ejercito del norte

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Historia de las Campañas Auxiliadoras del Ejército del Norte entre 1812 y 1815

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Campañas Auxiliadoras del Ejército del Norte

(1811-1815)

Presentamos a los héroes que hicieron NUESTRA HISTORIA

General José de San Martin

Mariano Moreno

Manuel Alberti

Domingo Matheu

Cornelio Saavedra

Alvear

Manuel Belgrano

Juan José Paso Juan José Castelli Larrea

miguel de Azcuénaga Antonio González Balcarce General Goyeneche

Fernando VII Zapiola Gervasio Posadas

GüemesFrancisco Fernández de la Cruz Rondeau

Así empezaron las Campañas …

Primera Campaña al Alto Perú, ocurrida entre 1810 y 1811

Después de mayo de 1810, la Primera Junta (integrada

por Cornelio

Saavedra como presidente con los abogados Mariano

Moreno y Juan José Paso  como secretarios; completando el

gabinete como vocales el sacerdote Manuel Alberti, los

abogados Juan José Castelli y  Manuel Belgrano, el

militar Miguel de Azcuénaga y los  comerciantes Juan

Larrea y Domingo Matheu) busco inmediatamente

expandir la revolución al Interior. Para ello organizó una

expedición al mando de Ortiz de Ocampo que asegurase el

dominio del Alto Perú y las minas de Potosí, y lograse el

apoyo de los indígenas.

Al mando del teniente coronel Antonio González

Balcarce, acompañado por el Comisionado de la

Junta

de Gobierno de Buenos Aires, doctor Juan José

Castelli, el Ejército del Norte inició su primera

campaña al Alto Perú, para evitar la invasión

realista (española) sobre Salta.

Previamente, por indicación de Mariano Moreno y

con el apoyo de soldados británicos establecidos en

el país desde las invasiones inglesas, fusiló a

Santiago de Liniers en Cabeza de Tigre, Córdoba.

Esta expedición puso fin a una sublevación

encabezada por Liniers en Córdoba.

Primera Campaña al Alto Perú, ocurrida entre 1810 y 1811

Batalla de Suipacha

El  7 de noviembre de 1810, los patriotas vencieron a los

realistas en la Batalla de Suipacha, ocupando las cuatro

gobernaciones altoperuanas: Potosí, Charcas, Cochabamba y

La Paz, haciendo que se volcaran a la revolución. Pero las

tropas realistas del general Goyeneche se replegaron al río

Desaguadero, en donde infligieron una dura derrota al

Ejercito del Norte el 20 de junio de 1811. El desastre de

Huaqui significó el desbande de las tropas, la perdida del

Alto Perú y

problemas económicos para el Río de la Plata, que ya no

contaría con

la plata potosina.

Campaña al Paraguay

Si bien la revolución había logrado varias adhesiones en el Paraguay,

Asunción decidió desconocer a la Junta de Buenos Aires. Entonces

se

envió un pequeño ejército de cerca de mil hombres al mando de

Manuel

Belgrano, con el cual logro su primer triunfo en Campichuelo. Pero

las

tropas paraguayas se reorganizaron y lo derrotaron en Tacuarí y

Paraguarí.

A pesar de que éstas derrotas implicaron la pérdida definitiva de

Paraguay, las predicas de Belgrano sembraron la semilla

revolucionaria. Dos meses después, en mayo de 1811, los

paraguayos

derrocaron al gobernador intendente español e iniciaron su propia

revolución.

