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8/19/2019 67-71 mauro i barea

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CRITICAR A LA SOCIEDAD

CONSUMISTAEntrevista a Mauro Barea , autor de El Colapso del Tiempo

Héctor Cobá

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M auro Barea (Cancún, Quintana Roo, 1981) jo-ven novelista cancunense, admirador de la mi-lenaria cultura maya, donde la comunión con

la naturaleza era parte de su vida diaria. Hecho regis-trado en su más reciente obra: El Colapso del Tiempo,donde el vértigo se siente como un columpio en la ca-rretera, típico de la ruta Puuc . Con esto logra que el lectorno despegue los ojos de su obra literaria, impregnada de coherenciay calidad histórica, ya que está convencido del contenido narrativo paramostrarlo a sus lectores. Su obra fue editada y presentada en España, tras muchasnegativas y puertas cerradas para imprimir su novela en territorio mexicano; apenas enmarzo conocida en México. Barea está consciente de que en la niñez y juventud está la semilla de la lectura de libros, ya que de ser unos lectores digitales seríamos una socie-dad de empleados automatizados, no de personas.

Foto: Niram Art Editorial.

Héctor Cobá

Revista Morbo No. 9 PÁG. 67

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¿Fue difícil la elaboración y de nir lasestructura de El Colapso del Tiempo y más fácilescribir los diálogos?

Cuando hice El Colapso… hace unos seis o siete años,al inicio escribí el primer capítulo teniendo en mente yaalgunas situaciones y diálogos en mi cabeza, por lo queal escribirlo se fueron dando de forma natural; siempretrato que mis personajes respondan a las situacionesque les voy poniendo, si se complican, los diálogosdeben corresponder con lo que perciben; juego contodos los sentidos tanto en la narración como en losdiálogos, que como bien se sabe, dependen de la ex-periencia y lugar de donde vive el autor, en mi caso,resultan en diálogos “cancunenses y peninsulares”.

¿Te consideras un caso raro, un escritor can-cunense, nativo, cuando la mayoría de loscreadores asentados en la ciudad de Cancúnno lo son?

Debo confesar que sí. Pero raro en el sentido quehe navegado todos estos años sin avistar un verda-

dero apoyo para la literatura netamente cancunense.No negaré que toqué muchas puertas sin siquiera unarespuesta a mis proyectos, todos por y para Cancún:Corazón del Cielo, que trata sobre el huracán Gilbertode 1988, que incluso llevé con el cronista o cial (de laciudad), Fernando Martí, esperando que hubiera unaidenti cación mutua por sucesos históricos que in -

volucraran la literatura de un nacido aquí. Obtuvo lomismo, un silencio que se rompió hasta nes de 2010cuando el periodista y editor Francisco Verdayes seanimó a leerla y empezó a promoverla en la revistaPioneros . Por otra parte, los creadores nacidos aquí es-tán empezando a demostrar sus inquietudes, y me heencontrado con algunos que están desarrollando co-sas interesantes. Estamos en un punto sensible de lahistoria de nuestra ciudad, y espero que pronto todasesas inquietudes se junten para hacer resonar nuestraliteratura. Es lo que siempre expreso y deseo cadaque presento el libro fuera de Cancún, que, tambiénpor azares del destino no he podido presentarlo aquíhasta ahora, pero estamos en ello.

¿De dónde parte tu interés en la construcciónde tramas y escenas conjugando la milenariacultura maya con el mexicano medio, consumista,emparentado con la globalización económica?

En los años que iba escribiendo la novela, había unboom muy fuerte de las mal llamadas “profecías ma-yas” que pregonaban gente como Fernando Malkúny José Argüelles, increíbles oradores y acarreadoresde masas. En internet había ya muchísimos textosde Argüelles apuntando al “ n del materialismo y elmundo como lo conocemos” al llegar el 21 de di -ciembre de 2012. Se me hizo interesante aplicarloen el contexto de la novela como parte esencial quetenían que enfrentar los personajes. Por otra parte,yo también soy un crítico de la sociedad consumistaque compra lo que no necesita o lo hace para sentirsemejor. Me pareció un punto en el que mis personajesdebían superar o morir con el mundo lleno de como-didades o hacer la transición a uno que no lo es. Ycomo en el mundo real, hay gente que no lo soportay enloquece de cierta forma. Ahora bien, admiro la

forma en cómo vivían los mayas clásicos. Ellos nonecesitaban de grandes comodidades, y la comunióncon la naturaleza era parte de su vida diaria, y los per-sonajes de El Colapso del Tiempo necesitaban entenderesto para dar los siguientes pasos. Esos mayas clási-cos que desaparecieron alrededor del 800-900 d.C.,poco o nada tienen que ver con la sociedad mexica-na actual, que hoy comparte con Occidente gustos ymodos a través de la imposición implícita de paísesmás desarrollados. Soy peninsular, la cultura maya ytodo lo que tiene que ver con ella es parte de mi for-mación como persona, por eso hice esa amalgama untanto complicada en el recorrido de mis personajespor las selvas donde siglos atrás habitaron los mayasoriginales, y uno de los vínculos que tenía que co-nectar era ese: regresar a la naturaleza, transición dehombre moderno a hombre arcaico. Acostumbro adarle varias cribas antes de presentarlo, y el que seabreve o extenso no me preocupa tanto como su cali-dad, y si en verdad es concluyente y me convence porsu contenido para mostrarlo a mis lectores.

