las escrituras · no añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que...
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Primero 1
LAS ESCRITURAS Primera Parte
Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y
ellas son las que dan testimonio de mí. Juan 5:39
¿Qué es la biblia? Todos sabemos que es la palabra de Dios pero ¿sabías que también es el
libro de más venta en todo el mundo? Estudiemos más a fondo los orígenes de ella.
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir,
para instruir en justicia. 2 Timoteo 3:16
El origen de la biblia se encuentra en Dios mismo, ya que es su palabra que sirvió de
inspiración para sus autores. Quienes a su vez escribieron guiados por el Espíritu Santo los
manuscritos originales que hoy conocemos como antiguo y Nuevo testamento.
Se escribieron de diferentes maneras como en piedra, papiro, una planta usada para escribir
sobre ella, y pergamino, que era hecho de piel de animales.
Fue escrita por unos 40 autores que vivieron en diferentes épocas y en 3 continentes, Asia,
África y Europa. En un lapso de alrededor de 1600 años.
La palabra biblia es el plural de la palabra griega “biblion” que significa los libros. Y ésta se
divide en dos partes, el antiguo y nuevo testamento. El antiguo testamento contiene 39
libros mientras que el nuevo testamento tiene 27 libros.
La palabra testamento está vinculada a la palabra hebrea “berit” que significa pacto o
alianza. Podemos decir que el antiguo y nuevo testamento son el antiguo y nuevo pacto con
nosotros.
Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto,
establecido sobre mejores promesas. Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto,
ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo.
Hebreos 8:6 y 7.
¿Cuántos libros en total tiene la biblia?
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¿En qué idiomas se escribió inicialmente la biblia?
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parte 2
LAS ESCRITURAS Segunda Parte
Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio
os ha sido anunciada.
1 Pedro 1:25
La biblia originalmente fue escrita en tres diferentes idiomas que fueron el hebreo
antiguo, con el cual la mayor parte del antiguo testamento fue escrito, el arameo, con el
cual se escribieron los libros de los profetas y parte del nuevo testamento, y el griego, el
cual se uso para escribir gran parte del nuevo testamento también.
Antes de que existiera la imprenta, la única manera de conservar la originalidad de los
textos era mediante el proceso de copiar a mano. Los escribas quienes se dedicaban a
copiar las escrituras eran los encargados de hacer este proceso.
Las primeras traducciones parciales fueron traducidas al latín que era la lengua oficial del
imperio romano. Siglos más tarde, el reformador Martin Lutero junto con un grupo de
personas fueron los primeros en traducir la biblia del latín al alemán, del cual se derivó al
resto de los idiomas como el español.
Hoy en día la biblia ha sido traducida a más de 2,300 idiomas sin contar algunas
porciones del Antiguo y Nuevo testamento que también han sido traducidos a cientos de
dialectos.
El Espíritu Santo es el autor de las escrituras y por tanto Él mismo se ha encargado de que
no se haya perdido el mensaje original a través de las diferentes épocas y traducciones.
No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los
mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno
Deuteronomio 4:2
Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro
de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.
Apocalipsis 22:19
Discusión
¿Había biblia en tu casa cuando eras pequeño?
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¿Quienes vieron a sus padres leer la biblia?
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¿Recuerda alguna vez que sus padres lo involucraron en la lectura en casa o le compraron
una?
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parte 3
LAS ESCRITURAS Tercera Parte
Los primeros cinco libros del Antiguo Testamento le conocemos como el pentateuco. La
palabra pentateuco viene del griego “penta” que significa cinco y “teuco” que es rollo o
pergamino. Los judíos le llaman a estos libros la “Torah”, que significa guiar, enseñar y/o
instrucción. En el hebreo estos libros reciben su nombre de acuerdo a las palabras iniciales
del mismo.
Génesis → Bereshit → En el principio…
Éxodo → Shemot → Nombres…
Levítico → Vayikra → Y Él llamo…
Números → Bemidbar → En el desierto…
Deuteronomio → Devarim → Palabras…
Los nombres cristianos que conocemos se derivan del griego y reflejan el tema esencial de
cada libro.
Génesis significa comienzos y hace una narración de la creación, la relación de Dios con el
hombre y las promesas de Dios a Abraham y a sus descendientes.
Éxodo significa salida y hace alusión a la salida de Egipto por parte de los hijos de Israel.
Levítico deriva del nombre Leví, uno de los 12 hijos de Jacob. La tribu que descendía de
Leví era la tribu sacerdotal, a la cual se le encargo llevar a cabo los ritos y ceremonias de
los sacrificios como también la enseñanza de la ley de Moisés.
Números recibe ese nombre en razón de los dos censos del pueblo de Israel.
Deuteronomio significa “segunda ley” o la segunda entrega de la ley. Muchos de los que
habían estado presentes cuando la ley fue dada en el monte Sinaí, para esta época ya
habían muerto. Por lo tanto, se hizo necesario repetir la ley para beneficio de la nueva
generación. Moisés es el autor de estos cinco primeros libros, con excepción de los últimos
versículos de Deuteronomio que relatan la muerte de Moisés, los cuales Josué escribió.
Y Jehová dijo a Moisés: Escribe tú estas palabras; porque conforme a estas palabras he
hecho pacto contigo y con Israel. Éxodo 34:27
Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía
al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en
medio del tabernáculo. Éxodo 33:11
Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, a quien haya conocido Jehová cara a
cara. Deuteronomio 34:10
Parte 4
LAS ESCRITURAS 4ta Parte
Después de los libros del pentateuco sigue lo que los teólogos denominan como libros
históricos de la biblia, los cuales son Josué, Jueces, Rut, 1 y 2 Samuel, 1 y 2 Reyes, 1
y 2 Crónicas, Esdras, Nehemías y Ester.
Estos libros abarcan el tiempo desde la entrada del pueblo de Israel a la tierra prometida
liderado por Josué hasta el regreso del cautiverio babilónico dirigido por Zorobabel a
Jerusalén y Judá.
Aquí se encuentran las historias de Josué, quien conquistó la tierra prometida, Gedeón,
Sansón y todos los demás jueces. También la historia de Rut, una mujer moabita, cuya
historia nos enseña que el amor genuino a veces puede requerir de gran sacrificio y que es
posible vivir de acuerdo a los preceptos de Dios sin importar las circunstancias que nos
rodean.
Los jueces fueron hombres y mujeres que Dios levantó para traer orden y soluciones al
pueblo de Israel cuando atravesaban tiempos difíciles.
Ningún juez llegó a ser jefe supremo ya que su función era para solamente para traer
liberación al pueblo de Israel.
Al final de este tiempo se levantó Samuel, el último de los jueces. Cuando éste envejeció,
Israel pidió un rey para que gobernase sobre ellos (Leer 1 Samuel 8:5).
Así fue como Saúl fue escogido como primer rey de Israel. Él desobedeció pero Dios buscó
un hombre conforme a su corazón, David (Leer 1 Samuel 13:14).
1 y 2 de Reyes juntamente con 1 y 2 de Crónicas narran los reinados de los reyes que
gobernaron sobre Israel aun cuando éste se dividió en dos partes, el reino del norte llamado
Israel, y el reino del sur que era Judá.
Dentro de la historia de David, cabe destacar su paciencia y perseverancia para recibir lo
que Dios le había prometido, el reinado después de que Saúl muriera.
Los libros de Esdras y Nehemías narran el regreso del remanente judío a Jerusalén, la
reconstrucción del templo de Salomón y de las paredes de la ciudad.
A través de ellos podemos aprender que Dios nos da esperanza y restauración cuando lo
buscamos de todo corazón, sacándonos de la cautividad del pecado. Así como también amar
y respetar profundamente las verdades de Su palabra.
Ester cuenta la historia de una mujer que se casa con un rey extranjero y que Dios usa
para salvar a su pueblo Israel. Nos enseña que al mantenernos respetuosos y humildes, aun
en circunstancias no solamente difíciles, sino humanamente imposibles, nos dispone a ser
usados por Dios y ser de bendición . Muchas veces leemos que ella gano el favor de
aquellos que la rodeaban. Y tal favor fue lo que salvo a su pueblo.
Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra
parte para los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta
hora has llegado al reino? Ester 4:14
Parte 5
LAS ESCRITURAS 5ta Parte
El siguiente grupo de libros se denominan poéticos o sapienciales (que significa de la
sabiduría) Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés y Cantares.
Job: No especifica el nombre de su autor, se cree que los escritores pudieron haber sido Job,
Eliú, Moisés y Salomón.
Este libro narra la vida de Job un hombre justo y prospero quien tuvo que afrontar la difícil
prueba de perderlo todo (familia, amigos y bienes).
Nos enseña a confiar en Dios en medio de todas las circunstancias aunque no las entendamos,
sabemos que los pensamientos de Dios son perfectos.
“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo
Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros
caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.” Isaías 55: 8 y 9
Salmos: El autor principal David, pero también por lo menos otros siete autores, Moisés,
Salomón, Asaf, Etán, Hemán, y los hijos de Coré. Y algunos de los Salmos son anónimos.
Todos estos autores adicionales fueron sacerdotes o levitas quienes eran responsables de proveer
música para la adoración del santuario durante el reinado de David.
El Libro de Salmos es el libro más largo de la Biblia, con 150 salmos individuales. También es
uno de los más diversos, puesto que los salmos tratan con temas tales como Dios y Su creación,
la guerra, adoración, sabiduría, pecado y maldad, juicio, justicia y la venida del Mesías.
Los salmos son el “cancionero” de la iglesia primitiva, que reflejaban la nueva verdad en Cristo.
Podemos traer todos nuestros sentimientos a Dios – sin importar cuán negativos o quejumbrosos
puedan ser – y podemos descansar, seguros de que Él nos escuchará y entenderá. El salmista nos
enseña que la oración más profunda de todas es el grito de ayuda, mientras nos encontramos
abrumados por los problemas de la vida.
