1 evaluación de técnicas de campo para el monitoreo de fauna
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EVALUACIÓN DE TÉCNICAS DE CAMPO PARA EL MONITOREO DE
FAUNA CINEGÉTICA EN LA CUENCA DEL RÍO VALLE, CHOCÓ.
ADELAIDA CHIRIVÍ HENRIQUEZ
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANAFACULTAD DE CIENCIASCARRERA DE BIOLOGÍA
Bogotá, D.C.Junio 7 del 2006
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NOTA DE ADVERTENCIA
Artículo 23 de la Resolución No 13 de Julio de 1946
“ La universidad no se hace responsable por los conceptos emitidos por sus
alumnos en sus trabajos de tesis. Sólo se velará por que no se publique nada
contrario al dogma y a la moral católica y por que las tesis no contengan ataques
personales contra persona alguna, antes bien se vea en ellas el anhelo de buscar la
verdad y la justicia”
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Bogota, 24 de Agosto de 2006
SeñoresPONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANACiudad
Estimados señores:
Yo, Adelaida Chiriví Henriquez identificada con cédula de ciudadanía número 22479 939 de la ciudad de Bquilla, autora del trabajo de grado titulado “Evaluaciónde técnicas de campo para el monitoreo de fauna cinegética en la Cuenca del ríoValle, Chocó”, presentado como requisitio para optar al título de bióloga en el añode 2006; autorizo a la Universidad Javeriana a:
a) Reproducir el tebajo por medio digital o electrónico con fin de ofrecerlopara consulta en la Biblioteca general. __Sí__.
b) Poner a disposición para la consulta con fines académicos, en la páginaweb de la Facultad, de la Biblioteca general y en redes de información encon las cuales tenga convenio la Universidad. __Sí__.
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Todos los derechos morales sobre el trabajo son de los autores de confromidadcon lo establecido en el artículo 30 de la Ley 23 de 1982 y el artículo 11 de laDecisión Andina 351 de 1993, los cuales son irrenunciables, imprescriptibles,inembargables e inalienables. Atentiendo lo anterior, siempre que se consulte laobra, mediante la cita bibliográfica se debe dar crédito al trabajo y a su(s)autor(es). Este documento se firma, sin prejuicio de los acuerdos que el autor(es)pacte con la Unidad Académica referentes al uso de la obra o a los derechos depropiedad industrial que puedan surgir de la actividad académica.
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FORMATO DE DESCRIPCION DE TRABAJO DE GRADO
AUTOR O AUTORESApellidos NombresChiriví Henriquez Adelaida
DIRECTOR(ES)Apellidos NombresVargas Tovar Nancy
ASESOR(ES) O ASESORApellidos NombresJimenez Germán
TRABAJO PARA OPTAR POR EL TITULO DE : Bióloga.
TITULO COMPLETO DEL TRABAJO: Evaluación de técnicas de campo para elmonitoreo de fauna cinegética en la Cuenca del río Valle, Chocó.
FACULTAD: Biología.
PROGRAMA:__X__Carrera _____Especialización______Maestría______Doctorado
NOMBRE DEL PROGRAMA: Pregrado.
CIUDAD: Bogotá. AÑO DE PRESENTACION DEL TRABAJO: 2006.
NUMERO DE PAGINAS: 115.
TIPO DE ILUSTRACIONES:
____Ilustraciones_ x_Mapas____Retratos__x_Tablas, gráficos y diagramas____Planos____Láminas__x_Fotografías
DESCRIPTORES O PALABRAS CLAVE: Abundacias relativas, Chocó, Faunacinegética, Monitoreo, Técnicas de campo.
RESUMEN DEL CONTENIDO: Se implementaron tres técnicas de campo parael monitoreo de abundancias de fauna cinegética en un sector de la cuenca del ríoValle, Chocó. A través de las técnicas de transectos, parcelas de huellas yestaciones olfativas se hicieron observaciones indirectas basadas en huellas a
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partir de las cuales se calcularon algunos índices de abundancia relativa de lafauna registrada en el lugar, tomando como sector de estudio un area de 4 km_aproximadamente. Se obtuvo los valores más altos para las especies de perdiz(Tinamus major) y pavón (Crax rubra) consideradas especies de caza. Lastécnicas de transecto y estaciones olfativas aportaron un mayor número deregistros con respecto a la técnica de parcelas de huellas.
Se reportó un total de 12 especies de las cuales 6 constituyen presas de caza.Teniendo en cuenta aspectos económicos y técnicos con respecto al montaje encampo, se identificaron algunas ventajas y desventajas de las técnicas que a su vezpermitieron en conjunto, reunir algunos criterios para la sugerencia de una deéstas técnicas al grupo de cazadores del Valle interesados en monitorear losefectos sobre la fauna de las medidas de manejo adaptadas.
Adelaida ChiriviCC 22 479 939 B/quilla.
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AGRADECIMIENTOS
Significa mucho para mí encontrar la ocasión y los medios para agradecer a todas
aquellas personas en quienes pienso cuando recuerdo el Valle. Desde aquellas con
quienes entablé una amistad desinteresada y generosa como niños, mujeres,
pescadores, hasta mis compañeros de trabajo dentro del grupo de cazadores.
En aquel lugar no sólo comprendí que el conocimiento que adquirí en los salones
de clase era escaso para entender todo el contexto de la realidad que enfrentaba,
también comprendí que la experiencia y el compartir abriría ese puente que
faltaba. Hoy tengo presente que este no fue sólo un trabajo para convertirse en
parte importante de mis vivencias.
Fruto de este encuentro y esfuerzo vivido en innumerables momentos como
reuniones, salidas a campo, visitas, conversaciones, cenas compartidas con
algunos cazadores, surge y hoy finalmente es posible presentar esta investigación.
Es por esta razón que le doy gracias a cada uno de sus integrantes, especialmente
a aquellos que de manera incondicional compartieron, creyeron, asistieron y
caminaron a mi lado.
De izquierda a derecha. Fila superior: Humberto López, Eliodoro Bermúdez, JoséFajardo, Maximino Díaz, Chencho Perea, Luis Rivas. Fila inferior: Gentil Roa,José Flores, Melanio Asprilla.
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Quiero agradecer a la Fundación Natura por vincularme con la comunidad del
Valle, con el consejo comunitario y grupo de cazadores. A Nancy Vargas mi
directora por la gran ayuda que me brindó durante este largo proceso, pues a
traves de sus observaciones pude cimentar y organizar mis ideas entorno a este
trabajo.
A todas las personas dentro de la universidad que de distinta manera permitieron y
facilitaron mi labor y desempeño como estudiante durante todos estos años.
A mi directora de carrera Cecilia Espindola, al decano del medio uiversitario Julio
Alberto Arango por sus valiosos consejos y al profesor Germán Jiménez por
asesorar este trabajo.
A Rodrigo Mendoza mi asistente de campo, por sus jornadas y dedicación para
este trabajo, por acompañar mi camino y cuidar de mí.
A mi hermana Laura Chiriví quien asistió y colaboró con el material fotográfico.
A mis padres Ana y Alfonso.
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TABLA DE CONTENIDO
1. INTRODUCCION ..........................................................................................142. MARCO TEORICO........................................................................................162.1 La información cualitativa y cuantitativa en la investigación.........................162.2 Aspectos de la investigación cualitativa y cuantitativa...................................172.2.1 La investigación cuantitativa........................................................................192.2.1.1 La información cuantitativa en el estudio de la fauna...............................202.2.1.2 Datos indirectos.........................................................................................202.2.1.3 Técnicas de campo para el monitoreo de mamíferos terrestres.................222.2.1.4 Transectos..................................................................................................222.2.1.5 Parcelas de huellas.....................................................................................242.2.1.6 Estaciones olfativas....................................................................................252.2.2 La investigación cualitativa.......................................................................272.2.2.1 Metodología participativa con el grupo de cazadores del Valle................302.3 La cacería de subsistencia en el Neotrópico................................................312.4 Manejo de Fauna........................................................................................332.4.1Objetivos de manejo.......................................................................................352.4.2 Sostenibilidad en el manejo de fauna............................................................362.4.3 Manejo de fauna y comunidades locales.......................................................373. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA Y JUSTIFICACIÓN ......................423.1 Formulación del problema...............................................................................423.2 Pregunta de investigación................................................................................433.3 Justificación de la investigación......................................................................434. OBJETIVOS ...................................................................................................464.1 Objetivo General..............................................................................................464.2 Objetivos específicos.......................................................................................465. MATERIALES Y METODOS ......................................................................475.1 Población de estudio........................................................................................475.1.1 Descripción general......................................................................................475.1.2 Grupo de cazadores del Valle....................................................................495.2 Fase de preparación y presentación con el grupo de cazadores del Valle yconsejo comunitario local......................................................................................515.3 Fase de campo..................................................................................................535.3.1 Reconocimiento de la zona de estudio.......................................................535.3.2 Montaje técnico..........................................................................................555.3.3 Diseño de muestreo....................................................................................585.4 Recolección de la información cuantitativa a partir de técnicas de campo.....595.4.1 Análisis de la información............................................................................635.5 Actividad complementaria. Recolección de la información cualitativa a partirde reuniones y entrevistas.....................................................................................646. RESULTADOS Y DISCUSION ...................................................................676.1 Resultados.......................................................................................................676.1.1 Fase de campo e información cuantitativa...................................................686.1.2 Identificación de especies.............................................................................686.1.3.1 Resultados de registro para técnica de estaciones olfativas.......................716.1.3.2 Resultados de registro para técnica de parcelas de huella..........................746.1.3.3 Resultados de registro para técnica de transecto........................................76
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6.1.4.Abundancias relativas...................................................................................806.1.4.1 Indice de Abundancia relativa para técnica de estaciones olfativas..........806.1.4.2 Índice de abundancia relativas para técnica de parcelas de huellas...........816.1.4.3 Indice de abundancia relativa para técnica de transecto............................816.1.5 Estimadores de similitud..............................................................................846.1.6 Curvas de acumulación de especies..............................................................866.1.7 Resultado de reuniones y entrevistas con el grupo de cazadores del Valle..896.2. Discusión.........................................................................................................936.2.1 Trabajo cuantitativo e implementación de técnicas......................................936.2.1.1 Registro de especies ..................................................................................966.2.1.2 Evaluación de técnicas ..............................................................................976.2.2 Abundancia de especies..............................................................................1037. CONCLUSIONES.........................................................................................1098. RECOMENDACIONES................................................................................1119. BIBLIOGRAFÍA............................................................................................11310.ANEXOS........................................................................................................121
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ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 1. A : Entresaca de madera del bosque. B: Establecimiento de pequeñaparcela de cultivo (banano) en un sector del Sendero a Utría................................32
Figura 2. Cacería de animales silvestres. A: Pavón (Crax rubra). B: ardilla(Sciurus granatensis) y el mono tití (Saguinus geoffoyii)......................................38
Figura 3: Ubicación geográfica del territorio del Corregimiento del Valle,Departamento del Chocó. (Modificado a partir de Tapia et al. 1997)...................48
Figura 4: Actividad de pesca sobre la costa del océano pacífico…….................50
Figura 5: Algunos integrantes del grupo de cazadores durante actividades decosecha de arroz (Tomado a partir de fotos de archivo. Fundación Natura...........51
Figura 6: Potrero rozado localizado a un costado del sendero a Utría……….....54
Figura 7: Estación olfativa con cebo de aguacate.................................................58
Figura 8: Esquema del subsector muestreado y diseño técnico............................59
Figura 9: Salida de muestreo a subsector estudiado.............................................61
Figura 10: Elaboración de molde en yeso de una huella encontrada en elsubsector de muestreo por Pedro Bermúdez, integrante del grupo de cazadores..61
Figura 11. A: Elaboración de moldes de yeso. B: Limpieza de moldes de yeso encampo.....................................................................................................................62
Figura 12: Reunión participativa con algunos integrantes del grupo de cazadoresdel Valle.................................................................................................................65
Figura 13: Gentil Roa, integrante del grupo de cazadores del Valle, Chocó(Tomado de fotos de archivo. Fundación Natura)……………………….............67
Figura 14. A: Moldes en yeso de huellas de fauna. B: Observación de esquemasde huellas sobre acetato con integrantes del grupo de cazadores delValle………………...............................................................................................69
Figura 15: Parche de bosque talado para establecimiento de cultivo a pequeñaescala dentro del subsector estudiado……………………………………............72
Figura 16: Aspecto de una porción de bosque y quebrada permanente dentro delsubsector estudiado………………………………………………………............74
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Figura 17: Huellas de perdíz (Tinamus major) halladas en transecto recorrido...76
Figura 18: Distribución del número de individuos registrados por rangos para latécnica de transecto……………………………………………………................78
Figura 19: Abundancias relativas de algunas especies de fauna cinegéticaregistradas por medio de técnica transecto en la zona de estudio……..................82
Figura 20: Abundancias relativas de algunas especies de fauna cinegéticaregistradas por medio de técnicas de estaciones olfativas y parcelas de huellas enla zona de estudio……………………...................................................................83
Figura 21: Dendrograma de similitud de Bray-Curtis. …………………............84
Figura 22: Dendrograma de similitud de Jaccard.................................................86
Figura 23: Curva de acumulación de especies reportadas en la zona de muestreo através de las tres metodologías probadas.A: Transecto. B: Estaciones olfativas yparcelas de huellas.................................................................................................87
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ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 1. Especies reportadas durante los muestreos a un sector del senderoUtria.......................................................................................................................69
Tabla 2. Especies registradas y número de registros a partir de observación dehuellas de acuerdo a cada técnica en el sector del sendero a Utría........................70
Tabla 3. Especies de registradas y número visitas encontradas en las estacionesolfativas en un sector del sendero a Utría. Muestra y Réplica...............................71
Tabla 4. Registro de visitas para la técnica de parcelas de huellas en un sector delsendero a Utría. Muestra y Réplica. ......................................................................75
Tabla 5. Registro de especies reportadas por distancias recorridas para la técnicade transecto de avistamiento de huellas. Muestra y réplica...................................77
Tabla 6. Índice de abundancia relativa de especies registradas para técnica deestaciones olfativas................................................................................................80
Tabla 7. Índice de abundancia relativa de especies registradas para técnica deparcelas de huellas.................................................................................................81
Tabla 8. Índice de abundancia relativa de especies registradas para técnica detransecto.................................................................................................................71
Tabla 9. Valores de Chao 2 para la zona muestrada a través de las tres técnicasprobadas.................................................................................................................88
Tabla 10. Especies reportadas y número de registros obtenidos en la zona delPNN Utría y sector del Sendero a Utría a través de técnica de transecto............106
Tabla 11. Actividades en las que participó el grupo de cazadores durante laimplementación y análisis de las técnicas propuestas..........................................108
Tabla 12.Costos de los insumos de uso general para técnicas de transecto,parcelas de huellas y estaciones olfativas necesarios durante un año por uninvestigador..........................................................................................................122
Tabla 13.Total de costos para montaje y muestreo de técnicas de campo duranteun año...................................................................................................................126
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INDICE DE ANEXOS
Anexo 1. Preguntas realizadas a algunos integrantes del grupo de cazadores delValle para cada una de las metodologías implementadas y probadas encampo...................................................................................................................121
Anexo 2. Análisis de costos.................................................................................122
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1. INTRODUCCIÓN
El presente trabajo de investigación se desarrolló conjuntamente con el grupo de
cazadores del Valle, Chocó como parte inicial de un esfuerzo cuya meta futura
consiste en elaborar un plan de manejo de fauna cinegética dentro del territorio de
la cuenca del río Valle. Es por esta razón que uno de los pasos que se considera
importante para evaluar posibles acciones de manejo, consiste en el monitoreo a
largo plazo de las abundancias de aquellas especies mayormente cazadas, para lo
cual se consideró prioritario proponer algunas técnicas de campo que permitan
estimar las abundancias de las mismas, como una forma de monitorear sus
poblaciones.
Como parte fundamental de esta propuesta de investigación se contempla la
participación activa de las personas locales como los integrantes del grupo de
cazadores, quienes son considerados los principales responsables y mayores
interesados en dar continuidad a los procesos relacionados al manejo de fauna de
caza.
De esta manera, para este estudio se realizó una fase cuantitativa de
implementación y prueba de tres técnicas para el monitoreo de fauna silvestre
como estaciones olfativas, parcelas de huellas y transecto, cuya información
numérica basada en datos obtenidos en campo fue capaz de indicar algunos
parámetros útiles para la sugerencia de alguna como método de monitoreo. Esta
información fue complementada con un ejercicio cualitativo conformado por
reuniones, entrevistas y charlas informales que constituyeron el puente de
acercamiento con la comunidad de cazadores, donde fue posible conocer las
percepciones, usos, necesidades, costumbres y saberes de los coinvestigadores
involucrados.
Las técnicas probadas basadas en el registro de huellas estuvieron orientadas al
monitoreo de mamíferos terrestres medianos y algunas aves como crácidos y
tinámidos que habitan los suelos del bosque y que en conjunto constituyen las
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presas de caza. Como resultado de la fase de campo, fueron identificados un total
de 11 especies de fauna silvestre (mamíferos y aves), a partir de lo cual se pudo
establecer las principales ventajas y desventajas de cada técnica utilizada y tomar
estas consideraciones como base para la definición de una de éstas técnicas para el
monitoreo de tales especies a través del tiempo, para lo cual fue importante la
valoración de aspectos económicos y técnicos principalmente.
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2. MARCO TEÓRICO
2.1 La información cualitativa y cuantitativa en la investigación.
En la búsqueda de un modelo de investigación que pueda ser ajustado a las
condiciones particulares en las que se desenvuelven los hechos dentro de las
sociedades, surge por lo general una manera de acercamiento y estudio de tales
situaciones bajo miradas diferentes, es por esto que en la búsqueda del
conocimiento la elección del método adecuado para llegar a cualquier verdad es
primordial (Bowen, 2005).
En el abordaje de situaciones investigativas se recurre a métodos inductivos
asociados con la investigación cualitativa hacia el desarrollo de la teoría, mientras
que los métodos deductivos asociados a la investigación cuantitativa, se enfocan
hacia el análisis de la teoría (Pita & Pértegas, 2002).
En pocos casos, las investigaciones cualitativas y cuantitativas se desarrollan
conjúntamente permitiéndo un mejor y más amplio entendimiento de los casos
estudiados, lo que progresivamente ha conducido a un planteamiento donde se
expongan precisamente ambas corrientes investigativas y de este modo no sean
ajenas entre sí; de allí la importancia de estudios donde se valoricen los elementos
cualitativos y cuantitativos como una vía mas enriquecedora hacia el
conocimiento (Labuschagne, 2003).
Ante situaciones como aquella que se desarrolla entorno al grupo de cazadores del
Valle y la cacería de fauna silvestre donde las metas están encausadas a la
elaboración de un plan de manejo, se presenta la necesidad de consecución de
datos cuantitativos que faciliten sustentar parámetros para futuras acciones de
manejo. Asímismo, el éxito y factibilidad de cualquier modelo de manejo no sería
completo si son excluídas las condiciones sociales que describen una historia
compuesta de costumbres, necesidades y tradiciones de la gente para con su
entorno natural, lo que sólo es posible cuando son contemplados aspectos
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cualitativos que permitan complementar y enriquecer los datos cuantitativos o
viceversa.
Aplicado al desarrollo de este estudio, el acercamiento a la gente a través de la
intercambio oral y los datos obtenidos en campo fortalecieron la visión desde la
biología, donde además fue posible destacar aportes que pudieron ser obtenidos y
ofrecidos al grupo de cazadores. Se presentan a continuación algunos aspectos
importantes y aportes desde la investigación cuantitativa y cualitativa en el
abordaje y tratamiento de los temas concernientes a los procesos investigativos.
2.2 Aspectos de la investigación cualitativa y cuantitativa
Anteriormente y como parte fundamental de las investigaciones llevadas a cabo
en diferentes áreas del conocimiento ya sea en los ámbitos sociales o biológicos,
imperaba una idea que totalizaba a la ciencia con una capacidad ilimitada en la
resolución de problemas presentados por la humanidad, sin embargo la
experiencia revela que los proyectos que se concentran estrictamente en la
dimensión biológica tienen pocas posibilidades de lograr sus objetivos (Campos et
al.1996).
Con el tiempo han surgido una serie de ideas que cuestionan hasta que punto la
veracidad de aquella información producto de un rigor científico, es de alguna
manera excluyente a la realidad de los entornos sociales en los que se genera el
conocimiento y cómo este hecho afecta el desarrollo de procesos constructivos
que a largo plazo beneficien y se ajusten a las necesidades de tales comunidades
(Bryman, 1999).
Por esta razón, se difunde y propone un movimiento en pro del rescate del
conocimiento tradicional para ser aplicado de igual manera a los estudios
biológicos y áreas afines, en cuya práctica de manera regular se recurra al trabajo
con las comunidades humanas (Salinas, 2000).
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De manera generalizada el conocimiento fruto de la investigación biológica
basada en el método científico era el resultado de una información cuantificable
tomada y valorada para la interpretación de situaciones reales donde además las
respuestas y conclusiones de tales estudios recurría a una información que carecía
de cualquier interpretación cualitativa procedente de las comunidades del lugar.
