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  • ACTA GEOLOGICA HISPANICA, v. 30 (1995), no"-3, p. 21-48 (Pub. 1996)

    Explotacin racional de las aguas subterrneas

    EMILIO CUSTODIO, DR. 1.1. Dep. Ing. TerrenoICentro Intem. Hidrol. Subter. Universitat Politecnica de Catalunya. Barcelona.

    RESUMEN

    La explotacin racional de las aguas subterrneas tiene como ob- jetivo obtener de los acuferos las cantidades de agua necesarias, con lo adecuada calidad, adaptadas a las circunstancias de espacio y tiempo, y respetando los condicionantes medioambientales. No se trata de un ob- jetivo aislado sino integrado en la utilizacin del conjunto de recursos de agua, aprovechando las circunstancias favorables de cada uno y mi- nimizando en lo posible los inconvenientes. Esta explotacin racional tiene una base eminentemente tcnica pero tambin influyen decisiva- mente consideraciones econmicas, sociales, culturales y polticas, adems de las medioambientales. La explotacin racional requiere co- nocer el funcionamiento de los sistemas acuferos y los cambios cuan- titativos y cualitativos resultantes de las diferentes posibilidades de ex- plotacin, tanto a nivel general como del sistema particular que se con- sidere. Esto necesita una buena base de informacin y medios de observacin adecuados y adaptados a la situacin real, que va cam- biando a lo largo del tiempo. La utilizacin racional se apoya, adems de en las medidas tcnicas convencionales o especiales de cada caso, en tcnicas de gestin y en su desarrollo dentro de un marco de plani- ficacin, tanto de los aspectos cuantitativos como de la calidad. En zo- nas de recursos de agua escasos tienden a dominar los aspectos de can- tidad, pero los de calidad son igualmente importantes a menos de en- trar en utilizaciones que acaban siendo no racionales. La falta de racionalidad en la explotacin de las aguas subterrneas en general es fruto de desconocimiento, mala gestin, insolidaridad, falta de aplica- cin del principio de subsidiaridad y preferencia arrogante de alterna- tivas preestablecidas.

    Palabras Clave: Aguas subterrneas, utilizacin racional, acuferos, gestin, planificacin, sobreexplotacin, salinizacin, vulnerabilidad.

    ABSTRACT

    The rational exploitation of groundwater points to obtain from the aquifers the quantity of water which is needed, with the due quality, adapted to the spatial and time circumstances, and respecting the envi- ronmental restrictions. These are not isolated goals but integrated with the full set of water resources, by taking advantage of the favourable aspects of each one and at the same time minimizing the drawbacks. This rational exploitation is based on dominantly technical considera- tions but other economic, social, cultural and political considerations are also of decisive influence, moreover those related to preservation of the environment. The rational exploitation needs a good knowledge of the behaviour of the aquifer systems as well as of the quantity and qua- lity changes resulting from the different exploitation alternatives, both at general leve1 and applied to the case under consideration. This re- quires good information support and monitonng means, which have to be adapted and suited to the real situation. This real situation is a con- tinuously changing one. The rational situation, besides the conventio- nal and specific techniques needed to deal with a given case, relies on management techniques and how they are implemented in the frarne- work of a water plan, taking into account both water quantity and qua- lity aspects. In areas with scarce water resources, water quantity as- pects tend to be the main concern of managers, but water quality as- pects are equally important if irrational groundwater use is to be prevented in the near future. Lack of rationatity in aquifer water use is generally the result of poor knowledge, incorrect management, lack of solidarity, the subsidiarity principie being not applied and arrogant pre- ference of pre--established alternatives.

    Palabras Clave: Groundwater, rational use, aquifer, management, planning, over exploitacion, salinisation, vulnerability

  • Las aguas subterrneas no son un aspecto del recurso agua separado, sino que est ntimamente interrelaciona- do con los otros a travs del ciclo hidrolgico. No obs- tante posee caractersticas que hacen que esas aguas sub- terrneas sean especialmente atractivas, asequibles, eva- luables y merec~edoras de conservacin, proteccin y restauracin. Por eso tienen y continuarn teniendo un importante papel en la satisfaccin de las necesidades de agua de la poblacin humana y de sus actividades eco- nmicas, estticas y recreativas. Adems estan muy liga- das a las etapas iniciales de desarrollo econmico y so- cial de muchas regiones. Por otro lado su descarga man- tiene los caudales de base de rios y humedales de inters medioambiental.

    La utilizacin de las aguas subterrneas como fuente de suministro, tanto para unos urbanos, industriales y ru- rales, como para fines agncolas de regadio, tiene numero- sos aspectos favorables, como se expondr ms adelante, tanto tcnicos, corno econmicos, como de oportunidad. No obstante, son tambin numerosas las circunstancias desfavorables que se derivan de dicha explotacin, an cuando en buena parte no se trata efectos negativos pro- piamente dichos sino que son consecuencias conocidas y previsibles asociadas a la naturaleza de los acuferos y de la propia exp1otaci.n. Lo que con frecuencia se consideran inconvenientes o aspectos desfavorables en buena manera son el resultado de expectativas, previsiones o evaluacio- nes incorrectas y sesgadas denvadas del desconocimiento del comportamiento de las aguas subterrneas o de inde- bidas extrapolaciones de lo que se observa en los sistemas de aguas superficiales (Custodio, 1995b).

    El amplio uso de las aguas subterrneas contrasta con la frecuente propensin de los organismos pblicos, en es- pecial los ms dotadlos de recursos econmicos, hacia las grandes obras hidrhulicas para poner a disposicin las aguas superficiales. Aunque en ello existen claros aspec- tos positivos sobre todo para grandes reas urbanas o in- dustriales, o para extensos desarrollos agncolas, no siem- pre son econmicamiente ni a pnon ni a posteriori la solu- cin ms idnea. Tambin hay que reconocer que el uso incontrolado y abusivo de las aguas subterrneas lleva a si- tuaciones incmodas y a veces insostenibles (Volker y Henry, 1988), a las que las denomina recientemente "de so- breexplotacin", termino que ser discutido ms adelante.

