2.t._herskovits_m.-cap_5_el_problema_del_relativismo_cultural_-_practicos.pdf

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    HERSKOVITZ, Melville

    El Hombre y sus Obras

    Mxico: F..E.

    V

    E! "RO#!EM$ %E! RE!$TIVISMO &!T&R$!

    '

    TODOSLOSPUEBLOS forman juicios acerca de los modos de vida diferentes de los suyos propios.

    Cuando se emprende el estudio sistemtico la comparaci!n da ori"en a clasificaci!n y los

    especialistas #an tra$ado muc#os es%uemas para clasificar los modos de vida. Se #an emitido juicios

    morales so&re .los principios 'ticos %ue "u(an la conducta y #an modelado los sistemas de valores de

    diferentes pue&los. Se #an ordenado sus estructuras econ!micas y pol(ticas y sus creencias reli"iosas

    por orden de complejidad eficacia desea&ilidad. Se #an sopesado su arte m)sica y formas

    literarias.

    Sin em&ar"o se #a #ec#o cada ve$ ms evidente %ue las valoraciones de este "'nero su&sisten o

    se desmoronan con la aceptaci!n o no de las premisas de las cuales se derivan. Pero no es 'sta la

    )nica ra$!n. *uc#os de los criterios en %ue estn &asados los juicios son incompati&les as( %ue las

    conclusiones sacadas de una definici!n de lo %ue es desea&le no coincidir(an con las &asadas en otra

    formulaci!n.

    Un ejemplo sencillo aclarar esto. +o e,isten muc#os modos diferentes se")n los cuales pueda

    estructurarse la familia primitiva. Un #om&re puede vivir con una mujer un #om&re puede tener un

    cierto n)mero de esposas una mujer puede tener un cierto n)mero de maridos. Pero si valoramos

    estas formas desde el punto de vista de c!mo cumplen con la funci!n de perpetuar el "rupo

    ase"urando la su&sistencia del ni-o #asta lle"ar a la edad adulta todas esas formas resisten la prue&a

    pra"mtica. Por el mismo #ec#o de su e,istencia demuestran %ue cumplen con su tarea esencial. De

    otra manera las sociedades en las %ue funciona no so&revivir(an.

    Una respuesta tal sin em&ar"o no satisfar a todos los %ue #an emprendido el estudio del

    pro&lema de la valoraci!n cultural. /u' decir delstatus del esposo plural de las cuestiones morales

    in#erentes a la prctica de la mono"amia en comparaci!n con la poli"amia de la adaptaci!n de los

    ni-os criados en familias donde por ejemplo las madres de&en competir en &eneficio de sus

    reto-os por los favores de un marido com)n0 Si se sostiene %ue la mono"amia es la deseada forma

    de matrimonio las respuestas a esas pre"untas sern terminantes. Pero si las consideramos desde el

    1

    TE(TO %I)IT$!IZ$%O "$R$ &SO E(!&SIV$ME*TE

    $$%EMIO

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    punto de vista de los %ue viven en sociedades diferentes a la nuestra se #ace clara la posi&ilidad de

    respuestas alternativas &asadas en diferentes concepciones de lo %ue es desea&le.

    2eamos por ejemplo la vida de una familia plural en tal cultura del 3frica occidental como la

    del Da#omey. La unidad es un #om&re y varias esposas. El #om&re tiene su propia casa como latiene cada una de las mujeres de acuerdo con el principio &sico del procedimiento africano de %ue

    dos esposas no pueden #a&itar apaci&lemente la misma vivienda. Los #ijos de cada esposa viven con

    su madre. Cada esposa a su ve$ pasa la semana de cuatro d(as propia de esa "ente con el marido

    com)n "uisando sus comidas lavando sus ropas durmiendo en la casa de a%u'l durante este

    intervalo dejando despu's el lu"ar li&re a otra esposa. Sus #ijos permanecen en la ca&ana de la

    madre. Durante la pre-e$ a&andona esta rutina y presumi&lemente en inter's de la salud de su ni-o

    y de la suya propia no repite sus visitas al marido #asta %ue el ni-o #a nacido y #a sido destetado.

    Esto si"nifica un per(odo de tres o cuatro a-os puesto %ue los pe%ue-os maman dos a-os o ms.

    La unidad compuesta resultante es una unidad cooperativa. Las mujeres %ue venden

    mercanc(as en el mercado o #acen cac#arros o cuidan las #uertas contri&uyen a su sost'n. Pero

    este aspecto aun%ue de "ran importancia econ!mica es secundario si se le compara con el

    presti"io %ue da a la unidad presti"io del %ue participan todos sus miem&ros. Por esto vemos a

    menudo %ue una esposa no s!lo pide insistentemente a su marido %ue ad%uiera una se"unda

    esposa sino incluso le ayuda con pr'stamos o donativos para #acerlo. Como las "anancias de una

    mujer son suyas y puede disponer de ellas y como las mujeres como comerciantes en el mercado

    "o$an de elevada posici!n econ!mica dentro de las posi&ilidades de esa sociedad poli"mica #ay

    un aprecia&le n)mero de ellas %ue disponen de medios a&undantes y pueden as( ayudar a su

    marido en los "astos de otro casamiento.

    Claro %ue sur"en tensiones entre las mujeres %ue #a&itan una de estas unidades compuestas.

    4ay trece maneras diferentes de casarse y en una familia amplia las esposas casadas al mismo estilo

    tienden a unirse contra todas las dems. La competencia por las miradas del marido jue"a tam&i'n

    su papel aun%ue esto es tan a menudo en inter's de los pe%ue-os como por ventaja personal. Las

    rivalidades son especialmente speras cuando varias esposas tratan de influir la elecci!n de un

    #eredero en favor de sus propios #ijos. Sin em&ar"o todos los ni-os de la unidad jue"an juntos y la

    fuer$a de los la$os emotivos entre los #ijos de la misma madre ms %ue compensa las tensiones %ue

    puedan producirse entre #ermanos y #ermanas %ue comparten el mismo padre pero %ue son de

    diferentes madres. 5dems tampoco falta la cooperaci!n entre las esposas. Se reali$an muc#as

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    tareas comunes en fraternal un(sono y #ay solidaridad en cuanto al inter's de las prerro"ativas de las

    mujeres o cuando se ve amena$ado elstatus del marido com)n 'l padre de sus #ijos.

    Podemos volver a#ora a los criterios %ue se de&en aplicar al emitir juicios so&re las familias

    pol("amas por comparaci!n con las mon!"amas a la lu$ de esta descripci!n de la familia plural enDa#omey. La estructura de la familia en Da#omey es o&viamente una instituci!n compleja. Si con7

    sideramos )nicamente un aspecto de ella las muc#as l(neas posi&les de relaci!n personal entre los

    muc#os individuos %ue a&arca vemos claramente cuan numerosas son las ramificaciones de los

    derec#os y o&li"aciones rec(procos y por consecuencia las reas a la ve$ de se"uridad y de

    conflicto.

    Su efectividad es sin em&ar"o patente. Durante inconta&les "eneraciones #a reali$ado su

    funci!n de criar a los pe%ue-os8 y no s!lo esto9 la misma ma"nitud del "rupo le ase"ura recursos

    econ!micos y una esta&ilidad %ue &ien podr(a ser envidiada por los %ue viven &ajo otros sistemas de

    or"ani$aci!n familiar. Los valores morales son siempre dif(ciles de fijar8 pero al menos en esa

    sociedad el matrimonio es claramente diferente de las relaciones se,uales casuales y de la

    prostituci!n tam&i'n conocidas por los da#omeyanos. Difiere de 'stas por sus sanciones

    so&renaturales y por el presti"io %ue confiere para no #a&lar de las o&li"aciones econ!micas #acia

    la esposa y los posi&les Tet!nos e,pl(citamente aceptadas por %uien contrae matrimonio.

