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Publicación mensual dela LOTERA NACIONAL

DE BENEFICENCIA

Lic . Amanda V . de SavaraínDirectora

Aristides Martínez OrtegaEditor

Bach. Juan Antonio SustoAsesor Técnico

DEPARTAMENTO DEBENEFICENCIA CULTURAL

Avenida 7a . — CentralTel . : 22-0457 Apto : 21Panamá 1, Rep . de Panamá

DISTRIBUCIÓN GRATUITA

Impresa en:"IMPRESORA PANAMA, S. A."

INDICE

Cinco Años de Acción en la Revolu-ción panameña 1

ENSAYOS YMONOGRAFIAS

Causas y Efectos del Conflicto deLímites entre Panamá y Costa Rica —LaGuerra de Coto—.

Octavio Méndez Pereira 15

Compilación de Cédulas Reales, Leyesy Disposiciones sobre Materia Moneta-ria y Bancaria en Colombia y Panamáhacia finales del S. XIX.

J . Conte Porras 23

Los Escritos Filosóficos en Panamá.Osman Leonel Ferguson 31

Presencia africana en la Música pana-meña.

Armando Fortune 42

CRÓNICAS YANECDOTAS

El Folklore en la Literatura panameñaErnesto J. Castillero R 53

El Pintor Roberto Lewis.Lola Collante de Tapia 60

SUPLEMENTO

Documentos de los hechos ocurridosen octubre de 1925 65

Indagatorias a Líderes del MovimientoInquilinario por los hechos ocurridosen el Parque de Santa Ana el 10 deoctubre de 1925 79

Alcances e Interpretacionesdel Problema Inquilinario a través de la Histo-ria 131

La Nueva Ley de Arriendos Promulga-da el 4 de octubre de 1973 199

Planes de Sorteo de la Lotería Nacio-nal y Números Premiados . .z . . . .209

¿,,Vuestra TortadasHoja suelta que publicó el Movimiento Inquilinario en relación con elmitin programado para la noche del 10 de octubre de 1925.

Cinco Años De Acción En LaRevolución Panameña

Con motivo de celebrarse en el mes de octubre y noviem-bre un aniversario más de la gesta revolucionaria y de lasgestas independentistas, la Revista Lotería en un homenajea la Revolución y a la Patria presenta este número especialque incluye un suplemento sobre artículos y documentosrelacionados con la lucha inquilinaria en Panamá a travésde la historia, epopeya a la que ha hecho justicia el Gobier-no Revolucionario promulgando la nueva ley de arriendos.

Para la adecuada comprensión de lo que ha significado el pro-ceso revolucionario panameño en los cinco primeros anos de sulabor gubernamental, es necesario tener en cuenta la situación delpaís hasta el momento en que se produjo la acción reivindicadora.Las condiciones que, tanto en lo inmediato como en lo mediato,hicieron necesaria la gestión revolucionaria, constituyen no sola-mente las motivaciones, los antecedentes y las causas del cambio enla estructura gubernamental y en la organización y funcionamientode las relaciones sociopolíticas y económicas de la nación panameña,sino también el punto de partida para la evaluación objetiva de loslogros alcanzados en este período.

A mediados del ano 1968, mientras se desarrollaba un pugnaelectoral virulenta, el país estaba alcanzando la culminación de unprolongado proceso de deterioro originado, con escasas pausas yefímeros intentos rectificadores, en el momento mismo del naci-miento de la República. En efecto, la nación había surgido a lavida independiente con el arrastre de una larga serie de contiendasfratricidas, provocadas por las ambiciones partidistas en disputa delpoder público, que nunca significaron beneficio alguno para la co-munidad, a la que correspondía únicamente aportar el cuantiososacrificio de muerte y destrucción exigido por las guerras civiles.

La nueva República se formó sobre el fundamento partidistaque en la época de la Gran Colombia había producido las mismasfrustraciones que dieron lugar a la independencia . Y con ese siste-ma, se desenvolvieron las actividades gubernamentales a lo largo de

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trece lustros, que solamente produjeron cierto grado de mejora-miento material en las ciudades de Panamá y Colón, como conse-cuencia de la influencia canalera y por tanto, a costa de la poster-gación de la gran mayoría de la República.

La preponderancia de los intereses partidistas, la concentra-ción de intereses y ventajas en la región metropolitana, la sistemáti-ca postergación de las oportunidades a que tenían derecho las grandes mayorías medias y populares, el debilitamiento institucíonalante la presión de los intereses extranjeros, habían creado gravesproblemas sociales y económicos, morales y culturales, queafloraban asoladoramente en las peródicas escenificaciones electoralesque utilizaban los sectores dominantes para revestir de aparienciasdemocráticas la organización y funcionamiento de la entidad repu-blicana.

Una nación pequeña, de reducida población, aparecía así, du-rante el período inmediatamente anterior a la jornada revoluciona-ria, subdividido en facciones adversas, desmoralizadas por la deso-rientación, carentes de conciencia nacional y de principios doctrina-rios . La proliferación de los monopolios explotadores de los recur-sos y potencialidades productoras, arrastraba a las grandes mayoríasde la ciudad y el campo hacia una existencia miserable, sometida yresignada, que las condenaba a la pobreza, a la enfermedad y elhambre. Aquel panorama contrastaba con el esplendor de los gru-pos minoritarios privilegiados, con el despilfarro gubernamental através de contratos fantasmas y de planillas que subsidiaban a lasorganizaciones partidistas . De allí emergía la inestabilidad social,política y económica que deterioraba cada vez más la personalidadde la nación.

Tales condiciones explicaban la indecisión y sometimiento queprevalecían en la alta dirección de la nación frente a las presio-nes, influencias e imposiciones de los intereses extranjeros, quellegaron a consolidar en una importante región de la República,todo un sistema colonial que no solamente hería profundamente ladignidad de la Patria sino que además obstruía sistemáticamente sucrecimiento y desarrollo.

Aunque era evidente desde hace varios decenios la disconfor-midad de las grandes mayorías nacionales, tanto en los sectoresobreros y campesinos como en la creciente conciencia nacional delos sectores de mayor capacidad y preparación, ante el desastre quela nación estaba sufriendo, los esporádicos intentos de rebeldíafracasaban por falta de organización, de oportunidad, de recursospara hacer frente a la concentración de poder y riquezas que soste-nía el sistema partidista en función de gobierno.

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Por eso, la única posibilidad de emprender una reforma inte-gral, dependía de la decisión de las Fuerzas Armadas que, aunquetradicionalmente habían estado dominadas por las entidades políti-cas, habían adquirido durante los últimos decenios, una organiza-ción más responsable y eficiente, una relación más directa con lasrealidades y sentimientos del pueblo y una concepción más elevadade sus responsabilidades patrióticas.

Cuando la contienda partidista de 1968 llevó al extremo laconfusión de los valores sociales y morales, para dar paso al desor-den y el exacerbamiento de las más bajas pasiones, se hizo evidenteque el único organismo en condiciones de actuar eficazmente paradetener el caos, era la Guardia Nacional . Luego, cuando el iniciodel nuevo gobierno demostró indubitables tendencias dictatoriales,que se manifestaron con el atropellamiento de los órganos legislati-vo y judicial, el entronizamiento de las imposiciones personalistas yla utilización de métodos y sistemas abiertamente totalitarios, laintervención reivindicadora de las Fuerzas Armadas se hizo patrió-ticamente obligatoria . Así se inició la Revolución Panameña con elderrocamiento de la incipiente dictadura y el sólido apoyo amplia-mente mayoritario de todos los sectores de la comunidad nacional.

La necesidad y acierto del proceso revolucionario, en cuyaconducción y ejecución se conjugan la seguridad de las FuerzasArmadas, que son garantía de orden, estabilidad y responsabilidaden la vida del país, con la capacidad, experiencia y preparación delos elementos civiles de mayor prestigio y solvencia, ha quedadoampliamente ratificada con el resultado obtenido en los cinco pri-meros anos de labor gubernamental.

La confianza del pueblo panameño en el valor de sus recursos,en la significación de sus valores humanos, en el ejercicio efectivo yresponsable de los derechos y deberes que a cada uno correspon-den, ha transformado integralmente la personalidad de la Repú-blica. Existe orden en el país, se ha logrado alcanzar un constructi-vo equilibrio en las relaciones entre los diferentes sectores de lacomunidad con fundamento en la justicia social y la igualdad deoportunidades, y se ha incrementado vigorosamente la producciónen beneficio de la nación y de los habitantes . La economía del paísse ha fortalecido y han sido eliminados los privilegios y las ventajasque favorecían el crecimiento de unos pocos a costa del sacrificiode las mayorías. En el rango internacional, la nación ha consolidadosu carácter independiente y soberano, con la definición de unapolítica propia que ha logrado ganar el respeto, la consideración yhasta la admiración de los otros pueblos del hemisferio y del mun-do .

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Para que estos resultados hayan- sido alcanzados, han laboradoarmoniosamente tanto la iniciativa privada, respetada y estimuladapor la acción estatal, como el propio Gobierno Nacional, a travésde sus diferentes Ministerios, entidades autónomas y agencias espe-cializadas . Es la contribución conjunta de todos esos elementos laque ha conformado la nueva imagen de la nación panameña, enfranco camino de progreso, de bienestar colectivo, de dignidad ysoberanía sobre la integridad del territorio nacional.

En lo que se refiere a la Salud, se ha creado una nueva doctri-na que no es solamente política oficial, sino también firme convic-ción nacional : la de que la salud es un derecho de todos los pana-meños, de todos los que habitan en el país . Para ello, en centenaresde comunidades se han creado juntas Comunales de Salud, a travésde las cuales es el propio pueblo el que asume las responsabilidadesy adopta la gestión directiva para hacer efectivo el derecho a unavida sana, equilibrada y completa, en un ambiente estimulador quealeje la amenaza de la desnutrición, de las enfermedades endémicasy epidémicas, de todo lo que signifique perturbación para el nor-mal desarrollo de la existencia humana.

Los programas de Salud Comunitaria no significan solamentemayor amplitud e intensidad en los programas de medicina preven-tiva y curativa, con la creación de centros de salud en las másapartadas regiones de la República y con la ampliación y moderni-zación de las instituciones hospitalarias, sino también la organiza-ción del pueblo para trabajar en condiciones más favorables, paradisponer de agua potable a través de los acueductos rurales, paraobtener productos que mejoren su nutrición y les garanticen mayo-res beneficios por sus labores productoras.

"La salud igual para todos" es la meta ideal hacia la cual seorienta la acción del Estado por medio del Ministerio de Salud, ypara ello se ha creado y orientado una nueva conciencia social, queha hecho posible una mayor y más directa participación de lossectores particulares en la elaboración y desarrollo de los programascorrespondientes.

En la Educación, la gestión revolucionaria se inició con lacreación de una Comisión de Alto Nivel, integrada por técnicos yexpertos en la materia, para hacer un estudio integral de la situa-ción y preparar un programa completo de reformas sustantivas parala organización y funcionamiento de las labores correspondientes.

Con fundamento en el amplio y completo trabajo elaboradoen tal sentido, se han puesto en marcha programas específicos, queya están rindiendo frutos positivos para adaptar la labor educativaa las realidades del país y a las perspectivas de los planes nacionales

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de desarrollo socioeconómico, de acuerdo con la estrategia oficial-mente adoptada al respecto.

Así, están ya en funcionamiento o en las últimas etapas deconstrucción, numerosas escuelas y colegios especializados en laenseñanza técnica y vocacional, que brindan a las nuevas generacio-nes caminos diferentes y más productivos en su derecho a la educa-ción .

Paralelamente, se están desarrollando la "escuela de produc-ción" que, en diferentes géneros y niveles, incorpora al centro edu-cativo a las realidades socioeconómicas, naturales y humanas de lacomunidad a la que corresponde . Así millares de niños, adolescen-tes y jóvenes panameños, tanto de la ciudad como del campo,están recibiendo la preparación básica que necesitan para hacerfrente al futuro, al mismo tiempo que aprenden a trabajar y aproducir, en conjunción con las posibilidades y necesidades delambiente.

En acuerdo con las nuevas característica del mundo en quevivimos, la educación panameña ha concedido rango prioritario alestudio de las ciencias y la tecnología. Tanto en los niveles prima-rios como secundarios y universitarios, nuevos equipos e instalacio-nes, nuevos métodos y sistemas, estimulan y orientan a los estu-diantes por el sendero de las ciencias, para que el país pueda con-tar con los recursos humanos desarrollados que el presente y elporvenir están reclamando.

Para hacer más amplia y eficaz la labor de la educación, comoresponsabilidad primordial del Estado, se ha creado el Seguro Edu-cativo, por medio del cual aportan recursos tanto los empresarioscomo los trabajadores de todos los niveles y condiciones, para elsostenimiento de programas específicos de educación . Esos fondos,más los aportados por el Tesoro Nacional y los obtenidos de laasistencia crediticia y técnica internacional, han significado la crea-ción de cincuenta mil becas y préstamos para hacer posible desdeestudios primarios y secundarios hasta vocacionales, técnicos, uni-versitarios y de post grado, en los planteles del país y del extranje-ro .

También sostiene al Seguro Educativo centenares de cursos decapacitación y entrenamiento para obreros y artesanos, para líderessindicales y dirigentes comunales, y para la campana nacional dealfabetización que en un plazo de diez anos, eliminará totalmenteel analfabetismo que actualmente reduce la capacidad de supera-ción de más de doscientos mil panameños.

La labor realizada en el Ministerio de Educación incluye, porprimera vez, la adopción, edición y distribución de más de un

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millón de textos escolares y libros de consulta, casi totalmenteelaborados por educadores panameños de acuerdo con las reali-dades nacionales, que llegan gratuitamente en la mayoría de loscasos, y a bajos precios en los otros, a los estudiantes tanto de laprimaria como de la secundaria.

Otro de los aspectos fundamentales en el desarrollo revolucio-nario de la nación panameña, es el relacionado con la políticaestatal en relación con los sectores que intervienen en el desarrollode las empresas privadas. Las nuevas doctrinas de justicia socio-económica que orientan y rigen las relaciones obrero-patronales,han significado cuantiosas conquistas para las grandes mayorías tra-bajadoras de todo el país, pero con respeto a los derechos quelegítimamente corresponde a la empresa privada.

Así, la creación del décimotercer mes, que institucionaliza yreglamenta una práctica ya tradicional en numerosas empresas, hagarantizado a los trabajadores una participación más equitativa enlas utilidades que produce su esfuerzo, al mismo tiempo que creaun clima de comprensión y de estímulo que propicia el rendimien-to y los beneficios de los empleadores.

El nuevo Código del Trabajo, elaborado tras un prolongadoproceso de investigación, estudio y análisis en el que intervinierontanto los delegados de las empresas y los trabajadores como laacción orientadora del Estado, con la asistencia especializada deorganismos internacionales, ha consolidado los principios de equi-dad y comprensión en las relaciones entre los trabajadores y suspatronos . Las conquistas que el Código del Trabajo entraña para lasmayorías laborales no solamente constituyen un derecho ya inter-nacionalmente reconocido, sino que se han traducido, además, enmayor seguridad y estabilidad para los empresarios, ejecutivos einversionistas, como lo evidencian el aumento de la producción, elcrecimiento de la riqueza y el mejoramiento de las condicionessocioeconómicas del país, reconocidos incluso por las entidades re-presentativas del sector empresarial.

Quizás el problema más difícil, grande y complejo a que hatenido que hacer frente la Revolución Panameña, es el relacionadocon las deprimentes condiciones en que habían sido hundidas lasgrandes mayorías campesinas, que constituyen no solamente unelevado procentaje de la población sino también el más ampliosector laboral y el que más directamente contribuye a suministrarlos artículos que sostienen la vida del pueblo panameño.

En ese sentido, el núcleo de la gestión gubernamental estáconstituido por un nuevo concepto de la Reforma Agraria integral,que no solamente superó las limitaciones que los intereses partidis-

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tas y monopolistas habían impuesto al ejercicio de los programascorrespondientes, sino que extendió su labor hasta un verdadero ycompleto sistema de superación para la marginada población cam-pesina.

La Reforma Agraria dejó de estar reducida a una tímida distri-bución de tierras nacionales baldías de muy discutibles capacidadesproductoras, para hacer frente a la injusticia y el despilfarro dellatifundismo . Pero conlleva, además, la reubicación poblacional, laorganización campesina, la utilización de metodos cooperativos, lacreación de sistemas de mercadeo que eliminan el encarecimiento yel acaparamiento creados por los intermediarios, la capacitación delos trabajadores agropecuarios, la concesión de asistencia crediticiay técnica, las prestaciones de servicios de salud y educación y eldesarrollo de una conciencia dinámica en cuanto a los derechos yresponsabilidades correspondientes.

El resultado es la multiplicación de la producción agropecua-ria, la diversificación de los cultivos, el inicio de un amplio progra-ma de repoblación ganadera, la incorporación de más de cinco milnuevas hectáreas para las actividades productoras . Una mayor canti-dad de productos agropecuarios llega ahora directamente a los con-sumidores de menores recursos, a precios más justos, con el consi-guiente enriquecimiento del circulante monetario y de la capacidadde consumo en las comunidades campesinas, y una clara y vigorosatendencia a la reducción de las importaciones básicas que a vecesavanza hasta la exportación.

A través del Ministerio y el Banco de Desarrollo Agropecuario,de la Reforma Agraria y de otras agencias estatales especializadas,la gestión revolucionaria procura la rehabilitación de las grandesmayorías campesinas, reduciendo la dispersión poblacional, estimu-lando el trabajo productor y garantizando mayores benficios paraun elevado procentaje de la comunidad que participa de la vidaactiva de la nación panameña.

Tanto para la salud y la educación como para el desarrolloagropecuario, ha sido de primordial importancia la labor realizada através del Ministerio de Obras Públicas . En cinco anos de gestióngubernamental revolucionaria, ese departamento estatal ha duplica-do la red de caminos y carreteras, ha construído centenares deescuelas, centros de salud y otras obras, y ha impulsado el progresogeneral de la comunidad.

Centenares de caminos han sido abiertos para facilitar eldesarrollo agropecuario de áreas de gran capacidad productora, ha-ciendo posible el oportuno transporte de los productos. Millares deKilómetros de carreteras vecinales facilitan las comunicaciones y

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estimulan la reubicación poblacional, haciendo posible la creación yconstrucción de escuelas y centros de salud.

La iniciación de los trabajos de la carretera panamericana, enel sector del Darién, avanzada ya en varios kilómetros, está demos-trando inmediatamente la tremenda potencialidad que esa parte delpaís encierra. Ya están surgiendo nuevos campos de trabajo a lolargo de la vía que penetra en las intrincadas selvas darienitas, entanto que se adelantan planes y programas de desarrollo para esaimportante región de la República.

Simultáneamente, el Ministerio de Obras Públicas esta desarro-llando el programa carretero denominado "La conquista del Atlán-tico ", que abre nuevas rutas en la región del Istmo correspondienteal litoral del Caribe, casi totalmente abandonado a todo lo largo dela historia de la República. En construcción de carreteras, aperturade trochas, estudios de rutas y otras etapas de labor, se encuentranya muchos de esos trabajos, que incorporarán a la acción progresis-ta decenas de poblaciones de la región atlántica colonense, abriránnuevas oportunidades de desarrollo en el norte de Veraguas y vin-cularán estrechamente las labores agropecuarias, comerciales e in-dustriales entre las provincias de Chiriquí y Bocas del Toro.

A esa labor habría que agregar el extraordinario impulso queen solamente cinco anos se ha desarrollado en el aspecto urbanodel país y que ha significado una transformación completa de lasprincipales ciudades de la República. La ampliación y pavimen-tación de calles y avenidas, la apertura de nuevas vías dentro de losprogramas de valorización, la construcción de modernos edificiospúblicos y de instalaciones culturales y deportivas, no solamentehan significado progreso y bienestar para las ciudades sino tambiénvigoroso estímulo para la iniciativa privada. Así, la industria de laconstrucción ha alcanzado el primer lugar en el desarrollo del país,con inversiones de varios centenares de millones de balboas en unlustro, lo que ha creado amplias fuentes de trabajo para millares deobreros, artesanos, técnicos, profesionales y empleados de todos losniveles, además de estimular a las empresas industriales y comer-ciales .

Para impulsar y orientar el desarrollo del país, ha sido factorfundamental la nueva política financiera, bancaria y monetariaadoptada por el Gobierno Revolucionario . A través del Ministeriode Hacienda y Tesoro, se han desarrollado la reforma integral delos sistemas tributarios, lo que ha permitido crear un nuevo espíri-tu de cooperación y responsabilidad en el contribuyente . Las rentasobtenidas por el Tesoro Nacional se han triplicado en cinco años yun elevado porcentaje de ellas se ha dedicado a los programas de

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inversión, para retribuir al país en servicios y progreso lo que lacomunidad aporta para el sostenimiento del Estado.

La pulcritud con que se manejan los recursos de la Nación, laseveridad con que se reprimen abusos y malos manejos que ante-riormente eran característicos de los sistemas oficiales, la honesti-dad y equilibrio con que se invierten los fondos, han creado unamayor confianza del público en la organización del Gobierno y enel manejo de los asuntos públicos . Se explica así que muchos secto-res que anteriormente tendían a utilizar tácti¿as evasoras y caíanen la morosidad e incumplimiento de sus deberes tributarios, ahoraresponden con mayor efectividad a sus compromisos en ese sentido.

El prestigio y la solvencia que así ha ganado el GobiernoRevolucionario, tanto en el orden interno como en el internacional,ha permitido contar con vigorosas fuentes de financiamiento parael desenvolvimiento de los programas de desarrollo socioeconómico.No solamente se ha obtenido la asistencia crediticia y técnica nece-saria, al más bajo costo, sino que incluso se ha logrado el refi-nanciamiento de la deuda existente, en un monto de ciento quincemillones de balboas, con ventajosas economías para el Tesoro Na-cional.

A través del Banco Nacional, la entidad bancaria estatal quecumple funciones de orientación y asesoramiento que en otrospaíses corresponden a la Banca Central, se ha logrado crear unanueva estructura para la política bancaria, crediticia, financiera ymonetaria, recogida en leyes especiales . Tales leyes, que garantizanla seguridad y la responsabilidad de las empresas bancarias y de susclientes, estimulan la más amplia libertad en las operaciones, mane-jos, créditos, movilización y cambios, con la ventaja adicional de unambiente de seguridad, de estabilidad, de respeto para las institu-ciones correspondientes . Así se han establecido en Panamá, en losúltimos cinco años, alrededor de cincuenta empresas bancarias dereconocido prestigio internacional, procedentes de Europa, Asia,Estados Unidos y la América Latina, que han hecho de nuestropaís un centro financiero internacional en acelerado crecimiento . Afines del año pasado, el sistema bancario establecido en Panamáregistraba depósitos por más de dos mil millones de balboas, lamayor parte de ellos procedentes del exterior.

Simultáneamente, la política de las empresas bancarias estata-les, se orientaba positivamente hacia un mayor impulso para elcrecimiento y desarrollo del país . El Banco Nacional, creado pri-mordialmente como una institución de actividades comerciales, for-talecía sus labores en beneficio de la industria mediana y pequeña,de la producción agropecuaria, de la construcción, de la pesca, elturismo y el desarrollo avícola. En solamente cinco anos, las inver-

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sienes de la entidad alcanzaban alrededor de cien millones de bal-boas, que no solamente habían ramificado por todo el país unaamplia gama de estímulos para la producción agropecuaria e indus-trial sino que, además, habían creado centenares de nuevas oportu-nidades de empleo para los trabajadores panameños.

Siguiendo esas mismas doctrinas, la Caja de Ahorros intensifi-caba su labor social y educativa en beneficio de las clases medias ypopulares, logrando triplicar sus activos totales de 30 millones alprimer semestre de 1969 hasta 80 millones a mediados del presenteano . Y esos recursos, convertidos en fuente de financiamiento crea-da por el ahorro de trescientos mil panameños, se convertían enmás de ocho mil préstamos, con promedio de diez mil balboas cadauno, para generar trabajo, crear seguridad y bienestar y combatirlos efectos demoledores de la inflación.

Para complementar la política de desarrollo social y económi-co, el Gobierno Revolucionario creó el Ministerio de Comercio eIndustrias. En el escaso período de labores que le ha correspondi-do, ese Ministerio ha dado nuevo y más vigoroso impulso al desa-rrollo de la artesanía, que ahora cuenta con centros de capacitacióny promoción en diferentes provincias, y con sistemas de mercadeoque están creando cada vez mayor interés por esos artículos, con elconsiguiente beneficio para la economía de importantes sectorespopulares.

Igualmente ha promovido el Ministerio de Comercio e Indus-trias la industrialización de actividades tradicionales, que carecíande adecuada organización, financiamiento y técnica. Tales, porejemplo, las actividades pesqueras, que se están convirtiendo enempresas cooperativas de creciente importancia, tanto por su rendi-miento económico como por el sustantivo aporte que hacen almejoramiento alimenticio de la población y al aprovechamiento delas oportunidades de exportación.

Para ampliar y fortalecer el desarrollo del país en esos aspec-tos, el Ministerio de Comercio e Industrias ha dado calor al proyec-to auspiciado por el Sindicato de Industriales de Panamá, en elsentido de crear un Banco de Desarrollo Industrial, con aportesinternos y asistencia exterior . Los planes correspondientes están enproceso, con excelentes perspectivas.

Pero el logro más notable del Gobierno Revolucionario en loque se refiere a este importante aspecto de la vida nacional, es lacreación de la primera gran empresa agroindustrial del país. Setrata del Ingenio La Victoria, básicamente creado con el trabajo yla capacidad de producción de millares de campesinos de La Rayade Santa María, corregimiento de Santiago de Veraguas . Con la

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organización, el financiamiento y el impulso del Gobierno Revolu-cionario, el Ingenio La Victoria realizó ya la primera zafra, queprodujo un elevado rendimiento, totalmente vendido en EstadosUnidos. Actualmente, se estudian posibilidades de ampliación de laempresa, que es propiedad conjunta de sus trabajadores y del Esta-do y que ha liberado del sojuzgamiento económico, social y políti-co a millares de familias de las provincias centrales, a tiempo queha creado una nueva fuente de fortalecimiento para la economíadel país.

El progreso del país en los aspectos materiales, marcha parale-lamente con una labor de creciente alcance y éxito en otros aspec-tos vitales para la existencia de la comunidad, como son los relacio-nados con la asistencia social, el desenvolvimiento cultural, el desa-rrollo deportivo, la seguridad social y el fortalecimiento político.

En lo que se refiere a la asistencia social, se ha logrado am-pliar y extender el alcance de los programas estatales, lo que haservido como estímulo para que también la iniciativa privada im-

pulse programas muy apreciables en beneficio de las gentes de es-casos recursos . La Lotería Nacional de Beneficencia, entidad a laque corresponde el sostenimiento económico de esa labor, ha dupli-cado en cinco anos sus aportes al Tesoro Nacional, lo que hapermitido ampliar y mejorar la capacidad de las instituciones hospi-talarias, modernizar edificios e instalaciones, crear nuevos centrosde ayuda para los abandonados de la fortuna. La Cruz Roja Nacio-nal, los asilos, guarderías y orfanatos, cuentan ahora con mayoresfacilidades porque el aumento de los recursos creados por la Lote-ría Nacional permite al Estado una labor más completa en talsentido.

Las proyecciones de la labor de la Lotería Nacional de Benefi-cencia se extienden también a importantes instituciones especializa-das, como las numerosas escuelas y colegios que dirige el Patronatodel Instituto Panameño de Habilitación Especial . El IPHE ha logra-do extender su labor a las principales ciudades del país, brindandoasistencia técnica y educativa a millares de niños y adolescentesque adolecen de limitaciones físicas y que logran la preparaciónnecesaria para hacer frente a la vida en condiciones menos desven-tajosas.

También desarrolla la Lotería Nacional importantes programasculturales, que se traducen en divulgación y orientación dentro delpaís y en prestigio para la nación en el exterior . Las ediciones de laRevista Lotería es la mejor expresión de la intelectualidad paname-ña, y los volúmenes que periódicamente se publican en relacióncon acontecimientos de trascendencia, como la reunión del Consejo

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de Seguridad de las Naciones Unidas, son documentos de extra-ordinario valor para la Patria.

En reforma introducida en la Lotería Nacional ha liberado amillares de vendedores de chances y billetes de la explotación delos contratistas intermediarios . Ahora millares de trabajadores ob-tienen la totalidad de los beneficios correspondientes y cuenta ade-más con prestaciones especiales que contribuyen a su seguridad ybienestar.

También es extraordinario el crecimiento y el mejoramientoque ha logrado la Caja de Seguro Social, que ha extendido sucobertura a casi todas las poblaciones del pais, incluyendo acincuenta mil dependientes de las empresas bananeras en Chi-riquf y Bocas del Toro y a centenares de trabajadores que laboranen la Zona del Canal.

La labor del instituto panameño de seguridad social alcanzó sumáximo impulso cuando fueron incorporados a esa entidad los se-guros de riesgos profesionales, que hasta entonces estaban a cargode empresas particulares . Esta medida, justamente considerada co-mo una de las grandes conquistas de los trabajadores panameños,significa protección no solamente para todos los empleados delEstado y de los patronos particulares, sino también para sus fami-liares .

Para mejorar los servicios y prestaciones que reciben los asegu-rados y sus familiares, la Caja de Seguro Social ha construído dosmodernos hospitales en Puerto Armuelles y Changuinola, está ter-minando un anexo de iguales dimensiones al Hospital General, yotro hospital regional en Chiriquí . Además, ha ampliado y moder-nizado todas las policlínicas del país y ha creado otras nuevas enlas afueras de la capital y en otras comunidades en donde la pobla-ción asegurada así lo justifica.

La acción revolucionaria a través del instituto panameño deseguridad social se ha extendido hasta la concertación de acuerdosde integración con entidades similares de México, los países centro-americanos, la República Dominicana y Colombia.

Todos estos logros explican la especial consideración que haalcanzado la entidad dentro y fuera del país y la creciente confian-za que ella merece tanto al pueblo panameño como a las entidadessimilares de todo el hemisferio, que la señalan como ejemplo yguía para sus planes y programas de desarrollo.

La cultura física, de indiscutible importancia para el desarrollode los pueblos, ha merecido también especial atención del Gobier-no Revolucionario . La labor así desarrollada se ha traducido entriunfos deportivos para la nación y en expresiones de reconoci-

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miento internacional . La celebración de los juegos Deportivos Cen-troamericanos y del Caribe y de los juegos Deportivos Bolivarianosno solamente constituyeron oportunidades de resonantes éxitospara el deporte panameño sino también motivo de reconocimientopara las naciones participantes, que admiraron la organización ydesarrollo de los eventos y la alta calidad de los resultados obteni-dos.

Las nuevas instalaciones deportivas, los sistemas de orientacióny asistencia para el cultivo de los deportes, los estímulos para lasnuevas generaciones, han dado a Panamá, en el último lustro, mástítulos y lauros que en toda la existencia anterior de la nación.Además, por primera vez en nuestro país, y como nunca lo hanlogrado la gran mayoría de los otros países del mundo, Panamáalcanzó a tener cuatro campeones mundiales de boxeo y ha cele-brado más encuentros deportivos internacionales que muchas de lasnaciones latinoamericanas, contando incluso las de mayores recur-sos .

La plenitud del proceso revolucionario panameño se ha logra-do en los órdenes relacionados con la restructuración política de lanación y en la gestión reivindicadora internacional, vinculada fun-damentalmente al canal interoceánico abierto en las entrañas delIstmo.

En el primer aspecto, se creó una nueva organización política,basada en los Corregimientos, como células básicas de la población.En una elección de libertad y orden sin precedentes, el puebloeligió directamente, sin intermediarios partidistas, quinientos cincoRepresentantes, que constituyen el máximo órgano legislativo de laNación y a través de los cuales asume el pueblo, plenamente y conefectiva vigencia, los derechos soberanos que le corresponden.

Reunidos en Asamblea Nacional Constituyente, esos quinien-tos cinco Representantes dictaron la nueva Constitución Política dela República, "que consagra los principios sociales, económicos,políticos y morales inspiradores de la Revolución Panameña " .

En las relaciones internacionales, Panamá ha creado nuevasdoctrinas y adoptado sus propios lineamientos, plenamente sobera-nos e independientes, para sus vinculaciones con el resto del mun-do. Rompiendo las influencias y presiones que tradicionalmentehabían prevalecido en esos vitales aspectos de la vida nacional, lanación panameña asume nuevos rumbos, que determinan su volun-tad de establecer relaciones con todos los pueblos del mundo, sindiferencias de ninguna clase. Dadas las condiciones y característicasde la personalidad nacional, Panamá queda así relacionada con elTercer Mundo de países subdesarrollados y en proceso de desarro-

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llo, que se orientan dentro del "no alineamiento" con ninguna delas grandes potencias o centros de poder tradicionalmente dominan-tes en el mundo.

Siguiendo la clara y precisa doctrina de nacionalismo indepen-diente y soberano, no comprometido con rumbos o doctrinas aje-nas a nuestra realidad, Panamá ha concentrado sus máximos esfuer-zos en las negociaciones relacionadas con la Zona del Canal dePanamá. Utilizando los recursos de la razón, de la verdad y de lajusticia, tales gestiones han avanzado notablemente, tanto en elsentido de lograr un significativo cambio en la actitud de los Esta-dos Unidos como en el de lograr el apoyo vigoroso de la granmayoría de las naciones de todo el mundo y de la totalidad de laAmérica Latina.

El éxito alcanzado por la política exterior panameña adquirióespecial trascendencia con la celebración en ésta capital de la pri-mera reunión que en la América Latina realiza el Consejo de'Segu-ridad de las Naciones Unidas . El evento internacional congregó enPanamá a cerca de cien representantes de la mayoría de los paísesde América, Asia y Europa, quienes observaron directamente lapresencia colonial norteamericana en nuestro territorio y reconocie-ron la justicia de nuestras demandas.

Aunque vetada por Estados Unidos, la resolución final, apro-bada por la casi totalidad de los miembros del Consejo de Seguri-dad, constituyó una decisiva victoria para la causa de Panamá y unreconocimiento mundial de que a nuestro país corresponde plena yefectiva jurisdicción sobre la totalidad del territorio y los recursoscomprendidos dentro de los límites terrestres, marítimos y aéreosde la República.

Así puede resumirse, en sus relieves más notables y trascen-dentes, la labor realizada por la Revolución Panameña en cincoanos de gestión gubernamental. De ello se concluye clara e indubi-tablemente, que en tan breve lapso ha progresado el país y halogrado un crecimiento y desarrollo de todos) los aspectos funda-mentales de su personalidad que no solamente superan ampliamen-te cualquier otro período similar de nuestro historia, sino que ga-rantizan que la marcha ascendente de la gesta reivindicadora nacio-nal es irreversiblemente acelerada hacia el logro de un Nuevo Pana-má de justicia, progreso, prosperidad y dignidad para todos lospanameños.

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Octavio M 6ndcz Pereira

Causas y efectos

del conflicto de límites

entre Panamá y Costa Rica— LA GUERRA DE COTO —

(1) MEMORANDUM.— El Lau-do del Presidente de Francia Mr.Loubet. La controversia de lími-tes de Panamá con Costa Ricapuede decirse que arranca direc-tamente para aquélla del LaudoLoubet, alcanzado después deun largo litigio entre este segun-do país y Colombia, antes sobe-rana del territorio que ahoraconstituye la República de Pana-má . El fallo del PresidenteLoubet, dictado el 11 de Sep-tiembre de 1910, establecía ensu parte dispositiva : "La fronte-ra entre las Repúblicas de Co-lombia y Costa Rica, será for-mada por el contrafuerte de lacordillera que parte del CaboMona, sobre el Océano Atlánti-co, y cierra al norte el valle delrío Tarire o río Sixaola ; luegopor la cadena que divide lasaguas entre el Atlántico y el Pa-cífico hasta los 9 grados de lati-tud próximamente ; seguirá luego

la línea que separa las aguas deChiriquí Viejo, los afluentes delGolfo Dulce para terminar en laPunta Burica, sobre el OcéanoPacífico " .

Colombia, cuyos derechosen este asunto subrogó luego Pa-namá, aceptó plenamente estefallo, a lo cual se había obligadoen la convención arbitral, lomismo que Costa Rica, "empe-ñando en ello el honor nacio-nal" . Costa Rica, a su vez, tam-bién lo acató, pero solicitandocomo lo hizo don Manuel M. dePeralta, entonces Ministro deaquella Nación en París, en car-ta dirigida a M. Delcasses, Minis-tro de Negocios Extranjeros deFrancia, la aprobación de unalínea limítrofe, descrita por élcomo si tratara de interpretar elLaudo . "Deseando evitar —de-cía— toda confusión posible res-pecto de las intenciones de Su

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Excelencia el señor Presidentede la República Francesa, árbi-tro en el litigio de límites terri-toriales entre las Repúblicas deCosta Rica y Colombia, tales co-mo aparecen de la sentencia ar-bitral que se ha dignado dictarel 11 de este mes, tengo la hon-ra de comunicar a Vuestra Exce-lencia para exponerle respetuo-samente que el Gobierno de laRepública de Costa Rica inter-preta el primer párrafo de la dis-positiva de la sentencia, de lamanera siguiente:

La frontera de la Repúblicade Colombia y de la de CostaRica será formada por el contra-fuerte de la cordillera que partedel Cabo Mona, en el OcéanoAtlántico, y cierra al Norte elValle del Río Tarire o Sixaola cer-ca de la desembocadura de esterío; seguirá con rumbo Sud-Oeste en la ribera izquierda deeste río hasta la confluencia delrío Yurkín o Zhorkin (llamadotambién Sixaola, Culebras o Do-rado) hacia el meridiano 82°50'Oeste de Greenwich, 85°10' Oes-te de París y 9°33 ' de latitudNorte . Aquí la línea fronterizacortará el thalweg del tarire enla ribera izquierda del Yurkín, yseguirá con rumbo Sud, la cade-na de división de las aguas entreel Atlántico y el Pacífico hastacerca del noveno grado de lati-tud; seguirá después la línea dedivisión de las aguas entre elChiriquí Viejo y los afluentesdel Golfo Dulce para terminaren la Punta Burica". y agregabaluego: "Esta interpretación seconforma con las intenciones

evidentes del Arbitro y con laconfiguración del territorio asícomo con los términos del com-promiso de arbitraje . Respondeperfectamente al deseo de esta-blecer una frontera y no seaparta, sino muy poco, de unalínea recta trazada entre PuntaMona y Punta Burica, que es,por decirlo así, el pensamientofundamental del árbitro" . A estacarta, donde encerró despuésCosta Rica todas sus aspiracio-nes en la cuestión de límites, elMinistro Delcassé contestó ne-gando con suavidad y diploma-cia su asentimiento a la interpre-tación interesada de Peralta.

EL FALLO DEL JUEZ WHI-TE.— A pesar del reconocimien-to que ambas partes habían he-cho del Laudo Loubet, CostaRica trató en diversas formas ypor diferentes razones, de eludirsu cumplimiento y fue precisoque Panamá accediera, despuésde algunos ensayos infructuososde arreglos directos, a contraerun nuevo compromiso arbitral,celebrado en Washington el 17de Marzo de 1910. En este com-promiso vuelven las partes inte-resadas a reconocer solemne-mente el Laudo del Presidentede la República Francesa, comoel único verdadero y legal entreambos países. Así puede verseen el artículo primero siguiente:"La República de Panamá y laRepública de Costa Rica, si bienconsideran que la frontera entresus respectivos territorios desig-nada por la sentencia arbitral deSu Excelencia el Presidente dela República Francesa el 11 de

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Septiembre de 1910, es clara eindubitable en la región del Pa-cífico desde la Punta Burica has-ta un punto de la cordilleraCentral, más arriba del CerroPando, cerca del grado novenode la latitud Norte, no han po-dido ponerse de acuerdo respec-to de la inteligencia que debedarse al Laudo arbitral en cuan-to al resto de la línea fronteriza;para dirimir sus diferencias con-vienen en someterlas a la deci-sión del Honorable Chief Justicede los Estados Unidos, quien encalidad de árbitro determinará:¿Cuál es el límite entre Panamáy Costa Rica más conforme conla correcta interpretación y ver-dadera intención del Laudo delPresidente de la República Fran-cesa de 11 de Septiembre de1900? El Arbitro consignó ensu fallo que consideraba la líneadel Laudo Loubet "como noexistente% y después de estodescribe un límite que es, porpropia confesión, enteramentedistinto de aquella línea ; pero almismo tiempo el "más de acuer-do con la correcta interpreta-ción y verdadera intención delLaudo Loubet" .

Léase en seguida cómo rezala sentencia del juez White : "Enmérito de lo expuesto y de lasconclusiones deducidas de ello,y por la autoridad que confiereel convenio vengo a dictar el fa-llo que sigue : lo. Que la líneade delimitación que se significóestablecida por el fallo anteriordesde Punta Mona a la cadenaprincipal de la cordillera y quese declaró ser un contrafuerte o

estribo de montañas descrito endicho fallo, sea y por el presen-te se considera como no existen-te. 2o. y ahora se decide que ellímite entre los dos países "queestá más de acuerdo con la in-terpretación correcta y la verda-dera intención" del fallo ante-rior, es una línea que, partiendode la desembocadura del ríoSixaola en el Atlántico sigue elCanal de dicho río aguas arribahasta llegar al río Yorkín oZhorquín; luego sigue el canaldel río Yorkín hasta llegar aaquella de sus cabeceras que es-tá más cerca del contrafuerteque es el límite Norte del áreadel drenaje del río Changuinolao Tilorio ; de allí siguiendo el ca-nal que contiene dicha cabecerahasta dicho contrafuerte, de allía lo largo de dicho contrafuerteal contrafuerte que separa lasaguas que van al Atlántico delas que van al Pacífico ; de allí alo largo de dicho contrafuerteAtlántico-Pacífico hasta el pun-to cerca del noveno grado de la-titud Norte más allá del CerroPanado, que es el punto a quese refiere el artículo lo . de laConvención de 17 de Marzo de1910; y por la presente se de-creta y establece esa línea comolímite correcto" .

Está fuera de toda duda quePanamá rehusó someter al ChiefJustice la validez del Laudo Lou-bet, ni podía haber hecho otracosa, pues su constitución tieneestablecido que el límite del te-rritorio de la República es el fi-jado por dicho Laudo . Las par-tes sólo limitaron la cuestión so-

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metida, a la mera interpretacióny aplicación del Laudo Loubet,el mismo que, precisamente, seniega el juez a interpretar o aaplicar declarándolo, por sí yante sí, "no existente" ; como si,según lo dijo nuestro Ministroen Washington al protestar el fa-llo White por vicio de ultra peti-ta, no fuera imposible "fijar unlímite bajo un laudo cuando lalínea descrita por ese laudo sedeclara "no existente", y comosi no fuera imposible, asimismo,que una línea esté de acuerdocon una línea "no existente" ."La impresión que hacen estoshechos a todo observador des-interesado —dice el eminente ju-rista y expositor cubano Anto-nio S . de Bustamante— es que elLaudo Loubet decidió comouna sentencia definitiva y ejecu-toriada el problema de límitesplanteado casi secularmente en-tre estas dos Repúblicas y losorganismos políticos que desdela independencia las precedie-ron, y que el convenio deWashington, de 17 de Marzo de1910, no significó la reaperturafundamental del debate, sino untrámite, que se llamaría en De-recho Procesal interior, de ejecu-ción de sentencia". El árbitro seexcedió, no cabe discusión enésto, de los límites de su misióny dictó un nuevo laudo, que Pa-namá debía declarar nulo, o ine-ficaz por exceso de poder."Amparada por la égida del De-recho Internacional, que cobijapor igual a las naciones grandesy pequeñas, ha dicho el Secreta-rio de Relaciones Exteriores de

mi país, la República de Panamáse ha negado a aceptar el fallodel eminente juez White, con elmismo derecho y casi con lasmismas razones con que el Go-bierno de los Estados Unidosdeclinó aceptar en 1831 el fallodel Rey de los Países Bajos enel litigio de fronteras entre Esta-dos Unidos y Gran Bretaña. "Elprocedimiento del Arbitro —dijoen esta ocasión el Ministro delos Estados Unidos en la Haya—constituye una extralimitaciónde poderes, porque abandonalos límites del convenio y lessustituye una línea diferente".

En el caso de Panamá, a másde la extralimitación de poderes,el Arbitro señor White le asignóa Costa Rica mucho más territo-rio del que ésta reclamaba en lanota de Peralta, ratificada enmuchos otros documentos ofi-ciales, de los cuales voy a citarsólo una nota del Ministro deRelaciones Exteriores de CostaRica, fechada el 13 de Agostode 1909 y dirigida al Gobiernopanameño : "Si el Laudo Loubetno se ha ejecutado, tan sólo hasido por diferencia de interpre-tación de sus términos, artículoque debe resolverse previamentepara juzgar de su eficacia . CostaRica desde un principio lo haentendido en la forma que el se-ñor Peralta expresó al Arbitro yque Vuestra Excelencia cita enparte . De modo que si ;así se en-tiende en definitiva, mi Gobier-no está pronto a entregar el te-rritorio de Gandoca y a recobrarel de Punta Burica . Entre tanto,ambas Repúblicas tendrán razón

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y derecho para mantener la po-sesión o línea de facto conveni-da como límite provisional" . Elmismo Gobierno de Washington,bajo la firma del SecretarioKnox, declaró, que lo que losGobiernos de Panamá y CostaRica debían someter a la deci-sión del Arbitro eran sus doslíneas interpretadas del Laudo,la de Panamá, formulada por elPlenipotenciario, Dr. Eusebio A.Morales, y la de Costo Rica for-mulada por el Plenipotenciarioseñor Manuel M. Peralta . " EsteGobierno ha supuesto —dijo elSecretario Knox— que las dospartes interesadas estaban en de-sacuerdo en cuanto a una partedel Laudo, y que todo lo que senecesita es que cada una presen-te su interpretación tocante a laparte de la línea sobre la cualestán en desacuerdo y supliqueal Arbitro que determine cuálde las dos interpretaciones es lacorrecta con arreglo al LaudoLoubet". Y en otra ocasión : "Es-te Gobierno además, asevera ysugiere que teniendo en cuentaestos hechos, los puntos termi-nales, a saber, Punta Burica yPunta Mona, del Laudo Loubet,deben ser finalmente reconoci-dos ahora como aceptados porambas partes" . No obstante to-das estas explícitas declaracionesoficiales, el Arbitro como se ve,desechó la línea del Laudo Lou-bet como no existente, repudiólas dos líneas interpretativas delas partes y sustituyó la PuntaMona, que era el punto de parti-da invariablemente reconocido,por la boca del río Sixaola, si-

tuada bien adentro en el territo-rio panameño.

"El empeño del Arbitro, de-cía el Secretario de RelacionesExteriores de Panamá, en notadirigida al Departamento de Esta-do de los Estados Unidos, pare-ce haberse cifrado en suprimir ellindero de cumbres de montañasimaginado por el Presidente deFrancia como la barrera más na-tural y permanente entre dospaíses limítrofes para sustituir-lo, por límites fluvial, expuestoa la acción de las grandes aveni-das, a las desviaciones de loscauces y a otros inconvenientesque lo hacen muy inferior, sinrecordar, quizás, que hallándoseel resto de la línea aceptada porPanamá y Costa Rica como cla-ra e indubitable y sustituída portanto a la acción de su interpre-tación, media frontera quedaríaconstituída por cadenas de mon-tañas o contrafuertes de cordi-lleras, en tanto que la otra mi-tad sería puramente fluvial . Esteresultado, contrario a la homo-geneidad del sistema fronterizo,entre los dos países, está prego-nando que el Laudo Loubet nose prestaba para ser revisado enel fondo sin introducir confu-sión y desorden en su econo-mía" .

EL CONFLICTO- No ha-biéndose avenido Panamá aaceptar el fallo White, así comoCosta Rica no quiso ejecutar elLaudo Loubet, es claro que de-bían quedar en vigor los dere-chos de posesión y jurisdicciónque ambas naciones ejercían, es

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decir que debían regir comolímites las líneas del statu quo.

Y así resultó, en efecto, desdeque en Octubre de 1914 Pana-má comunicó su rechazo del fa-llo del Chief Justice White . Poreso, la agresión armada de CostaRica contra Panamá, en Febrerodel presente ano, sin que prece-diera demanda, petición o ges-tión diplomática alguna, antesbien después de tres meses enque aquella nación había envia-do al Istmo, en son de amistady armonía, una misión diplomá-tica, fue de lo más inusitada,inesperada y violenta . Como lomanifestó en su memorándumnuestro actual Secretario de Go-bierno y justicia, doctor Ricar-do J . Alfaro : "Ni siquiera en elcaso de que el fallo White estu-viera aceptado por Panamá po-dría Costa Rica apoderarse porsí y ante sí de los territorios dela Península Burica, porque laejecución de los laudos sobrelímites se lleva siempre a efectopor comisiones demarcadorascreadas después de las adecuadasnegociaciones diplomáticas. Asílo expone brillantemente en no-ta del 13 de Agosto de 1905, elentonces Secretario de Relacio-nes Exteriores de Costa Rica,don Ricardo Fernandez Guardia,en defensa de los actos de pose-sión que el Gobierno ejercía alNorte del río Sixaola . Dice asíla nota : "Tanto con anteriori-dad al Laudo Loubet, como des.pués de éste, ha estado CostaRica en plena posesión del terri-torio de Condocaz y ha ejercidoel mando en él de la misma ma-

nera que Panamá lo ha hecho enPunta Burica . Verdad es que laejecución del laudo traería co-mo consecuencia la de que Cos-ta Rica entraría en posesión dePunta Burica y Panamá de Con-docaz pero también lo es que ellaudo no se ha ejecutado y queen tanto no se ejecute cada paísmantiene la posesión del territo-rio que ha estado poseyendo yque en virtud del laudo haya si-do adjudicado al otro"

La agresión armada de CostaRica en el Pacífico fue rechaza-da valientemente por Panamácon fuerzas de policía y de volun-tarios, casi sin armas, pues nolas tenía la joven República nipudo conseguirlas de sus pode-rosos aliados . Las fuerzas envia-das a la región de Coto, ocupa-da por los costarricenses, hicie-ron rendir incondicionalmente alprimer destacamento invasor yluego, sucesivamente, después deligeros combates en que huboalgunos muertos y heridos, cap-turamos los panameños tres lan-chas con refuerzos, armas y pro-visiones. La noticia de estosacontecimientos exacerbó alpueblo vecino, el cual resolvióavanzar por el Atlántico y ocu-par, como lo hizo, las poblacio-nes Istmeñas de Guabito y Al-mirante que estaban indefensasy desde donde era fácil amena-zar la ciudad de Bocas del Toro.

En estos momentos, interesadaya en los sucesos la adminis-tración expirante de Wilson,ofreció ésta a las naciones con-tendoras los buenos oficios delos Estados Unidos para que ce-

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saran las hostilidades y se entra-ra en seguida en arreglos, insi-nuando al mismo tiempo queesos arreglos, podrían ser sobrela base del fallo White . Ambasnaciones aceptaron aquellos bue-nos oficios, pero Panamá protes-tó al hacerlo, que ello "no de-bía interpretarse en ningún casocomo un reconocimiento implí-cito del Laudo Múte, que el Po-der Ejecutivo, la Asamblea Le-gislativa y la opinión pública dePanamá, se han negado de con-suno a aceptar desde 1914, anoen que fue proferido" . Poste-riormente, ya retiradas las tro-pas beligerantes por ambas na-ciones, el Secretario de EstadoHughes, de la nueva administra-ción norteamericana, se dirigióal Gobierno de Panamá aconse-jándole, en síntesis, cumplieraen seguida el fallo del Chief Jus-ticie White, fallo que, textual-mente, calificaba de- "definitivoe inequívoco" . Naturalmente elGobierno de mi país no podíaaceptar esa sugestión y la recha-zó con dignidad, y con razonesde peso a las cuales han respon-dido los Estados Unidos con unultimatum que convierte susbuenos oficios en imposiciónque los torna en ejecutores de lasentencia que dictó como parti-cular su Chief Justice.

HACIA UNA SOLUCION. Aunadmitiendo que a Panamá no leasistiera la razón y la justicia eneste enojoso pleito inter-nacional, ¿podría admitirse, sinpeligro, la práctica de que laaceptación de una mediaciónimplique la obligación de acatar

las indicaciones del mediador?

"Los árbitros, ha dicho el señorde Bustamante ya citado, no re-presentan un poder judicial so-berano que esté por encima detodos los individuos, y en estecaso de las naciones, y que ac-túe conforme a una ley supe-rior. El origen de su poder es lavoluntad de las partes, y paraejercitarlo de una manera legíti-ma tiene que encerrarse en loslímites de esa voluntad . Lo con-trario sería anular el arbitraje,como institución internacional,porque se habría convertido enun poder arbitrario, y la arbitra-riedad y el derecho son dos po-los inconciliables " . Indudable-mente el problema debe afectara todas las naciones, especial-mente a nuestras hermanas deHispano-América, por propio in-terés, ya si no fuera por espíritude solidaridad y de justicia . In-vocando aquel interés y este es-píritu, Panamá apela hoy a Chi-le para tratar de solucionar consus buenos oficios el conflictoque contempla y para pedirle laayuda a evitar la humillación aque se la quiere hoy someter,con grave perjuicio para la soli-daridad continental . Un medio,si al ilustrado, sereno y justicie-ro Gobierno de Chile no se leocurre otro, podría sugerirse pa-ra hallar la solución del conflic-to: un nuevo arbitraje para deci-dir sobre la validez del falloWhite . Quizá así sería fácil, aca-so dentro de la misma media-ción norteamericana, ll egar auna fórmula de acuerdo yue de-je a salvo los intereses legítimos

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de las partes a la vez que el ho-nor y la dignidad nacionales.Debemos tener fé en que el es-píritu de verdad y de justicia,así como el deseo de una armo-nía continental bien cimentada,que imperan en los Estados Uni-

dos de Norte América, acabenpor dejar oír la voz de Panamáen estos momentos angustiosospara su dignidad, su patriotismoy sus derechos heridos.

OCTAVIO MENDEZ PEREIRA

Tomado de la Memoria delMinist a+ o de Relaciones

Eateñores de 1922.

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J. Conte Porras

r Compilación de Cédulas Reales, LeyesDisposiciones sobre materia monetaria

y bancaria en Colombia y Panamá,hasta finales del siglo

Los presentes apuntes ofrecenuna guía histórica sobre la evo-lución de las instituciones mone-tarias y del sistema bancario deColombia y Panamá, hasta fina-les del siglo XIX.

La Historia de las institucio-nes monetarias americanas seinicia en el siglo XV al empren-derse la colonización española.

Por considerar extensa la le-gislación sobre el tema, nos he-mos limitado a seleccionar tansólo las disposiciones más im-portantes del régimen colonialsobre acuñación de moneda.

No hemos incluido aquí losdiversos contratos para la acuña-ción de monedas otorgadas porla corona a particulares, porqueellas forman parte de una exten-sa lista que no abundaría en ma-yores elementos de juicio paraenriquecer la información quepresentamos.

Sobre la legislación bancariade la colonia podemos afirmarque muy a pesar de la existenciade algunas instituciones organi-zadas para el financiamiento delas minas de plata, ellas no seextendieron ni al Virreinato delPerú, ni al de la Nueva Granada.

En Colombia la verdadera his-toria de la banca se inicia enuna fecha posterior a la inde-pendencia de Espana.

Durante el siglo XV Españaestableció el peso español comomoneda nacional. Hasta princi-pios del siglo XIX, la monedaacuñada por España constituyóuna unidad de cuenta de valorinternacional, y su circulación seextendió no sólo al continenteamericano, sino aun al LejanoOriente.

El sistema monetario norte-americano instalado en fechaposterior a la fundación delEstado republicano (1792) tuvo

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como inspiración el antiguo sis-tema monetario español.

El sistema monetario españolera de carácter bimetálico, en elcual se utilizaban indistintamen-te el oro y la plata.

La unidad del peso español sedividía en marcos, el cual conta-ba de ocho onzas, éste a su vezse descomponía en veinticuatrodineros, el dinero se dividía engranos, y éstos en cuatro cuar-tos .

La pureza de la plata y deloro se determinaba por dineros.

Hasta principios del sigloXIX, el régimen monetario espa-ñol se componía de las siguien-tes unidades:

Onza, doblón: cuyo valor apro-ximado en dólares equival-dría a unos $ 26 .67.

Escudo: cuyo valor aproximadoen dólares equivaldría aunos 3.33.

Real de Plata : cuyo valor apro-ximado en dólares equival-dría a unos $ 0 .13 (1).

Hasta mediados del siglo XIXla moneda española continuócirculando en Colombia con ple-na libertad, hasta que el Presi-dente de Colombia, Tomás Ci-priano de Mosquera decidió re-acuñarla para revertirla en lamoneda nacional, y sin embar-go, sus instituciones monetariascontinuaron prolongando suexistencia por muchos anos des-pués.

LEGISLACION DE INDIAS

1519 A 14 de septiembre de1519, el emperador DonCarlos, rey de España or-dena que el oro de rescatede los indios, sea labradoen piezas, se quilate, sefunde y se marque.

1528 El emperador D. Carlos a5 de junio de 1528. Queel fundidor, marcador yoficiales no tengan cargode la escobilla y si algúnoro o plata se derramare,que lo recojan sus dueños.

1535 El emperador D . Carlosen Madrid, a 11 de mayode 1535, ordena que enMéjico, en Santa Fe y enLa Villa de Potosí, hayaCasas de Moneda.

1535 El Emperador D. Carlos yla reina gobernadora enMadrid, a 11 de mayo de1535, ordena que se labreen moneda de plata, y node oro o vellón, a menosque sea ordenado por elrey.

1535 El emperador D. Carlos yla reina gobernadora, a 6de abril de 1535, ordenaque las audiencias y justi-cias ordinarias conozcande la falsedad de las mo-nedas.

1535 Que el emperador D . Car-los a 7 de abril de 1535D. Felipe II, a ordenanzaNo . 8 de 1575 ordena:Que los virreyes y Presi-dentes del Nuevo Reinonombren jueces de resi-dencia para las monedas.

(1)

Angel Quintero Ramos. Historia Monetaria y Bancaria Argentina (1500-1949)Cemla, 1970 México, pág . 23

24

1544 El emperador D . Carlos a10 de mayo de 1544 or-dena que la moneda deplata sea del mismo valor,peso y cuño que la de es-tos reinos de Castilla.

1550 El emperador D. Carlos a16 de abril de 1550, D.Felipe II a ordenanzas de1563, ordena : Que losoficiales de las Casas de laMoneda no contraten pla-ta y que de forma han dehacerse los remaches delas monedas .

1551 El emperador D. Carlos a8 de agosto de 1551, D.Felipe II a 8 de junio de1578, ordena que se ensa-ye y funde el oro y laplata, corriendo por su va-lor y ley.

1565 D. Felipe II a 1 de abrilde 1565, D . Felipe III a 1de abril de 1620, Don Fe-lipe

IV a 1

de julio de1646, ordena que las ca-sas de moneda no labrenmoneda

de

plata sin lamarca del quinto.

1567 El rey D. Felipe II en Ma-drid a 15 de febrero de1567,

D.

Felipe

III

enVentosilla a 26 de octu-bre de 1613, y en Madrida 20 de enero de 1615, ya 1 de abril de 1620, or-dena que en cada marcode plata se cobre un realde señoreaje.

1578 El rey D. Felipe II, orde-na que se instale una Casade Moneda en Tierra Fir-me (2). Esta Casa de Mo-neda inició operaciones en

el 1580 bajo la direcciónde D. Manuel de Hurracá.

1678 El Emperador D. CarlosIII a 31 de diciembre de1678, ordena, que loscompradores de plata seobliguen a reducir a mone-da, las barras de oro y deplata que recibiesen den-tro de cuatro meses, conlas calidades de esta ley.

1736 D. Felipe V ordena lacreación de una nueva Ca-sa de la Moneda en SantaFe del Reyno de la NuevaGranada.

1804 Por real Cédula del 26 dediciembre de 1804, Elrey, D. Carlos IV ordenala circulación de ValesReales, para la cancela-ción de obligaciones mer-cantiles.

LEGISLACION COLOMBIANAY DEL ESTADO SOBERANO

DE PANAMA

1821 El Congreso de Cúcuta,en Villa Rosario establecela unificación monetariacolombiana adoptando co-mo unidad básica el pesode plata (ocho reales) conun peso bruto de 27 gra-mos.

