casa de moneda año1 num1
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CECAC a s a d e M o n e d a d e M é x i c o
Año 1 Número 1
PRODUCCIÓNDE MONEDA O MEDALLA
MICROSCOPÍAECONÓMICA
DINERO HAY, PERONOS HACE FALTA
VERLO MEJORPOR JUAN VILLORO
NUEVACOLECCIÓN
NUEVO PREMIO
OBRAPLÁSTICAABRAHAM DELGADILLO
ANTIGUOSDÓLARESDE MÉXICOPOR GABRIEL ZAID
MODERNIZACIÓNTECNOLÓGICA DE CASA DE MONEDA DE MÉXICO 2006-2012
Túnel y Banda de Transportación de Contenedores
Tres Nuevas Prensas de Acuñación
Almacén de Producto Terminado
Grúa Aérea
Línea de Pulido
l o s m a y a s
recuerdo
MEDALLA CULTURA MAYA95Cu5Zn, 75Cu25Ni, 70Cu30Zn
Diámetro: 50mmANVERSO: Aro Marcador del Juego de Pelota,
Numeración Maya e IdeogramasREVERSO: Pirámide del Castillo,
Descenso de Kukulkán y Meses Mayas
de una gran culturaedición especial 2012
MÉXICO D.F.Av. Paseo de la Reforma 295,Col. Cuauhtémoc, México, D.F.,
Tel.: 01 (55) 5080 9850Horario de ventas:
Lunes a viernes de 9:30 a 15:00 hrs.Informes:
Lunes a viernes de 9:00 a 18:00 hrs.MUSEO INTERACTIVO DE ECONOMÍA - MIDE
Tel.: 5130 4629
SAN LUIS POTOSÍAv. C.F.E. 200 esq. Eje 124, Zona Industrial
1a. Sección, S.L.P.Tel.: 01 (444) 834 6033Horario de ventas:
Lunes a viernes de 8:00 a 14:00 hrs.HOLIDAY INN, QUIJOTE: Tel.: 834 4100
ZACATECASMUSEO ZACATECANO: Tel.: 01 (492) 922 6580
SALAS DE EXHIBICIÓN Y VENTAS
CECA 4 5 CECA
20 PRODUCCIÓNDE MONEDA OMEDALLA
24 ABRAHAMDELGADILLOLa Voluntad del Arte.
28 TRADICIÓNY EVOLUCIÓNIng. Juan ManuelShiguetomi Villegas
32 INICIODE UNA COLECCIÓNDE MONEDAS...Y el fin del mundo.
34 LAS MONEDASMÁS GRANDES YCARAS DEL MUNDO¿Porqué se acuñaron?
38 EL PESOMEXICANOLibro de VictorManuel Ramírez Yarza.
40 BORGESLA MONEDA COMOELEMENTO POÉTICOMÁS ALLÁ DELSÍMBOLO
42 ACUÑARONESTE NÚMERO
CONTENIDO¿QUÉ SIGNIFICA CECA?
EN NUESTRA PORTADA
CECA es una publicación trimestral de Casa de Monedade México, Av. C.F.E. 200 esq. Eje 124, Zona Industrial 1a.Sección, San Luis Potosí. Año 1, Número 1, septiembre 2012/ Editor responsable: Octavio César Mendoza Gómez / No.de Reserva al Título en Derechos de Autor: En trámite.Certificado de licitud de título y contenido: En trámite./Impreso por Roland Impresiones: Flor de Cerezo 101-A, LasFlores, San Luis Potosí, S.L.P. / El contenido de los artículoses responsabilidad exclusiva de los autores. Todos losderechos reservados, prohibida la reproducción parcial ototal, incluyendo cualquier medio electrónico o magnéticocon fines comerciales. Editada e impresa en México.
6 MEMORIA DEL PORVENIR
8 ANTIGUOSDÓLARES DEMÉXICOLa gran importancia que tuvoMéxico, a nivel mundial,durante el siglo XVIII.
10 MICROSCOPÍAECONÓMICADinero hay, pero nos hacefalta verlo mejor.
12 NUEVACOLECCIÓN, NUEVOPREMIOLa moneda más bella, entrelas participantes, durante elSexto Concurso Internacionalde Monedas ConmemorativasCoin Constellation 2012
14 MUSEONUMISMÁTICONACIONAL
CECA: Del árabe "Cekka", abreviatura de
dar as-sékka (Casa de la Moneda) y
relativo a "Sikka" (reja de arado). La Ceca
es el sello que identifica el derecho de
acuñación de la moneda de curso legal, en
referencia al lugar donde se labra la
misma, según una antigua acepción
proveniente del siglo XVI. La Ceca de Casa
de Moneda de México se constituye por
una "M" coronada por una "o", lo que
significa México; siendo esta, la marca que
nos distingue y que encontrarás presente
en todos nuestros productos.
"Andar de la Ceca a la Meca” es ir de la
Casa de Moneda a la Casa de la
Misericordia. Por algo será.
CECAC.P.C. Marcelo de los Santos FragaDirector General Casa de Moneda de México
Lic. Gerardo Rodríguez RegordosaSubsecretario de Hacienda y Crédito Público
Lic. Luis Miguel Montaño ReyesOficial Mayor
Secretaría de Hacienda y Crédito Público
Dr. Manuel Ramos FranciaSubgobernador de Banco de México
Ing. Carlos Alberto Treviño MedinaSubsecretario de Egresos
Secretaría de Hacienda y Crédito Público
Ing. Juan Manuel Shiguetomi VillegasDirector Corporativo de Operaciones
Lic. Raúl Montalvo FerráezDirector de Acervo Numismático y Documental
C.P.C. Juana García AnayaDirección Corporativa de Finanzas
C.P.C. Carlos Rebolledo SánchezTitular del Órgano Interno de Control
Dr. Jesús Nolasco EstudilloDirector de Desarrollo y Enlace Interinstitucional
C.P.C. Pedro Garza FernándezCoordinador
HONORABLE JUNTA DE GOBIERNO DE CASA DE MONEDA DE MÉXICO
Octavio César M. G.Dirección Editorial
C.P. Katya Castillo de la PeñaSubdirección Editorial
L.I. Perla de Fátima Flores AyalaCoordinación Institucional
STAFF EDITORIAL
CONSEJO EDITORIAL
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C.P.C Herón Cisneros Ibáñez
Ing. Gabriel Hernández Domínguez
Érika Zárate AristaGestión
L.D.G. Ricardo González PereraDiseño e Imagen
L.D.G. Julio César Bravo HernándezEdición de Fotografía
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Mtro. José Luis Ortiz
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de la Hacienda PúblicaSecretaría de Hacienda y Crédito Público
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Banco de México
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Lic. Ángel Valtierra MatusSubdirector Corp. de Acervo Numismático y Documental
L. E. Gabriel Núñez MachínSubdirector Corporativo de Operación Financiera
C.P. Eduardo Padrón MoyaSubdirector Corp. de Comercialización
C.P.C. Isaías Martínez GuerraTitular del Área de Auditoría Interna del OIC
C. Eduardo Luis Urruchúa HernándezSubdirección de Programación y ControlBaublys, reducción de punzón de la pieza
alusiva al Bicentenario de la Indepen-
dencia de México. Foto: Sergio Benítez
Maldonado.
7 CECACECA 6
Fundada en 1535 en
acatamiento de una Real
Ordenanza que trajo consigo el
primer virrey de la Nueva
España, Don Antonio de
Mendoza, la Casa de Moneda de México
tiene el orgullo de ser la primera en la
historia de América.
Su primera ubicación fue en las Casas de
Cortés, donde hoy se encuentra el
Nacional Monte de Piedad.
Posteriormente, en 1562 se trasladó a lo
que hoy es el edificio del Ayuntamiento de
la Ciudad de México, en la esquina sur
poniente del Zócalo, donde permaneció
hasta 1569, antes de ocupar su siguiente
sede, a espaldas del Palacio Nacional,
donde hoy se encuentra el Museo
Nacional de las Culturas, justo en la calle
de Moneda, a la que dio su nombre y
donde desarrolló sus actividades durante
casi tres siglos.
Durante la guerra de Independencia, y
debido al riesgo que implicaba el traslado
de los metales de las zonas mineras a la
Ciudad de México, se autorizó el
funcionamiento de Casas de Moneda
provinciales, las cuales estaban ubicadas
en Zacatecas, Guadalajara, Guanajuato,
Durango y Chihuahua. En 1848, tras la
Independencia de nuestro País, Antonio
López de Santa Anna dispuso que la Casa
de Moneda se trasladara al inmueble en
donde se ubicaba el Apartado General de
la Nación. Esa es la razón por la cual esa
calle lleva dicho nombre, ya que ahí se
realizaba la tarea de “Apartado”: un
proceso para separar el oro de la plata.
En 1970 se inauguró una nueva planta en
la calle de Legaria, la cual fue destinada a
la producción de moneda de curso legal.
Esta planta estuvo en operación hasta
1999, compartiendo actividades con la de
Apartado, que se destinó a la producción
de metales finos.
En 1983 se inauguró la planta de San Luis
Potosí que, tras el cierre de operaciones
en Apartado y Legaria, es desde 1999 la
única planta que produce la moneda
metálica mexicana –tanto en metales
industriales como en metales finos.
En su transcurso hacia la eternidad, Casa
de Moneda de México cumple 477 años al
término de la Administración del
Presidente Felipe Calderón Hinojosa, y
durante los últimos seis años, esta
Institución obtuvo logros que vale la pena
resaltar:
• Dos de sus productos merecieron la
Presea a la Moneda más Bella del
Mundo por parte de la Conferencia
Mundial de Directores de Casas de
Moneda: En Busán, Corea del Sur, en
2008, y en Canberra, Australia, en 2010;
en tanto que en este 2012 se obtuvo el
People´s Choice Award dentro de la
Third International Coin Conference,
celebrada en Moscú, Rusia.
• En este sexenio, la acuñación de
moneda de curso legal se incrementó
un 16 por ciento en comparación con los
dos anteriores: 9 mil millones de piezas,
para lo cual se fabricaron 12 mil 500
millones de cospeles, entre
monometálicos y bimetálicos. Además,
se produjeron 7 millones de monedas
en metales finos y 1.5 millones de
medallas tanto en metales finos como
industriales. En los años 2008, 2009 y
2010, se tuvo el privilegio de acuñar las
series alusivas al Bicentenario de la
Independencia y el Centenario de la
Revolución.
• En materia de Modernización Integral,
se invirtieron más de 400 millones de
pesos en Desarrollo Tecnológico y Obra
Pública. Gracias a ello, hoy somos la
única Casa de Moneda del mundo que
ha desarrollado la acuñación automática
de moneda trimetálica y bimetálica no
circular, nuestro Museo Numismático
Nacional está recuperando su
esplendor, y el área Administrativa de la
Planta San Luis es más digna y funcional.
MEMORIADEL PORVENIR
POR MARCELO DE LOS SANTOS FRAGA
• En el ámbito Institucional, México
obtuvo la designación como sede de la
XXVIII Conferencia Mundial de
Directores de Casas de Moneda para el
2014. Previamente, durante la XXVII
Conferencia de dicho organismo global,
Viena 2012, México fue electo para
ocupar la Vicepresidencia del mismo.
Además de lo anterior, vale la pena resaltar
que a la fecha se ha recuperado el cien por
ciento de los archivos históricos de Casa
de Moneda de México, tanto de forma
física como a través de su digitalización en
Laserfiche, y se encuentran disponibles
para su consulta en las instalaciones del
Museo Numismático Nacional, el cual
continúa siendo restaurado y cuenta hoy
con un nuevo acceso por la calle de
Bolivia.
Como dato adicional de la importancia que
la moneda tiene en nuestra historia, en
2008 el Presidente Felipe Calderón
sustituyó la Caja del Tiempo atesorada en
1791 en la Catedral Metropolitana de la
Ciudad de México, la cual contenía 23
monedas, entre las que destacan las
conmemorativas al ascenso al trono de
Carlos IV y otras con la efigie de Carlos III.
A cambio, la Caja del Tiempo introducida
en 2008 contiene 31 monedas acuñadas
en plata con los escudos de las entidades
federativas, y una más del Calendario
Azteca.
En el antiguo Edificio de la Secretaría de
Educación Pública, por otra parte, el año
2010 se depositó una Cápsula del Tiempo
cuyo contenido consta, entre otros
objetos, de las monedas de cinco pesos
alusivas al Centenario de la Revolución y
el Bicentenario de la Independencia. De
esta forma, afianzada en su presente y
orgullosa de su pasado, Casa de Moneda
de México mira con confianza hacia el
porvenir, acuñando el esplendor de la
grandeza de México.
C.P.C. Marcelo de los Santos Fraga
DIRECTOR GENERAL
9 CECACECA 8
ANTIGUOS DÓLARESDE MÉXICOPOR GABRIEL ZAID
México tuvo en el siglo
XVIII una confianza en su
capacidad creadora que
impulsó la vida
intelectual, el desarrollo
económico y la expansión territorial. (Una
buena parte del territorio que perdió en el
siglo XIX, la había adquirido en el XVIII.)
