a. estevez-gonzalez 1997

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REV NEUROL 1997; 25 (148): 1976-1988 A. ESTÉVEZ-GONZÁLEZ, ET AL 1976 INTRODUCCIÓN En gran medida nosotros somos lo que nosotros recordamo s [1] gracias a una función cerebral denominada memoria, que al recor- darnos el pasado también guía y fundamenta nuestra conducta futura [2]. La memoria es un proceso neurocognitivo que nos permite registrar, codificar, consolidar, almacenar, acceder y re- cuperar la información. Su principal papel posiblemente radique en proporcionarnos esa informa ción del pasado [3], ya que en la memoria persist e la información e n el tiempo. De ahí que la me- dida del ‘tiempo’ sea uno de los parámetros adecuados a la hora de desmenuzar los procesos mnésicos. Por su parte, el aprendizaje es el proceso por el cual adquiri- mos esos conocimientos que sobre el mundo guardaremos en nuestra memoria [4,5]. La rapidez o ‘velocidad’ es uno de los parámetros de medida, como el ‘tiempo’ lo es a la memoria. Pero en realidad lo que observamos o medimos en el aprendizaje son cambios permanentes o transitorios de nuestro comportamien to debido a la interacción con el ambiente y que guardamos en la memoria. El aprendizaje exteriorizado es, pues, una abstracción, ya que lo que observamos o medimos, como la velocidad de eje- cución, son modificaciones de la conducta. En cualquier caso, memoria y aprendizaje son procesos difícilmente separables, y que frecuentemente englobamos bajo el término genérico d e ‘me- moria’. Nosotros compartiremos esta unificación, para posterior- mente desglosar aquellos procesos mnésicos que conceptualmen- te son adscritos al término ‘aprendizaje’. Existen numerosas razones clínicas y metodológicas que justi- fican la presente revisión. La ‘falta’ o una ‘insuficiente’ memoria constituye no solamente la queja subjetiva por excelencia de los pacientes neurológicos sino también de la mayoría de la personas, especialmente a medida que envejecemos. Incluso este interés po - pular se extiende al adquirir la condición de paciente neurológico: como los afásicos que atribuyen sus déficits verbales a ‘olvidos’ en su memoria, o aquellos con prosopoagnosia que se quejan de su ‘olvido de las personas’. Pero el verda dero interés clínico por el estudio de la memoria proviene, sobre todo, de la susceptibilidad a alterarseydeteriorarseacausademúltiplesenfermedadesneuroló- gicas y neuroquirúrgicas, congénitas, adquiridas y degenerativas. El porqué de esta frecuencia será comprendido al conocer que la memoria, lejos de ser un proceso focalmente localizado o cerebral- mente difuso, implica numerosas estructuras y sistemas cerebrales que sustentan los diversos procesos mnésicos [6]. La justificación metodológica es doble y se concreta e n los pro- cedimientos diagnósticos. En primer lugar, a la luz de nuestros cono- cimientos actuales, que nos muestran que la memoria no es un pro- ceso unitario, referir que un paciente neurológico presen ta amnesia o trastornos de memoria sin más detalles empieza a convertirse en un diagnóstico tan ambiguo o impreciso como referir coloquialmente ‘queseencuentramal’.Porotra parte,enlaliteraturaclínicanoresulta La memoria y el aprendizaje: ‘experiencia’ y ‘habilidad’ en el cerebro A. Estévez-González  a , C. García-Sánch ez  b , Ll. Barraquer-Bordas  b,c  Resumen. Objetivo.  Describir la tipología actual y los diferentes procesos involucrados en la memoria y el aprendizaje, así como  pruebas adecuadas en el diagnóstico de los trastornos mnésicos. Desarrollo.  Revisamos los trabajos más recientes sobre la neuroanatomía funcional y lesional de la memoria y el aprendizaje, y sus bases neurofisiológicas (celulares y bioquímicas), con especial énfasis en aquéllos aparecidos en los tres últimos años. Estructuramos su clasificación tipológica, exponemos los  procesos involucrado s en la memoria a corto y a largo plazo, detallamos los procesos de tipo declarativo y de tipo implícito,  y exponemos perfiles amnés icos frecuente s en la clínica neurológica y neuropsic ológica. Conclusiones.  La memoria no es un  proceso unitario difusamente representado en nuestro cerebro, ni las amnesias son la pérdida absoluta de memoria. La combinación multidimensional de dos memorias temporales (a corto y a largo plazo) y tres procesos mnésicos (‘working memory’, memoria explícita e implícita) eleva exponencialmente nuestra capacidad de memorizar y aprender, y nos permite almacenar la información en tiempos distintos, con mecanismos distintos y cubriendo diferentes necesidades. Los pacientes amnésicos muestran perfiles diferenciales de los procesos mnésicos afectados [REV NEUROL 1997; 25: 1976-88].  Palabras cl ave. Amnesia. Aprendizaje. Exploración de la memoria. Memoria. Summary. Objective. To describe the current typology and different processes involved in memory and learning, as well as adequate tests in the diagnosis of the mnesic disorders. Development.  We reviewed the most recent studies about functional and lesional neuroanatomy of memory and learning and their neurophysiological bases (cellular and biochemical), with special emphasis in studies published in the three last years. We structured a typological classification, we expose the processes involved in short-term and long-term memory, we detailed the mnesic processes of declarative and implicit type, and we expose profiles of amnesias  frequ ent in th e clini cal neu rology and neuropsychology. Conclusions. Memory is not a diffuse and unitary process in our brain, neither amnesia is an absolute loss of memory. The multidimensional combination of two temporary memories (short- and long-term) and three mnesic processes (‘working memory’, explicit and implicit memory-learning) increases our capacity to memorize and learn, and it allows us to store the information in distinctive periods, with different mechanisms and covering different necessities. Patients with amnesia exhibit distinctive profiles of mnesic processes affected [REV NEUROL 1997; 25: 1976-88].  Key words. Amnesia. Learning. Memory. Memory assessment.  Recibido: 17.07.97. Aceptado: 23.07.97. a  Departament de Psiquiatria i Psicobiologia Clínica. Universitat de Barce- lona.  b Servei de Neurologia. c Escola de Neurologia 1882. Hospital de la Sta. Creu i Sant Pau. Barcelona, España. Correspondencia: Dr. A. Estévez-Gonzá lez. Departament de Psiquiatria i Psicobiologia Clínica. Universitat de Barcelona. Pg. de la Vall d’Hebron, 171. E-08035 Barcelona. © 1997, REVISTA DE NEUROLOGÍA REVISIÓN

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  • REV NEUROL 1997; 25 (148): 1976-1988

    A. ESTVEZ-GONZLEZ, ET AL

    1976

    INTRODUCCINEn gran medida nosotros somos lo que nosotros recordamos [1]gracias a una funcin cerebral denominada memoria, que al recor-darnos el pasado tambin gua y fundamenta nuestra conductafutura [2]. La memoria es un proceso neurocognitivo que nospermite registrar, codificar, consolidar, almacenar, acceder y re-cuperar la informacin. Su principal papel posiblemente radiqueen proporcionarnos esa informacin del pasado [3], ya que en lamemoria persiste la informacin en el tiempo. De ah que la me-dida del tiempo sea uno de los parmetros adecuados a la horade desmenuzar los procesos mnsicos.

    Por su parte, el aprendizaje es el proceso por el cual adquiri-mos esos conocimientos que sobre el mundo guardaremos ennuestra memoria [4,5]. La rapidez o velocidad es uno de losparmetros de medida, como el tiempo lo es a la memoria. Peroen realidad lo que observamos o medimos en el aprendizaje soncambios permanentes o transitorios de nuestro comportamientodebido a la interaccin con el ambiente y que guardamos en lamemoria. El aprendizaje exteriorizado es, pues, una abstraccin,ya que lo que observamos o medimos, como la velocidad de eje-

    cucin, son modificaciones de la conducta. En cualquier caso,memoria y aprendizaje son procesos difcilmente separables, yque frecuentemente englobamos bajo el trmino genrico de me-moria. Nosotros compartiremos esta unificacin, para posterior-mente desglosar aquellos procesos mnsicos que conceptualmen-te son adscritos al trmino aprendizaje.

    Existen numerosas razones clnicas y metodolgicas que justi-fican la presente revisin. La falta o una insuficiente memoriaconstituye no solamente la queja subjetiva por excelencia de lospacientes neurolgicos sino tambin de la mayora de la personas,especialmente a medida que envejecemos. Incluso este inters po-pular se extiende al adquirir la condicin de paciente neurolgico:como los afsicos que atribuyen sus dficits verbales a olvidos ensu memoria, o aquellos con prosopoagnosia que se quejan de suolvido de las personas. Pero el verdadero inters clnico por elestudio de la memoria proviene, sobre todo, de la susceptibilidad aalterarse y deteriorarse a causa de mltiples enfermedades neurol-gicas y neuroquirrgicas, congnitas, adquiridas y degenerativas.El porqu de esta frecuencia ser comprendido al conocer que lamemoria, lejos de ser un proceso focalmente localizado o cerebral-mente difuso, implica numerosas estructuras y sistemas cerebralesque sustentan los diversos procesos mnsicos [6].