Esto mantuvo por mucho tiempo desligadas las nociones cuantitativas y
cualitativas para los intereses de los grupos que proponían y hacían ciencia, lo que
además ponía fuera del alcance el conocimiento a personas que no fueran afines a
la práctica de la biología y que no estuvieran relacionadas directamente a sus
terminologías y métodos (Salinas, 2000).
Mientras que los investigadores cualitativos subrayan la validez, los cuantitativos
hacen hincapié en la importancia de la confiabilidad y reproductividad de la
investigación (Deslauriers, 2004). La diferencia entre ambas metodologías es que
la cuantitativa estudia la asociación o relación entre variables que son
cuantificables y la cualitativa trata de identificar la naturaleza profunda de las
realidades haciéndolo en contextos estructurales y situacionales (Pita & Pértegas,
2002).
Toda investigación implica un aspecto cualitativo ya que cuando se habla de
interpretación de los datos, de análisis y discusión, entra inevitablemente en juego
una parte de imaginación y subjetividad en donde la personalidad del investigador
adquiere una importante connotación. Es decir, la sola presencia de números, de
cifras y de estadísticas no basta para clasificar la investigación como cuantitativa,
del mismo modo como la investigación cualitativa no es menos apática al número,
la investigación cuantitativa no escapa al imponderable aspecto cualitativo
(Deslauriers, 2004).
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2.2.1 La investigación cuantitativa
La investigación cuantitativa será definida como aquella que busca medir los
fenómenos, ofrece una expresión cifrada de los datos y los analiza con ayuda de
métodos estadísticos. Aísla las variables más susceptibles de causar fenómenos
sociales y también los más apropiados para ser reproducidos (Deslauriers, 2004).
De manera general, los métodos cuantitativos son fuertes en términos de validez
externa ya que con una muestra representativa de la población de estudio, logran
hacer inferencias a partir de una muestra con seguridad y presición definida, lo
que los convierte suceptibles y limitados a la hora de generalizar (Labuschagne,
2003).
La investigación cuantitativa basada en el método científico o investigación
científica constituye un método riguroso que permite observar fenómenos
específicos buscando el orden que sostiene tales fenómenos o eventos. Ese
conocimiento científico es preciso, usa un lenguaje especializado y se obtiene
después de un análisis disciplinado y ordenado que debe estar sujeto a
comprobación (Riveros & Rosas, 1997).
Así, en condiciones ideales la biología y demás ciencias afines se fundamentan en
el método científico el cual consta de cuatro acciones que se interrelacionan como
la observación, la formulación de hipótesis, la experimentación y las conclusiones
(Audersik & Audersik, 1997).
Es importante reconocer los límites del método científico ya que los científicos no
siempre pueden asegurar que han controlado todas las variables diferentes de
aquello que están estudiando. Por lo tanto, las conclusiones generadas desde la
investigación netamente cuantitativa deben permanecer como tentativas, estando
sujetas a revisión desde nuevas observaciones, experimentos y perspectivas de
investigación (Riveros & Rosas, 1999).
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Con relación al tratamiento de la información obtenida a través de la investigación
cuantitativa existe una marcada tendencia en emplear la teoría matemática en la
interpretación de los resultados por medio de los métodos estadísticos (Cabrero &
Richart, 1996).
2.2.1.1 La información cuantitativa en el estudio de la fauna.
Aunque existen gran variedad de métodos para estudiar la fauna silvestre, estos
métodos de investigación y de consecución de información en campo se basan
principalmente en dos tipos de datos obtenidos directa o indirectamente (Ojasti,
2000).
Los datos directos se refieren a un contacto activo con el animal, ya sea porque se
ha visto o se ha oído, lo que demuestra una evidencia de la presencia del individuo
en ese lugar y momento. La observación directa permite la aplicación de métodos
directos que se basan en datos ópticos y acústicos (Guinart & Rumíz, 1999). Por
otra parte, los datos indirectos, estimados a partir de signos o rastros dejados por
el animal, permiten conocer la composición faunística de una zona, ofrecen datos
sobre sus preferencias de hábitat, dieta, o comportamiento. Es frecuente emplear
este tipo de datos para calcular índices de abundancia o de presencia de especies
(Sánchez, et al. 2004).
2.2.1.2 Datos indirectos
En el estudio de las diferentes comunidades animales desde cualquier punto de
interés, predomina el hecho de que estas siguen ciertos patrones de distribución y
comportamiento en las áreas naturales de manera que no siempre es sencillo
contemplarlas (Guinart & Rumíz, 1999). Teniendo en cuenta que la mayoría de
especies que habitan los bosques son difíciles de observar y se perturban con
facilidad ante la presencia humana, en adición a la pobre visibilidad dentro del
bosque (Naranjo, 1995), los métodos indirectos para observación de rastros
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resultan ser aplicables en grandes áreas con la ventaja de ser reproducibles en
otras áreas o en la misma área en épocas diferentes (Nachman, 1993). Este
aspecto ratifica la difusión de métodos indirectos en los diversos trabajos
adelantados en bosques tropicales donde las necesidades de información sobre las
poblaciones animales son grandes y por lo general el financiamiento es limitado
(Naranjo, 2000).
Es muy posible encontrar señales indirectas que indican la presencia de animales
aún no observados, estas señales o signos pueden ser de diferentes tipos como
huellas, heces, comederos, cuevas, rasguños, entre otros, que constituyen en
muchas ocasiones la única información válida obtenida acerca de las especies para
ciertos hábitats (Ojasti, 2000). Por esta razón, en lugares donde se hace difícil la
observación de mamíferos por cualquier motivo, resulta indispensable utilizar
medios para hacer posible su acercamiento como la utilización o estimación de
datos indirectos basados en la identificación de signos producidos por el animal de
interés (Rabinowitz, 1997).
Esta técnica puede ser aplicada en grandes áreas y ha sido ampliamente usada
para estimar densidades relativas y tendencias poblacionales. Asímismo, resulta
ser una herramienta interesante en el trabajo de campo con poblaciones animales
que se distribuyen ampliamente (Sargeant et al. 1998) y de las cuales se
desconocen la mayoría de sus hábitos y preferencias acaso también, las
asociaciones con otras especies animales que visitan las mismas zonas del paisaje,
lo cual, sumado a una correcta identificación e interpretación de rastros puede
proporcionarnos nuevos conocimientos acerca de comportamiento, estructura
social, forma de locomoción y hábitos de forrajeo en mamíferos (Wemmer et al.
1996) .
Los índices basados en el conteo de rastros arrojan una serie de datos acerca de
una población en particular que en el campo puede ser entendida como
proporcional a la densidad misma (Ojasti, 2000). Aunque esta relación no se
conoce con detalle, el uso de un índice resulta útil al momento de hacer
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comparaciones ya sea en la misma área a lo largo del tiempo, o en diferentes áreas
en el mismo momento (Aranda, 2000).
Así, un índice de abundancia relativa indica el número promedio de individuos o
sus rastros encontrados por unidad de esfuerzo muestreal, lo que implica una
combinación aritmética de ambas medidas o variables (Ojasti, 2000).
Comúnmente, los índices de población sólo darán información de abundancia
relativa, pero ésta puede ser suficiente para tomar decisiones sobre manejo o
conservación de una población (Aranda, 2000). Los índices basados en distancia
recorrida son ampliamente utilizados, especialmente en la evaluación de fauna
silvícola, por ejemplo para comparar la abundancia de mamíferos entre áreas
protegidas y las sometidas a caza (Glanz, 1989; Bodmer et al, 1987; citados en
Ojasti, 2000).
2.2.1.3 Técnicas de campo para el monitoreo de mamíferos terrestres
A continuación se describe el fundamento teórico y práctico de tres técnicas de
campo para el monitoreo de mamíferos terrestres implementadas en la zona de
estudio.
2.2.1.4 Transectos
El uso de transectos ha tomado una gran importancia en estudios de fauna
silvestre, pudiendo ser implementados en desplazamientos para documentar
biodiversidad de un área o cuantificación de especies silvestres (Carrillo et al.
2000). Muchos lo aplican en la estimación del tamaño de una población dada,
usándose en situaciones que proveen información útil al trabajo con manejo de
fauna (Wallace, 1999).
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De este modo, cuando se desean estimar abundancias relativas o densidad de
poblaciones silvestres se incluye el recorrido de transectos para conocer la
densidad por medio del reconocimiento de individuos de la población; por otra
parte se recurre también al conteo de signos o indicios para estimar densidades
relativas (Wallace, 1999).
Muchos estudios han hecho uso de esta técnica con resultados satisfactorios no
sólo en la búsqueda de rastros indirectos de fauna sino además en los recorridos
de avistamiento directo de los mismos, lográndose ambos tipos de registros. Un
ejemplo de esta situación lo evidencia el trabajo realizado por Naranjo & Bolaños
(2003) donde a través de esta técnica fue analizada la posible asociación entre
índices de abundancia y estimación de la densidad de dichas especies a partir de la
validación de los datos directos e indirectos obtenidos desde el recorrido de
transectos.
Los transectos son muestras largas y estrechas las cuales pueden describirse como
de tres tipos: unidimensionales, de banda y de línea. Los primeros interceptan
objetos bidimensionales en proporción a su cobertura o abundancia y se prestan
para cuantificar la densidad de vegetación y objetos fijos en general (Ojasti,
2000). Por otra parte, los transectos de banda (ancho fijo) y de línea (ancho
variable) pueden ser considerados como una extensión o trayecto para la
estimación de un índice de abundancia relativo a la distancia (Ojasti, 2000).
Para los transectos de banda, el ancho se establece a priori contándose todos los
objetos dentro de la banda. En este método según Burnham et al, (1980) se
presuponen:
- Franjas paralelas a ambos lados de la línea base o el recorrido del observador-
donde todos los objetos son registrados, hasta una distancia umbral x donde la
detectabilidad decae bruscamente.
24
- Que la ubicación de los objetos al ser detectados sea fija no se vea afectada
por el conteo.
- Que la inclusión o exclusión de los objetos es determinado por medidas
exactas desde la línea base hasta el animal.
Esta técnica se emplea también para cuantificar objetos fijos, en este caso la
detección depende del observador, de lo conspicuo del objeto y de la visibilidad
en el hábitat.
2.2.1.5 Parcelas de huellas
El uso de huellas en lugar de observaciones directas de mamíferos tropicales trae
ciertas ventajas. La mayoría de las especies son nocturnas e inconspicuas (algunas
veces raras) en la densa selva tropical (Peres, 2001). Las huellas pueden de este
modo ser usadas para documentar la presencia y abundancia de muchas especies
(Carrillo et al. 2000). Adicionalmente, tales observaciones pueden hacerse
independientemente del tiempo de mayor actividad de los animales dado que las
huellas se conservan por largos períodos.
Las trampas de huellas constituyen el medio por el cual se consigue colectar
rastros especialmente huellas animales de manera sistemática en el tiempo,
pudiendo brindar datos sobre una base ecológica de las especies como el tamaño
de su ámbito doméstico, movimientos, patrones de actividad e incluso aspectos de
su comportamiento (Rabinowitz, 1997).
Esta técnica, poco costosa y muy utilizada en campo requiere de un montaje de
trampas a manera de cuadrantes cuyas dimensiones pueden variar dependiendo de
los animales que se desea muestrear, sobre superficies planas que lo permitan
(Rau et al. 1995). Requiere de un levantamiento superficial de la cobertura vegetal
para ser instalado un sustrato que puede variar y que, asímismo puede alterar la
obtención y calidad de las huellas (tierra cernida, arena de río, arcilla). Este
25
aspecto ha sido probado en estudios bajo esta misma técnica, como el trabajo de
Acosta et al (1996), donde se probaron varios sustratos encontrándose una mayor
efectividad en el registro de huellas a partir sustratos de consistencia arcillosa por
encima de aquellos constituidos por arena.
Del mismo modo, a partir del trabajo realizado por Campos & Rubio (1995) en el
Parque Nacional Natural Utría, las autoras anotan que la observación de huellas
óptimas se da en zonas de sustrato arenoso junto a cursos de agua, así como en
algunos sectores de las trochas y hondonadas.
Aranda (2000) realiza una descripción detallada de algunos sustratos en la
observación de huellas anotando que en la tierra seca, poco profunda y de grano
muy fino constituye un buen terreno para la observación de huellas, cuyos bordes
quedan bien definidos pudiéndose apreciar detalles finos de las mismas. Por otra
parte, la arena seca de mar, río o de origen volcánico de grano grueso arroja
huellas con poco detalle, dificultándose su identificación; la grava suelta como la
encontrada en los lechos de ríos secos resulta menos desventajosa que la arena,
siendo posible identificar huellas de animales grandes.
Con respecto a terrenos húmedos, el autor describe que el lodo suave y de grano
fino y no muy profundo, puede grabar huellas claras y bien definidas y que las
condiciones atmosféricas (lluvias, vientos, etc) y ciertas condiciones topográficas
como la inclinación de los terrenos, pueden variar drásticamente la forma y
tamaño de las huellas.
2.2.1.6 Estaciones olfativas
Son una técnica empleada de parcelas con atractivos olfativos como comida o
esencias olorosas. Su fundamento se basa en la obtención de huellas animales a
partir del registro de la frecuencia de sus visitas (Rau et al.1995). Las estaciones
olfativas pueden emplearse para detectar principalmente la presencia de especies
26
de mamíferos y secundariamente valorar sus abundancias relativas. Estas pueden
estar ubicadas de forma aleatoria o sistemática en sendas naturales que frecuentan
los animales (Sargeant et al. 1998).
Esta técnica fue estandarizada por Linhart & Knowlton (1975) más tarde afinada
por Roughton & Sweeny (1982) citado en Rau et al. (1995). Posteriormente
Connert et al. (1983) evaluaron el uso de estaciones olfativas para el monitoreo de
abundancias relativas de muchas especies.
Dado que las estaciones olfativas están compuestas convencionalmente por
cuadrantes cuyo sustrato está compuesto usualmente por arena o tierra cernida, no
suelen ser empleadas en lugares durante estaciones de lluvia. Sin embargo, y dada
la necesidad de implementarse este tipo de metodologías en el monitoreo de fauna
silvestre en zonas tropicales y bajo condiciones climáticas inestables, han sido
propuestas ciertas modificaciones para hacer posible su uso en campo,
especialmente en regiones tropicales y subtropicales donde resulta casi imposible
predecir o evitar las estaciones lluviosas, como lo ejemplifica el estudio de la
interacción (predador - presa) en ecosistemas selváticos y lluviosos del sur chileno
que reciben altos niveles de pluviosidad (200 y 300 cm) anuales (Meserve et al.
1982).
Los sustratos mayormente empleados son aquellos compuestos por barro o arcilla,
arena y tierra cernida (Rabinowitz, 1997). Se mencionan otros ejemplos como
cuadrantes de madera empolvados con polvo de tiza, también el uso de ciertos
papeles ahumados sobre superficies planas de madera (Humphrey & Zinn, 1982,
Clark & Campbell, 1983; respectivamente). De igual manera, un aspecto
importante como el clima en temporadas lluviosas puede deteriorar el estado y
conservación de huellas haciendo que éstas parezcan más grandes de lo normal y
en otras ocasiones borrándolas por completo (Rabinowitz, 1997). Por esto en
ocasiones se emplea el uso de cobertizos para disminuir el efecto de las lluvias
(Chiriví 2003, Sánchez et al. 2004).
27
Con respecto a las sustancias atractivas empleadas, el uso de orina y extractos de
glándulas de ciertos animales, materiales alimenticios como sardinas, aceite de
hígado, frutas o carne en descomposición, pueden ser usados en estaciones
olfativas para la atracción de mamíferos para la identificación de sus huellas
(Aranda, 2000), o como técnicas de captura donde además se utilizan sonidos
animales, como lo ejemplifica la experiencia con carnívoros realizada por Mills
(1996). Adicionalmente, las sustancias o cebos pueden encontrarse impregnados
en bolas de algodón siendo suspendidos desde ramas de árboles o estacas en el
campo (Rabinowitz, 1997).
Éstos cebos también pueden utilizarse focalmente para el grupo de animales que
se desea atraer. De este modo y como fue probado en un estudio realizado por
Orjuela & Jiménez (2004), fueron empleados cebos como avena, papaya y banano
para la atracción de herbívoros y omnívoros.
2.2.2 La investigación cualitativa
Dentro de las principales ideas que definen el fundamento de la investigación
cualitativa se encuentran la descripción realizada por Taylor & Bodgan (1994)
como aquella investigación que produce y analiza los datos descriptivos como
palabras escritas o dichas, incluyendo el comportamiento de las personas. Por otra
parte, Bowen (2003) argumenta que la investigación cualitativa no se caracteriza
por los datos ya que estos pueden ser cuantificados sino más bien por tratarse de
un método de análisis no matemático.
De este modo, la investigación cualitativa contempla aquellos datos que
difícilmente son cuantificables tales como informes de entrevistas, observaciones,
diarios, reuniones, recurriendo a métodos de análisis más flexibles e inductivos
los cuales se encuentran inspirados en la vida cotidiana de las personas (Pita &
Pértegas, 2002), lo cual también puede ser entendido como aquellas
28
investigaciones experimentales desarrolladas en el medio habitual de los
individuos (Strauss & Corbin, 1990).
Por mucho tiempo y de manera generalizada en la investigación cuantitativa el
laboratorio fue considerado el lugar donde se desenvolvían todos los hechos de
estudio dado a que allí era posible aislar los sujetos de su medio y controlar las
variables, de allí que un aspecto asegurador de los métodos cuantitativos se
basaba en la exactitud superficial de las cifras, lo que a su vez excluía aquellos
aspectos cualitativos de la experiencia humana (Salinas, 2000).
Actualmente, el sistema viviente envuelto en las sociedades requiere que las
metodologías sean flexibles para alcanzar el fenómeno estudiado y de esta manera
captar los límites de la realidad y sus variaciones ya que cualquiera de estos
métodos de investigación buscan y dependen de la realidad (Strauss & Corbin,
1990).
Bajo este aspecto, con relación a una serie de nociones más estrictas en su práctica
desde la investigación cuantitativa, la investigación cualitativa no radica su
importancia en los modelos rigurosos, pudiendo evolucionar la investigación al
mismo tiempo que responde a las necesidades que se presenten y cuya flexibilidad
constituye una ventaja que implica un componente imprevisto que se ajusta al
sistema viviente (Deslauriers, 2004).
Con respecto al desarrollo de los diferentes tipos de investigación en áreas
sociales y biológicas desde el método científico, Strauss (1987) llama la atención
sobre el hecho que señala el descuido generalizado del contexto, las condiciones,
la estructura de la realidad circundante lo que imposibilita la explicación y
aislamiento de los hechos.
De esta manera, la investigación cualitativa orienta su mirada hacia la praxis
como el ámbito de la acción humana fundamentada en la reflexión y la
experiencia en la unión de la teoría y la práctica alrededor de las personas y los
29
grupos, planteando su terreno al nivel “meso” situado entre el nivel micro
individual y el macro estructural, el cual permite comprender la estructura social y
al mismo tiempo captar el marco general donde se genera la acción. Es así como
Salinas (2000) plantea el grupo como unidad investigativa antes que el individuo
donde el investigador comprende el contexto social en el cual la persona está
inmersa.
Se mencionan a continuación algunas técnicas o recursos utilizados por la
investigación cualitativa para la recolección de información como son:
a. La observación como un medio para apreciar aspectos de la realidad
inmediata que a su vez son consignados en libretas o diarios de campo
donde se apuntan comentarios personales y ajenos acerca del tema tratado
(Tezanos, 2002).
b. Las entrevistas, consideradas como instrumento que permite recolectar
información (datos, ideas, opiniones, críticas) sobre temas y situaciones
específicos así como la interpretación que le dan los entrevistados
(Salinas, 2000).
c. Los grupos focales se presentan como una modalidad de entrevista
orientada a la colección de un número elevado de información a partir de
la discusión con un grupo de personas quienes exponen sus conocimientos
y opiniones sobre temas considerados importantes dentro del estudio
tratado (Bonilla & Rodríguez, 1995).
d. Los talleres (de formación, de información, de capacitación) como una
modalidad tratada con éxito dentro de las experiencias de educación y
trabajo comunitario las cuales consisten en jornadas de trabajo grupal
entorno a un tema específico en el cual se busca producir aportes a partir
de la activa participación de sus integrantes en torno a temas fijados y
propósitos que se desean alcanzar, permite conocer de los grupos
interrogantes, preconceptos, usos, papeles, costumbres, etc (Salinas, 2000).
30
e. La “lluvia de ideas” es una técnica utilizada para poner en común las
opiniones o conocimientos que tiene cada uno de los participantes de una
reunión acerca de un tema, que a su vez permite llegar de manera colectiva
a acuerdos o conclusiones (Salinas, 2000).
2.2.2.1 Metodología participativa con el grupo de cazadores del Valle
Reuniones participativas
Los talleres y reuniones participativos permiten realizar diagnósticos rápidos a
partir de información obtenida de la gente. Estas reuniones son muy útiles cuando
existen temas para discutir y que en este caso están relacionados al manejo de
recursos como la caza de animales de monte por ejemplo, siendo como objetivo
crucial la creación de un espacio común donde sus miembros puedan hacer
contribuciones a partir de su opinión (Townsend, 1999).
