archivo la gaceta
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L’ ARCHIVE PHOTOGRAPHIQUE DU JOURNAL
“LA GACETA”#1
Les negatifs d’acetate, ses posibilités de rècuperation,
considerationes étiques.Por Carlos Darío Albornoz#2
RESUME
...”Le propos preservationniste n’est pas mauvais en soi-même, mais il en résulte insufisant s’il ne va pas acompagné d’études préalables de dinamique social et des actions politiques concrètes - Se démande q’est ce que nous voulouns “présèrver” et qoui pas, pour qoui, pour qui, avec qui et quand nous le faisons ne sont pas des questions vaines ni rétoriques a l’heure de décider les pas a suivre dans le theme”.#3
Cet écrit propose, à partir d’un travail de préservation préventive dans l’archive
photographique du journal “La Gaceta” qui a plus de 85 ans d’existence, la possibilité de
récupèration physique des négatifs de diacétate que se trouvent dans un état de
décomposition continue.
Concients de l’imposibilité de rébrousser le chemin de la dégradation que cés
négatifs déja sub; due aux caractéristiques chimiques du matériel de support, nous avons
envisagé la posibilité de faire un travail de récuperation à partir du changement du
support des négatifs - Nous avions analisé la posibilitées de faire une récuperation
électronique, mais elle ne couvrir pas nos expectatives.
#1 Journal de la province de Tucumán, Republique Argentina, fondé dans 1912.
#2 Photographer et Conservatur de Photographies. Faculte de Sciencies Natureles e Institut Miguel Lillo. CONICET#3 ARANTES, Antonio Augusto. 1989 La preservación del patrimonio como práctica social. En CEBALLOS, Rita (Ed.): Antropología y políticas culturales. Patrimonio e identidad. Buenos Aires. Pp. 29-41.
Le travail des copies photographiques ne donna non plus des résultats positifs.
Finalement nous avons analisé le récuperation chimique du materiel. De cette façon,
moyennant l’utilisation de produits chimiques apropriés, nous avons détaché l’émulsion du
support détruit que nous avons changé et ansi nous avons pu récopier les negatifs.
Les résultats, du point de vue de l’image furent trés bons, mais le probléme
suivant fut l’imposibilité de trovner un budget et le temps pour faire ce travail, vu que les
negatifs affeetés étaint 10.000 et nous devions établir un critére pour choiser ceux à
récuperer et ceux qu’on devait laisser.
A partir de cette situation concréte apparait le probléme étique de la conservation
et des critéres de seléction des objets d’une colection. De même, il faut établir le rôle du
conservateur en face du patrimoine culturel du peuple, son ingérance dans l’élaboration
des plans d’éducation, et sa participation dans la prise de décisions sur les collections.
Finalement on propose un plan de récuperation, recherche, information et mise à
disposition des investigateurs et du public en génèrel de l’archive des photographies
antiques de l’Institut d’Archéologie de la Faculté de Sciences Naturelles et Institut Miguel
Lillo de la Université Nationale de Tucumán, République Argentine.
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El Archivo fotográfico del diario La Gaceta*
(Los negativos de acetato, sus posibilidades de
recuperación, consideraciones éticas) Por C. Darío Albornoz**
RESUMEN
..."el propósito preservacionista no es malo en sí, pero resulta insuficiente si no va acompañado por estudios de dinámica social previos y de acciones políticas concretas. Preguntarse qué es lo que queremos "preservar" y qué no, por qué, para qué, para quién, con quién y cuándo lo hacemos... no son preguntas vanas ni retóricas a la hora de decidir los pasos a seguir en este tema". (Antonio A. Arantes, 1989:38).***
Esta ponencia propone a partir de un trabajo de conservación preventiva en el
archivo fotográfico de un diario de más de 85 años de existencia, la posibilidad de
recuperación física de negativos de acetato que se encuentran en estado de continua
descomposición.
Conscientes de la imposibilidad de desandar el camino de degradación que ya
sufrieron estos negativos por las carácterísticas químicas de su material de soporte, nos
planteamos la posibilidad de realizar un trabajo de recuperación a partir del cambio de
soporte de dichos negativos. Habíamos analizado las posibilidades de hacer un trabajo
de recuperación electrónica, pero no cubrió las expectativas planteadas. Tampoco un
trabajo de copiado fotográfico dio los resultados que cubrieran nuestras ambiciones. Por
último comenzamos a analizar la recuperación química del material.