Proverbios: El autor principal de este libro es el rey Salomón, pero Agur, el rey Lemuel y otros
hicieron contribuciones.
Es una variedad de consejos sabios sobre verdades espirituales y sentido común. En el Libro de
Proverbios, Salomón revela la mente de Dios en asuntos altos y sublimes y también en
situaciones comunes, ordinarias, y cotidianas. Asuntos pertenecientes a la conducta personal,
relaciones sexuales, negocios, riqueza, caridad, ambición, disciplina, deuda, crianza de los hijos,
carácter, alcohol, política, venganza, Estas verdades dan consejo útil tanto para prevenir como
para corregir el estilo de vida.
“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová. Los insensatos desprecian la sabiduría y la
enseñanza.” Proverbios 1:7
Eclesiastés: Probablemente el autor de este libro fue Salomón. Este libro da la oportunidad de
ver el mundo a través de los ojos de una persona que, aunque muy sabia, está tratando de
encontrar el sentido de la vida en las cosas humanas y temporales. La mayor parte de los placeres
mundanos son explorados por el Predicador, y ninguno le proporciona un sentido significativo a
la vida. El Predicador aconseja al lector enfocarse en un Dios eterno, en vez de en el placer
temporal.
“El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto
es el todo del hombre.” Eclesiastés 12:13
Cantar de los Cantares: Salomón escribió el libro de Cantar de los Cantares, de acuerdo al
primer verso. Este cantar es uno de los 1,005 que escribió Salomón (1 Reyes 4:32). El título
“Cantar de los Cantares” es superlativo, expresando que es el mejor.
El Cantar de los Cantares es un poema lírico que resalta las virtudes del amor puro y profundo
de Dios hacia su Iglesia. El poema claramente presenta el matrimonio como Dios lo concibió. Un
hombre y una mujer deben vivir juntos dentro del contexto del matrimonio, amándose uno al otro
espiritual, emocional, y físicamente (Leer Cantar 8:7).
Parte 6
LAS ESCRITURAS 6ta Parte
Los libros de Isaías, Jeremías, Lamentaciones, Ezequiel y Daniel son llamados profetas mayores no
porque hayan sido más importantes sino por la mayor extensión de los libros mismos.
Isaías, más que ningún otro libro en el Antiguo Testamento describe la revelación del Mesías que iba de
venir a traer salvación (Leer Isaías 9:6). Los capítulos 9, 11, y 53 narran el nacimiento profético, reinado
justo y el gran sufrimiento que Jesús, el Mesías, iba a tener, lo cual fue registrado hace más de 680 años
antes de su nacimiento. Este libro nos presenta a nuestro Salvador con innegable detalle.
Jeremías asumió la difícil tarea de proclamar el juicio de Dios a Judá que no se había arrepentido.
Posteriormente, todo el pueblo fue exiliado a Babilonia pero Dios había prometido un tiempo de
bendición, restauración y un nuevo pacto después que se cumplieran 70 años (Leer Jeremías 29:10 y 11).
Lamentaciones probablemente fue escrito durante o poco después de la caída de Jerusalén debido a su
idolatría a falsos dioses. Jeremías llora y se lamenta por los pecados de su pueblo y el rechazo a su Dios
(Leer Lamentaciones 3:1 y 3:48).
A pesar de este terrible juicio, Dios nos da esperanza. No importa cuánto nos hayamos alejado de Él,
siempre podemos regresar a Dios y encontrar compasión y perdón (Leer Lamentaciones 3: 22 y 23).
Ezequiel significa “Dios da fortaleza”. Él escribió mientras estaba cautivo en Babilonia. Él también
recibió visiones de parte de Dios y se convirtió en el atalaya que Dios uso para advertir y animar al
pueblo. El capitulo 37, el valle de los huesos secos, es una vivida descripción de la nueva vida que recibe
Israel (Ezequiel 37:4 y 5).
Al libro de Daniel también se le conoce como el apocalipsis del Antiguo Testamento debido a la
descripción que da para los últimos tiempos en el capítulo 12.
Este libro relata las historias de Sadrac, Mesac y Abed-Nego que fueron rescatados del horno de fuego, la
locura del rey Nabucodonosor, Daniel en el foso de los leones, y las visiones de Daniel para el tiempo
postrero.
Dios obra a través de personas para llevar a cabo sus deseos. Él se interesa en cada área de nuestra vida.
Él lo sabe todo, y por lo tanto Él es digno del señorío en nuestras vidas.
“De parte mía es puesta esta ordenanza: Que en todo el dominio de mi reino todos teman y tiemblen ante
la presencia del Dios de Daniel; porque él es el Dios viviente y permanece por todos los siglos, y su
reino no será jamás destruido, y su dominio perdurará hasta el fin. Él salva y libra, y hace señales y
maravillas en el cielo y en la tierra; él ha librado a Daniel del poder de los leones.”
Daniel 6:26 y 27
Parte 7
LAS ESCRITURAS 7ta Parte
Los libros de Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías,
Hageo, Zacarías y Malaquías componen los profetas menores dado a que son más cortos
que los profetas mayores.
Sección 1
Oseas se le ha llamado el profeta quebrantado. Dios le ordena a él casarse con una
prostituta para simbolizar el amor eterno de Dios hacia Israel quien siempre se apartaba de
su Dios hacia otros dioses. El libro de Oseas nos asegura el amor incondicional de Dios por
su pueblo (Leer Oseas 6:6).
Joel. En este libro una gran plaga de langostas es seguida por gran hambre en toda la
tierra. El profeta hace un llamado a todo el pueblo y a los sacerdotes de toda la tierra a que
busquen el perdón de Dios ayunando y humillándose (Leer Joel 2:25 y 2:28).
Amós. Este hombre era un pastor y recolector de frutas cuando Dios lo llamó a acusar al
pueblo por los pecados de descuido de la palabra de Dios, idolatría, adoración pagana,
codicia, liderazgo corrupto y opresión de los pobres. Este libro nos muestra que Dios puede
usar a cualquier persona para llevar Su palabra.
Abdías es el libro más corto del Antiguo Testamento con solo 21 versículos. Su mensaje es
dirigido al reino de Edom, quienes son descendientes de Esaú, el hermano de Jacob a quien
Dios llama Israel. Los edomitas serán destruidos por ser arrogantes y por alegrarse de las
calamidades de Israel. Estos pecados de orgullo ya no pueden ser pasados por alto (Abdías
1:10 al 14).
Jonás es el único profeta galileo del Antiguo Testamento. Cuando Dios lo manda predicar
arrepentimiento a Nínive, él molesto se va en dirección opuesta hacia la ciudad de Tarsis.
En el viaje, Jonás es arrojado al mar donde permanece en el vientre de un pez por 3 días y
3 noches. No es sino hasta que se arrepiente que el pez entonces lo vomita en tierra seca y
se dirige a Nínive a cumplir con lo que Dios le había ordenado.
Jesús mismo hizo referencia a la experiencia que tuvo Jonás, comparándolo a lo que Él
viviría (Leer Mateo 12:40 y 41). No podemos huir ni escondernos de Dios. Él desea
cumplir sus propósitos en nosotros y a través de nosotros.
Miqueas es un profeta de entre la gente común, tosco, directo y convincente. A pesar de su
riqueza Israel y Judá están enterradas en pecado. Este mensaje está dirigido a los pecados
del pueblo. El profeta condena a los gobernantes, lo sacerdotes y profetas de Israel quienes
explotan y extravían al pueblo. Miqueas también profetizo el lugar del nacimiento del Mesías
700 años antes (Leer Miqueas 5:2).
Esta profecía fue la que guió a los magos a encontrar a Jesús en el pesebre.
“Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a
Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque
su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. Oyendo esto, el rey Herodes se
turbó, y toda Jerusalén con él. Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas
del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: En Belén de
Judea; porque así está escrito por el profeta: Y tú, Belén, de la tierra de Judá,
No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá;
Porque de ti saldrá un guiador, que apacentará a mi pueblo Israel.”
Mateo 2:1 al 6.
Parte 8
LAS ESCRITURAS 8ta Parte
Los libros de Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías,
Hageo, Zacarías y Malaquías componen los profetas menores dado a que son más cortos
que los profetas mayores.
Sección 2
Nahúm significa consuelo, era un profeta del pueblo de Elcos en Judea y tiene la misión de
predicar juicio contra Nínive y consuelo de Dios a los israelitas. La ciudad de Nínive se alejo
de Dios 150 años después que Jonás predicara arrepentimiento en la capital del reino de
Asiria. Lamentablemente, los ninivitas no escucharon las advertencias de Nahúm y la ciudad
cayó bajo el dominio de Babilonia.
Dios es paciente y lento para la ira, Él da tiempo para que todos se arrepientan. Siempre
que una nación rechaza su perdón, Él da paso al juicio (Leer Nahúm 1:3).
Habacuc. El profeta dialoga con Dios y le pregunta por qué Judá prospera y escapa del
juicio de Dios siendo que este pueblo practicaba la apostasía, el soborno y la opresión.
Dios responde y dice que traería juicio a Judá a través de Babilonia y que más tarde Él
mismo destruiría es ciudad por completo.
Al final Habacuc recibió discernimiento de la naturaleza divina, Dios es bueno, justo y sabio,
y la responsabilidad del hombre es confiar en Dios.
Sofonías significa Dios protege. En este tiempo el rey Josías instituye reformas radicales,
pero ni siquiera estas reformas son suficientes ya que Judá cae más y más profundo en la
apostasía y pecado. El mensaje de Sofonías es de juicio y los 53 versículos de este libro
describen la ira que vendrá. Sin embargo, las futuras bendiciones son para todos, judíos y
gentiles si obedientemente se vuelven a Dios (Leer Sofonías 3:19).