    Las mejores oporLunidades nacen de la consideracin del conjunto de recursos de agua (superficiales, subterr- neas, residuales tratadas, desalinizadas, ...), en sus cir-

    l

    cunstancias naturales o modificados por obras hidruli- cas, para asignar objetivos de puesta a disposicin de agua en cantidad y calidad, en su lugar y tiempo, respe- tando restricciones tcnicas, econmicas y legales, y tambin polticas y culturales, y salvaguardando el me- dio ambiente. Es lo que se denomina "uso conjunto", que est muy relacionado con el "utilizacin racional" y la "gestin" de los recursos de agua, y con la adecuacin de la demanda de agua.

    As, la explotacin racional de las aguas subterrneas es aquella explotacin que trata de obtener los recursos de agua que se necesitan para satisfacer una determinada demanda, que es variable en el espacio y en el tiempo, de la forma ms econmica y garantizada posible, tanto en calidad como en calidad, de forma coordinada y conjun- ta con los otros recursos de agua disponibles o desarro- llables, y de forma que los efectos negativos y costes di- rectos, indirectos, sociales y ambientales se compensen sobradamente con los beneficios particulares y generales derivados de la explotacin, en el contexto inmediato, de la generacin actual y de las generaciones venideras.

    El agua es en muchas reas un bien econmico esca- so -- en el sentido de limitado -- y por lo tanto objeto de competencia, gestin y planificacin, con sujecin a con- siderando~ econmicos, respeto a principios sociales de solidaridad y humanitarismo, salvaguarda del patrimonio medioambiental y consecucin de fines polticos lcitos. El uso del trmino escasez para justificar actuaciones no seran viables que sin el miedo que se puede infundir en una poblacin mal informada, es una actuacin inadmi- sible (Llamas, 1994b), y por supuesto fuera de lo que se puede considerar una utilizacin racional.

    La utilizacin racional de las aguas subterrneas tra- ta de obtener las mayores ventajas minimizando los in- convenientes, mediante la adecuada gestin por personas suficientemente preparadas utilizando los tcnicos y he- rramientas idneas, dentro de un suficiente marco eco- nmico, social, poltico y moral, con sujecin a una pla- nificacin bien realizada, flexible y socialmente acepta- da y participada, con unos objetivos viables de proteccin del recurso agua y de la restauracin de los elementos del sistema, incluidos los acuferos. Se nece- sita adems un contexto de ordenacin territorial que d contenido real a los objetivos de la gestin y provea los medios para que sea posible. As la "utilizacin racio- nal" va ms all de lo puramente tcnico. Lo tcnico da las pautas pero la racionalidad es el resultado de la con- sideracin del conjunto de condicionantes, econmicos, sociales y morales.

  • Todo lo anteriormente expuesto se centra en la consi- deracin de los acuferos como fuentes de agua de sumi- nistro, sin considerar otras funciones importantes. Tal es el caso de los aspectos medioambientales, principalmen- te en relacin con los humedales y manifestaciones de las aguas subterrneas. Tambin es posible estudiar y evaluar las aguas subterrneas bajo otros puntos de vista, como por su implicacin en procesos geomorfolgicos, de meteorizacin, de mineralizacin, geotrmicos, sis- molgicos, vulcanolgicos, etc., que aqu no se conside- rarn, pero que son tambin relevantes, y modulan lo que es utilizacin racional.

    2.- CAUDAL SEGURO, DESARROLLO SOSTENI- BLE Y UTILIZACI~N RACIONAL DE LAS AGUAS SUBTERRNEAS

    El concepto de caudal seguro de explotacin del acu- fero se desarroll en el primer cuarto del presente siglo en las zonas semiridas de Nortearnrica para tratar de cuantificar la cantidad de agua extraible. Fue inicialmen- te usada por Meinzer (1920) y su desarrollo se recoge en el manual de gestin de acuferos de la ASCE (1972) y en Walton (1970).

    Se puede definir como caudal seguro (safe yield) de explotacin de un acufero, aquel que se puede extraer permanentemente sin producir resultados indeseables. Este concepto se perfecciona con el de caudal perenne (perennial yield), que segn Young (1970) y Todd (1976) es el caudal de agua que puede ser extrado perennemen- te bajo condiciones especficas de operacin sin producir un resultado que lleve a una situacin adversa. Variando esas condiciones es posible llegar a otro valor del caudal perenne. Por lo tanto no se trata de un valor nico. Entre otras cosas es funcin de la distribucin y profundidad de los pozos, de las limitaciones legales y administrati- vas existentes, y del costo de obtencin del agua. Tam- bin es funcin de las limitaciones por interferencias, afecciones arios y manantiales, salinizacin y otros efec- tos de la explotacin que se comentarn ms adelante. La subjetividad de lo que es efecto indeseable - adems va- ria segn el punto de vista del propio usuario, de otros usuarios, de la Administracin del agua, del pblico y de los medioambientalistas (Custodio, 1993a) - deja indefi- nidos los conceptos de caudal seguro y de canal perenne, y explica su progresiva caida en desuso.

    Recientemente ha hecho aparacin el concepto de uso sostenible - o sustentable - que se orienta a que el recurso no solo sea para el disfrute y satisfaccin de las necesida- des de la generacin actual, sino tambin de las futuras.