Segunda Campaña al Alto Perú, ocurrida entre 1812 y 1813

En febrero de 1812, Manuel Belgrano se hizo cargo del Ejército delNorte. Al mando del mismo derroto a las fuerzas españolas en laBatalla de Tucumán, el 24 de septiembre de 1812. Desde entonces, esaprovincia se conoció como “Sepulcro de la Tiranía”.        Cuando Belgrano se hizo cargo del Ejército del Norte lo hizo conórdenes de retroceder hasta Córdoba, las cuales posteriormentedesobedecerá. Desde Jujuy salió acompañado por el pueblo en lo que seconoce como “éxodo jujeño”: cuando Manuel Belgrano se hizo cargo deeste ejército desmoralizado y en retirada, el 26 de marzo de 1812 enla Posta de Yatasto, se propuso levantar la moral de la tropa ydecidió que las aldeas que no pudieran ser defendidas debían serarrastradas por sus propios habitantes, para impedir que el enemigo sepertrechara y avituallara. Así, con energía, impuso a la poblaciónjujeña la penosa obligación de abandonar sus tierras llevando cuantopudieran consigo; lo que quedara, seria destruido por las llamas. En Tucumán cedió a la presión popular desobedeció la orden de BuenosAires y derrotó a los españoles.

El 20 de febrero de 1813 los derroto nuevamente en la Batalla de Salta y avanzo hasta Potosí, donde preparo el avance hacia el Norte.

Belgrano recibió un premio de $40.000, que donó para la creación decuatro escuelas de primeras letras.

En noviembre de 1813 fue sorprendido por los españoles en la Batalla de Vilcapugio y un mes después, en diciembre, fue derrotado nuevamente en Ayohuma. 

De este modo, el Alto Perú quedó nuevamente en manos realistas. Belgrano debió retroceder hasta Salta donde entregó elmando del ejército al coronel José de San Martín.

San Martín a cargo del Ejército del Norte

El coronel reemplazó a Manuel Belgrano al frente de la

fuerza. Y si

bien debió dejar el cargo a los pocos meses, trazo una

estrategia

clave  contra el avance realista.

A mediados de enero, el coronel José de San Martín  llego

a Tucumán

al amando del Séptimo Regimiento de Infantería (700

soldados), dos

escuadrones de Granaderos a caballo (250 hombres) y

cien artilleros, con el objetivo de auxiliar al Ejercito del

Norte y reemplazar a su jefe, Manuel Belgrano, a quien el

Primer Triunvirato consideraba

responsable por las tropas patriotas en las batallas de

Vilcapugio y

Ayohúma.

Si bien San Martín tenia la orden expresa de

reemplazar a Belgrano, ya

fuera por cuestiones políticas (ambos pertenecían al ala

radical de la

Revolución de Mayo) o por un gesto simplemente

caballeresco por parte del jefe de Granaderos, en la Posta

de Yatasto, donde se encontraron ambos jefes militares,

San Martín se presento como subordinado y no quiso

aceptar la jefatura del Estado Mayor para evitar humillar a

la oficialidad recién vencida. Sin embargo, en marzo, el

gobierno central de Buenos Aires le ordenó a hacerse

 cargo del Ejercito y le solicitó que enviara a Belgrano a la

capital para que enfrentara un proceso en contra por su

responsabilidad en las derrotas del Alto Perú.

Las derrotas sufridas en el Alto Perú en 1813 y las noticias de

la

posible liberación y recuperación del trono español por parte

de

Fernando VII produjeron divisiones entre los miembros de la

Logia

Lautaro (creada en 1812 en Buenos Aires, era una sociedad

secreta cuyo

objetivo era reunir a los partidarios de la independencia

americana y

organizar nuevos Estados en las ex colonias españolas. Sus

creadores

fueron Carlos de Alvear, José de San Martín y Zapiola,

militares

criollos que habían combatido en España contra la invasión

napoleónica) involucrados en la Asamblea.        

El sector liderado por Alvear decidió posponer la

declaración de la

independencia y el debate sobre la Constitución, para

alejar el

peligro de una contraofensiva española e imponer desde la

capital el

orden interno con vistas a negociar con la Corona o con las

potencias

europeas en reconocimiento de las provincias unidas. Sus

opositores

entre los que se encontraba San Martín, defendían la

necesidad  de

proseguir la guerra de la independencia y aceptar cierta

autonomía  a

las provincias para asegurar la concordia interior. A fines

de 1813,

la posición de Alvear logro mayoría en la Asamblea, que

decidió crear

un Poder Ejecutivo unipersonal y centralista:

el Directorio. En enero

de 1814 asumió el primer director supremo, Gervasio

Posadas. Alvear

fue la figura predominante del gobierno.

