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A) ACTIVIDADES SOBRE LOS TEXTOS ANEXOS (1) CANTAR DE MÍO CID 1. Resumen de cada fragmento. (2) BERCEO 1. Estructura: partes y resumen de cada una. 2. Métrica de los últimos 4 versos. (3) JUAN RUIZ 1. Señala los aspectos humorísticos de la “Fábula del pintor don Pitas Payas” 2. Cuatro figuras literarias de “Propiedades del dinero” (4) DON JUAN MANUEL 1. Estructura de cada texto: partes y resumen de cada una. (5) GARCILASO DE LA VEGA 1. Tema y métrica de cada texto. (6) BARROCO 1. Tema y autor de cada texto. 2. Elementos barrocos del texto 6. (7) TEXTOS DEL SIGLO XVIII 1. Resumen de cada texto. 2. Elementos neoclásicos del 1. (8) TEXTOS DEL SIGLO XIX 1. Indica el autor de cada texto 2. Explica a qué movimiento literario pertenece el texto 2, con razones concretas. B) ANÁLISIS DE ORACIONES 1. En esa zona montañosa suele llover todos los días en grandes cantidades. 2. No puedes desconfiar de todo el mundo por una experiencia personal puntual. 3. Muchos alumnos de mi grupo son muy inteligentes pero estudian poco. 4. Ahora creo que no me van a gustar mucho las fiestas con mascarilla. 5. Se pusieron a trabajar en serio para que no les dijeran nada. 6. Gracias a su generosa donación se pudo ayudar a más personas sin hogar. C) ANÁLISIS DE PALABRAS Nombre, adjetivo, verbo...; puedes usar abreviaturas siempre que sean comprensibles): A) Dentro de la llamada Operación Taula, han sido detenidas este martes veinticuatro personas. B)Los investigadores han analizado exhaustivamente algunas inversiones inmobiliarias sospechosas a través de empresas extranjeras. C)Esa última práctica afectaría, según fuentes cercanas al caso, a otros partidos.

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A) ACTIVIDADES SOBRE LOS TEXTOS ANEXOS

(1) CANTAR DE MÍO CID1. Resumen de cada fragmento.

(2) BERCEO1. Estructura: partes y resumen de cada una.2. Métrica de los últimos 4 versos.

(3) JUAN RUIZ1. Señala los aspectos humorísticos de la “Fábula del pintor don Pitas Payas”2. Cuatro figuras literarias de “Propiedades del dinero”

(4) DON JUAN MANUEL1. Estructura de cada texto: partes y resumen de cada una.

(5) GARCILASO DE LA VEGA1. Tema y métrica de cada texto.

(6) BARROCO1. Tema y autor de cada texto.2. Elementos barrocos del texto 6.

(7) TEXTOS DEL SIGLO XVIII1. Resumen de cada texto.2. Elementos neoclásicos del 1.

(8) TEXTOS DEL SIGLO XIX1. Indica el autor de cada texto2. Explica a qué movimiento literario pertenece el texto 2, con razones concretas.

B) ANÁLISIS DE ORACIONES

1. En esa zona montañosa suele llover todos los días en grandes cantidades.2. No puedes desconfiar de todo el mundo por una experiencia personal puntual.3. Muchos alumnos de mi grupo son muy inteligentes pero estudian poco.4. Ahora creo que no me van a gustar mucho las fiestas con mascarilla.5. Se pusieron a trabajar en serio para que no les dijeran nada.6. Gracias a su generosa donación se pudo ayudar a más personas sin hogar.

C) ANÁLISIS DE PALABRASNombre, adjetivo, verbo...; puedes usar abreviaturas siempre que sean comprensibles):

A) Dentro de la llamada Operación Taula, han sido detenidas este martes veinticuatropersonas.B)Los investigadores han analizado exhaustivamente algunas inversiones inmobiliariassospechosas a través de empresas extranjeras.C)Esa última práctica afectaría, según fuentes cercanas al caso, a otros partidos.

D) ACTIVIDADES SOBRE TEXTOS

TEXTO 1:A) Analiza la métrica (medida de los versos señalando las sílabas y las licencias métricas, tipo yesquema de la rima y nombre de la estrofa)B) Explica todas las figuras literarias.C) ¿De qué época es el texto?: justifícalo

Cerca del Tajo en soledad amenade verdes sauces hay una espesura,toda de yedra revestida y llena,que por el tronco va hasta la altura,y así la teje arriba y encadena, 5que el sol no halla paso a la verdura;el agua baña el prado con sonidoalegrando la vista y el oído.

Con tanta mansedumbre el cristalinoTajo en aquella parte caminaba, 10que pudieran los ojos el caminodeterminar apenas que llevaba.Peinando sus cabellos de oro fino,

una ninfa del agua do morabala cabeza sacó, y el prado ameno 15vio de flores y de sombra lleno.

Habiendo contemplado una gran piezaatentamente aquel lugar sombrío,somorgujó de nuevo su cabeza,y al fondo se dejó calar del río. 20A sus hermanas a contar empiezadel verde sitio el agradable frío,y que vayan las ruega y amonestaallí con su labor a estar la siesta. Somorgujar: sumergir

TEXTO 2:A) Comenta al menos cuatro figuras literarias del primero. B) Explica los tópicos que aparecen también en el primero. C) Analiza la métrica del segundo. Indica autor y título de la obra: justifícalo. 1Tantos duques excelentes,tantos marqueses y condesy baronescomo vimos tan potentes,di, muerte, ¿dó los escondesy traspones?Y las sus claras hazañasque hicieron en las guerrasy en las paces,cuando tú, cruda, te ensañas,con tu fuerza las atierrasy deshaces.

2Después de puesta la vidatantas veces por su leyal tablero;después de tan bien servidala corona de su reyverdadero:después de tanta hazañaa que no puede bastarcuenta cierta,en la su villa de Ocañavino la muerte a llamara su puerta,

3Así, con tal entender,todos sentidos humanosconservados,cercado de su mujery de sus hijos y hermanosy criados,dio el alma a quien se la dio(el cual la ponga en el cieloen su gloria),que aunque la vida perdiódejonos harto consuelosu memoria.

