53. la cruzada nacional contra el hambre: oportunidades y desafíos

13
LA CRUZADA NACIONAL CONTRA EL HAMBRE: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS 24 de enero de 2012 Volumen 2, N°53 La puesta en marcha de la Cruzada Nacional contra el Hambre es un reconocimiento implícito de que tanto el modelo económico como los programas de atención social implementados durante los úlmos 30 años en México no han funcionado. No se ha podido evitar que el país enfrente una mayor pobreza, y que además deba resolver un aspecto aún más básico para cualquier ser humano, el de garanzar su alimentación. El hecho de reconocer que México se encuentra en dicha espiral negava es loable, y representa un viraje respecto al manejo que se le dio tanto en el discurso como en la implementación de la políca social en la administración anterior, la cual negó y minimizó el problema. Los hechos han rebasado dicha postura y la necesidad de su atención constuye la oportunidad de dar un obje- vo claro no únicamente a la gesón del Presidente Enrique Peña Nieto, también es la ocasión pa- ra que la sociedad recobre la sensibilidad respecto al estado de marginación en la que se encuen- tra una parte creciente de la misma. Se ene la opción de construir un legado diferente, que se pase de una sociedad marcada por la inequidad y acechada por la violencia a una en donde se reconstruya el tejido social, todo ello por el bien del país. Es la oportunidad de que el poder eje- cuvo deje una herencia de bienestar, generando acciones, polícas y reformas que lleguen a donde no sus antecesores fallaron: a mejorar la vida diaria de los mexicanos en aspectos funda- mentales como alimentación, salud, educación, empleo, salario digno y seguridad. La única con- dicionante es que los programas a implementar verdaderamente se enfoquen a resolver los des- equilibrios, que vayan más allá del discurso, que se transformen en hechos. Para ello se debe in- volucrar a la sociedad, hemos sido demasiado permisivos con los malos resultados, con el avance de la pobreza y la inequidad, con la ineficacia y la corrupción, es un buen momento de que en la construcción de este legado parcipe la mayor parte de los mexicanos. Evidentemente el reconocimiento del problema no es suficiente, en realidad se debe ir más allá: si no se eliminan las causas de la pobreza y el hambre dicilmente se podrán resolver los enormes desaos que estos flagelos representan. De igual manera es prioritario que se observe que la cru- zada debe ser el inicio de un proceso más amplio e integral, en donde se cuesone y reconstruya el tejido social y la administración pública en sus tres niveles. El objevo de la cruzada es posivo pero lo hasta hoy manifestado es insuficiente y la razón simple: muchas de las causas de este des- equilibrio social enen su origen en el propio modelo económico que se ha implementado en las úlmas tres décadas, y en la forma en la que se ha manejado la políca económica.

Upload: tecnologico-de-monterrey

Post on 06-Mar-2016

219 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

La Cruzada Nacional contra el Hambre. Oportunidades y Desafíos

TRANSCRIPT

LA CRUZADA NACIONAL CONTRA EL HAMBRE:

OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS

24 de enero de 2012 Volumen 2, N°53

La puesta en marcha de la Cruzada Nacional contra el Hambre es un reconocimiento implícito de

que tanto el modelo económico como los programas de atención social implementados durante

los últimos 30 años en México no han funcionado. No se ha podido evitar que el país enfrente

una mayor pobreza, y que además deba resolver un aspecto aún más básico para cualquier ser

humano, el de garantizar su alimentación.

El hecho de reconocer que México se encuentra en dicha espiral negativa es loable, y representa

un viraje respecto al manejo que se le dio tanto en el discurso como en la implementación de la

política social en la administración anterior, la cual negó y minimizó el problema. Los hechos han

rebasado dicha postura y la necesidad de su atención constituye la oportunidad de dar un objeti-

vo claro no únicamente a la gestión del Presidente Enrique Peña Nieto, también es la ocasión pa-

ra que la sociedad recobre la sensibilidad respecto al estado de marginación en la que se encuen-

tra una parte creciente de la misma. Se tiene la opción de construir un legado diferente, que se

pase de una sociedad marcada por la inequidad y acechada por la violencia a una en donde se

reconstruya el tejido social, todo ello por el bien del país. Es la oportunidad de que el poder eje-