Si el mexicano no aprende a leer texto impreso en el papel, sucederá lo mismo en lo digital, y no digamos el problema delacceso a esos medios en una sociedad eminentemente pobre,recibiendo auténtica basura en un aparato que se consiguemucho más fácil: la televisión (…) El mexicano tiene un severoproblema no sólo de lectura, sino de percepción y atención a loque se lee, y si eso pasa en algo tan simple como una red social,no me imagino en la vida real. ] ]


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El suspenso manejado en ElColapso del Tiempo es como el co-lumpio que va para arriba y paraabajo, ¿cómo lograste dar esa sen-sación al lector?

Soy de la idea que un libro, en estecaso una novela, debe ser una montañarusa de sensaciones para el lector. De-bemos darle sus pausas, así como mo-mentos de intensidad, que uya comola música, respetar sus silencios y or-questar las situaciones para no cansarlo.Mi principal deseo es que a mis lectoresles cueste despegarse del libro, esto sindejar de lado la coherencia y la calidaden la historia. Es curioso cómo mencionas el suspensocomo un columpio: en un columpio de carretera, de esosque abundan en el Puuc , converge la esencia de la historia.

¿Qué autores sientes te ayudaron a encontrarun equilibrio en lo anterior, y que no se conviertaésta en una trillada historia de héroes contra vi-llanos?

La mitología maya en su gran mayoría, leí muchas ve-ces el Popol Vuh , el libro de Chilam Balam de Chumayel , yla recopilación de leyendas mayas de Hilaria Maas Collí,tratando de apegarme al modo de pensar de esa época,pero aplicándolo siempre en un contexto actual, quesea entendible para un mexicano, español o americanocontemporáneos. Desde niño leía a Stephen King, quesiempre fue una ayuda excelente para saber qué rumbostomar en el principio de mi aventura literaria, y poco apoco fui descubriendo muchos más, entre los que desta-

can in uencias de Frank Herbert y Ken Follett para estelibro. Para mí en Los Pilares de la Tierraestá uno de losmejores villanos creados, y Dunecontiene un argumentocomplejo de “planes dentro de los planes” que me en-canta porque no sabes qué pasará al nal de la historia.

Literatura española de los siglos XVIII, XIX yXX; William Faulkner, Jorge Luis Borges ¿sig-ni can algo para ti?

Por supuesto. Los “descubrí” realmente a una edadtardía, pues hasta el momento no he recibido una

Soy un crítico de la sociedad consu-mista que compra lo que no necesita olo hace para sentirse mejor. Me pare-ció un punto en el que mis personajesdebían superar o morir con el mundolleno de comodidades o hacer la tran- sición a uno que no lo es. Y como en elmundo real, hay gente que no lo sopor-ta y enloquece de cierta forma. ] ]

formación académica en letras. Faulkner es un maes-tro de los contemporáneos y constituye un reto leerlopor su gran versatilidad y experimentación que tuvoen su época, El Ruido y la Furia sin duda se cuen-tan entre las obras maestras, y nos mete en los ojosy mente de los personajes, y no sólo eso, nos hacehablar y pensar como ellos. Y Borges, está de sobracomentar su autoridad, aunque sí me hubiera gusta-do leer una novela de él, que fue lo que le faltó ensu increíble trabajo de vida. Flaubert y su MadameBovary; Kafka y sus simios inteligentes, Conan Doyley su Sherlock Holmes, Nabokov y su nínfula, VargasLlosa y sus perros, Orwell y su escalofriante visióndel futuro. Sin duda los magos de las letras y que yacomienzan a tener un gran peso en mi estilo.

¿Hay in uencias del teatro, la televisión,de los superhéroes o del cine en tu creación

literaria?Por supuesto, soy hijo del cine; desde pequeño las

películas de terror eran un gran atractivo empezandocon las del cine ochentero: desde Vacaciones de Terror y Pánico en la Montaña de Pedrito Fernández hasta lasde ciencia cción hollywoodenses de las que soy a -cionado: Tiburón, Aliens, Depredador, Matrix, Volver alFuturo y los seriales de la televisión como Expedientes

X y Los Simpson . Siempre estimularon mi imaginacióna la par de leer cómics de superhéroes nacionales yextranjeros, y también el manga japonés. En mis pri-

El autor visto por Carlos Torres.


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¿Si la sociedad mexicana no ha terminado deaprender a leer el texto impreso, lo digital esla solución?

