allli ta marco teorico

Upload: liliana-noemi-julian-mendocilla

Post on 18-Jul-2015

119 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

ESTRATEGIAS PARA EL CUIDADO ESPIRITUALLa profesin de enfermera a travs del tiempo y las pocas se ha caracterizado por ser una profesin de servicio y cuidado al paciente, como parte del cuidado que todo profesional de enfermera debe ofrecer, est el cuidado espiritual, labor esencial e indispensable en todas las unidades de cuidado, especialmente en las de cuidado crtico, por ello se pueden desarrollar por medio de estrategias en el cuidado espiritual, como son las siguientes:

LOGRAR ADAPTACIN ANTE LAS SITUACIONES DIFCILES Estar abierto a los sentimientos del paciente en relacin con la enfermedad y la muerte, observar y escuchar empticamente la comunicacin del paciente, crear una atmsfera de aceptacin y no de crtica, favorecer la expresin de los miedos y las preocupaciones y ensear al paciente a enfrentarse a los problemas, favorecer la manifestacin verbal de los sentimientos y percepciones. Adems, ser sensible y proporcionar cuidado con actitud de humildad y emplear el tacto, segn sea apropiado. En donde las personas involucradas puedan crecer ante la adversidad, fortalecerse y encontrar paz y tranquilidad. Se debe prestar atencin a la esfera emocional y espiritual, dando espacio para la expresin de los sentimientos y los afectos. Las acciones de enfermera debern dirigirse a que el paciente entienda y descubra su habilidad para reorientar su sentir a fin de conducirlo a la salud como una cualidad dinmica que permite a las personas la experiencia potencial del bienestar fsico y social a travs del fortalecimiento espiritual que confiere a la persona la oportunidad de vivir bien y en armona con los dems.

PASTORAL EN SALUD

Pgina 1

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

EXPLORAR LA ESPIRITUALIDAD DEL PACIENTE: Consiste en una serie de preguntas orientadas a determinar cul es la percepcin del paciente acerca de Dios o es un ser superior, su filiacin religiosa, sus rituales y prcticas y la posible influencia de ello en la recuperacin de su salud. Valores actitudes, signos y sntomas que puedan expresar una necesidad espiritual (miedo, ansiedad, culpa y sensacin de desamparo, el hablar de muerte o desesperanza). El profesional de enfermera debe tener en claro que el paciente tiene una vida espiritual y sistema de creencias por el cual le va a servir como estrategia de afrontamiento. Por ello, la relacin teraputica que se establece entre paciente/familia y enfermera se constituye en esa situacin particular, nica e irrepetible, en donde se pueden identificar las diferentes manifestaciones de espiritualidad que idealmente conforman el referente de intervencin para lograr la adaptacin. Muchos pacientes de cncer dependen de las creencias y prcticas religiosas o espirituales para ayudarlos a hacer frente a su enfermedad. Esto se llama afrontamiento espiritual. Muchas personas a cargo del paciente tambin dependen del afrontamiento espiritual. Cada persona puede tener diferentes necesidades espirituales, segn sus tradiciones culturales y religiosas. En el caso de algunos pacientes gravemente enfermos, el bienestar espiritual se puede ver afectado por la carga de ansiedad que sienten con respecto a la muerte. Para otros, puede afectar lo que deciden sobre los tratamientos para la etapa final de la vida. Algunos pacientes y los familiares que los cuidan pueden querer que sus mdicos hablen sobre sus preocupaciones espirituales, pero no estn seguros de cmo encarar el tema.

PASTORAL EN SALUD

Pgina 2

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

OFRECER CUIDADO ESPIRITUAL LA FAMILIA DEL PACIENTE: A

Las creencias espirituales o religiosas tienen generalmente su raz en el ncleo familiar, por lo que dedicar atencin a esta red primaria en este sentido resulta fundamental. Ello permitir adems, conocer la existencia de crisis familiares en desarrollo y ofrecer el apoyo integral necesario. Las repercusiones positivas del paciente no se harn esperar.

ATENDER LAS PROPIAS NECIDADES ESPIRITUALES: Pensar en trminos religiosos y espirituales de s mismo, ayudar a los profesionales de la salud a poner en claro sus propios conceptos e incrementar su habilidad y confort en el abordaje de dichos temas con sus pacientes. En este

PASTORAL EN SALUD

Pgina 3

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA sentido resultar til el reconocerse como una persona respetuosa(o) de las creencias de los pacientes.

INTRODUCCIN El presente artculo tiene la intencin de divulgar los datos de una investigacin de maestra sobre la espiritualidad en el cuidado de s mismo, bajo la perspectiva de las profesionales de enfermera en terapia intensiva, revelando como este tema se presenta en esa ambiente(1). La terapia intensiva fue escogida considerando que es el rea de investigacin y de trabajo de las investigadoras. Al lanzar una mirada crtica sobre el contexto de la terapia intensiva, se percibi como ese escenario se mantena arraigado en prcticas que privilegiaban el conocimiento de las realidades exteriores, fsicas y mensurables, rechazando las realidades interiores, como la subjetividad y la dimensin espiritual humana(2). De esa forma, la espiritualidad permaneca distante de las discusiones, siendo relegadas las experiencias individuales que no aparecan en los discursos y en los registros de los profesionales. Apenas en la informalidad del dilogo cotidiano, era posible observar que las diversas comprensiones sobre la espiritualidad estaban presentes en la vida de los profesionales de enfermera y, as, podran participar del proceso del cuidado de s mismo y de otros. Entre tanto, permaneca la duda de como aconteca el entrelazamiento entre cuidado y espiritualidad, tendindose un velo de invisibilidad sobre este tema en el mundo de la terapia intensiva.

PASTORAL EN SALUD

Pgina 4

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

La retomada de la espiritualidad y el gran inters por ella estn relacionados a la nocin holstica del cuidado que abarca todas las dimensiones del ser humano(3) y a los grandes esfuerzos para incluir nuevos abordajes que atiendan a las competencias tecnolgicas y tambin a las competencias ontolgicas, que son esenciales a la madurez y a la sobrevivencia de la enfermera como profesin(4). De esa forma, la educacin, la investigacin y la prctica de enfermera emergen en este debate, para ayudar a comprender como la espiritualidad del ser humano envuelve los escenarios de cuidado y cuales son sus implicaciones para la enfermera contempornea. A pesar de que, ninguna definicin de espiritualidad puede capturar la esencia total del concepto, cada definicin es como una indicacin de direccin a nuestra atencin para comprenderla en el proceso del cuidado(5). Uno de los grandes desafos de integrar espiritualidad y cuidado espiritual en los currculos y en la prctica de enfermera ha sido la comprensin evolutiva del concepto de espiritualidad, que pasa a ser comprendida como algo ms amplio que religin, sin excluirla(6). En esa investigacin, la espiritualidad es comprendida como un encuentro de auto conocimiento del ser con su dimensin ms fiel y bella - la espiritual que posibilita una conexin consigo mismo y con el cosmos, donde se alcanzan recursos inigualables que influyen en la vida humana y en sus relaciones con el Todo(1). Es la esencia, el centro de nuestro ser que envuelve todos los aspectos de nuestra vida de manera unificadora(3). Actualmente, hay un creciente nmero de investigaciones sobre espiritualidad que estn siendo realizadas en las diferentes reas de las ciencias de la salud, demostrando un claro deseo de buscar nuevas fuentes rejuvenecedoras que amplen sus posibilidades en busca de soluciones para el sufrimiento humano, as como para elucidar buena parte de los misterios y de las complejidades del cosmos. Ese movimiento de cambio paradigmtico es evidente en la enfermera. En medio a los artculos publicados sobre espiritualidad, se encuentran investigaciones en relacin al significado filosfico del concepto(3-5,7), mtodos de evaluacin de las necesidades espirituales(8) y aspectos prcticos de sus implicaciones en el cuidado de enfermera(9-11). Este estudio sigui esa direccin y tiene la intencin de contribuir con el universo de posibilidades que el dilogo sobre la espiritualidad en la educacin, en las investigaciones y en el cuidado en enfermera pueda propiciar; as como contribuir con la construccin de esa profesin de amor y de cuidado. De esa manera, la investigacin tuvo como objetivo comprender como la espiritualidad envolva el proceso de cuidar de s mismo y de otros, en el mundo de la terapia intensiva, bajo la perspectiva de los profesionales de enfermera. METODOLOGAPASTORAL EN SALUD Pgina 5

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

Para intentar transformar escenarios de cuidado, es imprescindible que las experiencias y la diversidad de conocimientos, construidos hasta ese momento, sean las palancas para ese proceso. As, en la diversidad de la investigacin cualitativa, se escogi el abordaje del Mtodo Creativo y Sensible (MCS)(12), una vez que este valoriza la creatividad y la sensibilidad humana como elementos esenciales en la produccin de la investigacin, as como contempla la participacin activa de todos los participantes. Indudablemente, son las combinaciones entre ciencia y arte, espontaneidad e introspeccin, creatividad y sensibilidad, realidad y expresin creativa que diferencian el MCS de otros mtodos ya consolidados en investigacin, principalmente en lo relacionado a la recoleccin de informaciones. Este mtodo congrega, la entrevista colectiva semiestructurada, el dilogo grupal y la observacin participante en el espacio creado, en las dinmicas de creatividad y de sensibilidad, que tienen como base las producciones artsticas. En ese aspecto, tambin trae para el proceso de creacin la corporeidad y la emotividad, confirmando su capacidad innovadora en la investigacin cualitativa(12). En este estudio, las dinmicas de creatividad y de sensibilidad fueron denominadas de talleres de arte y de experiencias. Este estudio fue realizado solamente despus de la aprobacin del Consejo de tica en Investigacin de la institucin. Para la produccin de las informaciones, fueron realizados nueve talleres de arte y de experiencias. Los talleres fueron realizados una vez por semana, con una duracin promedio de dos horas, en el perodo de septiembre a noviembre de 2004.Cada taller fue estructurado para responder al objetivo de esta investigacin, teniendo cuatro temas orientadores. Cada tema fue trabajado en dos talleres. El primer taller tena como objetivo anunciar el tema e investigarlo con cuestiones orientadoras que deberan ser respondidas en la produccin artstica yen el dilogo grupal. Este texto traduce los resultados de los dos talleres relacionadas al tema espiritualidad del ser cuidador, cuya cuestin orientadora fue Que es la espiritualidad para usted y como ella influencia su vida? Todos los talleres fueron grabados en cinta casete. Al trmino de cada taller, las cintas fueron transcritas y las informaciones devueltas para el grupo, una vez que el segundo taller reflexionaba ms profundamente sobre el tema, as como ampliaba y promova el espacio de negociacin y de alianza de conocimientos. De esa manera, la produccin y el anlisis de las informaciones, como prev el MCS, atendi a las siguientes etapas: la codificacin, quePASTORAL EN SALUD Pgina 6