E) EJERCICIO DE TIPOLOGÍA TEXTUAL

Elabora un texto argumentativo, entre 200 y 250 palabras, en respuesta a la siguientepregunta: ¿Es peligroso que los gobiernos restrinjan los derechos y libertades en determinadascircunstancias? Debes seguir un orden y una estructura clara.

CANTAR DE MÍO CID (ANÓNIMO)1En Valencia estaba el Cid y los que con él son; con él están sus yernos, los infantes de Carrión. Echado en un escaño, dormía el Campeador, cuando algo inesperado de pronto sucedió: 5salió de la jaula y desatose el león. Por toda la corte un gran miedo corrió; embrazan sus mantos los del Campeadory cercan el escaño protegiendo a su señor.Fernando González, infante de Carrión, 10no halló dónde ocultarse, escondite no vio; al fin, bajo el escaño, temblando, se metió. Diego González por la puerta salió, diciendo a grandes voces: «¡No veré Carrión!» Tras la viga de un lagar se metió con gran pavor; 15la túnica y el manto todo sucios los sacó.En esto despertó el que en buen hora nació; a sus buenos varones cercando el escaño vio:—¿Qué es esto, caballeros? ¿Qué queréis vos?—¡Ay, señor honrado, un susto nos dio el león. 20Mío Cid se ha incorporado, en pie se levantó, el manto trae al cuello, se fue para el león; el león, al ver al Cid, tanto se atemorizó que, bajando la cabeza, ante mío Cid se humilló. Mío Cid don Rodrigo del cuello lo cogió, 25lo lleva por la melena, en su jaula lo metió. Maravillados están todos lo que con él son; lleno de asombro, al palacio todo el mundo se tornó.Mío Cid por sus yernos preguntó y no los halló; aunque los está llamando, ninguno le respondió. 30Cuando los encontraron pálidos venían los dos;del miedo de los Infantes todo el mundo se burló.Prohibió aquellas burlas Mío Cid el Campeador.Quedaron avergonzados los infantes de Carrión.

2Se ponen los escudos ante los corazones, 35abaten las lanzas junto con sus pendones, inclinan las caras sobre los arzones, los iban a herir con valientes corazones Con grandes gritos proclama el que en buena hora nació:—¡Heridlos, caballeros, por amor del Creador! 40¡Yo soy Ruy Díaz, el Cid Campeador! Todos atacan la tropa donde está Pedro Bermúdez, trescientas lanzas son, todas tienen pendones; sendos moros mataron, todos de sendos golpes; al volver a la carga otros tantos son. 45¡Veríais tantas lanzas bajar y alzar;tanta adarga horadar y traspasar;tanta loriga romper y desmallar;tantos pendones blancos salir bermejos de sangre;tantos buenos caballos sin sus dueños andar! 50¡Mahoma!, gritan los moros. ¡Santi Yague!, la cristiandad.Caían en poco lugar moros muertos mil y trescientos ya.¡Qué bien lidia sobre dorado arzónMío Cid Ruy Díaz, el buen lidiador!(...)Gran gozo tiene mío Cid con todos sus vasallos, 55dio a repartir el dinero y estos bienes tan amplios;

en su quinto al Cid le tocan cien caballos. ¡Dios, qué bien pagó a todos sus vasallos, a los de infantería y a los que van cabalgando! Bien lo prepara el que nació con buen hado, 60cuantos trae consigo todos están pagados. —Oíd, Minaya, sois mi derecho brazo: de esta riqueza que el Creador nos ha dado a vuestro gusto coged con vuestras manos. Enviaros quiero a Castilla con un recado 65sobre esta batalla que hemos ganado; al rey Alfonso, que me ha exiliado, le quiero enviar de regalo treinta caballos, todos con sus sillas, de frenos bien dotados, sendas espadas de los arzones colgando. 70

3Allí les quitan los mantos y los pellizones; déjanlas en cuerpo y en camisas y en ciclatones. 80¡Espuelas tienen calzadas los malos traidores! En mano prenden las cinchas resistentes y fuertes. (...)Ya les empiezan a dar los infantes de Carrión; Con las cinchas corredizas, májanlas tan sin sabor; con las espuelas agudas, donde ellas han mal sabor, 85rompían las camisas y las carnes a ellas ambas a dos; limpia salía la sangre sobre los ciclatones. Ya lo sienten ellas en los sus corazones. ¡Cuál ventura sería ésta, si pluguiese al Criador que asomase ahora el Cid Campeador! 90Tanto las majaron que sin aliento son; sangrientas en las camisas y todos los ciclatones. Cansados son de herir ellos ambos a dos,ensañándose ambos cuál dará mejores golpes. Ya no pueden hablar doña Elvira y doña Sol; 95por muertas las dejaron en el Robledo de Corpes.

4Bajó sus manos el de la barba bellida, a sus hijas en brazos las cogía, las acercó al corazón, pues mucho las quería; llora en silencio, muy fuertemente suspira: 100—¡Doña Jimena, mi mujer tan cumplida, como a mi alma yo tanto os quería! (...)Salieron de la iglesia, ya quieren cabalgar.El Cid a doña Jimena íbala a abrazar;doña Jimena al Cid las manos le va a besar. 105Llorando de los ojos, que no sabe cómo actuar.Y él a las niñas tornolas a catar:—A Dios os encomiendo y al Padre espiritual;ahora nos partimos, Dios sabe el juntar.Llorando de los ojos, como no visteis tal, 110así se parten unos de otros, como la uña de la carne.

GONZALO DE BERCEO: MILAGROS DE NUESTRA SEÑORA

“El ladrón devoto”

Era un ladrón malo que más quería hurtarque ir a la iglesia ni a puentes alzar;sabía de malos percances su casa gobernar,uso malo que cogió no lo podía dejar.

Si hacía otros males, eso no lo leemos; 5sería malo condenarlo por lo que no sabemos,más bástenos esto que dicho vos habemos,si algo hizo, perdónelo Cristo en quien creemos.

Entre las otras malas, tenía una bondadque le valió al cabo y le dio salvedad; 10creía en la Gloriosa de toda voluntad,saludaba siempre contra su majestad.