    La justificacin metodolgica es doble y se concreta en los pro-cedimientos diagnsticos. En primer lugar, a la luz de nuestros cono-cimientos actuales, que nos muestran que la memoria no es un pro-ceso unitario, referir que un paciente neurolgico presenta amnesia otrastornos de memoria sin ms detalles empieza a convertirse en undiagnstico tan ambiguo o impreciso como referir coloquialmenteque se encuentra mal. Por otra parte, en la literatura clnica no resulta

    La memoria y el aprendizaje:experiencia y habilidad en el cerebro

    A. Estvez-Gonzlez a, C. Garca-Snchez b, Ll. Barraquer-Bordas b,c

    Resumen. Objetivo. Describir la tipologa actual y los diferentes procesos involucrados en la memoria y el aprendizaje, as comopruebas adecuadas en el diagnstico de los trastornos mnsicos. Desarrollo. Revisamos los trabajos ms recientes sobre laneuroanatoma funcional y lesional de la memoria y el aprendizaje, y sus bases neurofisiolgicas (celulares y bioqumicas), conespecial nfasis en aqullos aparecidos en los tres ltimos aos. Estructuramos su clasificacin tipolgica, exponemos losprocesos involucrados en la memoria a corto y a largo plazo, detallamos los procesos de tipo declarativo y de tipo implcito,y exponemos perfiles amnsicos frecuentes en la clnica neurolgica y neuropsicolgica. Conclusiones. La memoria no es unproceso unitario difusamente representado en nuestro cerebro, ni las amnesias son la prdida absoluta de memoria. Lacombinacin multidimensional de dos memorias temporales (a corto y a largo plazo) y tres procesos mnsicos (workingmemory, memoria explcita e implcita) eleva exponencialmente nuestra capacidad de memorizar y aprender, y nos permitealmacenar la informacin en tiempos distintos, con mecanismos distintos y cubriendo diferentes necesidades. Los pacientesamnsicos muestran perfiles diferenciales de los procesos mnsicos afectados [REV NEUROL 1997; 25: 1976-88].Palabras clave. Amnesia. Aprendizaje. Exploracin de la memoria. Memoria.

    Summary. Objective. To describe the current typology and different processes involved in memory and learning, as well as adequatetests in the diagnosis of the mnesic disorders. Development. We reviewed the most recent studies about functional and lesionalneuroanatomy of memory and learning and their neurophysiological bases (cellular and biochemical), with special emphasis instudies published in the three last years. We structured a typological classification, we expose the processes involved in short-termand long-term memory, we detailed the mnesic processes of declarative and implicit type, and we expose profiles of amnesiasfrequent in the clinical neurology and neuropsychology. Conclusions. Memory is not a diffuse and unitary process in our brain,neither amnesia is an absolute loss of memory. The multidimensional combination of two temporary memories (short- andlong-term) and three mnesic processes (working memory, explicit and implicit memory-learning) increases our capacity tomemorize and learn, and it allows us to store the information in distinctive periods, with different mechanisms and covering differentnecessities. Patients with amnesia exhibit distinctive profiles of mnesic processes affected [REV NEUROL 1997; 25: 1976-88].Key words. Amnesia. Learning. Memory. Memory assessment.

    Recibido: 17.07.97. Aceptado: 23.07.97.a Departament de Psiquiatria i Psicobiologia Clnica. Universitat de Barce-lona. b Servei de Neurologia. c Escola de Neurologia 1882. Hospital de laSta. Creu i Sant Pau. Barcelona, Espaa.Correspondencia: Dr. A. Estvez-Gonzlez. Departament de Psiquiatria iPsicobiologia Clnica. Universitat de Barcelona. Pg. de la Vall dHebron,171. E-08035 Barcelona. 1997, REVISTA DE NEUROLOGA

    REVISIN

  • MEMORIA Y APRENDIZAJE

    1977REV NEUROL 1997; 25 (148): 1976-1988

    excepcional hallar una terminologa equvoca sobre la tipologa de lamemoria o el empleo de pruebas de exploracin cuyo fundamentoneuroanatmico y neurofisiolgico no es bien conocido.

    Con este doble enfoque, clnico y metodolgico, abordamosesta revisin. Recordamos los principales antecedentes histri-cos; estructuramos su clasificacin tipolgica basada en estudioslesionales, de neuroimagen funcional y neurofisiolgicos (celula-res y bioqumicos); enumeramos pruebas de exploracin; expone-mos perfiles amnsicos frecuentes en la clnica. Y terminamosexponiendo algunos de los futuros retos de investigacin.

    ANTECEDENTES HISTRICOS (Fig. 1)Durante la Edad Media, funciones como la memoria, la imagina-cin, la emocin e incluso el sentido comn se adscriban locali-zadas en el sistema ventricular. Esta doctrina ventricular era con-sistente con la atribucin a los lquidos corporales (humores) delas funciones fisiolgicas conocidas. Fue necesario esperar hasta elsiglo XVII cuando Willis, mdico en Oxford, corticalizase estalocalizacin ventricular, intuyendo que en la corteza podran residirnuestras habilidades mnsicas [11]. Ms de dos siglos despus,hacia 1885, Ebbinghaus nos ense a explorar y medir la memoria.Uno de sus paradigmas mejor conocidos consista en un listado de2.300 palabras sin sentido. Ebbinghaus midi la adquisicin, laevocacin o reproduccin de lo adquirido y el reconocimiento,mientras variaba factores como el nmero de palabras que se debanrecordar, el nmero de repeticiones o el intervalo temporal entre laexposicin del material y su evocacin [7]. En noviembre de 1906,A. Alzheimer nos hizo interesar por la patologa de la memoria al

    presentarnos en el congreso de Tbingen la primera descripcin dela enfermedad que lleva su nombre.

    Hasta los aos 30, la memoria siempre haba sido consideradaun nico proceso. En esos aos, Lashley nos hizo cuestionar estauniformidad, sealando que era necesario subdividirla en procesosy subprocesos [12]. Hebb, en los aos 40, continuara esta lneaestableciendo la distincin entre memoria a corto y a largo plazo[13], e impulsando el estudio del sustrato fisiolgico de la memoriaal sugerir que la memoria es almacenada por modificaciones sinp-ticas [14]. Sobre esos mismos aos, Penfield, neurocirujano delInstituto Neurolgico de Montreal, se encontr con aquello larga-mente perseguido: el engrama, es decir, la posible representacino huella-registro cerebral de la memoria. Mediante estimulacinelctrica sobre los lbulos temporales de sus pacientes epilpticosobserv que stos llegaban a revivir situaciones pasadas. Si bien esverdad que estos recuerdos vividos slo fueron inducidos en el 8%de los casos y con electrodos cercanos al foco epilptico [4,7], erala primera vez que el cerebro se mostraba como una biblioteca deexperiencias. Aos ms tarde, en 1953, Scoville, neurocirujano enConnecticut, procedi a extirpar parte de ambos lbulos temporales(los dos tercios del hipocampo, giro parahipocmpico, corteza an-terior temporal, uncus y amgdala) (Fig. 2) de un paciente varn de27 aos con el fin de suprimir las crisis epilpticas intratables quesufra desde los 16 aos. Este paciente, conocido por las siglasH.M., present despus de la operacin una grave incapacidad deregistrar nuevas memorias (amnesia antergrada), adems de laprdida de recuerdos pasados (amnesia retrgrada). El caso fue tansorprendente que Brenda Milner, discpula de Hebb, y que estudia-ba los efectos que sobre la memoria presentaban los pacientes epi-

    Figura 1. Galera de personajes, citados en el texto, en la historia de la memoria. Los retratos son tomados de Finger [7] excepto aqullos de Lashley[8], Hebb [9], Milner [4] y Bliss y Lomo [10].

  • REV NEUROL 1997; 25 (148): 1976-1988

    A. ESTVEZ-GONZLEZ, ET AL

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    lpticos operados por Penfield, procedi a una amplia exploracindel paciente H.M. Scoville y Milner [15] sentenciaron que, entreotras estructuras, el hipocampo era esencial para la integridad neu-roanatmica de la memoria reciente, de los nuevos aprendizajes.

    Si las bases neuroanatmicas de la memoria comenzaban a serconocidas, no sera hasta el perodo 1966-69 cuando Bliss y Lomo[10] observaron que, si aplicaban en neuronas del hipocampo untren corto de estmulos de alta frecuencia (estimulacin tetnicao repetitiva), se produca un aumento de los potenciales excitato-rios postsinpticos que se prolongaba durante das (potenciacina largo plazo, PLP). Es decir, las neuronas del hipocampo recor-daban una estimulacin. Esta PLP supuso el primer intento deestablecer cmo memorizan las neuronas, iniciando el estudio delas bases celulares y moleculares de la memoria y el aprendizaje.Desde ese perodo hasta la actualidad, conocemos con un mejordetalle cmo registramos y memorizamos nuestra experiencia encircuitos de clulas nerviosas [12].