Las colonias inglesas y los nuevos Estados
Unidos estaban en la zona del peso, como
México hoy en la zona del dólar. Y con una
dependencia monetaria mayor, porque el
peso circulaba en todo su territorio, más
que cualquier otra moneda. Ni la libra
británica, ni las libras locales, acuñadas por
algunas colonias, circulaban tan
ampliamente. (La corona británica, a
diferencia de la española, no autorizó
casas de moneda en América. La primera
del continente fue la mexicana, en 1535.)
Los pesos acuñados en México fueron de
hecho la moneda de nuestros vecinos del
norte, mientras no tuvieron la suya. Y
cuando decidieron tenerla (en 1785), ¿por
qué la bautizaron como dollar? Porque así
se llamaba el peso (en inglés). Y ¿por qué
adoptaron el famoso símbolo monetario
($)? Porque era el signo de pesos. Pero hay
que retroceder de los pesos a las pesas.
El dinero empezó como trueque diferido.
No es fácil que en el mismo lugar y
momento coincidan los que tienen A y
quieren B con los que tienen B y quieren
A. Es más fácil hacer el trueque en dos
pasos: primero por un producto de gran
aceptación (sal, conchas, cacao) y luego
por el que se desea. Entre los productos
aceptados como medios de cambio, los
metales se fueron imponiendo por su
relativa escasez y la facilidad de
conservarlos, esconderlos y transportarlos.
Pero, al pagar, había que cortar pedazos y
pesarlos. Por eso, se inventó la acuñación
de monedas, al principio artesanal y poco
exacta. Además de contarlas, había que
pesarlas cada vez que cambiaban de
manos. (Todavía hoy, a pesar de que los
centenarios de oro son acuñados con toda
exactitud por el Banco de México, los
bancos no los reciben sin examinar que
estén intactos, buscando pretextos para
reducir su valor.)
Las monedas valían según las pesas que
levantaban en el otro platillo de la balanza.
De ahí la frase: “vale lo que pesa”. Según
Roberts y Pastor (Diccionario etimológico
indoeuropeo de la lengua española), de la
raíz indoeuropea tel- ‘levantar; sostener,
pesar’ deriva el griego tálanton ‘balanza,
pesa’ y, por extensión, ‘moneda’. De
tálanton, a su vez, derivan talentum en latín
y talento en español, como nombre de una
moneda. A los tálanta se refiere la
parábola de los talentos (Mateo 25, 15-28),
bien o mal invertidos por el siervo que los
recibe. Los medievales, al interpretarla,
dieron a talentum un segundo significado:
‘dones naturales’ recibidos de Dios, y bien
o mal aprovechados. Este segundo
significado es hoy el primordial de talento
en español y sus equivalentes en otros
idiomas.
De tel- (por vía del sánscrito> malayo>
portugués> español) también deriva tael
‘moneda china que circulaba en las
Filipinas’.
Esto haría pensar que tálero ‘moneda’
deriva de tel-, pero no hay tal. Viene de
Sankt Joachimsthal, valle montañés de
Bohemia (hoy Jáchymov, en la República
Checa), donde se abrió una mina de plata
y se acuñaron monedas semejantes al real
de ocho español, que era entonces la
moneda universal. Los “reales” bohemios
fueron llamados Joachimsthaler, algo así
como reales del Valle de San Joaquín. El
nombre acabó simplificado en thaler, que,
a su vez, dio taler, daler, daller, dalder,
doler, dollar, en distintas lenguas europeas.
De thaler vienen tálero y dólar.
En inglés, la palabra dollar es anterior a lo
que hoy llamamos dólar. En 1611, la usó
Shakespeare (The tempest, 2,1);
anticipando, curiosamente, un juego de
palabras que se ha hecho en las crisis del
peso mexicano (llamar a los dólares
dolorosos):
• A dollar.
• Dolour comes to him, indeed.
Los primeros significados de dollar que da
el Oxford English dictionary son los tres
siguientes: nombre del thaler en inglés;
nombre del peso en inglés; nombre de la
unidad monetaria adoptada por los
Estados Unidos.
Thomas Jefferson propuso la creación de
esta moneda, con sentido práctico (Notes
on the establishment of a money unit, and
of a coinage for the United States, 1784,
que puede leerse en www.libertyfund.org).
En primer lugar, recomendó el sistema
decimal para simplificar los cálculos (el
Imperio Mexicano se sumó a esta
innovación en 1865, el británico en 1971).
En segundo lugar, recomendó imitar los
pesos acuñados en México. ¿Por qué?
Porque “es una moneda conocida, con la
que todos están familiarizados, y ya circula
desde el sur hasta el norte” [obsérvese que
empieza por el sur].
Como “medida de valor, es más usada que
las libras provincianas respectivas”. Con
esta lógica, propuso que se llamara dollar,
como el peso, para que se entendiera que
era lo mismo y lograr la misma aceptación.
En consecuencia, que tuviera el mismo
contenido de plata, para igualarlo en valor.
Usa como referencia el contenido de plata
de los pesos mexicanos aquilatados por
Isaac Newton (que estaba a cargo de la
Royal Mint y sus laboratorios) en 1717.
Hay muchas especulaciones sobre el
origen del signo de pesos. Florian Cajori (A
history of mathematical notations, 1929) se
tomó el trabajo de investigarlas, para ver si
habían dejado huellas documentales en
libros y manuscritos de habla inglesa y
española. Sus conclusiones son las
siguientes. El signo $ nace en los Estados
Unidos, pero no para el dólar, sino para el
peso. La palabra peso se usaba sobre todo
en América, no en España, donde se
prefería real de ocho o pieza de ocho. En
las colonias inglesas, el peso se llamaba
dollar, piece of eight, piastre o peso. En los
manuscritos, aparece el nombre completo
(pesos, por ejemplo, aunque el texto esté
en inglés) o una abreviatura. Como piece,
piastre y peso empiezan por p, la
abreviatura predominante se volvió p, con
superíndice s (o sea ps ).
A mano, se escribía como la p, con una
especie de V (empezando por la izquierda,
de arriba hacia abajo, y subiendo por la
derecha) que culmina con las formas
redondas de la p y de la s, todo en un solo
trazo. De ahí se pasó al signo conocido
actualmente. Presenta imágenes de las
etapas intermedias.
El documento más antiguo que encuentra
con el signo $ es de 1776 (naturalmente,
referido al peso), en el diario (en inglés) de
un federalista. No encuentra el signo en
México sino hasta 1834, en las Noticias
estadísticas del Estado de Chihuahua de J.
A. Escudero; quizá el mismo José Agustín
Escudero (1801-1862) que, según el
Diccionario Porrúa de historia, biografía y
geografía de México, anotó la segunda
edición de las Noticias históricas y
estadísticas de la antigua
provincia de Nuevo México, en
1849.
Sobre la persistencia del
trueque y algunas
formas primitivas de
dinero hasta siglos
recientes, hay mucha
información en Fernand
Braudel (Civilization and
capitalism, 15th-18th
century). Además, se
ocupa de la importancia de
la plata en el comercio
mundial, y en particular del peso
acuñado en México. Cree que China
importó un tercio o la mitad de la plata de
América entre 1527 y 1821. Dice que China
tenía avidez de pesos, de los cuales
llegaban como un millón al año en la
famosa nao de China, que iba de Acapulco
a Manila.
Sobre la importancia del peso para China,
y de China para el peso, hay información
notable en el Diccionario Porrúa. En 1869,
cuando la República restaurada acuñó un
nuevo peso, con el mismo contenido de
plata, pero un diseño republicano (un gorro
frigio y una balanza), se produjo la
sorpresa de que no tuvo aceptación en
China. Este rechazo del mercado fue tan
importante que, en 1873, se volvió al
diseño antiguo, mantenido hasta 1898.
Todavía en 1949, México acuñó
(exclusivamente para su exportación a
China) 8.25 millones de pesos antiguos,
con la fecha de 1898.
El primer libro publicado por el Fondo de
Cultura Económica fue El dólar plata de
William P. Shea, traducido por Salvador
Novo en 1935. Es un estudio a favor de la
plata como reserva monetaria. Señala que
“China es con mucho el mayor comprador
de plata del mundo”. Sus importaciones de
1926 a 1932 absorbieron “el 42% de la
producción total del mundo”. Y destaca a
México entre los grandes exportadores.
Sólo faltaba que China, ante la demanda
insatisfecha de antiguos dólares de
México, los acuñara por su cuenta, como
sucedió, según el testimonio de
Andrés del Castillo
(“Las valiosas
mexicanas”,
Reforma, 19
V 02).
La isla de Timor estuvo dividida entre
Portugal y Holanda. La parte portuguesa se
declaró independiente en 1975, y fue
invadida por Indonesia, que ya ocupaba la
parte holandesa. Para resolver el conflicto,
las Naciones Unidas lograron la
aceptación de un plebiscito, celebrado en
1999, de donde resultó la independencia
del país que hoy se llama el Timor Oriental
o Timor Este. Entre los funcionarios de la
ONU que organizaron la consulta popular
estuvo el mexicano Andrés del Castillo
Sánchez, al cual un vendedor ambulante le
ofreció alguna vez mexicanas, en español,
aunque hablaba tetum (la lengua nacional).
Eran antiguos pesos mexicanos de plata.
Resulta que las mexicanas, como las llama
la población, “fueron la principal forma de
intercambio en la ex colonia portuguesa de
Timor Este, hasta la década de 1950”.
Todavía hoy, en los matrimonios, “la dote
se negocia en pesos de plata mexicanos”.
“Por este motivo, la población las atesora,
en especial los padres para poder pagar la
dote de sus hijas. Sin embargo, al ver las
monedas con detenimiento comencé a
notar algunas cosas raras. Una de ellas
tenía los relieves muy desgastados. La vi
con cuidado y decía: República Mexicana
1805. Es claro que eso no podía ser. Los
pesos mexicanos eran tan apreciados que
hasta ¡los falsificaban! Un número
importante de estas mexicanas no lo son.
Son falsificaciones chinas de monedas
mexicanas.”
¿Cuál puede ser el próximo episodio? Que
China exporte mexicanas a México, como
tantas otras cosas. Pero sería mejor que el
Banco de México acuñara un facsímil
conmemorativo del antiguo dólar
mexicano, después de hacer una
investigación del mercado en China,
los Estados Unidos y otros países,
inclusive México.
Mexican dollar o peso mexicano o yogin, impuesto
por el Tratado de Kanagawa en 1858 como moneda
japonesa, ya que su valor por peso y contenido de metal
era superior a la plata japonesa. FOTO: PHGCOM
ANTIGUOS DÓLARES DE MÉXICO
11 CECACECA 10
MICRO$COPÍAECONÓMICAPOR JUAN VILLORO
Sucedió que la crisis económica
de siempre entró en crisis de
coyuntura. El peso se devaluó,
perdió fuerza y contorno, y se
hizo tan pequeño que costó
trabajo encontrarlo en los bolsillos de los
ciudadanos. “El problema no es de
circulante sino de percepción”, dijo el
Secretario de Hacienda, que había
estudiado en grandes universidades del
extranjero: “Dinero hay, pero nos hace falta
verlo mejor”.
Para combatir la progresiva disminución de
la moneda, se lanzó un Plan Global de
Desarrollo cuya primera acción fue dotar
de lentes de aumento a compradores y
vendedores. De acuerdo con los ojos de
cada quien, se repartieron lentes sencillos
o bifocales, monóculos de fondo de
botella, lupas de diversos grosores y
telescopios selectivos.
Como el peso siguió siendo esquivo, hubo
que pedir créditos al Banco Mundial para
adquirir lupas más poderosas. Los cajeros
del país dispusieron de hasta siete juegos
de lentillas para vislumbrar los pesos.
Los inconformes que nunca faltan
criticaron el Plan, pero el Secretario fue
implacable: si el peso no aparecía con la
constancia debida, no era por la política
económica, sino porque no se aplicaba
con suficiente rigor. Se decidió entonces
pasar a la fase microscópica de la
percepción monetaria.
En cada cajero automático se instaló un
microscopio capaz de agrandar la más
reticente bacteria. Fue menester pedir
nuevos créditos para pagar este recurso
de modernidad.
Mientras la deuda crecía, los salarios se
parecían cada vez más a las limosnas y las
limosnas al aire en el que vuelan
corpúsculos de luz.
El Secretario de Hacienda informó que el
Plan no fallaba: el peso se volvía
transparente por falta de participación
ciudadana. Durante décadas, el pueblo no
había hecho otra cosa que pedir. Veía al
Estado como a una nodriza que alimenta a
menesterosos que ni siquiera conoce: “No
se puede recibir sin dar algo a cambio”. El
problema no estaba en las lupas sino en
los ojos.
En consecuencia, se lanzó la campaña
gratuita de revisión oftálmica. La Secretaría
de Hacienda subsidió extracciones de
catarata e implantes de cristalinos.
Doscientos médicos llegaron de Cuba a
cambio de petróleo. Cada uno operaba
doce ojos al día.