Decía “Ave María” y más de la escritura,y se inclinaba siempre delante su figura;decía “Ave María” y más de la escritura, 15tenía su voluntad con esto más segura.

Como quien en mal anda en mal ha de caer,le pillaron en hurto, es ladrón a prender;no tuvo argumento con qué se defender,juzgaron que lo fuesen en la horca a poner. 20

Lo llevó la justicia para la encrucijadadonde estaba la horca por el concejo alzada;cerráronle los ojos con toca bien atada,alzáronlo de tierra con la soga estirada.

Alzáronlo de tierra cuanto alzar quisieron, 25cuantos cerca estaban por muerto lo tuvieron:si hubieran sabido lo que luego supieron,no le hubiesen hecho eso que le hicieron.

La Madre Gloriosa, rápida en socorrer,que suele a sus siervos en sus cuitas valer, 30a este condenado lo quiso proteger,se acordó del servicio que le solía hacer.

Metió bajo sus pies donde estaba colgadosus manos preciosas, lo tuvo aliviado:no se sintió por cosa alguna preocupado, 35no estuvo más a gusto nunca ni más pagado.

Al fin al tercer día vinieron los parientes,vinieron los amigos y vecinos clementes;venían por descolgarlo rascados y dolientes,

pero estaba mejor de lo que creían las gentes. 40

Lo encontraron con alma bien alegre y sin daño;no estaría tan vicioso si yaciera en un baño,bajo los pies, decía tenía tal escañoque habría mal ninguno aunque colgara un año.

Cuando esto le entendieron aquellos que lo ahorcaron 45tuvieron que su lazo flojo se lo dejaron;mucho se arrepentían que no lo degollaron:¡tanto gozaran de eso cuanto después gozaron!

Y estuvieron de acuerdo toda esa mesnadaen que los engañó una mala lazada, 50que debían degollarlo con hoz o con espada:por un ladrón no fuera la villa deshonrada.

Fueron por degollarlo los mozos más livianoscon buenos serraniles, grandes y bien adianos:metió Santa María entre medio las manos 55y quedaron los cueros de su garganta sanos.

Cuando esto vieron que no lo podían nocir,porque la Madre Gloriosa lo quería encubrir,quisiéronse con tanto del pleito partir,hasta que Dios quisiese dejáronlo vivir. 60

Dejáronlo en paz que se fuese a su víaque ellos no querían ir contra Santa María,mejoró en su vida, se alejó de folía.cuando cumplió su curso muriose en su día.

A Madre tan piadosa, de tal benignidad, 65que en buenos como en malos ejerce su piedad,debemos bendecirla de toda voluntad:aquel que la bendijo ganó gran heredad.

Cuitas: penasSerraniles: puñalesAdianos: excelentes, de gran valíaNocir: dañarFolía: locura

JUAN RUIZ, ARCIPRESTE DE HITA: LIBRO DEL BUEN AMOR

El hombre ha de ser asiduo con la mujer. Fábula del pintor Pitas Payas

No abandones tu dama, no dejes que esté quieta, siempre requieren uso mujer, molino y huerta; no quieren en su casa pasar días de fiesta, no quieren el olvido; cosa probada y cierta.

5 Es cosa bien segura: molino andando gana, huerta mejor labrada da la mejor manzana, mujer muy requerida anda siempre lozana; con estas tres verdades no obrarás cosa vana.

Dejó uno a su mujer (te contaré la hazaña; 10 si la estimas en poco, cuéntame otra tamaña). Era don Pitas Payas un pintor de Bretaña, casó con mujer joven que amaba la compaña.

Antes del mes cumplido dijo él: - Señora mía, a Flandes volo ir, regalos portaría. 15 Dijo ella: - Monseñer, escoged vos el día, Mas no olvidéis la casa ni la persona mía.

Dijo don Pitas Payas: -Dueña de la hermosura, Yo volo en vuestro cuerpo pintar una figura Para que ella os impida hacer cualquier locura. 20 Dijo ella: - Monseñer, haced vuestra mesura.

Pintó bajo su ombligo un pequeño cordero y marchó Pitas Payas cual nuevo mercadero; estuvo allá dos años, no fue azar pasajero. Cada mes a la dama parece un año entero.

25 Hacía poco tiempo que ella estaba casada, había con su esposo, hecho poca morada; su amigo tomó y estuvo acompañada, deshízose el cordero, ya de él no queda nada.

Cuando supo la dama que venía el pintor, 30 muy de prisa llamó a su nuevo amador; dijo que le pintase, cual supiese mejor, en aquel lugar mismo un cordero menor.

Pero con la gran prisa pintó un señor carnero, cumplido de cabeza, con todo un buen apero. 35 Luego, al siguiente día, vino allí un mensajero: Que ya don Pitas Payas llegaría ligero.

Cuando al fin el pintor de Flandes fue venido, Su mujer, desdeñosa, fría le ha recibido: Cuando ya en su mansión con ella se ha metido, 40 La señal que pintara no ha echado en olvido.

Dijo don Pitas Payas: - Madona, perdonad, mostradme la figura y tengamos solaz. - Monseñer -dijo ella-, vos mismo la mirad, todo lo que quisieres hacer, hacedlo audaz.

45 Miró don Pitas Payas el sabido lugar y vio aquel gran carnero con armas de prestar. - ¿Cómo, madona, es esto? ¿Cómo puede pasar que yo pinté corder y encuentro este manjar?

Como en estas razones es siempre la mujer 50 sutil y mal sabida, dijo: - ¿Qué, monseñer? ¿Petit corder, dos años, no se ha de hacer carner? Si no tardaseis tanto, aún sería corder.

Por tanto, ten cuidado, no abandones la pieza. No seas Pitas Payas, para otro, no se cueza; 55 incita a la mujer con gran delicadeza y si promete al fin, guárdate de tibieza.

Alza Pedro la liebre, la saca del cubil, mas, si no !a persigue, es un cazador vil. Otro Pedro la sigue, la corre más sutil 60 y la toma: esto pasa a cazadores mil.