* Diario fundado en la ciudad de San Miguel de Tucumán, provincia de Tucumán, república Argentina, en el año 1912.** Fotógrafo y Conservador de Fondos fotográficos. Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo. CONICET*** ARANTES, Antonio Augusto. 1989 La preservación del patrimonio como práctica social. En CEBALLOS, Rita (Ed.): Antropología y políticas culturales. Patrimonio e identidad. Buenos Aires. Pp. 29-41.
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Así es como, mediante la utilización de químicos apropiados, desprendimos la
emulsión, del soporte de acetato destruido. Cambiamos de soporte y de esa forma
pudimos copiar estos negativos nuevamente.
Los resultados desde el punto de vista de la imagen fueron muy buenos, mas el
problema se planteó por la imposibilidad presupuestaria y temporal de encarar estos
trabajos en la totalidad de los negativos, puesto que suman alrededor de 10.000
fotogramas, poniéndonos en frente el problema de seleccionar un criterio con el cual
elegir qué negativos se van a recuperar y cuales no.
Desde esta situación concreta, se plantea la ética de la conservación y de los
criterios de selección de los objetos a conservar de una colección. El papel que juega el
conservador en la toma de decisiones, enfrentando la pérdida de parte de las colecciones
en favor de la conservación de otra.
Se plantea la ética del conservador a la luz del papel que juega al frente del
patrimonio cultural de los pueblos. La ingerencia del conservador en la elaboración en los
planes de educación. Su participación en la toma de decisiones sobre colecciones.
Por último se propone un plan de rescate, investigación, informatización y puesta
a disposición de investigadores y público en general, del archivo de fotografías antiguas
del Instituto de Arqueología de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad
Nacional de Tucumán.
El Archivo fotográfico del diario
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La Gaceta*
(Los negativos de acetato, sus posibilidades de
recuperación, consideraciones éticas) Por C. Darío Albornoz**
El propósito de este trabajo es plantear desde el punto de vista de la conservación
y desde la perspectiva de una experiencia concreta, la función de los conservadores y su
papel en la toma de decisiones al frente de una colección.
Durante el año 1994, recibimos la invitación por parte del director del archivo del
diario La Gaceta, para la realización de un proyecto de conservación preventiva del
archivo fotográfico del mismo. Este diario, fue fundado en el año 1914, habiendo salido a
la calle de manera continuada durante los últimos 85 años.
Poco tiempo después de su fundación, tuvieron la tecnología apropiada para la
publicación de fotografías. Al mismo tiempo organizaron su equipo de fotógrafos para que
hicieran el trabajo fotográfico desde la toma hasta la copia para impresión. A lo largo de
tantos años, pasaron por la sección fotografía importantes profesionales, que ganaron
premios nacionales e internacionales por sus registros fotográficos.
Frente a estos antecedentes, cuando nos propusieron la realización de un trabajo
de conservación preventiva en su archivo, planteamos un proyecto, que contemplara la
posibilidad de su ejecución por etapas, por cuanto no se podía a contar de manera
continua con prsupuesto para la realización de la totalidad del trabajo en una sola etapa.
La totalidad del material de archivo que nos habían pedido que conserváramos
son negativos, las copias en papel se encuantran en otro sector, con un orden temático y
temporal relacionado a las necesidades de edición del diario.
En cuanto al proyecto, en la primera etapa, propusimos la limpieza general del
lugar en que se encuantra el archivo, ordenamiento por fecha del material, por cuanto
* Diario fundado en la ciudad de San Miguel de Tucumán, provincia de Tucumán, república Argentina, en el año 1912.** Conservador de Fondos fotográficos. Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo. CONICET
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todos los negativos, estuvieron guardados sueltos en sobres de cartón o papel, con los
datos correspondientes a la fecha de la toma. En una segunda etapa, se propuso, el
ensobrado en fundas apropiadas de todos los negativos, cambiando los sobres externos,
pero respetando siempre las anotaciones frente a los mismos. En una tercera etapa, se
propuso el acondicionamiento adecuado del ambiente en el que se encuentra el archivo y
el cambio de los muebles para hacerlos acordes a las necesidades específicas de guarda
de negativos.
El proyecto fue aceptado. Se llevó a cabo la primera etapa en un 100 %. La
segunda etapa que corresponde al enfundado, en un 5 % y solamente de los negativos
de 35 mm.