1821 La Constitución promul-gada el 30 de agosto de1821, en su artículo 55autoriza la creación de unBanco Nacional.

1834 La ley 1 de 1834, facultaa las cámaras provincialespara la creación de losbancos de provincia.

(2) CASTILLERO ERNESTO HISTORIA DE PANAMA, optima edición . Panamá,1962, Impresora Panamá S . A., pág . 48

25

1838 La ley 18 de 1838 dispo- con

el ciudadano norte-ne la emisión de los pri- americano

Lovias

D.meros billetes de la Teso- Towsley,

para

establecerrería Nacional del Estado . un banco de emisión, des-

1846 La ley de 2 de junio de cuento y

depósito,

y el

1846 organiza y reglamen- cual

denominará Bancota la emisión y acuñación

nNacional de la Nueva Gra-nada .

Esta

instituciónde moneda colombiana, se contará con un capital decrea el

granadino ' o mo- diez millones de pesos.neda de diez reales, conun peso bruto de 25 gra- 1856 La ley de 12 de octubremos a la ley de 0 .900 de de 1856, del Estado Fede-fino . ral de Panamá, autoriza al

1847 La

ley

27,

de abril de Poder Ejecutivo para esta-1847

establece diferentes blecer o contratar el esta-características individuales blecimiento de un bancopara las diferentes mone- público.das colombianas . 1857 El Poder Legislativo seña-

1847 La ley de junio de 1847, la que el nombre de laautoriza la reacuñación de unidad monetaria del paísla

moneda

española

en se donominará peso . Estacirculación para convertir- misma ley dispone la acu-la en moneda nacional . ñación de varias monedas

1848 La ley 20 de marzo de de oro: El cóndor equiva-1848, autoriza la reacuña- lente a diez pesos, el do-ción de todas las monedas blón o medio cóndor deextranjeras en circulación, cinco pesos, el escudo depara convertirlas en mone- dos pesos y la onza deda nacional . veinte pesos. (4)

1849 La ley 30 de marzo de 1857 El Estado Federal de Pa-1849, establece disposicio- namá autoriza la emisiónnes

adicionales

sobre

la de

los

primeros

billetesmoneda en circulación . del Estado, José Marceli-

1853 La Wells Fargo Bank ase- no Hurtado recibe la con-gura haber establecido en cesión para la impresióneste año en la ciudad de de dichos billetes, por me-Panamá, una agencia ban- dio de un contratocaria que encomendó al

ato el día 5 de Febrero

l

Febrerode

Sr. Stanley McFidden. (3) 1857 con el Poder

u-sido

tivo. La emisión ha sido1855 El Poder Ejecutivo Nacio- autorizada por la suma de

nal

celebra

un

contrato $ 60.000.00 pero se colo-

(3) Susto, Juan Antonio y Come Porras, Jorge; EVOLUCION HISTORICA DELBANCO NACIONAL DE PANAMA . LITHO GARSO SA PANAMA ABRIL DE1973, pág.

(4) Franco, Holguin Jorge ; Evolución de las instituciones financieras en Colombia,Cemla, 1970

26

cará en diferentes emisio-nes.

1860 El Presidente Tomás Ci-priano de Mosquera dictamedidas sobre el papelmoneda colombiano.Autoriza la emisión dequinientos mil pesos enbilletes de tesorería, pos-teriormente eleva la auto-rización a la suma de unmillón de pesos.En igual forma ordena elpago a la par de la mone-da metálica en circula-ción.

1860 La ley 16 de Noviembrede 1860 del Estado Fede-ral de Panamá establecerequisitos para el estable-cimiento de bancos de de-pósito en la ciudad dePanamá.

1861 Santiago de la Guardiaaprueba la ley de 28 deOctubre de 1861 queautoriza poner en circula-cion los billetes del Esta-do Federal, estos billetesconstan de denominacio-nes de $ 5 .00, $ 10. y de$ 20.00.

1863 La Convención de RíoNegro deroga las disposi-ciones de Tomás Ciprianode Mosquera del año de1860 sobre emisión y cir-culación de papel monedaen el país.

1864 La ley 27 de 1864 autori-za al Poder Ejecutivo paraconceder un privilegio por

veinticinco años para esta-blecer un Banco de Ddpó-sito y de emisión en Co-lombia.

1865 La ley 35 de 1865 derogala disposición anterior.

1865 Ley del Estado Federal dePanamá, de este ano (17de 1865) autoriza colocaren circulación parte de laemisión

autorizada en elano de 1857.

1865 Pedro de Obarrio, RicardoPlanas y

Rodolfo

Pérezfundan un banco de ca-rácter particular conocidocomo el Banco de Planasy el cual inicia operacio-nes en este mismo año enla ciudad de Panamá. (*)

1866 En agosto de 1966 se po-ne en circulación una nue-va emisión de billetes delEstado Soberano de Pana-má.

1867 N . Brandon & Cía., fun-dan el

20

de junio de1867

la

primera oficinabancaria de la ciudad deColón.

1869 La ley 19 del mes de ene-ro de 1869 del Estado So-berano de Panamá, autori-za al Poder Ejecutivo paracontratar

o

fundar

unbanco en la ciudad de Pa-namá.

1869 Buenaventura

Correoso,Presidente del Estado So-berano de Panamá, inau-gura el día 23 de agosto

(~) La existencia de esta entidad se remonta a la Casa de Cambio establecida porDonAntonio Planas, prócer del movimiento independentista, padre de Ricardo AntonioPlanas, cuya fundación aunque anterior a 1855 no se ha podido precisar por undocumento .

27

de 1869 el BANCO DEPANAMA (Sucesor delBanco de Planas) y al cualse asocian Ricardo Planas,Pedro Obarrio, José Agus-tín Arango.

1871 El día 2 de enero de1871 inicia operacionesen la ciudad de Bogotá, elBanco de Bogotá, el cuales una institución de capi-tal mixto de la Nación yaccionistas privados.

1871 La ley 6 de 31 de Enerode 1871 establece que losbancos están obligados apagar la contribución co-mercial.

1875 Ley 26 de 30 de Diciem-bre de 1875 del EstadoSoberano de Panamá,autoriza al Poder Ejecuti-vo para la celebración deun contrato para el esta-blecimiento de un bancoen la ciudad de Panamá.

1879 Ley 127 de 1879 funda elBanco de Crédito Territo-rial Hipotecario, que expi-de cedulas hipotecariascon responsabilidad en lasfincas que reciba en hipo-tecas por préstamos.

1879 Armando Reclus, señala laprimera referencia queexiste sobre las operacio-nes del Banco de Ehrmanen la ciudad de Panamá.Este banco prolonga suexistencia hasta despuésdel 1903.

28

1879 El Poder Ejecutivo delEstado Soberano de Pana-má, ordena retirar todo elpapel moneda circulanteen el Istmo.

1880 La ley 39 de 1880 crea elBanco Nacional de Co-lombia, como agente na-cional de las operacionesdel Estado, facultado paraemitir los billetes de laTesorería Nacional del Es-tado.La ley 1 de 3 de enero de1881 del Estado Soberanode Panamá, autoriza laamortización de billetesde Tesorería en circula-ción.La ley 41 de 31 de enerode 1881, autoriza al Po-der Ejecutivo del EstadoSoberano de Panamá, paracelebrar unos contratos,otorgando al Señor MiguelS, Labarriere la facultadde fundar el Banco delEstado de Panamá, insti-tución mixta, con aportedel Tesoro del Estado.

1881 La ley 44 de 14 de juniode 1881, del Estado Sobe-rano de Panamá, estable-ce requisitos para la amor-tizacton de los billetes detesorería en circulación.

1882 La ley 23 del 23 de no-viembre de 1882, del Es-tado Soberano de Pana-má, modifica y amplía elcontrato otorgado el 25de Enero de 1882 al Sr.Miguel S. Labarriere.

1885 El Gobierno Nacionalclausura el Banco de Cré-dito Territorial, porque seniega a concederle un

1881

1873 La ley 24 de 1873 del Es-tado Soberano de Panamá 188pone fuera de circulaciónparte de la emisión autori-zada el 28 de Octubre de1861 .

préstamo al poder ejecuti-vo.

1887 La ley 27 de 1887 prohi-be la acuñación o emisiónde moneda que no pongaen circulacion el BancoNacional de Colombia.

1887 La ley 124 de 1887 facul-ta al poder ejecutivo paraemitir hasta $12,000,000 .--colombianos.

1893 Circula a través de laprensa colombiana, unfuerte rumor de que elgobierno nacional mantie-ne en circulación la sumade $ 26 .000.000, de pesoscolombianos, siendo ellocausa de una crecienteconcusión contra el go-bierno nacional.

1894 La ley 70 de 1894 ordenala liquidación del BancoNacional de Colombia.

1896 Se lleva a cabo la formalliquidación del Banco Na-cional de Colombia. Seasegura que al momentode su cierre, el gobiernonacional había abusado delas emisiones de papelmoneda, la cual sobrepa-saba de 746 .000.000.00de pesos colombianos.

BILLETES PANAMEÑOSDURANTE EL SIGLO XIX

Durante la segunda mitaddel siglo XIX circuló en el Ist-mo de Panamá el papel monedaque exhibimos.

EL BILLETE DE PLANAS1. El Billete de Planas puesto

en circulación por el Banco

de Panamá, exhibía en suanverso la figura de Don An-tonio Planas, fue efímera suexistencia y su tránsito se li-mitó a la ciudad de Panamá.No era papel moneda; eraun billete de banco, siendouna emisión privada de estaInstitución.Los billetes debían ser endo-sados por el tenedor en elmomento de ser cambiados.El Museo Nacional conservaun ejemplar que exhibe lafecha la fecha 25 de octubrede 1867 ; otro ejemplar seconserva en una colecciónprivada de Don Enrique Le-fevre el cual no está endosa-do.

EL BILLETE DEL ESTADOSOBERANO2. Constituye oficialmente el

primer papel moneda pana-meño, puesto en circulaciónpor el Estado Soberano dePanamá; este billete presen-taba en su anverso la figurade Don Tomás Herrera.

3. A pesar de su condición depapel moneda oficial, comoel billete de banco, era en-dosado por su tenedor.Las muestras que conocemosque forman parte de una co-lección del Banco Nacionalde Panamá tiene varios en-dosos.

BILLETES DEL PAPEL MONE-DA PANAMEÑO EN ELPERIODO CORRESPONDIENTEA LA REPUBLICA DE PANAMA

4. El primer proyecto de lacreación de un papel mone-

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da panameño fue sugeridopor Don Rodolfo Chiari ensu calidad de Gerente delBanco Nacional de Panamá,en el ano de 1910.En el ano de 1913, el Dr.Belisario Porras, presidentede la República, promulgó laley que estableció en Pana-má un banco emisor, peroninguno de los dos proyec-tos llegó a plasmarse en larealidad.En el año de 1918, por ini-ciativa de Don GuillermoAndreve, el Presidente Ra-món M. Valdés realizó losestudios para acuñar el pri-mer balboa de plata, pero lamoneda no llegó a imprimir-se.En el ano de 1931, bajo laadministración presidencialde Don Ricardo J . Alfaro se

acuñó la primera moneda deplata de un BALBOA.

S. En el año de 1932, bajo laadministración presidencialdel Dr. Harmodio Arias seconvirtió en un tema deconstante preocupación laemisión de papel monedapanameño.Fue Don Martín Sosa, Con-tralor General de la Repú-blica quien ideó la confec-ción del primer billete debalboa, el cual exhibía en suanverso el escudo nacional yla figura del adelantado delMar del Sur ..

6. El primer papel monedapanameño de circulación na-cional, fue el emitido en elaño de 1941 por el Bancode Emisión creado bajo laadministración presidencialdel Dr. Arnulfo Arias.

so

Osman Leonel Ferguson

Aprovecharemos este espacio radial para hacer un viaje explo-ratorio a través de los trabajos escritos que, en el campo de laFilosofía, han realizado algunos pensadores nacionales. Se entiendeque, por la brevedad del tiempo, las informaciones ofrecidas sobreellos serán breves y someras . La lista de panameños preocupadospor los problemas filosóficos es bastante extensa y sus trabajos sehallan en publicaciones varias, algunas de difícil acceso, razón porla cual nos limitaremos al ligero examen de aquellos trabajos publi-cados en formas de libros, folletos o separatas.

Iniciamos nuestras apreciaciones con uno de los escritos filosó-ficos del Dr. José Dolores Moscote, prestante figura de la educa-ción y del foro nacional, con el ensayo titulado "Los Sofistas". Conél contribuye el Dr. Moscote a rehabilitar el valor que para laCivilización Occidental significa la obra de los sofistas Pródigos yProtágoras, obra distorsionada por la apasionada interpretación quenos ha legado Platón de Atenas, pues los sofistas fueron para sutiempo lo que para la Modernidad significan los filósofos de laIlustración: órganos positivos en la lucha por eliminar la sujecióndel individuo al Estado . Además, fueron estos maestros errantes,hombres preocupados por el estudio de la oratoria, retórica, gramá-tica, pedagogía y las técnicas de los oficios.

También encontramos entre los escritos del Dr . Moscote suhomenaje a "Ralph Waldo Emerson " y el discurso leído en el Aula

(*) Charla radial presentada con motivo de la SEMANA DEL LIBRO, el día 28 deseptiembre de 1973, por los canales de Radio Libertad.

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Máxima del Instituto Nacional "Con Motivo del XV Centenario deSan Agustín".

En 1937 fue premiado en Panamá, en concurso abiero por elComité France-Amerique, el ensayo titulado "A Tres Siglos delDiscurso ". Su autor, Diógenes De la Rosa, es ampliamente conoci-do por su vasta producción sobre temas literarios, políticos, econó-micos e históricos, dispersos hoy en las páginas de periódicos yrevistas . Hablar de De la Rosa es aceptar, con el Dr. Isaías García,que "pertenece (él) a esa generación que por allá por los primerosaños de la década del 30 comenzaba a dar visibles muestras deinsatisfacción frente al pasado y desazón frente al futuro . . . Nosería exagerado decir que es él, el primero y quizás el único queintenta, a base de las doctrinas filósofico políticas del marxismo,damos una interpretación de la realidad panameña . Así, su pensa-miento va a estar impregnado de un carácter eminentemente socio-lógico . La infraestructura económica y el hombre como "ser so-cial" van a ser los ingredientes determinativos del sentido de lopanameño".

"A Tres Siglos del Discurso" nos ofrece una amplia y profun-da reseña de la filosofía cartesiana, desde un punto de vista expues-to en relación con el momento histórico en el cual vivió RenéDescartes, quien contribuyó a emancipar a los hombres de la tutelade una autoridad que había dejado de serlo, porque tenía origen yfundamento en una etapa superada del proceso de la humanidad.

Además, Diógenes De la Rosa es uno de los pensadores istme-ños que se han enfrentado al problema de la esencia de lo paname-ño, de lo cual dan fe sus ensayos en torno a Eusebio A . Morales,justo Arosemena, Guillermo Andreve, Victoriano Lorenzo, Belisa-rio Porras y el 3 de Noviembre de 1903, entre otros.

Al iniciarse la década de los pasados anos 60, publicó el Dr.Diego Domínguez Caballero un valioso informe titulado LOS ES-TUDIOS FILOSÓFICOS EN LA UNIVERSIDAD DE PANAMA, enel cual muestra el desenvolvimiento de los estudios filosóficos ennuestra máxima casa de estudios . Allí encontramos un recuentohistórico de la obra realizada por el Departamento de Filosofía dela Facultad de Humanidades, las luchas sostenidas y logros positi-vos obtenidos, los nombres de las figuras que han ocupado lasdiferentes cátedras de Filosofía, los grupos estudiantiles que coad-yuvaron en el devenir de la Escuela, las sociedades establecidas, laspublicaciones hechas etc. Los anexos de la obra amplían el conoci-miento del horizonte filosófico de Panamá.

Diego Domínguez Caballero es autor también del libroFILOSOFÍA Y PEDAGOGÍA (Problemas de la Escuela Panameña).

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Los escritos que encontramos en este volumen fueron publica-dos en sucesivas ediciones del diario El Panamá América . Se tratade la preocupación de este profesor panameño por lo relacionado aun problema de nuestra Universidad : la Filosofía y la Pedagogía eníntima relación . En pocas palabras, se refiere a la problemáticasobre una filosofía de la educación : las bases o el motivo de ser dela educación . ¿Cuál debe ser la preparación básica de un educa-dor? ¿Se puede efectuar esa peregrina división de técnica y teoríaque pretenden algunos educadores `prácticos'? ¿Cuál debe ser lamisión del educador? ¿Qué problemas es urgente considerar enuna filosofía de la educación para la escuela panameña? Consideraque la mejor forma de ver la conveniencia e inconveniencia de unamedida pedagógica es su discusión racional, lógica y ordenada.

Mencionaremos, además, su EXAMEN CRITICO DE LA EN-SEÑANZA SUPERIOR DE LA FILOSOFÍA EN AMERICA, AL-BERT SCHWEITZER Y LA CRISIS MORAL DE NUESTRACIVILIZACIÓN y su libro metodológico INTRODUCCIÓN A LAFILOSOFÍA, donde el autor recoge sus experiencias didácticas a través desu ya larga carrera universitaria. Se ha dedicado el profesor Domín-guez también al estudio del problema de la esencia de lo panameñoy a otros temas filosóficos.

El Dr. Julio Pinilla Chiari acaba de publicar una obra tituladaCUESTIONES DE FILOSOFÍA Y EDUCACIÓN, a la cual nos he-mos referido en la edición correspondiente al pasado mes de sep-tiembre de la Revista Lotería . El libro recoge numerosas interven-ciones que tienen como esencia común, el intento de adoptar algode meditación reflexiva sobre problemas de Filosofía y de Educa-ción.

El Dr. Ricaurte Soler es ampliamente conocido en Panamá yel exterior por sus trabajos de carácter filosófico e histórico . En suobra titulada EL POSITIVISMO ARGENTINO, que posee una bi-bliografía abundante, el autor consulta a eminentes profesores de laUniversidad de París y de la Sorbona.

En su Introducción nos dice que "Poner de relieve la particu-lar orientación teórica del positivismo argentino constituye, precisa-mente, uno de los fines de este trabajo . . . El positivismo constituyóen Argentina una etapa cultural cuyas proyecciones se hicieronsentir en todo los dominios del espíritu" . Explica la influencia delpositivismo y del cientificismo sobre las ciencias naturales, las cul-turales, y la misma actividad artística, así como sobre la Pedagogía,la Ética, la Historiografía y el Positivismo Filosófico, particular-mente en su orientación cientificista.

Se trata, pues, del estudio de "un pensamiento determinado,esto es, el contenido, las categorías, las conclusiones filosóficas y

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sociológicas del positivismo argentino, teniendo especial cuidado deno perder de vista que este positivismo deriva de un "pensamiento "en vías de transformarse en ciencia o filosofía, según el caso . Setrata de un "pensamiento positivista " .

En "PANAMA, PAGINAS Y TAREAS" Soler recoger diversostrabajos suyos . Así, al referirse a la Revista Tareas en Editordial delnúmero 1, dice ; "La aparición de la presente Revista expresa unarealidad y una aspiración : la realidad de un grupo de intelectuales . ..que interpreta los problemas nacionales a través de coincidentessupuestos y categorías y la aspiración a cancelar esos mismos pro-blemas a través de un pensamiento que a la vez derive e incidasobre lo correcto".

Conocedor de la mentalidad europea, afirma, en otra parte delmencionado libro, que la realidad histórica hispanoamericana y lapanameña, en particular, ha diferenciado, en efecto, entre sus inte-lectuales, características nada comparables con las del europeo.

Otros títulos de libros escritos por Ricaurte Soler son : MATE-RIALISMO E IDEALISMO : Una Alternativa, ESTUDIOS FILOSO-FICOS SOBRE LA DIALECTICA, ESTUDIOS SOBRE HISTORIADE LAS IDEAS EN AMERICA, PENSAMIENTO PANAMEÑO YCONCEPCION DE LA NACIONALIDAD DURANTE EL SIGLOXIX y FORMAS IDEOLOGICAS DE LA NACION PANAMEÑA.

Hablemos ahora de la obra del Dr. Tobías Díaz Blaitry quelleva por título LA IDEA DE DIOS EN CHARLESHARTSHORNE.

Nos dice Díaz Blaitry al principio de su libro : "Esta tésistiene por objeto presentar, de la manera más objetiva posible, laidea de Dios en Charles Hartshorne, uno de los filósofos norte-americanos vivos más destacados . Nos encontramos, en su caso, conuna idea de Dios construida mediante la sola aplicación de la razóndesvinculada, hasta donde yo puedo verlo, de la idea religiosa de ladivinidad". Hace T. D . B., una invitación al expresar que : "a facili-tar un enjuiciamiento objetivo y sereno sobre la idea de Dios deCharles Hartshorne tiende la exposición que presento en este estu-dio" .

Aspectos esenciales de su pensamiento son : Su doctrina sobrelas aserciones relativas a la divinidad, su vigorosa y aguda defensade la metafísica, sus tesis panteistas, pansiquistas y organicistas,además de su original intento de renovar la prueba anselmiana de laexistencia de Dios a través de un nuevo concepto que denomina"neoclásico" de la perfección divina.

Charles Hartshorne insistía en la defensa de la especulación, elviejo método del racionalismo clásico en las posibilidades teóricas o

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prácticas del teísmo y eh una sorprendente —en nuestra época y enlos Estados Unidos de América— defensa de la Metafísica . Unaacentuación de la idea metafísica de la divinidad.

Es un estudio sesudo, realizado en un plano elevado, que hamerecido la calificación, por parte de los entendidos de sobresalien-te, este trabajo de T. D . B.

Además, T . D. B., es autor del libro INTRODUCCION A LALOGICA SIMBOLICA. Sostiene nuestro autor que el curso de In-troducción a la Lógica de la Universidad de Panamá debe iniciarsecon el estudio de la técnica de la manipulación simbólica . Que él seha preocupado por hacer especial énfasis en el uso de esta técnicapara evaluar los argumentos . En otras palabras, no se ha concretadoa exponer la teoría lógica sino que, además ha incluido numerososejemplos, ejercicios y problemas, haciendo énfasis en la utilidadpráctica de la Lógica, algo que frecuentemente se olvida.

El estudio de la Lógica y en especial la Lógica Simbólica,tiende a aumentar la habilidad de razonar válidamente . La Lógicaes la ciencia del peso de la evidencia en todos los campos . Lamateria cubierta por este volumen abarca lo que generalmente seconoce con el nombre de Lógica de Proposiciones . Ha incluido elautor como anexos, varios capítulos sobre la materia del silogismo.

El Dr. Isaías García Aponte, nos dejó el libro NATURALEZAY FORMA DE LO PANAMEÑO . En el prólogo nos dice DiógenesDe La Rosa "que poco hemos ejecutado los panameños la reflexiónsobre nosotros mismos, sumergirnos lúcidamente en nuestra intimi-dad. No han faltado intentos de descifrar el sentido del derroterocolectivo, revelar la estructura del carácter social o interpretar susmanifestaciones tenidas como significativas . Justo Arosemena, Euse-bio A. Morales, Guillermo Andreve, José Dolores Moscote, OctavioMéndez Pereira, se han ocupado de analizar el acontecer republica-no para desentrañar las incógnitas de nuestro futuro".

Continúa su explicación De la Rosa: "Como El Dr. Garcíaopina que en el plano del pensamiento esta faena debe comenzarpor buscar la raíz de la existencia colectiva, por alumbrar los jugosprimordiales que nutren en su génesis a la nacionalidad, por revelarla íntima contextura desde donde se proyectan los modos de laactividad colectiva. Y no podrá considerarse concluida, sino con elseñalamiento de los medios aptos para rescatar la nación de suextravío y situarla en condiciones de superarse a sí misma " .

La nota introductoria le sirve a De la Rosa para indicar quepara Isaías García, la "vida civil " muestra una "alarmante irresponsa-bilidad" que denuncia a los panameños la "falta de conciencia"del contenido y sentido de su existencia . El carácter social

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Panameño, el ser panameño, lo denomina García, un proble-ma ontológico . Desoladora visión podría indicar la inexistencia deese "sí mismo", de esa "mismidad" que habría de emprenderse poracto de conciencia. ¿Existe una realidad panameña? Si existe, ¿cuáles su esencia? No basta conocer aislada, simultánea o sucesivamen-te las formas en que hay que penetrar directamente en , totali-dad. La auténtica comprensión implica pentración en el sentido dela cosa, sentido que se da en la medida en que la cosa esté ínsitaen una totalidad . En nuestro caso un hecho histórico es penetraren la totalidad de la cual el hecho histórico es aparte . De allí quela comprensión de la parte sólo sea mediante la comprensión deltodo y no la del todo por la parte" .

Define Isaías Gacía Aponte a la panameñidad como una es-tructura independiente y ajena al ambiente, al cual se enfrenta paraengendrar los distintos modos existenciales del carácter histórico.Estructura supra-individual, en una realidad social históricamenteformada, de la cual podremos conocer algo, de la esencia eternaque perseguimos.

Resume, así mismo, los esfuerzos de algunos de los que leprecedieron en la indagación . Fija los rasgos comunes que confieren"unidad originaria a lo panameño por debajo de la aparente multi-ciplidad de sus manifestaciones". "La soledad que García nota enel vivir panameño constituye, según sostienen numerosos pensado-res, una de las características de la existencia en el mundo occiden-tal sujeta a las particularidades del régimen social imperante . Lasolitariedad que García califica como rasgo definitivo del paname-ño, no subsistiría si el agro sintiera la acción de una política econó-mica y democrática que cimentara sobre bases distintas el trabajosobre áreas rústicas . Este complejo de soledad no influye en elsentimiento de solidaridad que demuestra en ciertos actos de lavida social . La obra de Isaías García corresponde a un esfuerzometódico, con orientación firme, consecuentemente seguida, pordesentrañar la intimidad del carácter social panameño", terminaexplicando De La Rosa.

Otra obra de carácter filosófico, que nos dejó el desaparecidoDr. García, es la que se refiere al estudio de ANDRES BELLO,libro que consideró su autor como una contribución al estudio delas ideas en América.

ALEPH CERO es obra del Dr. José de jesús Martínez, quiennos introduce con una facilidad de palabra, con una agilidad men-tal asombrosa, en un tema de la categoría de "Introducción a laFilosofía Matemática del Infinito".

El distinguido intelectual José de jesús Martínez es profesorde Filosofía y Director del Departamento de Algebra de la Escuela

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de Matemática, escritor y poeta. Expresa: "La teoría del infinito estriplemente bella; por lo que dice, por la forma en que lo dice, ypor lo que da de decir". Advierte que todo esfuerzo que se realiceal leer la obra " es recompensado con una ampliación realmenteinfinita de nuestro horizonte conceptual y vivencial " .

Nos habla J . de J . M., del gran siglo XIX, el siglo de Marx, deCantor, época que se desentiende de los tabúes que manteníancerrado el reino de lo infinito; "Ya sin oposición teológica, Cantorinvade y se toma el cielo". Y el camino a él que nos dejó trazadoen sus papeles y teoremas, no es el humillante y aun imposiblepuesto que sólo los muertos pueden recorrer lo que la religiónpredica, sino la vía hermosa y clara de la inteligencia . "Nuestroreino es de este mundo, pero también del otro".

También José de jesús Martínez es autor de una INTRODUC-CION A LA LOGICA MODERNA . Expresa en el prefacio que sonobjetivos curiosos los que el estudio de la Lógica puede ofrecer:claridad, rigor y una técnica potente y asombrosa para analizar ymanejar los razonamientos . En todos los capítulos del libro abun-dan los ejemplos y, al final de algunos de ellos, en lo que tal cosaconviene, se han puesto bastantes ejercicios cuyas respuestas apare-cen al final.

La índole del libro ha hecho recomendable detenerse en losdetalles básicos de la Lógica, al igual que en aquellos aspectossuyos en donde desemboca en la práctica . Procuró igualmente,complementar esta abertura a la práctica mediante esa fundamenta-ción realista de la Lógica que siempre exige el que estima, piensa ysufre la realidad.

Es autor, además, el Dr. Martínez de unas LECCIONES DEHISTORIA DE LA FILOSOFIA MODERNA.

El Dr. Julio César Moreno Davis ha escrito diversos ensayos.Dice en la introducción del titulado LA PRESENCIA DE LOSVALORES EN LA FILOSOFIA ACTUAL : "Nietzsche reclamaba lanecesidad de imprimir un nuevo sentido a la vida del hombre,basándose en un nuevo tipo de valores : los valores vitales. Lo queayer sólo fuera una lejana inspiración, un objetivo difuso, sóloquerido y presentido, se ha convertido en nuestro tiempo en untrabajo a realizar, primordialmente para la Filosofía Contemporá-nea. A los pensadores actuales les preocupa, profundamente, laexistencia humana y los valores que la sustentan . Tratan de impri-mirle un nuevo sentido a la vida, para lo cual es necesario dilucidarlos valores que le sirven de fundamento . Así el problema del valorreviste hoy, mas que en ningún otro período de la historia, unaimportancia inmensa. Por eso, caracterizarlos, es el objetivo delpresente estudio" .

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Es en verdad valiosa la obra titulada EXPOSICION METODO-LOGICA DE LA TEORIA DEL CONOCIMIENTO, en la cualMoreno Davis nos explica que este trabajo enfoca el problema queapasiona a Johannes Hessen, Ernst Cassirer, Nicolai Hartmann, Ro-sental : la finalidad inmediata de brindar a los estudiantes del cursode Introducción a la Filosofía, uno de los aspectos mas sobresalien-tes de la Filosofía : la teoría del conocimiento o Gnoseología."Pero en una forma metódica y menos abstracta, de modo que lessea más fácilmente digerible a aquellos que por primera vez seaventuran por los difíciles y sacrosantos campos de la ciencia . Con-templa aclaraciones conceptuales, ampliaciones, críticas y esquemasexplicativos que facilitan la comprensión de los estudiantes, por loque está igualmente dirigido a los colegas que realizan la laborcotidiana de exponer la filosofía.

ESTEBAN ECHEVERRIA: SU VIDA Y PENSAMIENTO esobra de julio César Moreno Davis. En el prólogo, que firma eldistinguido intelectual panameño, Moises Chong Marín, advertimoselogiosos conceptos que brotan de los merecimientos del autor yde la obra en sí . Es un acierto y una prolija y minuciosa labor decrítica especializada la que expone el profesor Chong al referirse yaal autor, ya a su trabajo, ya a los métodos que emplea en larealización de la obra : "Como resultado lógico de su tenacidad deahondar con acierto en las cuestiones mas próximas al devenir his-tórico hispanoamericano y como corolario de una labor titánica,digna de los mayores elogios, nuestro amigo y colega Dr . JulioCésar Moreno Davis, hace la singular revelación de su tesis de Li-cenciatura en Filosofía y Letras bajo el título ECHEVERRIA, VI-DA Y PENSAMIENTO.

Dice MChM, ser de primordial interés el contexto doctrinariode don Esteban Echeverría, considerado como precursor del roman-ticismo social argentino, de grandes proyecciones en la evolucióndel pensamiento de su patria . Le merece "una consideración espe-cial el método utilizado por el autor para establecer premisas, desa-rrollar las ideas, establecer conclusiones ". Y afirma que "aquí con-sagra el Dr. Moreno Davis su talento como ensayista serio ysistemático, vigoroso y crítico y sobre todo, premunido de unagran seriedad ". Se refiere además, a los recursos utilizados "quesólo se advierten en ensayos de gran aliento : el autor consciente dela importancia y de los alcances del tema, hace una prolija labor deanálisis creador, de crítica coherente, significativa, articulada. Haceresaltar el autor los sucesos mas sobresalientes, los cuales irán aculminar en el afianzamiento de la nacionalidad argentina" .

Se revela Moreno Davis, opinamos con el profesor Chong, co-mo una mentalidad abierta, clara, amplia, un investigador sostenidoque ha sido merecedor de elogiosos y unánimes conceptos.

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Otro interesante trabajo de Moreno Davis se refiere a la CO-MUNICACION EXISTENCIAL EN LA FILOSOFIA DE KARLJASPERS.

Publicados en variados periódicos se hallan los ensayos delLcdo., Juan Materno Vásquez, actual Ministro de Gobierno y justi-cia . Independientemente de sus labores como jurista, el Lcdo .,Vásquez ha hecho incursiones en el campo filosófico al tratar deltema sobre la panameñidad. Ha publicado tres libros : TEORIAPARTICULAR DEL ESTADO PANAMEÑO, que posee un prólogode Diógenes de la Rosa, MEDITACIONES EN TORNO A LO PA-NAMENO y SOBRE EL HOMBRE CULTURAL PANAMEÑO . So-bre este libro nosotros hemos recomendado, a los estudiantes de laEscuela de Economía que asisten a nuestras clases de Introduccióna la Filosofía, la lectura de los capítulos que señalan "Los IdealesNacionales en lo Panameño", "Sentido de las Luchas Sociales yPolíticas en la Historia Panameña " y "Método Histórico-Lógicopara el Enfoque de la Historia de la Nación Panameña" .

Como su nombre lo señala, MEDITACIONES EN TORNO ALO PANAMEÑO es una obra fundamental . Afirma el autor "Laposición inmanentista del hombre pensante por entenderse en susmás íntimas esencias, en su mismidad, es la constante en todos lossistemas filosóficos . Existe la preocupación en la sociedad paname-ña por lo que la Escuela de Diego Domínguez Caballero ha defini-do y acreditado en la temática filosófica latinoamericana como "lopanameño, que es tanto como decir lo nuestro ".

Los diferentes estadios culturales, manifiesta el Lcdo ., Vás-quez, tienen su explicación en las calidades intelectuales de loshombres integrantes de esas grandes sociedades denominadas pue-blos. Y no es aventurado decir que la capacidad creativa de losmismos está en razón directa de la preocupación por resolver lapregunta fundamental : ¿qué somos y por qué somos? Y es que esoque se llama idiosincracia, como cualidad individual, es trascendenteal grupo social como condicionante para la definición caracterioló-gica de las naciones" .

Expresa nuestro autor que "las manifestaciones del arte, lastragedias, las estatuas, los templos y la poética griegas son los es-fuerzos más formidables de la mente humana para explicarse surazón de ser . Añade que desde las etapas míticas, legendarias yfetichistas hasta hoy día, los pueblos se moldearon en la medida desus creencias religiosas . Y que con el dogma de la fe expuesto eimpuesto por la escolástica, la pregunta fundamental ¿qué somos ypor qué somos? se dio por resuelta con la teosificación de laexistencia, con la representación de la existencia, con la representa-ción del hombre como criatura . El hombre reacciona en contra del

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constreñimiento ético a que lo había sometido la escolástica, sur-gen los grandes hombres por cuyas bocas y acciones (héroes, líde-res conductores de pueblos, filósofos y políticos) se advino a uneticismo racional . Surgen como ideas fuerzas los conceptos de liber-tad, justicia y Estado . En la pugna entre el dogmatismo y el racio-nalismo —la razón—, triunfó el racionalismo y el hombre nacionalse dedicó sin pausa a esencializarse . Y a la cuestión fundamental¿qué somos y por qué somos? se responde : somos alemanes, so-mos franceses, somos ingleses, etc . . . que amamos la libertad en unEstado que inspira el ideal de justicia".

Y agrega JMV: que "el querer ser libre es una meta a la queperpetuamente se aspira y por la que, para ser alcanzada, se sacrifi-ca la vida pero se eterniza el ser así nacional" .

El profesor Moises Chong Marín fue uno de nuestros compa-ñeros en la vida estudiantil universitaria . Con él nos echamos sobrelos hombros la tarea de editar el Organo de la Unión de Estudian-tes Universitarios : el periódico VOZ UNIVERSITARIA. En sus pá-ginas Chong Marín publicó sus primeros trabajos con sabor filosó-fico. Sus escritos se han publicado en las Revistas LOTERIA, TA-REAS Y UNIVERSIDAD. Es autor de LECCIONES DE LOGICAE INTRODUCCION AL METODO CIENTIFICO, LECCIONES DEFILOSOFIA e HISTORIA DE LA CULTURA AMERICANA.

En su libro de LOGICA manifiesta a los estudiantes, que hatratado de poner al servicio de ellos el cúmulo de conocimientosque se han reunido en lo relacionado a la serie de temas y proble-mas lógicos. Utiliza un lenguaje didáctico que ayuda a que el lectorpueda apreciar su manera de pensar y de expresarse, enriqueciendoasí su cultura.

Otra figura nacional dedicada a las faenas filosóficas es el Dr.Alberto Osorio O ., autor de un estudio sobre SAN ANSELMO YEL DESARROLLO DEL PROSLOGION, publicación que introdu-

ce un prólogo del Dr . Julio Pinilla Chiari, quien nos dice que elautor ha sabido interpretar con maestría el vigor del pensamientoanselmiano, que se manifiesta sobre todo en la prueba ontológicade la existencia de Dios. Acaba de publicar ahora el Dr . Osorio ni¡valioso libro sobre el pensamiento de BERGSON . Los capítulos deeste libro desarrollan la filosofía estrictamente metafísica deBergson, referentes a interrogantes ineludibles como el mundo, delhombre y Dios, tríptico indisoluble de la Filosofía.

Bergson fue, para su tiempo, el renovador de los criteriosfilosóficos, psicológicos, sociológicos y morales en un mundo quereclamaba un entendimiento más equilibrado de las ciencias experi-mentales y humanas, en una sociedad asolada por conflictos bélicose ideologías en pugna, sacudida por graves crisis económicas y axio-

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lógicas. Su filosofía trató de tender un puente de comprensiónentre el pensamiento abstracto y el orden plurifacético de la reali-dad exterior.

Además ha publicado el Dr. Osorio otros trabajos filosóficosen diarios y revistas nacionales.

Lo corto del espacio temporal nos obliga a no extendernos enla presentación de otros intelectuales interesados por los estudiosfilosóficos como lo son el Lcdo ., Ramón H. Jurado, autor delensayo "DESCARTES, DIOS Y LA CRISIS", el profesor Rafael E.Moscote preocupado por las interpretaciones filosófico-históricas ex-puestas por Spengler, Marvall y Toynbee, como lo demuestra enuno de sus libros, el conocido SENTIDO Y EXPRESION DE LALIBERTAD ; el Dr. Efraín Ariosto Ardila, autor de EL CONCEPTODE LA VERDAD EN SANTO TOMAS DE AQUINO y GENESISDEL PENSAMIENTO FILOSOFICO ; el Lcdo., Juan Antonio Tacg,actual Ministro de Relaciones Exteriores con sus valiosas aportacio-nes sobre la "Etica de Nicolai Hartmann" y la filosofía de HenriBergson; el profesor julio Ortíz B ., autor de LA DUDA COMOMETODO DE CONOCIMIENTO ; el Dr. Alfonso Villarreal quien haescrito sobre problemas de la Filosofía de la Religión y Filosofíade la Historia, autor de ANALISIS DE LA SOCIEDAD INDUS-TRIAL AVANZADA, NUEVA IZQUIERDA Y REVOLUCION ynumerosos artículos en publicaciones periódicas ; Dra . Edilia Camar-go Vergara, entusiasta expositora de temas sobre Estética ; Dr.Humberto Zárate Vergara, autor del ensayo "Fichte : El IdealismoSubjetivo" ; Dr . Roberto Arosemena, profundo conocedor en nues-tro medio del pensamiento de Erich Fromm; Dr. Camilo O . Pérez,quien escribe sobre temas vinculados al Existencialismo ; el profesorSergio Sandoval, autor de FUNDAMENTO DE FILOSOFIA (obradidáctica) y de CUATRO ENSAYOS SOBRE FILOSOFIA CON-TEMPORANEA, en donde encontramos el fruto de sus investiga-ciones en torno al pensamiento de Schopenhauer y los temas de lafilosofía alemana de hoy .

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Armando Fortune

Panamá, como los demás paí-ses de América, ha recibido elinflujo de los hijos de Africa ysus descendientes desde los pri-meros años de la conquista ycolonización, pues al Istmo arri-baron las dotaciones bozalonaspara la estructuración de nuestrasociedad postcolombina, y suenorme impacto en la formaciónetnoespiritual de la nación pana-meña no puede negarse razona-blemente . Pero muchos de nues-tros connacionales, que llenosde pudores morbosamente pa-trióticos y henchidos de orgullo-sa etnomanía nórdica sienten re-pugnancia en reconocer todocuanto hay de africano en laformación social y el carácter dela gente más tradicional y te-lúricamente panameña, tozuda-mente han querido ocultar lonegro que existe en nuestro paístemerosos de que se piense quePanamá es un país de negros .

Aunque en todo lo panameñopervive el atavismo africano, unamultitud de prejuicios emocio-nales, intelectuales y éticos, queno son otra cosa que la supervi-vencia de los métodos y costum-bres de la época colonial, la ca-rencia de todo espíritu democrá-tico y de un sentido humano denuestra realidad, nos ha mante-nido a todos en un estado deignorancia perfecta sobre la ca-pacidad del hombre de color, desus aportes y posibilidades, y to-do lo que puede su prodigiosaconstitución física y moral, tan-to cuantas veces en nuestra his-toria ha tenido oportunidad ymedios de poderlo demostrar.Este hecho, igualmente, no hapermitido al panameño en gene-ral estudiar hasta ahora, con laobjetividad y minuciosidad queel caso requiere, su formaciónsocial y sus antecedentes históri-cos, desfigurando totalmente el

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valioso contenido de la contri-bución del negro a la creaciónde la cultura nacional . Y frentea ese imperativo innegable quees la fuerza de la sangre, eseafán y manía de no querer estu-diar y tratar de ocultar la reali-dad histórica nacional se ha ex-tendido hasta el mismo negropanameño quien, para rehuir ladiscriminación, casi siempre haintentado, y todavía lo intenta,acallar sus tesoros emocionales,de un primitivismo atrayente ysugestivo, al igual que subesti-mar sus propios valores artísti-cos e intelectuales aceptando,con ingenuo fatalismo, las doc-trinas prejuiciosas de sus domi-nadores que, envueltos en razo-namientos y alegatos pseudo-científicos y pseudo-históricos,han estado destinadas a mante-ner las barreras que separan alpueblo panameño, creando uncomplejo de inferioridad que hallevado a sus descendientes hastaavergonzarse del color de supiel . Y todo ello porque lo ne-gro siempre ha dolido comocáustico abrazador para un sin-número de panameños.

Pero, como apunta María Vi-llar Buceta en su artículo sobreLo negro, providencia humana(1~, . . .lo curioso, o mejor, lolamentable, es que, siendo el ar-te el factor de acercamiento hu-mano por excelencia, la incorpo-ración de lo negro, como valorestético, a la creación de lo `uni-versalmente criollo ' , ha teñido

las relaciones de blancos y ne-gros de una suspicacia tanto másdolorosa cuanto que, so capa dearte, se quiere echar abajo lasfronteras sociales que secular-mente aislaron a unos y otros.¿Es que el negro captado por elartista blanco no se reconoce entoda su integridad humana? é0es que dignamente se niega aaceptar ciertas deformidades enque su sensibilidad desarrolladaadvierte aún la tradicional mali-cia del blanco, y no se olvideque malicia tiene parentesco conmaldad? "

Aunque parezca aquí redun-dancia repetirlo, la introduccióndel negro en América no se de-bió, como han tratado de hacer-lo ver los defensores intelectua-les de la trata negrera, a ningúnpropósito altruista . Venía comobestia de trabajo para sustituiral indio en los trabajos manualesviolentos y embrutecedores quese iniciaron en el Nuevo Mundocuando se sustituyó en este con-tinente la economía primitivadel aborígena americano por elsistema de colonización españo-la. Sobre esa gran masa negra es-clava iba a fundarse todo el régi-men de la explotación colonial.

Los negros bozales, esto es,procedentes directamente deAfrica, llegaron al Istmo comoesclavos casi al mismo tiempoque los primeros españoles, puesdesde el ano de 1511 el mismoRey Fernando dictó varias pro-videncias, y una de ellas decía

(1)

Citado por José L. Vidaurreta. "Ensayo sobre la música cubana" . EstudiosM~baoos. Vol. 11, No. 1, La Habana, 1938, pág. 84 .

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que " . . . como el trabajo de unnegro era más útil que el decuatro indios, se tratase de lle-var a la Española muchos negrosde Guinea" (2) . El número debozales en el Istmo era numero-so en el ano de 1515 pues desdeese ano " . . . tuvieron esclavos ne-gros así los particulares como elgobierno; y con los de ésteabriéronse caminos por los ce-rros para facilitar el trabajo delas minas" (3) . En el ano de1517 los Padres Gerónimos y elmismo Padre Bartolomé de lasCasas, para salvar a la poblaciónindia, solicitan la introducciónde negros bozales " . . . para queestos indios sus vasallos seancuidados y rebelados en el tra-bajo, y puedan más aprovechara sus ánimas y a su multiplica-ción" (4) ; y en ese mismo anoRodrigo de Colmenares, Regidorde Castilla del Oro, pidió al reyCarlos I " . ., que a cada castella-no que a ella pase de España sele permitiera introducir para suservicio esclavos sin pagar dere-cho" (5). En el ano de 1523 elRey mandó que se llevaran a lasIndias cuatro mil negros bozales,de los cuales quinientos debíanser para Castilla del Oro " . . . elúnico país del continente a don-de entonces se enviaron . . . cuyospobladores ya los empleaban

principalmente en aquel metal,cortar palo de tinte y en la pro-ducción del azúcar. . ." (6) ; y en1527 se llevaron mil más para" . . . aliviar el trabajo de los in-dios . . ." (7).

Desde los primeros días denuestra vida colectiva, el senti-miento de opresión del africanotiñó la indolente naturaleza delcriollo panameño. No sólo no li-mitó el esclavo negro su esfuer-zo en los primeros tiempos deconquista y colonización a ser elprincipal elemento de nuestrodesenvolvimiento económico.Siendo hijo de un ambiente tro-pical, de alta tensión climáticacomo emocional, transplantadoa nuestras tierras de iguales con-diciones geográficas de donde élprocedía y, por lo tanto, propi-cia para su desarrollo integral,prontamente se adaptó a su me-dio. Había traído consigo, juntocon sus músculos, la integridadintacta de su espíritu ; todo elhondo latido de su mundo afri-cano. Esto le permitió, en loscuatro siglos de constante convi-vencia más o menos íntima conla raza blanca, el influirse mu-tuamente, mezclarse y hastarealizar una creciente, aun cuan-do incompleta, fusión de carac-teres fundamentales, propios e

(2) En José Antonio Saco. Historia de la Esclavitud de la mm africana en el NuevoMundo y en especial m los países Américo-Hispanos. La Habana, 1938, Tomo 1,pág. 106.

(3) Ibid, 1, pág. 117.(4) Ibid, 1, pág. 142.(5) Ibid, 1, pág. 141.

(6) Ibid, 1, pág. 218.

(7) Ibid, I, pág. 228.

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imborrables, y marcó con el se-llo de sus caracteres étnicos yainocultable, la rica naturalezafísica, mental y emocional delpanameño.

El esclavo negro en Panamá,por su posición mismo de en-contrarse en la escala más bajade la organización colonial espa-ñola, y sin perder sus caracterís-ticas ancestrales, aspiraba a ele-varse hasta lo blanco adaptándo-se en lo posible al tipo del arte,de hábitos, de maneras que se leofrecía de modelo . Esto le per-mitió asimilar rápidamente granparte de la cultura de sus domi-nadores blancos; se arraigó en lomás profundo de la tierra a quefue transplantado y unió susdestinos a los de la raza que lohabía sometido a la esclavitud.Y de tal manera prodújose estainserción, que es patente a suvez la influencia del negro sobrela raza dominante, al entreveraren la psicología de éste un grue-so caudal de elementos espiri-tuales, es decir, religiosos, lin-guísticos, artísticos y de profun-da caracterología, que son ya re-presentativos, junto con los me-ramente españoles e indígenas,del alma de nuestra poblacióncriolla.

EJ negro africano en el Istmo,como en el resto del continenteamericano, se introdujo en elafán constructivo de nuestra na-cionalidad no sólo por las puer-tas de la esclavitud, como hanquerido hacer ver ciertos escrito-

res panameños en quienes toda-vía perviven los prejuicios racia-les, emocionales, intelectuales yéticos, ni del mestizaje de sangresino, al igual, por aquella otrapuerta abierta que fue la in-surrección . No fue el negro afri-cano solamente sumiso y dócilesclavo.

El célebre afrólogo Melville J.Hersgovits en el capítulo IV desu obra The Myth of the NegroPast sobre "La esclavitud y lareacción contra el status de es-clavo" (8), ha podido demostrarque es un mito el de que alNuevo Mundo sólo arribaronafricanos de condiciones socialesy mentales muy bajos ; que setrajeron los elementos menosdeseables del Africa subsaharia-na. Al revisar los documentoshistóricos sobre la esclavitud, es-te autor ha podido demostrarque la inquietud de los esclavosera latente, y que esa rebeliónlatente no sólo les impedíaaceptar su condición de esclavosino, igualmente, asimilar total-mente la cultura de los blancos,y ello lo empujaba casi siemprea aferrarse cada vez más a sustradiciones y costumbres africa-nas . La docilidad que se le atri-buía al negro como una de suscualidades o características pecu-liares no es, según Herskovits,sino un mito, uno de los aspec-tos exteriores del acomodo conque el negro esclavo hacía ver ycreer a su amo que aceptaba lascostumbres e ideas de los blan-

(8) Melville J . Herskovits. The Myth of the Negro Pant. New York : Harper & Brothers,

1941 .

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cos, siguiendo ese patrón flexi-ble que permite la elasticidad dela cultura y tradiciones africa-nas . En esta forma podía ocul-tar y esperar pacientemente, entanto planeaba y hacía efectivala fuga para reunirse con suscompañeros en cimarronaje enla lucha contra sus antiguosamos y mayorales . Ejemplos deestos movimientos libertarios en-tre nosotros fueron las insurrec-ciones dirigidas por líderes cima-rrones negros como Bayano, Fe-hpillo, Pedro, Luis de Mozam-bique y Antón Mandinga, en lasegunda mitad del siglo XVI (9).

Como hemos apuntado enotros trabajos, los negros enPanamá han sobresalido en lasartes que, cabalmente interpreta-das, es siempre una expresiónsimbólica del fenómeno social.Y esto es así porque el arte ne-gro en general es arte transidode socialidad. "El negro es,observa Amaury P. Talbot (10),quizás el más gregario de los se-res humanos ; su mayor goce es-tá en divertirse con sus compa-ñeros en bailes, comparsas, etc .;y quizás su mayor pena sea susoledad por haber caído en im-popularidad y ridiculez ante susconvecinos . Un negro africanomisántropo o misógino seríamuy difícil de hallar" . Y comolo manifiesta claramente el Dr .

Ortiz (11), " . . . en la música delos negros africanos la socialidades más intensa y sus condicionesambientales son más determi-nantes y ostensibles a causa delespíritu fuertemente gregario desu organización social . . ."

"Su socialidad gregaria haceque sus mismas emociones bro-ten ya conformadas por la con-ciencia tribal, en donde las indi-vidualidades están inmersas . Ensu mismo origen, el arte africa-no es inseparable de la colabora-ción del núcleo social . Eso ger-mina en la religión y la magia yda su mejor floración con el bai-le. Nace y vive en la multitudcomo función del grupo . Un ge-nio le infunde la creadora chispade su individualidad, el coro leda la masa con que se plasma;uno y otros cooperan a darlesus formas con una vertebraciónde ritmos. Es un arte esencial-mente `dialogal" .

" . . . la vida de los negros afri-canos, sigue diciendo el Dr.Ortiz, es toda ella no sólo a sonde música, sino con la participa-ción colectiva en coros,instrumentos, bailes y pantomi-mas. Es una orquestación social,la perenne sinfonía de toda unacultura".

"La ineludible y básica socia-lidad del arte negro se nota des-

(9) Ver Armando Fortune . " Los negros cimarrones en Tierra Firme y su lucha por laLibertad". Revista Lotería. Nos. 111, 112, 113 y 114 . Panamá: Impresora Panamá,S . A ., 1970

(10) Amaury P. Talbot . The People of Southern Nigeria. London, 1926 vol . III, pág.754.

(11) Fernando Ortiz . Los Bailes y el Teatro de los negros en el Folklore de Cuba. La

Habana: Ediciones Cárdenas y Cía, 1951, págs. 2 y S.

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de sus primeras y más simplesexpresiones . La intensa sociali-dad del negro africano es lo quemotiva en sus cantos el predo-minio de las formas interlocuto-rias y dialoguísticas . Uno que re-za una plegaria o un conjunto yotro que se suma al rezo hacién-dolo plural. Un verso y un estri-billo. Un solista que canta yotro cantador o un coro que leresponde, o un coro que hablacon otro coro. Canto antifonarioo responsorial . Estrofa y anties-trofa, y el sonsonete que prece-de o sigue como un epodo quese reitera indefinitivamente . Elnegro no canta en verdadero so-liloquio ; si se le oye cantar es-tando aparentemente solo, esporque él oye en su mente unarespuesta misteriosa que para losdemás está escondida en el silen-cio. `El negro nunca está solo ' ,ha dicho con razón un psicólogonorteamericano " .

Aseguran algunos historia-dores, etnólogos, folgloristas ymusicógrafos panameños, quequisieran esconder, disimular,negar o borrar cualquier vincula-ción negroide, en el pasado, denuestra nación con Africa debi-do a ciertos sentimientos de in-comprensible sonrojo y empeña-dos en hacer de Panamá un paísa la indoeuropea y desafrica-nizarla a au trance, que la ma-yor contribución a la místicapanameña es de origen indígenay eurooccidental y no africana,

aunque entre la mística negra, laindia y la blanca, si en esta for-ma podemos distinguirlas por lapigmentación de los creyentes,sólo hay diferencias circunstan-ciales de cuantía y exterioridadformal, es decir, de cultura y node raza . Y en los pocos génerosdel arte en Panamá que muestradicha influencia, esa africanidades casi nula. Apenas si admitenla predominancia rítmica o me-lódica de lo negro para la músi-ca, la danza, esa " . . . perfectasinfonía de movimientos rítmi-cos en la que participan todoslos músculos", como observa elDr. Ortiz (12), tan peculiar enel negro, la lírica y los bailestípicos nacionales como la cum-bia, el tambor, el tamborito, losdiablicos, el Gran Diablo, el pin-dín, la mojiganga, el cara-cun-dé,el bullerengue, el bunde, lascongadas, la mejorana, la salo-ma, las décimas, los esparcimien-tos carnavalescos, etc . "Este des-dén por la música de Africa es,como expresa el Dr. Ortiz (13),la supervivencia de una viejapostura de blancos coloniales,explotadores del trabajo forzadode una raza infeliz y sometida.Los esclavistas, en su afán dejustificar la subyugación por lasupuesta inferioridad racial delesclavo, quisieron ver en los fer-vores musicales del negro, nosólo un entretenimiento infantil,desprovisto de todo valor estéti-co, sino hasta una tara, propia

(12) Fernando Ortiz. "La música sagrada de los negros Yorubá en Cuba" . EstudiosAfrocubanos . Vol 11, No . 1, La Habana 1938, pág. 101.

(13) Ibid, pág. 90.

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de razas calificadas de deficien-tes, y destinadas a la domina-ción ajena". Pero querrámosloasí o no y pese a quien pese, enPanamá lo africano y el ata-vismo negro surge en todos loscampos de la panameñidad y lapresencia negra aparece en todaslas manifestaciones popularesdel panameño . Ese atavismo es,como diría el poeta José ManuelPoveda en su Grito Abuelo,

"grito de la tierralógobre diatribadel dolor remotosílaba exclusiva".

En cuanto a la influencia delindio a la mística panameño,consideramos nosotros más pro-bable que ésta es apenas obser-vable; y ella queda más bien co-mo reminiscencia del pasado.Por otra parte, admitiendo quecasi toda nuestra mística nosviene de la madre patria, comoobserva el Dr. Gilberto Freyre(14), ` . . . España y Portugal,aunque convencionalmente Esta-dos europeos, no son ortodoxosen todas sus cualidades, expe-riencias y condiciones de vidaeuropea y cristiana. En muchosrespectos son una mezcla deEuropa y Africa, de cristianismoy mahometismo . La penínsulaibérica es, según los geólogos,una zona de transición entre doscontinentes ; y todos sabemoscuán popular es el dicho de que

`Africa empieza en los Pirineos ' ,dicho que los nórdicos empleana veces con un sentido sarcásti-co". " . . . la invasión mora y be-reber no fue la primera en en-sanchar de pardos o negros losextremos meridionales de Euro-pa. . ., región de fácil tránsito pordonde antes y con más vigordesbordaron las olas de la exu-berancia africana" escribe Freyreen otro trabajo (15) . "Es notabletambién la posibilidad de quehaya sido de origen africano elfondo considerado indígena dela población peninsular. De ma-nera que, al invadir la penínsulalos árabes, los moros, los bere-beres, los musulmanes, fueronenseñoreándose de la región yasuavizada por su sangre y su cul-tura, y tal vez más suya que deEuropa. Suya por ese pasadohumano y amplias proporciones,por el clima y la vegetación".Además, y esto se puede notarclaramente, es algo incuestiona-ble que, visible o invisiblemente,consciente o inconscientemente,lo negro sobrenada en la psiquede los pueblos hispanoamerica-nos, principalmente en la regióndel Mar Caribe y meridional deAmérica y, por ende, en el pue-blo panameño. "Tengamos pre-sente, ha hecho notar con su-mo acierto Simón Bolívar (16),que nuestro pueblo no es el eu-ropeo, ni el americano del Nor-te; que más bien es un compues-

(14) Gilberto Freyre . Interpretación del ~U. México: Fondo de Cultura Económica,1945 . Traducción de Teodoro Ortiz, págs. 7 y sig.

(15) Gilberto Freyte. Casa-Grande y Senzala . Buenos Aires: Emecé Editores, S. A .,1943 . Traducción de Benjamín de Garay, 11, pág . 41.

(16) Simón Bolívar . Discursos y Proclamas. París : R . Blanco Fombona, 1913, pág. 47.

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to de Africa y América que unaemanación de Europa ; pues quehasta España misma deja de sereuropea por su sangre africana,por sus instituciones y por sucarácter . Es imposible asignarcon propiedad a qué familia hu-mana pertenecemos " .

En cuanto a música se refie-re, que, según Keyserling, es laimagen perfecta de la vida comoexperiencia concreta, la hispáni-ca llegó al Istmo de Panamátraída por los conquistadores ycolonizadores oriundos en sugran mayoría de la España meri-dional. Por lo tanto, fue la mú-sica de Andalucía la que arraigóentre nosotros, no la de la Espa-ña del norte . Y todos sabemosque esta región de la penínsulaibérica permaneció bajo el domi-nio de los moros, con sus próxi-mos parientes los africanos, porsiete largos siglos y que el des-cubrimiento de América tuvo lu-gar el mismo ano (1492) en quelos últimos moros fueron expul-sados de España . Lógico es pen-sar, por consiguiente, latremenda influencia que ejercióla civilización morisca en Españay Portugal durante esos setecien-tos anos: desde las artes hasta elidioma. Esa música andaluza,que forzosamente es parte inte-grante de nuestra música verná-cula, es morisca desde sus mis-mas raíces. Si esto es así, lamúsica que nos legara España,pese al empeño de muchos con-nacionales de tratar de negarlo,es igualmente africana . Esto esbueno recordarlo de cuando encuando .

Aparte de otras múltiples ac-tividades del negro en la vida denuestra nación, consideramosque es a través de su música co-mo más ha enriquecido nuestracultura artística y ha plasmadoel folglore de preciosas aporta-ciones . Y no podía ser de otramanera, ya que la música de porsí encierra un contenido eminen-temente poético . Mas en esta mú-sica negra, que abunda tanto enreligiosidad y está tan llena deemotividad primitiva, es dondese descubre la potente imagina-ción de una raza que coordinamucho de su esfuerzo creadorhacia la adoración de sus ídolos,en la que se hallaba la esperanzacierta para la solución de sus di-ficultades terrenales.

La música constituyó durantela colonia la clave mágica queabrió la puerta a la espirituali-dad de las religiones negras parahacer su entrada en el ampliocampo de nuestro folglore, yuna vez dentro adquirir la supre-macía, aduenándose de la casa,dictar normas y hablar en vozalta y autorizada. Se puede deesta manera decir que las raícesde nuestra música es negra porlos cuatro costados, pues lo quees sustancialmente carne y almadel pueblo panameño está pre-ñado de esa musicalidad queemana del parche negro, que sebatió, bien para que los dioseshicieran acto de presencia en latierra a donde fueron obligadosa ir, o para levantar el espíritubélico en los palenques y dota-ciones y exponer la continua re-

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beldía con que el negro aceptósu condición de esclavo.

