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Algunas características estructurales de las glándulas de Meibomio M. Alvarez-Morujo * RESUMEN Se realiza un estudio morfológico de las glándulas de Meibomio con microscopía óptica y microscopía electrónica de barrido, viendo diferencias estructurales entre las glándulas, tanto desde el punto de vista de su armazón conectivo, como de sus adenómeras y colectores. Introducción Las glándulas de Meibomio, situa- das en el párpado, están dispuestas en forma de racimo y colocadas unas al lado de otras en sentido perpendicular al borde de donde drenan. Su número aproximado es de treinta en el párpado superior y de veinticinco en el inferior. Su inclinación tiene ligeras variantes, sin embargo las de la parte media se han considerado como virtualmente perpendiculares y cón- cavas en su llegada al borde libre del párpado. Su estructura es muy simple. Se componen de un tubo excretor que se abre en el borde del párpado, mientras que en el lado opuesto la glándula se dicotomiza en pequeños canales que se dirigen hacia el adenómero al cual pertenecen. * Dpto. de Oftalmología. Clínica Universitaria. 21 Facultad de Medicina. Universidad de Nava- rra. Pamplona. Estas glándulas son de tipo holocri- no que se agrupan alrededor del con- ducto principal, en sentido radial. Tal descripción es, generalmente, la más admitida; tanto por los antiguos autores como por los modernos. Pare- ce ser que fue Caserios el primero que las describió en 1906. Pero quien hizo principal hincapié sobre ellas fue Mei- bomio (1966). De estos autores antiguos fue Berres (1837) quien hizo la descripción que se e?-cuentra, más modernamente, en los hbros que tratan sobre ellas; como se ve desde Bourgery y Bernard( 1866) hasta los más modernos como son Lauber (1936) y Bargman (1968) 2 Sin embargo dentro de estas des- cripciones tan simples que se han he- cho de la morfologia de estas glándulas, pueden verne en ellas tanto en orden submacroscópico como en el ultrami- croscópico, modalidades y variedades que hacen distintos a estos adenómeros. Material y método Se han estudiado, principalmente en este trabajo, párpados de toro, pero también de perro y cabra. Tal estudio ha tenido diversas proyecciones. Unas veces se ha hecho la observación de tales glándulas con aumentos peque- ños y en cortes seriados. Y en otros ha sido mediante la repleción de las cavi- dades glandulares con una solución de celoidina en acetona al 2 %, seguido, como es natural, de posterior corro- s10n, las cuales, una vez corroidas y obtenido su molde, se han observado con el microscopio electrónico de ba- rrido con aumentos que varian según las circunstancias. Hallazgos Las caracteristicas que ofrece la morfologia de la glándula de Meibo- mio, son variables, tanto en las obser- vaciones efectuadas con lupa, como las que se han realizado con el micros- copio electrónico de barrido. Así vemos, en la primera prepara- ción (Fig. 1-A) la presencia de una glándula que está limitada por dos fuertes arbotantes de colágeno, de los cuales salen tabiques diversos que dan lugar a que se forme el esqueleto de sostén de los distintos adenómeros. El conducto excretor ofrece una ampolla o dilatación de aspecto navi- cular que es receptor común de toda la glándula. Sin embargo, en los adenó- meros de la cúpula de dicha glándula se asocian unos con otros antes de llegar al tubo excretor. En cada uno de los tubos y en general en todos los tabiques hay diferencias de grosor. En otra preparación (Fig. 1-B) se ven dos glándulas vecinas que ofrecen entre ellas diferentes disposiciones. En una el tubo de drenaje asciende hasta la parte más alta del conjunto glandu- lar, en la otra se aprecia que mientras en unos lugares es fácil el drenaje por la abertura que ofrece el tubo, en otros tal elemento es estrecho. REVISTA DE MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA - VOL XXX - N.º 4 - OCTUBRE-DICIEMBRE 223

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Page 1: Algunas características estructurales de las glándulas de

Algunas características estructurales de las glándulas de Meibomio M. Alvarez-Morujo *

RESUMEN Se realiza un estudio morfológico

de las glándulas de Meibomio con microscopía óptica y microscopía electrónica de barrido, viendo diferencias estructurales entre las glándulas, tanto desde el punto de vista de su armazón conectivo, como de sus adenómeras y colectores.

Introducción

Las glándulas de Meibomio, situa-das en el párpado, están dispuestas en forma de racimo y colocadas unas al lado de otras en sentido perpendicular al borde de donde drenan.

