pesos destinados a sustituir importaciones de diversos productos en la zona f ronteriza con Estados Untdos. Estos créditos permiten un aho­rro en el gasto en divisas y ejercen un efecto neto en ~ balanza de pagos equivalente ·al de una exportación. Una de estas líneas de créd ito, por 9 millones de pesos, se destinó al dC$CUCOlo de documentos derivados de la venta de bienes de consumo, duraderos y perecederos, en la zona mencionada. Una segunda Hnea. por 3.3 miUones de pesos, permitió sustituir importaciones de as ientos para autobuses y camiones.

Crecimiento de los créditos para import'liCiones

En 1968 el Banco destinó 775.1 millones de pesos (10.7 por ciento más que en 1967) pera financiar di versos productos de imponactón, entre los que predominan los btenes de producción, espec ia lmente fertilizantes, aviones y he licópte.-os, instrumentos y aparatos mécHcos y maquinar ia y refacciones en general.

MANTENIMIENTO DEL APOYO CREDITICIO A LA AGRICULTURA

En 1968 se fegistró un crecimiento considerab~ (13.6 por ciento ) en los créditos concedidos por el Banco para el financiamiento de la producctón agr(cola, principalmente la de cultivos exJX)rta· bter,-cuya l'llBQnitud total llegó a 688.6 miUones de pesos, lo que se explica por el apoyo dado a los planes de operación del Banco Nacional de Crédito Ejidal , que en 1968 fuet"on mayores.

El Banco recibió instruccfones para intervenir en la comercialización en el exterior de k>s pro­ductos agrioolas cuya producción financia.

Crlditus otorva<Jospor e/ BANCOMEXT en 1967-1968 (Millones ele pesos)

1961

To r a l 2526.3

Al comercio exterior 1 357.5 A la exportación 657.2 Para sustitu ir importaciones A la importación 700.3

A la producción 705.0 Agrfcola 606.4 Pecuaria e industrial 98.6

Al comercio local y otros 463.8

ACTIVIDAD PROMOTORA DEL COMERCIO EXTERIOR

Por diversos procedimientos, el Banco va pene­trando cada vez más en el campo de la promo­ción del comercio exterior y aplicando su expe­rienda y recursos al apoyo de la exportación de aquellos renglones donde más se acentúa la nece-­sidad del créd ito y de la ayuda ofióal. En este campo destacó la atención brindada por el Banco a distintas misiones comerciales procedentes del exterior, entre ellas las de Corea. Birmania, Japón y Rumania. Además, el Banco continuó brindan·

Principales aspectos del Informe anual 1968 del BANCOMEXT

do su apoyo finandero pan1 la participación de ~xico en !.as ferias internacionales a las que el país asiste oficillmente.

Para estar en aptitud de prestar mejores serví · cios a su clientela y al pafs, el Banco ha procura- · do extender su red de corresponsales en todo el mundo y ha estimado conveniente buscar el acer· ca m ie n to con instituciones similares de ot ros pa(ses a fin de concertar acuerdos o establecer mecanismos de pago que faciliten las op«actones comerct.les. Pan ese efecto, durante el año pasa· do el Director General de la 1 nstitudón vtsitó a ~ altos funcionarkts de los Bancos de Comercio Exterior de Hungría y de Bulgaria, con el propó. sito de revisar el funcionamiento de los convenios interbancarios que se celebraron con ellos en el curso de 1967. En el cuno de 1968 se establee~ ron convenios similares con el Banco de Brasil y los Bancos de Comercio Exterior de Rumania y Yugoslavia y se negoció la firma de uno más con el Banco de Tokio.

A través del Centro Nacfonal de lnformactón sobre Comen:io Exter i« , el Banco ha extendido sus serv icios en faYOr de las exportaciones y ha podido realizar di versas tareas de utilidad práctica para el fomento de las exportaCiones. Dentro de este campo, el Centro fue designado org~nismo ofici.al de enlace con el Centro Mundial de Co­mercio GAn·UNCTAO y el Centro lnterameri· cano de Promoción de Exponaciones.

En materia comercial, la filial del Banco, 1 mpulsora y Exportadora Nacional , ha interventdo m~s ac t ivamente en operaciones concretas de exp:>rtació n de varios productos cuyo manejo le ha sido confiado p:>r entidades públicas y priv• dls.

