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Mujeres y poesía: performances del deseo
María Cristina Fuentes Zurita
Dra. En Educación. UAEM y Paris III
UAM-I Psicología Social
cristina_fuentes-z@yahoo.com.mx
GT Mujeres en movimiento: performances del memorial del deseo
Palabras clave: transporte amoroso, poética performática, cuerpo fenomenológico,
subjetivación política.
Introducción
Me propuse estudiar la subjetividad de un grupo de mujeres mexicanas de principios
del siglo XXI y de sus movimientos (performances) y la construcción de su agencia. Lo
hice través del análisis de las imágenes de las poesías y de las fotografías impresas en
los volúmenes de los agendiarios donde se imprimió su proyecto “Ciclos”, así como del
proceso de acompañamiento de una serie de actividades realizadas anualmente para
su lanzamiento. Para ello desarrollé una reflexión teórica que aquí inicia y me llevó a
pensar propuestas metodológicas postestructurales, basadas en el performance cómo
método y la resonancia asintótica cómo herramienta.
El objetivo
Fue dar cuenta de un método de intervención estética subjetiva, donde la experiencia
del sentir y hablar íntimamente, de manera relacional, creara una intersubjetividad
(comunicación afectiva). Así ver si el deseo y la potencia de las mujeres formaban parte
de su agenciamiento. A la construcción de comunidad colectiva de convivencia
encarnada en poesía, durante 15 años, Mayte Garbayo, la podría llamar un transporte
amoroso. La intersubjetividad funda una realidad específica y precisa como elemento
sustancial: el transporte amoroso, éste surge cuando al afectarse ambos sujetos
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(incluída la relación sujeto- objeto) se influyen en una relación donde existe el cuerpo y
el afecto1.
Contexto
Las mujeres del proyecto de “Ciclos", decidieron alzar su voz a través de la poesía y del
deseo de compartirla, surgieron dentro de un movimiento político de búsqueda de
construcción de la democracia de inicios del siglo XXI en México. Para ellas la
democracia era más que el acto racional de votar; era construir otra forma de ser y
estar, apropiarse espacio donde incluir las emociones, el cuerpo de las mujeres en la
política. La propuesta actual de Martha Nussbaum sobre la empatía como emoción
política para la construcción de la democracia, nos permitió pensar en la posibilidad de
estudiar el proyecto del agendiario de “Ciclos”, ya que éste fue uno de sus objetivos.
Lograr un espacio de diálogo y conversación alternativo, donde todas las mujeres
pudieran escribir-se y escuchar-se, a ellas mismas y a otras mujeres (palabras de Rosa
Sánchez en todas las agendas). Hacer valer sus saberes, afirmándose como sujetas de
cambio hacedoras de la historia tal y como lo señaló Hannah Arent. El cuidado de sí
era la meta, y esa fue la coloratura del tejido que se hiló. La empatía, como respeto y
simpatía por la otra diferente, fue la guía. La pedagogía fue la alteridad y tejer lazo
social. Dar cuenta de que eran iguales y de que cada vida, por sencilla o difícil que
fuese, valía la pena vivirla. Ciertamente se lograron experiencias límite, que eran como
pequeños rituales que inspiraban respeto en la escucha por el tramo de la vida
mostrada, donde el esfuerzo de cada una por ser era bello (Segalene, 2005). Fue una
experiencia estética, una vivencia, donde se intentó experimentar, no representar, algo
con todo y el cuerpo, compartir y reflexionar sobre algo de lo vivido (Fuentes, 2017).
Andamiaje conceptual para el análisis de las cartografías existenciales
Sin duda son las pensadoras feministas las que han reflexionado sobre el tema de la
mujer de manera más acuciosa. Honey en relación a lo planteado por Freud, ya había
resuelto el tema de la envidia del pene, explicando que tenía que ver con los privilegios
y la libertad entre los hombres y las mujeres. La lingüista y feminista belga- francesa
1 Este argumento lo desarrollo en la presentación del Seminario. Intersubjetividad, transferencia y einfühlung. ¿Cómo pensar desde los feminismos en una estética que pase por el cuerpo? ¿En una estética de los afectos y del transporte amoroso? en el IIE, Estéticas-UNAM, agosto 2016.