Entrevistas
Las entrevistas sirven para profundizar el conocimiento individual siendo
especialmente útiles cuando se utilizan con un especialista en el tema (Townsend,
1999). El tipo de información obtenida de estas actividades resulta fundamental
cuando se trata de conseguir un muestreo de la opinión local ya que esto plantea
ideas claras del pensamiento de cierto grupo social y sus percepciones acerca de
los temas propuestos.
Dado que esta información muchas veces carece de confiabilidad por la dificultad
de ser cuantificable, se ha propuesto la técnica del Auto- registro donde los
actores interesados sean precisamente quienes registren sus actividades y
apreciaciones, convirtiéndose en un medio por el cual la comunidad esté motivada
a registrar los eventos de cacería asumiendo un rol activo en el manejo y
monitoreo de sus propios recursos, siendo esta una actividad llevada a cabo por
los indígenas bolivianos Tsimané, Sironó, Guaraní de Isosog y Chiquitanos de
31
lomerío (Chiqueno et al. 2001) y por el grupo de cazadores del Valle desde años
recientes (Trespalacios et al. 2003a).
De este modo, cuando los participantes entienden por qué la información debe ser
colectada, hay más confianza en los resultados, especialmente cuando hay más
participantes, siendo cualquier esfuerzo de manejo más exitoso (Townsend, 1999).
2.3 La cacería de subsistencia en el Neotrópico
La caza de subsistencia es una forma común de extracción de recursos no
maderables de bosques tropicales y en muchas ocasiones constituye una difusa e
indetectable forma de extracción practicada por comunidades de las selvas
tropicales, de allí la dificultad de ajuste de normativas y esfuerzos de restricción
en las áreas naturales (Peres, 2000).
Muchas de las extinciones locales han sido relacionadas en su mayoría a eventos
de deforestación sin tenerse en cuenta las presiones provocadas por la cacería
extensiva y sus efectos (Bodmer et al. 1997). Seguidamente se enumeran algunos
factores que de manera generalizada pueden estar afectando las dinámicas
poblacionales de fauna silvestre dentro de las selvas tropicales trayendo profundas
consecuencias para la diversidad de especies, su tamaño y relación de la estructura
de la fauna.
Los episodios de sobrecacería y extinciones locales de ciertas especies reportados
en algunas áreas de selvas tropicales empieza a suceder de forma común dado que
la gente ha adoptado el uso de modernas técnicas de cacería que reducen la opción
de supervivencia de los animales de caza (Robinson & Redford, 1991).
Peres (2000) hace como mención: 1) Un rápido crecimiento de la población rural
en los lugares que demanda aumento de presión sobre los recursos, 2) Cambios en
los patrones de uso de la tierra degradando los hábitats de la selva primaria, 3)
32
Incremento del uso de armas y tecnología que aumenta la mobilidad y mortalidad
de animales en grandes áreas, 4) Incremento de la integración entre la economía
de mercado y comercio de carne de monte que acaba con la distinción entre
cacería de subsistencia y aquella comercial.
La cacería de fauna silvestre sumado a otras prácticas relacionadas a impactos
directos sobre las selvas tropicales, entre los que se mencionan la tala de especies
maderables y la transformación de tierras para el establecimiento de cultivos,
define como incierta la posibilidad de establecer normas de caza sostenible en
áreas fragmentadas ya que pocos estudios han medido la abundancia de
vertebrados dentro de bosques afectados diferencialmente por un historial de caza
(Peres, 2001).
De manera similar, esta situación se ve reflejada en las actividades de caza de la
Cuenca del río Valle, Chocó; paralelamente a efectos perturbadores como la
extracción maderera y la creación de parcelas de cultivos como lo muestra la
Figura 1 en el sector del Sendero a Utría (Trespalacios et al. 2003 b).
A. B.
Figura 1. A: Entresaca de madera del bosque. B: Establecimiento de pequeñaparcela de cultivo (banano) en un sector del Sendero a Utría.
33
2.4 Manejo de Fauna
Actualmente, el interés por la conservación de la naturaleza ha brotado en la
sociedad moderna a medida que ésta ha tomado conciencia progresivamente de la
preocupante crisis ambiental, en consecuencia a un notable efecto devastador
sobre las comunidades biológicas por la acción humana (Primack et al. 2001).
.
De este modo, a partir del uso que el hombre hace sobre el recurso fauna, ha
surgido la necesidad de valorar tales demandas a partir de criterios desde la
utilidad directa, real o potencial que representa la fauna para el hombre (Ojasti,
2000).
Así, se señala un posible origen del manejo de fauna desde culturas ancestrales
que por medio de diversas acciones basadas en sus concepciones, creencias y
prácticas tradicionales, entablan algunos modelos alrededor de la fauna con el fin
de promover su preservación (Campos & Ulloa, 2003). Con el tiempo, surgen
algunos conceptos de manejo de fauna enfocados principalmente hacia el fomento
del recurso por medio del manejo del hábitat, el cual como indica Ojasti (2000)
pueden estar orientados hacia el uso de la tierra para producir cosechas sostenidas
anuales de animales silvestres con fines recreacionales.
El modelo propuesto y modificado por Giles (1971), citado en Ojasti (2000)
utiliza la siguiente definición: "Manejo de fauna es la ciencia y el arte de decidir y
actuar para manipular la estructura dinámica y relaciones entre poblaciones
animales silvestres, sus hábitats y la gente, al fin de alcanzar determinados
objetivos humanos por medio del recurso fauna silvestre" y cuya idea de fondo
sustenta el triángulo animales silvestres, hábitat, gente, que integran los
componentes que involucran un plan de manejo. Las acciones empleadas para esta
definición como decidir, actuar, manipular, expresan los términos en los que el
hombre orienta las decisiones para lograr el modelo de manejo que desea.
34
Ajustándose a realidades más concretas como el caso de América Latina donde se
contemplan algunos aspectos socio-económicos relacionados a los recursos,
autores como Bolen & Robinson (1995) lo definen como “la aplicación del
conocimiento ecológico hacia las poblaciones de animales y sus plantas y
animales asociados, como una forma de lograr un balance entre las necesidades de
estas poblaciones y las necesidades de la gente”
Ya sea a partir de cualquiera de estas definiciones, el manejo de fauna requiere de
la identificación de los problemas que buscarán ser resueltos por medio de hechos
enfocados desde diferentes objetivos, de tal manera y dada la variedad de usos a
los que es sometida la fauna por los grupos humanos. Asímismo, las medidas
emprendidas tomarán diferentes caminos hacia su fin a partir de los intereses y
demandas particulares (Campos & Ulloa, 2003).
De este modo, a partir de las condiciones reales y actuales que suceden alrededor
de los territorios donde poblaciones humanas y animales se superponen, sin
importar los términos específicos de las definiciones entorno al manejo de fauna
anteriormente mencionadas, éstas coinciden en puntos claves donde se apunta a
un conjunto que relaciona gente, recursos, usos, sostenibilidad, capacidad, hábitat.
Asímismo, las investigaciones concernientes en la búsqueda de alternativas de
manejo sugieren la selección previa de estrategias que teniendo en cuenta el
diagnóstico del uso del territorio y la fauna, sumado a los intereses de las
comunidades humanas, establezcan el manejo concertado de los recursos.
Ulloa et al. (1996) consideran el manejo concertado desde un contexto cultural,
conservacionista y productivo. A nivel cultural, se parte de la concepción que
describe la relación del ser humano con la naturaleza con sus usos y significados,
procesos productivos, teniendo en cuenta el papel que juega la naturaleza el cual
puede ser distinto para las diferentes comunidades humanas. En este sentido,
existen tradiciones y estrategias culturales propias de los pueblos que se refieren
al manejo de los recursos por ejemplo, territorios restringidos culturalmente, uso
de determinadas especies durante ciertos períodos anuales, uso alternativo de otras
35
fuentes de proteína, entre otros. Estos constituyen procesos que no deben ser
desconocidos ya que pueden explicar en gran medida la disminución de animales,
siendo a su vez un marco que permite concertar de manera más acorde aquellas
alternativas de manejo.
La visión conservacionista contempla los intereses de los grupos étnicos, así como
la comunidad científica relacionada a las ciencias sociales y biológicas. Esta se
basa en aquellas condiciones reales del entorno como la oferta de recursos, dentro
del cual se encuentran vinculados aspectos de la biología de las especies, sucesos
de extinción, capacidad de carga, como conceptos que definen la posibilidad de
conservación de la fauna. De este mismo modo y relacionado a los aspectos
mencionados por Ulloa et al. (1996) este principio conservacionista expone un
modelo de manejo para y con la gente como una explicación de la viabilidad de
esta concepción a largo plazo, donde el conocimiento y reconocimiento de las
prácticas locales se tengan en cuenta así como el conocimiento científico.
Por último, el aspecto productivo parte de la necesidad de la creación de medidas
que consoliden la calidad y seguridad alimenticia de las comunidades locales a la
vez que propone el mejoramiento técnico de aquellos recursos que son utilizados
para alcanzar una mayor productividad. Con referencia al aprovechamiento de la
fauna, Ramírez (1996) menciona el uso de los excedentes minimizando los costos
ya sean éstos descritos como capitales de energía, sociales o ambientales que
igualmente puedan favorecer la disminución de presión sobre la fauna de caza.
2.4.1 Objetivos de manejo
Con respecto a los objetivos enmarcados dentro de los programas de manejo de
fauna silvestre y como parte de aquellas expectativas surgidas a partir de los
estados ideales y deseables en que el hombre traza sus acciones hacia los bienes
naturales, existen diferentes intereses los cuales dependiendo del origen y
demandas de los diversos sectores de la colectividad (cazadores, agricultores,
36
conservacionistas, campesinos), generan diversos objetivos (Anderson & Hurley,
1980).
Sin embargo, existen dos modelos básicos de manejo descritos como pasivo o
activo. Se habla de manejo pasivo cuando el objetivo único es preservar o
proteger una entidad natural aboliendo toda mediación humana sobre el recurso.
Por otra parte, el manejo activo implica cambiar la situación actual mediante una
intervención directa y planificada sobre la fauna, su hábitat y usuarios con el
objeto de proteger, aumentar, estabilizar o reducir, acciones primordiales del
manejo (Ojasti, 2000).
2.4.2 Sostenibilidad en el manejo de fauna
Un término muy relacionado al manejo de fauna lo constituye el criterio de
sostenibilidad el cual basa su premisa en niveles de aprovechamiento de una
población que no rebase su producción desde el punto de vista ecológico y el cual,
además incluya implicaciones económicas de uso extractivo que satisfagan
igualmente las necesidades básicas de la población (Bodmer, 2003). Además
tiene en cuenta que existen límites para el consumo humano sin que sean agotadas
las poblaciones animales o vulnerables a extinciones locales (Ulloa et al. 1996).
El cumplimiento de tales postulados requiere información detallada y confiable
sobre la población a utilizar en los ecosistemas que conforman su hábitat (Ojasti,
2000).
Para alcanzar el uso sostenible de los recursos, sustentado en las metas del plan de
manejo, se debe indagar por la abundancia de estos recursos en la zona. De este
modo, en los estudios propuestos para especies focales sometidas a cacería como
en el caso chocoano, se considera importante establecer en qué medida pueden
éstos ser usados sin provocar su agotamiento, requiriéndose el trabajo colectivo
con cazadores en la estimación de las densidades por medio de alguna técnica
cuantitativa (Townsend, 2003). De este modo, el manejo de la fauna silvestre
37
demanda un sistema de monitoreo de las poblaciones y los impactos que sobre
ellas produce el uso del recurso (Salafski et al. 2001).
Este proceso de monitoreo debe presentarse como una constante en el programa
de manejo y por lo tanto involucrar a la gente local en las actividades de
monitoreo del estado de sus recursos, siendo éste aspecto necesario para el éxito
en el programa de manejo que se desea contemplar (Townsend, 2003).
2.4.3 Manejo de fauna y comunidades locales
En la búsqueda de alternativas en el manejo de fauna silvestre con comunidades
humanas, algunos estudios en América latina (véase Ayala, 2003; Gómez et al.
2003; Puertas et al. 2003; Townsend, 2003; Trespalacios et al. 2003 a; Zapata &
Jorgenson, 2003; entre otros), respaldan el hecho de incluir la participación cada
vez más activa de los pobladores locales (comunidades indígenas, comunidades
negras, campesinos) reconociendo su protagonismo frente al uso de los recursos y
la manera cómo su condición local y en algunos casos, como el de las
comunidades negras del pacífico colombiano, las leyes2 respaldan su derecho
extractivo (Trespalacios et al. 2003 a) Figura 2.
2 Artículo 21, Ley 70 de 1993.
38
A. B.
Figura 2. Cacería de animales silvestres. A: Pavón (Crax rubra) B: ardilla(Sciurus granatensis) y el mono tití (Saguinus geoffoyii)
Estas situaciones han empezado a direccionar las propuestas de manejo hacia una
mirada que incluye el conocimiento y prácticas culturales dentro de un marco
participativo en la toma de decisiones e investigación biológica; aspecto que
termina siendo un punto clave para el éxito de programas de manejo comunitario
de los recursos naturales (Townsend, 2003).
La información obtenida de las comunidades humanas y la información biológica
proveniente de investigaciones, observaciones, como aquella recogida de los
coinvestigadores locales permite establecer de manera más clara las condiciones
de uso del territorio y sus recursos, al igual que permite un mayor entendimiento
de las relaciones de las poblaciones humanas locales con su entorno físico y
cultural que a su vez se conjuga con un aspecto simbólico y económico cuando de
fauna se trata.
Así, bajo este contexto y como sugiere el trabajo realizado por Ulloa et al. (1996)
con las comunidades indígenas emberá del pacífico colombiano, las alternativas
de manejo de fauna concertadas conjuntamente con la comunidad, adquieren un
valor importante y viable para la conservación de las especies cazadas que de
manera más acertada a las realidades conciben que se sigan utilizando sin ir en
39
detrimento de los intereses de conservación de las mismas, adicionalmente a una
continuidad de las prácticas de cacería que ratifican su legado cultural.
Dentro de esta visión se considera que el manejo de la biodiversidad responde a
diferentes intereses como involucrar a la gente local promoviendo su
participación, reconociendo sus derechos y conocimiento. Del mismo modo se
contemplan las posibilidades de capacitación de tales personas con los términos
asociados al manejo de fauna con el fin de considerar sus aportes, facilitando su
intervención y contando no sólo con las perspectivas científicas en la creación de
un espacio común abierto a modificaciones y retroalimentación (Campos & Ulloa,
2003).
Un aspecto igualmente importante en el tratamiento investigativo con
comunidades locales se encuentra relacionado a la valoración que éstos le dan a
los recursos desde la percepción y relación con su entorno, las cuales sobre bases
ideológicas propias, ancestrales, y prácticas tradicionales encierran una visión
particular que debe ser abordada e incluida en las propuestas de acción
participativa (Polanco et al. 2003).
El trabajo investigativo y la guianza de los investigadores profesionales en
procesos que están vinculados a los usos de los recursos por parte de comunidades
locales, deben reconocer y tener en cuenta aquellos grados de organización y
autonomía de los pueblos y su gente, en la elaboración de las propuestas para el
plan de manejo teniendo en cuenta la sustentación de la medida en que se va a
manejar el recurso a través de inquietudes que respondan a interrogantes
obtenidos de las personas involucradas, del por qué, cómo, para qué se quiere
manejar el recurso (Campos & Ulloa, 2003).
Así, partiendo de los principios tradicionales y respetando estos lineamientos
fundamentales en la toma de decisiones acerca del manejo de los recursos
naturales, resulta importante la conveniencia de tales puntos a la hora de definir
los alcances de la investigación frente una economía y necesidades de la gente
40
local, como modelos que surjan a partir de tales realidades y en su medida sean
útiles y se ajusten a las comunidades en pos de su beneficio, en concordancia a la
sostenibilidad de los bienes naturales (Polanco et al. 2003).
En consecuencia, cuando los profesionales llegan a trabajar conflictos ambientales
o a realizar cualquier tipo de investigación biológica en los entornos sociales,
naturales, ecológicos, se ven en la necesidad de interactuar con las comunidades
en la búsqueda de soluciones a tales temáticas. Es así como sugieren Einsenberg
& Landázuri (2003) que la participación cada vez más activa de las personas
locales funciona como herramienta metodológica donde los grupos de personas
pueden organizar las condiciones en las que pueden aprender de su propia
experiencia, para resolver asuntos concernientes al manejo comunitario de los
recursos.
Bajo este enfoque participativo, Bodmer (2003) señala un ejemplo de trabajo con
cazadores locales el cual presenta algunas ventajas :
1) Permite a los investigadores colectar información sobre la presión de caza.
2) Permite a ambas partes trabajar juntas y entender mejor las necesidades de
cada uno.
3) Establece las etapas para los involucramientos locales en el manejo futuro
de los recursos de la fauna silvestre.
4) Enseña a los cazadores cómo colectar datos por lo cual en el futuro ellos
mismos estarán involucrados con los análisis de sustentabilidad de su
propia caza.
5) Los cazadores están preparados para colectar material Biológico.
41
De este modo, se propone un enfoque investigativo cuyo objetivo busque la
participación de las comunidades en el análisis de sus propias realidades,
permitiendo que de manera activa los integrantes de los diferentes grupos sociales
se interesen en los procesos de investigación que se desarrollan a su alrededor, en
donde ellos hagan parte fundamental en el entendimiento de sus saberes
ancestrales y culturales que además explique su razón social, facilitando la
comprensión de sus acciones por parte de quienes adelantan las investigaciones
(Honneth, 1997).
42
3. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA Y JUSTIFICACIÓN
3.1 Formulación del problema
Para la comunidad del río Valle, Chocó, la carne de monte representa un medio
importante para el sostenimiento de las familias, constituye una fuente
fundamental de alimento prevaleciendo como actividad complementaria frente a
otras prácticas como la pesca y la agricultura (Castiblanco, 2002).
Existe una marcada preferencia sobre ciertas especies silvestres que por el gusto
de su carne son extensamente cazadas1; se mencionan la guagua (Cuniculus paca),
ñeque (Dasyprocta punctata), iguana (Iguana iguana), zaíno (Pecari tajacu),
paletón (Ramphastos sp), armadillo (Dasypus novemcinctus), venado (Mazama
americana), lora (Amazona farinosa), y el pavón (Crax rubra). Sin embargo, para
cada cazador existe una preferencia de la fauna cinegética en la cuenca cuya
valoración diferencial del tipo de presas está determinada por algunas
características como el sabor de su carne y el tamaño de las mismas, además del
esfuerzo de captura y en consecuencia del estado de abundancia de las
poblaciones de estas especies (Castiblanco, 2002). De esta manera y a través del
tiempo, la presión ejercida sobre éstas en particular ha sido constante y creciente
frente al aumento de la demanda de carne a razón de un vertiginoso incremento de
la población humana (Trespalacios et al. 2003 a).
La escasa planificación y desconocimiento de las dinámicas y comportamiento de
las poblaciones animales, ha conducido a problemas relacionados a una presión
que supera la capacidad de recuperación natural de tales poblaciones, aspecto que
se ha visto reflejado en el decaimiento del número de presas y el desplazamiento
de las mismas a lugares más remotos, conduciendo a la necesidad de invertir
1 Esta información se encuentra sustentada en los registros consignados de las faenas de cacería yla información tomada directamente de los cazadores de la Cuenca. Fundación Natura. 2002.
43
mayores cantidades de tiempo para llevar a cabo la actividad de cacería en campo
(Castiblanco, 2002).
En consecuencia a esta realidad, las personas involucradas en el uso del recurso
faunístico han empezado a unir criterios para contextualizar esta problemática, es
así que en la búsqueda de las bases para la elaboración de un plan de manejo de
fauna de caza surge, como fase preliminar, la propuesta en la que se sugiere el
ensayo de algunas técnicas de campo para el monitoreo de las abundancias de
poblaciones de fauna silvestre en la Cuenca del río Valle, Chocó.
Teniendo en cuenta esta primera fase y el fundamento de las ideas planteadas, este
estudio presenta algunas técnicas de campo para alcanzar este fin. A partir de la
base teórica y práctica de cada una de ellas, se discutirán conjuntamente las
posibles ventajas o desventajas con respecto a las posibilidades de
implementación de estas técnicas en las condiciones particulares del área de
estudio. Además, sean aceptadas por el grupo de cazadores, quiénes posiblemente
harán uso futuro de alguna de éstas.
3.2 Pregunta de investigación
¿Cuáles son los aspectos técnicos y económicos a considerar en la
implementación de técnicas de campo para el monitoreo de abundancias de fauna
silvestre por parte del grupo de cazadores del Valle, Chocó?
3.3 Justificación de la investigación
Actualmente y dentro del marco organizativo de los habitantes de la zona, se ha
conformado el consejo comunitario del Valle (El Cedro), que con la participación
de algunos líderes locales han definido una serie de acciones orientadas al uso de
la fauna silvestre; de esta manera, el grupo de cazadores como organización
44
comunitaria perteneciente al consejo, ha establecido una meta encausada a
identificar y definir alternativas para el manejo de fauna de la región, aspectos
principalmente relacionados con criterios de sostenibilidad y aprovechamiento de
la fauna de caza (Trespalacios et al. 2003 b). De esta manera, su función es la de
proponer y realizar procesos prácticos para el ajuste de experiencias de manejo,
investigación y monitoreo.