    Desarrollo sostenible es aquel desarrollo que satisfa- ce las necesidades presentes sin comprometer la capaci- dad de que las generaciones futuras puedan satisfacer las suyas (WCED, 1987), acompasando el desarrollo econ- mico con la preservacin del medio ambiente (Haimes, 1992). Falta una definicin precisa del trmino, lo cual es comn cuando se trata de encerrar una elevada com- plejidad bajo una simple denominacin.

    Con respecto al agua, como substancia necesaria a la vida sin otras alternativas, y como elemento esencial de buena parte de las actividades humanas, el uso sostenible apunta a objetivos sociales y morales (Prez Adan, 1992), y tambin tcnicos y econmicos. El desarrollo sostenible del recurso agua implica asegurar ahora y en el futuro la disponibilidad en cantidad y calidad, y en el momento y lugar apropiados, de los recursos de agua existentes mediante la adecuada operacin, manejo y re- posicin de las obras y captaciones. En su aplicacin a los acuferos se trata de sostener una fuente segura de su- ministro normal y de emergencia, sobre todo para eco- nomas dbiles.

    Este uso sostenible va ligado a la utilizacin racional de los recursos de agua subterrnea, aunque uno no im- plique necesariamente el otro. La "racionalidad es tam- bin algo que es difcil de definir con precisin ya que la "razn " que guia las actuaciones tiene muchos aspectos, condicionantes y posibles sesgos, y por supuesto no solo es de naturaleza tcnica. La racionalidad se puede acotar en cierto modo por oposicin a explotacin incontrolada, aunque en actuaciones reguladas por la ley de la oferta y demanda acaba apareciendo una cierta racionalidad si las interferencias administrativas, polticas y culturales no la desvia en exceso.

    El uso racional del agua subterrnea tiene una base muy tcnica y utiliza herramientas que se van sofistican- do a medida que la explotacin se acerca a los recursos desarrollables. La herramienta base es la identificacin y cuantificacin detallada de los elementos del balance de agua (fig. 1).

    Esta explotacin racional no es un problema de solu- cin nica. Son mltiples las posibilidades, y no solo hay que elegir aquellas ms adecuadas a las circunstancias de un cierto tiempo, segn los conocimientos e informacin de que se disponga en cada momento, sino que se re- quiere adecuaciones progresivas a medida que evolucio- nen las circunstancias, demandas, prioridades y com- prensin de la situacin. As la calificacin de racional es ms adecuada que la de ptima, aunque la racionalidad

  • tienda a optimizzr. La optimizacin no es slo tcnica e hidrolgica sino tambin econmica, social, medioam- biental y poltica. La dificultad para cuantificar estos 1- timos aspectos hace que haya que conformarse con la ra- cionalidad, es decir, mediante actuaciones conformes al mejor entender, con los mejores conocimientos al uso, con la informacin disponible y bajo las restricciones de las circunstancias externas actuantes. Es importante des- tacar que la racionalidad va muy ligada a la adecuada, actualizada y no sesgada informacin sobre el comporta- miento del acufero en cuanto a tal y en sus relaciones con el exterior, y de las implicaciones econmicas, so- ciales y medioambientales. Esa racionalidad supone ade- cuacin a la evolucin y condiciones cambiantes.

    Los aspectos ligados a la demanda de agua en gene- ral se consideran como un condicionante impuesto a las actuaciones para poner a disposicin el agua, y el uso sostenible suele admitir tcitamente como que esas de- mandas vienen dadas. En la realidad esas demandas de agua, adems de rnal conocidas en el espacio y en el tiempo - sobretodo en el mundo agrario, que en Espaa supone la utilizacin del 80% de los recursos de agua dulce - se pueden llegar a modificar sin cambiar subs- tancialmente ni los niveles de vida ni las productividades agrcolas e industriales. La consideracin y adecuacin

    de la demanda de agua deberia ser parte de la utilizacin racional, gestin y planificacin del agua subterrnea. Normalmente se propende a motivar y forzar el ahorro de agua. Esto, que normalmente es una poltica de ges- tin correcta, suele ser un objetivo que se intenta univer- salizar, a modo de principio. No obstante hay circunstan- cias en que la racionalidad muestra que no siempre el ahorro es la solucin, y a veces es el inicio de problemas en otro lado, como cuando los excedentes de riego con aguas de otro origen - a veces no utilizables - son una parte importante de la recarga de un acufero.

    La utilizaqj-n racional de los recursos de agua, in- cluida el agua subterrnea, con el debido respeto a los derechos razonables existentes, al medio ambiente y'a las generaciones futuras, requiere una adecuada gestin, por personas e instituciones suficientemente preparadas, dentro de un marco econmico, social, poltico y moral suficiente, con sujecin a una planificacin bien realiza- da, flexible y socialmente aceptada y participada, con unos objetivos viables de proteccin del recurso agua y de la restauracin de los elementos del sistema, incluidos los acuferos. Se necesita adems un contexto de ordena- cin territorial que d contenido real a los objetivos de la gestin y provea los medios para que sea posible. Estos aspectos se desarrollarn ms adelante.

    Figura 1.- Identificacin de los elementos del balance hidrico del sistema acuifero del Bajo Llobregat (Barcelona) segn Iribar (1992), como la base de la modelacin del flujo :y de la contaminacin marina. El sistema se encuadra en el de recursos de la cuenca del rio Llobregat y cuencas vecinas in- terconectadas y esta influido por 108 canales de riego, transferencias de aguas, desagues y conductos de evacuacin de salmueras, los que condicionan para la racionalizacin de la utilizacin del sistema acuifero como fuente continua de suministro de reserva de emergencia.

    Figure 1 .- Scheme to identify the water balance components of the Lower Llobregat (Barcelona) aquifer system, after lribar (1992). It is the basis for modclling groundwater flow and marine intrusion. In order to rationalize its use as a water source for continuous supply and the more essential role of emergency reserve, the system has jo be integrated into that of the Llobregat river basin and other interconnected basins, taking into account irrigation canals, water transfers, outflows and pipes to take away the brines.