    +umerosos pro&lemas de adaptaci!n se presentan en un a"re"ado de esta naturale$a. +o se

    puede su&estimar la oposici!n de personalidades cuando se ponen en (ntimo contacto personas de

    diferente fondo individual. +o #ace falta pensar muc#o para entender la lamentaci!n del jefe de un

    amplio compuesto de 'stos cuando dice9 :4ay %ue ser un poco diplomtico si se tienen muc#as

    esposas.: Sin em&ar"o las envenenadas alusiones en refranes y canciones y las ri-as no son de

    mayor consideraci!n %ue las de una pe%ue-a comunidad rural en la cual la "ente est tam&i'n

    o&li"ada a convivir estrec#amente durante lar"os per(odos de tiempo. Las pendencias entre

    coesposas no son muy diferentes de las disputas de patio entre vecinos. ; los da#omeyanos %ue

    conocen la cultura europea cuando #a&lan de su sistema y lo defienden destacan el #ec#o de %ue

    'ste permite a la esposa individual partos espaciados %ue est de acuerdo con los mejores preceptos

    de la moderna "inecolo"(a.

    5s( pues la poli"amia cuando se mira desde el punto de vista de los %ue la practican muestra

    valores %ue no son visi&les desde fuera. La misma defensa puede #acerse de la mono"amia cuando

    es atacada por los %ue estn endoculturados en un diferente "'nero de estructura familiar. ; lo %ue

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    es verdad para una fase particular de la cultura tal como 'sta lo es tam&i'n para otras. Las

    valoraciones son relativas al fondo cultural del cual sur"en.

    +

    EL P=>+C>P>O de relativismo cultural se apoya en una vasta acumulaci!n de datos conse"uidos

    mediante la aplicaci!n de t'cnicas en los estudios de campo %ue nos #a permitido penetrar en los

    sistemas de valores %ue sirvan de sustentculo a sociedades de costum&res diversas. Este principio

    &revemente e,puesto es como si"ue9 Los juicios estn basados en la experiencia, y la experiencia

    es interpretada por cada individuo a base de su popia endo cultura ci i. 5duciendo este principio

    ro$amos muc#as cuestiones fundamentales %ue los fil!sofos #an planteado desde #ace lar"o tiempo.

    El pro&lema de la valoraci!n es una de 'stas. Los %ue defienden la e,istencia de valores fijos

    #allarn materiales en sociedades distintas de la suya %ue les o&li"arn a ree,aminar sus supuestos.O &ien e,isten normas morales a&solutas o los criterios morales m? #acen sino encau$ar la

    conducta en la medida %ue estn de acuerdo con las orientaciones de un pue&lo dado en un per(odo

    dado de su #istoria0

    +os acercamos a)n al pro&lema de la naturale$a )ltima de la realidad misma. Cassirer en el

    pasaje %ue #emos citado6sostiene %ue la realidad solamente puede ser e,perimentada por medio

    del sim&olismo del len"uaje. Entonces la realidad no resulta definida y redefinida por los

    sim&olismos siempre variantes de los innumera&les len"uajes de la #umanidad0=espuestas a pro&lemas tales a &ase de los #ec#os conocidos %ue conducen a una posici!n

    cultural relativista representan una de las ms profundas aun%ue menos e,ploradas contri&uciones

    de la antropolo"(a a la cuesti!n del lu"ar del #om&re en el mundo. Cuando refle,ionamos %ue

    impondera&les tales como &ueno y malo normal y anormal &ello y vul"ar son a&sor&idos desde la

    infancia a medida %ue una persona aprende los modos de conducta del "rupo en %ue #a nacido

    vemos %ue estamos tratando de un proceso de primera ma"nitud. >ncluso los #ec#os del mundo

    f(sico son discernidos al trav's de la pantalla endocultural de modo %ue la percepci!n del tiempo la

    distancia el peso el tama-o y otras :realidades: est :mediada: por los convencionalismos de un

    .determinado "rupo. Sin em&ar"o nin"una cultura es un sistema cerrado una serie de r("idos

    moldes a los cuales de&a conformarse la conducta de todos sus miem&ros. 5l su&rayar la realidad

    psicol!"ica de la cultura %ued! &ien en claro %ue una cultura como tal no puede hacer nada. Por

    su naturale$a se reduce a ser una suma de la conducta y de los #a&ituales modos de pensar de las

    personas %ue en un tiempo y lu"ar determinado constituyen una sociedad particular. Esas

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    personas como individuos aun%ue "racias al aprendi$aje y al #&ito se adaptan a los modos del

    "rupo dentro del cual nacieron var(an sin em&ar"o en sus reacciones a las situaciones de la vida

    con las %ue tropie$an en com)n. Difieren tam&i'n en el "rado en %ue desean el cam&io como

    suelen diferir las culturas mismas. Es dif(cil para nosotros %ue vivimos en una cultura donde el

    cam&io es ensal$ado asi"nar valor a actitudes %ue su&rayan la esta&ilidad como un fin deseado. 2e7

    mos as( una ve$ ms %ue la suma de conductas %ue llamamos cultura es fle,i&le y no r("ida y %ue

    contiene muc#as posi&ilidades de elecci!n en su amplia arma$!n. >dentificar los valores

    reconocidos por un pue&lo dado en manera al"una implica %ue a%u'llos constituyan un factor

    constante en las vidas de las sucesivas "eneraciones del mismo "rupo. Como #a dic#o DeAey

    :cuales%uiera %ue sean los elementos constitutivos de la naturale$a #umana la cultura de unperodo

    y de un grupo representa la influencia determinante en su ordenaci!n:.

    Unos pocos ejemplos nos #arn ver c!mo las ideas de un pue&lo se interponen #asta en su

    manera de a&ordar el mundo f(sico. Unos indios %ue viven en la parte suroeste de los Estados

    Unidos piensan a &ase deseispuntos cardinales y no de cuatro. 5dems de las direcciones norte sur

    este y oeste incluyen las de :arri&a: y :a&ajo:. Teniendo en cuenta %ue el universo es

    tridimensional esos indios son enteramente realistas. +osotros mismos en la nave"aci!n a'rea

    por ejemplo tenemos %ue tener en cuenta las tres dimensiones en una forma %ue no es esencial a los

    %ue van por la superficie de la Tierra separamos la altura de la direcci!n en los instrumentos y en

    nuestra posici!n. Operamos conceptuaimente en dos planos distintos. Uno es #ori$ontal :estamosvolando E+E:. Otro es vertical :estamos yplando a#ora a pies:. Es raro o(r :estamos

    volando E+E a pies: e,cepto en las comunicaciones del piloto a la estaci!n donde se dan con

    frecuencia ese y otros #ec#os psicol!"icamente dispares.

    O fij'monos en las pautas musicales. 5ceptamos la idea de lon"itud de onda afinamos los

    pianos de acuerdo con una escala mecnicamente determinada y as( resultamos condicionados para

    lo %ue llamamos el verdadero sonido. Decimos %ue al"unas personas perci&en el sonido a&soluto8 es

    decir %ue dada una nota o cantada al a$ar inmediatamente le se-alarn su lu"ar en la escala. :Fstaes s( &emol.: Una composici!n aprendida en una clave dada cuando se transporta pertur&ar

    profundamente a tal persona aun%ue a%uellos %ue estn preparados musicalmente pero %ue no

    tienen percepci!n a&soluta disfrutarn del transporte si la relacin de cada nota con los dems no #a

    sido alerada. Supon"amos %ue tratamos de estudiar si esa capacidad de identificar una nota es un

    ras"o con"'nito %ue se encontrar(a en porcentajes varia&les pero pe%ue-os de individuos de

    G

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    sociedades diversas. La dificultad de pro&ar semejante supuesto aparece inmediatamente una ve$

    %ue sa&emos %ue muy pocas "entes tienen escalas fijas y nadie fuera de uno mismo tiene la idea

    del sonido verdadero. /uienes viven en culturas sin instrumentos mecnicamente afinados ni

    verdaderos pueden "o$ar de notas %ue estn fuera de tono por ms de un cuarto de tono. En cuanto a

    las pro"resiones pautadas en las %ue se esta&lecen las escalas t(picas y las orientaciones modales de

    cual%uier serie de convenciones musicales el n)mero de sistemas co#erentes dentro de sus propios

    l(mites es infinito.