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

comprendi la elaboracin de la produccin artstica, siendo un momento de introspeccin, de dilogo consigo mismo en el rescate de las vivencias y de las reflexiones sobre el tema propuesto; la descodificacin que se concretiz en la expresin de los significados de la produccin artstica, etapa en que se estableci el dilogo grupal, incluyendo el anlisis crtico y colectivo de las producciones artsticas y de las ideas que surgieron en ese espacio. Por lo tanto, fue en esa direccin que se realiz la negociacin de conocimientos, comprendida como el compartir de experiencias y de ideas en el espacio colectivo, intercambiando conocimientos, sentimientos y emociones. De ese dilogo surgieron discursos significativos que revelaron el mundo de vivencias de las participantes. La etapa siguiente fue la nueva codificacin o la alianza de conocimientos, que comprendi los momentos de aproximacin y de La espiritualidad en el cuidado de si... Dezorzi LW, Crossetti MGO. Online Rev Latino-am Enfermagem 2008 maro-abril; 16(2) www.eerp.usp.br/rlae convergencia de ideas; as como la comprensin de nuevos conocimientos, respetando los diversos pensamientos. Despus de realizar la compilacin completa de los datos y de hacer un anlisis profundo bajo los marcos tericos, fue realizado el noveno taller para validar el anlisis de las informaciones, en el 2005. Ese camino metodolgico se tradujo en el surgimiento de significados y de conceptos de tres temas: significados de espiritualidad, espiritualidad en el cuidado de s mismo y espiritualidad en el cuidado de otros(1). Este artculo versa sobre el segundo tema de la investigacin. LA ESPIRITUALIDAD EN EL CUIDADO DE S MISMO Un grupo 9 cuidadoras de enfermera, todas del sexo femenino, con edad que vari de 25 a 48 aos, represent todos los turnos de trabajo del CTI en las talleres de arte y de experiencias, sin esclarecer opciones religiosas, expres la diversidad de pensamientos y de prcticas que incluan la espiritualidad en el cuidado de s mismo. La historia de la enfermera converge esencialmente para el cuidado de otros, lo que justificaPASTORAL EN SALUD Pgina 7

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

su existencia. Entre tanto, recientemente, se pas a discutir la cuestin de que para cuidar de otros es necesario tener conciencia de que es primordial cuidar de s mismo. El profesional de enfermera, en el pasado, sufri de un abandono de s mismo, ahora est despertando para esa condicin. En ese movimiento, las participantes expresaron sus prcticas diarias que contemplaban la espiritualidad en el cuidado de s misma, transformndolas en hbitos para obtener una vida saludable, como se constata en los prximos dilogos: Yo tengo por hbito hacer todos los das de maana cuando me despierto [...] tomar aquel vaso de agua [...] como se estuviese limpiando todo y cualquier enfermedad o resentimiento y deseando que el da sea bueno, que el sol me ilumine... (Lotus). ... cuando yo quiero refugiarme, yo me siento muy bien en el agua. [...] lejos de un ambiente desequilibrado. El agua, la tranquilidad. Parece que consigues sentirte mejor. Se queda ms prxima de Dios [...] con la naturaleza [...] yo me siento muy bien (Camomila). Los discursos colocan en evidencian que el contacto ntimo con la naturaleza, de la cual el ser humano es parte, traduce una relacin de cuidado de s mismo a travs del distanciamiento de ambientes desequilibrados y de la reflexin sobre la vida, en medio a la paz. Esta experiencia amplia la consciencia de la cuidadora, aumentando la comprensin de como es posible cuidarse mejor. Esta prctica propicia un encuentro de tranquilidad y de bienestar para la cuidadora de enfermera, contemplando el bienestar espiritual, que abarca la creencia en un ser supremo, la necesidad de relaciones con significado, la armona interior, un buen sistema de apoyo, as como la apreciacin de la naturaleza en un sentido de conexin con los otros y con el universo(14). Tambin, se desprende de los dilogos que el agua simboliza una prctica de limpieza y de renovacin, en la cual se evidencia el potencial que el ser humano tiene de curarse de resentimientos y de enfermedades. El sol simboliza algo que ilumina la vida de la cuidadora, contemplando en esas prcticas la reverencia a la vida como expresin de la espiritualidad. En ese sentido, tambin fue posible percibir que las participantes se conectaban a una Fuerza Superior, en sus prcticas de cuidar de s mismas, alPASTORAL EN SALUD Pgina 8

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

mismo tiempo en que cuidaban de otros, como denota el dilogo: ... Es alguna Fuerza Superior que nos est orientando. [...] Es una fuerza que tenemos (Lotus). ... existe una fuerza interior. Buscar la fe y la creencia que est dentro de nosotros. Es acreditar en lo que viene de nosotros. [...] y que se est aqu para crecer y para aprender... (Lavanda). Los discursos evidencian una relacin prxima e ntima con una Fuerza Superior, lo que representa una ampliacin de la concepcin del Dios externo y distante, integrando un Dios interior, una fuerza divina que est dentro de s mismo. La Fuerza Superior que aqu surge se desvela como una dimensin sagrada del ser humano, como una fuerza que motiva e impulsa a la cuidadora de enfermera en su vida. La espiritualidad le sirve de apoyo y de seguridad y se traduce en el cuidado que ella tiene consigo mismo(15). La Espiritualidad se refiere a la conciencia de un Yo interior y a la propensin a construir significados a travs de la sensacin de estar unido a dimensiones que trascienden al ego y que pueden ser experimentadas en niveles: intrapersonales (conectndose consigo mismo), interpersonal (en el contexto del otro y del ambiente natural) y trans personal (en conexin con lo que no est visible, Dios o una Fuerza Superior)(16). La espiritualidad en el cuidado de si... Dezorzi LW, Crossetti MGO. Online Rev Latino-am Enfermagem 2008 maro-abril; 16(2) www.eerp.usp.br/rlae Entre las prcticas que participan de las creencias religiosas integradas en la comprensin de espiritualidad, las participantes confirmaron la oracin como una manera de cuidar de s misma: Yo siempre agradezco como si el da ya tuviese terminado. Que fue bueno, tener salud, que todo salga bien en mi trabajo, conmigo en la calle. [...] cuando yo pido cosas buenas, siempre tengo un buen da. [...] Pienso que es bien positivo. Nos influencia bastante (Verbena). La oracin es una prctica de la cual, la mayora de las participantes, se utilizan en el cuidado de si mismas. Esa forma de relacionarse con una Fuerza Superior crea una ambiente de cuidado que brinda bienestar a la cuidadora. Los dilogos tambin expresaron laPASTORAL EN SALUD Pgina 9

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

convivencia con la muerte y con el sufrimiento de otros, as como los sentimientos y las emociones sentidas por las cuidadoras. Esas experiencias evidenciaron la espiritualidad como un camino en busca de fuerzas para enfrentar las dificultades del trabajo en el CTI, como revela el dilogo: ... tratamos con la muerte cara a cara[...]. Y en aquellos momentos en que me senta muy frustrada, muy deprimida, yo comenzaba a pensar [...]. Ese postura te da ms fuerza, ms base para tu conseguir ser aqu ms estable... (Arruda). .... Yo que nunca hice ningn otro tipo de tratamiento de apoyo mayor, anlisis o cosa parecida. Yo pienso que si yo no hiciese eso, yo no estara aqu hoy. Es difcil de asegurar las puntas (Verbena). Y el cuidado tambin para nosotras, amigas. La gente llega a un punto de estrs, que acaba desequilibrndote, no es verdad? Es un estrs grande en el trabajo aqu, con una gran tensin. Claro que la gente tambin trae problemas de afuera. [...] Nosotras no somos compuestas de varios compartimientos. Nosotros somos un nico ser... (Lavanda). En el debate, se observa que el escenario del CTI puede ser tambin fuente de sufrimiento para estas cuidadoras de enfermera. Los discursos mostraron la importancia de la espiritualidad frente a la muerte, a fin de buscar significados para las cuestiones existenciales que envolvan lo cotidiano de la terapia intensiva. Hubo, tambin, el reconocimiento de que el ambiente de la terapia intensiva puede, por las caractersticas de un trabajo con pacientes en estado crtico y sus familias, por el uso de la tecnologa y por las relaciones humanas, ser un factor de tensin que se suma a los problemas de lo cotidiano extra hospitalario para generar desequilibrio y, posiblemente, enfermedades por estrs. El estrs emocional y la tensin del cuidado intensivo de enfermera frecuentemente contribuyen para el llamado sndrome de Burnout(17). De hecho, no es el cuidado en terapia intensiva el que produce el sndrome de Burnout, y si la falta de cuidado para las cuidadoras. Situacin que tambin se revela en otro estudio realizado en el CTI, cuando los profesionales de la enfermera, al enfocar las emociones y los sentimientos vivenciados, enfatizaron cuanto el mundo est poblado por experiencias dePASTORAL EN SALUD Pgina 10

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

sufrimiento sobre las cuales no se acostumbre a reflexionar en conjunto(18). Compartir esas situaciones con compaeros de trabajo es una forma de amenizar los sufrimientos y encontrar soluciones, como relata el siguiente dilogo: ... t consigues decirle a un amigo: hoy yo no estoy bien. [...] porque la gente est cuidando de personas que estn fragilizadas. [...] Y hasta el amigo va a darte apoyo [...] Va a observarnos mejor. [...] Eso no es debilidad. [...] Yo pienso que ese es el cuidado del cuidador. Si no tenemos ese cuidado con el cuidador... (Lavanda). En el momento en que se vuelven ms concientes de s mismas, reconocen que necesitan ser cuidadas por sus compaeros de trabajo. La ayuda mutua es sentida como cuidado. Para esto, es preciso establecer una red de apoyo que favorezca y contemple la comunicacin. De ese modo, es posible pensar que la enfermera solamente alcanzar el objetivo de cuidar de otros en su plenitud, cuando establezca una red de cuidado solidario(19) en que la espiritualidad pueda ser contemplada en medio del surgimiento de la sensibilidad, de la solidariedad, de la empata y de la cooperacin entre las cuidadoras que, muchas veces, evidenciaron situaciones de sufrimiento, de estrs, de desamparo y de falta de cuidado para consigo mismo y para con los otros en el CTI. En medio del escenario de la terapia intensiva y de las urgencias de cuidado para quien cuida, es preciso parar y reflexionar sobre ese contexto y sus significados en el cuidado de s misma, como evidencian los siguientes discursos: ... Es parar y ver, hasta en este momento en que estamos participando de este grupo. Y todos nosotros deberamos hacerlo en algn momento. Parar. Quienes somos nosotros? Que estamos haciendo nosotros? (Lavanda). ... en realidad tendramos que comenzar por nosotras mismo. Nosotros tenemos que armonizarnos [...]. Yo pienso que estamos haciendo aqu es una manera de estar cuidando de s La espiritualidad en el cuidado de si... Dezorzi LW, Crossetti MGO. Online Rev Latino-am Enfermagem 2008 maro-abril; 16(2) www.eerp.usp.br/rlae misma... ... t tienes que tener cuidado para no descuidarte. [...] Y si t estas descuidada contigo misma, t no vas a conseguir buscar la espiritualidad... (Mirra).PASTORAL EN SALUD Pgina 11