Apenas asumido el mando, San Martín decidió utilizar los

fondos

tomados por Belgrano en Alto Perú  (que debían ser enviados

a Buenos

Aires)  y realizó con ellos  la paga atrasada de la oficialidad y

de

los soldados justifico la “expropiación ”  argumentando  “es

posible

pintar el estado de desnudez  en que se  halla el ejército de

mi

mando, una campaña penosa y  desastrosa ha dejado a los

pocos soldados

viejos en tal estado que promueven  a lástima , los reclutas,

de que

la mayor parte  se compone, no pueden salir de sus cuarteles

por ser

tal su  desnudez, que la misma decencia  se resiste  no tiene

con

quién cubrir sus carnes y no pueden salir por no hacerse

objeto de

risa y desprecio de público”.

San Martín debió abandonar a los pocos meses, en mayo, el

Ejército

del Norte por causa de un agravamiento de una úlcera

gastrointestinal

y se refugió en una estancia de Saldán, veinte kilómetros al norte

de

la ciudad de Córdoba. A cargo de la comandancia quedó

el coronel

Francisco Fernández de la Cruz. Sin embargo, en el breve

lapso de su

jefatura, San Martín dispuso de una medida trascendental para la

emancipación de América. Consiente de que no se podía avanzar

hacia el

Virreinato del Perú por tierra, decidió establecer, a instancias del

consejo de Manuel Dorrego, una guerra de guerrillas al mando del

caudillo Martín Miguel de Güemes, que hostilizó y frenó las

pretensiones de las tropas realistas. Fue en el Ejército del Norte,

entonces, donde San Martín planeó por primera vez la campaña a

Chile

por el cruce de los Andes y la invasión a Perú por vía marítima

San Martín en Cuyo

Los fracasos de las campañas al Alto Perú llevaron a que San Martín

pensara una nueva estrategia para enfrentar a los españoles: enviar

desde Chile una expedición por mar, que desembarcase en el Perú para

así llevar la guerra al principal centro de su poder. En agosto de

1814, el Directorio lo nombró gobernador intendente de Cuyo, lugar

apropiado para iniciar sus planes. Pero la caída de Chile en manos

españolas, ocurrida en octubre de ese año, lo obligó a agregar un paso

previo: la campaña libertadora de Chile.

Para ese fin, San Martín organizó el Ejército de los Andes, primero

con los escasos recursos de que disponía Cuyo y luego con los aportes

que recibió del gobierno central de Buenos Aires a partir de 1816,

cuando Juan Martín de Pueyrredón asumió el cargo de director supremo.

TERCERA CAMPAÑA AL ALTO PERÚ, OCURRIDA EN 1815

El principal objetivo de San Martín fue la

reorganización de las

tropas. En Tucumán, las proveyó de ropa, pagó sus

sueldos y restituyó la disciplina. Pero, convencido de

que el camino del triunfo pasaba por Chile, dejó en

manos de los gauchos de Güemes la defensa de la

frontera y para preparar la resistencia en caso de

derrota, y solicitó su nombramiento como gobernador

de Cuyo. Fue reemplazado por Rondeau quien ocupó

Potosí e inició una nueva campaña, pero fue derrotado

en las batallas de Vente y Media, y Sipe-Sipe; lo que

marcó el fracaso y el aniquilamiento definitivo del

Ejército del Norte.

Fue un capitulo más en la HISTORIA ARGENTINA de

nuestro HEROE MAGNO DE LA

LIBERTADGRAL. JOSÉ DE SAN

MARTÍN

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