El cambiazo

Mierda con ellos. Me las van a pagar todas juntas. No importaque, justo ahora, cuando voy a firmar la decimoctava orden de arresto,se me rompa el bolfgrafo. Me cago en la putisima. Y el imbecil quepregunta: «,;Le consigo otro, mi.coronel?» Por hoy alcanza con dieci-siete. Ayer Velez recobro la libertad convertido en un glorioso guina-po: los rinones hechos una porqueria, un brazo roto, el ojo turnefacto,la espalda en llaga. Ya designe, por supuesto, la correspondienteinvestigadora para que informe sobre las irregularidades denunciadaspor ciertos organos de la prensa nacional. Algun dia tendran queaprender que el coronel Corrales no es un maricon como sus prede-cesores sino un jefe de policia con todo lo que hace falta

hipnotizada frente al televisor, Julita no se atreve ni aparpadear. No es para menos. Lito Suarez, con su rostro angelical y suspunitos cerrados, ha cantado Siembra de Luz y en seguida Mi CorazonTiene un Remiendo. Grititos semejantes a los de la juvenil teleau-diencia salen tambien de la boca de Julita, quien para una mejor voca-lizacion acomoda el bombon de menta al costado de la muela. Peroahora Lito se pone solemne: «Hoy tengo una novedad y se llama ElCambiazo. Es una cancion y tambien es un juego. Un juego que juga-remos al nivel de masas, al nivel de pueblo, al nivel de juventud. <:Queles parece? Voy a cantarles El Cambiazo. Son solo cuatro versos.Durante la semana que empezara manana, lo cantaremos en todas par-tes: en la ducha, en las aulas, en la calle, en la cama, en el omnibus, enla playa, en el cafe. <<De acuerdo? Luego, el domingo proximo, a esamisma hora, cambiaremos el primero de los cuatro versos. De las pro-puestas por escrito que ustedes me hagan llegar, yo eligire una. <;Lesparece bien?» Siuiiiiii, chilla la adicta, fanatica, coherente adolescen-cia. «Y asi seguiremos todas las semanas hasta transformar completa-rnence la cuarteta. Pero tengan en cuenta que en cada etapa de sutransformaci6n, la estrofa tendra que cumplir una doble condition:variar uno de sus versos, pero mantener un sentido total. Es claro quela cuarteta que finalmente resulte, quiza no tenga el mismo significa-do que la inicial; pero ahi es justamente donde reside el sabor deljuego. <;Estamos?» Siiiuiiff. «Y ahora les voy a cantar el texto inicial.»

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para concentrarse en la memorizacion del Evangelio segun San Lito.«Paraquena dieeeeee loimpida, paraquetua moooooooor despierte,paravosmi vooooooooz rendida, paramiso loooooooo quererte.» Julitase arrastra hasta la silla donde ha dejado el draipen y el block, anotanerviosamente la primera variante que se le ocurre, y antes de que elserafico rostro del cantante desaparezca entre los tftulos y los creditosfinales del programa Lito Con Sus Muchachos, ya esta en condicionesde murmurar para si misma: «Paraqueven gaaaaaaaas querida,paraquetua moooooooor despierte, paravosmi vooooooooz rendida,paramiso loooooooo quererte

decime, podridito, {vos te crees que me chupo el dedo?Ustedes querfan provocar el apagon, ,;no es cierto? Seguro que al buena-zo de Ibarra se la hubieran hecho. Pero yo soy un jefe de policia, no unmaricon. Conviene que lo aprendas ^Tenes miedo, eh? No te culpo. Yono solo tendri'a miedo sino panico frente al coronel Corrales. Pero resul-taque el coronel Corrales soyyo, y el gran revolucionario Menendez sosvos. Y el que se caga de miedo tambien sos vos. Y el que se agarra labarriga de risa es otra vez el coronel Corrales. fEe parece bien? Decimelocon franqueza, porque si no te parece bien volvemos a la electricidad.Sucede que a mi no me gustan los apagones. A mi me gustan los toque-citos electricos. Me imagine que todavia te quedaran giievos. Claro queun poco disminuidos, <;verdad? ,;Quien te iba a decir que los giievos deavestruz se podfan convertir en giievos de paloma? Asi que apagon.Buena pieza. Me imagine que ustedes, cuando conciben estas hermosaspeliculas en que son tan cojonudos, tambien tendran en cuenta los ries-gos. Vos estas ahora en la etapa del desgo. Pregunta riumero uno:(jquien era el enlace para el apagon? Pregunta mimero dos: ,;d6nde estu-viste el jueves pasado, de seis a siete y veinticinco? Pregunta numerotres: ,;hasta cuando crees que durara tu discrecion? Pregunta numero cua-tro: (-te comieron la lengua los ratones, tesoro?