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

Se observa, el cuidar de otros, conduce al auto conocimiento, en lo que se percibe que, al descuidarse de s mismo, tambin se puede descuidar de los otros. Es preciso estar conciente de s mismo para buscar en la espiritualidad el equilibrio para la vida, incluyendo el trabajo. De esa manera, se comprende que cuidar de s mismo es esencial, tanto para sentirse bien en el ambiente de trabajo como para cuidar mejor de otros. Buscar armonizarse puede producir ms tranquilidad para la cuidadora. La necesidad de conocerse y de descubrirse como un ser que precisa de cuidado, est de acuerdo con la comprensin de las participantes de que la espiritualidad es auto conocimiento. Las participantes reconocieron tambin que los talleres de arte y de experiencias fueron un espacio propicio para esas vivencias. La espiritualidad es lo que produce transformacin interior en el ser humano. A partir de la profundidad del cambio interior, la espiritualidad desencadena una red de transformaciones en la comunidad, en la sociedad y en sus relaciones con la naturaleza y el universo(20). En ese contexto, las prcticas de relajamiento, meditacin y reflexin, durante los talleres, confirmaron que, al pensar sobre la vivencias y encontrar tiempo para s mismas, las participantes vincularon la espiritualidad con este proceso. Esas prcticas dieron oportunidad para conocer la complejidad del Yo profundo y de buscar recursos que contribuyan aumentando la conciencia y bienestar. Las cuidadoras, al pensar sobre sus prcticas, destacaron la relevancia del auto conocimiento y la necesidad de cuidarse. Siendo as, es probable que la cuidadora que desarrolla una actitud positiva en relacin a su espiritualidad sea sensible a la espiritualidad del paciente/familia(9), propiciando un espacio para que ella desarrolle el cuidado intensivo. CONCLUSIONES En la sntesis de la alianza de conocimientos del tema la espiritualidad en el cuidado de s mismo se evidenciaron las prcticas cotidianas que acontecan por medio de la oracin, del contacto ntimo con la naturaleza,PASTORAL EN SALUD Pgina 12

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

as como en la conexin con una Fuerza Superior en un encuentro que propici tranquilidad, bienestar y fortalecimiento para la vida y, por lo tanto para el trabajo en el CTI. Las participantes demostraron estar concientes de si mismas cuando reconocieron que, en el papel de cuidadoras del CTI, se fragilizaban con el mundo vivido y precisaban tambin de cuidado, lo que se podra dar en la ayuda mutua entre los cuidadores. El auto conocimiento se revel como una prctica esencial en el cuidado de s, constituyndose en el punto inicial del proceso de educacin para una prctica de enfermera que contemple el ser humano en su plenitud. En los conceptos y en las implicaciones para la prctica de enfermera, el estudio sugiere la inclusin del auto conocimiento en los procesos de educacin permanente, una vez que fue considerado imprescindible para que la espiritualidad envuelva el cuidado de s. El auto conocimiento promueve la transformacin del ser que cuida, ampliando su conciencia y reintegrndolo consigo mismo. El cuidado holstico solamente es posible cuando la cuidadora est conciente de s misma y cuando su self est integrado y armonioso. Para ser capaces de cuidar de la espiritualidad de sus pacientes, las cuidadoras de enfermera necesitan cuidar de ellas mismas a travs de la continua busca por armona e integridad(21). En el camino recorrido, el velo de la invisibilidad sobre el tema de la espiritualidad fue dejado de lado en un movimiento puro y simple de abertura a este que pareca olvidado, suplantado o hasta desconocido. A pesar de que la espiritualidad en el cuidado de s para los profesionales de enfermera en terapia intensiva sea un tema poco debatido, los resultados de este estudio sugieren nuevas posibilidades para que la espiritualidad sea comprendida en el mundo del cuidado en terapia intensiva, en la inspiracin de las experiencias compartidas por las participantes. La perspectiva de las cuidadoras sobre lo vivido mostr los detalles de un vivir que desea reunificar en su prctica el conocimiento cientfico, la expresin de la sensibilidad humana y la profunda conciencia del ser(1).PASTORAL EN SALUD Pgina 13

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

La espiritualidad en el cuidado de si... Dezorzi LW, Crossetti MGO. Online Rev Latino-am Enfermagem 2008 maro-abril; 16(2) www.eerp.usp.br/rlae REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS 1. Dezorzi LW. Dilogos sobre espiritualidade no processo de cuidar de si e do outro para a enfermagem em terapia intensiva [dissertao]. Porto Alegre (RS): Escola de Enfermagem da Universidade Federal do Rio Grande do Sul; 2006. 2. Wilber K. A unio da alma e dos sentidos integrando cincia e religio. So Paulo (SP): Cultrix; 1998. 3. McSherry W, Cash K. The language of spirituality: an emerging taxonomy. Int J Nurs Stud 2003; 1(3):1-11. 4. Watson J. Nursing: seeking its source and survival. ICU Nurs WEB J [serial on the internet] 2002 January-March [cited 2003 Dec 12]; (9):[7 screens]. Available from: URL: http:// www.nursing.gr/J.W.editorial.pdf.

PASTORAL EN SALUD

Pgina 14

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

PASTORAL EN SALUD

Pgina 15

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

INTRODUCCIN El presente artculo tiene la intencin de divulgar los datos de una investigacin de maestra sobre la espiritualidad en el cuidado de s mismo, bajo la perspectiva de las profesionales de enfermera en terapia intensiva, revelando como este tema se presenta en esa ambiente(1). La terapia intensiva fue escogida considerando que es el rea de investigacin y de trabajo de las investigadoras. Al lanzar una mirada crtica sobre el contexto de la terapia intensiva, se percibi como ese escenario se mantena arraigado en prcticas que privilegiaban el conocimiento de las realidades exteriores, fsicas y mensurables, rechazando las realidades interiores, como la subjetividad y la dimensin espiritual humana(2). De esa forma, la espiritualidad permaneca distante de las discusiones, siendo relegadas las experiencias individuales que no aparecan en los discursos y en los registros de los profesionales. Apenas en la informalidad del dilogo cotidiano, era posible observar que las diversas comprensiones sobre la espiritualidad estaban presentes en la vida de los profesionales de enfermera y, as, podran participar del proceso del cuidado de s mismo y de otros. Entre tanto, permaneca la duda de como aconteca el entrelazamiento entre cuidado y espiritualidad, tendindose un velo de invisibilidad sobre este tema en el mundo de la terapia intensiva. La retomada de la espiritualidad y el gran inters por ella estn relacionados a la nocin holstica del cuidado que abarca todas las dimensiones del ser humano(3) y a los grandes esfuerzos para incluir nuevos abordajes que atiendan a las competencias tecnolgicas y tambin a las competencias ontolgicas, que son esenciales a la madurez y a la sobrevivencia de la enfermera como profesin(4). De esa forma, la educacin, la investigacin y la prctica de enfermera emergen en este debate, para ayudar a comprender como la espiritualidad del ser humano envuelve los escenarios de cuidado y cuales son sus implicaciones para la enfermera contempornea. A pesar de que, ninguna definicin de espiritualidad puede capturar la esencia total del concepto, cada definicin es como una indicacin de direccin a nuestra atencin para comprenderla en el proceso del cuidado(5). Uno de los grandes desafos de integrar espiritualidad y cuidado espiritual en los currculos y en la prctica de enfermera ha sido la comprensin evolutiva del concepto de espiritualidad, que pasa a ser comprendida como algo ms amplio que religin, sin excluirla(6). En esaPASTORAL EN SALUD Pgina 16

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

investigacin, la espiritualidad es comprendida como un encuentro de auto conocimiento del ser con su dimensin ms fiel y bella - la espiritual que posibilita una conexin consigo mismo y con el cosmos, donde se alcanzan recursos inigualables que influyen en la vida humana y en sus relaciones con el Todo(1). Es la esencia, el centro de nuestro ser que envuelve todos los aspectos de nuestra vida de manera unificadora(3). Actualmente, hay un creciente nmero de investigaciones sobre espiritualidad que estn siendo realizadas en las diferentes reas de las ciencias de la salud, demostrando un claro deseo de buscar nuevas fuentes rejuvenecedoras que amplen sus posibilidades en busca de soluciones para el sufrimiento humano, as como para elucidar buena parte de los misterios y de las complejidades del cosmos. Ese movimiento de cambio paradigmtico es evidente en la enfermera. En medio a los artculos publicados sobre espiritualidad, se encuentran investigaciones en relacin al significado filosfico del concepto(3-5,7), mtodos de evaluacin de las necesidades espirituales(8) y aspectos prcticos de sus implicaciones en el cuidado de enfermera(9-11). Este estudio sigui esa direccin y tiene la intencin de contribuir con el universo de posibilidades que el dilogo sobre la espiritualidad en la educacin, en las investigaciones y en el cuidado en enfermera pueda propiciar; as como contribuir con la construccin de esa profesin de amor y de cuidado. De esa manera, la investigacin tuvo como objetivo comprender como la espiritualidad envolva el proceso de cuidar de s mismo y de otros, en el mundo de la terapia intensiva, bajo la perspectiva de los profesionales de enfermera. METODOLOGA Para intentar transformar escenarios de cuidado, es imprescindible que las experiencias y la diversidad de conocimientos, construidos hasta ese momento, sean las palancas para ese proceso. As, en la diversidad de la investigacin cualitativa, se escogi el abordaje del Mtodo Creativo y Sensible (MCS)(12), una vez que este valoriza la creatividad y la sensibilidad humana como elementos esenciales en la produccin de la investigacin, as como contempla la participacin activa de todos los participantes. Indudablemente, son las combinaciones entre ciencia y arte, espontaneidad e introspeccin, creatividad y sensibilidad, realidad y expresin creativa que diferencian el MCS de otros mtodos ya consolidados en investigacin, principalmente en lo relacionado a la recoleccin de informaciones. Este mtodo congrega, la entrevista colectiva semiestructurada, el dilogo grupal y la observacin participante en el espacio creado, en las dinmicas de creatividad y de sensibilidad, que tienen como base las producciones artsticas. En ese aspecto, tambin trae para el proceso de creacin la corporeidad y la emotividad,PASTORAL EN SALUD Pgina 17