    CLASIFICACIN Y TIPOS DE MEMORIALa memoria como funcin nica no existe, y no existen pacientesque pierdan toda su memoria y todos sus aprendizajes. Para cla-sificar la memoria en tipos es necesario emplear una referenciamultidimensional, donde debemos considerar, al menos, tres di-mensiones o parmetros: el temporal, el secuencial y el domi-nio. El parmetro temporal nos divide la memoria, bsicamente, ena corto plazo y a largo plazo segn el tiempo que persista lainformacin en nuestra memoria. La secuencia nos divide el proce-so mnsico en fases sucesivas: fase de recepcin y registro de lainformacin (memoria sensorial), que se realiza en una modalidadsensorial particular; fase de codificacin (encoding), para reforzarla adquisicin; fase de modificacin gradual o consolidacin, paraposibilitar la fase de almacenamiento (o engrama); fase de recu-peracin de la informacin (retrieve); y fase de evocar (recall) o

    recordar, bien expresando el material o aprendizaje recuperados,bien cmo un reconocimiento o sentido de familiaridad. La evoca-cin libre (free recall) o guiada (cued recall) y el reconocimientoson las medidas de laboratorio ms frecuentes de exploracin de lamemoria [2]. El dominio o contenido distingue como puede serrecuperada (retrieve) y evocada la informacin [16]: si la informa-cin puede ser declarada, esto es, explicada (p. ej., verbalmente), alproceso que subyace lo denominamos memoria declarativa o in-tencional (p. ej., la memoria que empleamos para responder porescrito la pregunta de un examen); pero si ha de ser demostradamediante una habilidad o un procedimiento, al proceso mnsico quesubyace lo denominamos memoria no declarativa o implcita (p.ej., la habilidad que mostramos para conducir).

    Las propuestas de Squire et al [17-20] nos permiten simplificar yadaptar, no sin cierta precaucin, estas tres dimensiones en una dondepredomine el parmetro temporal. As, podemos distinguir tres tiposprincipales de memoria en funcin del tiempo: sensorial, a corto plazoy a largo plazo (Tabla I). La primera nos permite mantener la infor-macin durante milisegundos, distinguindose subtipos en funcinde la modalidad de la informacin: memoria sensorial icnica (vi-sual), ecoica (auditiva), tctil, etc. La memoria sensorial no es intersdirecto en esta revisin por cuanto su estudio parece ser ms propiodel de la sensacin-percepcin, involucrando a los receptores perif-ricos, y por cuanto puede estar solapada con ciertos subtipos o proce-dimientos englobados en los otros dos tipos principales de memoria.

    La memoria a corto plazo o inmediata (short-term memory) nospermite mantener y manejar informacin durante un perodo detiempo medido en segundos, aproximadamente hasta los 30 segun-dos. Mientras que en la memoria a largo plazo (long-term memory)la informacin es mantenida minutos, meses, aos e incluso durantetoda una vida. Los tiempos exactos de separacin entre uno y otrotipo no diferencian suficientemente ambas memorias como otrosprocesos y contenidos. La memoria a largo plazo no tiene porque serla continuacin temporal de la memoria a corto plazo, como dosprocesos sucesivos. Ambas memorias pueden ser capacidades mn-sicas paralelas [19] que cubren diferentes necesidades durante tiem-pos distintos. Quizs, porque no toda informacin tiene prioridadpara ser almacenada durante un tiempo indeterminado.

    MEMORIA A CORTO PLAZOEn trminos generales, el span (intensidad o amplitud de memoria)es una de las medidas objetivas de la evocacin en la memoria acorto plazo. Cuando se nos dicta un nmero de telfono de, porejemplo, 8 dgitos y acto seguido debemos repetirlo, podemos, si-guiendo este ejemplo, repetir 7 dgitos, uno de los cuales repetimos

    Figura 2. Extirpacin bilateral temporal en el caso histrico del pacienteH.M., que comprenda la extirpacin de los dos tercios del hipocampo, giroparahipocmpico, corteza anterior temporal, uncus y la amgdala. Adapta-do de Bear, Connors y Paradiso [10].

    Tabla I. Tipos temporales de memoria. Las tablas I-V estn basadas enestudios referenciados [2-3,17-33].

    Tipo Caracterstica

    Memoria sensorial Proceso que maneja informacin(Sensory memory) durante cientos de milisegundos

    Subtipos Icnica o visual Ecoica o auditiva Tctil ...

    Memoria a corto plazo Proceso que maneja informacino inmediata o 1 durante decenas de segundos (< 30 s)(Short-term memory)

    Memoria a largo plazo Proceso que maneja informacin(Long-term memory) de minutos a aos

    DESPUES ANTES

  • MEMORIA Y APRENDIZAJE

    1979REV NEUROL 1997; 25 (148): 1976-1988

    Tabla II. Subtipos de memoria a corto plazo o inmediata. Basado en losestudios de Petrides et al [26], Perani et al [28], Jonides et al [29], Wilson,OScalaidhe y Goldman-Rakic [30], Salmon et al [34] y Paulesu et al [36].

    Subtipo Localizacin neuro- Pruebas de exploracinanatmica funcionallesional

    Memoria verbal Prefrontal dorsolateral Subtest dgitos-WAISa corto plazo y parietal inferior del HI Paradigma de Sternberg

    - (si fonolgica Repeticin de palabras+ rea de Wernicke sin sentido...

    - si articulatoria+ rea de Broca)

    Memoria espacial Prefrontal dorsolateral Cubos de Corsi...a corto plazo y parietal posterior del HD

    Memoria visual Prefrontal (convexital Test de retencinu objetal inferior) y temporal visual de Benton...a corto plazo inferior del HI

    desordenado y otro no exista en el original. Nuestra amplitud ospan auditivo ser, en este caso, de 5 dgitos (correctos), aunquenuestra evocacin halla sido de 6 descontado el incorrecto. El tr-mino de memoria inmediata es sinnimo de memoria a cortoplazo, pero no es infrecuente desglosar la memoria a corto plazo enmedidas de span o amplitud y reservar la expresin de memoriainmediata para la evocacin no-span de la memoria a corto plazo.

    Estudios lesionales y de neuroimagen funcional [26,28-30,34-36] han mostrado que el principal sustrato neuroanatmico dela memoria a corto plazo reside en la zona dorsolateral del crtexprefrontal (reas de Brodmann: 9, 10, 46 y 47) [34]. A ello habraque aadir las correspondientes zonas parietales, temporales yoccipitales en funcin de la modalidad (visual, auditiva...) de lainformacin que se debe recordar, pero especialmente aquellaszonas de carcter asociativo donde posiblemente se almacene tem-poralmente (a corto plazo) la informacin. Tambin estaran invo-lucradas las estructuras implicadas en los sistemas atencionalesporque los trastornos de la atencin, adquiridos y de desarrollo,son la principal fuente de alteracin de la memoria a corto plazo,y ello es evidente si utilizamos como medida el span.

    El proceso neurocognitivo que subyace en la memoria a cortoplazo es conocido como working memory (memoria de trabajoo memoria funcional). La working memory no es propiamente unsubtipo ni un sinnimo directo de la memoria a corto plazo. Estapropuesta neurocognitiva de Baddeley, como l mismo explica[3,25], es el modo de operar o trabajar de la memoria a corto plazo,permitindonos razonar, solucionar problemas, efectuar clculos

    mentales, comprender el lenguaje y realizar funciones ejecutivas[3,32,37]. No es un nico proceso sino que est integrado, utili-zando smiles neurocomputacionales [25], por un sistema maes-tro de procesamiento (el sistema ejecutivo central) que, como uncontrolador atencional, dirige subsistemas esclavos denomina-dos bucles o borradores. Los subsistemas o bucles mejor conoci-dos son el verbal o fonolgico, el articulatorio, el visuoespacial yel visuoperceptivo. Utilizando el ejemplo del nmero de telfonode 8 cifras, si se nos solicitase que lo repitisemos pero en un ordeninverso, estos 8 dgitos deberan ser almacenados en el bucle oborrador verbal (porque la informacin es auditiva-fonolgica) yen l, bajo el control del sistema ejecutivo central, los iramosinvirtiendo mentalmente. Al realizar este esfuerzo tenemos laimpresin de ver mentalmente cmo se mueven los dgitos deatrs hacia delante; de ah que, en lenguaje coloquial, al procesode la working memory se le identifique con el ojo de la mente,u on-line memory o buffer de memoria [12,37], porque el sistemaejecutivo y sus subsistemas nos permiten mantener (ver mental-mente) y manejar (invertir dgitos) temporalmente la informa-cin. Es un proceso sin el cual no podemos comprender el lengua-je. Una palabra (neurologa) no es ms que una secuencia de fo-nemas (n-e-u-r-o-l-o-g--a) donde el primer fonema (n) debeesperar al ltimo (a) para dar sentido a la informacin. Estaespera tiene lugar gracias a nuestra working memory. Observe ellector la necesidad de disponer de una working memory cuandoescuchamos una palabra sin sentido, o cuando comparamos dosobjetos uno de los cuales ya no est presente.

