poemas de gerardo diego
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8/10/2019 Poemas de Gerardo Diego
1/12
eleccin de poemas
(GERARDO DIEGOPOETA ESPAOL)
________________________________________________________
NDICE:
A C. A. Debussy
A Manuel Machado
AbanicoAdis a Pedro Salinas
Ahogo
Amor
ngelus
Ante las Torres de Compostela
Azucenas en camisa
Bandeja
Brindis
Calataazor
Cancin al nio Jess
Caracol silencioso
Columpio
Continuidad
Cuadro
El Ciprs de Silos
En mitad de un verso
Esperanza
Giralda
GuitarraInsomnio
La sombra del nogal
Las tres hermanas
Letrilla de la virgen Mara esperando la navidad
Madrigal
No verte
Nocturno
Nubes
Otra casa aventada
Palabras profticas
Penltima estacin
Primavera
Reflejos
Revelacin
Ro Duero, ro Duero
Romance del DueroRomance del Jcar
Silencio
A C. A. Debussy
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8/10/2019 Poemas de Gerardo Diego
2/12
Sonidos y perfumes, Claudio Aquiles,
giran al aire de la noche hermosa.
T sabes dnde yerra un son de rosa,
una fragancia rara de aafiles
con sordina, de crtalos sutiles
y luna de guitarras. Perezosatu orquesta, mariposa a mariposa,
hasta noventa te abren sus atriles.
Iberia, Andaluca, Espaa en sueos,
lentas Granadas, frgiles Sevillas,
Giraldas tres por ocho, altas Comares.
Y metales en flor, celestes leos
elevan al nivel de las mejillas
lgrimas de claveles y azahares.
A Manuel Machado
Porque se llama Manuel
y Machado se apellida,
en su verso Muerte y Vida
juegan partida y nivel.
Quin vence? Tablas. Y l,
banderillero de Apolo,
supo, cant y est solo:
ese poeta chapado
que se apellida Machado
y le llamaban Manolo.
Adis a Pedro Salinas
El cielo se serena
Salinas cuando suena
Cantan los verbos en vacaciones
jaculatorias y conjugaciones
Yo ser t sers l serLa imagen de ayer maana volver
La imagen duplica el presagio
Rezas cuando truena el trisagio?
El mundo se envenena
Salinas cuando no suena
La msica ms extremada
es el silencio de la boca amada
Amar, amar y siempre amar
haber amado haber de amar
Y de la media de la abuela
caen las onzas oliendo a canela
El cielo se enrojece
Salinas cuando te mece
Era tu reino el del rubor
Tanta hermosura alrededor
Rosa y azul, azul y rosa
Cuidado que no se te rompaY por tus ojos la borrasca
y la ventisca y el miedo a las hadas
El cielo se aceituna
Salinas cuando te acuna
No habis visto en flor el olivo?
S no s no azar del subjuntivo
Nunca visteis el otoo del ciervo
no habis sabido deshojar un verbo?
Llega diciembre y llora el roble
y el cocotero de Puertopobre
El mundo se espantaSalinas cuando no canta
Cantan los verbos en la escuela
Redondo est el cielo a toda vela
Pedro Salinas Serrano? Falta
Y los nios de pronto se callan
Unos en otros buscan amparo
Todo ms claro mucho ms claro
El cielo quiere quererme
Salinas cuando te duerme
Ahogo
Djame hacer un rbol con tus trenzas.
Maana me hallarn ahorcado
en el nudo celeste de tus venas.
Se va a casar la novia
del marinerito.
Har una gran pajarita
con sus cartas cruzadas.Y luego romper
la luna de una pedrada.
Neurastenia, dice el doctor.
Gulliver
ha hundido todos sus navos.
Codicilo: dejo a mi novia
un pual y una carcajada.
AmorGngora 1927
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8/10/2019 Poemas de Gerardo Diego
3/12
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8/10/2019 Poemas de Gerardo Diego
4/12
Y los hombres heridos
pasean sus surtidores
como delfines lricos
Otros ms agobiados
con los ros al hombro
peregrinan sin llamar en las posadasLa vida es un nico verso interminable
Nadie lleg a su fin
Nadie sabe que el cielo es un jardn
Olvido.