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

confirmando su capacidad innovadora en la investigacin cualitativa(12). En este estudio, las dinmicas de creatividad y de sensibilidad fueron denominadas de talleres de arte y de experiencias. Este estudio fue realizado solamente despus de la aprobacin del Consejo de tica en Investigacin de la institucin. Para la produccin de las informaciones, fueron realizados nueve talleres de arte y de experiencias. Los talleres fueron realizados una vez por semana, con una duracin promedio de dos horas, en el perodo de septiembre a noviembre de 2004.Cada taller fue estructurado para responder al objetivo de esta investigacin, teniendo cuatro temas orientadores. Cada tema fue trabajado en dos talleres. El primer taller tena como objetivo anunciar el tema e investigarlo con cuestiones orientadoras que deberan ser respondidas en la produccin artstica yen el dilogo grupal. Este texto traduce los resultados de los dos talleres relacionadas al tema espiritualidad del ser cuidador, cuya cuestin orientadora fue Que es la espiritualidad para usted y como ella influencia su vida? Todos los talleres fueron grabados en cinta casete. Al trmino de cada taller, las cintas fueron transcritas y las informaciones devueltas para el grupo, una vez que el segundo taller reflexionaba ms profundamente sobre el tema, as como ampliaba y promova el espacio de negociacin y de alianza de conocimientos. De esa manera, la produccin y el anlisis de las informaciones, como prev el MCS, atendi a las siguientes etapas: la codificacin, que comprendi la elaboracin de la produccin artstica, siendo un momento de introspeccin, de dilogo consigo mismo en el rescate de las vivencias y de las reflexiones sobre el tema propuesto; la descodificacin que se concretiz en la expresin de los significados de la produccin artstica, etapa en que se estableci el dilogo grupal, incluyendo el anlisis crtico y colectivo de las producciones artsticas y de las ideas que surgieron en ese espacio. Por lo tanto, fue en esa direccin que se realiz la negociacin de conocimientos, comprendida como el compartir de experiencias y de ideas en el espacio colectivo, intercambiando conocimientos, sentimientos y emociones. De ese dilogo surgieron discursos significativos que revelaron el mundo de vivencias de las participantes. La etapa siguiente fue la nueva codificacin o la alianza de conocimientos, que comprendi los momentos de aproximacin y de La espiritualidad en el cuidado de si...PASTORAL EN SALUD Pgina 18

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

Dezorzi LW, Crossetti MGO. Online Rev Latino-am Enfermagem 2008 maro-abril; 16(2) www.eerp.usp.br/rlae convergencia de ideas; as como la comprensin de nuevos conocimientos, respetando los diversos pensamientos. Despus de realizar la compilacin completa de los datos y de hacer un anlisis profundo bajo los marcos tericos, fue realizado el noveno taller para validar el anlisis de las informaciones, en el 2005. Ese camino metodolgico se tradujo en el surgimiento de significados y de conceptos de tres temas: significados de espiritualidad, espiritualidad en el cuidado de s mismo y espiritualidad en el cuidado de otros(1). Este artculo versa sobre el segundo tema de la investigacin. LA ESPIRITUALIDAD EN EL CUIDADO DE S MISMO Un grupo 9 cuidadoras de enfermera, todas del sexo femenino, con edad que vari de 25 a 48 aos, represent todos los turnos de trabajo del CTI en las talleres de arte y de experiencias, sin esclarecer opciones religiosas, expres la diversidad de pensamientos y de prcticas que incluan la espiritualidad en el cuidado de s mismo. La historia de la enfermera converge esencialmente para el cuidado de otros, lo que justifica su existencia. Entre tanto, recientemente, se pas a discutir la cuestin de que para cuidar de otros es necesario tener conciencia de que es primordial cuidar de s mismo. El profesional de enfermera, en el pasado, sufri de un abandono de s mismo, ahora est despertando para esa condicin. En ese movimiento, las participantes expresaron sus prcticas diarias que contemplaban la espiritualidad en el cuidado de s misma, transformndolas en hbitos para obtener una vida saludable, como se constata en los prximos dilogos: Yo tengo por hbito hacer todos los das de maana cuando me despierto [...] tomar aquel vaso de agua [...] como se estuviese limpiando todo y cualquier enfermedad o resentimiento y deseando que el da sea bueno, que el sol me ilumine... (Lotus). ... cuando yo quiero refugiarme, yo me siento muy bien en el agua. [...] lejos de un ambiente desequilibrado. El agua, la tranquilidad. Parece que consigues sentirte mejor. Se queda ms prxima de Dios [...] con la naturaleza [...] yo me siento muy bienPASTORAL EN SALUD Pgina 19

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

(Camomila). Los discursos colocan en evidencian que el contacto ntimo con la naturaleza, de la cual el ser humano es parte, traduce una relacin de cuidado de s mismo a travs del distanciamiento de ambientes desequilibrados y de la reflexin sobre la vida, en medio a la paz. Esta experiencia amplia la consciencia de la cuidadora, aumentando la comprensin de como es posible cuidarse mejor. Esta prctica propicia un encuentro de tranquilidad y de bienestar para la cuidadora de enfermera, contemplando el bienestar espiritual, que abarca la creencia en un ser supremo, la necesidad de relaciones con significado, la armona interior, un buen sistema de apoyo, as como la apreciacin de la naturaleza en un sentido de conexin con los otros y con el universo(14). Tambin, se desprende de los dilogos que el agua simboliza una prctica de limpieza y de renovacin, en la cual se evidencia el potencial que el ser humano tiene de curarse de resentimientos y de enfermedades. El sol simboliza algo que ilumina la vida de la cuidadora, contemplando en esas prcticas la reverencia a la vida como expresin de la espiritualidad. En ese sentido, tambin fue posible percibir que las participantes se conectaban a una Fuerza Superior, en sus prcticas de cuidar de s mismas, al mismo tiempo en que cuidaban de otros, como denota el dilogo: ... Es alguna Fuerza Superior que nos est orientando. [...] Es una fuerza que tenemos (Lotus). ... existe una fuerza interior. Buscar la fe y la creencia que est dentro de nosotros. Es acreditar en lo que viene de nosotros. [...] y que se est aqu para crecer y para aprender... (Lavanda). Los discursos evidencian una relacin prxima e ntima con una Fuerza Superior, lo que representa una ampliacin de la concepcin del Dios externo y distante, integrando un Dios interior, una fuerza divina que est dentro de s mismo. La Fuerza Superior que aqu surge se desvela como una dimensin sagrada del ser humano, como una fuerza que motiva e impulsa a la cuidadora de enfermera en su vida. La espiritualidad le sirve de apoyo y de seguridad y se traduce en el cuidado que ella tiene consigo mismo(15). La Espiritualidad se refiere a la conciencia dePASTORAL EN SALUD Pgina 20

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

un Yo interior y a la propensin a construir significados a travs de la sensacin de estar unido a dimensiones que trascienden al ego y que pueden ser experimentadas en niveles: intrapersonales (conectndose consigo mismo), interpersonal (en el contexto del otro y del ambiente natural) y trans personal (en conexin con lo que no est visible, Dios o una Fuerza Superior)(16). La espiritualidad en el cuidado de si... Dezorzi LW, Crossetti MGO. Online Rev Latino-am Enfermagem 2008 maro-abril; 16(2) www.eerp.usp.br/rlae Entre las prcticas que participan de las creencias religiosas integradas en la comprensin de espiritualidad, las participantes confirmaron la oracin como una manera de cuidar de s misma: Yo siempre agradezco como si el da ya tuviese terminado. Que fue bueno, tener salud, que todo salga bien en mi trabajo, conmigo en la calle. [...] cuando yo pido cosas buenas, siempre tengo un buen da. [...] Pienso que es bien positivo. Nos influencia bastante (Verbena). La oracin es una prctica de la cual, la mayora de las participantes, se utilizan en el cuidado de si mismas. Esa forma de relacionarse con una Fuerza Superior crea una ambiente de cuidado que brinda bienestar a la cuidadora. Los dilogos tambin expresaron la convivencia con la muerte y con el sufrimiento de otros, as como los sentimientos y las emociones sentidas por las cuidadoras. Esas experiencias evidenciaron la espiritualidad como un camino en busca de fuerzas para enfrentar las dificultades del trabajo en el CTI, como revela el dilogo: ... tratamos con la muerte cara a cara[...]. Y en aquellos momentos en que me senta muy frustrada, muy deprimida, yo comenzaba a pensar [...]. Ese postura te da ms fuerza, ms base para tu conseguir ser aqu ms estable... (Arruda). .... Yo que nunca hice ningn otro tipo de tratamiento de apoyo mayor, anlisis o cosa parecida. Yo pienso que si yo no hiciese eso, yo no estara aqu hoy. Es difcil de asegurar las puntas (Verbena). Y el cuidado tambin para nosotras, amigas. La gente llega a un punto de estrs, que acaba desequilibrndote, no es verdad? Es un estrs grande en el trabajo aqu, con una gran tensin. Claro que la gente tambin trae problemas de afuera. [...] Nosotras no somos compuestas de varios compartimientos.PASTORAL EN SALUD Pgina 21

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

Nosotros somos un nico ser... (Lavanda). En el debate, se observa que el escenario del CTI puede ser tambin fuente de sufrimiento para estas cuidadoras de enfermera. Los discursos mostraron la importancia de la espiritualidad frente a la muerte, a fin de buscar significados para las cuestiones existenciales que envolvan lo cotidiano de la terapia intensiva. Hubo, tambin, el reconocimiento de que el ambiente de la terapia intensiva puede, por las caractersticas de un trabajo con pacientes en estado crtico y sus familias, por el uso de la tecnologa y por las relaciones humanas, ser un factor de tensin que se suma a los problemas de lo cotidiano extra hospitalario para generar desequilibrio y, posiblemente, enfermedades por estrs. El estrs emocional y la tensin del cuidado intensivo de enfermera frecuentemente contribuyen para el llamado sndrome de Burnout(17). De hecho, no es el cuidado en terapia intensiva el que produce el sndrome de Burnout, y si la falta de cuidado para las cuidadoras. Situacin que tambin se revela en otro estudio realizado en el CTI, cuando los profesionales de la enfermera, al enfocar las emociones y los sentimientos vivenciados, enfatizaron cuanto el mundo est poblado por experiencias de sufrimiento sobre las cuales no se acostumbre a reflexionar en conjunto(18). Compartir esas situaciones con compaeros de trabajo es una forma de amenizar los sufrimientos y encontrar soluciones, como relata el siguiente dilogo: ... t consigues decirle a un amigo: hoy yo no estoy bien. [...] porque la gente est cuidando de personas que estn fragilizadas. [...] Y hasta el amigo va a darte apoyo [...] Va a observarnos mejor. [...] Eso no es debilidad. [...] Yo pienso que ese es el cuidado del cuidador. Si no tenemos ese cuidado con el cuidador... (Lavanda). En el momento en que se vuelven ms concientes de s mismas, reconocen que necesitan ser cuidadas por sus compaeros de trabajo. La ayuda mutua es sentida como cuidado. Para esto, es preciso establecer una red de apoyo que favorezca y contemple la comunicacin. De ese modo, es posible pensar que la enfermera solamente alcanzar el objetivo de cuidar de otros en su plenitud, cuandoPASTORAL EN SALUD Pgina 22

