6 opinion - oakland city attorney

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6 OPINION www.VisionHispanaUSA.com Del 31 de octubre al 13 de noviembre del 2009 Oakland haciendo cumplir las leyes en contra de las peleas de gallos POR JOHN RUSSO, Procurador de Justicia de la ciudad de Oakland Como respuesta a las lla- madas de los vecinos, la policía de Oakland realizó una redada en una bodega el invierno pas- ado en donde docenas de hom- bres se habían reunido. Dentro de Sanchez Iron- works en un vecindario in- dustrial ubicado en el Este de la Bahía, los oficiales encon- traron cerca de 100 personas – incluyendo cuatro niños – vi- endo y apostando en peleas de gallos. La evidencia fotográ- fica de la redada muestra una escena perturbadora: pilas de aves muertas y mutiladas, dinero de las apuestas, esteroi- des para animales, charcos de sangre en el piso y más sangre salpicada en la ropa de los cui- dadores de las aves. Las peleas de gallos son un deporte barbárico en el que gallos excesivamente agresivos son colocados en un pequeño cerco para que se corten a muerte unos a otros con navajas filosas y curvadas que están pegadas a las patas de los animales cuando pelean. Las peleas de gallos son ile- gales en cada estado, pero es una tradición que data de sig- los atrás tanto en los Estados Unidos como en otros países, y actualmente es tristemente muy común en nuestro estado. En Oakland, estamos per- siguiendo a las personas que lucran y se divierten con las peleas de gallos por medio de una unidad de abogados pe- nales en la Oficina del Procu- rador Municipal denominada Fiscalía Especial. Formamos esta unidad el año pasado – en conjunto con el Fiscal de Distrito del Con- dado de Alameda – para dar seguimiento a delitos meno- res profundos, delitos que degradan la calidad de vida en Oakland y que invariable- mente llevan a crímenes más serios y violentos. Estos delitos que afectan la calidad de vida (“qual- ity-of-life” crimes) incluyen los delitos relacionados con las drogas, la prostitución, el vandalismo y la crueldad ha- cia los animales. Los delitos menores asociados con las peleas de gallos se encuentran justo en nuestro campo de ac- ción. Puede que las peleas de gallos no sean tan atroces como los homicidios u otros delitos violentos que muy fre- cuentemente destruyen a las familias en nuestra comuni- dad; sin embargo, se han aso- ciado con el tráfico de drogas, ocultamiento de armas de fuego y otros delitos serios. El ver a los animales destrozarse unos a otros hasta hacerse trizas por placer envía tanto a los niños como a los adultos el mensaje poderoso de que la crueldad, la violen- cia y la falta de respeto hacia la vida y la ley son aceptables, e incluso admirables. Después de la redada ll- evada a cabo por la policía en la bodega el pasado mes de febrero, el Fiscal Municipal Elias Ferran presentó cargos en contra de 70 personas por ser espectadores de una pelea de gallos. Hasta la fecha, los demandados han pagado cerca de $12,000 en multas y cump- lido 111 horas de servicio co- munitario. Esperamos que estos procesos judiciales envíen de igual manera un mensaje poderoso con respecto a que habrá consecuencias para el comportamiento ilegal, y que la comunidad no tolerará el tipo de sadismo que se lleva a cabo en el corazón de estos eventos. Quiénes no saben que las peleas de gallos son ilegales en los Estados Unidos se enterarán, muy probable- mente antes de que se encuen- tren ante un juez. Por supuesto, nuestra in- tención también es la de pro- teger a los animales del suf- rimiento y la muerte para el entretenimiento humano. In- cluso las aves que sobreviven a las peleas de gallos sufren terriblemente. Ojos mutilados, pulmones perforados y huesos rotos son heridas comunes. Los gallos de pelea son cruzados y criados para ser extremadamente agresivos, por lo que no pueden ser adoptados por la procuración de justicia aun cuando se re- cuperen. En Oakland, el hecho de tener gallos, por cualquiera que sea la razón, está prohi- bido por el código munici- pal. Cualquier persona que sospeche que se están reali- zando peleas de gallos en su vecindario debería llamar a la Fiscalía Especial de la Oficina del Procurador Municipal al (510) 238-3601. Continuare- mos trabajando con la policía de Oakland y demás agencias para asegurar que haya con- secuencias para este tipo de crueldad hacia los animales en nuestra ciudad. La fotografía muestra el tipo de navajas filosas y curvadas que los apostadores de las peleas de gallos les colocan a los patas de los animales cuando pelean.