El ngelus ha fallecido
Con la guadaa ensangrentada
un segador cantando se alejaba.
Ante las torres ce Compostela
Tambin la piedra, si hay estrellas, vuela.
Sobre la noche biselada y fra
creced, mellizos lirios de osada;
creced, pujad, torres de Compostela.
Campo de estrellas vuestra frente anhela,
silenciosas maestras de porfa.
En mi pecho ay, amor? mi fantasa
torres ms altas labra. El alma vela.
Y ella t? aqu, conmigo, aunque no alcanzas
con tus dedos mis torres de esperanzas
como yo estas de piedra con los mos,
Contempla entre mis torres las estrellas,
no estas de otoo, brralas; aquellas
de nuestro agosto ardiendo en sueos fros.
Azucenas en camisaA Fernando Villaln
Venid a or de rosas y azucenas
la alborotada esbelta risa
Venid a ver las rosas sin cadenas
las azucenas en camisa
Venid las amazonas del instinto
los caballeros sin espuelas
aqu al jardn injerto en laberinto
de girasoles y de bielas
Una msica en nquel sustentadacabellos curvos peina urgente
y hay slo una mejilla acelerada
y una oropndola que miente
Agria sazn la del febril minuto
todo picado de favores
cuando al jazmn le recomienda el luto
un ruiseor de ruiseoresCuando el que vuelve de silbar a solas
el vals de Ya no ms Me muero
comienza a perseguir por las corolas
la certidumbre del sombrero
No amigos mos Vuelva la armona
y el bienestar de los claveles
Mi corazn amigos fue algn da
tierno galope de corceles
Quiero vivir La vida es nuevo estilo
grifo de amor grifo de llanto
Girafa del vivir Tu cuello en viloyo te estmulo y te levanto
Pasad jinetes leves de la aurora
hacia un oeste de violetas
Lejos de m la trompa engaadora
y al ralant vuestras corvetas
Toman las nubes a extremar sus bordes
ms cada da decisivos
Y a su contacto publense de acordes
los dulces nervios electivos
Rozan mis manos ddivas agudas
lunas calientes y dichosasSabed que desde hoy andan desnudas
las azucenas y las rosas.
Bandeja
Nada ms
Dejar la cabeza
sobre la mesilla
Y dormir con el sueo de Holofernes.
Abanico
El vals llora en mi ojal
Silencio.
En mi hombro se ha posado el sueo
y es del mismo temblor que sus cabellos.
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8/10/2019 Poemas de Gerardo Diego
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Brindis
A mis amigos de Santander que festejaron
mi nombramiento profesional.
Debiera hora deciros: ?Amigos,
muchas gracias, y sentarme, pero sin ripios.Permitidme que os lo diga en tono lrico,
en verso, s, pero libre y de capricho.
Amigos:
dentro de unos das me ver rodeado de chicos,
de chicos torpes y listos,
y dciles y ariscos,
a muchas leguas de este Santander mo,
en un pueblo antiguo,
tranquilo
y fro,
y les hablar de versos y de hemistiquios,y del Dante, y de Shakespeare, y de Moratn
(hijo),
y de pluscuamperfectos y de participios,
y el uno bostezar y el otro me har un guio.
Y otro, seguramente el ms listo,
me pondr un alias definitivo.
Y as pasarn cursos montonos y prolijos.
Pero un da tendr un discpulo,
un verdadero discpulo,
y moldear su alma de nio
y le har hacerse nuevo y distinto,distinto de m y de todos: l mismo.
Y me guardar respeto y cario.
Y ahora os digo:
amigos,
brindemos por ese nio,
por ese predilecto discpulo,
porque mis dedos rgidos
acierten a moldear su espritu,
y mi llama lrica prenda en su corazn virgneo,
y porque siga su camino
intacto y limpio,y porque este mi discpulo,
que inmortalice mi nombre y mi apellido,
seael hijo,
el hijo
de uno de vosotros, amigos.