El Banco Mundial juzgó la medida muy
adecuada, y concedió nuevos créditos
para pagar los intereses de la deuda
anterior.
La vista del país mejoró tanto que la
realidad desmereció un poco. Hubo que
restaurar los murales de Orozco y Rivera
para que recuperaran su original colorido.
Sin embargo, aunque todo se veía con más
nitidez, el peso conservaba su fugitiva
silueta. La gente se arañaba los bolsillos en
busca de una migaja que quizá fuera un
centavo.
MICROSCOPÍA ECONÓMICA
El Secretario de Hacienda apareció en
televisión y mostró lo sanas que estaban
las estadísticas. Nunca la balanza de
pagos se había visto mejor. La
macroeconomía era un cielo despejado.
Había que tener paciencia para que el
orden conquistado en las alturas bajara a
las carteras comunes.
La gente abrió sus monederos en espera
de un óbolo, pero las pequeñas bocas de
tela se quedaron sin tragar otra cosa que
polvo.
Comenzaba a hablarse de la extinción del
peso cuando el Secretario de Hacienda
fue nombrado presidente del Banco
Mundial. Se trataba de un honor tan alto
para México que una parte de la reserva
estratégica fue destinada a pagar tres días
de fiesta nacional.
En su discurso de toma de posesión, el
nuevo encargado del Banco Mundial habló
de la disciplina necesaria para abrir los
ojos: “En la economía moderna no hay
carencias: sólo hay problemas de vista”.
Luego hizo una ingeniosa referencia al
águila del escudo nacional, mascota de la
buena vista.
México fue el primer país beneficiado con
el “Programa Internacional de Créditos
20/20” en busca de una visión perfecta.
Gracias al privilegio de un nuevo
endeudamiento, el Plan Global de
Desarrollo entró en su fase atómica.
Llegaba el momento de hacer ajustes, con
valentía mexicana. Los microscopios
apenas localizaban pesos en los cajeros.
Se necesitaba un instrumental a la altura
de los tiempos. El Banco Mundial concedió
un crédito puente para que Alemania
fabricara lentes ad hoc.
¿Sería posible distinguir pesos con el
nuevo artilugio? Los desconfiados de
siempre fueron maltratados por el
Presidente de la República, inflexible en
materia económica: “Los estrábicos no
entienden la realidad”. A partir de esa
declaración, relegó a todo sus adversarios
al deficiente bloque del estrabismo
económico.
Antes de que se estrenara el primer
microscopio atómico de interés monetario,
el presidente del Banco Mundial descubrió
que ya no tenía pecas en el dorso de la
mano. Desvió la vista a su reloj de cuarzo
y no pudo distinguir los números. Lo mismo
le pasó con el encabezado del periódico,
que había leído minutos antes y hablaba
maravillas de la macroeconomía mexicana.
El mundo estaba fuera de foco.
Fue atendido en la Universidad Johns
Hopkins por un oftalmólogo cubano. De
tanto buscar el lente ideal, su nervio óptico
había sufrido una crisis: a veces veía de
más, a veces de menos. Podía precisar lo
invisible y borrar lo evidente. Había
adquirido una visión macroeconómica
perfecta. Por desgracia, se tropezaba con
todos los muebles.
Renunció a su cargo con la más absoluta
discreción. Poco después, la política
económica de México cambió de rumbo.
Los microscopios atómicos no llegaron a
instalarse, pero hubo que pedir créditos
para pagar las inversiones que ya se
habían hecho.
Por las tardes, el antiguo gurú de la
economía, sale a pasear en compañía de
un perro lazarillo. Mueve los labios como
si sumara y restara los números que
agobian su imaginación. Mientras tanto, el
perro husmea la tierra, clasifica los
desperdicios y a veces percibe un aroma
acerado que no logra entender, el precario
olor de una moneda.
FOTOS: Ricardo González Perera
CECA 12 13 CECA
NUEVA COLECCIÓNNUEVO PREMIOPOR ÁNGEL VALTIERRA MATUS
El pasado 9 de julio salió a la circulación una
colección de cinco monedas de plata pura
alusivas al complejo arquitectónico maya de
Chichén Itzá. La emisión rememora la elección
de la pirámide de Kukulcán de este sitio, en
julio de 2007, como una de las Siete Nuevas Maravillas del
Mundo, por lo que cada pieza de la serie muestra en su
reverso la cifra 070707, justo debajo de la marca de ceca
de la Casa de Moneda de México.
Chichén Itzá, desde luego, era ya ampliamente reconocido
en todo el mundo como uno de los sitios más importantes
y emblemáticos de nuestras culturas originarias,
destacando su inclusión, desde 1988, en la selecta lista de
lugares que la UNESCO considera Patrimonio de la
Humanidad. Para los mexicanos, esta monumental zona
arqueológica es, entre los componentes de nuestra
identidad nacional, uno de los que más claramente
simbolizan la diversidad de nuestras raíces y la riqueza
cultural de los pueblos prehispánicos.
La presencia de los valores, sitios y personajes que
identifican a las naciones es una constante en las
imágenes que éstas honran en sus monedas. En el caso
de Chichén Itzá, una representación del edificio conocido
como “La Iglesia” aparece ya en el diseño de los billetes
de cien pesos llamados “infalsificables” cuya emisión
ordenó Carranza en 1915, aunque de ellos solamente
circularon los de $5, $10 y $20. Años más tarde, el Banco
de México incluyó la imagen de “El castillo”, procedente
de este mismo sitio, en los billetes de mil pesos y en 1993
esta misma se incluyó como parte de las monedas de plata
de la serie precolombina dedicada a la Cultura Maya.
LA NUEVA COLECCIÓNLas especificaciones de las cinco piezas que ahora
comentamos quedaron rigurosamente establecidas en el
decreto que publicó el Diario Oficial de la Federación el 28
de abril de 2010. Allí se señala que todas serían de plata
Ley 0.999 y se establecen sus diámetros, pesos, valores
nominales y la descripción de los elementos que deberían
mostrarse en cada una de sus caras, incluyéndose un
artículo transitorio que faculta a la Casa de Moneda para
realizar “los ajustes técnicos que se requieran”, siempre en
concordancia con “las características de las monedas
descritas en el presente decreto”.
Se trata, pues, de cinco piezas que tienen un anverso
común con un relieve escultórico del Escudo Nacional al
centro, circundado en la parte superior por la leyenda
“ESTADOS UNIDOS MEXICANOS”, y todo ello rodeado por
diferentes escudos que nuestro país ha utilizado en
diferentes etapas de su historia, incluyendo el que aparece
en el Códice Mendocino.
La colección consta de una pieza de cinco onzas, diámetro
de 65 mm y peso de 155.515 gramos con valor nominal de
veinte pesos, en cuyo reverso aparece la imagen de la
pirámide de Kukulcán o del Castillo; una de dos onzas, con
diámetro de 48 mm, peso de 62.206 gramos y valor
nominal de diez pesos con el Templo de los Guerreros y
tres de una onza, diámetro de 40 mm, 31.103 gramos de
peso y valor nominal de cinco pesos. Las imágenes que
estas últimas ostentan en sus reversos corresponden a los
edificios conocidos como Casa de las Monjas, El
Observatorio y La Iglesia.
EL GALARDÓNAsí como la elección de la pirámide de Kukulcán en
Chichén Itzá entre las Siete Nuevas Maravillas del Mundo
se realizó con el apoyo de las nuevas tecnologías de la
comunicación que permitieron participar a decenas de
miles de votantes en todo el mundo, este año se organizó
el Sexto Concurso Internacional de Monedas
Conmemorativas Coin Constellation 2012, en el que se
eligió a través de internet a una de las piezas de nuestra
serie como la merecedora del galardón a la moneda más
bella entre las participantes.
La moneda elegida fue la que corresponde a la Casa de
las Monjas y el anuncio oficial del premio se hizo a
mediados de junio en el marco de la Tercera Conferencia
y Exhibición Internacional COINS-2012, realizada en
Moscú, Rusia.
Este reconocimiento al arte de nuestros
grabadores y escultores confirma una
vez más la calidad del trabajo que se
encuentra en cada uno de los
productos de la Casa de
Moneda de México, al sumarse
a los obtenidos en las
reuniones internacionales de
directores de casas de
moneda celebradas en Busán,
Korea, en 2008 y Canberra,
Australia, en 2010.
MONEDA PREMIADA*
I. Características físicas
a) Valor nominal Cinco pesos
b) Forma Circular
c) Diámetro 40.0 mm
d) Canto Estriado
e) Ley 0.999 mínimo de plata pura
f) Peso 31.103 g, equivalentes a una onza troy
g) Contenido 1 onza troy de plata pura
h) Tolerancia en Ley 0.001 (un milésimo) en más
i) Tolerancia en peso Por unidad: 0.175 g. Por conjunto de mil piezas: 1 g.
Ambas en más o en menos.
II. Descripción
a) Anverso común
b) Reverso En el campo superior, al centro en semicírculo el nombre
“CHICHÉN ITZÁ”, al centro el edificio de la casa de las monjas
perteneciente a la Cultura Maya, con profusa decoración labrada
en piedra en el que se observan figuras del Dios Chaac, debajo
de éste centrada la palabra “CASA DE LAS MONJAS” (sic); en el
campo izquierdo el signo de pesos “$” continuo el número “5”, en
el campo derecho la ceca de la Casa de Moneda de México,
debajo el número “070707”. El marco liso.
NUEVA COLECCIÓN NUEVO PREMIO
* Datos tomados del decreto publicado
en el DOF, 28/04/2010.
La colección puede adquirirse
en el Centro de Distribución
de la Casa de Moneda en México, D. F.
(55) 5080 9851.
ANVERSO COMÚN
15 CECA
EL MUSEONUMISMÁTICONACIONALPOR RAÚL MONTALVO FERRÁEZ
La labor esencial de un museo es ofrecer a sus
visitantes una perspectiva que les permita
enriquecer la manera en que se relacionan con
la parte de la realidad en la que éste se
especializa. No se trata, entonces, solamente de
conservar y exhibir un conjunto de piezas, por mucho que
se les acompañe de ciertos datos; lo importante es crear
las condiciones para que el público las descubra y les dé
un significado propio.
En mayor o menor medida, todos tenemos una idea de
cómo desarrollan esa labor y qué podemos esperar de
museos especializados en obras de arte, vestigios
arqueológicos o muchos más que definen claramente en
sus propios nombres los temas que abordan: museos de
las ciudades, de los oficios, de algún periodo o episodio
histórico, e incluso los que nos ofrecen un modo distinto
de ver objetos de uso tan cotidiano como juguetes y
zapatos.
En contraste, la idea de un “museo numismático” parecería
limitarnos al pequeño grupo de especialistas que saben
que “nvmisma” es la palabra para decir “moneda” en latín.
He aquí una primera aclaración que nos muestra la función
del museo como vínculo entre los especialistas y el amplio
público al que aspira: un camino de doble sentido en que
buscamos poner al alcance de todos el saber desarrollado
por los especialistas, pero también enriquecer ese saber
atendiendo a las inquietudes de quienes no lo son; el
camino que el saber recorre para volverse parte de eso
que llamamos “cultura” y que los museos vamos abriendo
para el público.
17 CECACECA 16
EL MUSEO NUMISMÁTICO NACIONAL EL MUSEO NUMISMÁTICO NACIONAL
Animados por estas ideas, en el Museo Numismático Nacional
estamos empeñados en hacer de la numismática una aventura que
abra las puertas al descubrimiento de lo que nuestras monedas
representan. Este enfoque general, que buscamos aplicar de manera
accesible, clara e incluso divertida, conservando al mismo tiempo el
rigor científico necesario, nos permite comunicar a los pocos nos
dedicamos a las monedas con quienes simplemente las utilizan en
la vida diaria, particularmente, los niños. Someternos a sus preguntas,
muchas veces inesperadas, sorprendernos con sus observaciones y
acompañarlos en sus descubrimientos es uno de nuestros grandes
privilegios.
MONEDA, MEMORIA Y SÍMBOLOLa moneda es algo tan integrado a nuestra vida cotidiana que se va haciendo invisible.
Día con día, nos limitamos a gastarla, cargarla o almacenarla y nos conformamos con una
idea muy general sobre su valor, los materiales en que está hecha o las figuras y leyendas
que en ella aparecen, apenas lo necesario para distinguirlas por sus denominaciones o
de otros objetos similares. Este es, en general nuestro punto de partida para entrar al
mundo de la numismática.
Íntimamente ligada a la historia de la plata, la de nuestras monedas aporta importantes
datos sobre la minería y la manera en que evolucionó hasta hacer de nuestro país su más
importante productor a nivel internacional, datos que encontramos en las mismas monedas
así como en muy diversos documentos. En efecto, la necesidad de disponer de moneda
para facilitar las muy diversas transacciones que implicaba la enorme empresa de la
conquista hizo que la Corona autorizara la instalación en México de una casa de moneda
en 1535, la primera en el Nuevo Mundo, cuando aún no se conocían sus límites. Las
estrictas condiciones de calidad establecidas en las Reales Ordenanzas que le dieron
origen, pronto se tradujeron en un vasto dominio de las técnicas y conocimientos
necesarios para asegurar la ley y el procesamiento del metal, afincando su prestigio. Esto,
aunado al auge de la minería platera y al descubrimiento de la ruta que permitió establecer
el comercio entre Filipinas y Acapulco desde el siglo XVI hizo que nuestra moneda
circulara como moneda corriente en todo el mundo durante más de 350 años.