Medita la mujer: - Otro Pedro es aqueste, más apuesto y osado, mejor amante es éste;. comparado con él no vale el otro un feste,, con el nuevo iré yo, ¡Dios ayuda me preste!

Propiedades del dinero

Hace mucho el dinero, mucho se le ha de amar; al torpe hace discreto, hombre de respetar, hace correr al cojo, al mudo le hace hablar; el que no tiene manos bien lo quiere tomar.

5 Aun el hombre necio y rudo labrador dineros le convierten en hidalgo doctor; cuanto más rico es uno, más grande es su valor, quien no tiene dineros no es de sí señor.

Si tuvieres dinero tendrás consolación, 10 placeres y alegrías y del Papa ración, ganarás Paraíso, ganarás salvación: donde hay mucho dinero hay mucha bendición.

Yo vi en corte de Roma, do está la Santidad, que todos al dinero tratan con humildad, 15 con grandes reverencias, con gran solemnidad; todos a él se humillan como a la Majestad.

Creaba los priores, los obispos, abades, arzobispos, doctores, patriarcas, potestades; a los clérigos necios dábales dignidades, 20 de verdad hace mentiras; de mentiras, verdades.

Hacía muchos clérigos y muchos ordenados, muchos monjes y monjas, religiosos sagrados, el dinero les daba por bien examinados: a los pobres decían que no eran ilustrados.

25 Ganaba los juicios, daba mala sentencia, es del mal abogado segura mantenencia, con tener malos pleitos y hacer mala avenencia: al fin, con los dineros se borra penitencia.

El dinero quebranta las prisiones dañosas, 30 rompe cepos y grillos, cadenas peligrosas; al que no da dinero le ponen las esposas. ¡Hace por todo el mundo cosas maravillosas!

DON JUAN MANUEL: “El Conde Lucanor o Libro de Patronio”

Lo que sucedió a un ciego que llevaba aotro

En esta ocasión hablaba el Conde Lucanor conPatronio, su consejero, de esta manera:

-Patronio, un familiar mío, en quien confío totalmentey de cuyo amor estoy seguro, me aconseja ir a un lugarque me infunde cierto temor. Mi pariente me insiste ydice que no debo tener miedo alguno, pues antesperdería él la vida que consentir mi daño. Por eso, osruego que me aconsejéis qué debo hacer.

-Señor Conde Lucanor -dijo Patronio-, paraaconsejaros debidamente me gustaría mucho quesupierais lo que le ocurrió a un ciego con otro.

Y el conde le preguntó qué había ocurrido.

-Señor conde -continuó Patronio-, un hombre vivía enuna ciudad, perdió la vista y quedó ciego. Y estandoasí, pobre y ciego, lo visitó otro ciego que vivía en lamisma ciudad, y le propuso ir ambos a otra villacercana, donde pedirían limosna y tendrían con quéalimentarse y sustentarse.

El primer ciego le dijo que el camino hasta aquellaciudad tenía pozos, barrancos profundos y difícilespuertos de montaña; y por ello temía hacer aquelcamino.

El otro ciego le dijo que desechase aquel temor,porque él lo acompañaría y así caminaría seguro. Tantole insistió y tantas ventajas le contó del cambio, que elprimer ciego lo creyó y partieron los dos.

Cuando llegaron a los lugares más abruptos ypeligrosos, cayó en un barranco el ciego que, comoconocedor del camino, llevaba al otro, y también cayó elciego que sospechó los peligros del viaje.

Vos, señor conde, si justificadamente sentís recelo yla aventura es peligrosa, no corráis ningún riesgo apesar de lo que vuestro buen pariente os propone,aunque os diga que morirá él antes que vos; porque osserá de muy poca utilidad su muerte si vos tambiéncorréis el mismo peligro y podéis morir.

El conde pensó que era este un buen consejo, obrósegún él y sacó de ello provecho.

Y viendo don Juan que el cuento era bueno, lo mandóponer en este libro e hizo unos versos que dicen así:

Nunca te metas donde corras peligro aunque te asista un verdadero amigo.

Lo que sucedió a un hombre que ibacargado...

Un día dijo el conde a Patronio que deseabamucho quedarse en una villa donde le tenían que darmucho dinero, con el que esperaba lograr grandesbeneficios, pero que al mismo tiempo temíaquedarse allí, pues, entonces, correría peligro suvida. Y, así, le rogaba que le aconsejase qué d ebíahacer.

-Señor conde -dijo Patronio-, en mi opinión, paraque hagáis en esto lo más juicioso, me gustaría quesupierais lo que sucedió a un hombre que llevaba untesoro al cuello y estaba pasando un río.

El conde le preguntó qué le había ocurrido.

-Señor conde -dijo Patronio-, había un hombre quellevaba a cuestas gran cantidad de piedraspreciosas, y eran tantas que le pesaban mucho. Ensu camino tuvo que pasar un río y, como llevaba unacarga tan pesada, se hundió más que si no lallevase. En la parte más honda del río, empezó ahundirse aún más.

Cuando vio esto un hombre, que estaba en la orilladel río, comenzó a darle voces y a decirle que, si noabandonaba aquella carga, corría el peligro deahogarse. Pero el pobre infeliz no comprendió que, simoría ahogado en el río, perdería la vida y tambiénsu tesoro, aunque podría salvarse desprendiéndosede las riquezas. Por la codicia, y pensando cuántovalían aquellas piedras preciosas, no quisodesprenderse de ellas y echarlas al río, donde murióahogado y perdió la vida y su preciosa carga.

A vos, señor Conde Lucanor, aunque el dinero yotras ganancias que podáis conseguir os vendríanbien, yo os aconsejo que, si en ese sitio peligravuestra vida, no permanezcáis allí por lograr másdinero ni riquezas. También os aconsejo que jamáspongáis en peligro vuestra vida si no es asunto dehonra o si, de no hacerlo, os resultara grave daño,pues el que en poco se estima y, por codicia oligereza, arriesga su vida, es quien no aspira a hacergrandes obras; sin embargo, el que se tiene a símismo en mucho ha de hacer tales cosas que losotros también lo aprecien, pues el hombre no esvalorado porque él se precie, sino porque los demásadmiren en él sus buenas obras. Tened, señorconde, por seguro que tal persona estimará enmucho su vida y no la arriesgará por codicia ni porcosa pequeña, pero en las ocasiones que de verdadmerezcan arriesgar la vida, estad seguro de quenadie en el mundo lo hará tan bien como el que valemucho y se estima en su justo valor.