De los materiales
Los negativos del archivo son de las siguientes medidas y materiales de soporte:
placas negativas de vidrio, en formato 18 x 24 cm, 12 x 18 cm y 6 x 7 cm. Placas de
nitrocelulosa (celuloide) y diacetato en 6 x 6 cm; 6 x 7 cm; 6 x 9 cm. Película de 35 mm
en triacetato. Todo este material está fechado entre los años 1930 hasta 1994.
A partir de 1995, los negativos son en película color y se archivan en otro sector,
al que no tuvimos acceso.
Deseamos ahora detallar las observaciones que hicimos sobre los materiales que
manejamos. De ellas se deducen cifras, que van a dar una idea de la calidad y cantidad
de fotografías guardadas en este archivo.
Placas de vidrio
El material que observamos se encuentra en excelente estado de conservación.
Hay placas que corresponden a la década del ‘30; ‘40; ‘50 y ‘60. En las primeras dos
décadas fueron utilizadas en el registro gráfico de eventos que eran de interés
periodístico. En las dos últimas se concentraron en el trabajo de laboratorio y tomas de
estudio. Como ya digimos, las medidas utilizadas, fueron 18 x 24 cm, 13 x 18 cm y 6 x 7
cm.
La cantidad total de placas, es de elrededor de 1850 unidades. Las mismas se
distribuyen en un 2,70 % de placas 18 x 24 cm. 48,3 % de 13 x 18 cm y 49 % de 6 x 7
cm.
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Hemos observado también que estas placas son utilizadas hasta el año 1965,
representando un porcentaje de 0,01 % del total de negativos correspondientes a ese
año.
Por último, las marcas más utilizadas son Ilford, Agfa, Kodak y algunas pocas
placas de 18 x 24 cm marca Brusa de industria argentina.
Nitrocelulosa (Celuloide)
El material de nitrocelulosa, ha sido muy poco utilizado. Las placas de este
material son de 7,5 x 11,5 cm en casi la totalidad de los casos.
Encontramos la totalidad de este tipo de material, durante la década del ‘50.
Representa alrededor del 0,1 % del total de la década
Sobre el final de este decenio desaparece, siendo reemplazado por películas de
seguridad de acetato en placas.
Diacetatos
El reemplazo del celuloide se produjo con la aparición del acetato en su
denominación de diacetato primero y más adelante triacetato. Estos materiales se
imponen en el mercado mundial por su condición de “safety film”.
Esto es muy significativo, por cuanto es un material que no sufre un proceso de
autocombustión. Pero esta condición, no le asegura la supervivencia a lo largo del
tiempo, puesto que sufre problemas de otro tipo que lo destruyen totalmente. El diacetato
se utiliza durante una importante cantidad de años en este archivo. Todos los negativos
de diacetato, tienen formato 6,5 x 9 cm. y 6 x 13 cm. Este material soporte convive con el
vidrio y el celuloide durante varias décadas.
Hicimos un análisis cuantitativo porcentual de presencia y ausencia de los
diferentes materiales utilizados durante la década del '50. Sus porcentajes son:
1955:
Vidrio: 60 % Celuloide: 0,1 %Diacetato: 39,9 %
Total 100 %
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1957:
Vidrio: 45 %Celuloide: 0,1 %Diacetato 54,9 %
Total: 100 %
1961:
Diacetato 100 %
Como observamos, para la década del ‘60 ha desaparecido el celuloide y el vidrio
como material soporte de negativos, utilizándose solamente el diacetato. Asimismo, en el
año 1964, aparece el material de 35 mm, momento en el que solamente ocupa un 0,5 %
del total del material archivado para ese año.
Para el año 1966 el uso de placas fotográficas flexibles se ha abandonado, su uso
queda restringido a las reproducciones en laboratorio.
Todo el trabajo de registro de eventos externos se hace en película 120 o 220 y
sobre todo en 35 mm. El material soporte de estas películas es el triacetato, evolución en
los safety film, que consigue una mayor estabilidad química.
1966: Triacetatos
6 x 6 y 6 x 9 cm 29 %35 mm 70 %Otros: 1 %Total: 100 %
Ya para fines de la década del '60, la presencia del material de 35 mm de
triacetato, ocupa la totalidad del material archivado.
La cantidad de fotogramas de los primeros años de la década del '70 es de
25.000, aumenta a 50.000 por año a mediados de los ‘80, llegando a un total de 100.000
en 1994, último año en el que se utiliza película de 35 mm blanco y negro.