cutivo deje una herencia de bienestar, generando acciones, políticas y reformas que lleguen a

donde no sus antecesores fallaron: a mejorar la vida diaria de los mexicanos en aspectos funda-

mentales como alimentación, salud, educación, empleo, salario digno y seguridad. La única con-

dicionante es que los programas a implementar verdaderamente se enfoquen a resolver los des-

equilibrios, que vayan más allá del discurso, que se transformen en hechos. Para ello se debe in-

volucrar a la sociedad, hemos sido demasiado permisivos con los malos resultados, con el avance

de la pobreza y la inequidad, con la ineficacia y la corrupción, es un buen momento de que en la

construcción de este legado participe la mayor parte de los mexicanos.

Evidentemente el reconocimiento del problema no es suficiente, en realidad se debe ir más allá:

si no se eliminan las causas de la pobreza y el hambre difícilmente se podrán resolver los enormes

desafíos que estos flagelos representan. De igual manera es prioritario que se observe que la cru-

zada debe ser el inicio de un proceso más amplio e integral, en donde se cuestione y reconstruya

el tejido social y la administración pública en sus tres niveles. El objetivo de la cruzada es positivo

pero lo hasta hoy manifestado es insuficiente y la razón simple: muchas de las causas de este des-

equilibrio social tienen su origen en el propio modelo económico que se ha implementado en las

últimas tres décadas, y en la forma en la que se ha manejado la política económica.

Página 2 La Cruzada Nacional contra el Hambre: oportunidades y desafíos

En el último punto no puede dejarse de mencionar la incapacidad técnica y la falta de transparencia con la

que en ocasiones se han operado los programas y recursos destinados para el desarrollo económico y social,

particularmente en estados y municipios. Sin lugar a dudas los gobiernos estatales también deben declarar

que la cruzada es parte de sus prioridades, de otra manera los esfuerzos federales no cubrirán las necesida-

des locales, algo particularmente delicado en entidades en donde la tendencia de la pobreza vinculada al

mercado laboral va al alza. Por tanto uno de los primeros retos que tendrá la cruzada es el de convertirse en

un programa más ambicioso que cuestione y rectifique lo que desde la esfera pública se ha instrumentado

durante los últimos lustros. La ventaja que por corto tiempo tiene la presente administración es que puede

revisar el modelo y transformarlo a uno con un verdadero objetivo social, que vaya más allá del discurso del

equilibrio macroeconómico, y en donde el control de la inflación se ha logrado con el sacrificio de los sala-

rios. De no hacerlo, de mantenerse bajo la misma perspectiva económica que sus antecesores difícilmente

podrá obtener resultados diferentes.

Para que la Cruzada Nacional contra el Hambre se transforme en un proyecto que trascienda a lo inmediato

debe buscarse una meta más ambiciosa: construir una Sociedad de Bienestar y Equidad. Indudablemente el

problema del hambre debe ser resuelto, pero también se deben cubrir aspectos relevantes como el de una

nutrición adecuada y el acceso a satisfactores de calidad de vida que permitan alcanzar una mayor movilidad

social. El declarar que el objetivo es alcanzar una Sociedad de Bienestar y Equidad implica señalar compromi-

sos de largo plazo, debidamente consensados no únicamente con la clase política, también debe alcanzar

acuerdos con otros actores de la sociedad, quienes pueden y deben contribuir a la consecución de la meta.

En concordancia con lo anterior es prioritario que la Cruzada Nacional contra el Hambre sea incluida en el

Programa Nacional de Desarrollo y en el Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo. Con ello se ga-

rantiza el crear un marco institucional adecuado para un objetivo que genere amplios concesos sociales, pero

además haga posible el que se den pasos firmes para evitar que sea la propia operación burocrática la que

limite el alcance del mismo.

