6 - aulagnier. punto 1.a. el aprendiz de historiador y el maestro brujo

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    El aprendiz de historiadory el maestro-brujo

    Del discurso identificanteal discurso delirante

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    Piera AulagnieK-Amorrortu editoresBuenos Aires

    ' |#OTOCOP!ADORA i

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    1. Philippe, o una infancia sin historia

    A. El marco de los 'primeros encuentros

    Exponer la relacin en que he entrado desde hace ms omenos un ao con aquel a quien llamo Philippe constituye losencial de la Primera parte de este libro. Esta relacin se desenvolvi en dos tiempos y en dos lugares, que obedecan a ds

    perspectivas teraputicas.Los ltimos siete meses he visto a Philippe en mi domicilio,en un marco elegido con la esperanza de instalar las condiciones necesarias para un trabajo analtico y para que la interpretacin pueda alcanzar sus objetivos.

    Los primeros tres meses'entrevist a Philippe ep el servicio

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    ' "Irio-hacer suyo el error del profano para quien generalmente la etiqueta de -*Joco abarca un conjunto de sujetos intercambiables, lo que lleva a entender los trminos de esqui

    zofrenia, paranoia o delirante como definiciones exhaustivas que se pudieran aplicar a conjuntos cuyos elementos ha

    bran perdido todo carcter singular. Ni el sujeto, ni los eventuales resultados del itinerario teraputico que se le proponeson reductiblesa su sintomatologa.

    2. Saber que tomar a su cargo una relacin analtica en el,

    marco, institucional slo es posible si el analista le puede dedicar una parte considerable de su tiempo.3. No olvidar que uno de los ms graves problemas que trae

    la institucin con analista o sin l es la repercusin de todoconflicto institucional sobre el viveneiar de los sujetos queen ella se asisten. Inevitable repeticin de un papel que ellosconocen a las mil maravillas porque fue el que tuvieron du

    rante toda su infancia. El trabajo analtico no se puede llevar adelante contra el resto del equipo asistencial (sea esecontra manifiesto o latente), y tampoco con 1, si por esto seentiende, como a veces sucede, que el analista podra proporcionar a los miembros del equipo los medios de trasfrmarse enintrpretesde la institucin, d los que se asisten, as como de

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    tenido el privilegio de intercambiar experiencias, conocimientos, opciones, con los que tuvieron la buena disposicin de interrogarse conmigo; la diversidad de su formacin y de sus funciones en el servicio asistencial demostr ser casi siempre un factor positivo. Nada dir de las etapas que en el curso de unlargo camino llevaron a privilegiar sucesivamente tal o cualforma de colaboracin entre el analista (yo misma, para el caso), los dems asistentes (analizados o no analizados) y el paciente: nada dir, aunque tengo el convencimiento de que seramuy enriqueeedor para m, y acaso para otros, traer a la luz lasmodificaciones que esa posibilidad de intercambios aport al

    pequeo fragmento del espacio institucional que es el serviciodonde trabajo, y al nfimo fragmento del campo analtico quees mi propio campo de experiencia.

    Me circunscribir a describir el marco en que se desarroll

    mi trabajo en el servicio durante un tiempo, y a exponer lasperspectivas teraputicas que lo justifican. En ese marco, precisamente, trat a Philippe durante tres meses.

    El analista no apelar nunca a un modelo metodolgico queconsidera contradictoriocon el que preside el conjuntode su

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    a_los padres reflejan mis presupuestos tericos, pero nuncasent el afn de entregarme a un ejercicio de vulgarizacin analtica para hacer patente a los mdicos no analistas y a los asistentes el esclarecimiento que podan aportarles esas reunio

    nes, acerca de los conflictos operantes en el sujeto. Promoveren el personal asistencial una mejor comprensin de la problemtica de aquellos a quienes toman a su cargo forma parte, enmi caso, de un proyecto teraputico en que el afn didcticotiene muy poca cabida.

