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ARETE. Vol. III. 2. 1991 EN TORNO A LA PROBLEMATICA DE LA FUNDAMENTACION ULTIMA EN LA FENOMENOLOGIA DE El presente trabajo se propone sobre todo investigar la pretensión de autofundamentación última de la femenología manifiesta en auto- denominaciones equívocas como las de "cien- cia estricta", "ciencia de orígenes y fuentes" últimas e incondicionales, "filosofía primera" o "ciencia de fundamentación absoluta". El sentido de la ciencia estricta se aclara en dos direcciones: por un lado fundamentación ab- soluta no significa validez absoluta de lo fundado por ella sino más bien retomo a un fundamento infranqueable, a una "base última"; y, por otro lado, la donación absolUla de la objetividad del conocimiento no significa conocimiento inconmovible pues los análisis fenomenológicos son inacabados. Precisamente su carácter his- tóricamente condicionado empuja a la fenomenología a querer ser filosofía primera, es decir filosofía de fundamentos absolutos a partir de una autofundamentación absoluta (eine Philosophie absoluter Begründung aus absolUler Selbsthegründung), idea que estará vinculada con la autorresponsabilidad del filó- sofo, comprometido con la idea de la verdad. Elisabeth Stroker ["The Problem of Ultimate Foundation in Husserl's Phenomenology"] The A. intends to examine the claim of ultimate self-foundation of phenomenology that is rendered manifest in its selfdetermination as "rigorous science", "science of origins orultimate and inconditional sources", "first philosophy" or "science of absolute foundations". The sen se of a rigorous science is clarified in two directions: on the one hand absolute foundation doesn't mean absolute validity of what is founded therein; it rneans instead the return to an unsurmountable foundation, a "last basis"; on the other hand, absolute givenness ofthe object of know/edge doesn't mean unmovable knowledge; in fact phenomenological analyses are unfinished. It is precisely its historically conditioned character that moves phenomenology toward wanting to be "first philosophy", that is, philosophy of absolute foundations out of an absolute self- foundation (eine Philosophie absoluter Bergündung aus absoluter Selbstbegründung), idea which will be related to the self- responsibility of the philosopher, engaged with the idea of truth. (Transl. by R. Rizo-Patrón) l. Publicado por primera vez en alemán bajo el título de "Zur Problematik der Letztbegründung in Husserls Phanomenologie", in: Zur Selbstbegründung der Philosophie seit Kant, editado por Wolfgang Marx, Frankfurt-am-Main: Vittorio Klostermann, 1987, pp.l07-129.

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  • ARETE. Vol. III. N 2. 1991

    EN TORNO A LA PROBLEMA TICA DE LA FUNDAMENT ACION ULTIMA EN LA FENOMENOLOGIA DE HUSSERL~

    El presente trabajo se propone sobre todo investigar la pretensin de autofundamentacin ltima de la femenologa manifiesta en auto-denominaciones equvocas como las de "cien-cia estricta", "ciencia de orgenes y fuentes" ltimas e incondicionales, "filosofa primera" o "ciencia de fundamentacin absoluta". El sentido de la ciencia estricta se aclara en dos direcciones: por un lado fundamentacin ab-soluta no significa validez absoluta de lo fundado por ella sino ms bien retomo a un fundamento infranqueable, a una "base ltima"; y, por otro lado, la donacin absolUla de la objetividad del conocimiento no significa conocimiento inconmovible pues los anlisis fenomenolgicos son inacabados. Precisamente su carcter his-tricamente condicionado empuja a la fenomenologa a querer ser filosofa primera, es decir filosofa de fundamentos absolutos a partir de una autofundamentacin absoluta ( eine Philosophie absoluter Begrndung aus absolUler Selbsthegrndung), idea que estar vinculada con la autorresponsabilidad del fil-sofo, comprometido con la idea de la verdad.

    Elisabeth Stroker

    ["The Problem of Ultimate Foundation in Husserl's Phenomenology"] The A. intends to examine the claim of ultimate self-foundation of phenomenology that is rendered manifest in its selfdetermination as "rigorous science", "science of origins orultimate and inconditional sources", "first philosophy" or "science of absolute foundations". The sen se of a rigorous science is clarified in two directions: on the one hand absolute foundation doesn't mean absolute validity of what is founded therein; it rneans instead the return to an unsurmountable foundation, a "last basis"; on the other hand, absolute givenness ofthe object of know/edge doesn't mean unmovable knowledge; in fact phenomenological analyses are unfinished. It is precisely its historically conditioned character that moves phenomenology toward wanting to be "first philosophy", that is, philosophy of absolute foundations out of an absolute self-foundation (eine Philosophie absoluter Bergndung aus absoluter Selbstbegrndung), idea which will be related to the self-responsibility of the philosopher, engaged with the idea of truth. (Transl. by R. Rizo-Patrn)

    l. Publicado por primera vez en alemn bajo el ttulo de "Zur Problematik der Letztbegrndung in Husserls Phanomenologie", in: Zur Selbstbegrndung der Philosophie seit Kant, editado por Wolfgang Marx, Frankfurt-am-Main: Vittorio Klostermann, 1987, pp.l07-129.

  • La fenomenologa de Husserl ha sido caracterizada de maneras mltiples y altamente diferenciadas. El mismo Husserl la caracterizaba ante todo como un nuevo mtodo filosfico puesto inicialmente al servicio de una nueva fundamentacin de la teora del conocimiento y que, a travs de una progresiva diferenciacin y elaboracin, se extendi hasta convertirse en un mtodo universal de reflexin sobre la estructura correlativa de la subjetividad y el mundo en su conjunto. As, el proyecto fenomenolgico se fue articulando cada vez ms claramente con la insatisfaccin por la tradicin filosfica, a medida que el nuevo mtodo no slo se iba desarrollando, sino tambin se vea acompaado por una reflexin crtica sobre el concepto de fenomenologa que su puesta en prctica estaba configurando.

    Para el esclarecimiento fenomenolgico del conocimiento, las Inves-tigaciones Lgicas, que an no contaban con el apoyo de una posicin filosfica, requirieron, en primer lugar, nicamente del retomo a las vivencias intencionales en las cuales los objetos del conocimiento accedan a su donacin. El anlisis de estas vivencias, realizado tan cuidadosa como penetrantemente por Husserl, sin perjuicio de su orientacin inicialmente parcializada hacia los actos intencionales, constituy as una contribucin a un problema esencial de la teora del conocimiento, el cual Husserl reclamara ms tarde, con razn, haber perciobido primero en su peculiaridad e investigado siste-mticamente (VI, 168)2. Pues, en tal anlisis no se trat para l simplemente de investigar los diversos modos de la conciencia en su correspondiente relacin con objetos y, en cierto modo, paralelamente a stos, tal como lo haban hecho Brentano y Meinong con acentos distintos. Antes bien, el retorno

    2. Los nmeros en el texto se refieren al volumen y la pgina de la edicin critica de las obras completas de Husserl o Husserliana.

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  • de Husserl de las objetividades a los modos de conciencia condujo nece-sariamente a la pregunta por el cmo de la donacin de los objetos. Precisamente en la tematizacin de los modos de donacin de la objetividad residi la novedad del anlisis fenomenolgico de Husserl. En ellos y en sus modos de conciencia correlativos se hall tambin, y en sentido preciso, lo 'dado' de la fenomenologa; en ellos habra de mostrarse y probarse cul era el verdadero sentido del discurso sobre las 'cosas mismas', en atencin a las cuales proclam Husserl el nuevo comienzo fenomenolgico de la filosofa; desde ellos se determin y legitim el postulado fundamental husserliano de la 'evidencia' como el criterio ltimo de toda legitimacin racionaP. Asimismo, a raz de ellos se encendi finalmente aquella proble-mtica por la que Husserl, particularmente en los escritos de su perodo intermedio, enfrent cuestiones relativas a la fundamentacin ltima.