    Mediante estudios lesionales y de neuroimagen funcional[26,28-30,34-36,38] (Fig. 3) se han podido caracterizar las zonasque sustentan la working memory, y, por consiguiente, la memoriaa corto plazo. Estos estudios han mostrado que el sistema ejecu-tivo central se asienta en la zona dorsolateral frontal, quizs conespecial implicacin de las reas 9 y 46 de Brodmann [26]. Lapuesta en marcha del bucle verbal activa adems la zona parietalinferior del hemisferio izquierdo con el rea de Wernicke si elmaterial es fonolgico o con el rea de Broca si el material esarticulatorio. Cuando la informacin es de carcter no verbal,diferentes subregiones del crtex prefrontal median la memoria acorto plazo en funcin de los atributos especficos de la informa-cin [39]. Para el bucle visuoespacial sera necesario la activacindel crtex parietal posterior del hemisferio derecho y zonas huma-nas dorsolaterales correspondientes en el cerebro del mono a lasproximidades del surco principal frontal, aproximadamente rea46 y alrededores [40]. Ambas zonas forman parte de la va vi-

    Figura 3. Neuroanatoma funcional y lesional de la memoria a corto plazo(working memory) a partir de la concepcin neurocognitiva de Baddeley. A)Sistema ejecutivo central: basado en los estudios de PET-scan llevados acabo por Salmon et al [28]. B) Subsistema o bucle-borrador fonolgico, comoejemplo de los bucles-borradores verbales; ilustracin esquemtica parazonas activadas con el subtest de dgitos del WAIS, basada en los estudiosque con PET-scan fueron realizados por Perani et al [1993] utilizando y com-parando pacientes amnsicos, pacientes con enfermedad de Alzheimer ycontroles; las zonas activadas (crculos) reflejadas en la ilustracin corres-ponden a zonas prefrontal, temporal superior (crculo negro de mayor acti-vacin) y parietal inferior del hemisferio izquierdo. C) Ilustracin esquem-tica de la localizacin de la memoria espacial a corto plazo (zonas del crtexdorsolateral prefrontal-surco principal y crtex parietal posterior del hemis-ferio derecho) y D) de la memoria visual u objetal a corto plazo (zonas delcrtex prefrontal de la convexidad inferior y zonas inferotemporales delhemisferio izquierdo). Las ilustraciones C y D estn basadas en los estudioslesionales en primates no-humanos expuestos por Wilson, OScalaidhe yGoldman-Rakic [30] extrapoladas al crtex humano, y estudios en humanoscon PET-Scan [32,41]. dl= dorsolateral; ci= convexital inferior.

    A B

    C D

  • REV NEUROL 1997; 25 (148): 1976-1988

    A. ESTVEZ-GONZLEZ, ET AL

    1980

    suoespacial o dorsal, tambin denominada va where? (dndeest?). Por su parte, en el bucle visual sera necesaria la activacindel crtex temporal inferior del hemisferio izquierdo y zonashumanas dorsolaterales correspondientes en el cerebro del monoa las proximidades inferiores (convexital inferior) del surco prin-cipal frontal. Ambas zonas formando parte de la va visuopercep-tiva o ventral, tambin denominada va what? (qu es?). Deeste modo quedara justificado distinguir neuroanatmica y neu-rofuncionalmente diversas modalidades de memoria a corto pla-zo, como las ilustradas en la tabla II: verbal (fonolgica y articu-latoria), espacial y visual, que pueden ser exploradas con pruebasconsideradas especficas.

    MEMORIA A LARGO PLAZOEnfoques neurofuncionales, lesionales y neurocognitivos han puestode manifiesto la necesidad de desdoblar la memoria a largo plazo endeclarativa o explcita o intencional y no declarativa o implcita.La memoria a largo plazo declarativa o explcita es aquella a la queen el lenguaje literario denominamos los recuerdos; es decir, lamemoria para las palabras, las escenas, las caras, las historias, nuestrainfancia, etc. [17]. Su patologa es a la que clsicamente referimos conel trmino de amnesia. La denominamos memoria explcita por sucapacidad para evocar o reconocer material. Material que al ser recu-perado puede ser declarado, de ah la consideracin de declarativa.Otros sinnimos la refieren como memoria relacional, memoria cons-ciente e intencionada, neomemoria (porque filogenticamente es re-

    ciente), falible (porque es sensible a interferencias), rpida (porquepuede bastar un ensayo no es necesario casarse varias veces pararecordar que nos casamos), y memoria directa (porque directamentees explorable con medidas directas de la memoria). Estas medidasestn basadas en la evocacin o traer a la memoria (recall) y el reco-nocimiento o sensacin de familiaridad. Estas denominaciones sin-nimas en realidad describen caractersticas que la separan de la me-moria no declarativa o implcita.

    La memoria no declarativa o implcita [27] es lo que en rea-lidad ms se aproxima a la concepcin de aprendizaje, porque esa la que nos referimos bajo la denominacin de habilidades ycambios en el rendimiento y en la conducta que registramos porinfluencia de pasadas experiencias. No suele requerir intencin niconsciencia conducimos un coche empleando automatismosaprendidos, de ah tambin la sinonimia de memoria incons-ciente. Otras sinonimias la refieren como paleomemoria (por-que filogenticamente es anterior a la declarativa), lenta (porqueincluye subtipos que, por regla general suelen ser de procesamien-to lento, repetido y gradual), o memoria indirecta (porque esindirectamente explorable). A diferencia de la memoria declara-tiva, suele estar preservada en pacientes clsicamente considera-dos amnsicos. Pero es la memoria que, con ciertos matices, seencuentra frecuentemente alterada en los trastornos, sndromes yenfermedades de origen subcortical (enfermedad de Parkinson,enfermedad de Huntington...).

    Las caractersticas y sinonimias de una y otra memoria tienenun valor relativo en funcin de los paradigmas experimentales queempleemos para explorarlas. En este sentido, la memoria a cortoplazo (working memory) no deja de ser una memoria explcita[42]. Lo explcito e implcito, lo declarativo y no declarativo, larapidez o lentitud de su proceso, la consciencia e inconsciencia delrecuerdo, etc. se minimizan o se acrecientan en funcin de lossubprocesos y tipos de memoria a largo plazo que consideremos.

    Tabla III. Neuroanatoma bsica funcional y lesional de la memoria a largoplazo declarativa o explcita: circuito lmbico/dienceflico-cortical (Fig. 4).

    Estructuras Patologa de referencia

    Temporal medial Caso H.M. (amnesia antergrada)

    Formacin hipocmpicaHipocampoGiro dentadoSubculumCrtex entorrinal (rea 28)

    Crtex parahipocmpico (reas th y tf)Crtex perirrinal (reas 35 y 36)Amgdala

    Diencfalo Sndrome de Korsakoff

    Cuerpos mamilaresNcleo mediodorsal del tlamoNcleo anterior del tlamoTracto mamilotalmicoLmina medular talmica

    Cerebro anterior basal Enfermedad de Alzheimer,aneurisma art. comunicante ant.

    SeptumBanda diagonal de brocaFrnixNcleo basalis de Meynert

    Crtex

    PrefrontalCrtex cinguladoAsociativo posterior

    A

    B

    Figura 4. Ilustracin esquemtica de la neuroanatoma de la memoria alargo plazo declarativa o explcita. A) Principales estructuras, referidas enla tabla III; esquema basado en Mishkin y Appenzeller [44]. Tambin seindican lugares susceptibles a patologas (nmeros 1 a 4). B) Esquemati-zacin ms detallada de estructuras mediales del lbulo temporal; ilustra-cin basada en Gluck y Granger [45].

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    1981REV NEUROL 1997; 25 (148): 1976-1988

    MEMORIA A LARGO PLAZO DECLARATIVAO EXPLCITAEsta memoria se sustenta en un circuito entrelazado de estructuraslmbico-dienceflicas y corticales (Tabla III, Fig. 4) que incluyeestructuras temporales mediales, donde destaca la formacin hipo-cmpica (hipocampo, giro dentado, subculum y crtex entorrinal),y cuya lesin o patologa subyace en los trastornos de memoria depredominio antergrado (amnesia antergrada) tipo caso H.M.;estructuras dienceflicas, como los cuerpos mamilares y ciertosncleos talmicos, origen de la amnesia considerada dienceflicacomo la que acontece en el sndrome de Korsakoff; y el denominadocerebro anterior basal (septum, ncleo basal de Meynert...), respon-sable, entre otros, de los trastornos mnsicos en la enfermedad deAlzheimer y tras la rotura aneurismtica de la arteria comunicanteanterior. Las estructuras corticales del circuito involucran a la zonaprefrontal, el crtex cingulado y zonas corticales asociativas posterio-res del neocrtex. Estas ltimas constituyen el depsito final y prin-cipal de almacenamiento a largo plazo (engrama) tras ser modificada(codificada-consolidada) la informacin en las anteriores estructurassubcorticales del circuito [43]. La zona prefrontal es, posiblemente,necesaria para el esfuerzo de memoria (retrieve o recuperacin)con el fin de hacer emerger los recuerdos. Nos referimos al esfuerzocomo conjunto de estrategias [22] que empleamos para recuperar ypermitir evocar y reconocer la informacin. Cuando este esfuerzofalla, frecuentemente somos conscientes empleando expresionescomo lo tengo en la punta de la lengua, no consigo acordarme, etc.