El libro de Hageo es un recordatorio de los problemas que enfrento el pueblo de Dios en el
tiempo de Zorobabel y Josué, quienes fueron líderes del primer retorno del cautiverio de
Jerusalén a fin de construir el templo de Dios. La mejor manera en que Hageo pudo hacer
esto fue mostrarle lo que han perdido y que las bendiciones llegan cuando se pone a Dios
en primer lugar en sus vidas, al volverse de la impureza de sus caminos y confiar en el
poder Dios (Leer Hageo 1:12 al 14).
El mensaje de Zacarías es para aquellos que reconstruían el templo de Dios, un mensaje
de ánimo, consuelo y juicio. El libro enseña que la salvación puede ser obtenida por todos.
Dios desea que toda la gente le adore y acepta aquellos que le obedecen. El libro menciona
profecías acerca de que el Mesías vendría y habitaría entre nosotros (Leer Zacarías
12:10).
Malaquías significa mi mensajero. Este profeta trae un mensaje de juicio para el pueblo de
Israel a causa de los pecados de divorcio, casamientos con cónyuges paganos, descuido del
templo y los diezmos, liderazgo no piadoso e indiferencia. Dios dice que enviaría a Elías a
restaurar los corazones de los padres, lo cual se cumple con la venida de Juan el Bautista.
Después del mensaje de Malaquías, hubieron 400 años donde no hubieron voces proféticas
(Leer Malaquías 4:6).
Hemos concluido el estudio del Antiguo Testamento. Jesús dijo:
Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también
haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.
Mateo 7:12
Parte 9
LAS ESCRITURAS 9ta Parte
El Nuevo Testamento
Introducción
Después del mensaje de Malaquías pasaron 400 años de silencio donde no hubo palabra
profética, hasta el tiempo en que nació Jesús quien era el Mesías profetizado en el Antiguo
Testamento.
Dios decidió hablarnos a través de su hijo Jesucristo y así hacer un nuevo pacto con la
humanidad (Leer Mateo 5: 17; Hebreos 1:1 y 2; Hebreos 8:13 y Hebreos 9:15).
Este nuevo pacto es lo que conocemos como el Nuevo Testamento que consiste de 27 libros
escritos por los apóstoles después de la resurrección de Jesús. Todos estos libros se centran
en la persona de Jesucristo.
El Nuevo Testamento nos habla de la vida y ministerio de Jesús aquí en la tierra, la promesa
del Espíritu Santo, los comienzos de la iglesia primitiva y los hechos de los apóstoles,
enseñanzas e instrucciones de la nueva vida en Cristo, y las profecías de los últimos
tiempos y sus cumplimientos.
Después de la resurrección de Jesús los apóstoles comenzaron a predicar en todos los
lugares donde iban. Debido a la rápida expansión de la iglesia del primer siglo se hizo
evidente que necesitaban una mejor manera de llevar la palabra de Dios a más personas.
Así fue como algunos de los apóstoles comenzaron a escribir los hechos y enseñanzas de
Jesús, y registrar las maravillas y milagros que Dios hacía por medio de los apóstoles.
Se cree que el Nuevo Testamento fue escrito durante un período de 50 años, comenzando
con el libro de Santiago y terminando con el libro de Apocalipsis.
Todos estos manuscritos iban pasando de iglesia en iglesia hasta que a finales del siglo II se
reunieron en un solo libro que llamamos el Nuevo Testamento.
Para reunir los escritos del Nuevo Testamento se necesitaron un conjunto de requisitos.
Primero, no podía haber ningún error histórico o geográfico. Los libros tenían que haberlos
escrito verdaderos discípulos (como Mateo, Juan o Pedro) o asociados cercanos de Jesús
(como Lucas), lo cual limitó su autoría solo al primer siglo. Y no podía haber conflictos
doctrinales con el Antiguo Testamento.
Parte 10
LAS ESCRITURAS 10a Parte
Los primeros cuatro libros del Nuevo Testamento son los evangelios, los cuales relatan la
vida de Jesucristo, el Mesías, cuyo nacimiento, vida, muerte y resurrección fueron
profetizados en el Antiguo Testamento.
Cada uno de los escritores de los evangelios presenta la historia de Jesús desde su
perspectiva y para una audiencia en particular. Como resultado, cada evangelio contiene
material distintivo. Y en su conjunto, los cuatro evangelios forman un testimonio completo
sobre Jesucristo.
Mateo (Leer Mateo 4:17). Escrito principalmente para los judíos, Mateo presenta a Jesús
como el Mesías prometido en el Antiguo Testamento. Y a menudo se lo llama el evangelio
del reino.
Su nombre judío es Leví, quien es un recaudador de impuestos hasta que Jesús lo llama
para que sea uno de sus 12 discípulos.
Mateo intenta probar a los judíos que Jesucristo es el Mesías prometido. Más que ningún
otro evangelio, Mateo cita el Antiguo Testamento para mostrar como Jesús da cumplimiento
a las palabras de los profetas judíos.
Marcos (Leer Marcos 10:45). Juan Marcos no fue un testigo directo de la vida de Jesús.
Pero fue un compañero cercano del apóstol Pedro, quien le informo detalladamente su
relación con el Señor (1 Pedro 5:13 y Hechos 12:12).
Así como Mateo fue escrito para los judíos, Marcos fue escrito para los romanos. Marcos
presenta a Cristo con todo su poder y autoridad divinos, y hace énfasis en sus obras, más
que en sus enseñanzas.
También presenta a Jesús como el siervo sufriente de Dios y como Aquel que vino a servir
y sacrificarse por nosotros, en parte para inspirarnos a hacer lo mismo. Debemos ministrar
como Él lo hizo, con la misma grandeza de humildad y devoción para servir a los demás.
Lucas (Leer Lucas 19:10). También se le conoce como el libro más hermoso que se haya
escrito. Lucas era un médico y era el único autor gentil (Leer Colosenses 4:14). Él
escribió este libro y el libro de los Hechos para ayudar a un nuevo cristiano llamado Teófilo
(Lucas 1:3 y 4).
También fue compañero de Pablo, a quien se unió en Antioquia durante el segundo viaje
misionero y a quien probablemente sirvió como médico y ayudante (2 Timoteo 4:11).
El evangelio de Lucas fue escrito para los griegos, por lo tanto presenta a Jesús como el
hombre perfecto, aquel que sobrepasa todos los ideales de los griegos. Él muestra a Cristo
como el Hijo del Hombre y el Hijo de Dios.
Juan (Leer Juan 20:31). El apóstol Juan, el más joven de los 12 apóstoles, escribió este
evangelio un tiempo después que Mateo, Marcos y Lucas, y su propósito fue complementar
esos mensajes. Él escribió este libro con un propósito especifico: Pero éstas se han escrito
para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en
su nombre.
Este libro trata los asuntos más profundos de la vida, y usa un estilo directo y sencillo.
Juan presenta a Jesús en su deidad como el Hijo de Dios.
El versículo 16 del capítulo 3 se le ha llamado el corazón del evangelio.
Parte 11
LAS ESCRITURAS 11a Parte
Hechos de los Apóstoles (Leer Hechos 1:8).
El libro de Hechos es la continuación del evangelio de Lucas, y también está dirigido a
Teófilo. En este libro se relata el crecimiento de la iglesia primitiva, desde la ascensión de
Cristo a los cielos hasta que Pablo está preso en Roma, y cubre alrededor de unos 30 años.
Es uno de los libros más fáciles de leer y mejor organizados de la biblia, y el propósito
central de este libro es mostrar que Cristo Jesús continua Su obra a través de los creyentes
y la iglesia bajo la dirección del Espíritu Santo.
En Hechos, el Espíritu Santo habla 53 veces diciendo que hacer, como hacerlo, y cuando
hacerlo.
La iglesia comienza con tan solo 120 personas reunidas en el aposento alto, éstos pocos
fueron capacitados y dieron testimonio de la resurrección de Jesús, un mensaje capaz de
cambiar vidas (Leer Hechos 1:13 al 15).
El día de pentecostés fue 50 días después de la crucifixión de Jesús.
Del capítulo 1:1 al 8:4 todo sucede en Jerusalén con Pedro a los judíos, del 8:5 al 12:25
en Judea y Samaria con Felipe a los samaritanos, y del 13:1 al 28:31 en lo último de la
tierra con Pablo a los gentiles.
El libro de Hechos actúa como una transición entre el Antiguo Pacto de la observancia de la
ley y el Nuevo Pacto de gracia y fe. Esta transición es apreciada en muchos eventos claves
del libro de Hechos. Primero, hubo un cambio en el ministerio del Espíritu Santo, cuya
función principal en el Antiguo Testamento era el ungimiento externo del pueblo de Dios,
entre ellos Moisés, Otoniel, Gedeón, y Saúl.
Después de la resurrección de Jesús, el Espíritu vino a vivir en el corazón de los creyentes
(Romanos 8: 9 al 11; 1 Corintios 3: 16), guiándolos y llenándolos de poder desde
dentro.
La conversión de Pablo fue un ejemplo dramático de la transición del Antiguo al Nuevo
Pacto. Pablo admitió que, antes de conocer al Salvador resucitado, él era el más celoso de
los israelitas, llegando a ser tan extremista como para perseguir a aquellos que enseñaban
la salvación por gracia a través de la fe en Cristo. Pero después de su conversión, él se dio
cuenta de que todos sus esfuerzos legalistas eran inútiles, diciendo que los tenia por
“basura, para ganar a Cristo (Filipenses 3:8).
La visión de Pedro en Hechos 10:9 al 15, es otra señal de la transición a la unidad del
Nuevo Pacto de judíos y gentiles. Los animales limpios simbolizando a los judíos , y los
animales inmundos simbolizando a los gentiles, fueron declarados ambos limpios por Dios a
través del sacrificio de Cristo. Ahora ambos pueblos están unidos en el Nuevo Pacto de la
gracia, a través de la sangre derramada de Jesucristo en la cruz.