    Si bien es cierto que, segn Husserl, con la exposicin de los modos de donacin de un objeto (Gegebenheitsweisen eines Gegenstiindlichen) se alcanzaba el aspecto decisivo desde el cual haba que emprender el es-clarecimiento fenomenolgico del conocimiento, ste exiga ms que la simple descripcin, lo ms precisa posible, de lo que habra de detectarse en el objeto del conocimiento por medio del cmo de su aparecer en la conciencia cognoscente. Abarcaba tambin la cuestin de la legitimidad fenomenolgica de la validez objetiva y la verdad del conocimiento, en virtud de la genuina relacin epistemolgica entre lo dado y la realidad del objeto, que haba sido co-tematizada desde un principio. Mas si esta cuestin deba responderse de modo suficiente slo con medios fenomenolgicos, esto signific que la fenomenologa, por su parte, era portadora de una pretensin de validez que ella no slo deba aclarar sino tambin honrar. No hallndose, conforme a su auto-comprensin, bajo otra instancia excepto de s misma, la fenomenologa deba no slo hacer comprensible el sentido y el logro del conocimiento objetivo, sino que, respecto de esta comprensin, estaba en la obligacin de poner a prueba su propia eficacia.

    3. No es necesario referirse aqu a la equiparacin y posterior distincin hecha por Husserl entre evidencia adecuada y evidencia apodctica Mayores detalles al respecto en: E. Strticker, "Husserls Evidenzprinzip. Sinn und Grenzen einer methodischen Norm der Phiinomenologie als Wissenschaft", in: Zeitschrift fr philosophische Forschung, Band 32, Heft 1, 1978, pp. 3-30; ahora tambin en: E. Stroker, Phiinomenologische Studien, Frankfurt-am-Main: 1987, pp. 1-34.

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  • Fue en este peculiar campo de tensin entre el anlisis fenomnico remitido al objeto, de un lado, y el anlisis fenomenolgico remitido a s mismo, del otro, que se movi el pensamiento de Husserl de principio a fin. Una de sus dimensiones se halla en direccin a la "puesta en obra" de anlisis fenomenolgicos concretos. La otra apunta hacia las profundidades de la autorreflexin fenomenolgica. En aqulla haba que hacer comprensibles con medios fenomenolgicos la objetividad, la realidad (Wirklichkeit), la verdad, la conciencia y el yo. En sta, ante todo, haba que asegurar estos conceptos por medio de la demostracin de la conveniencia y la legitimidad de los medios escogidos. No obstante, la una no poda marchar bien sin la otra y, en tanto fuera posible, ambas slo podan llevarse a cabo en una relacin recproca.

    Husserl parafrase una y otra vez esta tarea con distintas expresiones, sin que por ello se pusiera claramente de manifiesto su doble carcter. El que la fenomenologa deba ponerse "incondicionalmente" en marcha y establecerse corno "ciencia estricta", el que ella deba ser una "ciencia basada en una fundamentacin absoluta", de "fuentes" y "orgenes" (Ursprngen) ltimos, -por ende, una filosofa de los "comienzos" (Anfiinge) y, en tanto tal, "filosofa primera"-, todo esto la caracteriz no slo como una empresa filosfica que se propona investigar los objetivos mencionados y que orientaba sus modos de proceder de modo correspondiente, sino tambin como una empresa filosfica que, adems de ello, haba de ofrecer su propia fundamentacin.

    Es importante ver que slo desde el aspecto de su autofundamentacin, aquellas caracterizaciones de la fenomenologa no pocas veces malentendidas y errneamente interpretadas, adquieren su sentido propio e inequvoco. Por eso intentaremos, ante todo, exponer sus conceptos claves de una manera ms precisa y presentarlos en sus relaciones mutuas. Por lo general se pueden distinguir varios significados de los mismos que, sin embargo, no son independientes unos de otros. Tampoco hay que pasar por alto las transformaciones significativas que se dan en ellos, transformaciones que reflejan los cambios por los que ha pasado la obra de Husserl, la que por lo dems, ha permanecido en su conjunto una literatura en desarrollo (Entwicklungsschriftum).

    El que todo progreso real del conocimiento se realiza en la fundamentacin, es una concepcin habitual en las ciencias. Husserl la tom para la fenomenologa y la radicaliz tomndola inmediatamente en sentido

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  • literal, no slo investigando los criterios del progreso del conocimiento, sino yendo ms atrs y preguntndose por los comienzos y orgenes que hacen posible este progreso. Slo una ciencia filosfica capaz de legitimar y fundamentar en este sentido ltimo o absoluto poda llamarse segn l ciencia "estricta".

    La pretensin husserliana de absolutez ha permanecido forzosamente y hasta el final equvoca. Esto no slo vale en atencin a una determinada aptitud de aquellos conocimientos que la fenomenologa debe adquirir a travs de su proceder sino, adems, en vista de la fundamentacin del procedimiento fenomenolgico mismo. En ambos niveles se trata de una "fundamentacin absoluta" an cuando, a su vez, el concepto de absoluto requiere de una doble interpretacin. As, de un lado, "absoluta" ha de ser toda fundamentacin que ofrezca la fenomenologa: su retomo a las fuentes, orgenes, comienzos -sean stos los del conocimiento del mundo en las distintas ciencias en la experiencia precientfica del mundo; sean stos los del propio yo y de los otros en su enlace intersubjetivo- tiene~ en ltima instancia, que darse de tal manera que con el regreso fenomenolgico hasta ellos se reconozca a la vez que con ellos se pone al descubierto el ltimo fundamento alcanzable de todo conocimiento, de suerte que todo intento de continuar el regreso conduce comprensiblemente al fracaso.

    Entretanto, no debe pasarse por alto que una fundamentacin absoluta entendida como un retomo a un fundamento infranqueable, a una "base ltima", de ningn modo implica una validez absoluta de lo por l fundamentado. De sta nos protege otro significado de "absoluto" que, especialmente en el uso a menudo abreviado y desprotegido que Husserl hace de la expresin "conocimiento absoluto", se pasa fcilmente por alto y no siempre se tiene por suficientemente distinto del primero. Pues conocimiento absoluto no quiere decir validez absoluta del conocimiento, sino donacin absoluta de la objetividad del conocimiento. A despecho de las interpretaciones errneas usuales, antes que reclamar para sus afirmaciones alguna verdad indiscutible, ms bien muestra la fenomenologa que en ella no puede haber y por qu no puede haber un conocimiento inconmovible. Este ltimo impedira desde ya el carcter por principio inacabado del anlisis fenomenolgico y la necesidad de corregirlo. No es por ltimo en ello que la fenomenologa de Husserl vive del espritu de la ciencia autntica. Y si, ms all de esto, ella ha de convertirse en ciencia estricta, slo puede cumplir con esta exigen-cia si lo "dado" en ella se da de una manera que Husserl denomina absoluta.

