curso de liturgia 04

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Spiritual

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Tema“El concepto de

Liturgia según el Concilio

Vaticano II”

OBJETIVO

Descubrir la naturaleza y el significado de la liturgia cristiana desde la reflexión de la Iglesia que se basa en la historia de la Salvación y en la presencia del Señor en la acción litúrgica.

Text

os

“La palabra "Liturgia" significa originariamente "obra o quehacer público", "servicio de parte de y en favor del pueblo". En la tradición cristiana quiere significar que el Pueblo de Dios toma parte en "la obra de Dios" (cf. Jn 17,4). Por la liturgia, Cristo, nuestro Redentor y Sumo Sacerdote, continúa en su Iglesia, con ella y por ella, la obra de nuestra redención. (CEC 1069).

“La palabra "Liturgia" en el Nuevo Testamento es empleada para designar no solamente la celebración del culto divino (cf Hch 13,2; Lc 1,23), sino también el anuncio del Evangelio (cf. Rm 15,16; Flp 2,14-17. 30) y la caridad en acto (cf Rm 15,27; 2 Co 9,12; Flp 2,25). En todas estas situaciones se trata del servicio de Dios y de los hombres….

… En la celebración litúrgica, la Iglesia es servidora, a imagen de su Señor, el único "Liturgo" (cf Hb 8,2 y 6), al participar del sacerdocio de Cristo (culto), de su condición profética (anuncio) y de su condición real (servicio de caridad)” (CEC 1070).

CONTEMPLAMOS

La palabra Liturgia

y su presencia en la Iglesia

Del griego leitourgia (leitourgia)

Leit (lèit) pueblo, popular

ergon (ergon) obra

Literalmente: obra popular iniciativa a favor del pueblo

Con el paso del tiempo la obra popular pasa a ser un servicio público (la parte militar, social) a favor del estado o la ciudad. Y posteriormente era en relación al culto oficial de los dioses.

La palabra liturgia se encuentra también en el Antiguo Testamento haciendo referencia al servicio cultual del Dios de Israel (cf. Num 16, 9). En relación a los levitas y posteriormente al templo de Jerusalén.

En cuanto al Nuevo Testamento, no aparece la palabra liturgia como sinónimo de Culto Cristiano (solamente aparece esta relación en Hch 13, 2 – culto comunitario cristiano), en cambio se utiliza en el sentido civil – servicio público oneroso (cfr. Rom 13, 6; 15, 27; Fil 2, 25. 30; 2Cor 9, 12; Hb 1, 7. 14)

y en sentido técnico – ritual del Antiguo Testamento (Lc 1, 23; Hb 8, 2. 6; 10, 11). San Pablo usa la palabra liturgia para referirse al ministerio de la Evangelización como obsequio de la Fe de los que han creído por su predicación (Rom 15, 16).

El factor por el que no aparece la palabra liturgia al culto cristiano en el Nuevo Testamento se debe a que estaba demasiado ligada al sacerdocio levítico, dicho ministerio pierde su razón de ser en la nueva situación creada por Cristo.

Poco a poco en los primeros siglos de la Iglesia se va purificando el sentido de la palabra liturgia y se va asociando a la realidad del sacerdocio de Cristo. Pero en el correr los tiempos y lugares de la historia su uso ha variado.

Es a partir del siglo XVI que reaparece la palabra liturgia en algunos títulos que tratan de lahistoria y descripción de los ritos de la Iglesia o de una parte de ella.

Pero junto a esto al escuchar liturgia se hizo sinónimo de RITUAL Y CEREMONIAS EN SENTIDO EXTERNO Y RUBRICAL (liturgia = regular, controlar el ejercicio exterior del culto)

Ante esto podemos decir que el concepto de liturgia a lo largo de la historia de la Iglesia se ha visto limitado, ya que se ha centrado en algunos aspectos:

El aspecto Estético (forma exterior y sensible del culto, en relación a ceremonias y ritos, aspectos decorativos y expresivos del sentimiento religioso)

El aspecto jurídico en cuanto a la regulación por la autoridad de la Iglesia, en relación a la ordenación del ejercicio del culto. Esto nos lleva a tener una definición parcial de la liturgia, de tal forma que no consideramos la riqueza total que tenemos en celebrar nuestra fe.

En los últimos siglos la Iglesia se ha detenido y reflexionado sobre el valor y el significado de la liturgia en la vida cristiana, por lo que se ha estudiado desde el aspecto teológico como continuación de la obra de Dios llevada a cabo por su Hijo Jesucristo en el Espíritu Santo.

Desde el siglo XIX se hace una fuerte reflexión sobre la liturgia en la vida de la Iglesia, a partir de dos factores: - el movimiento litúrgico (impulsado por algunos autores) y la encíclica sobre la liturgia: Mediator Dei (Pío XII, 20 de noviembre de 1947), de tal forma se llega a afirmar:

•La liturgia es obra de Cristo total, cabeza y miembros: culto primariamente de Cristo, y de la Iglesia por participación.