El conde consideró bueno este ejemplo, obrósegún él y le fue muy bien.

GARCILASO DE LA VEGA

1A Dafne ya los brazos le crecían,y en luengos ramos vueltos se mostraban;en verdes hojas vi que se tornabanlos cabellos que al oro oscurecían.

De áspera corteza se cubríanlos tiernos miembros, que aún bullendo estaban:los blancos pies en tierra se hincaban,y en torcidas raíces se volvían.

Aquel que fue la causa de tal daño,a fuerza de llorar, crecer hacíaeste árbol que con lágrimas regaba.

¡Oh miserable estado! ¡oh mal tamaño!¡Que con llorarla crezca cada díala causa y la razón por que lloraba!

2Corrientes aguas, puras, cristalinas,árboles que os estáis mirando en ellas, verde prado, de fresca sombra lleno,aves que aquí sembráis vuestras querellas,hiedra que por los árboles caminas,torciendo el paso por su verde seno:yo me vi tan ajeno del grave mal que siento,que de puro contentocon vuestra soledad me recreaba,donde con dulce sueño reposaba,o con el pensamiento discurría por donde no hallabasino memorias llenas de alegría

3¿Quién me dijera, Elisa, vida mía,cuando en aqueste valle al fresco vientoandábamos cogiendo tiernas flores,que había de ver con largo apartamiento venir el triste y solitario díaque diese amargo fin a mis amores?El cielo en mis dolorescargó la mano tanto,que a sempiterno llanto y a triste soledad me ha condenado;y lo que siento más es verme atadoa la pesada vida y enojosa,solo, desamparado,ciego, sin lumbre, en cárcel tenebrosa.

Sempiterno: eterno

BARROCO1Ministril de las ronchas y picadas,mosquito postillón, mosca barbero, hecho me tienes el testuz harnero y deshecha la cara a manotadas.

Trompetilla que toca a bofetadas,que vienes con rejón contra mi cuero, Cupido pulga, chinche trompetero, que vuelas comezones amoladas,

¿por qué me avisas si picarme quieres?Que pues que das dolor a los que cantas de casta y condición de potras eres.

Tú vuelas, y tú picas, y tú espantas,y aprendes del cuidado y las mujeres a malquistar el sueño con las mantas.

Ministril: instrumento musical de vientoPostillón:mozo que servía de guía a caballoTestuz: NucaHarnero: especie de criba, cernidorAmoladas: afiladasPotras: hernias. Supuestamente si la hernia dolía significaba mal tiempoCuidado: preocupaciones o penas de amor Malquistar: enemistar

2Anacreonte español, no hay quien os tope,que no diga con mucha cortesía,que ya que vuestros pies son de elegía,que vuestras suavidades son de arrope.

¿No imitaréis al terenciano Lope,que al de Belerofonte cada díasobre zuecos de cómica poesíase calza espuelas, y le da un galope?

Con cuidado especial vuestros antojosdicen que quieren traducir al griego,no habiéndolo mirado vuestros ojos.

Prestádselos un rato a mi ojo ciego,porque a luz saque ciertos versos flojos,y entenderéis cualquier gregüesco luego.

Anacreonte: Quevedo tradujo poemas de Anacreonte, autorfamoso por sus cantos al vino y al erotismoPies de elegía: versos desigualesArrope: mosto cocidoTerenciano: dramaturgoEl de Belerofonte: PegasoAntojos: anteojos, lentesGregüesco: del griego/calzones

3Este cíclope, no sicilïano,del microcosmo sí, orbe postrero;esta antípoda faz, cuyo hemisferiozona divide en término italiano;

este círculo vivo en todo plano;este que, siendo solamente cero,le multiplica y parte por enterotodo buen abaquista veneciano;

el minoculo sí, mas ciego vulto;el resquicio barbado de melenas;esta cima del vicio y del insulto;

éste, en quien hoy los pedos son sirenas,

éste es el culo, en Góngora y en culto,que un bujarrón le conociera apenas.

Postrero: último, posteriorAntípoda faz: cara opuestaAbaquista: el que usa el ábaco (utensilio para contar)Minoculo: monóculoVulto; rostroBujarrón: sodomita

4Yo te untaré mis obras con tocinoporque no me las muerdas, Gongorilla,perro de los ingenios de Castilla,docto en pullas, cual mozo de camino;

apenas hombre, sacerdote indigno,que aprendiste sin cristus la cartilla;chocarrero de Córdoba y Sevilla,y en la Corte bufón a lo divino.

¿Por qué censuras tú la lengua griegasiendo sólo rabí de la judía,cosa que tu nariz aun no lo niega?

No escribas versos más, por vida mía;aunque aquesto de escribas se te pega,por tener de sayón la rebeldía.

Escribas: intérpretes de la ley entre los judíosSayón: verdugo (judío)

5Esta es la información, este es el procesodel hombre que ha de ser canonizado,en quien, si advierte el mundo algún pecado,admiró penitencia en exceso.

Diez años en su suegra estuvo preso,a doncella, y sin sueldo, condenado;padeció so el poder de su cuñado;tuvo un hijo, no más, tonto y más travieso.

Nunca rico se vio con oro o cobre;siempre vivió contento, aunque desnudo;no hay descomodidad que no le sobre.

Vivió entre un herrador y un tartamudo;fue mártir, porque fue casado y pobre;hizo un milagro, y fue no ser cornudo.

6Es hielo abrasador, es fuego helado,es herida que duele y no se siente,es un soñado bien, un mal presente,es un breve descanso muy cansado.

Es un descuido que nos da cuidado,un cobarde con nombre de valiente,un andar solitario entre la gente,un amar solamente ser amado.

Es una libertad encarcelada,que dura hasta el postrero paroxismo,enfermedad que crece si es curada.

Este es el niño Amor, éste es su abismo.¡Mirad cuál amistad tendrá con nadael que en todo es contrario de sí mismo!