Características especiales de los acetatos como material soporte
Este material de soporte de negativos es el que encontramos con mayores
problemas de conservación en este archivo y merece un capítulo especial para su
análisis. Asimismo, es preciso aclarar que en este grupo de acetatos, (di y triacetatos),
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hay diferencias notables de conservación. Los diacetatos, se encuentran en estado de
desastre. Esto no es solamente producto de las condiciones de guarda, tiene mucho que
ver la naturaleza química del material. Además, estamos casi seguros, que no existe
diferencia por el origen de fabricación, nacional o importado. A pesar que nos fue difícil
determinar con seguridad esa condición, consideramos que pueden ser materiales
importados en casi la totalidad de los casos, por las muescas que tienen en sus bordes,
característica presente solamente en eses materiales.
Sobre la química de los acetatos
Vamos a considerar en primer lugar, los pasos del desarrollo de este material.
A fines del siglo pasado, en la época que comienza a usarse la gelatina, comienza
a usarse también el vidrio como soporte. Esto agiliza el trabajo fotográfico, puesto que los
negativos podían prepararse con anterioridad a la toma y luego revelarse sin urgencia. Es
realmente el salto que da comienzo a la fotografía de aficionados.
Sin embargo el gran desarrollo se produce con la introducción de soportes
flexibles para los negativos, puesto que permitieron la aparición de rollos fotográficos y el
comienzo de la cinematografía.
El primero de estos fue el la Nitrocelulosa (celuloide), que se introdujo en el
mercado alrededor del año 1881.
La fabricación se realiza a partir de la celulosa de madera, en especial el algodón,
tratado con ácido nítrico. Es preciso observar que el algodón que contiene celulosa casi
pura es el que se desprende junto a las semillas del palo borracho.
La nitrocelulosa es sumamente inestable. Sufre un proceso de oxidación con
aumento de temperatura y desprendimiento de calor (reacción exotérmica). Es
autocombustible. En otras palabras, nitrocelulosa y algodón pólvora, son en la práctica lo
mismo.
Ante esta experiencia y para solucionar los problemas que traía aparejado el uso
del celuloide, se produce la aparición de otro material para los soportes, que es el
Acetato, en la forma de diacetatos. Hacia mediados de los años ‘50, se producen otros
materiales para los soportes, pero todos sobre la base del acetato, entrando al mercado
los triacetatos que superan en parte los problemas de descomposición química que
describiremos en detalle más adelante.
El proceso de fabricación del acetato es el siguiente: la principal materia prima es
el alfa celulosa. Se trata la materia prima con ácido nítrico obteniéndose nitrato de
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celulosa , (celuloide). Se deja secar y luego se lo disuelve en ácido acético, formándose
el acetato de celulosa, que en un medio de hidróxido de sodio se plastifica.
Visualmente no es posible diferenciar unos de otros. O sea que la diferencia está
en su composición química, mas no en lo que visualmente podemos observar. Por lo
tanto no podemos afirmar sin realizar algunos análisis, cual material es el que tenemos
en nuestras manos. Estamos seguros que los tres materiales de soporte nosmbrados,
son potencialmente inestables desde el punto de vista químico y que a pesar de no ser
autocombustibles los dos últimos, son autodeleznables, en condiciones de guarda
inadecuadas.
Formas de deterioro del diacetato
En las placas de acetato de este archivo se encuentran los siguientes deterioros:
a) Arrugas: La totalidad del material de acetato se encuentra contraido, lo que
provoca la aparición de arrugas en la emulsión. Además, se desprende una
fina capa de plástico. Entre este plástico y la emulsión, contienen al acetato
que está en estado desleznable, evitando por lo tanto que se desarme. El
diacetato está muy reseco, se quiebra y desarma en pequeños trocitos.
b) Burbujas: La descomposición del acetato en ácido acético, provocado por la
humedad ambiente elevada, ha formado burbujas que se distribuyen sobre toda la
superficie. En algunos pocos casos nos encontramos con las gotas de ácido acético,
evidencia concreta de lo que sucede. Por supuesto, estas gotas de ácido, mojan las
placas contiguas, produciéndose un círculo de reacción química permanente.
d) Placas pegadas: Nos encontramos con algunos panes de placas pegadas.