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  • Pues la absolutez no es ninguna propiedad que de por s le corresponda a lo dado y que slo habra que buscar y recibir fenomenolgicamente. La donacin absoluta implica ms bien una norma fenomenolgica en tanto en cuanto ha de ser primero producida en el proceso fenomenolgico. Esto sucede, de un lado, en aquellos procesos que Husserl describi inicialmente de un modo bastante desorientador como visin de la esencia y que, ms tarde, por medio del proceso de la reduccin y la variacin eidtica volvi a remitir a su ncleo sostenible. De otro lado, es en aquellos actos de sntesis identificadora de intenciones y plenificaciones de significados (Bedeutungserfllungen), en que lo dado puede llegar a alcanzar la autodonacin y en que el concepto de evidencia en Husserl puede alcanzar su sentido preciso.

    Por consiguiente, si bien la absoluta donacin en tanto autodonacin evidente ha de ser distinguida de esa fundamentacin absoluta que acabamos de explicar, aquella est, no obstante, estrechamente relacionada con sta porque la ayuda ante todo a adquirir su pleno significado en el sentido husserliana: el retomo fenomenolgico a los comienzos y principios de todo conocimiento tiene a la vez que darse de manera tal que no slo se alcancen estos principios sino que, adems, sean alcanzados de modo que corres-pondan a la exigencia de donacin absoluta. El concepto husserliana de fundamentacin absoluta tiene, por ende, una doble exigencia: poner al descubierto los fundamentos ltimos y absolutos de toda donacin, y hacerlo de manera que, mediante el proceso fenomenolgico de adquisicin de la evidencia, aparezcan como tales tambin en su absoluta donacin.

    Por lo dems, la as entendida exigencia de fundamentacin absoluta vale tanto para lo que ha de fundamentar la fenomenologa, como tambin para su propia autofundamentacin (VIII, 31) y, por consiguiente, a dos niveles categorialmente distintos de la argumentacin fenomenolgica. La fenomenologa no puede ser, por tanto, una filosofa que simplemente recin comienza: debe ser adems una filosofa del nuevo comienzo. En consecuen-cia, Husserl consideraba su tarea como "una filosofa de los comienzos que se configura a s misma en una autoconciencia filosfica radicalizada, en una necesidad me~ica absoluta", pero, adems, vinculaba con ella el xito del progreso de los conocimientos fenomenolgicos: "Sin un comienzo es-trictamente cientfico no hay ningn desarrollo estrictamente cientfico" (VII, 6).

    Slo un comienzo que, en este sentido, sea estrictamente cientmco podra. adems, garantizar la incondicionalidad de la investigacin fenomenolgica

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  • que Husserl exiga con frecuencia. Naturalmente que sta no puede querer decir algo tan absurdo como un comienzo de la fenomenologa a partir de la nada Significa ms bien el postulado metdico de exclusin estrictamnete fenomenolgica de cualquier presupuesto como tal, en relacin a aquello de lo cual es presupuesto y del modo en que lo es. Evidentemente, slo se puede satisfacer este postulado si la fenomenologa es capaz de darse a s misma su fundamentacin.

    Husserl intent tomar esto en cuenta al tematizar reiteradamente la fenomenologa como una filosofa de los 'comienzos' o tambin como "filosofa primera". En un sentido diferente al de la prima phi/osophia, tanto aristotlica como cartesiana, y prevista como incomparablemente ms radical que sta, la fenomenologa deba finalmente cumplir con su pretensin de autofundamentacin, de modo tal que con sta no slo se fundamente a s misma como ciencia absoluta sino que, adems, se adquiera la base universal para toda filosofa. Los incansables intentos de Husserl por alcanzar el recto comienzo de la fenomenologa, sus numerosas vas para penetrar en ella, se hallaban, y no en ltima instancia bajo el signo de la expectativa de poder asegurar un fundamento ltimo y firme a la filosofa en su conjunto y para todo futuro por medio de la fenomenologa transcendental.

    Con todo, no es por casualidad que Husserl, cuando en 1923!24 recoge sistemticamente la temtica de la filosofa primera, tambin hablaba de sta como de una filosofa de los "comienzos". No obstante haberse percatado de l problemtica de la pluralidad de stos -pues ya haba emprendido varios intentos de fundamentacin de la fenomenologa y haba ensayado distintos caminos hacia ella tambin desde diversos puntos de partida-, Husserl no consider los comienzos hasta entonces alcanzados simplemente desde el punto de vista posible de una prueba selectiva segn la cual, luego de haberse mostrado la insuficiencia de alguno de ellos, stos habran de ser ulterirmente anulados, sino que los consider en su conexin interna ms profunda. An cuando en todas sus autocrticas Husserl fue justamente implacable respecto de la pregunta por el comienzo de la fenomenologa, desde el surgimiento de la fenomenologa trascendental en Ideas 1 quiso, sin embargo, hablar de una ampliacin gradual de la idea de la Filosoffa Primera y verla all, "por as decirlo, en una primera y todava imperfecta aproXimacin" (VII, 6).

    Precisamente en Jtas 1 Husserl haba ofrecido un primer califiCativo de la fenomenologa uanscendental como (dosofia primera al caracterizarla

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  • en su propia estructura esencial mediante una "perfecta incondicionalidad" y un "conocimiento reflexivo absoluto" (III/1, 136) (absolute reflektive Einsicht). Sin embargo, con ello estas dos piezas de determinacin slo haban sido entendidas en un sentido reducido conforme a su comprensin posterior. Efectivamente, slo con el desarrollo ulterior de la fenomenologa en los aos veinte, hacia una fenomenologa de la constitucin Husserl lleg a reconocer cada vez ms que su comienzo de 1913 de ningn modo haba sido un comienzo filosficamente justificable y, ante todo, que el autoco-nocimiento reflexivo (reflektive Selbsteinsicht) que ya se exiga all, haba permanecido ms bien como programa, en lugar de ser alcanzado segn las propias exigencias. En ese sentido, la pretensin de autofundamentacin de la fenomenologa todava qued sin resolverse en Ideas l. No obstante, el desarrollo sistemtico de esta insuficiente Filosofa Primera tambin impuls al mismo Husserl, como consecuencia necesaria, a superarla.

    Siguiendo el ejemplo de Descartes, Husserl todava crea en Ideas 1 haber encontrado el punto de partida originario de todo filosofar en la evidencia intachable del ego cogito. Si bien Descartes ambicion este fundamentum absolutum et inconcussum y, no obstante, fracas metdicamente, Husserl estaba seguro que la reduccin fenomenolgica, en cambio, lo haba hecho accesible: entendiendo a sta como reduccin al ego transcendental, cuyas actividades intencionales parecan ser, en efecto, algo ltimo e infranqueable para toda fundamentacin -no slo del conocimiento, sino incluso del ser mismo-, de suerte que en el futuro slo se trataba de descubrir y hacer comprensibles estas actividades hasta en el detalle en su sentido y capacidad (Leistung). En consecuencia, ya no era el comienzo de la fenomenologa como tal el que pareca requerir de una bsqueda ulterior, sino slo el modo en que el ego transcendental es comienzo, origen y fuente ltima de toda validez del ser (Seinsgeltung) y de toda donacin de sentido.

