N. Hikami--....La policia declar que se trat de un suicid..- Apagu el televisor, ya saba lo que iba a decir.Me tir sobre mi cama, con una mueca de dolor, aunque poco se notaba con mi rostro inexpresivo. Mir a ambos lados donde me encontraba, buscando algn objeto que me pudiera ayudar. Estaba vaco.Careca de ideas. Me levant y dej que piernas se dirigieran solas, quedando frente a la entrada del balcn. Corr la puerta de cristal y una ola de viento se estrell en mi cara, sin dar siquiera un paso. Camin a la baranda y me apoy, sacando un cigarrillo de mi bolsillo. Sonre de medio lado al pensar que eso rimaba, pero no dur mucho. Saqu el encendedor del mismo bolsillo y lo coloqu en la punta del cigarrillo. Lo accion y Me di la vuelta, tratando de usar mi espalda como escudo al viento y encender el objeto cancergeno que tena entre mis dedos, pero ya nada importaba.Lo dirig a mis labios entreabiertos y pegu una calada y al instante toc. Como la gente poda aguantar esto?. Lo apagu y vi el encendedor todava en mi mano izquierda, una idea se me vino a la cabeza.No, no lo podra hacer, quera ser lo ms discreto posible.Ugh. Por qu suicidarse es tan difcil?Fui a la cocina y vi el desorden plasmado en ella. Grandes cuchillos se asomaban por los cajones; el refrigerador estaba abierto y descompuesto. Tom uno de los cuchillos que se asomaban y lo examin con la mirada, pareca tener bastante filo. Otra vez, mis piernas se dirigieron solas.Odiaba la ola de soledad que se produca en este lugar, lo aborreca ms que a nada en este mundo.Las lgrimas amenazaron con salir en una explosin de mis ojos, pero perd en la batalla. Mis piernas temblaron por un breve momento y ca chocando con lo que pareca la puerta principal. No poda controlar mi llanto, los recuerdos azotabancomo espadas en mi mente, generndome un dolor peor que lastimarse profundamente. Todo era mi culpa.Sostena el cuchillo en una mano, con tanta fuerza que los nudillos se me tornan blancos. Lo mir por un instante, con aire decidido y siempre triste.