  • 3.- CARACTERSTICAS BSICAS DE LAS AGUAS SUBTERRNEAS Y DE LOS ACUFEROS

    3.1.- Aspectos generales

    Acufero es aquella formacin geolgica saturada de agua de la que puede retirarse naturalmente (manantia- les, caudal de base de nos) o artificialmente (pozo, gale- n a ~ ) caudales de agua de inters econmico en las cir- cunstancias locales. Se entiende por sistema acufero a un conjunto que contiene formaciones permeables satu- radas de agua (acuferos), los medios de baja permeabi- lidad que los separan (acuitardos) y los elementos de co- nexin con la superficie, delimitados de tal forma que hi- drulicamente funcionen como razonablemente separados de otros sistemas acuferos.

    Bajo el punto de vista hidrulico los sistemas acufe- ros contienen agua en los poros y fisuras de sus forma- ciones, que se mueve lentamente desde los lugares en que entra, donde se produce la recarga, hasta los lugares en que sale, donde se produce la descarga. El cociente entre el volumen de agua contenido en un dominio de- terminado y el flujo que penetra y sale por su contorno es el tiempo medio de renovacin del agua o tiempo medio de trnsito del agua. Puede variar desde meses para uni- dades pequeas muy permeables hasta miles de aos pa- ra grandes acuferos y para acuitardos.

    La recarga es el resultado de la penetracin profunda de parte de la precipitacin atmosfrica que penetra en el terreno lo suficiente para no ser evaporada ni transpira- da, as como de la infiltracin del agua de escorrentia su- perficial en los cauces y reas de inundacin cuando el nivel fretico est a un nivel inferior. La recarga es tam- bin el resultado artifical de la infiltracin profunda de excedentes de aguas de riego y las fugas de los elemen- tos y redes de abastecimiento de agua y saneamiento, adems de acciones intencionadas de recarga artificial. La recarga suele ocurrir sobre una gran parte del aflora- miento de un sistema acufero.

    La descarga se produce en los puntos topogrfica- mente bajos, bien sea de forma concentrada (manantiales discretos, lagunas), de forma lineal a lo largo de valles fluviales y orillas de lagos y del mar, o de forma difusa en reas de extensin variable (humedales), en las que la vegetacin tiene acceso directo al nivel fretico o donde se produce encharcamiento.

    Bajo el punto de vista de la salinidad y composicin qumica del agua subterrnea hay que tener presente que

    la recarga difusa originada por la precipitacin supone una concentracin evaporativa de las sales atmosfricas, que es tanto ms acentuada cuanto ms cerca se est de la costa, y sobretodo cuanto ms rido sea el clima. Esta recarga puede llegar a Ser agua salobre en condiciones li- torales ridas. A estos efectos se aade la accin agresi- va del dixido de carbono, que est enriquecido en el ai- re del suelo a causa de la descomposicin bacteriana de la materia orgnica del suelo y de la respiracin de la ve- getacin. Ese efecto agresivo supone la hidrlisis de los carbonatos y de los silicatos, con lo que el agua de re- carga aumenta su contenido en carbono inorgnico di- suelto y en los cationes caractersticos de la roca que ha dado origen al suelo. Adems, la disponibilidad de ox- geno hace que minerales en estado reducido se oxiden. Aunque estos procesos son qumicamente complejos, son relativamente bien conocidos. El resultado es que la recarga al sistema acufero lleva una marca climtica y una marca litolgica, en general con una notable mayor mineralizacin que la lluvia que la origin. Algo similar sucede con la recarga a travs de excedentes de riego, en cuyo caso la composicin del agua aplicada y la dosis de riego tienen un papel importante en el resultado final.

    Comunmente los terrenos naturales carecen de sales altamente solubles pues el proceso continuado de lixi- viado por la circulacin de agua subterrnea las ha eli- minado previamente. As, el flujo subterrneo de las aguas subterrneas desde las reas de recarga hasta las de descarga no modifica subtancialmente la composicin qumica del agua de recarga en sistemas de relativa rpi- da renovacin. Hay excepciones notables cuando las for- maciones contienen sales evaporitas an no disueltas, co- mo yesos y anhidritas o sales halogenadas, como en ya- cimientos de sal o en terrenos formados en lagos terminales salinos, o como cuando como consecuencia de situaciones naturales especiales o antrpicas (mineria) el oxgeno penetra en terrenos ricos en sulfuros y produ- ce sulfatos solubles. Otras situaciones especiales se pro- ducen cuando a travs del terreno se difunde dioxido de carbono desde formaciones profundas, lo que comunica a las aguas subterrneas una gran capacidad de alterar minerales y aumentar la mineralizacin.

    Las porciones de mayor tiempo de renovacin de los sistemas acuferos, que a veces es de decenas de miles de aos, pueden contener aguas salinas, saladas y an sal- mueras. El origen puede ser aguas marinas antiguas an no desplazadas, el resultado de tiempos de contacto muy prolongados del agua con la roca en un medio casi esta- cionario y de alta temperatura, o la consecuencia de la in- filtracin de salmueras densas desde la superficie. El len-

  • to desplazamiento de esas aguas salinas, natural o acre- centado artificialmente, puede dar origen a salinizacin de partes del sistema acufero y a manantiales por los que mana agua de alta mineralizacin.

    En el medio silibterrneo existe cierta actividad biol- gica, incluso en condiciones extremas de salinidad, tem- peratura y presin. As se producen acciones catalticas sobre reacciones qumicas que de otro modo seran muy lentas. Esta actividad biolgica es intensa en el suelo, donde las transformaciones son ms importantes, pero tambin se producen significativamente en el resto del medio no saturado y en el propio acufero si el desarro- llo de microorganiismos es suficiente, es decir, si hay nu- trientes, las condiiciones ambientales son las adecuadas, se eliminan los productos del metabolismo y no existen inhibidores. La movilidad de estos microorganismos es pequea, en general mucho menor que la de la propia agua subterrnea.