    La interrelacin funcional entre las estructuras que componeneste circuito crtico-subcortical de la memoria declarativa a largoplazo es relativamente conocido [18,20]. El proceso se describe entres fases (Fig. 5) que explican cmo la informacin entrante ter-mina por ser almacenada de forma ms o menos definitiva. Estastres fases pueden ser sintetizadas en el diagrama de flujos de lafigura 6, que est en directa correspondencia con lo ilustrado enla figura 5. En una primera fase, la informacin recibida en lacorteza cerebral (principalmente de las zonas asociativas poste-riores) es traspasada a las estructuras mediales del lbulo tempo-

    ral, para terminar su codificacin e iniciar su consolidacin. Laszonas de entrada a estas estructuras son la corteza parahipocm-pica y la perirrinal. De ellas, la informacin es traspasada a laformacin hipocmpica, cuya puerta de entrada es a travs de lacorteza entorrinal [20,46], y tambin a la amgdala, aunque supapel es ms discutible [18] o, al menos, no bien conocido [47].La corteza entorrinal, adems de las aferencias de las reas corti-cales uni y polimodales, tambin recibe aflujos del crtex orbito-frontal e nsula [20]. Durante la segunda fase, la informacin esconsolidada para su posterior almacenamiento a largo plazo. Laconsolidacin se considera como la modificacin gradual delsustrato neural que har resistente al trazo de memoria [43]. Enesta segunda fase podemos diferenciar, arbitrariamente por moti-vos didcticos, dos subfases que acontecen simultneamente. Poruna parte (subfase 2a), la informacin que tiene una direccin deflujo a travs del subculum, giro dentado y campos CA1-CA3 delhipocampo termina por ser enviada a las estructuras dienceflicas.Por otra parte (subfase 2b), la zona prefrontal modula recproca-mente la actividad del cerebro anterior basal que, a su vez, modulala actividad de las estructuras mediales temporales, con aferenciasa travs del frnix-fimbria e interconexiones con la corteza ento-rrinal. El cerebro anterior basal (ncleo de Meynert, etc.) es laprincipal fuente de inervacin colinrgica de la corteza cerebral yel principal modulador de la actividad que tiene lugar en las zonastemporales mediales, posiblemente reforzando asociaciones [48].En la tercera fase, cerrando el circuito crtico-subcortical, retornala informacin modificada y modificable para su almacenamientocortical, tras seguir un flujo a travs de cuerpos mamilares, n-cleos talmicos y ganglios basales. El qu, dnde y cmo se alma-cena exactamente en el neocrtex no es bien conocido. Lo queespecficamente se almacena en la zona prefrontal es an msdesconocido: ndices de localizacin del contenido de informa-cin almacenada en las reas asociativas posteriores y otras zonascorticales? [49]. El resultado final es que el flujo de informacinque se origin en la corteza cerebral debe ser profundamente trans-formado (codificado-consolidado), a travs de la participacin deestructuras mediales temporales, lmbico-dienceflicas y del ce-rebro anterior basal, con el fin de depositarlo corticalmente a largoplazo. Los procesos de consolidacin y almacenamiento no sonexcluyentes [43]. La formacin hipocmpica, junto con el crtex,puede, segn Squire [31], ser an necesaria para recuperar y evo-car material almacenado en la corteza durante sus primeros meses

    Figura 5. Neuroanatoma funcional de la memoria a largo plazo declarativao explcita: proceso-recorrido secuencial de recepcin-adquisicin, modu-lacin (codificacin-consolidacin) y almacenamiento de la informacin.Basado en Zola y Squire [18], Squire y Zola [20], Mishkin y Appenzeller [44],Gluck y Granger [45] y Lynch y Granger [50].

    Figura 6. Diagrama sinttico que recoge el proceso ilustrado en la figura5. Fases sucesivas: 1 (traspaso de la informacin); 2 (traspaso, 2a, ymodulacin, 2b); y 3 (retorno de la informacin para su almacenamiento).La zona prefrontal es representada separada del neocrtex por motivosdidcticos. CAB= Cerebro Anterior Basal.

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    A. ESTVEZ-GONZLEZ, ET AL

    1982

    y aos (gradiente temporal), puesto que el dao sobre estructurasmediales temporales, como en el caso H.M., implica no slo laprdida de nuevas memorias (amnesia antergrada) posteriores ala lesin sino la prdida de viejas memorias (amnesia retrgrada)con gradiente temporal.

    En el flujo descrito podemos distinguir, arbitrariamente, dosmomentos temporales: cuando la informacin se encuentra codi-ficndose-consolidndose en las estructuras mediales tempora-les, lmbico-dienceflicas y del cerebro anterior basal; y cuandose encuentra almacenada en la corteza cerebral. Estos dos momen-tos implican diferenciar dos subtipos de memoria a largo plazodeclarativa (reciente y remota), independientemente explora-bles en la clnica (Tabla IV). La memoria reciente, a medio plazoo secundaria nos permite mantener la informacin, al menos, deminutos a das; la memoria reciente incluye el aprendizaje denueva informacin declarativa. La memoria remota o estricta-

    mente a largo plazo o terciaria, durante meses y aos. La separa-cin temporal entre uno y otro subtipo siempre es relativa y mscuando an desconocemos con precisin los procesos neurofisio-lgicos necesarios. Podemos considerar que transcurridas unashoras el recuerdo de lo que hemos desayunado es un hecho recien-te y que lo sucedido hace aos es memoria remota.

    En la tabla IV se caracterizan neuroanatmicamente ambossubtipos. Tambin se especifican aquellas estructuras que funcio-nal y lesionalmente son ms crticas para ciertas modalidades.Para el caso de la memoria hednica o emocional, es decir, losaspectos placenteros y negativos que acompaan a los recuerdos,se ha invocado la implicacin de la amgdala [52], especialmentede su ncleo basolateral [47]. La tabla IV tambin expone diversaspruebas que exploran la memoria declarativa reciente y la memo-ria declarativa remota y que a su vez dan lugar a nuevos subtipos.Un subtipo de memoria reciente lo constituye la memoria de lasactividades cotidianas o everyday memory [53], que engloba, a suvez, dos memorias que nos permiten vivir en sociedad: retrospec-tiva y prospectiva. La memoria retrospectiva es la memoriapara las tareas cotidianas recientes o memoria de hechos recien-tes: memoria de lo que ya se ha hecho, dnde y cundo se hahecho, como recordar el nombre de alguien que hemos conocidohace unas horas [53]. La memoria prospectiva es la memoria delas tareas que debemos hacer en el futuro, como pagar el alquilera comienzos del mes que viene, tomar la medicacin cada 4 horas,etc. Ambos tipos de memoria de las actividades cotidianas sealteran, especialmente la prospectiva, a medida que envejecemosy en la demencia.

    Tabla IV. Subtipos de memoria a largo plazo declarativa o explcita.

    Reciente o a medio plazo o 2 Amnesia antergrada

    Funcin: codificacin-consolidacin

    Neuroanatoma

    Circuito lmbico-dienceflico-cerebro anterior si espacial (dnde?): crtex parahipocmpico,

    enthorrinal,hipocampo, giro dentado si visual (qu?): crtex perirrinal, enthorrinal, hipocampo,

    giro dentado si musical: hipocampo derecho [51] si hednica(emocional): amgdala

    Exploraciones y subtipos

    visuoespacial: figura de Rey memoria lgica: subtest memoria lgica (WMS) verbal de aprendizaje: RVLT, CVLT,... memoria cotidiana (everyday memory)

    memoria retrospectiva (hechos recientes): qu hadesayunado hoy?...

    memoria prospectiva

    Remota o a largo plazo o 3 Amnesia retrgada

    Funcin: almacenamiento-recuperacin

    Neuroanatoma

    Neocortical (prefrontal dorsolateral-inferolateral y reasasociativas)

    Exploraciones y subtipos

    Semntica o cultural o sistema de conocimientoNeuroanatoma: prefrontal dorsolateral del HI

    Conocimientos: nombres del Rey, del presidente delgobierno,..., capital de Francia? Subtest vocabularioWAIS, Peabody, reconocimiento de personajes famosos...