SIGLO XVIIITEXTO 1

El burro flautista

Esta fabulilla,salga bien o mal,me ha ocurrido ahorapor casualidad.Cerca de unos prados que hay en mi lugar,pasaba un Borricopor casualidad.Una flauta en elloshalló, que un zagal se dejó olvidadapor casualidad.Acercóse a olerlael dicho animaly dio un resoplido por casualidad.En la flauta el airese hubo de colar,y sonó la flautapor casualidad. «¡Oh!», dijo el Borrico,«¡Qué bien sé tocar!¡Y dirán que es malala música asnal!»Sin reglas del arte borriquitos hayque una vez aciertanpor casualidad.

TEXTO 2

Los dos amigos y el oso

A dos amigos se aparece un oso:el uno, muy medroso,en las ramas de un árbol se asegura;el otro, abandonado a la ventura,se finge muerto repentinamente.El oso se le acerca lentamente:mas como este animal, según se cuenta,de cadáveres nunca se alimenta,sin ofenderlo lo registra y toca,huélele las narices y la boca;no le siente el alientoni el menor movimiento;y así, se fue diciendo sin recelo:"¡Éste tan muerto está como mi abuelo!"

Entonces el cobarde,de su gran amistad haciendo alarde,del árbol se desprende muy ligero,corre, llega y abraza al compañero,pondera la fortunade haberle hallado sin lesión alguna,y al fin le dice: "¿Sabes que he notadoque el oso te decía algún recado?¿Qué pudo ser?" "Te diré lo que ha sido:Estas dos palabritas al oído:Aparta tu amistad de la personaque si te ve en el riesgo te abandona"

TEXTO 3

Los días

¿No es completa desgraciaque por ser hoy mis díashe de verme sitiadode incómodas visitas?

¡Cierra la puerta, mozo!que sube la vecina,su cuñada y sus yernos,por la escalera arriba.

Pero, ¡qué!, no la cierressi es menester abrirla,si ya vienen chillandodoña Tecla y sus hijas.(...)Qué necios cumplimientos,qué frases repetidas;al monte de Torazome fuera por no oírlas.

Ya todos se preparany no bastan las sillasa engullirme bizcochosy dulces y bebidas.(...)Ellos, los hombronazos,piden a toda prisadel rancio de Canariasde Jerez y Montilla.

Una, dos, tres botellas,cinco, nueve se chiflan.pues, señor, ¿hay pacienciapara tal picardía?

¿Es esto ser amigos?¿Así el amor se explicadejando mi despensaasolada y vacía?

Y en tanto los chiquillos,canalla descreída,me aturden con sus golpes,llantos y chilladiza.

El uno acosa al gatodebajo de las sillas,el otro se echa a cuestasun cangilón de almíbar.(...)

Ya mi bastón les sirvede caballito, y brincan;mi peluca y mis guantesal pozo me los tiran.

Mis libros no aparecenque todos me los pillany al patio se los llevanpara hacer torrecitas.

Demonios, yo que pasola solitaria vidaen virginal ayunoabstinente eremita.

Yo, que del matrimoniorenuncié las delicias,por no verme conocidode tales sabandijas.

He de sufrir ahoraesta algabarra y trisca.Vamos, que mi pacienciano ha de ser infinita.

Váyanse en hora mala,salgan todos a prisacojan abanicos,sombreros y basquiñas.

Gracias por el obsequioy la cordial visita,gracias, pero no vuelvanjamás a repetirla.

Días: Cumpleaños

SIGLO XIX

TEXTO 1 DOÑA LEONOR ¡Infeliz de mí!... ¡Dios mío!

¿Por qué un amoroso padre,que por mí tanto desvelotiene, y cariño tan grande,se ha de oponer tenazmente(¡ay, el alma se me parte!...)a que yo dichosa sea,y pueda feliz llamarme?¿Cómo, quien tanto me quierepuede tan crüel mostrarse? (...)lo confieso, no lo extrañes,no me resuelvo, imposible...Es imposible. ¡Ah!... ¡mi padre!sus palabras cariñosas,sus extremos, sus afanes,sus besos y sus abrazos,eran agudos puñalesque el pecho me atravesaban.Si se queda un solo instanteno hubiera más resistido...Ya iba a sus pies a arrojarme,y confundida, aterrada,mi proyecto a revelarle;y a morir, ansiando soloque su perdón me acordase.

CURRA ¡Pues hubiéramos quedadofrescas, y echado un buen lance!Mañana vería ustedrevolcándose en su sangre,con la tapa de los sesos,levantada, al arrogante,al enamorado, al nobledon Álvaro

(...)

DON ÁLVARO en cuerpo, con una jaquetilla demangas perdidas sobre una rica chupa de majo,redecilla, calzón de ante, etc., entra por el balcóny se echa en brazos de LEONOR

D. ÁLVARO (Con gran vehemencia.)¡Ángel consolador del alma mía!¿Van ya los santos cielosa dar corona eterna a mis desvelos?Me ahoga la alegría...¿Estamos abrazadospara no vernos nunca separados?Antes, antes la muerte.Que de ti separarme y que perderte.

DOÑA LEONOR ¡Don Álvaro! (Muy agitada.)

D. ÁLVARO Mi bien, mi Dios, mi todo¿Qué te agita y te turba de tal modo?¿Te turba el corazón ver que tu amantese encuentra en este instantemás ufano que el sol?... ¡Prenda adorada!

DOÑA LEONOR Es ya tan tarde...

D. ÁLVARO ¿Estabas enojadaporque tardé en venir? De mi retardono soy culpado, no, dulce señora;hace más de una horaque despechado aguardo

por estos alrededoresla ocasión de llegar, y ya temíaque de mi adversa estrella los rigoreshoy deshiciera la esperanza mía.Mas no, mi bien, mi gloria, mi consuelo,protege nuestro amor el santo cielo,y una carrera eterna de ventura,próvido a nuestras plantas asegura.El tiempo no perdamos.¿Está ya todo listo? Vamos, vamos.

CURRA Sí: bajo del balcón, Antonio, el guarda,las maletas espera;las echaré al momento. (Va hacia el balcón.)