Sus funciones como medida de valor y como medio de intercambio, tan importantes para
la economía nacional que la convierten en su representación elemental, nos explican los
rigurosos mecanismos empleados para cuidarla, desde su diseño hasta nuestros bolsillos:
desde la selección de las imágenes que se pueden emplear en ella hasta las facultades
del Banco de México para controlar su circulación, pasando por los estrictos controles
de calidad en su fabricación. Se trata, en suma, de toda una serie de consideraciones
económicas, legales, artísticas y técnicas que hacen de cada moneda un fiel
reflejo de la sociedad que la produce.
En el aspecto simbólico, la importancia de la moneda se subraya por
la utilización en su anverso del escudo nacional, uno de nuestros
símbolos patrios, lo que significa que no solamente se trata de
un emblema como otros en los que los mexicanos nos
reconocemos, sino de uno al que le hemos dado el rango de
oficial. Si a esto agregamos que las imágenes del reverso
buscan reforzar esta idea de identidad y unidad nacional, y
observamos las variaciones, tanto en nuestro escudo como
en las imágenes del reverso, podremos ver
cómo la moneda conserva la memoria de
una sociedad en un momento particular.
Cumple, así, además de su función
específica, la de ser testimonio de nuestra
historia en el que podemos observar la
formación y evolución de nuestra
identidad desde su cambio más radical, la
Independencia, en que se van
abandonando los símbolos que nos
ligaban a España, hasta los que expresan
la evolución de lo que se considera bello y
digno. Así, las monedas nos muestran
también cómo cambian los estilos
artísticos y cómo la necesidad de
representar a toda la nación hace que los
más novedosos solamente se reflejen en
ellas cuando han sido generalmente
aceptados.
Conviene, en este punto, acudir a los
especialistas para ampliar nuestro
horizonte, pues la numismática no se
ocupa solamente de las monedas, sino
también de las medallas. Contra lo que
popularmente se piensa, éstas últimas no
se limitan a las que se cuelgan, ni son
todas de carácter religioso. Son, en
general, pequeñas piezas
metálicas redondas que,
como las monedas,
presentan imágenes con
las que se identifica un
grupo de personas.
Su principal diferencia con las monedas es
que cualquiera puede emitir medallas e
incluir en ellas cualquier tipo de imagen a
excepción del escudo nacional y la
indicación de un valor en pesos, por lo que
éstas no sirven para comprar y su valor
reside en el de los materiales y el trabajo
empleados en producirlas y en el que
personalmente cada quién les atribuya. En
el aspecto artístico, al igual que en las
monedas, se busca honrar las imágenes
que allí se plasman con un trabajo de la
más alta calidad, aunque el hecho de no
tener que representar a todos sino tan sólo
a un grupo determinado, permite que sus
diseños adopten antes los estilos más
audaces.
Un hecho fundamental que nos habla de
la importancia de las artes en la
numismática es el arribo a nuestra ceca, en
1778, del ilustre maestro Gerónimo Antonio
Gil, egresado de la Academia de San
Fernando, quien venía a adiestrar a los
grabadores de la Casa en el manejo del
estilo neoclásico que ya entonces se
imponía en Europa. Tales fueron el interés
y el éxito de las primeras lecciones
impartidas por Gil que pronto surgió la idea
de que México contara con su propia
Academia, idea que fue tomando forma
con el apoyo del director de la Casa de
Moneda y se concretó en 1881 con la
apertura de la Academia de las Tres
Nobles Artes de San Carlos, la misma que
hoy forma parte de la UNAM y que
funcionó durante sus diez primeros años
dentro de la ceca, dando un notable
impulso a la calidad artística de sus
productos.
Historia, industria y arte aparecen así, en
primera instancia, como las tres principales
áreas de interés de nuestros visitantes, a
las que día con día se suman las más
diversas inquietudes: químicos que
quieren conocer los procesos de aleación
y ensaye, contadores en búsqueda de
antiguos métodos de control y registro,
restauradores y estudiantes de escuelas
técnicas fascinados por nuestro acervo de
maquinaria, arquitectos, antropólogos y los
miles que llegan con una vaga idea y salen
del Museo resueltos a iniciar una colección
numismática o con los elementos básicos
para organizar las monedas que han
venido guardando en algún cajón.
NUESTROS TESOROSQuienes tienen ya una idea básica de la
numismática esperan encontrar en el
Museo una galería en la que se exhiban
monedas y medallas. Esta es, en efecto,
una de las colecciones que lo integran,
aunque no la única. Su ubicación y su
privilegiada misión como guardián y
divulgador de la historia de la Casa de
Moneda le han favorecido con un rico
patrimonio que se divide en
cuatro partes: la arquitectónica,
la tecnológica, la numismática y
la documental.
En el aspecto arquitectónico, el
inmueble que alberga nuestras
instalaciones tiene una historia
propia, aún por escribirse, que
se remonta a fines del siglo XVIII,
cuando se construyeron sus
primeras naves para realizar en
ellas el “apartado”. Este era un
proceso industrial por medio del
cual se separaba el oro que de
manera natural venía asociado
con la plata que se extraía de las
minas, cuyo primer
concesionario en México hubo
de establecerse en lo que
entonces eran los límites de la
ciudad, lo que convirtió al edificio en un
polo de urbanización de tal importancia
que dio a la calle el nombre que aún
conserva.
A mediados del siglo XIX, Antonio López
de Santa Anna dispuso la remodelación
del inmueble, en la que intervino el
afamado arquitecto Lorenzo de la Hidalga,
a quien debemos el magnífico patio central
de dos niveles que sigue asombrando a
nuestros visitantes, así como el acertijo
oculto en su barandal. Apenas unos años
después, la ruinosa situación de la Casa de
Moneda, ubicada entonces a un costado
del Palacio Nacional, en la calle a la que
dio su nombre, hizo que se ordenara su
traslado al inmueble de Apartado, lo que
requirió nuevas modificaciones. Ya durante
el porfiriato, ante el declive del apartado y
la acelerada demanda de circulante, se
adquirieron terrenos colindantes y se
erigieron nuevas naves, acordes con el
afrancesado estilo de la época. Una última
reestructuración emprendida a finales de
los años veinte dio al inmueble el aspecto
general que todavía conserva y con el que
fue decretado monumento nacional en
1931. Como puede observarse, una
importante singularidad de nuestra sede
es que constituye, en sí misma, una galería
de soluciones y estilos arquitectónicos
específicamente industriales, enclavada,
además, en el corazón del Centro Histórico
de la capital.
Entre sus colecciones, destaca y lo hace
único la de patrimonio industrial. Son, en lo
fundamental, las máquinas adquiridas a
raíz del traslado de la ceca a Apartado en
1848 y que se conservan como estaban
cuando se canceló la producción en esta
planta en 1992 para mostrarnos completo
el proceso que iniciaba con la fundición y
aleación de los metales y culminaba en la
acuñación. En efecto, adquiridas a
mediados del siglo XIX como máquinas de
vapor, la gran mayoría de éstas fueron
adaptadas, a principios del XX para
funcionar a base de la entonces novedosa
Academia de las Tres Nobles Artes de San Carlos.
FOTO: THELMADATTER
Medalla conmemorativa Grupo Jumex
para celebrar sus 50 años.
Patio central Museo Numismático Nacional.
CECA 18 19 CECA
energía eléctrica. Hay, ciertamente, tres de fabricación
estadounidense, eléctricas desde su origen, adquiridas en
los años veinte, aunque lo más importante son las que se
inventaron, diseñaron y fabricaron por los propios
trabajadores de la Casa, desde las rieleras de fundición
que en 1906 permitieron un impresionante despegue de
la productividad y continuaron funcionando hasta el final,
hasta instrumentos de precisión como las balanzas de
todos tamaños, indispensables para el control de calidad
en cada etapa del proceso.
Son hornos, rieleras, laminadoras, cortadoras de cospel,
prensas de acuñación y toda la serie de máquinas y
herramientas necesarias para convertir los metales en
monedas que no sólo se conservan sino que nuestros
visitantes pueden ver funcionando.
Por su parte, la colección numismática, con más de 18 mil
piezas, conserva desde las primeras monedas acuñadas
en América hasta las que actualmente utilizamos, y está
representada por una selección de más de 500 ejemplares
que, además de monedas y medallas, incluye una
importante muestra de los herramentales utilizados en su
acuñación en la que podemos apreciar el arte de
diseñadores, dibujantes, escultores y grabadores.
Acompañando a la serie de monedas de curso legal que
han circulado en nuestro país desde hace más de 478
años, nuestra Sala de Numismática muestra las “monedas
de guerra” que se produjeron y circularon durante la
Independencia y la Revolución, “pseudomonedas” como
los tlacos y pilones utilizados en diferentes regiones por
hacendados y comerciantes, monedas conmemorativas
altamente apreciadas por los coleccionistas, muestras de
las monedas acuñadas en México para otros países y
ejemplares de las monedas que se utilizan en otras partes,
así como algunas pruebas que no llegaron a entrar en
circulación, piezas únicas realizadas por la Casa de
Moneda y características de su acervo.
Otro de nuestros tesoros es la colección de documentos
relacionados con esta larga y rica historia que incluye,
además de los que se refieren específicamente a la Casa
de Moneda de México, su administración, operaciones y
productos, importantes materiales sobre sus relaciones
con las autoridades desde la época del virreinato, su papel
en el control del manejo de la plata durante la Colonia, el
surgimiento y evolución de las casas de moneda que hubo
en los estados, así como de las oficinas de ensaye, donde
se certificaba la calidad de los metales.
Este importante acervo, prácticamente inexplorado hasta
hace algunos años, empezó a sistematizarse en 2010 por
un equipo de especialistas en historia, archivonomía e
informática que, tras establecer sus criterios de
conservación, clasificación y consulta emprendió la
enorme tarea de limpiar, identificar, paleografiar y catalogar
cada documento, un proceso en el que se han producido
nuevos hallazgos como el de originales que se remontan
hasta 1640, o series completas que se encontraban
traspapeladas.
Poner a disposición de todo el público a través de nuestra
página de internet este importante acervo, así como las
imágenes y fichas de las piezas de nuestra Sala de
Numismática son los siguientes pasos que nos hemos
fijado para cumplir la misión de difundir la historia e
importancia de la Casa de Moneda de México.
Mientras, le invitamos a descubrir el Museo Numismático
Nacional, donde estos tesoros cobran vida en el encuentro
con sus visitantes.
Operador junto a una prensa
James Watt de 1882
Trabajador con rielera (C.a. 1907)
CECA 20 21 CECA
PRODUCCIÓNDE MONEDA O MEDALLADiseñar una moneda o medalla, requiere tiempo, estudio profundo, talento creativo,esfuerzo y experiencia.
POR ALFONSO RODRÍGUEZ FACIO
DISEÑO ARTÍSTICO
El proceso creativo de un diseño, se inicia
cuando el Banco de México o un cliente
particular, nacional o internacional solicita a
Casa de Moneda de México la realización de
un proyecto, entregando los datos de entrada,
especificando el tema que deberá ostentar, su diámetro,
leyendas y el metal en que será acuñada; la planeación,
investigación y desarrollo del tema lo realizan los
diseñadores especializados, quienes después de haber
realizado una carrera universitaria en Diseño Gráfico,
Diseño Industrial o Artes Plásticas y previa selección, se
les capacita por un periodo de cuatro años o más dentro
de esta Institución, para que cuenten con los
conocimientos necesarios y así lograr proyectar los
diseños.
Diseñar una moneda o medalla, requiere tiempo, estudio
profundo, talento creativo, esfuerzo y experiencia, el
proceso creativo es mucho más complejo de lo que parece
a simple vista, para dominar las distintas acciones
necesarias y conectar las diversas fases, definir el
concepto, la investigación del tema, la proporción de los
elementos de acuerdo a su jerarquización, son fortalezas
que domina el creativo para que los diseños cumplan con
los requerimientos de nuestros clientes.
El desarrollar el diseño artístico para una moneda o
medalla, es fundamental el dominio de los procesos
complementarios en la ruta para su producción industrial;
visualizar los distintos tipos de acabados que tendrá el
producto final; así como el conocimiento de los metales en
que será acuñada la pieza, son conceptos que le servirán
al diseñador artístico para lograr una moneda o medalla de
fina factura.
Generalmente el motivo principal debe cubrir un setenta
por ciento de la moneda; 20% se asigna a los textos o
elementos ornamentales, en tanto que la gráfila y el marco
ocupan un 10%. La variación de estos porcentajes debe serFOTOS: Sergio Benítez M
aldonado
CECA 22 23 CECA
mínima debido a que el tema principal nunca debe perder
relevancia frente las formas complementarias. La moneda o
medalla debe ser fácilmente identificable en su forma y
denominación. Por ello, los elementos que la componen deben
apreciarse, sin perder su sentido estético a una distancia de veinte
centímetros.