Por tal razón y con ayuda de la Fundación Natura como organización de apoyo,
surge la propuesta que busca asistir y colaborar con algunos aspectos prioritarios
para la comunidad dentro de este proceso. Se plantea un principal interés en la
necesidad de consecución de información acerca de las abundancias de las
especies mayormente utilizadas, datos fundamentales para la elaboración de un
plan de manejo. Por otra parte, aún no se han sentado las bases para un monitoreo
estandarizado de fauna a través de una técnica que les permita a los cazadores
hacer evaluaciones periódicas de abundancias de las especies.
Es por esta razón, y dada la necesidad de evaluar el impacto de las acciones de
manejo de los animales cazados a largo plazo, se considera importante priorizar
algunos hechos encaminando actividades preliminares fundamentadas en el aporte
de ciertas bases teóricas y prácticas de algunas técnicas de campo cuyo
fundamento permita monitorear la fauna silvestre y que por otra parte, nos permita
definir conjuntamente con los cazadores, fortalezas y debilidades de cada técnica
permitiendo determinar su aplicabilidad, principalmente importante en la medida
en que éstas se logren ajustar a las condiciones particulares del área de estudio
(topografía, vegetación, estaciones climáticas) adicionalmente a condiciones socio
económicas que conduzcan a la aceptación por parte del grupo de cazadores y
hagan posible dar continuidad a procesos de monitoreo de las abundancias de tales
especies y de esta manera, cimentar un plan de manejo.
A partir de este punto y como parte de una metodología participativa, se busca el
acercamiento con la población local y sus representantes, con el fin de enriquecer
la investigación entorno a los recursos que se desean manejar, asumiéndose
45
aspectos importantes como la discusión de la práctica científica traducida al
lenguaje y uso de personas que recientemente empiezan a relacionarse con
procesos de investigación científica, su entrenamiento en los conceptos, ejercicios
y terminologías de la biología o sus ramas afines, la valoración de las inquietudes
locales, el entendimiento de la forma como utilizan el recurso fauna y el
tratamiento de temáticas afines en reuniones, entrevistas o talleres participativos,
como espacios donde el conocimiento científico y el saber local unifiquen
criterios, que permitan además el diálogo e incentivo de los participantes por los
temas tratados.
De igual manera, el abordaje y entendimiento de la comunidad científica al
conocimiento tradicional de los pueblos, percepciones y necesidades humanas, a
través de la información cualitativa otorga una valoración justa a tales realidades
dentro del contexto investigativo, jugando un rol menos ajeno con su entorno
social y tomando una actitud de guía en el trabajo comunitario en la búsqueda del
conocimiento.
Esta se considera una buena oportunidad para incentivar la participación y
apreciar el conocimiento tradicional de los actores locales, quienes poseen un
valioso legado de saberes acerca de la región y su naturaleza, en adición a un
creciente interés y valoración de sus recursos.
46
4. OBJETIVOS
4.1 Objetivo General
Identificar los aspectos técnicos y socio económicos requeridos para implementar
técnicas de campo para el monitoreo de abundancias de fauna cinegética por el
grupo de cazadores de la Cuenca del río Valle, Chocó.
4.2 Objetivos específicos
- Identificar fortalezas y debilidades de las diferentes técnicas implementadas de
acuerdo al contexto local, conjuntamente con el grupo de cazadores, que les
permita hacer seguimiento a las acciones de conservación que han empezado a
porponer e implementar.
- Sugerir una técnica de campo que permita el monitoreo de las abundancias de
fauna cinegética en la Cuenca del río Valle, Chocó.
- Estimar las abundancias relativas de fauna cinegética en un sector de la Cuenca
del río Valle, Chocó.
47
5. MATERIALES Y MÉTODOS
5.1 Población de estudio
5.1.1 Descripción general
En la desembocadura del río Valle se encuentra el poblado del Valle, principal
asentamiento humano de la zona, al que se accede desde Bahía Solano por la
única vía carreteable de la costa del departamento del Chocó, y por mar desde el
resto de los municipios de la costa del Pacífico. El poblado del Valle se encuentra
aproximadamente a 6°6'45" latitud norte y 77°26'7" longitud oeste (Tapia, 1999).
Toda el área de la cuenca esta comprendida en el departamento del Chocó, en
territorio del municipio de Bahía Solano, corregimiento del Valle (Figura 3). La
cuenca se encuentra al norte del Parque Nacional Natural Utría (PNNU) y se
intercepta con él en la zona del río Boroboro. Limita al norte con Bahía Solano a
la altura del punto llamado El Piñal y las cuencas de la Quebrada Mecana, Jella y
el cerro Mutis; al sur con la cabecera de la cuenca del río San Pichí y el resguardo
del río Valle y Boroboro, al oriente con los resguardos de Pozamansa y El Brazo y
la cuenca del río Bojayá y al occidente con el Océano Pacífico y la cuenca de la
quebrada Chadó (Tapia & Polanco, 1995).
Clima
El área de la cuenca está dentro del piso térmico cálido, isomegatérmico o zona
tropical (Carrizosa & Hernández-Camacho, 1990).
Se encuentra fuertemente influenciada por la Zona de Convergencia Intertropical
(ZCIT), región de baja presión atmosférica que genera cielos frecuentemente
nublados y alta pluviosidad. La temperatura oscila entre 26 y 27°C, variando entre
1.4 y 2.5° C (Velez, 1993). Se presentan dos períodos de mayor precipitación: uno
entre los meses de abril y mayo y otro entre octubre y diciembre. El promedio
anual de precipitación de la cuenca oscila entre 5000 mm y 6000 mm (Tapia &
Polanco, 1995).
48
Vegetación:
La vegetación de la región que se encuentra comprendida entre los 0 y 1000
msnm, en la costa Pacífica colombiana corresponde a una “Selva neotropical
inferior” en la cual pueden encontrarse diversas variantes como los manglares y
natales, de las cuales estas últimas formaciones tan sólo quedan pequeñas
manchas en la cuenca. La selva neotropical inferior está conformada por árboles
de distintos tamaños que alcanzan alturas de 30-40 m y diámetros de 1 metro.
Muchos árboles de los estratos superiores presentan zancos o grandes raíces
tabulares. El sotobosque presenta numerosas especies y hay profusión de bejucos
leñosos y epífitas (Cuatrecasas 1958).
Figura 3. Ubicación geográfica del territorio del Corregimiento del Valle,Departamento del Chocó. (Modificado a partir de Tapia et al. 1997).
49
Sector de Sendero a Utría
Extensión: 9,42 Km. 2 (941 hectáreas) que representa el 6.46% de los
aproximadamente 145,86 km2 (14585 hectáreas) del TCN (territorio de
comunidades negras) de la cuenca del río Valle.
Límites: Por el oriente PNN Utría, Angiá y Caimanera; pueblo y costa por el
occidente; al norte Angiá y Caimanera y por el sur, la costa.
Aspectos generales: Lomas bajas en los límites con el parque. Posee una franja de
rastrojo bajo en la playa y selva primaria con entresaque de recursos forestales. La
playa tiene una extensión aproximada de 7 1/2 kilómetros. Suelos arenosos y
arcillosos.
Hidrografía: Las quebradas presentes en esta zona desembocan al océano Pacífico
y se encuentran entre otras Sucial, Cuevita, Emiliano y Coreó.
El sector del sendero a utría presenta el más alto valor de intensidad de cacería,
siendo una zona frecuentemente utilizada para faenas de cacería (Trespalacios et
al. 2003 b)
5.1.2 Grupo de cazadores del Valle
El grupo de cazadores del Valle nace a finales del año 2001 como resultado de un
deseo de organización por parte de algunos cazadores del corregimiento. Este
proceso mediado por la Fundación Natura ayudó al abordaje de temas
relacionados con el uso de la fauna de cacería, conduciendo a la construcción de
actitudes críticas y reflexivas dentro del grupo a partir del fomento de espacios de
opinión.
Como es descrito por Trespalacios et al. (2003a), el cazador de la cuenca del río
Valle es una persona que propone, participa y está comprometida e interesada por
el estado de su comunidad que a su vez, está abierta a propuestas de investigación
que le permitan planificar, definir y seleccionar formas de manejar los recursos de
su territorio.
50
Los integrantes del grupo de cazadores son personas humildes que pertenecen a
numerosas familias dedicadas en su mayoría a actividades productivas de uso de
recursos naturales que les brinda el medio circundante. Con una economía cerrada
y prácticamente local, los cazadores también desarrollan actividades alternas a las
prácticas de cacería como la tala selectiva de especies maderables con fines de
confección de utensilios como balsas, casas, artesanías, leña para cocinar y venta
de algunos ejemplares de madera cotizada por fuera del corregimiento. Se
menciona una importante actividad destinada a las temporadas para el cultivo de
arroz (Figura 5) que genera algunos ingresos extra, la agricultura a pequeña escala
en parcelas familiares y actividades de pesca como complemento de la dieta
(Figura 4), sumado a la venta de carne cuando se consigue abundante pescado o
presas de monte a partir de las faenas de cacería.
Figura 4. Actividad de pesca sobre la costa del océano pacífico.
Con relación a los niveles de educación formal, existe un alto nivel de
analfabetismo dentro del grupo ya que muchos de sus integrantes desde temprana
edad fueron vinculados a actividades requeridas dentro del núcleo familiar, como
ejemplo de esto, puede mencionarse el acompañamiento de jóvenes a las tareas
que realizan sus padres como las faenas de cacería que es precisamente donde
surge y se da continuidad a esta tradición. Sin embargo y con la presencia de un
mayor número de escuelas en la zona, esta situación parece estar cambiando con
las nuevas generaciones.
51
Como actividades donde el grupo empieza a participar directamente, se
encuentran como parte del proyecto apoyado por la Fundación Natura
“Alternativas para el manejo sostenible de la fauna de cacería en el territorio de la
comunidad negra de la cuenca del río Valle” y en la toma de registros a partir de
formatos de cacería, que sirvieron para caracterizar la cacería en la cuenca y con
esto dar un giro acerca de la interpretación del uso de las especies silvestres que
venían teniendo los cazadores (Trespalacios et al. 2003a).
Figura 5. Algunos integrantes del grupo de cazadores durante actividades decosecha de arroz (Tomado a partir de fotos de archivo. Fundación Natura)
5.2 Fase de preparación y presentación con el grupo de cazadores del Valle yconsejo comunitario local.
La primera experiencia como investigadora en el corregimiento del Valle, Chocó,
se caracterizó por la reunión el 14 de Enero de 2005, con el Consejo comunitario
local El Cedro (CCLEC) que recientemente había cambiado de junta
administrativa. Fui presentada en primera instancia con algunos de sus miembros
(representantes de comités de fauna, educación, forestal) con quienes alrededor de
una mesa en la sede de reuniones dentro del corregimiento, tuvimos la
oportunidad de discutir aspectos concernientes a la propuesta de trabajo, sus
intereses y alcances como parte de una actividad enriquecida a partir del
52
intercambio de conocimientos entre ambas partes, donde además se hizo hincapié
en la necesidad de participación de los habitantes del corregimiento,
especialmente de los cazadores.
La presidente del consejo recientemente electa habló de la importancia de los
procesos de investigación llevados a cabo en la zona donde se buscaba que los
habitantes del corregimiento fueran partícipes y conocedores de las diferentes
actividades o propuestas que se deseaban adelantar en la zona por parte de
investigadores foráneos. De igual manera, se hizo énfasis en que los aportes desde
el saber local fueran compartidos con las personas interesadas en llevar a cabo
proyectos de investigación.
Tuve ocasión de dejar una copia del documento escrito del anteproyecto y así
compartir la información, en espera de interrogantes o aclaraciones que fueran
necesarias acerca del mismo.
Como fruto de éste encuentro se obtuvo el visto bueno entorno a las actividades a
desarrollar en la zona durante los próximos meses, recibiendo además la
bienvenida y acogida por parte de los allí presentes. Los compromisos trazados en
común acuerdo estuvieron relacionados a la participación activa de los cazadores
como coinvestigadores en el proceso de estudio, en el intercambio de información
y conocimiento.
La segunda reunión llevada a cabo el 15 de Enero de 2005, se llevó a cabo con
los integrantes del grupo de cazadores con quiénes ya existía un vínculo producto
de una visita a la zona en meses anteriores. En un primer momento, tuve ocasión
de dirigirme a los integrantes de la mesa directiva del grupo recientemente electa
con quienes entablé una charla cordial exponiendo los intereses de la propuesta de
investigación. Por otra parte, ellos expresaron sus intenciones de participar
activamente en las actividades que fueran propuestas a la luz de un intercambio de
conocimientos entre ambas partes como una experiencia enriquecedora.
53
Más adelante, me reuní con los demás cazadores del grupo para hablar de la
propuesta, poniendo al tanto el fundamento de cada técnica, explicando las
actividades concernientes al montaje en campo, escuchando opiniones,
inquietudes y consejos que se consideraran pertinentes frente a los objetivos que
se deseaba alcanzar. Por otra parte fue importante definir los acompañamientos
para las primeras salidas de exploración, indicando además las fechas de
reuniones participativas, haciendo mención de la temática que se deseaba tratar y
de este modo, abriendo el espacio para recibir recomendaciones frente a cualquier
tema que como grupo quisieran tratar y desarrollar como parte de la dinámica de
participación comunitaria.
5.3 Fase de campo
La fase de campo para el desarrollo del ejercicio técnico estuvo conformado por
tres etapas, una previa de reconocimiento físico del lugar realizado durante
algunas salidas comprendidas entre (Septiembre –Noviembre de 2004) y (Enero –
Febrero de 2005), caracterizado por la observación de huellas y adiestramiento en
la identificación de las mismas con la ayuda de los cazadores, un segundo
momento de escogencia de sitios de muestreo, marcación y montaje de cada
técnica respectivamente, llevado a cabo durante los últimos días del mes de Enero
del año 2005.
Por último, el período comprendido para el muestreo de las técnicas en campo dio
inicio el 4 de Febrero y fue finalizado el 6 de Abril del año 2005.
5.3.1 Reconocimiento de la zona de estudio
Se llevó a cabo una fase de reconocimiento de algunas zonas correspondientes al
sector del sendero a Utría en compañía de Luis Rivas, cazador y conocedor
experimentado de la zona, con el cual nos propusimos elegir una porción de
bosque que guardara ciertas características topográficas que hicieran posible el
54
montaje técnico, evitando terrenos escarpados o con barrancos, lomas o
pendientes altas, pantanos, entre otros criterios, se buscaba que el lugar elegido
guardara una distancia considerable desde corregimiento del Valle y que a su vez
no distara demasiado para ser muestreada diariamente.
El sector de sendero a Utría como la palabra lo indica, se encuentra atravesado de
norte a sur por un corredor o camino por el cual se desplazan pescadores de la
ensenada al pueblo y viceversa, taladores que entresacan madera de monte
adentro, cazadores y excursionistas. Mientras es recorrido, es posible encontrar
pequeños cultivos de plátano, limón, piña y potreros para la pastura de ganado
vacuno, entre las principales intervenciones humanas (Figura 6).
Figura 6. Potrero rozado localizado a un costado del sendero a Utría.
Con un ancho que oscila de uno a cuatro metros, este corredor constituye un
camino de tierra que en días lluviosos acumula agua formando algunas porciones
inundables con suelos de composición arcillosa donde fue posible encontrar
huellas de algunos animales. Este camino constituye una línea divisoria que
atraviesa el bosque de este sector separando un fragmento que colinda con el mar
y uno que se comunica con otros sectores de caza.
55
Como resultado de esta actividad se escogió y demarcó finalmente la zona que
sería utilizada para la implementación de las técnicas propuestas el cual quedó
delimitado por un área de 4km _.
5.3.2 Montaje técnico
Dentro de este estudio, para la técnica de transectos para el avistamiento de
huellas, se ubicaron dos transectos de 1 km cada uno, en los cuales se marcaron
distancias cada 50 mts con cinta flaggin azul con el fin de señalizar la ruta y
además identificar distancias de manera clara en los momentos de realizarse la
toma de datos.
El ancho de la banda de observación fue calculado a partir de las posibilidades del
medio circundante donde la densa vegetación para unos trechos especialmente
constituyó una tarea ardua en la ubicación de los senderos. Esta banda fue
calculada con un ancho de 3 mts.
Los muestreos para la técnica de transectos se basaron en recorridos realizados a
una velocidad aproximada de 1 km/ hora (Guinart & Rumíz, 1999), de manera
silenciosa y observando cuidadosamente el sustrato por el cual se circulaba
tratando de identificar rastros de fauna como las huellas dejadas por los animales
durante su tránsito por el lugar.
Para la técnica de parcelas de huellas de este estudio, fueron ubicadas parcelas a
distancias regulares cada 50 mts a partir de la limpieza localizada de cuadrantes
de 50 x 50 cm a partir del modelo presentado por Simonetti & Huareco (1999).
Con la ayuda de machete, fueron retiradas raíces, grumos de tierra, piedras y
hojarasca además del uso de agua transportada en termos desde la quebrada más
cercana, con la intención de adecuar cada parcela para la captación de huellas. De
este modo fueron instaladas un total de 40 parcelas de huellas a lo largo de dos
transectos de 1 km respectivamente.
56
A partir de este punto y con el fin de homogeneizar las texturas de todos los
sustratos presentes, se procuró muy detalladamente humedecer y emparejar con
una superficie gruesa de lodo colectado de las orillas de quebradas cercanas a
cada parcela como un aspecto semejante a los trabajos de Linhart & Knowlton
(1975), Acosta et al. (1996), Harrison (1997), Chiriví (2003). Adicionalmente, se
aplanaron y alisaron las superficies, construyéndose canales de aprox 5 cm de
grosor y 4 cm de profundidad a los lados de cada parcela con la intención de hacer
circular el agua de lluvia.
Siguiendo el modelo de Simonetti & Huareco (1999) para el montaje de las
estaciones olfativas, fueron ubicados cuadrantes de 50 x 50 cm separados cada
100 mts uno del otro con la intención de evitar que el efecto atractivo de cada
cebo influyera sobre la siguiente estación, para un total de 20 estaciones a lo largo
de dos transectos de 1 km respectivamente.
Se realizó el mismo tratamiento que con la técnica de parcelas de huellas sobre el
sustrato del lugar, siendo retirados cuidadosamente los elementos sobrantes como
hojas, raíces, piedras, adecuándose cada una de las superficies de las estaciones
con sustrato lodoso transportado desde las cercanías de cada estación para
conseguir que operaran correctamente en la captación de huellas.
Para las técnicas de parcelas de huellas y estaciones olfativas se tuvo en cuenta
que un grupo de huellas dejadas por un mismo animal era contado como una sola
señal o visita sobre los cuadrantes, a diferencia cuando fue evidente la presencia
de otros individuos de la misma o de otra especie a partir de la identificación de
huellas diferentes (Carrillo et al. 2000).
Por último, y siguiendo el modelo sugerido por Aranda (2000), como indicador de
que cada parcela estaba activa y lista para el objetivo de captar huellas, se hizo
una marca moderada con los dedos de la mano sobre una de las esquinas de cada
parcela con la intención de conocer al día siguiente si la marca aún permanecía
57
sobre el sustrato de la parcela corroborando de esta manera si efectivamente se
encontraba en condición operante, ya que si por el contrario la huella había
desaparecido, esto quería decir que las huellas del animal también pudieron
borrarse, razón por la cual se consideraría que estuvo inactiva.
Uno de los cebos probados, constituido por fruto del árbol de pan, previamente
escogido durante una reunión con el grupo de cazadores, fue proporcionado por
Pedro Bermúdez cazador experimentado del grupo, quien además sugirió las
cantidades a utilizar a partir de su experiencia personal en el uso de cebos y las
cantidades necesarias por cada estación bajo la recomendación de evitar todo
contacto del cebo con olores extraños que disminuyeran su efectividad,
argumentando que los animales ante olores extraños como el contacto con las
manos, jamás se acercan a los cebos, aspecto igualmente sugerido por Rabinowitz
(1997).
De este modo fueron colocados 400 gr. de semillas maduras de árbol del pan
(previamente pesadas) dentro de bolsas de malla plástica por cada estación
olfativa siendo suspendidos a una distancia aproximada de 40 cm desde la
superficie del suelo sobre una línea de cuerda plástica atada a dos estacas cortadas
en el lugar, o a la superficie de arbustos.
El segundo cebo estuvo conformado por fruto de aguacate. Las cantidades
utilizadas fueron 3 frutos por cada estación, los cuales en conjunto pesaban 600 gr
aprox. Cada fruto fue cortado por la mitad antes de ser colocado dentro de la
malla como lo muestra la Figura 7.
Las bolsas de malla plástica (adquiridas en ferretería, y utilizadas comúnmente
para empacar frutas), fueron utilizadas en este ejercicio para contener y colgar el
cebo permitiendo que a través de sus orificios circularan los olores del mismo, de
manera similar a los estudios los adelantados por Linhart & Knowlton (1975),
Rau et al. (1995), Harrison (1997), Novaro et al. (2000), quienes bajo esta misma
58
técnica, tuvieron en cuenta el uso de estacas para sostener y suspender los
señuelos que luego serían clavados en el centro de cada estación.
Las mallas plásticas fueron dejadas previamente durante una semana al aire libre
para que progresivamente perdiera el olor artificial (Rabinowitz, 1997).
