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  • JOHN HENRY NE~MAN

    La fe y la raz6nQuince sermones predicadosante la Universidad de Oxford

    (1826-1843)

    Introducci6n, traducci6n y notas de Aureli Boix

    E en~u.entro aedlClOnes~

  • Titulo originalFifteen Sermons preached before

    the University of Oxford (J826-1843)

    1993Ediciones Encuentro

    Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizaci6n escrita de los titular:sdel ,Copyright", bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducClontotal 0 parcial de esta obra por cualquier medio 0 procedimiento, comprendldosla reprografia y eI tratamiento informatico, y la distribuci6n de ejemplares deella mediante alquiler 0 prestamo publicos.

    Redacci6n de Ediciones EncuentroCedaceros,3,2." - 28014 Madrid - Tels. 91 532 2606 Y91 5322607

    I. El talante cientifico, inculcado primeropor el Evangelio 55

    n. La religi6n natural, camino hacia la revelada 69III. La santidad evangelica, plenitud de la virtud natural 89IV. Excesos de la raz6n 105V. El testimonio personal, medio de propagar la Verdad 129VI. LaJusticia, atributo de la acci6n divina 153VII. Vision profana contra visi6n de fe 173VIII. La responsabilidad humana, ineludible 187IX. La obstinaci6n, pecado de Saul 205X. lRazonabilidad debil de la Fe? 225XI. Razonabilidad propia de la fe 253XII. El amor, salvaguardia de la fe contra la superstici6n 273XIII. Fe, teologia y apologetica 301XIV. La sabiduria, contrapuesta a la fe y al fanatismo 331XV. Teoria del desarrollo doctrinal 365

    Para cualquier informaci6n sobre las obras publicadas 0 en programay para propuestas de nuevas publicaciones, dirigirse a:

  • Sorprende que un pais como el nuestro, que viene durante lasultimas decadas alimentando su cultura teol6gica preferentemente contraducciones, no haya todavia emprendido una labor cuyo simple retra-so constituye, par si mismo, todo un infortunio culturall. La plumaautorizada que escribi6 esta frase en 1979, no hacia mas que insistir enla queja expresada por otro ilustre escritor en 1945: de los 36 vohi-menes que componen su obra selecta, s610 dos [en aquel momento: elDesarrollo del Dogma y la Apologia] han podido saborear los espafioles.Apenas algun que Otro articulo de vulgarizaci6n nos ha dado a conocerel influjo de Newman. Sus criterios apologeticos y sus tesis de filosoflareligiosa se han detenido al cnJzar los Pirineos2. Las citas correspon~den respectivamente al centenario del cardenalato y al centenario de laconversi6n de Newman al catolicismo. Es cierto que en los afios quemedian entre ambas fechas apareciL'ron nuevas traducciones de obrasde Newman al castellano (la principal, sin duda, EI asentimiento re-ligioso, 1960). Pero es mucho el tiempo transcurrido sin que pudiera'leerse en nuestros ambitos culturales absolutamente ninguna obra de laprimera mitad de la vida de un autor que precisamente se caracterizapar el

    I Pedro Langa, O.S.A.: IH. Newman 0 el "Augustinus Redivivus", en la revistaReligi6n y Cultura 25/112 (979), p. 536.

    2 P. Vizmanos, 5.]., en la revista Pensamiento I (945) pp. 405-412. Entoneess610 se habian tradueido Desenvolvimiento del dogma yApologia pro vita'sua (Historiade mis ideas religiosas). Poeo despues apareei6 el importante trabajo del profesorAntonio Alvarez de Linera: Elproblema de la certeza en Newman (C.S.I.c., 1946).

  • desarrollo coherente de su pensamiento sobre las bases que estableci6muy al principio de su producci6n intelectua!' POl'10 demas han sidoescasas las obras de su epoca cat6lica traducidas y anotadas debida-mente (creo que la (mica excepci6n, pOl'10que se refiere a 10536 librosde la serie selecta uniforme, son los Discursas sabre la/e, 1981) y re-lativamente pocos los estudios con cierta profundidad sobre su pens a-mient03. POl'eso el autor de la primera cita podia anadir sin ambages:Lo importante esta pOl' hacer. Necesitamos la traducci6n completa delos escritos newmanianos con introducciones y notas criticas que intro-duzcan definitivamente a Newman en el mundo espano!. Despues po-dnin venir las tesis, los congresos, la difusi6n, pero sin este requisitoprevia nos condenariamos a tener de Newman unos conocimientosmeramente biograficos, que es bien POCO.

    Once anos despues, en 1990, Jose Luis Martin Descalzo, incansablehasta su muerte en el anhelo de responder a la realidad de nuestrocatolicismo, escribia: Siempre me ha maravillado (y entristecido) elpensar que un personaje como Newman, que tan uti! seria para enten-del' los problemas de la Iglesia actual, y concretamente de la espanola,resulte de hecho casi desconocido entre nosotros. Sus obras han Hega-do a nuestra lengua muy dispersas ..., y han faltado, sobre todo, estudios,profundizaciones en el calibre realmente excepcional de este profetaque en el siglo pasado vivi6 y entendi6 muchas de las cuestiones quehoy nos preocupan4.

    La publicaci6n ahora de los Sennanes Universitarias constituye unpaso mas en este ya largo empefio pOl' introducir el pensamiento deNewman en nuestros ambitos culturales. Si no nos equivocamos, es eIprimer libro de su epoca anglicana que se traduce a nuestra lengua.

    tema de la fe y la raz6n; se trataba de primeros tanteos de una tareaimportante y necesaria: una investigaci6n de las bases definitivas de lafe religiosa, anterior a la diferenciaci6n de credos5.

    Un breve comentario sobre estas cuatro Iineas con que 10present6su autor -teniendo en cuenta la !ista de sus obras principales, que in-eluimos mas abaj~ puede convencernos de que vale la pena superar ladificultad de su lenguaje y su esti!o en esta obra de investigaci6n de la obra de c. S. Dessain: Vida y pensamiento delcardenal Newman, Ed. Paulinas, Madrid 1990.

  • (como veremos mas adelante) consicler6 que era un preambulo necesa-rio para que en los paises latinos se pudieran comprender los principioscon que elabor6 su Ensayo sobre el desarrollo doctrinal; el libro dondelos cat6licos esperaban hallar los argumentos que habian conseguido lafamosa conversi6n de su autof. .. y que se les present6 como un laberin-to ininteligible incluso para los te6logos.

    En realidad, tanto el Ensayo sobre el desan-ollo doctrinal como EIasentimiento religioso, considerados las dos obras supremas de suautor, tienen cierta complejidad en su estructura general y en lasafirmaciones concretas que contienen. iSeran muchos los lectores deestas grandes obras que han sacado el debido provecho de ellas sinpasar poria ascesis 0 catarsis mental que segura mente significaranestos Sennones? Algunos que por este camino perseveraron en elempeno han llegado a asimilar la profunda sencillez y, casi diria, lanaturalidad de sus intuiciones; fruto directo -sin grandes filosofias niteologias- de la observaci6n atenta y respetuosa del proceso de la feen personas sencillas y en personas cultas. Mas adelante insistiremosen que estas ultimas, sin necesidad de preparaci6n especial en teologiaescolastica, pueden captar perfectamente las lineas maestras de supensamiento; y en la practica Ie han comprendido mejor los lectoresseglares que muchos eclesiasticos demasiado imbuidos de opinionesde escuela.

    Estos son algunos de los motivos que nos llevaron a la decisi6n detraducir precisamente este libro, en el que volc6 durante diecisiete anossus reflexiones de joven ministro de la religi6n cristiana sobre las difi-cultades y los recursos basicos de la fe en el ambiente universitario deOxford. Y en eJ quedaron plasmados, integrados ya en una sintesiscoherente, aunque no plenamente desarrollada7, los rasgos distintivoselementales de su personalidad religiosa e intelectual.

    tal como era normal entonces en su ambiente8. En la escuela privadade Ealing (cerca de Londres) realiz6 los estudios preparatorios, desdelos ocho anos hasta que se matricul6 en el colegio Trini~y de la uni-versidad de Oxford, donde entr6 a residir en 1817. Ya graduado, Ieeligieron en 1822 para formar parte de la comunidad docente del co-legio Oriel, tambien de Oxford. A los veinticuatro anos fue ordenadodiacono de la Iglesia Anglicana, y presbitero al ano siguiente. Ejerci6de coadjutor de la parroquia de San Clemente, barrio popular delOxford que se industrializaba con rapidez. A partir de 1826 fue unode los tutores oficiales de su colegio; y a partir de 1828, rector de laparroquia de Santa Maria, en el centro de la ciudad.

    En Ealing habia empezado a leer clasicos latinos y griegos en sulengua original, y a interpretar Beethoven con su violin. Alli, al co-menzar la adolescencia, tuvo tugar su breve crisis de fe, cuando seinteres6 por ciertos autores incredulos del siglo xvm9, y por el ti-pico ideal de ser virtuoso, pero no religioso. Alii tambien se pro-dujo su primera conversi6n, la que mantuvo radicalmente toda suvida. No se trataba de un simple acceso de fervor religioso, sinosobre todo de una s6lida adhesi6n intelectual a la realidad de Diosrevelado en Cristo (10 que el denomina dogma), acompanada deactitudes y comportamientos practicos. Durante aquellos meses deplegaria y reflexi6n intensa profundiz6 en el Nuevo Testamento conla ayuda de los libros que Ie recomend6 un joven cieri go anglicanode tendencia evangelica, profesor en Ealing. Asi recibi6 un fuerteinflujo de esta tendencia teol6gica, dentro de la cual vivi6 fielmentesus anos de estudiante en la universidad.

    Newman empez6 a recibir otras influencias doctrinales al empezar aresidiren el colegioOriel junto a un gmpo de inteleetualesque gozaban delmaximo prestigioen la universidad. Primero colabor6 estrechamentelO con

    8 EI desahogo econ6mico de la familia se redujo notablemente a partir de 1816.Entonces, en relaci6n con la crisis econ6mica que sigui6 alas guerras napole6nicas,hizo suspensi6n de pagos el banco que dirigia el Sr. Newman, junto con otro socio.Consta la honradez extrema del primero, al cuidar de que se respetaran los dere-chos de SllS clientes (Letters and Diaries I, notas alas pp. 18 s.). Asi perdi6 SllSpropiedades y, desplles de intentar sacar a flote otros negocios, muri6 prematura-mente. EI joven John Henry tuvo que costear los estlldios de Sll hermano menor ycuidar del sostenimiento digno de su madre y hermanas. Veanse los detalles bio-graficos, bien documentados y bella mente expuestos, en la obra de Meriol Trevor:John Henry Newman: cronica de un am or a la verdad.

    9 Thomas Paine, David Hume, quiz:! Voltaire. Vease el comienzo de la Apologiapro vita sua.

    10 En la direcci6n del centro educativo Alban Hally en la publicaci6n de alguna desus obras; pero sin caer en el relativo menosprecio del -dogma. que manifestaba Whatelycon sus bromas (-our doxy., -others doxy.; vease EscritosAutobiograjicos, p. 113, dondeNewman se da perfectamente cuenta del doble sentido de la expresi6n).

    John Henry Newman naci6 en Londres el ano 1801, en el seno deuna familia abierta y feliz, que participaba de las manifestacionescllituraies propias de la burguesia y practicaba la religi6n anglicana

    7 No creo acertado ni siquiera sugerir que en estos Sermones haya algunos quepuedan calificarse de evangelicos, otros liberales, y otros cat6licos. M.Nedoncelle se echa atras enseguida: Paut-il dire que Newman a commence enhumaniste, a continue en lutherien et a fini en catholique? Des etiquettes aussitranchees ne conviennent pas a ce livre qui est tout en tendances et en tentations ...Mais ce qui est admirable, c'est precisement que les tendances s'harmonisent, lestentations s'apaisent, une Iigne de pensee se degage avec fermete. (p. 21 de suIntroduction) .

