revista san josé obrero
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Parroquia San José Obrero
����-����
Amar, servir y proteger a la familia
Monseñor Dionisio Echagüe
Elizabeth Urbieta de Burró
Beatriz González de Bosio
Cesar Augusto Morra
Consejo de Redaccción
Cesar Augusto Morra
Olga Galarza viuda de Duarte
Graciela Ortíz
Alberta de Galarza
Aurora Orué de García
Víctorino Aseretto
Elida Tonina
Isabel Rivas de Lovera
Belén Medina
Herminia López viuda de Espínola
Teresita Génes de Fassardi
Imágenes
Gabriel Estigarribia Coronel
Fernando Doldán
Diseño y diagramación
Olga Galarza viuda de Duarte
Doña Alberta de Galarza
Doña Zoila viuda de Velázquez
Aurora Orué de García
Arminda Berendsohn
Padre César Martín
María Teresa Rivas
Isabel Rivas de Lovera
María Gloria Cuevas de González
María Gloria Crosa de González
Entrevistados
Número � - Año � - Parroquia San José Obrero
Asunción, diciembre de ����
Impresa en Paraguay
Lourdes Duarte Cazó
Imprenta Salesiana S. A.
Cuidado de la ediciónMyriam Aguilar
Ilustración de contratapa
Contenido
Presentación de párroco, Mons. Dionisio Echagüe 5
1 de mayo, día de San José Obrero 6
La Iglesia en el contexto internacional y nacional 8
Contexto histórico-religioso 10
Villa Morra hace un siglo 14
Inicios de la Parroquia 19
Algunos testimonios relacionados con los inicios de la Parroquia 20
Decreto de Erección Canónica de la parroquia de San José Obrero 22
Consagración del templo a San José Obrero 23
Año Jubilar 2012 25
Acción pastoral y social de la Parroquia 27
Testimonios y recuerdos 32
Conclusión 36
Galería de párrocos 37
Imágenes de año jubilar 38
Presentación
La memoria histórica de los cincuenta
años de nuestra Comunidad parroquial,
releída con los ojos de la fe, nos llena de
inmensa alegría, propia del “jubileo que
celebramos. Es el peregrinar, en la historia
de salvación, del pequeño pueblo de Dios,
que tuvo sus inicios en la creación del
«Centro de Orientación Cristiana San
José», en el barrio Villa Morra, por el año
����, siendo párroco de la Recoleta el
Padre Teódulo Velastiquí y el primer
presidente del Centro, el señor Eusebio
Marín, quienes iniciaron la construcción de
la comunidad de fieles y del templo
material. Después de veinte años de
trabajo conjunto de los párrocos de la
Recoleta y de los laicos del barrio, organi-
zados en una comisión central y subcomi-
siones pro construcción, de deportes, de
damas, de O.V.E, de Cáritas, de catequistas
y la creación de la Escuelita con más de ���
alumnos, nace la Parroquia San José
Obrero, por decreto del entonces
Arzobispo de Asunción, Monseñor Aníbal
Mena Porta, el �� de Febrero de año ����.
Esta recopilación de datos, saca-
dos de varias entrevistas a beneméritos
parroquianos y parroquianas, de los
archivos eclesiásticos y fotografías de
personas y eventos, que nos acercaron,
son testimonios vivos del caminar de
nuestra comunidad en estos cincuenta
años. Seguro que nos ayudan a reconstruir
la memoria histórica de la parroquia y, con
una seria reflexión a la luz de la fe, descu-
brir la mano de Dios que con su Espíritu
Santo animaba la pastoral para el creci-
miento comunitario hasta hoy y los
grandes desafíos para el futuro.
Me llena de inmensa alegría
celebrar este año de gracia jubilar, como
párroco de San José Obrero y lograr, en
estos casi diez años como pastor de la
misma, los grandes objetivos arquidioce-
sanos que son: - «organizar la pastoral
parroquial en clave de pequeñas comuni-
dades eclesiales…»; - «la pastoral familiar»;
y – «la conciencia ciudadana». Son, como
recoger los frutos de lo sembrado en
tantos años, las diez comunidades vecina-
les de adultos, nueve de jóvenes, que
dinamizan la parroquia, la catequesis
familiar, el Proyecto Esperanza (atención a
niños en situación de riesgo) y la participa-
ción en manifestaciones ciudadanas.
Además, esta celebración es la
expresión de gratitud, en primer lugar a
Dios, que por intercesión de San José
Obrero, nos llena con sus dones, en
segundo lugar a los sacerdotes diocesanos
y en especial a los padres de la congrega-
ción del Espíritu Santo, quienes sirvieron
de corazón con sus distintos carismas.
Gracias también a tantos parroquianos
consientes de su pertenencia y correspon-
sabilidad, quienes hicieron posibles la
iglesia parroquial, San José Obrero,
dispuesta a enfrentar los nuevos desafíos
de la modernización del barrio Villa
Morra.