Figura 7. Estación olfativa con cebo de aguacate.
5.3.3 Diseño de muestreo
A partir de la propuesta metodológica (transectos, estaciones olfativas y parcelas
de huellas) se contempló un diseño de muestreo sistemático (MS) el cual, como
explica su fundamento (Ojasti, 2000) presenta la división del área en subunidades
equivalentes (gradiente altitudinal para este estudio) donde la primera muestra es
ubicada al azar ordenándose las demás en intervalos fijos a partir de la primera de
acuerdo a esquemas definidos por el investigador facilitando de este modo la
localización de las muestras en campo.
Se llevó a cabo el montaje de transectos para el avistamiento de huellas, parcelas
de huellas y estaciones olfativas. De esta manera fueron marcados seis transectos
paralelos separados 800 mts entre sí, ubicados en sentido perpendicular al sendero
59
principal, en el siguiente orden: transecto (T1), parcelas de huellas (P1),
estaciones olfativas (E.O1), consecutivamente a una réplica de los mismos bajo el
mismo orden (T2, P2, EO2) como lo muestra la Figura 8. Fue necesario el uso del
machete para cortar la maleza y abrir los nuevos caminos para cada transecto
donde fue de gran importancia la ayuda de los cazadores cuyos conocimientos del
lugar permitieron orientar el trabajo.
Figura 8. Esquema del subsector muestreado y diseño técnico
5.4 Recolección de la información cuantitativa a partir de técnicas decampo.
Se procuraron salidas diarias de lunes a sábado a primeras horas de la mañana
(inicio 7–8 am), sin embargo hubieron días de fuertes lluvias que impidieron
cumplir con el itinerario normal de salidas (Figura 9). Adicionalmente, se
presentaron inundaciones sobre grandes porciones de suelo del bosque lo que
llevaba uno o dos días en secarse ocasionando que algunas parcelas de huellas y
estaciones olfativas se encontraran cubiertas de agua haciéndolas inoperantes por
algunos días.
60
La información obtenida durante las salidas de muestreo para las tres técnicas
probadas fue colectada de manera sistemática en una libreta de campo y los datos
registrados fueron los siguientes:
- Fecha
- Hora de inicio del muestreo
- Hora de finalizado el muestreo
- Precipitación: nula, llovizna o aguacero
- Número de huellas encontradas y especie a la que correspondía
- Número de individuos registrados a partir de huellas encontradas: solitario o
grupo, presencia de crías si era evidente.
- Distancia del transecto en la que se hacía el registro (para muestreo de
transectos) a partir de distancias establecidas y marcadas cada 50 mts.
- Número de estación olfativa o parcela de huella donde se hacía el registro.
- Tipo de cebo utilizado (fruto de pan ó aguacate) para técnica de estaciones
olfativas.
- Estado del cebo: intacto
extraído de la malla y consumido sobre el sustrato
extraído de la malla y robado del lugar
-Observaciones: consignados detalles descriptivos de las condiciones de sustrato
de transectos, parcelas y estaciones, operancia o inoperancia de los huelleros
determinado por la superficie de los sustratos. Se anotaron medidas de algunas
huellas claras.
61
Figura 9. Salida de muestreo a subsector estudiado.
Adicionalmente y de manera generalizada para las tres técnicas implementadas, se
hicieron moldes en yeso de las huellas registradas en buen estado, en la medida
que las condiciones del sustrato lo permitieron (claridad de las huellas, contornos
visibles, poca humedad) como lo ilustra la Figura 10.
Figura 10. Elaboración de molde en yeso de una huella encontrada en elsubsector de muestreo por Pedro Bermúdez, integrante del grupo de cazadores.
62
Esta técnica sencilla se basó principalmente en la mezcla de polvo de yeso
odontológico de secado rápido, combinado con una medida de agua revolviéndose
poco a poco dentro de un recipiente de goma o plástico hasta alcanzar una
consistencia ligeramente líquida que permitiera el vaciado sobre la concavidad de
la huella como lo describe Aranda (2000). Por último, se dejaba secar durante 2 a
3 min aprox antes de ser levantado de la superficie del sustrato. Estos moldes eran
lavados con agua retirándose las impurezas y rastros de tierra, y por último
marcados en la parte de atrás con marcador indeleble (marca papermate) con datos
del lugar de registro (Figura 11).
A B
Figura 11. A: Elaboración de moldes en yeso. B: limpieza de moldes de yeso encampo.
Como actividad complementaria se hicieron algunos dibujos de huellas
directamente sobre la superficie del sustrato empleándose láminas de acetato
transparente con marcador indeleble de punta fina (marca sharpie) siguiendo
visualmente la línea de contorno de la huella hasta completar y llenar la figura
como el modelo seguido por (Emmons & Feer, 1997). A partir de estos esquemas
se tomaron algunas medidas biométricas como (ancho y largo por ej) de las
huellas con la intención de someterlas a futuras comparaciones con material
63
bibliográfico publicado de trabajos con huellas de fauna silvestre como Navarro &
Muñóz (2000), Emmons & Feer (1997), con el fin de corroborar y facilitar la
identificación de especies.
Durante las salidas de muestreo de las técnicas basadas en parcelas, se hizo una
revisión minuciosa de los cuadrantes en busca de huellas dejadas en el lugar.
Cuando se registraba un grupo de huellas, después de tomada la información
necesaria en el lugar, éstas eran borradas del cuadrante adecuándose nuevamente
la superficie del sustrato con agua y lodo para que continuara en estado operativo
hasta la siguiente revisión.
Con respecto al uso de cebos, éstos fueron empleados alternadamente por lapsos
de quince días sobre las estaciones olfativas cada uno, dándose inicio con fruto de
pan seguido de aguacate. Estos cebos eran renovados durante cada muestreo.
5.4.1 Análisis de la información
Con base en el registro de huellas dado que no fueron observados otros rastros, se
contempló el uso de un índice de abundancia para la técnica de transecto a partir
del número de huellas (total de registros de la especie x) / km recorrido x 1000,
como lo muestra el trabajo realizado por Naranjo & Bolaños (2003) en la
selva Lacandona, México en el cual se tuvo en cuenta los parámetros de distancias
recorridas y la obtención de rastros de fauna para determinar sus abundancias.
Como lo demuestran los trabajos realizados por Linhart & Knowlton (1975),
Guzmán & Camargo (2004), Sánchez et al. (2004), donde fueron utilizados
métodos indirectos para calcular abundancias relativas de mamíferos terrestres a
partir de estaciones olfativas, de igual modo fue considerado este modelo para la
obtención de tales índices dentro de este estudio. A partir de parcelas de huellas y
estaciones olfativas fue calculado un índice de abundancia relativa para cada
especie registrada mediante la fórmula (z / n) x 1000, basado en la relación del
64
número de parcelas operantes (n) y el número de ellas en que se contactó la
especie en cuestión (z).
Con la información obtenida de las tres técnicas a partir de la fase de campo, se
utilizó el programa Biodiversity pro (Hammer & Harper, 2004), para determinar
el porcentaje de similitud entre las tres técnicas implementadas por medio de las
pruebas de Bray-Curtis y Jaccard. El índice de similitud porcentual de Bray-
Curtis se emplea con datos de abundancia numéricos de especies en los casos
donde el esfuerzo realizado en las distintas unidades de muestreo no sea
comparable (Bray & Curtis, 1957).
Adicionalmente, se utilizó el programa estadístico Estimates (Colwell, 2000) para
obtener una curva de acumulación de especies con base en los datos ingresados de
cada técnica correspondientes al número de especies registradas y los días de
muestreo empleados para cada una, lo que indicaría la tendencia de cada técnica
con relación a la estabilización de las curvas.
Se tomaron los valores de especies observadas para el total de días de muestreo de
cada técnica y se confrontaron con los valores del estimador de riqueza Chao 2
con el fin de obtener a partir de este programa computacional el número de
especies esperadas o que pudieron ser registradas en la zona de estudio.
5.5 Actividad complementaria. Recolección de la información cualitativa a
partir de reuniones y entrevistas.
A través de algunas reuniones de carácter quincenal donde asistieron algunos
integrantes del grupo de cazadores fue posible entablar un contacto directo con
cada uno de ellos. Este aspecto constituyó un punto importante como medio de
acercamiento al pensamiento colectivo del grupo, adicionalmente a algunos
encuentros casuales dentro del corregimiento donde se presentó oportunidad de
entrevistar algunos cazadores a partir de preguntas semi estructuradas como parte
65
de una relación que poco a poco adquirió confianza permitiendo de esta manera
estrechar lazos de compañerismo.
La intención de estas actividades colectivas estuvo encaminada al acercamiento y
entendimiento de situaciones vividas por el grupo de cazadores entorno al uso del
recurso fauna, además de abrir un espacio de opinión entre los allí presentes para
que fuera posible confrontar y sondear algunos planteamientos a partir de la
discusión de algunos temas de interés.
Se desarrollaron algunas reuniones participativas donde los temas tratados
estuvieron encausados hacia la búsqueda de información, el intercambio de ideas
y opiniones acerca de la percepción del estado de conservación de la fauna de la
región y aspectos relacionados a la situación de cacería entorno al estado de
abundancias de algunas especies cazadas. Se creó un espacio donde sus
integrantes pudieran expresarse libremente entorno a sus necesidades, búsquedas,
inquietudes, por medio de preguntas semiestructuradas que daban un hilo
conductor a cada uno de los temas tratados (Figura 12).
Figura 12. Reunión participativa con algunos integrantes del grupo de cazadoresdel Valle.
66
Estas reuniones participativas se llevaron a cabo en un salón de una de las
escuelas del corregimiento. Durante las reuniones se utilizaron principalmente
carteleras como material de apoyo donde eran consignados los principales puntos
a tratar. Algunos mapas también permitieron orientar la atención sobre los
sectores de cacería, y el resto de la información fue consignada en un cuaderno de
notas donde se anotaron los comentarios de cada una de las intervenciones
producto de preguntas y respuestas.
Como parte integral de la fase de intercambio de opiniones con el grupo de
cazadores, se realizaron algunas entrevistas para evaluar aspectos concernientes a
las técnicas probadas, identificando juicios y percepciones de los cazadores frente
al ejercicio metodológico.
Como resultado de las entrevistas individuales y evaluaciones realizadas en
espacios alternos como la cafetería o el parque, cada testimonio obtenido fue
consignado en un cuaderno de notas. (Ver preguntas anexo 1)
67
6. RESULTADOS Y DISCUSION
6.1 Resultados
Los resultados de este trabajo se componen de un ejercicio cuantitativo (técnicas
implementadas), complementado a partir de la obtención de información
cualitativa (charlas informales, reuniones y entrevistas no estructuradas) que de
manera conjunta hicieron posible el desarrollo de la investigación, lo que permitió
enriquecer substancialmente la experiencia y así entender de manera más acertada
la interpretación de una situación que compromete los intereses de una comunidad
y su medio ambiente (Figura 13).
Figura 13. Gentil Roa, integrante del grupo de cazadores del Valle, Chocó.(Tomado de fotos de archivo. Fundación Natura)
68
6.1.1 Fase de campo e información cuantitativa
Conforme se realizó el montaje técnico se encontraron algunas huellas asociadas a
orillas de cursos de agua, donde la arena húmeda permitió ver rastros claros; otras
huellas parecían seguir un patrón de camino o sendero propio de animales. Se
hallaron rastros de huellas recientes de las cuales los cazadores identificaron
guagua (Cuniculus paca), armadillo (Dasypus novemcinctus), ñeque (Dasyprocta
punctata), basándose en los caracteres distintivos de cada huella como forma,
tamaño, presencia de uñas, ubicación de los cojinetes, número de dedos visibles,
lo que constituyó un aspecto fundamental en el adiestramiento e identificación de
especies a partir de sus rastros en campo.
6.1.2 Identificación de especies
Mediante la detección de huellas y la identificación de las mismas a través del
trabajo con el grupo de cazadores del Valle, Chocó, y con la ayuda de manuales
de huellas como los publicados por Cabrera & Rueda (1995), Emmons & Feer
(1997), Navarro & muñóz (2000), Aranda (2000), se identificó la presencia de 10
especies de mamíferos pertenecientes a los órdenes Rodentia (3), Carnivora (5),
Cingulata (1), Artiodactyla (1) y dos especies de aves pertenecientes a los órdenes
Galliformes y Tinamiformes.
Se tuvo en cuenta que la mayoría de estas especies habían sido reportadas para la
costa pacífica colombiana en la guía publicada por Rubio et al. (1998),
corroborada su presencia para la zona en la tesis de Castiblanco (2002), y en la
información de los formatos de cacería diligenciados por el grupo de cazadores. A
continuación se presenta en la Tabla 1 el listado de las especies reportadas en la
zona de estudio anotándose el nombre común y el nombre científico según el
listado del apéndice II de CITES y Alberico et al. (2000).
69
Tabla 1. Especies reportadas durante los muestreos a un sector del sendero aUtría.
Nombre común Nombre científicoGuagua Cuniculus paca
Ñeque Dasyprocta punctataCusumbo Nasua naricaYaguarondi Herpailurus yaguarondiTigrillo Leopardus wiediiZorro Cerdocyon thousRoedor x IndeterminadoArmadillo Dasypus novemcinctusZaino Pecari tajacuPuma Puma concolorPavón Crax rubraPerdiz Tinamus major
Para lograr una aproximación a la identificación de las especies presentadas en la
Tabla 1 dada la ausencia de reportes de observación directa de ejemplares, se tuvo
en cuenta el reconocimiento realizado por el grupo de cazadores del Valle a partir
de los moldes de yeso, las salidas de rastreo de huellas y los testimonios acerca
del avistamiento directo de tales especies en la zona de estudio, formatos de
cacería, y el análisis de algunas medidas biométricas de huellas tomadas en el
lugar y dibujos en acetato lo que permitió reunir en conjunto el mayor número de
evidencias posibles (Figura 14). Se realizaron algunas comparaciones con las
guías mencionadas anteriormente.
A B
Figura 14 . A: Moldes en yeso de huellas de fauna. B: Observación de esquemasde huellas sobre acetato con integrantes del grupo de cazadores del Valle.
70
6.1.3 Resultados de registros de técnicas: fase de campo.
Después de un total de 22 recorridos de muestreo para la técnica de estaciones
olfativas, 23 recorridos de muestreo para la técnica de transectos y 24 recorridos
de muestreo para la técnica de parcelas de huellas dentro de un sector del Sendero
a Utría, se exponen a continuación los resultados obtenidos del período
comprendido del 4 de febrero al 6 de abril del año 2005, (Tabla 2).
Tabla 2. Especies registradas y número de registros a partir de observación dehuellas de acuerdo a cada técnica en el sector del sendero a Utría.
E. olfativas (Node visitas de cadaespecie)
Total deregistros paralas tres técnicas
Especies Transectodeavistamientode huellas (Node veces quefue registradala especie )
Parcelasde huellas(No devisitas decadaespecie)
Frutopan
Aguacate
C. paca 4 1 4 7 16D. punctata 6 2 4 14 26N. narica 14 1 2 1 18H. yaguarondi 2 2 6 10L. wiedii 2 2 4C. thous 2 1 3Roedor x 2 2D.novemcinctus 3 1 4P. tajacu 1 1P. concolor 1 1C. rubra 7 2 9T. major 9 2 2 13
12 35Total 51 9 47
107
Como lo muestra la Tabla 2, se obtuvieron un total de 107 registros de fauna
silvestre (mamíferos y aves) por medio del avistamiento de huellas para las tres
técnicas implementadas. El mayor de número de especies y cantidad de registros
por cada una se encontró por medio de transectos, donde fue posible identificar 11
de las 12 especies registradas, seguido por las estaciones olfativas con 8 especies
y por último, las parcelas de huellas con 6 especies.
71
Con respecto al total de registros se presentaron cifras similares para las técnicas
de transectos y estaciones olfativas de las cuales, la primera obtuvo 51 registros y
la segunda 47 registros, resultado que fue muy disímil al encontrado en las
parcelas de huellas donde sólo se hicieron 9 registros.
En los datos consignados en la Tabla 2, se observan resultados contrastantes en las
estaciones olfativas con respecto a los cebos probados, de los cuales, el fruto de
aguacate tuvo un mayor éxito con 35 registros comparado con el fruto del árbol
del pan con 12 registros.
6.1.3.1 Resultados de registro para técnica de estaciones olfativas
Se presentan a continuación (Tabla 3) los resultados correspondientes al número
de visitas y especies detectadas para cada una de las estaciones olfativas
implementadas en dos bloques de muestreo.
Tabla 3. Especies de registradas y número visitas encontradas en las estacionesolfativas en un sector del sendero a Utría. Muestra y Réplica.
Muestra RéplicaNo E.Olfativas No
visitasEspecies visitantes No
visitasEspecies visitantes
E1 0 - 1 PerdízE2 2 Ñeque, Guagua 0 -E3 3 Ñeque, Guagua (2) 0 -E4 4 Ñeque, Guagua, Roedor x,
Armadillo0 -
E5 2 Ñeque 2 Cusumbo, ÑequeE6 3 Guagua, Cusumbo,
Yaguarondi2 Cusumbo, Ñeque
E7 4 Guagua(2), Ñeque,Yaguarondi
6 Ñeque,Guagua(2),Yaguarondi
E8 2 Perdíz, Yaguarondi 3 Yaguarondi(2), ÑequeE9 5 Ñeque(4),Roedorx 3 Guagua, Ñ
eque,YaguarondiE10 3 Ñeque, Guagua, Yaguarondi 2 Tigrillo
72
A partir de la Tabla 3 se observa que los visitantes más asiduos fueron la guagua
(Cuniculus paca) y el ñeque (Dasyprocta punctata) presentándose además de
manera generalizada para la mayoría de estaciones.
Aunque este estudio no abarcó un análisis a partir de los diferentes grados de
intervención antrópica en el lugar, fueron perceptibles algunos cambios de
coberturas vegetales a partir de lo cual fue posible advertir la presencia de
algunas especies y relacionarlas a ciertos estados de tolerancia para los diferentes
niveles de intervención dentro del bosque reflejados en parches de potreros,
cultivos, zonas de extracción maderera, etc.
De este modo, algunas estaciones se encontraron ubicadas en lugares cercanos a
potreros donde cambiaba drásticamente la composición vegetal (Figura 15), por el
contrario las últimas estaciones (8, 9,10) que se encontraban en lugares más
internos (800 -1000 mts) con respecto a la ubicación del sendero principal, se
describen como porciones de bosque menos intervenidas, lugares cercanos a las
lomas y donde la vegetación era más densa (Figura 16). Las visitas de felinos
ocurrieron siempre en las últimas estaciones ubicadas en las zonas boscosas.
Figura 15. Parche de bosque talado para establecimiento de cultivo a pequeñaescala dentro del subsector estudiado.
73
Pudo notarse que las estaciones menos visitadas fueron las primeras con algunos
reportes de perdíz (Tinamus major), ñeque (Dasyprocta punctata), guagua
(Cuniculus paca) y cusumbo (Nasua narica).
El cebo de fruto de árbol del pan tuvo una respuesta menor de visitas en
comparación al fruto de aguacate, igualmente se presentaron diferencias de
comportamiento frente a los cebos de lo cual pudo notarse que para el primero la
mayoría de visitas no significaron necesariamente el consumo del cebo, en
algunas ocasiones siendo probado pero no consumido ni extraído de la malla que
lo contenía. Cuatro especies prefirieron el cebo de fruto del árbol de pan, donde la
mayoría correspondió a las especies de guagua (Cuniculus paca) y ñeque
(Dasyprocta punctata).
Gracias al uso de mallas para contener y colgar los cebos se observaron visitas
consecutivas de dos especies en una misma estación aumentando la posibilidad de
visita de más de un individuo de la misma especie o incluso individuos de otras
especies, a partir del supuesto que sugiere que el primer visitante de la estación
consume el cebo anulando la posibilidad de un segundo visitante (Rabinowitz,
1997).
El mantenimiento de sustratos representó la constante más difícil de manejar en
las estaciones olfativas y parcelas de huellas donde gran parte del esfuerzo estuvo
destinado a mantener los sustratos en condiciones adecuadas a medida que
cambiaban las condiciones climáticas.
74
Figura 16. Aspecto de una porción de bosque y quebrada permanente dentro delsubsector estudiado.
6.1.3.2 Resultados de registro para técnica de parcelas de huellas.
La Tabla 4 muestra el número de parcelas donde se hicieron registros a partir del
número de visitas y las especies reportadas para la muestra y la réplica de esta
técnica. En esta se registra el menor número de visitas con relación a las otras
técnicas implementadas.
En esta Tabla se encuentran enumeradas en la primera columna cada una de las
parcelas de huellas implementadas en campo, una columna siguiente que indica el
número de veces que se obtuvieron visitas de cada especie sobre las parcelas, y
seguidamente una columna donde se indica la identidad de las especies
registradas. Los espacios en blanco corresponden a la ausencia de registros en las
parcelas de huellas.
75
Tabla 4. Registro de visitas para la técnica de parcelas de huellas en un sector delsendero a Utría. Muestra y Réplica.