Generar una Sociedad de Bienestar y Equidades un proyecto que no culminará en un sexenio, en realidad la

administración actual debe sembrar la semilla que permita obtener resultados más ambiciosos posteriormen-

te. Sin embargo, la Sociedad de Bienestar y Equidad puede permitir alinear programas y reformas que hasta

hoy se encuentran desvinculados, desvirtuados y que en algunos casos son obsoletos o presa de intereses

meramente políticos. En este sentido el mejor ejemplo lo constituyen reformas como la laboral, la hacendaria

y aún la energética, en donde el cuestionamiento básico es para qué se realizan, quién es el beneficiario de

las mismas, o en otras palabras cuál es el propósito de las mismas. Indicar que es para darle más recursos al

sector público, cuando éste es ineficiente o para aumentar la competitividad y productividad cuando no se

tiene una distribución justa de la riqueza es plantear que las reformas no necesariamente garantizan el desa-

rrollo social, es decir una mayor equidad y movilización social. Si la política económica y los cambios estructu-

rales se alinean a la construcción de una Sociedad de Bienestar y Equidad por fuerza la acción de la adminis-

tración pública debe garantizar que sus propuestas y acciones deban cumplir con ese objetivo, de otra mane-

ra se encuentran descoordinadas y fuera de foco.

Página 3 La Cruzada Nacional contra el Hambre: oportunidades y desafíos

Derivado de lo anterior, se debe cuestionar del verdadero alcance que la Cruzada Nacional contra el Hambre

tendrá. La intención de alinear los programas federales, estatales y municipales mediante la cruzada no es

suficiente. Algunos de los programas federales bajo el marco de lo denominado como Oportunidades han

sido evaluados de manera favorable por investigadores e instituciones nacionales e internacionales, y algu-

nos de ellos han sido utilizados como referencia por otros países. El punto aquí es que a pesar de ello la po-

breza y peor aún el hambre siguen avanzando. En otras palabras programas exitosos son insuficientes para

resolver el problema, ¿bastará con agruparlos para obtener un resultado diferente? Difícilmente porque el

problema de fondo es el concepto que se encuentra atrás de los mismos: la atención focalizada del problema

de pobreza, y hambre, sin atender la situación de una manera integral. En este aspecto es en donde los pro-

pios intereses del sector público pueden evitar un avance sustancial en la atención del desequilibrio: muchos

de quienes han implementados estos programas hoy se encuentran en la tarea de instrumentar y evaluar el

proyecto de la Cruzada Nacional contra el Hambre. La cuestión no es la falta de presupuesto para la atención

de la pobreza, en realidad la dificultad radica en la conceptualización y diseño de los programas, que al final

se llegan a utilizar con fines de asistencialismo y en algunas ocasiones con un interés político electoral y de

control. Rebasar esto no será fácil, así como el reconocer que la política social focalizada no es la solución. El

hecho de reconocer que tenemos un problema amplio de pobreza y hambre, que obliga a realizar una acción

desde Poder Ejecutivo y en la que se convoca a la sociedad, señala un viraje que cuestiona lo hecho por sus

antecesores, y en donde lleva a preguntarse si el desaparecer programas como los enmarcados en lo que era

Conasupo fue lo más adecuado, por citar un ejemplo. Puede señalarse que muchos de aquellos programas

tuvieron el problema de la corrupción se les utilizo para fines distintos a los que estaban destinados, la cues-

tión es que se eliminaron los programas y no la corrupción, por lo que se quedó la parte menos favorable de

la ecuación. La Cruzada Nacional contra el Hambre tácitamente reconoce que desde el gobierno deben to-

marse acciones más amplias para revertir lo que la política de atención social focalizada no puede hacer, por

más que este bien evaluada.

Si bien es poco factible el que nuevamente se generen programas de alimentación como los implementados

hace cuarenta años, la Cruzada Nacional contra el Hambre constituye la evidencia de que se deben buscar

nuevas formas de garantizar que habrá alimentos en la mesa de todos los mexicanos, en donde algo adicional

es que estos deben ser nutritivos y libres de transgénicos.

Por la complejidad del objetivo, la Sociedad de Bienestar y Equidad es un marco adecuado para lo descrito,

fundamentalmente porque cubre un aspecto adicional que la cruzada no necesariamente atenderá: el de ha-

cer transversal y perdurable la política económica y la política pública federal, al mismo tiempo que integra el

accionar del sector público estatal y municipal. Lo anterior no es algo que debe tomarse a la ligera, pasar del

asistencialismo al sustento productivo de las familias como desea el presidente requiere de una modificación

de la forma en la que se ha actuado en este país. En primera instancia se tiene que uno de los principales pro-

blemas de nuestra economía es la falta de productividad, es decir se requiere resolver una complicación es-

tructural para darle viabilidad a la cruzada.