  • Richard Whately, de tendencia mas bien liberal 0
  • publicadas hasta ahora en castellano (todas e!las, como hemos didio,de la epoca cat6lica).

    En 1845, pocas semanas despues de haber sido recibido en la Igle-sia, aparece su Jibro Ensayo sobre el desarrollo de la doctrina cristiana,elaborado en el recogimiento casi monastico de Littlemore, cerca deOxford, el ano anterior. En eJ responde alas dificultades que habiaplanteado en su Via Media contra la Iglesia cat6lica actual: Vi que elprincipio del desenvolvimiento no 5610 explicaba ciertos hechos, sinoque era en si mismo un notable fen6meno filos6fico. Se Ie podia descu-brir desde 105primeros anos de la doctrina cat6lica hasta el dia de hoy,y daba a esta doctrina unidad e individualidad. Servia de una especie deverificaci6n -que el anglicano no podia presentar- de que la Romamoderna era, en verclad, la continuaci6n de las antiguas Antioquta,Alejandria y Constantinopla, exactamente como una curva matematicatiene su propia ley y expresi6n15.

    Despues de pasar mas de un ano en Roma, vuelve a Inglaterra,donde funcla el Oratorio de san Felipe Neri de Birmingham y el deI.ondres, dejando este llitimo a cargo del P. Faber. Cornienzan entoncessus publieaciones cle la primera epoca de eat6lico, tal como se indicanen la lista adjunta. En 1852, recibe de la jerarquia el encargo de fundarla Universidad Cat6liea de Irlanda, tarea !lena de dificultades practicas,a la que se dedicara con ilusi6n durante siete anos. Empieza pronun-ciando alH sus conferel1cias sobre ellugar de la teologia en eI ensenanzasuperior y sobre la conclici6n propia cle esta ensenanza como cultivo dela inteligencia y apertura al drculo completo de 105conocimientos hu-manos. Junto con 105discursos que escribi6 pocos anos despues sobreliteratura, investigaci6n cienttfica, medicina, etc., constituyen el famosolibro Idea de una universidad (1858). En 1855 habia escrito la novelaCa!ixta, esbozo del stglo III, historia de la conversi6n al cristianismo deuna muchacha griega que trabajaba de escultora en el Norte de Africa.Describe delicadarnente la evoluci6n de su conciencia personal, con eltel611de fondo de la comunidad cristiana dirigida por san Cipriano.

    En 1859, despues de su articulo en la revista Rambler sobre laconsulta a 105fieles en materia doctrinal, articulo que suscit6 la descon-fianza de ciertos sectores eclesiasticos cat6licos, se interrumpe la produc-ci6n de Newman. En 1864, se arriesga a escribir una serie de fo!letossemal1ales (que constituiran el Iibro Apologia pro vita sua) para res-ponder a la acusaci6n formal, contra el y contra todo eI clero cat6lico,de falta de sinceridad. La acusaci6n incluta toda la carga de prejuiciosanticat6licos tradicionales, sumados a 105 que el publico protestantehabia forjado contra eJ. La respuesta abierta de nuestro autor, expli-cando el proceso de sus ideas religiosas tal como Ie llev6 al catolicismo,

    no 5610 aca!l6 a su adversario, sino que conquist6 basicamente la con-fianza del pllblico ingles.

    Recuperado asi el prestigio, pudo reeditar todos los escritos ante rio-res que consider6 de suficiente interes (en la edici6n standardo uniforme)e incluso escribir algunos nuevos, en 105que propone 0 sugiere respuestasalas grandes cuestiones que se planteban entonces a la fe cat6lica; 10hace con matices bastante sutiles, que escapan facilmente allector quedesconoce las line as de su pensamiento expueStas anteriormente. Elmas importante de estos nuevos escritos es sin duda EI asenttmientoreligtoso (0 Gramatica del asentimiento, 1870), preparado durantelargos anos, profundizando algunos de 105 temas de 105 presentes Ser-monesl6, pero no absorbiendolos ni arrinconandolos. Prueba de ello esque, a 105 pocos meses de publicar el nuevo Iibro se puso a preparar laedici6n completa de 105 Sermones Universitarios con pr610go y notascat61icas17, que apareci6 en enero de 1872, el texto precisamente queahora traducimos. Comenta la bi6grafa Meriol Trevor, con su finura yconcisi6n: Los Sermones Universitarios contienen buena parte delpensamiento mas profundo de Newman. Volvi6 a editarlos casi sin ningunretoque en 1871, el ano despues de haber publicado sus reflexionesmaduras sobre el mismo problema ... Sin dejar de defender la primadade la conciencia, pensaba que debia reconocerse a la raz6n su partecorrespondiente y, a 10 largo de toda su vida, fue eiaborando la justifi-caci6n razonable de la fe, con una penetraci6n psico16gica y una com-prensi6n imaginativa muy distantes de las desabridas abstracciones delracionalismo ateo 0 teo16gico18.

    Otros escritos destacados de esta llltima epoca son la Carta a Puseysobre su Eirentkon (1866\ y la Carta al Duque de Norfolk (875), cartasabiertas en las que entra a fondo en las cuestiones, respectivamente, de:Ia devoci6n cat6lica a la Virgen Maria y su fundamento biblico y patristico,y del sentido de la conciencia personal y de las decisiones doctrinalesde maximo nivel en la Iglesia, con la asistencia infalible prometida pOl'eI Senor.

    Newman fue elevado al cardenalato por el papa Le6n XIII en 1879.Su muerte, once anos despues (11 de agosto 1890), fue ocasi6n de unhomenaje respetuoso por parte de todos los credos religiosos y todaslas clases sociales en su pais. 1 interes por Newman ha ido creciendo

    16 Es posible un asentimiemo real a misterioS que no comprendemos y Esposible una firme certeza sobre realidades no demostradas estrictameme, son objetode las dos grandes partes del libra.

    17 Su amigo anglicano Copeland Ie habia reeditado, a fines del decenio de1860, 10s Selwones parroquiales y sencillos sin notas cat6licas, y asi los incorpor6Newman a la serie uniforme.

    18 Meriol Trevor: Ill. Newman: cronica de un amor a la verdad, Sigueme, Sa-lamanca 1989, pp. 48 s. (cap. 3, La crisis preparatoria).

  • poco a poco en el mundo cat61ico mediante una especie de oleadassucesivas, que culminaron con el centenario de su muerte y su recono-cimiento como venerable (decreto de virtudes heroicas, aprobadopor el papa Juan Pablo II el 22 de enero de 1991) dentro del proceso debeatificaci6n y canonizaci6n.

    Especificamos a continuad6n las obras principales de Newman, endos grandes series. Par 10 que se refiere a la segunda de elias, todoindica que sus 20.000 cartas, y demas escritos que se conservan en elarcruvo del Oratorio de Birmingham, pronto estaran publicados porentero.

    - Cal/ista. A Tale of the 1II Century (1855). Trad. por J. C. Aleman:Calixta. Relata de la Tercera Centuria, Buenos Aires 1948.

    - Sermans Preached on Various Occasions (1857).- Apologia pro vita sua (1864). Trad. de M. Grana, Madrid 1934,

    1940 Y 1961. Trad. (completa, pero sin introducci6n ni notas) deD. Ruiz Bueno, BAC, 1977.

    - Letter to Pusey on Occasion ofhis Eirenikon (1866). Junto con Letterto the Duke of Noifolk (1875) constituye el vol. II. de Difficultiesof Anglicans.

    - Verses on Various Occasions (1867). Trad. (comentada) del ulti-mo poema, por A. Vazquez de Prada: El sueno de un anciano(Rialp, Madrid 1954); otra trad., por C. A. Saenz (Club de Lectores,Buenos Aires 1965).An Essay in Aid of a Grammar of Assent (1870). Trad., introduc-cion y notas por Josep Vives: El asentimiento religioso. Ensayosabre los motivos racionales de lafe, (Herder, Barcelona 1960).

    A) Libras de Newman can el ana de su primera publicacion a el de suprimera edicion en la serie uniforme seleccionada par el mismo (0

    . ambasfechas}9. Se anade la referenda alas traducdones castellanas.- The Arians of the Fourth Century (1833; 1871).

    Parochial and Plain Sermons, 8 vols. (1834-1843).Lectures on the Prophetical Office of the Church (1837). La terceraedici6n constituye el vol. I de The Via Media of the AnglicanChurch (1877), con un nuevo Pr61ogo de 94 pp. En el vol. II(1877), se hallan algunos Tracts for the Times y otros opusculosde 1830-1841.Lectures on the Doctrine of Justification (1838; 1874).

    - Fifteen Sermons preached before the University of Oxford (1843;1871)Sermons on Subjects of the Day (1843).An Essay on the Development of Christian Doctrine (1845; 1878).Trad. castellana: Desenvolvimiento del Dogma, Barcelona 1907 y1909. .

    - Loss and Gain. The Story of a Convert (1848).- Discourses to Mixed Congregations (1849). Trad. por J. Morales:

    Discursos sabre lafe, Rialp, Madrid 1981.Certain Difficulties felt by Anglicans in Catholic Teaching (1850).Lectures on the Present Position of Catholics in England (1851).The Idea of a Universi~y (1852-1859). Trad. (incompleta) porJ. Mediavilla: Naturaleza y fin de la educaci6n universitaria,Madrid 1946.

    (Siguen recopiladones selectas de articulos anteriores:)TUXJE5saysonMiracles,BiblicalaJulEcclesiastical0826 y 1842; 1870).

    - Essays Critical and Historical, 2 vols. (1871).- Historical Sketches, 3 vols. (1872).- Dis((ussions and Arguments (1872).

    Tracts Theological and Ecclesiastical (874) (algunos en latin, re-dactados en Roma, 1847).

    - Select Treatises of St. Athanasius, 2 vols. (1842; 1881).

    B) Obras postumas y otras escritos no reeditados par el mismo.- Stray Essays 011 Controversial Points (1890).- Meditations and Devotions (1893). Diversas traducciones al

    castellano del Mes de Maria y algunos otros fragmentos.- Sermon Notes of JR. Card. Newman (1813).- Ill. Newman: Autobiographical Writings (1856). Traducci6n y

    notas por Sofia Martin-Gamero: Escritos Autobiogriijicos, Madrid,1963. Pr61ogo de Federico Sopena.

    - Catholic Sermons of card. Newman (1956). Trad. de Rialp: Ser-manes cat6licos, Madrid 1959.

    - The Philosophical Notebook ofJR. Newman (Ed. E. Sillem, 1970).- The TheologicalPapers ofJll. Newman on Faith and Certainty (1976).- The Theological Papers of Ill. Newman on Biblical Inspiration

    and Infallibility (1979).- The Letters and Diaries of John Henry Newman 0961...) (Obra

    iniciada y estructurada par el P. Dessain, y proseguida por suscolaboradores Ian Ker, ete. y, luego Gerard Tracey. Publicadosveintisiete volumenes de los treinta y uno proyectaclos.)

    19 Para un catalogo completo de todas las obras de Newman hay que recurrirtodavia al articulo Newman, de los PP. Bacchus y Tristam, del Oratorio deBirmingham, publicado en el Dictionnaire de The%gie Catholique, vol. XIde 1831.Aliise especifica cuales son los articulos reeditados en sus volumenes de la serieuniforme.