Durante la época colonial losnegros esclavos fueron los úni-cos artesanos y músicos enPanamá. Los niños negros for-maban el coro en las iglesias,pues muchos amos, amas antetodo, querían tener esclavitos yesclavitas algo educados, a vecespara mayor ostentación ; enotras, y en cuanto a los mulatosse refiere, por inconfesables im-pulsos de paternidad, y en oca-siones por fines de lucro, parapoder arrendarlos a mayor pre-cio si eran algo instruídos.

Varias capillas de ingenios,campos y pueblos del interior,al igual que de las ciudades, tu-vieron coros negros . La iglesiaera para el negro, en numerosasocasiones, el club, el teatro, elágora, el periódico, el centro so-cial, en el sentido de núcleo desu cohesividad que armonizabaperfectamente con su espíritucomunitario . Diversas casas gran-des, manteniendo la tradición,sostuvieron, para deleite de losblancos, bandas de música for-madas por esclavos africanos, yordenaban a los negros que can-tasen sus cantares africanos ybailaran al efecto catártico delritmo, de la música, del canto,del balanceo casi danzario y elrito ambulatorio, cuando llegabaa casa alguna visita. En Africa,como se sabe, el canto y el bai-le, como la religión, la guerra yla economía, son mani-

(17) En Vidaurreta, opus cit ., pág. 86.(18) Locus cit.

festaciones humanas socializa-das, quizás la más socializada yla más socializadora. Estos escla-vos negros entonaban cantos delabor, religiosos, de amor, de re-beldía, de fiestas, etc . Hubo eningenios, campos y ciudades, nosólo bandas de música compues-tas por esclavos, sino igualmentecirco acueste en que los esclavoshacían de payasos y acróbatas."El negro es el ser viviente másmúsico de la creación", escribeMilligan (17) . Su música no essólo un recuerdo fugitivo y unasimple supervivencia de ideas an-cestrales de pueblos ágrafos y deestructura rudimentaria y homo-génea. La música panameña es,como diría Milligan (18) " . .. elfecundo entrecruzamiento de lasoriginalidades musicales de pue-blos muy diversos, de nacionesde negros muy distintos, que cu-brían casi todo un continente;traductoras de sentimientos eideologías, simples y análogas,pero muy arraigadas y dispares " .

El negro esclavo en Panamá,cogido en su amarga servidum-bre y mientras esperaba el mo-mento preciso para escapar, co-mo bálsamo al dolor de la cade-na, cantó y bailó, tratando deencontrar en su alma las imáge-nes de la tierra natal; evocacióna la vez devota y soliviantadorapor el contraste nostálgico de suvida primitiva . Estos cantos deañoranza en el destierro, de es-cape en la desgracia, de compen-sación en la miseria, de evoca-

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ción del pasado, de rebeldía,que no eran otra cosa que uninstrumento de compenetraciónétnica, de solidaridad social, deunidad ideológica y de afinidadpsíquica, y que sólo eran con-sentidos en las Iglesias, cabildosy cofradías, le permitía recordarsu antigua libertad, reivindicadaahora con el dolor de lo perdi-do, los cuales cruzaban con susbailes, cargados de sombría que-ja que dedicaban a sus dioses, yles hacía recordar sus ancestralesconceptos litúrgicos en esa resu-rrección rítmica que ha sido unade las características peculiaresdel negro en todo el continenteamericano.

Al traspasar los linderos de laIglesia y en sus momentos deocio, el esclavo negro se reuníacon sus compañeros de infortu-nio, después de sus arduas tareascotidianas, y pasaba el tiempohaciendo música, cantando ybailando, tañendo sus tamboresafricanos, ebrio de alegría o dealcohol, dando rienda suelta asus instintos, contenidos por lar-

gos días de abstinencia, y cuyopropósito primordial era mante-ner la cohesividad del grupo,mover a las masas de esclavos yorientarlas no sólo espiritual-mente, sino en el orden mate-

rial . Y en estos cantos y bailes,de intensa emotividad colectiva,y en que la consonancia rítmica,que es típica del negro, se apo-deraba de la conciencia del gru-po hasta adquirir musicalidad, el

negro buscaba —y aún busca—un complemento de su presente,una catarsis de sus impulsionescomprimidas, una satisfacciónde su anhelo calabiótico, enigual forma como lo han hecholos otros hombres de cultura si-

milar.

En la misma forma hizo mú-sica y cantó el negro esclavopanameño acompasando sus fae-nas diarias . Y así, al irse adap-tando poco a poco a su estadode esclavitud, aquellos que notuvieron la oportunidad de esca-par hacia el cimarronaje, fueronpasando al canto y a las melo-días las nuevas impresiones que,sin borrar el sello original y pró-ximos a sus veneros africanos, yen "colaboración comunal" , co-mo diría Furness (19), dieron ala música, los bailes e instru-mentos de los esclavos, juntocon la de los cimarrones pana-meños, los matices diferencialesque más tarde consolidaron suincorporación a nuestro ricofolglore.

En nuestros días basta obser-var nuestras fiestas, danzas ybailes populares como el Festi-val de Guararé, el bunde, loscarnavales, las congadas, el Díade Reyes, etc ., para darnoscuenta cuán definitiva ha sido lainfluencia afronegra en la músi-ca vernácula panameña y cómoha enriquecido nuestro folglore.

Antes de terminar, creemosque vale la pena consignar aquí

(19) Joseph G . Furness. "Comunal music among the Arabians and Negroes " . TheMusical Quarterly . New York, 1939, Vol. XIV, No. 1, pig. 40.

si

el caso de algunos negros, mula-tos y otros panameños, que ful-minantemente obsesionados porel matiz europeo escondido ensu alma y quienes se considera-ban de estrato social alto, prac-ticaban un cierto exclusivismosnob, o sea, una vulgar afecta-ción o pretendida falsa superio-ridad y que trataban de pasarsocialmente a un escalón másblanco; que renegaban del genui-no abolengo de la hechicera ins-piración de la música africana ycriticaban ácremente dicha músi-ca, el canto, el baile y el ritmosensual, "vulgar" , decían, deuna comparsa de morenos enuno de nuestras ruidosas carna-valadas y que, a final de cuenta,terminaron uniéndose a dichacomparsa atraídos, "arrastrados"diríamos mejor, inconsciente-mente por la embrujadora ritma-ción negra que sentían correr

por sus venas, su fuerte espíritugregario y por el llamado deltambor africano . Es lo que ensignificativos versos ha destaca-do el poeta cubano Nicolás Gui-llén: para ellos era imposiblesustraerse y luchar contra esetambor que se les metió en elcuerpo como el demonio mismoy que en lo más recóndito de suser y en forma disimulada lesdecía:

"Aquí el que más fino searesponde si llamo yo " .

"El encanto de la música detambores africanos no está sola-mente en el embrujamiento desus ritmos, a veces muy difícilesde captar por la complejidad desus tramazones sonoras y hastade sus silencios, sino también ensus matizadas tonalidades", ob-serva el Dr . Ortiz (20).

(20) Fernando Ortiz. La música sagrada . . . pág. 97.

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I

/ y Anecdotal

Ernesto J . Castlllero R.

El Diccionario EnciclopédicoAbreviado de Espasa Calpe defi-ne el Folglore como una cienciaque estudia las manifestacionescolectivas producidas entre elpueblo en la esfera de las artes,costumbres, ciencias, etc . ElFolglore, dice, es el conjuntode tradiciones, creencias y cos-tumbres de las clases popula-res; y el Diccionario de La RealAcademia Española dice que elfolglore es el conjunto de tradi-ciones, creencias y costumbresde las clases populares . Es laciencia que estudia estas mate-rias.

El cultivo de la ciencia delFolglore en Panamá es relativa-mente nuevo . Es cierto que bajoel patrocinio de la UniversidadInteramericana —hoy Universi-

dad de Panamá— hubo un inten-to de estudio de esta ciencia en1941 por el profesor MyronSchaeffer, quien dirigió un cursode investigación folglórica porlos pueblos del Interior . Por eseentonces la Universidad publicóuna revista titulada "Boletín deInvestigaciones Folglóricas", delque se imprimieron sólo dos nú-meros . El curso no llegó a pros-perar.

Prácticamente puede decirseque el folglorismo panameñosurgió para hacerse parte de lacultura nacional y adquirir undesarrollo fundamental comoelemento de una actividad popu-lar sistematizada, cuando esefolglorista patriota y perseveran-te que por desventura suya y dePanamá nos ha abandonado para

1 . Trabajo presentado en el Congreso de Folklore celebrado en Guayaré en septiembre de1973 .

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siempre y que todos recordamoscon cariño, el profesor ManuelFernando Zárate, en asocio desu esposa la profesora Dora Pé-rez de Zárate, se consagraron encuerpo y alma a investigar y co-leccionar las informaciones ar-tísticas populares del país, paradejarnos obras maestras que laliteratura nacional ha conserva-do para deleite de los que nosdedicamos al cultivo de estaciencia.

No es temerario afirmar quelos esposos Zárate fueron losverdaderos fomentadores de es-tos estudios, los cuales, en rela-ción con el baile y el canto,otros entusiastas cultivadores delarte han llevado a la divulgaciónno sólo en el país, sino, congran esplendor y éxito, en el ex-tranjero. Los bailes tradicionalesde Panamá se han ejecutado enlos más exclusivos escenarios deAmérica con el entusiasta aplau-so de multitudes de espectado-res .

La Festividad de la Mejoranainiciada en 1939 en Guararé,fue la iniciativa y el esfuerzo deManuel Fernando Zárate comola primera demostración nacio-nal colectiva del folglore pana-meño en base de una colabora-ción de varios pueblos de Azue-ra. Esa festividad es ahora unainstitución oficializada que sesucede cada ano en el mes deseptiembre y siempre es motivode aplauso por la numerosa con-currencia de espectadores quenunca deja de asistir a ella. Esteano cumple sus felices BODASDE PLATA.

A este espactáculo de delica-do tinte vernacular y de buengusto artístico, ha seguido la ce-lebración en Ocú, desde 1967,en el mes de agosto, de la "Fies-ta del Manito" con bailes, can-tos y otras representaciones quela tradición ha dejado entre esepueblo tan conservador de lasancestrales costumbres. Más tar-de la ciudad de La Tablas insti-tuyó en julio el "Dia de la Po-llera", en que sus bellas mujeresexhiben con orgullo y arte eltraje típico nacional„ tan llama-tivo en su estructura como sonatractivas las damas que lo vis-ten. La Pollera panameña, sobretodo la tableña, ha inspirado alos poetas de América las másentusiastas manifestaciones deadmiración . Antón, a imitaciónde Guarare, Ocú y Las Tablas,no escatima esfuerzo por hacerarraigar su fiesta popular, el"Torito Guapo".

Por muchos años en la prime-ra mitad de este siglo, y tal vezdesde el anterior, en la ciudadse celebraba el día de Reyes laFiesta de la Placita, que era fe-ria y presentación de bailes y es-cenas típicas del campesinadoveragüense. Ultimamente estafiesta ha decaído y no es de ex-trañar que desaparezca total-mente.

Aunque los Diablicos sonusuales en otros pueblos de lasprovincias centrales, la ciudadde Los Santos se ha distinguidopor el entusiasmo y la perseve-rancia de sus habitantes para larepresentación, con motivo de lafiesta de Corpus, de ésta danza

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en sus varias manifestacionesque la tradición nos ha dejado.

En la costa atlántica de laprovincia de Colón, el espec-táculo tradicional favorito es elde Los Congos, cuyos personajestienen que ser los negros cima-rrones, y que representa, comodice Felicia Santizo "la epopeyade una raza humillada, pero novencida" .

Petita Escobar merece unamención especial, entre otrosmuchos organizadores de Con-juntos de bailes panameños, porla tenaz consagración que ha de-mostrado en la representaciónescénica de los bailes típicos na-cionales, que ha conducido entriunfo por casi todos los paísesdel continente.

Pero el folglore nacional noes sólo coreografía, canto y tra-jes típicos del pueblo . Es tam-bién su literatura que ofreceuno de los mejores aportes conla descripción de esos bailes yesos trajes y el relato de las cos-tumbres, etc . Las Letras nacio-nales no cuentan con mucha li-teratura publicada al respecto,pero no faltan algunos libros,como vamos a ver.

Naturalmente, entre los publi-cistas conocidos se destacan Ma-nuel F . Zárate y su compañeraDora, con el laureado libro LADECIMA Y LA COPLA ENPANAMA, publicado en 1952,que recoge el mayor aporte de

poesías populares, en su mayorparte décimas, que la tradiciónconserva en la mente de los can-tores del agro.

Suyos son, igualmente, los li-bros BREVIARIO DE FOLK-LORE (1958, ALREDEDORDEL FOLKLORE NACIONAL(1947), ALGUNAS MANIFES-TACIONES ARTISTICAS DELFOLKLORE PANAMENO(1964), TAMBOR Y SOCAVON(1962), LA POLLERA PANA-MENA (1967) y muchos otrosensayos y artículos de la mismaíndole publicados en revistas,que constituyen un vivero de in-formación folglórica de inapre-ciable valor.

El primer libro de carácterfolglórico publicado por autorpanameño, es en mi conceptoDE LA GLEBA, CUENTOS DELA TIERRA (1914), por el Dr.Salomón Ponce Aguilera. (2) En1915 fue editado en inglés porLady Matilde de Obarrio de Ma-llet, una obra que recoge las tra-diciones, vida y costumbres, enlos pasados siglos, de la alta cla-se social de Panamá, bajo eltítulo de SKETCHES OF HIS-PANISH-COLONIAL LIFE INPANAMÁ, 1672-1821 . En 1961esta obra fue traducida al espa-ñol y publicada por la Cruz Ro-ja Panameña.

En 1930 un prominente hom-bre público panameño, artistade la música y atildado escritor,

2 En 1964 la Lotería Nacional de Beneficencia hizo una reproducción seleccionada de loscuentos DE LA GLEBA del Dr . Ponce Aguilera .

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el Dr. Narciso Garay, publicóuna magnífica obra con profu-sión de ilustraciones adecuadas,titulada TRADICIONES YCANTARES. ENSAYO FOLK-LORICO, que comprende nosólo la descripción de las cos-tumbres y bailes populares delas gentes del Interior de la Re-pública y pueblos indígenas, si-no también su música y sus can-tos .

Ese mismo ano de 1930 editóJosé Epaminondas Huerta suALMA CAMPESINA, en cuyovolumen recogió informaciónmuy interesante sobre las ances-trales costumbres del pueblo in-teriorano.

Heraclio Escobar Díaz publi-có en 1931 un folleto que titulóLECTURAS Y LEYENDAS ; yel mismo año dio a la publici-dad Graciela Rojas Sucre su be-llo libro de cuentos familiaresconocidos, que llamó TERRU-ÑADAS DE LO CHICO.

En 1932, Temístocles Ruizeditó un tomo de CUENTOSPANAMEÑOS en relación conla región del Darién.

En 1928 Nacho Valdés, conese estilo delicado que le carac-terizaba, pletórico de amenidad,publicó sus CUENTOS PANA-MEÑOS. DE LA CIUDAD YDEL CAMPO, precioso volumende buena literatura.

En 1929 Melquiades TejeiraPinilla, de Penonomé, dio a laestampa un volumen de MISCE-LANEAS, de carácter folglórico.

La profesora Luisita Aguilera(de Santos) ha dado a las Letras

nacionales un valioso aporte demagníficos trabajos folglóricos:EL PANAMEÑO A TRAVESDE SU LENGUAJE (1947), LE-YENDAS PANAMEÑAS (1949),LEYENDAS Y TRADICIONESPANAMEÑAS (1952), REFRA-NERO PANAMEÑO (1955), ELFOLKLORE PANAMEÑO ENFUNCION DÉ TEORIASFREUDIANAS (1963)

En 1953 Carlos González Ba-zán publicó AL SON DE MIMEJORANA.

En 1954 Román B. Reyeseditó un folleto bajo el títulode ORIGEN E HISTORIA DELA POLLERA.

En 1946, el profesor RubénD. Carles, fecundo en produc-ciones de carácter histórico, ini-ció una serie de opúsculos quetienen esa modalidad y al mis-mo tiempo pueden ser conside-rados como folglóricos. Son asaber : SAN BLAS, TIERRA DELOS CUNAS (1946) ; TIERRADE LOS CHOLOS (1947) ; ALA SOMBRA DEL BARU y LAGENTE DE ALLA ABAJO, enel mismo ano.

En 1955 salió ASUNTOSFOLKLORICOS de Mario RieraPinilla.

Gil Blas Tejeira publicó en1964 su libro EL HABLA DELPANAMEÑO que es un estudiodel Castellano en Panamá, ha-ciendo resaltar las curiosas mo-dalidades de nuestro pueblo enel uso del habla español, con lasexpresiones comunes en la con-versación familiar, el uso de re-franes y decires más corrientes.

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En 1945 el mismo escritor editóun libro de cuentos y leyendasque tituló EL RETABLO DELOS DUENDES ; y en 1959,con prólogo de Manuel F . Zára-te, otro pequeño volumen con-tentivo de veintidós amenas na-rraciones de ambiente puebleri-no, bajo el título de CAMPIÑAINTERIORANA.

En el ano de 1959 se edita-ron tres libros de índole folgló-rica, así : José Cajar Escala yGuillermo E . Beleño C . sacaronun volumen escrito entrambos,que lleva por nombre OCHOHOMBRES Y UNA LEYENDA,premiado en el Concurso Miró;Manuel M. Alba, autor de un li-bro titulado CURQUIGANA.LEYENDAS DE MI TIERRA,que ' publicó en 1961, dio a lapublicidad sus ESTAMPAS PA-NAMEÑAS; y Moisés Castilloeditó LOS CAMINOS DELAGRO.

El Dr. José María Núñez, des-pués de ofrecernos como adelan-to en 1947 sus CUENTOSCRIOLLOS, que constituyen unnúmero de la Biblioteca Selecta,publicó en 1955 un exquisitotomo que llamó sencillamenteCUENTOS, y que constituyeuna serie de amenísimas narra-ciones, extraídas de las costum-bres del hombre del campo deOcú, cuna del atildado escritor.

El Dr. Sergio González Ruizpublicó en 1962 un libro laurea-do en el Concurso Miró, deno-minado VEINTISEIS LEYEN-DAS; y en 1964 un tomo depoesías vernáculas al que puso

por título CANTOS DE AMOR,CANTOS DE LA TIERRA YOTROS CANTOS.

En 1965 Virgilio Méndez Mé-rida publicó sus LEYENDASDEL BOSQUE.

En 1964 salió a la estampaun libro del Dr. Rodrio NúñezQ., con el epígrafe de COMAR-CA DE LOS MANITOS . CUEN-TOS DE LA TIERRA, TRADI-CIONES Y COSTUMBRES,sobre los hábitos del campesinoocueño.

ALMA DE AZUERO, publi-cado en 1967, es una novelacostumbrista de José del C . Saa-vedra, que describe la vida cam-pestre de la península de Azue-ro.

Luis A . Díaz publicó en1968, bajo la denominación deLOS CIMARRONES Y LA ES-CLAVITUD EN PANAMA, unanarración circunstanciada del gé-nero de vida de los esclavos al-zados que había antaño en elIstmo, quienes nos han dejadotantos recuerdos y no pocas cos-tumbres . Así mismo, en ese anoeditó la profesora Berta Cabezasde Domínguez, en México, unainteresante colección de cuentosy leyendas, que tituló NARRA-CIONES PANAMEÑAS.

La Doctora Reina Torres deAraúz, que como antropólogaha venido estudiando a fondolas razas indígenas autóctonas ysu género de vida, nos ha ofreci-do muchos e interesantes ensa-yos al respecto en revistas yotros órganos de prensa sobretan interesante material . En 1972

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publicó una muy enjundiosaobra titulada ARTE PRECO-LOMBINO DE PANAMA, quees una fuente de informaciónacerca de los pueblos primitivosdel Istmo.

En 1915, estando el autor alfrente de la Dirección de la Es-cuela de Varones de Guarare,tuvo oportunidad de presenciarpor primera vez la representa-ción del Auto Sacramental lla-mado Danza de los Montezu-mas, y entusiasmado con el exó-tico espectáculo recogió en unosapuntes las observaciones y laversificación correspondiente deldrama que se representa.

Para colaborar con las fiestasfolglóricas que desarrollaba laEscuela Profesional de Mujeresen la Semana del Maíz, publiquéen 1948 por primera vez, unfolleto, que titulé LOS MONTE-ZUMAS . (Farsa Religioso-Profana del día de Corpus), quesirvió para realizar en la capitalrepresentaciones del drama his-tórico . Precedido de un estudiodel profesor mexicano EduardoMatos Montezuma, el InstitutoNacional de Antropología e His-toria de la capital de Méxicohizo la reproducción de mi fo-lleto en 1967.

La Danza de los Montezumasse escenifica en varias poblacio-nes de las provincias centralesde Panamá con ligeras variantesen su contenido y presentaciónexterior porqué, antes de queyo lo hiciera, nunca se escribióy publicó y su texto era trasmi-tido oralmente de generación en

generación, y como es natural,ha sufrido ciertos cambios que,sin embargo, no modifican sus-tancialmente su escenografía nisu literatura. Los Montezumashacen parte de los distintos es-pectáculos que año tras año tie-nen lugar en algunas comunida-des el día de Corpus, sin quefalten en La Villa de Los San-tos, donde esas representacionesfolglóricas son ya tradicionalesy muy admiradas.

Así mismo, el suscrito ha pu-blicado varios ensayos narrativosde carácter folglórico, a saber:en 1946 un folleto editado porla Biblioteca Selecta bajo eltítulo de LEYENDA E HISTO-RIA; en 1950 un pequeño librocon el rubro de LEYENDAS EHISTORIAS DE PANAMA LAVIEJA ; y en 1970 un opúsculotitulado OCU Y SUS TRADI-CIONES, del cual sólo se ha edi-tado la primera parte, de las ge-neralidades sobre los orígenesdel tradicionalista pueblo, por-que los capítulos contentivos delas leyendas y cuadros de cos-tumbres de la localidad, a saber:La Celebración del Patrón, LaSemana Santa de mi Pueblo, ElPenitente de la otra vida, LasVacaciones de los Estudiantes,El Tesoro de Vallerrico . Sinca,el Amor Lrdígena del Licencia-do Espinosa, Señiles, una inter-pretación del Judío Errante, yEl Matrimonio entre los campe-sinos de Ocú, no fueron incor-porados en el volumen, aunquefiguran publicados en las revistasEPOCAS y LOTERIA, que sonreceptáculos de muchísimos tra-

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bajos folglóricos impresos en susprestigiosas páginas.

Igualmente he recogido en unvolumen que tiene por títuloNARRACIONES PANAMEÑASun número plural de mis ar-tículos costumbristas, tradicio-nes, leyendas y narraciones ver-náculas de diversos géneros, pu-blicados algunos en diarios y re-vistas nacionales y unos cuantosinéditos, los cuales sin alarde devanidad o pretensión, consideroun aporte de alguna importanciaa la labor de divulgación folgló-rica que número plural de inte-lectuales panameños, como loscitados y otros no descubiertosaún, están empeñados en reali-zar .

Antes de terminar esta expo-sición sobre el Folglore y la Li-teratura nacional, juzgo del casocitar dos hechos que correspon-den a la índole del tema . En1965 el atildado literato RogelioSinán dio a la estampa un pe-queño folleto contentivo de uncuento popular muy familiar en-tre nosotros . Se titula LA CU-CARACHITA MANDINGA.FARSA NACIONAL ESCENI-CA PARA TODOS LOS NIÑOS .

El profesor Sinán con la coopera-ción del artista profesor Gonza-lo Brenes, quien aportó la músi-ca, hizo del cuento un balletque representó con extraordina-rio éxito en Panamá y en el In-terior.

Una leyenda folglórica quetiene por escenario a Panamá laVieja, de que es autor el suscri-to, publicada con el nombre deEL POZO DE MARIANA DELMONTE, fue adaptada en 1965por doña Blanca Korsi de Ri-poll, y con música del mismoprofesor Brenes, llevada a escenapor el "Festival de Danzas Espa-ñolas" como ballet, bautizándo-lo sencillamente "MARIANADEL MONTE". Este segundo in-tento de conversión en piezateatral clásica, de un argumentofolglórico popular, alcanzó elmismo éxito del anterior y elpúblico panameño de todo elpaís disfrutó durante la "Tem-porada Artística de Verano "con ambas obras de buen gustomusical y literario.

PANAMA, Septiembre de 1973.

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Lola Collaunte de Tapia

Fue de una manera casual ycasi sorprendente, como vi porprimera vez a nuestro pintormáximo de la era republicana,Roberto Lewis; caminaba yopor la Avenida A., en compañíade Piti Brid, de regreso de LaEstrella de Panamá; era el mediodía y en sentido contrario, paradirigirse a su residencia, aparecióla figura de un hombre que, sinlas ostentaciones exóticas de es-tos días, dejaba fluir de su per-sona un aire especial y detenién-dome le inquirí a mi acompa-ñante: —¿quién es ese hombreque parece un artista? — —EsRoberto Lewis, el pintor— merespondió, sorprendido de miobservación v en plena calle melo presentó . Después, mantuveuna cordial amistad con él y sufamilia. Ahora que el Nacionalestá volviendo a su esplendor,dirigiendo los cambios sobre laspinturas, su propio hijo, recuer-

do mis constantes visitas a eseTeatro, para asistir a las funcio-nes y reseñarlas en el periódico.

La primera manifestación desu arte, fue el "plafond", ejecu-tado cuando estaba para termi-nar sus estudios en Francia y re-presenta al nacimiento de la Re-pública. Desde luego, no es un"fresco" sino una tela ejecutadasobre las medidas exactas delcieloraso; de serlo, le habría lle-vado muchos meses, pintandode espaldas, a costado sobre loscaballetes, como le ocurrió a Mi-guel Angel cuando pintó el te-cho de la Capilla Sixtina, pororden del Papa julio Segundo.Pasaron varios meses para quesus pupilas hubieran podidoacostumbrarse a mirar normal-mente. La creación de RobertoLewis es fastuosa y acentuada-mente francesa; el telón de boca—desaparecido y de una maravi-

so

llosa ejecución— y esa exquisitamujer del "foyer", fueron susprimeras expresiones murales.Más tarde, vendría esa sucesiónde pinturas que lo consagrarondefinitivamente como el granpintor genuinamente panameñode su epoca. Pienso que cada ar-tista deja en sus trazos gironesde su temperamento y su paisa-je. Picasso, el gran Picasso, fuesiempre un pintor español, abar-cando en sus producciones, todoel panorama y expresión de suEspaña : "la violencia de lascorridas de toro, en donde elhombre prueba su superioridadsobre el bruto : su agudo con-traste de sol y sombra, fecundi-dad y esterilidad, calor y frío,boato y pobreza, júbilo, lo gratoy lo macabro"; él mismo lo ex-presó en una ocasión : "no soyde simpatías o antipatías simple-mente amo u odio ". Es todauna biografía de España, la quellevaba en su temperamento, apesar de su orgullo, de su peren-ne exilio hasta en su muerte.

Igual ocurre con RobertoLewis: hasta en un sencillo tra-zo desprovisto de ornamento, serevela panameño, a pesar de quesiendo de un país tropical es aveces un tanto frío, apegado ala técnica. A medida que se fueadentrando de nuevo en la vidade su Panamá, fue incorporán-dose a su acelerado palpitar . Aveces, como en un pequeño cua-dro que poseía doña Ana de laGuardia en su casa, despiertauna íntima emoción por el colo-rido, la frescura y el rítmicomovimiento de las hojas y los

tallos; fugaces aleteos de inspira-ción diferentes a los que se reve-la un gran muralitrasta, como enlos decorados del Salón Amari-llo del Palacio presidencial y elcomedor del mismo, con susmujeres ondulantes bajo los ta-marindos de Taboga, sin embar-go, aun allí, en el salón se en-cuentran ángulos con escenas deíntima ternura: el que aparece,o en medio de una luz verdosay suave, la figura de una madreque reclina a su pequeño sobrela cuna y cerca, la esplendorosabelleza de Amalita Méndez quedespliega el abanico del trajenacional inmortalizando así, a ladama y al símbolo del vestidonacional, tal cual Leonardo conla Monna Lisa, en la que repro-dujo a la mujer de sus sueños yque erradamente se le adjudica ala esposa de Francesco Guicon-do, cuando en verdad correspon-de a una hermosa de ascendenciaespañola, Constanza Dávalos, aquien amó hasta su último sus-piro viajando con ella pegada asu corazón . Volverán los visitan-tes a admirar esa joya de exqui-sita belleza, a admirar sus her-mosas líneas diseñadas por unarquitecto italiano, aunque bajola brillante creación del Naci-miento de la nación, no se escu-chen más las voces de la Gali-curci ni se admire la figura deAnna Paulowa ni el acento cáli-do de Virgina Fábrega ni elemocionado himno a la destro-zada catedral de Reims, de PaulFort, durante la primera guerramundial .

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Documentosde los hechos

ocurridos en

octubre de 1925

51 HAY MITIN

Los suscritos, miembros de "La Liga de Inquilinos", invitamosen nuestros nombres propios, a los compaÙeros, hombres y muje-res, al mitin que por iniciativa nuestra, se celebrará esta noche a las

8 en el Parque de Santa Ana. Acudid todos si tenéis el valornecesario para ejercer el derecho constitucional de reunión libre.

Panamá, Octubre 10 de 1925.

LIGA DE INQUILINOS, Miguel Grandona, Inocencio Valero,Antonio Tejada E., José N. Coparropo, Plácido Ayala, Antonio M.Espinosa C., Daniel Eduardo George, HoracIo Rodríguez, Carlos A.

Borbón, Pedro J. Madrid, Aurelio Miranda, Isidro Vida, Martín

Martínez, S. Casís, Justino González, Balbino Quintero,Ercarnación Escala, Gabriel Pobeda, Elías Mirón, Pedro Velarde, M.Romero, Juan B. Thibault, Ernesto Ramos, TemÍstocles MorenoH., Benito Bósquez, Ricaurte Paredes, Santos Rodríguez, RamónRamos, David Blackman, Jorge R. Broüwer Jr, VÍctor M.Valenzuela, E. A. Ovidol, Atanagildo Laffargue, M. Morón Salas,Bej. Cajar, Gabino Sierra Gutiérrez, Julio Guerra, Alberto L.Rodríguez, Hornero Espinosa, José Sánchez, M. A. Barrios, LuisVargas, Juan Garay, Carlos C. Espinosa, Pablo de J. Macres,Benjamín Cuervo, José Ruiz, Andrés Macías, M. Fernández, BraulioTorres, Luis Vargas, N. S. Pino, Benigno de León, José NarcisoHernández, Carlos Rodríguez, José M. Navarrete, AntoniaGonzález, Ricardo Raúl Romero, Manuel M. Gáez, Julio JiménezSosa, Alfonso Sucre, Lucas Espinosa, Roberto Jirón, Cristóbal deLeón, Félix Ordóñez, Nemesio Belandre, Toribio Orozco N.,Venancio Zambrano, Máximo Balestero, Manuel Trujilo, J. A.Broüwer, Eug. L. Cossani, Julio de los Ríos, Toribia Morán, Tobías

Urrnaga, Federico Carranza, J. M. Menéndez, Joaquín E. Triana,Mauel Figueroa, Julio Guevara, Juan Rangel, Isidro~de León, A. P.Ramos, Amadeo de la Cruz, Narciso Ayala, Juan Cantera, PedroC. Carrilo, Luis Avila, Sergio E. Escala, Ramón Cuadra Calvo,Manuel de Gracia, Carlos J. Rodríguez, Medardo del C. Sosa, R.Lana, I. W. Rangel, Alfredo Ayala, Miguel Guardia, DanielGutiérrez, Gabino P. Pinzón, V. Valejo, Camilo Gallego, Ricaurte

Marciaga, Félix Pérez, Carlos Rodríguez, F. E. Moreno, FaustinoAvila, Arturo T. Rosas, Faustino Ponce, Bartin Torres, Gertrudisdel Cid, Néstor Murilo, Tomás Rivas, Erasmo M. Reyes, Valen tinoRacine, Pablo Quintero, Pedro Zapata C., Eulalio Mesa, Manuel

Caballero, MatÍas Morales, Pedro EstacIo, Luis González, JuanAngulo, IsaÍas R. Vilaverde, Pedro Blois, J osé Ortega, EduardoRodrÍguez, Manuel Otero, Valentín RabanaleL, Pablo Palma, Carlos

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Carmona, Nicolás Medina, José Casís, Manuel M. Muñoz, ManuelCarasco, Rosaura Torres, José María Beleño c., Salomón Ruiz,Brigido Agurre, Abralam Flóres, Isabel Alvarado, Ismael Ochoa,Nazario Castilo, Domingo Hernández, Emilio J aramillo, UrbanoReina, Pastor Quesada, Antonio Reina C., Manuel Salvador,Constántino Guerrero, Ernesto Jiménez, Eusebio Bonila, JuanPadila, Leonidas Moreno, Angel María Vargas, MarcIano González,

Jesús Vega G., José del C. Amaya, Florentino Mcndieta, ManuelMelo R., Pastor Moreno, Nemesio Díaz, Emilio Mejía, SantiagoUrriola, Faustino Ponce, Agrpino Obregón, Dionisio Medrano,Abel Moreno, Benjamín Ponce, Camilo Ramos, José Angel Gómez,Humberto Bartoli, Manuel Reina, Tomás de Sedas, Juan A. Muñoz,Víctor M. Rodríguez, Lorenzo García, C. Tuñón, Victor Guzmán,Marcos Araúz, Liberato Rodríguez, Zoilo R. Guerrero, EustacioVilar, Eriique Acosta, Carmen Quijada, Nazario Rangel M., José

A. J aramilo, Pedro Muñoz, Victorino Rivera, Desiderio N arváez,FlorencIo Camarena, Evaristo Rivera, Juan A. Moreno, Pascual

Delgado J., Alberto Sandoval H., Manuel Prado, R. Ruiloba Pereira,Eugenio Forero, Diógenes de la Rosa, Manuel L. Rodríguez, Carlos

Sucre C.

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CRUCE DE NOTAS

ENTRE EL ALCALDE GALlNDO y DE LA ROSA

Panamá, Octubre 9 de 1925

SeñorDiógenes de la Rosa

Presente.Señor:

Acúsole recibo de su comuncación de esta misma fecha, en laque me hace saber de una conversación habida entre usted y varos11embros de la Liga de Inquilinos, con el señor Presidente de laRepública, don Rodolfo Cluar, y del propósito que tienen ustedesde llevar a cabo un mítin en el Parque de Santa Ana, mañana a las8 p.m.

Ahora bien, como es el suscrito quien de acuerdo con el ar-tículo 1344 del C. A., concede permiso para esas reuiuones y comono ha sido revocada la Resolución dictada por la Alcaldíaprohibiendo tales 11tines, le manfiesto que no será peritido elmí tin en referencia.

De ustedes atentamente,

(fdo) Mario Galindo T.Es fiel copia de su origial.

El Secretario de la Alcadía Municipal,

He recibido de la Alcaldía Muncipal del Distrito de Panamá,

la nota número 705/It, dirigida al señor Diógenos de la Rosa.Panamá, 10 de Octubre de 1925.. 10 a.m. (Fdo.) DE LA ROSA.

Es fiel copia.Srio.

Pan 9 de Octubre de 1925

Señor Alcalde del Distrito:En mi carácter de miembro del Comité de la Liga de Inquili-

nos le comuiuco que de acuerdo con conversación habida entrevarios partícipes de ese Comité y el Prsidente de la República, Sr.Rodolfo Cluari, la Liga efectuará maña a las 8 p.m., una reuiuónpopular en el Parque de Santa Ana.

ne Ud con toda consideración,

Diógenes de la Rosa

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NOTA DEL CAPITAN JEFE AL JUEZ 5 DE CIRCUITO

SOBRE LOS INCIDENTES EN EL PARQUE DE SANTA ANA

EL 10 DE OCTUBRE de 1925

En la ciudad de Panamá, a los doce días del mes de octubre

Número 1833

Panamá, 11 de octubre de 1925SeñorJuez 50. del Circuito, PPresente.

Señor:

Me permito transcribir a usted" seguidamente, el parte que merinde el Oficial de Guardia, relacionado con el mitin de anoche:"Parte de hoy 10 de octubre de 1925. De conformidad con laorden impartida por el Comandante General, que a su vez recIbióesta del señor Secretario de Gobierno y Justicia, salieron de esteGuartel a las 7 p.m., un piquete de policías de 50 hombres, al

mando del Teniente Correa y de los Oficiales subalternos, TenienteRamÍrez y Subteniente Sergio Pérez, Joaquín Alemán, Juan Yanesy José Isabel J iménez, con instrucciones precisas de que bajo nin-guna circunstancia se permitiera reuniones subversivas y muchomenos se dejara hacer 'uso de la tribuna a orador alguno, cosaperfectamente prohibida a su vez por el señor Alcalde del Distritopor comunicación que hizo a la Comandancia General de Policía y

que se publicó en los diarios de la Capital y en carteles fijados enparajes públicos de la localidad. Siendo poco más o menos las 8p.m., llegó al Cuerpo de Guardia el Subteniente Alemán e informóal Capitán Jefe de la Sección y al Oficial de Guardia que numerosamuchedumbre encabezada por Gabino Sierra Gutiérrez había aro-llado a la escolta de Policía antes citada, tomándose por la fuerzael kiosko, donde Gabino Sierra hizo uso de la palabra incitando alpueblo a que desobedeciera el mandato de la autoridad. Acto segui-do, el señor Secretario de Gobierno que se encontraba en el despa-cho del señor Comandante ordenó al Capitán Jefe de la Secciónque enviara un refuerzo de 50 hombres armados de rifles y laCaballería. La que se despachó seguidamente, comandada por elComandante Arango y con él el señor Gobernador de la Provincia el,señor Alcalde del Distrito y el señor Capitán del Puerto, don Carlosde Diego. Minutos después esta Guardia tuvo conocimiento que

varios Oficiales del Cuerpo y Agentes de Policía habían sido gol-

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peados por la muchedumbre entre los que se nombraron al Coman-date Arango, al Teniente Correa, el Sub teniente No. 26, JoaquínAlemán y los Agentes Nos. 29, 66 y 258. Pocos momentos despuésfueron conducidos al Cuartel Central e inmediatamente al HospitalSanto Tomás, los heridos siguientes: Toribio Meléndez (herido lige-ramente), Alejandro Grau (ligeramente), Felipe López (Gravemen-te), Emilio OlivardÍa (gravemente), Antonio Landaza (gravemente),Ferdin Jaén (herido en las piernas), Miguel Avia (herido gravemen-te), FlorencIo Iturraga (herido ligeramente), DamIá Santana (heri-do ligeramente), Félix Tejada (herido ligeramente) y el señor Capi-

tán del Puerto, don Carlos de Diego (herido Gravemente). Este

último fue al Hospital Panamá. Lista de los amotinados detenidos:Carlos Manuel Céspedes Jr. colombiano, de 32 años y periodista,Arcesio Gómez, colombiano, de 36 años y comerciante, JorgeBrower, panameño, de 33 años y telegrafista, Carlos Sucre, pana-meño, de 24 años empleado, Eduardo Guevara, panameño, de 38años empleado, Magdaleno Aguilar, panameño, de 34 años y em-pleado, Alfonso Belucho Fábrega, panameño, de 26 años y jornale-ro, J osé Santos Sánchez, panameño, de 56 años y empleado, Nico-lás Torrero, perano, de 25 años y empleado, Leovigildo Macías,

panameño, de 28 años y chofer, Félix Alemán, panameño, de 29años y jornllero, Gabino Sierra Gutiérrez, panameño, de 27 años yperiodista, Manuel MarÍnez, panameño, de 36 años y jornalero,Cayetano Vila, panameño, de 39 años y jornalero, Samuel CasÍs,panameño, de 35 años y dibujante, José Luis Lombardi, panameño,de 25 años y empleado, José Jurado, panameño, de 24 afos yempleado, Eustacio Vilar, de 32 años, cochero a quien se le deco-misó un cuchilón, Cristóbal Barahona, panameño, de 17 años ycarnicero, Carmelo, Conte, panameño, de 33 años y ,obrero, JoséFelipe López, panameño, de 43 años y obrero, Nicanor Montero,

panameño, de 23 años y obrero, Manuel Vicente Garrido, paname-ño, de 38 años y abogado, Roberto González, panameño, de 23años, no tiene oficio, Santos Amador, panameño, de 23 años, cho-fer, a quien se le decomisó un revólver con el que trató de hacer

fuego contra la Policía. Toribio Meléndez, quien figura en la listade heridos y que fue traído del Hospital y se encuentra detenido.

Luis Francisco Bustamante, peruano, de 27 años, estudiante. Este-ban Manuel Pavletich, peruano, de 19 años, estudiante. AugustoHuertas, panameño, de 17 años, obrero (atacó a la Policía con unavarla de hierro). Luis Luciano RodrÍguez, panameño, de 19 años,

obrero. Eduardo Solanila, panameño, de 22 años y obrero. A las11 y 30 p.m., fueron mandados a la estación del Ferrocaril pororden del Capitán Jefe, quien a su vez recibió orden superior, losextranjeros siguientes: Carlos Manuel Céspedes Jr., colombia.Arcesio Gómez, colombiano. Nicolás Torrero, perano. Luis Fran-

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cisco Bustamente, peruano. Esteban Manuel Pavletich, peruano.Oficial de Guardia, Roberto Samaniego, Teniente".

Le remito 4 cuchilos, un revólver y un revólver falso, todo locual fue ocupado por la Policía a los amotinados de anoche. Tam-

bién le remito 3 cuchilas.

Del señor Juez atento y seguro servidor,

Capitán Jefe.

.

LISTA DE DETENIDOS DESDE EL DIA 10 DELOS CORRIENTES, HASTA HOY, EXPEDIDA ASOLICITUD DEL SEfiOR JUEZ s~ DEL CIRCUITO,SEGUN SU OFICIO 934, DE ESTA MISMA FECHA:

0c ioCalos Manuel Cépedel, colombio, 7 p.m. Apnte No. 479, capturado Paue Sata Ana.ARCESIO GOME, colombio, 7 p.m. AI 439 - Parque Sata Ana.Joqe Bro_, Paam - 7 p.m. Apnte 213 - Paque Sata An.CARLOS SUCRE, Paiw - 7:10 p.m. - Teni Coirea ~ Sata An.EDUARO GUE AR Paná - 7: 15 p.m. A&te 213 - Paque Sata AnMAGDALENO AG1.LAR, Pa - 7:30 p.m. Apmte 284 - Paque Sata Ana.ALFONSO BELUCHE FABREA, Pa - 7:25 p.m. Ate. 237 - Parque Sata An.JOSE SANOS SANCHEZ, Pa - 7:30 p.m. A¡. 29 - Paque Santa Ana.NlCOLAS TORRERO, Pa - 7:35 p.m. A¡nfe 213 - Parque Santa Ana.LEVIGILDO MACIAS, Panmá - 7:35 p.m. Ålnte 213 - -Paque Santa An.FEX ALEMAN, Pan - 7:55 p.m. ÅFnte 318 - Parque Santa Ana.GABINO SIERRA GUTERREZ,Pa - 7;55 p.m. Aønte 197 - Puque Sata Ana.MAEL MARTINEZ, Pa - 8;10 p.m. Age. 197 - Parque Santa An.CAYETANO VILLA, Pa - 8;10 p.m. ÅFnte 197 - Parque Sata An.SAUEL CASIS, Paam -8:10 p.m. A¡te 197 - Parque Santa Ana.JOSE LUIS LOMBARDI, Panmá - 8: 15 p.m. Apte 28 - Parue Santa An.JOSE JURADO, Panmá - 8: 20 p.m. Alte 324 - Parque Santa Ana.EUSTACIO VILLAR, Panam - 8:25 p.m. AJente 479 - Parque Santa An.CRISTOBAL BARAHONA, Panam - 8:30 p.m. Agnte 257 - Parque Santa Ana.CARMELO CONTE, Panamá - 8:30 p.m. A¡nte 350 - Parque Santa Ana.JOSE FELIX LOPEZ, Panamá - 9: io p.m. A¡nte 159 - Parque Santa An.NICANOR MONTERO, Pan - 9:15 p.m. Apnte 159 - Parque Santa Ana.MANUEL VICENTE GARRIDO, ran - 9:15 p.m. Agnte 315 - Parque Santa Ana.ROBERTO GONZALEZ. Panamá - 9:20 p.m. Subte. 26 - Parque Santa Ana.SAOS AMADR, Panam - 9:30 p.m. Subte. 39 - Parque Santa Ana.TORlBIO MELENDEZ, Panamá - 9:30 p.m. ÅFnte 166 - Cale 14 Oeste.LUIS FRANCISCO BUSTAMANTE, Per - 10 p.m Age. 315 - Cale 14 OesteFSTEBAN MANUEL PANLEVICH, Per - io p.m. Age. 162 - Calle 14 OesteAUGUSTO HUERTAS, pan - 10:25 p.m. Subte. 6 - Cale 14 OesteLUIS N. RODRlGUEZ, Paam - 10:25 p.m. Subte. 6 - Calle 14 OesteEDUARO SOLANILLA, Pa - 10:25 - Subte. 5 ~ Calle 14 OesteROOOLFO C. PORTILLO, Pa - 10:30 - Subte. 27 - Cale 14 OesteJOSE BERMUDEZ, Panam - 10:50 - A¡. 273 - Calle 14 OesteJOSE A. CASTILLO, Cokimbi ~ 10:30 - Age. 86 - Calle 14 OesteMANUEL S. GODOY, pan - 10:45 - Agt. 24 - Calle 18 Este Bis.BRAULlO NAVARRO, Panam - 11:50- Age. 501 - Calle 16 Oeste.

Oce 1 I

VICTR L1NARES, Panmá - 12:20 a.m. Ag. 8 - Cale 18 Este Bis.MANUEL E. CAMARENA, Panam - 1:30 a.m. Age. 278 - Parque Santa An.PABLO E. ORTIZ, Paam - 1:30 a.m. Agte. 686 - Parque Santa Ana.MODESTO O. LOMBARDI, pan - 1:40 a.m. Subte. 26 - Parque Santa Ana.LEOPOLDO JULIO, Pan - 1:40 a.m. Ag. 257 - Calle 18 Este Bis.LUIS F. MELAREJO, Panam - 1:45 a.m. Age. 138 - Avenia B.

.

ADOLFO MEXCANO, Paamá ~ 6:45 a.m. Age. 71 - Av. Norte 3.JUAN P. VILLARRUE y ALANDATE, Colombi - 8:25 a.m. Age. 315 - Santa AnaRICARDO A. PARDO, Panamá ~ 8:25 a.m. Age. 315 - Parque Santa An.'GERARDO PASCUAL, Panmá - 11 a.m. Age. 95 y 66 - Cae 18 Este Bis.FELIX PEREZ, Colombia - 11 a.m. Age. 13 y 21 - Cale 18 Este BisPEDRO MUÑOZ, Panamá - 2:25 p.m. Age. 515 - Pla ArangoALBERTO L. RODRlGUEZ T., Paná - 3:45 p.m. Age. 536 - Parque Santa Ana.MANUEL L RODRlGUEZ, Panamá ~ 4 p.m. Agte. 318 ~ Central 4.JOHN WALLACE, Jamai - 5:40 p.m. Agte. 127 - Avenida Ancón 3.CAROLINA WALLACE, Jamaa - 5:40 p.m. Age. 127 - Aveni Anón 3.ENRIQUE L. COSAN1, Panamá - 5: io p.m. Agt. 159 - Avenida B.ERNESTO MURlLLO, Pana - 6:25 p.m. Age. 5 - Av. Norte 3ANTONIA ESPINOSA, Panamá - 9:25 p.m. Agte. 108 - Paque Sata An

PLUTARCO M. DEL VASTO, Panamá - 9:10 p.m. Age. 23 - Calle 17 OesteLEONlDAS SAA VEDRA, Panam - 9: io p.m. Subte. 13 - Cal 17 OestePROSPERO SAAVEDRA, Panamá - 9:10 p.m. Agte. 51 - Cal 17 Oeste

DIA 12 de OctbreMOISES SAENS, Pana - 5: io a.m. Aaente 515 - Cal K.JORGE R. HENRlQUEZ, Panmá - 3:40 a.m. Agente 29 - CaleC.ARTIRO GARC1A, Paam - 3:50a.m. Agte - Cale. 17 Oeste

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COMUNICADOS DE LA LIGA INQUILlNARIA

Desd la CácelAl Proletaado Paameño

CompañerosOs enviaos este segundo mensaje de solidaridad y alento, los

que, por defender la causa común nos encontramos confundidos ytratados como reos vugaes, en las celdas inumanas de la Cárcel.

De 12 a 1 del medo día dé hoy, hemos recibido dos comisio-nes: la primera, integrada por los señores Tomás Gabriel Duque yAlfredo Alemá, nos invitó a que los acompañáramos hasta la Pre-sidencia de la República, con el fm de discutir alí la cuestióninquila, paa evitar la ocupación de la ciudad por las fuerasestadounidenses. Designamos inediatamente cinco delegados que,

según conveno, irían a la Presidencia bajo la responsabildad de losseñores Duque y Alemá; pero en el momento de parir, el señorCalos L. López, Secretario de. Estado en el Despacho de Gobiernoy Justicia ordenó la encarcelaión de nuestros comisionados portemor a las masas populares que rodeaban el cuartel de Policía,según nos manifestó don Tomás Gabriel Duque. Mas tarde, como ala 1 Y 30 p.m. el Secretaro Geeral de la Presidencia, señor Adria-

no Robles, nos trajo la segunda embajada presidencia. Se declaó

solidaro, en aspiraciones y procedimientos, con la Liga de Inquil-

nos, y nos solicitó la condiciones en que nos someteríamos aarglo en forma tai que se evtar "la vergüenza que para el país

en general y muy especialmente para el Gobierno de la República,significaría la ocupación miltar".

Basádonos tanto en conclusiones nuestras y de la AsambleaGeneral de Inquilos, como en el deseo sincero de soluciona elconflicto de acuerdo con la aspiraciones populs, le ofrecimosareglo medite los siguentes requisitos:

Primero. Areglo de la cuestión inquilaria conforme al pacto

verbal celebrado entre nosotros y el Presidente de la República

sobre la Comisión Mixta; pato verba violado por esta alta autori-dad;

Segundo. Libead inmediata de todos los inquiinos detenidosque no fueran necesarios paa la investigación judicia de los sa-grientos sucesos del 10 último, que fueron provocados y causados

úiucamente por las autoridades policivas;

Tercero. Reconocimiento del derecho constitucional de re-unin y expresión libres; y

11

Cuarto. Suspensión de las deportaciones.Nosotros ofrecimos en cambio al señor Robles normaliz~ la

vida del proletariado porque hemos ajustado todas nuestras activi-dades a vuestros intereses y deseos y, por ello mismo, estamos

seguros -a despecho de lo que piensa el señor Presidente de laRepública- que merecemos aún y seguiremos mereciendo la con-fianza que depositásteis vosotros al encargarnos de la Dirección delInquilinato.

Minutos más tarde se nos hizo subir a la Comandancia de laPolicía, en donde nos habló como Delegado de la Presidencia, elseñor Carlos Guevara, a quien informamos de los hechos anteriores:pero al alistarnos por segunda vez para salir hacia la Presidencia, elSecretario de Gobierno y Justicia, en forma intempestiva y des-

cortés ordenó la suspensión de la conferencia y nuestro regresoinmediato a las celdas. No vimos más al señor Robles; no surtióefecto la comisión Guevara ni volvimos a ver a los señores Duque yAlemán, pero sí, horas después, las tropas americanas hollaban elterreno de la República, para ignominia de los que por su intransi-gencia, cerraron las puertas a todo areglo racional, sin discutirsiquiera las condiciones propuestas por nosotros.

Esta es la verdad, compañeros, de lo ocurrido, verdad que

viene a desviruar la confabulación tramada entre el Ejecutivo, laprensa oficial y la burguesía, para atribuimos a los miembros de laLiga de Inquilinos, las consecuencias fatales de los actos que ellosmismos perpetraron.

No hemos deseado ni deseamos intervenir en la política delpaís, sino solucionar las cuestiones que directamente interesan alpueblo y que él mismo ha de resolver, cueste lo que cueste; peroesto no es obstáculo para que elevemos nuestra enérgica protesta

contra la parcialidad manifiesta del Presidente de la República y desus subalternos en favor de los propietarios y en contra del proleta-riado panameño que han encarcelado, masacrado y sometido a lavergüenza de la intervención sajona, en el día que ellos llaman "dela Raa". Enlistan a los señoritos burgueses para enfrentarse al pue-

blo en un gesto ridículo que no se atreverían a intentar1ö si nofuera por la proximidad del Ejército norteam,icano; pero impoten-tes, aún aSÍ, para seguir asesinando el pueblo y con demasiado

orgullo para admitir la justicia de sus reclamaciones, han apelado alapoyo de fuerzas extrañas a fin de acalar los gritos de dolor y dehambre del proletariado que tiene y tendrá siempre la dignidad y elvalor necesarios para sostener la defensa de sus justos derechos

contra el contubernio criminal de sus mandatarios y la burgesíaque ya ha iniciado en Panamá la lucha de las clases sociales. Reco-iáosle el guante y dec1inémosle la responsabilidad.

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Nosotros os recomendamos que manteng-.iis en pie todas nues-tras justas demandas. Extended y sostened la huelga con toda lasolidaridad que reclama la sangre de nuestros compañeros asesina-dos por los que hoy pretenden hacerse oir de vosotros con falacespromesas. Mirad con desprecio todo intento de areglo que directa-mente os quieran hacer ellos, aun cuando se asocien a entidadesconservadoras que han contribuído a mantener en estado incons-ciente a los obreros de Panamá. Prparaos para ganar esta santacruzada del inquilinato a la que han de seguir la de subsistencia, lade trabajo y otras, con vuestras propias fuerzas y con vuestro pro-

pio sacrificio.No hagais caso, os repetimos, de ninguna oferta de arreglo no

acogida por este Comité y aprobada en Asamblea General. Nuestrosenemigos son responsables únicos de la ocupación militar de laciudad pero tened en cuenta que ella no es permanente y quenosotros proseguiremos o reanudaremos la lucha, si es necesario,hasta los precisos momentos en que la burguesía y el Gobiernopretenden reunir aquí Congresos oficiales y estudiantiles para sola-zarse en el triunfo de ellos que es la esclavitud económica del

pueblo,Recordemos en todo momento la sabia sentencia de Washing-

ton:"Es preferible que las llanuras estén cubiertas de cadáveres

antes que habitadas por esclavos".

¡SALUD y REVüLUCION SOCIAL!

Panamá, 12 de Octubre de 1925.

El Comité de la Liga de Inquilinos:

Manuel Lucío RodrÍguez, Eugenio L. Cossani, Samuel CasÍs, Alber-to L. RodrÍguez y Carlos Sucre C.

Liga de Inquilnos

Compañeros:Esta tarde se reunieron en la Presidencia de la República,

Enoch Adames V., Ismael Luzcando y otros sujetos más pertene-cientes a la institución política denominada "Federación Obrera",con el fin de traicionar, de acuerdo con los burgueses, nuestro

movimiento inquilinario que ha costado sangre, prisiones y deporta-ciones.

11

No os dejeis sorprender!Aguardad instrucciones de nuestros doscientos compañeros

presos!

Comité de la Liga

(Atrás estan firas responsables)

200 hojitas, Tinta RojaA. Vilalobos o Beluche: Haga este trabajo de manera urgente

a las 8 p.m. de hoy y cargue su valor a mi cuenta.