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Luce Iregaray, realizó un avance más. Para ella las diferencias no sólo
eran biológicas o se debían a estereotipos culturales. En los años setentas del siglo
pasado, realizó investigaciones sobre los usos del lenguaje de niños y niñas, dando
cuenta de cómo enunciaban diferente, las diferencias eran simbólicas. Encontró un
diferente potencial relacional de alguien nacido en un cuerpo femenino que en ese del
hombre (la misma palabra la usaban las niñas para denotar un mundo privado y el
hombre para posicionarse en lo público). Recomendaba -importante en ese momento-,
que las mujeres se narrarán para que existiera una significación en femenino, si no lo
hacían no habría la posibilidad de un encuentro creativo entre dos, abierto a los
cambios de cada quien y a una vida de sorpresas. Ya que se narraban en función de
un mundo patriarcal o no propio, desde el deber ser, por ejemplo. No podemos decir
que todo el agendiario, sus imágenes y textos estén fuera de este mundo pero sí que
las mujeres empezaron a narrarse. Helen Cixous, en su libro sobre el cuerpo como
texto o el cuerpo que habla, nos dice que la voz toma cuerpo en las manos. Trabaja
junto con Guattari, cómo al dejarnos tocar por el texto de otros, nos podemos escribir.
Romper el silencio es ya un acto de apertura, totalmente amoroso y erótico. Romper el
silencio, horadarlo. Si no se realiza esta experiencia no se podrá nutrir la vida.
Ni lo real ni lo imaginario de hoy producido por los mass media por ejemplo, dan
muchos elementos a las mujeres, para poder pensarse diferente. Es por ello que fue de
mi interés revisar a nuevos autores, como Braidotti, alumna de Irigaray, quien plantea
que todos somos múltiples, identidades nómadas, en trayectancias. Ya no habla de
géneros ni de valores humanos, sino de un posthumanismo, donde lo más importante
es la persona y su potencia más allá de los géneros. Explica cómo desde los setenta se
ha desarrollado un episteme vitalista y materialista. Se basa en el cuerpo y las
emociones de vuelta, en el pensamiento de Spinoza, más que en el de Descartes. Para
el vitalista lo importante es lo contrario de la domesticación, postula ante ella: la
posibilidad de potencia (vital) y resistencia que tiene el sujeto. Mente, cuerpo y espíritu
juntos en movimiento. Como mónadas encarnadas que se auto generan, regulan y
expanden creativamente. Pensamiento cercano al de Leibintz, quien siguió al de
Spinoza. La comunidad sería el elemento auto regulador de este movimiento, con la
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finalidad en el accionar ético al incorporar con conciencia a todos los otros seres vivos,
los más pequeños, animales, insectos, plantas, hasta incluir al cosmos.
El pensamiento de Rosi Braidotti (2015) está en contra de los universalismos
como el que intentó determinar lo que es una mujer, sobre todo si la medida es el
occidente, quien borró otras formas de ser del sur, por ejemplo. Ella está a favor de la
dinámica de la diferencia/ diferente (Piedrahita: 2017), para escapar a las presiones.