Su número aproximado es de treinta en el párpado superior y de veinticinco en el inferior. Su inclinación tiene ligeras variantes, sin embargo las de la parte media se han considerado como virtualmente perpendiculares y cón-cavas en su llegada al borde libre del párpado.

Su estructura es muy simple. Se componen de un tubo excretor que se abre en el borde del párpado, mientras que en el lado opuesto la glándula se dicotomiza en pequeños canales que se dirigen hacia el adenómero al cual pertenecen.

* Dpto. de Oftalmología. Clínica Universitaria.

21

Facultad de Medicina. Universidad de Nava-rra. Pamplona.

Estas glándulas son de tipo holocri-no que se agrupan alrededor del con-ducto principal, en sentido radial.

Tal descripción es, generalmente, la más admitida; tanto por los antiguos autores como por los modernos. Pare-ce ser que fue Caserios el primero que las describió en 1906. Pero quien hizo principal hincapié sobre ellas fue Mei-bomio (1966).

De estos autores antiguos fue Berres (1837) quien hizo la descripción que se e?-cuentra, más modernamente, en los hbros que tratan sobre ellas; como se ve desde Bourgery y Bernard( 1866) hasta los más modernos como son Lauber (1936) y Bargman (1968) 2 •

Sin embargo dentro de estas des-cripciones tan simples que se han he-cho de la morfologia de estas glándulas, pueden verne en ellas tanto en orden submacroscópico como en el ultrami-croscópico, modalidades y variedades que hacen distintos a estos adenómeros.

Material y método

Se han estudiado, principalmente en este trabajo, párpados de toro, pero también de perro y cabra. Tal estudio ha tenido diversas proyecciones. Unas veces se ha hecho la observación de tales glándulas con aumentos peque-ños y en cortes seriados. Y en otros ha sido mediante la repleción de las cavi-dades glandulares con una solución de celoidina en acetona al 2 %, seguido, como es natural, de posterior corro-

s10n, las cuales, una vez corroidas y obtenido su molde, se han observado con el microscopio electrónico de ba-rrido con aumentos que varian según las circunstancias.

Hallazgos

Las caracteristicas que ofrece la morfologia de la glándula de Meibo-mio, son variables, tanto en las obser-vaciones efectuadas con lupa, como las que se han realizado con el micros-copio electrónico de barrido.

Así vemos, en la primera prepara-ción (Fig. 1-A) la presencia de una glándula que está limitada por dos fuertes arbotantes de colágeno, de los cuales salen tabiques diversos que dan lugar a que se forme el esqueleto de sostén de los distintos adenómeros.

El conducto excretor ofrece una ampolla o dilatación de aspecto navi-cular que es receptor común de toda la glándula. Sin embargo, en los adenó-meros de la cúpula de dicha glándula se asocian unos con otros antes de llegar al tubo excretor. En cada uno de los tubos y en general en todos los tabiques hay diferencias de grosor.

En otra preparación (Fig. 1-B) se ven dos glándulas vecinas que ofrecen entre ellas diferentes disposiciones. En una el tubo de drenaje asciende hasta la parte más alta del conjunto glandu-lar, en la otra se aprecia que mientras en unos lugares es fácil el drenaje por la abertura que ofrece el tubo, en otros tal elemento es estrecho.

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Page 2: Algunas características estructurales de las glándulas de

Fig. ! .-Glándulas limitadas por armazón de colágeno.

Fig. 2.-Diversas formas de las cavidades.

Fig. 3.-Adenómeras y tubos de drenaje.

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Page 3: Algunas características estructurales de las glándulas de

Fig. 4.-Adenómeras, lagunas y vasos.

Fig. 5.-Diferentes formas de las glándulas y túbulos.

Fig. 6.-Tubos anastomóticos de las adenómeras.

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Page 4: Algunas características estructurales de las glándulas de

En la siguiente preparación (Fig. 1-C), que está tomada en sentido trans-versal todo el conjunto glandular, los tabiques de separación de las diferen-tes adenómeras están colocados en sentido oblicuo con aberturas donde se comunican unas adenómeras con otras hasta llegar al conducto colector cen-tral, que tampoco es tan uniforme como en los casos anteriores.

En la última preparación de esta figura (Fig. 1-D) se aprecia que la trama de separación de las adenóme-ras es distinta en cuanto a la forma y grosor entre ellos.

En otra figura, donde las adenóme-ras están cortadas de través, se ven distintas maneras de colocarse estas cavidades (Fig. 2 A-B-C y D). I{ay una (A), donde los tabiques de separa-ción no están completos y quedan entre sí comunicaciones entre cavida-des. Otra (B), donde los tabiques de separación son muy variables en cuan-to a su trayecto. Otras (C), en los cuales la trama interna de ias adenó-meras es incompleta. Mientras que en las de la última preparación (D), las celdas están muy bien limitadas por tabiques relativamente gruesos.