    El principio se")n el cual los juicios se derivan de una e,periencia %ue es resultado del proceso

    de endoculturaci!n tiene &ases psicol!"icas firmes. 4a sido e,presado muy &ien por S#erif en su

    desarrollo de la #ip!tesis de :normas sociales:. Sus e,perimentos son cr(ticos v fundamentales y su

    concepto accesorio del :marco de referencia: del trasfondo a %ue es referida la e,periencia #a sido

    aceptado en psicolo"(a social. 5 causa de su importancia para una comprensi!n de las diferencias

    culturales nos ocuparemos &revemente del tra&ajo %ue reali$! para pro&ar su #ip!tesis de %ue :la

    e,periencia depende siempre de las relaciones".

    Se introduc(an los sujetos en un cuarto oscuro en el %ue una lu$ tenue de duraci!n controlada

    mecnicamente se encend(a y apa"a&a cuando se oprim(a un &ot!n. 5l"unos sujetos fueron llevados

    a a%uella #a&itaci!n primero solos y ms tarde como miem&ros de un "rupo mientras %ue otros

    fueron e,puestos a la situaci!n de "rupo antes de ser pro&ados individualmente. 5un%ue la lu$

    esta&a inm!vil la respuesta autoHin'tica a una situaci!n semejante es tal %ue el sujeto perci&e

    movimiento donde no lo #ay ya %ue estando la #a&itaci!n perfectamente a oscuras no dispone de

    punto fijo al cual referir el movimiento. El fen!meno es &ien conocido y en nin")n modo se limita

    al la&oratorio e,perimental. Ocurre :en cual%uier parte en %ue a un o&jeto visual %ue sirve de

    est(mulo le falta un marco espacial de referencia:.

    Cuando el sujeto esta&a sentado y oprim(a el Bot!n la lu$ fija dura&a dos se"undos despu's

    de los cuales el sujeto dec(a cuan lejos le pareci! %ue se movi! la lu$ ya %ue no sa&(a %ue la lu$

    esta&a fija. Se reco"ieron un centenar de juicios de cada sujeto individualmente. Se demostr! de

    manera concluyente %ue los individuos esta&lec(an su&jetivamente :un m&ito espacial y un punto

    como criterio o norma dentro de ese m&ito %ue es peculiar a cada individuo: cuando no se

    dispone de nin")n criterio o&jetivo y %ue persist(a en las repeticiones del e,perimento.

    En la situaci!n de "rupo cuando dos y tres individuo e,perimenta&an este est(mulo

    simultneamente cada sujeto e,pon(a sus juicios acerca de la amplitud del movimiento de la lu$. El

    I

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    efecto fu' "radualmente acumulativo de suerte %ue la discrepancia de los juicios individuales

    acerca de la supuesta distancia recorrida por la lu$ se #i$o "radualmente menor. Esto se nota&a ms

    cuando el sujeto comen$a&a el e,perimento en la situaci!n de "rupo y no al rev's. Pero cada "rupo

    esta&leci! una norma peculiar a 'l. La conclusi!n a %ue se lle"! re$a as(9 :Cuando un miem&ro de

    un "rupo #ace frente lue"o a la misma situaci!n pero solo, despu's de %ue el m&ito espacial el

    punto de referencia del "rupo #a sido esta&lecido perci&e la situaci!n en t'rminos del m&ito y el

    punto de referencia %ue trae de la situaci!n de "rupo.:

    El principio "eneral a %ue se lle"! a &ase de estos resultados y los de otros muc#os

    e,perimentos psicol!"icos %ue tienen %ue ver con este pro&lema podemos e,persarlo con las

    pala&ras de S#erif9 :La &ase psicol!"ica de las normas sociales esta&lecidas tales como

    estereotipias modas convenciones costum&res y valores es la formaci!n de marcos de referencia

    comunes como resultado del contacto de individuos. Una ve$ %ue se #an esta&lecido tales marcos de

    referencia y #an sido incorporados al individuo entran como factores importantes a determinar o

    modificar sus reacciones a situaciones a las %ue #ar frente posteriormente Jsociales e incluso a

    veces no socialesJ en especial si el campo del est(mulo no est &ien estructurado:@esto es si la

    e,periencia es tal %ue carece de precedentes en la conducta acostum&rada.

    +umerosos ejemplos de c!mo var(an estas normas se pueden encontrar en los li&ros de

    antropolo"(a. Son tan poderosas %ue pueden imponerse aun frente a #ec#os %ue al e,tra-o le

    parecen o&vios. 5s( ocurre %ue muc#os pue&los conci&en la relaci!n de parentesco de modo %ue no

    o&stante reconocer el papel del padre y de la madre en la procreaci!n cuentan la descendencia por

    solo un lado de la familia. En tales sociedades es com)n %ue las l(neas de incesto sean tan

    ar&itrariamente definidas %ue nuestros :primos #ermanos: por parte de madre se conocen entre s(

    por #ermano v #ermana y consideran el casamiento entre ellos con "ran #orror.

    ; al contrario el matrimonio dentro del mismo "rado de relaciones &iol!"icas por parte de

    padre se pueden considerar no s!lo como desea&les sino a veces #asta imperativo. Esto se de&e a

    %ue dos personas relacionadas de esa manera no se consideran por definici!n como parientes.

    La misma definici!n de lo %ue es normal o anormal est relacionada con el marco cultural de

    referencia. +os puede servir de ejemplo el fen!meno de :posesi!n: %ue encontramos entre los

    ne"ros africanos y los del +uevo *undo. La suprema e,presi!n de su e,periencia reli"iosa la

    posesi!n es un estado psicol!"ico en el cual ocurre un despla$amiento de la personalidad cuando el

    dios :viene a la ca&e$a: del adorador. Se considera %ue el individuo es la divinidad misma. 5

    K

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    menudo se produce una completa transformaci!n de la personalidad9 la e,presi!n facial la conducta

    motora la vo$ la fuer$a f(sica y el carcter de sus manifestaciones ver&ales son enteramente

    diferentes de lo %ue son cuando es :'l mismo:..

    Este fen!meno #a sido descrito en t'rminos patol!"icos por muc#os investi"adores cuyadisciplina no es la antropol!"ica a causa de su parecido superficial con tantos casos re"istrados por

    m'dicos psi%uiatras y otros. +o es dif(cil e%uiparar los trances de tipo #ist'rico Jen los %ue la

    persona tiene los ojos apretadamente cerrados se mueve con e,citaci!n y presumi&lemente sin

    prop!sito al"uno o se revuelca por el suelo pronunciando s(la&as sin sentido o entra en un estado

    de ri"ide$J a las manifestaciones anormales neur!ticas y #asta psicopticas encontradas en la so7

    ciedad euroamericana.

    Sin em&ar"o si pasamos de la conducta a su sentido y colocamos esos actos aparentemente

    ar&itrarios y casuales dentro de su marco de referencia la e%uiparaci!n resulta falsa. Por%ue en

    relacin con la situacin en que estas experiencias de posesin se producen, no pueden ser

    consideradas en absoluto como anormales, y muc#o menos psicopticas. Estn modeladas

    culturcdmente, y a menudo inducidas por aprendi$aje y disciplina. La dan$a u otro acto de personas

    pose(das son tan estili$ados %ue %uien conoce la reli"i!n puede identificar al dios posesor por la

    conducta del individuo pose(do. 5dems la e,periencia de posesi!n no parece restrin"ida a personas

    emotivamente inesta&les. Los %ue :reci&en al dios: recorren la "ama de todos los tipos de

    personalidad %ue encontramos en el "rupo. La o&servaci!n de personas entre los "rupos de ne"ros

    de 5m'rica interesados en esa reli"i!n y %ue frecuentan los cultos pero %ue se")n el len"uaje de

    ese culto :no tienen nada en la ca&e$a: y por eso jams e,perimentan la posesi!n parece

    demostrar %ue tales personas estn muc#o menos adaptadas %ue las %ue son pose(das. inalmente la

    naturale$a de la e,periencia de posesi!n en esas culturas de ne"ros se encuentra tan disciplinada %ue

    solamente puede sucederle a un determinado devoto en circunstancias particulares y al parecer

    ar&itrarias. En 3frica occidental y en el Brasil los dioses descienden solamente a %uienes #an sido

    desi"nados antes por el sacerdote de su "rupo %uien impone sus manos so&re las ca&e$as de a%u'7llos. En 4ait( el %ue un iniciado no miem&ro del "rupo familiar %ue cele&ra el rico entre en un

    trance se considera como "rave :incorrecci!n social: y si"no de de&ilidad espiritual pues se toma

    como prue&a de %ue el dios no #a sido propiamente propiciado y %ue por consi"uiente no est &ajo

    el control de sus adoradores.