    La introduccin que Husserl hizo de la reduccin transcendental, su decisin de realizarla y las consecuencias de la nueva actitud adquirida en la epoch, pretendan inicialmente justificar esta suposicin. Sin contar con ningn modelo en la tradicin filosfica, la reduccin fenomenolgica de Husserl pareca no solamente dejar a aquella sin vigencia de un solo golpe, sino tambin poner en cuestin lo que hasta entonces haba permanecido como el presupuesto indiscutible de todo conocimiento filosfico: la existencia del mundo en su totalidad. De esa manera, pareca haberse alcanzado un ideal de incondicionalidad que resistira a cualquier crtica hecha desde fuera, no pudiendo ser pensada ms ampliamente, ni ser susceptible de auto-

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  • contradiccin. Pues, si deba "ponerse allf' al mundo en su totalidad, incluyendo la propia existencia emprica del yo, y "ponerlo en cuestin" en tanto "puesto allf', no slo quedaba asegurada la universalidad de una puesta en cuestin semejante, sino que tambin contaba con un sentido irrecusable. An cuando de ningn modo vala la cuestin de la eventual inexistencia del mundo de modo que su opuesto haba de quedar fmalmente garantizado de una manera ms segura, segn el estilo de la duda cartesiana y su solucin, s resultaba ms vlida respecto del indiscutido y tambin significativamente indiscutible -y, precisamente por eso, hasta ahora incuestionado-- ser del mundo, as como respecto del sentido de su validez existencial (Seinsgeltung). En otras palabras, la reduccin transcendental no exiga la puesta en duda de la ingenua creepcia en el mundo, incluso entendida de modo metdico; por el contrario, exiga la tematizacin de esta creencia como creencia en el ser, como opinin respecto del ser del mundo4 As, ella posibilitaba ante todo la explicitacin del presupuesto ms evidente en todo pensar y actuar, con el fin de la aclaracin analtica de su sentido, contribuyendo en dicha medida a realizar la incondicionalidad mencionada tal como la entenda Husserl para la investigacin fenomenolgica.

    No pareca, en efecto, concebible una medida an ms radical que sta o un paso que condujera a la puesta en cuestin crtica an ms lejos. Con este paso, sin embargo, recin se alcanzaba una "base" transcendental en la cual se haban de enconttar las fuentes ltimas de toda fundamentacin, mas no la fundamentacin misma. Sera exagerar la funcin metdica de la reducin fenomenolgica el querer ver en ella el instrumento determi-nante de la fenomenologa de Husserl. An cuando constituye indiscubble-mente el corazn de su mtodo, la reduccin trascendental no poda ni deba ofrecer ms que el marco presupuesto de los anJ!sis decisivos de Husserl.

    4. Ea verdad que en ldeu 1 .Husserl expuso de manera equvoca la reduccin Jrans

  • Concebida nica y exclusivamente para distinguir las modalidades de ser y sus correspondientes intenciones de ser (Seinsmeinungen) de la objetividad -implcitas en la estructura total de las intencionalidades y ca-actuando en todos los actos intencionales- para hacerlas susceptibles de ser tematizadas como momentos doxico-tticos y, en ~sa medida, para reducir el ser de cada sentido a su fenmeno transcendental, la reduccin transcendental permaneci ms bien como la puerta de ingreso al dominio de la investigacin fenomenolgico-transcendental. Sin embargo, para su elaboracin concreta haba que proveer otros medios, tal como lo hizo Husserl al ir circunscri-bindola y refundindola siempre progresivamente, en un inicio como anlisis descriptivo, ms tarde y en aadidura como anlisis intencional y, por ltimo, especficamente como anlisis constitutivo.

    Por consiguiente, an cuando la reduccin transcendental slo garan-tizaba el acceso a la esfera del ego transcendental y sus cogitationes, no garantizaba empero el acceso a lo que ella primeramente haca plausible como esfera de posibles fundamentaciones ltimas. Para esto ltimo requera asimismo poner al descubierto la subjetividad transcendental en sus peculiares estructuras intencionales de efectuacin (Leistungsgefge). Si se prescinde del hecho de que los anlisis instituidos por Husserl despus de la realizacin de la reduccin ---

  • fundamentacin de una filosofa parece ser, en efecto, el conducir las donaciones ltimas y, como tales, absolutas, hasta su donacin absoluta.

    Entretanto, con ella todava no se ha tomado en cuenta la exigencia de autofundamentacin de la fenomenologa. Como ya hemos expuesto, tambin al nivel de la autorreflexin fenomenolgica, Husserl se vi en la obligacin de dar una fundamentacin conforme a sus normas de absolutez y as, por su parte, el inicio fenomenolgico transcendental haba de ser justificado en base a fundamentos y esto, una vez ms, de manera evidente.

    Esta problemtica de la autofundamentacin de la fenomenologa tuvo que centrarse para Husserl en la cuestin de la fundamentacin de la reduccin transcendental misma. Era posible hacerla comprensible como un paso absolutamente necesario en los inicios de la fenomenologa? No deba acaso ser incondicional en sentido literal, porque de otro modo -de haber algo que la condicione y que sea anterior a ella- poda poner en peligro su pretensin de convertirse en filosofa primera?

    Ms de una vez se ha advertido crticamente que Husserl no ha fundamentado suficientemente la reduccin transcendental. La ausencia de una fundamentacin es tan notoria en Ideas/, que la mera aseveracin de Husserl de que la reduccin transcendental es un asunto de "nuestra absoluta libertad" {III/1, 62), ms equivale a un rechazo irreflexivo de la cuestin de la fundamentacin, que a su explicacin. As, con seguridad, hasta ese momento Husserl no poda pretender haber puesto en marcha su incipiente fenomenologa tambin como fenomenologa de los comienzos. Lo que aqu la problemtica del comienzo dejaba no slo abierto sino ampliamente sin explicitar era. ante todo, el inters decisivo de Husserl por radicalizar el principio (Ansatz) cartesiano para acceder a un nuevo esbozo epistemolgico fundamental (erkenntnistheoretischen Grundkonzept) y, en particular, para someter a una revisin los intentos filosficos tradicionales de fundamen-tacin del conocimiento cientfico. De ese modo, pues, su postulado del "absoluto" autoconocimiento reflexivo (reflektive Selbsteinsicht) de la fenomenologa no result siendo provisionalmente para l ms que una exi-gencia de absoluta claridad reflexiva sobre el camino seguido hacia la fenomenologa transcendental, sin que para sta misma y para su comienzo hubiera valido la debida (fiillige) autorreflexin. Los diversos caminos seguidos por la reduccin transcendental husserliana se encuentran totalmente bajo el signo de esta exigencia.

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  • Husserl tom pronto conciencia de la ingenuidad filosfica aqu presente al considerar la problemtica de la autofundamentacin de la fenomenologa. Ella se le present a menudo como pregunta por la "situacin motivacional del filsofo que comienza" (Motivationslage des anfangenden Philosophen) (VII, 163 ... ); por otro lado aqu, en primer lugar y significativamente, se le present como pregunta por la motivacin de la reduccin transcendental o por el motivo del trnsito de la actitud natural a la transcendental. Es evidente que la dificultad de responder a esta pregunta se deba a que en la actitud mundana natural no se puede distinguir ningn motivo para abandonarla; pues, esta actitud se caracteriza precisamente por el hecho de que en ella nunca se plantea el tema de la creencia en el mundo, y menos an puede ser motivo de su inhibicin. Por ende, la reduccin discutida debera de haberse realizado ya para ser fundamentada desde la actitud transcendental recin adquirida, lo cual, sin embargo, sera incongruente o equivaldra a una justificacin posterior. An si esta justificacin pareciera evidente precisamente por el beneficio que la reduccin realizada trae consigo, no por ello se convierte empero en una fundamentacin evidente para ser elegible. Esta justificacin consiste ms bien en la libre decisin de emprender la reduccin transcendental en razn del beneficio que promete, la cual por su parte, descansa en presupuestos que, si bien no requieren todava de la actitud transcendental, son de tal tipo que, no obstante, se hallan prximos a sta, justamente desde la perspectiva de preguntas especficas que se plan-tean al interior de la actitud natural.