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

establezca una red de cuidado solidario(19) en que la espiritualidad pueda ser contemplada en medio del surgimiento de la sensibilidad, de la solidariedad, de la empata y de la cooperacin entre las cuidadoras que, muchas veces, evidenciaron situaciones de sufrimiento, de estrs, de desamparo y de falta de cuidado para consigo mismo y para con los otros en el CTI. En medio del escenario de la terapia intensiva y de las urgencias de cuidado para quien cuida, es preciso parar y reflexionar sobre ese contexto y sus significados en el cuidado de s misma, como evidencian los siguientes discursos: ... Es parar y ver, hasta en este momento en que estamos participando de este grupo. Y todos nosotros deberamos hacerlo en algn momento. Parar. Quienes somos nosotros? Que estamos haciendo nosotros? (Lavanda). ... en realidad tendramos que comenzar por nosotras mismo. Nosotros tenemos que armonizarnos [...]. Yo pienso que estamos haciendo aqu es una manera de estar cuidando de s La espiritualidad en el cuidado de si... Dezorzi LW, Crossetti MGO. Online Rev Latino-am Enfermagem 2008 maro-abril; 16(2) www.eerp.usp.br/rlae misma... ... t tienes que tener cuidado para no descuidarte. [...] Y si t estas descuidada contigo misma, t no vas a conseguir buscar la espiritualidad... (Mirra). Se observa, el cuidar de otros, conduce al auto conocimiento, en lo que se percibe que, al descuidarse de s mismo, tambin se puede descuidar de los otros. Es preciso estar conciente de s mismo para buscar en la espiritualidad el equilibrio para la vida, incluyendo el trabajo. De esa manera, se comprende que cuidar de s mismo es esencial, tanto para sentirse bien en el ambiente de trabajo como para cuidar mejor de otros. Buscar armonizarse puede producir ms tranquilidad para la cuidadora. La necesidad de conocerse y de descubrirse como un ser que precisa de cuidado, est de acuerdo con la comprensin de las participantes de que la espiritualidad es auto conocimiento. Las participantes reconocieron tambin que los talleres de arte y de experiencias fueron un espacio propicio para esas vivencias. La espiritualidad es lo que produce transformacin interior en el ser humano. A partirPASTORAL EN SALUD Pgina 23

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

de la profundidad del cambio interior, la espiritualidad desencadena una red de transformaciones en la comunidad, en la sociedad y en sus relaciones con la naturaleza y el universo(20). En ese contexto, las prcticas de relajamiento, meditacin y reflexin, durante los talleres, confirmaron que, al pensar sobre la vivencias y encontrar tiempo para s mismas, las participantes vincularon la espiritualidad con este proceso. Esas prcticas dieron oportunidad para conocer la complejidad del Yo profundo y de buscar recursos que contribuyan aumentando la conciencia y bienestar. Las cuidadoras, al pensar sobre sus prcticas, destacaron la relevancia del auto conocimiento y la necesidad de cuidarse. Siendo as, es probable que la cuidadora que desarrolla una actitud positiva en relacin a su espiritualidad sea sensible a la espiritualidad del paciente/familia(9), propiciando un espacio para que ella desarrolle el cuidado intensivo. CONCLUSIONES En la sntesis de la alianza de conocimientos del tema la espiritualidad en el cuidado de s mismo se evidenciaron las prcticas cotidianas que acontecan por medio de la oracin, del contacto ntimo con la naturaleza, as como en la conexin con una Fuerza Superior en un encuentro que propici tranquilidad, bienestar y fortalecimiento para la vida y, por lo tanto para el trabajo en el CTI. Las participantes demostraron estar concientes de si mismas cuando reconocieron que, en el papel de cuidadoras del CTI, se fragilizaban con el mundo vivido y precisaban tambin de cuidado, lo que se podra dar en la ayuda mutua entre los cuidadores. El auto conocimiento se revel como una prctica esencial en el cuidado de s, constituyndose en el punto inicial del proceso de educacin para una prctica de enfermera que contemple el ser humano en su plenitud. En los conceptos y en las implicaciones para la prctica de enfermera, el estudio sugiere la inclusin del auto conocimiento en los procesos de educacin permanente, una vez que fue considerado imprescindible para que laPASTORAL EN SALUD Pgina 24

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

espiritualidad envuelva el cuidado de s. El auto conocimiento promueve la transformacin del ser que cuida, ampliando su conciencia y reintegrndolo consigo mismo. El cuidado holstico solamente es posible cuando la cuidadora est conciente de s misma y cuando su self est integrado y armonioso. Para ser capaces de cuidar de la espiritualidad de sus pacientes, las cuidadoras de enfermera necesitan cuidar de ellas mismas a travs de la continua busca por armona e integridad(21). En el camino recorrido, el velo de la invisibilidad sobre el tema de la espiritualidad fue dejado de lado en un movimiento puro y simple de abertura a este que pareca olvidado, suplantado o hasta desconocido. A pesar de que la espiritualidad en el cuidado de s para los profesionales de enfermera en terapia intensiva sea un tema poco debatido, los resultados de este estudio sugieren nuevas posibilidades para que la espiritualidad sea comprendida en el mundo del cuidado en terapia intensiva, en la inspiracin de las experiencias compartidas por las participantes. La perspectiva de las cuidadoras sobre lo vivido mostr los detalles de un vivir que desea reunificar en su prctica el conocimiento cientfico, la expresin de la sensibilidad humana y la profunda conciencia del ser(1). La espiritualidad en el cuidado de si... Dezorzi LW, Crossetti MGO. Online Rev Latino-am Enfermagem 2008 maro-abril; 16(2) www.eerp.usp.br/rlae REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS 1. Dezorzi LW. Dilogos sobre espiritualidade no processo de cuidar de si e do outro para a enfermagem em terapia intensiva [dissertao]. Porto Alegre (RS): Escola de Enfermagem da Universidade Federal do Rio Grande do Sul; 2006. 2. Wilber K. A unio da alma e dos sentidos integrando cincia e religio. So Paulo (SP): Cultrix; 1998. 3. McSherry W, Cash K. The language of spirituality: an emerging taxonomy. Int J Nurs Stud 2003; 1(3):1-11. 4. Watson J. Nursing: seeking its source and survival. ICU Nurs WEB J [serial on the internet] 2002 January-March [cited 2003 Dec 12]; (9):[7 screens]. Available from: URL: http:// www.nursing.gr/J.W.editorial.pdf.PASTORAL EN SALUD Pgina 25

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

PASTORAL EN SALUD

Pgina 26

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

PASTORAL EN SALUD

Pgina 27

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA VIII. ESTRATEGIA METODOLOGICA:

I.

MARCO REFERENCIAL:

II.

PARTE INSTRUCCIONAL:

OBJETIVO GENERAL: OBJETIVO ESPECIFICOS: IV. CONTENIDOS 4.1. 4.2. V. METODOLOGIA: METODO Y TECNICA OBJETIVO ESPECIFICO CONTENIDO DINAMICA

Mtodo: Tcnica:

Mtodo: Tcnica:

Mtodo: Tcnica:

PASTORAL EN SALUD

Pgina 28

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

VI. MEDIOS Y MATERIALES:

6.1. Medios y materiales educativos:

Medios visuales

Material simblico: grficos

Medios auditivos: Palabra hablada (Exposicin Dialogo)

VII. RECURSOS:

7.1 Recursos humanos: Docente responsable Estudiantes del curso Desarrollo Humano y Liderazgo Humano

VIII. ESTRATEGIA METODOLOGICA:

ACTIVIDAD EDUCATIVA MOMENTOS DEL RESPONSABLES DEL P.E. EDUCANDOS METODO Y MEDIOS Y TIE MP

PASTORAL EN SALUD

Pgina 29

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA APRENDIZAJ E Mtodo: Tcnica: MOTIVACION Materiale s: TECNICA MATERIA LES Medios : O

Mtodo: BASICO Tcnica:

Medios :

Materiale s:

Mtodo: Tcnica: Medios :

Mtodo: Tcnica:

Materiale s:

Mtodo: Tcnica: Medios : A P L Materiale s:

PASTORAL EN SALUD

Pgina 30

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA I C A Medios : C I O N Materiale s:

Mtodo: Tcnica: EVALUACION

Medios :

Materiale s:

RETROALIME NTACION

Mtodo: Tcnica:

Medios : Materiale s:

IX. EVALUACION:

* Evaluacin diagnstica

PASTORAL EN SALUD

Pgina 31

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA * Evaluacin formativa

* Evaluacin sumativa

La profesin de enfermera a travs del tiempo y las pocas se ha caracterizado por ser una profesin de servicio y cuidado al paciente. Es por esto que el profesional de la salud debe mostrar un alto sentido de compromiso, lealtad, valores y humanismo en la aplicacin del cuidado a todo ser humano que as lo requiera. Como parte del cuidado que todo profesional de enfermera debe ofrecer, est el cuidado espiritual, labor esencial e indispensable en todas las unidades de cuidado, especialmente en las de cuidado crtico. Todo cuidado ofrecido en los diferentes escenarios de servicio debe ser dirigido a satisfacer las necesidades del individuo ya sea que el ser humano est en salud o enfermedad. Es por esto que la enfermera debe aplicar diferentes disciplinas en el cuidado, visualizando al individuo como un ser integral, biolgico, sicolgico, sociolgico, espiritual y un ser holstico. Como seres creados por Dios, fuimos creados a su imagen y semejanza. Tambin sabemos que nuestro ser est compuesto por un cuerpo, alma y espritu. (1ra Tesalonicenses 5-23.) Partiendo de esta premisa es importante definir el trmino espiritualidad y el significado de este concepto tan Universidad Interamericana de Puerto Rico - Recinto de Ponce 2 Celebrando Nuestro Quinto Aniversario de Publicacin Revista 360 / No 5/ 2010 amplio. La palabra espiritual procede de la palabra latina spiritus, que significa soplar o respirar y ha llegado a referirse a aquello que da vida o esencia al ser humano. Esto significa lo que se encuentra en el centro de todos los aspectos de la vida de una persona (Dombeck, 1995). Reed (1992) define

PASTORAL EN SALUD

Pgina 32

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

espiritualidad como la parte del ser humano que busca el significado y el propsito a travs de la conexin intrapersonal, interpersonal y transpersonal. Craven (2009) seala que la espiritualidad es una cualidad o esencia que integra o transciende la naturaleza biosicosocial del individuo. Macrae (1995) indica que la espiritualidad es todo aquello que le da significado a la vida. Por otro lado, Burhardt (1993) refiere que la espiritualidad es una creencia religiosa o una relacin con una fuerza superior, fuerza creativa o un ser divino o fuente de energa infinita. En esencia la espiritualidad es un fenmeno ntimo y trascendente que es vital para el desarrollo de la recuperacin de calidad en el paciente. Adems una fortaleza, motivacin y bsqueda del significado de la vida. Es por esto que el cuidado espiritual ofrecido por el profesional de enfermera debe ser uno con un sentido de responsabilidad, respeto y dedicacin al paciente, sobre todo si el paciente est en el proceso de muerte. Mc Sherry (1998) realiz un estudio donde analiz cmo 548 enfermeras perciban la espiritualidad y provean cuidado espiritual en la prctica clnica. Los resultados indicaron que el 71.4% identific en el paciente la necesidad espiritual, aunque solo 39.9% se sentan capacitadas para llenar estas necesidades. La realidad que se enfrenta en los escenarios de cuidado es que muchas veces el cuidado espiritual es delegado al sacerdote, pastor, ministros y el personal de enfermera muchas veces no participa en el mismo, ya sea porque no se sienten capacitados para ofrecer el cuidado o porque no tiene el tiempo suficiente para proveer este cuidado. Es demasiado frecuente en enfermera comprobar que los profesionales no ponen demasiado nfasis en la dimensin espiritual de la naturaleza humana (Calabria y Macrae 1994). Es por esta razn que el profesional de enfermera debe capacitarse para poder cumplir con las necesidades espirituales de sus pacientes, especialmente en los momentos de dolor o prdida. El cuidado espiritual adecuado puede suponer que la enfermera demuestre un inters que a su vez posibilita la facilitacin y el recibimiento de ayuda, estableciendo de este modo relacionesPASTORAL EN SALUD Pgina 33

