1740

10
1 SE REMUEVE DEL CARGO DE TENIENTE DE VALLADOLID Y LOYOLA A BERNARDO MARQUEZ EN 1740. PEDIMENTO DEL PROTECTOR DE NATUARLES. El fiscal Protector de los naturales del distrito de esta Real Audiencia, por el cacique y Gobernador y demás indios de la ciudad de Valladolid, en la jurisdicción de la ciudad de Loxa. Dice como habiendo estado él en posesión de doce años a esta parte, no se había nombrado teniente en ella por los corregidores de la ciudad de Loxa, ya que por este motivo han padecido los indios notables extorsiones del teniente que se nombró en ella, porque estando los dichos indios en los reparos de los puentes para el comercio con la ciudad de Loxa, el aderezo de sus caminos, a la contribución de sus tributos, a la conservación de los tambos, al servicio de los curas (que de ordinario es insoportable esta carga) y al preciso cuidado de mantener a sus mujeres, hijos y familia, no pasando estos indios en lo presente del numero de cincuenta entre útiles e inútiles, es digno de grande reflexión el aditamento de los tales tenientes, les hacen para conseguirlo, tan graves molestias, que no es mucho que por librarse de ellas, se huían de sus pueblos, y desamparan sus casas y familias, como están para hacerlo al presente estos indios , se irán despechados y perdidos a las riveras del río Marañón. A V.A. pide y suplica que el corregidor de Loxa, recoja el título que hubiere dado de teniente de la ciudad de Valladolid y su provincia”. Quito y abril 5 de 1740. CARTA DE LOS ALCALDES DE LOS PUEBLOS DE PUNCHIS Y TANCHINAMA “El Alcalde el pueblo de Los Punchis Alonso Ijuma y de Tanchinamá Melchor Namandacu, dicen que por culpa de Bernardo Márquez, teniente depuesto por el Corregidor de Loxa, se habían huido a la Jurisdicción de Trujillo, Vicente Caballero, hermano de María Caballero, porque esta le había dado con el cabo de un puñal y Valeriano Cabrera también huido porque había reclamado porque le había puesto preso a su hermana, solo por las ganas del teniente”. Todos los naturales se hallaban agraviados del teniente, porque los hace trabajar en las mazamorras de las minas de San José,

Upload: maricarmenfuenmayor

Post on 22-Dec-2015

220 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: 1740

1

SE REMUEVE DEL CARGO DE TENIENTE DE VALLADOLID Y LOYOLA A BERNARDO MARQUEZ EN 1740.

PEDIMENTO DEL PROTECTOR DE NATUARLES.

El fiscal Protector de los naturales del distrito de esta Real Audiencia, por el cacique y Gobernador y demás indios de la ciudad de Valladolid, en la jurisdicción de la ciudad de Loxa. Dice como habiendo estado él en posesión de doce años a esta parte, no se había nombrado teniente en ella por los corregidores de la ciudad de Loxa, ya que por este motivo han padecido los indios notables extorsiones del teniente que se nombró en ella, porque estando los dichos indios en los reparos de los puentes para el comercio con la ciudad de Loxa, el aderezo de sus caminos, a la contribución de sus tributos, a la conservación de los tambos, al servicio de los curas (que de ordinario es insoportable esta carga) y al preciso cuidado de mantener a sus mujeres, hijos y familia, no pasando estos indios en lo presente del numero de cincuenta entre útiles e inútiles, es digno de grande reflexión el aditamento de los tales tenientes, les hacen para conseguirlo, tan graves molestias, que no es mucho que por librarse de ellas, se huían de sus pueblos, y desamparan sus casas y familias, como están para hacerlo al presente estos indios , se irán despechados y perdidos a las riveras del río Marañón. A V.A. pide y suplica que el corregidor de Loxa, recoja el título que hubiere dado de teniente de la ciudad de Valladolid y su provincia”.

Quito y abril 5 de 1740.