Afmo,

Tinta Roja

A. Vilalobos o Beluche:

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Indagatoriasa Líderes

delMovimiento Inquilinariopor los hechos ocurridosen el Parque de Santa AnaellO de Octubre de 1925

l'

AlegatodelDr. Galileo Solís

GABINO SIERRA GUTIERREZ

En la ciudad de Paná, a los doce días del mes de Octubre

de mi novecientos veinticinco, compareció ante el infrasrito JuezQuto del Circuto, el seor GABINO SIERR GUTIERREZ conel fm de rendi indagatoria en este negocio. Sin juramento ni apre-

mio se le interrgó por sus calidaes y expuso: me llamo comoestá expresado, de veinticuatro años de edad, soltero, ateo, perio-dita y de este vecindao. Pregutado, expuso: SÍ perenezco a la

Li de inquilos si ser miembro del Comité Central que es laque tiene a su cargo la diección de los asuntos; pero soy suplente

de Diógenes de la Rosa que es miembro pricipal del Comité aludi-do. Prguntado, expuso: A la siete y media de la noche del sábado

pao, pasba yo frente al Teatro Variedades y encontré un tu-multo de gente que seguía al Teniente Riquelme y a los Subtenien-

tes Mastre y Joaquín Alemá, quien~s a su vez conducían violen-taente con rumbo al Cuarel de Policía a un señor de apelldoSáchez, a quien el Subteniente Alemán le rompió la frente conWl cachiporra. Luego me digí a la Cale 16 Oeste en donde seencontraba el grpo de inquilinos reunidos, sin que supiera enton-ces cuál fuera la determinación del Comité Central. El aresto o laconducción violenta y maltratamiento contra Sánchez, aunado a lacaptura injustificada de Jorge E. Brower Jr. y Carlos Manuel Céspe-des, miembros de la Liga inquilinaria que se encontraban reunidosen la Cale 16 Oeste, y quienes deseaban a toda costa presentarse a

Sata An, a celebrar el mitin sin agarda la decisión de los jefes.En presencia de esta situación y no -halándose del Comité Centralpresente, más que Mauel Lucío RodrÍguez, quien agotaba recursospa calar la muchedumbre para que no procediera sin una claradetermición de los jefes. En este mismo sentido me empeñé yo

porque aunque más dos cientos miembros de la Liga de Inquilinos,inclusive yo, por medio de una hoja volante habían convocado amitin a los miembros de la Liga el sábado en la noche. Esta hoja,cuya copia presento en un ejemplar, la dimos a la publicidad, ig-norando la existencia de la prevenciones del señor Alcalde, que

según he sabido después, dique ordenó fijar en las tablilas deavisos. Hago presete, que enterados yo y otros miembros de laLiga de los que creemos poder ser escuchados por los compañerosinquilinos, de la firme disposición de las autoridades locales de

atropellamos con la cabalería y la infantería del Cuerpo de Poli-cía, nos dispusimos aprovechar la convocatoria ya hecha, para queuna vez reunidos al frente del local de la Liga de Inquilinos, aren-galos en e~ sentido de hacerlos desistir de concurrir al Parque yhata de repeler Lu agesiones de la Policía. Repito nara continuar,

,.

que me encontré con Rodríguez, Manuel Lució en el local de laLiga, tratando de apaciguar la muchedumbre y que hice cuantoestuvo a mi alcance por lograr su intento que era el mismo mío,pero que el pueblo inquilino, reunido, se oponía a ello. Informadoéste de los atropellos de que había sido víctima de pare'de variosoficiales de Policía, numerosOs compañeros, quería el pueblo con-currir a toda costa a Santa Ana a evitar se continuaran consuman-

do atropellos contra el pueblo indefenso y completamente desara-do. En vista de ésto, usando un pito o silbato de los que tiene parallamar el orden a sus miembros la Liga de Inquilinos, me paré enuna sila y luego de dos pitazos largos, le pedí me escucharan para

hablarles - Les dije que precisaba tener reflexión, porque nuestrasintenciones o fines no eran .ir a luchar contra la Policía ni contra elGobierno legalmente constituido, sino hacer valer nuestros derechosvulnerados por el elemento burgués que nos extorsionaba con elala de alquileres y arículos de primera necesidad; que debían ser

disciplinados y guardar toda la compostura que el momento exigía;que recordaran que se había aconsejado asistir sin ara alguna, y

en ese estado era una imprudencia exponerse a luchar, máximecuando no era esa nuestra finalidad~. Por ese estilo habló a lamuchedumbre el compañero Rodríguez y varios otros más y re-cuerdo, que nos vimos obligados a usar términos fuertes como losde "Carajo, ;:quí hay que obedecer, porque se impone la discipli-na". Esto indignó a la muchedumbre, estuvo a punto de lincharos,tratándonos de traidores al movimiento, etc. En esa situacIón, inte-ligenciado con RodrÍguez, optamos por hacemos de los abandera-dos e ìmos con rumbo a la cale B abajo, tratando sìempre dedistanciarlos del parque de Santa Ana, donde la Policía atropellabainhumanamente a los compañeros, atendiendo a órdenes del tenien-te Correa. El pueblo se dio cuenta- de que nuestra intención era

alejarlos d-: Santa Ana, y desobedeciéndonos, quisieron subir porla Av.enida Ancón, pero también logramos impedido por medio deengaños. La muchedumbre ya exaltada, desobedecIó por completoórdenes y resolvió ir a Santa Ana, razón ésta por la cual, encabe-zándola, RodrÍguez, Casís, otros más y yo, concurrìmos al luga

indicado. Fui de los primeros en subir al Kiosko de Santa Anajunto con Rodríguez, CasÍs, de la Rosa y otros compañeros más,que llevaban las banderas. De allí empecé a hablar al pueblo enforma que refrenara sus ~asiones y no fuera a ir contra la Policía.Era nuestra idea, pronunciar dos o tres dìscursos y luego hacerlos

disolver, peru cuando hablaba, el Teniente Correa, el SubtenienteSergio Pérez y el Comandante Arango, querÍaI sacare del Kioskopara evitarme continuar. Dejé de hablar y me reemplazó de laRosa, y me paré entonces en el atril que usa el Director de laBanda, para de alí apaciguar los ánimos, pero el Comandante Aran-

:'.Ð

go insistía en que desalojara el Kiosko y para hacere bajar meapuntó con su revólver. El pueblo grtó en señal de protesta y meábrí el saco, levantándomelo con las dos manos, y demostrándoleque no estaba arado, le dije que me disparara si quería. Alguosindividuos le bajaron la mano al Comadate Arango y éste hiodos disparos al suelo a los que sucedieron dos más. Comenzó elescándao y empezaron a disparar porque yo los vi, el TenienteCorrea, los Subteniente Pérez, Alemán y Maestre y el Agente JulioBernaL El tiroteo estaba pleno, y yo permanecía serenamente para-do en el atril, grtando cama, calma. El Comandante Arango setiró del kiosko y. se abrió a la cale, frente al Metropole, donde

diparó contra Marciao Mirnes, que se encontraba en el centrode la cale, casi entre las dos líneas del tranvía. El disparo del

Comandate Arango fue directamente contra Mirones, porque a élle apuntó, por ser uno de los que grtaban y protestaban en la calede los disparos iiecesarios que se habían hecho. Esto lo vi yo,por encontrarme en un punto desde el cual dominaba los aconteci-mientos sin dificultad alguna. MÏrones, pude ver! o seguir al Metro-pole, no puedo precisar si entró o no, porque en esos momentosentró al Parque la Policía Montada, haciendo disparos al aie y a

los lados, tanto es así, que más de una vez me silbaron las balaspor mi lado. Hago constar que cuando el Comandante Arango pro-cedió contra Mirones, no lo hio repeliendo ataque alguno, toda

vez que nadie lo agredió y menos MIones que no portaba ni unpalo siquiera. A los disparos continuos, el pueblo huyó y yo per-maecí parado en el atril, hasta tanto llegó un refuerzo de Policíaarado de rifles y el Sr. Eduardo Chiari, el Alcalde Galindo y elGobernador ßoyd, quien me ordenó que bajara, apuntándome consu revólver. Bajé y pasándome el revólver varias veces por la cara,me madó arestado. Igual cosa hizo el Alcalde Galindo con Sa-muel CasÍs. Declaro solemnemeñte, que tanto el Gobernador Boydquien me trató vergajo y otros términos análogos, como el Alcalde

Boyd y el Comandate Arango, pude darme cuenta que estaban enestado de beodez, porque les sentí cuando se me acercaron. Sé porreferencias, que hicieron disparos contra el pueblo, el señor Ed-mundo Molino y el judío Maurcio Valencia, Presidente del Conce-jo. Yo concurrí a la Policía con un agente de apelldo Mata y eneste establecimiento me fiiaron y registraron. El Dr. Carlos López,Srio de Gobierno, me amenazó con que nos mandarían a Coiba.Preguntado expuso: Antes de los dos primeros disparos hechos alsuelo por el Comadate Arango, después de haberme amenazadocon su revólver, niguna pesona disparó ara de fuego en lareuruón de Santa An Preguntado, expuso. No sé ni he oído decirq\lién sea la persona que del grpo reurudo en el kiosko del parquede Santa Ana desarmara al policía Carilo, desalojándólo del revó¡"

..

ver respectivo. Lo que yo vi fue que uno de los conglomerados enel momento que iba a ser atacado otro por el policía JulioBernal, quien pretendió darle un palo, le arebató el garote, visto10 cual Bernal sacó su revólver con ánimo de dispararlo, pero comoalgunos se lo impidieran hio dos disparos al suelo. Esto fue des-pués de los disparos iniciados por el Comandante Arango. Pregunta-do, expuso: No me consta por percepción propia cómo se ejecuta-ron las lesiones que sufrieron algunos individuos más esa noche;pero sé por referencia que el compañero Ferdin J aen fue herido enlas dos piernas por el Comandante Arango. Preguntado expuso: Yovi al Teniente Correa sacar su revólver, excitar a sus inmediatos

subalternos a que dispararan y disparar él también. Preguntado,

expuso: Tanto Correa como Pérez y el sub teniente Maestre, proce-dieron en consecuencia con la excitación del primero, pero susdisparos fueron arriba y abajo, sin que' pueda precisar si hubo

consecuencias o no de esos disparos. Preguntado, contestó: Encuanto a los responsables de las heridas con que resultaron otraspersonas las noche del sábado, no tengo ningun dato, ni por refe-rencia ni por propia percepción. Preguntado expuso: Declaro bajo

toda mi responsabildad y con todo el conocimiento de la forma

que tengo como se han venido desarollando los acontecImientosde la Liga de Inquilinos que el único ideal de ésta es y ha sido

siempre el de luchar porque haya equidad en el cobro de los alqui-leres. No han sido nunca sus intencIones, como lo he dicho antes,ir contra las instituciones del país y las autoridades constituÍdas, ni

contra la Policía y mt;os convertirse en facción política miltante

en oposición al actual Gobierno que, dicho sea de paso reconoce

como entidad legítima. Preguntado expuso: No he asistido yo a lasdeliberacIones del Comité Central de Inquilinos, pero sé de buenafuente que la finalidad del movimiento se ha resumido en los idea-les que dejo expuestos. En este estado y no habiendo otra preguntaque hacer al indagado, se suspendió el acto extendiéndose para

constancia la presente diligencia que se suscribe en señal de aproba-cIón, no sin agregar que el señor Sierra Gutierrez fue juramentadoen cuanto hace cargos contra terceros.

EIJuez, .El Indagado"

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MANUEL LUCIO RODRIGUEZ

En la ciudad de Pan. a los doce días del mes de Octubrede mil novecientos veinticinco, se presentó ante el infrascrito JuezQuto del Circuito el señor MAUEL LUCIO RORIGUEZ, a finde rendir indagatoria, y sin apremio ni juramento, fue interrogado,

y para identificarse, contestó: Me llamo como ya está escrito; soyvarón, mayor de edad, panameño, de este vecindaro, conresidencia en la Avenida "A" No. 7, soltero y periodista.Interrogado, contestó: SÍ soy miembro pricipal del Comité Cen-tral de la Liga de Inquiinos. Preguntado expuso: En mi carácter demiembro principal de ese Centro yo sí entro o tomo parte en l~sdeliberaciones de dicho comité respecto de la actividad de la LigaInquilinara. Preguntado expuso: Solamente por decires calejerosestaba yo al corriente de que el Alcalde por medio de una resolu-

ción había prohibido o negado al Comité Central de Inquilinos elderecho de celebrar un mitin en el parque de Santa Ana el sábado

p/pdo por la noche, pero no porque nosotros recibiéramos notaoficial al respecto. Preguntado expuso: Ignoraba si el Alcalde delDistrito hubiera ordenado pegar prevenciones en los parajes públi-cos, de que era prohibido el mitin de que se trata. Preguntado,

contestó: SÍ conocía una hoja volante, porque soy yo uno de losque la suscriben titulada "SÍ hay Mitin" y que circuló el sábado

pfpdo.,en la cual se invitaba a todo miembro de la Liga inquil-naa que tuviera el valor necesario para asistir a dicho mitin, o seapara ejercer el derecho constitucional de reunión libre. Preguntado,contestó: A las siete y meda de la noche más o menos, del sábadop/pdo., me encontraba yo en la Oficina de la Liga de Inquilinos,que funciona en la Cale 16 Oeste, y me ocupaba en. aguardar unmayor núcleo de consocios a efecto de dirigirme a ellos advirtién-doles la aparición de la advertencia del Alcalde en las tablilaspúblicas de la ciudad, y hacerles conocer la responsabilidad legal en

que incurrrían si se desacataba la órden de dicha autoridad. Pre-

guntado, expuso: Al haberse conglomerado un número considerablede inquiinos creí que era llegado el momento de que me dirigieraa ellos en público y así lo hice aunque sin éxito, porque. la muche-

dumbre demasado excitada y entusiasmada por la celebración de!mitin, no escuchaba favorablemente mis palabras. Debo agregar en

este pasaje de mi indagatoria que la exaltación de la gran masa de

inquilinos situada en la cale 16 Oeste a la hora en que me vengorefiriendo, obedeció en pae prcipal a la manera como fue ares-tado y conducido el compañero Sánchez. pocos minutos. antes porel Teniente Joaquín Alemán. quien lo hiró en la frente con una

n

caiporr cuando pasaba por Santa Ana. Preguntado, expuso:Viendo yo que me era imposible convencer a la multitud no mequedó otro recurso que el de salir con ella. a la cabeza. a efecto deda un recorrdo por ciertas pares alejadas del parque. y efectiva-mente recorrí con ellos un tramo de la cale "B". la Cale 19Oeste. las anexas a ellas. y al llega a'la Avenida Ancón, la muche-dumbre trató de subir esa cale. consiguiendo desviarla con enga-fa, subiendo por la calle "B" hasta llega a la esquia de Cale 13Oete donde ya me fue imposible contenerla. viéndome obligado aseguir con ella con rumbo al Parque de Santa Ana, porque lamuchedumbre grtaba que mi actitud no era otra que la de traicio-narles. Preguntado expuso: Al llegar con la muchedumbre al Parquede Santa Ana. entrando por la bocana que va hacia la cale 13

Oeste. encontramos cierto número de policiales alineados en esetramo, que nos impedía nuestra entrada al parque. Tal actitudprecipitó a la masa que se impuso y pasó siempre con dirección "alcentro del paque. Preguntado expuso: Al llegar con la muchedum-bre al centro del parque de Santa Ana, subí con Gabino Sierra

Gutierrz y otros miembros más de la liga, entre ellos SamuelCasÍs. al kiosko. Personas digentes de la Liga sólo estabamos lostres mencionados, es decir. CasÍs, Sierra y yo. Preguntado expuso:Sí había en el kiosko. al subir nosotros, un destacamento de poli-ciales. Pregutado. contestó: Mi actitud al halarme ya posesionadodel kiosko con mis compañeros aludidos, fue la de aplacar la multi.tud imponiéndole silencio y orden, pero no pude llegar a ese finporque la presencia de las autoridades policivas que invadían elkisko. exaltó el ánimo de la masa. Preguntado, expuso: No sé ni

he oído decir quién o quiénes sean las personas que en el kioskode Santa Ana, al subir el Comandante Arango y algunos sub-alternos más. empellaran y ultrajaran de hecho a dicho Jefe dePolicía, como tampoco presencié nada respecto de este punto. Pre-guntado: ¿Sabe Ud.. o ha oído decir quién sea la persona de 102concurrentes al mitin que en el kiosko y en vista de la resistenciaque hacía el Comandate Arango y sus subalternos para evitar queel mitin continuara su curso, hizo un tiro de ara de fuego?

Contetó: No sé ni he oído decir quién sea la persona de los asis-tente al mitin celeMado en el parque de Santa Ana y que en vista

de la resistencia del Comandate Arango y sus subalternos par quediho miti cotinuara, hiciera un dispar de revólver. Lo que yo

ii por habe visto es que fue el comandante Arango quien hizo los

~$ prmeros dios de es noche, con direción al piso del kios-ko, retando herido momentos después uno de los asistentes quese\ encntraba en el kiosko en ambas piernas, porque fui yo unode 101 qt me to sacado en brazos y hacero conducir al Hospi-

ta Sato 'Il1ù. Prntado, expuso: Supongo que los dispars

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primeros del Comadate Aran, con dicción al suelo fueron losque causaon las herda de dicho joven, porque éstas fueron adver-tida inmeditamente después de esos diaros, siendo así que entre

la advertencia de las herda y los disparos del Comandante Arano,no se sucedióIUgua detonación de ara de fuego. Preguntado,expuso: Me consta que la herda causa a Maciao Mirones, fuehecha con el revólver que portaba el Comandate Arango, porqueen momentos en que se había formado el tumulto y se sucedieronlos dispars, vi desde un pequeña plataforma que queda al lado dela escalera del kiosko, cuando el Comandate Arango saó por laavenida que desemboca frente al Metrópole y Mirnes, que se en-contraba pardo en la cale, por más cerca de la acera del parqueque la del Metrópole, protestaba de los atropellos de la autoridad,y en este momento Arango le diparó, haciendo blanco en Mironesquien cayó exánme. Después de esto no me di cuenta de lo quelucieron con el cadáver de Miones, porque en ese momento apara-ció por la cale la Cabaería. Pregutado, expuso: El ComandanteArango continuó haciendo \lSO de su revólver después de sus prime-ros disparos que causarn la lesiones del joven herido en ambas

piernas. Pregutado, expuso: La demás personas que esa nochedispararon sus revólveres son, por haberlas visto el exponente, el

Teniente Correa quien diparó unas veces sobre el piso del kiosko yotras desde el kiosko con diección al parque; y la Policía de

Cabalería que hio también uso de sus revólveres por un~ sola vez.

Prguntado, expuso: No puedo precisar si a la altura desde la cualdisparaba la cabalería sus calbres llevaran la inclinación hacia lamuchedumbre del parque, pero si los Vi con el brazo horizontalcuando dispararon. Pregutado, expuso: En cuanto a los demásheridos que resultan en esa noche, no sé quién o quiénes fueron

los autores de esas lesiones Preguntado, expuso: La manera comofunciona el Comité Cmtral de la Liga de Inquilnos es la siguiente:

Se reune en deliberación en sesion reservada, y aprobado el asuntoque motiva SU reión lo somete luego a la aprobación plenara delos inquilinos. Prgutado, expuso: En las deliberaciones celebradas

por el Comité Central de la Liga nunca se ha considerado asntoalguno tendinte al descnocimiento de las instituciones del país niataque a sus autoridades, por reconocer dicho Comité que esas

numas autoridades están legítimamente constituÍdas. Preguntado,expuso: Cuanto a los autores de los disparos ocurrdos en el parquede Santa An es posible que entre los concurrentes haya personasinformadas ta como lo estoy yo, pero apare de Sierra Gutiérrez ySanuel CasÍs, no recuerdo o no puedo precisar quiénes sean esaspersonas En este estado, y agregando el èxponente que el Coman-date Arango en el momento del mitin en Santa Ana no se encon-

2S

traba en estado normal y jurando haber dicho verdad en todocuanto afirma contra terceros en esta indagatoria, se dio por ter-minado el acto, extendiéndose para constancia la presente diligen-cia, que el indagado leyó, aprobó y firmó.

El Juez,

El Indagado,

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SAMUEL CASIS

En la ciudad de Pan a los doce días del mes de Octubre

de mi novecientos veiticinco, se presentó ante el infrascrito JuezQuto del Circuito el señor SAMUEL CASIS, a fin de rendir inda-gatoria, y si apremio ru jUJelto fue interrogao por el señor

Juez, y para identificarse, contestó: Me llamo como ya está escrito;soy varón, mayor de edad, paameño, de este vecindaro, con resi-dencia en la Cale 13 Oeste No. 30, casdó y dibujante. Interroga-do, contestó: Soy mimbro del Comité Central de la Liga de Inqui-liOs. Preguntado contestó: Sí sabía que por resolución del Alcalde

del Distrito, éste funcionao prohibió la celebración de un mitinque la Liga de Inquiinos debía celebra en el Parque de Santa Anad sábado próximo pasdo. Debo agregar que en vista de esa prohi-bición del Alcalde, el Comité Cetral le dirgió una comwucaciónavisádole que se celebraría el miti de acuerdo con conversación

habida entre el señor Prdente de la República, y los señores

Ermo Méndez yel Geeral Prtelt, dando su asentimiento siem-pre y cuando que no se insutar al gobierno ni a ninguna autori-dad, ni surgieran de alí escándaos de ningún género. Agregandomás el General Pretelt, para justificar esta decisión del Presidente,el hecho de que en los mities anteriores no había ocurrdo ningúndesorden ni nigún atentado contra las personas ni contra las autori-daes. Esta noticia fue trasmitida personalmente por el señor Mén-

dez al declarante, má o menos a l~ once de la mañana del sábadopróximo pasado, en su propio despacho. Minutos después me entre-visté con el General Pretelt quien me esperaba en su despacho, yde labios suyos recibí noticia igual a la trasmitida por el señor

Méndez, aconsejándome el Gra. Pretelt, que fuera donde el Alcaldea pregutarle cuál era su última decisión en relación con la cele-

bración del miti. Me trasladé al Depacho del Señor Alcalde, lehice esa pregunta y pesonalmente él me contestó que ya él lehabía contestado a Diógenes de la Rosa su última decisión, y meenseñaron en la Alcadía copia de esa comuncación del Sr. Alcaldeen que él comunicaba al Comité C~tral de Inquiinos, que seatuvieran a su última decisión, o sea la de-prohibir terminantemen-te todo mitin de inquilinos. Como el Gral. Pretelt me contestó quelo que le comunicara el Alcalde se lo trasmitiera a él, volví a suDespacho y le informé cuál había sido la contestación del señorAlcalde. En vita de esto y anmado siempre el General Pretelt poraneglar el asunto de la mejor manera posible, según manifestacio-

nes que me había hecho, el Gral. Pretelt me citó para la cantia de27

Durán a las doce y media del día para hablar conmigo. Así lo hicey en la cantina me manifestó que había llamado por teléfono al

Alcalde para tratar el asunto, pero que dicho funcionario se había

ausentado del Despacho; pero me dijo que volviera a las tres a suoficina pues esa tarde concurrría él a un almuerzo a las Sabanas, alcual asistirían también el Presidente de la República, el Alcalde yotros funcionarios y alí trataría con ellos el asunto del mitin. Mepresenté a las tres de la tarde a la Policía y no encontré al Gral.Pretelt por no haber llegado aún a esa hora, y me fui a la oficinadel señor Erasmo Méndez, en donde permanecí un rato en esperade que el Gral. Pretelt regresara a su Despacho y de que el señorMéndez pudiera comunicarse, si era posible, con el Alcalde y elPresidente de la República. Volví luego a la oficina del Gral.

Pretelt y como todavía no había llegado, lo aguardé un momentomás hasta que llegó. Al hablar de nuevo con él el Gral. Pretelt memanifestó que había tratado del asunto en el almuerzo y que laactitud del Alcalde era la de permitimos que celebráramos el mitin

el miércoles de esta semana pero no el del sábado pfpdo., porqueeso era desautorizarlo. Entonces yo le dije al Gral. Pretelt que lanoticia trasmitida por él en la mañana de que el Sr. Presidente dela República estaba de acuerdo de que el mitin se celebrara, causóuna gratísima impresión en la sociedad de Inquilinos al grado deque muchos de ellos asumieron la responsabilidad del caso y tira-ron una hoja suelta invitando al mitin; que era casi imposible con-

seguir convencer a la masa de que no acudieran al parque la nochedel sábado, pero que tanto yo como los demas directores haríamos

una exposición desde el kiosko para explicar a los inquilinos laimposibilidad de continuar alí la reunión y advertirles que nosreuniríamos un día posterior, que debía ser de esta semana. ElComandate asintió a esto excitándome a que le ayudara con losdemás compañeros' a convepcer a las masas, del porqué no conveníacontinuar reunidos en el Parque de Santa Ana. Entonces me retiréen la confianza de que cumpliría con lo que habíamos hablado.

Preguntado expuso: No puedo precisar la hora, pero yo me encon-tré con los manifestantes por la Cale "B" y seguÍ con ellos, a lacabeza. Al llegar al parque de Santa Ana el Teniente Correa y unosagentes de policía trataron de impedirnos las entrada a dicho par-

que, pero era tal l?l masa de personas, que no pudieron evitarlo ypenetramos hasta el centro del parque. En el kiosko había tambiénun destacamento de policías, pero no pudieron contenemos. SierraGutiérrez, que también iba conmigo a la cabeza, comenzó a arengarla multitud en el sentido de explicarle lo que pasaba, y el Teniente

Correa se empeñaba en que bajara el orador del lugar en donde seencontraba y a lo que se opusieron los que estaban allí, y como nose oía lo que se hablaba, Sierra se trepó en el atril del director de

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la ban paa advertir al público lo que pasaba, p'ero el tenienteCorrea se empeñaba en perturbarIo y en hacerlo bajar de la tribunay en que todos los demás bajáramos del kiosko. Mientras tato en

otro lugar del kiosko me encontraba yo accionando para sujetar ala multitud y diciéndoIes qué era lo que pasaba. En el mismosentido abogaban Tacha, Pardo, y otros que no recuerdo, peronuestras voces se ahogaban en medo de Ià mayor bulla. Mientrastato el Teniente Correa persistía en su lucha de desaojar el kios-

ko no obstate las explicaciones que yo le había hecho de que se

le diía al pueblo del porqué no convenía seguir reunidos alí. Se

formó wi barrulo que no se oía nada y cuando yo volví la carame encontré con varos individuos en el suelo, y wios cuantospolicías nada má en el kiosko. Me hice hacia el centro del kioskoy en eso subió el Alcalde dado tumbos con el revólver en mano yme tomó por la pechera de la camisa, me puso el revólver en lasien y en el pecho, y me dijo "lujo de puta, tú estas aquí". "No

querían al Alcalde", "AqUÍ ~stá el Alcalde pues". Yo le contesté:"Ud. qué me dice con eso". "Si quiere tirar tire". E insistía en unvocabularo tan sucio y ta vuga que comprendí que no estaba en

su estado normal por el tufo, que parecía mosto de albique. El

trató como de empujare, peo yo resistía y le interrogué "Quéquiere Ud." y me contestó "Mandae a la otra vida". Entonces unpolicía intervin, y le dijo al Alcalde que él me llevaba a la policía,y el Alcalde dio la órden en tono despectivo. Preguntado, expuso':

SÍ oí tiros en el kiosko de Santa Ana por pare de la Policíadigidos al aie. Pregutado expuso: No me di cuenta debido a laexcitación y a la bula si anteriormente a esos disparos de la poli-cía, se dio alguno otro en el parque. Lo que puedo decir es que depare de los manifestantes no sal-l ningún disparo, porque no se havisto ningún policía herido ni tapoco iban en actitud de repelernigún ataque armado. Prguntado, expuso: Por percepción propiano sé quién sea la persona o personas que con ara de fuego, lanoche de autos, causara la muerte de Marciano Mirones, y las heri-da de las demás personas que se encuentran recluídas en el hospi-ta Santo Tomás. He oído decir sÍ, que fue el Comandante Arangoel protagonista de todos estos hechos sangrentos, y por consiguien-

te a él se le señala como el responsable de la muerte y heridas enreferencia. También se dice que el Gobernador ordenaba al Jefe dela cabalería que matara a ese poco de negros que se encontraban

en Santa Ana. Pregutado, contestó: Los reglamentos, estatutos,etc., ~probados por el Ejecutivo son bien claros en ese sentido, yde ellos no se deduce ningúna tendencia subversiva contra el ordenpúblico, pues de lo contrario no habrían sido aprobados. En este

estado no habiendo otra preguta que hacer, se suspendió el acto,

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y para constancia se extiende la presente diligencia, en la que sejuramentó al exponente en cuanto hace cargos contra terceros, y sefirma por quienes han intervenido en ella.

El Juez,El Indagado,

Nota No. 705 - 11

Sección Segunda

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CARLOS SUCRE C.

En la ciudad de Panamá, a los doce días del mes de Octubre

de mil novecientos veinticinco, compareció ante el infrascrito JuezQunto del Circuito el señor CARLOS SUCRE C., a fin de rendirindagatoria, y sin apremio ni juramento, fue interrogado por elsuscrito Juez y para identificarse, contestó: Me llamo como ya estádicho; soy varón, mayor de edad, panameño, de este vecindario,con residencia en la Avenida "B" casa No. 27, soltero y abogado.hiterrogado, contestó: Soy miembro del Comité de Defensa y de laComisión Mixta nombrada por los inquilinos para entenderse con lacomisión de los 'propietarios; pero he asistido varias veces a sesionesdel Comité Central, agupación de qué soy suplente. Preguntado:¿Sabía el exponente que en la mañana del sábado próximo pasadoel Alcalde del Distrito dictó una resoli;ción por medio de la cualprohibía o negaba permiso al Comité Central de Inquilinos paracelebrar un mitin en el parque de Santa en la noche del día indica-

do?, contestó: En la mañana del sábado último, una vez hubetomado mi desayuno, como a las nueve de la mañana, parí conuna hermanita mía, Josefina Sucre, hacia el Hospital Santo Tomás,de donde regresé a las once y media aproximadamente, bajando sinver a ninguna persona, en la clÍlÙca de los Drs. Calvo y Morales.Alí estuve como hasta la una del medio día, sin serme posible, porlo tanto, darme cuenta en la mañana de la resolucIón aludida; peroa las dos de la tarde" poco más o menos, me avisarontelefónicamente del Sindicato de Inquilinos que el señor Presidentede la República y el señor Pretelt, Comandante de la Policía ha-

bían concedido permiso para la celebración de un mitin en el par-que de Santa Ana. Preguntado,~expuso: SÍ supe como a las cincode la tarde del sábado que no obstante el permiso concedido por elPresidente de la República para que se celebrara el mitin en lanoche de ese día, que el Alcalde del Distrito ratificó por medio deuna nota dirigida a Diógenes de la Rosa, su resolucIón prohibitivade mítines. Preguntado, expuso: Poco más o menos a la hora últi-mamente indicada me enteré de que el señor Alcalde de este Distri-to había fijado carteles en los cuales notificaba al público queprohibía toda clase de reuniones o mítines. Supe ese hecho porcomunicación verbal de un compañero del inquilinato que, meagegó, la noticia de que el pueblo había destrÍdo inmediatamentedespués de fijados tales edictos. La misma persona me entregó enseguida un ejemplar de una hojita suelta en que más de cientocicuenta personas invitábamos al pueblo a que asistiera en la mis-ma noche a un mitin. Pregutado, expuso: Esa hoja suelta sí es del

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tenor de la que se me presenta, es cierta en todas sus partes y fuesuscrita por mÍ. Preguntado, expuso: Como Suplente de la Liga delComité Central de Inquilinos he actuado sólo una vez en sus deli-beraciones, y como amigo de confianza de ese comité he asistido aotras sesiones. Preguntado expuso: Siempre que he asistido a sesio-nes del Comité Central de la Liga de Inquilinos, esta entidad se haconcretado a tratar asuntos directamente relacionados con el pro-

blema del inquilinato, que es el único tema que interesa al sindica-to General de Inquilinos. Naturalmente en varias oçaciones se tratóextraoficialmente asuntos secundarios y diversos, pero sin ánimo dellegar a conclusiones respecto a ellas. Preguntado, expuso: Nnncaen esas deliberaciones se trató asunto alguno encaminado a subver-sión contra el órden público ni a desconocimiento de las institucio-nes del país ni de sus autoridades, todas las cuales respeta y acatael Sindicato General de Inquilnos, como se evidencia en el hechode tener entre sus comisiones sobresalientes la de Defensa que está

encaminada a aconsejar sobre la legalidad de las actividades y delos procedimientos adoptados por el Comité Central o por los

miembros del Sindicato. Observé una vez que se acojÍa entre losdirectores, con mucha satisfacción, los pasos dados por el EjecutivoNacional para solucionar, por medio de una comisión mixta, losproblemas sociales y económicos surgidos con motivo del alza delos alquileres. Aun en momentos en que el señor Alcalde de esteDistrito prohibía las reuniones públicas al aire libre, el Comité Cen-tral se esforzaba por conseguir la revocatoria de esa orden que sin-

ceramente era considerada por el suscrito y por otros inquilinoscomo injusta y como inconstitucional, pero no obstante ello elComité Central se dirigió poi distintos medios al mismo Alcalde, alPresidente de la República y al Secretario de Gobierno para que

anularan esa medida, causa directa de los luctuosos acontecimientossucedido s después. A pesar de todo esto el Comité Central se esfor-zaba por buscar una solución favorable sin salirse de los medioslegales y del respeto debido a las autoridades públicas. Preguntado,

expuso: Fui detenido .el sábado último como a las siete de lanoche. Me era imposible, pues, asistir a dicho mitin que entiendocomenzó después. En este estado, no habiendo otra pregunta quehacer al exponente, se dio por terminado el acto, pero agregó elindagado lo siguiente: Como un cuarto de hora después de habérse-me arestado, esto es como a las siete y cuaro de la noche delsábado último, se presentó a la celda en que me encontraba conotros individuos más, y en estado de casi total embriagez el Co-mandante Ricardo Arango que con revólver en mano nos desafió alos alí presentes a que peleáramos con éL. Ante esta actitud yo mesonreí y entonces él, dirigiéndose a mí y haciendo con el revólverun medio círculo, me increpó de cobarde con palabras soeces. Yo

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entonces y con voz serena le manifesté que no había valor endesafiamos con arma en mano a detenidos sin elementos de defen-sa. La nusma persona siguó injuriánome hasta pegane en elhombro y ordenar mi encierro en la macela de la misma cárcel en

donde estuve durante algo má de tres horas. Así se termina estadiigencia, que leída fue aproba y firmada por quienes intervi-nieron en ella.

El Juez,

El Indagado,

El Oficial Mayor,

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J. FRANCISCO DE LA OSSA

En Panamá a los catorce días del mes de Octubre de mil nove-cientos veinticinco, el suscrito Juez Quinto del Circuito en asociode su Secretario se trasladó al Despacho del señor Juez Superior dela República, señor J. Francisco de la Ossa con el fin de tomarle

una declaración. J uramehtado en debida forma ofreció decir verdaden lo que se le pregunte. Para identificar su persona dijo que se

llama J. Francisco. de la Ossa, panameño, vecino de esta ciudad,mayor de edad, casado y actualmente Juez Superior de la Repúbli-ca. Preguntado expuso: Sí presencié parte de los acontecimientosocurridos en el Parque de Santa Ana en la noche del sabado próxi-

mo pasado, y esto porque al pasar con dirección al Teatro Cecilia,vi una muchedumbre reunida en el Parque de Santa Ana, y medetuve a observar lo que pasaba. Preguntado expuso: Estando en elParque de Santa Ana vi que arriba en el kiosko a un individuo conuna bandera roja en la mano y que a la distancia en que me eh-contraba me pareció que era GavIno Sierra Gutierrez que hablaba oquc trataba de hablar a la multitud allí reunida, cuando este señor

hablaba o trataba de hablar como había tanta aglomeración de

gente en el parque de Santa Ana no pude ver exactamente lo quepasaba a la subida del kiosko en donde se veía un tumulto queluchaban unos por subir y otros por bajar, en esa bulla al cabo deunos momentos vi ariba en el kIosko a Don Ricardo Arango Se-gundo Jefe del Cuerpo de Policía Nadonal que luchaba y se impo-nía para hacer despejar el kiosko. También vi cuando el señorArango con un revólver en la mano hizo dos disparos en el mismokiosko y me parece en la distancia en que me encontraba, que eSQs

dos primeros disparos fueron hechos con la puntería inclinada haciaal suelo, en dirección al piso del kiosko, y después de esos dostiros una aglomeración de gente, que gritaban, lo mató, lo hirió, yvi a un muchacho a quien conducían en brazos herido me parece

en la pierna. Después de esto la gente corría del kiosko en todasdirecciones y comenzaron a oÍrse tiros por algunos lados, y si mimemoria no me es infiel uno de los que hacía tiros de revólver queestaba abajo en el Parq~e era el Teniente Correa quien disparaba

con el calibre siempre inclinado hacia el pavimento. Cuando estoocurrió yo tuve que sair del Parque para ponerme a cubierto de

cualquier desgracia personal que me hubiera podido ocurrir. Dés-pués de esto me coloqué en el lado de afuera del Patque a ver loque ocurría y el final de la tragedia, y estando allí llegó un piquetede Policía armado con rifles e inmediatamente comenzaroti â. hacettiros, pero esos tiros fueron hechos hacia al aire con el rife levan-

M

tado a una altur que no se podía alcanza a herir a persona algu-na. Cuando acabó la Policía de hacer fuego al aie continué micamino con dieccIón al Teatro Cecila, y al pasar por el HotelMetropole vi a un hombre que estaba tendido en el zaguán y quedespués he sabido que es de apelldo Mirones, y un señor que no sé

quién era estaba incliado haia a éste que trataba de sacarle una

bala de la espalda. Que entonces como había allí una porción degente aglomerada en el zaguán y echada casi sobre el hombre tendi.do hice despejar toda la gente que había allí formando rueda,enseguida al sa de nuevo a la cale a buscar una ambulancia para

que se llevara ese hombre al hospital u otro vehículo cualquiera,

cuando regresé unos dos o tres minutos después me dijeron que elhombre se había muero y que el cadáver se lo habían llevado parael Hospital en una motor-cicleta. Después de esto seguí mi camino

y me fui para el Cecilia. Preguntado.: Después de los dos primeros

diparos hechos por el Comandate Arango, . cuando dice Ud., quese establecieron disparos en ditintas direcciones, pudo observar

Ud si de pare de los manifestantes se hicieran algunos de esos

disparos o si éstos eran únicamente producidos por la Policía Na-

cional u otros empleados públicos. Contestó: Yo no vi a ningúnhombre de la multitud que estaba alí, particulares hacer disparoalguno, ni tampoco vi a ninguno de estos hombres con armas en la

mao, lo que sí vi es como ya he dicho antes, que fue de losdiparos hechos por el señor Arango, que los Oficiales de Policíahicieron algunos disparos, no sé si a la multitud o al aire pues en

esos momentos es dificil precisar esos detalles, como también vÍ,algunos empleados públicos entre ellos al señor Alcalde con revól-ver en mao. Preguntadó; Algunos exponentes del proceso afirman

que Ud la noche de autos incrpó tato al Comandante Arangocomo al Teniente Correa llamándoles asesinos, y especialente atri-buyendo a Arango la responsabildad exclusiva de la trágica muertede Maciao Mirones. ¿Que hay de cierto en esto? Contestó: Es-tado en el Cecila como ya he dicho antes fui llamado al Cuartelde Policía por teléfono, y si mal no estoy informado fue por órdendel señor Secretario de Gobierno y Justicia, inmediatamente que

fui llamado me salí del Cecilia y me dirigí al Cuartel Central dePolicía, al llega allí estaba sentado cerca de la mesa de la Coman-dancia el señor Secretario de Gobierno y Justicia, señor Carlos L.López y al frente de esa mesa el señor Ricardo Arango. En presen-

cia del señor Carlos L. López, y al ver al señor Arango alí dije;

"Señor Arango en pare usted es el más responsable de los hechosocurridos esta noche porque fue usted el primero en hacer disparosariba en el kiosko donde haía gran multitud de gente, y como-era natural al verlo a usted dispaando su revólver y en esa actitudviolenta que usted tenía, los Oficiales de Policía que quizá no

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sabían o no vieron que él había disparado pudieron imaginarse que

eran disparos que contra él se hicieran y después de esto fue que sesintió el tiroteo; yo no le dije al señor Arango que era un asesino,

ni mucho menos podía firmar que él era el autor de la muerte deMIrones, porque yo no sabía quién había herido a Mirones, ni siéste había muerto en el trayecto al HospitaL. Sí supe después por

varias gentes que estaban alí que un muchacho u hombre quehabía sido atravesado por la dos piernas había sido Correa quien lohabía herido". Como yo fui testigo presencial de algunos de estoshechos, dije en la Policía, es mejor que llamen a un Juez de Circui-to para que levante esta información, puesto que yo, como hedicho presencié parte de los hechos ocurridos, y podía testificarmás tarde sobre estos mismos hechos como lo he hecho actualmen-te. En este estado no habiendo más preguntas -que hacer al testigose dio por terminada esta diligencia que se firma para constancia.

El Juez,

El declarante.

El Secretario.

14 de Octubre

Señor Alcaide de la Cárcel,Pte.

Señor:

Comunico a Ud. que los individuos capturados por la PolicíaAmericana, el lunes' en la tarde, en la calle 16 Oeste, se encuentrana órdenes del señor Juez cuårto del Circuito.

De Ud. atto. y S. S.

..

DlOGENES DE LA ROSA

En la ciudad de Panamá a los ventiun días del mes de Octubrede mil novecientos venticinco fue traído a presencia del señor JuezQuinto del Circuito, DIOGENES DE LA ROSA, quien se encuentradetenido en el Cuartel Central de Policía. Sin juramento ni apremiode ninguna naturaleza fue interrogado por el señor Juez y paraidentificarse expuso: Soy natural y vecino de esta ciudad, mayorde edad, con residencia en la calle 14 Oeste No. 87, periodista,soltero y sin religión. Preguntado: Qué cargo representativo tiene elexponente en la Liga de Inquilos:. Contestó: He sido dos veces

uuembro del Comité Directivo. Primeramente cuando el Comité seconstituía de cinco personas que lo eran entonces Ruperto Garido,Luis Quintero C., Carlos M. Céspedes Jr., J. A. Brower y yo: luegofue reducido a tres personas y salimos del Comité Quintero y yo:Más tarde fue aumentado nuevamente a cinco personas y con moti-vo de retirarse del Comité los extranjeros, entré yo a formar parede él de nuevo. Preguntado: Tenga la bondad de explicar cómo

está compuesto el orgaismo de la Liga de Inquilinos, de acuerdocon sus normas o reglamentos. Contestó: La Liga de Inquilinos esuna especie de Departamento del Sindicato General de Trabajado-res al cual se le dio autonomía para el mejor desenvolvimiento desus funciones. La dirección descansa en un Comité Central formadocomo antes dije y elegido por los miembros del Sindicato. El Comi-té nombra según su mejor acuerdo comisiones de propaganda y de

colecta de fondos que a veceg circunscriben su labor a barriosenteros de la ciudad y a veces se concretan sólo a casas en las

cuales se necesita una aCtividad .más continua. Preguntado: ¿Cuálesfueron de manera invariable las finalidades principales de la men-cionada Liga de Inquilinos? Contestó: El Sindicato General de

Trabajadores es un organismo para el mejoramiento económico delobrero y para su adelanto çulturaI. Entre los problemas económicosque se presentaban a su acción los dos principales eran el inquilina-rio y el de las subsistencias. Por resolución tomada en el Sindicato

se decidió atacar en primer término la cuestión de los alquileresque había venido a ocupar la actualidad con motivo del alza de losmismos por pare de los propietarios o caseros. El objetivo de laLiga de Inquilinos es, pues, obtener mejores condiciones de aren-damiento para la clase pobre, a saber: el reajuste del precio de losalquileres sobre una base equitativa que a la vez que deje a lospropietarios un margen racional de ganancias permita a los inquili-nQs cubrir el arrendamiento; el saneamiento de las habitacionespara la gente pobre que en lo general son anti-higiénicas; el trato

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comedido de los propietarios o administradores de casas hacia losinquilinos. Obtenidas las demandas dichas la Liga de Inquilinoscesaría -de existir y entonces el Sindicato procuraría resolver otrascuestiones como la del precio de las subsistencias o el alza de losjornales. Esto significa que la Liga de Inquilinos no tiene otrafinalidad sino la de resolver la cuestión inquilinaria. Preguntado:

¿Recuerda usted qué personas constituyen el Sindicato General deTrabajadores? Contestó: El Sindicato General de Trabajadores He-

'l a contar cerca de cuatro mil miembros de suerte que yo no

podría recordalos a todos: pero sí recuerdo su directiva que lacomponen Rogelio Cortés como Presidente; Manuel L. Rodríguez yDomingo H. Turner como Primero y Segundo Vicepresidente res-pectivamente; Eugenio L. Cossani y Luis F. Bustamante como Se-cretarios de Correspondencia interior y de Actas; J. Brower comoTesorero; y no recuerdo con fijezà si Carlos M. Céspedes Jr., comoSecretario de Correspondencia Exterior. Preguntado: ¿La Oficina en

la cual se reunía el Comité Central de la Liga de Inquilinos es lamisma en que funcionaba o funciona la Directiva del Sindicato deTrabajadores? Contestó: El Sindicato General de Trabajadores ce-lebraba sus sesiones en el Salón de la Sociedad Hijos del Trabajo

que alquilaba para ese efecto. Al constituirse en Liga de Inquilinosy como quiera que tal lugar no se nos podía ceder diariamente

acordamos alquilar otro diferente y dedicarlo a Oficina de inscrip-ción de la Liga de Inquilinos. Preguntado: ¿En esa misma Oficina

celebraba sus sesiones el Comité Central de la Liga o tenía algún

departamento especial para ello? Contestó: Allí mismo nos reu-

níamos avisándolo por medio de un letrero que fijábamos en lapared, para que de él tomaran nota los miembros del Comité.

Preguntado: ¿Las sesiones que celebraba el Comité Central de la

Liga eran de carácter reservado o los socios tenían acceso a escu-

char las deliberaciones del Comitc? Contestó: Las sesiones eranpúblicas y se daba el caso de que miembros de la Liga pero que nolo eran del Comité intervenían a veces en las discusiones. Pregunta-do: ¿Como medida de propaganda de la Liga el Comité Centralacordó por varias ocasiones la celebración de mitins? . Contestó: ElComité resolvió que la mejor manera de provocar la comunidad delinquilnato local era celebrando sesiones públicas o mitins en los

cuales oradores designados de antemano aunque también surgidosde momento exponían las finalidades de la Liga. Y al acercarse lafecha en que debía dar comicnzo la huelga inquilinaria popular-mente denominada del no pago, se acordó celebrar éste sesionesque antes eran semanarias, todas las noches. Preguntado: ¿Qué prg-cedimiento oficial adoptaba el Comité Central en relación con elJefe de la Administración Pública del Distrito para la celebraciónde cada mitin, o si se reunía por derecho propio de acuerdo con la

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Constitución Nacional? Contestó: Nosotros nos reuníamos en uso

del qerecho constitucional de reunión, no obstante lo cual dábamosprevio aviso al Alcalde del Distrito del fin que nQS propon Íam o lO.

Preguntado: ¿Dirigió usted al Alcalde del Distrito la comunicaciónque contiene el documento que contiene a fs. 68 del proceso, esexacto ese documento y la firma que lo respalda y que dice Dió-genes de la Rosa es exacta a la suya que usa en todos sus actospúblicos y privados? Contestó: SÍ dirigí al Alcalde del Distrito enmi carácter de miembro del Comité Central de la Liga, c:l docu-mento que se me pone de manifiesto, que es exacto en su conteni.do y escrito y firmado de mi puño y letra. Esa comunicación tenía

por objeto avisar al señor Alcalde del Distrito, que conforme aentrevista celebrada con el Presidente de la República con miem-bros de la Liga, y de acuerdo con el d.erecho constitucional de librereunión, la Liga se proponía celebrar un mitin en el Parque de Sta.Ana en la noche del sábado siguiente. Preguntado: ¿El Alcalde delDistrito contestó a usted esa solicitud, en la misma fecha, en los

términos que contiene el documento de fs. 64 del proceso? . Con-testó: El escrito que antes dije haber dirigido y firmado y dirigido

al Alcalde, no era en ningún sentido una solicitud sino una notifi-cación. La respuesta la recibí el día siguiente a las diez de lamañana estando en mi casa, según podrá comprobarse hojeando ellibro de recibos que me presentó el portero de la Alcaldía señorJuan Antonio HenrÍquez. No puedo decir si la copia que se mepresenta corresponde exactamente a la nota que recibí del Alcaldeporque ésta se la entregué a un Redactor de El Tiempo por si leinteresaba para la publicIdad. Preguntado: ¿Pero recuerda usted si lacomunicación del Alcalde como consecuellcia de su aviso de ustedde que el día siguiente en la noche la Liga celebraría un mitin enel Parque de Sta. Ana, fue simplemente acusándole recibo de ese

aviso o si el funcionario aludido le comunicó a usted su resoluciónde que dicho mitin no sería permitido? Contestó: Recuerdo exac-

tamente que la mencionada nota acusaba recibo de la mía pero nocon la misma exactitud si ella contenía prohibición de celebrar elmitin en Sta. Ana. Preguntado: ¿Conoció usted la hoja s~elta titula-da "SI HA Y MITIN" que circuló en Panamá el día sábado diez delos corrientes, suscrita por muchos miembros de la Liga de Inquili-nos y en la cual hoja se excitaba a los inquilinos que tuvieran elvalor necesario de ejercer el derecho constitucional de reunión librepara que concurrieran al Parque de Santa Ana, y suscribió ustedtambién esa hoja? Contestó: SÍ la conocí. Como a las diez ymedia de la mañana me acerqué a la Oficina de "El Tiempo" paraque me hicieran entrega de la edición semlUal de "El Inquilino" yencontré allí a varios miembrQs de la Liga que habían ido a orde-

nar la impresión de no sé qué cantidad de hojas sucltalO de las que

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en lenguaje tipográfico denominan "preventivos". Esa hoja se deno-miaba "SI HA Y MITIN" Y aunque no había leído su contenido yviéndola firada por número grande de miembros de la Liga, orde-né que se introdujera alí mi firma: a lo cual se me respondió queya alguien la había puesto, acto para el cual no tuve objeción deninguna especie. El Jefe de Taler de la Imprenta de "El Tiempo"manifestó, después de hacer el correspondiente cálculo, que nopodría terminar tal trabajo en el término de una hora que se lepedía, motivo por el cual los compañeros de la Liga optaron poracercarse a otra Imprenta que pudiera cumplir con su demanda.Después de un rato yo me retiré a mi casa y cuando salí por latarde ya vi la hoja circulando, impresa no me acuerdo en quéImprenta. Preguntado: ¿Lo que usted acaba de relatar en la respues-ta anterior se cumplía posteriormente al recibo de la comunicacióndel Alcalde en respuesta del aviso de usted de que se celebraría elmitin el sábado indicado? Contestó: Entiendo que la redacción detal hoja fue anterior al recibo por mí de la contestación del Alcalde,

pues cuando yo llegué â. la Imprenta ya tal hoja hacía rato quehabía sido entregada en ella para su impresión. El que encontraralí a varios miembros de la Liga obedecía a que habían vuelto por

la respuesta del Jefe del Taller. Preguntado: Pero me refiero a laintervención personal de usted y le pregunto si esa intervención secumplía cuando ya usted había recibido la nota del Alcalde? . Con-testó: Indudablemente que sí porque después de recibirla me vestípara Írsela a comunicar a los compañeros la actitud del Alcalde.Preguntado: ¿Vio usted o tuvo conocimiento por interpuesta perso-na que con posterioridad a la impresión de la hoja "SI HA Y MI-TIN", el Alcalde del Distrito hizo fijar en parajes públicos una"PREVENCION" , advirtiendo a los presuntos mitineros las viola-ciones de preceptos legales en que incurrirían con la celebración

del expresado mitin? . Contestó: Al salir de mi casa esa tarde, medirigí a "La Estrella de Panamá", allí preparé algún material secun-

dario para la edición del lunes y estuve hasta las cinco poco más omenos. Cuando abandoné "La Estrella", tomé por la Avenida Cen-tral y en una de las puertas de la Compañía Internacional de Segu-

ros vi un impreso del cual apenas leí el título que decía "PRE-

VENCION" y se podía distinguir desde lejos; pero como quieraque había un número de personas leyéndolo y pensara que eracualquier aviso o propaganda de las que comúnmente atraen lacuriosidad no me acerqué a leer. Media hora más tarde poco más omenos compré un ejemplar no sé si de EL TIEMPO o de "ELDIARIO DE PANAMA" y allí leí la prevención del Alcalde. Pre-guntado: ¿y después de haber visto usted en "El Tiempo" o en ElDiario de Panamá esa prevención del Alcalde, lo cual ocurriríacomo a las seis de la tarde poco más o menos. qué resolución tomó

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usted respecto de su asistencia o inasistencia al mitin? Contestó:Yo sabía desde temprano, esto es, desde que llegué a EL TIEMPOY 'encontré a varios compañeros haciendo gestiones para la publici-dad de la hoja "SI HA Y MITIN", que el compañero Samuel CasÍs

desarollaba diigencias tendientes a obtener la celebración del mis-mo, ante el Presidente de la República y el Comandante Pretelt.Supe también que ratos después de estar yo en EL TIEMPO elcompañero Casís tendría una entrevista con el Señor Pretelt y queera factible por lo tanto, la celebración de la reunión popular pro-

yectada. Después de leer la prevención aún esperaba la celebracióndel mitin por varios motivos a saber: en ocasion anterior en que elEx-Alcalde García Fábrega intentó oponerse a que se efectuase unmitin en la misma forma en que lo pretendía el Alcalde Galindo, elcompañero Turner obtuvo dos o tres horas antes de la indicadapara tal acto, revocatoria de la decisión de GarcÍa Fábrega median-te una conversación telefónica de pocos minutos con el Presidentede la República. Sabía que varios compañeros del Comité habíanrecibido del Presidente de la República aqu~escencia para celebrar

un mitin semanal, ya que no mitines diarios, y como el proyectadopara esa noche era el que correspondía a esa semana, no esperaba

que el Alcalde persistiera en oponerse a un deseo o una autoriza~

ción del Presidente de la República, ni que éste se desentendiera deella. Y, las gestiones para la celebración del mitin no se habíansuspendido. En tal virtud no tenía por qué no asistir al mitin.Preguntado: ¿De modo que usted asistió al mitin que se celebró enel Parque de Sta. Ana la noche del sábado diez de los corrientes? .Contestó: No a todo su desenvolvimiento sino a una parte de éL.Preguntado: ¿Esa parte fue del comienzo a la mitad o de la mitad al

final? Contestó: No fue el comienzo, ignoro cuál sería la mitad,

pero en todo caso fue el final. Preguntado: ¿Relate el exponente

cuál fue su actuación y cuáles fueron los acontecimientos que él

presenció durante el tiempo que permaneció en el mitin? . Contes-tó: Como a las siete de la noche del sábado salí de mi casa y meencaminé a "LA ESTRELLA DE PANAMA". Allí estuve trabajan-do hasta una hora que no fue antes de las siete y media, ni despuésde las ocho menos cuarto. Como queda entendido que habría mitinesa noche por las razones que antes he expuesto me dirigí al Par-que de Sta. Ana. Encontré en el Parque una multitud y vi en elkiosko un núcleo numeroso de compañeros de la Liga. Subí alkiosko sin tener nigún obstáculo de parte de la Policía y allí mediigí hacia una de las columnas del kiosko que mira hacia laIglesia de Sta. Ana. Allí encontré a un compañero haciendo uso dela palabra, no recuerdo si era Tachar o era algún otro y me colo-quç al lado de éL. Entre tanto al centro del kiosko había alguna

agitación de vaivén. Creo, no puedo asegurar, que sería alguna difi-

.,

cultad con cualquier Agente de Policía. Yo continué pues tenía la

intención de hablar al público porque parte de la concurrencia en

la cual había bastantes mujeres y niños me solicitaron que hablara.De repente escuché en la subida al kiosko dos detonaciones, elresplandor de cuyos fogonazos alcancé a ver pero sin lograr enterar-me de la persona que los había hecho. Vi entonces al compañeroSierra Gutiérrez que elevado sobre algunos otros, entre las dosbanderas del Sindicato y de la Liga, sonaba un silbato. Traté deacercarme a la entrada del Kiosko para everiguar la causa de losdisparos cuando frente al Hotel Metropble sonó otro al que siguie-ron dos más. E inmediatamente la caballería de la Policía que sehabía situado en la calle D. irrmpió en la plazoleta dispersando

la multitud con disparos que algunos hacían al aire pero que otroshacían hacia la muchedumbre. Fue esc un momento de confusióngeneral. Los miembros de la Liga, que estaban desarmados, huye-

ron velozmente ante el repentino ~taque de la Policía. Los disparossucedían a los disparos con una rapidez de tiroteo o de fuego de

cortina. El núcleo numeroso que había en el kiosko se disolviótambién rápidamente y sólo quedaban unas pocas personas de lascuales algunas se echaban al suelo al sonar los disparos y otrasformaban un pequeño grupo en el centro. No sé el momento preci~so en que Sierra se bajó de donde estaba y en que los compañerosque portaban las banderas abandonaron el templete. Recuerdoúnicamente que cuando ya el fuego había cesado quedamos en elkiosko Samuel Casis, otro compañero que no podría precisar y unnúmero de Policías que pasaría de una docena. Samuel Casis mehizo seña de que me acercara y cuando yo me le iba a reunir parainvitarlo a que bajáramos y presenciar o establecer, mejor dicho, sidel ataque habían resultado víctimas, el Alcalde Galindo subió pre-cipitadamente al kiosko revólver en mano, con el paso inseguro yle colocó ante el pecho de Casis el revólver. A esta acción acompa-

ñó unas palabras dichas con voz torpe y vacilante, con alargamien-to de las vocales iniciales y finales, como de persona que no estáen pleno dominio de sus capacidades psicofisiológicas; palabras queeran "AquÍ está el Alcalde. ¿No querían que viniera el Alcalde? .

¿Quién es el hombre aquí? ". Casís trató de responder con calmapero el Alcalde ordenó que lo apresaran y le puso nuevamente el

revólver en la frente haciendo el gesto de disparar aunque sin com-pletar la acción. El compañero Casis fué bajado del kiosko y tras elgrupo de Agentes quc lo conducía bajó el Alcalde Galindo. Enton-ces comencé Icntamente a bajar las gradas del kiosko casi anonada;do por los hechos que acababa de ver, cuando volvió el AlcaldeGalindo aún revólver en mano y quizá al ver que no quedaba nadieen el kiosko y sin preocuparse de mí tomó y salió del Parque haciala Avenida Central y precipitadamente aunque no con seguridad en

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su paso. Atravesé la Avenida Central y al ir a llegar cerca la aceradel Hotel Metropole encontré al joven Ignacio de J. Valdés quien,me dijo "han matado a uno". Me acerqué al zaguán del Metropoley vi tendido en el suelo a un joven Mirones a quien antes conocía

de vista y cuyo apellido me fue dicho en ese momento. MIrones

tenía los brazos abiertos, vestía de blanco y le observé en el costa-do derecho una mancha de sangre que supongo era la herida que lehabía causado el proyectil. Después de mirarlo unos minutos volvíde nuevo a la acera y pregunté por el autor de la herida de Miro-nes. La voz general era que se la había causado el Sub inspectorArango cuando volvía del kiosko; que Mirones, en la acera delMetropole protestaba en voz alta del ataque alevoso a un puebloinerme e indefenso; que el Subinspector Arango le había disparado

desde muy cerca y que en su actitud denunciaba estar completa-mente ebrio. Estos detalles se decían en el corrillo o en los corri-llos formados en la acera del Metropole, sin que pueda precisarquiénes los daban porque salían fragmentariameJte del grpo a queme había acercado. Viendo que la reunión había terminado de esamanera y acordándome de que debía ir a LA ESTRELLA a termi-nar mi trabajo, seguí por la acera del Metropole hasta llegar juntoal teatro EL DORADO. Desde alí vi frente a la cantina de Vacarouna aglomeradón de personas y distinguí las banderas del Sindicatoy la Liga Y oí algunos vivas. Deduciendo que eran compañeros dela Liga Y con el fin de recomendarles que se retiraran a sus casaspara evitar que fueran nuevamente atacados, me les acerqué; bajécon ellos por la calle 13, seguí por la cale B., tomamos luego lacalle 16 y como estuviera cerrada la Oficina de la Liga y careciése-mos de llave, supliqué a una de las vecinàs que nos guardase las

banderas a lo cual ella accedió. En ese momento se acercaba unescuadrón de la Policía Montada y aconsejé a los compañeros quevolvieran a sus casas, pues nada teníamos que hacer y que al díasiguiente podríamos reunirnos para ver por el beneficio de los queestaban presos. Ellos atendieron en su mayoría a mis sugestiones y

yo me encaminé por la calle 16 hacia la cale B., para dirigirme aLA ESTRELLA en el momento en que salía a la cale B., divisé unpelotón de soldados que tomaba por calle C; pero no me inttreséen ello y continué mi camino haia LA ESTRELLA. Al llegar acale 13 Oeste noté en la esquina de ésta con la calle C., un grpoy hacia allá me dirigí. Al llegar 'la Policía lo disolvía. Yo continuépor la Calle C. salí a la Avenida Central y a lo largo de ella meencaminé a LA ESTRELLA. Preguntado: ¿En dónde ha permaneci-do el exponente desde la noche del mitin a la hora de su captura?Contestó: Sigo el relato. Llegué a La Estrella y me puse a trabajar;cern de las nueve y media, el señor Tomás Gabriel Duque mellamó al teléfono y me dijo: "Mia, deja el periódico, entrégasel~ .

43

Bunting y ven a verme mañana domingo". Respondí que estababien y volví a mi escritorio. Seguí redactando unas noticias, po-niéndoles- títulos y después de hacer el areglo o presentación delperiódico le di a Bunting o a otro lo que se llama "dummy page"con la recomendación de que le dijera a Samudio que le hicierauna cabeza a la reseña de la serie mundial de base-ball y le diera unlugar visible en la primera plana. Luego tomé mi saco, converséalgunas cosas y salí a una hora que probablemente eran las diezmenos unos minutos. Ful a mi casa y me puse a conversar con mifamilia. Cerca de las once u once y media nos retiramos a dormir.Algunas horas, una o dos, después, nos despertaron unos golpes a

la puerta. Preguntó mi hermana quién era la persona que los oca-sionaba a lo cual respondieron: "La Policía" e inquirieron por mí.Expresó mi hermana a indicación mía que no estaba; tiempo mástarde volvieron a tocar la puerta aunque esta vez no respondieron ala pregunta de mi hermana sobre quién era. Me quedé durmiendotranquilamente. Despert a las seis de la mañana y le manifesté ami hermana que iba a optar por ocultarme porque seguramentepretendÍanapresarme y que no pensaba yo dejar que tal cosa suce-diese porque no tenía ni tengo cuentas pendientes con la justicia.Como a las siete salí y tomé un automóviL. Antes había leído unejèmplar de la ESTRELLA e indignado por la form;i irrespetuosapara la comunidad en general, en que alí se falseaban los hechosocurridos la noche anterior, escribí al señor Duque una carta enque le expresaba ciertas opiniones respecto a la actitud de LAESTRELLA Y a lo perjudicial que era para un hombre joven y conaspiraciones como él; y en que acto seguido le presentaba renuncia

del puesto que allí había desempeñado hasta la noche anterior. Meencaminé a Las Sabanas y bajé en la caretera y fui a una casa queyo conocía y frecuentaba de .antemano porque allí acostumbraba irdurante algunos días del verano pasado; y cuando las tardes seprestaban últimamente, para ir a leer ya que las ocupaciones de laLiga de Inquilinos con frecuencia no me dejaban tiempo libre yentonces tenía que aislarme para leer un poco. Llegué con algunos

libros, entré a un cuartito que yo tenía alquilado desde principios

del mes de Septiembre, me despojé de mis vestidos, me puse ropade dormir y me quedé allí. Preguntado: ¿En los últimos días deSeptiembre escribía usted o tenía usted a su cargo en LA ESTRE-LLA DE PANAMA la Sección titulada "CUESTIONES DEL MO-MENTO"? Contestó: Sí tenía en los últimos días de Septiembreen La Estrella de Panamá a mi cargo la columna titulada "CUES.TlONES DEL MOMENTO". Preguntado: ¿El lunes siguiente a lamanifestación de fuerza de la Liga Liga inquilinaria escribió usteden esa 8eccIón varias notas referentes a esa manifestación y en queustf'd q.acÍa un símil entre el actual mandatario v el Rey Luis XVI1M

de Francia? Contestó: No fue el lunes ventiocho de Septiembre

sino el martes ventinueve cuando escribí varias notas en la Seccióntitulada "Cuestiones del Momento". Se referían seguramente a lademostración de fuerzas efectuada por la Liga de Inquiinos paradar idea del número de personas que: pondrían en efectividad lahuelga de no pago. Esas notas estaban escritas en sentido general ysu finalidad era no la de censurar al Presidente de la República,

como muy mal se ha dichò, sino precisamente a los palaciegos quele rodean y que según mi entender, tendían deliberadamente ante

sus ojos una red de mentiras respecto al movimiento inquilinario,dejándolo, claro que en sentido figurado, virtualmente ciego. Nohabía alí símil entre el Presidente Chiari y el Rey Luis XVI deFrancia sino una reminiscencia de éste, a propósito de la ceguedad

mental que le caracterizaba; una reminiscencia como es comúncuando se escribe y se alude a personajes o hechos no para estable-cer comparación sino para reforzar o adornar el argumento. En esteestado no habiendo otra pregunta que hacer al indagado se suspen-dió el acto extendiéndose para constancia la presente diligencia queel indagado leyó y firmó después de aprobarla.

