0086 salazar miedo-cerval 2014 - poetrywillbemadebyall.com

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Sala

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Books by

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Poets

2014

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9509017813049

ISBN 978-1-304-95090-190000

MIEDO

CERVAL

Aleida Belem

Salazar

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MIEDO CERVAL

MIEDO CERVAL

Aleida Belem Salazar

Poetry will be made by all! 89plus and LUMA Foundation

0086 / 1000 First Printing: 14:27, 18 March 2014 ISBN 978-1-304-95090-1 LUMA/Westbau Löwenbräukunst Limmatstrasse 270 CH-8005 Zurich Published by LUMA Foundation as part of the 89plus exhibition Poetry will be made by all! co-curated by Hans Ulrich Obrist, Simon Castets, and Kenneth Goldsmith at LUMA/Westbau, 30 January – 30 March 2014. Cover design by Content is Relative. All rights to this work are reserved by the author. This book edited by Alexandra Siegrist. Series editor: Danny Snelson http://poetrywillbemadebyall.ch

para M.

Marca la muerte en el cuerpo con una luz negra, como si el corazón, en el frasco,

saliese con fuerza por la espalda, desplazando huesos y piel.

Gonçalo M. Tavares.

ÍNDICE

Síntoma, enfermedades Corazón, pecho Infancia, cicatriz Tropiezos, soledad Futuro, anterioridad

SÍNTOMA, ENFERMEDADES

Falla respiratoria

i todos los asmáticos conocemos la cara de la muerte: después del salbutamol la taquicardia después del oxígeno la calma ii todos los asmáticos conocemos la luz al final del pasillo: una inyección para abrir el canal una inyección para reanimar los pulmones una inyección para sortear la muerte iii todos los asmáticos conocemos el ritual de supervivencia: primero el pánico luego el inhalador uno dos tres disparos

tomar un taxi e ir a urgencias esperar a que te atienda el doctor del hospital público verte las uñas y compararlas con el azul sucio del piso esperar a que el doctor te vea la cara morada y decida que sí que es una urgencia inhalar exhalar inhalar

Historia anímica

I oigo la respiración de mi madre igual a la de un animal enfermo con los pulmones inflamados desperté del sueño con una flecha enterrada en el centro de toda la llaga que es también el cuerpo abriendo los puños para dejar de marcarme las uñas en las palmas para que el recuerdo cesara

II alguna vez alguien pensó que estábamos desperdiciando la vida inventado padecimientos para la cabeza porque no podíamos aceptar la locura porque no podíamos abrazar la vida sin que los pellejos de piel muerta se nos alojaran en los huecos

III voy a hacerme una herida que comience del vientre y me llegue hasta la cabeza limpiar cualquier deformación interna limpiar las paredes lavarme los órganos con agua salada limpiar toda transferencia antecesora para nacer de nuevo esta vez sin ninguna enfermedad hereditaria sin ningún miedo patológico

Breve repaso de los acontecimientos uno: ellos preguntan qué tomó ellos dicen abrirá los ojos en unas horas hay una madre que se pregunta por qué en singular ya no es ellos hay una madre que se culpa en singular hay una hija en una camilla y una madre que siempre va a preguntarse por qué dos: alguien dice que sólo será el sueño alguien comprueba que el cuerpo respira

alguien está durmiendo y no sabe lo que pasa sólo escucha el hilo de las voces sólo sabe de sí misma sólo quiere que los demás se callen para seguir olvidándose en su propio sueño inducido alguien va a despertar y querrá cortarse la cabeza querrá volver a dormir tres: todo va a estar bien quizá después una madre que se pregunta va a culparse y a culparla por un tiempo pero todo va a estar bien quizás después una hija va a empeñarse en repetir la historia y va a culpar a la madre pero todo va a estar bien quizás una madre y una hija querrán

amputarse para siempre el cordón umbilical que las une pero todo va a estar bien una madre y una hija separadas una madre y una hija van a nacer de nuevo de la boca de una oveja cuatro: siempre se pregunta en singular la pregunta colectiva está llena de la soledad de uno se raja la pregunta en singular una madre una hija siempre cosidas a la misma pregunta del alumbramiento

PECHO, CORAZÓN

Se viene del amor esguinzado por los huesos y ahora desinfectas la cicatriz para recordarte que eres tú una a una palpas sientes te asombras con una tranquilidad como si tu costumbre fuera invocar a los muertos haciendo pequeñas tumbas en el mar para los amores que se te murieron en los ojos

Estoy inconforme con mi propio corazón porque no puedo deshacerme de tanto miedo que dios me dio al parirme.

Entre el espacio diminuto del amor y la incisión se aloja una idea transgénica que corrompe la horizontalidad de la palabra.

INFANCIA, CICATRIZ

Promesa Voy a purificarme las manos metiéndolas en agua hirviendo: así sanar el largo trecho por donde comenzó todo. Voy a lavarme el rostro tallándolo con lejía: así arrancar las preguntas y curtir mis ojos. Voy a tragar tierra para que en el esófago me crezcan árboles pequeños y ahí reencontrarme con la infancia que no tuve.

Árbol genealógico No conocer de raíces que son antepasados. No saber el origen de estas ramas. Ni esta tierra. Ni esta sombra. Poseer sólo un nombre que no elegiste.