se muerde las unas, pero lo hace con personalidad. Em-pieza por los costados, a fin de no arruinar demasiado la aceptablemedia luna creada por el fino trabajo de la manicura. De todos modos,se come las unas, y sus razones tiene. Lito Suarez va a anunciar comoha quedado Ei Cambiazo despues de la primera transformacion.«Durante una semana todos hemos cantado la cancion que les ensefieel domingo pasado. La of cantar hasta en el Estadio. Hasta en la sala deespera del dentista. Muy bien. Justamente era eso lo que yo querfa.Recibi cinco mil cuatrocientos setenta y tres propuestas para cambiarel primer verso. En definitiva, elegf esta: Paraquesea braaaaaaaa lahe-rida.» Hiiiiiiii, dice la muchedumbrita del Canal. «De modo que por-tense bien y canten Ei Cambiazo desde ahora hasta el proximo domin-PO. t-al rnmn vn lo vov a ranrar ahora: Paracmesea braaaaaaaa laherida.

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paraquetua mooooooor despierte, paravosmi vooooooooz rendida,paramiso loooooooo quererte.» Decepcionada, Julira deja de comerselas unas. Su brillante propuesta quedo entre las cinco mil cuatrocien-tas setenta y dos desechadas. «Dentro de una semana sustituiremos elsegundo verso. ,-De acuerdo?» Siif i f f i , chilla la juventud.

el coronel muestra los dientes. «Sf, Fresnedo, estoy conusted. Las nuevas canciones son una idiotez. Pero, <;que hay de maloen eso? La verdad es que la muchachada se entretiene, se pone juve-nilmente histerica, pide aucografos, besa fotograflas, y mientras tantono piensa. Me imagine que tambien usted habra escuchado la imbeci-lidad de esta semana. <;C6mo es? Espere, espere. Si hasta yo me la se dememoria. Paraque sea braaaaaaa laherida, paraquetua moooooooordespierte, paravosmf voooooooz rendida, paramiso loooooooo querer-te. Siempre es mejor que canten eso y no la Internacional.» «Perdone,mi coronel pero usted no esta al dia. A partir del domingo pasadocambio el segundo verso. Ahora es asi: Paraquesea braaaaaaa laherida,paraqueuse moooooooos lasuerte, paravosmi vooooooooz rendida,paramiso loooooooo quererte

por fin ha conseguido una imagen de Lito. Un angel, esoes. Besa la foto con furia, con ternura, tambien con precauciones parano humedecerla demasiado. Papa se burla, claro. Papa es viejo, noentiende nada. Papa el pobre es militar, y se ocupa de presos, de poli-tica, de sanear el pafs. Papa no tiene sentido del ritmo, a lo sumo tara-rea algun tango bien calandraca. Papa no entiende a los jovenes, tfaEster tampoco. La diferencia es que tia ni siquiera entiende a los vie-jos. Lito es divino, divino, y como nos entiende. Hiiiiiiiiiiiii. <<C6moseria papa a los dieciseis anos? ,;Tendria las mismas arrugas y maniasque ahora? Y a mi que me importa. Lo principal es inventar el tercerverso. Tiene que acabar en ida. Por ejemplo: paratides coooooooonocida, o tambien: paralano cheeeeeeeen cendida, o quiza paratufemiiiiiiii guarida. No, queda confuso. Y ademas no va bien con el cuar-to verso, y Lito recomendo que siempre debia ser coherente. ,-Y sifuera: paratusuer teeeeeeee miherida? Que estupida. Ya el primerverso termina en herida. Tendrfa que acabar, digamos, en sorprendi-da. Ya esta. Paratupiel soooooooor prendida. Queda regio, regio elcalor todo lo ablanda. Hasta las charreteras, el cinturon, la chaqueti-lla, la visera. Solo las condecoraciones permanecen duras, indeforma-bles. El calor penetra por las persianas y se instala en la frente delcoronel. El coronel transpira como un sargento cualquiera, como lanegra, <;se llamaba Alberta?, a la que hace mucho (cuando el solo erateniente Corrales) monto concienzudamente en un quilombo de malamuerte, alia por Tacuarembo. Vida podrida, despues de todo. Cuando