Este pensamiento actual, se autonombra como postcolonial, antirracista, pacifista, anti
patriarcal y surge de los movimientos contra culturales del 68. Reconoce que los pares
de conceptos (hombre-mujer, naturaleza- cultura, normal- anormal, objetivo- subjetivo,
etc) limitan la expresión de la vida. Mucho más si para la medida de todas las cosas se
trata de comparar y poner de referente al hombre blanco, clase media, heterosexual,
etc. Braidotti, Italo-australiana es postestructuralista, y se pregunta qué más se le
podría pedir a la ciencia que reconocer y tomar la postura a favor de la potencia, la
resistencia y deseo de los sujetos. Lo anterior lo propone de la mano de sus maestros
franceses (Deleuze, Guattari, Derrida, Irigaray, Foucault). Es influida por Deleuze al
sugerir observar al sujeto en los movimientos cartográficos donde territorializa,
desterritorializando, al estudiar las relaciones, encuentros, debates y cambios frente al
poder, para observar sus tránsitos, siempre nómadas. Podríamos decir, no libres de
cierta esquizofrenia, pues habrá fugas críticas que salen de lo normal. Esta
metodología postestructural que se puede constatar en los agendiarios; se ven
movimientos rizomáticos de las mujeres, no trayectos lineales, trayectancias
existenciales con las contradicciones y vueltas sobre ellas mismas, una y otra vez, con
fugas antes de llegar a cualquier lado, como Alicia en el país de las maravillas.
Definición de categorías.
El performance
Existen diferencias entre los términos: performance, performativo, performatividad, y se
basan en la teoría desarrollada por John L. Austin (2008), explicada en su texto de
1955 Cómo hacer cosas con palabras. El término performativo, es un concepto
derivado del término to perform: realizar, siendo la performatividad la reiteración de
actos del habla. El término performance, es utilizado según Taylor (2012) como
ejecución o actuación. Como ejecución se asocia semánticamente con un hacer o con
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actualización o puesta en acto, como actuación evoca significados de presentación
delante de una audiencia o como puesta en escena. Butler (1990) habla de actos del
cuerpo: la repetición performativa termina materializando cuerpos e identidades.
También nos dice Erika Fischer-Lichte (2011), que el performance es presencia,
cuerpo, percepciones, sensaciones, sentidos. Se ubica en la aesthetis, en la práctica
del sentir, más que en el campo del tratado estético. La estética de lo performativo que
aparece con fuerza en los años sesenta y setenta del siglo pasado, es más del orden
del acontecimiento, de lo que se realiza, de la energía o de la realidad que se crea y
aparece con el arte. De lo que se transforma, de la acción, más que de lo que significa
―algo estudiado por la semiótica o la heurística explicativa― aunque no dejamos de
intentar explicarlo o comprenderlos. Es crear realidades otras, lo cual es muy
interesante en las nuestras regidas por la violencia de un ethos comunitario tradicional,
conservador, ya obsoleto, sobre todo para las mujeres y sus performances. Estos
ejercicios, basados en los derechos humanos, trabajan por la libertad, la voluntad del
individuo de ser, de hablar, de comunicar, expresar sus sentimientos, de ser un
humano con valía, con todos los determinantes y límites de su persona y su contexto.
La subjetividad como proceso relacional
Nada está construido desde siempre y desde antes, y las estructuras no lo definen
todo. Por ello partimos del supuesto de que la subjetividad es un proceso relacional y
no un asunto de esencia. También se puede estudiar la configuración de la subjetividad
en el análisis de las relaciones del sujeto consigo mismo, nos dice Perea (2017). Para
él está́ claro que el sujeto es producto de la cultura y también es cierto que la
subjetividad implica “volver sobre sí”. Se consideró, se podía observar en los
agendiarios, la producción de esta vuelta en los poemas y los formatos de presentación
y en las fotos de los agendiarios de un grupo de mujeres de inicios del 2000 en México;
ahí está lo que piensan, sienten, sus ideas y sus cambios. Lo que representa el interés
de este trabajo es subrayar cómo la reflexividad poética ayuda, ya que siempre resulta
problemático, porque de entrada exige poder dar cuenta de que, entre las capacidades
del individuo, está el regresar sobre sí mismo. Presentamos la discusión de como la
performatividad poética y el transporte amoroso del propio proyecto, en un proceso de
exposición con las otras, lo facilitó.