    Fechas: cundo fue la Guerra Civil?,... Episdica o autobiogrfica o memoria personal

    Neuroanatoma: hipocampo y prefrontal dorsolateral delHD (+ cingulado, parietal y cerebelo)

    Hechos vividos: dnde pas las ltimas vacaciones?...Fechas: cundo se cas?...Memoria de autoconocimiento (autonoetic consciousness)Metamemoria

    HD= hemisferio derecho; HI= hemisferio izquierdo; RVLT: Rey Verbal LearningTest; CVLT= California Verbal Learning Test; WAIS= Weschler Adult IntelligenceScale; WMS= Wechsler Memory Scale.

    Figura 7. Ilustracin esquemtica para zonas implicadas (crculos activa-dos) en la memoria semntica (A) y la memoria episdica (B). Basado enlos estudios realizados con PET fueron por Perani et al [28].

  • MEMORIA Y APRENDIZAJE

    1983REV NEUROL 1997; 25 (148): 1976-1988

    En la memoria remota, tras estudios de neuroimagen funcio-nal [28] (Fig. 7), est justificado distinguir dos nuevos subtipos:semntica o cultural y episdica o autobiogrfica. La primera esla memoria establecida y firme de los conocimientos sobre elmundo, tanto conocimientos y datos integrados como fechas,etc. La segunda es la memoria de los hechos personales, tanto delos hechos vividos (dnde hizo el servicio militar?), como de lasfechas (en qu ao ingres en la Universidad?). La memoriasemntica equivaldra a lo que denominamos la cultura o elsistema de conocimiento de una persona; la segunda, equival-dra a lo que hemos vivido o memoria personal o individuo-dependiente. La memoria semntica es la memoria ms impl-cita de las memorias declarativas [42], al contrario de la episdicaque se considera la ms explcita de las declarativas. A diferen-cia de la memoria a corto plazo con capacidad limitada temporal-mente, estas memorias remotas presentan una capacidad sin lmi-te establecido.

    La memoria episdica no slo incluye los hechos y las fechasautobiogrficas como conocimientos sino la memoria de cons-ciencia del autoconocimiento propuesta por Wheeler, Stuss yTulving [2] y la metamemoria, ambas asentadas en zonas pre-frontales. La primera nos permitira representar mentalmente yllegar a ser conscientes de nuestras experiencias subjetivas en elpasado, presente y futuro. En palabras de los propios autores esla memoria que nos permite viajar hacia atrs en el tiempo yrevivir nuestro pasado. Expresiones como ...cuando en un dacaluroso del mes de julio del ao... me asom por la ventana, derepente vi que... o la frase ahora s que soy feliz son productode esta memoria que puede revivir-comparar el pasado y el pre-sente conscientes, y que utilizando smiles psicoanalticos equi-valdra a la memoria del yo que mantiene el sentirse uno mismoa lo largo de toda su existencia. Por su parte, la metamemoria

    consistira en hacer juicios sobre la capacidad de nuestra memoria(p.ej., estudiando la probabilidad de que posteriormente recorde-mos un tem que se nos presenta) [2].

    La observacin con PET-scan de una mayor implicacin delhemisferio izquierdo en la memoria semntica y del hemisferioderecho (incluyendo hipocampo) en la memoria episdica [28]ha hecho concluir que ambos tipos de memoria remota estnsustentadas por sistemas neuroanatmicos diferentes. No obs-tante, a diferencia de la memoria semntica donde el crtexprefrontal izquierdo parece ser necesario para la codificacin yrecuperacin, en la memoria episdica se seguira un patrnPET-scan asimtrico conocido como modelo HERA (Hemis-pheric Encoding/Retrieval Asymmetry) [54] donde el crtexprefrontal izquierdo (reas 10, 45, 46 y 47) parece ser necesariopara la fase de codificacin de la memoria episdica [55], mien-tras que para la fase de recuperacin (retrieval), tanto a travs dela evocacin como del reconocimiento y tanto para materialverbal como no verbal, es necesario el crtex prefrontal dorso-lateral derecho (reas 9, 10, 45, 46 y 47) [56-60]. Estudios lesio-nales en pacientes frontales tambin insisten en el crucial papeldel crtex dorsolateral prefrontal derecho en la memoria epis-dica [2,59]. El crtex prefrontal derecho formara parte del cir-cuito neuronal de la memoria episdica que implicara tambinal cingulado izquierdo, zonas parietales bilaterales (reas 7, 39y 40) [56,59], temporales derechas (mediales y laterales) [61] ycerebelosas [58]. En el reciente estudio con PET-scan llevado acabo por Cabeza et al [59] se matiza que el crtex prefrontalderecho y el cingulado anterior estaran implicados en la memo-ria episdica, tanto en la evocacin como en su reconocimiento,pero el cerebelo y el crtex parietal izquierdo estaran implica-dos en mayor medida en la evocacin y el reconocimiento, res-pectivamente. Por su parte, el estudio de Fink et al [61] matizaque la implicacin de las zonas temporales mediales (incluyen-do hipocampo) y laterales, adems del propio crtex prefrontalderecho y el cingulado, estaran implicadas en la fase de esfuer-zo-recuperacin (retrieve) de la memoria episdica. Este ltimohallazgo refuerza la tesis de Markowitsch [16,31] referente alsistema frontotemporal que subyace al esfuerzo (recuperacin)de la memoria episdica.

    Los trabajos recientes de Markowitsch y su grupo [16,31,62-63] sugieren que las regiones anterolateral prefrontal y temporo-polar son esenciales para el recuerdo-informacin declarativo yexplcito de la memoria a largo plazo. El tlamo mediodorsal, atravs de conexiones bidireccionales, presumiblemente mediaray modulara. La corteza prefrontal proveera el esfuerzo para ini-ciar un recuerdo, al tiempo que la corteza temporal intervendra enla secuenciacin y organizacin de la informacin, adems deproporcionar conexin a centros corticales posteriores, como lu-gares de mayor almacenamiento de engramas. Ambas regiones,prefrontal y temporal, estaran interconectadas a travs del com-ponente ventral del fascculo uncinado. La tarea de este fascculopudiera ser la de transmitir la informacin hacia atrs, a la cortezatemporal, para el acto final de la representacin. Casos con amne-sia retrgrada, con una amplia conservacin de la antergrada,muestran una prdida de la memoria episdica en lesiones fron-totemporales derechas [64], mientras que la afectacin de la me-moria semntica ocurre en lesiones simtricas del hemisferio iz-quierdo. La escuela de Hodges [65], por su parte, destaca el papelde la corteza temporal inferolateral en la memoria semntica, ar-gumentndose que su afectacin podra conducir a un cuadrocalificado de demencia semntica.

    Tabla V. Subtipos de memoria no declarativa o implcita.

    Subtipos Neuroanatoma

    Priming o incidental Neocrtexo Reconocimiento

    Exploraciones Palabras fragmentadas Crtex posterior del HD Reconocimiento visual de objetos, Crtex inferotemporal

    completar dibujos fragmentados Completar palabras habladas Zonas perisilvianas

    Procedimental Circuito fronto-neoestriadoo Habilidades-hbitos Cerebelo

    Exploraciones Lectura repetida en espejo Laberintos repetidos de Porteus Torre de Hanoi Aprendizaje por clasificacin

    Aprendizaje asociativoCondicionamiento clsico

    Msculo-esqueltico Cerebelo Emocional Amgdala

    Condicionamiento operante

    Aprendizaje no asociativo ReflejosHabituacinSensibilizacindeshabituacin

    HD= hemisferio derecho; HI= hemisferio izquierdo.

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    A. ESTVEZ-GONZLEZ, ET AL

    1984

    MEMORIA NO DECLARATIVA O IMPLCITAO APRENDIZAJEBajo esta denominacin de memoria implcita, o no declarativa,se incluyen diversos y heterogneos aprendizajes [19] listadosen la tabla V. Diversos estudios han mostrado que en esta memoriao aprendizaje se hallan implicados funcional y lesionalmente elneocrtex, el neoestriado (caudado y putamen), el cerebelo y laamgdala.

    El priming o memoria incidental, es a lo que nos referimoscon el trmino coloquial de reconocimiento. El estudio delpriming nos permite detectar los efectos persistentes posterioresde un proceso anterior. El priming se muestra como una facili-dad para identificar-detectar-procesar informacin incluida enla experiencia. Es un importante mecanismo de adaptacin me-jorando la velocidad y fluencia con la que los organismos inter-actan con estmulos familiares, porque las especies animalesevolucionan en un mundo donde los estmulos que son encontra-dos una vez sern probablemente encontrados otra vez. El pri-ming o memoria incidental es una memoria sin esfuerzo o sinintencin: el alumno puede no recordar la respuesta (contenido)a una pregunta de examen, pero puede recordar detalles adicio-nales al contenido como que se hallaba subrayada en rojo en lamitad superior de una pgina de sus apuntes de clase. Los para-digmas experimentales para explorar el priming se basan enidentificar o reconocer perceptivamente estmulos brevementepresentados [27], como completar la forma visual de palabrasfragmentadas o priming ortogrfico (ne_roci__ga/neurociru-ga) (Visual Word Priming, Word-stem completation priming),el reconocimiento visual de objetos (Visual Object Priming),completar dibujos fragmentados (Picture fragment completion),decidir si un objeto es real (posible) o imposible, completarpalabras habladas a partir de sus slabas iniciales (Auditory oracoustic or phonological Word priming, Auditory stem comple-tion) y, en general, con pruebas conocidas como pruebas dememoria incidental espacial, de frecuencia y de orden.