Página 4 La Cruzada Nacional contra el Hambre: oportunidades y desafíos

Por tanto será imprescindible que se implementen políticas integrales fuera del ámbito social para generar

proyectos productivos que además deben estar fuera del sector público, en realidad deberán operar median-

te la figura de empresas privadas o cooperativas, por citar un par de ejemplos, que den empleo y representen

una manera de obtener ingreso sustentable para las familias más pobres sin depender del presupuesto públi-

co. Por su naturaleza deberían ser los micro negocios o las pequeñas empresas los mecanismos mediante los

cuales se logre generar actividades productivas en los municipios y regiones más pobres, el aspecto a señalar

es que justamente son las que enfrentan mayor mortalidad. Sin lugar a dudas esto obliga a modificar los pro-

gramas oficiales actualmente existentes y que no han dado resultados. Nuevos esquemas fiscales, programas

de apoyo de la Secretaría de Economía, de Agricultura, del Trabajo, de Comunicaciones y Transportes, de la

banca de desarrollo, por citar a algunos ejemplos, deben crearse para lograr un éxito hasta hoy no visto. El

desafío no es menor, debe lograrse una eficacia en el gasto y gestión pública que en tiempos recientes no se

ha visto. Parte del problema es que la sociedad no participa en el diseño de la política económica, social y pú-

blica, la esfera política se ha desligado de la ciudadanía, particularmente de la más pobre, algo que debe re-

vertirse.

Los tiempos e intereses políticos corren en contra, aún los vinculados con los propios funcionarios federales,

estatales y municipales. La propuesta de la cruzada ha logrado dar un modificar las prioridades del gobierno,

pasamos de una lucha contra el crimen organizado a una visión que tiene un objetivo social encomiable, sin

embargo es claro que el margen es estrecho. La desaceleración económica en el sector industrial podría des-

carrilar los proyectos: sí durante el primer trimestre enfrentamos un menor ritmo de actividad económica los

desequilibrios existentes se exacerbarían, generando presiones al programa. Algo similar ocurre en el terreno

de la inseguridad, es claro que ese pendiente acecha a las comunidades rurales y a las pequeñas ciudades, el

estado de excepción que en la práctica se vive en algunas entidades es real e inhibe el desarrollo de México.

La cruzada es una tentación para quienes viven elecciones locales, la utilización del gasto con fines partidarios

se ha presentado a lo largo de la historia reciente de México y el conservar o llegar al poder puede desvirtuar

el planteamiento del ejecutivo. La cruzada debe blindarse con un pacto político y sanciones que rompan con

intereses que hasta hoy han privilegiado lo individual de lo nacional, la agenda social de nuestro país debe

avanzar por encima de intereses de corto plazo, seguramente un desafío mayúsculo. Los resultados que los

propios funcionarios federales deben presentar es otro elemento, su desempeño será evaluado tanto por el

ejecutivo como por la sociedad, por lo que tendrán incentivos a presentar un avance que no necesariamente

cubra los aspectos centrales del problema. Definir la cruzada como un programa contra el hambre es una

ambigüedad de doble filo, ya que deja de fuera el aspecto de la nutrición y no plantea de manera clara cuan-

do se cubre esta necesidad. Dado que las canastas alimentarias definidas por el Consejo Nacional de Evalua-

ción de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) para el ambiente rural y urbano son realmente laxas, es

decir que debería ser por excepción que un mexicano no pudiera acceder a la misma puede existir la inten-

ción de ampararse en estos indicadores para presentar un progreso que no necesariamente sea sustancial y

que no refleje que se ha iniciado el camino hacia la solución del problema de pobreza y hambre.