Mons. Dionisio Echagüe
5
6
El primero de Mayo, la Iglesia católica
toma la figura de San José Obrero y la
celebra como el Patrono de los trabajado-
res y de la familia.
De oficio carpintero, profesión que
enseñó a su hijo y de extracción humilde,
aunque las genealogías de Mateo �:�-�� y
Lucas �:��-��, lo presentan como descen-
diente del Rey David. Se acepta que José de
Nazaret murió cuando Jesucristo tenía ya
más de �� años, antes del inicio de su
predicación. En efecto, el Evangelio de
Lucas menciona a «los padres» de Jesús
cuando éste ya cuenta con �� años (Lucas
�:��-��), pero no se menciona a José de
Nazaret en los Evangelios canónicos
durante el ministerio público de Jesús, por
lo que se presume que murió antes de que
éste tuviera lugar. Como padre responsa-
ble de su familia pone a ésta a resguardo de
la persecución de Herodes el Grande que
había ordenado matar a los niños menores
de dos años de Belén y de toda la comarca,
José toma al Niño Jesús y a María y huye a
Egipto (Mateo �:��-��). Al morir Herodes,
José regresa de Egipto, con el niño y su
madre, pero no se establece en Judea por
miedo a Arquelao, el hijo de Herodes el
Grande, sino que, se muda a Nazaret
(Mateo �:��-��), lugar que, según recientes
descubrimientos arqueológicos, era
entonces una pequeña aldea con casas
muy humildes adyacentes a cuevas
rocosas y donde antes vivía María, según
Lucas �:��-��. En efecto, allí, en Nazaret,
aquel pequeño poblado situado en las
últimas estribaciones de los montes de
Galilea, residió aquella familia excelsa. Y allí
es donde José, viviendo en parte en un
taller de carpintero y en parte en una casita
semiexcavada en la ladera del monte,
desarrolla su función de cabeza de familia.
Como todo obrero, debe mantener a los
suyos con el trabajo de sus manos: toda su
fortuna está radicada en sus brazos, y la
reputación de que goza está integrada por
su probidad ejemplar y por el prestigio
alcanzado en el ejercicio de su oficio.
Debido a su trabajo de carpintero
es considerado patrono del trabajo,
especialmente de los obreros, por dicta-
men de , como dijo a los Pío XII en ����
obreros reunidos aquel día en la Plaza de
San Pedro — «el humilde obrero de Naza-
ret, además de encarnar delante de Dios y
de la Iglesia la dignidad del obrero manual,
sea también el próvido guardián de
vosotros y de vuestras familias», dándole
además connotación cristiana a la efeméri-
de del Día internacional de los trabajado-
res en recuerdo a los mártires de Chicago,
cuando a finales del S. XIX, un � de Mayo,
una sangrienta represión dejó muchos
mártires en recuerdo de los cuales, en todo
el mundo se festeja el día del trabajador,
excepto en Estados Unidos, que tiene su
Labor Day, el primer lunes de Setiembre y
que significa el inicio tanto del año escolar,
1 de mayo, día de San José Obrero
7
como de las actividades empresariales.
La fecha del uno de Mayo fue toma-
da por la Internacional Socialista como em-
blemática de la clase trabajadora y luego
los gobiernos comunistas la utilizaban para
grandes desfiles militares demostrativos
del poder de las democracias populares.
Dada la importancia creciente de
esa fecha en las efemérides políticas y su
creciente apoyo entre los trabajadores prin-
cipalmente al terminar la segunda Guerra
mundial en ���� e iniciarse la reconstruc-
ción de Europa, movió a la iglesia a enfren-
tar ideológicamente a la que parecía una
ola inevitable, y ominosa.
El Papa Pío IX lo proclamó Patrono
de la Iglesia universal en ���� y en ���� el
papa Juan Pablo II le dedicó una exhorta-
ción apostólica: , «Redemptoris Custos»
señalando que los hombres descubren
pronto la cruz en su trabajo.
La Iglesia Católica ha declarado a
San José Obrero también protector contra
la duda y el Papa Benedicto XV lo declaró
además patrono contra el comunismo y
la relajación moral.
San José Obrero, ha sido proclama-
do patrono de América, China, Canadá, Co-
rea, Austria, Bélgica, Bohemia, Croacia, Pe-
rú, Vietnam. Es interesante señalar que al-
gunos municipios del Paraguay celebran el
� de Mayo la festividad de San José Obrero
Santo Patrono de Edelira, Capitán Miranda,
Cambyretá, Ñacunday, Yguazú, Nueva Espe-
ranza y otras localidades.
La Iglesia en contexto internacional y nacional
El Paraguay en el momento de creación
de la Parroquia de San José Obrero, se
encontraba bajo un gobierno militar y en el
marco internacional el contexto conocido �como la Guerra Fría . El mundo bipolar, en
donde dos superpotencias deseaban im-
plantar su modelo de gobierno, - el bloque
occidental-capitalista, liderado por Esta-
dos Unidos, y e l b loque oriental -
comunista, liderado por la Unión Soviética
– enfrentados a los niveles político, ideoló-
gico, económico, tecnológico, militar e in-
formativo.