Muestra RéplicaNo parcelasvisitadas No
visitasEspecies visitantes No
visitasEspecies visitantes
P1 0 - 0 -P2 0 - 0 -P3 2 Perdíz, Cusumbo 0 -P4 0 - 0 -P5 0 - 0 -P6 0 - 1 PavónP7 0 - 0 -P8 0 - 1 PavónP9 0 - 1 GuaguaP10 0 - 1 ZorroP11 0 - 0 -P12 1 Perdíz 0 -P13 0 - 0 -P14 0 - 0 -P15 0 - 0 -P16 0 - 0 -P17 0 - 0 -P18 0 - 0 -P19 1 Ñeque 0 -P20 1 Ñeque 0 -
Como muestra la Tabla 4, para el primer bloque dentro de las diez primeras
parcelas instaladas, sólo la parcela 3 fue visitada en dos ocasiones por un
individuo de perdíz (Tinamus major) y otro de cusumbo (Nasua narica). De la
parcela diez en adelante se presentaron visitas en las parcelas 12, 19 y 20 con
visitas de perdíz (Tinamus major) y ñeque (Dasyprocta punctata). Para el segundo
bloque (réplica) sólo se presentaron visitas en las parcelas 6, 8, 9 y 10 con visitas
de pavón (Crax rubra), guagua (Cuniculus paca) y zorro (Cerdocyon thous).
Durante el período de muestreo para esta técnica se vieron inoperantes algunas
parcelas debido a algunas inundaciones que impidieron el óptimo desempeño de
los sustratos instalados para el registro de huellas.
76
6.1.3.3 Resultados de registro para técnica de transecto
En la Tabla 5 aparecen las distancias recorridas para la técnica de transecto. En
ella se presentan las especies registradas durante cada intervalo transitado,
incluyendo entre paréntesis el número de veces que fueron reportadas tales
especies durante los recorridos de muestreo a los transectos uno y dos, en blanco
aquellas distancias donde no se obtuvieron registros.
La respuesta obtenida nos permitió observar algunas tendencias en el encuentro de
rastros relacionados a las distancias recorridas dentro del bosque. Debido a la
escasez de tiempo dedicado a un muestreo más prolongado, no se tuvieron
avistamientos directos de fauna siendo posible sólo la observación de huellas
sobre los caminos trazados (Figura 17).
77
Figura 17. Huellas de perdíz (Tinamus major) halladas en transecto recorrido.
Tabla 5. Registro de especies reportadas por distancias recorridas para la técnicade transecto de avistamiento de huellas. Muestra y réplica.
Transecto 1 Transecto 2Distancias recorridas
Especies reportadas Especies reportadas
78
50 – 100 mts Guagua Perdíz
100 - 150 mts Cusumbo Perdíz, Cusumbo
150 - 200 mts - -
200 - 250 mts Cusumbo Cusumbo, Perdíz
250 - 300 mts - Perdíz, Pavón
300 - 350 mts Perdíz (2) Zorro, Cusumbo
350 - 400 mts Cusumbo (3), Perdíz Perdíz
400 - 450 mts Cusumbo, Pavón Ñeque, Pavón
450 - 500 mts Ñeque Pavón (2)
500 - 550 mts Zorro, Guagua, Cusumbo -
550 - 600 mts - -
600 - 650 mts Ñeque (2), Guagua, Cusumbo Ñeque, Cusumbo, Pavón
650 - 700 mts - Armadillo
700 - 750 mts Yaguarondi, Guagua Cusumbo
750 - 800 mts - Cusumbo
800 - 850 mts Tigrillo , Armadillo Pavón, Ñeque
850 - 900 mts - Perdíz, Puma
900 - 950 mts Yaguarondi Tigrillo , Zaino
2950 - 1000 mts Armadillo -
De manera general para los transectos 1 y 2 (Tabla 5), muestra como a partir de la
primera distancia 50 mts hasta 400 mts se registraron las especies de aves como la
perdíz (Tinamus major), el pavón (Crax rubra) y cusumbo (Nasua narica) con un
alto número de reportes. Este resultado nos muestra la asociación de estas
especies a los espacios mayormente intervenidos en las rutas trazadas con
respecto a su ubicación más cercana desde el sendero principal donde además era
evidente una composición arbustiva y la presencia de bosque secundario.
De manera similar a la información presentada en la Tabla 5, la Figura 18 muestra
los datos obtenidos para la técnica de transecto a partir de un diagrama de
distribución del número de individuos registrados por rangos de distancia.
79
0
1
2
3
4
5
6
7
8
50 - 1
00
150-
200
250-
300
350-
400
450-
500
550-
600
650-
700
750-
800
850-
900
950-
1000
Distancias recorridas en metros
Nùm
ero
de r
egis
tros
Figura 18. Distribución del número de individuos registrados por rangos dedistancia para la técnica de transecto.
Las aves, principalmente perdices (Tinamus major) hicieron parte notoria de
tránsito por las primeras porciones de los transectos en posible concordancia a la
obtención de alimento disponible en los diferentes sectores del bosque, lo que a su
vez pudo ser ratificado por el hallazgo de huellas de ésta especie y pavones (Crax
rubra) a través de todas las distancias recorridas.
A partir de la segunda porción de distancia de los transectos comprendida entre
los 400 a 700 mts fue notable la presencia de registros de otras especies como
guagua (Cuniculus paca), ñeque (Dasyprocta punctata), zorro (Cerdocyon thous)
y armadillo (Dasypus novencinctus) en adición a un mayor número de registros
para la distancia comprendida entre 650 a 700 mts como lo muestra la Tabla 5, lo
que además coincidía con la transición del bosque a sitios donde era característica
una composición más variada de plantas encontrándose bosque primario y
secundario en cercanía a algunos pequeños parches de cultivo.
Para la última porción de los transectos, desde 700 a 1000 mts se sumaron los
reportes de las especies de zaíno (Pecari tajacu) y felinos como yaguarondi
80
(Herpailurus yaguarondi), tigrillo (Leopardus wiedii) y puma (Puma concolor),
condición que pudo ser comparada con los registros de la técnica de estaciones
olfativas donde precisamente las visitas de felinos ocurrieron en las últimas
estaciones instaladas y ubicadas a distancias mayores de 700 a 1000 mts monte
adentro. El único reporte de zaíno (Pecari tajacu) ocurrió a la distancia de 900 a
950 mts, ubicación cercana al pie de loma, y dado que se menciona a estos
animales gregarios como habitantes naturales de las lomas (Campos & Rubio,
1995), se estimó la relación de este registro a un individuo que se dirigía o
provenía de esta zona particularmente, como también es sugerido en la tesis de
Valderrama (2005) donde el mayor número de registros de esta especie, se obtuvo
en sectores alejados del corregimiento y ubicados sobre terrenos elevados
preferentemente.
Con respecto a la ubicación de los transectos, fue muy importante seleccionar el
subsector de muestreo en función de ciertas características del hábitat como la
topografía, la vegetación, la posibilidad de tener réplicas, que en conjunto
permitieran una facilidad para realizar los muestreos en el sector elegido.
El rastreo de huellas a lo largo de transectos resultó ser una técnica interesante a
partir de un mayor número de especies que lograron ser registradas en
coincidencia a un mayor número de registro de las mismas, siendo la técnica más
exitosa para este propósito.
6.1.4 Abundancias relativas
En un área total de muestreo para las tres técnicas propuestas de 4 km _ y luego
de la instalación de seis rutas paralelas de muestreo separadas a intervalos de 800
mts entre sí fueron calculados algunos índices de abundancia relativa para cada
81
técnica teniendo en cuenta que el área en que se encontraba comprendida cada
técnica (muestra y réplica) fue de 2.4 km _.
6.1.4.1 Índices de Abundancia relativa para técnica de estaciones olfativas
Se aplicó la fórmula descrita por Linhart & Knowlton (1975):
Total de visitas por especieÍndice = ------------------------------------- x 1000 Total de estaciones operantes
De esta manera, se calcularon índices de abundancia relativa para las especies
registradas dentro de la técnica de estaciones olfativas a partir de 20 estaciones
instaladas y un esfuerzo de muestreo representado por un total de 174 estaciones
operantes en 22 días para un área de 2.4 km _ (Tabla 6).
Tabla 6. Índice de abundancia relativa de especies registradas para técnica de
estaciones olfativas
Especies Indice de abundancia relativa
C paca 63.2
D. punctata 103
N. narica 17.2
D. novemcinctus 5.7
H. yaguarondi 4.6
L. wiedii 11.4
Roedor x 11.4
T. major 11.4
6.1.4.2 Índices de Abundancia relativa para técnica de parcelas de huellas.
Por otra parte, el cálculo para la técnica de parcelas de huellas a partir de 40
parcelas instaladas y un esfuerzo de muestreo de 387 parcelas operantes durante
24 días de muestreo para un área de 2.4 km_ fue el siguiente:
82
Tabla 7. Índice de abundancia relativa de especies registradas para técnica de
parcelas de huellas
Especies Índice de abundancia relativa
C. paca 2.5
D. punctata 5.1
N. narica 2.5
C thous 2.5
T. major 5.1
C. rubra 5.1
Cabe anotar que la operancia de las estaciones olfativas y las parcelas de huellas
estuvo determinada por las precipitaciones que se presentaron durante el período
de muestreo, lo que condujo a la inactividad de éstas durante los días en que se
inundó el suelo del bosque.
6.1.4.3 Índice de abundancia relativa para técnica de transecto
Se calculó un índice de abundancia relativa para la técnica de transecto para cada
una de las especies reportadas durante las 23 salidas de muestreo. De este modo,
se dividió el número total de reportes obtenidos de cada especie por la distancia
total recorrida (esfuerzo de muestreo) equivalente a 23 km, bajo la siguiente
fórmula:
Numero de registros por especieÍndice = -------------------------------------------- x 1000
Distancia recorrida (km)
El resultado de abundancia relativa para un área de 2.4 km _ fue el siguiente:
Tabla 8. Índice de abundancia relativa de especies registradas para técnica detransecto.
Especies Índices de abundancia relativaC. paca 174
D. punctata 260
83
N. narica 608
D. novemcinctus 130.4
P. tajacu 43.4
H. yaguarondi 87
L. wiedii 87
P. concolor 43.4
C. thous 87
T. major 304.3
C. rubra 391.3
Figura 19. Abundancias relativas de algunas especies de fauna cinegéticaregistradas por medio de técnica de transecto en la zona de estudio.
En la figura 19 se encuentra reunida la información concerniente a los índices de
abundancia relativa de algunas especies de fauna cinegética que lograron ser
registradas por la técnica de transecto dentro de la zona de estudio. Se observa que
los valores más elevados correspondieron para las especies de pavón (Crax rubra)
y perdíz (Tinamus major) .
84
Figura 20. Abundancias relativas de algunas especies de fauna cinegéticaregistradas por medio de las técnicas de estaciones olfativas y parcelas de huellasen la zona de estudio.
En la Figura 20 se observan algunos índices de abundancia relativa de fauna
cinegética calculados a partir de las técnicas de estaciones olfativas y parcelas de
huellas. Los valores más altos corresponden a las especies de ñeque (Dasyprocta
punctata) seguido de la especie de guagua (Cuniculus paca). Se observa como la
especie de zaíno (Pecari tajacu) no fue contactada por las técnicas de parcelas de
huellas y estaciones olfativas. La especie de armadillo (Dasypus novemcinctus) no
fue contactada por la técnica de parcelas de huellas mientras la especie de pavón
(Crax rubra) no fue contactada por la técnica de estaciones olfativas.
6.1.5 Estimadores de similitud
85
Se aplicó el programa Biodiversity pro a los datos obtenidos de las tres técnicas
implementadas con el fin de estimar un porcentaje de similitud entre ellas. Las
pruebas utilizadas fueron Bray- Curtis y Jaccard.
De este modo, las Figuras 21 y 22 presentan dendrogramas donde se hace una
comparación del grado de similitud entre las tres técnicas probadas en campo de
acuerdo a los datos de registros de especies. Estos dendrogramas asocian las
técnicas más similares a partir de los datos ingresados al programa estadístico,
asociando las técnicas con resultados más afines y presentando las diferencias a
partir de distancias que muestran los resultados más contrastantes o disímiles
entre las técnicas.
Coeficiente de similitud de Braycurtis (%)
Figura 21. Dendrograma de similitud de Bray-Curtis.
En las Figuras 21 y 22, de acuerdo al índice de similitud se presentaron dos
grupos, el primero entre las técnicas de estaciones olfativas y transecto como
aquellas con resultados más afines, y el segundo por la técnica de parcelas de
huellas. De este modo, se observa que la técnica de parcelas de huellas por poseer
un reporte inferior en el número de especies registradas con relación a las técnicas
86
de estaciones olfativas y transecto, se encuentra conformando un grupo aparte,
aspecto que es evidente en los resultados presentados en la Tabla 2.
Con respecto a los coeficientes de similitud, se observa a partir de la prueba de
Bray- Curtis un porcentaje de similitud entre las técnicas de estaciones olfativas y
transectos de un 45%, mientras que se estima un valor de similitud de 30% entre
la técnica de parcelas de huellas con respecto a las otras dos antes mencionadas, lo
que sugiere una diferencia de 15%. Este resultado nos muestra que aunque fueron
agrupadas las técnicas de estaciones olfativas y transecto como aquellas más
afines, el valor de similitud es bajo.
Por otra parte, la prueba de Jaccard muestra un valor de similitud de 60% entre las
técnicas de estaciones olfativas y transectos, presentando una diferencia de tan
solo 5% con respecto a la técnica de parcelas de huellas. Esto indica un porcentaje
de similitud de 55% entre la técnica de parcelas de huellas y las demás.
Coeficiente de similitud de Jaccard (%)
Figura 22. Dendrograma de similitud de Jaccard.
6.1.6 Curvas de acumulación de especies
87
Por medio del programa computacional Estimates (Colwell, 2000) fueron
generadas curvas de acumulación de especies para las tres técnicas probadas. La
Figura 23 presenta el número de días de muestreo y las especies esperadas a través
de una curva que muestra el comportamiento de cada técnica con respecto al
número de especies que cada una logró registrar en la zona de estudio durante el
tiempo de muestreo.
Así, aunque hubo un aumento progresivo en el hallazgo de huellas de diversas
especies conforme pasaron los días de muestreo, cabe anotar que la totalidad de
especies registradas dentro de las tres técnicas fueron identificadas después de dos
semanas de muestreo en campo, a partir del cual siguieron incrementándose los
registros de las mismas especies sin presentarse indicios de nuevas especies a
excepción del reporte de zaíno (Pecari tajacu) el cual sucedió durante los últimos
días de muestreo. De este modo y como es evidente en la curva de acumulación de
especies (Figura 23), la relación existente entre el tiempo de muestreo invertido y
el número total de especies registradas para el sector estudiado, muestra una
tendencia hacia la estabilización de las curvas que hubiese sido lograda a partir de
la adición de algunos días de muestreo bajo el respectivo esfuerzo muestreal para
cada técnica implementada.
A
88
B
Figura 23. Curva de acumulación de especies reportadas en la zona de muestreo através de las tres técnicas probadas. A:Transecto. B: Estaciones olfativas yParcelas de huellas
Los valores de las curvas generadas por Estimates fueron confrontados con los
valores del estimador de riqueza Chao 2 obtenido por este mismo programa, con
la intención de conocer cuantas especies más podríamos haber encontrado en la
zona de estudio como lo muestra la Tabla 9.
En la Tabla 9 a través de tres columnas se presentan los valores de especies
observadas enumeradas en los días de muestreo para cada una de las técnicas
probadas. Cada una de estas columnas es seguida de una columna con los valores
de Chao 2, evidenciándose al final de las columnas, los valores correspondientes
a las especies registradas y los valores esperados según Chao 2.
Tabla 9. Valores de Chao 2 para la zona muestrada a través de las tres técnicasprobadas.
Transectos Parcelas EstacionesEspeciesobservadas Chao2
Especiesobservadas Chao2
Especiesobservadas Chao2
1.86 3.38 0.41 0.47 1.61 3.163.33 6.68 0.81 1.01 2.66 4.15
89
4.42 8.16 1.19 1.65 3.41 4.895.37 8.99 1.54 2.29 3.97 5.556.15 9.44 1.87 2.96 4.47 6.24
6.8 9.76 2.23 3.71 4.86 6.837.34 9.96 2.55 4.37 5.23 7.417.77 10.03 2.85 4.94 5.6 7.868.14 10.39 3.13 5.43 5.93 8.248.47 10.68 3.4 5.9 6.22 8.528.76 10.94 3.63 6.21 6.48 8.639.03 11.19 3.87 6.5 6.68 8.649.26 11.57 4.09 6.75 6.9 8.719.48 11.77 4.33 7.05 7.09 8.699.67 11.91 4.52 7.13 7.25 8.69.85 12.05 4.74 7.25 7.39 8.54
10.04 12.15 4.93 7.25 7.54 8.5310.24 12.21 5.11 7.23 7.67 8.47
10.42 12.27 5.28 7.25 7.8 8.4110.57 12.14 5.45 7.24 7.91 8.39
10.72 12.12 5.62 7.23 8 8.3310.86 12.04 5.76 7.16
11 12 5.89 7.086 7
El resultado de esta Tabla muestra que para los transectos con un número total de
11 especies registradas, se calcula un número esperado de 12 especies, para las
parcelas de huellas con 6 especies registradas se estima un número esperado de 7
y por último para las estaciones olfativas con 8 especies registradas se estima un
número de 8.33 especies. Este resultado sugiere que con pocos días dedicados a
muestreos adicionales, se hubieran registrado todas las especies para el subsector
estudiado y de este modo también se estabilizaría la curva de acumulación de
especies.
6.1.7 Resultado de reuniones y entrevistas con el grupo de cazadores del
Valle.
Como resultado obtenido de las entrevistas (Ver anexo 1) llevadas a cabo con
algunos integrantes del grupo de cazadores que participaron en la fase de campo,
se lograron conocer algunas opiniones acerca de aquellas ventajas y desventajas
que encontraron en cada una de las técnicas implementadas durante el ejercicio de
90
muestreo, lo cual además constituyó un punto importante en el momento de
considerar la sugerencia de alguna de éstas.
Técnica de transecto
Ventajas: Esta técnica tuvo gran aceptacion debido principalmente a la ausencia
de huelleros (con relación a técnicas de parcelas de huellas y estaciones olfativas)
lo que condujo a un esfuerzo menor con respecto a la necesidad de adecuación y
mantenimiento exahustivo de estos sustratos. Además, se menciona que con esta
técnica se podrían reportar mayor número de especies teniéndose en cuenta
superficies no necesariamente limitadas al suelo del bosque, las cuales podrían dar
información si se abarcan diferentes estratos del bosque (medio, dosel, etc) donde
sería posible observar animales, sumado a reportes auditivos o visuales de los
mismos. Por otra parte los cazadores consideran que los costos económicos son
menores.
Desventajas: Debido a la densa vegetación encontrada en algunos sectores del
bosque, los cazadores consideraron que algunas rutas son difíciles de marcar y por
lo tanto de recorrer. Se mencionó la escasa visibilidad en algunas porciones de
bosque donde resulta muy difícil hacer observaciones.
Técnica de parcelas de huellas
Ventajas: Los cazadores conicidieron en afirmar que estos huelleros resultan útiles
para la observación de rastros cuando son ubicados en gran número dentro del
bosque. Mencionan que en términos de esfuerzo este se ve reducido dada la
ausencia de cebos con respecto a la necesidad de cambio y constante rotación de
los mismos.
Desventajas: Un punto considerado como desventajoso para esta y para la
metodologia de estaciones olfativas anteriormente mencionado fue el
91
mantenimiento de sustratos que si bien puede lograrse, el esfuerzo sería mucho
mayor.
Técnica de estaciones olfativas
Ventajas: Por medio del uso de cebos además de registrarse huellas podrían ser
estudiados otros aspectos relacionados a las conductas animales descritas a partir
de los cebos que sean utilizados y el efecto atractivo de estos sobre la fauna del
sector.
Desventajas: Dependiendo de la demanda y cantidad de cebo requerido para esta
técnica en particular, los cazadores advierten que sería posible una escasez de
cebos, lo que conllevaría a la necesidad de adquirirlos por medio de la compra lo
que a su vez traería mas gastos.
Talleres participativos
Temas tratados
- Situación actual de caza: especies mayormente cazadas, estado de abundancia,
venta de carne de monte, escasez de especies, sectores de caza.
Resultado de esta actividad: Se realizó un vistazo general y perceptivo de los
cazadores frente a la situación actual de caza, refiriéndonos al estado de
abundancia o escasez de las especies predilectas, los sectores y algunos aspectos
pricipales de la historia natural de algunas especies.
Todos los cazadores presentes coincidieron en mencionar a la guagua (Cuniculus
paca) como la presa más importante a partir del criterio del sabor de su carne,
razón por la cual su presión es alta. Esta especie fue considerada como escasa para
algunos sectores de cacería donde además se dijo es fácil de atrapar con la ayuda
de perros.
92
A partir del valor de su carne, también se citaron el armadillo (Dasypus
novemcinctus), zaíno (Pecari tajacu), perezoso (Bradypus variegatus), venado
(Mazama americana), como especies con una alta presión de cacería y de las
cuales la mayoría es cazada con perros.
Con respecto al armadillo (Dasypus novemcinctus), se dijo que era una presa muy
apetecida y cuya presión fue considerada como alta. De manera similar, del zaíno
(Pecari tajacu) se dijo que constituía una presa apetecida ya que representa una
cantidad considerable de carne, razón por la cual es muy perseguido en la región.