  • [Entre las antologfas de textos de Newman publicadas en castellano,destacamos Pensamientos sabre la Iglesia (Estela, Barcelona 1964) por-que traduce (del frances) el articulo de 1859 Sobre la consulta a losfieles en materia doctrinal y el Prologo cat6lico a la Via Media. Tam-bien, simultaneamente en varias lenguas: EIMisterio de la Iglesia, textosseleccionados por M.K.Strolz(
  • sobre la suficiencia de los milagros en abstracto, se atiene a 10 quediga la Iglesia24.

    tos traductores no pudieron cumplir con los plazos previstos, y losSermones Universitarios (incompletos) no salieron en frances hasta 1850.No sabemos si entonces fueron muchos los que comprendieron estosSermones (y, a la luz de ellos, su libro sobre el desarrollo doctrinal);consta, en cambio, (a juzgar por las discusiones a que dieron lugar) queel pensamiento cat6lico dominante no los comprendi6 hasta bien entra-do nuestro siglo. Pero Newman sigui6 firme en su convencimiento so-bre la importancia de su aportaci6n. Pocos afios despues, enfrascado yaen las tareas fundacionales de la Universidad Cat61icade Irlanda, escri-bin! rotundamente: Abogo por mis discursos universitarios de Oxfordy soy partidario casi acerrimo de su verdad sustancial. Si he puesto enclaro una verdad en alguno de mis escritos, considero que esta es laimportancia de la probabilidad antecedente para la convicci6n. Asi seconvierten las muchachas obreras, 10mismo que los fil6sofos25.

    Continu6 reflexionando sobre estos temas, y en HIasentimiento re-ligioso nos dej6 el resultado de su profundizaci6n. Pero Ie cost6 repeti-dos esfuerzos escribir este ultimo gran libro. Recuerda, entre otras, lossiguientes intentos de estructurar su nuevo libro: 1846,1847,1850, 1853,y ya en firme desde 186626.Al terminarlo, en 1870, qued6 satisfecho,como con un deber cumplido, aunque reconocia modestamente: Nopuedo dictaminar yo mismo sobre su valor ... He hecho simplemente 10

    que he podido, sea esto mejor 0 peom27.Sus notas manuscritas prep a-ratorias de HIasentimiento religioso durante aquellos afios (publicadasrecientemente en Theological Papers on i'aitb and Certainty) confirmanla coherencia de sus ideas28;pero los Sermones Universitarios abarcan unaperspectiva menos delimitada y ejercen el atractivo de algo que esta enproceso de realizaci6n. to advierte el P. Dessain: EI pensamientocompleto de Newman al respecto se hallara en HIasentimiento religio-so..., pero 10que tiene que dedr en los Sermones de Oxford es mas es-pontaneo, no 10 cohibe el temor de que los fil6sofos eseolasticos Ieinterpreten mal...29.

    Por otra parte, el P. Tristam nos asegura que entrados los afios 70explicaba el tratado de fe a los j6venes estudiantes de teologia delOratorio sirviendose de las Theses defide, que habia redaetado en Roma(1847) cuando cotejaba los Sermones con los autores cat6licos de masprestigio en aquella epoca. Finalmente, ya muy anciano (1885), en suultima polemica (con el Dr. Fairbairn, que Ie acusaba de escepticismo,en una revista de gran difusi6n) Newman recurre con insistencia a susSermones Universitarios. EI libro podia servir a todos los creyentes,incluso a los no eristianos, pues muchos aspectos de la fe que alii estu-dia, son comunes a todas las confesiones30.

    24 1) Sostengo que la razon puede demostrar la existencia de Dios; que estaconclusion es ellegitimo resultado de la razon bien empleada ... Pero esto es muydistinto de afirmar que la razon es el modo mediante el cuallos individuos llegan ala verdad.- 2) He negado que el argumento a partir de las finalidades concretas dela creacion sea filosoficamente (cientificamente) verdadero. iHa condenado esto laSanta Sede? Si 10 ha hecho, me retracto. Digo que el argumento filosofico de larazon a favor de la existencia de Dios no es a partir de la naturaleza exterior, sinoa partir de la ley de la conCiencia; y habia imaginado que seguia a san Agustin. Nodigo que la razon y la fe sean contrarias, sino que tal argumento concreto es buenoo no.- 3) Entendiendo por razon la capacidad 0 habito de razonar, digo que ella nopuede descubrir sus premisas; pero esto no quiere decir que no pueda razonarcorrectamente cuando se Ie proporcionan estas premisas.- Por 10 que dices sobreel caracter incompleto de las pruebas de los milagros sin probabilidad antecedente,entiendo que son incompletas para el individuo (no todo individuo, pero, de he-cho, para los individuos). Y Perrone 10 concede. Si son incompletas en absoluto,en el orden logico, no puedo decirlo. No tengo parecer. Deseo saber 10 que dIcela Iglesia. (Letters and Diaries XII, p. 34; carta a Dalgairns, del 14 febr. 1847).

    25 Letters and Diaries XV, p. 381.26 Vease en la introducci6n del P. Josep Vives a El asentimiento religioso (p. 10)

    la referencia anecd6tica a la luz que Ie orient6 definitivamente sobre este libro. Enagosto de 1866, paseando junto al lago Leman, en Suiza, tuvo la idea de empezarno por la certeza sino por el asentimiento ...

    En su advertencia a la primera edici6n se excusa de la falta demetodo, perspectiva global y exaetitud cientifica en el uso dellenguaje,por el heeho de que se trataba de sermones, escritos en ocasiones easisiempre discontinuas y a veces muy separadas entre Sl. Insiste en lamisma disculpa al principio del pr61ogo de 1871, afiadiendo la impor-tante eonsideraci6n de la falta de ayuda de te610gos anglicanos y sudesconocimiento entonees de la teologia cat61icasobre la fe. Sin embar-go, quien entre a fondo en ellibro hallara una estructura profunda muys6lida y coherente; la que su autor fue elaborando a partir de 10 que

    27 Letters and Diaries XXV,p. 155; 30 junio 1870 ..28 Dentro de un innegable proceso de desarrollo. Dice, por ejemplo, en la p.

    84, refiriendose a estos sermones: I was feeling my way and had not found it.Conscious of this, I had not the requisite confidence in my own train of thought. Ihave at least more confidence now; confidence, not that I am right, but that I havea right to speak. and have something to say, which the reader may be glad topursue. (En el borrador de 1860, The evidences of religioD>').

    29 Dessain: Vida y pemamiento del cardenal Newman, Paulinas, Madrid 1990,p. 101.Veanse las dos pp. siguientes, y las pp. 57 s, donde pone de relieve algunasafirmaciones destacadas del libro.

    30 Vease nota 5.

  • observ6 atentamente en la realidad de la fe, tal como lIegan a ella loscreyentes sencillos y los mas cultos. EI contenido dellibro esta sin dudadesordenado, pero cuando se capta el objetivo concreto de cada unode los sermones, aparece su caracter de analisis riguroso de un aspectodel tema general, y puede incluso adivinarse que hay una relaci6n sis-tematica entre los aspectos sobresalientes de su teoria de la creenciareligiosa31.

    Newman escribi6 que sus libros estmcturados fueron cinco (la ViaMedia, La justijicaci6n, EI Desarrollo, la Idea de una Universidad y EIasentimiento religioso)32,pero tambien nos dejo constancia del cacktersistematico de este libro de Serrnones Despues de la relectura que en1847 hizo de el en Roma, para decidir sobre Sll traclucci6n, y para cote-jarlos con la teologia cat6lica al respecto, redact6 una introducci6n 0borrador de pr610go en latin que, leido con sus notas y referencias apasajes concretos, confirma plenamente 10que digo sobre su estmcturaprofunda, aunque aparentemente desordenada. En el prologo de 1871parece que se limita a precisar bien los sentidos en que us6 la palabrarazom>, pero en el de 1847 podemos leer su voluntad de tratar lasrelaciones entre fe y raz6n de una manera mas completa, desde susraices hasta SIIS consecuencias. Basta citar el comienzo para darnoscuenta de ello:

    Texto de la Introducci6n. Roma 1847. Para que Dalgairns 10 tra-duzca al frances, como pr610go a la versi6n de los Sermones Universi-tarios.

    tPor que motivo, en el juicio cotidiano de los hombres, la fe escontra ria a la raz6n, 0 irracional?

    Es chocante que se diga que la fe se opone a la raz6n; porquequien cree, en su misma profesi6n de creer, se sirve de cierto instru-menta racional, pues dice: "Esto 0 aquella es revelado pOl' Dios, porcuanto la Iglesia nos 10propane"; 0 "Esverdad, porque Dios 10ha reveladopOl'medio de la Iglesia"; ahora bien, "POl'cuanto", "porque", son ex-presiones de un raciocinio.

    Conocemos ordinariamente las realidades exteriores a nosotros,gracias a los sentidos y a la inteligencia; pOl' eso la fe -dado que nodesprecia la condici6n natural-, si no se sirve de la via de los sentidos,es necesario que se sirva de la via de la raz6n. La 5agrada Escritura 10testifica asi en muchos pasajes.

    Pero, aunque 10dicho es la pura verdad, hay que reconocer que lafe se sirve de la razon de un modo tan especial y singular, que pOl'

    31 El subtitulo de la primera edici6n decia chiefly on the Theory of ReligiousBelief.

    32 ((Om5truClive, en letters and Diaries XXV, p. 34; carta a Maria Rosina Giberne,del 18 febr. 1870. Vease tambien Ibid. p. 11.

    diversos conceptos da la impresi6n de temer ala raz6n, de despreciarla,o de ofenderia. De modo que se requiere un estudio mas detailado ypreciso, si queremos explicar el verdadero entramado de toda estacuesti6n.

    POl'eso, para reducir el tema, en 10que cabe, a elementos suscep-tibles de analisis, trataremos de la fe bajo tres aspectos: primero inves-tigaremos los principios 0 premisas de las cuales procede el raciociniode la Fe;despues, la misma 16gica de la fe, 0 su modo de inferir; y, tl-nalmente, las conclusiones a que llega33.

    En cada una de estas secciones de su pr610go se clarifica el hechode que la fe aparezca tan a menu do ante los ojos mundanos como eljuicio de un entendimiento debil, vacilante 0 de baja calidad intelectual.

    Al empezar la secci6n primera, De Fidei Principiis, recuerda queestO$ principios tienen caracter sobrenatural (es decir, provienen deDios) y saben a piedad y a santidad (pietatem sapiunt et sanctitatem) ;en cambio, los principios con que discurre la mayoria de los seres hu-manos se sacan de 10que se ve, de 10util, de la opini6n vulgar y co-rriente, de las ciencias profanas, ete. etc. Y enseguida anade en una no-ta: 5e estudia este contraste entre la fe y la raz6n (es decir, "raz6n" seusa en este sentido) en los 5ermones IV,VIIY XII.Efectivamente, en estostres sermones -asi vinculados por su autor- se analizan A) los abusos 0extralimitaciones de la raz6n, pues pOl' el simple hecho de partir deprincipios profanos se cree autorizada para atacar el fmto delicado delos principios de una conciencia sometida a Dios; B) la afirmaci6n di-recta de ambas series de principios, pues el mundo no hace mas queimponer los suyos, por su misma existencia, sin demostrar, ni muchomenos, la coherencia de los mismos con el verdadero fin del ser humanoque la conciencia intuye; y C) la funci6n de los principios de santidad yamor efectivo en un coraz6n sincero, no s610 para guiar hacia la feplena, sino tambien para cuidar de que esta no caiga en degradacionesy corrupciones supersticiosas (adherencias que a menudo se Ie peganen los cultos paganos, y que pueden aparecer tambien en el culto cris-tiano, si no se mantiene extremadamente fiel a aquellos principios).