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6 OPINION

w w w. V i s i o n H i s p a n a U S A . c o m Del 31 de octubre al 13 de noviembre del 2009

Oakland haciendo cumplir las leyes en contra de las peleas de gallosPor JoHn rUSSo, Procurador de Justicia de la ciudad de oakland

Como respuesta a las lla-madas de los vecinos, la policía de Oakland realizó una redada en una bodega el invierno pas-ado en donde docenas de hom-bres se habían reunido.

Dentro de Sanchez Iron-works en un vecindario in-dustrial ubicado en el Este de la Bahía, los oficiales encon-traron cerca de 100 personas – incluyendo cuatro niños – vi-endo y apostando en peleas de gallos. La evidencia fotográ-fica de la redada muestra una escena perturbadora: pilas de aves muertas y mutiladas, dinero de las apuestas, esteroi-des para animales, charcos de sangre en el piso y más sangre salpicada en la ropa de los cui-dadores de las aves.

Las peleas de gallos son un deporte barbárico en el que gallos excesivamente agresivos son colocados en un pequeño cerco para que se corten a muerte unos a otros con navajas filosas y curvadas que están pegadas a las patas de los animales cuando pelean. Las peleas de gallos son ile-gales en cada estado, pero es una tradición que data de sig-los atrás tanto en los Estados Unidos como en otros países, y actualmente es tristemente muy común en nuestro estado.

En Oakland, estamos per-siguiendo a las personas que lucran y se divierten con las peleas de gallos por medio de una unidad de abogados pe-nales en la Oficina del Procu-rador Municipal denominada Fiscalía Especial.

Formamos esta unidad el año pasado – en conjunto con el Fiscal de Distrito del Con-dado de Alameda – para dar seguimiento a delitos meno-res profundos, delitos que degradan la calidad de vida en Oakland y que invariable-mente llevan a crímenes más serios y violentos.

Estos delitos que afectan la calidad de vida (“qual-ity-of-life” crimes) incluyen los delitos relacionados con las drogas, la prostitución, el vandalismo y la crueldad ha-cia los animales. Los delitos menores asociados con las peleas de gallos se encuentran justo en nuestro campo de ac-ción.

Puede que las peleas de gallos no sean tan atroces como los homicidios u otros delitos violentos que muy fre-cuentemente destruyen a las familias en nuestra comuni-dad; sin embargo, se han aso-ciado con el tráfico de drogas, ocultamiento de armas de fuego y otros delitos serios.

El ver a los animales destrozarse unos a otros hasta

hacerse trizas por placer envía tanto a los niños como a los adultos el mensaje poderoso de que la crueldad, la violen-cia y la falta de respeto hacia la vida y la ley son aceptables, e incluso admirables.

Después de la redada ll-evada a cabo por la policía en la bodega el pasado mes de febrero, el Fiscal Municipal Elias Ferran presentó cargos en contra de 70 personas por ser espectadores de una pelea de gallos. Hasta la fecha, los demandados han pagado cerca de $12,000 en multas y cump-lido 111 horas de servicio co-munitario.

Esperamos que estos procesos judiciales envíen de igual manera un mensaje poderoso con respecto a que habrá consecuencias para el comportamiento ilegal, y que la comunidad no tolerará el tipo de sadismo que se lleva a cabo en el corazón de estos eventos. Quiénes no saben que las peleas de gallos son ilegales en los Estados Unidos se enterarán, muy probable-mente antes de que se encuen-tren ante un juez.

Por supuesto, nuestra in-tención también es la de pro-teger a los animales del suf-rimiento y la muerte para el entretenimiento humano. In-cluso las aves que sobreviven a las peleas de gallos sufren

terriblemente. Ojos mutilados, pulmones perforados y huesos rotos son heridas comunes.

Los gallos de pelea son cruzados y criados para ser extremadamente agresivos, por lo que no pueden ser adoptados por la procuración de justicia aun cuando se re-

cuperen.En Oakland, el hecho de

tener gallos, por cualquiera que sea la razón, está prohi-bido por el código munici-pal. Cualquier persona que sospeche que se están reali-zando peleas de gallos en su vecindario debería llamar a la

Fiscalía Especial de la Oficina del Procurador Municipal al (510) 238-3601. Continuare-mos trabajando con la policía de Oakland y demás agencias para asegurar que haya con-secuencias para este tipo de crueldad hacia los animales en nuestra ciudad.

La fotografía muestra el tipo de navajas filosas y curvadas que los apostadores de las peleas de gallos les colocan a los patas de los animales cuando pelean.