CARTA DE LOS ALCALDES DE LOS PUEBLOS DE PUNCHIS Y TANCHINAMA

“El Alcalde el pueblo de Los Punchis Alonso Ijuma y de Tanchinamá Melchor Namandacu, dicen que por culpa de Bernardo Márquez, teniente depuesto por el Corregidor de Loxa, se habían huido a la Jurisdicción de Trujillo, Vicente Caballero, hermano de María Caballero, porque esta le había dado con el cabo de un puñal y Valeriano Cabrera también huido porque había reclamado porque le había puesto preso a su hermana, solo por las ganas del teniente”.

Todos los naturales se hallaban agraviados del teniente, porque los hace trabajar en las mazamorras de las minas de San José, por mandato de dicho teniente que asisten dos hombres, que amenazan a los indios del valle de Chito, que si los encuentran trabajando en las minas los matan.

Firman esta petición el Alcalde de Tanchinamá Sebastián Guayangoma, Valeriano Cabrera, Vicente Caballero, Dn. Mateo Ijuma,

CARTA DEL CACIQUE DE LA CIUDAD DE LOYOLA EN 1740.

El Protector de los naturales dice que hace 12 años (1728), que no se ha nombrado teniente de Corregidor en Valladolid y Loyola, en conformidad con una Real provisión de la Real Audiencia de Quito. No pasando estos indios en la presente del número de cincuenta entre útiles es digno de grande reflexión, y decimos que por haber recibido el Corregidor una libra de oro, para darle el nombramiento de teniente a Bernardo Márquez. Que apenas por providencia divina podemos mantener hijos mujeres y demás obligaciones que sufrimos solamente con cincuenta indios y todos hábiles para el trabajo en toda la provincia.

Page 2: 1740

2

Pues no me vale el merito de haber acabado de hacer el templo de nuestra Iglesia con toda esta mi gente en la ciudad de Loyola, sin que hayan concurrido el cura ni el intruso teniente en la mínima diligencia y pasto para la fabrica que la hemos hecho decente por nuestra ley porque a sujetados a mis domésticos que veíamos a son de campana al juicio de nuestra doctrina no se ha logrado por haber dispuesto mi cura fundare una estancia o sitio de Chito nueva ciudad y se ha llevado los santos y campanas unidos con el teniente por el odio y pasión con que me miran.

Loxa 12 de marzo de 1740 años.

LA REAL AUDIENCCIA REMUEVE DEL CARGO AL TENIENTE

Se remueve del cargo de Teniente de Valladolid a Bernardo Márquez el 17 de mayo de 1740. “halle al capitán Bernardo Márquez en el camino Real para Loxa en casa y hacienda del capitán reyes en Masanamaca y en cumplimiento de lo mandado leí y notifique”. Firmaron el acta Don Julián Antonio de Angulo Montesinos, notificador, Bernardo Márquez, Fernando Cervera, Hilario Sutil de la Barrera.

OPOSICION PARA QUE EUSEBIO GUTIERREZ, OCUPE EL CARGO DE TENIENTE DE LA CIUDAD DE VALLADOLID EN 1756, POR ALGUNAS AGRAVIOS

COMETIDOS.

Este proceso tiene dos protagonistas importantes, el uno es el cura de Valladolid, el Dr. Antonio Díaz y el otro Dn. Eusebio Gutiérrez, quien aspiraba al cargo de Teniente de Gobernador de las ciudades de Valladolid y Loyola. El cura quería que su hermano sea nombrado teniente, para lo cual parece ser que influyó en los caciques indígenas y en algunos españoles de Zumba. Veamos pues como sucedieron las cosas.

PETICION DEL PROTECTOR DE LOS INDIGENAS, A NOMBRE DE LOS CACIQUES DE PALANDA Y VALLADOLID.

El fiscal Protector de los naturales por la defensa de Dn. Feliciano Mixa, cacique de la Corona y Alcalde mayor de la ciudad de Valladolid, Dn. Manuel Guarinda, cacique del pueblo de Palanda, Gregorio Gómez, Juan de la Oliva, Joseph Gómez Gordillo, Aniceto Barrera, y demás indios del común del valle de Zumba, pueblos de Palacara y demás de la jurisdicción de la ciudad de Valladolid, dice que como se dejará ver por las cartas que presenta el cura de ella, Dr. Dn. Antonio Díaz y por las varias representaciones que hacen los indios, son innumerables las extorsiones y perjuicios que les ocasiona Eusebio Gutiérrez, teniente nombrado por el Corregidor de Loxa, de las dichas montañas de Valladolid, y especialmente en la dicha ciudad de Valladolid por hallarse hoy reducida a un muy corto pueblo de indios, y que así extinguida como lo informa el citado cura de ella, y se sabe por común noticia. Dio al prenotado Corregidor de Loxa la cantidad de trescientos pesos, siendo al mismo tiempo diezmero de aquel partido; el gravísimo inconveniente que se repara en poseer en propiedad el dicho Gutiérrez en Valladolid ciertas minas de oro y cuyo trabajo y labor es muy