    Esto significara, por cierto, nada menos que admitir que el comienzo de la fenomenologa visto por Husserl en la reduccin transcendental no es, en verdad, su comienzo pues l descansa desde ya sobre condiciones previas las que, en todo caso, permiten que se le comprenda como "co-mienzo" de la fenomenologa, en la medida que es slo a travs de l mismo que siquiera se le puede llegar a admitir fenomenolgicamente con esos presupuestos.

    En verdad, ms que ver en un principio estas dificultades de manera clara, Husserl las presinti cuando en 1923 las transcribi con la locucin sobre la "situacin absoluta" del fenomenlogo (VII, 28). En tanto absoluta, puesto que liberada de toda pre-condicin no fenomenolgica -tal como pensaba todava en aquella poca- dicha situacin le pareci abordable solamente si interpretaba el acceso al dominio trascendental de las fundamentaciones ltimas como un paso hacia la "renuncia radical" del mundo, y si representaba dicha situacin como necesaria para poder ganar una "vida

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  • verdadera ltima" (VI, 166). "Se debe primero perder el mundo mediante la epoch, para ganarlo nuevamente en la autorreflexin universal", leemos tambin al final de los Pariser Vortriige (1, 39). Husserl asumi de modo conciente recin en sus reflexiones tardas que en esta autorreflexin universal, tanto respecto del modo en que l deba llevarla a cabo como tambin en aquello que prometa ser su resultado irrenunciable, se halla implcito un determinado concepto fundamental de filosofa.

    As fue cmo el preconcepto de filosofa de Husserl constituy en verdad lo primero de su fenomenologa trascendental. Pero an si este preconcepto fue el primero en continuar sin ser tematizada y por lo tanto desplegado, Husserl qued de lejos an mucho ms rezagado en relacin a su propia exigencia de autotransparencia reflexiva, absoluta y perfecta de la fenomenologa, sucumbiendo en lo ulterior a la apariencia de la ausencia de presupuestos la cual, precisamente como apariencia inexpugnable, tambin dejaba sin satisfacer su correspondiente postulado para la fenomenologa trascendental.

    El que Husserl fundara su fenomenologa trascendental sobre presupuestos temticos (sachhaltige), a travs de su preconcepto de filosofa largamente no reflexionado, debi por lo pronto debilitar su pretensin de absolutez: a pesar de ello, no pudo perjudicar el sentido de su comienzo con la reduccin trascendental, pues sta de ningn modo perdi su papel de primera medida conducente hacia la fenomenologa trascendental. Su significado permaneci incluso tanto ms fundante, cuanto que abri aquel mbito de investigacin que pronto fue visto como "campo" de una experiencia "absoluta" de la subjetividad trascendental, por lo que tambin Husserl se vio obligado a comprender precisamente aquellos presupuestos de su propia empresa, ante los cuales l al principio haba permanecido ciego. Pues fue la perspectiva ganada con la reduccin y la versin trascendental de los fenmenos lo que dio una nueva orientacin al anlisis inicialmente descriptivo, y prescribi sus modificaciones y correcciones ulteriores.

    La investigacin avanz de manera constante y consecuente partiendo tambin de un anlisis estructural de los datos notico-noemticos, que en un inicio fue concebido estticamente. Super la aproximacin esttica en provecho de la gnesis de la constitucin trascendental, as como tambin la tematizacin abstracta de las distintas relaciones de acto, y condujo al descubrimiento de la intencionalidad en el sentido amplio de la "vida intenci.onal". Convertido de esta manera en anlisis intencional, en el sentido

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  • sutil del anlisis constitucional, permiti al mismo tiempo retraer la abs-traccin del Y o a un simple polo de los actos y con ello asumir la problem-tica ego lgica en la total concrecin del Y o y sus entrelazamientos intersub-jetivos.

    Si seguimos este desarrollo metdico de la fenomenologa trascendental muy de cerca, entonces para la temtica aqu discutida slo es significativa la pregunta de cun lejos y en qu medida fue capaz Husserl de avanzar mediante el anlisis constitucional hacia aquellos orgenes y ltimas fuentes de la constitucin del mundo que deban satisfacer su pretensin de

    fun~mentacin absoluta a travs de la fenomenologa.

    El concepto de constitucin no fue introducido sistemticamente por Husserl. No obstante, la reduccin trascendental marca un lmite que separa dos conceptos de constitucin claramente diferenciables, aunque vinculados, que a la vez estn en estrecha relacin con el indicado giro en el concepto (Auffassung) husserliano de intencionalidad. En pocas palabras, puede decirse por lo pronto que el concepto temprano de intencionalidad del acto domin un primer esbozo (Konzept) provisional de constituci6n, mientras que ms tarde ste, profundizado y transformado, condujo a un concepto modificado de intencionalidad.

    En los primeros anlisis de actos, Husserl todava hablaba de la cons-titucin de los objetos nicamente en el sentido de su aparicin, de su presentacin o manifestacin en la conciencia. Sobre todo resalt, con el trmino emparentado adicional, que el ser-dado de un objeto en la conciencia no es un simple acontecimiento por el cual el objeto est en cierto modo de golpe ante los ojos. Por el contrario, debido al esbozo (Abschattung) en perspectiva de toda donacin objetiva, correlativamente a sus aprehensiones esencialmente unilaterales, son necesarias sntesis identificadoras de diverso gnero y de diverso nivel segn cada mbito de objetos, las cuales slo pueden ofrecer al objeto como uno y el mismo en la alternancia de sus puntos de vista laterales. Por lo pronto, as slo se retuvo, en el modo de expresarse de su "constitucin", el carcter transitorio de la presentacin total del objeto5

    5. A ello pertenece tambin el tratamiento de los llamados "problemas constitutivos", tal como fueron expuestQs en ldet!fl 11 (Husserliana N) --antes de la reduccin trascendental--. En tal sentido el tmnno husserliano de fenomenologa "constitutiva"

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  • A travs de la reduccin trascendental entraron otras cosas en juego en relacin a la constitucin. Si anteriormente se entendi la identidad del objeto en lo esencial a partir de su contraposicin con la multiplicidad de los actos que lo mentaban (der ihn intendierten Akte), posteriormente la tematizacin de los momentos dxico-tticos en el ensamblaje del acto inclin la mirada con mayor agudeza hacia otra multiplicidad: la de los noemata, mediante cuyas sntesis e identificaciones recin se ofrece el sentido del ser del objeto mentado. As, aparicin y manifestacin de la objetividad fueron retradas finalmente a actividades especficamente noticas, que Husserl apostrofa no slo incidentalmente como efectuaciones (Leistungen) de la conciencia. Se denominaban efectuaciones constitutivas en vista al resultado, en la medida en que conducan a la constitucin del objeto; fueron carac-terizadas como efectuaciones donadoras de sentido en vista a las funciones noticas que traan consigo tal resultado.