    Se #a aplicado la terminolo"(a de la psicoterapia a estos estados de posesi!n sin pararse muc#o

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    en &arras. Desi"naciones como #isterismo auto #ipnosis compulsi!n estn a pedir de &oca. Si los

    empleamos )nicamente como t'rminos descriptivos puede ser )til su uso en el anlisis t'cnico del

    fen!meno de posesi!n. Pero la connotaci!n %ue esos t'rminos implican de inesta&ilidad ps(%uica

    dese%uili&rio emotivo alejamiento de la normalidad aconseja el empleo de otros t'rminos %ue no

    su"ieren semejante deformaci!n de la realidad7 cultural. Por%ue en esas sociedades de ne"ros la

    interpretaci!n dada a la conducta del poseso el sentido %ue esta e,periencia tiene para el pue&lo

    cae por entero en el campo de la conducta comprensi&le predeci&le y normal. Esa conducta es

    conocida y admitida por todos los miem&ros como al"o %ue puede sucederles a ellos mismos y

    merece la &ienvenida no s!lo por la se"uridad psicol!"ica derivada del #ec#o de la uni!n con las

    fuer$as del universo sino tam&i'n por elstatus, la "anancia econ!mica la e,presi!n est'tica y la

    li&eraci!n emotiva %ue proporciona al devoto.

    EL *EC5+>S*O primario %ue funciona en la valoraci!n de la cultura es el etnocentrismo.

    Etnocentrismo es el punto de vista se")n el cual el propio modo de vida de uno es preferi&le a todos

    los dems. Como dimana del proceso primitivo de endoculturaci!n este sentimiento es connatural a

    la mayor parte de los individuos ya sea %ue lo e,presen o no. uera de la corriente cultural

    euroamer(cana. particularmente entre pue&los "rafos se da por sentado tcitamente ms %ue se

    e,presa en t'rminos precisos. En esta forma #ay %ue considerar el etnocentrismo como un factor %ue

    opera en favor de la adaptaci!n individual y de la inte"raci!n social. Pues es muy importante el

    fortalecimiento del ego identificndolo con el propio "rupo de uno cuyos modos son aceptados

    impl(citamente como los mejores. S!lo cuando se racionali$a el etnocentrismo como ocurre en la

    cultura euroamer(cana y se lo presenta como la &ase del pro"rama de acci!n en detrimento de otros

    pue&los da ori"en a pro&lemas serios.

    El etnocentrismo de pue&los "rafos se pone &ien de manifiesto en sus mitos consejas

    populares prover&ios y #&itos lin"M(sticos. ; #asta en el nom&re mismo de la tri&u %ue a menudo

    e%uivale al de :seres #umanos:. Pero rara ve$ si al"una se manifiesta e,presamente %ue: los no

    amparados por el nom&re estn fuera de la cate"or(a #umana. Pero de todos modos esa costum&re

    refleja muy &ien la actitud profundamente arrai"ada %ue distin"ue entre el "rupo propio y los dems.

    Cuando a un ne"ro suriname se le muestra el resplandor de nuestras lmparas foto"rficas lo admira

    y recuerda este prover&io9 :La ma"ia &lanca del #om&re &lanco no es ma"ia ne"ra: con lo cual no

    #ace sino reafirmar su fe en su propia cultura. Da a entender as( %ue el e,tranjero a pesar de todos

    N

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    sus artificios mecnicos se perder(a en la selva tropical de la uayana sin la ayuda de sus ami"os

    los ne"ros %ue se desenvuelven con facilidad entre a%uellos peli"ros.

    El mito so&re el ori"en de las ra$as #umanas referido por los indios c#eroHis de las monta-as

    reat SmoHy proporcionan otro ejemplo de este "'nero de etnocentrismo. Esos indios porsupuesto conocen a &lancos y ne"ros. Como todos los indios tienen la piel morena y como en todas

    las mitolo"(as los actos de los seres so&renaturales una ve$ ejecutados son irrevoca&les. Tam&i'n

    como en la mayor parte de las mitolo"(as el #om&re es la o&ra ms perfecta del Creador %uien en

    este caso particular lo cre! #aciendo primero un #orno y encendi'ndolo y entonces de la masa %ue

    #a&(a 7preparado dio forma a tres fi"uras #umanas. Coloc! las fi"uras en el #orno y esper! a %ue se

    cocieran. *as su impaciencia por ver el resultado de su e,perimento %ue corona&a su o&ra de

    creaci!n era tan "rande %ue retir! una fi"ura demasiado pronto. Esta&a lamenta&lemente a medio

    cocer plida de color desa"rada&le. Pero &uena o mala a#( esta&a y de ella desciende el tipo de

    #om&re &lanco. Su se"unda fi"ura sali! &ien en el tiempo justo y la forma como 'l la #a&(a

    pensado. *uy morena le a"rada&a en todos los aspectos y esta fi"ura fu' el antepasado de los

    indios. Tanto la contempl! %ue se olvid! de sacar del #orno la tercera forma #asta %ue oli! %ue se

    esta&a tostando. 5&ri! la puerta rpidamente y encontr! su )ltima fi"ura car&oni$ada y ne"ra. u'

    lamenta&le pero no #a&(a nada %ue #acer8 a%uello fu' el primer ne"ro. G

    Es la forma usual de etnocentrismo en muc#os pue&los9 insistencia so&re las &uenas cualidades

    del propio "rupoQ sin nin"una tendencia a e,tender esta actitud1l campo ! la acci!n. Con tal

    punto de vista los o&jetivos los modos de conducta consa"rados y los sistemas de valores de las

    "entes con las %ue el "rupo propio entra en contacto pueden ser considerados en t'rminos de su

    des'a&ilidad y lue"o aceptados o rec#a$ados sin nin"una referencia a patrones a&solutos:. Por%ue

    #ay modos de cultura %ue son &uenos para un "rupoy no lo son necesariamente para otro8 lo %ue

    otro "rupo pueda sentir como no &ueno no es necesariamente malo para un tercer "rupo. El #ec#o

    de %ue se permitan esas diferencias en la manera de conse"uir o&jetivos &uscados en com)n sin %ue

    se #aya emitido el juicio correspondiente nos indica %ue los %ue vivimos en la tradici!neuroamer(cana tenemos %ue cam&iar de modo de pensa al respecto pues entre nosotros una

    diferencia en la conducta o en las creencias con frecuencia implica %ue al"o es peor o menos

    desea&le y %ue de&en cam&iarse.

    La suposici!n de %ue las culturas de pue&los "rafos vson inferiores a la nuestra es el producto

    final de una serie muy lar"a de desarrollos en nuestra #istoria intelectual. +o nos acordamos

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    demasiado de %ue el concepto de pro"reso %ue tanto influye en nuestro pensamiento es relativa7

    mente reciente. Como %ue se trata de un producto )nico de nuestra cultura. orma parte de la

    misma corriente #ist!rica %ue desarroll! la tradici!n cient(fica y %ue invent! el ma%uinismo.