io orrrnrnpntacion incluyo encendidos

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rubros patrios. El viejo era ateo, pero solo en cuanto a la pobre Iglesia;en lo demas, era religiose La pacria era para el un equivalence de laVirgen Maria. Solo le faltaba persignarse cuando cantaba el hirnno.De entusiasmo sublime inflamo. Y al final resukaba que ser soidadode la patria no era precisamente defender el suelo, las fronteras, lafamosa dignidad nacional, de los fueros civiles el goce defendamos elcodigo fiel, no, ser soidado de la patria, mejor dicho,' coronel de lapatria, era joder a los muchachos, visitar al embajador, joder a losobreros, recibir la visita del subsecretario del secretario del embaja-dor, joder a uno que otro cabecilla, dejar que l.os estimados colabora-dores de esta Jefatura den rienda suelta a su sadismo en vias de desa-rrollo, insultar, agraviar, joder, siempre joder, y en el fondo tambienjoderse a si mismo. Si, debe ser el calor que todo io ablanda, hasta elorgullo, hasta el goce del poder, hasta el goce del joder. El coronelCorrales, sudoroso, ablandado, flaccido, piensa en Julita como quienpiensa en un cachorro, en un gaco, en un potrillo que tuvo cuando eracapitan en la frontera Julita unica hija, hija de viudo ademas, porqueMaria Julia se murio a tiempo, antes de este caos, antes de esta confu-sion, cuando los oficiales jovenes todavfa tenfan ocasion y ganas deconcurrir al Teatro Soils, especialmente en las cemporadas extranjeras,mostrando a la entrada la simpatica medallita cuadrangular, y sentan-dose luego en el Palco donde ya estaba algun precavido y puntualcapitan de fragata que siempre conseguia el mejor de los sitios dispo-nibles, como, por ejemplo, la noche del estornudo, la noche en queRuggiero Ruggieri daba su Pirandello en una atmosfera de silencip ytension y a el le empezo la picazon en la nariz y tuvo conciencia de queel estornudo era inminente e inevitable, y se acordo del ejemplo deMaria Julia que siempre aguantaba tomandose el caballete entre elpulgar y el fndice y de ese modo solo le salfa un soplidito tenue, afel-pado, apenas audible a veinte centimetres, y el quiso hacer lo mismo yen realidad cumplio rigurosamente todo el rito exterior y se apreto elcaballete con el pulgar y el fndice pero cuando vino por fin el estornu-do en el preciso y dramatico instance en que Ruggiero hacfa la pausamas conmovedora del segundo acco, entonces se escucho en la sala, yla acustica del Soils es realmente notable, solo comparable a la de laScala de Milan segun los entendidos, se escuch6 en la sala una suertede silbato o bocina o pitido estridente y agudo, suficience para que

. toda la platea y el mismfsimo Ruggiero Ruggieri dirigieran su reojoal palco militar donde el capican de fragaca hacfa codo lo posible para

; que el publico entendiera inequfvocamence que el no era el duefio dela bocina. Si, Julita, hija de viudo, es decir, Julita o'sea la familia ente-

'ra, pero como entender que pasa con Julita. No estudia ni cose ni toca'-, el piano ni siquiera colecciona estampillas o cajas de fosforos o botelli-