Calataazor
Azor, Calataazor,
juguete.
Tu puerta, ojiva menor,
es tan estrecha,que no entra un moro, jinete,
y a pie no cabe una flecha.
Descabalga, Almanzor.
Huye presto.
Por la barranca brava,
ay, y cmo rodaba,
juguete,
el atambor.
Cancin al nio Jess
Si la palmera pudiera
volverse tan nia, nia,
como cuando era una nia
con cintura de pulsera.
Para que el Nio la viera
Si la palmera tuviera
las patas del borriquillo,
las alas de Gabrielillo.
Para cuando el Nio quiera,
correr, volar a su vera
Si la palmera supiera
que sus palmas algn da
Si la palmera supiera
por qu la Virgen Mara
la mira Si ella tuviera
Si la palmera pudiera
la palmera
Caracol silencioso
Caracol silencioso
en bsqueda del fuego
de la red de obsidiana
donde caen recuerdos
del minsculo espejo
garabato del tiempo
tensa cuerda de luna
en arpegios despiertos.
Sombra clara y profundael margen de tu cuerpo.
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8/10/2019 Poemas de Gerardo Diego
6/12
Columpio
A caballo en el quicio del mundo
un soador jugaba al s y al no
Las lluvias de coloresemigraban al pas de los amores
Bandadas de flores
Flores de s
Flores de no
Cuchillos en el aire
que le rasgan las carnes
forman un puente
S
No
Cabalgaba el soador
Pjaros arlequines
cantan el s
cantan el no
Continuidad
Las campanas en flor no se han hecho para los
senos de oficina
ni el tallo esbelto de los lpices remata en cliz
de condescendencia
La presencia de la muerte
se hace cristal de roca discreta
para no estorbar el intenso olor a envidia joven
que exhalan los impermeables
Y yo quiero romper a hablar a hablar
en palabras de nobles agujeros domin del
destino
Yo quiero hacer del eterno futuro
un limpio solo de clarinete con opcin al aplauso
que salga y entre libremente por mis intersticios
de amor y de odio
que se prolongue en el aire y ms all del aire
con intenso reflejo en jaspe de conciencias
Ahora que van a caer oblicuamente
las ltimas escamas de los llantos errantes
ahora que puedo descorrer la lluvia
y sorprender el beso tiernsimo de las hojas y el
buen tiempo
ahora que las miradas de hembra y macho
chocan sonoramente y se hacen trizas
mientras aguzan los rboles sus orejas de lobo
dejadme salir en busca de mis guantes
perdidos en un desmayo de cielo acostumbrado
a mudar de pechera
La vida es favorable al viento
y el viento propicio al claro ascendiente de losfrascos de esencia
y a la iluminacin transversal de mis dedos
Un lbum de palomas rumoroso a efemrides
me persuade al empleo selecto de las uas
bruidas
Transparencia o reflejo
el amor diafaniza y viaja sin billete
de alma a alma o de cuerpo a cuerpo
segn todas las reglas que la mecnica canta
Ciertamente las campanas maduras no saben
que se cierran como los senos de oficinacuando cae el relente
ni el tallo erguido de los lpices comprende que
ha llegado el momento de coronarse de gloria
Pero yo s lo s y porque lo s lo canto
ardientemente
Los dioses los dioses miradlos han vuelto sin
una sola cicatriz en la frente.
CuadroA Maurice Raynal
El mantel jirn del cielo
es mi estandarte
y el licor del poniente
da su reflejo al arte
Yo prefiero el mar cerrado
y al sol le pongo sordina
Mi poesa y las manzanas
hacen la atmsfera ms fina
En medio la guitarraAmmosla
Ella recoge el aire circundante
Es el desnudo nuevo
venus del siglo o madona sin infante
Bajo sus cuerdas los ros pasan
y los pjaros beben el agua sin mancharla
Despus de ver el cuadro
la luna es ms precisa
y la vida ms bella
El espejo domstico ensaya una sonrisa
y en un transporte de pasincanta el agua enjaulada en la botella.