Según una comunicación verbal mantenida con el Sr. Hugo Gez, conservador fotográfico
y asesor del Archivo General de la Nación, en los casos de panes de acetato por él
encontrados, estos no se desprenden. En cambio en nuestro caso, ante una muy leve
presión se despegan quedando separadas la totalidad de las placas que forman el
mencionado pan.
e) Contracción con disminución de medidas: Todas las placas de acetato, han
perdido parte de su masa, puesto que la descomposición en ácido acético y posterior
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evaporación, provoca que disminuyan las medidas de la superficie provocando la
aparición de las arrugas y burbujas antes mencionadas.
f) Emulsión desprendida: Al producirse la contracción del soporte, en la mayoría
de los casos nos encontramos con la emulsión desprendida. No está separada
totalmente, sino solamente despegada. Evidentemente, la estabilidad en las medidas de
la emulsión y la disminución en las medidas del soporte, han provocado una tensión entre
las dos superficies, separándose una de la otra.
g) Aparición de cristales: Nos encontramos con una importante cantidad de
material sólido entre la emulsión y el soporte de acetato de las placas. Notamos que
aparecen en los casos en los que el estado de descomposición se halla muy avanzado.
Por los bajos presupuestos con que contamos, no hicimos análisis de este material
sólido, pero consideramos que puede ser celulosa cristalizada.
h) Emulsión perforada: Los cristales antes mencionados han perforado la
emulsión. Esto es producto de la forma de estibamiento de las placas. Al estar apretadas
unas con otras, la presión ha producido la perforación de las emulsiones por los cristales.
Problemas intrínsecos del acetato para la conservación
El acetato, es un material alcalino, higroscópico y deliscuecente, lo que apareja
muchas dificultades a la hora de su conservación. La natural capacidad de absorver
agua, se ve favorecida por los altos promedios de humedad ambiente durante la mayor
parte del año en Tucumán. El promedio es en invierno del 50 % y en verano del 75 %.
En nuestro archivo, encontramos este material en avanzado estado de deterioro
por causa de la humedad, apareciendo arrugas en la película fotográfica,
desprendimiento de la emulsión, aparición de líquidos en su superficie, cristalización, etc.
Quimicamente podemos explicar este problema de la siguiente manera:
La humedad ambiente (H2O) y el anhídrido carbónico del aire (CO2) en presencia de la
celulosa se combinan formando ácido carbónico (H2CO3) que desplaza al ión acetato
desde su compuesto celulósico liberando ácido acético y dando lugar a la aparición de los
insolubles carbonatos y celulosa en forma de cristales.
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La única forma de evitar que en películas no afectadas se produzca este problema
es conservar este material en lugares de baja humedad y a una temperatura inferior a 20
grados centígrados.
Recuperación de la imagen en las películas deterioradas
Estos negativos no pueden ser copiados. La transparencia de los mismos se ha
perdido en más de un 80 % y se deformaron en el 100 % de los casos.
Al observar que la imagen era irrecuperable con el soporte en el estado descripto,
recurrimos a desprender la emulsión, con el propósito de cambiar la imagen a un nuevo
soporte.
Para ello preparamos dos baños, cuyas fórmulas encontramos en el “Formulario
Fotográfico” de Del Conte. Según este autor, la emulsión se podría desprender y así
poder removerla.
a) Primer baño:
Soda cáustica:............................................................................23 gFormol:........................................................................................21 ccAgua hasta completar:............................................................1000 cc
b)Segundo baño
Acido clorhídrico:...........................................................................50 ccGlicerina:.......................................................................................50 ccAgua hasta completar:...............................................................1000 cc
Estas soluciones deben ser usadas entre los 18º C y no más de 24º C.
Sumergimos la película en el primer baño. Al cabo de unos 30 segundos, se
produce primero el desprendimiento de la capa celeste de plástico y luego de la
emulsión. Al mismo tiempo observamos que el acetato se convertía en una masa
gelatinosa.
La emulsión desprendida, se sumerge en la segunda solución que a la vez lava y
endurece la gelatina con la imagen.
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Luego procedimos a colocar la emulsión en el nuevo soporte, en nuestro caso
utilizamos vidrio y secamos con aire frio tratando de no formar burbujas que deformen la
imagen.