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Es Piedrahita (2003) quien afirma que un proceso de subjetivación crítica es cuando se
mira el sí mismo, con el objetivo de cambiar; en este caso, para “devenir mujeres”, en
la amistad con las otras2. Esto no podemos afirmar que ocurrió con plenitud en todas
las mujeres, pero si se inició el camino, salir de las definiciones de los otros sobre ellas
mismas, de los exilios, así acompañadas y en pequeños movimientos pudieron llegar a
definir la propia experiencia expresada en las poesías.
El cuerpo, las células y la producción del pensamiento estético
Y para estar más del lado de lo sensible, vemos que lo estético puede resultar un buen
método para producir pensamiento. En este punto podríamos recordar las palabras de
Lev Vygotsky (2006) en su tratado sobre la psicología del arte donde nos dice como se
crea conocimiento con el cuerpo, sus células y las vivencias.
El proyecto de “Ciclos” es una metodología postestructural de experiencias
experimentales para estar en el cambio o al menos en movimiento de las mujeres, a
partir de observar y hablar sobre los performances de lo femenino: ser madre, pareja
etc.
Para explicar esto podemos también retomar el trabajo de Baruch Spinoza,
quien desde la materialidad del cuerpo nos invita a ponerle intención al pensamiento, a
la voluntad. Tal parece que esas mujeres, al hacer sus poesías, se ponían una
intención en la acción del cuerpo, la atendían (ser como una flor, resonar con el mar,
dejar de sufrir, agradecer, luchar…) finalmente todas deseaban ser.
El deseo y su potencia
Es Deleuze3 quien propone el deseo como potencia y Derrida, quien se centra en el
deseo de vida. Los agendiarios están llenos de estas intenciones. Con ellos se puede
hablar de la fuerza de los afectos, de las emociones del alma. De ese deseo que viene
a ser la postura <sentipensante>, parecida a la reunión entre lo que pretendemos,
desde la mente (la voluntad), y el arrastre que experimentamos desde el cuerpo, y que
por lo tanto, puede ser un impulso consciente; es decir, vincular la experiencia o
vivencia del cuerpo, a una causa que es una idea, como el performance en reflexión
creativa.
2 Basándose en Deleuze y Braidotti. Comunicación personal
3 Ver http://v2.reflexionesmarginales.com/index.php/documentos/30-entrevista-a-gilles-deleuze
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La performatividad poética: la agencia
El deseo surge de ideas adecuadas cuando está determinado por la propia naturaleza
de cada cual, de lo que uno es, nos dice Javier Sáez4. Es como "la pulsión de vida",
es la potencia de la que nos habla Nietszche, sin embargo, hay un momento que
amerita cierta revisión crítica. Entonces desear es construir un agenciamiento, producir
todo lo que conforma ese deseo; que es una multiplicidad de dimensiones, de líneas,
de direcciones. Como bien lo dice Han (2007) en relación a la poesía: multiplicidad de
ser. Nuestro trayecto es como una raíz, es una red existencial. Recordemos que para
Deleuze, los individuos y los grupos estamos hechos de líneas… de fuga o de sujeción.
El memorial del deseo
Un agenciamiento implica también estilos de enunciación y los territorios que cada uno
construye, que surgen mediante la desterritorialización que todo el tiempo se hace con
la performática poética. En el deseo de escribir y expresar sentires, también hubo el
deseo de escuchar las reflexiones de ida y vuelta de ellas mismas y de las otras; como
una composición de jazz creada con las poetas como amigas, respetando e
impulsando sus solos creativos. Si para Deleuze desear implica construir ese deseo de
agencia lo que construyeron las mujeres poetas informales, fue precisamente ese tipo
de deseo; una potencia de crecimiento que recupera las pasiones, que podían o no ser
agradables para ellas. Aunque, según dijeron, se crearon ambientes, espacios propios
y se les pidió dar consejos que las enriquecieran.