Cuando la visión de estas prepara-ciones se efectúa con repleción y pos-terior corrosión, los moldes que re-sultan son también variables de unos lugares a otros.

Así vemos la preparación(Fig. 3-A) donde alternan bolsas correspondien-tes a adenómeras inyectados y tubos de drenaje. Las bolsas (adenómeras) están colocadas a niveles diferentes. También se aprecia que muchas de estas bolsas están unidas entre sí dando lugar a que se fonnen conjuntos que resultan de apiñarse unas y otras.

En las preparaciones tomadas a mayor aumento se observa que estas bolsas (Fig. 3-B) muestran muchos pliegues en su superficie, lo que quiere demostrar que dichos recipientes son

capaces de contraerse y dilatarse, con-tribuyendo de esta forma al quinetismo del adenómero.

En otras ocasiones, los lóbulos es-tán muy disociados (Fig. 3-C); están unidos entre sí por tubos largos y no regulares.

Por último, vemos en este tipo de preparación bolsas saciformes unidas por sus extremos como otra modalidad más de las .adenómeras (Fig. 3-D). Vistas estas repleciones con el micros-copio electrónico de barrido, se apre-cian datos más complejos en la consti-tución de estas glándulas.

Puede verse (Fig. '4-A y B) la exhi-bición de acúmulos de pequeñas esfe-ras unidas entre sí con aspecto de racim'o como queriendo demostrar que las adenómeras no se presentan como una única cavidad, sino como la suma de pequeñas cavidades anastomosadas.

En otra ocasión (Fig. 4-C y D) junto con las lagunas que hay (grandes y pequeñas), existen también vasos co-municantes entre ellas. Estos vasos son muy tortuosos y en algunas oca-siones presentan dilataciones laterales.

Vistos estos recipientes a mayor tamaño, se observa que hay unos que

. se presentan como sacos ovoideos con prolongaciones laterales (Fig. 5-A), los cuales están rodeados de tubos que presentan diámetros distintos de unos lados a otros. Otras veces (Fig. 5-B) aparecen como lagunas irregulares so-litarias que tienen a su alrededor finos vasos que las circundan, que unas veces están contactando con ellas · mientras que otras son independientes. También pueden aparecer tubos de drenaje que están rodeados a su vez de tubos acintados que se colocan con una dirección en espiral (Fig. 5-C). Y por último, existen entre estos reci-pientes algunos con gran cantidad de pliegues que dan el aspecto de una

'concha (Fig. 5-D).

En estas glándulas se ha visto me-diante la repleción y posterior corro-sión, diversos modelos de formas y tamaño entre los tubos anastomóticos que aparecen entre las diferentes ade-nómeras (Fig. 6 A-B-C y D) .

Comentarios y conclusiones

Se ha visto en las diversas prepara-ciones que hemos presentado de las glándulas de Meibomio, la presencia de bolsas y tubos de drenaje con variedad de forma y disposición. Estas observaciones se han efectuado de una manera directa y por medio de una lupa, así como con la repleción de sus cavidades; las cuales se han visto con el microscopio electrónico de barrido. Las formas encontradas son muy dis-tintas entre ellos, lo que hace suponer que tales variedades pueden ser moti-vadas por dos causas: una, que la morfología de tales elementos varíe de una a otra glándula; la otra, es que estas distintas modalidades estén oca-sionadas por los distintos momentos de su función, que como es lógico puede variar.

También en el armazón de su esque-leto conectivo estas glándulas ofrecen diferencias, lo que viene a confirmar que existen diversas modalidades en-tre las distintas estructuras que tienen estas glándulas.

Bibliografía

l. Lauber M. Das Auge. Handbuch der Mi-croscopichen Anatomie des Menschen. Springer, Berlín 1936, vol. III.

2. Bargmann W. Histologia y Anatomía Mi-croscópica Humana. Traducción Española. Labor, Barcelona 1968.

3. Anatomía e Histologia del Ojo. Saraux M. Masson, Paris 1985 .

STRUCTURAL CHARACTERISTICS OF MEIBOMIAN GLANDS

Summary A morphological study of Meibomian glands is reported by, Úsing optic and electronic scanning microscope, on structural

characteristics of supporting connective tissue, acini and collecting ducts of different glands.

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Page 5: Algunas características estructurales de las glándulas de

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