Página 5 La Cruzada Nacional contra el Hambre: oportunidades y desafíos

Por citar un ejemplo la canasta alimentaria rural del CONEVAL indica que en el ambiente rural con 420 gra-

mos de arroz, 556 gramos de bistec, 974 gramos de pollo, 189 gramos de pescado, 3.6 litros de leche, 888

gramos de huevo y 12 litros de agua al MES, por citar algunos ejemplos, se cubre los requerimientos ali-

mentarios mínimos. Una cifra similar ocurre en el caso de las ciudades. Cualquier persona que tenga un ac-

ceso a una calidad de vida modesta y que no sufra los apremios del hambre puede observar que las canas-

tas del CONEVAL son bastante limitadas. Por tanto, el gobierno federal debe valorar si se conformará con

presentar resultados basados en la medición del CONEVAL o si por el contrario será más ambicioso y busca-

rá transformar la faz social de México al generar un verdadero bienestar y desarrollo social.

La nutrición es un aspecto clave aquí, evitar que conviva un país de obesidad con uno de hambre implica la

elaboración de canastas alimentarias balanceadas y suficientes, evita el manejo político de los resultados y

sobre todo garantiza que los mexicanos que hoy sufren de estos problemas realmente puedan superar sus

afecciones. Educación y salud se encuentran detrás de esto.

Por tanto la Cruzada Nacional contra el Hambre deberá de evolucionar hacia una Sociedad de Bienestar So-

cial, para garantizar que los incentivos generados no sean de corto plazo y los intereses alrededor de la mis-

ma también se alineen alrededor de un proyecto de más largo plazo.

En el corto plazo la Cruzada Nacional contra el Hambre deberá buscarse cubrir con aspectos básicos:

Una reglamentación y sanciones que blinden a la cruzada.

Establecer metas claras, calendarizadas, cuantificables y evaluables.

Producción agroindustrial nacional, es indispensable evitar seguir importando grupos de alimentos

que se pueden producir en el país, especialmente algunos de autoconsumo.

Romper con la especulación alrededor de la intermediación.

Favorecer la competencia económica en el sector agroindustrial y en el transporte.

Generar nueva infraestructura no únicamente a nivel de grandes carreteras, se requiere un programa

carretero, hídrico y de telecomunicaciones para las comunidades más pobres.

Seguridad nacional en todas las localidades del país.

Impulsar la demanda, evitar la precarización del empleo y que la reforma laboral genere condiciones

más restrictivas para los trabajadores y empleados.

Atacar la especulación.

La conformación de un consejo ciudadano autónomo, representativo, comprometido y técnicamente

preparado para aportar a este objetivo, en el cual participen los funcionarios públicos responsables de

las carteras de desarrollo social, economía, hacienda, salud, educación y seguridad pública.

Un programa de alimentación que cubra con los requerimientos nutricionales suficientes para el desa-

rrollo de las personas.

Disminuir el costo de insumos para la producción agroindustrial así como de energéticos y sus deriva-

dos.

Página 6 La Cruzada Nacional contra el Hambre: oportunidades y desafíos

Fomentar los lazos solidarios de la sociedad, empresas y gobierno deben comprometerse a no generar

retroceso en las condiciones laborales, de otra manera si caen los ingresos salariales los esfuerzos de la

cruzada se perderán.

Evitar aumentos en impuestos y elevación especulativa de precios que dañen al consumo de alimentos.

Medición oportuna, transparente y pública del progreso de la cruzada.

Sanciones administrativas a los funcionarios que distorsiones u obstaculicen la cruzada.

Un observatorio ciudadano que de manera oportuna informe sobre la evolución del programa.

Evitar y sancionar rápidamente la especulación en todos los eslabones de la producción, distribución y

comercialización de alimentos, incluyendo desde la importación.

Las dependencias deberán garantizar:

Desarrollo Social: una coordinación eficaz y eficiente, así como el rediseño integral y a fondo de los

programas sociales.

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes: debe elaborar proyectos de infraestructura avocadas

no únicamente a las grandes obras, debe crearse el tejido de comunicaciones municipal y regional en

las zonas más marginadas

Las instituciones encargadas de la seguridad pública deben blindar estas zonas para expulsar al crimen

organizado de las mismas.

Educación Pública: infraestructura y educación suficiente y de calidad.

Salud: atención médica y educación para atender las necesidades nutricionales.

Economía, Trabajo y Previsión Social, Banca de Desarrollo y Hacienda: Diseño de programas integrales

para la creación y sostenibilidad de empresas.

Conagua y Agricultura: programas de dotación de agua para las zonas campesinas así como de siembra

para garantizar la producción agrícola.