Page 3: 1740

3

verosímil que era con violencia, precisando a los indios, el citado corregidor de Loxa, quite y haga retirar del todo al dicho Eusebio Gutiérrez de aquel territorio, y en adelante se abstenga de hacer provisión en sujeto alguno.

Quito enero 12 de 1757

Dr. Herrera

DESPACHO DE REAL PROVISION

Despáchese real provisión cometida al corregidor de la ciudad de Loja, para que deponga de la tenencia de la ciudad de Valladolid a Eusebio Gutiérrez, infórmese si en dicha ciudad ha habido tenientes, y guárdese el auto de trece de mayo del año de mil setecientos cuarenta años.

Quito, 18 de enero de 1757

CARTA DEL CURA DE VALLADOLID DE 1756

“El corregidor actual de Loxa ha proveído un teniente llamado Eugenio Gutiérrez, a quien no le recibieron; pero en estas montañas, y especialmente en este mi Valladolid, que aunque es la cabeza, y en su jurisdicción tiene más españoles que el anexo de la ciudad de Loyola que ya está cerrada, y sin gente alguna, veo que es inútil el teniente porque si es para los blancos no pasan de veinte y cinco individuos entre viejos, mozos, cojos, mancos y advenedizos y como tienen sus raíces en sus personas, no tienen cosa que les embarace; pero si quisiera contar LOS VECINOS SOLAMENTE NO PASAN DE OCHO y así para estos no es necesario teniente, para los indios menos, y así por ser pocos que no pasan de quince, como he dicho, y esta escasez, y el mucho trabajo que tienen en reparar caminos para uno o dos comerciantes de tabaco, y para ellos mismos, que por los puentes de bejucos que hacen en los ríos caudalosos que tienen dentro de esta jurisdicción cuyo ámbito pasa de treinta leguas en al que emplean su cuidado de caminos, puentes y tambos y con esto se ven alcanzados en la mantención de sus casas, porque en más de 18 años no ha dentrado corregidor alguno, y con razón y por no obligar a los indios a composición de caminos. Aflígelos también los corregidores de aquí a que paguen sus tributos en oro que no lo hay, y por ello padecen de intolerables trabajos y atrasos por ir a buscar dicho oro; siquiera estos pocos moradores de esta mi montaña no me dejen solo y desamparado.

Valladolid y octubre 2 de 1756.

CARTA DEL CURA DESDE EL PUEBLO DE ZUMBA EN 1756.

“Muy señor mío… en virtud del nombramiento que se le ha conferido… como de hecho vino a este valle de Zumba, termino y anexo de la ciudad de Valladolid del día 3 del presente a recibirse estando juntos los pocos vecinos que hay, y habiéndose todos agregado en una casa a fin de oír el nombramiento, y descubrir cada uno lo que tenía por conveniente, se suspendiesen de común acuerdo la recepción.

La segunda causa… más por venganza, que aún antes de conseguir el nombramiento que tiene les dijo públicamente, a los indios de un pueblo llamado Chito, anexo de la

Page 4: 1740

4

ciudad de Loyola, que solo por ahorcarlos a ellos avía solicitado la tenencia. Y la amenaza que hace en este Zumba y a los hombres blancos diciendo, que ellos se las pagarían, para cuya ejecución a de empeñarse con más esfuerzo en la pretensión de su posesión. Si viniera a recibirse en su tenencia, a mis feligreses les obligaría a ausentarse dejando sus casa, así blancos como indios, porque de todos solo dos blancos están en su gracia, porque como son hombres sencillos y rústicos los ha atemorizado.

Zumba, y octubre 6 de 1756.