    Con el envejecimiento o en pacientes con enfermedades dege-nerativas basales (Huntington, Parkinson...) la memoria inciden-tal (priming) suele estar preservada, mientras que en pacientes conenfermedad de Alzheimer est alterada [27]. Al contrario sucedecon la memoria procedimental, que exige la integridad del cir-

    cuito fronto (prefrontal)-neoestriado (caudado y putamen) y elcerebelo (Fig. 8). Esta memoria, a la que nos solemos referir bajola expresin coloquial de habilidades y hbitos es la memoria delaprender haciendo o repitiendo, como una adquisicin gradualy lenta de aprendizajes de habilidades motoras, perceptivas ycognitivas. Debe ser explorada mediante pruebas repetidas deaprendizaje perceptivo-motor, donde con la repeticin de la mis-ma tarea nuestra ejecucin debe ser mejor que en la ejecucinprevia. La memoria procedimental es la que mejor se adapta a laexpresin de memoria implcita de recordar cmo, en contrapo-sicin a la memoria declarativa como memoria explcita del re-cordar qu [2].

    Los aprendizajes considerados tradicionalmente de tipo aso-ciativo y no asociativo tambin quedan englobados bajo la tipo-loga de memoria no declarativa o implcita. El aprendizaje de tipoasociativo incluye los condicionamientos clsico y operante (opor ensayo-error), mientras en los de tipo no asociativo (o porreflejos) estudiamos los fenmenos fisiolgicos de la habituacin(disminucin de la respuesta a un estmulo que se repite o semantiene) y su proceso contrario, la sensibilizacin.

    El empleo de paradigmas experimentales, utilizando comomodelo el reflejo de defensa o cierre palpebral al soplar sobre elrgano ocular (eyeblink), ha permitido conocer las bases neuroa-natmicas del aprendizaje motor por condicionamiento clsico.En este aprendizaje aparecen involucradas zonas corticales delhemisferio derecho, el hipocampo, el estriado ventral [66-68] yestructuras del tronco cerebral interrelacionadas con el cerebelo(Fig. 9). Pero destaca especialmente el papel del cerebelo, tanto desus ncleos profundos como del propio crtex cerebeloso. Hastael punto que esta estructura puede comportarse como el tempori-zador del condicionamiento y ser el almacn de memoria del apren-dizaje motor [33]. Es decir, el cerebelo podra ser considerado, encierta medida exagerada, como un hipocampo de la memoria-aprendizaje implcito, sumndose a las ya conocidas o intuidasfunciones cognitivas cerebelosas [69].

    Figura 8. Ilustracin esquemtica para zonas implicadas (crculos activa-dos) en la memoria implcita-procedimental en pruebas con lecturas enespejo y puzzles. Basado en los estudios que con PET-Scan fueron reali-zados por Perani et al [28].

    Figura 9. Ilustracin esquemtica del circuito para la memoria implcita detipo de condicionamiento clsico, basado en el paradigma que provocacerrar los ojos o parpadear (Eyeblink). Basado en Thompson y Kim [33], yThompson y Krupa [70]. EC= estmulo condicionado (sonido de campani-lla); EI= estmulo incondicionado (soplido sobre el rgano ocular); RI/RC=respuesta incondicionada/condicionada (cierre palpebral de defensa).

  • MEMORIA Y APRENDIZAJE

    1985REV NEUROL 1997; 25 (148): 1976-1988

    BASES NEUROFISIOLGICAS DE LA MEMORIAY EL APRENDIZAJE (Fig. 10)Los estudios fisiolgicos de la habituacin y sensibilizacin hansupuesto el punto de partida para iniciar el conocimiento de lasbases neurofisiolgicas (celulares y bioqumicas) de la memoriay el aprendizaje y, en general, de los procesos de plasticidad en elsistema nervioso [71]. Utilizando paradigmas de condicionamientoclsico, que a efectos neurofisiolgicos no es ms que un procesode sensibilizacin sofisticada, conocemos que las clulas ner-viosas memorizan-aprenden implcitamente utilizando de pri-mer mensajero la serotonina presinptica y de segundo mensajeroproteinquinasas postsinpticas [72] que colapsan los canales parael K+ y facilitan la apertura de aquellos otros para el Ca++ en laneurona postsinptica. Diseos basados en el condicionamientoclsico tambin han permitido conocer el papel de la amgdala enel aprendizaje-memoria emocional. Esta implicacin parece de-berse a la activacin de los sistemas B-adrenrgicos del complejoamigdalar, que median la memoria emocional y los efectos vege-tativos asociados [47,73], como los que acompaan al miedocondicionado.

    Por su parte, la potenciacin a largo plazo (PLP) constituirael proceso electrofisiolgico, o uno de los procesos, en que sefundamentara la memoria de tipo declarativa reciente, y posible-

    mente la memoria remota, para formar rpidamente enlaces entrehechos. Este proceso que explica cmo las neuronas recuerdan-asocian los estmulos ha podido ser descrita en el giro dentado yen los campos CA1 y CA3 del hipocampo, aunque la PLP en elcampo CA1 es la mejor conocida [74]. La PLP est sustentada enla actividad del glutamato presinptico como primer mensajero,los receptores postsinpticos NMDA (N-metil-D-aspartato), quepermiten la entrada postsinptica del Ca++ y, posiblemente, elxido ntrico (o el CO) que por retroactividad presinptica actua-ra como segundo mensajero e inducira un incremento a largoplazo de la tasa de liberacin del glutamato [75]. La depresin alargo plazo (DLP) descrita por Ito en el cerebelo [76], representa-ra un proceso en cierta medida contrapuesto a la PLP hipocampal[74], y que sustentara electrofisiolgicamente el aprendizaje motorcerebeloso. El glutamato tambin sustentara molecularmente laDLP, pero en este caso activando receptores AMPA de las clulascerebelosas de Purkinje, impidiendo que sobre estos receptoresacten fibras paralelas. Esta DLP sera necesaria para explicar eltiempo de demora (unos 500 milisegundos) que debe mediar entreel estmulo condicionado (sonido) y el incondicionado (soplidosobre el globo ocular), para que suprimido el incondicionado elcondicionado elicite la respuesta incondicionada como condicio-nada (cierre palpebral de defensa).

    Si las bases neurofisiolgicas hasta aqu descritas de la memo-ria y el aprendizaje priorizan la plasticidad sinptica es decir,modificaciones en la efectividad de la transmisin nerviosa (PLP,DLP...), esta plasticidad debe acompaarse de plasticidad es-tructural para sustentar la memoria a largo plazo en el neocrtex.Para esto ltimo pueden ser necesarios tres procesos [71]: la pro-pia PLP; cambios intrnsecos-dinmicos en las membranas de lasneuronas relativamente desconocidos, aunque intuidos [77]; y,cambios estructurales [5,77], que se iniciaran como una cascadaAMPc inducida de activacin de genes (factor de transcripcinCREB), dando lugar a la sntesis de nuevas protenas responsablesdel aumento en el nmero de terminales presinpticos y el estable-cimiento, subsiguiente, de nuevas conexiones neuronales [5].

    El conocimiento de estas bases neurofisiolgicas, e investiga-ciones relacionadas [37,47,78-81], han permitido iniciar los estu-dios farmacolgicos de la memoria y el aprendizaje, al mostrarqu aspectos especficos de la memoria-aprendizaje son facilita-dos por los neurotransmisores glutamato, noradrenalina, 5-HT,GABA y acetilcolina, esta ltima a travs de su actividad sobre losreceptores muscarnicos m1, m2 y m4 y la facilitacin de la acti-vidad glutamatrgica [82] aunque dudndose de si su influencia esen realidad sobre la memoria en s o sobre la atencin [83]; que ladopamina es facilitadora del proceso de la working memory en suacoplamiento a receptores tipo D1; y, que tambin actan comofacilitadores sustancias hormonales, como la adrenalina y los glu-cocorticoides suprarrenales, y sustancias opio-relacionadas, comola naloxona, mientras la memoria y el aprendizaje seran interfe-ridos por B-endorfinas, benzodiacepinas y frmacos antagonistasB-adrenrgicos como el propanolol.

    AMNESIASEl hecho de diferenciar procesos o tipos de memoria-aprendizaje(explcita, implcita, a corto y largo plazo, etc.) no solamenteparece justificarse en sus bases diferenciales neuroanatmicas yneurofisiolgicas, sino que presentan un inusitado inters a la horade diferenciar los perfiles amnsicos resultantes de enfermedadesneurolgicas de diversa ndole.