EL JUEZ

El indagado.

El Fiscal,

El Secretario.

411

ALEGATO DEL Dr. GALlLEO SOLlS

HONORABLES MAGISTRADOS:

Ha subido a la consideración de esa Superioridad el auto deenjuiciamiento dictado por el Juez Superior de la República, por

apelación interpuesta por todas las partes, y me toca a mí sustentarese recurso comO defensor de GA VINO SIERRA GUTIERREZ.

Para observar un desarrollo lógico en la defensa, dividiré éstaen dos partes, la primera de carácter legalista, es decir, cuyo objetoserá el de demostrar que analizados los hechos que se dicen come-

tió GA VINO SIERRA GUITIERREZ a la luz de nuestro derechopenal, ellos no constituyen delito alguno y ni siquiera una faltapoliciva. La segunda parte será de carácter meramente ilustrativocon el objeto de determinar cuáles fueron las causas cuyos efectos

llegaron a los extremos ocurridos el día 10 de octubre último, yquiénes han sido los verdaderos responsables de que tales .sucesosocurrieran.

PRIMERA PARTE

Primera cuestión: ¿Qué hechos constituyen delito contra laPatria?

Nuestro Código Penal define y castiga los delitos contra laPatria en los artículos 98 a 108 que paso a analizar.

Artículo 98. Este, artículo señala la pena de 20 años de reclu-sión al "responsable de un acto que tenga por objeto someter la

República en todo o en parte a un Poder extranjero, aminorar suindependencia o quebrantar su unidad".

GA VINO SIERRA GUTIERREZ no ha cometido ningún he-cho que TENGA POR OBJETO ninguno de los fines que estearículo señala. Y resulta demasiado pueril la argumentación del

Juez inferior de que como consecuencia de la huelga inquilinariasobrevino o :pudo sobrevenir una ocupación extranjera, porqueaparte de que no puede considerarse como reducción de nuestra

independencia o unidad una intervención norteamericana puestoque ello así lo prevee y sanciona nu'estra Constitución, aunque es

doloroso reconocerlo, aparte de esto repito, no basta para queeste delito se entienda cometido que como consecuencia indirectade un acto sobrevenga una disminución de la soberanía, sino que esnecesario que el acto cometido TENGA POR OBJETO esa finali-dad.

Arículo 99. Esta disposición castiga al panameño que tomearmas contra Panmá.

.,

Tampoco puede serIe aplicado este arículo a mi defendidoporque él no ha tomado armas contra Panamá ni contra nación opersona alguna, puesto que no ha portado aras de ninguna espe-

cie.

Artículo 100. Este artículo castiga al que "mantenga inteligen-cias con un Gobierno extranjero o con sus agentes para producirhostilidades o guerra contra Panmá, o favorecer las operaciones

militares de otra Nación contra ésta, o ejecute cualquier otro actoque tienda a esos fines".

No tratándose en el presente caso de hostilidades o guerraentre Panamá y ninguna otra Nación, resulta evidente que la ante-rior disposición no tiene relación de ninguna clase con los hechosocurridos que han dado lugar al presente informativo.

Artículo 1 01. Este precepto legal castiga al "que revele lossecretos políticos, diplomáticos o militares referentes a la seguridadde la Nación, ya comunicando o publicando los documentos, actas,dibujos, planos y otros datos relativos al material, fortificaciones uoperaciones militares, ya procurando de cualquier otra manera quesean conocidos".

Como los hechos imputados a los sindicados en el presenteasunto nd se relacionan con secretos políticos, diplomáticos o mili.tares, ni sobre nada de carácter militar, no tengo nada que agregar

para demostrar que no es este arículo aplicable.

Arícuio 102. Este arículo no hace más que modificar el 101anterior en el sentido de establecer una pena especial para el caso

de que los secretos a que ésta se refiere "fueren divulgados, o losdibujos, planos o documentos fueren' conocidos por descuido oimprudencia de los funcionaros encarados de su custodi, o de

quienes conocían tales secretos".

Tampoco, es, pues, aplicable este arículo 102.Arícuio 1 03. Este castiga al "que sin facultad lega para ello

levante planos de fortificaciones, buques, caminos. u obras miltaesde cualquier clase, o a quien con ta fin entre clandestinmente opor fraude en los lugares a donde esté prohibida la entrada pública

por las autoridades miltares".No habiendo levantado ninguno de los sumariados planos de

ninguna clase ni habiendo entrado con tal fin a ningún lugar prohi-bido, no hay duda òe que tampoco se les puede aplicar esta dispo-sición.

Artículo 104. El 104 castiga al "que encargado por el Gobier-no de Panamá, de tratar asuntos de Estado con un Gobierno ex-tranjero, traicionarr. su mandato de manera que perjudique los inte-reses públicos".

47

Tampoco caben en este marco los actos que se imputan a lossindicados, puesto que ellos no han sido encargados por el Gobier-

no de tratar asuntos con ningún país extraño.

Artículo 105. Esto artículo sólo establece que los delitos seña-lados en los artículos 100 á 104 se entienden cometidos también

cuando esos actos se cometan contra un país extranjero con el cualPanamá tenga alianza ofensiva y defensiva. Y como los hechos queconstituyen delito según esos artículos no han sido cometidos eneste caso resulta claro que tampoco este artículo 105 es aplicable.

Artículo 106. Este artículo señala pena de prisión al "que pormedio de enganches o de otros actos hostiles no aprobados por elGobierno, y emprendidos dentro del territorio de la República o enel extranjero, exponga a la República a los peligros de una guera"o "si resultare la guerra"

Los hechos imputados a mi defendido tampoco tienen seme-janza alguna con los hechos que esta disposición castiga.

Arículo 107. "El panameño o el extranjero que residan enPanamá, y que, en tiempo de guerra, suministren, directa o indirec-tamente, al enemigo de ésta o a sus agentes, provisiones u otrosmedios que puedan emplearse en perjuicio de Panamá", sufrirán lapena que el arículo 107 señala.

No habiendo guerra alguna relacionada con los sùcesos de oc-tubre último, es suficiente esta consideración para convenir en que

no se ha cometido ell este caso el delito que esta disposición definey castiga.

Artículo 108. Este artículo, que es el último de los que for-man el capítulo sobre "Delitos contra la Patria", castiga al "quepor menosprecio, arebate, destruya o despedace en un luga públi-co o accesible al público el pabellón nacional o cualquier emblemaque simbolice a la República"

No ha roto SIERRA GUTIERREZ pabellón o emblema algu-no, y, por tanto, no ha cometido el delito a que la disposición

anterior se refiere.Conclusión: He enumerado uno por uno los actos que según

nuestro Código Penal constituyen delito contra la patria, usandopara ello las mismas palabras del código, y, queda demostrado, queGA VIO SIERRA GUTIERREZ no ha cometido ninguno de esosactos, y que, por tanto, no puede procederse contra él por undelito imaginario, como 10 ha hecho el Juez Superior en el auto enexamen.

Segunda cuestión: ¿Qué actos constituyen delito contra lalibertad de industria y de trabajo".

4a

Esta clase de delitos los define y castiga el Capítulo Sexto,

Libro II del Código Penal, que consta de tres artículos, a saber:'ArtÍculo 150. Este señala pena de prisión y multa "al que con

violencias y amenazas, restrinja o suprima de cualquier manera quesea, la libertad de comercio o industrias".

GA VINO SIERRA GUTIERREZ no ha cometido violencias nidirigido amenazas contra nadie, y mucho menos con ello ha restrin-gido o suprimido a nadie su libertad para ejercer el comercio ocualquier industria.

Artículo 151. Este artículo castiga el "que, por medio deviolencias o amenazas, haga que cese o subsista la cesación de untrabajo, con el fin de imponer a los obreros o a los empresarios

una disminución o un aumento de salarios, o condiciones diferentesde las anteriormente estipuladas con ellos".

Tampoco ha cometido mi defendido este delito, por las mis~mas razones expresadas para el artículo anterior, y porque ademásél no ha tratado de suspender ningún trabajo para que tal suspen-sión favorezca a obreros o empresarios.

Artículo 152. Este artículo castiga a los jefes o promotores delos actos previstos en los artículos que preceden. Como para quetenga aplicación el artículo 152 es necesario que se hayan cometi-

do los actos previstos en los artículos 150 y 151, Y como en elpresente caso no se ha cometido esos actos, cs claro que tampoco setrata en este sumario del delito que este artículo castiga.

Conclusión: No puede sostenerse que GA VINO SIERRAGUTIERREZ haya cometido el detito que nuestra ley penal definecomo delito contra la libertad de industria y de trabajo, como sedesprende del análisis de l~s únicos tres artículos del Código de lamateria que contiene el capítulo que trata de esta clase de delitos.

Tercera cuestión: ¿Qué actos constituyen el delito que se de-nomina resistencia a la autoridad?

De este delito trata el Capítulo Sexto, Título VI, Libro II del

Código PenaL. Este Capítulo lo forman los artículos 174 a 176.

Artículo 174. Este artículo señala pena de reclusión al "que,con violencias o amenazas, se oponga a un funcionario público queen el ejercicio de sus funciones cumpla alguno de sus deberes, o alos individuos que él llame en su ayuda".

No se ha probado de modo alguno en el expediente que GA-VINO SIERRA GUTIERREZ hubiera usado violencias o amenazaspara oponerse a funcionario público alguno. Ni siquiera se ha esta-blecido que él se opusiera a que algún funcionario público cumplie-ra con un deber suyo.

4.'

Es cierto que algunos de los polizontes que concurrieron a

agravar la situación el día 10 de octubre último, entre ellos elTeniente Correa, el Comandante Ricardo Arango J., los Sub-tenien-tes Alemán y Pérez, y algunos otros, han declarado en el procesoque fueron atropellados o arollados, pero ninguno de ellos haprobado que estaba cumpliendo un deber, ni mucho menos queGA VINO SIERRA GUTIERREZ hubiera ejercido violencia algunacontra ellos o que los hubiera amenazado. Todos ellos, por el con-trario, declaran que SIERRA GUTIERREZ se encontraba en elKiosko, sobre el atril del Director de la Banda de Música, y esevidente que allí, en ese lugar, y a esa distancia de los polizontes,no podía él ni ejercer violencias sobre ellos, ni amenazarlos enmodo alguno, puesto que era él más bien quien era objeto deamenazas e insultos de toda clase por pare de todos esos indivi-duos que en esa noche memorable èonfund.ieron el servicio públicoa que están obligados con la presunción soberbia del mando, come-tiendo así toda clase de atropellos. para luego salpicar o pretendermanchar a sus propias víctimas con el lodo que ellos y sólo ellosformaron y en el cual se encenagaron para baldón de nuestra inci.piente democracia.

Por otra parte, para convencerse de que el artículo 174 que

cito no puede serle aplicado a los sindicados en este proceso, bastaconsiderar que la parte de dicho artículo que dejo copiada arriba serefiere únicamente al caso de que el delito lo cometa una persona.

Uno de los incisos de ese artículo establece que "si el delitose comete por cinco personas a lo menos reunidas con armas, o pormás de diez personas reunidas, con o sin armas, QUE SE HANCONCERTADO PARA ELLO" se les castigará con ocho meses acinco años de reclusión.

Resulta de allí, pues, que en el caso de que a pesar de nohaber ejercido mi defendido violencias ni amenazas contra ningúnfuncionario público, se quisiera buscar quiénes fueron las personas

que arrollaron o atropellaron a los polizontes que tal cosa han

declarado, habría que determinar antes si esas personas eran ennúmero de cinco a nueve y en tal caso el delito se entenderíacometido si llevaban armas, o si eran en número de diez o más yen este otro caso el delito se entendería cometido, llevaran aras ono, SI SE HABlAN CONCERTADO para cometer. ese delito.

Resulta, pues, en resumen, que SIERRA GUTIERREZ no ha.:metido el delito que castiga el artículo 174 citado, porqué él

no se ha opuesto a ningún funcionario público con violencias, ame-nazas ni de ningún otro modo; porque él no ha hecho tal cosa en50

grpo de CInCO a nueve personas con armas, ni tampoco lo hahecho en grpo de diez o más personas concertadas para cometerese delito.

Mal podía oponerse con violencias ni amenazas un hombreque se encontraba en el lugar más expuesto, siriendo de blanco atodos los ataques posibles de las mismas personas que lo perseguíany que lo amenazaban y que le gritaban que se retirara, a lo cual élno se oponía, sino que simplemente no accedía, pero sin impediren modo alguno que los polizontes cumplieran su voluntad tanpronto como quisieran o pudieran.

Artículo 175. Esta disposición no señala delito ni pena alguna,sino que simplemente establece lo que debe entenderse por paren-tes próximos. Es, pues, un artículo sin aplicación en el presentecaso.

Arículo 176. "No se aplicarán las penas señaladas en los ar-tículos que preceden si el funcionao público excede, por acto

arbitraro, los límites de sus funciones".

Aunque ya queda demostrado que SIERRA no ha cometido eldelito que se ctenomina "resistencia a la autoridad", resulta ahora,que el arículo 176 viene a disponer que en el caso de que alguno

de los otros sindicados haya cometido ese delito, o en el caso deque SIERRA lo hubiera cometido, antes de que pudiera sindicárse-le como reo o procesado por ese delito, habría que establecer si elfuncionario público a quien se haya hecho oposición con violenciaso amenazas se había excedido o no, "por acto arbitrario, de loslímites de sus funciones".

Los funcionarios públicos que se dicen violentados y amenaza-dos, son los polizontes que en la noche del 10 de octubre concu-rrieron al parque de Santa Ana, y para determinar si su acto eraarbitrario y si se excedía del límite de sus funcIones, hay que

buscar el fundamento o apoyo de su proceder. Ese fundamento oapoyo no era otro que la prohibición del Alcalde de celebrar elmitin; es decir, las órdenes que ellos daban "eran consecuencia delas imparidas por el Alcalde", como dijo el Teniente Correa en sudeclarción a fajas 25, en un gesto espontáneo y de precaución

defensiva en que quiso echar sobre el Alcalde parte grande de laresponsabilidad que él en un momento de lucidez fugaz vió cernirsesobre sus hombros.

Es también evidente que el Alcalde al prohibir el mitin come-tió un acto arbitrario que se saló de los límites de sus funciones,

como demostraré en otra parte de este alegato. Y siendo esa prohi-bición del Alcalde la madre legítima de los desafueros cometidos

51

contra el pueblo indefenso que pedía justicia al Gobierno que élmimo llevó, al poder, no puede ponerse en tela de duda que laautoridad ejercida por los polizontes en esa noche de tnste recorda-ción no era legítima puesto que emanaba de un acto ilegítimo y

sin fuerza o valor obli~atono.

Siendo así las cosas, como en realidad son, se impone la con-clusión 'de que si alguo en esa noche se opuso con violencias yamenazas a alguno de los polizontes o algún otro funcionaro quetratara de hacer respeta el acto arbitrario del Alcalde, esa persona

no podría ser considerada delincuente ante el tenor claro y sabiodel arículo 176 ariba transcrito.

Conclusión: Del estudio hecho de los arículos 174 á 176 del

Código Penal que forman el Capítulo que trata del delito de resis-tencia a la. autoridad, se llega necesariamente a la conclusión deque tampoco puede ser llamado a juicio SIERRA GUTIERREZ poreste delito, como, con gran pobreza de razones pide el señor Procu-rador General en su vista fiscal.

Da tristeza ver cómo un funcionaio de la categoría del Procu-rador General, pide enjuiciamiento por resistencia a la autoridad,sin . antes hacer el menor esfuerzo por estudiar y aprender qué es loque nuestra ley entiende por tal delito. No basta qu~ los hechos

imputados a los sumariados merezcan a juicio y parecer del Procu-rador el nombre de resistencia a la autoridad. Lo importante es veren nuestro Código Penal qué requisitos se necesitan para que seentienda cometido el delito que ese código define como resistenciaa la autoridad y luego ver si los actos imputados a los acusadosencuadran en el inolde suministrado por la ley penal. El Procuradorquiso ahorrarse ese trabajo, pero yo lo he hecho, y ya se ha vistoque el texto claro e inteligible de dicho código, deja muy mal

parada y sin apoyo la tesis sostenida por ese funcionaro y lapetición que hace interpretando mal los intereses sociales y la vin-dicta pública cuya voz lleva.

Cuara cuestión: ¿Hay alguna otra disposición del Código Pe-na que pueda entenderse infrngida por mi defendido?

El Libro Segundo del Código Penal es el que define los distin-tos delitos y les señala las penas correspondientes a cada uno de

ellos. Ese Libro 11 consta de los arículos 98 a 379 de los cualesvoy a hacer un resumen rápido.

Los arículos 98 a 108 ya los he analizado y ninguno de ellosha sido infringido.

El artículo 109 castiga al que atente contra la vida o segun-

dad del Presidente de la República o quien haga sus veces, cosaésta en que no ha incurrido ninguno de los sumariados.

52

El 11 O castiga al que impida el ejercicio del Poder al Presiden-te o a quien haga sus veces, al que impida sus funciones a la

Asamblea Naciona y al que cambie violentamente la Constituciónde la República. Este artículo tampoco ha sido infringido, por másque el Juez inferior, sin apoyo alguno en el proceso, pretenda quelo que los sumariados intentaban era imponer un sistema de Go-

bierno rechaado en los países civilzados. Nada de esto aparece enel expediente, ni podía aparecer puesto que lo que la Liga deinquilinos perseguía era unicamente la rebaja de alquileres.

Dice el refrán que "no hay como la necesidad para cualquierinvención", y el Gobierno y sus agentes necesitan justificar de algu-na manera la metida de pata del 10 de octubre, e inventaros que seestaba tramando algo contra el Gobierno y que había proyectoscomunistas y anarquistas.

Pero la Invención resultó pobre y digna de los que la idearon.En efecto; se necesita no tener conocimientos de sociología, econo-

mía e historia para no comprender que en la America Latina elcomunismo es una planta exótica; no faltan algunos paridariosilusos de teorías muy lindas para escribidas, pero una golondrinano hace verano. El comunismo será un peligro en AméricaLatina cuando su población haya llegado a su límite de densidad, esdecir, cuando en ella vivan 200 ó 300 milones de habitantes, ypara que ese día llegue faltan muchos siglos. El comunismo es unalucha del número excesivo de hombres con su carga infinita denecesidades contra el número reducido de bienes con que satisfaceraquéllas, dando lugar a una distribución pronunciadamente desigualde las riquezas originando así el número pequeño de ricos frente alnúmero enorme de proletarios. Ese fenómeno no se da todavía enla América, porque todavía la naturaleza da más de lo que sushabitantes necesitan para satisfacerse cada cual a la medida de supropio esfuerzo.

El artículo ni castiga al que enganche o arme panameños sinpermiso del Poder Ejecutivo.

El 112 castiga al que tome armas contra los Poderes constituí.dos.

El 113 al que sin autorización legal o del Ejecutivo asuma

mados militares.El 114 al que ofenda o ultraje al Presidente de la República o

a la 'Asamblea Naciona.

Los arículos 115 a 117 castigan los delitos contp las nacio-nes extranjeras y sus jefes o representantes.

53

El artículo 118 castiga al que reúna fuerza armada para come-ter los delitos mencionadados en los artículos 98,109, 110 Y 111.

El 119 castiga al que facilite refugio o ayuda, etc., a las fuer-zas armadas de que trata el artículo 118.

El 120 señala causales eximentes de responsabilidad, pero nodefine ningún delito.

El 121 se refiere al caso de varios que se concerten para cometerlos delitos penados por los artículos 98, 109, 110 Y 11 1.

El 122 castiga al que excite públicamente a cometer esos mismos delitos.

El 123 se refiere a la concurrencia de dos delitos distintos.

El 124 se refiere al artículo anterior sin definir ningún delitoespecial.

El 125 también se refiere a los delitos anteriores.

Los artículos 126 a 141 tratan de los delitos contra las liber-tades públicas, el culto y la libertad individual.

Los artículos 142 a 149 tratan de los delitos contra la inviola-bilidad dti domicilio y de las violaciones de secretos.

Los artículos 150 a 152 los hemos analizado ya anteriormen-te.

Los artículos 153 a 173 definen los delitos de peculado, con-cusión, corrupción de funcIonarios pú.blicos, abusos de autoridad,usurpación de títulos y funciones públicas.

Los artículos 174 a 176 tratan de la resistencia a la autoridadque ya hemos analizado.

Los artículos 177 a 184 tratan de ultrajes y otros delitoscontra los funcionarios, de la violación de sellos y de las sustraccio-nes de Oficinas Públicas.

Todo el Título Séptimo del Libro II que consta de los artícu-los 185 a 209 se refiere a los delitos contra la Administración deJusticia.

Los artículos 210 Y 211 castigan la instigación para cometerun delito.

Los artículos 212 a 215 castigan las asociaciones de malecho-res, la excitación a guerra civil, el arm am ente ilegal y la intimida-ción pública

54

Los artículos 216 a 254 que forman el Título Noveno serefieren a los delitos contra la fe pública, incluyendo las falsedades,

falsificaciones y fraudes en el comercio, industrias y subastas.

El título décimo que comprende desde el .~rtÍculo 255 al 280trata de los delitos contra la seguridad pública, lo:; cuales compren-

den incendio, inundación, sumersión y otros delitos que implicanpeligro común, los delitos contra transportes y comunicaciones,

contra la salubridad pública.

El título undécimo que abarca del 281 al 309 define y castigalos delitos contra las buenas costumbres y "el órden de la familiaincluyendo la violencia carnal, adulterio, seducción, corrupción demenores, npto, proxenetismo, bigamia y suposición o supresión delestado civil.

El título duodécimo, desde el arículo 311 al 349 tratan delos delitos contra las personas, lo cual comprende homicidio, lesio-nes, aborto, abandono de niños e incapåcitados o en peligro, abusosde corrección, difamación e injurias.

Los artículos 350 a 379 castigan los delitos contra la propie-dad ajena.

El 379 es el último de los artículos que en el Código clasifi-can los distintos delitos.

Del resumen que queda hecho de las disposiciones del CódigoPenal que no he analizado detenidamente al principio, se llega a laconclusión necesaria de que ninguna de las disposiciones de esecódigo ha sido violada o infringida por GA VINO SIERRA GUTIE-RREZ, y, en consecuencia, no puede ni debe ser llamado a juicio,toda vez que para que proceda un auto de proceder, es nectsarioque se haya cometido un delito, que esté comprobado el cuerpodel mismo y que exista indicio grave de responsabilidad contraalguna persona.

Si mi defendido no ha cometido acto alguno punible, cosaque en efecto no se le ha comprobado, si por otra parte el únicodelito que parece haberse cometido es el de homicidio y el delesiones y contra SIERRA no hay indicio de ninguna clase por lacomisión de esos delitos, puesto que él no portaba armas de ningu-na clase, es improcedente el enjuiciamiento decretado por el Juezinferior en su contra, y debe revocarse.

Quinta cuestión: ¿Ha cometido SIERRA GUTIERREZ la faltapoliciva de desobediencia?

55

Lo único que se ha podido comprobar en contra de mi clientees que asistió a un mitin o reunión pública que había sido prohibi-

da por el Alcalde del Distrito. Es esto todo lo que le han podidoacumular a pesar de la marcada intención de hundirlo expresada

por los agentes del gobierno y a pesar de todo el elemento asalaria-do de que han podido disponer. Los calificativos de incendiaro,insolente, imperativo, y otros que emplean los testigos de cargopara aplicárselos a SIERRA, nada agregan en contra de éste porqueson apreciaciones de los testigos puramente personales y no hechoscometidos por el sindicado. Sabido es que para comprobar la comi-sión de un delito hay que probar hechos ejecutados por el presuntodelincuente.

Pero como a SIERRA no podían achacarle hechos delictuosospuesto que no los había cometido, los encargados de formular ysustentar la acusación creyeron que esos hechos podían reemplazar-los con adjetivos, pero éstos. para lo único que realmente sí hanservido es para poner de manifiesto el interés o la pasión de talestestigos lo que quita la imparcialidad necesaria a todo testimonio

para que se le dé crédito. El interés demostrado por esos testigos alagregar adjetivos donde debieron colocar sustantivos, es decir, he-chos, revelando está con toda claridad la inocencia de los sumaria~

dos.

v olviendo a la materia dc esta parte de mi alegato, loúnico que se le ha demostrado a SIERRA GUTIERREZ esque no quiso obedecer y someterse a la orden caprichosadel Alcalde por la cual proHibió la celebración del mitin o reunión

pública de los inquilinos, que fue al mitin y que trató de habl.r,cosa que no pudo conscguii: por la bulla, el desorden y el escánda-lo formado por la intervención de los polizontes.

Para determinar si mi defendido cometió la falta policiva dedesobediencia, hay qur estudiar primero si esa órden del Alcalde

debía ser cumplida, es decir, si estaba dentro de las facultades de élexpedida.

Dice el artículo 20 de la Constitución:

"Artículo 20. Todos los habitantes de la República tienen elderecho de reunirse pacíficamente y sin armas, y el de asociarse

para todos los fines lícitos de la vida".

Este precepto constitucional consagra un principio de derecho

constitucional y político universalmente admitido en todos lospaíses del mundo civilizado, y universalmente respetado, con muy

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raas excepiones que sólo se presentan en nuestras democracia

incipientes latino-americanas en donde todavía el desaollo no haÚegado en los funcionarios el sentido de la responsabilidad ni entodos los ciudadaos el convencimiento de sus derechos, deberes y

capacida en relación con el Estado.

El derecho de reunirse para expresar cada cual su pensaieiito

de viva voz, es cosa que no se discute ya. Mientras las reunionessean pacíficas y sin armas, todo ciudadano tiene el derecho indiscu-tible de dirigirse en luga público al auditorio que desee escucharlo

y todo ciudadano tiene el derecho de ir a un lugar público aescuchar a cualquier persona que dirja la palabra para expresar su

pensamiento y sus ideas. cualesquiera que éstas sean.

Las autoridades de policía deben proteger a los oradores yvigilar las reuniones. para que cada cual respete el derecho de losdemás, y únicamente en el ca de que una reunión o mitin dege-nere en riña, escándao o miti armado p~eden los funcionaros de

policía proceder a su disolución y al aresto de, los responsables.

Tenemos, pues, que ni la Constitución ni ninguna disposiciónde la Ley Administrativa establece que para llevar a cabo una reu-ruón pacífica, sin armas y con el único propósito de la libre emi-sión y comunicación de pensamiento e ideas, sea necesario permisoalguno del Alcalde ni de niguna otra autoridad.

Si, pues, no era necesario permiso del Alcalde para celebrar elmitin holgaba negarlo, toda vez que no se puede negar lo Que hay

el derecho de da,

y si carecía de facultad el Alcalde para prohibir dicha reunión

pública, fue un acto arbitraro el suyo el de prohibir una reunión

para la cual no era necesaria la aprobación suya. Y si no tenía

facultad legal para esa prohibición, ésta una vez expedida no eraobligatoria, puesto que se saía de los límites de las atribucionesdel Alcalde. Y si no era obligatoria no había desobediencia en

no cumplirla, puesto que por desobediencia se entiende en buen

romance el no cumplimiento de un mandato que hay la obligaciónde acatar. No habiendo la obligación de cumplir es libre la personade observar lo mandado o no, y en caso de estarse por la negativa,no hay falta algua, pues no se falta cuando se obra dentro de laesfera de libertad individual sometida a la voluntad del sujeto.

Para convencerse de que un Alcalde no puede coarar la liber-tad de reunión que la Constitución concede a todos los habitante..

ll

basta considerar que en casos de peligro para la República pormotivos de guerra exterior ~ nerturbación interna que amenace lapaz pública, la Asamblea Nacional o el Presidente de la Repúblicacon todos sus Secretarios de Estado, pueden suspender los derechosindividuales garantizados por la Constitución menos el derecho dereunión.

No puede un Alcalde hacer lo que está vedádo a la AsambleaNacional y al Consejo de Gabinete.

Puede un Alcalde disolver una reunión si no es pacífica o sinarmas, porque no hay derecho para ella; pero no puede prohibircon anticipación una reunión porque no es necesario el permiso dela autoridad policiva para ejercitar ese derecho.

Es tiempo ya de que se siente un precedente a este respecto,que garantice a los ciudadanos el derecho de reunirse y emitir elpensamiento, a fin de que se acaben ya esos abusos que tanto

descrédito han dado a los gobiernos latinos-americanos, o mejor dichoa las democracias jóvenes de América, quizá porque no han estadodebidamente preparadas para el gobierno propio y popular.

Mientras más respeto se demuestra en una comunidad políticapor los derechos individuales, especialmente los de reunión y emi-sión del pensamiei;to, evidentemente es más elevado el nivel cultu-ral colectivo y maYQr el respeto y la estimación que propios yextraños sienten por ella. Y a la inversa los abusos de autoridad y

el poco respeto a los derechos de los asociados es lo que másperjudica la reputación y el crédito de un pueblo.

Demostrado, pues, que fue un acto desprovisto de apoyo legalel cometido por el Alcalde al prohibir la reunión de los inquilinos,y que, en consecuencia, esa prohibición no tenía fuerza obligatoria,queda en claro que al asistir los inquilinos al mitin, ni siquieracometieron desobedienci: punible policivatnente-

Sexta cuestión: ¿Debe sobreseerse en relación con los delitosde honucidio y lesiones cometidos?

Ha sobreseído el Juez Superior con respecto a los delitos dehomicidio y lesiones, y pide el Procurador General que ese sobre-

seimiento sea mantenido.

Habiéndose comprobado el cuerpo de cada uno de esos deli-tOS deben ser llamadas a responder en juicio criminal todas aquellas

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pesonas contra qweneii exista indicio gravt' o un testimonio detestigo hábil.

Unicamente en caso Qe que en el sumario apæezca comproba-di alguna de las pocas cawes eximentes que establece el CódigoPenal puede encontrarse justificado el sobreseimiento.

Nuestro Código Pen trae las siguientes causaes eximentes deresponsabildad criminal:

1. La carencia de discernimiento o de conciencia y liberad

poi debildad o trastorno de las facutades mentaes por enfenne-dad (ar. 44);

2. La existencia de una violencia grave e injusta que no se ha

podido eludi ni resistir de otra manera (ar. 47);

3. La necesidad de precaverse a sí mismo o a otro de unpeligro grave o inminente, qlte amenace la vida o el honor, cuandono fue causa voluntaria del peligro quien se ve amenazado por él, yno puede evitarlo de otra suerte (ar. 48);

4. La existencia de una órden expresa de la ley (ar. 50);

5. El cumplimiento de una órden oficial, dictada por autori-dad competente, siempre -que puede presumirse rectamente que elejecutor del acto obró convencido de que la órden era dada porquien tenía facutad legal para darla, y que el acto estaba compren-dido en sus deberes de subordiación (ar. 51);

6. La edad menor de 12 años (ar. 54);

7. La sordomudez Si el ejecutor tiene menos de 14 años(an. 58).

Son siete, pues, las únicas causales eximentes que reconocenuestro Código Pena, y fuera de ellas ni el Juez inferior, ni laCorte Suprema de Justicia, pueden aplicar ninguna más. En caso deque los Magistrados consideren que hay algunos otros casos en quedebería eximirse de responsabilda al ejecutor de un delito, debeninteresarse por que la Asamblea Naciona refonne el Código; peromientras esto no se haga deben cumplir "la ley ta COIQ está, sinque les sea permitido adcionarla o eiuendala.

En materia de legislación penal, todas la disposìciones de laley hay que entenderlas en su setido natural y obvio o interpretar-

..

las restrictivamente, porque el derecho penal positivo es tal que nose presta ni debe prestarse a interpretaciones más o menos amplias;él suministra a los jueces patrones rígidos y firmes, y para esto

catalo~ los delitos, establece los límites de las penas y enumerala úiucas causales eximentes de responsabilidad, enumeración

taxativa que no admite ampliacionn de pare del .J uez.

Por otra pare, no existe en el proceso prueba alguna de que

las personas que dispararon sus armas tampoco se encuentran com-prendidas en ninguno .fe los casos enumerados más ariba. De alíque precisa concluir que hasta ahora no se ha establecido que en

su favor milte causal eximente alguna, y, por tanto, deben ser lla-madas a juicio para que en el curso del plenario prueben su incul-pabilidad.

No es justo que mientras se enJuicia Y se persigue a las vícti-mas de los atropellos. cometidos por los polizontes en la nocheaciaga del 10 de octubre, se queden libres y sin examen los verda-deros culpables, los matones que al amparo de la fuerza, protegidospor los elementos oficiales, y alentados por el alcohol, se dieron ala tarea de demostrar el gran valor de romper fias de hombres

indefensos con revólveres y rifles, y ebrios de orgullo y poder

atropellaron, hiieron y asesinaron, sin considerar la~ graves respon-

sabildades que sus actos indignos podrían traerles o quizá pensan-do que, en nuestro ambiente no es raro ver por las calles libremen-te a individuos que tienen un lugar en las celdas carcelaras, peroque por vir.ud y obra de las influencias oficiales escapan a laacción pUIUtiva de la justicia, aunque sin poder sustraerse al Índiceacusador de la sociedad y de su conciencia.

Todas las personas contra las cuales haya indicios graves deculpabilidad por delito de homicidio o lesiones, deben ser llamadas

a juicio, para que, así discutidas con amplitud las cosas en el plena-rio se castigue a los culpables si los hay o se absuelva a los inocen-

tes, sean quienes fueren, dado así a Dios lo que es de Dios y alCésar lo que es del César.

80

SEGUNDA PARTE

El problema inquiario que aún está pendiente en Panamá, y

cuya mal apreciación por pare del gobierno trajo como conse-cuencia los sucesos dolorosos del mes de octubre último, no es cosanueva en el mundo. El se ha presentado en otros países comoMéxico, España, Che y muchos otros.

La justificación del pago de alquieres por las casas ajenas que

haitamos se justifica, por pare del arendatario por el servicio quela cas le presta, y por pate del arendador por el capital que ha

invertido en la constrcción y que no lo habría invertido única y

exclusivamente paa beneficio, uso y goce de personas extrañas.De modo que por parte del arendatario el precio del arenda-

miento debe ser proporcionado al servcio que la habitación le haprestado, y por parte del arendador debe ser proporcionado alcapital invertido, a la seguda del mismo, a la duración de lapropiedad, a las ventajas de poser una propiedad inmueble quefacilta la obtención.de capital~s para otras empresas, etc.

Alguien ha sostenido que el precio de los alquileres lo deter-mian la oferta y la demanda; pero es el caso que la oferta y lademanda sien para determinar cuál ES el precio en un momentodado, pero no para conocer cuál DEBE SER, y tiene además ladesventaja de que se presta a abusos en condiciones económicas

difíciles par cualquiera de las pares contratantes.

Si se tiene en cuenta que el dueño de una edificación tiene lasventajas de poseer un capital invertido en la forma más segura yduradera, que mientras más seguro está el capital menor debe ser elinterés que produce, que sobre un bien raíz puede flotarse uncapital adciona para otras empresas, lo que permite derivar de lanima edificación un beneficio extra fuera de los alquileres, quelos alquileres son riqueza adquirida sin gran esfuerzo para su pro-ducción por parte del propietaro, y que en épocas de florecimien-

to económico las propiedades urbanas adquieren un aumento devaor que al propietario nada le ha costado; si se tiene en cuentatodo esto, hay que convenir en que el precio del arendamiento

debe equivaler a un interés mínimo sobre el capital invertido, inte-rés que debe acercarse lo más posible. a los que devengan las deudasdel Estado en épocas en que éste está rico. No debe ese interés sermayor del seis al nueve porciento al año; entre estos dos límiteshay un precio de arendaiento equitativo.

Por pare del inquilino, si se considera todo el cúmulo de

necesi4ades a que tiene qut atender, no debe invertir en alquileresmás de-un quince por ciento de sus entradas, como límite máximo,pa proporcionarse una habitación adecuada a su posición y situa-ción.

11

Cuando el propietario cobra más del alquiler que le correspon-de para derivar una utilidad o beneficio mayor del seis al. nueveporciento anual, está cobrando un recargo contra el inquilino', con.tra el pueblo que es la gran mayoría y está contribuyendo al empo-brecimiento general en beneficio suyo, por lo que es necesara unaintervención eficaz y enérgica de la ley para evitar ese desequilbrioeconómico y mantener un estado próspero en la gran masa o porlo menos propender a que su condición económica no se deprima.

Por otra parte, cuando los alquileres producen más de lo que-dejo indicado como su límite máximo, ya deja de ser la construc-ción de casas una simple inversión segura para el futuro, que debeser, para convertirse en un negocio. Y como los capitales invertidosen construcciones son lucrativos, pero no productivos, resulta quecomo consecuencia del aumento de inversiones en edificios aumen-tan los capitales lucrativos en perjuicio de la situación económicadel país, puesto que el estado más o menos floreciente de éste semide por el monto de sus capitales productivos.

La política sabia que debe desarrollar todo gobierno es la dedisminuir los capitales lucrativos y aumentar los productivos; deallí que! deba evitarse que los propietarios de casas perciban unautilidad inmoderada porque así, el que quiera percibir una utilidadmayor deberá colocar su capital en una empresa productiva quecontribuya a levantar el nivel económico del país; y las construc-ciones de casas quedarán reducidas a lo que deben ser, es decir, ainversión de capitalistas que se conforman con un maren de bene-ficio muy pequeño, a inversiones de ahorros y economías de fami-

lias no ricas que desean tener habitación propia o un capital inmue-ble, y a inversiones de empresarios e industriales que desean una

base inmueble para flotar un capital que les permita tener habita-ción o local propio o un interés moderado aunado al producto desus empresas e industrias.

Es así como se hace política grande, no, como practica nues-tro gobierno, que oprime al pueblo, lo acala a la fuerza cuando sequeja, y todo para beneficiar a individuos gue viven lucrando sus

capitales pero sin producir nada que aporte un grano dé arena a lariqueza efectiva y activa de la nación.

Como el Gobierno nada ha venido haciendo en beneficio delos pobres a pesar de que los alquileres han venido subiendo ince-

santemente desde varios años atrás hasta llegar a un, nivel alaran-te, el pueblo, movido por la necesidad, empezó a moverse por sí

mismo, y formó una alianza, unión o liga de inquilinos, para ver deadoptar las medidas o la actitud que fuera necesaria en defensa de

sus derechos, de su vida misma, porque son muchísimos los rasos

U

en que hay quienes tienen que dejar de comer para pagar un alqui-ler crecido.

Los inquilinos se diigieron al gobierno para pedirle proteccióny éste empezó a tomar la cosa a chacotería, después creyó que

podía entretenerlos como si fuera posible entretener a un estómagohambriento. Después vinieron los paños tibios, las conversacionesinsulsas, las proposiciones innecesarias, los términos para pensar ycincuenta mil vueltas inoficiosas.

Los inquilinos adoptaron el sistema de inscribir en sus libros olistas a todos los individuos que se consid~raran perjudicados y

extorsionados con un alquiler elevado, y la práctica de conferenciaspúblicas en forma de reuniones o meetings, los cuales venían cele-

brándose con reguaridad, pacíficamente y sin perjudicar a nadie enel Parque de Santa Ana.

Hasta que un día al señor Alcalde se le öcurrió prohibir lasreuniones, y así lo hizo, sin facultad alguna para ello, porque esas

reuniones mientras fueran pacíficas no tequerían la venia de él y,por tanto, la prohibición estaba fuera de lugar. Los inquilinos pro-testaron pero el Alcalde, mareado con la altura del mando, conside-raba indigno ceder. El Gobernador cerró los oídos. Fueron ante elPresidente de la República y éste les ofreció permitir el mitin y losalentó. Igual cosa hizo el Comandante Pretelt. Validos de estaspromesas los jefes del inquilinato anunciaron por medio de hojassueltas que el mitin siempre tendría lugar.

Al salir la hoja suelta el Alcalde hizo publicar el mismo díaseñalado para la reunión, avisos de que quedaba prohibida la reu-nión. Uno de los Jefes notificó al Alcalde de que el Presidentehabía autorizado la reunión proyectada y el Alcalde en nota un

poco altiva contesta que es él quien puede conceder ese permiso,

pero que lo niega. (fs. 64 y 68).Era ya demasiado tarde para avisar al pueblo que no habría

mitin porque esto ocurría en la misma tarde del día señalado. Losque no tuvieron conocimiento de la prohibición acudieron a la cita,y .los que ya estaban enterados fueran más que todo por curiosidady solidardad porque se presentía que algo serio iba a ocurrir.

Las autoridades de Policía ya que estaban decididas a cometerel atropello, debieron haber impedido que la gente se reuniera en lacale 16 Oeste, lugar de cita, pues es más fácil impedir la formaciónde grupos que disolverlos ya formados. Pero no lo hicieron así.Como para cebarse en el pueblo, dejaron que éste se reuniera, querecorriera varias calles engrosando sus fias y que llegara al parquede Santa Ana en masa formidable y compacta, por una cale estre-cha como la 13 Oeste, para entonces hacer el simulacro de tratar

u

de detenerlos y siendo como tenía que ser imposible porque los dela vanguardia no podían contener el empuje de la masa, aprovecha-

ron esta circunstancia para cometer con ese pueblo desarmado todaclase de atropellos. Le echaron la caballería, lo abalearon, lo baña-ron y lo persiguieron torpe e innoblemente para después celebrar eltriunfo, pero llevando encima la mancha siniestra de la sangre devíctimas inocentes, porque en la noche del 10 de octubre se come-

tió el crimen más grande y cobarde que ha sufrido el pueblo pana-meño desde muchos años atrás.

¿y después qué? Los organismo débiles pueden hacer en mo-mentos propicios un esfuerzo y demostrar la pujanza de los seresfuertes, pero luego viene la reacción contraria. Eso le ocurrió algobierno después del 10 de octubre. El día 11 estaba agotado porel esfuerzo de la noche anterior y había perdido toda su fuerza, y

débil y sin cabeza no pudo menos que confesar su impotencia yllamar a los yankees o aceptar que éstos vinieran, que para el casoes lo mismo. Y esta ciudad tuvo que sufrir una nueva humilacióncon el consentimiento del gobierno, único responsable de lo ocurri-do por su indecisión, su falta de tacto y de inteligencia para haber

comprendido el problema y haberle hallado solución, y por últimopor falta de coraje y nervio suficiente para mantener sin auxilo

extraño y sin oprimir al pueblo el poder que la ley y el votopopular depositaron en sus manos.

Una vez administrada al gobierno la inyección de fuerza extra-ña volvió la ostentación de mando, pero ostentacIón poco inteligen-te: se deportó a todos los extranjeros que simpatizaron con el

movimiento inquilnario, a pesar de establecer la constitución igual-dad de derechos civiles para nacionales y extranjeros; y fuerondestituí dos todos los empleados públicos que como inquilinos co-metieron la grave falta de protestar contra el alza de alquileres, conlo cual los mismos funcionarios del gobierno vinieron a dar alasunto un carz político que no tenía.

¿Quiénes son, pues, los responsables? Unicamente aquellosque en sus manos tuvieron buscar y encontrar el bienestar delpueblo, aquellos que llamados a proteger vidas y derechos, sintie-ron insano placer en pisotearlos, y abusando del poder quisieron

coarar el ejercicio de un derecho legítimo.

No es posible tni.tar de quitar de encima la responsabilidad

que sobre ellos pesa a aquellos que olvidaron todo pricipio dehumanidad y de justicia, para echarla encima a las propias víctimas,a los perseguidos y vejado s, como no es posible burlar ni engañar elveredicto justiciero e inexorable de la posteridad.

HONORABLES MAGISTRADOS, cinco meses llevan ya lossumariados de estar en prisión por supuestos delitos que no han..

cometido, y es tiempo ya de que se les devuelva la ansiada libertad. a la cual nunca han perdido el derecho, y brile para enos el sol dt'la justicia. Así volverán de nuevo al seno de la vida socia connuevos ideales porque la lucha y las privaciones y sufrientoiaquilatan los corazones y tiemplan las fuerzas del espÍrini.

Os pido, pues, un sObreseimiento defmitivo para mi defendido

y sus compañeros. Si asÍ lo 'hacéis os haréis acreedores a la gratitudde la nación entera y no defraudaéis las esperanzas que en voso-

tros tiene puestas y en vuestra rectitud.

HONORALES MAGISTRAS.

Panam, mano 16 de 1926. GAULEO SOUS

-¡

Alcances e interpretacionesdel problema inquilinarioa través de la historia

ALi:XANDER CUEVAS

El Movimiento Inquilinario de 1925

CAPITULO 11DESARROLLO HISTORICO

1. A través de la Ruta de Trásito2. La Etapa Republican.

1. A través de la Ruta de TrásitoLa importancia histórica, geográfica y comercial, inherentes a

las ciudades de Panamá y Colón obedecen a una condición muyparticula, de la cual ambos aprovecharon y aprovechan: la de sersitios de Tránsito. De alí que, las ciudades terminales de la Ruta,fuesen siempre campos abonados para la siembra de casas de inqui-liato; porque, como dice Tomlinson:

"Siendo estos lugas, únicos, en los cuales se mantenía cierto

movimiento comercial, era lógico que se agrpara en torno aestas ciudades toda la población y se enclavaran en ellas todaslas propiedades que necesitaban construirse para alojar a susmoradores" (1).

Pero, el problema inquilinario no era todavía un problema.

Era apenas un embrión que la situación caótica del Istmo -produc-to de una estrecha ligazón con la nación colombiana- impedía

desarollarse. Sin embargo, en el año de 1850, con la construccióndel FerrocariL, aparecen los primeros bodegones y con ellos los

(1) Everardo E. Tornson H.; El Co de Ardaato de Fiic: Urb..Trabajo de Graduación, Uniersida 1959, pla 7.

69

perfies del problema. Perfiles que logra contornos definidos con la

iniciación de los trabajos del Canal por los franceses.

"Con el arribo a nuert~f tierras de legiones de técnicos, em-

pleados, cumerciantes y trabajadores en general, que viene atrabajar en la obra canalera, los capitalistas se aprestan a cons-

truir casonas con multitud de cuaros de alquiler para dadas enarendamiento a la masa de hombres y mujeres que llegan"(2).El arendamiento S( da en las circunstancias más deplorables

para el arrendatario. Sus demandas ante los propietarios no puedenser apuntaladas por normas legales, porque no existe todavía unalegislación sobre el asunto. De allí que se vea compulsado a aceptarla vivienda con los numerosos inconvenientes a ella adheridos.

Esta situación no duró mucho tiempo. Porque la CompañíaFrancesa fracasa en su intento de abrir el Caal. Y a los centenaresde trabajadores que habían venido para hacer posible ese intento,-no les queda otro camino que el de prepararse a parir hacia sustierras de origen.

Por esta época, el Istmo estaba convulsionado por las frecuen-tesmanifestacIones de descontento de una burgesía que aspiraba alibrarse política y económicamente del Estado Colombiano; Quebuscaba amplias libertades para la propiedad. Que anhelaba su con-solidación como clase. De allí que se produce el Acto Independen-tista de 1903; y se produce también, casi simultáneamente, la firmadel Tratado del Canal con los EstadoS Unidos. Este país habíarealizado ya la compra de todas las acciones del Canal que poseía

la Compañía Francesa. Sin embargo, ni la autonomía política, ni laConstrucción del Canal por los norteamericanos dieron los frutosque se esperaban. Las repercusiones sociales de esta nueva perotriste realidad, fueron insospechadas. Soler dice al respecto que:

"En los mismos momentos en q~e la burguesía liberal espera-ba un impulso ascendente definitivo, se opera una delicuescen-cIa de clase que determina su pérdida de la hegemonía intelec-tual, 'su refugio en la propiedad inmobiliaria', y su marina-ción de la actividad comercial en favor de inmigrantes extran-

jeros. Uno de sus intelectuales de hoy así lo reconoce cuandoafirma que nunca en la historia estuvo el blanco capitalino encondiciones tan angustiosas como en 1903... su hegemoníaintelectual estaba perdida. Sólo le quedaba la pequeña penín-sula de la capital y esto por obra y gracia de fuerzas colom-

bianas; y dentro de sus murallas, comerciantes extranjeros lo

empujaban más y más hacia un caserismo estático" (3).

(2) Ibid.

(3) Ricaurte Soler, Form Ideológica de la Nacin Pandia, Ediciones de iå RevistaTaraa Panamá, 1963, Páa 59.

70

Esto último va a constituirse en destino y característica funda

mental de una clase decepcionada en las primeras décadas del pre-sente siglo. Caacteristica que hace posible el establecimiento, porvez primera, de:

"Las bases objetivas de la degeneración de una clase frustradaen lo internaciona y cada vez más en lo nacional, de la cualhabría de surgi la lumpenburguesía de hoy..." (4).

2. La Etapa RepublicanDesilusionada la burguesía liberal panameña después de su in-

tento fallido de estructuración clsista no le queda otro recurso

-para seguir subsistiendo muellemente- que el arendamiento decasas.

Así tenemos que las ciudades terminales se ensachan, porquelos caseros se aprestan a recibir la avalancha de distintos grposhumanos que vienen a trabajar en las obras del Canal. De estamaera surgen en la ciudad de PanrÍ, los baros del Chorrilo yCaidoni; luego los de Sa Miguel y el Marañón; y por último, los(iel Granillo y Malambo. En Colón, Raibow City y F olk River,representan concreciones de la obsesión por las edificaciones quecarcterizaba a los dueños de cass de ese momento. Pero el aren-

damiento tomábase difícil. Empezaba a mostrar ya su forma igno-miniosa y explotadora. Porque, como nos dice Tomlison:

"Con una legislación consadra derivada de Colombia yuna Constitución confeccionada precisamente por los dueños

de cass y nuevos teratenientes del Istmo, la relación arenda-ticIa que renaía con motivo de la construcción de los bode~

gones en los barrios... no podía ser más desigual. Los arenda-

tarios estaban sometidos a un situación desastrosa" (5).

Los inquilos confrontan una situación similar o peor queaquélla que confrontaron en la segunda mitad del siglo xix. Estapolítica egoísta e inescrupulosa puesta en práctica por los arenda-dores, se constituyó en una espada de doble fio. Porque si, por unlado, llevó a los arrendataros a condiciones denigrante s e intolera-bles; por el otro, creó conciencia en esos hombres que se halabanaprisionados y que sufrían por ella. Arrbamos así, a 1925. Año enque la masa inquilinaria decide, en una forma mancomunada, enca-rar valerosamente el problema. Y así, un día de octubre, el 10específicamente, sangre y vidas se ofrendaron generosamente en

cumplimiento con una lucha que pretendía acelarar su obliteración.

(4) Ibid.

(5) Everaido E. Tomlson lL; Op Cit, .la 10.

71

CAITULO 111NATURAEZA IDEOLOGICA DEL MOMENTO

1. El Neoliberasmo

2. ¿Anarquismo? ¿Comunismo?

1. El NeoliberalsmoLa desilusión que saturó a la burguesía liberal panameña des-

pués del Acto Independentista y mucho 'más, después del Tratado

del Canal con los Estados Unidos, la llevaron a refugiarse en uncasrismo ignominioso y expoliador. Y con esta actitud inició unproceso de degeneración que no ha concluÍdo. y que la conduce asu propia aniquilación.

Durante los años del 20, hombres como Eusebio A. Morales,Guiermo Andreve y José Dolores Moscote, emprenden la gigantes-ca tarea de renovar el Liberalismo y revisar sus postulados clásicos.

Por esta misma época, y concomitantes a esta actitud, dice Soler:

"Se observa un floreciniiento inusitado del pensaiento peda-gógico que, acompañando los intentos teóricos de renovaciónneolibera~ preténde estructura una educación de definicióndemocrática y de afirmaèión nacionalista" (6).Esta tarea la llevaron a cabo Jeptha B. Duncan y José Daniel

Crspo. Hombres que vieron en la educación no sólo la peretua-ción del liberalismo, sino también, la salvación de la República.

Porque los ideólogos del Neo-Liberalismo fueron, también, los ideó-Iogos de la renovación pedagógica. ConcluÍda la Primera Guerra

Mundial y luego del ejemplo, sin precedentes en la Historia, de laRevolución Rusa, aunado al empuje vigoroso. y progresivo de lasideas Socialistas, llevó a los teóricos Neoliberales a elaborar críticas

y a formular paradojas en tomo al panorama ideológico-políticointernacional desde el punto de vista liberal. Y aSÍ, Eusebio A.

Morales, advierte y acepta la atmósfera proletaria que envuelve a la

(6) Ricaurte Soler; Op. Cit, Págs S9 y 60.

72

Revolución Bolchevique aunque no acepta un elemento y una eta-pa vital de dicha revolución en su proceso de realización: La Luchade Clases y La Dictadura del Proletariado

"En ese sentido, ya en el enfoque mismo que de los proble-mas sociales hacía Morales en 1919, se sienta uno de los su-puestos del pbsterior pensamiento político neo-liberal: la justi-cia social es posible sin la agdización de las contradiccionesclasistas que conduzcan a una dictadura -'tiranía' - del prole.tariado" (7).Moscote y Andreve adoptan las ideas de Morales y con ella

intentan la estructuración del ideario neo-liberaL. Estructuración

que sólo podía hacerla posible una revisión previa de los postuladosleseferistas e individualistas del liberalismo clásico. De esa manera,dice Soler:

"Moscote en primer término, y después Andreve se abocaron

a la tarea revisionista intentando una re-definición, social ymoderna, del liberalismo. Tal re.definición, en el sentir deestos autores haría incluso posible la asimilación de aquellos

aspectos positivos del socialismo sin que por ello fuere negadala esencia perenne del liberalismo" (8).Así tenemos que, para Moscote, el liberalismo no es más que

una "actitud mental", y para Andreve, "una recta tirada al infini-to". Estas conceptualizaciones que inventaron Moscote y Andreve,no fueron más que intentos por salvar una ideología -que ya habíasido superada en Europa- pero que aquí entraba en su etapa agó-mca.

"La perenne 'actitud mental' liberal de Moscote, y la 'rectatirada al infinito' de Adreve, reconocían implícita, y en Mos-cote explícitamente, la caducidad del liberalismo doctrinarioque sólo intentaba superar a través de la perennidad de fórmu-las sin contenido, es decir, a través de la perennidad de unliberalismo 'sin Doctrina' " (9).De allí que, agrega Soler,"La caducidad de las fuerzas histórico-sociales que inevitable-mente representa lo llevó a superar el siglo XVIIi con el sigloXIII" (la).

(7) Ibid. Página 68.

(8) Ibid, Pága 69.

(9) Ibid, Pága 72

(lO) Ibid, Páa 73.

73

Por eso, la concepción neo-liberal con un forma moderna perocon un contenido refugiado en la Edad Media, no cumplió ni cum-pliá su misión: impedir la aniquilación del liberalismo. Este, hoy,se encuentra en sus últimos estertores agónicos cn manos de unpartido nefasto e incapaz. Esto es lo que afirman y tienden areafirmar las palabras que a continuación transcribo y que, en losactuales momentos, expresa uno de los que fuc y es uno de sus

legítimos representantes.

"Los liberales que, como yo, nos vemos obligados a atacar alPartido Liberal, en obediencia a un ineludible deber, no lohacemos para hacer daño al Liberalismo; lo hacemos para sal-var al Liberalismo y darle nueva vida.." (11).Esta era, pues, la ideología de los hombres del gobierno del

Presidente Rodolfo Chiari. Ideología vacua y precaria. Vacuidad yprecariedad que se puso de manifiesto "e io de octubre de 1925;

después con la renuncia de la Soberanía, y finalmente, con la pene-tración de las tuerzas norteamericanas para solucionar un orden de

cosas que, según palbras de uno de los defensores de los inquilina-rios, ... El mismo Presidente de la República había creado con suscoqueterías de Liberalismo barato" (12).

2. ¿Anarquismo? ¿Comunismo?Es incuestionable que, en la década del veinte, existía en Pa-

namá una amplia libertad de pensamiento. La misma Constituciónde 1904 así lo señalaba en su Artículo 27, cuyo contenido, era elsiguiente:

"Toda persona podrá emitir libremente su pensamiento, depalabra o por escrito, por la imprenta, o cualquier otro medio,sin sujeción a censura previa, siempre que se refiera a los actosoficiales de funcionarios públicos. Pero existirán los responsa-bilidades legales cuando por alguno de estos medios se atentecontra la honra de las personas" (13).Por ende, es natural que el Movimiento Inquilinario se incu-

base en un medio fecundo en ideas y hasta es posible que fueseapuntalado por algunas de ellas. Pero calificar tal movimiento con

(12)

Jeptha B. Duncan, Supeticin de Apelldos, Trin de Intelectuaelelj en lacolumna Buzón de FAUSTO; "La Hora" del jueves 18 de julio de 1963, Página 8.

Tomado de El Sumao en Aveiguación de 101 Hecoi Acontecidoi en el Paruede Santa Ana en la Noche del Sábado 10 de oct.ib~ de 1925. Archivos Nacionales,

República de Panamá, Juzgado Supeior de la República, iniciado en el JuzgadoQuinto del Circuito de Panamá, Página 593.

Constitucin de la República de Panmá (1904), Imprenta Nacional Panamá, 1929,

Págna L i.

(11)

(13)

74

los adjetivos de "anquista" o de "comunista", fue uno de losgrandes errores del Gobierno de aquella época. Error que se prp-yecta hasta nuestros días, por obra y gracia de nuestros "historia-dores". Y ese error, esa concepción del movimiento de los Inquili-nos tan alejada de la verdad, impidió que el Ejecutivo diese solucio-nes justas e inmediatas al problema inquilnario, que hubieran evita-do el deramamiento de sangre y que, por tanto, se enlutecieranmuchos hogaes de inquilinos proletarios panameños como, efecti-vamente, ocurió.

Antes de seguir adelante es preciso hacer constar que, ni elAnrquismo ni el Comunismo, como ideologías, constituían en símismas, en ese momento, infracciones a la Constitución o a laLeyes de la República. Por eso, la imputación de los adjetivosanteriormente mencionados a la lucha de los Inquilinos no fue másque una premeditada y abominable acción de quienes querían atra-er sobre ellos el recelo y la desconfianza de instituciones guberna-

mentales y hasta de países extranjeros.

De alí que, el primer ataque contra el Movimiento Inquilina-rio tuviese como blanco directo, su propaganda; la cual era califica-da de política, anarquista, comunista y subversiva. Calificativosque, con posterioridad, resultaron ser infundados; porque los aren-datarios, ab iitio, se preocuparon por precisar que su campaña

propugnaba por mejoras en las condiciones del arendamiento. Ysolamente eso. En otros términos, era un movimiento absolutamen-te reivindicativo. Preba de esto es que, cuando se trató de impedirla celebración de sus mítines, acordaron que su propaganda se cir-cunsribirÍa estrictamente al problema del' arendamiento, y prohi-biendo, además, que se criticase algún gobierno o que se enfocasentemas ideológicos en ella. Empero, esta acción sincera y honesta delos inquilos, no fue ningún atenuante para que cambiase la acti-tud del Gobierno. Este prosiguió en su política obstinada de difi-cultar las reuniones inquilinarias.

Esta situación, como era natural, provocó un disgusto inmensoen los arrendatarios; y más cuando se sabía que tal política no seasentaba en razones constitucionales, ni siquiera en razones legales.El choque, por ende, quedó plateado; el cual, más tarde, tornóseinevitable. EllO de octubre de 1925, fue su concretización. UnDiez de Octubre, sangriento pero necesario para demostrar a ungobierno avestruz, quiénes tenían de su parte la razón y la justicia;y quiénes esgrimían la violencia para imponer precisamente lo con-trario: la sinazón y la injusticia.

Los inquilinos se agrpaban en una Liga, la cual a su vez, eraun Departamento del Sindicato General de Trabajadores, organismoque se preocupaba por el progreso económico-cultural del obrero.