    El medio subterrneo es inhspito para los grmenes patgenos y no ciontiene organismos que sustenten la multiplicacin de ],os virus. As existe una tasa realtiva- mente rpida de desaparicin de grmenes y virus. Solo perviven y se reproducen donde hay circunstancias espe- ciales, como en el entorno de pozos contaminados.

    La pequeez de. los canalculos por los que circula el agua hace que el itransporte de masa se reduzca a las substancias disueltas y ciertos coloides, y as el agua ca- rece de turbidez, excepto por defecto de funcionamiento de las captaciones cuando existen conductos grandes en el caso de rocas solubles (karst) o con amplias fracturas.

    El conocimiento de todos estos aspectos, su modela- cin conceptual, la cuantificacin y en su caso la mode- lacin numrica del flujo del agua subterrnea y del transporte de solutos considerando su interaccin con el medio, forman la base de la utilizacin racional de las aguas subterrneas.

    Los mtodos es,tan descritos en numerosos textos (Todd, 1976; Davis y de Wiest, 1965; Custodio y Lla- mas, 1983; Freeze aind Cherry, 1979; de Marsily, 1986; Domenico, 1972, entre otros muchos), en textos especia- lizados y en artculos de sntesis y revisin, que no se van a enumerar aqu. Estos mtodos incluyen numerosos as- pectos hidrodinmicos, geohidroqumicos, isotpicos ambientales y numricos, adems de los econmicos, le- gislativos, sociales y polticos. Unos son de valor uni- versal y slo deben aplicarse a las circunstancias de cada problema y otros tienen una base local importante. No se

    van a describir aqu y en lo que sigue solo se comentarn aspectos de inters para tratar de alcanzar una utilizacin racional de los recursos de agua subterrnea.

    La consideracin de los recursos de agua de los acu- feros, que tienen carcter difuso, con la de otras fuentes, que son puntuales o lineales, supone que los acuferos deben integrarse discretizados en el espacio y en el tiem- po segn las tcnicas habituales de modelacin (ver la revisin de modelos en Quercia, 1993) o con solo la dis- cretizacin espacial mediante el mtodo de los autovalo- res (Sahuquillo, 1990; Sahuquillo y Andreu, 1987; Sahu- quillo et al., 1989). Estos aspectos y las tcnicas corres- pondientes se desarrollan en Andreu (1993).

    3.2.- Los acuferos costeros

    El hecho de que el agua marina sea algo ms densa que el agua dulce hace que el agua salada tienda a ocu- par una posicin inferior dentro del acufero (cua de agua salada), sobre la que desliza el agua dulce hacia el lugar de su descarga al mar, bien sea en la costa o a cier- ta profundidad. Esta circunstancia limita la penetracin de la cua de agua marina, fija la profundidad del agua salada y mantiene el espesor de la zona de trnsito entre el agua dulce y el agua marina (zona de mezcla). Estos son los papeles de la descarga subterrnea de agua dulce al mar. Ubicando las captaciones suficientemente retira- das de la costa o limitando su penetracin en el medio es posible captar agua dulce o slo ligeramente salinizada.

    Los principios que regulan las relaciones agua dulce- agua salada en los acuferos costeros se derivan del prin- cipo de Ghijben-Herzberg. Su aplicacin no puede ha- cerse de forma simplista (Bear, 1979; Custodio y Brug- geman, 1987; Falkland y Custodio, 1992; Custodio y Llamas, 1983, Secc. 13), sino considerando las circuns- tancias de cada caso, tales como las caractersticas regio- nales y locales del acufero, el flujo de agua dulce, las fluctuaciones potenciomtricas debidas a la marea, re- carga y explotacin, el rgimen e intensidad de la explo- tacin, la distribucin y localizacin y caractersticas de los pozos, y la existencia de formaciones y porciones ocupadas por agua salina y salobre.

    El flujo de agua dulce continental que descarga en la costa juega el doble papel de determinar la posicin de la zona de mezcla y de mantener su espesor ante las ac- ciones que favorecen la dispersin. Estos aspectos son esenciales para la utilizacin racional de los acuferos costeros.

  • 3.3.- La calidad de las aguas subterrneas: polucin y contaminacin

    Se denomina polucin a las acciones antrpicas que introducen en el medio - en este caso el medio subterr- neo - variaciones y substancias que pueden suponer una degradacin de la calidad fsica, organolptica, qumica, radioactiva o biolgica del agua. La contaminacin es el resultado de la polucin. La contaminacin por causas an- trpicas puede ser artificial - consecuencia de la introduc- cin de substancias o de calor - o inducida - consecuencia de los cambios potenciomtricos que posibilitan la incor- poracin de aguas salinas o contaminadas o la solubiliza- cin de substancias del terreno. El paso natural del agua por formaciones capaces de liberar sales rpidamente o el lavado de interfaces con masas de agua salina, por ejem- plo en los acuferos costeros, produce tambin una degra-

    dacin a la que se la puede llamar contaminacin natural. La contaminacin de acuferos muy frecuentemente se origina fuera de los mismos, en el suelo y en el medio no saturado, por lo que su consideracin es esencial para la utilizacin racional de las aguas subterrneas.