    El dominio proporcionado por la ciencia y la tecnolo"(a de la m%uina fu' lo %ue dio a Europa y5m'rica la pala&ra final en los de&ates acerca de la superioridad cultural. :El %ue fa&rica la p!lvora

    tiene el poder: dice un prover&io da#omeyano. +o e,iste modo de rec#a$ar este ar"umento

    respaldado por el ca-!n en un pue&lo %ue defiende su posici!n solamente con lan$as o arcos y

    flec#as y acaso un fusil de c#ispa. La superioridad tecnol!"ica por s( misma acarrea considera&le

    convicci!n aun%ue no sea tan convincente como nosotros pensamos a veces. Cual%uiera puede ver

    %ue un autom!vil reali$a la funci!n de atravesar la distancia con ms eficacia y menos "asto de

    esfuer$os %ue un #om&re a ca&allo o a pie. En lo %ue nosotros no pensamos a menudo es %ue la su7

    perioridad de este "'nero demostra&le no convencer necesariamente a una persona de otra cultura

    de %ue un arte distinto del suyo sea tam&i'n preferi&le o %ue el monote(smo sea mejor %ue el

    polite(smo. Puede #asta continuar usando un a$ad!n despu's de %ue7se le #aya dado a conocer el

    arado precisamente por%ue prefiere su menos efica$ instrumento. Puede naturalmente

    maravillarse ante los modos e,tra-os si se le presentan &astante a menudo y con &astante fuer$a.

    Pero si no encuentra una respuesta satisfactoria a sus pro&lemas ser v(ctima de la desmorali$aci!n

    primero y de la desculturaci!n despu's. La aceptaci!n de creencias y valores europeos acoplado

    con la falta de oportunidad para conse"uir un e%uitativo modo de vida &ajo a%u'llos Jla situaci!ncontradictoria ms com)n %ue resulta de la imposici!n del dominio euroamericanoJ provoca

    desconcierto desesperaci!n y cinismo.

    Con la posi&le e,cepci!n de los aspectos tecnol!"icos de la vida la proposici!n de %ue una

    l(nea de pensamiento o de acci!n es mejor %ue otra es muy dif(cil de esta&lecer so&re la &ase de

    cual%uier criterio umversalmente acepta&le. 2eamos el ejemplo de los alimentos. El alimento es

    necesario para el or"anismo #umano y nin")n pue&lo %ue no se aprovisione en modo suficiente

    podr so&revivir. Las culturas estn diferentemente e%uipadas para la producci!n de alimento lo%ue #ace %ue unos pue&los coman ms %ue otros. Pero el caso %ue aun en el nivel mismo de

    su&sistencia no #ay nin")n pue&lo %ue no considere al"unos posi&les alimentos como

    inconvenientes para el consumo #umano. La lec#e %ue fi"ura con tanta importancia en nuestra

    dieta es rec#a$ada como alimento por los pue&los del 5sia sudoriental. La vaca valioso elemento

    de la cocina euroamericana es vista con dis"usto por los #ind)es. +i si%uiera la necesidad cam&ia

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    las cosas. Los millares de re&a-os %ue #ay en las faltas tierras del 3frica oriental son como

    veremos ri%ue$a para conservar y no para consumir como alimento. Solamente la vaca %ue muere

    es comida prctica %ue si &ien a nosotros nos repu"na no parece #a&er perjudicado muc#o a los

    %ue #an se"uido esta costum&re durante "eneraciones.

    Los ta&)s reli"iosos tot'micos esta&lecen todav(a nuevas restricciones so&re alimentos

    provec#osos mientras %ue las ne"ativas de consumir otras muc#as sustancias comesti&les y

    nutritivas est simplemente condicionada por las circunstancias de la endoculturaci!n. Tan fuerte es

    este condicionamiento %ue el alimento consumido sin sa&erlo contrariando al ta&) puede producir

    reacciones fisiol!"icas tales como v!mitos y enfermedad.

    Todos los animales j!venes proporcionan sa&rosa carne8 pero la repu"nancia reli"iosa de los

    ma#ometanos por el lec#!n no es ms fuerte %ue la secular repu"nancia nuestra #acia los filetes de

    perrito o las c#uletas de porro. Las larvas de #ormi"as y de insectos y los saltamontes J%ue poseen

    calor(as y vitaminasJ asados o cocinados de otra manera o aun crudos son considerados por

    muc#os pue&los como verdaderas delicade$as. Sin em&ar"o nosotros nunca los comemos aun%ue

    estn tam&i'n a nuestro alcance. Por otra parte al"unas de estas "entes %ue se alimentan Rde esto

    con "usto consideran las sustancias %ue salen de los &otes de #ojalata como impropias para el

    consumo #umano.

    -

    CO*O "eneralmente se ju$"a a las7 culturas es &ajo las desi"naciones de :civili$adas: y

    :primitivas:. Estas pala&ras ofrecen una sencille$ en"a-osa y todos los intentos de definici!n

    precisa tropie$an con "randes dificultades. ; sin em&ar"o las distinciones a %ue alude la pareja de

    t'rminos opuestos son muy importantes para nosotros. :Primitivo: es la pala&ra com)nmente usada

    para descri&ir los pue&los de los %ue ms se #an ocupado tradicionalmente los antrop!lo"os "rupos

    cuyo estudio #a proporcionado a la antropolo"(a cultural la mayor parte de sus datos.

    La pala&ra :primitivo: prevaleci! cuando la teor(a antropol!"ica esta&a dominada por latendencia evolucionista %ue e%uipara&a los pue&los %ue actualmente se #allan fuera de la corriente

    de la cultura europea con los primitivos #a&itantes de la Tierra. Estos #a&itantes primitivos los pri7

    meros seres #umanos pueden considerarse le"(timamente como :primitivos: en el sentido

    etimol!"ico de la pala&ra. Pero es cosa muy diferente desi"nar con la misma pala&ra a pue&los

    contemporneos. Dic#o de otro modo. no y ra#n para considerar a ning$n grupo actual como

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    nuestro antepasado contemporneo.

    *anejamos impl(citamente esa idea ms de lo %ue nos damos cuenta. Ti-e muc#os de nuestros

    juicios acerca del modo de vida de pue&los a&or("enes con los %ue nos #a puesto en contacto la

    e,pansi!n del dominio euroamericano. Cuando #a&lamos o escri&imos so&re las costum&res ac7tuales de los indios americanos de los ne"ros africanos o de las "entes de los *ares del Sur

    empleando el tiempo pasado %ueremos decir %ue sus costum&res son de al")n modo anteriores a las

    nuestras. Tratamos de sus culturas como si fueran permanentes e inmuta&les cuando como #emos

    visto una de las "enerali$aciones &sicas so&re la cultura es %ue nin")n cuerpo de costum&res es

    esttico. +o importa cuan conservador pueda ser un pue&lo8 si investi"amos veremos %ue su modo

    de vida no es el mismo %ue en los tiempos primitivos. Si reconocemos pues la universalidad del

    cam&io cultural y entendemos %ue todos los "rupos de #om&res e,istentes descienden de una sola

    fuente y pensamos en los cientos de miles de a-os %ue nuestros comunes antepasados #an vivido

    so&re la Tierra podemos concluir %ue el pasado de todos los "rupos comprende inconta&les

    "eneraciones. Durante ese tiempo como lo ponen de manifiesto los restos %ue nos va entre"ando la

    tierra la re"la #a sido el cam&io continuo aun%ue acaso lento. De a%u( de&emos concluir %ue

    nin")n "rupo actual vive como vivieron sus antepasados o los nuestros.

    Con el transcurso del tiempo la pala&ra :primitivo: #a acumulado otras connotaciones %ue son

    ms7&ien valoradoras %ue descriptivas. Se dice %ue los pue&los primitivos tienen culturas simples.

    Se cree %ue son como ni-os in"enuos poco complicados. Se acept! ampliamente la #ip!tesis %ue

    consideraremos &revemente de %ue los pue&los primitivos son incapaces de apreciar la realidad si

    no es a trav's de un proceso mental especial. En resumen se lle"a a decir %ue las culturas primitivas

    son inferiores en calidad a las civili$aciones #ist!ricas. Se les aplican calificativos como :salvajes:

    o :&r&aras: &asndose en una presunta secuencia evolutiva de :salvajismo: o :&ar&arie: y

    :civili$aci!n:.