En este procedimiento observamos lo siguiente: a) los negativos que pueden ser
tratados con estas soluciones químicas, son los que se encuentran en un estado de
descomposición avanzado. Es más, en el caso de negativos que están apenas
comenzando el proceso de deterioro, no se separa la gelatina de su soporte. En cambio,
en las otras, el proceso se produce en menos de un minuto. b) No se puede desprender
la emulsión, si antes de introducir el negativo en el primer baño, no se ha realizado un
recorte de los bordes del mismo. Esto facilita que la gelatina se separe del soporte con
facilidad, sin tener que trabajar con las manos para ayudar a la separación.
Conseguimos nuestro propósito, cambiamos la emulsión desde su antiguo soporte
a uno nuevo de vidrio o plásticos de muy buena calidad, en especial polyester.
Los resultados están a la vista, están aquí dos copias. Una con el negativo original
y deteriorado. La otra del negativo luego del proceso de recuperación química. (Ver fotos
1 y 2)
Foto 1
Copia de negativo original deteriorado.
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Foto 2
Copia de negativo luego del cambio de soporte.
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La ética de la restauración, en relación al cambio de soportes
No hemos podido cuantificar el tiempo de sobrevida, de los negativos recuperados
por medio del proceso químico descripto anteriormente. Lo cierto es que a pesar del
riesgo, por medio de este procedimiento recuperamos una imagen perdida totalmente.
Tener la imagen es importante, pero el procedimiento es bastante complejo y sin
seguridad para el futuro de la pieza en cuestión.
Ahora bien, la cantidad de negativos de diacetato que están en el estado
anteriormente descripto es muy grande en este archivo, y por las observaciones que
hicimos en otros, por ejemplo el archivo General de la Nación de la República Argentina,
se repite el problema. O sea, no es el problema de una pieza o dos sino de miles de
imagenes. El procedimiento utilizado se puede aplicar a unas cuatro piezas por hora,
para trabajar con tranquilidad y no correr el riesgo de romper ela emulsión durante el
proceso. Esto significa que en un día de trabajo se puede llegar a cambiar de soporte a
unos pocos negativos, lo que representa alrededor de 1000 días de labor solamente para
este archivo. Es una enorme cifra en días y dinero a invertir.
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Por otro lado se presenta otro problema. En el caso de no recuperar la totalidad
de las piezas, habría que hacerlo solamente con algunas. Esto nos pone al frente a la
elección de las que se salvarán.
Esto, amerita un criterio de selección, en el que no puede intervenir solamente el
conservador o curador de una colección, sino también otros responsables de la misma.
En el caso de este archivo en particular, intervendrá aparte del criterio personal de
archivero y conservador, el criterio de la empresa periodística que deberá anteponer la
importancia editorial de algunas imagenes. En el caso de un archivo histórico, el criterio
será la importancia histórica y así el criterio irá cambiando frente a cada problema y cada
imagen particular.
De la conservación en general
Los conservadores sabemos que los bienes que tratamos de preservar, sufren el
ataque no solamente de los seres humanos, sino también del ambiente. El descuido en el
manejo de los residuos hogareños, urbanos, industriales, etc., producen la degradación
del medio ambiente. Los poluentes están provocando sustanciales cambios en el clima,
efecto invernadero, gases venenosos en el aire que respiramos, etc. Estos cambios están
acelerando, en especial en fotografías, los procesos de degradación. Esto significa para
nosotros que la eficiencia en la protección y conservación del ecosistema cultural, es
solamente posible acompañado con políticas de protección del ecosoistema natural.
Los bienes culturales viven al igual que nosotros en el medio ambiente. Las
modificaciones que provocamos en él, nos obliga a costosos esfuerzos para crear
condiciones de microclimas ideales para la conservación de los objetos que guardamos y
que por la continua actividad humana se multiplican geométricamente.
Además se suma que proteger bienes culturales, en países donde los problemas
de trabajo, salud y educación, no han sido aún resueltos, nos pone frente a una situación
donde nuestros principios éticos entran en juego. Nuestra conciencia de conservadores
debe enfrentar la cotidianeidad de los problemas sociales de nuestros pueblos, con la
importancia del patrimonio cultural, donde está impresa nuestra identidad histórica y la de
los pueblos que han producido esos bienes.
Este último tema merece un tratamiento especial. La identidad, no es un concepto
estático sino dinámico. No es una visión ideal del pasado y las tradiciones, sino la base
que permite el continuo cambio y crecimiento.
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Del manejo del patrimonio cultural
Nuestro sentido de curiosidad, de permanencia y trascendencia son los que nos
mueven a conservar y preservar los objetos que pasan a engrosar el patrimonio cultural.