CARTA DE LOS CACIQUES DE VALLADOLID

Muy señor mío y Protector nuestro Dn. Feliciano Mixa, cacique de la corona Real y Alcalde Mayor de dicha ciudad de Valladolid y Dn. Manuel Guarinda cacique del pueblo de Palanda y Regidor Mayor de dicha ciudad de Valladolid a nombre de todos los indios, que fatigados ya de tanta carga, que nos ponen los Corregidores, de la ciudad de Loxa, con pretexto de los pocos españoles que hay en estos rincones que pertenecen a la jurisdicción de Valladolid, nos están enviando tenientes que nos persiguen con sus negocios y diligencias, con la vara justicia, la que solo han pretendido mientras acaban sus negocios, como es por sacar las mulas y ganados, que cada uno contrata y traen de la jurisdicción de Jaén de Bracamoros, obligándonos a este acarreo y cuidado de componer caminos, perjudicándonos en la paga y trabajo. Luego del nombramiento a Eusebio Gutiérrez, quién envió a un Alejandro Mantilla su amigo y compadre, a que haga la escritura en su nombre para pagarle trescientos pesos al Corregidor para la confirmación, con tal que lo haga su teniente. Y por eso le ponemos un cholo de 8 años o de 9, porque no hay más que 4 muchachos, y tres para el servicio del cura en todo lo que toca a Valladolid y somos tan pocos que en tres que estamos no hay más de 9 indios por todos, porque somos tan pocos por tener ríos caudalosos, que piden hacer nuevos puentes de bejucos, y ser tantos los caminos que nos tocan el reparar, pasan de treinta leguas, con fortísimas peñas, con eminentes subidas y profundas bajadas y de montaña cerrada sin contar de un llano en todo el camino, si no es por nuestro cura, ya nos hubiéramos ido al embarcadero y río Marañón. Pues el dicho Gutiérrez sin ser teniente, envió dos indios al pueblo de Huancabamba, junto a Piura, a comprar, cuatro bestias de harina, diciendo es para recibir al Corregidor, a pagado a los indios a patacón solamente, cuando debía pagar 4 pesos, porque hay de Chito a Huancabamba de 7 a 8 días de caminos y ríos caudalosos, y otros tantos de vuelta, donde todo se compra y por todo esto ha mandado a que un indio venda medio real de aguardiente, trajo el dicho teniente bastante aguardiente para sus ventas, y nos defienda de la tiranía de los corregidores que nos obligan a la paga de los tributos en oro, como si nosotros los sacáramos de nuestros pueblos, sino que para reducir a plata la cera y cabuya en que nos pagan nuestros sujetos y muchas veces suplimos con nuestro trabajo el quebranto en la venta de estas cosas, y los corregidores no contentos con la plata nos la devuelven después que nosotros salimos caminando cuatro y cinco días para Loxa, gastando mucho en el camino y en el mismo Loxa a donde vale mucho la comida, y nos mandan que volvamos a llevarles en oro, para cuya consecución necesitamos irnos a otras partes extrañas como es la ciudad de Loyola, y aún más adelante porque en Loyola ya no hay quién habite para buscar el oro, el que hallamos en muchos días de camino y pasando ríos caudalosos a balsa, pagando dos reales en cada balseada

Page 5: 1740

5

al balsero que nos pasa y esto sin adelantar ni medio real en el oro, porque en los mismos doce reales que compramos nos recibe el Corregidor el castellano de oro, sin darnos ni medio real por nuestro trabajo, esto es señor mío lo que padecemos los pobres indios de Valladolid, y envío yo Dn. Manuel Guarinda seis castellanos de oro, para el escribiente que es los únicos que he podido conseguir.

Valladolid, y octubre 23 de 1756 años.

CARTA DE INDIGENAS DEL PUEBLO DE PALACARA.

A nombre de nuestro protector Mauricio Inga regidor del pueblo de Palacara y Gaspar Lalangui Alcalde mayor del mismo pueblo, anexo de la ciudad de Loyola, Eugenio Gutiérrez por mano de un tal Mantilla pago al Corregidor 300 pesos en oro y luego vino a recibirse de teniente en un pueblo de Chito a donde están los indos de Loyola, debiendo primero pasar a la ciudad de Valladolid que aunque esta tan perdida es la cabeza de estas montañas. Gutiérrez nos mando que no saquemos utilidad de unos pedacitos de caña que cada uno de nosotros tiene al canto de sus chacras, para con su producto cambiar la sal, la carne y otras cosas para nuestra mantención.