7~

Entre los problemas económicos que se le presentaban a dichoorganismo y que requerían solución inmediata, estaban: el Inquili-nario y el de las Subsistencias. De allí que, se le dio a la Liga

autonomía para que desempeñase mejor sus funciones. Funcionesque sólo tenían un objetivo, una finalidad: resolver la cuestióninquilinara. Una vez resuelto el problema, dicha Liga dejaría dc

existir. Por tanto y como lo expresé anteriormente, las imputacio-nes de anarquista y comunista de quc hicieron objeto a la LigaInquilinaria, carecían de todo fundamento.

A continuación, tres razones por las cuales tales imputacioneshechas al Movimiento lnquilinario, fueron infundadas:

1. El Movimiento Inquilinario fue un movimiento circunscrito.Circunscrito por una reivindicación. El Anarquismo y el Comunis-mo, en cambio, son movimientos genéricos y radicales.

2. El primero tuvo como arma la huelga (parcial o total), laque efectivamente pusp en práctica, para la obtención de las refor-mas inmediatas; mientras que, los segundos, aspiran a una transfor-mación de la sociedad por medio de la Revolución SociaL.

3. El objetivo inmediato del Movimiento Inquilinario no era larevolución sociaL. Era sencillamente:. lograr mejores condiciones dearendamiento para la clase proletaria.

Es evidente, también, que detrás del Movimiento lnquilinariose agitaron no sólo diversas nacionalidades, sino también, ideologías

distintas. Así tenemos que, José María Blásquez de Pedro, su máxi-mo inspirador, era español y de conocIda tendencia anarquista.Luis Francisco Bustamante, Nicolás Terreros y Estaban M. Patle-vitch, peruanos, que habían luchado dignamente contra el DictadorLeguÍa, eran ardientcs socialistas. Carlos Manuel Céspedes Jr., co-lombiano y socialista también. Sara Gratz, polaca y anarquista.Matín Blásquez de Pedro, español y anarquista, al igual que suhermano. Entre los nacionales: Domingo H. Tumer, era un liberal-socialista consecuente. Y finalmente: Diógenes de la Rosa, GabinoSierra Gutiérrez, Manuel LucÍo Rodríguez, Carlos Sucre C., SamuelCasÍs, Manuel V. Garrido e., Eugenio L. Cossani y otros, eransimpatizantes entusiasmados de las ideas socialistas. Como se puedever a simple vista, esta heterogeneidad ideológica no podía servir

jamás de sustentáculo a una calificación taxativa como cra esa quele habían otorgado al Movimiento Inquilinario. Y el intento deliquidarlo por este camino, resultó fallido. Ante esta situación, alGobicrno no le queda otra alternativa que adoptar soluciones de'fuerza. La deportación fue una de ellas. Esta sc inició con JoséMaría Blásquez de Pedro, el 25 de scpticmbre de 1925, la cual, envez de extinguir el Movimiento (como eran los deseos del Gobier-no), lo que hizo fue vigorizar el empuje de las masas inquilinarias,

76

que enardecidas y sedientas de justicia se hicieron. más tarde. incon-ttnibles. Pero los métodos violentos fueron siempre descartados desu programa de lucha, fue el propio Gobierno quien incurrió encstos.

Concluimos pues, afirmando que la calificación que las autori-dades gubernamentales lanzaron al Movimiento lnquilinario fue,evidentemente, premeditada y con fines claramente definidos. Cali-ficaciÓn que se trocó, poco después, en una aberración de incalcu-

lables proporciones; la cual, sólo podía favorecer -como en verdadfavoreció a quienes la forjaron.

En los tiempos actuales todavía reviven, con más intensidad,estos ejemplos. Ejemplos que provinieron ayer y que provienen hoyde una clase corrupta que, débil para luchar contra los verdaderos

movimientos populares, los trata de asfixiar en sus eunas con lasimple calificación de comunistas; lográndolo la mayoría de las vecesy... con la ayuda del pueblo. Un pueblo que está siendo empuja-

do, por la mencionda clase, a condiciones espantosas de hambre y

de miseria. Un pueblo que, hoy más que nunca, debe encontrar,para su redención, cimera inspiración en las palabras de Washing-

ton, en aquéllas que precisamente cerraban el Manifiesto que los

detenidos inquilinarios enviaron, desde la cárcel al proletariado pa-nameÙo, el l2 de octubre de 1925:

"Es preferible que las llanuras estén cubiertas de cadáveres

antes que habitadas por esclavos" (14).

(14) Tomado de El Suma, Pága 146. 17

CAPITULO ivLOS HECHOS

l. Causas

2. El io de octubre

3. La Intervención Norteamericana4. El Proceso Inquilinario

He titulado el capítulo en esta forma, porque considero que

son ellos, los hechos, los que se constituyen en esencia y acicate deesta pequeña aportación histórica. Y son esos hechos o una granmayoría de ellos los que, traspasando las dimensiones del tiempo ylas mistificaciones de los historiadores, nos impelen hoy a que losplasmemos en un sitio seguro donde puedan hacer fluir, libremente,toda la verdad en ellos contenida. Quizás sea, en este apare, dondeposiblemente se encuentre la satisfacción a ciertas interrogantes quealgunas generaciones panameñas se han venido planteando en tornoal Movimiento Inquilinario. Interrogantes para las cuales no se en-cuentran todavía, en la actualidad, respuestas aceptables en nuestrovasto campo historio gráfico. Iniciamos, pues, este importante y es-clarecedor capítulo.

l. Causas

El problema Inquilinario en la década del veinte no fue unproblema exclusivo de nuestro país; ya sus vientos soplaban enforma amenazadora en otros lares, haciendo tambalear la estrctuiaeconómico social de países como Chile (Antofagasta, VaIparaÍso ySantiago), Españ (Madrd y Bilbao), y México. Y tanto allá comoacá el problema presentaba sus eternas características: un preciode arrendamiento desorbitado concomitante a una habitación huér-fana de sanidad, luz y aire. No otra cosa se desprende del siguiente

párafo de un artículo que elaboró, en marzo de 1925, el periódicochileno "El Mercurio", donde criticaba crdamente la actitud deindiferencia que el gobierno de su país prodigaba al problema in.quilinario. Textualente decía dicho párafo que:

"Se edifica muy poco para la clase obrera y para la clasemedia de empleados que es la que más sufre con el elevado

7.8

alquiler de habitaciones deficientes en cuanto a higiene y co-modidad" (15).Pero la situación de los inquilinos de esos países palidecÍa

ante la situaciÚn que confrontaban, por csa misma época, los inqui-linos panameños. A estos últimos, la susodicha situación se lestornó crítica y asfixiante al aribar el año de 1925. Porquc cs cneste año, precisamente, cuando se pone en vigencia la Ley destina-da a hacer reformas y adiciones profundas al Código FiscaL. Dicha

Ley fue, la 29 de 1925 (Véase Apéndice Documental), la cual,

disponía gravar la propiedad urbana en un cinco por mil (5 x1000), sobre el valor catastral de la propiedad, cn vez del impuestodel 2% sobre la renta bruta probable anual, que era la quc sc habíacobrado hasta la fecha. La mencionada Ley, creación del Dr. Euse-bio A. Morales, quien por csa época estaba a cargo de la Secretaríade Hacienda del Gobierno Chiarista (Rodolfo), alteraba ostensible-mcntc el sistema tributario que regía sobre la propiedad urbana yrural. Los arrendadores alzaron inmediatamente su voz de protesta,alegando que se les estaba imponiendo una carga onerosa e injusta.Aunque, en el fondo, dicha protesta nacía y se alimentaba de lamerma inevitable que produciría en sus ingrcsos la justa y plausibleLey. Para impedir esto, había que tomar una decisión, y la toma-ron. y esta fue la tradicional e inhumana de siempre: hacer recaer

el peso del nuevo impuesto sobre la masa de inquilinos pobres, ycrear así, una situación conflictiva que pondría de manifiesto anteel Ejecutivo la no-viabilidad del contenido de la Ley. Se produceasí, en las ciudades de Panamá y Colón, un alza violenta e insólitadel arriendo. Tan exagerado fue éste que Tomlinson nos dice que:

.... excedió de un 25 a iin 50% sobre el precio de las habita-ciones vigentes entonces" (16).

Esto, como era natural, produce un impacto tremendo en lasmasas inquilinarias. A pesar de que la situación económica paraellas no era todavía difícil, porque las construcciones que por esosdías estaban muy activas absorbían la mayoría de sus integrantes.

Pero la actitud de los arendadores no cra sólo cxpoliadora,sino también, deshonesta. Expoliadora porque, como ya lo he seña-lado, se trocaba en un golpe directo y hasta mortal, contra laanémica constitucióti económica del obrero panameño, ya que granparte del salario de éste, se iba en habitación dejando a mediosatisfaccr o sin satisfacer el resto de sus necesidades primarias. Y

(15) Tomado de la columna "La Opinión Ajena", El Tiempo, 9 de marzo de 1925,Pága 4.

(16) Everardo E. Tornson H., Op. Cit, Páa 11.

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deshonesta, porque ellos empezaban a pagar el nuevo impuestocuando estuviesen listos los Catastro s, es decir, en diciembre de1925; y ya desde junio del mismo año, o sea, seis meses antes, esta-ban cobrando el abominable aumento del ariendo.

Ante esta situación, para la cual todavía no se vislumbraban

solucioncs cn el horizontc y que tomaba ya matices alarmantes, laLiga de lnquilinos optÓ por levantar su bandera. La Bandera endefensa de sus derechos y de sus vidas. Porque, y así lo expresabael Dr. Galieo SolÍs, defcnsor de uno de los detenidos inquilinarios,"son muchísimos los casos en que hay quienes tienen que dejar decomer para pagar un alquiler crecido" (17).

Es necesario anotar que la Liga de Inquilinos, no era un grpoimprovisado. Era una especie de Departamento del Sindicato Gene-ral de Trabajadores (S. G. T.), organismo estructurado a fines de

1924, y casi con cuatro mil miembros inscritos y cotizantes. Comoes lógico suponer, el Sindicato, encargó se de dar todo el apoyo

material y espiritual que la Liga necesitaba para sastener con éxito

la lucha inquilinaria. Lucha, cuya dirección, dejó en manos de su"Comité Central". Este decidió, para incitar al elemento inquilina-rio local, celebrar sesiones en las cuales se exponían los objetivosde la Liga y la forma de alcanzarlos. Estas sesiones eran semanales

pero posteriormente, al acercarse la fecha en que se iba a iniciar lahuelga del no-pago, se acordó celebrarlas todos los días. Pero ni elderecho libre de reunión establecido por la Constitución, ni losprevios avisos a las autoridades competentcs antes de realizarse ca-da sesión, pudieron mediatizar las dificultades que, desde sus co-mienzos, cncontraron las reuniones inquilinarias. Dificultades, ~ncuya creación participaron activamente tanto arrendadores comofuncionarios gubernamentales . del período. Quizás una de las razo-nes de esta actitud, sea esa que encontramos en las siguientes líneasescritas por un ciudadano quc, dos meses después de los sucesos deoctubre, trataba de fundamentar histórica y jurídicamente su opi-nión con respecto al Proceso seguido a los detenidos inquilinarios.Textualmente decía que:

"... La fundación de la Liga de Inquilinos dio margen a con-ceptos, suposiciones y afirmacioncs incoherentes y desatina-das. Los propietarios crcyeron que se trataba de una agrupa-

ción con miras a dcrrum bar el sistema económico imperante ya destruir la propiedad. Buen número de funcionarios públi-cos, significados por varias razones como simples mediadores,

(17) En El Sumaio, Página 645.

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juzgaron estar enfrentados a una sociedad política como tan-tas hostil al gobierno y pensaron en adversar la Liga" (18).La obstaculización a la gestión inquilinaria no se circunscribió

sólo a sus reuniones. Tuvo manifestaciones, también, en otros as-pectos. Así en el aspecto intelectual, se manifiesta a través de ladeportación de José María Blásquez de Pedro con la cual se quisofrenar el movimiento pero como dejé ya dicho, lo que hizo fueacelerarlo. En el aspecto político, a través del escogimiento realiza-do por el Alcalde del Distrito Mario Galindo, de los señores VÍctor

Dosman, Marco A. Posada, Abel Ibara y Alfredo de la Guardia,para integrar, como representates de los inquilinos, la Junta Mixtade arendadores y arrendatarios que iba a estudiar y a resolver elproblema del inquilinato. Esta acción inconsuIta fue una bofetadapara el S.G.T., el cual a través de la Liga de Inquilinos había

estado creando conciencia y espíritu de lucha no sólo en las masasinquilinarias de Panamá, sino también, en las de Colón. Tal acciónera, a todas luces, arbitraria e injusta y mucho más cuando losseñores nombrados no eran miembros del Sindicato General deTrabajadores. Los mencionados señores pertenecían a un pseudo-sindicato l1amdo "La Federación Obrera de la República", organi-zación cuyo objetivo fundamental no era la superación económico-

cultural del obrero panameño (como en verdad lo era el delS.G.T.), sino la satisfacción de los apetitos personales desmedidosde sus dirigentes. PermÍtaseme citar, para dar una idea diáfana dela apócrifa organización, algunos párrafos del elocuente discurso

titulado "Por qué está dividida la Famila Obrera Panameña", pro-nunciado por D. H. Tumer el 1 de mayo de 1925, en conmemora-

ción del Día del Trabajo. Decía él que:

"El desconocimiento que entonces se enseñoreaba en la claseobrera, acerca de sus verdaderos problemas, y se mantienenaún con ligeras varantes dio por resultado una defectuosaorganización gremial, porque ni siquiera de gremios organiza-

dos por oficios se trató, sino de agrupaciones sin norte fijo,muchas de ellas políticas y entremezcladas allí con fines avie-sos. El árbol creció, pero ya sus raíces venían carcomidas por

el parásito de la desinteligencia. Nació viciada la que se llamó

'Federación Obrera de la República'.

"Quizás directores bien intencionados y con mejor estudio dela cuestión social, habrían podido enderezar el entuerto en elcurso de la indispensable gestación. Pero estos brilaron por su

(18)) J. Demóstenes López, Ea Toni al '-10 lauO. En columna "TribunaUbre", pe6dico "El Tiempo", 17 de diml-e de 1925, Página 4.

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ausencia y asomó, al revés, en la Federación lo que la comuni-dad conoce con el nombre de 'Caciquismo'...".

"Prácticamente, entonces, desapareció el fin social y sólo me-draron a la sombra de la supuesta organización, apetitos desme-

didos de figuración y, lo que es más dañoso, de especulación...".y con respecto a la trayectoria ambigua y por tanto hipócrita,

de sus líderes, se expresaba así:

"Porque los actuales directores de la Federación no se les vesino a caza de la fórmula de inteligencia con el capital y losgobiernos, que es la manera de entregarse y, ¿por qué no decir-lo claramente? de venderse. ¿Acaso no es ello, también, elhacerse pasar por líderes obreros para atrapar una posiciónoficial, a cuyo amparo se ejecuta lo que el gobierno quiere yno lo que el obrero necesita?:'(19).La protesta de los miembros del S.G.T., era, pues, justificada.

Así el 21 de Septiembre de 1925, enviaron un Memorial al Alcaldedel Distrito, en el cual, dejaban establecida claramente su inconfor-midad por la distinción que se había otorgado a una organización

que no había hecho nada, absolutamente nada, por merecerlo. EsteMemorial fue contestado por el Alcalde Galindo, en frases satura-das de soberbia y arbitrariedad que sólo pueden proceder de fun-cionarios obcecados por el mando. Así con respecto al escogimien-to decía: "No reparé en que si los nombrados eran miembros de

determinada organización obrera" (20). Y más adelante refiriéndosea la acción discriminatoria ejercida contra los del S.G.T., expresá-

base así: "Estas consideraciones llevarán al ánimo de ustedes elconvencimiento de que para el objeto de la reunión celebrada ayeren la Alcaldía no era indispensable su concurrencia.." (21).

Actos como éstos, provocadores en extremo, estaban caldean-do el ambiente y empujando a los inquilinos a asumir posicionesbeligeran~es. Estas no se hicIeron esperar. Las negociaciones con lospropietarios resultaron infructuosas. Y aSÍ, el 1 de octubre en Pana-má, y días más tarde, el 9 específicamente, en Colón, se inician lashuelgas de "no-pago" de alquileres. Estas huelgas eran pacíficas ode "Resistencia Pasiva" como la llamaban los inquilnos. En lacapitaL, la agitación se mantenía viva a través de los "meetings", loscuales ya tenían la aquiescencia dèI Presidente de la República.

Pero, el 6 de octubre, el Alcalde del distrito Mario Galindo, envía

(19) Tomado el "pl Tiempo", 2 de mayo de 1925, Págna 6.

(20) Tomado de la "Estrell de Panmá" de 23 de septiemlxe de 1925, Página 11.(21) Ibid.

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una comunicación a la Liga de Inquilnos, en la cual manifiesta sudecisión de prohibir terminantemente los mitins. Comunicaciónque, por estar desnú.da de razones, hizo que su contenido cayera

viciado de nulidad. A continuación, su texto:"Acúsoles recibo de la comunicación firmada por el señor

Diógenes de la Rosa a nombre de ustedes; en que me hacensaber que esta noche a la siete y media se reunirán en el solarcomprendido entre las calles Juan Mendoza y 19 oeste, en usodel derecho de reunión que consagra el arículo 20 de laConstitución.

Nadie pone en tela de juicio ese derecho, pero él no losfaculta a ustedes ni a nadie para ir contra el derecho de loco-

mación que a todos por igual concede el Artículo 21 de laCarta Magna; ni puede el suscrito como la autoridad superiordel Distrito desatenderse de la proteccióp que le debe a laspersonas. residentes o transeúntes, en sus vidas, bienes etc., nimenos dar pábulo a actos que pueden comprometer el respetorecíproco de los asociados en sus derechos naturales constitu-cionales y legales (artículo 15).

De aquí que no baste el simple aviso a la autoridad parareunirse en lugares públicos o al aire libre, sino que hay nece-sidad de permiso de la autoridad como lo prevee el ordinal10. del artículo 1344 del C.A. (Código Administrativo).

y como la Alcaldía considera que la continuación de esasreuniones en la forma que han venido efectuándose es atenta-toria del orden público, en guarda de la tranquilidad socIal ycomo medida preventiva dispone no concederles a ustedes per-miso para mítines en sitios públicos al aire libre.

Les aviso que he dado instrcciones a la Policía en talsentido. para que haga respetar la respectiva orden del Despa-

cho" (22).Horas más tarde, los inquilinos enviaban, en otra comunica-

ción, su Respuesta al Alcalde del Distrito. En ésta, se refutaba consólidos argumentos la comunicación alcaldicia y se pone al descu-bierto, simultáneamente, la inconstitucionalidad e ilegalidad de laprohibición. Su texto rezaba así:

"En nombre de las personas que integran la Liga de Inquilinostenemos el honor de referirnos a su nota número 688.11 deayer en que usted nos manifiesta que ha resuelto no conceder-

nos más permisos para celebrar más 'mítines' en sitios públi-cos o al aire libre y que ha dado instrucciones a la Policía

para hacer respetar esa resolución. Tales medidas, expresa us-

(22) Tomado de "El Tiemp", 7 de octubre de 1925, Pága 4 y 8.

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ted. han sido adoptadas en acatamiento de la Constitución y

Leyes del País.

Nosotros, sin lamentar que no hubiera invocado tambiénlos principios del 'Parido Liberal' solicitamos a usted la revo-

catoria de las mencionadas órd~es, contra las cuales eleva-mos. además, nuestra enérgica protesta. Es indispensable retro-ceder más de un siglo y olvidar las instituciones públicas al-canzadas por los ~ueblos en cruentas faenas, para justificar laactitud de usted que pugna contra los más elementales funda-

mentos de nuestra organización constitucional y política. Estan sagrado entre nosotros el derecho a libre y pacíficareunión que la Cara Magna no prevee el caso de que pueda

ser suspendido. El Artículo 47 de la Constitución no enumeraeste derecho entre los resultados de que se pueda privar alpueblo ni aún por motivos de 'seguridad del Estado en casode guerra exterior o de perturbación interna que amenace la

paz pública'. Cuando el inciso 10. del Artículo 1344, CódigoAdministrativo estàtuye que sin permiso del Alcalde no po-drán celebrarse reuniones o procesiones que impidan el tránsi-to por las calles o plazas públicas, no incluye todos los sitiosal aire libre ni faculta a la autoridad para negar tales permisos,pues, además de que el tránsito puede accidentalmente hacersepor otras vías nunca esta libertad de movimiento constituye

derecho más sagrado que el de reunión. Con este razonamien-to la citada ley carecería de valor por inconstitucIonal.

'La Liga de Inquilinos' ha celebrado más de una veintenade mítines y muchas manifestaciones sin dar nunca motivos uocasiones a desórdenes; porque ha sido y es su decisión respe-tar las autoridades públicas siempre que ellas procedan dentrodel orden legal establecido; pero ello no es obstáculo para quefrancamente eleve su protesta siempre que, como en este caso,se trate de privar a sus miembros de los derechos constitucio-

nales de que todos los pueblos civilizados gozan hoy.Basándonos en los motivos expuestos rogamos a usted

revoque la resolución a que hacemos mérito y le comunicamosdesde ahora que esta noche, a las 8 pasado meridiano, celebra-remos en el Parque de Santa Ana el mitin que la lluvia impi-dió ayer" (23).Los inquilinos cumplieron su palabra. El mitin se realizó. Rea-

lización que fue un abierto desafío a la.actitud intransigente, ilegale inconstitucional de funcionarios gubernamentales que, como elAlcalde, anhelaban aniquilar el Movimiento.

(23) (bid, Págia 8.

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La respuesta a este desafío no tardó. Y fue una respuesta

vidlenta. Porque, dos días después, las cales y el Parque de SantaAna se tiñeron con sangre proletaria.

2. El io de octubre

Este día al igual que otros memorables que han dejado surcosprofundos e imperecedero s dentro del acontecer histórico panameño,se presentó nublado; como presagiando la tragedia que iba aapoderar de la ciudad a tempranas hocas de la noche.

Pues bien, en horas de la mañana del mencionado día, apare-cieron por toda la ciudad carelones que contenían la siguientc

prevención alcaldicia:

PREVENCION

"Se hace saber del público que está prohibido formar reunio-nes o procesiones en la calles o plazas públicas sin licenciaescrita del suscrito. Los actos en contrario serán consideradoscomo desobediencia a la autoridad tendientes a turbar el or-den público y reprimidos por la Policía, haciendo para ellouso de la fuerza si fuera necesario. A los que formen, promue-van o inicien tales actos o paricipen en ellos en cualquiera

forma se les aplicarán las saciones de Ley. (Art. 1344, 1349,899, 900, 901, 902, 905 Y 906 del Código Administrativo. Seaplicarán también los artículos 903 y 904 Ibidem, si fuere elcas ).

El Alcalde" (24).Esta prevención era el prima síntoma o el primer indicio de

que se iba a tratar de impedir, en toda forma y por todos los

medios, la reunión inquilinaria proyectada para celebrarse esa no~

che. Así lo evidenciaban, también, las palabras del señor Alcaldedel Distrito expresadas en una entrevista esa mañana a un reporterode un diario local. A continuación, dichas palabras: "En estos mo-

mentos voy a ver al Comandate Pretelt, para darle instruccionesen relación con las medidas que precisa adoptar para que este mitinno se realice de ninguna manera, pues no estamos dispuestos adejar burlada la autoridad" (25).

Los inquilinos, por otra pare, no se habían dejado intimidar;

estaban absolutamente convencidos de que, todas sus actuaciones,eran acompañadas y respaldadas por la Constitución y la Ley. Deesta manera, y contando con el asentimiento del Ejecutivo lanzaronuna hoja suelta, con más de 200 firmas, en la que se hacía un

(24) Tomado de El Tiell, io de octubre de 1925, Pána 4.

(25) Ibid.

85

llamado a todo el elemento inquilinario de la ciudad afiliado ono-afiiado, sin distinción de sexos, para que acudiesen a Santa Anaa ejercer con valentía un derecho que les otorgaba a todos porigual la Carta Magna. Su texto era el siguiente:

SI HA Y MITIN

"La Liga de Inquilinos, invitamos en nuestros nombres pro-pios a los compañeros, hombres y mujeres, al mitin que poriniciativa nuestra, se celebrará esta noche a las 8 en el Parquede Santa Ana. Acudid todos si tcnéis el valor necesario paraejercer el derecho constitucional de reunión libre" (26).Los inquilinos, además estaban realizando gestiones con los

señores Erasmo Méndez, Juez Quinto del Circuito, y el señor Leo-nidas Pretelt, Comandante en Jefe de la Policía Nacional, las cua-les, tenían como objetivo hacer - que el Alcalde cambiase de deci-sión. Tales gestiones, al iniciarsc la tarde, dieron un viraje inespera-

do. El Alcalde cedió. Pero cediÓ. a medias. Iba a permitir celebrarel mitin pero no el sábado 10 (porque decía él iba a restarse autori-dad), SInO el 14, o sca, el miércoles.

La decisión alcaldicia ponía, pues, en dificultad a los dirigen-tes inquilinarios; porque, a esas alturas, era prácticamente imposibleimpedir que se reuniesen las masas del inquilinato locaL. El líderinquilinario, Samuel Casís, quien fungía en esos momentos depuente entre los inquilinos y los señorcs Méndez y Pretelt, hízolever al último de los senores mencionados lo embarazoso de la

situación; agregando, ildemás, que iban a hacer todo lo posible por

dominarla. Cito, al respecto, un párrafo de su declaración en el

juicio que le siguieron a él y otros compañeros por los hechos del

10 de octubre. Textualmente decía:

"Entonces yo le dije al Gral. Pretelt que la noticia transmitidapor él en la manana de que el señor Presidente de la Repúbli-ca estaba de acuerdo que el mitin sc celebrara, causó una

gratísima impresión en la Sociedad de Inquilinos al grado deque muchos de ellos asumieron la responsabilidad del caso ytiraron una hoja suelta invitando al mitin; que era casi imposi-

ble conseguir convenccr a la masa de que no acudieran alParque la noche del sábado, pero que tanto yo como los

demás directores haríamos una exposición dcsde el Kioscopara explicar a los inquilinos la imposibilidad de continuar allíla reunión y advertirles que nos reuniríamos un día poste-

rior.." (27).

(26) En El Sumao, Página 5 i.

(27) lb id., Págna 57.

86

Así, y como habían vislumbrado Samuel CasÍs y sus otroscompañeros que dirigían la liga de inquilinos, ya a las 7 y media dela noche, los grpos que habían empezado a formarse a tempranas

horas, estaban numéricamente acrecentados. El neriosismo y la

ansiedad se reflejaban de manera ostensible, en todos los rostros dela abigada muchedumbre. Esta tornóse violenta al saber que losseñores, Jorge E. Brower Jr., y Carlos Manuel Céspedes Jr., habían

sido arrestados sin causa justificada; y al saber también que uninquilino de apelldo Sánchez, haía sido brutalmente golpeado porun Oficial de la Policía. Mientras tanto, Manuel Lucío RodrÍguez yGabino Sierra Gutiérrez, agotaban todos sus recursos persuasivospara hacer que la masa desistiese de ir a Santa Ana. El último deellos, no sólo hizo un llamado a la cordura y a la disciplina yexplicó claramente los objetivos de La Liga, sino que, también,

advirtió a toda la multitud el peligro que se cerniría sobre ella en

la histórica plaza. Para ampliar transcribo, inmediatamente, algunospárafos de su declaración:

"En vista de esto, usado un pito o silbato de los que tienepara llamar al orden a sus miembros la Liga de Inquilinos, meparé en una sil y luego de dos pitazos largos, les pedí me

escucharn para hablarles. Les dije que precisaba tener refle-xión, porque nuestras intenciones o fines no eran ir a lucharcontra la policía ni contra el Gobierno legalmente constituido.sino hacer valer nuestros derechos vulnerados por el elementoburgués que nos extorsionaba con el ala de Alquileres y ar.tÍculos de primera necesida; que debían ser disciplinados yguardar toda la compostura que el momento exigía; que recor-daran que se haía aconsjado asistir sin ara alguna, y en eseestado era una imprudencia exponerse a luchar, máxime cuan-do no era esa nuestra finaidad.

Por ese estilo habló a la muchedumbre el compañeroRodrÍguez y varios otros má, y recuerdo, que nos vimos obli-gados a usa términos fueres como los de 'Carajo, aquí hayque obedecer, porque se impone la disciplina'. Esto indig a

la muchedumbre, que eituvo a punto de linchamos, tratándo-nos de traidores al movimiento, etc". (28).

En estas circunstancias, nada se podía hacer ya para contenerla multitud; excepto, alejarla del peligro. Esto fue lo que trataronde hacer los diigentes inquilinios pero, después de recorrer varias

cales, la muchedumbre se rebeló al darse cuenta de tal propósito yentonces se lanz heroicamente hacia el Parque de Santa Ana. Ma-

(28) Ibid, Pia 43.

17

nuel LucÍo RodrÍguez, en su declaración, nos describe el fatal itine-rario en las siguientes palabras:

"Viviendo yo que me era imposible convencer a la multitudno me quedó otro recurso que el de salir con ella, a la cabeza,a efecto de dar un recorrido por cieras pares alejadas del

parque, y efectivamente recorrí con ella un tramo de la caleB, la cale 19 oeste, las anexas a ellas, y al llegar a la avenidaAncón, la muchedumbre trató de subir esa cale, consiguiendodesviarla con engaifa, subiendo por la cale 'B' hasta llegar ala esquina de la calle 13 oeste donde ya me fue imposiblecontenerla, viéndome obli¡:ado a seguir con ella rumbo al Par-que de Santa Ana..." (29).

El Parque, al igual que el Kiosko del mismo, se encontraba

rodeado por miembros de la Policía. Esta, como era lógico, noresistió el primer embate de la enorme ola humana, la cual, losenvolvió por completo. Ya en el Kiosko, los dirigentes inquili-naios, RodrÍguez, Casís y Siera Gutiérrez, trataron de imponer

orden y silencio a la multitud enardecida. Ellos no habían perdido

la esperanza de poder disuadir a la masa de sus propósitos, loscuales, ineluctablemente, iban a tener consecuencias fatales. SierraGutiérrez, en su declaración, describiendo su aribo al Kiosko, de-

cía textualmente:

"De allí empecé a hablar al pueblo en forma que refrenara suspasiones y no fuera a ir contra la policía. Era nuestra idea

iironunciar dos o tres discursos y luego hacerlos disolver..."(30).

Pero, los líderes inquilinaros no pudieron cumplir con su ob-jetivo. La policía, se los impidió. El Teniente Enrique Correa, acargo del Destacamento de Policía, respuesto del asombro, habíamandado a pedir ayuda y ésta no tardó. Ayuda que, encabezadapor el Comandante Ricardo Arango, Segundo Jefe de la Policía,venía dispuesta a sembrar dolor y muerte en el Parque de Santa

An. El Comandante Arango, se acercó y subió al Kiosko en dondeincrepó a Sierra Gutiérrez, amenazándole con su revólver, a quebajase. Este que se encontraba en el atril, que utilizan los Directo~res de Orquesta, se abrió el saco e incitó al Comandante Arango aque le disparase. El Comandante Arango no lo hizo porque unosindividuos allí presentes, se lo impidieron. Dramáticamente descri-be, Gabino Sierra Gutiérrez, ese momento:

(29) Ibid., Página 43.

(30) Ibid.. Pága 53.

.8

" y me paré entonces en el atril que usa el Director de la"Banda, para de alí apaciguar los ánimos, pero el comandanteArango insistía que desalojara el Kiosko y para hacerme bajarme apuntó con su revólver. El pueblo gritó en señal de protes-ta y me abrí el saco, levantándomelo con las dos manos, y

demostrándole que no estaba armado le dije que disparara siquería.

Algunos individuos le bajaron la mano al ComandanteArango y éste hio dos disparos al suelo a los que sucedierondos más. Comenzó el escándalo y empezaron a disparar por-que yo los vi, el Teniente Correa, los Subtenientes Pérez,

Alemán y Maestre y el Agente Julio Bernal" (31).Dos de los proyectiles de los disparos hechos por el Coman-

date Arango fueron a aljarse en las piernas de FerdÍn Jaén, quienera uno de los que permanecían en el Kiosko. Samuel Tachar que

se encontraba en el sitio y a la hora en que cayó J aén, decía, de

manera textual, en su declaración:

"Ferdín Jaén sí se bajó, y en momento que estaba abajo de labanca, el señor Arango, hizo dos disparos con su revólver a lamuchedumbre sin que pueda precisar si era a determinadapersona y en ese instante de los disparos oí un grito de Fer-dÍn Jaén que dijo: ¡Ay! y se desplomó al suelo" (32).y refiriéndose a las acciones posteriores del Comandante

Arngo y de la masa inquilinaria, continuaba así:"El público mientras Correa hacía disparos no huía porqueveía que esos disparos eran hechos al aire pero al ver que losdos disparos del Comandate Arano habían causado un heri-do, el público comprendió el peligro en que estaba, se disper-só en grupos en distintas diecciones, bajándose el CoronelArango en persecución de uno de esos grpos que se dirigióhacia el Metropole" (33).Persecución que iba a temer, como epílogo, el asesinato a man-

salva de Marciano Mirones. Tachar vuelve y nos da una relación deesos instantes, tan llenos de infamia y cobardía. Dicha relación, se

troca, en verdad, en una seria acusaión. Decía él que:

"El Coronel Arango cuando perseguía al grpo de manifestan-tes que se diigía hacia el Metropole, no disparó contra ese

grupo sino simplemente los impresionaba con voces e insultos

(31) Ibid, Pág 44.(32) Ibid, Páa 44.(33) Ibid., Pá 359.

..

diciéndoles: 'Negros, Miserables, váyanse'; pero que al llegar auna de las bancas de concreto situadas a orillas de la acera delParque cerca al Metropole, habiendo quedado despejada la ca-lle y sólo se encontraba alí Mirones quien continuaba excitan-do al pueblo para que no se acobardara, fue cuando hizo uno

o dos disparos rápidos que tumbaron a Mirones, gravementeherido" (34).En esta misma forma se expresa Manuel Lucío Rodríguez,

quien tenía mayor visibilidad y estaba mejor situado que Tachar.Textualmente expresaba, en su declaración:

"Me consta que la herida causada a Marciano Mirones fue

hecha con el revólver que portaba el Comandante Arango,

porque en momentos que se había formado el tumulto y sesucedieron los disparos, vi desde una pequeña plataforma quequeda al lado de la escalera del Kiosko, cuando el Coman-

dante Arango salió por la Avenida que desemboca frente alMetropole y Mirones, que se encontraba parado en la calle,pero más cerca de la acera del Parque que la del Metropoleprotestaba de los atropellos de la Autoridad, y en este mo-

mento Arango le disparó, haciendo blanco en Mirones quiencayó exánime" (35).Tanto Mirones como J aén, quien falleció al día siguiente, eran

dos inquilinos pobres que fueron a Santa Ana respaldados por laConstitución y la Ley y encontraron la muerte precIsamente en

manos de quienes estaban más obligados a salvaguardar esa Consti-tución y a respetar dicha Ley.

Entre tanto, los dirigentes inquilnarios Siera Gutiérrez, Dió-genes de la Rosa, Samuel Casís, Rodríguez y otros, permanecían enel Kiosko. Permanencia que fue efímera, porque un refuerzo dePolicía a cuya vanguardia venían los señores Eduardo Chiari, elAlcalde Galindo y el gobernador Archibaldo Boyd se acercó, rápi-damente, con intención de desalojarlos. El último de los señoresmencionados, intimó aresto a Sierra Gutiérrez apuntándole con surevólver. El alcalde Galindo, en cambio, subió en busca de CasÍs.

Tomó a éste por la camisa y trató de intimidarlo con el revólver.El dirigente inquilinario le hizo una . pregunta y el alcalde contesto-le con toda clase de improperios -lenguaje de las bestias o depersonas infatuados o ensoberbecidos con el mando- lo empujó, yhasta lo amenazó de muerte. Transcribo a continuación el históricodiálo go:

(34) Ibid.(35) Ibid., Pága 54.

90

"Me hice hacia el centro del Kiosko y en eso subió el alcaldedado tumbos con el revólver en mano y me tomó por lapechera de la camis me puso el revólver en la sien y en elpecho, y me dijo 'hijo de puta, tú estás aquÍ -' 'no querían alAlcalde', 'aquÍ está el Alcalde pues'. -'Yo le contesté: 'Ustedqué me dice con eso'... - 'Si quiere tirar, tire'. E insistía enun vocabulaio tan sucio y tan vulgar que comprendí que noestaba en su estado normal por el tufo, que parecía mosto de

alambique. El trató como de empujarme, pero yo resistí y leinterrogué, '¿Qué quiere Usted? '. - y me contestó: 'Mandar-

te a la otra vida' .. (36).El Alcalde no se encontraDa en estado sobrio. Esto se despren-

de de la cita precedente. Quizás, para darse valor, había estado

libando copas antes de diigise al Parque de Santa Ana. Igual cosa

hicieron, el Gobernador Boyd y el Comandante Arango. GabinoSierra Gutiérrez que estuvo en Íntimo contacto con ellos, expresócon firmeza:

"Declaro solemnemente, que tanto el Gobernador Boyd quienme trató vergajo y otros términos anogos, como el AlcaldeGalindo y el Comandate Arango, pude darme cuenta queestaban en estado de beodez, porque les sentí cuando se meacercaron" (37).

Las hienas se habían saiado en un puehlo inerme. Los últi.mos grpos de éste fueron diueltos por el aga que lazaron los bom-beros no sólo con este propósito, sio también par tratar de qui-tar, en un gesto inútiL, la sagre joven y fresca que había vertido,valientemente, el pueblo en el Parque de Santa Ana.

A continuación, reproduzc la lita de víctimas que apareció

en "La Estrella de Panmá" en su edición del 11 de octubre, esdecir, el día siguiente:

"Hospital Panamá:

Carlos de Diego, Capitán del Puero, herida en el pulmónderecho.Félix Tejada, herida muscla del brazo derecho.Hospital Santo Tomás:

Miguel Avila, panameño, de veinte años; herida en el cuello(pare anterior).Emilio OlivardÍa, panameño, de 21 años. Herida en el braz y

pulmón derechos.

(36) Ibid, Pága 54.

(37) Ibid, Páas 58 y 59.

_1

Felipe López, panameño, de 21 años, herida en la pierna iz-quierda.Antonio Ladazo, colombiano, de 42 años, herida en el hom-bro izquierdo.

Alejandro Grau, panameño, 39 años, herida en el brazo iz-quierdo.FerdÍn Jaén, panameño, 28 años, herida en ambas piernas.Florencio Iturriaga, panameño, 23 años, herida de la piernaderecha.Daniel Santana, panameño, 32 años, herida de la pierna dere-cha.Toribio Meléndez, herida superficial de la frente.Muerto: Marciano Mirones, panameño" (38).En la noche de los sucesos, hubo otros heridos que "La Estre-

lla" no sacó en su lista. En la calle "B" después de los aconteci-

mientos de Santa Ana, el señor Lorenzo Brown y un tal Pacheco,fueron balaceados por un ciudadano llamado Diógenes Montalbán.

Brown falleció días después, es decir, el 21 de octubre. "ElTiempo" informó del hecho ese mismo día, en su página principal,de la siguiente manera:

"Otro de los heridos del Sábado diez murió en la madrgadade hoy en el Hospital Santo Tomás. Fue uno de los queresultaron heridos por los disparos que esa noche hizo Dióge-nes Montalbán, en la cale B, después del Motín del Parque de

Santa Ana" (39).Brown vino a ser el cuarto muero de los hechos infaustos

acaecidos en Santa Ana, porque apare de Mirones, ya habían falle-cido, Jaén el 11 Y OlivardÍa el 14. Hubo otros muertos con poste-

rioridad. Un ejemplo: Antonio Ladazo, a causa de su herida, estu-vo parlítico por mucho tiempo antes de que la muere viniese aponer fin a sus dolores.

Este fue pues, en síntesis, el saldo trágico del 10 de octubre.Saldo, que iba a ser más extenso con la Intervención. Saldo, que seerigió en delito y que levanta su Índice acusador contra aquéllos

que lo cometieron. Saldo también, que fue un crimen, el cual sematerializó -según palabras de un abogado de los detenidos inquili-naios- "en las manchas de sangre que el 10 de octubre dejó enSanta Ana y en algunas conciencias y en las copas que bocas beo-das escanciaron con delectación" (40).

(38) Tomado de "La EItUa de Pllmá", 11 de octubre de 1925, Pága 26.(39) Tomado de El Tiempo, 21 de octubre de 1925, Págia 4.(40) En El Sli-l, Pága 582.

'2

3. La Intervención NoneaeranDespués de los hechos del Sábado 10 el Gobierno estaba dé-

bil, sin fuerzas para enfrentarse a un pueblo que estaba dispuesto amchar. Estaba dipuesto a lucha por su derechos y también, por

sus mueros.Hay que imagiarse un 20 de mayo de 1958, cuando después

del entiero de Araúz. se veía en todos los rostros aflorar el rencory el odio hacia aquéllos que habían causado la muerte del joven

estudiante; para saber cómo se sentía y qué sentía el proletariadopanameño en esos días que sucedieron al 10 de octubre de 1925.

El Gobierno vislumbró el peligro, reconoció se impotente e in-voca -para humilación perenne- el vergonzoso Artículo 136 de laConstitución, cuyo contenido rezaba así:

AríCUo 136"El Gobierno de los Estados Unidos de América podrá inter-venir, en cualquier punto de la República de Panamá, para

restablecer la Paz Pública y el orden constitucional, si hubierasido turbado, en el cas de que por virud de Tratado Público

aquella Nación asumiere, o hubiere asumido, la obligación degaantizar la Independencia y Soberanía de la República"(41).En virud de tal Arículo, quedaba expedita la vía ,para la

Interención. ASÍ, en la mañan del 12 de octubre, el GeneralWilms Lassister laó, a los Autoridades y al Pueblo de Panamá,

desde su Cuarel General de Balboa Heights, la siguiente proclama.1.s comentarios huelga.

"PROCLACION"Deparamento de GueraCuartel General del Depaamento Mitar del Canal de PanamáBalboa Heights, Canal Zone

A las autoridades y al pueblo de la Municipalidad de la ciudade Panmá República de Pan:

l. El infrascrito, GraL en Jefe del Deparamento del Canal dePanam Ejército de los Estados Unidos, a petición del Gobernadordel Cana de Pan y en virud del Arículo 70. del Tratado delCa de Panamá entre los Estados Unidos y la República de Pan-má, ha ordenado al mayor Gra.C. H. Marin, del ejército de losEstados Unidos, asmi el sericio de Policía de la Ciudad de Pan-má y los teritorios y pueros adyacentes a ella, y mantener alí el

orden p'úblico.

(41) Co-l de lall de .. (110), Op. Cit., Pá 34.

.,

Il. El GraL Marin, ha recibido instrucciones de emplear las

fuerzas armadas de su mando para mantener la paz y el ordenpúblico en el citado territorio. Ha recibido también instrucciones

de informar al Jefe de Policía de Panamá que los servicios de laPolicía Panameña en dicha ciudad quedan suspendidos hasta nuevaorden, exceptuando a los agentes que deban empicarse para la pro-tección de la cárcel pública o para cualquier otro propósito en queél decida utilizarlos.

IIl. No se permitirá a ninguna persona que no trabaje en lasfuerzas armadas de los Estados Unidos, la Policía de la Zona delCanal y los agentes de Policía Panameños que fueren utilizados porel GraL Martin, portar armas dentro de la Ciudad.

iv. El GraL Martin ha recibido también órdenes de cerrar

todas las cantinas, salones y otros lugares dentro de la ciudad, sus

puertos y territorios adyacentes, donde se vendan bebidas intoxi-

cantes, salvo para fines médicos, científicos y eclesiásticos, y salvotambién los lugares cuyo negocio principal no sea la venta de bebi-das intoxicantes, a los cuales se les permitirá continuar abiertos

siempre que sus existencias de licores seaii debidamente selladas.V. El GraL Martin, hará arrestar y llevar ante las autoridades

competentes, para ser juzgadas y castigadas, a todas las personasque desobedezcan órdenes, perturben la paz o sean acusadas de

violar las leyes de la República de. Panamá, las órdenes y acuerdosde dicha municipalidad, los reglamentos y disposiciones de sanidad.En la ejecución de las órdenes que se le han imparido, el Gral.Martin, no intervendrá con las leyes comunes y civiles de la Repú-blica de Panamá que afecten al pueblo en sus relaciones corrienteso con la debida administración de la maquinaria de Gobierno de la

República o con sus subdivisiones políticas, salvo que éstas seanincompatibles con el mantenimiento de la paz y el orden público enla ciudad de Panamá.

Regirá desde hoy lunes octubre 12 a la 1 de la tarde.Fdo. Wm. LassisterMayor GraL de los F.. E. U. U.Comandante en jefe" (42).

Así, unos minutos después de la una de la tarde, penetrabanen territorio nacional las fuerzas norteamericanas. "El Tiempo", aldía siguiente, describía ese momento así:

"...Con rítmico taconeo que oprimían el corazón y nublabanlos ojos, un ejército de soldados en traje de campaña, con

(42) Tomado de El Dirio de Panmá 12 de octubre de 1925, Página 1.

94

casos de los usaos en la guerra europea algunos, entraba

bayoneta calada sudorosos, al hombro la mochila, y al cintoel revólver" (43).Ocuparon el Parque de Santa An y el de Lesseps. Levantaron

en dichos lugaes sus tiendas de campaña, tendieron hilos telefóni-cos e instalaron sus cocins. Se estaba efectuando un abierto ultrajea la dignidad naciona Un ultraje saturado de ironía. Porque todoesto se llevaba a cabo precisamente el día en que, todos los pue-blos del nuevo mundo inclusive 101 Estados Unidos rinden tributo ala Raza: el 12 de octubre.

Pero, en las últimas horas de la tarde, eI pueblo se enfrentó alos vencedores de las Potencia Centrales. Después del entierro deFerdÍn Jaén, un grpo de inquilinos se dirigió a la oficina de laLiga situada en cale 16 oeste, entre la cales B y C, y se encontró

con que algunos soldados haían alano dicha oficina. Unánimefue la protesta, y a ésta sigió, inmediatamente, la acción. Uno de

los primeros en caer fue el panameño,.Julián Camarena, con una

lanzada en la ingle. Poco después a Rafael Echeverría, panameño

también, le es atravesado su muslo izquierdo por un bayonetazo.La multitud no esperó más. Huyó en busca de refugio. Los solda-dos, siguieron tras ella. Muchos se refugiaron en cuaros particula-res de donde fueron saados a culatazos o con las bayonetas; yotros, huyeron por balcones y pasizos. Un joven panameño de

22 años, DamIán Cabrera, no pudo huir. Fue acorralado en uncorredor de una de las casa de la cale 16 oeste, y alí cayó,atravesao por las bayonetas.

Los detenidos, por el incidente, fueron muchos; entre los cua-les, algunos eran todavía infantes. Así lo expresaba "El Tiempo":

"Cuarenta y pico fueron llevados en redil, en medio de lasbayonetas, a la Central, entre ellos varos niños menores de 10años" (44).Después del desenle fatal que había tenido este primer en-

cuentro con las fuerzas extranjeras, hizo que el pueblo decidiese,muy sensatamente, eludi todo roce con ellas en el futuro. Los díasque siguieron hasta que finó la Ocupación fueron de absoluta

calma. A pesa de que existieron los motivos para alterada. Elgobierno, por ejemplo, inció en esos días, una serie de deportacio-nes. Todos los extranjeros que haían simpatizado con el movi-miento inquilinao, fueron oblidos a sair del país. La ira delEjecutivo no sólo sobre los extranjeros, también ciertos empleados

(43) Tomado de El Tiell, 13 de ocUl de 1925, Pá 4.

(44) Ibid.

..

públicos, sufrieron los efectos de ella. Aquellos que como inquili-nos habían ,cometido la falta gravÍsima de protestar contra el alainjustificada de los alquileres fueron dejados cesantes.

Pero estas acciones bochornosas del gobierno, vuelvo y repito,no pudieron quebrantar la 'impasibilidad en la que se habían sumer-gido los inquilinos panameños.

El miércoles 14 de octubre, se retiró el primer batallón; y lastropas estacionadas en Santa Ana y Lesseps, fueron trasladadas a laCárcel Modelo. Nueve días después, es decir, el 23 de octubre, cesóla Ocupación Miitar de la ciudad. Para tal fin, el Gral. Lassister,hizo publicar ese día el siguiente aviso que, a continuación, repro-

duzco:"A viso. - A las Autoridades y pueblo de la MunicIpalidad

de Panamá:

Las tropas de los Estados Unidos que últimamente ocu-paban a la ciudad de Panamá, para. mantener el orden público,serán retiradas a la una de la tarde del día de hoy. En talvirtud, todas las instrucciones y órdenes dictadas por las auto-ridades militares para el mantenimiento del orden público enesta ciudad cesarán en su efectividad a la hora mencionada.

Wm. Lassister-Major General U. S. Army" (45).

En efecto, a la 1 de la tarde, los últimos destacamentos de

soldados y de Policía Militar salieron de la ciudad en sendos camio-nes; ya, en el cuarel central, minutos antes de la hora señalada, el

Gral. Martin había entregado al Gobierno panameño los poderesque éste le había dado en custodio. "El Tiempo" describió esaentrega, huérfana de ceremonias de la siguiente manera:

"Después de cruzar breves frases de cordiaidad, el Gral. Ma-tin hizo entrega de los poderes a él confiados, a las autori-dades panameñas de las que se despidió. Marcaba el reloj launa cuando descendía el Gral. Marin los peldaños del CuarelCentral" (46).

Se cerraba así un capítulo ignominioso de nuestra HistoriaPatria y una jornada denigrante en el Movimiento Inquilinaro. Por-que la Intervención fue la secuela diecta de las actuaciones de un

gobierno al que le faltó inteligencia y tacto en la comprensión ybúsqueda de soluciones justas al problema inquilnaro. El gobierno

(45) Tomado de El Tiempo, 23 de octubr de i 925, Pága 4.(46) Ibid.. PáPia 8.

.8

panameño fué el único responsable de que, los soldados estado-wiidenses, irrumpieran en nuestro territorio. Fue el responsable

. porque careció ~como dijo el Dr. Solís. en su Alegato en defensade unos de los detenidos inquilinaros-

"De coraje y nervio suficiente para mantener sin auxilio extrañoy sin oprimir al pueblo el poder que la ley y el voto depositaronen sus manos" (47).y finalente, fue él el responsable de que las fuerzas norte-

americanas no sólo hollaran el territorio naciona sino que asesina-

ran, también, a 2 panameños. Damiá Cabrera y J ulián Camarena,quien dejó de existir en la tarde del 16 de octubre. Ellos, al igualque otros istmeños, se enfrentaron a las bayonetas para demostrarleal Gobierno, a los Estados Unidos y al mwido que, en el pueblo dePanamá, había todavía muchos hombres con valor y con dignidad.

(47) En El S--, Págia 647.

17

EVERARDO TOMILSON

Las huelgas inquilinarias de 1925 y 1932 *

Se puede señalar provisoria-mente el año de 1925 como elnacimiento del verdadero pro-b 1 e ma inquilinario panam eño.No signiîica esto que antes deesa época y ya lo hemos visto,el precio de las habitaciones se

conformara con la capacidad depago de los inquilnos, ni quelas condiciones en que se deba-

tía el inquilno panameño fue-

sen satisfactorias. Lo que quieredestacarse es el hecho de quefue entonces cuando la masa de

los inquilinos pobres, obreros yempleados, afrontó mancomuna-damente y por vez primera, lasolución del problema.

En el año de 1925 se pone envigencia la ley sobre reformas

fiscales por el Dr. Eusebio A.Morales, a la sazón, Secretario

de Hacienda. La ley variaba el

sistema tributario de la propie-

dad urbana y rural. Los propie-tarios clamaron contra la refor-ma alegando que les imponíacargas insoportables.

Para hacer fracasar la ley re-solvieron desviar el pago delnuevo impuesto hacia la masade los inquilinos y provocar aSÍ,

un conflicto que demostraría al

gobierno la impracticabilidad dela reforma. Operó se en conse-

cuencia un alza general del tipode renta en las ciudades de Pa-

namá y Colón, que excedió deun 25 a un 50% sobre el preciode las habitaciones vigentes en-

tonces.La violencia del alza causa

hondo y vasto descontento en lamasa inquilnaria. Sin embargo,

la coyuntura económica no eraentonces desesperante. El ramo

* Capítulo del estudio del Ledo. Everardo E. Tomilson Hemández, "EI Contrato dearendaento de Fincas Urbanas~'.

"

de las construcciones, que ocu-paba a la mayoría de los obre-ros de Panamá y Colón, habíainiciado un período de actividadque duró casi un lustro. El nivelde los salarios escala alturas quesólo han sido superadas en déca-

das recientes. Pero el alza del

ariendo fue tan súbita y exage-

rada que obligaba a la poblaiónobrera a gastar en habitación

parte considerable del dinero

que había de dedicar a sus de-más necesidades primarias.

El Sindicato General de Tra-

bajadores, entidad proletaria quese había constituido a fines de1924, atiende el clamor de lasmasas, organizando la Liga deInquilinos y Subsistencias. En

unos cuantos meses, de junio aoctubre de 1925, la Liga asume

el carácter de una poderosa or-

ganización de masas. Es la pri-mera en su género que se ha vis-to en Panamá. A principios deoctubre tiene seis mil miembrosinscritos y cotizantes. La espon-taneidad, la unanimidad, la dis-ciplina y el heroico ~spÍritu de

lucha con que las mass sostu-vieron las consignas y reivindi-caciones de la Liga, compruebanla realidad de las causas sociales

que generaban el movimiento.No parecieron entenderlo así

el gobierno y los propietarios decasas. No se busca la soluciónradical del problema, sino el so-focamiento por la fuerza de laagitación de la organización in-quilinaria. EllO de octubre es

la expresión de ese procedererróneo.

Prducidos los disturbios, elGobierno nombra precisamentea un dueño de casas, Julo Qui-jano, Jefe del Primer Batallón

de Voluntarios para combatir la"intransigencia" de los inquil-nos. Se abren inscripciones en elConsejo Municipal como si setratara de una guerra civil y has-ta los Soldados de la Indepen-

dencia ofrecen sus contingentes.(1 )

Pero todo resulta inútiL. Laconciencia que había despertado

el movimiento entre los obrerosy el notable abuso de que eran

víctimas por la soberbia y la

ambición de los caseros, no per-miten contener el empuje de lasmasas enardecidas y sedientas dejusticia.

Es entonces cuando pretex-tando una supuesta conspiración

internacionaL, el Gobierno solici-ta -para vergüenza eterna- laintervención de las fuerzas nor-teamericanas para que sofocaran

la agitación popula. (2)No había tal conspiración. El

mismo Presidente Rodolfo Chia-ri tuvo que admitir, en un dis-curso pronunciado el día 17 deoctubre de ese mismo año que:

"antes de acordada la Comisiónde Reparaciones había dispues-to yo nombra comiaiones se-cretas con instrcciones precisde cerciorarse si evidentemente

eran muchos los propietariosque haían elevado sus alquie-

(1). Estrell de Paná, Ediión del 11 de octubr de 1925.

(2). Estrell de Paamá Ediión del 13 di octubre de 1925.

..

res; y doloroso es decirlo, pero

es lo cierto, que los informesrecibidos por mí demuestranque SON POCOS LOS QUE NOHAYAN ELEVADO SUS AL-QUILERES A PARTIR DEENERO DE ESTE ANO. Noobstante la buena fe que meimpulsó a que se efectuara lareunión de propietarios convo-cada por mí, es evidente que en

la práctica la GENERALIDADHA DESCONOCIDO EL CON-VENIO ACORDADO Y ASE-DIAN A LOS JUECES CONDEMANDAS DE LANZAMIEN-TOS; puedo citarles el caso es-pecial del Juez 50. MunicipalGerardo Abrahams quien ayertuvo que decretar infinidad delanzamientos; esos propietariosno tienen en cuenta las condi-ciones económicas por que pasael país en la actualidad y noda tregua para que la Comi-sión Mixta de Reclamos oiga y

resuelva si tienen o no razón.Puedo asegurarles que los infor-mes traidos por mis comisiones

secretas SON PRODIGOS ENACTIVIDADES DE LOS PRO-PIET ARIOS EN ESE SENTIDODE NO DAR CUARTEL".(3)

¿No erah estas palabras elpeor mentís del gobierno a lacampaña que se desató para ha-cer ver que el movimiento inqui-linario en procura de justicia,era una conspiración internacio-nal?

Aparentemente con la sofoca-ción por la fuerza a que había

sido sometido el movimiento, elproblema quedaba diferido y ex-tinta la protesta de los inquili-nos. Pero ningún problema so-

cial consiente soluciones de

'fuerza que no liquide sus causas

determinantes. Ni tolera tampo-co que se emplace su discusiónsine die. La dialéctica de la his-toria es inflexible e ineludible.

Mientras las causas subsistan elproblema seguirá complicándose,creciendo, intensificándose, aun-

que sus manifestaciones externassean débiles o negligibles. El ins-tante llega, necesariamente en

que el problema irumpe por elboquete a la primera oportuni-dad que se le ofrezca y descon-

cierta con su inesperado retornoa quienes lo suponían proscritopara siempre.

Después de 1925, sigue vigen-te la tendencia alcista de los al-quileres. Seguros del apoyo mo-ral y material del gobierno que

inhibÍa automáticamente cual-quier síntoma de actividad cor-porativa de los inquilinos, losarrendadores imponen una tasade alquiler que sube constante-

mente, sin fijarle límite a su as-censo.

Si se pudiera aprisionar en unesquema el curso de esta carre-ra, veríamos que traza una curvaascendente, sin interrupciones nioscilaciones a través de sieteaños. Las quejas formales de losinquilinos, recogidas por loscomités de la Liga de Inquilinosy Subsistencias, permiten aseve-

rar que de 1925 a 1932, los al-quileres aumentaron en una pro-porción del 50 al 75% sobre lascifras existentes en el cuatreniode 1920-1924.

De 1925 a 1930, el BancoNacional introdujo al país cua-

(3). Estrell de Panamá, Edición del 17 de octubre de 1925.

100

tro milones de dólares de capi-

ta1 extranjero distribuído me-

diante el sistema de cédulas hi-

potecarias. Algo de ese numera-rio se dedicó al mejoramiento

de empresas rurales. Pero la cuo-ta mayor se empleó en nuevasconstrucciones en las ciudades

de Panamá y Colón,Los propietarios o inversores

fueron individuos o compañías

capitalistas,._ que disponían depropiedades' garantes del présta-mo. Surgierón en toda la ciudadlas llamadas "casas de aparta-mientos" y con ellas el tipo dealquiler subió todavía más.

En primer lugar, los inquili-nos de las nuevas casas debían

pagar a precios de lujo las co-modidades que en ellos encon-traban y sufragaban así las obli-gaciones contraídas por los pro-pietarios. Pero lo importante esque el alza repercutía sobre los

inquilinos más pobres.El capitalista, en efecto, consi.'

dera sus haberes como un todo,como una unidad indivisible, dela cual procura arrancar una uti- 'lidad también única. De estemodo, los arrendatarios de laviejas casas se ven obligados a laamortización de sus nuevas- deu-

das. La ocasión era aún másonerosa cuando se trataba delpequeño propietario que se en-deuda para reconstruir la casa oedificar sobre un solar sin uso.Entonces le imponía al inquilinowi canon de alquiler que no só-lo le permitía extinguir el prés-

tamo, sino deducir un productolíquido para sus propias necesi-

dades.

Analizando el problema desdeeste ángulo, se comprende quehabía de llegar un momento enque la intensidad del alza de losalquileres hiciese saltar en peda-zos la resistencia económica, lacapacidad de pago de las gran-des masas inquilinarias. Yel mo.mento llegó. Mientras la situa-ción económica en general semantuvo a cierta altura, en tan.to duraron los efectos de la in-yección monetaria extranjera, eltrabajador tuvo ocupación esta-ble y percibió jornales que le

posibilitaron el pago del arrien-do caro.