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8/10/2019 Poemas de Gerardo Diego
7/12
El Ciprs De SilosA ngel del Ro
Enhiesto surtidor de sombra y sueo
que acongojas el cielo con tu lanza.Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanado a s mismo en loco empeo.
Mstil de soledad, prodigio isleo,
flecha de fe, saeta de esperanza.
Hoy lleg a ti, riberas del Arlanza,
peregrina al azar, mi alma sin dueo.
Cuando te vi seero, dulce, firme,
qu ansiedades sent de diluirme
y ascender como t, vuelto en cristales,
como t, negra torre de arduos filos,
ejemplo de delirios verticales,mudo ciprs en el fervor de Silos.
En Mitad de un Verso
Muri en mitad de un verso,
cantndolo, florecindole,
y qued el verso abierto, disponible
para la eternidad,mecido por la brisa,
la brisa que jams concluye,
verso sin terminar, poeta eterno.
Quin muriera as
al aire de una slaba.
Y al conocer esa muerte de poeta,
record otra de mis oraciones.
Quiero vivir, morir, siempre cantando
y no quiero saber por qu ni cundo.
S, en el seno del verso,
que le concluya y me concluya Dios.
Esperanza
Quin dijo que se agotan la curva el oro el
deseo
el legtimo sonido de la luna sobre el mrmol
y el perfecto plisado de los litros
del cine cuando ejerce su tierno protectorado?
Registrad mi bolsilloEncontraris en l plumas en virtud de pjaro
migas en busca de pan dioses apolillados
palabras de amor eterno sin
carta de aterrizaje
y la escondida senda de las olas.
Giralda
Giralda en prisma puro de Sevilla,
nivelada del plomo y de la estrella,
molde en engaste azul, torre sin mella,
palma de arquitectura sin semilla.
Si su espejo la brisa enfrente brilla,
no te contemples ?ay, Narcisa?, en ella,
que no se mude esa tu piel doncella,
toda naranja al sol que se te humilla.
Al contraluz de luna limonera,tu arista es el bisel, hoja barbera
que su ms bella vertical depura.
Resbala el tacto su caricia vana.
Yo mudjar te quiero y no cristiana.
Volumen nada ms: base y altura.
Guitarra
Habr un silencio verde
todo hecho de guitarras destrenzadas
La guitarra es un pozo
con viento en vez de agua.
Insomnio
T y tu desnudo sueo. No lo sabes.
Duermes. No. No lo sabes. Yo en desvelo,
y t, inocente, duermes bajo el cielo.
T por tu sueo, y por el mar las naves.En crceles de espacio, areas llaves
te me encierran, recluyen, roban. Hielo,
cristal de aire en mil hojas. No. No hay vuelo
que alce hasta ti las alas de mis aves.
Saber que duermes t, cierta, segura
?cauce fiel de abandono, lnea pura?,
tan cerca de mis brazos maniatados.
Qu pavorosa esclavitud de isleo,
yo, insomne, loco, en los acantilados,
las naves por el mar, t por tu sueo.
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8/10/2019 Poemas de Gerardo Diego
8/12
La Sombra Del NogalHomenaje a Vicente Aleixandre.
La sombra del nogal es peligrosaTupido en el octubre como bveda
como cpula inmvil
nos cobija e invita
a su caricia fresca
y van cayendo frutos uno a uno
torturados cerebros nueces nueces
Por las noches
sombra de luna muerta de el nogal
y van sucidndose una a una
sus hojas quejumbrosas
y pies desconocidos invisibleslas huellan las quebrantan las sepultan
librndolas as
del torbellino elico
que azota a lo mortal abandonado
sobre la haz funesta de la tierra
impenetrable
Pero quin pasa quin posa?
De quin los pies piadosos redentores?
Las Tres Hermanas
Estabais las tres hermanas,
las tres de todos los cuentos,
las tres en el mirador
tejiendo encajes y sueos.
Y yo pas por la calle
y mir Mis pasos secos
resonaron olvidados
en el vesperal silencio.
La mayor mir curiosa,
y la mediana riendo
me mir y te dijo algo
T bordabas en silencio,
como si no te importase,
como si te diese miedo.