El deseo y el placer
Según las entrevistas se trató de pasiones solidarias o de "sororidad". Las mujeres del
agendiario crearon no sólo una disposición para escuchar y ser escuchadas, no sólo
espacios personales y de papel para escribir poemas, sino para hacer más cosas; un
agenciamiento para construir situaciones, experiencia, acontecimientos. Durante
todas las producciones anuales de los agendiarios, en reuniones editoriales y antes, en
talleres de producción de poesías y en la entregas de ellas, en la producción de fotos,
en el lugar elegido para tomar las fotos y en la elección de escenario y su decoración y
4 Deleuze, Gilles Deseo y placer (traducido por Javier Sáez, en Archipiélago. Cuadernos de critica cultural, Barcelona, n.º 23, 1995) (1).
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de las poesías para leer durante las presentaciones, que leerían o dramatizarían,
reunidas por el gusto, reinaba la potencia y el deseo de ser. También se consiguió
crear un territorio nuevo a través de la enunciación para salir del silencio de sus casas:
su voz y las imágenes producidas para pensarse, verse y moverse de lugar. Los
deseos son intensidades de un cuerpo tanto biológico, como colectivo y político. Para
Deleuze el deseo empieza con las líneas de fuga (del dispositivo de opresión o de
homologación de la representación de ser mujer) y para llegar a la des-territorialización
del poder que sujeta, a veces de manera imperceptible, pero constante. El proceso, es
la afirmación de los rasgos individuales y el acontecimiento, a través de ser sujetos; ni
persona (máscara), ni sólo subjetividad: es acción. Es cuerpo que siente y actúa.
Sí, de gran parte de las actividades que hacían cotidianamente escaparon una y
otra vez, para narrarse primero frente al papel y después en reuniones de gozo
colectiva por contar, o más bien por construir un territorio de enunciación colectivo. Lo
podemos ver en las ceremonias, en la letra de los poemas. Los cambios se anunciaron
en los acontecimientos que realizaron, con todo y el cuerpo. Es aquí donde los
espacios de creación poética nos parecieron interesantes para la narración individual
en grupos de mujeres y mixtos así como las experiencias performáticas individuales y
colectivas, donde las mujeres poetas sintieron su potencia. Las cartografías nos
sugirieron partir de acontecimientos para poder no sólo estudiar estos
devenires subjetivos, donde se piensan y viven estas autoras, como espejos vitales
que dispararon deseos, sino también crearlos. También para nosotras, resonar con
ellas constituyó un placer, una fuga.
Metodología narrativa, resonancia y escucha asintótica.
Para escuchar la voz de las mujeres, elegimos la metodología narrativa. Esto conlleva
una “ruptura epistemológica”, al incluir al “cuerpo fenomenológico” tanto de los
investigados como de los investigadores (Aguirre, 2017).
Dos conceptos fueron básicos: “la resonancia y la escucha” (García, 2017); resonar
implica una epistemología de la escucha. Aún a pesar de contar con imágenes en las
portadas y al interior de las agendas, consideramos escuchar lo que estas dicen, al
igual que las poesías; con todo y el cuerpo,
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1.- La resonancia es un principio de subjetividad radical ya que conoces a partir de la
interacción acumulativa con afecto; es la palabra mediada por la presencia del otro, y la
escucha. Es el resonar con aquello que comprendemos, estar atentos a un sentido que
se produce al momento.