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

significativas con el cliente (Benner y Wrubel 1998.) Tuner y Clancy (1986) estudiaron a clientes con dolor de espalda crnico y comprobaron que el aumento del empleo de la oracin y la esperanza est relacionado con la disminucin de la intensidad del dolor. Por otra parte, las investigaciones han demostrado que la meditacin produce resultados satisfactorios en el tratamiento del dolor crnico, el insomnio, la ansiedad y la depresin, (Culligan 1996). Las creencias y las expectativas de un individuo pueden tener efectos sobre el bienestar fsico de la persona (Coe 1997). Es por esto que el profesional de enfermera debe realizar intervenciones dirigida a satisfacer las necesidades del paciente. Entre la necesidades espirituales que pudiramos mencionar estn; la necesidad de propsito, necesidad de amor y relaciones, necesidad de creencias y de perdonar. Las acciones que el profesional de enfermera puede llevar a cabo en el cuidado Universidad Interamericana de Puerto Rico - Recinto de Ponce 3 Celebrando Nuestro Quinto Aniversario de Publicacin Revista 360 / No 5/ 2010 espiritual son las siguientes: estar abierto a los sentimientos del cliente en relacin con la enfermedad y la muerte, observar y escuchar empticamente la comunicacin del paciente, crear una atmsfera de aceptacin y no de crtica, favorecer la expresin de los miedos y las preocupaciones y ensear al paciente a enfrentarse a los problemas, favorecer la manifestacin verbal de los sentimientos y percepciones. Adems, ser sensible y transmitir compasin y proporcionar cuidado con actitud de humildad y emplear el tacto, segn sea apropiado. El ser humano necesita ser cuidado en todas sus dimensiones. La dimensin espiritual, representa la ms noble y trascendente de la persona. Adems la necesidad espiritual se hace ms evidente con frecuencia durante una crisis o enfermedad. Uno de los objetivos del cuidado paliativo que puede brindar el profesional de enfermera es atender las necesidades espirituales de los enfermos, conjuntamente con sus necesidades fsicas, emocionales y sociales. Es esencial observar normas de conducta tica (Winslow y Winslow 2003) cuando se administra cuidado espiritual; de

PASTORAL EN SALUD

Pgina 34

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

esta manera se evita entrar en conflictos entre los valores espirituales del profesional de enfermera y el paciente. El cuidado espiritual al paciente debe ser ofrecido en todo momento, con un alto sentido de responsabilidad, dedicacin y respeto a todo ser humano que as lo necesite. Adems el mismo debe ser debidamente planificado de acuerdo con las necesidades previamente identificadas durante la fase de estimado y valoracin. Luego, el profesional de enfermera integra el conocimiento acumulado y el conocimiento relacionado con la fuente y las terapias disponibles para el cuidado espiritual, logrando desarrollar un plan de cuidado individualizado y de alta calidad. Referencias Berman Andrey, Snyeler Shirlie (2008). Fundamento de Enfermera, Conceptos, procesos y prcticas. Octava Edicin.Madrid:Pearson Prentice Hall. Potter Patricia A (2004).Fundamento de enfermera.Quinta edicin.Madrid ,Espaa:Harcourt, Mosby Craven Ruth F (2009). Fundamentals of Nursing Human Health and Function. Sexta Edicin.Philadelphia:Lippincott William & William. Boneu Carmen, R.N B.S.N, Morales Daynna R.N B.S.N. (2009). Percepcin de un grupo de profesionales de enfermera que laboran en la unidad de cuidado crtico sobre el concepto de espiritualidad. San Juan P.R:Revista Impulso junio. (2009), vol. #2.

PASTORAL EN SALUD

Pgina 35

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

E. Benito, C. Gomis, J. Barbero, A. Pays GRUPO DE TRABAJO SOBRE ESPIRITUALIDAD EN CUIDADOS PALIATIVOS El 11 de enero de 2004, Xavier Gmez Batiste, presidente de la SECPAL, animado por algunos miembros de la Junta Directiva, promova la creacin dentro de la Sociedad de un grupo de trabajo sobre Dimensin espiritual en Cuidados Paliativos, al que coloquialmente hemos ido llamando Grupo de Espiritualidad. En el documento del presidente incitando a la formacin del grupo deca: La dimensin espiritual es valorada como muy importante por pacientes y familiares, y aunque se ha avanzado en el dilogo entre las distintas visiones de esta dimensin, existe poca experiencia y evidencia en el rea asistencial, y poca experiencia en la formacin y poca participacin en los congresos. Se trata de un rea, importante, pero relativamente poco desarrollada. Se proponan como objetivos del grupo: 1. Revisar y poner en comn las experiencias y visiones de la dimensin espiritual en Cuidados Paliativos. 2. Proponer medidas de mejora de la atencin espiritual de enfermos y familias. 3. Estimular la puesta en marcha de experiencias. 4. Proponer mejoras en la formacin de los profesionales en este campo. En este documento se indicaban como requisitos para el trabajo del grupo:PASTORAL EN SALUD Pgina 36

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

Visin abierta y respetuosa de todas las posiciones.8

Enfoque hacia la mejora de la atencin de los aspectos espirituales en la prctica asistencial y ayuda a los profesionales y equipos para su inclusin en la prctica cotidiana. Participacin multidisciplinar. Se encarg a Alba Pays la coordinacin del grupo. Con este marco y la ilusin propia de abrir un nuevo campo, tan atractivo como difcil de explorar, empezamos. El 8 de abril de 2004 Alba Pays mand una propuesta a los que inicialmente formaron el grupo de trabajo. Ramn Bays, Carles Toms, Real Rodeles, Ramn Gir, Consol Lpez, y Enric Benito. El grupo empez a reunirse en la acogedora casa situada en el barrio de Gracia de Barcelona, de la Fraternidad de la Comunidad de Jess, que Ramn Gir puso a disposicin del grupo. Los objetivos iniciales del grupo fueron: Compartir las distintas visiones sobre la dimensin espiritual desde una perspectiva interreligiosa, incluyendo la visin existencial y distinguindola de lo psicolgico. Llegar a acuerdos conceptuales sobre: qu es la espiritualidad? Qu es la religin? Cules son las necesidades espirituales al final de la vida? Cmo deben ser atendidas? A partir de las distintas experiencias y tradiciones, y la revisin de otras experiencias fuera de nuestro pas, elaborar una propuesta de acompaamiento espiritual en Cuidados Paliativos. Revisar experiencias en las distintas unidades. Qu se est haciendo ahora? Cul es el punto de partida de los profesionales? Valorar la posibilidad de elaborar y publicar una gua de acompaamiento desde la visin catlica, protestante, evanglica, ortodoxa, juda, musulmana y existencialista.9

Proponer mejoras en la formacin de los profesionales en este campo que incluya instrumentos para la exploracin y evaluacin de los aspectos espirituales en la historia clnica del paciente, la comunicacin efectiva y compasiva con el paciente sobre su sufrimiento, creencias, esperanzas y, finalmente, la exploracin de los sistemas de creencias del propio profesional y cmo estas creencias pueden afectar en la manera como este cuida y acompaa al paciente. Procurar, para el Congreso de San Sebastin (mayo 2006) y en todos los congresos y reuniones de Cuidados Paliativos, la creacin de espacios donde compartir los temas de acompaamiento espiritual. Tras las primeras reuniones, nos dimos cuenta de que el trabajo de debate conceptual dentro del grupo era difcil, tanto por la propia naturaleza del tema como por las distintas percepciones y visiones de los miembros del grupo. Exista adems el riesgo de aislarnos de la experiencia clnica y quedar en un texto terico poco til para los profesionales de la SECPAL. El grupo iba revisando y elaborando aspectos conceptuales mientras promova el debate en los diferentes encuentros profesionales de nuestro mbito. As, en mayo de 2005, en el Congreso de la Sociedad Catalano-Balear de Cures Palliatives celebrado en Lrida, en una mesa redonda se abord la atencin espiritual. Surgi entonces la idea de elaborar de un cuestionario para explorar laPASTORAL EN SALUD Pgina 37

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

percepcin de las necesidades y recursos espirituales entre los propios profesionales de la SECPAL. Entre abril y mayo de 2005 se recogieron las ms de 200 encuestas Los resultados de este trabajo y la propuesta de elaboracin de una taxonoma propia fueron presentados en la mesa del Congreso de San Sebastin (1). El trabajo est pendiente su publicacin en la revista Medicina Paliativa (2). Tras el congreso de San Sebastin, y a partir del verano de 2006, Alba cede la coordinacin a Enric Benito y se incorporan otros nuevos miembros, Javier Barbero, Jorge Mat, Eva Juan, Clara Gomis, Xavier Busquet y Teresa Gabarr.10

En mayo de 2007, en el Congrs de la Sociedad Catalano-Balear de Cures Palliatives el grupo participa en una Mesa redonda sobre: Detectamos las necesidades espirituales, existenciales y religiosas de los enfermos al final de la vida?, moderada por Ramn Bays en la que participaron Alba Pays, Enric Benito, Jorge Mat y Javier Barbero. El grupo sigui con sus reuniones peridicas y trabajando va e-mail. En la reunin del 31 de enero de 2008, se acord editar el material elaborado y se propuso a la Junta Ejecutiva de la SECPAL, que aprob la edicin que tienes en tus manos. EL CRECIENTE INTERS POR LA ESPIRITUALIDAD EN CUIDADOS PALIATIVOS Las respuestas del cuestionario que pasamos a los profesionales muestran, por parte de un grupo reducido de profesionales, una sensibilidad creciente frente a estas cuestiones. Por otra parte, en las jornadas y congresos en las que ha participado el grupo, en ponencias sobre espiritualidad, hemos comprobado cmo habitualmente la organizacin se ve superada por la presencia masiva de asistentes. Por qu surge ahora esta necesidad de explorar y atender desde una perspectiva profesional este aspecto? Quizs sea fruto de un desarrollo lgico de los Cuidados Paliativos, entendidos como el inters genuino por la atencin integral de las necesidades de los pacientes al final de la vida. Es una hiptesis. Recordando la breve historia de los Cuidados Paliativos podemos observar cmo hemos ido evolucionando en la cobertura de las necesidades de los pacientes y familiares. Inicialmente intentando cubrir las ms urgentes, y quizs tambin ms fciles de atender: las fsicas; el control de sntomas, que ocupa hasta ahora buena parte del inters de los clnicos; as como de las publicaciones e investigacin. Paralelamente,11

aunque con ms retraso, se han ido abordando (y an precisan de mayor desarrollo) los aspectos emocionales y sociales del proceso que atendemos. Ahora aparece, como si fuera la cpula de la pirmide de Maslow, esta necesidad vislumbrando que hay un mbito por cubrir, el que emerge en ocasiones a pesar de haber atendido las dems necesidades. En la medida en que como clnicos vamos madurando nuestra comprensin del proceso de morir, vamos aumentando nuestra percepcin de estas necesidades y podemos afirmar que, aunque muy lentamente y a partir de colectivos ms sensibles, estamos ante un despertar de la conciencia profesional de un nuevo mbito para atender, el de la dimensin espiritual. Si bien es cierto que en las definiciones de Cuidados Paliativos, en los estndares, hasta en la estrategia nacional recientemente probada aparece el tema de la espiritualidad, existe todava una importante distancia entre las necesidades que algunosPASTORAL EN SALUD Pgina 38