La Cruzada Nacional contra el Hambre debe generar un verdadero Pacto Social por México, que alinee los

esfuerzos de la gente comprometida por elevar la calidad de vida en nuestro país y que a su vez sea la base

para generar una verdadera Sociedad de Bienestar y Equidad, un legado que transformaría el rostro y des-

tino de nuestro país.

Página 7 La Cruzada Nacional contra el Hambre: oportunidades y desafíos

La medición de la canasta alimentaria del CONEVAL refleja que el consumo de alimentos por día para una

persona en un área rural equivale a 1,354.3 gramos, sin embargo parte de logra con bebidas que incluyen

refrescos y cantidades muy bajas de leche y agua. Para una persona en un área urbana el consumo es de

1,592.5 gramos. En ambos casos el consumo de agua ejemplifica lo restringido de la medición de la alimen-

tación:¿en dónde quedan los dos litros de agua recomendados para las personas? En este sentido, al anali-

zar las porciones que se sugieren para cada producto se puede inferir que las cantidades no son suficientes

para satisfacer las necesidades alimentarias de una persona.

Fuente: CONEVAL Fuente: CONEVAL

Canasta Alimentaria Rural

Canasta Alimentaria Urbana

Consumo

(grxdía)

Consumo

(grxdía)

Tortilla de maíz 217.9 Tortilla de maíz 155.4

Pasta para sopa 7.8 Pasta para sopa 5.6

Pan blanco 11.2 Pan blanco 26.0

Arroz en grano 14.0 Arroz en grano 9.2

Carne de res (Bistec) 18.5 Carne de res (Bistec) 21.1

Pollo entero o en piezas 32.5 Pollo entero o en piezas 17.1

Pescado en-tero 6.3 Pescado entero 3.4

Huevos 29.6 Huevos 33.4

Frijol 63.7 Frijol 50.6

Azúcar 20.0 Azúcar 15.1

Papa 32.7 Papa 44.6

Jitomate 67.1 Jitomate 63.0

Otros 329.2 Otros 307.8

Total alimentos 850.4 Total alimentos 752.2

Leche (Pasteurizada, entera, light, bronca) 155.9 Leche (Pasteurizada, entera, light) 203.8

Agua embotellada 241.8 Agua embotellada 411.5

Refrescos de cola y de sabores 106.2 Refrescos de cola y de sabores, jugos y néctares 225.0

Total bebi-das 503.9 Total bebidas 840.3

Total 1,354.3 Total 1,592.5

Página 8 La Cruzada Nacional contra el Hambre: oportunidades y desafíos

La Encuesta Nacional Ocupación y Empleo

(ENOE) reportó la situación del mercado labo-

ral mexicano hasta diciembre de 2012. La tasa

de desocupación anual presenta un comporta-

miento a la baja con respecto al año anterior

(4.47% diciembre 2012 vs 4.51 diciembre

2011); sin embargo, tal reducción es marginal,

apenas 0.03 puntos porcentuales.

Por su parte, al analizar la tendencia de la

serie, ésta continúa presentando un com-

portamiento al alza por lo que evitar que la

tasa de desocupación crezca en los próxi-

mos periodos se convierte en un reto im-

portante para la nueva administración.

Desempleo

Fuente: INEGI.

Fuente: INEGI.

Página 9 La Cruzada Nacional contra el Hambre: oportunidades y desafíos

A un nivel más desagregado, se puede ver que la tasa de desocupación por nivel de estudios para las personas que cuentan con educación media y media superior representa un 37.93%, cuatro puntos porcentuales más que en 2011. Lo anterior implica un asunto de consideración importante, ya que la gente que cuenta con una mayor preparación educativa es la que tie-ne mayores dificultades para conseguir una plaza en el mercado laboral.

Por su parte, se presentan cifras contrastantes para los trabajadores que cuentan con expe-riencia laboral. La tasa de desocupación de las personas que cubren esta característica se ubi-ca en 91.5%, mientras que el mismo indicador para la gente que carece de experiencia sólo representa el 8.5%.

Fuente: INEGI.

Fuente: INEGI.