    Los posibles contaminantes son muy diversos y tie- nen distintos comportamientos. Tambin las posibles fuentes de cdntaminacin son muy diversas. Una posible relacin de importancia para considerar la utilizacin ra- cional de las aguas subterrneas es:

    - del medio geolgico (sales, aguas salinas, cambios redox)

    - por desplazamiento de fluidos naturales, incluyendo la intrusin marina

    - por va area (aerosoles, compuestos voltiles)

    i- d

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    / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / impermeable

    Figura 2.- Contaminacin puntual de un acufeo fretico, con paso por la zona no saturada y formacin de un penacho local interestratificado en el me- dio saturado.

    Figure 2.- Point contamination of a water table aquifer showing the penetration through the unsaturated zone and the formation of a local, stratified plume in the saturated zone.

  • actividades agrarias (retornos de riego, lixiviado de agroqumicos) por actividades agropecuarias de infiltracin de aguas de ros, canales o drenes por lixiviado de acumulaciones, escombreras, basu- reros y vertedaros por vertidos lquidos y fugas de tuberas, depsitos y alcantarillados asociadas al transporte (derrames en accidente, en manipulacin) por cambios en el uso del territorio (en la recarga y del potencial redox) a causa de la captacin de agua subterrnea (cambios potenciomtricos) por perforaciones, excavaciones y reconocimientos

    (interconexiones) - asociada a subsidencia y colapsamientos (ms fcil

    acceso de otras aguas) - por inyeccin

    La polucin, y la contaminacin que origina, es pun- tual cuando la fuente est concentrada sobre una peque- a superficie o se trata de una perforacin o pozo (fig. 2), o bien difusa (fig. 3) cuando el contaminante se extiende - aunque sea a pequea concentracin - sobre una gran superficie, como es el caso de reas extensas de regado o urbanas, o es transportado por va atmosfrica. Los efectos de las contaminaciones puntuales y de las difusas pueden ser muy diferentes, as como las acciones de con- trol, rehabilitacin y proteccin. En general las contami-

    Figura 3.- Contaminacin difusa por aporte de polucionante agrcola distribuido sobre la superficie del terreno. El contaminante penetra lentamente por la zona no saturada (no indicado) y luego va ocupando progresivamente la parte superior del medio saturado (punteado ms intenso), afectando por mezcla a pozos y manantiales. Los grficos indican cualitativamente la evolucin temporal de las concenhaciones de contaminante.

    Figure 3.- Diffusive contam,ination by an agricultural pollutant distributed on the land surface. The contaminant slowly penetrates through the unsatu- rated zone (not shown) and aftenvards progressivelly occupies the upper part of the saturated zone (darker points), thus affecting by mixing the wells and springs. The inset plots show the time evolution of contaminant concentration.

  • naciones puntuales dan origen a concentraciones eleva- das localizadas en penachos, y las difusas tienden a cre- ar una estratificacin regionalizada, de modo que los ma- nantiales y pozos suficientemente penetrantes producen una mezcla de agua contaminada y no contaminada, en proporciones crecientes en el tiempo.

    El contaminante puede acceder al acufero (medio sa- turado) a travs del medio no saturado, o bien directa- mente (donde el nivel fretico aflora, en una excavacin, mediante un pozo) o a consecuencia de la existencia de pozos y sondeos (a lo largo de la separacin entubacin- perforacin; por cortocircuito entre zonas filtrantes; por tramos corrodos, no estancos o mal soldados). El paso por el medio no saturado es el que ofrece las mayores po- sibilidades de fenmenos de interacin que diluyen y re- trasan a los contaminantes, sobre todo cuando existe sue- lo. La eliminacin del suelo o su alteracin puede ser una importante prdida de proteccin.

    En su movimiento por el terreno, desde el momento de la infiltracin, los contaminantes sufren una serie pro- cesos fsicos (difusin hacia poros semicerrados y por- ciones de baja permeabilidad, dispersin hidrodinmica y filtracin mecnica), procesos qumicos (formacin de complejos inicos, quelatacin de metales con materia orgnica, reacciones de adsorcin y de cambio inico, precipitacin y coprecipitacin, quimisorcin y reaccio- nes redox) y procesos biolgicos (sntesis celular, degra- dacin aerobia y anaerobia e inactivacin de virus y muerte de bacterias).

    Para un contaminante conservativo en el agua, el tiempo de llegada de un contaminante que penetra ms o menos puntualmente por la superficie del terreno hasta un pozo es la suma del tiempo de trnsito por el medio no saturado ms el de circulacin por el medio saturado, cu- ya estimacin elemental es relativamente sencilla (Cus- todio, 1994).

    En un acufero sometido a contaminacin difusa so- bre toda su superficie, que recibe una recarga que iguala a la descarga (rgimen permanente), la contaminacin del acufero se iniciar cuando llegue el contaminante al nivel fretico. La contaminacin de un manantial o pozo se realizar progresivamente, a medida que el estrato su- perior contaminado aumente de potencia, con una evolu- cin de tipo exponencial decreciente (Custodio, 1994).

    La interaccin del contaminante con el terreno (ad- sorcin, cambio inico, difusin a espacios semicerrados, retencin capilar en fase separada) supone un retraso en

    el movimiento y un paso con una larga cola de restitucin. Ese efecto puede medirse elementalmente mediante el co- eficiente de retardo, que es funcin de como se reparte el soluto entre el slido y el lquido. Es algo muy variable de una substancia a otra y de un medio a otro. Para muchas substancias orgnicas, virus y bacterias es proporcional a la superficie especfica (superficielunidad de volumen) del medio, y en el suelo edfico el efecto de sorcin do- minante lo produce la materia orgnica slida presente.

    La descripcin matemtica del transporte de conta- minante se puede hacer mediante la ecuacin del flujo y la ecuacin del transporte de masa en el acufero (Freeze and Cherry, 1979; Custodio y Llamas, 1983).

    La situacin del foco polucionante, forma de polu- cin y naturaleza de la contaminacin, junto a las hete- rogeneidades del terreno, hacen que cada caso real tenga sus peculiaridades en cuanto a la propagacin de la con- taminacin intensidad de contaminacin y resultados de la observacin.