2.-La escucha asintótica o no coincidente es crear conocimiento al conjuntar escucha y
sonido, es poder acceder a sensaciones y emociones de las que cantan en sus
poesías, convocando a la fuerza de estas mujeres: a la tierra, a la intuición… (Sánchez,
2010-2011) a través de olas, árboles, ángeles caídos como metáforas sonoras. Los
agendiarios son documentos de sonidos, de voces
Análisis de poesías y fotos de portadas y del interior de los agendiarios
El arte sanador permite resistir, y con el poder de lo femenino, que insiste en re-terri-to-
ria-li-zar a las mujeres con sus performances del memorial del deseo molar, escapan
juntas poco a poco de él, una y otra vez con este proyecto donde se escucharon sus
voces y la alegría colectiva por contar primero con un territorio de enunciación. En los
poemas "escuchados" las mujeres enunciaron sus pequeñas sabidurías, donde el
placer sirvió para hacerlas sentir bien. La experiencia ofreció una resistencia desde lo
femenino, al performance de su época que insiste en re territorializarlas en el statu quo.
Desnudas, después vestidas y vueltas a desnudar las vimos en las imágenes
producidas, dependiendo del régimen político que prevalecía.
Ejemplos de portadas y fotos del interior de los agendiarios:
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Igual variaban los temas por la dedicación del tema anual a los ciclos del agua, viento,
fuego, tierra, y no a otros (familia, matrimonio, hijos, padres). Lo vimos en los
performances y formas estéticas elegidas en las fotos que sirvieron para ilustrar las
portadas y en los textos mismos. Fue contar con espacios intermedios, donde
producirse, disfrazarse y volver a pensarse. Como las actividades de producción del
proyecto, donde reunidas para repetir los performances del memorial del deseo, año
con año, se generaba poco a poco un cambio por venir.
Ejemplos de poesías: Agendiario 2008, mujer tacto
Resultados primera parte. Devenir Mujer
La producción del agendiario durante casi 15 años fue un motor para Devenir mujer,
cada vez más ellas, al narrarse desde su experiencia, al contar con un espacio íntimo
de enunciación del ser frente a las otras. Hacer y leer los poemas colectivamente,
donde mujeres diversas se narraban, fue como romper el silencio, y sólo así nutrir la
existencia, como decía Helen Ciroux. El silencio existe cuando no hay enunciación,
sino sólo lugares comunes., performances sin performatividad y sin acciones
performativas, acciones sin nuevas intenciones. En los poemas del agendiario se
escucha a una hermosa mujer joven celebrando su lozanía, o a una ciudadana
comprometida; a mujer sensible y dolida por sus congéneres, a una madre preocupada,
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a una esposa inteligente y pensante, a una amorosa del mar, de la libertad que da su
amplio horizonte y su refugio. ..Y las caídas una y otra vez en la arena, vaticinando un
nuevo despertar. Y si, el agendiario fue un proyecto para Devenir mujer al reconocerse
parte de una minoría. Fue quitarse las máscaras protectoras entre las amigas poetas y
acompañarse en ese proceso para llegar a ser ya no más previsibles. Fue seguir las
líneas múltiples de lo que son, proyectadas en ellas: fluir.
Después de estar en ese proceso (de devenir mujer), de provocar la enunciación
del memorial de los deseos, de construirlos, tocó cada año deconstruirlos, pensarlos,
tirarlos, salirse de esos performances. Tener cada año una nueva agenda como
cuaderno en blanco, para primero sentir como se estaba, y escribir otras experiencias
más creativas y menos normativas: nombrar el día, ser pájaro o piedra o nube blanca.
Lo que la coyuntura apremiara. Vibrar con el cuerpo de otra manera, para estar mejor
(Spinoza). Salirse del control deseando la pura vida, requirió de un motor colectivo que
les llevó a cartografiar otros movimientos anclados en el cuerpo. Llegar a ser cuerpo
propio con las manos, las llevó a comprenderse como especiales. Mirarse y moverse
de lugar, año con año, ayudadas de las poemas de las otras.