    Pues tras la ejecucin de la reduccin aparece el objeto no slo como un objeto compuesto de tal o cual modo, sino tambin como un objeto existente de tal o cual modo; de tal manera, sin embargo, que slo tiene su ser gracias a una posicin notica (noetischen Setzung). Su ser es ser puesto (gesetztes Sein), y adems puesto en un determinado sentido. As pudo Husserl hablar de producciones de la conciencia que ponen el ser (Seinsetzenden) "o" que donan sentido ( sinnstiftenden). Si bien estas comparaciones pueden des-concertar en el modo de hablar natural, sin embargo la posicin del ser (Seinssetzung) y la donacin del sentido (Seinstiftung) en tanto predicados trascendentales se ca-pertenecen estrechamente: cada posicin de ser tiene lugar slo en un determinado sentido, que aqu es entendido especficamente como sentido del ser, de modo pues que cada donacin de sentido significa asimismo -por lo menos implcitamente- una posicin de ser. A las noesis les toca en propio as una cierta productividad: la constitucin del objeto es produccin trascendental de un objeto que es en ste o aquel sentido. No obstante, en tanto produccin ella no es creacin, a no ser que Husserl haya logrado dar aqu, a travs de la conciencia trascendental, con el abismo misterioso de una creacin del mundo racionalmente irreproductible. Husserl jams adjudic a la conciencia trascendental potencias capaces de crear el

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    poda ser fcilmente mal interpretado, pues debe tenerse en cuenta que ste se refiere tan slo a los problemas de la constitucin trascendental al interior de la epoch. Cfr. L. Landgrebe, "Reflexionen zu Husserls Konstitutionslehre", in: Tijdschrift voor Filosofie 36: 1974, pp. 466-482.

  • ser. Sus efectuaciones productivas (produktiven Leistungen) son slo efectuaciones donadoras de sentido. Las noesis que colocan el ser no crean el ser; colocan ser en cada caso en un determinado sentido.

    Con esto no se responde a la pregunta de dnde proviene el ser o incluso quin lo ha creado. Esta pregunta no tendra lugar alguno en la filosofa de Husserl, a pesar de su pretendida fundamentacin absoluta, que expl-citamente debe ser una fundamentacin racional absoluta (1, 3). La pregunta fundamental de Husserl es slo cmo puede en ltima instancia captarse el sentido, aqul que de ste u otro modo tiene cada ente y aqul que tiene el mundo en su totalidad en tanto horizonte de todos los entes. Que en todo caso se trate de un sentido dado, que no le pertenece de suyo a aquello que lo posee, que ms bien ste lo obtiene como adjudicado a partir de la subjetividad trascendental gracias a la conciencia donadora de sentido, se es el ncleo de aquella tesis que convierte a la posicin filosfica de Husserl en idealismo trascendental constitutivo.

    De ese modo se esbozan dos preguntas de gran alcance que la fenomenologa trascendental de Husserl debe plantearse dentro de su preten-sin de fundamentacin. En primer lugar: en qu medida se comprende aqu fenomenolgicamente con claridad la constitucin trascendental de sentido, teniendo precisamente en cuenta que ella es constitucin y produccin, mas no justamente creacin, y por lo tanto que debe estar vinculada con algo respecto de lo cual, en ltima instancia, la conciencia colocadora de ser y donadora de sentido no puede disponer? En segundo lugar: puede hacerse realmente accesible a la fenomenologa un ltimo dato previo tal, que sea conforme a sus propias normas de absoluta auto-donacin, esto es, de indicacin perfectamente evidente, de tal manera que en todo caso la pretensin husserliana de la fundamentacin ltima de la donacin de sentido y posicin de Ser pueda ser resuelta y que, por tanto, pueda hablarse de una fundamentacin absoluta mediante la fenomenologa?

    Slo a manera de esbozo puede presentarse aqu cmo Husserl transita su camino hacia el ltimo fundamento alcanzable de su teora de la constitucin, camino que se ha mostrado tambin como conducente a los ltimos constituyentes alcanzables de las relaciones entre subjetividad y objetividad. De l resulta a su vez una especie de visin reflectiva en la fenomenologa misma, que aqu, a manera de conclusin, debe reducirse a la pregunta por su autofundamentacin.

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  • Ya en sus primeros anlisis estructurales de noesis y noema Husserl se top con una situacin fctica memorable que por otro lado slo ms tarde supo reconocer en todo su alcance y en la profundidad de su sig-nificado. Lo que l concibi bajo la nocin de "horizonte", permiti advertir primeramente las diferencias entre actualidad y potencialidad de las intenciones junto con sus relaciones temporales, de manera que las modalidades temporales anteriormente investigadas en su constitucin en la conciencia temporal originaria, se presentaban ahora tambin como pertenecientes a la consti-tucin del objeto. Se mostr as que en toda constitucin actual participan tanto anteriores efectuaciones constitutivas (konstitutive Leistungen) como tambin lo anticipado precedentemente de modo que, en adelante, toda configuracin de sentido debera ser puesta en cuestin en lo referente a sus implicaciones, especialmente a partir de previas donaciones de sentido. La explicacin ms precisa del proceso temporal convirti finalmente el anlisis intencional esttico en una forma de anlisis constitutivo que devino, en sentido restringido, un anlisis gentico, mientras que los descubrimientos de pre-efectuaciones (Vorleistungen) ocultas en toda constitucin de objetos condujeron a Husserl tambin a la estructura temporal transcendental co-rrelativa de la noesis respectiva. Aqu, empero, el ego trascendental se mostr tambin finalmente como un ego concreto: en la gnesis de su constitucin de sentido, perdurable, continua, aunque siempre en obra, logr para s mismo estabilidad permanente, "habitualidades", y consigui as, en cada caso, su vida trascendental propia e individual.

    De ese modo Husserl pudo asimismo tambin hablar de la historia sedimentada de la constitucin del objeto y de la autoconstitucin del ego trascendental; y es este tipo de historia del sentido, el que debe ser reactivado cada vez en un anlisis ms preciso, si es que algo as como sujeto y objeto, yo y mundo, conciencia y tiempo, deben lograr su plena comprensin fenomenolgica.

    Salta a la vista que de all en adelante, el anlisis constitucional gentico figur como el anlisis estructural inicial de los actos, antes que toda otra tarea. Mientras que stos fueron investigados slo como intenciones in-dividuales y por lo dems solo en su ejecucin actual, fu penetracin analtica de las conexiones de actos con todas sus implicancias de sentido y sus sedimentos de sentido condujo ciertamente a una ms amplia y adecuada concepcin de la intencionalidad; an cuando de esta ltima dichos anlisis tambin deban esperar dificultades especiales. Pues, de all en adelante, poda ser rastreada tanto la constitucin de unidades objetivas como, correlativamente

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  • a sta, la del ego trascendental, regresivamente a travs de todos los estratos constitutivos, para que pudieran ser puestas al descubierto las buscadas fuentes ltimas de toda donacin de sentido. Tales anlisis originarios se daban tambin en Husserl como problemas de los que no puede sustraerse nunca ningn regreso trascendental y que, con todo, bajo el postulado especfico de absolutez de su fenomenologa, tenan que resultar particularmente difciles. Aparte de que la univocidad y el metdico control de una serie regresiva escalonada se vio permanentemente abrumado por todas partes por incertidumbres de tipo particular, -pues a fin de cuentas slo los resultados, en beneficio de los cuales se daban tales pasos, decidan sobre su legitimidad-, el regreso analtico constitutivo de Husserl se vi dificultado por su propi postulado de una autodonacin evidente, la cual deba ser satisfecha, tanto respecto de los productos trascendentales terminados luego de la constitucin efectuada, como tambin respecto de los resultados de cada uno de los pasos regresivos aislados y, por ltimo, igualmente respecto de los orgenes trascendentales de toda constitucin de sentido.