Y despus te levantaste
y me dijiste un secreto
en una larga mirada,
larga, larga Los reflejos
en las vidrieras borrosas
desdibujaban tu esbelto
perfil. Era tu figura
la flor de un nimbo de ensueo.
Tres erais, tres, las hermanas
como en los libros de cuento.
Letrilla De La Virgen MaraEsperando La Navidad
Cuando venga, ay, yo no s
con qu le envolver yo,
con qu.
Ay, dmelo t, la luna,
cuando en tus brazos de hechizo
tomas al roble macizo
y le acunas en tu cuna.
Dmelo, que no lo s,
con qu le tocar yo,
con qu.
Ay, dmelo t, la brisa
que con tus besos tan leves
la hoja ms alta remueves,
peinas la pluma ms lisa.
Dmelo y no lo dir
con qu le besar yo,
con qu.
Y ahora que me acordaba,
ngel del Seor, de ti,
dmelo, pues recib
tu mensaje: he aqu la esclava.
S, dmelo, por tu fe,
con qu le abrazar yo,
con qu.
O dmelo t, si no,
si es que lo sabes, Jos,
y yo te obedecer,
que soy una nia yo,
con qu manos le tendr
que no se me rompa, no,
con qu.
MadrigalA Juan Ramn Jimnez
Estabas en el agua
Estabas que yo te vi
Todas las ciudades
lloraban por ti
Las ciudades desnudas
balando como bestias en manada
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8/10/2019 Poemas de Gerardo Diego
9/12
A tu paso
las palabras eran gestos
como estos que ahora te ofrezco
Crean poseerte
porque saban teclear en tu abanico
Pero
No
T
no estabas all
Estabas en el agua
que yo te vi
No Verte
Un da y otro da y otro da.
No verte.
Poderte ver, saber que andas tan cerca,
que es probable el milagro de la suerte.
No verte.
Y el corazn y el clculo y la brjula,
fracasando los tres. No hay quien te acierte.
No verte.
Mircoles, jueves, viernes, no encontrarte,
no respirar, no ser, no merecerte.
No verte.
Desesperadamente amar, amarte
y volver a nacer para quererte.
No verte.
S, nacer cada da. Todo es nuevo.
Nueva eres t, mi vida, t, mi muerte.
No verte.
Andar a tientas (y era medioda)
con temor infinito de romperte.
No verte.
Or tu voz, oler tu aroma, sueos,
ay, espejismos que el desierto invierte.
No verte.
Pensar que t me huyes, me deseas,
querras encontrarte en m, perderte.
No verte.
Dos barcos en la mar, ciegas las velas.
Se besarn maana sus estelas?
NocturnoA Manuel Machado.
Estn todas
Tambin las que se encienden en las noches de
moda
Nace del cielo tanto humo
que ha oxidado mis ojos
Son sensibles al tacto las estrellas
No s escribir a mquina sin ellas
Ellas lo saben todo
Graduar el mar febril
y refrescar mi sangre con su nieve infantil
La noche ha abierto el piano
y yo las digo adis con la mano
NubesA Melchor Fernndez Almagro.
Yo pastor de bulevares
desataba los bancos
y sentado en la orilla corriente del paseo
dejaba divagar mis corderos escolares
Todo haba cesado
Mi cuademo
nica fronda del inviernoy el quiosco bien anclado entre la espuma
Yo pensaba en los lechos sin rumbo siempre
frescos
para fumar mis versos y contar las estrellas
Yo pensaba en mis nubes
olas tibias del cielo
que buscan domicilio sin abatir el vuelo
Yo pensaba en los pliegues de las maanas
bellas
planchadas al revs que mi pauelo
Pero para volares menester que el sol pendule
y que gire en la mano nuestra esfera armilar
Todo es distinto ya
Mi corazn bailando equivoca a la estrella
y es tal la fiebre y la electricidad
que alumbra incandescente la botella
Ni la torre silvestre
distribuye los vientos girando lentamente
ni mis manos ordean las horas recipientes
Hay que esperar el desfile
de las borrascas y las profecas
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8/10/2019 Poemas de Gerardo Diego
10/12
Hay que esperar que nazca de la luna
el pjaro mesas
Todo tiene que llegar
El oleaje del cine es igual que el del mar
Los das lejanos cruzan por la pantalla
Banderas nunca vistas perfuman el espacio
y el telfono trae ecos de batalla
Las olas dan la vuelta al mundo
Ya no hay exploradores del polo y del estrecho
y de una enfermedad desconocida
se mueren los turistas
la gua sobre el pecho
Las olas dan la vuelta al mundo
Yo me ira con ellas
Ellas todo lo han visto
No retornan jams ni vuelven la cabeza
almohadas desahuciadas y sandalias de Cristo
Dejadme recostado eternamente
Yo fumar mis versos y llevar mis nubes
por todos los caminos de la tierra y del cielo
Y cuando vuelva el sol en su caballo blanco
mi lecho equilibrado alzar al cielo.