Abrir la boca Nací un domingo santo. El día en que las puertas del cielo se abrieron. Unos labios jóvenes me dieron a luz. Y el dios que resucitó al tercer día no debió permitir mi nacimiento. No debió darme este ombligo para alimentarme ocho meses de la comida de mi madre. Devorar su inocencia. Atragantarme su dolor. Veinticinco años y abro los ojos sin desear abrirlos. Porque es tener la certeza de que si los abro sigo anclada a la cama. Sigo en este abandono. Siendo una malagradecida con la que me amamantó tan sólo unas cuantas veces. Y no es su culpa. Esta culpa la siento yo por haber llorado el primer llanto para que el doctor me entregara a la vida como si estuviera sacrificándome al mundo.

Una súplica Que me bauticen con tu cadáverpara que la infancia no sólo sea un accidente.

Hierbas, ramas, plumas Cuántas veces no fui varias mujeres que ahora yacen inertes en el pico de un pájaro. Ahí morimos todas. Ahí se vuelve al origen. Ahí les he hecho su tumba. Bajo la cicatriz de la cesárea.

TROPIEZOS, SOLEDAD

No planté un árbol de mandarinas

Recuerdo el olor de lo que siempre está por irse de lo que siempre está por terminar la piel color naranja venas más antiguas que cualquier otro deseo tal vez pude quererte tal vez pude ser lo último que nos sobra el olor es la memoria recuerdo el origen de la angustia de la premonición recuerdo el sabor el precipicio el sustantivo recuerdo que te quise

y cuando pasen los años aunque pasen diré que no que no fue suficiente que no quisimos que nos bastara.

Podría no ser un vientre y sólo ser la ausencia alojada Tengo casi veinticinco años y no he dado el primer beso pero ya me he inducido la muerte me he vuelto loca en un cuarto al que le crecen náuseas de las paredes Tengo casi veinticinco años y lo único que sé del amor es que arde en el vientre que te estruja los ovarios que tiene forma de coágulos y en el centro siempre va a doler en el estómago como la primera menstruación

como la primera despedida.

Todo lo que me pronuncia Sospecho de la veracidad de mi cuerpo de todo lo que me punza del cansancio que cargo a pesar de dormir más de ocho horas de los párpados que en vez de aligerarse, pesan más cuando el pasado se convierte en promesa de lluvia porque qué es más dañino si el recuerdo o la pregunta encarnada en la boca sospecho de todo lo que toco de las cartas llenas de disculpas volátiles, incompletas, que no puedo acariciar

ahora me quejo del miedo y de la posibilidad de sentir lo que mi espíritu ha acumulado por veinticinco años no le temo a la vejez lo que me aterra es sostener tantos años en estos huesos de animal ovíparo sospecho de lo que me digo a mí misma de lo que escribo de los caminos largos que tomo para evitar llegar a tiempo y decir me quedé atorada en el tráfico el taxi iba muy lento no alcancé a tomar el autobús

cuando debería confesar llegué tarde porque no quise salir de la cama porque lo único que deseo es llorar todo el día y abrazarme a mí misma ¿y quién va a aliviarme la memoria si no puedo purgar la duda?

Cóncavos Perdí la cuenta de todas las veces que lloré en un transporte público He llorado todas las palabras que no pude decir He llorado todas las lágrimas los silencios y las palabras que me dijeron Lo he llorado tanto y muy bien que nadie nunca lo notó He llorado en cada autobús por cada decepción que me gané por cada hombre que pensé amar pero no me amó. Los autobuses son la casa del llanto que más me sé a ciegas. Pero no contaré las veces que he llorado en los taxis los taxis son otro poema son mi herida amarilla alojada en mi espalda.

FUTURO, ANTERIORIDAD

Uno: Plan a futuro

Será triste no poder darle mi nombre al de la autopsia o al de la funeraria y seguir dependiendo del vivo que proporcionará mis datos y no es la tristeza de quien me va a seguir nombrando en vano o de quien se olvidará de hacerlo sino la tristeza de seguir teniendo nombre propio.

Dos: Interpretaciones Para qué necesitar de un nombre si nos bastan los significados extensos. Es más fácil decir: cadáver lienzo muerto por accidente muerto por pérdida de voluntad muerto por enfermedad muerte desconocida fosa común huesos muerto por incertidumbre

resto carga ajena muerto por atragantarse la soledad del otro muerto por creer por fe por futuro.

Creencia Algo se está quebrando en nombre de la angustia porque la vida que nace de las patas diminutas de un insecto está teniendo coito con la fe del futuro.

Miedo del otro

Le temo a los ojos ajenos que repasan mis palabras perforan el amor propio y lo transgreden la exposición de las causas me vuelve más frágil.

Secreción Por la madrugada qué lento escurres como si te pegaras a la piel como si la dejaras espesa como si el calor o el frío o los fluidos como si la vida introduciéndose en el centro de la cama.

Sauce A qué soledad se pertenece si todos los sauces lloran una pérdida que desconocen.

Los últimos días

De entre el vientre y el vicio existe una costura llena de restos de piel polvorienta uñas masticadas por la asfixia y un ruido que lame su propio costado sin observar el mundo.

Presagio A veces también se encoge el corazón por anhelar el miedo por desear no ser esto que queda.

Residuos Prefiero la turba interna que el despojo chorreando entre los muslos.

Metal No fue el frío de la boca fue la palabra filo hiriendo.

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