Pero en el año de 1930 sesintieron en Panamá los prime-ros estremecimientos de la crisisque agarotó al mundo para esaépoca. Eran las repercusiones

del gran desastre, de la gran de-

presión que sacudió los cimien-tos del edificio de la economíamundiaL La caída de los preciosen el mercado universal hizo ba-jar presurosamente el monto delo s impuestos aduanales queconstituían la primera renta del

fisco nacionaL El estado pana-

meño se precipitó al desfiladerosin salida de las reducciones pre-supuestarias. Las obras públicasse suspendieron. Miles de obre-

ros quedaron aprisionados por elparo. De otra parte, el derrumbedel mercado de valores neoyor-quino en octubre de 1929 había

sepultado milones de pesospuestos en juego bursátil por loscapitalistas panameños. El crédi-to se contrajo violentamente. El

Banco Nacional imposibilitadopara adquirir nuevos emprésti-

101

tos, dejó de prestar grandes su-

mas a los constructores y case-ros. Los trabajos privados de

edificación se paralizaron casitotalmente. Nuevos contingentes

proletarios engrosaron el ejércitode desocupados.

El standard general de vida

descendió bruscamente. La capa-

cidad adquisitiva de la masao brera cayó por debajo delmínimo posible para la satisfac-ción de sus necesidades. Mien-

tras tanto, la tasa de alquilerpermanecía remontada en la altaatmósfera a donde había llegadoen los días de la inflación. Loscapitalistas endeudados no en-contraban otro medio de amino-

rar sus obligaciones que el de

arancar a los inquilinos unarenta altísima que, lejos de re-ducir, procuraban aumentar. Lamasa inquilinaria sintió caer so-bre sus hombros todo el peso dela crisis general que sufría el

país. El descontento, la protes-ta, la organización de combate

contra la vivienda cara fueron

resultante general y natural detal situación. Los objetivos eco-

nómicos de la Liga de Inquilinosen la rebaja de los alquileres yla abolición de los rasgos omino-sos del sistema de inquilinato,constituyeron el fondo de la fa-mosa huelga de "no pago" de1932.

Volvió el clima de desasosiego

que se puso de manifiesto en elaño 25. Las agitaciones popula-res se multiplicaron a despecho

de la indiferencia del gobierno yla resistencia de los propietariosde casas. Pero a diferencia de

102

aquella ocasión, se contempló

ya la necesidad de normar espe-

cialmente la cuestión inquilina-na. Se plantearon también solu-

. ciones de carácter general, quesi bien no llegaban al fondo delproblema, eran, sin duda, un pa-so hacia adelante en la conquis-

ta de los inquilinos y un triunfosin precedentes en la regulaciónjurídica del ncgocio.

Ventajas y desventajas de las so-luciones aplicadas

Cuando el problema surgecon caracteres definidos en1926 se producen los disturbioscallejeros y la sofocación san-

grienta del movimiento por lasfuerzas nacionales y extranjeras,el Organo Ejecutivo quiso restar-le méritos al movimiento. Enrealidad, no había intención al-guna del poder central en liqui-dar el problema por la vía posi-tiva. La finalidad gubernamentalestaba disparada a su extirpa-ción por la fuerza, considerando

que ello constituiría el fin de unproblema que estaba tomandolineamientos nacionales.

La razón se explica en el he-cho que hemos apuntado antes:la estructura económica sobre lacual se asentaba la economía pa-nameña. Eran precisamente loscaseros y los terratenientes losque sostenían al gobierno deDon Rodolfo Chiari y claro es-tá, cualesquier fórmula que sebuscara tenía que estar supedita-da a esos intereses. Pero era tanintensa la protesta, tan comöati-vo el movimiento en las calles,que pese a todo ello el gobierno

tuvo que asumir una posición.Se nombró para el efecto,

una Comisión Mixta de Recla-mos compuesta por representan-tes de inquilinos y propietarios.

Esta Comisión tenía como pro-pósito atender las reclamacionesque una y otra pare hicieran delas querellas inquiinars. Ade-más, debía informar al Sr. Presi-dente del estado de la situación yllegar a conclusiones que pudie-ran poner fin a la agitación po-pular.

Sin comentarios, porque seexplican por sí solas, vamos aenunciar las recomendacionessugeridas por la mencionada Co-misión. Ellas eran:

1. Mayor cortesía en el cobro delos aluileres de pare de los

propietarios.2. Retrotraer los alquileres a

enero de 1925 y una rebajadel 5'l para los inquilios queeran jornaleros.

3. Rebaja del agua.4. Rebaja de la luz.

El Gobierno, por su pare, anun-

ció las siguientes:

1. Aumento de los trabajadoresen el Hospital Santo Tomás.

2. Construcción del Manicomio

3. Construcción de la Escuela deMedicina.

4. Acti~ar los trabajos de las es-cuelas agrícolas.

5. Ariendo de 200 habitaciones

para subarndarlas a precios

de costo a los obreros que notenían trabajo.

6. Levantar un censo y haceruna inspección de las condi-ciones higiénicas de las vivien-das.

Puede apreciarse que las reco-mendaciones de la Comisión no

eran otra cosa que el resultadode un clima de terror en donde

primaban los intereses del grupoeconómicamente más poderoso.Basta sólo subrayar aquello de

"mayor cortesía para el cobrode los alquileres", para percatar-

se que la desigualdad en la dis-cusión era obvia y no se aden-

traba en la médula del proble-ma

En cambio, las medidas adop-tadas por el Ejecutivo, flanquea-

ban el ataque del problemacreando fuentes de trabajo paralos obreros en el Hospital Santo

Tomás, la construcción del ma-nicomio y las escuela agrícolas

en el interior de la República.

A simple vista la solución eraideal; pero ideal para el gobier-

no y los caseros, pues se diluíala fuerza del movimiento. ¿Cómoiba a conservarse la unidad de

un movimiento cuyos elementosiban a ser reparidos en acciones

ditintas del territorio nacional,

sobre la base de trabajos enconstrucciones de escuelas agrí-

colas? ¿Cómo iba a mantenersela justicia, si lejos de atacar defrente el problema, se utilizabael desem¡:leo de la masa obrera

como arma contra esa mismamasa obrera? ¿Dónde estaba elsentido de la equidad en unas

medidas que enunciaba un pro-grama de construcciones paa

103

da empleo a los desocupados ymantenía a todo trance el alzaexhorbitante de los alquileres?¿Es que el obrero entonces de-bía trabajar sólo para pagar ren-

ta al casero? ¿ Quién podía ga-

rantizar justicia o igualdad antetales medidas? ¿y en cuanto alariendo de habitaciones paraluego subarendarlo no favorecía

esta medida precisamente a losdueños de casas, que queríanver asegurado el pago de susrentas para satisfacer sus com-promisos bancarios?

Era natural que el movimien-

to se difiriera unos años y luegoreapareciera con mayor vigor.

Las medidas que se adoptaronen 1932 no se diferencian mu-cho de las dispuestas en 1926.Es cierto que se dictaron dispo-

siciones legales tendientes a re-gular la cuestión inquilinaria. Escierto también que fue ésta laprimera ocasión que la presiónpopular impuso al gobierno lanecesidad de legislar sobre mate-ria tan controvertida como ésta;

pero también es obvio que vol-

104

viera a insistir en la cuestión delarriendo y subariendo de vi-viendas para inquilnos pobres,

lejos de construir viviendas el

Estadò que gaantizara una pro-tección efectiva al arendatario.Además, quien haya vivido enesos tiempos puede dar fe de losabusos que se cometieron en elsubarriendo de esas viviendas.No eran precisamente los inqui-linos los que disfrutaban de ellassino las queridas de ciertos fun-cionaros oportunistas e inescru-

pulosos.

A parentemente fu~ron mu-chas las ventajas que se conce-

dieron a los inquilinos en las

disposiciones que se dictaron y

no puede negarse que el méritoque las significa se fundamentaen ser las primeras normas quesustraían de la legslación co-

mún, un problema que por suscondiciones debe estar reglamen-tado por normas especiales. Perotodavía queda mucho por andary las disposiciones que fueron

dictadas con posterioridad po-nen de manifiesto la inconsisten-cia de esas medidas.

DEMETRIO PORRAS

El Movimiento Inquilinario

Este mOVimiento tuvo sus orígenes conocidos hacia el año1925, cuando el alto costo de la vivienda obligó al pueblo a unaprotesta que se manifestó por las calles. Alarmado el Presidente

Chiari ante la magnitud del problema llamó para aplacarle a lastropas americanas acantonadas en la Zona del Canal, las que mata-ron más de veinticinco inquilinos pobres e hirieron a muchos más,por el solo delito de pedir la rebaja de los alquileres. Este grave

problema, latente desde esa época, hizo crisis en 1932, pues sehabía ido agravando con la ineptitud o mala fe de los gobiernosque se sucedieron desde entonces y debido a la depresión económi-ca que azotaba las playas panameñas.

El problema de la v~vienda en Panamá es muy complicadodebido al sistema de construcción; las casas de inquilinato son co-lectivas y constituyen una lacra y una vergüenza. Los capitalistaspanameños saben cómo explotar sus capitales construyendo casas-pueblos, incómodas, antihigiénicas, pero que les producen un altotipo de interés que llega hasta el dieciseis por ciento al año, y niindustrias, ni cultivos, ni almacenes llamn su atención. j Solamentecasas de alquileres! Estas inmensas jaulas, que podríamos llamar,

se componen de unos setenta o más cuaros que, a lo sumo, midendoce metros cuadrados y allí se aglomeran las numerosas familiasde los trabajadores panameños. Los cuaros están separados por untabique delgado y en lo alto, hay una rejila para la ventilación;

10S

hay además dos excusados y un baño que únicamente necesidades

urgentes pueden obligar a usarlos. Las casas son de madera 'f techode zinc: algunas veces pintadas. Una tremenda promiscuidad reinaen ellas; allí viven mujeres de la vida airada, aves pálidas, hijas delaroyo. En otros cuartos contiguos, viven familias numerosas con

hijos, quienes oyen hasta los suspiros que exhalan, escuchan las

blasfemias, ven por las rendijas las obscenidades que allí se desarro-llan y, en este ambiente, aprenden y se transforman en niños vie-

jos, care de prostíbulo y de cabaret, de correccional y de presidio.

Estas casas que son verdaderos pueblos, tienen cuartos que dan acalejones indecentes y malolientes en "los que no entra el sol, nisiquiera el aire; están infestadas de tuberculosis, pero su alquiler esde ocho, diez, y hasta quince dólares al mes. Allí crecen el vicio ylas epidemias; alí se asesina un pueblo: se corrompe a su niñez yse la empuja a la delincuencia y a la prostitución sin que estopreocupe, emocione o inquiete a nuestros gobernantes dueños decasa. Chorrilo, Granilo, Santa Ana, Guachapalí, Marañón, Calido-

nia y San Miguel, barrios pobres de los trabajadores panameños,

barrios sucios y humilantes, trágicos y pestilentes, en donde elobrero paga su tributo de sangre al Dios Capitalismo, nuevo Mo-

loch insaciable de víctimas; la tuberculosis, sífiis, blenorragia, al-coholismo y demencia son la secuela de esta situación. Pero elcasero o su cobrador, impasibles antes esos cuadros de miseria,recorren bien temprano por la mañana cada casa y cada cuarocobrando y amenazando al que no paga; echándose como verdugossobre esas pobres gentes, que a veces no tienen ni con qué desayu-narse ni con qué "encender el fogón". Pero si no paga, el gendarmey el Juez vienen pronto a lanzar les a la calle sus pobres muebles ysus desvencijados "trastos".

Una situación como ésta provocó la revuelta pacífica, la pro-testa cívica de las masas inquilinarias de la capitaL. Se formó unComité que convocó a un Congreso y este Congreso se transformóen la liga de Inquilinos. Esta nombró un cuerpo de abogados con-sultores y defensores del que tuve el honor de formar pare. Nues-tra lucha contra caseros, cobradores policías, jueces y leyes, fue

brava. Todo estaban en contra nuestra, los lanzamientos de losinquilinos y desahucios se sucedían vertigionsamente, ya que ni

súplicas ni amenazas detenían la ofensiva de los caseros. Entoncesfue cuando la Liga ordenó la "huelga de no pago". Los Comités deSanta Ana, Guachapalí, Calidonia, Granilo, fueron asaltados por lapolicía que, revólver en mano y tolete en alto, rompían cabez.as,

detenían "comunistas", "anarquistas", "terroristas"; sin embargo,en todo el curso de la lucha, no hubo ni un atentado ni amago de

incendio nada absolutamente nada; todos los inquilinos mantuvie-, ,106

ron orden y compostura. Pero la policía disolvía las reuniones pú-blicas y privadas y arrestaba a los líderes.

£1 Presidente Alfaro convocó una reunión en la presidencia ala cual asistieron delegados de los inquilinos, entre los cuales figura-ban: Cristóbal Segundo, Samuel CasÍs, Pío Guerrero González y F.Lara, y por pare de los caseros: Anastasio RuÍz, Carlos Muller y

otros que no recuerdo. Esta conferencia directa fracasó, a pesar delos esfuerzos del Presidente, y fracw debido a la intransigencia delos propietarios. La huelga siguió su curso hasta que el PresidenteAlfaro dictó un decreto-ley declarando suspendidas las garantías

constitucionales y rebajando los alquieres en un treinta por ciento.

Con todos los directores de la Liga de Inquilinos detenidos, ycon las garantías constitucionales suspendidas se abrió la segunda

etapa de la lucha, que consistía en poder conseguir una ley justa

que protegiese los intereses de los inuiinos. Esta vez actué comovocero de los inquilinos, es decir,dd pueblo de Panamá, asesoradopor una Junta Consultiva formada por Diógenes De la Rosa, Do-

mingo H. Turner, Cristóbal Segundo, Jorge Brower, Leonel Urriola,Alberto Quintana Herrera, José Vacaro y José A. Mendieta. Se

reunió un gran congreso en la cale 3 de Noviembre, del barrio delMarañón,y, alí se discutieron y se aprobaron las reivindicacionesde los inquilinos y se me entregaron para que yo l.s planteara antela Asamblea Nacional. Eran como sigue:

Resolución sobre bases para un Proyecto de Ley-Inquilinara.La Segunda Asamblea General de la Liga de Inquilinos y Sub-

sistentes de Panamá.

Coniideando:

a. Que actualmente se encuentra planteada en la Asablea Na-ciona solución lega al problema inquilinaia;

b. Que con tal fin han sido presentaos a la consideración del

referido cuerp~ dos leyes de inqulto: uno elaorao por el diputa-

do Dr. Demetrio A. Porras y otros por la comisión que desigó contal fin la misma Asamblea Nacona.

c. Que aun cuando la Asablea General de la Liga de Inquil-nos y demás orgaJUsmos de la mIima están convencidos de que elproblema inquilinaro, dentro del Régimen de Propiedad vigente no

puede tener solución defintiva y que cualquier medida de orden

legal que se adopte, no paliará el conflcto entre inquilinos y cas-ros.

d. Que no obstante esto, es de todo punto imposible evitar. lainterferencia del poder Leslativo en la cuestión; y

107

e. que frente a esta circunstancia, la Liga de Inquilinos y

Subsistencias, por medio de sus máximo organismo, debe dar aconocer las bases conforme a las cuales exige se expida una Ley deInquilinato que rija las relaciones contractuales entre propietarios einquilinos, hasta tanto que las nuevas condiciones demanden surevisión total o parcial;

RESUEL VE;

La Ley de Inquilinato de la Asamblea Nacional expone debe

descansar sobre las siguientes bases:a. Reducir el tipo de alquileres vigentes en un 50% y fijar el

tipo de la ganancia del capital invertido en construcciones de alqui-

ler al 3% anual;

b. Ajustar las edificaciones a un riguroso reglamento en mate-ria de higienización y confort y ordenar la inmediata demolición delos edificios que no se ajusten a dichas exigencias;

c. Obligación de pintar interior y exteriormente los edificios dealquiler por lo menos, 2 veces al año;

d. Higienizar las habitaciones que hayan sido ocupadas porindividuos atacados de enfermedades contagiosas, antes de ser Oi.u-padas por otro;

e. Establecer el principio de responsabilidad a cargo del pro~

pietario por accidentes sobrevenidos a los ocupantes por causas deinseguridad o mal estado del edificio;

f. Abolición absoluta del contrato de subarrendamiento, salvo

los casos en que se trate del negocio de hoteles, casas de huéspedeso pcnsiones;

h. Modificación de las disposiciones legales sobre desahucio ylanzamiento, en los cuales se determine que el inquilino sólo puedeser desahuciado en los casos siguientes: por enfermedad contagiosa,locura o manifiesta inmoralidad; por mora en el pago de la renta,por la reconstrucción del edificio, o reparaciones que le hagan incó-modo o inhabitable, o cuando el edificio sea vendido o arendadopara fines de asistencia pública. El lanzamiento por mora sólo po-drá ejercitarse con los inquilinos que tengan ocupación; no asícontra los desocupados por causas forzosas, contra los enfermosprivados de salarios, renta, pensión o beneficio. El pago de la rentase hará por períodos vencidos. Toda estipulación en contrario care-cerá de valor legal;

i. Lo s bomberos voluntarios, como miembros de unaorganización declarada de utilidad pública, tendrán derecho a habi-tación gratuita;

108

j. Mientras dure la acutual crisis fiscal y el Gobierno esté imposi-bilitado para pagar a los agentes de policía la totalidad de sus

sueldos en dinero efectivo, se les permitirá a dichos agentes el pagode la renta en bonos certificados u otros documentos similares.Esta concesión se hará a los empleados públicos hasta una terceraparte del arrendamiento;

k. Las deudas acumuladas con motivo de la inquilinaria del'no pagado' serán condenadas;

1. las controversias que se susciten entre inquilinos y propieta-rios, por razón del contrato de inquilinato y todo lo relativo alcumplimiento de esta Ley, caerán bajo la jurisdicción y competen-cia de una Junta de Inquilinato, compuesta por un representante

de la Liga de Inquilinos y otros de los propietarios. Actuará comodirigente en los casos de discordia, el tercer elegido, de comúnacuerdo, por los dos representantes anteriores; la elección no podrárecaer en ningún caso en persona que sea propietaria, empleadopúblico o empleado particular de algún propietario.

El Proyecto de Ley presentado por mí contemplaba las mis-mas bases con pequeñas variaciones. En la elaboración de este pro-yecto fui asesorado por Diógenes de la Rosa y por Domingo Tur-ner, quienes habían sido nombrados conmigo para la redacción delproyecto de Ley Inquilinaria. Con el proyecto de Ley redactamosuna exposición de motivos demostrando que el problema de lavivienda era apenas un sector del gran problema social.

Por supuesto que los diputados caseros que había en la Cáma-

ra, no estaban dispuestos a aceptar una Ley de esta clase sin pelea,ya que en problemas de esta magnitud no pueden usarse demago-

gias politiqueras. Era un planteamiento de la lucha de clases quelas "gentes bien" niegan que exista, pero que la realidad nos de-muestra diiamente, y no como ellos sostienen, porque seamos nos-otros los que la creamos, pues nosotros no hacemos mas que canali-

zarla para evitar un desbordamiento inconsciente y peligroso para lamisma estabilidad del país. El Presidente Dr. Ricardo J. Alfaro tuvoque rendir un informe especial a la supresión de las garantías consti-tucionales y de los sacrosantos derechos individuales y así llevó elproblema inquilinario al Parlamento. Allí, como representante delpueblo, cumplí con mi deber; defendí a ese pueblo, no por amor a lasmasas, sino porque yo formo parte de ellas, porque como inquilinosufría en mi propia carne la explotación sin misericordia de los pro-pietarios de casas, cuya única finalidad es enriquecerse en poco tiem-po a costa del sacrificio de los inquilinos. Era justicia lo que pedía-mos y no amor.

Mis discursos e interpelaciones eran aplaudidos y respaldados

por miles de hombres y mujeres cuyas manifestaciones hacían tem-

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blar a la Asamblea Nacional, a los caseros y al gobierno, al cual sele veía impotente.

La Ley fue presentada y el informe discutido según se podráver en el Diario de Panamá de esa época. Cada arículo de la Leysignificaba una lucha terrible, y fui respaldado, ayudado y asesora-do en la Asamblea por los diputados Víctor Florencio Goytía, José

Daniel Crespo, Raimundo Ortega Vieto y otros: auténticos y hon-rados representantes del pueblo.

Al terminar las sesiones el pueblo que seguía ansioso el curso'le ellas desde la barra y los alrededores del Teatro Nacional dondese reunía la Asamblea Nacional, me acompañaba en masa hasta micasa. La ciudad estaba virtualmente en nuestras manos al llegarHarmodio Arias al poder. Las masas esperaban a que su candidatoel "candidato de los pobres", resolvería el caso favorablemente;

olvidaban que el Dr. Harmodio Arias era también casero y que lalucha era clasista y no política. Pronto se dieron cuenta de eso: el24 de octubre de 1932 tuve un incidente con el presidente de laAsamblea, bastante grave, debido quizás al acaloramiento de la dis-cusión. El 25 se aprobaron, después de una reñida batalla, variosarículos presentados por mí y Ortega Vieto, y aprobados ya por laLiga de lnquilinos. El pueblo seguía con ansiedad las vicisitudes dela lucha; miles de hombres y mujeres se congregaban diariamente

alrededor del Palacio Naiconal donde existía un ambiente muy ten-so; pero bomberos y policías fraternizaban con los inquilinos. Eldía 26 se aprobó el artículo sobre el canon de alquiler por el quese hacía una justa rebaja en los alquileres. El pueblo deliranterecorrió las cales de la ciudad y entre gritos de júbilo me acompa-ñó hasta mi casa. Sin embargo,. en la mañana del día 27 me avisa-ron que la Asamblea estaba reunida sin haber citado a losdiputados defensores de la ley inquilinaria. Volé hacia el Palacio,avisé a varios "camaradas" que fueran inmediatamente a los comi-tés de barrio para advertir a todos y que acudiesen a la Asamblea

en el mayor número posible. Mis temores se confirmaron. LaAsamblea, que había aprobado la rebaja y el canon el día anterior,había echado por tierra el artículo y, en reconsideración, lo recha-zaba. Ninguno de los defensores de la ley estaba presente. Apenasme vieron entrar las baras, comenzaron a aplaudir y a gritar; elpresidente, con este pretexto, cerró la sesión. Yo protesté, pero nose me hizo caso. Entonces comenzó una gritería enorme. Las masasestaban indignadas y al salir el presidente de la Asamblea fue age-dido por la multitud; corrí a protegerle, al ser llamado, y trepandoa una ventana de una de las casas que dan frente al Parque deBolívar, pedí al público que no perdiera la serenidad, para noperder la batalla. Me solicitaron entonces fuéramos a la Presidencia

110

de la República a protesta, y yo les acompañé. Diez mil almas

rompieron los cordones de la policía y llegamos frente al Palaciode las Garzas. Subí yo solo las gradas que estaban custodiadas pormiembros de Acción Comunal quienes, revólver en mano me mira-ban avanzar en actitud hostiL. Es curioso que muchos de esos hom-bres que en ese momento se oponían a las justas reivindicacionesdel pueblo, por adesión incondiciona a Harmodio Arias, más tar-de, al romper con éste, por intereses meramente personales, me

reprocharon no hubiera yo aprovechado esos momentos para apo-derane del poder y sacar al que ellos habían considerado como un

símbolo. No comprendían que a mí, en esa lucha, no me guiabaningún interés político inconfesable y que lealmente luchaba porobtener reivindicaciones específicas de la clase trabajadora de mi

país, y que la Presidencia, a mí, no me quitaba el sueño.Dentro del saón encontré a un grpo de propietarios encabe-

zado por Carlos Muller, quienes me miraron temorosos y asom-brados. El Dr. Hanodio Arias, pálidQ y nervioso, me recibió condeferencia y prometió resolver el problema rogándome le diera unaoportunidad puesto que solamente tenía veintisiete días de deten-tar el poder. Me aseguró que él encontraría una solución dentro delmarco de nuestra vieja Constitución. A mi solicitud, salió conmigoal balcón de la presidencia y las masas, al verlo, irrumpieron en

gritos. Algunos gritaban: "tíranos al Cholito", "quédese usted".Tomé la palabra y dirigiéndome al pueblo le dije lo que me habíaprometido el Presidente y éste, en breves palabras, lo confirmó'. Dealí, me acompañaron a mi casa. La ola de indignación crecía pormomentos; ya era toda la ciudad que se estremecía. Elementos

políticos adversarios al Presidente, aunque también dueños de ca-sas, tomaron parte activa en esta campaña de agitación. Esto no meagadaba, puesto que nuestra lucha no era política, sino de caráctereconómico. Nuestra suprema ambición era resolver un problemagrave para el país y resolverlo a favor de los explotados, de lasgrandes masas que hicieron posible que el Dr. Arias, "candidato delos pobres", fuera a la presidencia, y yo, como amigo del presi-dente, no deseaba que éste traicionara al pueblo y se convirtiera en"presidente de los ricos". Por la tarde, se congregaron alededor delPalacio Nacional y del Teatro miles y miles de individuos que

esperaban ansiosos la sesión de la Asamblea; pero fue en vano. Losdiputados, temerosos, no quisieron reunirse. Pocos de ellos pasea-ban nerviosos por el salón de sesiones. El teatro estabacompletamente lleno, y afuera, en la plaza de Bolívar la muche-dumbre era compacta. Los camaradas improvisaban tribunas y ha-blaban al pueblo. Frente a la Iglesia de San Francisco, el gentío eraimpenetrable; querían entrar en el teatro, pero no era posible pues-to que en él había ya más de tres mil hombres.

111

La imprudencia de unos oficiales prendió la mecha que hubie-ra sido fatal para nuestra existencia como nación, si los líderes queencabezábamos este movimiento no hubiéramos tenido suficienteaplomo para conjurar el peligro. El capitán Ardito Baletta. quisodesalojar a los que estaban dentro del salón de sesiones y comenzóa disparar tiros al aire como un loco, y violando así la Constitucióny las leyes del país. Inmediatamente, los que estaban afuera empe-zaron a arancar hierros de los albañales y armarse contra un grpode oficiales; la policía mientras tanto permanecía neutral e impasi-ble. De una pedrada, fue derribado el capitán Luti, quien sangran-

do de la frente, gritaba al pueblo que él era su amigo y que leescucharan. Ante esta situación, salí yo a la cale en compañía delos valientes diputados Goytía y Crespo y como sabía que en esosmomentos centenares de soldados yanquis, en trajes de compaña,estaban alineados en la Cale 4 de Julio, esperando una llamada del

Presidente de la República (quien para honor suyo no la utilizó,salvando así al país, a su gobierno y a si mismo de una afrenta yde un nuevo bochorno) dispuse ponerme al frente de una manifes-tación que corrió toda la Avenida Central y fue a morir en elMarañón, barrio que era la citadela de los inquilinos.

Al día siguiente de estos acontecimientos, la mayoría de laAsamblea, con excepción de los diputados GoytÍa, Crespo, Sucre,Ortega Vieto y yo, se reunió en la Presidencia y formaron un

Bloque Patriótico Nacional. Al ser yo llamado a Palacio, me invita-ron a formar pare de ese bloque, pero yo rehusé alegando suinjustificación, puesto que ningún peligro exterior nos amenazaba ysi se formaba, tenía que ser contra los inquilinos y así opinó Orte-ga Vieto, que estaba preseI1te. Más tarde, Harmodio Arias presentóun proyecto de arículo nuevo para reemplazar el que había sidoderogado. Este artículo establecía una moratoria parcial en lugar dela rebaja. En el fondo, era 'cuestión de palabras solamente, de for-

ma. Este artículo fue aprobado.

El Comandante Guardia, cuñado del Presidente de la Repúbli-ca, había ya reformado la policía con elementos traídos del inte-rior y que no conocían nada del problema puesto que no habían

sufrido por su causa. Estos policías, armados hasta los dientes y

dirigidos por el Alcalde Héctor Valdés, impidieron que el pueblopasase al recinto de la Asamblea. Establecieron un cordón de aceroy metralla en el mismo lugar donde existía antes la puerta de tierraque separaba los "ñopos", "godos", de los "negros del arrabal".

El día 29 por la mañana, al salir de la Asamblea donde habíatenido lugar una sesión del Comité Central de la Liga, que sereunía clandestinamente y donde se empleaba el nombre inexistan-te de Ernesto Sandoval como Secretario General, fui seguido y

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atropellado por el coche de un coleg diputado pereneciente alBloque Naciona

Matrecho, me recogieron ueDaJo de mi pequeño automóvilnúentras mi colega desapcía. Quiieron llevare al Hospital San-to Tomás par reconocerme, pero algunos camaradas que llegarnoportunaente al luga, di.pusieron trasadare a mi casa, donde

miutos más tarde me trataba el Dr. Serio González, amigo ycompade mío. Apeas se enteraron de mi accidente, miles y milesde compañeros desfùarn por mi casa. El colega causante, impresio-nado por la actitud del pueblo contra él, dio unas explicaciones

que yo, para evItar un desenlace fatal, corroboré.

Ocho días estuve obligado a peranecer en el lecho. Los cole-gas Ortega, GoytÍa y Crepo habían quedado en avisare cuandovolviesen a tratar la Ley Inuiina, cuya disusión había sidosuspendida. Una tarde que ya me sentía mejor, me avis OregaVieto que se iba a discuti de nuevo la ley. Contra las protestas demi famia Y amos di.puse asistir a la Asablea Nacional y enbrazos me llevaron hasta un coche y en brazos fui llevado desde elauto hasta el pupitre del saón de sesiones de la augusta Cáara.Casi desmayándome de dolor, tomé la palabra y con voz queda,insegura, pronuncié el dirs reproducido a continuación, tomadopor el reportero parlamentao de "Diaio de Panamá'!, Lcdo.Joaquín Ferndo Franco y publiad en ese periódico:

DIARJO DE PANAMjueves io de noviembr

de 1932

"De cómo el Bloque I.tivo Patriótico resolvi ayer lasobjeciones del Poder Ejecutivo a la Le Inquilara dictada por la

mima Asamblea".Sólo la fórmula del arícu sufrió leve moificación que qui-

ta, sin embargo, a la Asblea el derecho de elegi el Dirimente;

la demás fueron aceptada literalente.

LA VOZ DEL LIDERPorras. Considero que este arícuo es injusto. Siquiera debe

señalar un sueldo al miembr de la junta que representa a la Ligade Inquios. Elos son pobre., que vien en la misria. El caro demiembro de la junta exigirá que deiquen todo su tiempo al estu-dio de las cuestiones que ésta tedrá que resolver y si no se leasiga un sueldo no podrá ejercer eficientemente sus funciones.

Después de breve diusión en la que el Dr. Ortega Vietodefiende con car la idea del Dr. Demetio A. Porras, se aprueba

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una modificación del Dr. Alemán por la cual devengarán sueldo de125.00 balboas los miembro de la junta, a excepción del nombradode los propietarios.

Se aprueban y adoptan los arículos 4,11 v 21.

NO HABRA REBAJADE ALQUILERES

Se pone a discusión el arículo 22. presentado por elPresidente de la República, por el cual en vez de reconocer la

rebaja de alquileres, como establecía el arículo primitivo, se decre-ta la moratoria en el pago de una pare del precio de los arenda-mientos.

"NOS ECHAREMOS A LA CALLE"Porras. Este arículo no resuelve la cuestión fundamental del

problema inquilinaro, que es el precio de los alquileres. Lo que hamotivado el movimiento de los inquilinos es el alto precio de losarendamientos de las habitacIones. En el arículo primitivo se es-tablecía una rebaja equitativa. En éste se suprime esa r~baja para

decretar una moratoria en el pago de una pare del - precio de losalquileres, medida peligrosa, que viene a hacer que el problemainquilnario sea más grave cuando se venza la moratoria. Con estolo que vamos a hacer es acumular problemas, agravarlos más y máscada día; si aprobamos este arículo seguirá la huelga del 'no pago'y los inquilinos nos echaremos a la calle. Para ello estamos esperan-do únicamente el verano. Entonces sacaremos nuestros "checheri-tos" a las cales. Será éste un espectáculo vergonzoso para el país,

que observarán los turistas que por aquÍ pasan diariamente. Noso-tros no pensamos recurrir a actos violentos. Pero la rebaja de losalquileres es decir, que el pueblo pueda pagar, adoptaremos unapolítica de resistencia pasiva, como la recomendada y practicadaalá en la India, donde un hombre del pueblo, sin gran preparación,ha dado ejemplo de altivez' y rebeldía. Los inquilinos nos echare-mos a las cales y no habrá cárcel para tanta gente.

LOS BANCOS,UNOS USUREROS

Porras. A mí no me inspira confianza el arículo presentadopor el Poder Ejecutivo, a pesar de que yo sé que el Dr. Arias estábien intencionado. Todo esto es obra subterránea de los Bancos

que se han converido en unos usureros. Son los Bancos los queestán aniquilando a este pobre país. Son ellos los más

caracteriza-dos representantes del imperialismo yanqui, que quiere que elágila del Norte devore a la República como si fuera un cordero

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pasual. Seamos valientes y pongámonos de frente a todas esasinstituciones bancarias, agentes del capitalismo, que no se saciannunca de explotar el pueblo, de chuparle su propia existencia. Losbancos son los mayormente responsables del actual estado social decosas, porque son ellos los principales acaparadores despiaados delas angustias y miserias de la humanidad.

EN LA LISTA NEGRA POR COMUNISTANada práctico vamos a conseguir con este arículo. Porque

aun con aquél de las rebajas, no faltaron caseros infames de alasperversas, que dijeron que preferían pagar un impuesto de 50 pormi antes que rebajar un centavo a los inquilinos. Y yo sé que a míme han hecho inscribir en la lista negra de los comunistas, como siviniera de la Calabria, con un puñal entre dientes y una bombaexplosiva en los bolsilos. Y yo soy un hombré inofensivo, que nomato ni a una mosca, que ni siquiera vengo armado a la Cámara,

porque yo espero no ser atacado por nadie, porque a nadie hagomales. Pero espíritus perversos pretenden hacerme daño y por esome representan como un comunista facineroso, destructor, a quienhay que temer.

BOClUCHS y CALUNMIASPorras. He dicho que yo soy amigo del Dr. Arias y que le

juzgo bien intencionado. Y esto es así por sobre todos los bochin-ches y todas las calumiuas que alá le llevan al Dr. Arias sobre mí.Esos elementos que pretenden restarme la amistad del mandataro,están asfixiándole. Yo no soy amigo interesado porque yo no vivopendiente de los puestos públicos, ni aspiro a ningún caro. Miactitud frente al problema inquilino es sincera, fruto de la com-prensión de ese problema, del estudio de la solución del mismo. Ysobre todo, mi actitud es la natural consecuencia de mi ideología,

y yo doy hasta la vida por mis ideales, los que me son muy caros,muy queridos. No soy un demaggo como algunos dicen. Yo co-nozco la psicología de las multitudes, ellas son como las olas queunas veces lo elevan a uno sobre sus lomos, y otras veces lo envuel-ven en el torbellno de sus agas y lo ahogan.

Cuando yo expreso aquÍ mis opiniones, no lo hago en solici-tud de los aplausos de las masas, que hoy están ausentes, pero que

yo sigo defendiendo porque de pare de ellas está la razón, yhumano y urgente es que se les haga justicia, justicia que es loúJco que piden y merecen.

UN LLAMA AL PATRIOTISMOPorras. Yo quiero hacer un lIamdo al patriotismo de la Cáma-

ra, un llamado al patriotismo de la Cámara, un llamado sincero y

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sentido, para que resuelva este problema inquilinario con amplio:spÍritu de justicia. Sèrá el último llamado que haé a mis colegas,

porque tal vez tenga que retirarme de la Cámara apenas termine dehablar. Yo estoy aquí haciendo un esfuerzo físico, porquê hasta micasa me fueron a buscar para que viniera a este recinto a defenderlas aspiraciones justas de los necesitados y abandonados de la fortu-na. Ya hasta el mismo médico que me atiende me ha enviadoorden que regrese a casa porque esta agitación es notablementeperjudicial a mi salud. Pero no quiero ausentare sin pedir a miscolegas, sin pedirles con todo fervor patriótico, con toda mi sinceri-dad de hombre honrado, que niegue este artículo y deje el que yafue aprobado anteriormente. Seamos consecuentes con la masa de

sufridos que nos elevó a esta curul; correspondamos a la confianza

que en nosotros depositaron de que sabríamos defender sus intere-se s y representar sus anhelos de reivindicación. Tengamos,honorables colegas, . la visión del porvenir y meditemos hondamentesobre nuestra responsabilidad histórica. Es necesario, para bien dela misma patria, que nosotros atendamos la demanda de los inquili-nos. Evitémosle a la república posibles sin'sabores y desgracias. Pue-de llegar el día de grandes catástrofes y nosotros, con nuestro

patriotismo, con nuestra sinceridad, debemos adelantarnos a esossucesos y legislar en forma que lleve el sosiego y el confort a loshogares de los humildes y de los tristes. Mis palabras no envuelvenniguna amenaza. Son el grito del presentimiento, son la voz de unhombre que vive codeándose con el pueblo, que conoce sus mise-rias, que sabe de sus ansias de reivindicación social y comprendesus hoy ocultas rebeldías que fermentan en espíritus valientes yque un día, si no se les haq~ justicia, pueden estallar y ser unahecatombe. Yo quiero que mis colegas atiendan a mis palabras quemediten sobre ellas, que respondan al llamado patriótico que ahorales hago, en nombre de esta misma patria nuestra tan querida,digna de mejor suerte. Negad, colegas, ese arÍçulo que no hacesino acumular problemas y votad el primitivo, que así llevaremos elconsuelo y la alegría al pueblo de nuestro país. (El orador está

agotado. Un grpo de amigos le sacan en brazos del recinto paraconducirle a su casa).

Terminada la sesión del día 9 de noviembre de 1932.

y de esta lucha salió una ley que había sido forjada a golpes

de cincel, la primera ley que, aunque deficiente, salía del fondo dela conciencia colectiva. No era una ley con nombre propio ni co-piada de otras legislaciones de pueblos extraños. Era una ley propiadel pueblo para quien fue hecha, el pueblo panameño, y aunquedeficiente, era un paso adelante. Entre otras cosas, creaba una J 00-

-ta de Inquilinato, comité paritaro compuesto de tres árbitros, deun representante elegido por los propietaros, Con Ricaro Adolfo

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de la 'Guara, y de un representante de los inquilos. Para esco-

serIo tuvimos que haer un congreso y fue seleccionado de unatena compuesta de don Diógenes De la Rosa, don Eliseo Echeversy don Crstóbal Segundo. El Presidente Arias seleccionó a donDiógenes De la Rosa y el tercer árbitro que según la ley representa-ba al Consejo Municip~ de l~ ciudad, lo fue el ei:si~ente de ~~tainstitución Don Arcado Agullera. La Junta Inquì1inaria procedio aalquilar cas para los desocpados, segn lo ordenaba la ley, pero elreparo de estos cuaros provocó dificultades entre los miembros dela Liga.

Elementos intransigentes que se denominaban ellos mismos"comunistas", pero que más tenían de anarquistas, como EugenioCossani, Eduardo Guevara, etc., se dieron a la tarea de combatirme,desacreditarme y de calumniarme, todo lo cual provocó una reac-ción en las masas contra estos elementos, y la Liga en momentosen que debía mantener mayor unda, se resquebrajó y se desunió.Los barios de Marón, Ciorro, Grao, Santa Ana y Calidoniame manifestaon SU confianza y su fe en mi lealtad y protestaronenérgicamente contra los que me calumniban. Pero de todas mane-ras la Liga de Inquilinos se dividió y, en consecuencia, se debilitó.

De esto sacaron ventaja nuestros enemigos.

LA DEFENSA DE LOS lNQUILINOSUna cerada ovación. Lu baras aplauden frenéticamente al

ver que el Honorable Diputad Porras ha pedido la palabra y estáen pie.

Hon. Porras - Mi felicitaciones a la comisión por el trabajorealado. Por una casualidad no estoy de acuerdo esta vez con el

H. C. Sucre. Yo considero que cualquier proyecto de ley sobreinquilnato tiene que favorecer, siquiera en pare, a las clases nece-sitadas. Yo también le haré algunas reformas en segundo debate.Pero quiero objetar ahora alguas cosas que contiene el informe,que se ha acompañdo al proyecto. La comisión dice alí que visitóa los jefes de los inquiinos, y esto no es así. No visitaron a los

inquilinos auténticos, a los genvinos (aplausos). Allí entre los inqui-lios no hay jefes, ni caciques, ni nada de esa cosas. El Secretaro

de Gobierno nos llamó una vez a los Honorables Goytía y a mí

y a otros más, creyendo que las mas inquilinaras estaan a mer-ced de caciques políticos y que nosotros Íbamos a hacer de talespara que los luiéramos desistir de sus propósitos (aplausos). Otraobseación que quiero hacer es la de que los inquilinos no asumie-ron ningua actitud subversiva. Ellos no hicieron otra cosa queprotestar contra la explotación, la inumanidad y la injusticia delos propietaos (formidables aplasos). También quiero afirmar que

el problema inquiino existía aún en los tiempos de bienestar

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económico. El problema nació en 1925 y ahora se ve agavado porla desocupación. En aquella época no fue resuelto por pereza, pormadad o por ignorancia de los entonces dirigentes. Y el alza de losalquileres siguió en escala ascendente durate los buenos tiempos yvio la época de la miseria, del hambre, de la desocupación y los

alquileres nunca han bajado o más bien suben, suben y suben porla avarcia de los poderosos (aplausos). Los panameños somos muyorguosos. Yo sé de un caso de un bombero, a quien el Comandan-te Guizado le dijo que iba a tener un cuaro gratis, y el bombero ledijo que no aceptaba. Si no hubiera sido un panameño y hubiera sidoun Mizrachi u otro extranjero, aun de los ricos, habría dicho tal vezque sí (aplausos). Me satisface la promesa del Hon. C. Estripaut, deque rebajará sus alquileres en un 50 por ciento. No es justo que unosvivan en la opulencia y otros en la miseria y el hambre (aplausos). Ensegundo debate presentaré reformas fundamentales, urgentes, porqueel proyecto las requiere. En él sólo se han consultado dos cuestiones:la desocupación y la de la asistencia pública. Pero no roza siquiera larebaja de alquileres, que es lo fundamental, lo básico, lo primordial(grandes aplausos). Los inquilinos son panameños como nosotros yno sólo deben servir para darnos el voto para que vengamos a laasamblea, sino también para que legislemos en pro de su bienestar.(ovación prolongada).

(Escándalo: el Hon. López se levanta y fue silbado y grtadopor la bara. Pero el Hon. López, que es un poco sordo, no se dabacuenta del escándalo, y dijo sus argumentos que el cronista nologró oír).

(Más aplausos. El Hon. Porras se levanta y es recIbido por unacáida ovación).

Hon. Porras . Entre los inquilinos no hay caciques ni corrien-

tes subterráneas ni nada de esas cosas que asegura el Hon. López.Es posible que Segundo sea comwiista, que yo sea socialista, perono hay tales corrientes subterráneas ni subversivas. (aplausos).

(Hay una breve discusión familar entre los Hon. Jurado yPorras. La presidencia no llama al orden. Parece que la presidenciaestá todavía escuchando el discurso del Hon. GoytÍa al iniciarse lasesión).

Hon. Porras. Yo también quiero interpelar a los Honorablesque me interpelan, Jurado y Navarro. (aplausos)

(Otra discusión personal, de tú a tú, entre los Hon. Porras,Navaro, Jurado, y López).

UN HONORABLE CAMPESINO

Hon. Porras - En un pueblo se encuentra de todo. Gente

buena y gente mala. Y es posible que se presentaran casos aislados

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de violencia cuando la huelga inquila. El cas del Hon. López,

cuando se obstacuizó su cambio a otra casa es un caso aislado. Yoconozco al Hon. López y sé que él es amigo del pueblo, porque éles algo más que pueblano, es campesino. (risas y aplausos).

RECUERDS PLACIDOSHon. Porras - Yo conoCÍ al Han. López desde los años pláci-

dos de la infancia, cuando nos bañamos desnudos en el charcodel Caratilo y jugábamos el trompo a la sombra de un guanbano.(rias y aplausos) Y yo quiero que el Han.. López reconozca quelos inquilinos obraron con serenida, porque de otro modo habríanhecho lo que en otros países haen con frecuencia las clases desva-lidas que se ven explotadas, perseguidas y ultrajadas por los pode-rosos, es decir, habrían incendiao las .cas. (Fuerte y prolongadaovación).

ENVIDIA O CARIDADHon. Porras Me sorprende el insulto inmerecido que me

laza el Hon. Navaro, porque yo lo he conocido como un niñoeducadito y bien vestidito. Yo no busco el aplauso. El pueblo me lodispensa espontáneamente porque da la coincidencia de que yo

interpreto sus sentimientos y. su pensaiento. Yo no sé si en esaactitud de enrostrarme los aplausos del pueblo hay envidia o car-da. (Aplausos)

Ya ven, pues, ya ven cómo la masa me aplaude, señores. ¿Porqué no aplaude a Navaro y CÍa? Porque sabe que yo defiendo losintereses de los explotados. Por primera vez en la historia políticade Panam en el recinto de la Asablea se ha levantado un diputa-do que se atreva a desenmasarar a los falsos defensores del prole-tariado, a decir verdades como las que digo yo, a combatir a lospoderosos que por medio de sus agntes hacen las leyes de laRepública. Porque ellos saben que yo los defiendo, porque soy delßUsmo baro, mientras que ellos saben que Navaro y Cía., pertene-cen a la clase que lo:; explota, a los casros, por eso la masa meaplaude aunque yo ¡ iO solicite sus aplauios. La frase del Hon. Nava-rro es un insulto a ese pueblo, pQrque es llamarlo inconsciente. En

cuanto a las frass de latín, yo no tengo la culpa de que el Hon.Navaro no haya estudiado el latín y no conozca la fuente mismade su idioma y no entienda frass latinas de uso corriente entre loslegisladores. (Fuerte ovación).LA ASAMLEA NACIONAL PIDE INFORMES DE LOS NUEVOS

ARRESTOS A LOS INQUILINOS7 de octubre de 1932 La nota salente de la tarde: El Hon.

Porras propone que se solicite a la Secretaría de Gobierno y Justicia

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informe sobre los motivos de la prisión de siete jefes del movimien-to inquilinario. La presidencia le advierte que debe proponer con-juntamente la alteración del orden del día. Así lo hace el Hon.Porras.

Hon. Porras. Dentro de la normalidad, dentro de la constitu-ción, dentro de las leyes, se ha cometido el delito más grande; se

han violado los derechos del hombre y del ciudadano se han viola-do los derechos del hombre y del ciudadano se han violado lossacrosantos derechos individuales, se ha querido castigar el derechoa pensar, se ha encarcelado a los hombres para castigar sus ideas ylas ideas, señores diputados, sólo pueden ser combatidas con otrasideas, pero no con la cárcel, porque la cárcel más estrecha, la cárcelmár herméticamente cerrada la que no tiene ni rejas ni ventanas, elcerebro humano la caja craneana, las ideas la rompen, las ideas seescapan, se burlan de ella y salen a ser rayo de luz en las noches

infinitas de la ignorancia. Ríos de sangre ha costado a la humani-dad la conquista de estos derechos de la libertad del pensamiento yhoy los vemos pisoteados en nuestro país en pleno siglo XX. Quela cámara pida esos informes para saber cuál es el delito cometidopor esos pobres hombres, por que yo sé, señor presidente, que esoshombres son inocentes, pero esos hombres son inquilinos y hayque ahogar a todo trance el movimiento inquilinario. (Formidableovación en las barras).

Terminada la sesión del día 6 de octubre de 1932.

"LA SANIDAD ES UNA COMPLICE y UNA ALCAHUETA DELOS CASF.ROS" DIJO EL D. PORRAS. AYER

15 de octubre de 1972

UN REVUELO

El Hon. Porras propone que se dé lectura al informe rendidopor la comisión nombrada por el poder ejecutivo para que estudia-ra el problema inquilinario, comisión que estaba integrada por losseñores José M. Quirós, Ramón Saavedra y Andrés Mojica.

Han. Navarro. Considero innecesaria la lectura de ese informe,porque todos los diputados lo conocen. Otra cosa es si el diputadoPorras quiere que sea para las baras.

Hon. Porras. No sé por qué el Hon. Navarro siempre tiene quesacar la bara. He venido a discutir con serenidad el proyecto de

ley inquilinaria. Pero quiero declarar que no estoy dispuesto a so-portar estas pullas. (Formidable ovación de las baras).

(La presidencia ordena la lectura del arículo 134 del regla-mento, que prohibe los aplausos, los ruidos, las rechiflas pero que

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no prohibe los motivos que provocan estas manifestaciones de losespectadores") .

INFORMA LA COMISION DE LA CAMARA

Seguidaente se lee el orden del día y a esta lectura sigue ladel informe de la comisión de la cámara a cuyo estudio pai el

proyecto de ley inquilinara. La presidencia pone a discusión la

proposición con que temin ese informe. que ordena darle segundodebate al proyecto.

UN ANALSIS SEIlNO

Hon. Porras. He leído y eschado atentamente el informepresentado por la comisión a CUY9 estudio pas el proyecto de leyinquilari y quiero hacerle algunas críticas y a la vez felicitar a

los miembros de esa comisión por el esfuerzo que han hecho portraer a la cámara un proyecto como éste. La comisión dice, prime-ramente que el problema inquilinaro es resultante directo del pro-blema de la desocupación,es decir, que no hay problema inquilina-rio, propiaente. sio problema de los desocupados. Y esto no es

así. El problema de los desocupados es algo así como un injerto enel problema trasendental del inquilio. El problema existe inde-

pendientemente del problema de la desocupación, que es otro pro-blema que nosotros debemos resolver con valor y patriotismo.Cuado aún no existía entre nosotros este último problema, yateníamos la amenaza soial del problema de los altos precios delos arendamientos de viviendas. Está en un error, pues, la comi-sión. cuando asegua que el problema de los inquilinos es depen-dinte de la desocupación. Luego en segundo lugar el informe de la

.comisión trata de los subariendos y concede al Estado, con todasu fuerza de constreñimiento y de coacción. las funciones de sub.arendador. Yo creo que nosotros debemos evita que los subaren-dadores sigan explotando implacablemente la miseria de los pobres.Porque son los subarrendadres los que han subido los precios delalquiler de maera exorbitante para derivar así grandes ganancias.

Yo conozco cass verdaderamente escanalosos. como este: el señoiFélix Estripeauat, propietario de cas, alquiló una de sus casas aun extranjero por la suma de B/. 175.00 mensuales. Este extranje-

ro. a su vez la ha subarndado por la suma de B/.400.00, obte-niendo así una gaancia cuantiosa a costa de los sufrimientos delpueblo que es quien sufre. en virud del sub arendamiento , estatremenda injusticia. Está palpable. pues, la explotación impía queva a 'arastrar al país a mil contigencias. Esta cuestión de los

subariendo s que recomienda la comisión en el informe y que apa-rece en el proyecto. es una de la mayores deficiencias que he

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notado. Luego, la comisión cree que puede establecer aquÍ, que esposible que tenga aplicación en este asunto, la ley de la oferta y lademanda. Pero sin ser profeta se sabe que la ley de la oferta' y lademanda no rige en el problema de los alquileres de viviendas. Elhombre que no tiene vivienda, el hombre que carece de habitación,la busca ansioso, porque necesita de eIla, porque sin ella no puedevivir y es por esto por lo que se ve obligado a tomar en arriendouna casa sometiéndose al precio de arriendo que el casero le exige.Si esta ley de la oferta y la demanda jugara papel importante en elproblema inquilinario, ya los precios de las casas estarían. por elsuelo porque la verdad es que hay una gran cantidad de casasvacías. Ya 10 dijo un filósofo: el hombre antes que todo buscó susalimentos, su habitación y sus vestidos. Es decir, que el problemaeconómico es el eje de la vida del hombre. Comer es la fundónorgánica por excelencia. Como dicen Quirós y Quirós, Mojica ySaavedra, a quienes no se puede acusar de comunistas, ni de terro-ristas ni de nada espeluznante para la burguesía, los valores de losprecios de los arrendamientos son altos y el pueblo no puede pa-garlos. El director del Catastro, aquÍ presente, puede decir, si esverdad que hay 2655 casas que sirven para la explotación de inqui-linos. Calculando un promedio de 10 cuartos por casa, tendremos,que hay 26.550 cuaros para arrendar a inquilinos. y con todo estolos precios de esos cuartos siguen elevados. Hay muchos individuosque trabajan diariamente para llevar el fruto del sudor de su frenteal propietario de la casa que habita. Con mucha complacencia veoaquÍ este informe de Nueva York. Me alegro mucho de que loshonorables DÍaz, Guardia y LewIs hayan traído aquÍ

este dato. En

Estados Unidos, pues, se restringe la renta que debe percibir unpropietario y si esto sucede en Nueva York, ¿por qué no lo pode-mos hacer aquí en Panamá? Imitamos a los americanos en todo lomalo, pero no los queremos imitar en lo bueno. (Aplausos).

UN CORAZON DE PIEDRA

Hon. Porras. ¿y no se nos rompe el corazón en mil pedazos,honorables colegas, no se nos rompe el corazón en mil pedazoscuando vemos una cuna de un niño arrojada en medio de una calleinmunda? ¿No se nos rompe el corazón en mil pedazos cuando enplena luz, a pleno sol, se sacan de una vivienda miserables muebles

desvencijados, unos trastos viejos, que hablan de una miseria terri-ble y que llevan huellas de lágrimas copiosamente derramadas?¿No se nos rompe el corazón ni se detiene en sus latidos, cuandoen una cale sucia, llena de detritos, nos encontramos ante unamadre que lleva un niño en los brazos y que ha sido arojada sinpiedad de su cuartucho por el delito monstruoso de deber un mei:

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de alquiler? Hay que exponer esto a la vergüenza pública como a

aquellos criminales de los autos de fe.

LA SANIDAD, COMPLICE y ALCAHUETAHon. Porras. Estoy resuelto a ayudar a solucionar este proble-

ma inquilinario dentro de los moldes estrechos y odiosos de nues-

tra constitución nacional. No quiero ni por un instante ser obstácu-

lo para que encontremos una solución equitativa. Pero advierto quela comisión no dice si ha habido o no aumento de alquileres. Poresto precisamente hice leer el informe de los señores Quirós, Mojicay Saavedra. Ellos aseguran que hay casros que no quieren colocar-se en un plano de equidad. Las groserías de un muchacho analfabe-to, las expresiones que ese muchacho impulsivo lanza en una reu-nión, no tienen importancia cuando se trata de los vitales interesesdel país. La verdad es que esos caseros' tuvieron miedo de investigarla verdad. No quisieron que se les mostraran las casas una por una,porque ellos mantienen esas casas en, estado antihigiénico, no laspintan y la Sanidad nada hace para corregir esta actitud de loscaseros. (Fuerte y prolongada ovación en las barras, campanilachica y campanila grande agitadas por la mano del vicepresidente).

AL GRANO MISMO

20. debate al proyecto de ley inquilinaria. En discusión elartículo 1 modificado por la comisión. SÍ existe el problema inqui-linario.

Hon. Porras. Voy a usar de la palabra solamente para hacer

algunas aclaraciones a lo dicho por el honorable colega Díaz Arose-mena Ase'guró él que el problema no es de altos alquileres y que elproblema inquilinario es una consecuencia inmediata del problemade la desocupación y que lo necesario y urgente es darle trabajo alpueblo. Y nada más elocuente, señores, que la estadística. Ante laelocuencia de los números nada vale la elocuencia de las palabras.(El Hon. Porras de nuevo detala el número de casas para alquilar,el promedio de cuaros, el número de inquilinos, etc.) La clasemedia, que no forma en las filas de la Liga de Inqulinos, es la claseque más confronta el problema inquilinario, la más explotada porlos caseros. Pero es también la clase más abyecta, no se atreve aprotestar porque es cobarde y porque le da vergüenza que le ponga

los chécheres en la cale, porque se dice qué dirá el vecino, Diosmío, qué dirá la comadre, Jesús Santo. (Aplausos y campanilaspre sidenciaes).

AGITARSE ES VIVIRHon. Porras. Dice el Hon. Díaz Arosemena y me extraña esa

afirmación de un liberalazo como él, que deseamos evitar las agita-

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dones populares. Cuánto me sorprende que el Hon. Díaz Aroseme-

na se asombre de estas agitacIones populares. La agitacIón es lavida de los pueblos. Los pueblos que no se agitan se corrompen yperecen por serviles y cobardes. El mar tiene olas para no corrom-perse. Y las agitaciones populares son convenientes y necesarias a lasaud de los pueblos, porque ellas son su propia vida. Agitarse esvivir. La quietud es la muerte.

UN DESIGNADO CASERO CRUEL

Yo sé que en los actuales momentos que en este instante decrisis, de hambre y de miseria, don Calos Muler a quien los dipu-tados le dieron el voto para segundo designado, yo no se lo di ha

subido en un peso el valor de los alquileres de sus cuartos. Comollegaría a suceder más tarde, si nosotros desde ahora no ponemosuna equitativa limitación a estos alquileres. Los HH López, Juradoy Navaro, jóvenes preparados, conscientes, dicen en su informe(lee una pare del informe referente al precio de los alquileres,donde esa comisión dice que el problema inquilinario existía en laépoca en que aquÍ corrían dineros a manos llenas). Es decir, pues,que en la época de la vacas gordas existía el problema inquilina-rio, y hoy, en la época de las vacas flacas, se agrava intensamente

ese problema. (Entusiastas aplausos).

LO QUE PUEDE VENIR

Hon. Porras. Yo quiero, señor Presidente, que consten mispalabras de hoy en el acta de la sesión. Si nosotros no resolvemossabia y justamente el problema de los altos alquileres, si nosotrosno escuchamos el eco que nos viene de las clases necesitadas, si noatendemos el clamor popular puede presentarse un día negro, undía sombrío, de grandes desgracias para la patria, de fuertes sacu-dimientos socIales que arinen para siempre la existencIa misma de

la República. Un pueblo con hambre es peor que las fieras, muchomás temible y mucho más arrojado (Aplausos).

MIENTRAS MAS SUFRIDO MAS SINCERO

Hon. Porras. Mucho se ha dicho de mi actitud; unos por mal-dad, otros por ignorancia y no pocos por envidia. Pero nada me

importan esas calumnis injuriosas. Mientras más sufrido, he de sermás sincero. En el sufrimiento se templan y hacen grandes las

almas. En el fuego se templan los aceros y en el fuego de laincomprensión y del sufrimiento he de templar yo mi espíritu has-ta hacerlo fuerte más fuerte aún, para seguir luchando por el triun-fo de nobles ideales de reivindicación social. Yo soy amigo deldoctor Aris y, precisamente porque soy sincero en esa amistad,

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soy franco y leal en mi conducta. A él se le ha dicho que yo

procuro buscarle conflctos aquí en la cámara, cuando yo lo que hehecho es hacerle oír la voz que sale de la conciencia colectiva.También mi padr fue víctima de esas intrigas perversas, y él tam-bién sufrió los rigores de la incomprensión de unos, de la maldadde otros y de la envidi de los demás. Y yo, por lo mismo queestimo al doctor Ari, por lo mismo que soy su amigo, deveras,

considero que el Dr. Arias debe ser consecuente con el pueblo quelo eligió por gran mayoría. (Cerada y prolongada ovación).

y es ese afecto sincero que yo siento por el Dr. Arias el queme hace pens.l que no es justo que se den al poder ejecutivo lasautorizaciones a que se refiere la modificación de la comisión, por-que eso equivale a obliga al Dr. Arias a que dedique su atención

constante a este asunto cuando bastate. trabajo y sobradas preocu-

paciones tiene él con los tantos y difíciles, problemas que tiene

que resolver. Echa al poder Ejecutivo esta carga es obligarlo arecorrer un vía crucis amaro. Dejemos al Poder Ejecutivo la resolu-ción de los otros problemas. Y aamamos nosotros la responsabili-dad de nuestros actos. Por esto me permitiré modificar en el senti-do de que sea la Junta de Inquilinos que era el proyecto la quetenga la autorización a que se refiere el arículo primero.

UNA LEY SOIALISTAHon. Porras. Mis palabras han sido mixti ficadas. En' ese pro-

yecto se crea un trbunal para resolver todas las controversias que

se susciten entre casros e inquilnos y no veo cómo puede ser queese proyecto vaya contra los intereses de los inquilinos, cuando esaes una ley socialista. En ella se limita el valor de los arendamien-tos y se establece para el estado la obligación de proteger a los

inquilinos, que son lanos.Aprobado. Sometido a votación, el arículo es aprobado.Terminad la sesión del día 15 de Octubre de 1932.

SE FOIlOHon. Porras. Quiero hacer un llamado a la Cámara, para que

ponga todo su interés en el estudio de este proyecto que resuelveel problema inquilinaro que afecta tan hondamente a la república.Son traidores al pueblo los que pretenden atropellarlas.. (Las pala-bras del Hon. Porras son ahogadas por el ruido de las campanilas

presidenciaes. El presidente ordena al orador "a la cuestión". Las

baras -echan su manita en el escándalo).