Resultados segunda parte/ ejercicio de Resonancia en Yuguelito
Lo que el análisis del proyecto “Ciclos” nos mostró fue la construcción de una
metodología de producción de la subjetividad. La idea del agendiario, decíamos, era
no sólo pensar sino construir con todo y el cuerpo una nueva cultura política, basada en
el cuidado de sí, fue por ello que con la poesía impresa salimos a tejer redes sociales y
comunitarias a través de abrir espacios para la resonancia. Leímos la poesía de éstas a
otras mujeres, y logramos se narraran. De la escucha o resonancia de poesía impresa
en unos agendiarios se crearon cadáveres exquisitos a partir de las palabras o frases
que al nuevo grupo de mujeres, les sugería la lectura. Mujeres de un proyecto de salud
y prevención de la diabetes en una sala de espera de una zona precaria, quienes
hablaban al escuchar las palabras sentidas de otras mujeres y resonaban llevando el
pasado al presente, muchas veces de manera crítica y con proyección del futuro.
Ejercicio de producción subjetiva/ seguimos resonando
Como lo cuenta Galeano en su libro de los abrazos, en Yuguelito, barrio de Iztapalapa,
hicimos una casa para las palabras: durante esas mañanas, cada quince días, en una
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sala de espera improvisada, antes de pasar a alguna consulta médica, alrededor de
una mesa, las mujeres del cuidado de su cuerpo por la diabetes, tuvieron un espacio
para buscar las palabras como los poetas, las que se les han perdido o no conocen y
en ejercicios colectivos, las encuentran. Acompañadas de la lectura de los textos de
otras mujeres poetas informales, de otras capas y sectores sociales, así como de otras
presencias itinerantes, que entran y salen, y que son sus hijos o nietos, formando
colectivos mixtos en torno a la mesa. Las más memoriosas, están llenas de personitas,
las historias se les salen por todos los poros, y cuando su texto es más objetivo, con
menos metáforas, o imágenes, de cualquier manera les sale el sentimiento: la risa o el
dolor y la resistencia. Como las pinturas de Emiliano Zapata que están colgadas en las
paredes del salón en el que nos encontramos, asignada al grupo de salud Yólotl
(corazón en náhuatl). Esas huellas si no se les olvidan, se palpan como objetos de
colores y en formas de estrella, flotaban en el ambiente y nos abrazan sin duda alguna.
Ahí no podemos olvidarnos nunca del yermo y de la barca.
Ejercicio de Resonancia.- se leyeron textos del agendiario a un colectivo de salud.
“CICLOS”
No es necesario pasar por un
fracaso
Para descubrir esa fuerza que
tienes
Como mujer, como ejemplo,
Como amiga.
Simplemente el hecho de ser
mujer
Te da la oportunidad de brillar
Con tu propia luz en todo
momento.
Con tanto bullicio, es difícil
poder
Esforzarte para ser positiva
Y darte cuenta que al hacerlo
Logras todo lo que te propones,
Sin dejar de agradecer a
Grupo de mujeres
Yuguelito resonando
“Las caminadoras”
No es necesario
tener hombre al lado
Yo puedo, mis hijos
Con la fuerza de una
Uno debe salir…
“CICLOS”
Viviendo en días
carentes de luz
De ocasos envueltos
en oscuridad
De tibios olores.
Días nublados y más
tristes
Que los de tormenta…
En los primeros
mediocridad,
En los segundos
intensidad.
Tormentas preceden
al resplandor
A lágrimas secas
A olor a humedad
Grupo Mixto Yuguelito
resonando
Te extraño vida
Me deprimo en
Tu ausencia
Vida extraña
Lloro, río
Me extraño.
En primera persona
Y en segundos de reloj
Yo, aquí estoy.
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nuestro
Padre de habernos brindado la
Gran virtud de poseer ese
poder:
ser mujer.
Adriana Meza/”Ciclos”
A reflejos y cascadas
A rostros sonrientes
A tu llegada.
Días nublados y más
tristes
Que los de tormenta…
Elsah Arce
Uribe/”Ciclos”
Conclusiones
Al compartir y ampliar las comunidades significados y sentidos, se negocian y
producen cambios de posturas éticas y cívicas como la empatía para la convivencia.