    Pero la presencia de los padres en esos encuentros persigue

    adems un segundo objetivo. La escucha que se les propone, elinters que perciben hacen que en ciertos casos, si bien es cierto que son los menos, una limitada cantidad de entrevistas lespermitan no desde luego modificar en lo esencial su relacincon el hijo, pero s hacerles entender el papel que desempeaun real sufrimiento psquico all donde slo vean la manifestacin de una agresividad, de un deseo de angustiarlos, de un

    rehusamieto de todo acuerdo. De igual modo creo posible, enotros casos, llevarlos si no a que superen, al menos pongan enduda su conviccin sobre el carcter orgnico, hereditario y

    por lo tanto eterno de la patologa de su hijo o hija.Sucede tambin que en el curso de sas entrevistas un acon

    tecimiento acuda de repente a la memoria de los padres; larespuesta del sujeto y la sorpresa de ellos al enterarse de

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    mistas. Si en el caso de ciertas parejas, entre ellas los padres-,de Philippe, estoy convencida de que lo mejor para el sujetosera romper toda relacin, y que es vano esperar que renuncien a su obra de demolicin, en otros casos es posible unasuerte de alianza teraputica, a condicin, desde luego, queincluya el acuerdo y la participacin del propio sujeto.

    En la exposicin del historial de Philippe se advertir mejorlo que pueden ofrecer esos encuentros, pero tambin se podrnsopesar todos sus lmites. Y en primer lugar porque, al menos

    en mi espritu, es inconcebible ejercer en pblico un trabajo depsicotrapeuta. Desempear esta funcin exige la presencia deuna relacin (se la llame, segn las escuelas, trasferencial uobjetal; poco importa) privilegiada, cuya condicin es que unose proponga como soporte de un investimiento igualmente privilegiado y garantice al interlocutor una libertad de palabra

    que slo es posible si uno est liberado de todo rol de poder, dedecisin frente al resto del servicio asistencial y de la administracin. Adems, interpretar conlleva traer a la luz ciertos fantasmas, deseos inconcientes, que (si admitimos, lo que me parece muy dudoso, que esas condiciones de encuentro nos dejenlos medios de hacerlo) uno no tiene derecho de exponer delante

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    Lo que pude or, ver, comprender en el discurso y el comportamiento de ciertas parejas en presencia de su hijo no solamente me ha enseado mucho acerca de la problemtica de este

    nio, sino que, en otras ocasiones, me ha esclarecido sobre esosotros nios con cuyos progenitores nunca habr de reunirme.

    Escuchemos ahora a Philippe y su historia.

    B. Las cuatro versiones de la historia de Philippe

    Cuatro versiones:

    a. La de Philippe, quien es su protagonista y su autor. Ver-

    sin qe reconstruye una historia con arreglo a una causalidaddelirante, que liga la totalidad de los acontecimientos pasados,presentes, y los de un futuro ya previsto por Philippe, con unacausa situada fuera del tiempo y fuera de la realidad. Merced~srlo cual se produce esa indiferenciacin temporal que es propiadel delirio. En el caso de Philippe, como es frecuente en laesquizofrenia, esta versin est al servicio de un segundo obje

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    las reacciones que cada uno de los narradores teme y esperasuscitar en el otro, y en ese tercer oyente que soy yo.

    En cuanto a la tercera versin, la ma, su composicin esms singular: el primer esbozo, que acompaa a mi escucha delas otras dos, se ir corrigiendo a lo largo de esas entrevistasen razn de los elementos nuevos que sus autores me habrnde aportar. La forma definitiva de esta versin diferir segnla continuacin que tengan o no las reuniones. S no desembo

    can en el establecimiento de una relacin analtica, la ltimacoincidir con la construccin definitiva de una versin hipottica acerca de las consecuencias de una historia infantil sobre elvivenciar actual de un sujeto. Versin hipottica que pasar asituarse entre otras, permanecer en mi memoria para constituir ese capital de relatos odos y de hiptesis deducidas del

    que me abastecer para encontrar los materiales que me permitan hacer avanzar mis interrogaciones tericas y facilitar miescucha. Si las reuniones se trasforman en sesiones, aquellaversin que las haba precedido servir a un objetivo particular. El trabajo de redaccin de una historia nueva habr, deencontrar sus materiales en lo que se diga en las sesiones, de

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