•La liturgia es obra de la Iglesia no en cuanto a sociedad, sino en cuanto Cuerpo de Cristo.

•La liturgia continúa la obra de Cristo en cuanto glorificación del Padre y santificación del hombre.

•Cristo está presente en toda acción litúrgica.

El concepto de Liturgia en la Constitución

“Sacrosanctum Concilium”.

El Concilio nos quiso transmitir básicamente que la vida litúrgica es como una continuación en la tierra de la encarnación del Hijo de Dios, es decir, como el medio para unir a los hombres con Dios y a Dios con los hombres.

Se tiene en cuenta la historia bíblica: la que nos presenta el designio salvífico de Dios que se realiza gradualmente en la revelación hasta completarse en Cristo, en su Misterio Pascual, y en la Iglesia, por medio de la liturgia.

El designio de salvación escondido en Dios no solamente es un misterio que ha sido revelado en la persona de Cristo, en la encarnación y en la cruz; sino que es también misterio bajo una modalidad simbólica o litúrgica, en la Pascua o, si se prefiere, en los sacramentos de la Iglesia, el primero de los cuales es la Iglesia misma: pues del costado de Cristo dormido en la cruz nació el sacramento admirable de la Iglesia entera (SC 5).

La Liturgia es la misma obra de la salvación, efectuada por Cristo, que se realiza en la Iglesia por medio de los sacramentos. Para comprender la liturgia tengamos en cuenta:

-la obra de la salvación

-Cristo

-Iglesia

-Sacramentos.

Así que la misión de la Iglesia es una continuación histórica de la obra para la que Cristo fue enviado: no sólo anunciar que el Hijo de Dios, con su muerte y resurrección, nos libró del poder de Satanás (Hch 26,18) y de la muerte y nos condujo al reino del Padre, sino también en realizar la obra de salvación que proclama, mediante el sacrificio y los sacramentos, en torno a los cuales gira toda la vida litúrgica (SC 6).

Evangelización y liturgia forman parte de la misma y única misión de la Iglesia, que debe perpetuar y actualizar en la historia la obra redentora efectuada por Cristo.

Afirmando esta dimensión histórica y litúrgica de la salvación, el Concilio pasa a explicar la causa que hace posible la continuidad en el tiempo de la eficacia redentora del Misterio Pascual:

- Para realizar una obra tan grande, Cristo está siempre presente en su Iglesia, sobre todo en la acción litúrgica (SC 7).

- Realmente esta obra tan grande por la que Dios es perfectamente glorificado y los hombres santificados, Cristo asocia siempre consigo a su amadísima esposa la Iglesia, que invoca a su Señor y por él tributa culto al Padre Eterno.

- Con razón entonces, se considera la liturgia como el ejercicio del sacerdocio de Jesucristo.

En ella, los signos sensibles significan, y cada uno a su manera, realizan la santificación del hombre, y así el Cuerpo Místico de Cristo, es decir, la Cabeza y sus miembros, ejerce el culto público íntegro.

- En consecuencia, toda celebración litúrgica, por ser obra de Cristo sacerdote y de su Cuerpo, que es la Iglesia, es acción sagrada por excelencia, cuya eficacia, con el mismo título y el mismo grado, no iguala ninguna otra acción de la Iglesia (SC 7; 26).

La liturgia es, por consiguiente, obra sacerdotal de Cristo y de la Iglesia, culto al Padre y santificación del hombre, ejercicio del sacerdocio de Jesucristo, culto público integro, acción sagrada. Y todo esto en un régimen de signos, en el que las cosas sensibles significan y realizan la santificación del hombre y el culto a Dios (Cf. SC 7, 24, 33, 59,60, 122).

El Vaticano II ha querido poner la liturgia en la misma línea histórico-salvífica del misterio del Verbo encarnado, cuya humanidad fue el instrumento de nuestra salvación (SC 5; LG 1; 7-8). ¡Qué importante es entender la encarnación para entender la liturgia!!

La encarnación, que supone que Dios hace historia con nosotros, continúa efectuándose, a la luz de la palabra de Dios (DV 13), en las acciones y en los signos que la Iglesia utiliza en su liturgia.

Por eso es importante entender la liturgia desde dentro del corazón de lo celebrativo: no tenemos un culto externo.

La liturgia nos introduce en la historia de la salvación y la experiencia de lo litúrgico y sacramental se convierte en auténtica experiencia de salvación.

CONFRONTEMONOS

•Cuando participo de la Eucaristía, ¿Qué actitudes dispongo para ese encuentro con Cristo que me une al Padre por la acción del Espíritu Santo?

•La liturgia es un lugar privilegiado de encuentro con Jesucristo para el discípulo y misionero, ¿qué experiencia tengo en mi vida cristiana en cuanto al concepto de liturgia que presenta el Concilio Vaticano II?

•En cuanto a lo que hemos reflexionado, que es para ti la LITURGIA

EXPRESAMOS NUESTRA FE

(Ef. 1, 3-14)

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