Otra casa aventada
Tambin aqu me han aventado la casa.
No me dejaris una siquiera
de aquellas pocas de mis nacimientos
para que alguien pueda, al fin, vivirme,
renacerme,
despus que yo me muera?
Cmo saber dnde se nace
al amor, a la vida?
Fiebre de incubacin: por ella supe
que estabas otra vez naciendo.Pero no me obliguis a sealar:
aqu fue.
Ya que no me dejis portal y nido,
respetad mi leyenda.
Imprecisin, polmica os pido.
Palabras profticasHomenaje a San Juan de la Cruz
Arrastrar largamente la cola del desmayo
sin miedo a una posible rebelin de fragancia
Dejarse florecer durante el mes de mayo
de aleles las manos los ojos de distancia
Perdonar a la lluvia su vocacin profunda
su amor de las estatuas su modelado egregio
perdonarla aunque luego sepamos que se
inunda
de torsos mutilados el jardn del colegio
Olvidar los perfumes que lloran los colores
merecer los escorzos que renuevan el aire
Dimitir abdicar coronas y esplendores
corbatas fabulosas perdidas al desgaire
Porque querido amigo ya todo se compensa
mis deudas tus jazmines trastornos siderales
el muerto que se estira el caracol que piensa
y el ala de la trtola prolongando hospitales.
Penltima estacin
He aqu helados, cristalinos,
sobre el virginal regazo,muertos ya para el abrazo,
aquellos miembros divinos.
Huyeron los asesinos.
Qu soledad sin colores.
Oh, Madre ma, no llores.
Cmo lloraba Mara.
La llaman desde aquel da
la Virgen de los Dolores.
Quin fue el escultor que pudo
dar morbidez al marfil?
Quin apur su burilen el prodigio desnudo?
Yo, Madre ma, fui el rudo
artfice, fui el profano
que model con mi mano
ese triunfo de la muerte
sobre el cual tu piedad vierte
clidas perlas en vano.
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8/10/2019 Poemas de Gerardo Diego
11/12
PrimaveraA Melchor Fernndez Almagro.
Los das nios cantan en mi ventana
Las casas son todas de papel
y van y viven las golondrinas
doblando y desdoblando esquinas
Violadores de rosas
Gozadores perpetuos del marfil de las cosas
Ya tenis aqu el nido
que en la ms ardua gra se os ha construido
Y desde l cantaris todos
en las manos del viento
Mi vida es un limn
pero no es amarilla mi cancinLimones y planetas
en las ramas del sol
cuntas veces cobijasteis
la sombra verde de mi amor
la sombra verde de mi amor
La primavera nace
y en su cuerpo de luz la lluvia pace
El arco iris brota de la crcel
Y sobre los tejados
mi mano blanca es un hotel
para palomas de mi cielo infiel
ReflejosA Pedro Garfias
En este ro lcteo
los navos no suean sobre el lveo
Como un guante famlicoel da se me escapa de los dedos
Me voy quedando exhausto
pero en mi torso canta el mrmol
Una rueda lejana
me esconde y me suaviza
las antiguas palabras
Cae el lquido frtil de mi estatua
y los navos cabecean
amarrados al alba
RevelacinA Blas Taracena
Era en Numancia, al tiempo que declina
la tarde del agosto augusto y lento,
Numancia del silencio y de la ruina,
alma de libertad, trono del viento.