    Un ejemplo entre los muc#os %ue podr(an citarse lo tenemos en la e,tensa investi"aci!n so&re

    la naturale$a y los procesos del cam&io en la civili$aci!n llevada a ca&o por el #istoriador. 5. .

    Toyn&ee. Definiendo una civili$aci!n como :un campo de estudio %ue se muestra inteli"i&le dentro

    de sus propios l(mites: e interesndose por la l(nea &sica de :la moderna comunidad nacional

    occidental: #a&la de los pue&los %ue %uedan fuera de esta l(nea como del :proletariado e,terno:

    cuyos contactos con una civili$aci!n tienden a re&ajarla. En los Estados Unidos el :proletariado e,7

    terno: era el indio. 5som&ra a Toyn&ee la poderosa influencia ejercida por el indio al modificar los

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    modos de vida de los #om&res de frontera norteamericanos mediante lo %ue llama la

    :&ar&ari$aci!n: de las costum&res europeas. :Si recordamos la inicial disparidad y esto tanto en

    cultura espiritual como en fuer$a f(sica entre los %ue vinieron de Europa y construyeron esta nueva

    naci!n y los a&or("enes americanos %ue a%uellos fueron &arriendo a su paso... no podemos menos

    de asom&rarnos de la poderosa influencia ejercida por una &ar&arie %ue retroced(a ante una

    civili$aci!n in7vasora... animada por la fuer$a de iniciativa y respaldada por todo el peso del cuerpo

    social del cristianismo occidental en su #o"ar europeo:. 5l #a&lar de la influencia de los :&r&aros

    de 3frica occidental: en el arte moderno dice Toyn&ee9 :Este triunfo de un arte ne"ro en los estados

    septentrionales de 5m'rica y en las comarcas occidentales de Europa representa una victoria muc#o

    ms se-alada para la &ar&arie %ue la &ar&ari$aci!n pro"resiva de la ima"en e inscripciones

    #el'nicas de las monedas del rey i7lipo en el curso del lar"o y lento viaje del cu-o #el'nico desde

    las ri&eras del Strymon a las orillas del Tmesis en la ltima T#ule. 5 los ojos del profano el vuelo aBenin centro de arte africanoV y el vuelo a Bi$ancio parecen poco propicios para %ue el decadente

    artista occidental reco&re su alma perdida:.

    5 pesar de todos los ra$onamientos filos!ficos y la inmensa erudici!n %ue contiene la inmensa

    o&ra de donde se #an tomado estas citas se ve claramente %ue aserciones tales no #acen sino revelar

    los prejuicios del autor y veremos %ue los pr'stamos mecanismo &sico de intercam&io cultural son

    inevita&les en todo contacto entre pue&los. +o es nada raro %ue un "rupo dominante sea influido por

    las costum&res del dominado. Cul fu'7la :disparidad inicial en la cultura espiritual: %ue sirvi! decontrapeso a los ca-ones y o&uses tra(dos por los :lle"ados de Europa: contra los indios0 =esulta

    patente %ue la caracteri$aci!n del salvaje como criatura %ue vive W en anar%u(a sin restricciones

    morales y sin sensi&ilidad es una vul"ar caricatura. Lo %ue sucedi! en 5m'rica no tiene por %u'

    :asom&rar: al investi"ador de la cultura. 4a&r %ue suponer %ue se producir(a un intercam&io de

    costum&res entre europeos e indios a pesar de la disparidad en el tama-o el poder y #asta la

    capacidad de supervivencia de los "rupos.

    5l"una de las. particularidades %ue se suelen se-alar concretamente para caracteri$ar modos devida :primitivos: o :salvajes: son muy discuti&les. /u' es por ejemplo una cultura :sencilla:0

    Los a&or("enes de 5ustralia considerados "eneralmente como uno de los pue&los ms :primitivos:

    de la Tierra tienen una terminolo"(a del parentesco y un modo de enumerar los parientes &asado en

    a%u'lla tan complejo %ue durante a-os se resisti! a los intentos de anlisis de los investi"adores.

    5nte ella nuestra terminolo"(a resulta insi"nificante pues no distin"uimos entre. a&uelos paternos y

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    maternos o entre #ermanos ms j!venes o ms viejos y desi"namos a docenas de parientes

    diferentes con la misma pala&ra :primo:. Los nativos del Per) antes de la con%uista de los

    espa-oles #ac(an tapicer(as de ms fino tejido te-ido en colores menos sujetos a deterioro %ue

    cual%uiera de las merecidamente ala&adas tapicer(as de los o&elinos. La visi!n del .mundo de los

    africanos tiene muc#o de com)n con la tan ponderada visi!n del mundo de los "rie"os8 los mitos

    'picos de los polinesios impresionan por su complejidad a %uienes se toman el tra&ajo de

    familiari$arse con ellos. Estos y otros muc#os ejemplos muestran %ue una pretendida ra$a :primiti7

    va: no si"ue modos de vida necesariamente sencillos. Tam&i'n demuestran %ue los llamados

    pue&los :primitivos: no son ni infantiles ni in"enuos ni poco complicados para citar las

    calificaciones ms empleadas por %uienes no disponen de e,periencia de primera mano so&re tales

    pue&los ni se #an tomado el tra&ajo de conocerlos mediante informaciones contemporneas %ue

    narran sus maneras de vivir.

    Tampoco se puede sostener actualmente %ue esos pue&los :primitivos: no pueden distin"uir

    entre la realidad y lo so&renatural como su"er(a la teor(a de su presunta :mentalidad prel!"ica:

    e,puesta por el fil!sofo franc's L. L'vy7Bru#l.KPor%ue los #ec#os referentes a muc#as culturas de7

    muestran %ue no #ay pue&lo al"uno %ue a veces, deje de pensar en t'rminos de causaci!n

    o&jetivamente pro&a&le y nin"uno %ue a veces no formule e,plicaciones %ue relacionan un #ec#o

    con una causa aparente. Lo %ue el estudio comparado de la cultura ense-a &asndose en el contacto

    de primera mano con muc#os pue&los es %ue todos los pue&los piensan partiendo de ciertaspremisas %ue se dan por aceptadas. Cual%uiera %ue sea la cadena de ra$onamientos %ue emplea la

    l!"ica la dictan a%uellas suposiciones. Concedidas las premisas la l!"ica es impeca&le.

    5l desarrollar la teor(a de la mentalidad primitiva se #a #ec#o muc#o #incapi' en el dominio de

    la ma"ia o de las creencias llamadas tot'micas en las cuales un "rupo de parientes reconoce %ue

    desciende de un animal o planta com)n cuyo nom&re tomaron. Los %ue #an estudiado este )ltimo

    fen!meno en el campo no seW impresionan con el ar"umento de %ue "racias a estas creencias los

    nativos no pueden distin"uir claramente entre un animal y7sus pretendidos descendientes. 5demsla mayor parte de la "ente vive en un nivel donde las ideas de causaci!n o las e,plicaciones del uni7

    verso cuentan muy poco. En los aspectos familiares de la vida se manifiesta lo %ue pudi'ramos

    llamar :sentido o&stinado de la realidad:. E,cepto por los nom&res el si"uiente pasaje de la

    auto&io"raf(a de un indio navajo en %ue #a&la de la )ltima enfermedad de su padre suena como

    enteramente familiar a los o(dos acostum&rados al ra$onamiento de una tradici!n mecani7cista9

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    El anciano 4at dijo9 :+o creo %ue sanar'. +o creo %ue vivir' muc#o tiempo. Eso es lo %ue yo

    siento de m( por el aspecto %ue presento. 5le miro a m( mismo y no #ay nada en m( no #ay carne

    no #ay sino piel y #uesos. Por eso es por lo %ue creo %ue no vivir' muc#o... En cuanto a comer ya

    sa&'is %ue no puedo comer nada %ue sea duro s!lo cosas tiernas al"o %ue pueda tra"ar. Pero no

    tomar' muc#o solamente dos o tres &ocados. Pero puedo &e&er a"ua:. El pariente C#oclays dijo9

    :5un%ue est's de esa manera viejo #ermano m(o #ars mejor en comer todo el tiempo. Eso te dar

    fuer$as. Si no lo #aces se"uramente te de&ilitars. 5un%ue est's tan d'&il y no puedas comer trata

    de comer y tra"ar al"o. De un modo o de otro tienes %ue vencer la enfermedad. Si no tomas

    alimento entonces te aca&ars:. Dijo esto y se marc#! y yo sal( con el "anado.