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

perciben junto a la cama del paciente y los recursos que como colectivo profesional disponemos para poder atenderlas. LAS DIFICULTADES PARA EL DESARROLLO DE LA ATENCIN ESPIRITUAL No estamos an en condiciones de ofrecer de forma sencilla y operativa, es decir de aplicacin clnica prctica, una descripcin de los parmetros que abarca la dimensin espiritual, as como de las estrategias para la intervencin. Las razones del escaso desarrollo de la atencin espiritual en nuestro entorno hay que buscarlas en dos tipos de dificultades: por una parte, en la propia naturaleza de lo que estamos abordando y, por otra, en las caractersticas del paradigma en el que nos movemos en el mbito clnico. Veamos brevemente estos dos aspectos:12

Al acercarnos al mbito de lo espiritual nos aproximamos a algo que todas las tradiciones de sabidura han expresado como inefable, que pertenece a un nivel de experiencia vivencial, que no cabe en las palabras. Las palabras pueden ser indicadores de lo que se intenta expresar, mapas del territorio que se quiere describir, pero que slo pisndolo personalmente podemos experimentar. Esta dificultad, con la que se han encontrado igualmente todas las tradiciones de sabidura, se ha intentado soslayar expresndose a travs del cuento, la parbola, el koan, la poesa, es decir, de forma metafrica o simblica. Aqu nos encontramos igualmente con la necesidad de abordar el mbito de lo intangible y parcialmente inefable. Por otra parte, trabajamos en un entorno clnico donde el paradigma dominante es el cientfico, basado en el experimento y por tanto en la cuantificacin y la medicin objetiva. El mbito de la espiritualidad, por sobrepasar lo mesurable y cuantificable, por definicin trasciende el marco de lo cientfico y sin ser irracional, se acerca ms a la experiencia humana vivencial que requiere una aproximacin distinta. El abordaje acadmico e investigador de este mbito tiene un marco ms factible, desde la fenomenologa, la antropologa o de la psicologa transpersonal. Para facilitar la comprensin de los textos que aqu se presentan, intentaremos abrir nuestra perspectiva comenzando por describir el marco conceptual y el modelo de atencin integral al que, creemos, deben aspirar los Cuidados Paliativos. PROPUESTA DE NUEVO MARCO CONCEPTUAL De modo esquemtico definimos nuestro marco conceptual: el centro de la atencin de los cuidados paliativos es la persona del enfermo, afrontando un proceso que precede a la muerte, que es el morir, y que se caracteriza por un deterioro progresivo de las funciones vitales, acompaado frecuentemente de sufrimiento.13

La comprensin y la intervencin teraputica, atendiendo estos cuatro elementos, (la persona, la muerte, el morir y el sufrimiento), son cruciales para afrontar de manera efectiva los cuidados de calidad en esta etapa. Dado que la comprensin de esos cuatro elementos no es siempre unvoca, importa precisar ahora el paradigma desde el que partimos y a la luz del cual entendemos esas cuatro realidades fundamentales. En trminos generales, nuestra perspectiva enlaza con la visin antropolgica, cosmolgica y sagrada que comparten, en lo esencial, lasPASTORAL EN SALUD Pgina 39

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

grandes sabiduras y tradiciones espirituales que han llegado hasta nuestros das y que recoge, de diversas formas, el pensamiento humanista occidental, la psicologa transpersonal y la medicina humanista y compasiva. En trminos ms concretos, entendemos a la persona, la muerte, el morir y el sufrimiento de la siguiente forma. La persona Asumimos que la persona es portadora de una dignidad sublime (3) que radica en su modo peculiar de ser, y en esta dignidad se basan el respeto y el trato personalizado y justo que merece siempre, y que es el fundamento de las corrientes ms fundamentadas de la biotica. Segn nuestro modelo, la persona es un SER complejo, dinmico y nico, en relacin (4,5): Complejo, porque su realidad est formada por un conjunto muy rico de aspectos o dimensiones interrelacionadas. Bsicamente, esas dimensiones son: fsica, emocional, cognitiva, social y espiritual. Atender de forma integral al ser humano requiere atender todos estos aspectos porque, aunque son distinguibles, forman en la persona un todo inseparable. Dinmico, porque el tono, la calidad y el grueso de cada una de esas dimensiones vara en las distintas etapas de la vida del ser humano a raz de sus experiencias, condicionando nuevas necesidades, opciones y retos para la persona. Por eso, la persona, al vivir, se hace, se construye, participa en la propia historia y la crea, escribe su biografa, etc., hasta el momento mismo de morir.14

nico, porque ese entramado de dimensiones en desarrollo vividas por cada persona forma un modo de ser nico, especial, irrepetible e insubstituible. En relacin, con el entorno (la naturaleza, sus pertenencias), los dems seres humanos (mundo afectivo y social), con las ideas (cultura, valores, opciones), consigo mismo (intimidad), con lo trascendente (o su relacin con el Misterio ltimo de la realidad). Sus recursos y fuentes de sufrimiento se darn en estas diferentes relaciones y estarn, bsicamente, ligadas a su capacidad de dar y recibir amor. En efecto, creemos que la necesidad de amar y ser amado es la base de la existencia humana. Es el resultado de la profunda interdependencia que todos compartimos unos con otros. El cuidado y acompaamiento de familiares, amigos y profesionales es la respuesta a esta caracterstica humana de relacin y necesidad mutua. El reconocimiento y atencin, por parte del equipo, de este singular y complejo modo de ser de la persona, es una parte fundamental del cuidado integral que merece y al que aspiramos. La muerte La muerte no es un fracaso. Forma parte de la vida. Es un acontecimiento que es preciso vivir (6). La concepcin que se tenga de la muerte condicionar tambin los cuidados que se otorguen al enfermo en su etapa final de vida. En nuestra sociedad tecnolgica y secularizada, la muerte es a menudo fracaso y punto final. Tratamos de posponer su llegada por todos los medios y, cuando al fin nos alcanza, nos resignamos a ella con sentimientos de fracaso, vergenza, derrota o agotamiento. La muerte es, ciertamente, en un primer sentido y ms obvio, el cesamiento de todas las constantes vitales de un individuo; en este sentido, supone una amenaza a la integridad del sujeto, al menos en la forma que este ha tenido de existir hasta entonces. Pero segnPASTORAL EN SALUD Pgina 40

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA15

las tradiciones espirituales, la muerte es slo el cese de una forma de existir y el paso o la transformacin de aquel ser a otra dimensin. Ms an, para dichas tradiciones, esa otra dimensin es la Realidad, con maysculas: el origen y destino final de nuestra existencia. Desde esta perspectiva espiritual, entonces, la muerte no es un punto y final ms all del cual no habra nada, sino un paso, una transicin. Por consiguiente, hay que prepararse para dar ese paso: hay que cerrar un tiempo y abrirse al nuevo; importa tanto lo que se deja atrs como lo que est por venir. La proximidad de la muerte inaugura, pues, un proceso activo que implica a la persona en todas sus dimensiones y tambin a su entorno. El tiempo de morir es activo y tiene un valor. Sea cual sea, finalmente, la representacin que tengamos de esa otra vida a la que accedemos a travs de la muerte de nuestro ser actual, lo cierto es que los valores espirituales cambian la mirada que dirigimos a la muerte. Desde esta perspectiva, la muerte es un misterio, pero no un absurdo. No es una tragedia, sino la ocasin de un despertar. Esta experiencia de transformacin puede ser vivida por el paciente al final de la vida desde una dimensin transhistrica y que no necesariamente est vinculada a lo religioso, como comentaremos ms adelante. El morir (o el proceso que precede a la muerte) Morir es la ms rica, hermosa y poderosa oportunidad espiritual de toda la vida (7). Si la muerte es un punto de inflexin, el morir es el proceso que precede a la muerte. Cuando la muerte no ocurre de forma brusca e inesperada, el proceso suele caracterizarse por: Deterioro progresivo. Prdidas sucesivas en todos los mbitos: Fsico: prdida de capacidades y autonoma, aumento de dependencia y fragilidad. Mltiples sntomas intensos y cambiantes. Cognitivo: cambios en los sistemas de valores, creencias, expectativas; disminucin de las alternativas o elecciones posibles.16

Emocional, consecuencia de los cambios y prdidas y relacionado con las amenazas e incertidumbres existenciales. Social: roles, relaciones... Espiritual: posible crisis de sentido. Dependencia de los dems y del entorno. Percepcin de la proximidad de la muerte, consciente o inconsciente, explcita o no. Incertidumbre: qu ocurrir?, voy a sufrir? Percepcin de amenaza a la integridad del yo (sufrimiento). Atender de forma profesional este proceso obliga a centrar la atencin y los cuidados en la persona que lo sufre y no en la enfermedad que en este periodo debe perder el protagonismo. Ms all de los sntomas perceptibles, la persona que est muriendo se ve frecuentemente ante un proceso de: Introspeccin. Reflexin sobre el sentido de la vida. Preguntas sobre la posibilidad de un ms all. Balance de los valores vividos y de adnde le han llevado. Puesta en orden de todos sus asuntos. Sentimiento de unidad y valoracin en su intimidad por los dems.PASTORAL EN SALUD Pgina 41

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

Posibilidad de comunicarse, perdonar, amar, despedirse de los suyos. Superacin del miedo, aceptacin de su situacin, transformacin del sufrimiento. Morir supone, pues, un arduo trabajo interior, realizado con ms o menos consciencia. Supone, en muchos casos, una agudizacin de los sentidos, de las emociones, una resignificacin de las relaciones, una especie de parto de s mismo, como un intento de ponerse del todo en el mundo antes de desaparecer o de partir (Michel de Muzan, citado por M de Hennezel) (6). Nuestra forma de reconocer y acoger este trabajo interior del moribundo, nuestra forma de darle espacio y aun favorecerlo, convierte nuestra atencin en acompaamiento.17