La Casa de Moneda cuenta con tecnología de punta con
programas digitales que se utilizan para desarrollar los diseños.
También es posible realizar retoques fotográficos y agregar
texturas que permiten lograr una alta fidelidad. Estas herramientas
se utilizan para mostrar a los clientes, los diseños en 3D las
imágenes de la que será la nueva moneda o medalla con el
espesor, diámetro, relieve y color del metal o metales que serán
utilizados en la acuñación.
ESCULTURA EN PLASTILINACon base en los diseños aprobados por el cliente Banco de
México o particulares, el escultor procede a modelar el motivo en
plastilina sobre un disco de acrílico para darle la altura y el
volumen que le corresponda, de acuerdo a la plasticidad del metal
en que se acuñara la moneda o medalla. El disco de acrílico que
se utiliza tiene el diámetro a escala mayor que la moneda o
medalla — que va de 4 a 5 veces — con la finalidad de poderlo
trabajar con mayor facilidad y que al reducirlo se obtengan
detalles que serían difíciles de grabar en su tamaño real.
El grabador esculpe el diseño del anverso y reverso de la moneda
o medalla con herramientas llamadas “estiques”, estos
instrumentos son fabricados por el mismo escultor en madera o
metal y tienen diferentes características, de acuerdo con la forma
y el grado de detalle que se requiere lograr en el trabajo de la
escultura. Las características de este relieve dependen del
diámetro, espesor y forma de la pieza que se diseñará.
Una vez concluida la escultura en plastilina, es sometida a una
revisión por parte de otro escultor, quien verifica que cumple con
las características del diseño que fue aceptado por el cliente;
concluido con este requisito, se coloca sobre un escáner para su
digitalización con rayo laser y así obtener un archivo
tridimensional, que sirve de base para complementar con los
textos y elementos que componen el
anverso y el reverso de la pieza.
ARCHIVOCon plataforma MAC y los programas
Finish Designer y Art Cam Pro, que
permiten incorporar los motivos
principales, leyendas complementarias,
etc., y así crear un archivo en 3D de la
moneda o medalla al tamaño, para enviar
al área de Pantógrafos e iniciar la
reducción de los grabados.
ELABORACIÓN DEL GRABADODE PUNZONES DE TRABAJO OTROQUELES DIRECTOSEste proceso consiste en la obtención del
grabado en la cara de un cilindro de acero
en positivo, si es punzón o hueco grabado
o troquel al tamaño de la moneda o
medalla, a partir de un archivo en 3D
elaborado por los grabadores, el archivo
es recibido en el área — de equipos
reductores de sistema Baublys
(pantógrafos — el técnico Pantografista
calcula de acuerdo a la altura del grabado
y su diámetro el afilado de los cortadores
que deberán intervenir, es decir uno o más
desbastes y el acabado final. Este proceso
está automatizado, lo cual permite que una
vez programados los cortes con sus
respectivos tiempos, tiene un trabajo
continuo de 4 a 110 horas, de acuerdo al
diámetro y altura del grabado de la
moneda o medalla. Dicho equipo realiza
los grabados de punzones o troqueles con
máxima fidelidad y puede realizar los
grabados de un solo tema en diferentes
diámetros, para formar familias con
idénticos grabados.
Una vez terminada la reducción, esta
herramienta se envía al área de
Fabricación de Troqueles y Herramientas
Especiales para el maquinado del cuerpo,
ya sea como punzón o troquel, de acuerdo
a especificaciones emitidas por la
Gerencia de Ingeniería.
Después del maquinado, usando un
microscopio el grabador afina y detalla el
grabado del punzón o troquel con buriles
y pule hasta darle un terminado óptimo,
posteriormente se envía a la Gerencia de
Fabricación de Troqueles y Htas.
Especiales para su tratamiento térmico
(endurecimiento), con estos punzones se
realiza la reproducción de troqueles que
serán utilizados en la acuñación de
metales finos o metales industriales.
PRODUCCIÓN DE MONEDA O MEDALLA PRODUCCIÓN DE MONEDA O MEDALLA
El escultor modela
el motivo en plastilina
Digitalización
con rayo laser
El grabador afina y detalla
el grabado del punzón o troquel
usando un microscopio
25 CECA
ABRAHAMDELGADILLOLA VOLUNTAD DEL ARTEPOR EQUIPO EDITORIAL
Autoretrato 2012
En no pocas ocasiones ocurre que, en diversos
ámbitos de la vida, sin saberlo nos hallamos
conviviendo con personas cuyos talentos
superan por mucho la idea que tenemos de
ellas; personas que al paso del tiempo se
convierten en personajes históricos, ya que están tocados
por un encanto especial que los hace únicos. De tal modo
que resulta enorgullecedor el reconocer, a veces
tardíamente, el valor intrínseco de ese antiguo compañero
de trabajo, de aula o incluso de fiesta. En ese sentido,
¿quién diría que Abraham Delgadillo Sánchez, un ex
trabajador de Casa de Moneda de México, llegaría a ser
reconocido como uno de los pintores jóvenes más
importantes de la nueva generación? El mismo jovencito
que pasó en 2009 por el Área de Grabado, es uno de los
artistas más prometedores de la creación plástica en San
Luis Potosí. Sus manos fueron responsables de la
elaboración de algunas de las efigies históricas que hoy
llevan la ceca de Casa de Moneda de México; y por ello
bien vale la pena asomarnos un poco a su creación visual,
y rendirle un merecido reconocimiento al ex compañero
que decidió embarcarse en su propia navegación estética.
A inicios del siglo XXI, la ciudad de San Luis Potosí
vio emerger una generación de artistas que rescataban la
tradición pictórica europea de la figura humana en sus
lienzos. Entre ellos se encuentra Abraham Delgadillo,
quien nació el 23 de septiembre de 1986 en la ciudad de
San Luis Potosí. A la edad de 11 años comenzó a estudiar
pintura al óleo en el taller de la maestra Marta Carrera.
Desde ahí comenzó a pulirse en la creación y recreación
de paisajes. En el 2005 y contando con solo 19 años,
obtuvo el Premio 20 de Noviembre -entregado por el
entonces Gobernador del Estado de San Luis Potosí y hoy
Director General de Casa de Moneda de México, Marcelo
de los Santos Fraga- en la categoría de Pintura. En 2006
fue seleccionado para el XXVI Encuentro Nacional de Arte
Joven, y participó en una exposición colectiva en el Faro
Momentos
Oleo sobre tela 190 x 126cm
27 CECACECA 26
de Oriente del Distrito Federal. Ese mismo
año tuvo la oportunidad de hacer un viaje
a Europa para con ello ampliar sus
conocimientos sobre Arte Clásico. A su
regreso obtuvo el Segundo Lugar en el
Concurso Nacional Anna Sokolow en
2007. Un año después participó en la
muestra colectiva “Orígenes” en el Museo
Francisco Cossío de su ciudad natal. En
2009 inauguró su primera exposición
internacional en el Consulado de México
en Dallas, Texas; ingresó a la Escuela
Estatal de Artes Plásticas, y laboró en la
Casa de Moneda de México, en el Área de
Grabado, donde contribuyó en la
elaboración de diseños para los retratos
de personajes históricos como Josefa Ortiz
de Domínguez y José María Pino Suarez,
entre otros. A su salida de Casa de
Moneda de México, obtuvo Mención
Honorifica en el Premio 20 de Noviembre,
dentro de la categoría de Escultura, en
2010. En 2012 dio apertura a su primera
exposición individual bajo el título
“Interior”, la cual fue expuesta en el Museo
Nacional de la Máscara. En la actualidad,
labora como docente en la Universidad
Politécnica de San Luis Potosí, al frente del
Taller de Artes Plásticas. Su mail es
maharba_0@hotmail.com
RenacerAutoretrato en Negro
Oleo sobre tela 15 x 20cm
OBRA PLÁSTICA ABRAHAM DELGADILLO
Transición
OBRA PLÁSTICA ABRAHAM DELGADILLO
29 CECA
Usted es uno de los servidores públicos de mayor
trayectoria en Casa de Moneda de México, y uno
de los responsables de su modernización
tecnológica. ¿Nos podría decir brevemente desde
cuándo sirve a Casa de Moneda de México?
He tenido el honor y orgullo de trabajar para Casa de Moneda
desde julio de 1983, desde la instalación de equipos en esta
Planta. En los últimos 10 años he desempeñado mi cargo actual,
lo que me ha permitido participar directamente en el crecimiento
de esta muy importante Institución Mexicana.
Para resaltar lo interesante del proceso de producción de
nuestra moneda y de la cantidad de actividades y productos que
en esta planta se elaboran y que mucha gente desconoce, ¿nos
podría dar una breve reseña al respecto?
En los ya cerca de 500 años que tiene la Casa de Moneda de
México el proceso productivo ha pasado por diferentes etapas,
de acuerdo a las características de las monedas. En un inicio era
común tener monedas de plata y posteriormente, debido sobre
todo al costo de los materiales, éstos han variado. Se han tenido
monedas de níquel y de cuproníquel, hasta llegar a las de las
aleaciones actuales que son las conocidas como bronce-aluminio
y acero inoxidable. La otra aleación utilizada es la conocida como
alpaca o “plata alemana”, con un contenido de 65 por ciento de
cobre y 10 por ciento de níquel, siendo el resto zinc.
Hasta antes de la instalación de la planta de San Luis Potosí el
proceso productivo del cospel era aquel conocido como un
proceso integrado, lo que significa que todo el metal utilizado en
las monedas y en las medallas era fundido y laminado en las
propias instalaciones. Actualmente solo se mantiene como
proceso integrado lo que respecta a los metales finos. En la planta
de San Luis Potosí, inaugurada el 6 de octubre de 1983, se
comenzó la acuñación de acero inoxidable, acuñando cospel
proveniente de la Productora de Cospeles (Procossa) y de
Mexicana de Cospeles. En 1992 Procossa pasó a ser parte de la
Casa de Moneda, continuando allí con la producción hasta el
2006, año en que inició la línea de cospeleo dentro de las propias
instalaciones de Casa de Moneda.
tecnología e innovación. Hoy en día
contamos con equipos vanguardistas de
alta tecnología, lo que nos ha posicionado
entre una de las mejores Casas de
Moneda del Mundo.
¿Cuáles serian hoy en día los principales
retos tecnológicos a los que se enfrenta
el mundo numismático? ¿Cómo está
respondiendo Casa de Moneda ante
ellos?
Se ha comentado mucho el futuro de la
moneda metálica, lo que es una gran
preocupación compartida, dado el avance
cada vez mayor del uso del llamado dinero
electrónico. Las tarjetas de crédito y de
débito, las pre-pagadas, los pagos y
transferencias electrónicas y todas las
operaciones mercantiles y financieras de
este tipo, hasta el famoso redondeo, llevan
a una reducción en el uso de la moneda
metálica. Este es quizá el mayor reto que
se tiene en el futuro, lo que debemos
afrontar tratando de lograr una mayor
aceptación y penetración de nuestros
productos.
Por otra parte es importante señalar que
El acero inoxidable es una aleación menos
cara que las de cobre, aunque con una alta
dureza, por lo que a muchas Casas de
Moneda de otros países no les es atractivo
utilizarlo. Un propósito que nos fijamos
desde un inicio con el uso de esta aleación
en nuestra moneda fue el mantener un alto
relieve en nuestros diseños, pues ha sido
una característica que nos ha distinguido
aún en el extranjero. Afortunadamente fue
un logro más de la Casa de Moneda de
México, lo que nos ha dado una
experiencia reconocida internacional-
mente en la fabricación de moneda de
acero inoxidable.
Al ver una moneda podemos imaginarnos
que su fabricación es muy sencilla. ¿Qué
nos puede comentar al respecto?
La fabricación de la moneda, como
cualquier otro producto, tiene
características especiales y propias. En
nuestro caso tenemos que trabajar con
tolerancias muy cerradas desde la materia
prima, los herramentales, el cospel, los
atributos y variables del producto
terminado, hasta la precisión en el conteo.
Por el tipo de producto de que se trata,
nuestros controles son muy estrictos, lo
mismo que la exigencia en nuestras
entregas. Cada etapa del proceso es un
capítulo aparte, ya que hay procesos
artísticos, mecánicos, químicos,
tratamientos térmicos y superficiales,
inspección, análisis, controles, etcétera,
hasta llegar al producto final.
En los 477 años de historia y cambios por
los que ha pasado la Institución, ¿cuáles
definiría los sucesos más destacados
que han marcado el rumbo y el ahora de
Casa de Moneda de México?