Hon. Porras. Y son traidores al país y traidores al pueblo quelo s eligió.

1ZIi

El presidente Correa GarcÍa abandona la sila presidencial yavanza hacia el escritorio del orador. Los H. H. Valarino, Moralesy López intervienen y evitan la tragedia. "Déjenlo, déjenlo", gritandesde las barras. Algunos inquilinos descienden al recinto legislativoy prontamente son retirados. El escándalo llega al colmo.

Hon. Porras (como en el templo). Esta submodificación nocontiene nada trascendental y yo le pido a la cámara que le dé su

voto afirmativo.

UNA PROTESTA DEL HON. LOPEZ

Hon. López. Yo solicito a la Cámara un voto afirmativo parala submodificación del Hon. Porras, que está de acuerdo con elquerer de la comisión que elaboró el proyecto, pero quiero que

conste mi protesta, que debe ser una protesta de toda la cámara,

contra los cargos hechos por el Hon. Porras a la presidencia, quedebe ser respetada por todos nosotros, porque ella representa lamajestad de la Cámara.

El Hon. Navarro se muestra, en breves palabras, partidario dela submodificación y pide un voto afirmativo para ella.

Hon. Porras. Yo agradezco la solicitud de voto afirmativo quehace mi colega López para mi sub modificación, pero quiero decirleque su protesta está demás. (Aquí se produce una discusión entreLópez y Porras sobre la forma como ocurrieron los incIdentes delos puños crispados. Othon dice que Porras estaba en su derecho alpedir que se contara su voto, porque así lo ordena el reglamento y

porque así se había hecho en otra sesión con el Hon. Porras. Lapresidencia explica que hizo leer por tres veces, que no es responsa-

ble de las distracciones del Hon. Othon. El Ron. Fábrega preguntóqué se discute y la frase normaliza la situación).

Aprobada. Se aprueba y adopta el artículo con la submodifi-cación del Hon. Porras.

El artículo 13. En discusión este artículo.

(UNA PLAGA INFECTA)Hon. Porras. A las palabras del Hon. Crespo yo agrego que un

gobierno metiéndose a negociar el arrendamiento de casas es ungobierno odioso. Si el gobierno se mete a subarrendar pertenece a

la plaga más infecta de los caseros. Si el gobierno quiere hacer obrasocial debe establecer el precio político y no el precio económico,y así a la larga el gobierno saldrá ganancioso, porque tendrá una

sociedad sana, fuerte, vigorosa y no una ciudadanía anémica, ende-ble, como la que se leventa en esos cuartucho s miserables,antrosde contagio.

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OTRO ARTICULO NUEVO20 de octubre de 1932

Se propone un arículo nuevo por el cual se establece que, sino se presentare ningún propietario a la primera licitación, en lasegunda licitación se aceptarán las proposiciones más bajas, sin queel valor que pagi: el gobierno por el arendamiento de las casas seamayor del 9%.

Hon. Porras. Yo st que el Hon. Alemán está bien intenciona.do, pero desgraciadamente, está equivocado. Si a los caseros se lesdeja una puerta abierta, por allí se meten. De paso ese artículo es

'seguro que ningún casero se presentaría a la' primera licitación.Ellos han declarado que se conforman con un seis por ciento y yoaccedí a eSa modificación del Hon. Navarro; porque yo quería quenada más fuera el 3% (Aplausos). Pido un voto neiiativo.

Hon. Porras. La consecuencia de la crisis debemos soportalastodos, especialmente los casros que se han beneficiado durante mu-chos años mientras los inquilinos han viviao siempre fregados.(Aplausos). .'Las vacas flacas nos las vamos a comer". (Aplausós).Yo como abogado de los inquilinos digo que ellos quieren rebajade alquileres y no pago para los enfermos y desocupados. (Eso,

eso, grita el pueblo). Pero como diputado digo que nosotros nopodemos echar sobre el Estado toda la carga, porque el gobiernoconfronta también una crisis fiscal que no le permite hacer grandesgatos. Por otra parte. ¿quiénes forman el Estado, de dónde sacaéste sus recursos? . Quien en verdad paga somos nosotros, los con-tribuyentes. Los caseros son como los chinos, tienen una masoneríay no es verdad que ellos en las licitaciones se van a pelear. Ellos sepondrán de acuerdo par saar todas -las ventajas posibles y haynecesidad de cerrarles el paso. Ojal los HH. DO. quisieran salir aviitar conmigo esas mazmorras aunque se tuvieran que tapar lanarz. Es increíble que en pleno siglo veinte y al lado de la obra deingeniería más- portentosa del mundo. existan estas viviendas. pro-pias para animales. (Aplausos). Me dicen que Muler está muy dis-gustado conmigo porque yo lo odio, y que yo odio a los caseros.No señoret, yo no odio a Muler, ni odio a los caseros, yo sóloamo a mi país. (Formidable ovación). Pido a la cámara que niegueel arículo.

Terminada la sesión del día 20 de octubre de 1932.

LA POLITICA INVADE A LA ASAMBLEA21 de octubre de 1932

La ley inquilinara. En dissión el arícuo nuevo presentado

por el Hon. Delgado, que autoriza al ejecutivo para expropia las127

,--

casas que creyere convenientes y necesanas en caso de que laslicitaciones se declaren desiertas.

POTENTADOS EN LA MISERIA

Hon. Porras. Primeramente, quiero felicitar al Hon. Estripeautpor su brilante discurso, mejor dicho, por su elocuencia. Ha queri-do demostrar el c. Estripeaut que el negocio de casas es malo, y enPanamá los ricos nos enseñan muchas cosas sorprendentes. ¡PobrecI-tos los dueños de casas, que tienen años de años de estar perdiendoen su negocio y que deben estar ya arruinados! (Risas). Cosassorprendentes pasan en nuestro país con los ricos. i Estos hombresen vida están muy bien, gozan de una fortuna cuantiosa que ascien-

de a cientos de miles de pesos y cuando estos potentados mueren yse va a hacer juicio de sucesión, resulta que están en la miseria yque sólo tienen deudas pendientes! Los dueños de casas dicen queestán perdiendo en su negocio pero siguen construyendo y siguen

alquilando casas y ninguno invierte su capital en la agicultura,ninguno va al campo a fecundar la tierra, a labrarla para luegohacerla producir y propender así al mejoramiento económico delpaís.

Hon. Estripeaut. Sabes usted, h.c. que yo me he dedicado a laagricultura en una finca de Matías Hernández y que en ChiriquÍtengo una finca de café.

Hon. Porras. Yo sólo sé, Hon. Estripeaut, que usted fue ungran amigo de mi padre mientras éste fue Presidente de la Repúbli-ca, que mi padre fue gran amigo de usted, que siempre lo mantuvoen altas posiciones oficiales' y que usted ha vivido su vida aquí enPanamá, casi siempre ocupando distinguidos cargos públicos. Usted,pues, no se ha podido dediqi. de lleno, como debe ser, a la agricul-tura, porque como dice el proverbio, "el ojo del amo engorda alcabalo". (Aplausos entusiastas).

Hon. Fábrega. ¿Qué se discute, señor?Hon. Porras. Se discute la proposición del Hon. Alemán, Dipu-

tado Fábrega, y usted lo menos que puede ser, es cabalero.Hon. Fábrega. Muchas gracias, colega.

Hon. Navarro. Se discute la proposición del Honorable Ale-mán.

Hon. Porras. Usted sólo saber hacer números y esto es entreabogados. (aplauso).

Los caseros aseguran todos los días que están perdiendo en elnegocio de casas, pero todos los días hacen casas. y si es verdadque hoy están perdiendo en sus alquileres por la huelga del no

128

pago y por la cnsis económica que confronta el país como están

perdiendo todos los comerciantes y todos los industriales, tambiénes verdad que esas cosas se pagaron casi todas en los tiempos delcanal francés.

El caso del Hon. Estripeaut es muy distinto, porque su casano es tan antigua. Apenas tiene catorce años y son catorce años

que lleva de estar perdiendo y ya está arruinado. (Risas). Yo no

censuro al Hon. Estripeaut, porque yo sé que él, al defender susintereses de clase no deja de ser un hombre bueno.. Yo censuro alos caseros que arrojan de su habitación a una infeliz mujer queacaba de dar a luz un niño que mañana va a ser un ciudadano de

este país. Yo sé de un caso en elcual podría dar nombres propios.Hace dos días fue arrojado de su cuaro un portero del InstitutoNacional que llevaba veinte años' de vivir allí y que había sidopuntual en sus pagos. Y yo tengo que censurar yo tengo que vapu-

lear a esos caseros inhumanos y crueles que no guardan para nadieninguna clase de consideraciones. No es verdad que los caserosestán perdiendo en el negocio de casas. Pero si así fuera, ello seríauna cosa natural en esta época de crisis, en que todos los negociosestán malos. Y los caseros también deben sufrir las consecuenciasde esta crisis aunque ellos sólo quieren estar pegados siempre a lateta, sí, a la gran teta inquilinaria que ya han chupado a sus an-chas. El señor Duncan decía los otros días que debíamos cuidamosde los reaccionarios porque en los reaccionarios está nuestro peli-gro. y así es, honorables colegas. Vivamos alerta ante las maniobrasdel reaccionarismo que con palabras melosas pretende sorprender labuena fe de la Cámara y los que ayer le dieron el voto negativo alarículo cuya reconsideración se pide, que nieguen la proposicióndel C. Alemán. Yo no comprendo cómo se pretende servirle a losinquilinos, es decir al pueblo, porque los inquilinos forman la granmayoría popular, aumentando la base para las licitaciones que hade efectuar el Gobierno para tomar en arrendamiento casas queluego ha de subarrendar a los necesitados. O están defendiendo a

los inquilinos y atacando a los intereses del Gobierno o 'están ata-cando a los inquilinos y defendiendo a los caseros. ¿Es que quierentodavía seguir protegiendo a los dueños de casas?

No comprendo en verdad, cómo hay diputados que se atrevena proseguir semejante proposición ni comprendo cómo tienen elarrojo de levantarse en este recinto a sustentar tesis semejante.

Ayer creía al Hon. Alemán, hoy no.

IMPLANTANDO LA DICTADURA

Se propone un artículo nuevo por el cual se faculta al poderejecutivo para que dé cumplimiento a esta ley, en caso de que la

129

junta de inquilinato no llegue a constituirse o si constituida noactúa o no llega a actuar dentro de las normas que señala la prsen-te ley. En cas urgente el poder ejecutivo podrá tomar cualquier

otra medida.

Hon. Porras. Extraño también la actitud del Hon. Morales,porque sé que él se dice hombre de avanzada. He querido prever elcaso de que los caseros no envíen su delegado a la junta pero laredacción del artículo es peligrosa. Con esto se le va a hacer unmal al Dr. Arias y se lo van a hacer quienes se dicen sus amigos y

están cavándole la fosa. Si somos amigos del Dr. Arias, debemoshacerle justicia a los inquilinos (aplausos). Fábrega dijo que yohacía política criolla. Es falso. El es quien la hace dividiendo laCámara en mayoría y minoría para sacar provecho en esta discusiónde la ley inquilinaria.

Terminada la sesión del día 21 de octubre de 1932.

SE NIEGA LA AMNISTIA A LOS PRESOS POR IDEAS SOCIALES

Octubre 23 de 1932

5. El Artículo. El Hon. Porras propone que se considere al artículo

Hon. Porrs. No se asusten que no voy a proponer nada extra-ordinario. Voy a permitirme leer la modificación. (Lee).

Hon. Navarro. Yo estoy de acuerdo con el Hon. Porras, perocreo que su modificación puede ser más bien presentada como unartículo nuevo ya que lo que hace es adicionar el artículo retirado.(El Hon. Porras retira su modificación y lo presenta como artículonuevo, que es puesto inmediatamente a la consideración de losDiputados) .

Hon. Porras. No veo por qué el Hon. Fábrega se extraña de

que nosotros nos fijemos pautas para hacer el nombramiento demiembro dirimente de la junta de inquilinato. Parece por suspalabras, que viviéramos en un país de ultracivilización. Los amigossiempre ejercen influencIa en los amigos y es preciso que, al haceresta designación de miembro diimente de la junta de inquilinato, loexijamos previamente a fin de vencer esas influencias de la amistadque pueden resultar perniciosas. Hay que llevar la tranquildad alpueblo que ya ha oído mencionar nombres propios para este nom-bramiento, candidatos que son propietarios y que vendrían a daruna mayoría en la junta a los caseros. Para elegir Presidente de laRepública también se exigen por la Constitución ciertos requisitos.A Fábrega le preguntan que a dónde va la asamblea nacional. Peroeso se lo dicen los poderosos que están alarados con esta ley, queno le s- permite que sigà explotando al pueblo. (Aplausos). Como

130

el Hon. Fábrega es un aristócrata que nada más vive en los centrossociales de la burguesía criolla y él nunca penetra en el pueblo,sólo oye esas preguntas de los potentados. (Formidable ovación) Esverdad, quitémonos la careta. Este dirimente tiene ya nombre pro-pio; se pretende que sea un pequeño casro, para que luego se

asocie al representante de los grandes caseros y formen así en la

junta de inquilinato una mayoría paa burlar la ley. (aplausos).Terminada la sesión del día 22 de octubre de 1932.

Pide la palabra el Hon. Porras. Grandes aplausos en las barras.El orador tiene que esperar que pase la ovaci6n que se lleva algu-nos segundos.

Hon. Porras. Dice que está emocionado con el brillante discur-so de su colega Ortega Vieto, a quien sape bien intencionado, sano

y amigo de las clases pobres. Añde que es ciert la explicación desu colega en lo que respecta a su conducta relacionada con las

proposiciones que modificaban la suya, hecha en presencia de DonCristóbal Segundo. Yo fui enemigo del decreto 139, dice el orador,porque no encontré razón que lo justificara. Y sigo siendo el mis-mo enemigo de ese documento oficial, que más bien causó perjui-cios a los inquilinarios, cuyos dirigentes fueron apresados injusta-

mente (Aplausos). Considero que la proposición, del Hon. OrtegaVieto está bien inspirada, pero ella, de aprobarse volverá las cosas

al lugar en donde se encontraban anteriormente. Y todo ei:to lohabríamos evitado si se hubieran aprobado las proposiciones quehan sido negadas. Entra el orador a refutar los arumentos del Ho.Fábrega expuestos en la sesión del sábado y, al termiar. las barasle prodigan una fuerte ovación.

Hon. Porras. Comienza por hacer un análisis del artículo 42de la Constitución Nacional, que dice arancó de la declaración delos derechos del hombre y del ciudadano del año 1789. Explicacómo ha evolucionado, hasta transformarse casi totalmente el con-cepto de la propiedad en el siglo XVII y otra cosa muy distinta esla propiedad en nuestros días. El concepto moderno de la propiedades más humano, más juto y responde a la realidad social. Los moldesde nuestra Constitución son estrechos, egoístas, injustos. Ya nadie es,como lo era en el sio XVII, un soberano de la propie-dad se trata. Este tiene variadas y múltiples limitaciones que están

en armonía con la justicia social que quiere no el bien del indivi-duo sino la felicidad de la colectividad. (Aplausos entusiastas en lasbaras). El señor Fábrega, mi colega el Hon. Fábrega, sería el pri-mero en llamar a un policía si un chofer le cobrara la suma decinco reales por una carera en automóvil de Catedral a Santa Ana,

aunque el Hon. Fábrega no va nunca a Santa Ana (Risas en las

131

barras). Y si el chofer no puede ponerle el precio que le da la ganaa un servicio que presta con un vehículo de su propiedad, tampocoel casero tiene derecho a ponerle el precio que quiere a los arrenda-mientos de sus casas (Fuerte Ovación). El Hon. Fábrega se hareferido socarronamente al problema ruso. Pero no debe ser asÍ. Yosin ser comunista, sin querer abogar en defensa del comunismo,

declaro que Rusia, que el problema de este gran país merece la

atención seria la observación reflexiva de los hombres pensantes.

AHÍ se están llevando a cabo formidables transformaciones a pesarde que no era el país propicio para desenvolver todos esos grandes

fenómenos sociales, políticos, económicos, administrativos. Si esagran revolución hubiera estallado en suelo más propicio para desen-volver todos esos grandes fenómenos sociales, políticos económicos,administrativos. Si esa gran revolución hubiera estallado en suelo

más propicio como el del gran país norteamericano, en donde laconcentración e integración industrial, financiera y comercial hallegado a su más completo desarrollo, los resultados habrían sidomucho más generosos y su repercusión más trascendente. Estoy se-guro de que a estas horas el gran Diputados Fábrega, conservador,fuera Bolchevique. Pero con todo y sus errores y sus aciertos,con sus vicios y sus virtudes, con todo eso, digo, Rusia ofrece unamplio campo de observación a las mentes abiertas, a las grandescorrientes del pensamiento, a los que ponen al mundo en marcha.La inquietud, el movimiento es necesaro en la vida de los pueblos.El movimiento es la vida misma, y lo que no se mueve se daña omuere. (Aplausos). El Hon. Fábrega ha dicho algo sobre el crédito,público. y precisa que me refiera a sus palabras en la cuestión conserenidad, con espíritu amplio, juicioso. Es cierto que Panamá nogoza, ahora mismo de crédÍto, como no lo gozan casi todos losdemás países del orbe. No, es ni remotamente, como piensa elHon. colega Fábrega, que no. haya dinero para prestamos. En Fran-cia y Estados Unidos están encajondos los dineros del orbe. Si nose nos presta, es porque no inspiramos confianza y porque no hayconfianza en el mundo, y al no haber confianza no puede haber

crédito.

Yo hablé con el doctor Arias a su regreso de Estados Unidosy él me dijo ,que sondeó ~ l.o.s grandes capit~ist~s de ~~ y. noencontró la mas remota posibilidad de conseguIr dinero ni siquieraa cortos plazos. y esto ocurrió señores, antes de que estuviera

vigente el decreto 139. Esto es el resultado de la saturación econó-

mica mundial. De las inquietudes, del fermento. de la levadura

revolucionaria, de la bancarrota del capitalismo, ya caduco, gasta-

do, generador de guerras, de muerte, de ruinas. El capitalismo esconsecuencia, es hijo -hijo legítimo para halagar el oído del Han.

colega Fábrega- de la libre competencia, postulado fundamental del

132

liberalismo. Pero como el alacrá de la fábula, el capitalismo secomió a su propia made y de alí que aparezcan las grandes con-centraciones, los trusts y careles, la integración industrial y comer-cial.. en fin. todo aquello que ha provocado la crisis actull. y comer-ciL. en fin, todo aquello que llaman de superproducción, porque

en los Stocks y almacenes duermen productos fabricados. (Aplau-sos ruidosos). . ¡Si nosotros pasos por la avenida céntrica1 nuestrabrillante avenida central, veremos todas esas tiendas y almacenes conbaratilos de telas a real y zapatos a peso y exclamamos: quésuperproducción! Pero si hacemos un recorrdo por los bariosbajos, por esos que no visita el Hon. Fábrega porque hieren su finoolfato de joven arstócrata (risa y bula en las baras), es decir, porel Marañón y el Chorrilo, veríamos que los niños andan en haraposy descalzos, las mujeres llenas de remiendos y los mismos hombrescon pantaones remendados! (Formidable ovación en las barras,vivas. al orador). ¿y esto por qué, si hay superroducción, si todoestá barato? Es que los pobres no tienen dinero para comprar niaun a bajos precios. Su poder de compra es nulo. Todo esto escrado por el régimen capitalista hijo legítimo de la libre compe-tencia, del famoso laisser-faire, laisser-passer de los liberales. Espreciso pues unir nuestros corazones, levantarlos y no ser lo que

decía el viejo Hobes: Homo homini lupus (El hombre es un lobopara el hombre). (Grandes aplausos. Delirante entusiasmo de las

barras. Vivas al orador).

DE COMO EL "BLOQUE LEGISLATIVO PATRIOTICORESOL VIO AYER lAS OBJECIONES DEL PODER EJECUTIVOA LA LEY INQUIUNARIA DICTADA POR LA MISMAASAMBLEA.

10 de noviembre de 1932.

LA VOZ DEL LIDERHon. Porras. Considero que este arículo es injusto. Siquiera

debe señalarse un sueldo el miembro de la junta exigirá que dedi-quen todo su tiempo al estudio de las cuestiones que é~ta t~ndráque resolver y si no se le asigna, un sueldo i.0 p.~dran ejercer

eficiente mente su funciones. (Despues de breve dlScuslOn, en el queel Diputado Ortega Vieto defiende con valor la idea del DiputadoPorras, se aprueba una modificación del Dip';tado Alemán,. por lacual devengarán sueldos de B/. 125.00. los miembros de la Junta,. aexcepción del nombrado de la terad, de la Asamblea de propie-

rios).

Se aprueba y adoptan los arículos 40, 110 Y 210.

133

NO HABRA REBAJAS DE ALQUITERES

Se pone en discusión el artículo 22, presentado por el Presi.dente de la Repliblica, por el cual en vez de conceder la rebaja de

alquilerp.s como establecía el arículo primitivo se decreta la mora-toria en el pago de una parte del precio de los arendamientos.

134

La nueva leyde arriendos

promulgadael 4 de octubre de 1973

GACETA OFICIALORGANO DEL ESTADO

AAO LXX

CONTENIDO

Coiujo Naciona de I.ion

PANAMA, RiPUBLICA OE PANAMA, LUNES 22 OE OCTUBRE DE 1973

Vivie, la Dirección Generl de Anendamientos.

No. 17.456

lIy No. 93 d. 4 d. Ocubr. d. 1173, por .1 CU" Mdldln msdlcsi ..,.re los IrrllMmi-AQS y M ... in elMlnlih,lo do Vlvlendi, lo DI._16n G.' daArrendimlinto..

lIy No. t4 de 4 di Ocu.. de 1 '73, por ..10 do l..u.i .. iitible.. y "". monto II Contrlbu.lOn deMljor.. por v.lo.laIc16n.

lIy No. 95 de 4 di Ocubre do 1 '73, por II .uel ..'o,llmlntl el D8rrollo di i.s Ar... Sujeti. iRenovl.16n Urbeni.

lIy No. 9& de 4 de O.tubro do 1'73, po, II .uil ..modlfl.. 01 Por"rifo dol Ntl.ulo I de 11 lIy No. U'di18 d. di.limb.e de 1.81.

Loy No. 17 do 4 di D.tubre di 1 '73, PO' le .ull ..IIb... 11 de..uento oblli.torlo P'" .1 PIt de L.vlvlend..

Loy No. 118 de 4 de Ocubre do l.n, Po' o, .ull ..",Isminb el pro.lClmllnto P'" .ondin.. o 'ollllllbr..... in 're.s urben...

Lo)' No. 9. di 4 do Octubri d. 1973, po. 01 .u.1 ..modlfl.i lo. .rtí.ulo. 29 y 30 dil Dereo de GlblneteNo. 217.02& di Junio di 1970.

lIy No. 100 di 4 di Ocubre do 1973, por ii cuil ....tab_n ixinclono. de ImpUI.tO. P'" c... o idlfl.iosdtslnidou Hibltaclone. popul...s.

lIy No. 101 di 4 do Octubro do 1973, Po' II .u.IMIClclon. un .Clpltl.1 ortl.ulo 708 dil C6dl,0 FIIcI.

Loy No. 102 do 4 di Ocubre di 1973, por ii ,ull M... un. oxen.16n do ,"o diiimpuelto de ."....Ion..IIlrlltarlll y Doniclon...

lIy No. 103 do 4 11' Ocubri di 1973, por L. tuil ..rifor",. 101 .rtl.Ulol 10. y 80. de L. Lo)' No. 10 de 2' d..niro lIe 1173.

Loy NO. lo. di 4 di Ocubro di 1"3, por L. .u.i ..mo.",. el Ntlculo 3J del De,oto di G.blnet. 238 de 2da Julio di 1170.

Avl..S y £dlctoi.

Caiseja Nacianal de Leiislaciíi

DICTANSE MEDIDAS SOBRE

LOS ARREDAMIENT

LEY No. 93(de 4 de ocbn de 1973)

Por ia cuai se di lI -i lotnndamlento y . .. . el Mi de

EL CONSEJO NACIONAL DE LEGISLACION

DECRETA

CAPITULO 1ARTICULO 1.... Ei de orden público el

airendlento de blene inmuebles paicnlaeide,tinad08 para habitación, e&blecimientoscomercialh, uso profesional, actividadesinUltr y docentei. que øe reøla por medo deei Ley.

ARTICULO 2.-' Esta Ley I'la. igualmente, lossubandaientos y se aplica al arrendaiento decus Y apamientos amueblos.

ARTlCUW 3." Se excluye de la aplicación deesta Le aquellos bienu inmuebles arrendadoscuyo Clon de aindamiento sea establecido pordía, tale s como: hoteles, moteles, ca dehOlpe y pellonu. Las vivienda en los centrsde verano que se arendal1 por temporada tambiénquedan ftcluida, siempre que el téino dearndaiento COn la prórrogas si éste es el caso.no _ sUperior a seis (6) miises.

ARTICULO 4.- No se podrâ 08.. elarndamiento de los bienei inm uebles a que sereti..e eata Ley, por razón de raa. estao civü,sexo, naiilidad, lld, color. credo político oreü80, o por tener ni0i ill aindtao.

ARTICULO 5.-- Todo contuto deaøndamleoto deberâ formal.. por escrito enformat sumintrados por la Dicción Glnerl deAneAdientos, y' tlprearâ: fecha. nombres.IIdoe, números de cédula de identidad peiily dollilos de los contratantes; el bien inmueble o

pa del que compnnda el arendaminto, coilexpriiiión del número, calle o plaza ycorreiiniifnto en que l!té ubicado; nÍlerocaal dii la tica, tomo, y folio de su inscripcióny ~ifra otras indicaciones sobre la misma;valr en di..o que iepresenta l! canon dean--nt, auiiue se convenp el pI en""ids o en etpeciiis distinta; el téino deduilón; y el detio que se le da al inmueble-lo.

ARTICULO 6.-' EL ARRENDADOR tiene laoblón de entrll a la Dición Genera deA-nto de MiiS$o de Vivind, detrode lo ci (6) dias hábi.. 8Iientel a sU fia.un copl de too Contrato de Arndamiento queee. La omisón del. Anndllor de presentlcop de Conlnto, o la Iltiva del arrndatao afl C1 l- ocupando el Inmueble, seri-- de 8Icln de &eu..do CDI lo estab1ido en

137

2 Gacta Ofc_, Lu 22 de. Octbr de 1973 No. 17.456

GAETA OFICIALO"GANO OIL UTl\

DI "ICTO"Hl'MRERTO SPADAFORA P

O'ICIH..,Edito," R....oci(i. S..... VI. "-m_. do c.l- (Vio..H.,mo..1 Tolflono 81... __ Poi," .~P..mf. I-A Ilúli.. do P...

AV_IOlCl y O'MI'ICACIO"Di_6f GM .. 1_P.. ___ _ lla _.."...--io..

IiW_, 8 _, In '1 -u"', ~i.0in .. ii _ri, a,..o

un _ .. la -ul", 8/.10.0'n.. l!.., 8/.12.0

TO'_ ..OILANTAD_ ....., llO.l . /k1_.. I1 0f.. do _ do,_ 0i_. .._i- EIO .._4 ia.

"&1 ley. La dll,.clo- de es iiículo tabiénle apUcn al Nli.

ARTICUL 7.- No le coiWø vilaión decontrto de lImiento, el heho de que en una.. øend P" habitaión, mi OCUpBtelej el otio o preión del cu devan IUinp!, lImpr que el ejericio de éltol no viledilpolÎcione le vinte, ocuione pallciolles li urendar o pebe la paz ytraquildad de 101 vecOl.

ARTICUL 8. Tod la C8 destiii.. plhabtaón deben reni lu condiciones de line,saubrida y iiøuda pniltii en la Ley.

ARTICULO 9. Nlniún contrato dearndiento o la prárp de él, poá ceebranpor un téino menr de tri (3) moi; elarndatao tendr derho a que se le prrroge,por 191l téino, en CI de que al vencene elcontrto -i~_ li día en 1\1 pI" Si el_ndador reh\liire rebi el import de caonde arrendamiento, el arrendatario podepoiltarlo en la Dirección General deArndaientoi del Minteo de Vivind. Laconitanc co_pondnte que .. le .pldacltø ha vefi IU pa Y pl tol10i el Iel .. entendeú prrropo elcontrto.

ARTICU 10.- El té da durión y el deprórro,a del coiuto de Imndieto esobtoo pl el ardaor y renwi pa elarrendatario en cualui timpo, øi otobn que UD avi pleo.El _ndor debe notca a la Diiónc- de Armito la prp de toocoiito -l lo esblido ID el Aricu 6 dees Lay. La omÎlÓl de .ta iitUÓl DOafta la prón autoniUc del COntn.

ni

ARTICULO 11. El caon de arndnt lepap po mei venc.ARTICUL 12." Qued prbi eii. de

arendao retrbuciÓl alna en cualquel foraqu &t .... fuer del import del ca dearndieto corrndte.

ARTICULO 13. En 101 Coiitral deAndato que 11 cilabn a pa de lavlnc de es Le, es obi6n de tooardatao llo li uc_ que establ elMinteo de Vivei, CO po conduct delarrendador Una iuma i,ual al cann deiiamieiito en con de deto. EI IWierá entfe,.da a la DIreón Ge deArndaieto del MiDo de Vivnd, a cuyoca ..ta 1\ control y mlljo, y ii develt .iU depolitante .1 terminar el contrto dearndaieto. iivo el cu de reo po iide prpio de c4_ iieuda o daOlcaullOl po el ardao dititO a aqUeUoidebiOl ti \l o de noral de 101 bii-;..tal c1reiici de iir debidaencoproba.La Diii Ge.._ de AriliitOl de

Miteo de Vivida re-ita la form yfecha en que debe \lerican l0 dellto a quese rell este arícu.ARTICULO 14. No podr esUpu ID l0

cootratoi de arndieto:1. La obln pa el arndtao de P9 el

caon de arndal.to po adtao;2. La obn de pi cualquie mma

adloll al caon de arndamieto estipudo enel C6nbato; y

3. La reuncia a cura de 101 dlbOlconteniOl en lu dlipone de esta Ley.ARTICULO 15. Son nulai y, po lo tato, no

obl a 101 contrtate, lle le ixprlell enwi contrato de aramnto o en otr patocualquiera, 1.. stipulaloi- que impluenl'Dun dimlnucln, aduiiión O dejaión dederecho aliuno reconocido a favor delarndtao.

ARTICULO 16.- A pa de la vløncla de esLe 101 arndtaOl de eccloi de arndnúntoq u e .. incon al Rémen de PrpieHomoii tend prfenci en li opeiide compra" ven&l que le veruen IoIm el biiiuebl objeto del arndamiento. La opcin quepOI .. medo.. Øltae a favo del arndtaotenc UD pl llimO de iio&l (90) dí... Siel arndtao DO ii UIO de la opión y dabiabdona el Inmuebl, tend deo a¡our delo plal que se esblen _ lo Arícui 47 Y48 de "ta Le Y el arndiior nO po vendr aun peDa ditita a UD pro inferiOl alIOliO li ardao. El Oqo Ejutivo..-ta la forma, reOl y coiiloi-pa el ejo de es deo.ARTICULO 17.- En to 10i _ de ve&l o

tr por cualquie ot titu de UD bieiiiiuebl dao ID arndie$o, el copr oiiuita qued obU a i- 1.. cOltriide IIleiito _iinte cehnOl po elveor, lire y cvo DO vaylD en coiitl de

~ta 0f i- 22 .. 0e de 1973No. 17.456

i- ci de .ta Ley.ARTIUL 18.--' Loi lil.nl DO ..

-- 101 clbo que l\ 41 10 c--de amto 08 41 __o _ i-Ioii~ de.ta Le.No -- lo di .. .. i- ...

el eóyu. .. o pi.... .. c- ..de c('-~..l.w. .. .. _ .... ~~ "",eD c-i de Il-l de .. .. .. _ &olo deie Y ~-. .. .. . ~ . 41ceebra un nuev coÚlto de _~~.a--.Iiualmente, CI po i-_ ;111$'-. ..arndata ii mude -i ÎRu., lo ,...convivan con él pod IUbr.i en 1.. clY obliio;na del co;ntrto.

CAPITULO 11DE LOS SUBARRINDAMD:NT8

ARTICULO 19. To;do Contrato deiubarudaiento deberá conta lIenpi coa elcoolOntbniento previo y expielO del urenr.En los contiatos de lIudaiento de loeicomerciales, pmfeiiønla, indu y do..,no ierá válida la clU1U1a que pr eliubundiena.ARTICUL 20. Lo __ iD.. po

iubanendaue total o parelal..e.te. 1IIUl--ito -i -- lOa. .. ..Inueb COl li de 1M __ ~ If~ .. a l0-i0l Y i- .. .. __ _ ..i-i-. El IU..I-..- . -l. ,. .. -lde uu o _ ii ,,_ o lo y _..peARTICULO :no u -ia.. .. .. ..... -i li .. .. el _...eanon de arrenda.lento. . '" L'" r ..-l .. qu ... _ ..de _ .. 1I1111.iI que .. .. ..benell ~ ,. .. -i o _beneficio dI pu .. ...."-....ar. LodI .. ... udwl li i. li1Idlai- a lo lo CO ..' ib .InUl Y do...

CAPTULO WDEL TRPAS DEI8ABIMIBNTOCOBRC. PROPBONAL,INUSTIALI8 y DO

ARTICU 22.- In lo _ 41 i. qu. acuip títu .. -l 10'" i- outableciiiientoi co..erclalei. oficinaipife, o -iliio ii ydoc.. ubl _ 10 blii Inue a qu ..retl .ta Ley, el adqui de .. leI\Ii en 101 clbOl y obl_ oaidel connto de arieto. El urnotificará por escrito al in.., a 1\apoderado, o MliiÌltr, 1\ deón del- .. elblimto.

CAPITLO IVDEL ARRENDAMIK Y 8UBAaRDAMmN

DI CUARTO y ÂPARTAMIIAMUI8ARTICULO 23. Lol lliil- de

8

cuartoi. aparta.le.toi o _ -iu.1i0l-...01 i- i-ló .. .. po l0pI de 101 i-iculOl de -i caíiu y la~C':l .. (~ aea Le. .

ARTICULO 24. En 101 Contrat deAø "1 r io a que .. i- .. caítu .... ..-i la ,. de i- de..to coirndti . la viYad y al--~"'."1.ARTICULO 25.. La pa del can de__-o i-ti .. in no poá.. .. a-porl de caon .. ariientfI .._te coirii a la vi Si.. de ate líad, .. ~tao. miticonUnúe vl.te el ur po pe la nrnde coto. dI.uo; IN.... lÓ i-de la ..da aí como el -il. de iall que ii_te IN'" abona el_da por ta concpt.L.. Dirección G- de AitOClIe la ta pi el cobro de la pu decanon de arrendaiiiiii colfndte amllARTICULO 28.'. 81 iu mute olnii 1i mol .. al arnio,-. .. .n el iito. po eidp de.. .. eo_io de aq Y .. rointeode i- "W"iiilT- qu iate le bublniii por di ea_.

AlCULO 2'. El Mlo de Vivinda%. -... lo _ _ qu .. ml a que 18.. caítu po .. ..ad.

CALO VQKGAaol8 y l-

D8 ARADAITl 28. El ar -i obo a:1. o- el bl liii uriidO en

--~-.. .. y de .. adua .ji .. 1M odClu pú condlnl-¡L. .. ii i-- i- a fi de-l... _i- -i Y _ ii-io_- .. di -ili i- el U-Ð . qu li lÎo"'--.-r~T;a. 'rorro..r o iubrolar el contrto de

..i-to de acueo con ia ctio._qua .. at Le¡.. Gar al aiantao en el IO paíßco;

de bie lDin _nd por to el tiempode ool-;

5. Pr al ardatao al Ilniiitr de llapo..; .8. ..ii 1i alin y lipiez de l. R-8

CO_ ta coo: paOI, ZI8, elalerll y-ií1¡ y7. Entre,ar a 1' Dirección General de

Ai_ll.,io de Mhiio de Vivienda. unacopia f1 de ca contrto de aiendaiento,ue celibre, y notlflcarle IU próop oIUbin.

ARTICULO 29. Serán por cuenta delpropietario 108 iastoi que se ciulen enClÌI de 1M obüloll que le ei pniii- 1i Ailo anteor.

,,.

4 Gaceta Oficial, Lunes 22 de Octubre de 19i3 No. 17,456

ARTICULO 30. El arendador tiene dereho a;1. Percibir el valor del canon de arndlento

en las fechas estip..da en el contrato;

2. Recibir el mor del canon de arendamientomediante descuento directo del salao delarndataro en la forma y casos previstos en laLey,3. Solicitar el lanzamiento o notificar el

desaucio del arrendatao en los casos previstospor esta Ley y por lo. Reglmentos que de ena sedicten:

-l. El pago de la reparaciim de los daiios oauiidosal bien inmueble arrendado por el arendatariocuando aquellos sean imputables a éste; y5. Al pago del canon de arrendamiento del

F",ndo de Asistencia Habitad.mal en los casos queello proceda.

ARTICULO 31. Por motivos de i",teres socialurgente, el ~bsterio de Vivienda podrá ocuparInmediatamente, en calidad de arre:idamientotemporal, cualqui..r bi..n inmueble que se..",cuentré desocupado. En estos casos. lospropietarios están obligados a c..d..r al Ministeriode Vldenda el uso del bien solicitado.

Cualquier ado u omisió:i del propietaro ;)cualqui..r penona t..iidieilte a evitar elcumplimiento de lo que dispone este articulo. seráswicionado de acu..rdo con las diSposiciones de estaLey.

CAPITULO VIOBLIGACIONES Y DERECHO DEL

ARRENDATARIOARTICULO 32. El arendatario está obligado a:1. Pagar puntualmente el canon äe

&niidamiento estipulao o a depositario en losténmnos del Ariculo 9 de esta Ley. .2. Usar el inmueble airendado única 'y

exclusivamente pa los l5nes que establece elcontrato de arndamiento, con excepciôn de loeitipu~o en el AríclÙO 70 de e8ta Ley;

3. Cuidar y consivar el bien inmueble arendadoen el e8tado que le hubiere sido entregado, siendo

respo~ble. de los deterior?s cau~ados por su culpa

o negliincia y la reparacion de e8tos serán por su

cuenta.4. Comuncar al arndador. en el más breve

pluo pOllble. cualquier perturbaciôn. uiurpaciôn,o .1I0S que se cause al inmueble arrendao'

S, Tolerar la realzaciôn de la rep~cio,.ie.urnte. o nec-I del inueble arndado. Encas de que, preia aprobaciôn de la DircciôflGeneral de Ammdamientos del Minteo de

Ylvienda, el arendatao deba desocupa eliamueble par efecuar repaciôn, se 8l1lendenlo. efeeOl del contrato y del pa del canon dearrdaiento durate todo el tiempo que durenésta, y tiene derho a rqr al inmueble. unavei "'ID terminada y no .. podá aumentar elpreo del canon de arndaiento.6. Periti al arendaor, pre notlicaclôn

que ree inpeciones peódca al Iiuebl~amndllo y ':erfique BUI condlone, a fin dedetein lu repaelne de conaivaclôn; y

'7,' Entr el bin Inueble amndao en lu

140

mlsmaø condiciones que lo relbiô, irvo losdeterioros ordinaros. imputables al uso y a laacciôn del tiempo.

ARTICULO 33. Se prohibe a lo. arndtaosefectuar mejorll o cambios en las divliiones oestrcturu del bien inmueble arrendao, .in elcon..ntimiento previo y expreo del arndador.

ARTICULO 34.-' El arndatao tiene derhoa:

1. Ullr el bien inmueble arendado, de acuerdocon su de8tino, pen todo el tiempo que dure elcontrato de arndamiento. savo lo di.pueKto en elArticulo 70 de esta Ley;2. Que se le prorrogue el contrato de

arrendamiento al tenor del Articulo 90 de estaLey; y

3. Que el arrenc;dor realice la. reparcionesnecesariaø del inmue.ble arrendado y ..sinstalaciones.

CAPITULO VIIDEL-cANON DE ARRENDAMIENTO

ARTICULO 35. El Miiùslerio de Vivienda, coael fin de asguar a los arendataos un cano." dearreiidamlento ju.to Y a los propietao. . unrendimiento razonable sobre su i¡¡versiônreamentaá el caiion de ariidamientçi d.. lo~biene. inmuebles a que se refiere esta Ley.

ARTICULO.36. A patir de la vigencia de lapresente Ley el canon de arrendamiento de todoslos contrtos de arndamient" existe'ite. o elcanOn de arendamiento de todos 101' bien.si..muebles arendados donde no existan dihoscontrto., ..rá iiial a aquel que se piiba el 31 de

diciembre de 1972.

ARTICULO 37. El aumento del ca~lon dearendamleiito 1'11 contravenciôii a las d1po.icionetde e8ta Ley no obllprá a lo. arendatao..

ARTICULO 38. El Miiurio de Viviendapodrá autorizar aumentos en los co.tos deoperación o mantenimiento, o si. por cualeøqulcraclr.cunatanciu la tasa de rentabUldad desciende pordebajo de un nivel coniliderado justo y razoiiable.La autorización podrá afecta a todCl. i.)sinmuebles en airendamiento o a determinadossectore según su u.o. localiiaciôn. tramos decánone8 de arendamientø u otras carcterísticas.También podr haer autorizaciones individ\iale. asoli,,tud. de los arrendadors en el. cuo de mejorasal. bien inueble que pemitn un mejor uso delml8mo por par del arndatao o cuaiido elarndador esté incurrendo en pédida..ARTICt:LO 39.' El Mlnlterio de Vivienda

reBientl' el procediiento para cumplir. con lo

diuesto en el ArtíclÙo anterior.

CAPITULO VIIIDE LOS DESAHUCIOS Y LO LANZAMIENTOS

ARTICULO '10.- Nin¡ arenddor podrsolicita el \iiento de un arendtao ampaopor esta Ley, .ino en 101 cll en que .ta mÎ8maLey y iu. re&lentaiÓl lo contmpleii.ARTICULO 41. No procerá el liinto

por mola de un bin inueble d.tio paa

No. l7.456 Gal- Ofi.i. Li- 22 de 0e de 1973 Ii.Yi cu el __ti o .. l- qulWta con él no ..tá en eoiiione iide paiar el canon de arren porened, falta de trlNo o por la eu deot fuente de biiii nO ..l, COque debe &er debidamf!te eomprl- por laComwón de Vivnda repetiL

ARTICU 42. Trtádo&e de local de IØcoercia, biduitrial,profesona o docente laaccione. de deBlucio y laiento øerácompetenc de la jiødción or-i deacuerdo con lal ley.. iepetiv. y COn lo dipueøto

en e&t ariculo.

Si ocurre táta reonducción el contrato Beconvier en contrto por tiempo bideti.

E.i estol Clli IIrá cauiieø de lanto losque establece el cÓd Civil y. CUdo el contrtoBea por tiempo indefiido, sein c:u.. dedeBlucio la silUiente:1. Cuiuo el propietao vay a utiiz ellaç

para fin com..cia. induitr, profnna odocnte, lo que comprobaá en la fora pø enel Ariculo 50 y iieto a la lIioii en éleøl-bleida ;

2. CUdo el iiimuee le venda a alna penonade deru:ho público o a una intituión priada de_tencia soia;

3. Cuado lea Îipreicindibl repaa' el loc y dello con cerado de Iiinlria w.ipreulte neeala clpaión,y

4. Cundo el propietao Be prponp demol oreonstrir el bimueli, pivla prntación de lospennlii colT.pondintel.En C8l de laianto por mora la collnen cuqui .ta del juiCio de i- -i_

adeuda.. da Iiir ala tehiión del juic. Seentiend que exilte mor cuado el caon dearrendamieto nO se pIe dentro de meaiiiente a "" veneimianto.Cuando el inueble fu_ venddo, el nuevo

propietario deberá iepe .. oon&ito dellenieto vlante l-ta la expiión del plopacl-do, liinpr que le hubi pinlao conanteori copi ck catato al Min deVivlende.ARTICULO 43. Los d-lucios y lanto

relatio. a vivie a i- de la vi..ncl de eataLey øerá de compeencia de la Comii- deViviendARTICULO 44. En too lo conceente a

deBlucio y laiento de vivinda Be Kliilr elpronto eøtableido en ..ta Le.ARTICULO 46. i. soliitud. de clucio o

liamlento se tramitaán conforme el llnteproceimiento.

El arrendador preientaá la ..licitud dedeucio o laiento acompaa de una copiadel contrto de arndamiento cOiTndte ycecao de pa '! salvo del inueble.

La Reluclón que adita la solicitud dede sa b ucio o lanZlnto ie notificarápenaeite al arndo dentro del téi-no docunta y oco (48) li. En eu de DO lerentro, la notUión .. lllVe po laComÎ8 de Vivie -i al domicii. En diCha

i-luein Be fi la fec en que Be eaclu a1M pa y Be ~ta las preba.La Comiión de Viviea tendr un plo de

quince (15) dias hábil"" pa i-izar lainveltio_ y pronuncia su falo y dictar larIlución oorrpondnte, la cual no admitirár8i. de reocatoa o apelaión.

ARTICULO 46. Solo ii admitiii la soliitud dedeiucl cuano el propietario nee.itare elÎI\muebl llendao pa su uso pesona o deal miembro de su familia hata el tefeer gradode COnsaliuinidad; o paa su demolición yconscción posteor de un nuevo ediicio, lo cualdebe ser debidaiiet oomprobado mediantedeión jurada del 10licital1te o la presentaciónde peis de demolición, selln el CaBO. Eii casde que el solicitante o el familar no ocupen elinueb denlro de los tres. (3) mess siguientes ala reiolución que decetó el desucio. elno..e Berá saiicionado con multa hasta de8/.1,60.00. sin excluir la bidemniaeión a la cual

po se condnado por los danoo y peiJuieloscal.ARTICULO 47. En los casos a que se refiere e!

arículo anterior, el a!lendatao teiidrá un pliuolmro..ble pa desocupa de un (1) meo porca doc (12) me. de haber P8Jdo el canon de_iiiento; en todo CaBO eøte plao no podráse _or de un (1) mes ni mayor de seis (6)ii Par 101 efecos de ""te ariculo, el plazo secomen a conta a partir de la fecha denotican por earito.

Que prohibido al arndador arndar, o alfamilr que ocupe el bimueble subaendar a

pena ditinta. EI prohibición estaá vigentepor el tínnino de dos (2) años contados a parir dela fe de deøpación por el arendatariooliai.

ARTICULO 48. Pa lo. efectos del ejerciciode deo que le eøtabiece en el ariculo a,:teriol',el ai..tao podá optar por pemWieCCr en elinmue arndado, sin la obliión de pag elc-i d, ardamiento durante todo el tiempo aque te derecho f! razóii de la antigiedad; opodrá optar por alidona el inmueble Y. en esteea, el eindador deberá paprle Una iuma igual ala que COpond por cada mes a que teniideio po ..te concpto.

AR'ICULO 49. Sólo se admitirá solicitud delaiento por mora C\wido el arndtaodeja de JI el canon, de arrendamiento por doi

(2) (l mi melS, coll excepción de IOi CalOscoiil.mplados en el Ariculo 41 de esta Ley.

ARTICULO 50. CUdo se hubiere Agotad e lostráit corpondientes y iia necesario realzarefectivamente el lanZliento, se oblrvarin' las

lÎientes preripcion"":1. El afectado se encarllá de depositar 108

mueble y ensres en el IUIl donde lo estimeconveninte ;

2. Si en la c_.. liabitación objeto de la diligenciaaiate aJn enfenno, Be citaii a un médico paraque dict sobre el trudo del mismo,.~we en tato lu düiieiiciai;y

. En eu de que el arrendatao nO deBiiie .1

141

GGaceta Oficial. Lunes 22 de Octubre de 1973 No. 17.456

lugar en donde deba deposita los muebles, éstosseran depositados en el lupr que indique laDirección General de Arrendamientos delMinistro de Vivienda. El Ministerio de Vivienda re-glamentará esta materia.ARTICULO 51. En nilÚn caso, en lostramites de laamiento que recaigan sobreinmuebles destinados a habitación se podrásolicita la retención de bienes del arendatario ode las persnai que convian con éL.

CAPITUW ixDEL FONDO DE ASISTENCIA HABITACIONAL

ARTICULO 52. Créase un FONDO DEASISTENCIA HABITAClONAL con el fin degarantizar al arrendador el pago del monto delcanon de arendamiento en los casos contempladosen el Artículo 41 de esta Ley, Y para la reparación

de los inmuebles a que se refiere el Arículo 31 deesta misma Ley.

ARTICULO 53. Este Fondo lo constituirá:1. El quince por ciento (150/0) de lo quii

produzca el Impuesto de fabricación de cerveza. deque trata el Articulo 896 del Código Fiscal, una

vez deducidai las sumas comprometidas pa;a cubrirobligaciones pendientes;

2. El producto de las multas que imponga laDircción General de arrendamientos del Ministeriode Vivienda en ejercicio de las facultades que leotorga esta Ley;

3. Las wiiguaciones presupuestaas que parestos efectos establezca el Estado; y4. Cualesquiera otros Iniiells provenientes de

Instituciones Públicas. Municipios. o fuentesprivadas.

Este Fondo Slrá depositado en el Banco Nacionalde Panamá en una cuenta denominada "FONDODE ASISTENCIA HABITACIONAL".

ARTICULO 54. En el cas de iiiora por lascausales contempladas en el Arículo.41 de estaLey. los cánones de arendamiento adeudados leserán canceldos al arrendador a su solicitud. através del Fondo de Asistencia Habitacional, hasta¡iOr un período de seis (6) meses en cada cas.'''lItado a par del último pag efectuado por el.il1el1datario, savo casOs excepcionales.

Siempre que subsistan esta causaes, elMinisterio de Trabajo y Bienestar Socia tomará lumedidu necesas par la asistencia de éstosarndataos.

ARTICULO 55. Los cMones de arendamientoque se pagen de este Fondo serán a título depwtamo al arrendatao y éstos no causaránintereses. La Dirción Gene de Arndamientoslel Minilterlo de Vivienda reglmentará la forma~omo el arendatao reeinbol8ará estas sumas alE/ondo.

CAPITLO XORGANISMOS ADMINISTRATIVOS

ARTICULO 56.' - Créa dentr del Ministeriode Vivienda la Dirección General deArrendamientos que tendrá las siientesfunciones:

142

1. Proponer nOnnWl y reglentaciones Ilbr losc"'ones en concepto de arndamiento y depósitosde gartía.2. Elaborar programas, l1allar estudios e

investigaclones y preparr informes relacionaoscon la \!vienda y demás locales de arendaiento;3. Vigilar el cumplimiento de las

reglamentacione establecidas relacionada con losarendamiento.

4. Coordiilar, dirigi y superilar la labor de laComislon.. de Vivienda;

5. Trmitar y decidir quejas y confictos entre losarrndatarios y arrendldores;

6. Velar porque los depósitos de garantía sean

efectivamente consignados y manejados confonnelo establece esta Ley;

7. Suministrar a los arendadores, previo el pagde suma que se fije, tipos de contrtos dearrendaiaiento preparados por el Ministerio deVivienda;

8. Revisar, controlar y iie~ar un registro rigurosode todos los contratos de arendamiento;

9. Ordenar la modificación de los contratiJl dearrendamiento que no se ajusten a la Ley;10. Autorizar el alza de los caílOnes de

arendamiento con sujeción a las disposicioiies deesta Ley;11. Administrar el Fondo de Asistencia

Habitaclonal;12. Presta asistencia y adiestramiento a los

representantes de las Juntas Comunales a través dereuniones y seminarios que contrbuyan amejorarlos en el desempeiio de sus funciones; y

13. Lu demás funcioiies que le seiialen la Ley,los Reglamentos y el Ministro.

ARTICULO 57. Créas bajo la dependencia dela Dirección General de Arrendamientos delMinisterio de Vivienda las Comisiones de Viviendaque tendrán las sigueintes funciones:1. Promover areglos entr arendadores y

arrendatarios para el pago de cánones dearrendamiento atrasd(J;2. Efectuar investigaciones con el objeto de

comprobar los cuos en que los arndatarosdesocupados o imposibiltados para trabajar tenganderecho al FONDO DE ASISTENCIAHABITACIONAL par los efectos del pao decanOn de arrendamiento. y determinar el momentoen que pierdan el derecho al mismo;3. Atender quejas de los arl1dataos por

r~.ol1es de insaubridad o inseguridad de lasvlvlendWl que ocupan y ponerlas en conocimientode la autoridades respetivas par los efectos de laLey;4. Recibir las solicitud.. de autorización para

iiumentar los cánones de arndamiento yremitirlas a la Dirección General deArrndamientos para su tramitación;

6. Trmita y decidir en primera intacia quejaa yconflctos entre arrendatarios y arrendadores;

6. Atender todas las noticacion.. de desucioy. solicitudes de lanzamiento de localeshabitaciona¡ y .

7. Loa dem fun~lones que le señalen la Le. losReentos y el Mmitro.

No. i 7.45

ARCU 58. El Mliteu de VÏ9po CI i- oomi_ de vile que -l_. .... ,. atde lui _tu ieeun ii CCncEI Cu puán -i pe-l u i-_ elífi.

ARTICULO 59. Lai Comili de Vmeeltarán intearadai pur tr. (3) ~brnombrOl por el Minteo de Vi¥... "1;1. Un re~ntate del Mlnterio de VÎYi.nda.

qui la pi-id;2. Un renta de la Junta Comll y ?n

iiplnte que lo IMmplnará en ..1 ~i__tepo Y eicoi;i por la Junta Comunretiva; .

3. Un prfellua de Servicio 8o _pel porel Miio de Tnba y Bi So.

81 repreientante de CI Junta Comuniolamente actuar en lo cøl _ qu elan le enuentr dentr de la jueinde BU Couqiento.

ARTICULO 60. En 101 lu.rei doDd DOexilta oftin de Co de Viv l.Inl. po prnta lui CMO a tr.. dela i-tiva Junta ComunLARTICULO 81. Loi miemli de la

Comlloi- de Vivind daán -i por lomeOl un vez a la lem-. paa re~

lo .unto que .. le iom.l a BUCOder.ión.Pa -uona le reuiee la -lllia de lD

..1 miembrOl y ~i1 deolMl .. adop por~YM~. .El reprentate de la Jwita Comun daei

una dieta de 8/10.00 por cad reunin a que uilt.ARTICULO 62. El Mi de Vivinda

..,nta 1M atrbucioii de 101 ~tei dei- Comll_ de Viviend.

CAPITULO XLDl8PICIONJ. FIN ALE8

ARTICULO &:. A pa de la viic de lapre..nte Le y, tudoi 101 contrat~i deiilento e:iiltenle, verli o -into, len-r-i a IU dipoioii. Pa 101 efe de loAnlculo 50 y Su de .ta Ley 101 ar_ta 1~ pla de novta (90) dí..

ARTICULO 64. EIt Ley no .. apar enaqu-i _ en que el Eitau y 101 MWUpÎ- pa.Artículo 85. Toda infracción de i-dilpolielol1el conteni en eM Ley. ';naiitapción de aquell. que teßl uindil.rente. _á -icionada con mul de 8/10.00 a8/.1.00.00 O con penu de ar de trta (30)a noenta '(90) díai. o ambas. La mul leii en la Dición Genera de Arllntode Mio de Vivinda e inpeii aí FONDDE ASISNCIA HABTACIONAL.El DIr Gene de Arndntui delMiterio de Vivieda. aplar en cad Cll la.Ðón condnle. y éi IÓIo ion aplelente el Mitr de VMe.

ARTICULO 86. Para los efectoi delumplleto de 8U func_. el Min de

Gacea Of. i. 22 de Ocub de 1973 7V' citad a i- pell cuya cOml-ia-l -i en atnción al uuntu de que letr, mele 'bota que expn el día, labo.. Y Ð-bo en que deb p..nta. Lubo .. enli..1Í penalmente . la. penacii- y ..i- deberá &m.-la. Si la pelU citadall pu no IUpi o no qulseie fiar, elpoor ch la bole Damn a un teitl, concuyo ..tionio le puede acreta el heo deli iio cli-da. l-naTod el que fi ell. en la foma exll.

.. Cau jullncda, derá compa ,a, l.OftIl del Minite de Vivinda; 11 no lo hiiere.. Má apim-l con mul l-ta de 8/20.00 o_&o _ta de cico (õ) diii por c.. vez que ..Cl la dencla.

ARTILO 87.- A par de la VI81l1a de lap_at Ley, en 101 COnttul de ~ndaentoviiente" cu _lita Clmprll pa el-- ",..oi de pa el OOIlWQO de aa u Olio~..~ el cllon de arndiento compinderaii~le la iuma que le huble .. por elii de amue.

ARTICULO 88., A pa de la Vigencia de iip.At Ley, 101 depólltoi que liayai~ ~er~cado101 __&al ..ni entrela, al MUliiteno deViviend en i- condiioi- y el plo que éitel8al. En lo cas en que iiya IUli en excelOde la canÜd equivaente a un m. de canon dearrendamiento, .tu lerán deelta por elMlio de Vivienda al arendlao que lahubi eilrdo o /l acta al pao delcan de _JIlento ooirndiente.Lo arrnirei que no cumplii con la entrei. .

que .. refier el páafo .1terior en el plaol8al por el MIiterio de Vivienda, .rmIacionaOl con multa eqUivaliite a diez (10)- el valor de la ciitidad retenida.

ARTICULO 69.- TodOl 101 arendaorei queli n aumentado el vaor del canon de_:r_iento del trinta y un (31) de diciembrede mü novecien~ lelenta y dOl (1972) a la fechade l. tnlrada en vincia de eita Ley, qul'l\obOl a devolver o a aplicar a 101 P.i futurosde lUi arndalaoi la ium. cubrad.. por esteoo~. Si el arendador opta por lo primero,te un plazo de Irei (a) me_ para eUo.Eii io CI en que hubiere terminado el

contratu de arrendamiento, el -indadordepoiitará en la Dirección General deAiiiiento del Millterio de Vivienda. anobn del eiarendalario, la tolalidad de las_ Pldu en razón del aum-ito.El -ddor lerá saciona cOn multa de diez

(10) v_ el valor de III suma dejada de entreiir siDO cul1re la obliición a que le refiere estearícu.

El Miniterio de Vivienda iiiíalaá los plazos ycondio_ en que .. hará efectiva la devolución aque le refire los párafoi anteriores.

ARTICULO 70. A par de la villcncIB dI' estaLey, qued derpdo el Decreto de Ga~iiieu: ~o. 3de 14 de octubre de 1968 y tod. las d18posiciniie'qu ..an euntrai. . a eit,a Ley. .,

ARTICULO 71. Esta Ley comenzara a reiir "

'4~

8 Caceta OfcÎ8l, Luna 22 de Octubre de 1973 No. 17.456

pii de IU pi:mulón.

COMUNIQUEE y PUBLIQUEE.

Dado en li ciuda de Piu a los 4 díll delmes de octubre de mîl novecîentos øetenta y tres.

Demeto B. i.Pndente de la República

Ar SUcn P.VleePrdete de li Reública

EU.. C..tîo G.

Prente deli Asblea Naconade Rep_tate de Corrîento

El Mitro de Gobio y "uaticlJua Mateo Viluez

EL Mitr de Rela Eiteon. u.Qioa Ozor T.

El Mitr de Hi Y Tero,Miel A. Sach

El Mi de r.ÓDMadel B. Monno

El Mitr de Ob Públcø, ai.Rolio Cetell

El Mitr de D-o Appeo,Geo Goiiez

144

El MÎßtr de Comøco e lnus,Fendo Mafro Ji.El MÎßtr de Trblo y Biestl SoRodo MurEl Mlntr de Saw:, ai.

El Mlntr de Vivinda,

El Mitro de Plcación yP,;lítlca Económica. ai.

Comisionado de Lelaclón,

Comisionado de Leción,

Comisionado de Leción,

Comisonado de Leción,

Comisiondo de Leción,

Comisonado de Lelación,

Comisonao de León,Comisonado de Lelaclón,

Abram Saed

Jos A. de li Os

Jos Soko!

Marello Jaén

Nilon Espbio

Adolfo Ahum..a

Artides Royo

Rico RodezRubén Dao Heneta

Calos Pmz Hetnta

David Cóoba

ROGER DECEREGASECRETARIO GENERAL