La luz se haca por momentos mina
de transparencia y desvanecimiento,
diafanidad de ausencia vespertina,
esperanza, esperanza del portento.
Sbito, dnde?, un pjaro sin lira,
sin rama, sin atril, canta, delira,
flota en la cima de su fiebre aguda.
Vivo latir de Dios nos goteaba,
risa y charla de Dios, libre y desnuda.
Y el pjaro, sabindolo, cantaba.
Ro Duero, Ro Duero
Ro Duero, ro Duero,
nadie a acompaarte baja,
nadie se detiene a or
tu eterna estrofa de agua.
Indiferente o cobarde
la ciudad vuelve la espalda.
No quiere ver en tu espejosu muralla desdentada.
T, viejo Duero, sonres
entre tus barbas de plata,
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas.
Y entre los santos de piedra
y los lamos de magia
pasas llevando en tus ondas
palabras de amor, palabras.
Quin pudiera como t,
a la vez quieto y en marchacantar siempre el mismo verso
pero con distinta agua.
Ro Duero, ro Duero,
nadie a estar contigo baja,
ya nadie quiere atender
tu eterna estrofa olvidada
sino los enamorados
que preguntan por sus almas
y siembran en tus espumas
palabras de amor, palabras.
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8/10/2019 Poemas de Gerardo Diego
12/12
Romance del Duero
Ro Duero, ro Duero,
nadie a acompaarte baja;
nadie se detiene a or
tu eterna estrofa de agua.Indiferente o cobarde,
la ciudad vuelve la espalda.
No quiere ver en tu espejo
su muralla desdentada.
T, viejo Duero, sonres
entre tus barbas de plata,
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas.
Y entre los santos de piedra
y los lamos de magia
pasas llevando en tus ondaspalabras de amor, palabras.
Quin pudiera como t,
a la vez quieto y en marcha,
cantar siempre el mismo verso
pero con distinta agua.
Ro Duero, ro Duero,
nadie a estar contigo baja,
ya nadie quiere atender
tu eterna estrofa olvidada,
sino los enamorados
que preguntan por sus almasy siembran en tus espumas
palabras de amor, palabras.
Romance del JcarA mi primo Rosendo
Agua verde, verde, verde,
agua encantada del Jcar,
verde del pinar serrano
que casi te vio en la cunabosques de san sebastianes
en la serrana oscura,
que por el costado herido
resinas de oro rezuman?;
verde de corpios verdes,
ojos verdes, verdes lunas,
de las colmenas, palacios
menores de la dulzura,
y verde ?rubor temprano
que te asoma a las espumas?
de soar, soar ?tan nia?
con mediterrneas nupcias.lamos, y cuntos lamos
se suicidan por tu culpa,
rompiendo cristales verdes
de tu verde, verde urna.
Cuenca, toda de plata,
quiere en ti verse desnuda,
y se estira, de puntillas,
sobre sus treinta columnas.
No pienses tanto en tus bodas,
no pienses, agua del Jcar,
que de tan verde te ailas,te amoratas y te azulas.
No te pintes ya tan pronto
colores que no son tuyas.
Tus labios sabrn a sal,
tus pechos sabrn a azcar
cuando de tan verde, verde,
dnde corpios y lunas,
pinos, lamos y torres
y sueos del alto Jcar?
Silencio
La voz, la blanca voz que me llamaba
ya apenas entre sueos la adivino.
Suena su son anglico
cada da ms tmido.
Bajo el agua del lago va enterrndose,
va hundindose en el fondo del abismo.
Los aos van tejiendo
densas capas de limo.
Ella se esfuerza por romper las ondas,
por dejar su cristal en mis odos.
Y yo apenas la escucho
como un leve suspiro.
Ms que la voz percibo ya el armnico.
Ya ms que timbre es vacilante espritu.
Me ronda, helado, mudo,
el silencio infinito
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