    La segunda secci6n, De logica methodo Fidei, es un analisis delproceso de aproximaci6n a la verdad por parte de cada persona. Yaquehablamos del acto personal de fe, el raciocinio que precede a la fe essubjetivo. 5i bien hay que mantener con firmeza que la verdad mismaque la fe abraza no es s610subjetiva (non esse subjecttvam solummodo),sino una e identica para todos e inmutable en cada uno de los quecreen rectamente; es obvio, sin embargo, que las vias de raciocinio

    33 GregorianUID 18 (1937), Cardinal Newman ~ Theses de Fide and HisproposedIntroduction to the French Translation o/the University Sermons. Edited by the Rev.Henry Tristam, Congo Orat., pp. 248 S.

  • mediante las cuales se accede a dicha verdad son numerosas y varia-disimas segun la diversidad de 1005 ingenios. De modo que la fe avanzasubjetivamente hacia su objeto34.

    La razon de que se sirve la fe para constituirse es subjetiva; encambio, en la comunicacion cotidiana de 1005 seres humanos, razom)(sea recta 0 no 10 sea) tiene que ser algo objetivo, en el sentido decomun 0 aceptable pOl' parte de la multitud. Razom) tiene algo decomun, de proporcionalidad entre un hombre y otro (inter hominemet hominem intercedit). Ahora bien, siendo esta razon objetiva mu-cho mas solida y explicita (expressior) que aquella con que procedela fe, que permanece escondida en la mente de cada uno, no es deextraftar que el mundo Ie niegue el caracter de razon, pues la fe usade la razon de modos diversos, inciertos y mudables. Lo dice mas claroen su nota: En otras palabras: una demostracion comun no es per-sonal; y las demostraciones personales tienen dos caracteristicas: 1)no son cientificas, 2) son antecedentes. De ahi las dos subseccionesque siguen:

    1) Los preambulos de la fe en 1005 individuos no tienen caractercientifico. Y aftade enseguida en nota: Se estudia este tema (lafe se considera como distinta de la razon en este sentido) en 1005Sermones V y XIII. Efectivamente, el camino del testimoniopersonal, el testimonio de 1005 santos que hemos encontradocerca de nuestra vida, es el medio de prop agar la Verdad delEvangelio. Y esta comunicacion esta formada por tantos deta-lles y aspectos implicitos que practicamente no puede reducirsea una inferencia formal.

    2) La fe es una especie de presuposicion de la verdad. Y aftadeinmediatamente en nota: Fe en este sentido se contra pone ala razon (0 se dice que es irracional), en 1005 sermones X y XI.Es precisamente en estes sermones donde se profundiza masalla de la' simple afirmacion del caracter implicito, incons-ciente, no cientifico (no estrictamente Iogico) 0 personalde la Fe.Se trata de vel' en que consiste este caracter, 0 sea, deltema newmaniano de las probabilidades antecedentes35, que seira enriqueciendo con la incorporacion al mismo de 1005 valores

    morales, realizada pOI'Butler36,y que Newman lIevara mas aliaque Butler en la eficacia de su paso a la certeza37. En su valora-cion posterior de estos serrnones, hemos citado mas arriba elconvencimiento de Newman de que Ia probabilidad antece-dente es el camino hacia la conviccion en materia religiosa y entodas las demaS38Aqui se halia a su parecer la racionalidad de lafe, porque estas probabilidades, junto con 1005 testimonios exte-riores, se acumulan y se trenzan entre si para permitir el paso alasentimiento; racionalidad propia de ella, porque sus probabili-dades antecedentes dependen de las disposiciones y del talantemoral con que se constituye responsablemente cada persona.

    Finalmente, De Fidei Conclusionibus. ... Los objetos de la fe, pOI'elhecho de superar los sentidos y realidades humanas 0, como se dice,pOl'su caracter superior a la razon, se consideran contrarios a la razon.Y aftade en nota: Se habla de la fe como irracional en este sentido, enpartes de 1005 sermones XIII, XIVY XV.La afirmacion mediante el len-guaje humano de 1005 hechos y realidades con que Dios se nos ha comu-nicado constituye unas conclusiones que a la razon profana Ie pare-cen desprovistas de sentido. Sin embargo, Newman trata brillantementedel uso de la razon dentro de la Fe:la teologia, la sabiduria ... e inclusodel problema previo 0 mas hondo del sentido y valor del lenguajereligioso, biblico y eclesiastico.

    No todos los Sermones quedan incorporados a este esquema. Perotodos 1005 demas 0 10 preparan 0 Ie apOltan consideraciones importan-tes. Los que pueden entenderse como reflexiones sobre la historia de la

    34 Quare subjective ad objectum suum progreditur fides, Gregorianum Ibid.p. 251.

    35 EI termino ya aparece en su articulo de 1823 sobre Ciceron. Historical SketchesI, p. 293: the antecedent probabilities of his Pro Milone. Veanse p. 259 (referen-cia a Whately), y p. 268 (la probabilidad segun los academicos escepticos Arcesilaoy Carneades). La teoria de Whately sobre la probabilidad antecedente se halla ensus Elements of Retbol'ic, publicados en 1828, pero consta que ya antes circulabanapuntes para uso de sus alumnos, entre ellos indudablemente Newman.

    36 La mente tiene en cuenta los elementos reconditos del pensamiento .... AslBacon separo del sistema teologico el sistema flsico del mundo. Y asl Butler vincu-lo el sistema moral con el religioso. Las f6rmulas l6gicas nunca hubiesen sostenidolos razonamientos implicados en sus investigaciones. (Grammaro.f Assent, p. 361;la frase no aparece en El asentimiento religioso (pp. 318 sJ, por un problema tex-tual importante)

    37 Vease W. de Smedt: L'injluende de Butler sur la tbeorie de lafoi chez Newman,Newman Studien, Niirnberg 1964.

    38 Como simple ejemplo de la probabilidad antecedente 0 verosimilitud, medioordinario de llegar a la conviccion, traduzco unas frases del articulo de Agusti Ponsen el diario Avui de Barcelona (4 junio 1992, ultima pagina): Segun una noticiadifundida por la agencia Associated Press, el alcalde de Nueva York habia organi-zado una loteria para vender el puente de Brooklyn ... En el contexto del actualfuturo privatizador, resulta verosimil que quiera sacar rendimiento de una obrapublica usada cada dia por decenas de miles de ciudadanos motorizados. Por otraparte, la sofisticaci6n actual del sistema comunicativo no quita que, al igual que enepocas mas retrasadas, el proceso de la comunicaci6n deba basarse en un sistemaimplicito de confianzas. Si el receptor no confia en eI medio que Ie transmite elmensaje, este mel1saje deja de ser posible.

  • ciencia, de la etica, de la espiritualidad y de las religiones (I-III), 0 sobrela historia de Israel, personificada en la obstinaci6n de Saul, (IX), serefieren a aspectos muy importantes de la preparaci6n de la fe, y de losobstaculos que esta siempre ha encontrado en el coraz6n rebelde, 0 noplenamente sumiso aDios. Tambien el serm6n VI, la .Justicia divina,tiene mucho que vel' con los principios que llevan a la fe verdadera;Newman, en Sll pr610go latino, pone entre los ejemplos de estos prin-cipios: Habra un escrutinio severisimo de los pensamientos, palabrasy obras de todos y cada unO). Lo mismo hay que decir sobre el pesoineludible de nuestra responsabilidad moral personal, de la cual tende-mos a descargarnos con diversas excusas (VIII).

    Creo que tiene interes para la lectura de la obra esta especie deestructura sistematica que nos descubre su autor, pero no hay que olvi-dar que cuando empez6 a escribirlos no la tenia tan clara. Es fruto deuna relectura en circunstancias distintas, y bajo cierta influencia deltratado De Analogia Fidei et Rationis de Giovanni Perrone, que estudi6aquellos dlas y que recomend6 pOI'carta a algunos amigos39. No deja deser indispensable volver alas circunstancias originales de los Sermonespara una correcta interpretaci6n hist6rica que, lejos de impedir, favorecerala asimilaci6n y aplicaci6n de los tesoros que contienen.

    Ha afectado a estos sermones la mala comprensi6n de muchosde sus crlticos modernos. Parece que, tanto si los juzgan favorablecomo desfavorablemente, caen todos en la trampa de leerlos a la luzde las controversias del momenta, y de ignorar las de la epoca en quese pronunciarom). ASIse expresaba el P. Bacchus4u, en su esfuerzo pOI'devolve I' los Sermones Universitarios a su finalidad eminentementepractica41, cuando la reflexi6n religiosa de principios del siglo XX,desde las tendencias modernistas hasta las mas ortodoxas, forzabansu sentido hacia afirmaciones tecnicas de escuela teol6gica, queNewman no pretendi6.

    A principios del siglo XIXen Inglaterra predominaban dos posicio-nes antag6nicas sobre el problema de la fe y la raz6n. La primera era la

    39 Las Pruelectiones "/l'eulogicae de Perrone se publicaron en edicion bilinglie(latin y castellano; Madrid 1860). El tratado a que Newman se refiere esta en el vol.4 de Lugares Teologicos; y trata 1) de la razon antes de la fe; 2) de la razon en lafe; y 3) de la razon despues de la fe.

    40 Newman's Oxford University Sermons, The Month, julio 1822, pp. 1-12.41 Sin dejar de tratarse de un libro de investigacion intelectual, Newman habia

    dicho que era el menos teologico de sus libros (vease nota 6), pero enlOnces solocabia compararlo con sus grandes tratados sabre 105 arrianos, la Via Media, lajustificaci(m, y con los dem,1s sennones.

    de la escuela evidencialista (Evidential SchoolJ2, que continuaba lastradiciones del siglo XVIII, el Siglo de las Luces.

    Sus representantes sostenlan que, aSIcomo el deber de todo buenprotestante consistla en interpretar pOI' Sl mismo las Escrituras, y nocreer ninguna doctrina que no pudiera demostrar para su satisfacci6n apartir de ellas, del mismo modo estaba obligado a ir mas a la raiz de suinvestigaci6n, y convencerse a Slmismo de la verdad del cristianismomediante un cuidadoso examen de las pruebas 0 garantlas (Evidences).POI'citar las palabras de uno de sus autores: "Es cosa cierta y manifiestaque la unica fe que Dios puede valorar positivamente es una convicci6nsincera fundamentada en un examen diligente e imparcial del conjuntode pruebas". No habla espacio en este sistema para la fe del creyentehumilde y sencillo, producida bajo el influjo de razones que el mismodifkilmente podia explicar 0 analizar.

    En el extremo opuesto se encontraban muchos, quiza la mayoria,de la tendencia "evangelica", que detestaban a la escuela "evidencialista"(porque estaba relacionada con los "Iatitudinarios" tanto pOI'su negli-gencia en materia de contenido doctrinal espedficamente cristiano comopar su falta de espiritualidad). Al parecer de estos "evangelicos", lasrelaciones entre fe y raz6n eran sumamente simples: No habia ninguna.EIespiritual poseia una luz interior, completamente sobrenatural, que Iecapacitaba para creer en las promesas del Evangelio, y apropiarselas,sin ninguna ayuda de "razonamientos carnales"43.

    Newman tuvo muy presente esta segunda tendencia, y respondi6 aella en los sermones parroquiales y sencilllos; pero en los universitariosIe dedic6 muy poco espacio. Entonces no era probable que su auditoriocayera bajo una influencia propia de ambientes mas populares. Ningunamente sensata puede caeI' en la noci6n disparatada de que en el fondono hay en absoluto ninguna prueba que avale la profesi6n del cristia-nismo, 0 de que noes Hcitorequerirla. (Serm6n X, apartado 44).Y pen-sando en los exaltados (enthusiasts) que fiicilmente imaginan facul-tades del todo nuevas implantadas en nuestra mente par la gracia delEvangelio, recuerda: En nuestro estado natural, alcanzamos la verdadmediante razonamientos implkitos 0 expHcitos; y la conseguimos de lamisma manera en el estado de gracia (serm6n XIV, ap. 6).