    No es este el lugar para recorrer punto por punto y en detalle el retomo de Husserl a los diferentes planos y estratos de la gnesis pasiva. Husserl lleg aqu finalmente a la temporariedad (Temporalitiit) de la conciencia trascendental en el sentido de aquella temporalidad (Zeitlichkeit) originaria de la cual, en ltima instancia, obtiene la subjetividad trascendental su devenir concreto como vida intencional al destacar en ella ante todo el yo y el objeto en el proceso de la constitucin gentica y en estrecha relacin intercambiante con ella. Sin embargo, pudo Husserl exponer claramente cmo, a partir de la temporalidad originaria, la constitucin del objeto y la autoconstitucin del yo tan slo son dos momentos de un mismo proceso gentico?

    Las investigaciones de Husserl a este respecto pertenecen de hecho a los ms profundos y completos que en general se hayan realizado alguna vez sobre la constitucin de sujeto y objeto, yo y mundo, y fundamentalmente sobre el tiempo como morada primordial de la constitucin. Empero, Husserl mismo vio ntidamente que se haba emprendido aqu la senda de una "primordialidad a restaurar, en verdad, solo abstractamente". Las sntesis pasivas de la temporalizacin (Zeitigung) en ltima instancia alcanzables en el regreso fenomenolgico trascendental condujeron finalmente a un "acontecer de afluencia primordial", que Husserl concibi como la unifi-cacin de la retencin y la protencin con el presente primordial. Este ltimo, sin embargo, precisaba de un algo que estuviera presente para la originaria unificacin y que, en dicha medida, tambin fuese condicin necesaria para

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  • una originaria conciencia temporal. Este algo lo plante Husserl como el "dato primordial impresionar'. ste, como precursor trascendental gentico de los datos sensoriales, que en el anterior anlisis estructural de los actos haba conformado la hyle sensual de los actos y ms tarde de la noesis, no pudo permanecer tampoco como material de una sntesis inicial puramente temporalmmte (zeitigender) en oposicin a cualquier conformacin notica, sino que debi ser pensado todava como preyaciente a toda diferenciacin segn la materia y la forma.

    Concebido como "dato" de un campo como siempre predotado de pre-donaciones sensoriales difusas, llev sin embargo a la fenomenologa tras-cendental a reconocer algo pre-dado, que no yace en la disponibilidad de la subjetividad actuante, que ms bien la determina a esta misma en su gnesis, para que ella pueda convertirse en subjetividad donadora de sentido y pueda ser aprehendida como tal. Como un mero "allf' y nada ms, el dato impresional primordial de Husserl conforma un hecho para su fenomenologa, que debe ser tomado como algo a lo que, en ltima instancia, permanece referida, y que en tanto tal no puede ya ser l mismo explicado de modo gentico constitucional.

    En cuanto absolutamente ltimo, despus y detrs de lo cual simplemente ya no es posible preguntar fenomenolgicamente incluso respecto de su procedencia o destino, aquel dato primordial impresional corresponde de hecho, en su manifiesta funcin para la temporalizacin (Zeitigung) original, a la exigencia de Husserl del retroceso hacia los comienzos absolutos de toda constitucin; y, sin embargo, deja necesariamente sin satisfacer el reclamo decisivo por su absoluta fundamentacin, vale decir, por su auto-donacin. No hay duda que aqu queda bloqueada la ltima razn de la fenomenologa, a la que deberan bastarle sus propias normas, no slo por cuestiones incidentales o por fctica carencia del procedimiento analtico-constitucional sino porque la fenomenologa trascendental de Husserl se topa aqu esencialmente con fronteras imsuperables. Esto resulta, en efecto, claro del hecho de que todos los conceptos de su fenomenologa, sin menoscabo de su reivindicacin puramente descriptiva, son conceptos de una teora fenomenolgica cuyo sentido ellos mismos adquieren solo de constituciones predicativas superiores.

    Parece ser que sta es una de las auto-comprensiones a las que Husserl, en su crtica jams dirigida a su propio procedimiento, accede slo ms tarde: que los orgenes trascendentales de toda constitucin no pueden ser

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  • recuperados fenomenolgicamente. Pero, qu sentido conserva segn eso su concepto de fundamentacin absoluta a travs de la fenomenologa trascendental? Puede ste ser rescatado mediante la recuperacin del postulado de absolutez como refirindolo al puro hecho del origen ltimo o del primer comienzo de la constitucin, mientras que se le debe perdonar especficamente a ste la exigencia adicional de una donacin absoluta? Es evidente que una tal restriccin ad hoc ira exactamente en contra de la fenomenologa no solamente en este contexto.

    O es que pudiera quedar satisfecho este sentido por el hecho de que por lo menos la toma de conciencia de la no recuperacin por principio del origen absoluto mediante la reflexin fenomenolgica es por su parte una comprensin absoluta de la fenomenologa, puesto que con el auxilio de s misma puede ser llevada a la evidencia, e incluso a una evidencia apodctica? Como respuesta a esto podra ser aqu citada, con modificaciones, una expresin de Kant: no captamos, cierto es, los orgenes absolutos de la vida intencional en el estricto sentido de la fenomenologa trascendental; pero captamos -por cierto con sus propios medios y de conformidad con ellos-, la no captabilidad que, con razn, es todo lo que puede ser exigido de una fenomenologa que se esfuerza por llegar hasta los lmites de sus propios principios.

    Con ello, sin embargo, an no puede ser dicha la ltima palabra sobre los esfuerzos de Husserl por la autofundamentacin de la fenomenologa trascendental. Husserl centr este esfuerzo en el problema de una suficiente motivacin para llevar a cabo la reduccin trascendental, con el poco satisfactorio resultado de que sta, en el mejor de los casos, se dio por justificada a partir de una determinada preconcepcin de la filosofa. Empero, un concepto de filosofa presupuesto de esa manera habra de contradecir, en tanto permaneciese sin desarrollar, no solo a la mxima fenomenolgica de la "total ausencia de presupuestos"; sino que igualmente podra no corresponder al postulado de la fenomenologa, de ser Filosofa Primera, puesto que Husserl vincul expresamente a este carcter de "primera" la autointeligibilidad reflexiva absoluta de la fenomenologa.

    Los posteriores anlisis genticos constitutivos han ayudado sin embargo a Husserl, tambin en este problema, a lograr una mayor claridad y un entendimiento modificado. Si ellos permitieron reconocer que todo ser en su ser es en ltima isntancia ser gracias a un devenir surgido de las efec-tuaciones donadoras ele sentido (sinnst!ltenden Leistungen) de la subjetividad

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  • trascendental y, en esa medida, es ser histrico; si ellos permiten reconocer que, por lo tanto, el mundo es aprehensible solo como mundo histrico, y que conjuntamente con ello tambin la subjetividad trascendental constituyente de mundo debe ser aprehendida en su historicidad trascendental (VIII, 506), entonces esta concepcin tarda de Husserl no poda dejar inclu-me la cuestin de la autofundamentacin ltima de la fenomenologa. Ori-ginndose en una diferenciacin continuamente reelaborada de su proceder, siguiendo una lgica interna. esta concepcin condujo igualmente a la fenomenologa trascendental de Husserl a un cambio de situacin propio y memorable.