Dios puede hacer cosas extraordinarias a través de personas ordinarias, cuando Él nos llena
de poder a través de su Espíritu. Esencialmente, Dios tomó a un grupo de pescadores y los
utilizó para poner al mundo de cabeza (Hechos 17:6). Dios tomó a un asesino de
cristianos y lo cambió en el evangelista cristiano más grande, el autor de casi la mitad de
los libros del Nuevo Testamento. Dios utilizó la persecución para producir la difusión más
acelerada de una “nueva fe” en la historia del mundo. Dios puede y hace lo mismo a través
de nosotros, cambiando nuestros corazones, llenándonos de poder por el Espíritu Santo, y
dándonos una pasión por difundir las buenas nuevas de salvación a través de Jesucristo. Si
tratamos de hacer estas cosas en nuestras propias fuerzas, fracasaremos. Así que, al igual
que los discípulos en Hechos 1:8, debemos esperar ser llenos del poder del Espíritu, y
entonces ir en Su poder, a cumplir con la Gran Comisión (Mateo 28:19 y 20).
Parte 12
LAS ESCRITURAS 12a Parte
Los libros: Romanos, 1 y 2 Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1 y 2
Tesalonicenses se llaman las epístolas paulinas a las iglesias.
La palabra epístola quiere decir mensaje escrito y se llaman paulinas dado que el apóstol
Pablo las escribió o autorizo sus escritos.
Estas primeras epístolas fueron escritas a diferentes iglesias del primer siglo. Y su objetivo
es dar instrucciones a los cristianos sobre el modo de comportarse y responder a sus
inquietudes. En general el autor da ánimos a sus lectores y responde a sus preguntas o
preocupaciones (Tesalonicenses y Corintios), en ocasiones los reprende (Gálatas y 2
Corintios), y a veces les escribe como muestra de agradecimiento por su comportamiento
(Filipenses).
Además de estas cartas, se cree que pablo hizo otros escritos que se acabaron perdiendo.
Por ejemplo, en 1 Corintios 5:9 Pablo parece que alude a una carta anterior.
El apóstol Pablo era un judío nacido en Tarso de Cilicia (Hechos 22:3) de padre fariseo,
ciudadano romano, de la tribu de Benjamín (Hechos 23:6, Hechos 22:25 y 26,
Filipenses 3:5).
Evidentemente había sido ensenado en el negocio de la fabricación de tiendas (Hechos
18:3). Se crió en la ciudad de Jerusalén y según su propio testimonio, estudio con el
reconocido maestro de la ley Gamaliel (Hechos 22:3, Hechos 5:34). Y había adelantado,
en sus estudios del judaísmo, a sus compañeros por ser sumamente celoso debido a las
tradiciones de sus padres (Gálatas 1:14).
Epístola a los Romanos (Leer Romanos 1:17).
Como su nombre lo indica, esta carta fue escrita para los cristianos en Roma, la capital del
imperio romano que albergaba más de un millón de personas en ese entonces. Y
probablemente fue escrita entre el 56 y 58 después de Cristo.
Pablo escribió a los romanos, una iglesia que él no había fundado, desde la ciudad de
Corinto hacia el final de su tercer viaje misionero.
Considerado por muchos el escrito más importante de Pablo y la más extensa de las
epístolas que escribió, Romanos es también uno de los libros más importantes de la biblia.
Ya que su tema principal es la justificación por la fe (Leer Romanos 5:1).
Pablo utiliza a varios personajes y eventos del Antiguo Testamento como ilustraciones de las
gloriosas verdades en el libro de Romanos. Abraham creyó y fue justificado por su fe, no por
sus obras (Romanos 4:1 al 5). Pablo usa a Adán para explicar a los romanos la doctrina
de la herencia del pecado y usa la historia de Sara e Isaac, el hijo de la promesa, para
ilustrar el principio de que los cristianos son los hijos de la promesa de la gracia divina de
Dios a través de Cristo. En los capítulos 9 al 11, Pablo resume la historia de la nación de
Israel y declara que Dios no ha rechazado completa y definitivamente a Israel (Romanos
11:11 y 12), pero si ha permitido que ellos “tropiecen” solo hasta que haya entrado la
plenitud de los gentiles para salvación.
El libro de Romanos deja en claro que no hay nada que podamos hacer para salvarnos a
nosotros mismo (Leer Romanos 3:23). Cada buena obra que hayamos hecho alguna vez,
es como un trapo inmundo ante Dios (Leer Isaías 64:6). Dios expresó su gracia y
misericordia al enviar a Su Hijo, Jesucristo, a morir en la cruz en nuestro lugar. Cuando
entregamos nuestras vidas a Cristo, ya no somos controlados por la naturaleza de pecado,
sino que somos controlados por Su Espíritu.
Parte 13
LAS ESCRITURAS 13a Parte
Los libros: Romanos, 1 y 2 Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1 y 2
Tesalonicenses se llaman las epístolas paulinas a las iglesias.
1 Epístola a los Corintios (Leer 1 Corintios 6:19 y 20).
Pablo predicó el evangelio por primera vez en Corinto durante su segundo viaje misionero
alrededor del 50 después de Cristo.
Mientras vivió en Corinto trabajó con Aquila y Priscila los cuales eran del mismo oficio
(Hechos 18:3). Éstos se convirtieron al Señor y cuando “Silas y Timoteo vinieron de
Macedonia, Pablo se entregó por entero a la predicación de la palabra (Hechos 18:5).
Pablo escribió esta carta posiblemente con Sóstenes alrededor de 55 d.C. hacia el fin de su
permanencia de 3 años en la ciudad de Éfeso (Hechos 20:31).
Pocos años después de dejar la iglesia, el apóstol Pablo oyó algunos reportes inquietantes
acerca de la iglesia corintia. La ciudad de Corinto que era la más importante de Grecia,
abundaba en pecado. Las ceremonias de adoración celebradas por las miles de prostitutas
del templo de Afrodita, la diosa del amor, fomentaban la inmoralidad que predominaba en
todo Corinto. Era tal la inmoralidad de aquella ciudad que llego a acuñarse el verbo griego
“corintear”, que significaba practicar inmoralidad.
La iglesia en Corinto estaba llena de orgullo y estaban tolerando la inmoralidad sexual. Los
dones espirituales eran usados incorrectamente, y había un creciente malentendido de las
doctrinas cristianas básicas.
El apóstol Pablo escribió su primera carta a los Corintios en un intento por restaurar a la
iglesia corintia a su fundamento, Jesucristo.
2 Epístola a los Corintios (Leer 2 Corintios 4:5)
Pablo volvió a escribir a los Corintios unos pocos meses después de haber escrito la primera
epístola, pero esta vez posiblemente junto con Timoteo (2 Corintios 1:1).
En esta segunda carta, Pablo expresa su alivio y gozo de que los corintios hubieran recibido
su severa carta de manera positiva (Leer 2 Corintios 7: 8 al 10). Sin embargo, algunos
falsos maestros trataban de desestimar la autoridad de Pablo (2 Corintios 11:13).
Pablo explica detalladamente su carrera y algunas de las pruebas que soporta en el servicio
de Cristo, incluyendo un aguijón en la carne. También enfatiza el gozo que hay en una
ofrenda generosa (2 Corintios 8: 1y 2). Por último, Pablo defiende su validez de su
ministerio apostólico y su llamado de Dios (Leer 2 Corintios 10:18).
Esta carta es la más biográfica y menos doctrinal de las epístolas de Pablo. Nos dice más
acerca de Pablo como persona y como ministro, que cualquiera de las otras.
A través de sus epístolas, Pablo constantemente compara la ley dada a Moisés con el
evangelio de Jesucristo.
En 2 Corintios 3:4 al 11, Pablo contrasta la ley del Antiguo Testamento con el nuevo pacto
de gracia, refiriéndose a la ley como la que “mata” mientras que el Espíritu da vida. La ley
es “el ministerio de muerte grabado con letras en piedra”, porque conlleva solo el
conocimiento del pecado y su condenación. La gloria de la ley es que refleja la gloria de
Dios, pero el ministerio del Espíritu es mucho más glorioso que el ministerio de la ley,
porque refleja Su misericordia, gracia, y amor al proporcionar a Cristo como el cumplimiento
de la ley.
Parte 14
LAS ESCRITURAS 14a Parte
Los libros: Romanos, 1 y 2 Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1 y 2
Tesalonicenses se llaman las epístolas paulinas a las iglesias.
Epístola de Pablo a los Gálatas (Leer Gálatas 5:1)
Las iglesias en Galacia estaban formadas en parte por judíos convertidos y en parte por gentiles
convertidos. Los judaizantes, un grupo de judíos creyentes, seguían a Pablo a medida que él
evangelizaba. Ellos insistían en que para ser salvos, los creyentes gentiles debían sujetarse a la
circuncisión y a las leyes de Moisés. El libro de Gálatas es la respuesta de Pablo a esta
enseñanza errónea. La salvación es un regalo por gracia que depende totalmente de la fe en
Jesucristo. Esta epístola ha sido llamada la “carta magna” de la iglesia.
El resultado de la justificación por gracia a través de la fe es la libertad espiritual. Pablo hace un
llamado a los gálatas a permanecer firmes en su libertad, y no estar nuevamente sujetos al
yugo de esclavitud. Tal libertad no nos excluye de las luchas de la vida. De hecho, puede
intensificar la batalla entre la carne y el espíritu. Para Pablo, el asunto no era si la persona era
circuncidada, sino si se había convertido en una nueva creación (Gálatas 6:15).
Uno de los temas principales del libro de Gálatas, se encuentra en Gálatas 3:11- “el justo por la
fe vivirá.” No solo somos salvados por la fe, sino que la vida del creyente en Cristo– día a día,
momento a momento—es vivida por y a través de la fe. No que la fe sea algo que conjuremos
sobre nosotros– sino que es un don de Dios, no de las obras– pero es nuestra responsabilidad y
gozo exhibir nuestra fe para que otros vean la obra de Cristo en nosotros, e incrementar
nuestra fe por medio de la aplicación de las disciplinas espirituales como lo son el estudio de la
Biblia, la oración, y la obediencia.