DOÑA LEONOR (Resuelta.) Curra, aguardadetente...: ¡Ay Dios! ¿No fuera,don Álvaro, mejor?...

D. ÁLVARO ¿Qué, encanto mío?...¿Por qué tiempo perder?... La jaca torda,la que, cual dices tú, los campos borda.la que tanto te agradapor su obediencia y brío,para ti está, mi dueña, enjaezada,para Curra el overo.Para mí el alazán gallardo y fiero...¡Oh, loco estoy de amor y de alegría!En San Juan de Alfarache, preparadotodo, con gran secreto, lo he dejado.El sacerdote en el altar espera;Dios nos bendecirá desde su esfera:y cuando el nuevo sol en el orienteprotector de mi estirpe soberana,numen eterno en la región indiana,la regia pompa de su trono ostente,monarca de la luz, padre del día,yo tu esposo seré, tú esposa mía.

DOÑA LEONOR Es tan tarde... ¡Don Álvaro!

D. ÁLVARO Muchacha (A Curra.)¿qué te detiene ya? Corre, despacha;por el balcón esas maletas, luego

DOÑA LEONOR Curra, Curra, detente. (Fuera de sí.)¡Don Álvaro!

D. ÁLVARO ¡Leonor!

DOÑA LEONOR ¡Dejadlo os ruegopara mañana!

D. ÁLVARO ¿Qué?

DOÑA LEONOR Más fácilmente...

D. ÁLVARO (Demudado y confuso.)¿Qué es esto, qué, Leonor? ¿Te falta ahoraresolución?... ¡Ay yo desventurado!

CHUPA: prenda de vestir de mangas ajustadas

UFANO: contento, feliz, radiante

PRÓVIDO: propicio, favorable

ENJAEZADA: puestos los jaeces, arreglada la montura

OVERO: caballo de color melocotón

ALAZÁN: caballo de color rojo o canela

NUMEN: dios pagano

(...)

MARQUÉS (Furioso.) Vil seductor... hija infame.

DOÑA LEONOR (Arrojándose a los pies de su padre.) ¡¡¡Padre!!! ¡¡¡padre!!!

MARQUÉS No soy tu padre... aparta... Y tú, vil advenedizo...

DON ÁLVARO Vuestra hija es inocente... Yo soy el culpado... Atravesadme el pecho. (Hinca una rodilla.)

MARQUÉS Tu actitud suplicante manifiesta lo bajo de tu condición...

DON ÁLVARO (Levantándose.) ¡Señor marqués!... ¡Señor marqués!

MARQUÉS (A su hija.) Quita, mujer inicua. (A Curra, que le sujeta el brazo.) ¿Y tú, infeliz... osas tocar a tu señor? (A los criados.) Ea,echaos sobre ese infame, sujetadle, atadle...

DON ÁLVARO (Con dignidad.) Desgraciado del que me pierda el respeto. (Saca una pistola y la monta.)

DOÑA LEONOR (Corriendo hacia don Álvaro.) ¡Don Álvaro!... ¿qué vais a hacer?

MARQUÉS Echaos sobre él al punto.

DON ÁLVARO Ay de vuestros criados si se mueven; vos sólo tenéis derecho para atravesarme el corazón.

MARQUÉS ¡Tú a morir a manos de un caballero? No, morirás a las del verdugo.

DON ÁLVARO ¡Señor marqués de Calatrava!... Mas ¡ah! no: tenéis derecho para todo... Vuestra hija es inocente... tan pura como elaliento de los ángeles que rodean el trono del Altísimo. La sospecha a que puede dar origen mi presencia aquí a tales horasconcluya con mi muerte; salga envolviendo mi cadáver como si fuera mortaja... Sí, debo morir... pero a vuestras manos. (Pone unarodilla en tierra.) Espero resignado el golpe, no lo resistiré: ya me tenéis desarmado. (Tira la pistola, que al dar en tierra se dispara yhiere al marqués, que cae moribundo en los brazos de su hija y de los criados, dando un alarido.)

MARQUÉS Muerto soy... ¡ay de mí!...

DON ÁLVARO ¡Dios mío! ¡Arma funesta! ¡Noche terrible!

DOÑA LEONOR ¡Padre, padre!!!

MARQUÉS Aparta; sacadme de aquí... donde muera sin que esta vil me contamine con tal nombre...

DOÑA LEONOR ¡Padre!...

MARQUÉS Yo te maldigo.(Cae LEONOR en brazos de DON ÁLVARO, que la arrastra hacia el balcón.)

TEXTO 2

Olas gigantes que os rompéis bramandoen las playas desiertas y remotas,envuelto entre la sábana de espumas,¡llevadme con vosotras!Ráfagas de huracán que arrebatáisdel alto bosque las marchitas hojas,arrastrado en el ciego torbellino,¡llevadme con vosotras!Nubes de tempestad que rompe el rayoy en fuego ornáis las desprendidas orlas,arrebatado entre la niebla oscura,¡llevadme con vosotras!Llevadme por piedad a donde el vértigocon la razón me arranque la memoria.¡Por piedad! ¡Tengo miedo de quedarmecon mi dolor a solas!

TEXTO 3

A eso de las diez, la Casiana salió al patio para ir a la sacristía (donde tenía gran metimiento, como antigua),para tratar con Don Senén de alguna incumbencia desconocida para los compañeros y por lo mismo muy comentada.Lo mismo fue salir la caporala, que correr la Burlada hacia el otro grupo, como un envoltorio que se echara a rodar porel pasadizo, y sentándose entre la mujer que pedía con dos niñas, llamada Demetria, y el ciego marroquí, dio suelta ala lengua, más cortante y afilada que las diez uñas lagartijeras de sus dedos negros y rapantes.

-¿Pero qué, no creéis lo que vos dije? La caporala es rica, mismamente rica, tal como lo estáis oyendo, y todolo que coge aquí nos lo quita a las que semos de verdadera solenidá, porque no tenemos más que el día y la noche.

-Vive por allá arriba -indicó la Crescencia-, orilla en ca los Paúles.