Durante su historia, la Casa de Moneda de
México ha vivido etapas importantes que
la han marcado positivamente. Algunos de
los principales eventos son: el
reconocimiento de la moneda mexicana,
que llegó a ser totalmente aceptada como
moneda de circulación durante muchos
años en países de Asia y de Europa; la
fabricación de monedas y cospeles a más
de 40 países a lo
largo de los años; el
reconocimiento in-
ternacional a la
calidad y belleza de
sus productos, a
través de diversos
premios. Todo ello,
por supuesto, gra-
cias al esfuerzo y compromiso de nuestros
trabajadores, siempre dispuestos a cumplir
y dar lo mejor de si mismos. Por supuesto
que Casa de Moneda de México ha tenido
una transformación completa, lo que ha
significado una importante inversión
económica y humana en términos de
en Europa, Canadá y Estados Unidos de
América se tiene desarrollada una cultura
numismática, la gente busca, está al
pendiente y adquiere nuevas piezas. En
México debemos trabajar mucho para
incrementar el gusto por la numismática, lo
que se está logrando aunque hasta ahora
en forma muy lenta. Se ha dicho que la
subsistencia de la moneda dependerá en
gran parte del atractivo que represente
para los clientes, sobre todo en cuanto a
la belleza de los diseños y a su
presentación.
De acuerdo a su experiencia, ¿Como
ubicaría a México dentro del ámbito
tecnológico y la producción de su
moneda?
Si bien hay otras Casas de Moneda que
tienen piezas muy bonitas y de excelente
calidad, puedo decir
que en México no
nos quedamos atrás.
Hay cosas que
sabemos que debe-
mos mejorar, así
como otras que
vemos mejores en
nuestra planta y en
nuestros productos. Con el programa de
Modernización que se ha estado
efectuando y en el que me ha tocado
participar activamente, gracias al decidido
apoyo de la Dirección General, los
procesos en Casa de Moneda de México
se han transformado, haciéndolos cada
TRADICIÓNY EVOLUCIÓN
ING. JUAN MANUELSHIGUETOMI VILLEGAS
Director de Operaciones de Casa de Moneda de México
POR KATYA CASTILLO DE LA PEÑA
He tenido el honor y orgullo de trabajar para Casa deMoneda desde julio de 1983. En los últimos 10 años hedesempeñado mi cargo actual, lo que me ha permitidoparticipar directamente en el crecimiento de esta muy
importante Institución Mexicana.
ING. JUAN MANUEL SHIGUETOMI VILLEGAS
Prensa de última tecnología Schuler MRV-300, con equipo adicional de golpe múltiple y ring
master, la cual nos convierte en la Casa de Moneda pionera en acuñación de medalla trimetálica.
31 CECACECA 30
vez más eficientes y obteniendo muy buenos resultados. Aun cuando este programa no
ha terminado, como lo mencioné antes, podemos decir que ya nos encontramos ubicados
entre las mejores Casas de Moneda del Mundo. Hemos podido vencer grandes retos
como la producción de arillos de acero inoxidable con troquel progresivo, gracias al
trabajo en equipo y a observaciones y contribuciones de nuestro personal, lo que ha
llevado a nuestros proveedores fabricantes a adoptar varias de esas mejoras.
Por otro lado, el volumen de producción de nuestra moneda obedece a las Órdenes de
Acuñación que nos da el Banco de México. Actualmente tenemos un promedio anual de
acuñación de 1,500 millones de monedas de curso legal y un millón de monedas en
metales finos. En este aspecto cada país necesita diferentes cantidades de moneda,
según sea su población y características de su economía.
Sabemos que Casa de Moneda cuenta con tecnología de punta, capaz de producir
monedas con reconocimientos y logros mundiales ¿Qué nos podría compartir en este
aspecto?
En los últimos años dos de nuestros productos han obtenido la Presea a la Moneda
Más Bella del Mundo, por parte de la Conferencia Mundial de Directores de
Casas de Moneda: En Busán, Corea del Sur en 2008, con la pieza
denominada La Piedra de los Soles; en Canberra, Australia, en
2010, con la moneda conocida como El Tren Revolucionario; en
tanto que en este año se obtuvo el People´s Choice Award
(Premio elegido por la gente) en Moscú, Rusia, que es un
galardón otorgado por decisión de internautas de todo
el mundo, que tuvieron la oportunidad de emitir su
voto, favoreciendo la mayoría de ellos a la moneda
de plata alusiva al complejo arquitectónico de
Chichén Itzá, denomi-nada la Casa de las
Monjas.
Como en todo, hay que ir evolucionando. Los
procesos van mejorando, para lo que los
equipos van introduciendo nueva
tecnología. La cuestión reside en encontrar
un equilibrio entre los diversos factores que
intervienen en la producción y las
necesidades internas, hábitos, normas y
procedimientos de funcionamiento. Hay
que saber vencer la resistencia a los
cambios. La empresa debe involucrarse sin
imponer soluciones que no se ajusten a la
realidad y a la vez hay que tener siempre una
actitud positiva y una voluntad de adaptación
a sistemas más eficientes. Actualmente
estamos trabajando en el desarrollo de nuevos
productos, donde tenemos contemplado
introducir nuevas tecnologías, para producir diseños
modernos, piezas no redondas, monometálicas,
bimetálicas y hasta trimetálicas en producción
automatizada, entre otras cosas. No es un proceso fácil, pero
estamos seguros de lograrlo. A fines del año pasado recibimos una
prensa de acuñación Schuler MRV-300, preparada para la acuñación de
piezas trimetálicas circulares y no circulares. Hay que resaltar que esto es el resultado
de un desarrollo técnico conjunto entre Casa de Moneda de México y Schuler y es
actualmente la única en el mundo, lo que nos coloca a la vanguardia.
¿Cómo visualiza a Casa de Moneda en los próximos años?
Lo que me ha tocado vivir en esta Institución, me hace ver una Casa de Moneda siempre
atenta a los cambios, dinámica, dispuesta a seguir afrontando retos y a tener buenos
logros. Para ello debemos prepararnos fuerte y decididamente, siempre con una actitud
positiva, y así vencer los desafíos venideros. En nuestras manos está gran parte de los
resultados y tenemos la obligación de conservar y en lo posible mejorar la trayectoria de
la Casa de Moneda de México para que se transforme en una empresa cada vez más
fuerte y consolidada. Gracias a los trabajadores, al soporte administrativo, al respaldo de
la Dirección General, a la tecnología y al apoyo de la Secretaría de Hacienda y del Banco
de México, hoy tenemos capacidad para responder no solamente a la demanda actual
de México, sino también a retos del futuro.
Tren Revolucionario. Moneda Más Bella del Mundo.
Canberra, Australia, 2010
ING. JUAN MANUEL SHIGUETOMI VILLEGAS
Prensa SCHULERPrensa de corte con vista al desenrrollador,adquirida en 2009
33 CECACECA 32
El hombre, por naturaleza, es un ser que acumula. A lo
largo de la historia ha quedado demostrado que el
poseer le permite resolver necesidades varias como
el alimento y el vestido, así como transformar su
entorno a través de la fabricación de utensilios que le
permiten procurarse bienes, los cuales se convierten en productos
para trueque o canje, que funcionan para cumplir otro tipo de
satisfactores.
En nuestros días no es diferente a antaño: los bienes acumulados
brindan seguridad, status y certeza de propiedad desde los
FOTO: Ricardo González Perera
primeros años de vida. Es claro que al inicio de nuestras vidas,
esta actividad se realiza juntando piedras, bichos, calcomanías,
tarjetas, timbres postales y monedas. Sin embargo de estas
actividades, salvo honrosas excepciones, la que deja una
formación que puede redundar en beneficio económico a futuro,
es la acumulación de monedas; situación que cambia solo cuando
se trata de piezas únicas, raras o exclusivas, como sucede en la
filatelia. De manera personal considero que como padres
preferimos que nuestros hijos crezcan en una dinámica de reunir
metales con valor, a la par de coleccionar cartones, fotos,
corcholatas, piedras (mejor aún si estas son preciosas) cuyo valor
es más bien simbólico, emocional.
De esa forma los niños aprenden lo que es una dinámica
económica en micro, y comprenden lo que significa reunir
monedas para lograr un bien superior. Estudios de mercado
muestran que quien de niño recibe una moneda como
recompensa, tiene un potencial importante de hacer lo mismo a
partir de su juventud o madurez, ya que las monedas marcan hitos
en la vida de quien las recibe. Las monedas y medallas son
referentes de momentos entrañables del individuo, como lo es el
haber ganado una competencia, el reconocimiento al esfuerzo
escolar, el recuerdo de los abuelos (no necesariamente por el
valor intrínseco de las mismas sino por lo que evoca
sentimentalmente), el suvenir de un viaje importante, la primer
forma de ahorro que se realizó con los padres, el primer pago
recibido, etcétera. Estas son solo algunas referencias, pero en
todos los casos, la acumulación de monedas o medallas, siempre
nos remite a aspectos positivos.
Aunado a lo anterior, nadie tira dinero; es decir: estas piezas se
guardan siempre como un recurso de apoyo emergente, incluso
pasando de generación en generación.
En diversas culturas, regalar monedas es una acción que denota
un buen deseo para el otro, dejando ver de manera clara o velada
el anhelo de que el otro tenga fortuna y bienestar. Por ello a lo
largo de la historia del ser humano se ha llegado, incluso, a utilizar
una moneda como amuleto de buena suerte; y en la literatura
infantil, se nos ha reiterado que una buena recompensa se asocia
con el brillo, el peso y el valor de unas monedas de metal
precioso. Por citar algunos, recuerdo aquel cuento que habla del
tesoro al final del arcoíris, donde se encuentra una
olla de monedas; o bien aquel en el que unos
duendes custodian con celo sus monedas
obtenidas merced a gravísimos esfuerzos.
El hecho es que regalar monedas abarca
significados muy diversos, pero siempre
apuntando hacia el bienestar, por lo que
obsequiar alguna de las diferentes piezas con
las que contamos en la Casa de Moneda de
México es una forma ideal de marcar
permanentemente los momentos más
especiales en la vida de diferentes personas;
es decir: una invitación a sentir o hacer sentir
bienestar a alguien muy especial.
Por esa razón, y a propósito de regalos
especiales para celebrar el término y el inicio de
un nuevo ciclo, este 2012 nos ofrece el mejor de
los pretextos para adquirir una o varias piezas de la
Cultura Maya, por todos los símbolos que encierran
la riqueza y el conocimiento de este pueblo milenario,
cuyo calendario ha generado, alrededor del mundo,
una inercia fantástica a partir de sus predicciones.
El Fin del Mundo es, por ello, el mejor momento para iniciar una
colección de monedas de Casa de Moneda de México.
En su versión trimetálica, esta moneda incluye un libro explicativo
de los elementos que aparecen en esta pieza, como lo son el aro
del juego de pelota, la numeración y meses mayas, así como la
llegada de Kukulcán a la tierra en el solsticio de verano. Dichos
textos se presentan en 4 diferentes idiomas: español, inglés,
francés y mandarín, lo que permite hacer de este un magnífico
regalo para extranjeros.
Y qué decir de las nuevas piezas alusivas al complejo
arquitectónico de Chichén Itzá. Acuñadas en plata, desde su
introducción al mercado cuentan con el respaldo de los más
exigentes especialistas en numismática del mundo. Una de dichas
monedas, la que representa “La Casa de las Monjas”, fue
ganadora del People’s Choice Award anunciado en el marco de
la Third International Coin Conference, celebrada en Moscú, Rusia.
Por todo ello vale mucho la pena iniciar a nuestros seres queridos
en el mundo de la numismática, regalando esa primer pieza que
permitirá dar valor agregado a sus vidas y a sus finanzas.
INICIO DE UNA COLECCIÓNDE MONEDASY EL FIN DEL MUNDOEl hombre, por naturaleza, es un ser que acumula. Es claro que al inicio de nuestrasvidas, esta actividad se realiza juntando piedras, bichos, calcomanías, tarjetas,timbres postales y monedas.
POR EDUARDO PADRÓN MOYA
INICIO DE UNA COLECCIÓN DE MONEDAS
35 CECACECA 34
LAS MONEDAS MÁSGRANDESY CARAS DEL MUNDOPOR GUSTAVO ADOLFO DEL CASTILLO NEGRETE Y CALLEJA
LA MONEDA MÁS GRANDE DEL MUNDO ACTUAL. ACUÑADA POR LA CASA DE LA MONEDA DE PERTH, EN AUSTRALIA
Adentrarse al universo de la numismática, es
viajar por el mundo de dinero. No del caudal
que se genera en cada uno de los países del
globo que es de billones de billones de
monedas como medida de valor, medio legal
no rechazable para satisfacer las necesidades económicas
del humano.
La numismática es la ciencia de la acuñación, es el estudio
de las monedas de todos los tiempos y países, es el
supremo artífice, es el artista, el artesano para convertir el
metal en escultura, en la catadura central de un cospel en
moneda, no importa si es de oro, plata, cobre, bronce o
níquel, si es grande o chica, es el instrumento para el pago
de un salario desde tiempos remotos.
Recordemos que a las tropas romanas les pagaban con
bolsitas sal, de ahí viene la palabra salario. Puede decirse
que la metamorfosis fue de la sal al metal.