Solamente les dio 4 reales para 2 indios, siendo costumbre 4 pesos de ocho reales a cada uno. Los indios llevaban cargas de tabaco para el corregidor; su compadre Mantilla tenía una mina de oro y otra el Corregidor de Loja. Gutiérrez nos amenazaba con Chafalotes, Pistolas y otras armas de fuego, nos hacen trabajar y comprar ropa a la fuerza y que no les sirven a los indios, lo que les obliga a buscar oro en ríos y montes. Van dentro de la carta 4 castellanitos de oro.

Palacara y octubre 29 de 1756

CARTA DEL COREGIDOR DE LOXA, DON PEDRO MANUEL PALACIOS EN 1757.

“Como en tiempo de los demás corregidores ha habido teniente por dos motivos, el primero en fuerza de la necesidad que hay de ellos, en dicha ciudad de Valladolid y la otra de Loyola, como porque dista de esta ciudad 8 días de camino se cometen agravios, delitos criminales que no los pueden remediar los curas de aquellas montañas, ni los indios alcaldes por la cobardía de estos, tengo un reo en la cárcel de esta ciudad que ejecuto un robo considerable en dicha ciudad de Valladolid. Y uno de otro de mala vida es Domingo de Quintana quien por la excomunión del Dr. Antonio Díaz cura de Valladolid, rompió la boleta quien estaba fijada en las puertas de la Iglesia y le rompió la cabeza al notario dejándolo por muerto, diciendo en voces altas que los mismo ejecutaría con el cura”. Es menester que en estas montañas haya un juez para el pronto reparo de los muchos delitos que se cometen, y que en varias veces se han alzado los indios.

Loxa, y mayo 2 de 1757.

A los pies de vuestra alteza

Pedro Manuel de Palacios.

DEFENSA DE EUSEBIO GUTIERREZ

Page 6: 1740

6

Juan Manuel Márquez, en nombre y de Dn. Eusebio Gutiérrez, vecino de Jaén: “que las calumnias del cura de Valladolid y que la ciudad de Valladolid esta casi extinguida, por ser de corto número de indios que la habitan, y que están oprimidos del pesado yugo del teniente se hallan determinados a abandonar del todo la ciudad, retirándose al río del Marañón; todos estos son los improperios y calumnias y acusaciones que contienen las cartas, pero como sean siniestras y opuestas a la constante verdad”…, fuera de muchos indios, hay crecido número de españoles y mestizos y muchos de ellos facinerosos y perseguidos de la justicia. Finalmente que mi parte es de calidad Español, y limpio de toda mala raza…, consta en cartas, que el Sr. Dr. Dn. Manuel de la vega, se empeño para que el Corregidor nombre por teniente de Valladolid a Francisco Díaz, hermano del cura, quien para este empeño no reparo en decir que no había gente en su curato.

Quito 25 de junio de 1757 años.

CARTA DEL CURA DESDE VALLADOLID EL 6 DE OCTUBRE DE 1756

“pero en estas montañas y especialmente en este mi Valladolid que aún que es la cabeza y en su jurisdicción tiene más españoles que en el anexo de la ciudad de Loyola, la que ya está cerrada y sin gente alguna y es que es inútil el teniente porque si es para los blancos no pasan de 25 individuos entre viejos, mozos, cojos , mancos, y advenedizos, pero si quisiera contar los vecinos solamente no pasan de 8, y así para esto no es necesario teniente, para los indios menos así por ser pocos, que no pasan de 15.