    Una fuente de contaminacin temporal o accidental produce un pulso de aporte de corta duracin, que llega con tanto ms retraso cuanto mayor sea la interaccin con el terreno. Tras la desaparicin de la misma la con- taminacin persiste en el acufero un cierto tiempo, por lo menos igual al de renovacin del agua de la porcin afectada, en general mayor a causa de la dispersin del flujo y difusin a zonas semiestancadas, y an mayor si hay retraso en el movimiento. En el caso de substancias degradables o desintegrables este mayor tiempo de resi- dencia es un factor favorable a la descontaminacin. En el caso de que el contaminante sea un fluido distinto del agua y no miscible con ella, como hidrocarburos o disol- ventes orgnicos, se forma una fase separada que se in- filtra y circula dejando un penacho con fase inmvil re- tenida por fuerzas capilares (saturacin irreductible).

    Contaminacin salina es la situacin por la que un agua dulce incorpora sales hasta concentraciones que su- peran determinados lmites. Pero un agua salina extraida de un acufero no es necesariamente un agua inicialmen- te dulce a la que se ha aadido sales por disolucin o por mezcla con otra agua ms salina, sino que puede serlo originariamente, como ciertos retornos de riego o la re- carga natural en reas ridas y prximas a la costa (Cus- todio; 1993~).

    Los orgenes de la salinidad son muy diversos, y va- rios de ellos pueden estar simultneamente presentes (Custodio, 1994a,c):

  • - Penetracin de agua marina moderna. - Existencia de agua marina antigua no expulsada por

    flujo muy lento o falta de gradiente hidrulico en for- maciones poco permeables.

    - Aspersin marina en franjas ventosas prximas al li- toral.

    - Concentracin del agua de lluvia por evaporacin en la superficie del terreno o en la parte superior del sue- lo, cuando el cllima es rido.

    - Evaporacin del agua subterrnea en zonas de des- carga encharcadizas (humedales) sometidas a intensa

    , evaporacin. - Disolucin de sales evaporitas existentes en las for-

    maciones acuferas, que ms comnmente son yesos y las sales asociadas.

    - Desplazamiento de agua subterrnea salina existente en ciertas formaciones profundas, naturalmente o in- ducida por la explotacin.

    - Infiltracin de excedentes de riego en clima rido o cuando se utilizan aguas con elevada salinidad.

    - Procesos industriales, mineros y de deshielo que pro- ducen salinidad.

    La contaminacin marina se refiere a aquellos proce- sos de salinizacin en los que las sales proceden directa- mente las contenidas en el agua del mar.

    La contaminacin inducida por la explotacin no s- lo hace referencia a las consecuencias de la explotacin en s sino tambin a las que se derivan de la existencia de captaciones, se usen o no. Un aspecto especial de esta contaminacin es la que se deriva de las captaciones que por diversas causas resultan abandonadas. Son un acceso fcil y directo desde la superficie al acufero y una inter- conexin de formaciones en el terreno. Otro tanto cabe decir de los sondeos de observacin. La utilizacin ra- cional de las aguas subterrneas debe considerar la obtu- racin de esas vias de acceso y la provisin de aisla- mientos.

    La fuente puede ser tambin continuada, como el ca- so de una fuga persistente o el vertido en un campo de in- filtracin o un pozo, o intermitente. La agricultura es una fuente intermitente, aunque el retraso y amortiguacin de paso por el medio no saturado la suele convertir en una fuente continuada para el acufero.

    3.4.- Vulnerabilidad (de los acuferos

    El concepto de vu1:nerabilidad hace referencia a la po- sibilidad de que un sistema sufra efectos indeseable co-

    mo consecuencia de acciones exteriores. No implica que se produzca realmente perjuicio ni expresa la cantidad de dao sufrible, ni dice que se est en el momento presen- te en tal o cual condicin. Esto ltimo es la descripcin o medida del estado actual, que es el objeto del concepto de riesgo. Sin embargo, los conceptos de vulnerabilidad y riesgo no siempre estn netamente diferenciados. Estos conceptos expresan propiedades estables del sistema, no temporales (en tanto que el sistema no cambie), y deben por tanto expresarse en funcin de variables de estado o caractersticas del sistema. Por otro lado, el riesgo adi- ciona a estas propiedades del sistema las de acciones ex- teriores (variables de decisin), que son temporales y cambian de un momento a otro. La vulnerabilidad se re- fiere a una cierta accin o forma de accin, aunque no a su intensidad, oportunidad y aplicacin, las cuales con- forman el riesgo.

    Estos conceptos son aplicables a un sistema de recur- sos hdricos y a los recursos de agua subterrnea. Con respecto a estos ltimos se puede hablar de la vulnerabi- lidad y del riesgo asociados a la sequa, a la extraccin in- tensiva de agua y a la degracin de la calidad del agua por cambios en la temperatura, salinidad o introduccin de ciertos componentes, entre otros. Este ltimo aspecto es el ms frecuentemente aludido, y con frecuencia se so- breentiende cuando se habla de vulnerabilidad. Frecuen- temente la degradacin de la calidad es a consecuencia de la introduccin en el medio subterrneo de substancias o propiedades resultantes de la actividad humana, y por ello se habla de vulnerabilidad a la polucin y por exten- sin a la contaminacin. No depende de cual sea el esta- do real de calidad y contaminacin del acufero.