Epístola de Pablo a los Efesios (Leer Efesios 1:3)
El apóstol Pablo escribió esta carta desde la cárcel en Roma entre los años 61 y 63 después de
Cristo. Esta carta ha sido llamada la corona de los escritos de Pablo.
Aunque escrita en forma de carta, es realmente un discurso con la siguiente verdad: Cristo es el
centro de todas las cosas y la iglesia está unida con Él.
Parte 15
LAS ESCRITURAS 15a Parte
Los libros: Romanos, 1 y 2 Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1 y 2
Tesalonicenses se llaman las epístolas paulinas a las iglesias.
Epístola de Pablo a los Filipenses (Leer Filipenses 4:4)
Pablo escribió esta carta entre los años 61 y 63 d.C mientras Timoteo lo visitaba. La epístola
a los filipenses juntamente con Efesios, Colosenses, y Filemón son las “epístolas de la
prisión” de Pablo. La iglesia en Filipos, en su mayoría gentiles, fue fundada por Pablo, Silas,
y Timoteo.
El motivo de la epístola fue agradecer una ofrenda de dinero procedente de la iglesia en
Filipos, llevada a Pablo por Epafrodito.
Filipos era la iglesia más pura y noble del Nuevo Testamento. El capítulo 16 de Hechos narra
el comienzo de esta iglesia.
La iglesia en Filipos fue la primera en establecerse en Europa (Hechos 16:8 al 40).
Filipenses es llamada en algunas ocasiones la “epístola de la experiencia cristiana”, porque
trata de la conducta personal más que de la teología. Claramente, su nota predominante es
el gozo de la vida cristiana.
Filipos está en Macedonia, la parte norte de lo que hoy es Grecia, fue la primera iglesia que
fundó Pablo en Europa. Los primeros convertidos de la iglesia eran Lidia, la muchacha
liberada del espíritu de adivinación, y el carcelero de Filipo y su casa. Además, Lucas se
quedó discipulando a los creyentes.
El gozo de Pablo, a pesar de las persecuciones y encarcelamientos, brilla a través de toda
esta epístola, y a nosotros se nos promete el mismo gozo que él experimentó cuando
centramos nuestros pensamientos en el Señor.
Epístola de Pablo a los Colosenses (Leer Colosenses 2: 9 y 10).
Pablo escribió esta carta entre los años 61 y 63 d.C. El libro de Colosenses es un estudio de
ética, dirigido a cada una de las áreas de la vida cristiana (Colosenses 3:23 y 24). Pablo
va desde la vida individual a la vida en el hogar y la familia, desde el trabajo, hasta la
manera en que debemos tratar a otros. El tema de este libro es la suficiencia de nuestro
Señor Jesucristo, para suplir nuestras necesidades en cada área.
La carta tiene un parecido considerable con la de Efesios, tanto en los conceptos como en el
lenguaje. Sin embargo, tiene un mensaje distintivo propio. En Efesios, hace hincapié en el
pensamiento de la iglesia como el cuerpo de Cristo, mientras que en Colosenses resalta a
Cristo como la cabeza de la iglesia.
Colosenses fue escrito expresamente para anular la herejía que había surgido en Colosas, la
cual era una percepción equivocada de Cristo, su real y verdadera naturaleza humana y la
falta de aceptación de su completa Deidad (Colosenses 1:15 y 16).
Pablo abarca muchas áreas. La aplicación básica para nosotros en la actualidad, es la total y
completa suficiencia de Cristo en nuestras vidas, tanto para nuestra salvación como para
nuestra santificación.
Debemos saber y entender el evangelio, a fin de no ser desviados por sutiles formas de
legalismo y herejía (Colosenses 2:8).
Solo Cristo nos da las normas absolutas de la conducta moral.
Parte 15
LAS ESCRITURAS 15a Parte Segunda Parte
Los libros: Romanos, 1 y 2 Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1 y 2
Tesalonicenses se llaman las epístolas paulinas a las iglesias.
Aprendimos que la epístola de Pablo a los filipenses está caracterizada por el gozo, y la
epístola a los colosenses enseña sobre la completa suficiencia de Cristo para nuestras vidas.
Al leer filipenses vemos que ellos ocupan un lugar especial en el corazón de Pablo pues en
varias ocasiones dieron ayuda financiera al ministerio del apóstol sin que les fuera
solicitada. En esta afectuosa carta Pablo les agradece por su generosidad, y por el cuidado
que han tenido de él (Leer Filipenses 4:10).
Esto demuestra que la iglesia en Filipos se había anticipado a dar y ayudar a quien sea. Así
mismo nosotros debemos aprovechar las oportunidades para hacer el bien (Leer Gálatas
6:10).
Los filipenses aun aprovecharon la oportunidad de ayudar a Pablo cuando éste partía de
aquella región para predicar a Tesalónica (Leer Filipenses 4: 15 y 16).
El apóstol les dice que su ofrenda ha sido “olor fragante, sacrificio acepto, agradable a
Dios”. Cuando nosotros damos y ayudamos a que el evangelio sea predicado, Dios mismo
se encargara de suplirnos cualquier necesidad que tengamos (Filipenses 4:18 y 19).
Por eso no debemos aferrarnos a las cosas terrenales. En cambio, Dios quiere que
busquemos las cosas de arriba (Leer Colosenses 3:1 y 2).
Al poner nuestra mirada en las cosas de arriba, aprendemos a ser como Jesús. Y una de las
características más sobresaliente de Él, es el dar.
Él se dio así mismo por nosotros, e invirtió de su tiempo aquí en la tierra con los discípulos.
Iba de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad sanando a los ciegos, a los cojos, limpiando
a los leprosos, sanando a los sordos, resucitando a los muertos y anunciando el evangelio
del reino.
Al terminar este año, aprendamos del ejemplo de Jesús. Demos a Dios según Él nos haya
bendecido.
“...Y ninguno se presentará delante de Jehová con las manos vacías; cada uno con la
ofrenda de su mano, conforme a la bendición que Jehová tu Dios te hubiere dado.”
Deuteronomio 16:16 y 17
Preparémonos para nuestra
Fiesta de Consagración.!!
Parte 16
LAS ESCRITURAS 16a Parte
Los libros: Romanos, 1 y 2 Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1 y 2
Tesalonicenses se llaman las epístolas paulinas a las iglesias.
Primera epístola de Pablo a los Tesalonicenses (Leer 1 Tesalonicenses 4:14)
Pablo junto con Silvano (Silas) y Timoteo escribieron esta carta a la iglesia de Tesalónica.
Esta epístola fue escrita durante el segundo viaje misionero de Pablo, y fue una de las
primeras epístolas que el apóstol escribió alrededor del año 51 d.C. desde la ciudad de
Corinto.
Tesalónica era la ciudad capital de la región de Macedonia, una provincia romana.
Pablo estaba satisfecho con la vitalidad de la iglesia, la cual estaba formada por convertidos
de diferentes orígenes. Sin embargo, en la iglesia de Tesalónica había malentendidos acerca
del regreso de Cristo. Pablo deseaba aclarárselos en esta carta. También les escribe como
una instrucción sobre la vida santa.
Pablo les recuerda a los tesalonicenses que la persecución que estaban sufriendo de sus
“propios conciudadanos”, los judíos que rechazaron a su Mesías, es la misma que sufrieron
los profetas del Antiguo Testamento. El Señor Jesús advirtió que los verdaderos profetas de
Dios siempre tendrían la oposición de los impíos (Leer Lucas 11:49).
El libro puede ser aplicado a muchas situaciones de la vida. Nos brinda la confianza de que
como cristianos, estemos muertos o vivos, cuando Cristo regrese estaremos junto con Él (1
Tesalonicenses 4:13 al 18). Nos asegura que como cristianos no recibiremos la ira de
Dios (1 Tesalonicenses 5:8 y 9). Y nos instruye a caminar diariamente en la vida
cristiana.
Segunda epístola de Pablo a los Tesalonicenses (Leer 2 Tesalonicenses 3:3).
Esta carta fue enviada desde Corinto unos pocos meses después de haberse enviado la
primera. Algunos malos entendidos con respecto a la primera carta y ciertas palabras de
Pablo con respecto a la tribulación al final del siglo hicieron necesario que Pablo escribiera
esta segunda epístola. Ellos creían que la segunda venida de Cristo era inminente.
Sin embargo, la persecución no había aminorado, pero para regocijo de Pablo, su trabajo no
había sido en vano, los tesalonicenses habían resistido los ataques del tentador.
La iglesia de Tesalónica aún tenía algunos malentendidos acerca del “Día del Señor”. Ellos
creían que el regreso de Cristo estaba a punto de acontecer, por lo tanto muchos
descuidaron sus responsabilidades y sus trabajos. Y estaban permitiendo que otros los
sostengan mientras ellos solo esperaban el regreso de Cristo. En esta carta Pablo explica lo
que sucederá en el “Día del Señor” (2 Tesalonicenses 2:1 al 12). Luego los anima a
permanecer firmes y apartarse de los hermanos que no vivan de acuerdo al evangelio (2
Tesalonicenses 3:6).
Pablo se refiere a varios pasajes del Antiguo Testamento en su discurso sobre el fin de los
tiempos. Mucha de su enseñanza sobre este tiempo, está basada en el profeta Daniel y sus
visiones. En 2 Tesalonicenses 2:3 al 9, él se refiere a la profecía de Daniel con respecto al
“hombre de pecado” (Daniel 7:8).
El libro de 2 Tesalonicenses está lleno con información que explica el final de los tiempos.
También nos exhorta a no estar ociosos y a trabajar por lo que tenemos. También hay
algunas grandes oraciones en este libro que pueden ser un ejemplo para nosotros sobre
como orar por otros creyentes en la actualidad.
Parte 17
LAS ESCRITURAS 17a Parte
Las epístolas pastorales de Pablo.