Por medio de sus departamentos especializ• dos, el Banco intensificó su labor de estudio y de d ifusión de información en mateda de comercio exterior. Se realizaron estudios sobre nu~osos productos de exportactón del pafs, principalmente

Vtui~ci6n

rel~tiv~

1968 (porcen t lljiJ /

2642. 1 4.6

1544.5 13.8 757.1 15.2

12.3 775.1 10.7 699.4 - 0 .8 688.6 13.6

10.8 -89.2 398.2 -14.1

en el camp:> de las manufacturas, y sobre la situa· ción y perspectivas del intercambio comercial de México con buen número de paises. El Banco mantuYO su programa de publicaciones periódicas y preparó y editó el libro M~xico 1968: hechos, ci fras, tendencias.

TAREAS DE LOS ORGANISMOS INTERSECRETARIALES

Se procuró que las tareas de los diversos organis· mos intersecretariales que funcfonan en el seno de

la Institución aumentasen su contribución neta al fomento del comercio exterfor de México.

De este modo, a través del Comité de lmpor· taciones del Sector Públtco se con tinuaron estu· diando las so lic itudes de importación de tas da. pendencias oficiales y empresas de participación estatal, con el objetivo de lograr La sustitución de esas importaciones por productos de fabricación nactonal.

Asimismo, a t raYI!s de la Comis ión pa ra la Protección del Comercio Exterior, se sigutó vigi · landa, conociendo y resolviendo las reclamaciones presentad as por importadores o exportadores extranjeros y nacionales con motivo de violacio­nes o incumplimientos de los contratos de com· praventa concertados.

Por conducto de La Comisión Nacional de Fle· tes Mar ítimos se prosigutó la labor emprendida para promover el uso preferente de los servicios de las empresas navienls mexicanas, tanto por los organismos del sector público como por los partí · cu lares.

El servicio de los Consejeros Comerciales en el exterior a cargo de este Banco, siguió desempe· i\ando con mejores frutos sus fu nciones de infor · mación y de promoción de las ventas de produc· tos mexicanos. En el curso de 1968 se creó una nueva Consejerfa Comercia l en la ciudad de los Angeles, California, EUA, con lo que el número de consejer(as comerciales en el exterior se elevó a catorce.

LABOR SOCIAL A TRAVES DE LOS FIDEICOMISOS Y MANDATOS

Como en años anterio res, ta Inst itución siguió prestando su concurso al Gobierno Federal para el manejo de d ivertOS fidetcomtsos y mandatos OJVO objeto es el estudio y resoluctón de proble­mas de carácter económioo y social en dinintas rf!l:lfones de la República. Conforme a los oont ra· tos relativos, el Banco ha tenido que intervenir, p:x ejempkl, para la dotación de recursos y vigi · lancia en la ejecución de los progrimas que elabo· ra la Secretaría de Agrtcultura y Ganader ía para ser realizados en las zonas des«ticas del país. con recur sos del Fondo Gandelillero. Se pretende rehabi litar a dichas regiones mediante la construc· ción de obras de inf rMStructura consistentes en la perloración de pozos artesianos o de otras obras de abastecimtento de agua que permitan el esta· blecimiento de expotaciones agrícolas o ganad&­ras, en sustitución de las activKiades de extr.:ción de recunos forestales a que ahora se dedican los campesinos de esas regiones, con muy bajos rendí · mtentos, así como obras P1f11 ebast:ecimiento de agua potable en peque/tos centros de población dentro de las zonas des«tias, con el concurso de la Seaetaría de Salubridad y Asinencia.

EN RESUMEN

El año de 1968 fue para la Institución de intensa actividad, or ientada fundamentalmente a servir a la organización, desarTollo y fomento del com!f· cfo exterior de México, tal como fue la idea o rigi · nal que inspiró su creación. La labor de promo­ción directa, de ortentación y de información para productores y ex~rtadores nacionales, habrá de intensificarse con e! objeto de que al ""'s corto plazo la nueva estructura de la 1 nstitucKMl y la mejor preparación de su personal en los dife­rentes servicKK especializados que ofrece, rindan mejores frutos en beneficfo de las exportaciones mex icanas.

BANCO NACIONAL DE COMERCIO EXTERIOR, S. A.