    Comienza a hablarse de vulnerabilidad de los acufe- ros hacia 1970 (Albinet y Margat, 1970), aunque su uso no adquiere cierta difusin hasta principios de la dcada de 1980. En general se sobreentiende que vulnerabilidad hace referencia a la calidad del agua y concretamente a la incorporacin al agua subterrnea de substancias nocivas para la salud (vulnerabilidad a la polucin), cuando esos polucionantes se depositan sobre la superficie del terreno sobre un territorio extenso (polucin difusa). Por lo tanto no hace referencia a sucesos puntuales. En otros casos ca- be considerar con igual importancia la vulnerabilidad a la merma en la cantidad, por ejemplo a la prdida de recur- sos ante una sequa o una explotacin intensiva, o a la sa- linizacin.

    No existe an ninguna definicin satisfactoria y uni- versalmente admitida de vulnerabilidad de los acuferos (Vrba, 1991; Duijvenbooden y Waegeningh, 1967), lo

  • cual no ha impedido la vulgarizacin del trmino, aun- La evaluacin de la vulnerabilidad a la polucin refe- que con una indefinicin manifiesta y un frecuente uso rida a una substancia conservativa es poco realista para incorrecto. Se trata de definir algo que sea una propiedad muchas otros tipos de substancias. Si se considera una del acufero y sus circunstancias e independiente del po- substancia de degradabilidad media, si es que se puede lucionante concreto y de su cantidad y concentracin. La definir, el resultado no vale para polucionantes conser- vulnerabilidad a la salinizacin y contaminacin puede vativos. De ah que se hable de vulnerabilidad especfica asociarse a la susceptibilidad de que la calidad del agua a la polucin, agrupando los posibles polucionantes en subterrnea puede ser alterada negativamente como con- grandes grupos con una amplia base en comn (conser- secuencia de actividades humanas, tanto para su uso ac- vativos, orgnicos degradables, orgnicos poco degrada- tual como futuro previsible. Mide en cierta forma la in- bles, microbiolgicos, metales pesados, ...), ya que en capacidad del medio para hacer frente, espacial y tempo- general no es posible considerar cada substancia polu- ralmente, a las consecuencias indeseables de esas cionante presente, dado el muy elevado nmero de ellas. actividades, y para restaurar la situacin primitiva, natu- Segn la naturaleza del medio, un polucionante determi- ralmente o con ayuda de medios artificiales. La conside- nado puede estar en un grupo o otro. Carbonell et al. racin de cada polucionante individualmente, su canti- (1993) aclaran esta situacin anterior llamado vulnerabi- dad, modo de aplicacin y toxicidad conforma el riesgo lidad especfica a la que hace referencia a un contami- a la contaminacin (de que se alcancen ciertas concen- nante, clase de contaminante o actividad especfica, y traciones). De todos modos es un concepto til para con- vulnerabiliad intrnseca a aquella en cuya definicin no dicionar la utilizacin racional de las aguas subterrneas se considera ni los atributos ni el comportamiento de en el contexto del uso del territorio. contaminantes especficos.

    Los principios bsicos, metodologa y aspectos prc- La gradacin de la vulnerabilidad, si se cuantifica o ticos de la vulnerabilidad de los acuferos a la polucin categoriza, es apta para cartografa (Civita, 1994). Es al- se analizan con detalle en Carbonell et al. (1993) y en go til para la ordenacin territorial, a nivel de gestor no

    I Foster e Hirata (1991). Dos de los mtodos para indexar experto en hidrologa, si existe una clara leyenda y se in- la vulnerabilidad son los llamados DRASTIC (Aller et dican claramente las limitaciones y orienta la utilizacin al., 1987) y GOD (Foster, 1987; Foster e Hirata, 1992; racional de las aguas subterrneas. Sin embargo, los Adams y Foster, 1992). cambios en las condiciones de explotacin de un acufe-

    ro pueden modificar las condiciones de flujo del agua El concepto de tiempo de transferencia de un conta- subterrnea y, por lo tanto, las gradaciones de vulnerabi-

    minante desde la superficie al acufero no forma parte de lidad, de modo que un mapa de vulnerabilidad no es una lo que normalmente se considera vulnerabilidad a la po- cartografa permamente. lucin sino que es algo ms bien ligado al riesgo, ya que condicionan las concentraciones que se alcanzarn. Un largo tiempo de transferencia no significa ninguna pro- 4.- ASPECTOS DE LA UTILIZACIN DE LAS teccin absoluta sino slo un diferimiento del problema. AGUAS SUBTERRNEAS QUECONFIGURAN SU Ante una contaminacin de una substancia no degrada- UTILIZACIN RACIONAL ble, un mayor tiempo de transferencia slo aporta dilu- cin, tanto mayor cuanto ms dispersivo sea el medio. Pero esa dilucin supone afectar a volumen grande de 4.1.- Generalidades agua subterrnea, que as pasar a tener un contenido ex- trao, con frecuencia indeseable an a muy bajas con- En el uso del agua subterrnea existen ventajas y des- centraciones. Por ello, atribuir un ndice de baja vulnera- ventajas, como en cualquier actividad humana. Cmo bilidad en funcin de un largo tiempo de recorrido es po- debe realizarse una actividad es un compromiso entre los co recomendable, y por supuesto puede dar origen a beneficios y costes (o daos), lo cual no es un simple cl- malas decisiones de gestin cuando los que las toman no culo matemtico sino un complejo mundo de considera- son expertos en hidrologa subterrnea. No obstante, una ciones tcnicas, econmicas, sociales, polticas y ticas, llegada rpida del contaminante limita la posibilidad de y donde son frecuentes los errores por insuficiente cono- atenuacin y no deja tiempo para introducir medidas co- cimiento, visin parcial del problema, intereses creados, rrectoras. Una notable retencin, que retrasa la penetra- prepotencia y corrupcin, entre otros. Este comn deno- cin, conlleva una lenta recuperacin, salvo que la de- minador de la actividad humana no es razn para no ac- gradabilidad sea elevada. tuar, pues hay demandas sociales ineludibles, en este ca-

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