En el año 1776 Paul Anton escribió un libro sobre las cartas a Timoteo y Tito, desganándolas
como epístolas pastorales. Este adjetivo ganó tanta aceptación que no parece que será
reemplazado, aún cuando no sea adecuado de manera absoluta. La primera carta a Timoteo
es la que tiene un contenido más claramente pastoral, la segunda carta se ve más personal,
y Tito tiene una posición intermedia entre 1 y 2 de Timoteo.
Timoteo ejercía su ministerio en la región de Éfeso, y Tito igualmente ejercía su ministerio
en la región de Creta.
Junto con Filemón, estas tres cartas son las únicas que Pablo escribió a individuos, pero la
carta a Filemón también fue dirigida a la iglesia que se reunía en su casa en Colosas.
Más que pastores, Timoteo y Tito, servían como representantes autorizados de Pablo para
corregir deficiencias en las iglesias y enviar un reporte de cómo estaba la obra de Dios en
esos lugares. Sin embargo, ellos estaban desempeñando el cargo pastoral de manera
temporal, hasta dejar en orden aquellas congregaciones, con un liderazgo debidamente
establecido y organizado.
Primera carta a Timoteo (Leer 1 Timoteo 3:14 y 15).
Timoteo, de padre griego y madre judía (Hechos 16:1), conoció al Señor en su juventud
habiendo sido expuesto a las sagradas escrituras (2 Timoteo 3:15). El nombre Timoteo
significa “uno que honra a Dios”.
Como joven cristiano, Timoteo se había ganado una excelente reputación entre los
creyentes de Listra y de Iconio (Hechos 16:2). Así que Pablo decidió vincularlo consigo
como misionero (versículo 3).
El joven acompaño a Pablo mientras él visitaba las iglesias de la región, también al penetrar
en Frigia y la provincia de Galacia, asimismo cuando fue a Troas, y al llevar el evangelio a
las grandes ciudades de Macedonia: Filipos, Tesalónica, y Berea.
Pablo era más que solo un tutor y líder para Timoteo, él era como un padre para él, y
Timoteo era como un hijo para Pablo (1 Timoteo 1:2).
Pablo le escribió a Timoteo para animarlo en su responsabilidad de supervisar la obra de la
iglesia de Éfeso. Así que, en esencia, 1 Timoteo es un manual de liderazgo para la
organización y administración de la iglesia.
La mayor parte de la carta trata de la conducta pastoral, el culto adecuado, características
de los líderes de la iglesia, el peligro de amar el dinero; y relaciones con las viudas, los
ancianos y los esclavos. A través de toda la carta, Pablo anima a Timoteo a permanecer
firme, a perseverar, y permanecer fiel a su llamado.
Las instrucciones en esta carta se aplican a cualquier líder, e igualmente a cualquier
discípulo de Cristo. Cada seguidor de Jesús debe contender por la fe y evitar la falsa
enseñanza.
Parte 18
LAS ESCRITURAS 18a Parte
Las epístolas pastorales de Pablo.
En el año 1776 Paul Anton escribió un libro sobre las cartas a Timoteo y Tito, designándolas
como epístolas pastorales. Este adjetivo ganó tanta aceptación que no parece que será
reemplazado, aún cuando no sea adecuado de manera absoluta. La primera carta a Timoteo
es la que tiene un contenido más claramente pastoral, la segunda carta se ve más personal,
y Tito tiene una posición intermedia entre 1 y 2 de Timoteo.
Timoteo ejercía su ministerio en la región de Éfeso, y Tito igualmente ejercía su ministerio
en la región de Creta.
Junto con Filemón, estas tres cartas son las únicas que Pablo escribió a individuos, pero la
carta a Filemón también fue dirigida a la iglesia que se reunía en su casa en Colosas.
Más que pastores, Timoteo y Tito, servían como representantes autorizados de Pablo para
corregir deficiencias en las iglesias y enviar un reporte de cómo estaba la obra de Dios en
esos lugares. Sin embargo, ellos estaban desempeñando el cargo pastoral de manera
temporal, hasta dejar en orden aquellas congregaciones, con un liderazgo debidamente
establecido y organizado.
Segunda Epístola a Timoteo (Leer 2 Timoteo 2:15)
Pablo escribió esta carta mientras estaba encarcelado en Roma, esperando el cumplimiento
de su muerte. Éste es el último libro escrito por Pablo; animando a Timoteo a continuar su
trabajo en Éfeso, en medio de gran oposición. En estas últimas palabras, instruye a que
Timoteo continúe con lo que empezó. Le pasó la antorcha para que perseverara en el
llamado que Dios le había hecho, y así cumplir la misión. Después de todo, Timoteo llegó a
ser un mártir al igual que su tutor, muriendo al ser arrastrado por un caballo.
Pablo anima a Timoteo a permanecer apasionado por Cristo y a permanecer en la sana
doctrina (2 Timoteo 1:13 y 14).
A pesar de las circunstancias por las que atravesó Pablo, su interés estuvo en Timoteo y el
ministerio. Él estaba seguro de que cuando le llegase la hora de morir, Dios tendría un
hogar eterno preparado para él en el cielo (2 Timoteo 4:8).
Luego de esto, Pablo le advierte que en los últimos días habrá un alejamiento de Dios
cuando los hombres glorifiquen el pecado, y declara que debería evitar a aquellos que
dañan el ministerio de Cristo.
Epístola a Tito (Leer Tito 2:1).
Tito es un creyente gentil de Antioquia que durante varios años ministró junto a Pablo, y
se hizo cargo de varias tareas notables. Una de ellas fue en la iglesia corintia, donde guió a
los cristianos a preparar una ofrenda para los santos de Jerusalén. Él también acompañó a
Pablo y a Bernabé al concilio de Jerusalén.
Esta carta aconseja a Tito respecto a las cualidades que debían buscarse en los lideres de la
iglesia. Pablo le pide a Tito que designe a ancianos preparados en cada ciudad a fin de guiar
a los creyentes de Creta.
Además de instruir a Tito en lo que debía buscar en un líder, Pablo también lo anima a
regresar a Nicópolis para visitarlo. En otras palabras, Pablo continuaba discipulando a Tito y
a otros, mientras éstos crecían en la gracia del Señor.
El apóstol Pablo merece nuestra atención ya que sus enseñanzas sirven de guía para saber
cómo vivir una vida agrandando a nuestro Señor. Podemos aprender lo que debemos
evitar, así como a quien debemos luchar por imitar.
Pablo sugiere que busquemos ser puros, mientras evitamos las cosas que corrompen
nuestra mente y conciencia.
Como cristianos debemos examinarnos a nosotros mismos para estar seguros de que
nuestras vidas están de acuerdo con nuestra profesión de fe en Cristo.
Parte 19
LAS ESCRITURAS 19a Parte
Epístola a Filemón (Leer Filemón 1:15 y 16)
Este libro fue escrito aproximadamente entre el 60 y 61 d.C.
La carta a Filemón es la más corta de todos los escritos de Pablo. El apóstol se encontraba
encarcelado al momento de escribirla.
Esta epístola es diferente de todas las demás porque las otras cartas en su mayoría fueron
dirigidos a iglesias o individuos, y todas ellas tratan asuntos de la vida de la iglesia. Pero
la carta a Filemón fue escrita para una persona especifica y no trata de asuntos de la iglesia
o asuntos doctrinales, si no de cosas personales.
Filemón, quien hospedaba a una iglesia en su casa, era dueño de un esclavo llamado
Onésimo. Este esclavo había robado a su amo Filemón y huyendo a Roma fue encarcelado
junto con Pablo. Onésimo se convierte y Pablo decide enviarlo de vuelta a su dueño. Pablo
quería que Filemón aceptara a Onésimo como un hermano en Cristo, y no meramente como
un esclavo.
Tal vez en ninguna parte del Nuevo Testamento se muestra tan bellamente retratada la
diferencia entre la ley y la gracia. Tanto la ley romana como la ley de Moisés le daban a
Filemón el derecho de castigar al esclavo fugitivo, quien era considerado como su
propiedad. Pero el pacto de la gracia a través del Señor Jesús, permitió que el amo y el
esclavo tuvieran compañerismo en amor sobre bases de igualdad en el cuerpo de Cristo.
Epístola a los Hebreros (Leer Hebreos 4:14)
Aunque algunos incluyen el libro de Hebreos entre los escritos de Pablo, la verdadera
identidad del autor sigue siendo un misterio. Independientemente de la mano humana que
sostuvo la pluma, el Espíritu Santo de Dios es el divino autor de toda la Escritura.
Esta carta fue escrita a un grupo de judíos cristianos. Estos nuevos creyentes que habían
pasado por la persecución, se estaban alejando de su fe y estaban cediendo a la tentación
de volver al judaísmo. Esta epístola es una exhortación para que los creyentes perseguidos
continúen en la gracia de Jesucristo.
El escritor de Hebreos continuamente hace mención de la superioridad de Cristo, tanto de
su persona como de su obra en la cruz. Jesucristo es superior a los profetas, a los ángeles,
a Moisés, a Josué y Aarón.
En los escritos del Antiguo Testamento, entendemos que los rituales y ceremonias del
judaísmo señalaban simbólicamente la venida del Mesías. En ningún otro escrito del Nuevo
Testamento hallamos la certidumbre que nos ofrece esta carta: tenemos un Sumo
Sacerdote que se compadece de nuestras debilidades, y que vive siempre para interceder
por nosotros.
El libro a los Hebreos también nos proporciona ejemplos alentadores de los héroes de la fe
de Dios, quienes perseveraron a pesar de grandes dificultades y circunstancias adversas.
Estos héroes de la fe, nos muestran la garantía incondicional y fiabilidad absoluta de Dios.
De igual manera, nosotros debemos mantener una perfecta confianza en las ricas promesas
de Dios, a pesar de nuestras circunstancias.
En esta epístola, rica en fundamentos de doctrina cristiana, encontramos un retrato
magníficamente reproducido de nuestro Señor Jesucristo.