    Figura 10. Esquemas ilustrativos de las secuencias bioqumicas A) Delaprendizaje celular implcito (mecanismo asociativo de Hebb-Kandel),donde la neurona presinptica representa al estmulo condicionado (EC)y la neurona postsinptica la respuesta (R). La secuencia se inicia con elacoplamiento del primer mensajero (ST*= serotonina) con el receptorpostsinptico y las activaciones subsiguientes (representadas por crcu-los con el signo +) de la enzima adenilciclasa y de protenquinasas (comosegundos mensajeros). La secuencia termina con el cierre de los canalespara el K+ y la apertura de los del Ca++ y posterior segregacin de neu-rotransmisores postsinpticos. B) De la PLP en el campo CA1 para lamemoria declarativa reciente. El glutamato (Glu*) actuara como primermensajero sobre receptores NMDA para permitir la entrada de Ca++ y darlugar a una serie de reacciones que terminan en la activacin de la xidontrico-sintasa y la retroactividad (?) del xido ntrico, cerrando este cir-cuito. Basado en Kandel y Hawkins [71].

  • REV NEUROL 1997; 25 (148): 1976-1988

    A. ESTVEZ-GONZLEZ, ET AL

    1986

    Tradicionalmente en la clnica, el trmino amnesia suele re-servarse para aquellos trastornos mnsicos graves y duraderos dela memoria declarativa [16] como los que acontecen tras trauma-tismo craneoenceflico (amnesia traumtica) y tipo caso H.M.(amnesia global) y similares, reservndose el trmino de trastor-nos de memoria-aprendizaje para otras patologas adquiridas. Ac-tualmente esta diferenciacin no parece estar sustentada o al menosno es conceptualmente necesaria. La amnesia, entendida como eltrastorno de registrar-recuperar informacin y de registrar-recu-perar aprendizajes es decir, el trastorno de almacenar y recordarla experiencia, es en realidad cualquier trastorno (alteracin oprdida) de cualquiera de los tipos, subtipos y procesos de lamemoria-aprendizaje.

    Podemos diferenciar tipos de amnesia utilizando diferentescriterios [84-86]. Por su forma de presentacin, en: brusca (trasinfarto cerebral, traumatismo craneoenceflico, intoxicacin porCO, hemorragia subaracnoidea, etc.), subaguda (tras encefalitis,etc.) y lenta-progresiva (por demencia, tumor, etc.). Por su con-tenido temporal en: retrgrada con especfica afectacin de laformacin hipocmpica [20] y antergrada con especfica afec-tacin centrada en el campo CA1 hipocmpico [20]; la retr-grada se caracteriza por la inhabilidad de recuperar informacinadquirida antes del dao cerebral y la antergrada por la inhabi-lidad de almacenar nuevas memorias-aprendizajes a largo plazo

    [16]. Por su organicidad (amnesia orgnica) y funcionalidad(amnesia funcional o disociativa o psicgena o histrica de Freud)[16,63]. Por su fenomenologa, en: paramnesias como las fabu-laciones mnsicas del sndrome de Korsakoff o tras rotura aneu-rismtica de la comunicante anterior [87], lagunas mnsicas,etc. Tambin cabra mencionar las amnesias fisiolgicas, comola amnesia de la fuente [88] y la amnesia de la infancia. Laamnesia de la fuente, que tambin aparece en pacientes conlesiones frontales [2], ocurre cuando mostramos un recuerdo oaprendizaje pero no recordamos ni de dnde proviene ni cmoaprendimos esa informacin. La amnesia de la infancia denomi-na la incapacidad que padecemos los adultos de recordar expe-riencias de nuestros tres primeros aos de vida. Esto es as por-que hasta los 8-9 meses no disponemos de ms memoria que laimplcita gobernada por reflejos, habituaciones, aprendizajesasociativos y procedimentales; a partir de los 8-9 meses se vadesarrollando la memoria semntica, y ms all de los 18 mesescomienza el desarrollo paulatino de nuestra memoria episdica,incrementndose de los 3 a los 6 aos [2].

    Pero, quizs, la mejor clasificacin deba ser la sindrmica-etiolgica, permitiendo especificar perfiles que tengan en cuen-ta las diferencias neurocognitivas, neuroanatmicas y neurofi-siolgicas de los diferentes tipos de memoria anteriormenteexpuestos. As, tal como queda reflejado en la tabla VI, cuandoenvejecemos (amnesia de envejecimiento) merma nuestro pro-ceso de working memory y nuestra memoria cotidiana de tipoprospectiva, mientras la memoria implcita de tipo priming per-manece preservada [27,53]. El denominado olvido benigno delanciano lo reservamos para aquellas personas cuyo trastorno dememoria, no explicado por otra causa, es ms acentuado que elque presentan sus congneres [89].

    En la enfermedad de Alzheimer destaca por su especialafectacin el trastorno de la memoria declarativa episdica; laafectacin tambin se extiende a la memoria declarativa semn-tica, la memoria a corto plazo y a la memoria implcita tipopriming [28]. La memoria implcita tipo procedimental estpreservada, al menos hasta fases avanzadas. En la amnesia glo-bal destaca la grave alteracin de la memoria reciente y el gra-diente temporal de la memoria episdica, mientras la memoriadeclarativa tipo semntica puede estar preservada o alterada enmenor medida [17,19]. El trastorno que caracteriza a la amnesiaglobal transitoria es su predominio antergrado y la preserva-cin de la memoria inmediata [90-92]. El predominio de unaamnesia antergrada tambin caracteriza a la amnesia postrau-mtica, por su especial virulencia sobre zonas frontotemporales[94], a la amnesia en el sndrome de Korsakoff [93], a la amnesiapor lesin en el cerebro anterior basal [89] y a la amnesia trasterapia electroconvulsiva [89]. En otros trastornos de memoriacomo los que se observan en pacientes frontales (amnesia fron-tal) destacan los trastornos de la memoria tanto declarativa comoa corto plazo, afectndose de forma dramtica el proceso mismode la working memory mostrado como span alterado [95].

    RETOS EN EL FUTURONuestros conocimientos sobre las bases neurobiolgicas de lamemoria y el aprendizaje son amplios, pero resultan totalmenteincompletos. Por ejemplo, son insuficientes an para explicar overificar por qu recordamos mejor si comprendemos la informa-cin [55], si se necesita una menor actividad neural para procesarun estmulo conocido que uno nuevo [96], si tenemos diferentes

    Tabla VI. Perfiles amnsicos segn clasificacin sindrmica-etiolgica delas amnesias. Basados en estudios referenciados [17,19,27-28,53,89-95].

    Amnesias Memorias

    Amnesia de envejecimiento Corto plazo $Cotidiana tipo prospectiva $Implcita tipo priming 3

    Amnesia en enf. de Alzheimer Corto plazo $Declarativa tipo episdica $$Declarativa tipo semntica $Implcita tipo priming $Implcita tipo procedimental 3

    Amnesia global o pura Corto plazo 3(tipo caso H.M.) Declarativa tipo episdica $$

    Declarativa tipo semntica $(o 3)Declarativa reciente $$Implcita 3Implcita tipo priming 3(o $)

    Amnesia global transitoria Corto plazo 3Declarativa reciente $$Declarativa remota $

    Amnesia dienceflica Corto plazo 3(o $)(tipo sndrome de Korsakoff) Declarativa tipo reciente $$

    Declarativa tipo remota $Implcita tipo priming 3Implcita tipo procedimental 3(o $)

    Amnesia frontal Corto plazo $Declarativa $Declarativa tipo metamemoria $Implcita tipo priming 3

    $ Indica alteracin; $$ Indica mayor grado de alteracin; 3 Indica capacidadpreservada; Indica gradiente temporal.

  • MEMORIA Y APRENDIZAJE

    1987REV NEUROL 1997; 25 (148): 1976-1988

    BIBLIOGRAFA

    memorias para los hechos que para las personas [61,97], para loshechos pblicos que para los privados [61,97], o por qu tenemosfalsos reconocimientos [98]. stas, junto a la profundizacin deun mejor conocimiento de las bases genticas de la memoria y elaprendizaje [99], la comprobacin en vivo de los fenmenos invitro de la PLP y la DLP [100] y la determinacin precisa neuro-fisiolgica y neuroanatmica de las diferentes fases mnsicas(codificacin, consolidacin, recuperacin, evocacin) son slouna muestra de los posibles retos que nos depara el futuro delestudio de la memoria y el aprendizaje.

    CONCLUSIONESLa memoria ya no es enjuiciable como un proceso unitario difu-samente representado en nuestro cerebro. Ni las amnesias son laprdida absoluta de memoria. La expresin popular de tener unabuena o mala memoria como un todo o nada carece de sentido,porque la memoria est compuesta de diferentes procesos mn-sicos mediados por diferentes procesos neurales. Disponemos,al menos, de dos memorias principales de tipo temporal, a corto

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    Nuestro cerebro dispone de las estructuras, circuitos y sistemasnecesarios que sustentan eficientemente nuestras capacidades mn-sicas. La cara dramtica la ofrecen los pacientes neurolgicos que consus diversas variedades y formas de amnesia nos muestran diferentesperfiles de rotura y desintegracin de tipos y procesos mnsicos.

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