    Sus reflexiones ahora se dirigen principalmente a la escuela evi-dencialista. Frente a ella insiste en que la fe tiene poco que vel' con las .pruebas racionales: Seg(1J1los autores sagrados, la fe es un instrumentode conocimiento y de acci6n, desconocido antes para el mundo, unprincipio sUigeneris, distinto de los que proporciona la naturaleza ... un

    42 Advierte el P. Bacchus que el nombre proviene del articulo de Mark Pattison:The Tendencies of Religious Thought in England, 1688-1760, que la exlica mas endetalle como la Escuela de Lardner, Paley y Whately.

    43 Citas del articulo del P. Bacchus en The Month, p. 2.

  • principio independiente de 10 que se entiende en general par raz6n. Si,despues de todo 10 que se dice sobre la fe en el Nuevo Testamento -co-mo si fuera un especial metodo divino de salvaci6n que el Evangelio hadescubierto-; si, despues de todo, resultara que consiste meramente enun creer a base de pruebas, 0 en una especie de conclusi6n de unproceso racional, una decision que se ha tornado calculadamente, eltexto inspirado no estaria al nivel de la comprensi6n del lector sencillo,ni serviria para instruirle (serm. X, ap. 5).

    Y las afirmaciones de la Escritura son confirmadas por la experien-cia: lCuantas personas suponemos que, durante un siglo, han llegadoa la fe, 0 se han mantenido en ella, ante todo por la percepci6n intimay viva de la fuerza de las que se denominan tecnicamente "garantias 0pruebas racionales"? lY por que son tan pocos? Porque para la mente yafamiliarizada con las verdades de la religi6n natural [vease serm. II: laconciencia religiosal, el simple hecho de la existencia actual del cristia-nismo, considerado en uni6n con los principios que ensefia, las perso-nas que 10siguen y los efectos que produce, tiene en su rostro los signosde una disposici6n divina, exactamente de la misma manera que elmundo visible nos testifica su propio origen divino ... (serm. IV, ap. 13).

    Newman corrige asi substancialmente a la apologetica racionalista:La gran mayoria de los creyentes llega a la fe mediante probabilidadesantecedentes 0 presuposiciones. Estas les permiten quedar satisfe-chos con menos pruebas, 0 con indicios positivos de menos calibreobjetivo, que los requeridos por una mente poco sensible a ellos. Eneste aspecto, la fe sigue una ley natural de nuestra inteligencia, que lamueve a producir con mas prontitud el asentimiento a 10 que pareceprobable de antemano que a 10 que no 10 parece. Las probabilidadesantecedentes de la fe, ya que se basan en el testimonio de la concien-cia -nuestro gran monitor-, son accesibles incluso a las personas muysencillas 0 carentes de estudios; las cuales, al usatlas como primerosprincipios, estan sirviendose de algun modo de su raz6n. Ademas, yaque la fidelidad delicada a la conciencia, como factor que cuentarealmente de la vida, no es algo natural al ser humano caldo (en elsentido en que no es naturab> la humildad, la castidad, el perd6n dela injurias ...), y ya que esta fidelidad es normalmente una condicionde su capacidad de reconocer la verdad de la religi6n revelada, secomprenden los elogios de la Escritura a los que estan prontos paracreer, sin que esto signifique que esta prontitud sea contraria a larecta raz6n 0 que prescinda de ella.

    Newman pensaba en los sencillos, en los intelectuales; y tambienen los incredulos. Un motivo profundo de la reflexi6n de toda su vidaes, sin duda, el empuje de la infidelidad moderna. Lo previ6, y tene-mos constancia de ello ya en el primero de estos Sermones: Parece queel cristianismo se ha avanzado en dar al mundo el modelo del autentico

    espiritu cientifico; sin embargo, ya que los prinClplos de la ciencia,andando el tiempo se desarrollan con mayor plenitud, y se vuelven masindependientes del sistema religioso, hay un gran peligro de que laescuela cientifica se aparte de la Iglesia cristiana, y a la larga renieguede la madre a quien tanto debia. Esta desgracia en derta medida ya nosha ocurrido (senn. I, ap. 15). En su ultimo articulo, a los ochenta ycuatro afios, citara expresamente este pasaje44 .

    EI pensamiento de Newman tard6 bastame en producir su efectosugerente y renovadar en la teologia escolar cat6lica. Antes tuvo quesuperar ciertas distorsiones de parte de los interpretes que se precipita-ron para sumarlo a sus respectivas tendencias. Cuando el P. Bacchusescribi61a advertencia citada al principio de la secci6n anterior, era todaviareciente,por una parte, la agitaci6nmotivada por el modernismo teol6gico;y, por otra, estaba produciendo su efecto la valiente reflexion del P Rous-selot, y de otros autores neotomistas, sobre la teologia del acto de fe.

    En relacion con la problematica modernista, algunos autoresinterpretaron estos Sermones, 0 parte de los mismos, en sentido fideistao irracionalista, es decir, en el sentido de una fe que rechaza a la razono prescinde de ella. Maurice Nedoncelle, presentando la traducci6n fran-cesa completa45, despues de varias paginas con el dilema pendiente de sise trata de una obra fideista 0 de un ensayo de perfecta ortodoxia ca-tolica, concluye: Asiencontramos en el mismo libro el elogio y la criticade la razOQ.Por mi parte, no dudo un solo instante de que el elogio superacon mucho a la critica. Toda la vida de Newman, toda su obra, testificanque no andaba con rodeos hacia la verdad y que incluso se sintio tortu-rado por ella. Su simpatia no se inclinaba par las religiones del corazon(las que a sus ojos solo tenian el calor de un cadaven y ni siquieraconcibe la existencia de una fe cristiana autentica que no procure com-prender su objeto y expandirse en teologia. Pero debo reconocer que laviolencia de su requisitoria contra la inteligencia es a veces desconcertan-te, 10 cual basta para autorizar un debate incesante entre dos categorias deinterpretes. Unos y otros pueden devolverse la pelota indefinidamente; sise limitan a oponer un texto a otro texto, no cabe esperar que el juego seinterrumpa por las buenas.

    44 Theological Papers on Faith and Cel1ainty, p. 156. Vease su enfoque delproblema ciencia-fe en el cap. V de la Apologia, pp. 205-209. Y su frase de 1873,sobre la novedad de un mundo arreligioso, citada recientemente por OlegarioGonzalez de Cardedal (Vease nota 32 al serm6n yo.

    45 Sermons Un iliers ita ires, Paris 1955, Volumen I de Ia colecci6n Textesnewmaniens.

  • Nedoncelle, que escribia en el ambiente existencialista de lapostguerra (bastante irracionalista46,como eJ mismo 10 recuerda), noparece tener bastante en cuenta las afirmaciones del prapio Newmantantas veces a vueltas con su libra. Pera el ilustre comentarista francesesta plenamente de acuerdo con el P. Bacchus, en cuanto a la tendenciaapologetica evidencialista que predominaba entre los oyentes de lossermones de Oxford, y al peligra de que este y otras principios deracionalismo pradujeran sus consecuencias de infidelidad. Entonces losSemlOnes ayudaron seguramente a contrarrestar esos principios; algunosanos despues su urgencia de renovaci6n de la apologetic a empez6 aenriquecer al pensamiemo cat6lic047.

    Al comenzar nuestro siglo, un joven jesuita profesor de dogmatic aen el Instituto Cat6lico de Paris, el P. Pierre Rousselot, lee los SermonesUniversitarios y alguna otra obra de Newman, y adopt a de el unospuntas importamisimos que lIegaran a renovar el tratado de fe en lahistoria reciente de la teologia cat6lica. No me refiera alas posicionesextremas de Rousselot, las que no han sido aceptadas, sino al innegableaire fresco que representaran sus brillantes articulos, elaborados con lasavia tomista. EIbuen estudio comparativo de Newman y Rousselot quehizo Maurice Nedoncelle48 puede lIegar legitimamente a la conclusi6n:Aun cuando haya te610gos, entre nosotras, cuya admiraci6n porNewman y par Rousselot continue mitigada, estan obligados a recono-cer que ambos tienen una importancia hist6rica que no ha experimen-tado hasta el presente ningun declive. Sobre todo a Newman, que fue eliniciadar, Ie debemos un esfuerzo perseverante por dar a la reflexi6nsobre la fe una forma mas religiosa y mas arganica que en los escritosapologeticos de los ultimos siglos. Que, despues de esto, sigan abiertasmuchas cuestiones, nadie 10 negara, supongo, ni siquiera entre los par-tidarios mas entusiastas de esta renovaci6n. Veremos que Rousselot sereconoce discipulo de Newman49, aunque Ie critica infundadamente y

    no Ie acaba de interpretar bien. Llega un punto en que no es posible lacomparaci6n entre el malogrado jesuita50 y el anciano cardenal ingles,porque sus perspectivas ya no corresponden entre Si51.

    Seran otros autares, newmanistas alemanes (Matthias Laros, ErichPrzywara52, Otto Karrer, Heinrich Fries, Werner Becker, etc.) y una nue-va generaci6n de newmanistas franc6fonos (entre ellos, los mismos RogerAubert y Maurice Nedoncelle, ademas de Louis Bouyer), y otros (comoJ. H. Walgrave), que iran completando la incorporaci6n del pensamien-to de Newman a la teologia cat6lica, hasta llegar al concilio Vaticano II,en el cual se hubiese encontrado a sus anchas, par el caracter personaly concreto, biblico y liturgico, etc. de las lineas directrices de sus docu-mentos. San Agustin, Santo Tomas, y otros grandes maestros del pens a-miento cristiano, habian ahondado decisivamente en el tema de lasrelaciones entre fe y raz6n, y consiguieron seguir el trayecto justo entrelos escollos del racionalismo y del irracionalismo, que a veces amena-zan simultaneameme, y otras veces de manera alternativa, por causas 0pretextos muy distintos. Tambien el concilio Vaticano I se habia pro-nunciadomagistralmente sobre esta cuesti6n tamas veces replanteada cannuevos factores. La solidez del pasado no anula el valor de la busqucdaconcreta, realizada en circunstancias distintasj las del estilo propio de lapersona que busca, y las del tipo de sociedad Cindustrializada, pluralista;descristianizada, etc.) en que se mueve. La busqueda actual, a su vez,no puede prescindir de los grandes maestros del pasado. Cabe decirque este libro de Newman tiene ya el valor de un clasico moderno, queno ha agotado su capacidad de sugerencia creativa ante los nuevosproblemas, y que puede ayudarnos muchisimo en la ingente tarea deasimilaci6n y recepci6n del concilio Vaticano II.

    Religieuse 4, 1913, p.30: Nous voudrions meltre en relief la valeur de suggestiontheologique de tant de pages immortelles, auxquelles nous sommes redevables,pour une gran part, de la thearie expose dans tout ce travail).

    50 Muri6 heroicamente en el frente, durante la Guerra Europea.51 Rousse lot avanza solo sobre su ruta. Newman permanece en posiciones

    menos originales, mas transparentes y, por decirlo todo, mas clasicas ... La causalidadreciproca es un tema particular de Rousselot, del cual Newman no ha tenido con-ciencia. Y viceversa, el sentido de la relaci6n intersubjetiva es mas vivo en Newman.Se inclina a pensar los problemas de la gracia en terminos de persona y de encuen-tro de personas, como 10 hacen los Padres, mientras que Rousselot, alimentadomas en la escolastica, y por otra parte mas fil6sofo, piensa en terminos de ser y derelaci6n con el seD>(M. Nedoncelle, Introduction, pp. 44 s.; y pp. 329 s.en Revuedes Sciences Relig/euses, 195B).