Nuestra actividad de conservadores debe estar dirigida al hombre común, quien
en definitiva es el verdadero dueño del patrimonio y hacia quiene deben ir dirigidos
nuestros esfuerzos. Nuestra labor no puede terminar en el trabajo de protección de los
objetos, sino que debemos ejercer nuestra responsabilidad de educadores. La cantidad
de información que guardan los objetos es muy grande, en la mayoría de los casos no se
ha investigado en profundidad, en otros no se conocen todavía las técnicas con las
cuales leer lo que los objetos nos están diciendo. Por lo tanto, la responsabilidad que nos
compete en la conservación y manejo de los bienes culturales es muy importante.
A través de una dinámica política de museos, se puede conseguir que los objetos
conservados puedan generar fondos que sirvan para la protección de los mismos,
también, como medio de transferencia de los conocimientos conseguidos a través de la
investigación. El turismo está incentivado por la natural curiosidad de la gente, la que se
puede satisfacer en los museos antes mencionados. Este es un pequeño ejemplo de lo
que más comúnmente se puede hacer con los bienes culturales guardados.
Considero que es el momento para replantearnos los principios de la
administración y tenencia del patrimonio cultural. El estado no puede dejar de ser el
dueño de este patrimonio, mas no está en condiciones de soportar el creciente
presupuesto para su manejo y protección. Se precisa de un nuevo status del patrimonio
cultural, que permita el crecimiento, desarrollo y protección del mismo.
Antonio A. Arantes sostine que:
... "el propósito preservacionista no es malo en sí, pero resulta insuficiente si no va acompañado por estudios de dinámica social previos y de acciones políticas concretas. Preguntarse qué es lo que queremos "preservar" y qué no, por qué, para qué, para quién, con quién y cuándo lo hacemos... no son preguntas vanas ni retóricas a la hora de decidir los pasos a seguir en este tema" (ARANTES, 1989:38).1
1 ARANTES, Antonio Augusto. 1989 La preservación del patrimonio como práctica social. En CEBALLOS, Rita (Ed.): Antropología y políticas culturales. Patrimonio e identidad. Buenos Aires. Pp. 29-41.
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Esta cita de Arantes nos pone en frente al problema de la conservación del
patrimonio cultural. Nos obliga a pensar que no es un bien absoluto, sino relativo a.
Es preciso trabajar en equipos multidiciplinarios, donde a partir de diagnósticos
sociales, se establezca la función que debemos cumplir los conservadores e
investigadores del patrimonio cultural y el valor e importancia del mismo.
De todos modos, el criterio que se elija, aunque sea profundamente discutido con
otros conservadores, historiadores, antropólogos etc, no va a ser nunca común a todos
ellos. El conservador en muchos casos va a tener que responsabilizarse del criterio que
utilice, sabiendo desde el comienzo, que su punto de vista va a ser discutido por sus
contemporáneos y por quienes en el futuro analicen su trabajo.
Por último debo decir que, el gerenciamiento privado no hace perder al estado su
propiedad sobre el patrimonio cultural.
La preservación y conservación de fotografías
Puesto que mi trabajo específico es en el campo de la preservación fotográfica,
deseo hacer algunas consideraciones: En primer lugar, la fotografía no es una imágen
impresa en un presente contínuo, sino que en ella están las huellas de los objetos de la
imagen. Aún más, la imagen no podrá desprenderse nunca del acto en que fue realizada.
Por lo tanto, una fotografía no es solamente ícono (imagen), o unicamente
símbolo por haber sido pensada y realizada por un hombre con su ideología y su
inserción social e histórica, sino sobre todo huella.
Como tal, como huella en la que participó un fotógrafo y un fotografiado (objeto,
persona, etc.), la imagen que tenemos en nuestras manos o aquella que encontramos
impresa, es un documento histórico.
Partiendo entonces del hecho concreto de que cada fotografía es un documento,
para que acceda a la categoría de fuente documental especialmente en las Ciencias
Sociales, es preciso que la misma sufra una serie de análisis y críticas que permitan esta-
blecer su valor y autenticidad.
Todo lo antes expuesto nos lleva a una evidente conclusión: las fotografías, son
un bien social y patrimonio cultural de los pueblos, puesto que por su significado icónico,
simbólico y sobre todo por ser huella de la realidad, son un documento que no puede ser
reemplazado por ningún otro en los procesos de reconstrucción del pasado.