Página 10 La Cruzada Nacional contra el Hambre: oportunidades y desafíos

Es importante resaltar que la tasa de subocupación para los trabajadores subordinados y remunerados ha sufrido un aumento de casi siete puntos porcen-tuales con respecto a diciembre del año pasado (53.3% en 2012 comparado con 46.7% en 2011), lo cual implica que existen más personas que tratan de emplearse por más horas o incluso buscan un traba-jo adicional al que ya poseen.

Por otro lado, el número de personas ocupadas en el sector informal es un problema que se agu-dizó durante el sexenio pasado. Mientras que en 2007 existía un número mayor de personas labo-rando como trabajadores permanentes, para el tercer trimestre de 2012 la población en infor-malidad se incrementó en más de dos millones superando a los trabajadores permanentes re-portados por el IMSS.

Fuente: INEGI.

Fuente: INEGI.

Página 11 La Cruzada Nacional contra el Hambre: oportunidades y

desafíos

Situación a nivel estatal

Nayarit, el Distrito Federal y Querétaro son los estados con mayor desocupación reportada para di-ciembre de 2012, los cuales presentan tasas del 6.3%, 6.1% y 6% respectivamente. Adicionalmente, entidades que cuentan con una importante concentración económica exhiben tasas de desocupa-ción considerables como es el caso de Querétaro (6%), el Estado de México (5.8%), Nuevo León (5.6%) y Puebla (4.2%).

Fuente: INEGI.

Otra arista del mercado laboral a tomar en cuenta es la falta de creación de nuevas plazas de tra-bajo, lo cual repercute de manera importante en la desocupación de las personas que cuentan con educación media superior y superior. En este sentido, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) para el tercer trimestre del 2012 reporta que los estados que cuentan con la situación más crítica son: Campeche, Chiapas y Veracruz con una tasa de desocupación de 60%, 57% y 51% res-pectivamente. Adicionalmente, el Distrito Federal, que funge como uno de los principales motores de crecimiento económico del país, mantiene una tasa de desocupación por nivel de instrucción media superior y superior del 49%. En contrasentido, Nuevo León, Durango y Zacatecas son los estados que presentan las tasas de desocupación más bajas (24%, 24% y 22% respectivamente.

Página 12 La Cruzada Nacional contra el Hambre: oportunidades y desafíos

Fuente: Secretaría del Trabajo y Previsión Social.

La flexibilidad con la que cuenta el mercado laboral mexicano es un factor que ha favorecido el abarata-miento de la mano de obra. Con información de noviembre de 2012, a nivel nacional, el salario promedio percibido se encuentra en 258.8 pesos por día (alrededor de 4.26 salarios mínimos), y solo entidades co-mo el Distrito Federal (346.60), Campeche (318.65), Nuevo León (293.63) y Querétaro (294.16) se en-cuentran por encima de este nivel. Lo anterior contrasta con el hecho de que más de las tres cuartas partes de los estados de la República se encuentran por debajo del promedio nacional, en donde desta-can Sinaloa (190.56) Yucatán (190.71) y Durango (194.03) como las entidades en donde se reciben los salarios más bajos.

En este sentido, la situación de desocupación es una variable de varios vértices por confrontar. Por un lado, existen tasas altas de desocupación de profesionales con experiencia, así como de personas que cuentan con un buen nivel de preparación educativa, aunado a un constante crecimiento del sector in-formal que se ha agudizado durante los últimos años, por lo que el reto a nivel nacional es la generación de un mayor número de plazas laborales de calidad que pueda cubrir de forma adecuada las necesidades del mercado laboral.

Fuente: Secretaría del Trabajo y Previsión Social.

Dr. José Luis de la Cruz Gallegos

Director del Departamento de Economía y Finanzas

Director del Centro de Investigación en Economía y Negocios

Escuela de Negocios, Tecnológico de Monterrey

Campus Estado de México.

Teléfono: 5864-5609 Móvil: 044 55 273 217 95

Correo: [email protected]

Derechos Reservados © 2012

Tecnológico De Monterrey, Campus Estado De México

Prohibida Su Reproducción Parcial O Total Por Cualquier Medio O Método

Sin Autorización Previa Por Escrito Del Tecnológico De Monterrey

Cien Itesm

http://facebook.com/cien.itesm

@cien_itesm

http://twitter.com/cien_itesm

http://cienitesm.blogspot.mx