    52 II a Ie merite d'avoir ete l'un des principaux artisans de la rehabilitationdu gran Anglais, en montrant toute la diference qu'il y a entre la doctrine de lafoi de celui-ci et I'immanentisme moderniste .. (R. Aubert: Leprobleme de I'actede fo/, p. 571, con nota 20).

    46 A notre epoque au contraire, c'est l'irrationalisme qui menace, c'est Ievertige devant un monde qui nous para!t ontologiquement absurde ... (

  • Ayudara especial mente a los que unen de un modo especialla sen-sibilidad religiosa con la inteligencia critica, a los que no se contentan conlas distinciones abstractas y exclusivas, a los que quieren aproximarsevitalmente a la realidad, a la verdad religiosa, des de distintos lados yaprovechando todos los elementos que se nos ofrecen. Estos sabran captar10que dice el padre Ryder, sucesor de Newman como superior del Oratoriode Birmingham: Las distinciones [de Newman] en vez de ser nitidas ymutuamente exclusivas, se basan en su mayor parte en el predominio detal 0 cual elemento; porque su manera de tratar el asunto pretende hacer-se cargo de algo vivo, sin reducirlo a un caput mortuum de abstrac-ci6m)53.En esta linea conviene recordar la prudente advertencia del P.]osep Vives, de que Newman no es un autor para citas breves54.

    ayudar allector a comprenderlo. Se vera tambien que las notas no son(paraespecialistas; hay en ellas explicaciones sencillas de teologia pen-sando en personas que se inician en el estudio 0 en la lectura de las obrasmaestras de este campo magnifico del saber humano iluminado por la fe.

    Newman es un excelente te610go para seglares, pues no requiereun bagaje especial de cultura teoI6gica 0 escolastica, sino sencilla-mente un buen sentido comun lucido y realista, ademas de la docilidada la palabra y a la gracia de Dios. Como los grandes Padres de la Iglesiay los mejores autores espirituales, orienta a fondo sus reflexiones haciala practica de la vida cristiana de sus lectores.

    Mantenemos exactamente la forma definitiva que eJ quiso dar allibro a partir de su tercera edici6n (1871). El traductor ha afiadido losepigrafes entre parentesis, antes de los numeros con que Newman divi-de los apartados de cada sermon; tambien ha titulado las secciones masamplias (que Newman indica solo con una mayor separaci6n de li-neas). Algunos lectores prescindiran, naturalmente, de estos afiadidos;pero la experiencia ha demostrado (especial mente en la traducci6n ca-talana de la Apologia59) que pueden ayudar a muchos otros lectores ano perder el hilo dentro del cursu a veces sinuoso del pensamiento.Tambien ha parecido conveniente indicar las referencias de muchospasajes biblicos que Newman da por conocidos y concluir con un indicetemarico, aunque resulte muy incompleto.

    Siempre se indica nota del autom, cuando se trata de las notas queNewman publico en su edici6n de 1871-1872 de este libro. Respetamoscompletamente la distinci6n, que el quiso, entre notas que constabanen las dos ediciones anglicanas anteriores (indicadas entre comillas) ylas notas cat6licas (indicadas entre corchetes; a veces los corchetesse intercalan como ampliacion dentro de una nota anglicana). En elresto de las nCJtas,recopiladas por el traductor, se citan muchos pasajesde Newman (preferentemente de obras ya traducidas al castellano) quecreemos pueden dar la perspectiva 0 el complemento adecuado altexto correspondiente. Hemos recurrido tambien a alusiones que haceNewman en sus cartas a alg(m punto de estos Sennones, principalmentealas acotaciones que envi6 a Dalgairns en 1847 para que anotara latraducci6n francesa (y que entonces no se utilizaron). Nos servimos delborrador de pr6logo 0 introduccion en latin mencionado mas arriba; yde las Theses de Fide, fruto de su lectura de los tratados catolicos al res-pecto que Ie recomendaron en Roma.Hemos optado par usarlo tcx:loprofu-samente en las notas, mas que afiadirlo como apendices dificilmente

    Para no caer en interpretaciones unilaterales 0 sesgadas, como lasque se han realizado muchas veces sobre Newman, y tambien sobre estelibro, baste por el momenta el consejo de leerlo procurando una sintoniacon el punto de vista de su autor, ayudandose si es posible del ordencrono16gico 0 de formaci6nde sus ideas. No hay que desalentarse anteaparentes contradicciones 0 paradojas, porque la rea Iidad viva tienemuchos aspectos; no hay que precipitarse exigiendo una vision globalque, si Dios quiere, ya llegara55.Recordemos que el siempre se mueveintelectual y vitalmente con todos los elementos de su ser, ya que es elhombre entero quien se mueve hacia la verdad56. Esta sinergia inte-rior explica sin duda la seducci6n que ejerce sobre muchisimos desus lectores, y la decepcion 0 la irritaci6n que provoca en otros57.

    No haee falta decir que la presente traducci6n anotada no contiene,ni mucho menos, el estudio a fondo que el libro mereceria58. Simple-mente se ha procurado recopilar los datos y referencias que pueden

    53 Citado porWilfrid Ward: 7beLifeofJohn Hemy CardinalNewman, London 1912;vol I, p. 18. EI bi6grafo anade: Esta es, naturalrnente, la antitesis de las distinciones16gicas de los escolasticos.

    54 En su lntroducci6m> a El asentimiento religioso, p. 12.55 Aborrece las sistematizaciones precipitadas, pero no las que son necesarias y

    que pueden establecerse con bases s6lidas. Las aparentes contradicciones de Newmandisgustaron a muchos: What seemed to them antilogies, troubled them. FatherNewman was reserved and outspoken, ultramontane and liberal, uncompromisingand minimistic ... (P. Ryder, citado por W. Ward, ibid.). Posteriormente aparecieronlistas mucho mas largas de sus cualidades antiteticas.

    56 Apologia, cap. IV, 11 parte, p. 137.57 M. Nedoncelle: Lasdiversidades deNewman, Orbis Catholicus 1(1960), p. 214.58 Por ejemplo, no entro en absoluto en el interesante campo de su compara-

    ci6n con la filosofia hermeneutica actual (de Gadamer y Ricoeur); tema sugerido

    por la conferencia de Arnaldo C. da Pinha en EI Escorial (Encuentro sobre Newman,agosto de 1991, dentro de los cursos de verano de la Universidad Complutense).De hecho, en estos Sermones, apunta algo de 10 que sera su presentaci6n del cir-culo hermeneutico, en el cap. I, secci6n I, de El desarrollo de la doctl'ina eristiana.

    59 Edicions Proa, Barcelona 1989, n. 7 de la colecci6n Classics del Cristianismc.

  • que estan fuera de la Iglesia actuaran siempre de un modo "natural".He hablado de este modo, para que gracia y naturaleza aparecierannitidamente contrastadas; pero no ocurre exactamente asi ( ...) Es im-posible, por tanto, aplicar estas afirmaciones generales a individuosdeterminados, cuyos corazones solo Dios puede escrutar. Muchos ca-minan bajo la influencia mixta de la razon y de la fe, creen firmementealgunas verdades y mantienen una simple opinion sobre otras. Muchosviven un conflicto interior y avanzan hacia una crisis, despues de la cuaiabrazaran la verdad 0 se alejaran de ella ...63.

    Hay que agradecer la fe al Don de Dios que opera misteriosamenteen la libertad personal humana y en el ejercicio de las facultades inte-lectuales (que captan los principios 0 valores que llevan a la fe y 105desarrollan con buena logica, generalmente informal). Hay que agrade-ceria al testimonio de las buenas personas, los santos de antafi.o y deahora, que nos acornpan an en ella formando Iglesia, con la Madre delSenor y con los apostoles y sus sucesores. Para Newman, la Iglesia noentra en el motivo ultimo de la fe (porque esta es en definitiva un tu atu ante Dios64), pero la Iglesia tiene un papel indispensable como des-tinataria global del mensaje evangelico, e interprete por excelencia delmismo, asistida por el Espiritu. Es otro de los grandes temas que Newmanprofundizo a 10largo de toda su vida, y que corresponde a otros de suslibras, que deben estudiarse despues de estos Sermones.

    La oportuna aparicion de este libro -que nos abre y nos lleva alfondo de su metoda- humanamente debe agradecerse, en primer lugar,a los directores de Ediciones Encuentro, que tomaron la iniciativa dedar un firme paso adelante en la recepcion de Newman dentro de nues-tros ambitos culturales. Junto alas directores, tengopresentes a todoslos que colaboran con ellos en una empresa hoy tan arriesgada, desdelos talleres hasta la administracion y comercializaci6n; y en especial alsenor Felipe Hernandez, cuya amable atencion he podido experimentarmas directamente al contribuir con importantes mejoras a estos textos.

    aplicables al lugar a que se refiere; convenia, por otra parte, presentarellibro en la forma definitiva que Ie dio su autor, sin abultarlo mas.

    Sorprende a algunos que Newman termine la Apologia -que fue enSll origen un libro de polemica ante el pllblico ingles-- con una oracion.Tambibl conduye con una oracion apenas velada los dos ultimos dis-cursos del presente libro, en el que trata de la fe bajo el aspecto en queesta es una opera cion de la razon (

  • Se debe tambien a todos los que me han ayudado a introducirme enel mundo de Newman. AI P. Antonio Casamor, prep6sito del Oratoriode San Felipe Neri de Barcelona, que me ha alentado a perseverar enestos estudios durante muchos anos, y a todos los padres, hermanos ynovieios del mismo Oratorio. Nunca podre prescindir tampoco de 10que aprendi en breves temporadas de estancia en el Oratorio de SanFelipe Neri de Birmingham, ellugar newmaniano por excelencia, don-de han trabajado discreta y efieazmente algunos de los seguidores de sufundador. Pude conocer personalmente al P. Dessain, fallecido en ple-na actividad en 1976. Luego he tenido que recurrir a la amabilidad delP. Gregory Winterton, prep6sito hasta hace pocos meses, al nuevoprep6sito, P. Paul Chavasse, y al archivero, Sf. Gerard Tracey, en quie-nes quiero representar a todas las personas de Inglaterra y de Chile, delOratorio 0 relacionadas con el, que han acompanado mis pasos conNewman. No puedo olvidarme'de los demas oratorios de Cataluna(Gracia, Vie) y de Espana, con el Centre Newman de Valencia, dondehe constatadoel atractivo especialmente actual de nuestro autor. No meolvido de mis feligreses de los barrios Riera y Fontsanta de Comella deLlobregat (Barcelona), que han visto mermada por mis recientes traba-jos sobre Newman la dedieaci6n pastoral que les debo, y que sin em-bargo no han dejado de ofrecer su colaboraci6n indispensable para lavida de una comunidad cristiana. En esta misma linea agradezco a mishermanos del equipo sacerdotal de Cornel1;l,que han tenido pacienciacon mis limitaciones y, ademas, me han instruido en el uso del ordenadorpersonal donde he ultimado recientemente la tarea. Mosen LluisJuanety Mosen Joan Cots han leido amplias porciones de estos textos y mehan proporcionado observaciones valiosisimas. Lo mismo tengo quereconocer a Mosen Manuel Valls, de Barcelona. Me he servido del ricofondo newmaniano de la biblioteca del Instituto de Teologia Funda-mental de Sant Cugat del Valles, y de la experiencia del P. Josep Vives,S.J.,y de otros profesores, bibliotecarios, etc. de la Facultad de Teologiade Cataluna. A todos ellos, y a much os mas, mi agradecimiento. Aunquela lista es muy incompleta, no seria prudente alargar mas estas cons i-deraciones introductorias. No dejo de esperar, sin embargo, que to-dos recibiran su parte de los frutos de fe y vida cristiana que se co-sechen gracias a la divulgaci6n del pensamiento de Newman ennuestros paises.