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La tranferencia de conocimientos
Mi labor cotidiana se desarrolla en la Facultad de Ciencias Naturales e Instituto
Miguel Lillo de la Universidad Nacional de Tucumán, en la cátedra de Museología y
técnicas museográficas, donde desarrollo labores docentes en el área de fotografía.
Creemos que ese ámbito es adecuado para establecer líneas de acción dirigidas a la
protección de los bienes culturales.
Por lo pronto y como línea de acción directa y permanete se ha establecido un
orden de acción dirigido a:
* Rescate de colecciones fotográficas.
* Diagnóstico de estado general.
* Intervención para una conservación preventiva.
* Sistematización de la base de datos.
* Copiado de fotos y negativos.
* Puesta a disposición del público para su consulta, teniendo en cuenta el estado de cada
pieza en particular.
* Publicación.
El Analista de Sistemas Ubaldo J. Bonaparte, ha desarrollado un Software para la
sistematización de datos. Lo hemos utilizado para cargar varias bases de datos. Una de
ellas es la colección de fotografías antiguas del Instituto de Arqueología de la UNT. A
partir de la sistematización de esta colección, vamos a demostrar la utilidad de tener
organizada la administración de las colecciones fotográficas. El sistema en
funcionamiento permite la administración de las fichas de datos básicos, además de las
fichas que corresponden a las intervenciones para la conservación de las piezas, fichas
de préstamo y fichas de exhibición. Con toda esta información, se puede tener la historia
de cada pieza, además de la historia de la imágen misma.
Conclusiones
Por la naturaleza de las carreras que se cursan en la Facultad de Ciencias
Naturales e Instituto Miguel Lillo de la Universidad Nacional de Tucumán, la protección
del ecosistema natural es base de la educación sistemática que se imparte. Es posible
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entonces que políticas de protección del patrimonio cultural, puedan establecerce desde
esta Facultad, sin dejar de tener en cuenta que en otras facultades, como por ejemplo la
Facultad de Artes, se esté trabajando seriamente en la protección del Patrimonio
Cultural.
La Universidad tiene la posibilidad de ser generadora, a través de la creación y
transferencia de conocimientos, de un cambio en la visión de los docentes primarios y
secundarios, en referencia al valor del patrimonio cultural.
No se puede dejar de analizar seriamente la posibilidad de ejecutar políticas
educativas asistemáticas, apoyadas en los medios de comunicación masiva, mostrando
el valor de la preservación del patrimonio cultural y las posibilidades económicas que
tiene el desarrollo de museos, publicaciones, audiovisuales, CD Rom, etc.
Por último, quiero transcribir parte del preambulo de la Universidad Nacional de
Tucumán, donde dice que:
“...tiene por finalidades inmediatas conservar, acrecentar y transmitir
el conocimiento y propender al desarrollo de la cultura a través de la
investigación científica, técnica y humanística y del trabajo creador”2
Es a la luz de estas palabras que consideramos que tenemos en nuestra
Universidad la ideología apropiada para el acrecentamiento y preservación del patrimonio
cultural y esto representa un desafío al cual todavía no nos hemos abocado con la
seguridad e intencionalidad y las armas que tenemos a la mano.
Es por lo tanto, un aspecto del conocimiento y la política cultural, que queda por
resolver, ya que en ello va el futuro y la identidad de las generaciones venideras.
Marzo de 1997
C. Darío Albornoz
BLIOGRAFIA
ALBORNOZ, Carlos Darío: "La fotografía y la Arqueología. Aportes de la Antropología.(1890-1907). En actas del IIº Congreso de Historia de la Fotografía en la Argentina. Buenos Aires. 1993.
2 Preámbulo del Estatuto de la Universidad Nacional de Tucumán, aprobado por la Honorable Asamblea Universitaria. Tucumán. Argentina. 1995.
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DUBOIS, Philippe. "El acto fotográfico" De la Represenación a la Percepción. Paidós. Buenos Aires. 1986.
ARANTES, Antonio Augusto. La preservación del patrimonio como práctica social. En CEBALLOS, Rita (Ed.): "Antropología y políticas culturales. Patrimonio e identidad". Buenos Aires. Pp. 29-41. 1989.
DEL CONTE, Alejandro C.: Formulario Fotográfico. Correo Fotogríafico Sudamericano. Buenos Aires.1939.
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