    Pronto perci&imos el ra$onamiento de sentido com)n de este pasaje. 2eamos otro ejemplo

    donde la e,plicaci!n de un fen!meno est &asada so&re una premisa muy distinta de lo %ue

    consideramos un #ec#o cient(fico. Tomamos como ejemplo una creencia muy e,tendida del 3frica

    occidental9 %ue el #ijo ms joven es ms a"udo %ue sus #ermanos y #ermanas mayores. La creencia

    se apoya en la o&servaci!n de %ue los #ijos tienden a parecerse a los padres y en el #ec#o tam&i'n

    o&servado de %ue a medida %ue un #om&re o una mujer envejece aumenta su e,periencia.

    Semejantes #ec#os pueden parecemos sin relaci!n entre s( pero no al africano occidental. O&serva

    %ue cuando nace el primer #ijo los padres son ms j!venes v por tanto tienen menos sa&er %ue

    cuando sus #ermanos v #ermanas aparecen en escena. =a$ona %ue la mayor edad les permite

    traspasar a los j!venes y especialmente al &enjam(n una conciencia ms alerta. Se considera pues%ue tal ni-o so&repasa a sus #ermanos en astucia. La lgica de este ra$onamiento es impeca&le. Para

    re&atir la conclusi!n tenemos %ue poner en duda laspremisas.

    En verdad #av %ue reconocer %ne todos los seres #umanos incluidos nosotros mismos piensan

    a veces :prel!"icamente:. =elativamente pocas personas si"uen en nuestra cultura la norma del

    pensamiento cient(fico de ra$onar a partir de la causa o&jetivamente esta&lecida #asta lle"ar a sus

    efectos a pesar de %ue tanto nos enor"ullece. +i tales personas piensan l!"icamente todo el tiempo.

    En ocasiones especiales cuando estn tra&ajando en sus la&oratorios emplean la l!"ica ri"urosa dela ciencia. Pero fuera de ellas entran en jue"o cate"or(as enteramente distintas como ocurre cuando

    un #om&re de ciencia piensa en t'rminos de :suerte: en la vida social o rinde #omenaje a al"una

    sim&!lica representaci!n de podeu p de "racia.

    La suposici!n de %ue todos los llamados :primitivos: o :salvajes: tienen muc#as caracter(sticas

    comunes cuando se contrastan con pue&los :civili$ados: es otra e,presi!n de la tendencia a valorar

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    culturas. En realidad la diversidad de conducta entre los muc#os pue&los llamados :primitivos: es

    muc#o mayor %ue entre los pocos llamados :civili$ados:. 5s( ocurre %ue en el rea econ!mica de la

    vida nos encontramos con pue&los :primitivos: de econom(a monetaria como los :civili$ados:

    otros %ue practican el true%ue y todav(a otros %ue son econ!micamente autosuficientes y no

    comercian en a&soluto. +umerosas formas de matrimonio y de tipos de familia incluida la

    mono"amia encontramos en las sociedades :primitivas:. 5l"unas conocen el totemismo pero son

    ms las %ue no lo conocen. Unas tienen el sistema de clan8 muc#as no lo tienen. 5l"unas cuentan la

    descendencia por las dos l(neas paterna y materna como nosotros8 otras la cuentan s!lo por la l(nea

    paterna8 otras por la materna. ; as( podr(amos se"uir con instituciones de todo "'nero y con muc#a

    de la conducta acostum&rada trope$ando siempre con diversidades. Sea lo %ue fuere lo %ue si"7

    nifi%ue la pala&ra :primitivo: no comprende nin"una unidad de costum&res tradiciones creencias o

    instituciones.

    En o&ras de antropolo"(a las pala&ras :primitivo: o :salvaje: Jla )ltima es empleada

    principalmente por los escritores in"leses como sin!nimo de :primitivo:J no tienen el contenido

    %ue poseen en o&ras tales como la de Tovn&ee u otros escritos de autores %ue no son antrop!lo"os.

    En cuanto a la pala&ra :&r&aro: la mayor parte de los antrop!lo"os no la emplea en a&soluto. Los

    antrop!lo"os emplean la pala&ra :primitivo: o :salvaje: para denotar pue&los e,teriores a la

    corriente de cultura euroame7ricana y %ue no poseen len"uaje escrito. =eiterando esta si"nificaci!n

    se espera&a %ue se eliminar(an todas las dems connotaciones y %ue ya no si"nificar(a al"o as( comosimple o in"enuo ni servir(a para descri&ir totalmente fuera del #ec#o de carecer de escritura

    civili$aciones tan diferentes como la de los si&erianos pastores de renos o la del imperio Lunda en el

    Con"o.

    Se #an propuesto varias e,presiones para reempla$ar la pala&ra :primitivos:. :5#ist!ricos: %ue

    es una de ellas no #a encontrado muc#a aceptaci!n. >mplica %ue la ausencia de #istoria escrita

    e%uivale a no tener a&solutamente #istoria lo cual no puede decirse de nin")n pue&lo %ue e,ista en

    el tiempo. :Pre7letrados: Jsin escrituraJ #a encontrado mayor aceptaci!n pero se puede o&jetar%ue el prefijo pre contiene un si"nificado temporal %ue permite una predicci!n. Es una nueva

    versi!n del concepto :antepasados contemporneos: ya %ne implica %ne los pue&los %ue no tienen

    len"uaje escrito estn en un estado previo a otro en el cual pro&a&lemente inventarn o tratarn de

    la escritura. La tercera forma %iletrados, se-ala simplemente el #ec#o de %ue esos pue&los no tienen

    len"uaje escrito. 5 veces se confunde con :iletrados: pero no s' si de&iera emplear esta pala&ra ya

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    %ue lleva consi"o una connotaci!n de inferioridad en capacidad u oportunidad o en am&as. 5letrado

    como e,presi!n incolora lleva un si"nificado un(voco y es realmente aplica&le a los datos %ue trata

    de delimitar y por eso lo preferimos a todas las dems e,presiones. Es la %ue emplearemos en este

    li&roW.

    La.cuesti!n %ue se plantea en se"uida es si cual%uier criterio sin"ular como la presencia o

    ausencia de escritura es adecuado para descri&ir a los muc#os pue&los %ue trata de comprender. Su

    pertinencia se corro&ora por su demostrada utilidad aun%ue es evidente %ue nin"una caracter(stica

    aislada resulta idealmente satisfactoria para desi"nar culturas enteras. 4ay %ue reconocer %ue por lo

    com)n otras caracter(sticas acompa-an a la ausencia de la escritura. Los pue&los "rafos suelen

    estar relativamente ms aislados a&arcan menor n)mero de individuos y son menos adictos a

    cam&ios rpidos en sus consa"rados modos de conducta %ue los %ue conocen la escritura. 5dems en

    las recientes "eneraciones #a #a&ido %ue destacar la cultura euroamericana no s!lo de las culturas

    "rafas sino tam&i'n de las culturas fuera de Europa y 5m'rica %ue conocen la escritura de&ido a la

    presencia en la cultura de Europa y de 5m'rica de una tecnolo"(a &asada en el poder de la

    ma%uinaria y en la tradici!n cient(fica. *as #ay %ue reconocer %ue nin"una de esas diferencias

    e,cepto acaso la )ltima es tan claramente manifiesta como la ausencia o presencia de escritura.