    Mi querido Dean,Cuando recientemente te pedi permiso para poner tu nombre en la

    dedieatoria de este volumen de Sermones predieados ante la Univer-sidad de Oxford, me di cuenta de que tenia que explicar -a mis lecto-res y a mi mismo- por que no te 10 habra ofrecido cuando 10 publiquepor primera vez, y por que 10 hago ahora, cuando podria parecer que elprolongad? lapso de tiempo de casi treinta anos ha destruido la espon-taneidad de mi acto.

    Aureli BoixOratori de Sant Felip Neri de Barcelona

    1 Richard W. Church (1815-1890) se gradu6 en 1836, e infJuido por la predicacionde Newman se adhiri6 al Movimiento de renovacion de la Iglesia Anglicana seg(mel espiritu y la practica de la Iglesia cat6lica antigua (el Movimiento denominado-lractariano-, por los Tracts u opusculos que Newman empez6 a publicar en 1833).Church, en 1838, fue elegido -miembro- de la comunidad docente del colegio Oriel,y desde entonces el y Newman fueron grandes amigos. Desde 1846 qued6 inte-rrumpida su comunicaci6n, hasta que se renov6 admirablemente poco antes de lapublicaci6n de la Apologia (que represent6 para Newman la rehabilitaci6n defini-tiva ante el publico Ingles). Church acababa de ser nombrado Dean de la famosacatedral (anglicana) de San Pablo de Londres cuando Newman redact6 esta dedica-toria. La amistad entre ambos personajes se describe con detalles en la biografia deMeriol Trevor:.r H Newman. Cr6nica de un amor a la verdad (Sigueme, Salamanca1989). Con motivo de la muerte de Newman. Church expres6 brillantemente lagratitud que Ie debian los anglicanos en un articulo publicado en el nllles: -Con elperdemos no s610 a uno de los mas grandes maestros de estilo de la lengua inglesa,a un hombre de singular pureza y belleza de caracter, a un ejemplo eminente desantidael personal, sino al funelador -casi poelemos decirlo-- de la Iglesia anglicanatal como la vemos hoy. Dificilmente podemos adivinar 10 que hubiese sielo de laIglesia anglicana sin el Movimiento tractariano, y Newman [ue el alma viva y el

  • Pero, aunque en aquel momenta experimente la generasidad de tuacci6n para conmigo, las eircunstancias especificas que la ocasionaronme quitaban entonees la posibilidad de mostralte mi agradecimiento.No era aquel el momenta aprapiado; pues vincular una obra mia a otrapersona en aquellas circunstancias mas que una atenci6n hubiera sidoun agobio indebido. Ni pense en poner sobre los hombras de ningunode mis amigos los libros que publique aquellos anos, excepto en el casode uno que habia colaborado conmigo en las tareas pastorales deLittlemore, y que me convenci6 al pedirmelo con una voluntad taninsistente de solidarizarse conmigos.

    Acepta, pues, mi querido Church, aunque sea tarde, esta expresi6nde mi gratitud, ahara que el transcurso de 10sanos, el juicio pronuncia-do sobre mi persona por -10 que puede llamarse- la posteridad, y.lacategoria del cargo que ocupas, me animan a pensar que, satisfaciendoasi, gustosamente, parte de mi deuda, no soy desconsiderado paracontigo.

    A ti, pues, mi querido Dean, va dedicada esta obra, con todo elafecto de tu amigo,

    Ttl fuiste, entre los miembros residenres en 10seolegios de Oxford,uno de aquellos amigos entranables (algunos, como Charles Marriott yCharles Cornish, ahara desaparecidos2) que en 10scinco anos de duraspruebas -de 1841 a 1845-, en el curso de los cuales apareci6 este libra,hicieron tanto par confortanne y sostenerme, con paciente amabilidade incansable solicitud.

    No puedo olvidar la delicadeza con que aguantaste, en el mes defebrero de 1841, que te comunicara dia tras dia mis preocupaciones ymis proyectos, a medida que 10s graves acontecimientos de aquellasfechas [os iban sllscitando. Y menos atln se me puede ir de la memoriatu gran gesto de amistad -gesto, ademas, de justicia y de valentia- enfebrero de 1845, ana en que ocupaste el cargo de proct013 de la Uni-versidad, cuando tu, junto con el otro proctor ahara fallecido, meprotegiste del furor de 10sciudadanos que querian imponer 10 que nodebial14, gracias al uso que hicisteis de una prerrogativa propia devuestro cargo.

    genio inspirador de dicho Movimiento. Por grandes que hayan sido sus servicios ala comunion en que murio, no son nada comparados con ios que presto a lacomuni6n dentro de la cual transcurrielOn los aflos mas azarosos de su vida ...(vease C.Stephen Dessain: Vida y pensamiento del cardenal Newman, Paulinas,Madrid 1990, p. 226). El mismo estudioso cat6lico aflade: Desde que se escribieronesas palabras, la influencia de Newman se ha expandido y ha penetrado por todoslados en la Iglesia cat6lica.

    2 Charles Marriott (1811-1858), se gradu6 en el colegio Balliol de Oxford en1832, y de 1833 hasta su muerte fue miembro del Oriel (tutor oficial en el mismoentre 1835 y 1838). Particip6 en el Movimiento tractariano y fue uno de 10s princi-pales res pons abies de la colecci6n Biblioteca de los Padres. En 1846 se hizocargo del inmueble ocupado hasta entonces por Newman en la aldea de Littlemore(cerca de Oxford), e instal6 alli una pequena imprenta. Fue parroco de Santa Ma-ria, de Oxford, de 1850 a 1858.- Charles Lewis Cornish (1809-1870) fue miembrodel colegio Exeter, de Oxford, de 1830 a 1841. Trabaj6 para la Biblioteca de losPadres)) y se solidariz6 con Newman durante las polemicas en torno al Tract 90(1841). En 1846 sucedi6 a Copeland en el cargo de coadjutor de Littlemore. En sulecho de muerte quiso que Ie leyeran uno de los sermones de Newman.

    3 Es la forma sincopada de procuraton>. En Oxford y Cambridge se denomi-naban asi los dos cargos oficiales elegidos anualmente para desempenar divers asfunciones relacionadas con las asambleas de la Universidad, la otorgaci6n de gra-dos academicos, etc.; tambien eran responsables de la disciplina de todas las per-sonas in statu pupil/ari.

    4 Givium ardorprava iubentium, alude al furor desatinado con que -en aquelmomento- la mayoria de la asamblea general de miembros)) de los colegios y ti-tulados por la Universidad estaba contra al Tract 90. Los dos proctores tenian lafacultad de poner el veto alas decisiones que no creian correctas. Church conven-ci6 al senior proctor de aquel ano, Gallimard, para que, pronunciando la expresi6nritual IINobisprocuratoribus non placet, impidiera la condena de aquel Tract (quehubiese significado nada menos que e\ rechazo oficial por palte de \a Universidad

    de la interpretaci6n angiocatolica de los Treinta y nueve articulos anglicanos).Newman pone de relieve la justicia de la acci6n de los proctores, es decir, insisteindirectamente en la legitimidad del Anglocatolicismo -Ia tendencia teol6gica yeclesial de Church, y de muchos mas- dentro de la Iglesia anglicana.

    5 Se trata de Richard William Copeland (1804-1885), estudiante y, luego, miem-hro, del colegio Trinity, de Oxford. Se adhiri6 al Movimiento tractariano y a partirde 1840 fue coadjutor de Newman en Littlemore. Estudioso de los te61ogos clasicosingleses, trabaj6 para la colecci6n Biblioteca de te6logos anglocat6Iicos)). Des-pues de dieciseis anos sin comunicarse con Newman, se encontr6 con el casual-mente en Londres, en junio de 1862; pocos dias despues Ie visit6 en el Oratorio deBirmingham, y puso de nuevo a Keble, Church y Rogers en contacto con el. As! fueel primero de sus amigos anglicanos que reanud6 una relaci6n asidua con Newman,poco antes de la publicaci6n de la Apologta. Tras el exito de este libro, Copeland sehizo cargo de la reedici6n, sin retoques, de los sermones anglicanos de Newman(Los Sermones parroquiales y sencillos, no los universitarios)), pues estos ultimosnecesitarian notas cat6licas del autor). La mayor parte de estos datos sobre losamigos de Newman provienen dellndice biografico del vol. VI de Lettersand Diariesof ]obn Henry Newman, publica do en 1984, a cargo de Gerard Tracey, archiverodel Oratorio de Birmingham.

  • El primero, tercero y sexto de los siguientes sermones fueron pro-nunciados por el autor en los turnos de predicaci6n asignados por el Vi-cecanciller de la Universidad. El segundo, en el turno del propio autor. Elcuarto, quinto, septimo, octavo y novena, en los que Ie correspondieronde predicador selectcm (anos 1831-1832).

    Los seis posteriores a 1832 -los seis (i1timos- fueron predicados enturnos particulares de algunos colegios, de los que pudo servirse, 0 bienporque a el mismo Ie correspondla la designaci6n de predicador 0 bienporque correspondia a amigos personales suyos 7.

    6Este aviso no es superfluo, ni mucho menos. Pone de relieve el caracter necesa-riamente no sistematico ni tecnico de su forma de tratar aqui el proceso de la fe. Los"sermones", por mucho que tengan de conferencias, no eluden su naturaleza direc-tamente religiosa. Fueron escritos ademas a 10largo de diecisiete anos de notableevoluci6n del pensamiento del autor, bajo diversas influencias que recuerda el mis-mo en el cap. I de faApologia. En esta evoluci6n, sin embargo, no se pierde, ni mu-cho menos, la coherencia substancial dellibro.

    7Elmismo Newman explic6 en carta aJ. S. Northcote, del 18 de febrero de 1872,10 que esto significaba: Los sermones universitarios eran predicados a) por Ios"predicadores selectos", que disponian durante sus dos atlOSde cinco 0 seis tumos;o b) por cada titulado en su propio tumo, s610 una vez; 0 c) por designaci6n delvicecanciller, que disponia de un numero determinado de tumos, por ejemplo, losde primera hora de la tarde en Cuaresma, y el domingo final de la temporada dedefensa de tesis (Act Sunday); 0 d) por designaci6n de cada colegio, es decir, de susrespectivos tesoreros, sucesivamente. De este modo fui designado para predicar portesoreros del Trinity, del Queen's y del Oriel; y por mi mismo, euando fui tesorero.Despues de 1832,nunca fui designado por ninguna autoridad de la universidad sinos610 por amigos que tenia en los colegiosl>(Letters and Diaries XXVI,p. 22).

  • Sibien el autor se ha dedicado en la mayor parte de estos sermones atratar diversos aspectos de una misma materia, casi no hace falta decirque su Iibro carece del metodo, de la perspectiva global y de la exactitudcientifica dellenguaje, que se requieren en un tratado propiamente dichosobre el tema; objetivos que, por cierto, no eran compatibles con su generoliterario ni con !as circunstancias de su e1aboraci6n.

    / 9

    PROLOGO A LA TERCERA EDICION

    Esta era la advertencia publicada al principio de la edici6n original,con fecha 4 de febrero de 1843; pero ha sido inevitable cambiar algunaspalabras por haberse anadido otro serm6n -el tercero- en la presenteedici6n8.