Pero esta realidad fsica, psicolgica y social no es la nica que se ve afectada en el proceso de morir. Desde la perspectiva espiritual, mientras que la dimensin contingente de la persona que algunos autores denominan Ego va a desaparecer, la dimensin trascendente, nuestro verdadero ser que se ha denominado SELF puede emerger dentro de la crisis. A travs del sufrimiento asociado al morir, y aceptndolo, puede producirse, pues, una transformacin de nuestra conciencia hacia espacios ms all del sentido personal del yo. Se puede decir que vivir con una enfermedad terminal es un proceso en el cual se va eliminando capa tras capa de quien creamos ser y comenzamos a vivir un sentido del yo ms real, ms esencial y, en consecuencia, ms amplio (7). De ah la importancia capital de atender a todas las dimensiones de la persona, tambin la espiritual, al abordar la atencin en la muerte. De lo contrario estaramos sesgando un impresionante proceso de transformacin que ha sido contemplado por todas las grandes religiones o tradiciones espirituales y que nosotros mismos contemplamos a veces en nuestro trabajo asistencial. Cuando el sistema sanitario no reconoce las distintas necesidades de la persona que afronta la muerte y se centra en los aspectos puramente somticos de la enfermedad con una actitud curativa, se produce un sufrimiento iatrognico, y una probable obstinacin teraputica, que afectan negativamente tanto al enfermo, como a las personas vinculadas emocionalmente con l y al propio equipo sanitario que se distancia del sentido de su vocacin y misin. El modelo basado en una concepcin puramente biolgica del enfermo, que aun impera en la mayora de servicios sanitarios, es una de las mayores barreras al desarrollo de la atencin humanizada del proceso de morir. El sufrimiento El sufrimiento ha sido definido por E. Cassell (8) como un estado especfico de distrs que ocurre cuando la integridad de la persona est amenazada o rota. Contina hasta que la amenaza desaparece o la integridad es restaurada.18

Si hay algo que indudablemente est impregnado de sufrimiento es la enfermedad terminal. El malestar, las sospechas, el diagnstico, los sntomas crecientes, los tratamientos, el miedo, la vergenza, el aislamiento, la dependencia, el cansancio, las esperanzas vanas La enfermedad amenazante se convierte en una abrumadora cadena de prdidas que a menudo sobrepasa nuestra capacidad de afrontamiento: cuando ya has aceptado una prdida, aparece otra que digerir e integrar. Como lo expresa Singh (9): He aceptado que ya no puedo trabajar; ahora tengo que aceptar que ya no puedo ir de paseo. He aceptado que ya no puedo ir de paseo; ahora tengo que aceptar el hecho de que apenas puedo andar. He aceptado que apenas puedo andar; ahora tengo que aceptar que necesito un catter. He aceptado que necesito un catter; ahora tengo quePASTORAL EN SALUD Pgina 42

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

aceptar que mi piel se rompe. He aceptado que mi piel se rompe; ahora tengo que aceptar que estoy totalmente desvalido. Puedo aceptar que estoy totalmente desvalido; ahora debo aceptar el hecho de que la muerte est prxima. La enfermedad que deteriora el cuerpo amenaza tambin todas las construcciones y relaciones que se han ido elaborando a lo largo de la vida. La proximidad de la muerte cuestiona la identidad e integridad misma de la persona, en todas y cada una de sus facetas. En efecto, la persona se construye alrededor de un cuerpo fsico, una familia y unas relaciones emocionales con los dems, consigo mismo, y con su profundidad o su ser. Se construye, adems, en un entorno determinado y una cultura, en un tiempo concreto y a partir de unas circunstancias y experiencias a las que la persona va dando respuesta. As construye su modo de ser en la vida, su biografa, y esta puede estar orientada o no a travs de una creencia o religin. En todo caso, la persona que muere debe abandonar todo aquello conseguido, todo aquello conocido y, an, el futuro deseado. La amenaza a la identidad construida a lo largo de toda la vida y a las esperanzas todava irrealizadas es fuente de profundo sufrimiento. Su expresin puede ser diversa: ansiedad ante el temor a lo que se avecina; ira por lo que se ve obligado a dejar, depresin ante la percepcin de falta de control o el sentimiento de absurdo. Es este un sufrimiento al que los profesionales sanitarios no pueden responder, y no deberan acallar; un sufrimiento que solamente queda reconocer, acoger y acompaar con la esperanza de que la persona que tenemos delante lo pueda finalmente aceptar y trascender.19

El sufrimiento per se no tiene un valor curativo o reparador, ahora bien, tampoco se trata de reprimirlo o ahogarlo a toda costa, negando su presencia. Tampoco podemos presuponer que sabemos qu es lo que hace sufrir a una persona concreta, o qu es lo que esa persona necesita. Hace falta escuchar profundamente, hasta empatizar con su sufrimiento y acompaarlo en l, ni menos ni ms. Si se trata de algo en lo que se puede intervenir (aliviar un sntoma, facilitar la comunicacin con la familia, encontrar una residencia para el hijo con esquizofrenia) sin duda hay que hacerlo a travs del profesional del equipo adecuado. Si no podemos intervenir, habr que saber ESTAR. Y ese es el principal cometido del acompaamiento espiritual. Eso no quita que, como profesionales que atendemos a la persona que se aproxima a la muerte y sostenemos su agona, nos dotemos de un modelo que nos permita comprender el origen ms hondo y el significado ltimo del sufrimiento humano, en la lnea de las grandes corrientes de la espiritualidad universal. El sufrimiento que observamos en las personas, y especialmente en las personas que se aproximan a su fin y revisan su vida y su sentido, tiene, desde la perspectiva espiritual, races ms profundas an que las existenciales, races que importa atender cuando se cree que la muerte es fin, pero tambin nacimiento, cuando ya no esperamos curar pero s aspiramos a sanar, esto es, a que la persona pueda irse reconciliada consigo misma y en paz. Desde todas las tradiciones de sabidura, se entiende el sufrimiento como fruto de la separacin entre nosotros y lo trascendente que a todos nos nutre. Al mismo tiempo, se reconoce en la experiencia del sufrimiento una posibilidad de apertura a un nuevo espacio de unin o consciencia que surge tras la trascendencia liberadora del mismo sufrimiento. Desde esta perspectiva, es en el seno de esta crisis que supone la enfermedad terminal desde donde puede emerger una nueva conciencia basada en la conexin con el Ser. Segn Shaver (10) el sufrimiento es un proceso dinmico y transformador, a travs del cual la naturaleza incompleta y fracturada del Self comienza a re-emerger en laPASTORAL EN SALUD Pgina 43

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

conciencia. El disconfort y la ansiedad asociados con el sufrimiento ocurren como resultado de esta re-emergencia, y tambin del intenso y progresivo anhelo de las partes no integradas o asimiladas del Self.20

Eckhart Tolle (11) dice: El sufrimiento nos hace ahondar en nuestro ser. La paradoja es que el sufrimiento est causado por la identificacin con la forma, pero erosiona la identificacin con la forma. En gran parte est causado por el ego, aunque a la larga destruye el ego, pero no hasta que suframos conscientemente. El sufrimiento tiene un noble propsito: la evolucin de la conciencia y la disolucin del ego. El hombre crucificado es la imagen arquetpica. Es todo hombre y toda mujer. Si te resistes al sufrimiento, el proceso es lento, porque la resistencia crea ms ego que hay que disolver. Pero cuando aceptas el sufrimiento, hay una aceleracin del proceso, provocado por el hecho de que sufres conscientemente. En medio del sufrimiento consciente est ya la transmutacin. El fuego del sufrimiento se convierte en la luz de la conciencia (11). Para Ken Wilber (12) la aparicin del sufrimiento no es un bien, pero s una buena seal, una indicacin de que uno empieza a darse cuenta de que vivir fuera de la conciencia de unidad es, en ltima instancia, doloroso, perturbador y triste. Vivir entre demarcaciones es vivir entre batallas: la del miedo, la de la angustia, la del dolor y finalmente, la de la muerte (...). El sufrimiento es el primer paso hacia el reconocimiento de las falsas demarcaciones y, si lo entendemos correctamente, resulta liberador porque apunta ms all de todas las demarcaciones. Entonces no sufrimos porque estemos enfermos, sino porque est emergiendo una forma de intuicin inteligente. Sin embargo, es necesario entender correctamente el sufrimiento para no abortar el surgimiento de esta intuicin. Debemos interpretar bien el sufrimiento para poder penetrar en l, vivirlo y finalmente trascenderlo. Una mala comprensin har que nos atasquemos en mitad del sufrimiento, y nos revolquemos en l, ignorando otras posibilidades. Hay personas que a lo largo de su vida han ido adquiriendo un mayor grado de conciencia de pertenencia a una realidad que le supera y transciende. Esta conciencia puede ser una condicin que determine de forma importante el grado de confianza con el que afronta la proximidad de su muerte. En todo caso, y en ausencia de esta conciencia, es posible que la presencia de alguien del equipo de paliativos o de fuera que resista los envites de la angustia y la desesperacin, y que, apoyndose en el conocimiento de las posibilidades de crecimiento espiritual que entraa el sufrimiento,21

pueda con su presencia permitir al enfermo trascender esta difcil experiencia del morir y acercarla a una muerte en paz. Modelo de atencin: caractersticas Afrontar cotidianamente, como profesionales, la muerte y el sufrimiento de nuestros enfermos con un enfoque integral que busque cubrir las necesidades de las personas, y atender especialmente los aspectos trascendentes, evaluando sus recursos y necesidades, requiere un modelo de atencin que se caracterice por: Ver la muerte y el morir como: Un hecho natural que nos afecta a todos desde siempre. Un proceso humano existencial que afecta a la totalidad de la persona, en todas sus dimensiones. Ms un proceso biogrfico que un episodio biolgico. Un misterio al que hay que acercarse con respeto, humildad y aperturaPASTORAL EN SALUD Pgina 44

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

para poder atender y acompaar al que va a morir Tener una actitud de: Compasin (ver compasin en el glosario) por parte de los profesionales hacia el enfermo y su familia. Humildad, al enfrentarnos desde nuestra fragilidad ante el misterio. Apertura, hacia la comprensin de los aspectos que an ignoramos del proceso, y que nos permita aumentar nuestra comprensin y conocimiento y con ello desarrollar mayor capacidad de ayuda en esta etapa de la vida. Madurez y equilibrio personal, que permita la ecuanimidad en el entorno del sufrimiento. Intervenir desde un equipo multiprofesional, que pueda cubrir al mximo las necesidades mltiples y cambiantes de este proceso.22

Para afrontar especficamente las necesidades espirituales de los pacientes es preciso, adems, que el profesional personalmente haya realizado un trabajo de afrontamiento de sus propias prdidas, desarrollando en s mismo una conciencia sensible a las necesidades de esta dimensin. Modelo de proceso Acompaar a