    5+TES

    de terminar el e,amen del relativismo cultural #ay %ue contestar a ciertas interro"aciones%ue se #acen a la actitud culturalmente relativista. :Puede ser verdad Jse ar"uyeJ %ue los seres

    #umanos viven en concordancia con los modos de vida %ue #an aprendido y %ue ellos los consideran

    como los mejores. Un pue&lo puede ser tan adicto a esos modos de vida %ue est' dispuesto a luc#ar y

    morir por ellos. Tam&i'n se puede reconocer su efectividad en t'rminos de valor de supervivencia

    puesto %ue el "rupo %ue vive de acuerdo con ellos contin)a e,istiendo. *as no %uiere decir esto

    %ue todos los sistemas de valores morales todos los conceptos de &ien y de mal estn fundados en tan

    movedi$as arenas %ue no #ay necesidad de moralidad de conducta propia o de c!di"os 'ticos0 Es

    %ue una filosof(a relativista implica su ne"aci!n0

    5firmar %ue los valores no e,isten por%ue son relativos al tiempo y lu"ar o ne"ar la valide$

    psicol!"ica de diver"entes conceptos de la realidad es ser v(ctima de un sofisma %ue resulta de no

    tomar en cuenta la contri&uci!n positiva de la posici!n relativista. Por%ue el relativismo cultural es

    una filosof(a %ue al reconocer los valores %ue esta&lece cada sociedad para "uiar su propia vida insiste

    en la di"nidad in#erente a cada cuerpo de costum&res y en la necesidad de tolerancia frente a

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    convenciones diferentes de las nuestras. En ve$ de su&rayar diferencias con respecto a las normas a&7

    solutas %ue aun%ue se alcancen o&jetivamente no por eso dejan de ser el producto de un tiempo o

    lu"ar determinados el punto de vista relativista destaca la valide$ de cada serie de normas para la

    "ente a %uienes "u(a y la de los valores %ue representan.

    Como lo #a e,presado un fil!sofo %ue #a estudiado el pro&lema del relativismo cultural9 :... La

    virtud no es al"o %ue el individuo pueda poseer o disfrutar independientemente de su relaci!n con

    sus compa-eros. Un #om&re puede #acerse y ser verdaderamente #om&re solamente por medio de la

    cultura y su participaci!n en ella. La intensa armon(a %ue constituye su virtud de&e corresponder a

    la superior armon(a de su vida con los dems. Los criterios de virtud #an de ser siempre relativos a

    la cultura y esto se aplica tan de lleno a nuestra propia distinci!n entre justo e injusto &ueno y

    malo como a los criterios de cual%uier pue&lo primitivo.: 4asta en la aparente disyuntiva planteada

    por el #ec#o de %ue la ciencia modo )nico de lle"ar o&jetivamente a una verdad "aranti$ada

    trascender(a los l(mites de toda convenci!n cultural #ay %ue reconocer todo el peso del cauce

    cultural %ue #ace posi&le los lo"ros cient(ficos. :Si el modo cient(fico de pensar no puede sostenerse

    ms %ue por medio del continuo crecimiento y autorre"eneraci!n tam&i'n es verdad %ue s!lo puede

    so&revivir en un orden social penetrado por su propia fe filos!fica y capa$ de trascendencia cultural.

    Privada la ciencia f(sica de esas.condiciones se marc#itar(a como una planta cortada de ra($.: N

    5l considerar el relativismo cultural es esencial %ue diferenciemos los a&solutos denlos universales.

    Los absolutos estn fijos y por lo %ue a las convenciones se refiere no se admite %ue ten"an

    variaci!n ni %ue difieran de cultura a cultura ni de 'poca a 'poca. Por otra parte los umiversales

    son los m(nimos denominadores comunes %ue se pueden sacar inductivamente de la compre#ensi!n

    del m&ito de variaci!n %ue manifiestan todos los fen!menos del mundo natural o cultural. Si

    aplicamos esta distinci!n veremos %ue esas cr(ticas pierden su fuer$a. Decir %ue no #ay nin")n

    criterio a&soluto de valor o de moral o aun psicol!"icamente de tiempo y espacio no si"nifica %ue

    los diversos criterios al respecto no al&er"uen en formas diferentes :universales: de la cultura

    #umana. ;a veremos c!mo se reconocen en todas partes ciertos valores de la vida #umana aun%ueno #aya dos culturas cuyas instituciones sean id'nticas en la forma. La moral es un universal y as(

    tam&i'n el "oce est'tico y al")n criterio de la verdad. Las diversas formas %ue adoptan estos

    conceptos no son sino productos de la particular e,periencia #ist!rica de las sociedades %ue los

    manifiestan. En cada una los criterios estn sujetos a continuas interro"aciones y a continuos

    cam&ios. Pero las concepciones &sicas permanecen para canali$ar el pensamiento y diri"ir la

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    conducta para se-alar una norma de vida. *s adelante se pondr de manifiesto cuan dinmica

    puede ser la cultura. ;a sea por la invenci!n desde dentro o por pr'stamo de fuera las culturas

    cam&ian continuamente no s!lo en su totalidad sino en cada uno de sus aspectos. Se puede resistir

    a los cam&ios o se les puede dar la &ienvenida. En este proceso el individuo muda su actitud #acia

    los impondera&les de la cultura no menos %ue #acia los o&jetos materiales de su mundo. La moral la

    visi!n del mundo de una 'poca no son id'nticas a las de la pr!,ima como lo demuestra la simple

    ojeada a nuestra propia #istoria. ; sin em&ar"o su va#de$ en la 'poca es tal %ue con demasiada

    frecuencia el entender un cam&io resulta dif(cil para el #om&re %ue vive en ella.

    De manera semejante podemos re&atir la afirmaci!n de %ue el relativismo cultural nie"a la

    fuer$a de los c!di"os %ue prevalecen en un tiempo dado y en una cultura dada. Donde%uiera %ue

    sea el #om&re esta&lece metas para s( e ideales #acia los cuales tiende. El #ec#o de %ue est'n some7

    tidos al cam&io o %ue difieran de pue&lo en pue&lo no los #ace menos efectivos en una sociedad

    particular durante el per(odo en %ue prevalecen. Cada pue&lo %ue dispone de sus criterios y pautas

    no solamente los inculca en los j!venes para %ue cada "eneraci!n est' endoculturada en los sistemas

    de valores de sus predecesores sino %ue sanciona las tras"resiones de los c!di"os consa"rados. La

    ley no menos %ue la educaci!n es uno de los universales de la cultura %ue sanciona en cada

    sociedad los modos de conducta y su&raya sus valores. Sin em&ar"o toda cultura conoce el tipo del

    re&elde lo %ue si"nifica %ue es la e,periencia del #om&re la %ue a&arca todos los cam&ios

    culturales tanto como la esta&ilidad cultural.

    Podemos discutir la cuesti!n de otro modo. 4ay %ue distin"uir a"udamente entre relativismo

    cultural y la relatividad de la conducta individual %ue e%uivaldr(a a ne"ar todo control social so&re

    la conducta. Se #a visto %ue en toda sociedad #umana e,isten fuer$as morales inte"rantes. Toda

    re"ularidad de la vida e,i"e la conformidad con el c!di"o del "rupo. Sin em&ar"o la conformidad

    de nuestras "entes con el c!di"o de nuestros d(as no si"nifica %ue de&amos a&ri"ar la misma

    esperan$a con respecto a personas %ue viven de acuerdo con otro c!di"o y muc#o menos %ue po7

    damos imponerles la conformidad con el nuestro. El n)cleo mismo del relativismo cultural es ladisciplina social %ue respeta las diferencias8 es el respeto mutuo. Su&raya el valor de diversos modos

    de vida y no el de uno solo si"nifica afirmar los valores de cada cultura. Ese su&rayado pretende

    comprender y armoni$ar los fines diversos no ju$"ar y destruir los %ue no sean con"ruentes con los

    nuestros. La #istoria cultural nos ense-a %ue si es importante discernir y estudiar los paralelismos en

    las civili$aciones #umanas no es menos importante discernir y estudiar las diferentes maneras %ue

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