    Oratorio de BirminghamDiciembre de 1871

    Estos discursoslO fueron publicados por primera vez tal como sehabian predicado, con la sola excepci6n de algunas correcciones verba-les. Ya en aguel momento el aurar hubiese deseado modificarlos de unmodo considerable, anadiendoles 0 quitandoles algunos fragmentos;pero, dado que constaban como predicados ante la Universidad, nose sinti6 libre para hacer tal cosa 11. Muchisimo menos iba a alterarlos

    9 No creo que sea ningun acierto relegar a un apendice -como 10 hace la traducci61lfrancesa completa- este pr610go cat6lico que Newman quiso al comienzo dellibro en suedici6n definitiva. Despues de las breves y valiosisimas orientaciones con que empleza,quiere dejar fuera de toda duda su afirmaci6n de la razonabilidad del acto de fe ..Noobstante, algunos comentaristas se empefiaron en presentar un Newman lrraCionahst,l;al parecer impresionados por los durisimos ataques de alguno de los sermones de 1831-1832 contra los abusos del racionalismo en el ambito religioso. Sera importante no olvl-dar las distinciones no muy escolasticas (vease cita del P. Ryder, nota 52 de la Introduc-ci6n) con que clarifica los terminos que el mismo habia usado tantos afios antes. ~staclarit1caci6n no debe restar interes al drama vivo que se desarrolla a 10 largo del hbroentre la raz6n y la fe, hasta aproximarse a la sintesis madura en la segunda mitad. Undialogo intensisimo, no exento de sorpresas y que proseguira toda la vida. _

    10 Discursos equivale a sem1Ones-conferencia. Podemos obselvar que, ademas d,dirigirse a los oyentes -a veces con gran vigor- para comunicarles sus reflexiones (quesuelen ser intelecrualmente originales, propias de un esrudioso que habla a otros estu-diosos, y no simplemente catequeticas), intenta tambien clarificar, profundizar y elaborarsu propia posici6n, de manera aproximativa, con notables tanteos y vaCllaclones.

    11 Asi consta el caracter peculiarmente hist6rico de estos textos pronunClados en sumomento con la solemnidad propia de los actos oficiales de Oxford. Vease la Introduc-ci6n y la nota I al serm6n 1.- Recuerdese que las notas del autor entre com.illas son lasque ya aparecieron en la prirnera y segunda ediciones; y las que vanerltre corchetes -talcomo dlo indica seguidament~ fueron incorporadas a la tercera edlclon (de 1871-72).

    BEn su primera edici6n el libro 5e titulaba Sel1nuns chiefly on the Theory ofReligious Beliefpreached before the Unive1"Sity. Igualmente la segunda, de 1844. Apartir de la tercera (1871-1872), el titulo es el que en est a traducci6n ponemoscomo subtitulo: fifteen Sermons preached before the University of Oxford betweenA.D. 1826 and 1843. Son el nllmero completo de sus sermones con este caracteroficial; por eso afiade ahora el tercero, para que la obra sea como un documentohist6rico completo y en 5i mismo intacto. Habia omitido el tercer serm6n porque 10consideraba escrito precipitadamente y, quiza tambien, bastante menos relaciona-do con el tema principal del conjunto. De ahi, seguramente, la no referencia altema Teoria de la creencia religiosa en el nuevo titulo.

  • ahora. Simplemente ha considerado correcto lIamar la atencion, me-diante notas entre corchetes, al pie de la pagina, sobre ciertos defectosde pensamiento 0 de lenguaje que se descubriran en ellos, para asicorregirlos en la medida de 10 posible.

    No podia dejar de contarse con tales defectos en el analisis de un tematan delicado como el que abordan algunos de los discursos. Ademas, seescribieron con largos intetvalos de interrupci6n, de manera ocasional porno decir imprevista; sin la ayuda de te610gosanglicanos y sin ning(.tncono-cimientode los teologos catolicos12. EInusmo autor se sorprende de que, entales circunstancias, los errores no fueran de caracter mas grave13. Estaadvertencia vale especialmente para los que tratan sobre las relaciones de lafe con la raz6n, discursos perfectamente comparables a una expedicion quesale a explorar territorios casi desconocidos, y que ni siquiera se arriesgan adefmir de alguna manera la fe 0 la razon al momenta de partir14. Amedidaque avanzan, sin embargo, se vue!ven mas precisos, y tambien mas exactos,en su doctrinat5, que ahora voy a puntualizar de manera categorica y, en lamedida de 10pO$ible,con las palabras utilizadas en el curso de los nlismos.

    1. Antes de formular una definicion de fe y de razon, sera carreetoconsiderar 10que es la nocion comttn y corriente de fe y razon, contra-puestas entre S1.

    No he dicho todavia 10que en realidad es la razon, ni comose relaciona con la fe, sino que me he limitado a confrontarlasmutuamente, tomando la palabra razon en el sentido que co-rrientemente se Ie atribuye, X. 45. Vease tambien XII. 7, 11,36; XIII. 1, 4; XIV. 32.

    2. Segun este significado corriente, fe es juzgar en materia religiosabasandose en fundamentos debiles, y razon es juzgar con fundamentoss6lidos y firmes. Fe implica facilidad para aceptar 10 que pide la reli-gi6n, y razon implica lentitud para 10mismo. Fe quiere expresar unsentimiento 0 experiencia emotivaj razon, un acto de sentido comun.Fe se aviene con conjeturas 0 presuposiciones; razon, con pruebas16.

    Sean cuales sean las distinciones y relaciones que hay entrefe y razon, el contraste que se estableceria entre elias, segunel parecer comttn y corriente, consistiria en afirmar que larazon, antes de asentir, requiere garantias firmes, y que la fese contenta con garantias masendebles, X. 17.

    12 Durante su ano de estudios en Roma (1846-1847) ley6 con avidez los tratados defe de importantes te610gos cat6licos recomendados por los jesuitas que alii ensenaban;pudo asi comprobar que los puntos de vista de este libro eran conformes al sentido ge-neral del pensamiento cat6lico (por encima de las posiciones espedficas de distintas es-cuelas). Redact6 entonces en latin 12 Thesesdefuieavaladas con citas de aquellos te610-gos y acompanadas de amplias referencias a sus sermones X-XIV, donde incluiremos lasindicaciones oportunas. Puede consultarse su texto completo en el articulo del P. HenryTristam: Cardinal Newman :sTheses de Fide and His p1'Oposed Introdu.ction to the FrenchTmnslation a/the University Selmons, GregorianulIm 18 (1937) pp. 219-260.- En cuantoa los te610gos anglicanos, no podia contar propiamente con su ayuda, porque Butler yKeble (a quienes se refiere con enorme gratitud en el cap. I de la Apologia) no resolvie-ron satisfactoriamente para el esta cuesti6n especifica de la razonabilidad de la Fe; y por-que la opini6n prevalente (mas filos6fica que teol6gica) otorgaba una confianza exage-rada a la razones apologeticas expHcitas, hasta requerirlas como una conclici6n indispen-sable para la autentica Fe. El presente libro -

  • Todos tienen alguna razon, pero no todos pueden darla.Podemos, pues, designar estas clos actividades mentales conlos tenninos respectivos de razonar y argumentar, 0 bien ra-ciocinio inconsciente y consciente, 0 bien razon implicita yexplicita, XIII, 9. Vease la totalidad del discurso.

    garantias efectivas 0 indicios demostrativos19; de ambos metodos, el dela verosimilirud corresponde mas naturalmente al razonamiento implici-to, y el de las garantias 0 pruebas al explicito.

    5. EI proceso de razonar, sea implicito 0 sea explicito, es el acto deuna misma facultad (la de la razon), a la cual corresponde tambien lacapacidad de analizar su mismo proceso, y de pasar asi de 10 implicitoa 10 explicito. EI razonamiento, empleado en analizarse a si mismo deesta forma retrospectiva, viene a parar en una ciencia especifica, llama-da logica, que es una especie de arte literaria17 que pone de relieveprovechosamente los actos implicitos con que ha procedido.

    Las pruebas suelen ser firmes 0 fragiles, no en sl mismas,sino segun los detalles 0 circunstancias con que se nos pre-senta la doctrina a favor de la cual se aducen; y el efecto de lapruebas sera mayor 0 menor en nuestra mente, segun acepte-mos 0 no aquellos detalles. Ahora bien, la admision de estosimplica una gama inmensa de opiniones antecedentes, presu-posiciones, sobreentendidos, asociaciones de ideas, etc.,muchos de los cuales son dificillsimos de descubrir y anali-zam, ete. XIII. 33. Vease tambien 9; y XII. 36.

    La claridad en la argumentacion no es indispensable pararazonar bien. EI razonamiento es completo en SI e indepen-diente; el analisis no es sino una explicacion del mismm), XIII.10; vease 8.

    7. Ademas, si bien la facultad raciocinante es de una misma natura-leza en todas las mentes, varia sin limite, en cuanto a fuerza, tal comoexiste en concreto en cada uno de los individuos; varia segun el objetoo tema a que se aplica. As!, un hombre puede razonar bien en asuntosde comercio, a los que se dedica, pero puede ser sencillamente incapazde presentar de manera ordenada sus razonamientos sobre tal materia,porque no tiene talento para analizar, es decir, para razonar sobre susrazonamientos, 0 para encontrar sus terminos medios 10gicos.

    Labatalla entre el error y la verdad es necesaIiamente ventajosapara el primero, par su misma naturaleza, ya que se libra con lasa1masde un lenguaje establecido 0 de un tratado met6dico; estose debe no solo a ... la deficiencia de la verdad en cuanto a recur-sos de elocuencia, e incluso de palabras, sino ademas a la nitidezy a la precision de metodo que se requieren en un debate escritoo hablado. Laverdad es amplia, vista como conjunto organico seextiende hasta muy lejos ..., de ahi que clificilmentepueda expo-nerse en un numero detenninado de [rases. Su defensor, incapazde mostrar nada mas que un fragmento del conjunto, se ve obliga-do a redondear y reducir sus extremos 'indomables, ete. En estoconsiste precisamente el arte de la composicioID),ete. V. 21.

    El funcionamiento de la razon de una persona tiene tanto demisterio como el funcionamiento de su memoria. Recuerdamejor 0 peor segun las materias de que se trate, y razonatambien mejor 0 peor .... Cabe que el don 0 talento de razo-nar sea distinto en diferentes temas, aunque el proceso derazonar es el mismQ)),XIII. 10. Vease tambien XI. 6.

    Losque quieren abreviar el debate ..., buscan alg(m argumentotirme y bien perceptible, que pueda fOlmularselimpiamente, ma-nejarse convenientemente, y ponerse de relieve con insistenciaretodca)), ete. XIII. 36. Vease XIV. 30.

    realidad por sus causas propiamente dichas (0 causas propter qUid). Vease la di-ferencia de punto de vista y de terminologia en santo Tomas: Summa Theologica, Iparte, cuesti6n 2, articulo 2, in corpore: Hay dos clases de demostraciones. Una,llamada "propter quid", que se basa en la causa y discurre partiendo de 10 que enabsoluto es anterior hacia 10que es posterior. La otra, llamada demostraci6n "quia",patte del efecto, y se apoya en 10que es anterior ttnicamente respecto a nosotros, que,cuando vemos un efecto con mas claridad que su causa, por el efecto venimos enconocimiento de la causa.- Quiza el metodo de las probabilidades antecedentesseria catalogado por santo Tomas entre las razones de congruencia 0 conveniencia,aparte de su caracter a menu do implicito, y de la manera de apreciarlas cadapersona.

    19 Garantias, pruebas,

  • 8. Esta desigualdad en un mismo individuo de la facultad de razo-nar, con respecto a diferentes temas 0 materias, proviene de dos causas:de la falta de experiencia 0 de familiaridad con los detalles de unadeterminada materia; y de la ignarancia de los principios 0 axiomas, amenudo reconditos, propios de la misma.

    Quien descuidara las experimentos pOl' confiar en el vigorde su talento, seria calificado de "teorico"; y el ciego quepret