OTRA CARTA DE 1756

Vuesa Merced en poner el remedio al mal que la amenaza en dicho lugar a la entrada de Eusebio Gutiérrez a recibir las varas de teniente de estas montañas en virtud del nombramiento que se ha conferido como de hecho vino a este valle de Zumba término y anexo de la ciudad de Valladolid el día 3 del presente a recibirse, estando juntos los pocos vecinos que hay, y habiéndose todos congregados en una casa a fin de oír el nombramiento”

CARTA DE VALLADOLID DE 1756

“En virtud del nombramiento paso a el pueblo o valle de Zumba, anexo a la ciudad de Valladolid, el día 3 de este presente octubre, a recibirse de tal teniente, después de haber cometido el atentado de haberse recibido en un pueblo llamado Chito, anexo al ciudad ya perdida de Loyola, debiendo haber pasado primero a esta de Valladolid que es la cabeza y capital de estas montañas. Paso al pueblo de Zumba a ser recibido el 3 de octubre reunió a los 25 vecinos españoles entre viejos y mozos y los que oyeron dicho nombramiento y lo obedecieron. Los blancos no llegan a treinta entre todos los de mi curato, que tiene la mayor parte de gente blanca, y de estos 20 tienen ni capote al hombre, ni sombrero a la cabeza, porque andan sin sombreros, ni chupa como es constante a todos los que andan por estas montañas”

Valladolid, y octubre 27 de 1756

CONCLUSIONES

Page 7: 1740

7

1. Eusebio Gutiérrez fue teniente por 5 años desde 1952 a 19572. Era Alcalde ordinario de Loja en 1756, Dn. Manuel de Riofrío, Alférez Real.3. Dn. Pedro Manuel de Palacios Sandoval y Sánchez, Corregidor y Justicia

Mayor de Loxa, en 1756.4. Se realiza unan investigación ordenada por el Marques de Selva Alegre,

Presidente de la Real Audiencia, comisionando para el efecto al maestre de campo Dn. Miguel de la Piedra. Declaran en Loja el 24 de abril de 1757, los testigos: Ventura Romero de 22 años, Feliciano de Carrión y Ortiz de de 37 años, Dn. Narciso de la Vega de 40 años, Justicia Mayor de la villa de Zaruma. Estos testigos confirman que Valladolid y Loyola necesitaban teniente, que Eusebio Gutiérrez era honorable, que solo le recibieron de teniente en el pueblo de Chito y no en el pueblo de Zumba.

5. Se levanta otra investigación en el año de 1757, con los testigos Dn. Pedro de Pallares de los reinos de España, residente en Loxa, Dn. Narciso de la Vega de 40 años, Dn. Bernardo de Andrade de Carrión de 25 años, Cayetano Bravo de 37 años, Francisco Gonzales de las Heras de 30 años; de lo cual se concluye: 1) que Eusebio Gutiérrez era español, 2) que fue teniente en Jaén por 3 años antes, 3) que lo recibieron en Chito y no en el pueblo de Zumba que era anexo de Valladolid como teniente, y que en Chito tenía una mina de oro, 4) Que en la ciudad de Loyola y su distrito había entre indios y españoles sobre más de cien almas y que los vecinos y demás españoles de Valladolid eran más de trescientos, con 60 blancos, 5) que habían 7 caciques de los indios quintos y coronas en 6 pueblos y uno en la ciudad de Valladolid, a más de la ciudad de Loyola, 6) el cura de Valladolid, Dr. Antonio Díaz, excomulgó a Eusebio Gutiérrez y comisiono al sacristán de Chito para que la fijase en la puerta de la Iglesia de dicho pueblo, 7) El padre fray Manuel Espinoza de la orden de San Francisco, certifica haber confesado a Eusebio Gutiérrez en octubre de 1754 en el pueblo de Zumba, estando de compañero del Dr. Antonio Díaz, 8) En el pueblo de San Antonio de Chito, el 29 de agosto de 1756, ante el alcalde mayor Don Cristóbal Sora, hizo juramento de usar fiel y legalmente el cargo de teniente de las ciudades de Valladolid y Loyola Dn. Eusebio Gutiérrez, 10) El cura Antonio Díaz, escribió 4 cartas a Eusebio Gutiérrez pidiéndole dinero, 11) La Real Audiencia de Quito, confirma el nombramiento de Teniente a Dn. Eugenio Gutiérrez el 3 de noviembre de 1757.

6. En definitiva hubo cierto celo del cura de Valladolid, que ya residía en Zumba, confirmando que para el año de 1754, ya tenía unos 10 0 12 años de haber sido formado.