Si el mexicano no aprende a leer texto impreso en elpapel, sucederá lo mismo en lo digital, y no digamosel problema del acceso a esos medios en una sociedademinentemente pobre, recibiendo auténtica basura enun aparato que se consigue mucho más fácil: la tele-

visión. Un caso muy recurrente es que, por ejemplo,en Facebook, pones una foto invitando a un eventoseñalando el lugar y la hora en la misma foto. Aun así,recibes «posts» de preguntas “¿A qué hora va a ser?

Héctor Cobá ha publicado artículos y ensayos en El Acordeón (revista de cultura de la UPN), Tierra Adentro –el ensayo “Periodismo cul-tural en la frontera sur”, que leyó como ponente, en 1993, en el Foro de Periodismo de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara–.Parte de sus escritos están en los libros Bibliografía contemporánea del estado de Campeche de Silvia Molina;60 horas con Wilma de Fernando Martí,y en Las telarañas de Luz María Cáceres, estas dos últimas obras en Quintana Roo.

N adie en su sano juicio espera que caiga un me-teorito, en Cancún, en el puente Calinda, puntode unión entre la ciudad y la zona hotelera, mu-

cho menos que en un tiempo actual perezcan todos losaluxes del mundo maya, tampoco que un joven vigoroso,rechace a una escultural mujer, desnuda, a la orilla de laplaya cancunense, que al nal resultó La Xtabay; rasgo de

delidad, inusitado, en este tercer milenio de sexualidaddesbordada: todo esto y más pasa en El Colapso del Tiempo de Mauro Barea.El vértigo caracteriza el encabalgamiento de las historiasde El Colapso…, donde el lector una vez que empieza a leersus páginas no desea soltar el libro hasta terminarlo, quetoma de pretexto tangencial, ‘‘al mundialmente célebre nde una cuenta larga del calendario maya (20 de diciembrede 2012) y el comienzo de una era profetizada por los an -cestros como de grandes avances de la humanidad en elaspecto espiritual, a través de un cambio de conciencia”.Importante en la creación narrativa de Barea, es Xbalam,el personaje principal, una especie de superhéroe con-

temporáneo con raíces mayas, conocedor de la sabiduríamaya, usuario del GPS y una camioneta Hummer en sulucha contra el lado oscuro y maligno maya, los duendesmalos tirando a villanos.La crítica a la destrucción ecológica y el desbordado con-sumismo son aspectos que no hace a un lado, la conjuga-ción de la cción con la realidad del autor, en la construc -ción de personajes y entornos.De la creatividad novelada dentro de la narrativa cancu-nense, ya se debe comenzar a hablar y escribir. Mauro Ba-

¿En dónde es?” Es increíble pero el mexicano tiene unsevero problema no sólo de lectura, sino de percep-ción y atención a lo que se lee, y si eso pasa en algo tansimple como una red social, no me imagino en la vidareal. Lo digital es una opción, pero no considero quesea una solución de nitiva al problema de México. Lasolución está en acercar a los niños a la lectura desdemuy pequeños, que aprendan a disfrutar de las aven-

turas en el papel, que los papás se tomen más en serioesto, o tendrán como se dijo en el New York Times hacepoco: una sociedad de empleados automatizados, node personas. ([email protected])

rea, a pesar de su juventud se une a Carlos Hurtado, autorde la primera novela de Cancún, Cancún todo incluido, comootro texto novelístico que nace en la geografía cancunensey se desarrolla ahí.Claro, las letras de Barea que motivan estos apuntes, bre-

ve reseña periodística, van más allá y salen de la geografíade Cancún, abarcan la destrucción total a través de una

inundación mundial, donde sólo sobreviven Xbalam, sucompañera de vida y un alux que resucitó…

Al lector interesado le toca descubrir qué pasa cuandoregresa Xbalam, que resultó descendiente de Kukulcán,del inframundo, del Xibalbá de los mayas, tras el enfren -tamiento de esta especie de superhéroe con los aluxes malignos, después de la destrucción total esgrimida en ElColapso del Tiempo.Para Mauro como novel novelista no fue fácil ver publica-do el producto de su creación, tras tocar muchas puertas,su texto fue editado y presentado, primero en España, lue-go en México, en la trigésimo cuarta Feria Internacionaldel Libro del Palacio de Minería (FILPM), en la ciudad

de México, en marzo pasado. Y en Palizada, Campeche,en el octavo Encuentro Internacional de Escritores en laRegión de los Ríos, es la segunda vez que se dio a conoceren el país, en mayo.Con una inclinación amorosa a la cultura maya, así comouna visión amplia y profunda de ésta, conocedor en mu-chos aspectos de esa herencia milenaria sólo queda espe-rar su próxima obra que enriquezca aún más la literaturacancunense, así como la nacional e internacional, lo que esun gran compromiso. (Héctor Cobá)

El Colapso del Tiempo, Mauro Barea, segunda edición,Niram Art Editorial. Madrid, España, 2013, 300 pp.

Acerca de El Colapso del Tiempo


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