Las monedas han evolucionado, así podemos ver desde la
más pequeña estampada en 1740, en la República Federal
Democrática de Nepal, el cuarto de jawa nepalesa,
acuñada en plata, medía dos por dos milímetros, pesaba
unos 0,010 gramos, según información que se encuentra
en el libro de Récords Mundiales Guinnes.
Otras fueron de mayor diámetro. La mayoría de los estados
griegos de la Antigüedad no acuñaron muchas piezas de
oro, y cuando lo hicieron, se trató generalmente de
monedas pequeñas. Acuñada en honor de Arsinoe II,
hermana y esposa de Ptolomeo II, pesa 27.72 gramos y
tiene un diámetro de aproximado de 28 milímetros. La
denominación se llama mnaieion, es decir, moneda de una
mina, y es equivalente a 100 dracmas de plata, o una mina
de plata.
Esta moneda extraordinaria no fue, con seguridad, por su
enorme valor, de uso popular o comercial, pero tenía una
función simbólica y era un buen medio para atesorar
riquezas. La moneda puede haber tenido también, por lo
menos en parte, una función ceremonial relacionada con
un festival en honor de la reina Arsinoe, que fue deificada
en vida.
Una definición difundida dice que una moneda es una
pieza de metal acuñada que generalmente tiene forma de
aro y es emitida por un Estado o institución para servir
como unidad de cambio, de cuenta y de valor. A lo largo
de la historia muchas veces se han emitido monedas que
han prescindido de la habitual forma redonda, un ejemplo
muy conocido son las monedas rectangulares de la India.
Estas piezas representan un caso extremo.
Las monedas antiguas más grandes del mundo fueron las
rectangulares de la India o las acuñadas en Suecia. Estas
piezas representan un caso extremo. Un ejemplar
especialmente grande del “dinero placa” sueco,
conservado hoy en el Museo Bode de Berlín. Esta plancha
de cobre cumple con todos los requisitos para ser
considerada una moneda. Se trata de una placa marcada
con cinco estampas de cuño, emitida en el año 1661,
durante el reinado de Carlos XI. La pieza tenía un valor de
8 táleros, que era el nombre de la moneda. Existía todavía
una más grande de 10 táleros, Pesaba 20 kilogramos y
puede considerarse como la moneda más grande de la
historia antigua.
¿POR QUÉ SE ACUÑARON?Durante la temprana Edad Moderna, los países europeos
acuñaron monedas de plata en grandes cantidades. El
tálero era una de las piezas más difundidas. En los siglos
XVII y XVIII, Suecia sufrió de una gran escasez de plata que
le impedía acuñar suficiente moneda en ese metal para
satisfacer las necesidades monetarias de su economía.
Como disponía de cobre en abundancia, la corona sueca
recurrió a emitir planchas de ese metal del peso
correspondiente para equivaler al tálero de plata. Como el
cobre era mucho más barato que la plata, las proporciones
de las monedas debían ser enormes.
Nos dice Darío Sánchez de Creative Commons: “El reino
sueco acuñó estas “placas” entre 1641 y 1776. Diversas
fuentes nos informan sobre el escaso entusiasmo de los
súbditos suecos ante la idea. Es fácil comprender su
reacción, transportar estos engorrosos medios de pago
hacía difícil todas las operaciones económicas cotidianas.
El dinero era tan impopular e incómodo que, según revela
una anécdota, incluso unos ladrones que robaron un
banco en Estocolmo en esa época, prefirieron salir con las
manos vacías antes que cargar las molestas planchas.
LA MÁS GRANDE DE TODAS EN PROYECTOSegún la información de la empresa “Oro y Finanzas”, el
proyecto de la moneda más grande del mundo será la
pieza con una pureza de 24 quilates, la gigantesca
moneda tendrá un peso de tres mil 333 onzas, equivalente
a 103.6 kilogramos, y un diámetro de 50 centímetros . El
precio de emisión será de dos millones 990 mil euros.
En el proyecto el anverso se observa el mapa del mundo
en relieve. La representación es similar a la de la bandera
de las Naciones Unidas. Las inscripciones incluyen el año:
“2010� y las palabras “Finegold” y “999,9�. En el reverso
se ve la Puerta de Brandenburg de Berlín y las
inscripciones “1989” y “Global Liberty”.
La puerta de Brandenburg, fue el lugar donde el presidente
Ronald Reagan pronunció sus históricas palabras el 12 de
junio de 1987: “Secretario General Gorbachov, si usted
busca la paz, si usted busca la prosperidad para la Unión
Soviética y Europa Oriental, si usted busca la
liberalización: ¡Venga a esta puerta! Señor Gorbachov,
abra esta puerta! Señor Gorbachov, derribe este muro! ”
LA MÁS GRANDE DEL MUNDO ACTUALLo real es la pieza creada por la Casa de la Moneda de
Perth, en Australia, la monumental moneda está valuada
en 55 millones 700 mil dólares, pesa casi una tonelada. El
vestigio de oro más grande y valioso del mundo, tiene el
perfil de la Reina Isabel II de Inglaterra en el anverso y la
silueta de un canguro en el reverso. La moneda tiene 80
centímetros de diámetro y 12 de espesor.
Según el portal de la Casa de la Moneda de Perth. El oro
con el que fue acuñada, tiene un 99.999 por ciento de
pureza, el proceso demandó más de un año y medio de
intenso trabajo.
Al presentarla ante la reina Isabel II, el director ejecutivo
de la Casa de la Moneda de Perth, Ed Harbuz, señaló:
“Acuñar una moneda de este tamaño y peso ha sido un
reto increíble, un reto que está al alcance de pocas casas
de la moneda”.
ANVERSO REVERSO
LAS MONEDAS MÁS GRANDES Y CARAS DEL MUNDO
37 CECACECA 36
CANADIENSE, LA SEGUNDA MONEDA MÁS GRANDE DEL MUNDOLa numismática internacional y nacional se distingue, a través de la historia por el trabajo que desarrollan los artesanos
por crear la perfección en las monedas de curso legal para coleccionistas o museos que tiene la posibilidad de adquirir
una pieza como la acuñada por la
Real Casa de Moneda de Canadá,
considerada la más grande de
Europa y la segunda del mundo.
La moneda es un lingote de
99.999 por ciento de oro puro, su
nombre: Maple Leaf. Con tamaño
de 50.8 centímetros de diámetro,
la dimensión de una pizza familiar.
Pesa 100 kilos, equivalente a tres
mil 215 onzas troy, que la
convierte, hasta la fecha, en la
segunda más grande del mundo.
Labrada en el anverso con la
imagen de Elizabeth II sobre una
de sus caras y las hojas de arce
sobre el reverso. El valor nominal
de la Maple Leaf es un millón de
dólares canadienses, 690.000
euros.
LAS MONEDAS MÁS GRANDES Y CARAS DEL MUNDO
Gran Phil
LA TERCERA, AUSTRIACAOtro caso considerado entre las monedas más grandes del
mundo, la agencia EFE, dio a conocer la moneda austriaca
más grande pero de Europa. El vestigio pesa 31
kilogramos, al ser expuesta en el Pro Aurum de Berlín,
Alemania el “Gran Phil”. La moneda tiene un valor nominal
de 100 mil euros, equivalente aproximadamente a 123 mil
dólares estadounidenses. Su valor en términos de metal
es de un millón 300 mil euros, un millón 600 mil dólares.
Aunque no tan grande como Maple Leaf, ni “Gran Phil”, el
Banco Central de Rusia acuñó una moneda valorada por
los expertos en seis millones de rublos, cerca de 200.000
dólares. La moneda, cuyo valor nominal es de 50 mil rublos
unos 1.660 dólares, está fabricada en oro de la máxima
pureza, pesa cinco kilogramos. Fue puesta en circulación
el 12 de junio, fecha de celebración del 150 Aniversario del
Banco Central ruso.
Es el mundo de la numismática, del dinero de cuño
corriente, del que está en la bolsa de todos, con diferentes
dimensiones unas y otras que no tendrían un monedero al
tamaño de sus anchuras.
Durante tres siglos y medio, la plata y el
oro acuñados por la Casa de Moneda de
México, fueron la base del dinero
circulante en el país y se convirtieron en un
producto de exportación. La calidad en la
fabricación de monedas y su extensa
circulación en el mundo, dio a la Casa de
Moneda de México, la presencia y
prestigio internacional que conserva hasta
nuestros días.
En el siglo XX se convierte en una Entidad
Industrial dedicada a la producción de la
moneda mexicana de cuño corriente, así
como de finos amonedados. Actualmente,
además de la moneda nacional, acuña
piezas conmemorativas de alta calidad
para distintos clientes, a costos
competitivos y con la garantía de la Ceca
mexicana.
Maple Leaf
39 CECACECA 38
EL PESOMEXICANOPOR ANGEL VALTIERRA MATUS
Amediados de 2010 la filial
mexicana de una afamada
consultora financiera se
acercó al Museo
Numismático Nacional
solicitándonos apoyo para la elaboración
de la agenda que obsequiarían a sus
clientes el año siguiente. Su idea era
mostrar un panorama de la historia de la
moneda mexicana en los separadores de
cada mes. A partir de allí, y considerando
destacar no solamente su importancia en
el terreno de la economía sino también su
simbolismo como testimonios de la
evolución de nuestra identidad nacional,
nos dimos a la tarea de elegir doce piezas
emblemáticas que se publicaron
acompañadas de unas breves reflexiones
sobre el peso mexicano.
Un año después volvimos sobre el tema a
raíz de la visita de un coleccionista
procedente de Cancún, quien nos
comentó cómo entre las múltiples maneras
en que es posible organizar las piezas de
un acervo numismático encontró que el
suyo podría enfocarse en las diversas
manifestaciones de nuestra unidad
monetaria, lo que le había llevado, al
sistematizar la información que tenía sobre
el tema, a descubrir, a su vez, algunas
lagunas tanto en su colección como en los
datos necesarios para reconstruir la
historia de la evolución del peso. Cubrir
una parte de esas carencias era el objetivo
de su visita.
Su nombre es Víctor Manuel Ramírez Yarza
y un año después nos anunciaba que sus
investigaciones habían dado como
resultado la edición por Miguel Ángel
Porrúa del libro El peso mexicano, cuya
presentación se estaba preparando y del
que amablemente quería enviar un
ejemplar para nuestra biblioteca. Al revisar
el volumen, en el que el autor hace un
generoso reconocimiento a la Casa de
Moneda, surgió la idea de concluir el ciclo presentando el
libro en las instalaciones del Museo. Y es que a las obvias
razones que habría para ello se sumaba el hecho de que,
por nuestra parte, habíamos seguido trabajando sobre el
tema, que se convirtió en la exposición temporal “El peso
y la Casa de Moneda” que presentaremos hasta finales de
2012, en la que se hace un recorrido por los momentos
clave de las historias paralelas de México, la ceca y nuestro
peso, a partir de los que se acuñaron desde la Colonia
todavía con el nombre oficial de “real de a ocho”.
Ramírez Yarza es un profesionista que descubrió su
vocación numismática hace unos 20 años en una
mudanza, cuando encontró que la caja donde suponía que
iba una máquina de coser en realidad estaba llena de
antiguas monedas. Compró entonces su primer catálogo,
que le ayudó a convertir ese montón de piezas sueltas en
el origen de una colección y orientó su entusiasmo por
conseguir las monedas que le faltaban para completar,
primero, los periodos presentes en su hallazgo inicial y
después ir integrando diferentes series, una pasión que ha
cultivado convirtiéndose en un pionero de la numismática
en la lejana Cancún.
Según nos cuenta, hace cuatro años “jugando con sus
moneditas” una de sus hijas le sugirió la idea de escribir
un libro sobre el tema, reto que asumió con la idea de
“hacer algo para compartir con mi familia, con mis amigos
y con cualquiera en el que pudiera despertar un poco el
interés por la numismática y la historia”, y como “la inmensa
cantidad de monedas acuñadas en México me pareció
colosal y decidí enfocarlo a la unidad monetaria, al Peso
mexicano”.
EL LIBROEl peso mexicano es un breve ensayo que cumple con su
cometido de ofrecer al lector, de manera clara y accesible,
un panorama de la evolución de esta unidad que, según
advierte el autor “aunque ha estado presente como un
valor descriptivo desde la llegada de los españoles a
América, como moneda ha tenido que enfrentar muchas
vicisitudes históricas para conservar su presencia física y
mantener su circulación.”
Sin entrar a fondo en el análisis de cada uno de los
momentos de nuestra historia que han influido en la
moneda “porque el protagonista de este relato es el peso”,
Ramírez Yarza nos brinda elementos suficientes para
ubicar en su contexto los cambios más destacados
apoyándose en una selección de documentos, ordenanzas
y leyes tomados de diversos archivos, aderezando su
narración con anécdotas y observaciones de numismático
acucioso.
Conviene destacar que el libro está profusamente ilustrado
con fotografías de piezas de la colección del autor así
como de las del Museo Numismático Nacional y del Banco
de México, lo que permite al lector visualizar y comprender
mejor las transformaciones que se le van explicando.