Del ñeque (Dasyprocta punctata) se dijo que era una presa con menor presión de
caza dado que el valor de su carne gusta poco en comparación con las especies
mencionadas anteriormente, sin embargo es capturado cuando escasean las demás
pues se dice que es una especie abundante.
Del venado (Mazama americana) se dijo que en el sector del Sendero a Utría ya
no es posible encontrarlo debido a la fuerte presión que sufrió durante años,
siendo posible encontrarlo en sectores lejanos al corregimiento, aspecto que a su
vez es corroborado por todos los cazadores y en los formatos de cacería.
De las aves como el pavón (Crax rubra), la perdíz (Tinamus major), el loro
(Amazona farinosa) y el paletón (Ramphastos spp) se dijo que su presión es baja
debido a su escaso peso corporal. Sin embargo, por ser consideradas de fácil
captura, especialmente el pavón y la perdíz que suelen pasearse por el suelo del
bosque, son abatidas con tiro cuando se presenta la oportunidad.
Los criterios de importancia de la fauna de caza también se explican desde un
punto de vista comercial pues se ha valorizado la carne de monte entre los
habitantes del corregimiento. De esta manera, ha surgido y crecido paulatinamente
un interés por ciertas esepcies las cuales además de suministrar alimento a las
familias de cazadores, representan un medio por el cual se logra adquirir recursos
extra por la venta de su carne. Este hecho ha conducido directamente a una mayor
93
presión sobre las presas de caza, impulsado por un comercio creciente aún sin
reglamentar y que para algunos animales fáciles de capturar como la iguana verde
(Iguana iguana), extraída en grandes cantidades, representa una amenaza para sus
poblaciones, aspecto que es materia de preocupación entre algunas personas
dentro y fuera del grupo de cazadores.
-Acceso a la fauna: grupos de cazadores a lo largo del territorio de la cuenca,
cazadores foráneos, conflictos entre grupos por uso de recurso fauna, acuerdos,
iniciativas.
Resultado de esta actividad: Teniendo en cuenta los sectores de caza a lo largo del
territorio de la cuenca del río Valle, se mencionó la presencia de diferentes grupos
de cazadores actuando en la zona para lo cual y en aras de un plan de manejo para
las especies mas presionadas por la caza, el grupo de cazadores del Valle propone
iniciativas de reunión con estos grupos (cazadores del municipio de Bahía Solano
y cazadores indígenas Emberá) con el fin de llegar a acuerdos que permitan
organizar las faenas de cacería dentro de los sectores y proponer normativas al
respecto con otros líderes grupales.
Durante esta reunión se mencionó la presencia de cazadores del municipio de
Bahía Solano e indígenas Emberá incursionando en faenas de cacería en
territorios que se solapan con aquellos utilizados por los cazadores del Valle. Este
aspecto ha generado roces con los cazadores del municipio de Bahía Solano de los
cuales se dice extraen presas de manera desmedida de ciertas zonas.
Para los integrantes del grupo de cazadores del Valle ha sido difícil entablar
conversaciones o convocar reuniones con los cazadores de Bahía ya que estos
carecen de una organización grupal, lo que ha dificultado el diálogo directo entre
ambas comunidades frente al tema de cacería y por ende, llegar a un acuerdo
frente al uso del recurso fauna.
6.2 Discusión
94
6.2.1 Trabajo cuantitativo e implementación de técnicas.
Los datos cuantitativos mostraron una información numérica capaz de determinar
la presencia de especies en un lugar y arrojar información sobre algunos atributos
comportamentales desde el seguimiento de huellas a partir de la técnica y
experiencia de los cazadores locales como sugiere Mills (1996). Adicionalmente
fue posible caracterizar el uso del hábitat de las poblaciones dentro de un espacio
determinado como sugiere la investigación de Guzmán & Camargo (2004).
El registro de huellas constituyó la base investigativa y fuente de la información
obtenida. En esta medida, el acompañamiento y asesoría de los cazadores o bien
llamados coinvestigadores hizo parte importante en la exploración del medio
natural, conduciendo además a la identificación de las especies reportadas a partir
de su nutrida experiencia en las actividades de rastreo como producto del
conocimiento de la fauna local adquirido durante años de aprendizaje.
Desde este punto de vista, el intercambio de ideas y conocimientos encontró
alrededor del saber formal o académico y el saber local de la naturaleza brindado
por los cazadores, un medio interesante para el encuentro del conocimiento, que
como principal incentivo para ambas partes incrementó las nociones que cada uno
poseía acerca de todos los aspectos concernientes a la fauna silvestre. Así, descrito
como un proceso de retroalimentación de conocimientos, la práctica y experiencia
inagotable de los cazadores pudo ser enriquecida a partir de los conceptos que
ayudaron a explicar o complementar sus percepciones acerca de cómo empezar a
manejar el recurso fauna, asímismo desde la teoría y aspectos preconcebidos en
mi escaso conocimiento en campo, lograron convertirse en una concepción más
enriquecida.
Con respecto a la implementación de las técnicas y los resultados de los registros,
se advirtieron una serie de factores que pudieron haber influenciado directa o
indirectamente la información obtenida en campo, de este modo, la mención de
95
tales aspectos puede ser considerada para futuras investigaciones, a partir de las
cuales sea posible disminuir un mayor número de sesgos.
Con relación a la ubicación del área muestrada descrita como una zona de bajo,
fueron descartadas las especies que se desenvolvían en otros lugares como las
lomas, para lo cual valdría la pena contemplar un rango más amplio de hábitats
que posibilite un registro más rico de especies.
Considerando la importancia de la experiencia de los investigadores en la
identificación de rastros en campo se presume que la recolección de datos será
abundante con respecto a los resultados obtenidos por un investigador inexperto o
recientemente instruido en las técnicas de rastreo. Este constituye un punto a favor
para el grupo de cazadores del Valle ya que sus integrantes se encuentran
capacitados como guías y expertos rastreadores, habilidad cultivada incluso como
tradición familiar y que a su vez sugiere que tendrían una ventaja en el desempeño
de esta actividad durante un monitoreo de especies a partir de medios indirectos.
Este aspecto sugiere que para estudios posteriores sería un estimulo que la gente
de la zona conozca más acerca la vida silvestre y de esta manera se interese en la
conservación de la fauna local.
Por otra parte, las estaciones climáticas constituyen factores que afectan el
comportamiento de las distintas especies, influyendo de igual manera en la
capacidad de detección de rastros por parte del investigador (Rabinowitz, 1997).
Las épocas de sequía traen consigo el desplazamiento de animales desde las lomas
hacia quebradas ubicadas en los bajos, lo que en épocas de lluvia no se presenta
con la misma regularidad (Campos & Rubio, 1995).
Con relación a los sustratos, durante el verano se ven endurecidos sustratos que
son ideales para el registro de huellas en condiciones de humedad después de las
temporadas de lluvia, por tales razones sería adecuado contemplar un período de
muestreo que abarque ambas condiciones climáticas y que permita visualizar de
96
manera más completa el comportamiento y dinámica de los bosques y sus
habitantes.
Adicionalmente, se contempló la posibilidad de la existencia de sesgos en los
registros de fauna que pudieron ser producidos por la intervención antrópica en el
sector estudiado. Con respecto a esta situación fue posible advertir el rozamiento
de algunos parches de bosque para la instalación de pequeños cultivos y el tránsito
de taladores y cazadores por algunos caminos trazados a través del bosque.
Aunque los efectos de este tipo de impactos sobre la fauna no fueron analizados
con detenimiento como parte de esta investigación, quedó claro que el
seguimiento de estos sucesos degenerativos dentro del bosque (agricultura, tala
selectiva, cacería extensiva, entre otros) representan factores que influyen la
ocurrencia de especies (Jorgenson, 1996) para lo cual, es necesario que sean
integrados a estudios posteriores que permitan entender con mayor claridad tales
hechos.
6.2.1.1 Registro de especies
Con respecto al hallazgo de rastros de ciertas especies durante el período de
muestreo en campo, vale la pena indicar que en algunas ocasiones se encontraron
huellas de cusumbo (Nasua narica) en los recorridos a través del sendero
principal. Este aspecto podría atribuirse a la conducta de omnivoría de esta
especie en asocio a la oferta alimenticia que pueden aprovechar no
necesariamente en parches de bosque primario, encontrándose en bosques altos,
de transición y bajos, soportando diferentes niveles de disturbio (Cabrera &
Rueda, 1995), como los encontrados en el sendero principal. De esta especie
puede decirse que no es cazada en la zona de estudio, lo que podría apoyar un
comportamiento menos furtivo y huidizo.
Fue posible percibir la presencia de especies como la perdíz (Tinamus major),
ñeque (Dasyprocta punctata), guagua (Cuniculus paca) y cusumbo (Nasua
narica), en espacios intervenidos donde se encontró bosque secundario. Estos
animales poseen una conducta más permeable a alteraciones del medio como lo
97
describen Cabrera & Rueda (1995) haciendo mención del aprovechamiento de
estas especies a un rango más amplio de espacios y ofertas alimenticias a través de
bosques altos, de transición y bajos.
De manera generalizada para las tres técnicas muestreadas, las especies de felinos
reportadas bajo este estudio hicieron parte de los registros obtenidos a partir de las
últimas porciones del bosque donde pudo describirse la presencia de bosque
primario. Este aspecto en particular puede sugerir que estos animales prefieren
espacios más resguardados del bosque, lo que que a su vez es apoyado en su ya
conocida conducta asociada a porciones de bosque donde su presencia indica la
existencia de sitios mejor conservados (Lynam, 2002).
6.2.1.2 Evaluación de técnicas
Como insumo de este trabajo, y teniendo en cuenta los aspectos presentados a lo
largo de la experiencia con el montaje, prueba y resultados obtenidos del ejercicio
técnico, se mencionan a continuación algunas ventajas y desventajas de cada una
de las técnicas con respecto a ciertos puntos que fueron percibidos claramente con
los cazadores del Valle.
Estaciones olfativas
Ventajas:
- Permite advertir ciertos aspectos acerca de la conducta de algunas especies a
partir de la prueba con diferentes cebos, lo cual enriquece los datos obtenidos.
- Permite observar huellas claras de las diferentes especies a través de sustratos
empleados para este fin.
- Cebos asequibles, los cuales son frutos que crecen de manera natural en la
zona o son cultivados en parcelas familiares, lo cual no genera costos extras.
98
- Sencilla implementación en términos de esfuerzo físico durante el montaje y
muestreo en campo.
Desventajas:
- Endurecimiento de sustratos lo que conduce a un mayor esfuerzo reflejado en
el mantenimiento de sustratos óptimos para el registro de huellas.
- Posibles sesgos con respecto a la imposibilidad de registrar especies con
escaso peso corporal sobre los huelleros cuando estos se encuentran
endurecidos o por el contrario, cuando se encuentran inoperantes a partir de
las inundaciones del suelo del bosque.
- Sujetos a sitios fijos dentro del bosque lo que sugiere que cuando los huelleros
son inoperantes bajo cualquier situación, se pierde la posibilidad de registros
lo que a través de transectos no sucede por estar exentos a sitios fijos de
muestreo.
- Con relación a las particulares condiciones topográficas de la zona de estudio,
son aplicables sólo en bajos donde se presentan condiciones de horizontalidad
para su instalación razón por la que pueden ser excluidos reportes de algunas
especies que habitan preferentemente las lomas.
Finalizado el muestreo bajo esta técnica pudo advertirse que para el grupo de
cazadores ésta técnica fue desde un comienzo llamativa e interesante. Sin
embargo es importante considerar que aúnque existe un serio propósito en el
manejo de fauna cinegética por parte de sus integrantes, el uso de cebos
constituyó un aspecto que facilitó la captura de innumerables animales dentro del
bosque. Así, relacionado a las prácticas de cacería durante décadas, los cazadores
adquirieron un conocimiento amplio frente al uso de ciertos cebos incluyendo
épocas de recolección, lugares donde se producen y especies vegetales que las
producen (palmas y árboles dentro del bosque).
Aunque los resultados muestran que a través de esta técnica se registraron
diferentes especies y que el número de veces que fueron contactadas superó el
registro de la técnica de parcelas de huellas, asímismo resulta difícil determinar
99
cuáles de estas especies fueron contadas en más de una ocasión pudiendo mostrar
resultados no necesariamente acordes o reales a las condiciones de abundancia de
las especies dentro del sector estudiado.
Si bien este tipo de técnica puede ser utilizada para calcular la abundancia de
especies, su utilidad podría encontrarse mejor orientada a estudios basados en la
presencia - ausencia de especies en determinado lugar donde la importancia radica
en la identificación de éstas y no en su número.
Parcelas de huellas
Ventajas:
- Bajo un riguroso mantenimiento de sustratos, se incluyen todas las
observaciones desde la superficie analizada.
- Requiere un bajo presupuesto ya que los materiales necesarios para su
implementación son escasos.
- Sencilla instalación y muestreo en campo en términos de esfuerzo físico.
- A partir del uso de sustratos adecuados para el registro de huellas, es posible
obtener huellas claras que permite un estudio más detallado de las mismas.
- Es una técnica económica.
Desventajas:
- De la misma manera que para la técnica de estaciones olfativas, la dificultad
en el mantenimiento óptimo de los sustratos para el resgistro de huellas
demanda un mayor esfuerzo.
100
- Escasez de registros lo que conduce a la necesidad de un mayor esfuerzo
muestral reflejado en la instalación de una cantidad superior de parcelas de
huellas.
Con respecto a la baja respuesta y a pesar de los esfuerzos para el mantenimiento
de sustratos como se mencionó anteriormente, una razón que pudo explicar esta
respuesta y ser comentada en las reuniones con los cazadores es que en ausencia
de cebos las posibilidades de captar el paso de los animales en parcelas ubicadas
en espacios tan grandes como los representados por estos bosques, parece una
prueba con posibilidades remotas. Adicionalmente la instalación de un mayor
número de parcelas podría aumentar tales posibilidades aunque esto representaría
un esfuerzo significativamente más grande para los involucrados en la
investigación.
Con un registro más escaso de especies con respecto a las otras dos técnicas
implementadas, la técnica de parcelas huellas fue considerada por los cazadores
como aquella menos opcionada para un monitoreo de las abundancias de fauna
cinegética. Por tratarse de una técnica con ciertas similitudes frente a la técnica de
estaciones olfativas a partir del uso de huelleros ubicados a lo largo de transectos,
surgieron algunas comparaciones.
Este hecho conduce a pensar que en vista de la ausencia de cebos se produce una
desventaja, sin embargo si se analiza desde otra perspectiva y se tiene en cuenta
que el uso de cebo podría estar creando una sobreestimación de la abundancia de
individuos en un área, esta pasaría a ser entendida como una ventaja favorecida
por el tránsito al azar de los animales por las parcelas sin ser éstos atraídos en
repetidas ocasiones a las mismas. En consecuencia, un bajo número de registros
no indicaría necesariamente que la técnica no funcione o que es peor que las
demás, ya que se podría estar ignorando un resultado tal vez más acorde a las
condiciones del sector estudiado, donde el número de animales en la zona sea
precisamente escaso siendo esa la verdadera situación que podría verse
desconocida.
101
Una vez entendida esta condición, la técnica de parcelas de huellas podría
compararse en términos más precisos con las demás técnicas con respecto al
número de especies que se lograron registrar en cada una y no a partir del número
de registros por especie. Bajo este punto, podría discutirse la verdadera desventaja
ya que si la técnica de transectos registró un mayor número de especies por
encima de las otras técnicas dentro del sector estudiado, de ésta también puede
decirse estaba exenta de cebos que pudieran favorecer la cantidad de registros
obtenidos. De este modo, podría sugerirse que este aspecto podría contrarrestarse
a partir de un mayor esfuerzo de muestreo sustentado en un número superior de
parcelas ubicadas en campo que aumente las posibilidades de que sean registradas
más especies dentro de esta técnica en particular.
Transectos
Ventajas:
- No requiere mucho tiempo para la marcaje de rutas.
- No requiere la adecuación de sustratos.
- Los costos son bajos pues no se requieren muchos materiales para su
implementación.
- Valora la información directa o indirecta.
- Abundancia de registros reflejado en una mayor superficie de muestreo con
respecto a los huelleros.
Desventajas:
- Debido a lo accidentado de algunas porciones de terreno dentro del bosque, se
dificulta el tránsito a través del mismo, limitando las áreas de muestreo.
- En algunos puntos la visibilidad es muy pobre para la observación de animales
o sus rastros.
102
- Las temporadas de sequía producen el endurecimiento de sustratos para
algunas épocas de año lo que disminuye la probabilidad de observación de
rastros.
De esta técnica se obtuvo una percepción positiva conjuntamente con los
cazadores, a partir de lo cual pudo advertirse una intención creciente por seguir
haciendo uso de ésta técnica en un futuro monitoreo de fauna. Fue posible discutir
una serie de ventajas que finalmente constituyeron los argumentos para sugerir
ésta como una técnica apropiada para el monitoreo de fauna en la zona.
Como lo muestran los resultados, fue posible registrar el mayor número de
especies incluyendo especies que no constituían presas de caza. Con respecto al
cambio de temporadas de lluvia y sequía no siempre sujeto a los patrones
descritos dentro de las épocas del año, sumado a las condiciones particulares que
estos sucesos crearon dentro el bosque (sustratos y quebradas secos o inundados)
pudo ser advertida la ventaja de estos recorridos a través de transectos donde
fueron registradas un mayor número de observaciones mientras las superficies de
algunos huelleros se encontraron inoperantes.
Las condiciones climáticas cambiantes fueron un punto muy importante a la hora
de evaluar las técnicas implementadas, pues fue una variable que no pudo ser
controlada con facilidad modificando las condiciones de los sustratos y el éxito de
obtención de registros. Las lluvias afectaron la operabilidad de los huelleros,
mientras que para los transectos este aspecto no fue tan decisivo para obtener
registros a partir de la ventaja de cubrir más área de muestreo, así, los recorridos
aumentaron la probabilidad de observar más rastros.
Otro criterio que resulta importante para sugerir alguna de estas técnicas de campo
para una futura implementación, lo constituye el aspecto económico el cual
determina en gran medida la viabilidad de ejecución de cualquiera de estas. Esta
información es un elemento clave para los cazadores a la hora de organizar y
planificar el uso de una técnica, ya que permite visualizar con mayor claridad el
103
dinero requerido. Las técnicas propuestas en este ejercicio fueron diseñadas
conociendo las escasas condiciones económicas del grupo de cazadores por lo
cual se hizo uso de materiales básicos de fácil acceso en la localidad. El
presupuesto destinado para fines de implementación técnica, debe asumir sólo los
aspectos necesarios ajustados a un modelo que pueda sostenerse con base a este
criterio durante un prolongado período de tiempo. (Ver anexo Análisis de costos).
Teniendo en cuenta los aspectos tratados anteriormente con respecto a ciertas
ventajas técnicas presentadas durante el montaje y muestreo de cada una de las
técnicas en campo, sumado al aspecto económico, se sugiere la técnica de
transecto al grupo de cazadores del Valle.
6.2.2 Abundancia de especies
El bajo número de registros obtenidos en las técnicas influyó sobre los índices de
abundancia, los cuales si se tienen en cuenta estudios sucesivos podrían reflejar
cambios o tendencias poblacionales a partir de datos que puedan ser analizados en
el tiempo. Sin embargo, para este estudio esta información no puede tomarse
como datos del actual tamaño de las poblaciones (Crawford,1991).
Fue posible comparar la información de abundancias relativas de los resultados
obtenidos por cada técnica implementada dentro de este estudio, no siendo posible
realizar una comparación con datos provenientes del mismo sector, por ser ésta la
primera investigación y representar un sólo momento muestreal.
Se presume que los valores de abundancia relativa de las especies registradas
podrían estar siendo afectados por el efecto antrópico (tala, caza,cultivos), y por
las técnicas empleadas.
104
Con relación a los índices de abundancia y a partir de los valores más altos
calculados para las especies de aves como perdíz (Tinamus major) y pavón (Crax
rubra), estos datos coinciden con la percepción de los cazadores entorno al estado
de abundancia de tales especies de las cuales se dijo son halladas con facilidad en
los sectores de caza, siendo consideradas de igual manera como abundantes.
Para la especie de ñeque (Dasyprocta punctata) cuyo índice de abundancia fue
alto, de manera similar para los cazadores ésta es una especie hallada en gran
número en la zona de estudio ya que no posee una presión fuerte sobre sus
poblaciones, esto se debe precisamente a que es una presa de ocasión, pues existe
una preferencia hacia otras presas por encima de ésta.
Los bajos valores de abundancia calculados para las especies de armadillo
(Dasypus novemcinctus) y pecarí (Pecari tajacu) corresponden a la escasez de
registros obtenidos. La primera especie fue considerada como apetecida y
fuertemente perseguida por los cazadores, razón por la cual ellos ratifican la
ausencia de registros en el sector estudiado. Por otra parte, para la segunda
especie aunque es considerada como escasa para este sector de cacería en
particular, la usencia de registros se vió principalmente ligada a la relación de
estos con las lomas donde habitan preferentemente como es descrito por Campos
& Rubio (1995) y en la tesis de Valderrama (2005). Sin embargo, los cazadores
indican que la fuerte presión sobre estos individuos, ha conducido sus poblaciones
a lugares más remotos razón por la cual son considerados como escasos.