Parte 20
LAS ESCRITURAS 20a Parte
Las Epístolas Universales (Generales)
Estas Epístolas son 7 y se les llama Universales porque no se escribieron a una persona o
iglesia en particular sino que están dirigidas a la iglesia en general. Estas son:
Santiago
1 de Pedro
2 de Pedro
1 de Juan
2 de Juan
3 de Juan y
Judas.
La Epístola Universal de SANTIAGO
El autor de esta epístola es Santiago, también llamado Jacobo o Santiago el Justo, quien
fue medio hermano de Jesús (Mateo 13:55; Gálatas 1:19).
En (Juan 7:3-5) vemos que no era un creyente y se cree que su conversión viene hasta
después de la resurrección de Jesucristo 1 Corintios 15:7. También estaba entre los que
esperan el Espíritu Santo en el día de pentecostés (Hechos 1:14). Santiago viene a ser
líder principal de la iglesia en Jerusalén y es el que se menciona primero como uno de los
pilares de la iglesia (Gálatas 2:9).
El Libro de Santiago es probablemente el más antiguo del Nuevo Testamento, escrito tal vez
en el 45 d.C., antes del primer concilio de Jerusalén del 50 d.C. Santiago fue martirizado
aproximadamente en el año 62 d.C. de acuerdo con el historiador Josefo.
El escribió para todos los judíos (creyentes) esparcidos entre todas las naciones. (Santiago
1:1)
Las enseñanzas de Santiago pueden ser comparadas con el libro de Proverbios y las
enseñanzas de Jesús, especialmente la del Sermón del Monte. (Mateo 5:1 al 12).
Vemos en el libro de Santiago un reto para los fieles seguidores de Jesucristo de no sólo
“hablar de ello,” sino “caminar en ello.” Mientras que nuestro caminar en la fe, requiere de
un crecimiento y conocimiento de la Palabra, Santiago nos exhorta a ir del conocimiento a
la práctica de la misma.
La epístola también descarta la idea de que uno puede ser un cristiano y continuar viviendo
con: Orgullo, prejuicio, hipocresía, mundanalidad, lengua descontrolada, apatía, sin exhibir
el fruto de justicia. (Santiago 3:13 al 16) Tal “fe,” declara Santiago, es compartida por los
demonios quienes “creen y tiemblan” (Santiago 2:19). Sin embargo tal “fe” no puede
salvar, porque no está respaldada por las obras que siempre acompañan a la verdadera fe
salvadora (Efesios 2:10); (Santiago 3:17-18). Las buenas obras no son la causa de la
salvación sino que son el resultado de ella.
La fe verdadera nos lleva a una adoración pura a Dios y nos motiva para ministrar y
bendecir a otros.
Conclusión:
La Epístola de Santiago nos lleva a examinar nuestra fe y estilo de vida con el fin de vivir la
sana doctrina y la religión pura. (Santiago 1:27), alcanzando así la salvación
Parte 21
LAS ESCRITURAS 21a Parte
La Epístola Universal de 1 DE PEDRO
Como su nombre lo indica Pedro es el escritor de esta Epístola Universal y su escritura fue el
año 63 y 64 D. C.
Esta carta fue escrita en Roma para preparar, consolar e instar a los creyentes que
habían sido dispersados a través de todo el mundo debido a la intensa persecución. El
propósito era motivarles a permanecer fuertes a pesar del sufrimiento.
Pedro entendía lo que era persecución. Él fue golpeado, amenazado, castigado y
encarcelado por predicar la Palabra de Dios. (Hechos 12:1 al 5).
Él sabía lo que costaba permanecer firme sin amargarse, sin perder la esperanza, y
afianzado en la fe vivir una vida obediente y victoriosa, sabiendo que Cristo estaba siendo
glorificado a través de ellos. (1 Pedro 4:12 al 14)
La esperanza de la vida eterna con Cristo es la motivación que nos da fuerzas aun en
medio de diversas pruebas sabiendo que al soportar insultos o calumnias por amor a
Cristo nos identificamos y compartimos con El. Recordando que nada de lo que padecemos
es comparado con lo que Cristo sufrió por nosotros en la cruz.
Permanece firme en la fe y regocíjate porque después de padecer un poco de tiempo Dios
nos promete perfeccionarnos. (1 Pedro 5:10)
La Epístola Universal de 2 DE PEDRO
Fue escrita hacia el final de la vida de Pedro. Pedro fue crucificado cabeza abajo en
Roma durante el reinado de Nerón, su muerte debe haber ocurrido antes del 68 d.C.
Probablemente él escribió 2 Pedro entre el 65 y el 68 d.C.
Pedro advierte sobre los peligros y aspectos destructivos del ministerio de los falsos
maestros, cuyos intereses no están en Dios, sino en la glorificación propia y en codicia
mundana. (2 Pedro 2:1 al 3). Él hizo un llamado a los cristianos a crecer y fortalecerse en
su fe, para que pudieran detectar y combatir la creciente apostasía. Enfatizó
fuertemente la autenticidad de la Palabra de Dios y el seguro regreso del Señor Jesús.
“El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es
paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos
procedan al arrepentimiento.” (2 Pedro 3:9 al 13)
Es de suma importancia, que todos los cristianos nacidos de nuevo, estemos bien
cimentados en la Palabra para que seamos capaces de discernir entre la verdad y el error.
(2 Pedro 1:5 al 11)
El libro de 2 de Pedro nos hace reflexionar y motiva a estar atentos a su palabra y caminar
con diligencia delante de Dios.
Parte 22
LAS ESCRITURAS 22a Parte
La Epístola Universal de 1 DE JUAN (Leer 1 Juan 1:3)
La epístola no identifica al autor, pero debido al testimonio fuerte y consecuente, se la
asigna a Juan el discípulo y apóstol (Lucas 6:13, 14). Él era bien conocido por los lectores
y por esta razón no tuvo que mencionar su nombre. Juan no sólo escribió las 3
epístolas que llevan su nombre, sino también el libro del apocalipsis.
Aunque él estaba muy avanzado en edad cuando escribió esta epístola, Juan aún estaba
activamente ministrando a la iglesia. Él era el único sobreviviente apostólico que había sido
testigo ocular, de Jesús a lo largo de su ministerio terrenal, muerte, resurrección, y
ascensión. Es una carta de amor, que alerta sobre los falsos maestros (2da de Juan 2:18
y 19), nuestra posición como hijos de Dios, el permanecer en Jesús, y conocer lo que El
hizo por nosotros. Esta carta nos confronta ha saber si somos verdaderos creyentes (1
Juan 4: 6 al 9).
La Epístola Universal de 2 DE JUAN (Leer 2 Juan 1:10-11)
Segunda de Juan trata con el mismo problema que 1 Juan. Falsos maestros que
influenciados por los inicios del pensamiento gnóstico estaban amenazando a la iglesia (2
de Juan 1: 7, 1 de Juan 4:1-3). La diferencia estratégica es que mientras que 1 Juan no
tiene un individuo o iglesia específica a quien fue dirigida, 2 de Juan tiene un grupo local
particular o casa-iglesia en mente (2da de Juan 1:1).
Juan continua mostrando su preocupación por otros, advirtiéndoles sobre quienes no
enseñan la verdad de Jesucristo. Hasta les exhorta que por nada se deben recibir a los
falsos maestros y su falsa doctrina
(2da de Juan 1:10 y 11).
Jesucristo es el Hijo de Dios, y quienes confían en Él para salvación deben vivir en verdad,
amor y obediencia.
La Epístola Universal de 3 DE JUAN (Leer 3 Juan 1:5)
Tercera de Juan contiene sólo 14 versículos y se enfocan en tres personajes Gayo, (3 de
Juan 1:1), Diótrefes (3 de Juan 1:9) y Demetrio (3 de Juan 1:12).
Juan enfatiza la importancia de caminar en la verdad del Evangelio. La hospitalidad, ayuda,
y ánimo para nuestros compañeros cristianos, son los principales preceptos de las
enseñanzas de Jesús. Gayo era obviamente un destacado ejemplo de este ministerio.
Nosotros debemos practicar estos preceptos al recibir misioneros, predicadores y
extranjeros (en tanto estemos seguros de que son creyentes) no sólo a nuestras iglesias,
sino también a nuestras casas, y ofrecerles cualquier clase de ayuda y ánimo que
necesiten (3 de Juan 1:5).
También necesitamos ser cuidadosos de seguir el ejemplo de aquellos cuyas palabras y
acciones estén de acuerdo con el Evangelio, y estar lo suficientemente alertas, para
detectar a aquellos semejantes a Diótrefes, cuya conducta estaba muy lejos de parecerse a
lo que Cristo enseñó
(3 de Juan 1:9).
Parte 23
LAS ESCRITURAS 23a Parte
La Epístola Universal de Judas (Leer Judas 1:3)
La epístola universal de Judas es una apelación a los cristianos a mantenerse
consistentes en su fe y en su vida. Judas señala las penalidades de la inmoralidad y termina
con una bendición, señalando la verdad que sólo Cristo puede guardar al creyente de ceder
a las tentaciones de la vida.
Judas, hermano de Santiago, era también medio hermano de Jesús. Él había pensado
escribir una cosa, pero se vio impulsado escribir otra (verso 3). A diferencia de su hermano
Santiago, Judas no era apóstol ni columna de la iglesia. Aunque Jesús era su medio
hermano, Judas no reclamaba para sí ninguna otra relación con él salvo la de ser su siervo.
Al principio Judas no creía en Jesús (Juan 7:5), pero al final reconoció que su hermano era
el Hijo de Dios.
El libro de Judas es un libro importante para nosotros porque está escrito para el final de los
tiempos, para el final de la era de la iglesia.
Judas es el único libro dedicado totalmente a la gran apostasía. Judas escribe que la malas
obras son la evidencia de la apostasía. Él nos exhorta a contender por la fe, porque hay
cizaña entre el trigo.