Por ello quisimos que otras mujeres se narraran en tanto sujetos con deseos, y se
activaran en acciones de cuidado de sí, con pequeños actos micropoliticos,
territorializando y desterritorializando espacios de existencia. Se partió de la propuesta
spinoziana sobre el tema de ser potencia con intención. Es decir, con estas
metodologías se producen acontecimientos y prácticas que nos llevan a imaginar
nuevas respuestas de paz, utilizando la ficción, como pequeñas utopías de lo
posible. La relación complicada es entre comunidad y libertad. Pero las normas y
palabras se traducen en cultura, y se negocian en formas de hacer las cosas, de
experienciar el mundo. ¿cuál es la clase de cultura que se está produciendo en esta
nación ? Esta fue nuestra apuesta, cambiar.
En este proceso se observó una subjetivación política de mujeres poetas informales,
que proyecta movimientos cartográficos de deseos y de cambios para devenir mujer, tal
y como lo sugirió Deleuze. Lo anterior se logró al ser sujetos que se autorizaron a alzar
la voz (Spivak, 2011) con la pluma, después de estar silenciadas por los estereotipos
de lo social y lo femenino. Antes, siguiendo a las autoras citadas, podríamos decir no
eran poetas, ni mujeres; sino representaciones de ellas. Durante la presentación de las
poesías ante las otras, se creó un espacio de inmersión, de transformación, porque las
mujeres y sus pensamientos, anhelos y deseos se hicieron presentes, se manifestaban
como cuerpos con mente, embodied-mind. En cada taller, sesión editorial o de fotos,
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surgió la magia del intercambio. Al ponerse en el lugar de la otra ya no se sabía quién
era el sujeto creador de la poesía o el de la escucha.
Así se construyó entre las mujeres otra intersubjetividad, donde la empatía y el respeto
aseguraban el verse como iguales, fuera de las lógicas jerárquicas del poder/saber, de
clase, o de brechas existenciales, culturales, etc. Fueron mujeres muy diversas:
amigas, abuelas, pequeñas empresarias, vecinas, amas de casa, estudiantes,
profesionistas. Al borrar las diferencias por un momento, hablando y leyendo en el
papel las vicisitudes de la vida, se compartieron emociones, sentimientos, y el proceso
artístico tocó la imaginación moral. Se trabajó con el alma.
Reflexiones finales
Solo puedo decir que el transporte amoroso de este grupo de poetas informales por
Rosa Sánchez y el equipo editorial de producción construyó un pequeño mito como
utopía. Trabajar juntas con el deseo acuerpándose en la palabra como un ejercicio de
democracia radical. Estoy de acuerdo con Hinkelammert, entrevistado por Vergara
(2017) donde argumenta sobre la existencia de la irracionalidad en cada fundación de
la razón. Para él un pensamiento es crítico por su multiplicidad de entradas. Es desde
aquí donde observamos las posibilidades de la performatividad poética con la potencia,
del cuerpo y del deseo de estas mujeres reunidas durante 15 años, en el entendido y el
interés de tener utopías: otro tipo de democracia, sólo para saber sus acercamientos
posibles y sus límites, sus ciclos. De esta manera creemos en la necesidad de la
imaginación y la creatividad estética para marcar la insuficiencia de la razón
instrumental y la necesidad del desarrollo de la razón –sentipensante- en las ciencias
sociales cuyo vector sea el cuerpo. El cuerpo como un continnum biológico-cultural
complejo, donde se expresa el ser (Muñiz, 2015). Finalmente de la necesidad de la
convivencia, tal y como la vimos en este proyecto, que es una redefinición más amplia
de la solidaridad, pues sólo así alcanzamos a ver la riqueza del proverbio indígena “yo
estoy bien si tú estás bien”, como la razón de un mito utópico.
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Bibliografía
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