La narración sigue un orden cronológico que arranca con
la fundación de la Casa de Moneda y el papel que en ella
desempeñó el célebre Carlos V, y culmina con la
descripción de las condiciones en que se dio la reforma
monetaria de 1992, cuando el marco de la conmemoración
de los 500 años del descubrimiento de América se
aprovechó para cambiar por completo lo que se conoce
como el “cono monetario” de curso legal, es decir, la serie
de monedas de diferentes denominaciones en que
usualmente las de mayor valor tienen un diámetro más
grande, por lo que al apilarse semejan un cono. “La
audacia de esta reforma –señala el autor– fue convertir
1,000 unidades en una” dando origen a los “nuevos pesos”
que habrían de circular por un periodo determinado para
retomar después su tradicional denominación,
manteniendo el diseño que sigue vigente, basado en el del
llamado “Calendario Azteca”.
Los más de cuatro siglos que median entre ambas fechas
sirven a Ramírez Yarza para presentarnos acontecimientos
y personajes que influyeron en la historia de nuestra
moneda: su presencia en el lejano oriente, asediada por
los piratas que encontraba en su camino la Nao de China;
los primeros billetes de un peso emitidos por el efímero
imperio de Iturbide, cuya circulación nunca se consolidó;
los avatares de la adopción del Sistema Métrico Decimal,
cuando se emitió un decreto que nunca se aplicó en el que
se daba a nuestra moneda el nombre de peseta; la emisión
por Maximiliano de los primeros pesos en metálico que
oficialmente llevaron ese nombre; el rechazo en el
mercado internacional, donde el peso circulaba
ampliamente, a los nuevos diseños del periodo
republicano que llevó a recuperar el antiguo diseño para
la moneda de exportación; o la amplia gama de monedas
emitidas por los caudillos revolucionarios, tanto en metal
como en papel los famosos “bilimbiques”, de los que se
presentan numerosos ejemplos.
Quizás la decisión del autor, con la cual coincidimos, de
remontar la historia del peso a la Colonia cuando esta
palabra se usaba para referirse a la moneda que
oficialmente se llamaba “real de a ocho”, debiera haberse
acompañado de una representación más completa de las
monedas de este periodo que concluye con el surgimiento
de las casas de moneda “de necesidad” durante la guerra
de Independencia. Compensando esta ausencia, Ramírez
Yarza nos ofrece información e imágenes de diferentes
pesos que no llegaron a circular, como el “Caballito” de
1909 con la firma de Pillet, quien lo grabó en Francia; el
Morelos de 1936 y los “atlanes” que se prepararon como
una opción para sustituir el cono monetario en circulación
durante las crisis económicas de fines de los 80 del siglo
pasado.
No nos queda sino celebrar el tesón y cuidado con que
Víctor Manuel Ramírez Yarza ha seguido la pista de su
hallazgo en aquella mudanza, congratularnos por el
sabroso fruto de su visita al Museo y extender la invitación
que nos hace a compartirlo: sin duda una magnifica
iniciación en el mundo de la numismática para todos
aquellos que guardan en algún rincón las semillas de
colecciones que pueden ir pasando de pasatiempos a
pasiones.
EL PESO MEXICANO
41 CECACECA 40
caso ya convertido en el histórico escritor. En una especie de flash
back cinematográfico, el giro de la moneda que deposita en el Río
de la Plata revuelve en las aguas barrosas, entre el sueño y la
vigilia, los sentimientos encontrados respecto a esa época. De ahí
mi sugerencia sentimental. En este poema que precede al Otro
poema de los dones dentro del volumen El otro, el mismo (1964),
surge también la visión erudita que se percibe en los despojos del
sajón y del fenicio que son clara referencia de un destino común
-grandeza y olvido- compartido entre la moneda y el autor del
poema, todo a partir de un acto de azar provocado por el
alejamiento y decidido por la circunstancia. Ese acto irrevocable
instala en el laberinto del tiempo a los personajes -Borges y la
Moneda-, los cuales cumplen la analogía de la zozobra ante el
porvenir; salvando finalmente a la moneda de ti que estás, como
nosotros, en el tiempo y su laberinto / y que no lo sabes. Quizás
esa moneda llevaba grabada -imaginariamente- la efigie del
propio autor.
BORGESLA MONEDACOMO ELEMENTOPOÉTICOMÁS ALLÁDEL SÍMBOLOPOR OCTAVIO CÉSAR M. G.
Jorge Luis Borges, como hombre benevolente y sabio,
eludió las aulas y prefirió las bibliotecas. Él mismo lo
revela en su alusión a De Quincey, cuando establece el
asombroso paralelismo con el genio inglés que, antes
de escribir una sola línea, sabía que su destino estaba
cifrado en las letras. Para construir la Alejandría de su obra, Borges
recurrió a todas las herramientas del castellano, aunque su
pensamiento era universal, dada su profunda erudición lingüística
y su curiosidad por las tradiciones y literaturas del mundo antiguo
y moderno. Todo discurso en él resulta símbolo, y todo símbolo
se convierte en significado y revelación de que lo único sagrado,
es el conocimiento transformado en literatura. Sus palabras son
objetos ontológicos; y como tales cumplen una función
constructiva: crear mundos paralelos, exhibir la paradoja de la
existencia humana a partir de su presunta conciencia, y restituir
la condición deífica del hombre, a partir del pensamiento.
Al hacer de la moneda la temática central del arte y las ideas de
esta revista, resulta irrenunciable retomar un poema fundamental
de Jorge Luis Borges, quien aporta algunos de los versos más
poderosamente metafísicos a la cultura numismática, a partir del
uso de la moneda no como numerario, sino como recurso
filosófico y literario: el doble rostro de Jano que mira hacia el
pasado y el futuro, la dualidad vida-muerte; e incluso el azar como
esa regla, accidental e impredecible pero al mismo tiempo
necesaria e ineludible, del devenir humano.
Se trata de A una moneda –cuya creación oscila entre los
primeros años de la sexta década del siglo XX. El carácter de
dramatis personae que le concede a la moneda como espejo de
su propio “infortunio” –un hombre de tal inteligencia difícilmente
puede considerarse desafortunado, aunque no por ello feliz-, lleva
a Borges a remediar con un poema la paradoja del oscuro
presentimiento de su partida de Montevideo, quizás en los
tiempos de su juventud, quizás enamorado; pero en cualquier
A UNA MONEDA*
Fría y tormentosa la noche que zarpé de Montevideo.
Al doblar el Cerro,
tiré desde la cubierta más alta
una moneda que brilló y se anegó en las aguas barrosas,
una cosa de luz que arrebataron el tiempo y la tiniebla.
Tuve la sensación de haber cometido un acto irrevocable,
de agregar a la historia del planeta
dos series incesantes, paralelas, quizá infinitas:
mi destino, hecho de zozobra, de amor y de vanas vicisitudes,
y el de aquel disco de metal
que las aguas darían al blando abismo
o a los remotos mares que aún roen
despojos del sajón y del fenicio.
A cada instante de mi sueño o de mi vigilia
corresponde otro de la ciega moneda.
A veces he sentido remordimiento
y otras envidia,
de ti que estás, como nosotros, en el tiempo y su laberinto
y que no lo sabes.
JORGE LUIS BORGES
*Borges, Jorge Luis, Obra poética, 3a. ed. Buenos Aires.
Emecé, 2010.
CECA 42
ACUÑARONESTE NÚMERO
Marcelo de los Santos Fraga
San Luis Potosí, San Luis Potosí, México, 1940. Contador
Público por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Presidente del Instituto Mexicano de Contadores Públicos
de 1992 a 1993. Presidente Municipal de la Ciudad de San
Luis Potosí de 2000 a 2003. Gobernador Constitucional del
Estado de San Luis Potosí de 2003 a 2009. Director General
de Casa de Moneda de México desde 2010, y actual
Vicepresidente de la Conferencia Mundial de Directores de
Casas de Moneda.
Gabriel Zaid
Monterrey, Nuevo León, México, 1934. Poeta y ensayista.
Autor de una treintena de libros fundamentales para
conocer y comprender la literatura mexicana. Personaje
histórico de la cultura nacional. Colaborador de revistas
como Vuelta y Letras Libres, en cuyo número 61 se publicó
el ensayo que ahora reproducimos en CECA. Agradecemos
tanto al autor como a la Dirección de Letras Libres la
cortesía.
Juan Villoro
Ciudad de México, México, 1956. Narrador, filósofo,
ensayista, periodista y cronista de fútbol. Una de las
principales y más fulgurantes voces del México actual. De
entre sus múltiples premios podemos mencionar el Premio
Herralde 2004, por su novela El testigo, y el Premio José
Donoso 2012, por el conjunto de su obra.
Ángel Valtierra Matus
Ciudad de México, México, 1952. Realizó sus estudios en la
Escuela Nacional de Antropología e Historia, y actualmente
se desempeña como Subdirector del Museo Numismático
Nacional, el cual forma parte de Casa de Moneda de México.
Raúl Montalvo Ferráez
Mérida, Yucatán, México, 1945. Llevó a cabo sus estudios
profesionales en la carrera de Sociología, en la Universidad
Nacional Autónoma de México, y actualmente dirige el
Museo Numismático Nacional y es el encargado de velar por
los tesoros del Acervo Numismático y Documental de dicho
Museo.
Alfonso Rodríguez Facio
Ciudad de México, México, 1949. Diseñador, dibujante,
escultor y grabador. Estudió en la Escuela Nacional de Artes
Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Es especialista en Dibujo Industrial, Técnico y Publicitario.
Actualmente se desempeña como Subdirector de Grabado
de Casa de Moneda de México; cargo que ocupa desde
1989.
Abraham Delgadillo
San Luis Potosí, San Luis Potosí, México, 1986. Artista visual
y docente de Artes Plásticas. Premio 20 de Noviembre de
Pintura en 2005. Selección del XXVI Encuentro Nacional de
Arte Joven en 2006. Ha expuesto su obra en México y
Estados Unidos.
Juan Manuel Shiguetomi Villegas
Río Verde, San Luis Potosí, México, 1951. Ingeniero
Metalurgista por la Universidad Autónoma de San Luis
Potosí. Entre otras especialidades cuenta con la de Control
Total de Calidad, realizada en Japón. Actualmente se
desempeña como Director Corporativo de Operaciones de
Casa de Moneda de México desde Julio de 2002, donde
labora desde 1983.
Katya Castillo de la Peña
San Luis Potosí, San Luis Potosí, México, 1986. Contador
Público por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Participó en la Coordinación del Festival Anual de Jazz de
Washington DC y del Proyecto Cultural “Un recorrido por
México” en Maryland, ambos en 2010. Actualmente se
desempeña como Asistente Administrativo en Casa de
Moneda de México.
Eduardo Padrón Moya
Ciudad de México, México, 1968. Estudió Administración en
el Instituto Tecnológico Autónomo de México. Actualmente
funge como Subdirector Corporativo de Comercialización
en Casa de Moneda de México.
Gustavo Adolfo del Castillo Negrete y Calleja
Ciudad de México, 1939. Periodista egresado de la mítica
Escuela de Periodismo Carlos Septién. Trabajó en Canal 13,
en 1985, con Joaquín López Dóriga, y en Radio Estéreo 100,
con José Cárdenas, en 1988. Actualmente se desempeña
como Jefe de Proyecto en Casa de Moneda de México, tras
50 años de trayectoria periodística.
Octavio César M. G.
San Luis Potosí, México, 1974. Poeta, narrador, periodista y
Jefe de Proyecto de CECA. Premio Nacional de la Juventud
en Artes 1995. Materiales de Guerra -poesía, Mantis
Editores, 2012- y Yo, El Otro -cuento, Editorial Ponciano
Arriaga, 2012-, son sus títulos más recientes.
Alusiva al Quinto Centenario del Descubrimiento de América, esta
moneda de plata de 27 gramos y 40 milímetros, ostenta en su reverso la
leyenda “MONEDAS HISTÓRICAS IBEROAMERICANAS” sobre el plano
marítimo de la Nueva España y, desfasadas a la derecha, las dos caras
de la antigua moneda mexicana conocida como “Peso Caballito”; en tanto
que por su anverso se pueden apreciar, a modo de marco escultórico del
Escudo Nacional Mexicano, los escudos nacionales de otros países
Latinoamericanos que se unieron a dicha celebración, y que también
están representados por cada una de las 9 piezas que forman la
colección completa.
SERIE IBEROAMERICANA9 Monedas representando un país Latinoamericano
y una Moneda ConmemorativaPlata Ley 0.925, 27grs.
Diámetro: 40mm. Acabado Proof
el valord e l a hi s tor i a
OBRA PÚBLICAPLANTA SAN LUIS DE CASA DE MONEDA DE MÉXICO 2006-2012
• Estacionamiento y Vialidades Pavimentadas
• Nuevas Oficinas Administrativas
• Sala Audiovisual
• Nuevo Almacén de Producto Terminado
• Stand de Tiro
• Gimnasio para personal de Seguridad
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