-¡Quiá, no, señora! Eso era antes. Yo lo sé todo -prosiguió la Burlada, haciendo presa en el aire con sus uñas-.A mí no me la da esa, y he tomado lenguas. Vive en Cuatro Caminos, donde tiene corral, y en él cría, con perdón, uncerdo; sin agraviar a nadie, el mejor cerdo de Cuatro Caminos.

-¿Ha visto usted la jorobada que viene por ella?

-¿Que si la he visto? Esa cree que semos bobas. La corcovada es su hija, y por más señas costurera, ¿sabes?,y con achaque de la joroba, pide también. Pero es modista, y gana dinero para casa... Total, que allí son ricos, el Señorme perdone; ricos sinvergonzonazos, que engañan a nosotras y a la Santa Iglesia católica, apostólica. Y como no gastanada en comer, porque tiene dos o tres casas de donde le traen todos los días los cazolones de cocido, que es la gloriade Dios... ¡a ver!

-Ayer -dijo Demetria quitándole la teta a la niña-, bien lo vide. Le trajeron...

-¿Qué?

-Pues un arroz con almejas, que lo menos había para siete personas.

-¡A ver!... ¿Estás segura de que era con almejas? ¿Y qué, golía bien?

-¡Vaya si golía!... Los cazolones los tiene en ca el sacristán. Allí vienen y se los llenan, y hala, con todo paraCuatro Caminos.

-El marido... -añadió la Burlada echando lumbre por los ojos-, es uno que vende teas y perejil... Ha sido melitar,y tiene siete cruces sencillas y una con cinco riales... Ya ves qué familia. Y aquí me tienes que hoy no he comido másque un corrusco de pan; y si esta noche no me da cobijo la Ricarda en el cajón de Chamberí, tendré que quedarme alsanto raso. ¿Tú qué dices, Almudena?

El ciego murmuraba. Preguntado por segunda vez, dijo con áspera y dificultosa lengua:

-¿Hablar vos del Piche? Conocierle mí. No ser marido la Casiana con casarmiento, por la luz bendita, no. Serquirido, por la bendita luz, quirido.

-¿Conócesle tú?

-Conocierle mí, comprarmi dos rosarios él... de mi tierra dos rosarios, y una piedra imán. Diniero él, muchodiniero... Ser capatazo de la sopa en el Sagriado Corazón de allá... y en toda la probieza de allá, mandando él, congarrota él... barrio Salmanca... capatazo... Malo, mu malo, y no dejar comer... Ser un criado del Goberno, del Gobernomalo de Ispania, y de los del Banco, aonde estar tuda el diniero en cajas soterranas. Guardar él, matarnos de hambreél...

-Es lo que faltaba -dijo la Burlada con aspavientos de oficiosa ira-; que también tuvieran dinero en las arcas delBanco esos hormigonazos.

-¡Tanto como eso!... Vaya usted a saber -indicó la Demetria, volviendo a dar la teta a la criatura, que habíaempezado a chillar-. ¡Calla, tragona!

-¡A ver!... Con tanto chupío, no sé cómo vives, hija... Y usted, señá Benina, ¿qué cree?

-¿Yo?... ¿De qué?

-De si tien o no tien dinero en el Banco.

-¿Y a mí qué? Con su pan se lo coman.

-Con el nuestro, ¡ja, ja!... y encima codillo de jamón

TEXTO 4¿No has sentido en la noche,cuando reina la sombrauna voz apagada que cantay una inmensa tristeza que llora?

¿No sentiste en tu oído de virgenlas silentes y trágicas notasque mis dedos de muerto arrancabana la lira rota?

¿No sentiste una lágrima míadeslizarse en tu boca,ni sentiste mi mano de nieve

estrechar a la tuya de rosa?

¿No viste entre sueñospor el aire vagar una sombra,ni sintieron tus labios un besoque estalló misterioso en la alcoba?

Pues yo juro por ti, vida mía,que te vi entre mis brazos, miedosa;que sentí tu aliento de jazmín y nardoy tu boca pegada a mi boca.

TEXTO 5

DON JUAN, la ESTATUA de DON GONZALO, las SOMBRAS

ESTATUA. Aquí me tienes, don Juan,y he aquí que vienen conmigo los que tu eterno castigode Dios reclamando están.

JUAN. ¡Jesús!

ESTATUA. ¿Y de qué te alteras,si nada hay que a ti te asombre,y para hacerte eres hombre plato con sus calaveras?

JUAN. ¡Ay de mí!

ESTATUA. Qué, ¿el corazónte desmaya?

JUAN. No lo sé;concibo que me engañé; no son sueños..., ¡ellos son!(Mirando a los espectros.)Pavor jamás conocidoel alma fiera me asalta,y aunque el valor no me falta,me va faltando el sentido.

ESTATUA. Eso es, don Juan, que se va concluyendo tu existencia,y el plazo de tu sentenciaestá cumpliéndose ya.

JUAN. ¡Qué dices!

ESTATUA. Lo que hace pocoque doña Inés te avisó, lo que te he avisado yo,y lo que olvidaste loco.Mas el festín que me has dadodebo volverte, y asíllega, don Juan, que yo aquí cubierto te he preparado.

JUAN. ¿Y qué es lo que ahí me das?

ESTATUA. Aquí fuego, allí ceniza.

JUAN. El cabello se me eriza.

ESTATUA. Te doy lo que tú serás.

JUAN. ¡Fuego y ceniza he de ser!

ESTATUA. Cual los que ves en redoren eso para el valor,la juventud y el poder.

JUAN. Ceniza, bien; ¡pero fuego!

ESTATUA. El de la ira omnipotente,do arderás eternamentepor tu desenfreno ciego.

JUAN. ¿Conque hay otra vida másy otro mundo que el de aquí? ¿Conque es verdad, ¡ay de mí!,lo que no creí jamás?¡Fatal verdad que me hielala sangre en el corazón!Verdad que mi perdición solamente me revela.¿Y ese reló?

ESTATUA. Es la medidade tu tiempo.

JUAN. ¡Expira ya!

ESTATUA. Sí; en cada grano se vaun instante de tu vida.

JUAN. ¿Y esos me quedan no más?

ESTATUA. Sí.