El libro de Judas está lleno de referencias al Antiguo Testamento, incluyendo el Éxodo
(v.5), la rebelión de Satanás (v.6), Sodoma y Gomorra (v.7), la muerte de Moisés
(v.9), Caín (v.11), Balaam (v.11), Coré (v.11), Enoc (vv.14-15), y Adán (v.14). El uso
de Judas de las bien conocidas ilustraciones históricas de Sodoma y Gomorra, Cain,
Balaam, y Coré, les recuerda a los judíos cristianos la necesidad de la fe verdadera y la
obediencia.
Vivimos en un tiempo único en la historia, y este pequeño libro puede ayudar a equiparnos
para afrontar los indecibles retos de vivir en el final de los tiempos. Debemos estar en
guardia ante las falsas doctrinas, las cuales pueden engañarnos fácilmente si no estamos
bien instruidos en la Palabra de Dios. Necesitamos conocer el evangelio para protegerlo y
defenderlo, y aceptar el Señorío de Cristo.
La autentica fe siempre refleja una conducta semejante a la de Cristo. Necesitamos esa
relación personal con Él, sólo entonces conoceremos Su voz tan bien, que no seguiremos a
ninguna otra.
Parte 24
LAS ESCRITURAS 24a Parte
Apocalipsis (Leer Apocalipsis 1:1)
El libro de Apocalipsis o de las revelaciones es el último libro del Nuevo Testamento.
La palabra apocalipsis quiere decir “revelar” o “quitar el velo”.
De todos los escritos del Nuevo Testamento, Apocalipsis es ciertamente el más difícil de
interpretar. Los eruditos difieren acerca de este libro pero el propósito básico es el mismo:
revelar a Cristo como Señor, triunfante sobre el mal. Escrito por el anciano discípulo Juan
mientras estaba encarcelado en la isla de Patmos alrededor del año 95 d.C., Apocalipsis ha
sido una fuente de estimulo e inspiración a los cristianos de todas las generaciones.
En todo su evangelio Juan, hijo de Zebedeo, se identifica como el discípulo “a quien Jesús
amaba” y no con su propio nombre. Juan anduvo en la fe, puso su confianza en la palabra
de Jesús, y vivió en la seguridad de su amor. Por eso, cuando fue desterrado a la isla de
Patmos, se mantuvo firme en el amor de Jesucristo. Aun en medio de las persecuciones
ordenadas por Nerón entre los años 54 y 68 d.C., y luego por Domiciano entre 81 y 96 d.C.,
Juan se mantuvo fiel a su vocación. Mientras Juan se hallaba en Patmos, Dios le reveló la
venida del Señor Jesucristo y los acontecimientos que pronto han de ocurrir.
El apocalipsis abunda en descripciones que proclaman los últimos días antes del regreso de
Cristo, y también la introducción del cielo nuevo y la nueva tierra. El apocalipsis comienza
con cartas dirigidas a las siete iglesias en Asia Menor, y continua revelando las series de
devastaciones que serán derramadas sobre la tierra; la marca de la bestia “666”; la decisiva
batalla de Armagedón, la atadura de Satanás, el reino del Señor, y el Juicio del Gran
Trono Blanco.
Las profecías concernientes a Jesucristo son cumplidas y un llamado a Su Señorío como
conclusión, nos asegura que Él regresará pronto.
Una característica distintiva de Apocalipsis es el uso frecuente del número siete (se repite
52 veces). Hay siete bienaventuranzas (1:3), siete iglesias (1:4, 11), siete espíritus
(1:4), siete candelabros de oro (1:12), siete estrellas (1:16), siete sellos (5:1), siete
cuernos y siete ojos (5:6); siete trompetas (8:2), siete truenos (10:3), siete señales
(12:1,3; 13:13-14; 15:1; 16:14; 19:20), siete coronas (12:3), siete plagas (15:6),
siete copas de oro (15:7), siete colinas (17:9), y siete reyes (17:10). Este número
representa simbólicamente la plenitud.
A pesar de las apariencias contrarias, Dios está en absoluto control de la historia.
¿Ha aceptado a Jesucristo como su Salvador? Si lo hizo, no tiene nada que temer del juicio
de Dios que vendrá sobre el mundo entero, como se describe en el libro de Apocalipsis. El
Juez esta de su parte.
Antes de que comience el juicio final, debemos testificar a amigos, familiares, y vecinos
acerca de la oferta de Dios de la vida eterna en Cristo. Los eventos en este libro son reales.
Debemos vivir nuestras vidas como verdaderos creyentes, para que otros noten nuestro
gozo acerca de nuestro futuro y quieran unirse a nosotros en esa nueva y gloriosa ciudad.
Parte 25
LAS ESCRITURAS 25a Parte
Hemos concluido la serie sobre “Las Escrituras”. Ha sido de gran bendición haber
compartido la historia de los libros de la biblia, sus autores, y el mensaje que podemos
apropiar para nuestra vida en estos tiempos.
Al terminar este maravilloso libro y junto con el su viaje por el corredor del tiempo, debería
conocer mejor todo el relato de la obra de Dios en la historia. Esperamos que haya aplicado
la verdad del Señor y haya llegado a apreciar mejor la relación que Él ha ofrecido a través
de su Hijo, Jesucristo. La obediencia fiel a la Palabra cambia nuestra vida y consigue que
caminemos más cerca de Dios.
¿Por qué leer toda la biblia?
Vale la pena leer toda la biblia porque “toda la Escritura es inspirada por Dios,” y
toda la Escritura es “útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia” (2 Timoteo 3:16). Y porque toda la Palabra de Dios es en verdad palabra de Dios
a nosotros, cada libro y cada capítulo tiene un mensaje digno de leer y entender. Aunque
nunca lleguemos a comprender todos los misterios de la Palabra de Dios, nuestra meta debe
ser el mensaje y la verdad de toda la Escritura “a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,
enteramente preparado para toda buena obra” (2 Ti. 3:17).
La biblia revela la multifacética naturaleza de Dios. Necesitamos una vista
panorámica del poder, ira, amor, misericordia, sabiduría, compasión y grandeza de Dios
para comenzar a comprender que Él es el mismo “Yo Soy” de Éxodo a quien le escuchamos
decir escuchamos decir: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia” (Mateo
3:17). Al leer a través de la biblia descubriremos al majestuoso Dios que habla y ama a la
humanidad que ha creado. Y porque Cristo es la encarnación de Dios, el Nuevo Testamento
debe ocupar un lugar prominente en cualquier plan de lectura bíblica. Al estudiar la
profunda complejidad de la naturaleza de Dios tal como la vemos en el Antiguo y en el
Nuevo Testamento, comenzamos a entender más claramente lo que Él desea en nuestra
relación con otros y con Él.
La lectura de la biblia es un placer. Poesía, historia, canciones, proverbios, profecía,
cartas, y literatura apocalíptica hacen que el lector se maraville y deleite. Leer la biblia no
debe ser una labor monótona, ni una rutina aburrida pues este libro es excitante,
cautivante, inspirador y hasta lleno de humor. Y cuando permitimos que el Espíritu Santo
nos hable a través de la Palabra de Dios, nuestra lectura pasa de ser simple placer a
transformar nuestras vidas.
· ¿Tienes una biblia? ¿Recuerdas alguna vez comprado una biblia?.
· ¿Cómo obtuviste tu biblia actual? ¿Cuál es tu experiencia cuando la lees?
· ¿Llevas tu biblia a tu célula y/o reunión general? ¿Te gustaría compartir de ella a otros,
comenzando en casa?
· Comparte un versículo que te sepas de memoria.
Parte 26
LAS ESCRITURAS 26a Parte
Nuestra Hermosa Herencia.
Tenemos una herencia que se nos fue dada hace siglos atrás. Una promesa que fue hecha a
todos los descendientes de Abraham (Leer Génesis 12:3).
Esta promesa siguió con Isaac, Jacob, José, Moisés y todo el pueblo de Israel.
El cumplimiento de esta promesa vino en Jesucristo, quien nos dio el regalo más preciado
que es el perdón de nuestros pecados y la salvación. Al creer en su sacrificio y en su
resurrección recibimos por fe todas las promesas de Dios que fueron hechas en el antiguo
y nuevo testamento (Leer Gálatas 3:29).
Por eso es importante escudriñar y leer su Palabra para saber y apropiarnos de lo que nos
pertenece (Oseas 4:6).
Viviendo La Palabra En Mi Vida
Dios no quiere que solamente sepamos lo que está en su Palabra, sino que la pongamos por
obra (Santiago 1:21 al 25).
La manera más clara y simple en que Dios nos puede hablar es a través de su Palabra, la
cual nos limpia (Juan 15:3), nos sana (Salmos 107:20), discierne nuestros pensamientos
y las intenciones de nuestro corazón (Hebreos 5:12), nos hace libres de ataduras
(Juan 8:32) y mucho más.
Pidámosle a Dios que nos enseñe a guardar su Palabra para que nos vaya bien. El salmo
119 nos ayudará a entender los beneficios de guardar la Palabra de Dios.
Compartiendo De Esta Herencia.
Hemos sido llamados por Dios para compartir de la gran herencia que Él nos ha dado.
Es ahora nuestra responsabilidad el proclamar el deseo de nuestro Dios a toda criatura.
Nuestro Dios nos ha creado, llamado, y predestinado para contribuir en la expansión de
su Reino y así traer salvación a toda la humanidad.
Cada vez que se nos es revelado el rhema de su Palabra, el fuego y pasión en nuestro
corazón es aumentado, y se manifiesta en nosotros un profundo deseo de ver las vidas
restauradas, sanadas, libres y salvas.
Sigamos proclamando a Cristo vivo! Estos son los mejores tiempos. Tenemos todo a nuestro
favor. Tú eres parte de esta gran labor y un miembro importante de este gran ejército.
“Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde
pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.
De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y
así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas
cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.”
Mateo 5:18 y 19
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