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Cas, sino que oye de la manana a la noche los .discos de ese paj.aron infa-me, de ese Lito Suarez con su cerquillo indecence y sus patillas inde-cences y su dedito indecence y sus ojitos revoloCeantes y sus pancalonesde zancudo y .sus g.uinos de compiicidad, y por si eso fuera poco, hayque aguancarlo codos los domingos en el show de cuacro horas, Lito.ySus Muchachos, como un nuevo incegrance de la familia, instalado enla pancalla del celevisor, incicando a la chiquilinada a que cante esaidiocez, .ese Cambiazo. y despues Codas las caritas, mas o menos histe-ricas; y el hiiiiiiiiiii de rigor, y el suspiro no menos indecente deJulita, a su lado, sudando tambien ella pero feliz, olvidada ya de quesu tercera propuesca ha sido tambien desechada como las otras y can-cando con Lito y con todos la nueva version del Cambiazo: paraqueseabraaaaaaa laherida,. paraqueuse moooooooos lasuerce, paranoso trooo-ooooos lavida, paramiso loooooooo quererte

apaga la luz. Ha intentado leer y no. ha podido. Pese a losfracases, no puede renunciar a inventar el cuarto y decisive verso. Perola presencia de Lito, el angel, es ahora algo mas que una estrofa. Elcalor no afloja y ella esta entre las sabanas, con los ojos muy abiertos,tratando de decirse que lo que quiere es crear el cuarto verso, porejemplo: paravosmf maaaaaaaa nofuerte, pero en realidad es algo masque eso, algo que mas bien se relaciona con el calor que no cede, que loenciende todo. Julita sale de entre las sabanas, y asi, a oscuras, sin encen-der la luz, va hacia la puerta y le pasa Have, y antes de volver a la cama,se quita el pijama y aparta la sabana de arriba y se tiende bocabajo, yllorando besa la foto, sin importarle ya qiie se humedezca

menos mal que refresco. Fresnedo se cuadra. «Vamos, olvfdesepor hoy de la disciplina», dice el coronel/Menos mal que refresc6..Cuando re-fresca, el coronel Corrales.suele sentirse optimista, seguro de simisrno, duefiode su future. «Desde que prohibimos los actos publicos, vivimos mas tranqui-los, ,uio?» «Sin embargo, hoy habia un acto, mi coronel, y autorizado.»«,;Cual?» «E1 del cantante.» «Bah.:» «VengO'de la Plaza. Eran miles y milesde chiquilines y sobre todo de muchachicas. Verdaderamence impresionante.Decfan que allf el iba a completar la canci6n,.que alif.iba a eiegir el cuartoverso. Usted dira que yo soy demasiado aprensivo, mi coronel, pero Busted nocree que liabrfa que vigilarlos mas?» «Creame, Fresnedo, son taraditos. Losconozco bien, ^sabe?, porque desgraciadamente mi hija Julita es uno de ellos:Son inofensivos, son cretinos, empezando por ese Lito.,;Usced.no cree que eSun debil mental?» Fresnedo abre desmesuradamence los ojos, como si depronto eso le sirvierapara escuchar mejor. En reaudad, el griteno lia empezadocomo un lejano murmullo. Luego se va. introduciendo.lentamente en el inex-pugnable despacho. El coronel se pone de pie y trata.de reconocer que es lo quegritan. Pero solo es. perfectamente audible k voz de alguien que esta en k

• -_^_ _ u ^,OM^ Ar-a.;opl oficial,.quiza un guardiaexterior. ̂

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que son criaturas.» El primer tiro suena inesperadamente cercano y viene deafiieta. Ei .coronel abre la boca para decir algo, quiza una orden. Enconces esta-lla el cnstal de la vencana. El coronel recibe el tercer disparo en el cuello.Fresnedo logra esconderse detras de la rnesa cargada de expediences, y soloentonces puede encender que es lo que Chilian los de afuera, que es lo que chi-llan esos mocosos y mocosas, cuyos roscros seraficos e inclemences, decididos emgenuos, ban empezado a irrumpir en el despacho: «Paraquesea braaaaaalaherida, paraqueuse moooooooos lasuerte, paranoso crooooooooos lavidaparacorra leeee'eeees lamuerce.»

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