Como modelo que pudo tomarse como marco de referencia por la identificación
metodológica con esta propuesta, particularmente desde el uso de la técnica de
transecto, se menciona el trabajo realizado por Campos & Rubio (1995) en el
Parque Nacional Natural Utría donde además fueron calculados algunos índices
de abundancia a partir de los registros de especies.
105
Por tratarse de un estudio realizado en el PNN Utría el cual limita con el sector del
sendero donde fue realizado este estudio y que además lleva su mismo nombre, se
consideran algunas condiciones de similaridad con respecto a características de la
vegetación, clima, humedad entre otros, además de especies que posiblemente
comparten ambos espacios, siendo interesante destacar que existe una
considerable diferencia con respecto a los estados de conservación de cada zona
ya que el primero por tratarse de un parque nacional se encontraba hasta años
recientes bajo una protección y tutela del estado, en contraste al sector del
Sendero a Utría el cual se encuentra altamente intervenido por las diferentes
actividades humanas.
Campos & Rubio (1995) registran el doble de especies en la mitad del tiempo
empleado por este trabajo, en donde el muestreo se desarrolló en filo de una loma,
señalando la presencia de otras especies que no lograron ser detectadas en el
Sendero a Utría como el jaguar (Panthera onca), algunas especies de primates,
zaíno (Pecari tajacu) en mayor número en la zona del parque y el venado
(Mazama americana). Esta última especie fue considerada por los cazadores del
Valle como ausente para sectores cercanos al corregimiento incluyendo el área de
estudio, a razón de ser lugares altamente presionados por la caza. De este modo,
uno de los cazadores (Gentil Roa) que acostumbraba cazar este tipo de presa en
sectores cercanos al corremiento hace 10 a 15 años atráz comentó que actualmente
el venado sólo es posible encontrarlo en sectores alejados.
De las especies reportadas para ambos estudios (Tabla 13) se menciona la
presencia de armadillo (Dasypus novemcinctus), el zaíno (Pecari tajacu), y aves
como la perdíz (Tinamus major) y pavón (Crax rubra); también fue reportado el
cusumbo (Nasua narica) y por último, como especie predominante con un mayor
número de registros para ambas zonas el ñeque (Dasyprocta punctata), lo cual
fortalece la percepción de los cazadores consignada durante una de las reuniones,
donde la abundancia de esta especie fue considerada como alta, mientras que
especies como el zaíno (Pecari tajacu), el armadillo (Dasypus novemcinctus) y el
venado (Mazama americana) se dijo que eran escasas a razón de una alta presión
106
de cacería, de las cuales ademas se obtuvieron escasos reportes en relación a los
presentados dentro del parque donde los valores fueron mayores.
A través de la técnica de transecto utilizada en la zona del parque por Campos &
Rubio (1995) fue posible obtener registros auditivos y visuales de las especies en
cuestión, sumado al registro de un mayor número de especies que no se
registraron en el sector del Sendero a Utría. Así, fueron registradas 11 especies de
mamíferos y 14 de aves, mientras en el sector del Sendero a Utría fueron
registradas 10 especies de mamíferos y 2 de aves. En la Tabla 10 se muestran los
resultados obtenidos bajo esta técnica para ambas zonas.
Tabla 10. Especies reportadas y número de registros obtenidos en la zona delPNN Utría y sector del Sendero a Utría a través de técnica de transecto.
Especies reportadas en
ambas zonas
No registros en la zona del
parque
No registros en sector de
Sendero a Utría
D. novemcinctus 6 3
N. narica 1 14
P.tajacu 6 1
D. punctata 30 6
T. major 71 9
C. rubra 8 7
Cabe anotar el bajo reporte de especies de aves en contraste a la investigación
desarrollada en el PNN Utría, lo que muestra como el sonido de las sierras
eléctricas que atraviesa grandes distancias dentro del bosque pudo haber
influenciado la capacidad de percepción de la presencia de animales en la zona.
Con relación a este hecho autores como Glanz (1990), sugiere que para áreas
107
sometidas a cacería se presentan tasas de avistamiento menores en comparación
con aquellas libres de influencia humana, principalmente de las especies de aves
donde gran parte de su localización se logra a través de escuchar su canto, o por el
contrario, ser la causa que explique la ausencia de tales especies dentro del área.
Los aspectos mencionados anteriormente, demuestran el contraste entre ambas
zonas que a pesar de ser continuas, difieren enormemente en cuanto a estados de
conservación. Esta situación refleja la alta presión de cacería en el Sendero a Utría
frente a una baja presión de caza en el PNN Utría, permitiendo orientar las futuras
acciones de manejo por parte del grupo de cazadores del Valle.
De la misma manera, la marcada diferencia entre ambas zonas demuestra el
resultado de un historial de fuertes intervenciones en ausencia de controles sobre
el ecosistema. Los supuestos o percepciones acerca de la abundancia de las
especies en estos territorios que pudo advertirse a lo largo de charlas, pudieron ser
entendidas y soportadas con mayor claridad, permitiendo ratificar tales hechos
como evidencias de una realidad.
Vale la pena resaltar la importancia de la información cualitativa obtenida durante
el tiempo de estudio. Fruto de la comunicación estrecha y mediada por la
confianza lograda con los coinvestigadores locales a través de reuniones y
entrevistas, ésta información fue relevante en la búsqueda de razones sociales y
culturales que explicaran las condiciones de vida de los habitantes de este
territorio, lo cual no hubiera sido posible sólo a partir de los datos cuantitativos.
Gracias a esta información, se logró comprender el uso que los cazadores le dan a
sus recursos, el significado de las actividades desarrolladas alrededor de la
naturaleza y las principales necesidades de sus habitantes los cuales en conjunto
deben ser considerados elementos prioritarios a la hora de proponerse acciones de
manejo que se ajusten a tales condiciones y que en asocio al interés que cobija la
conservación del recurso cinegético, sean además adecuadas y viables para la
comunidad.
108
Adicionalmente como esquema general del trabajo realizado con el grupo de
cazadores del Valle, se presenta en la Tabla 11 los aspectos relacionados a los
aportes del grupo a partir de las actividades adelantadas como reuniones y salidas
a campo, donde se mencionan las labores realizadas durante la fase de estudio con
relación al ejercicio de cada una de las técnicas propuestas.
Tabla 11. Actividades en las que participó del grupo de cazadores durante laimplementación y análisis de las metodologías propuestas
Participación de g. de cazadores delValle
Metodología 1.Estaciones olfativas
Metodología 2.Transectos para avistamiento dehuellas
Montaje metodológico - Recomendación yescogencia de cebos.
- Recolección y entrega decebos.
- Sugerencia de sectores demuestreo.
- Montaje en campo deestaciones.
- Marcaje de transectos encampo.
- Señalización de sitios demuestreo.
Toma de información - Elaboración de moldes enyeso.
- Dibujo de huellas sobreacetato.
- Ubicación de rastros encampo.
- Elaboración de moldes enyeso.
- Dibujo de huellas sobreacetato.
- Ubicación de rastros encampo.
Análisis de la información - Identificación de especies apartir de moldes en yeso.
- Descripción de conductasanimales a partir de pruebacon cebos.
- Instrucción en laidentificación de huellas apartir de patronesparticulares de las pisadas.
- Identificación de especies apartir de moldes en yeso.
- Descripción de conductasanimales a partir del estadode huellas (recientes oantiguas) lo que indica horasde mayor actividad,identificación de ind.solitarios o en grupo.
109
partir de patronesparticulares de las pisadas.
identificación de ind.solitarios o en grupo.
- Instrucción en laidentificación de huellas apartir de patronesparticulares de las pisadas
7. CONCLUSIONES
- Se registró un total de 12 especies de fauna silvestre de las cuales 10
corresponden a especies de mamíferos de los órdenes Rodentia (3),
Cingulata (1), Carnívora (5), Artiodactyla (1) y 2 especies de aves de los
órdenes Galliformes y Tinamiformes.
- La técnica de transecto reportó un mayor número de especies (11) en
comparación a las técnicas de estaciones olfativas y parcelas de huellas,
donde fueron reportadas 8 y 6 especies respectivamente.
- A partir del análisis de costos, la técnica de transecto fue la más
económica.
110
- Desde el punto de vista técnico referido al montaje y muestreo en campo,
sumado al aspecto económico y con base en los resultados obtenidos, fue
sugerida la técnica de tansecto al grupo de cazadores para el monitoreo de
las abundancias de las poblaciones de fauna cinegética en la cuenca del
ríoValle, Chocó.
- Las inundaciones ocurridas por temporadas de lluvia, afectaron la
operancia de las técnicas de parcelas de huellas y estaciones olfativas
basadas en el registro de especies a través de huelleros, aspecto que fue
considerado la principal desventaja de estas técnicas.
- Las técnicas de transecto y estaciones olfativas fueron los métodos más
aceptados por el grupo de cazadores del Valle, en aras de su futura y
posible implementación para el monitoreo de fauna cinegética en la cuenca
del río Valle, Chocó.
- Con un total de 35 visitas frente a 12 visitas del cebo de fruto de pan, el
cebo de aguacate tuvo un mayor efecto atractivo dentro de la fauna del
sector estudiado.
- Para la técnica de transecto, los índices de abundancia relativa con valores
más altos fueron para las especies de perdíz (Tinamus major) y pavón
(Crax rubra).
- Para las técnicas de estaciones olfativas y parcelas de huellas los índices
de abundancia relativa con valores más altos fueron para las especies de
ñeque (Dasyprocta punctata) y guagua (Cuniculus paca).
- Seis de las doce especies registradas bajo el ejercicio técnico constituyen
presas de caza para el grupo de cazadores de el Valle. Estas especies son el
ñeque (Dasyprocta punctata), guagua (Cuniculus paca), armadillo
111
(Dasypus novemcinctus), zaíno (Pecari tajacu), pavón (Crax rubra) y la
perdíz (Tinamus major).
- A través de los estimadores de similitud se confirmó una mayor afinidad
entre las técnicas de estaciones olfativas y transecto con respecto al
número de especies registradas bajo cada método cuyo número fue mayor
en comparación a la técnica de parcelas de huellas.
- Los resultados observados a partir de las curvas de acumulación de
especies indicaron la necesidad de un mayor esfuerzo de muestreo para
cada técnica implementada respectivamente, para registrar todas las
especies presentes en el sector estudiado.
8. RECOMENDACIONES
- Se considera importante dar continuidad a los procesos de investigación
con el grupo de cazadores del Valle entorno a propuestas que apoyen el
monitoreo de fauna de caza, como insumo que permita dar apoyo a futuras
acciones de manejo para lo cual, existe un gran potencial humano y un
medio natural extenso por descubrir.
- Es fundamental realizar talleres y actividades de capacitación previos con
el grupo de cazadores del Valle en concordancia a nuevas propuestas de
investigación en la zona, que faciliten el desarrollo y fluidez de la
comunicación entorno a las temáticas de interés entre ambas partes.
- En vista de un solo momento muestreal para este estudio, sería
conveniente realizar este tipo de investigaciones en diferentes épocas del
112
año donde la ausencia y presencia de lluvias permita advertir cambios
entorno a la fauna silvestre.
- Se sugiere apoyar estudios referentes al trabajo con huellas de fauna
silvestre en la zona dada la experiencia de los cazadores en el rastreo e
identificación de las mismas, que además permita contemplar la
posibilidad de elaborar una guía completa de especies a partir de sus
huellas.
- Sería adecuado adelantar un estudio acerca de cómo la intervención
antrópica (cultivos, potreros para la pastura de ganado, tala selectiva) y las
diferentes coberturas vegetales podrían estar afectando la ocurrencia de
especies en algunos sectores del bosque donde se presentan estas
condiciones.
- Se propone como aspecto principal sea adelantada una reunión entre
representantes de los diferentes grupos de cazadores (cazadores del Valle,
cazadores Emberá, cazadores de Bahía Solano) entorno a la creación de
acuerdos que permitan dar los primeros pasos para una reglamentación
frente al uso de la fauna de caza.
- Es importante fomentar el interés del grupo de cazadores del Valle
alrededor de la búsqueda de estrategias relacionadas al uso sostenible de la
fauna de caza en su territorio, a partir de algunas bases teóricas y
directrices que desde el conocimiento formal permitan asistir y asesorar
este proceso.
- Se requiere información y apoyo de instituciones presentes en la localidad
para fomentar el desarrollo de programas de zoocría de algunas especies
silvestres como alternativa de uso sostenible.
113
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121
ANEXO 1. Preguntas realizadas a algunos integrantes del grupo de
cazadores del Valle para cada una de las técnicas implementadas y probadas
en campo.
- Consideras que con esta técnica se pueden observar animales?
- Crees que esta técnica permite observar huellas de animales?
- A partir de la experiencia en campo, consideras que esta técnica es fácil de
implementar en campo? hay dificultades? Cuáles?
122
- Te parece esta una buena técnica para monitorear fauna de caza? Por que?
- Con respecto al tiempo necesario para implementar en campo esta técnica
y el tiempo empleado para tomar los datos de campo, crees que requiere
poco esfuerzo físico?
- Cuantos días por semana podrías dedicar a un muestreo en campo?
Cuántas horas por dia?
- Consideras que es económico? Con respecto a esto, crees que podría
utilizarse esta técnica por un largo período de tiempo? Podría sostenerse
económicamente
ANEXO 2
Análisis de costos
Teniendo en cuenta algunos materiales de uso común entre las técnicas que
fueron implementadas en el sector de estudio, fue elaborado un presupuesto
general para una persona donde se presentan los materiales y costos que serían
necesarios para cualquiera de estas técnicas (transecto, parcelas de huellas y
estaciones olfativas) durante un año de muestreo (Tabla 12).
Tabla 12. Costos de los insumos de uso general para técnicas de transecto,parcelas de huellas y estaciones olfativas necesarios durante un año por uninvestigador.
123
Materiales Cantidad Costo (pesos)
Machete 1 20.000
Morral para llevar materiales 1 10.000
Libreta de campo 2 6.000
Lápices 10 2.000
Botas pantaneras 1 par 20.000
Impermeable 1 12.000
*Yeso odontológico 5 kg 100.000 ó *28.000
Molde plástico para mezcla de yeso 1 1.000
Rollo de acetato transparente 5 5.000
Marcador indeleble para acetato 3 4.500
Cinta métrica 2 2.000
Total 182.500 ó * 110.500
* Este material puede ser reemplazado por parafina a partir de los comentarios de
los cazadores con respecto a la prueba con este material para el propósito de
elaboración de moldes de huellas en campo, el cual comentan ha sido utilizado en
otras ocasiones con resultados satisfactorios. Es más asequible que el yeso, su
presupuesto es menor y rendimiento es mayor. El valor es de $ 3.800 x kg, siendo
necesarios 3 kg de este material para ser elaborados un número aproximado de 70
moldes de huellas. De esta manera, el valor calculado es de $12.000.
Para derretir la parafina y elaborar los moldes de huellas en campo, es necesario
llevar un mechero de fabricación cacera el cual es un utensilio muy utilizado en el
corregimiento, este tiene un valor de $ 1.500 que con cambio períodico de mechas
adquiere un valor de $3000, el contenido de gas necesario para recargar y utilizar
por el tiempo estimado de estudio es de 5 litros por $10.000. Se agrega el valor de
5 encendedores por $ 2.500. El costo total si se usa esta técnica en reemplazo del
uso de la técnica con yeso es de $ 28.000
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Jornales: Con base en información obtenida directamente de los cazadores, un día
de trabajo representa un salario de $20.000. Así, traducido a un año de trabajo
(medio jornal por muestreo) de lunes a viernes equivale a un sueldo de $ 960.000
Materiales para la construcción de un transecto
Si se decide implementar la técnica a lo largo de una trocha, es necesario ubicar
el sitio de muestreo y abrir una trocha de 1000 mts y medirla, para lo cual los
cazadores utilizan los pasos como medida para determinar distancias, esto
requiere el trabajo de una persona durante 2 días lo que equivale a $ 40.000.
Como materiales específicos y necesarios para esta técnica se mencionan:
- Tiras de bolsa plástica para marcaje de distancias cada 50 mts para dos
transectos de 1 km cada uno donde se requieren 160 tiras incluídas aquellas de
repuesto las cuales en su totalidad se consiguen de 16 bolsas plásticas blancas
por un costo de $ 3.200.
- 3 marcadores indelebles de punta gruesa para marcaje de distancias sobre las
tiras plásticas con un costo de $ 6.000
Materiales para construcción de estaciones olfativas
Para el montaje de 20 estaciones olfativas a lo largo de dos transectos de 1 km c/u
es necesario el esfuerzo de mínimo dos personas durante 3 días lo que equivale a
$ 60.000
Aparte de los materiales consignados en la Tabla 12, para la implementación de
esta técnica se mencionan a continuación otros materiales y sus costos:
- Los cebos podrían ser obtenidos por los mismos cazadores a partir de cultivos
familiares. En vista de la constante necesidad de renovación de los mismos y
la gran de demanda que se pueda tener de éstos, es posible que en algunas
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ocasiones deban ser adquiridos en tiendas donde la información obtenida a
partir de este ejercicio técnico sugiere como ejemplo el fruto de aguacate, el
cual tiene un valor de $ 500 por unidad. Si se tiene en cuenta que son
necesarios 3 frutos por estación, eso indica que por 20 estaciones olfativas se
invertirían $ 30.000 antes que necesiten ser renovados pasados 1 o 2 días de
por medio, lo cual puede ascender el presupuesto a $60.000 en una semana en
caso de no ser conseguidos los cebos.
- Las mallas plásticas para contener y colgar el cebo tienen un costo de $100 el
metro del cual se pueden obtener 3 bolsitas siendo necesarios 7 mts para 20
estaciones olfativas. Estas mallas son cambiadas cuando son robadas,
perforadas por animales o cuando hay cambio de cebo a otro fruto. De esta
manera se estima que son necesarios 1000 mts durante un año de estudio que
genería un costo de $ 100.000 que podría variar dependiendo de cuantos
cambios sean necesarios.
- Un rollo de cuerda de 20 mts para colgar los cebos desde ramas o estacas tiene
un valor de $ 10.000
- A partir del uso de sustrato natural no sería necesario invertir es tal aspecto.
Sin embargo, para el traslado de sustratos desde los sitios donde son
colectados hasta las estaciones, es necesario el uso de costales cuyo valor es
de $ 200 la unidad, para una año se estiman necesarios 10, asumiéndose un
valor de $2000.
- Una pala para remover los sustratos en los sitios de colecta tiene un costo de
$20.000.
- Barretón para remover sustratos, raíces y adecuar ubicación de estaciones
$15.000
- 1 termo de dos litros para transportar agua con el fin de humedecer las
estaciones tiene un valor de $ 12.000.
Materiales para construcción de parcelas de huellas
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Para el montaje de 40 parcelas a lo largo de 2 transectos de1 km c/u es necesario
el esfuerzo de dos personas durante 3 días lo que equivale a $ 60.000
Sumado a los insumos básicos necesarios mencionados en la Tabla 12, existen
algunos materiales que se enumeran a continuación y que han sido descritos y
analizados para la técnica de estaciones olfativas. A saber:
- Costales para transporte de sustratos cuyo valor es de $ 200 la unidad, para
una año se estiman necesarios 10, asumiéndose un valor de $2000.
- Pala para remover sustratos $20.000.
- Barretón para remover sustratos, raíces y adecuar ubicación de parcelas
$15.000
- Termo de dos litros para transporte de agua $ 12.000.
Análisis económico para técnicas implementadas
Como resultado del análisis de costos realizado para cada una de las técnicas
probadas en campo y teniendo en cuenta la importancia de este hecho a la hora de
sugerir la implementación de una de ellas a largo plazo por parte del grupo de
cazadores del Valle, se presenta a continuación en la Tabla 13 el total de costos
calculados para cada técnica teniendo en cuenta todos los aspectos mencionados y
calculados anteriormente.
Tabla 13. Total de costos para montaje y muestreo de técnicas de campo duranteun año.
Técnicas
ItemsTransecto Estaciones olfativas Parcelas de huellas
Jornal para montaje
en campo
$40.000 (2días) $60.000 (3 dias) $60.000 (3 días)
Salario por un año
(lun- vie)
$960.000 $960.000 $960.000
Materiales $182.500
b á s i c o +
$9.200 extra =
$191.700
$182.500 básico +
$159.000 extra sin
incluir costos por
cebos = $341.500
$182.500 básico +
$49.000 extra =
$231.500
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$191.700 cebos = $341.500
Total $1.191.700 $1.421.500 $1.251.500
De esta manera, la técnica que representa un menor costo para el grupo de
cazadores del Valle es la técnica de transecto seguida de la técnica de parcelas de
huellas y por último la técnica de estaciones olfativas donde el costo es aún mayor
si se contempla la adquisición de cebos a partir de la compra de los mismos en
tiendas. Teniendo en cuenta una posible inversión de capital por parte de los
cazadores en la implementación de alguna de estas técnicas, vale la pena indicar
que los costos destinados solamente para la compra de materiales son los
siguientes: para la técnica de transecto $ 191.700, para la técnica de estaciones
olfativas $ 341.500 y para la técnica de parcelas de huellas $231.500, siendo la
mas económica aquella de transecto.