    Si toda la problemtica de la constitucion del sentido surgi para Husserl en el transcurso del tiempo como problemtica de la gnesis misma del sentido, esto signific, conjuntamente con el irrenunciable retroceso hacia la gnesis trascendental de toda formacin (Gebilde) objetiva, tambin la inerradicable penetracin en los mismos presupuestos del sentido de la fenomenologa -en sus conceptos y consideraciones, en sus mtodos, normatividad y planteamiento de metas. Por consiguiente, se descubri necesariamente con la comprensin de s que tiene la fenomenologa trdscendental, que vala romper con todas sus supuestas evidencias, las cuales empero ahora no se muestran de otro modo que como "Prejuicios [ ... ], oscuridades que nacen de una sedimentacin tradicional" (VI, 73), y que deben ser esclarecidas mediante la reactivacin de sus elementos signifi-cativos implcitos y examinados como prejuicios. No es simplemente que tambin ella era portadora de una mltiple herencia del pasado segn la cual su otrora pretendida ausencia de prejuicios se descubre como el prejuicio fundamental en cuyo ciego desconocimiento se ha movido la fenomenologa hasta ese momento; tambin la autorreflexin crtica de Husserl en tomo a la esencia de su fenomenologa trascendental gan una nueva dimensin con este conocimiento.

    Debido a que lo que deba descubrirse y elaborarse para la pretendida filosofa primera era lo que desde entonces se convirti en comienzo y origen de la fenomenologa trascendental, no poda simplemente tratarse de recuperar para la fenomenologa una tradicin histrico-filosfica, de la cual precisamente su inaugurador se haba desembarazado con mucha prisa y ligereza. Lo que se hubiera podido destacar de ese modo, no habra sido otra cosa que el pasado de la fenomenologa hasta Platn, estilizado en ltima instancia como una simple pre-historia de la fenomenologa avistada desde un aspecto de la historia mundial; empero, no solamente esto no corresponde en absoluto

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  • con la posicin histrico-trascendental tarda de Husserl6, sino que, adems, lo que la fenomenologa haba percibido crticamente desde s misma como el deber de rendir cuenta de su propio comienzo, en esta hora histrica hubo que dejarse inconcluso en un punto decisivo.

    Precisamente la Historia Crtica de las Ideas que Husserl desarroll en sus lecciones de 1923 (VII, 3-199), todava se mantena en un campo mundano previo a la consideracin trascendental, y por ello mismo tambin en una interpretacin histrica de forma teleolgica tan precaria cuanto incomprendida. Por el contrario, en la obra tarda de la Crisis se destac con toda claridad lo que no solamente haba sido su autntico impulso al aventurarse en la historia de la filosofa, sino tambin su telos conforme a lo que exiga una autocomprensin y autotransparencia crtica de la fenomenologa trascendental, con una mayor profundidad de lo que podra estar inclinado a captar una mera consideracin superficial.

    Toda consideracin histrica plantea, de modo casi obligatorio, un comienzo histrico para aquello que se propone considerar. An si Husserl hall este comienzo en Platn, an si l pens restituir la idea de la filosofa platnica con su fenomenologa, esto no le sucedi empero por la va de una reconstruccin histrica del pensamiento de Platn y sus consecuencias, sino que sucedi de un modo completamente distinto. Se mantuvo ms bien en conexin con un concepto que, a medida que se colocaba en el trasfondo su pretensin a la investigacin sin presupuestos, fue ganando en Husserl en significado de modo sealado: el concepto de "justificacin" (Rechtfertigung) (VIII, 3; 1, 52).

    A medida que la fenomenologa descubra su carcter histricamente condicionado, la cuestin de la justificacin debi en aquel momento instarla de hecho a aceptar que ella quera ser mucho ms que una mera figura histrica del pensamiento filosfico entre otras, a saber, filosofa primera; y esto quera ahora decir una filosofa de fundamentos absolutos a partir de una autofundamentacin absoluta (eine Philosophie absoluter Begrndung

    6. Husserl ya no llega a alcanzar una posicin cerrada y sistemtica de esta posicin. Respecto de las dificultades particulares de te matizar ms tarde la historia al interior de la fenomenologa trascendental, que fuera originariamente concebida como alejada de la historia, vase el captulo corespondiente en E. St:roker, Husserlian Foundations of Science, Washington: 1987.

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  • aus absoluter Selbstbegrndung). Bajo este aspecto, Husserl vio la historia de la filosofa no como una sucesin ms o menos casual de teoras y sistemas filosficos, sino como "unidad de una motivacin" de mltiples figuras (VII,142), que sigue actuando a travs de todos los siglos, determinando la aspiracin de toda filosofa verdadera: que es la de alcanzar una instancia absolutamente primera, fundamental por antonomasia. Sin embargo, desde antao el telos oculto de toda ciencia slo poda ser tomado en cuenta desde siempre por la filosofa, puesto que la filosofa est guiada por un inters que en las ciencias viene a ser cubierto por la colocacin de metas prcticas, nos referimos al inters por la verdad y nicamente por el querer la verdad (VII, 203, 294).

    Si al Husserl hubiese puesto en claro el ncleo de su preconcepto de filosofa y simultneamente tambin lo hubiese revelado para que sea visto como ncleo de toda filosofa verdadera, la tarea de la justificacin de la fenomenologa trascendental hubiera terminado identificndose ms bien a la demostracin de su necesidad. Qu es lo que haca de ella una figura irrenunciable del pensamiento filosfico? Si bien ella comparta su tarea en tomo a la verdad con muchas teoras filosficas de la tradicin, algo distinto deba aadrsele. Esto distinto yaca para Husserl, por un lado, en la orien-tacin hacia la verdad incondicional como su meta -verdad que no es simplemente una verdad teortica eventualmente dependiente de necesidades prcticas, sino que por su lado es puesta en claro como fundando toda praxis. Y por otro lado, ello yaca en el mtodo no solamente de alcanzar la verdad en tanto verdad incondicional, sino primeramente en esclarecer su sentido. La reduccin trascendental y el anlisis constitucional aparecen ms bien como el medio sobrevalorado no solamente de mostrar la verdad sino en primer lugar de esclarecer su sentido, tanto en la radicalidad de su cuestionamiento como en la profundidad de su penetracin en la proble-mtica de la verdad.

    Por ltimo, el esclarecimiento del sentido de la verdad fue sin embargo para Husserl ms que una mera tarea filosfica especfica bajo un co-rrespondiente aspecto limitado del problema. De un modo cada vez ms ntido, dicha tarea se convirti para l en una cuestin de la totalidad de la vida filosfica. No fue efectivamente de modo simplemente incidental que Husserl vincul, o an equipar finalmente, en una meditacin crtica sobre el sentido de la fenomenologa como filosofa primera, su idea de la fundamentacin ltima con la autorresponsabilidad del filsofo (VIII, 197; V, 139). La filosofa fue para Husserl filosofa primera, en tanto que ella

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  • no se halla dirigida por ninguna otra cosa excepto por la idea de la verdad. La fenomenologa vala para l como fllosof'ta primera en la medida que ella se halla dirigida al esclarecimiento del sentido de la verdad, a travs de la idea de una responsabilidad crtica.

    Husserl tuvo la certeza que con ella el hombre poda ganar algo que sobrepasa su vida individual. Fue la conviccin personal de Husserl que este logro slo poda obtenerse mediante la fenomenologa trascendental. Puede ser discutible que esto responda a una justificacin "absoluta" de su fenomenologa. Mas sirve para dejar sentado que Husserl, en las ltimas meditaciones sobre su fenomenologa, no se hizo deudor de un esfuerzo de autorreflexin crtica.

    (Traducido del alemn por Luis Bacigalupo, Ral Gutirrez, Jos Len y Rosemary Rizo-Patrn)

    Elisabeth StrOker Universidad de Colonia, Alemania

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