Paraguay formó parte del bloque
occidental, liderado por los Estados Uni-
dos, y eso generó la multiplicación de los
empréstitos internacionales y programas
de ayuda gubernamental que se fueron tra-
duciendo en proyectos de incentivo de la
productividad económica por medio de la
construcción de infraestructura y fortaleci-
miento de la producción agrícola, base tra-
dicional del sustento económico de la po-
blación. Con el tiempo se fue consolidando
un control sobre la sociedad en el marco de
la Doctrina de la Seguridad Nacional que
� Enfrentamiento que tuvo lugar durante el siglo XX, desde ���� (fin de la Segunda Guerra Mundial hasta el fin de la
Unión Soviética y la caída del comunismo que se dio entre ���� (inicio de la Perestroika) y ���� (Caída del Muro de
Berlín) y ���� (disolución de la Unión Soviética). La perestroika era el revisionismo del sistema político de la URRSS,
iniciado por Mijaíl Gorbachov
8
sería avalada por legislación especial para
ello. Un estado de sitio preventivo reino por
mucho tiempo que avalaría la represión a
cualquier movimiento o actitud de resis-
tencia.
La fundación de la Parroquia San
José Obrero, coincidía al mismo tiempo
con el primer presidente católico en los
Estados Unidos, elegido en ����, John F.
Kennedy que se convirtió en el tercer
presidente más joven de su país, después
de Theodore Roosevelt. Ejerció como
Presidente desde ���� hasta su muerte en
����. Durante su gobierno tuvo lugar, la
invasión de Bahía de Cochinos, la crisis de
los misiles de Cuba, la construcción del
Muro de Berlín, el inicio de la carrera
espacial, la consolidación del Movimiento
por los Derechos Civiles en Estados Unidos,
liderados por Martín Luther King, así como
los primeros eventos de la Guerra de
Vietnam.
Se implemento el programa Alianza
para el Progreso para América Latina, cuyo
origen está en la propuesta oficial del
Presidente Kennedy, en su discurso del ��
de marzo de ���� ante una recepción en la
Casa Blanca para los embajadores latinoa-
mericanos. Este plan duraría �� años. Se
proyectó una inversión de ��.��� millones
de dólares. Sus fuentes serían los EE.UU.
por medio de sus agencias de ayuda, las
agencias financieras multilaterales (BID y
otros) y el sector privado canalizados a
través de la Fundación Panamericana de
Desarrollo. Detalles posteriores fueron
elaborados en la reunión del � al �� de
agosto de en Punta del Este del Consejo
Interamericano Económico y Social (CIES)
de la OEA. La Declaración y la Carta de
Punta del Este fueron aprobadas por todos
los países salvo Cuba que se opuso.
La negativa de Cuba respondía al
hecho de que la Alianza para el Progreso se
creó como una forma de contrarrestar la
influencia de su revolución y apoyar
medidas más reformistas. Las principales
medidas eran una reforma agraria en
función de mejorar la productividad
agrícola, libre comercio entre los países
latinoamericanos, modernización de la
infraestructura de comunicaciones, reforma
de los sistemas de impuestos, acceso a la
vivienda, mejorar las condiciones sanitarias
para elevar la expectativa de vida, mejora en
el acceso a la educación y erradicación del
analfabetismo, precios estables y control de
la inflación y cooperación monetaria.
«Kennedy proclama que los
derechos del hombre provienen de Dios y
no del Estado y anuncia su decisión de
ayudar a quienes viven en chozas y aldeas
a liberarse de la miseria, con la idea de que
“si una sociedad no puede ayudar a los
muchos que son los pobres, tampoco
puede salvar a los pocos que son los ricos».
Señalaba que los países americanos son
productos de la común lucha contra el
régimen colonial, iniciada en los tiempos
de la Revolución de la Independencia que
continua todavía. El progreso económico y
la justicia social son los objetivos actuales
de esta lucha, para que los hombres y
mujeres de América Latina no padezcan en
el futuro como sufren en los tiempos
presentes, hambre y pobreza. Kennedy
propuso a este efecto realizar en Latino-
américa la revolución que permita a los
pueblos una vida digna en que la libertad
política sea acompañada por el cambio
social, mediante la reforma tributaria y la
reforma agraria. Cambio social con libertad
política, fue la fórmula planteada para
proseguir la Revolución Americana iniciada
con la declaración de la independencia de
sus pueblos. Esta Alianza para el Progreso
ofrecida por el Presidente de los Estados
Unidos de América tuvo un profundo eco
9
en el hemisferio occidental.
Un rayo de luz de esperanza
ilumino fugazmente el obligado camino de
transito futuro de sus pueblos. En Costa
Rica dirigentes políticos democráticos
latinoamericanos suscribieron el �� de
Marzo de ���� un mensaje dirigido a
Kennedy conocido con el nombre de la
«Declaración de San José», de adhesión a la
Alianza propuesta.
Probablemente el deceso del
Presidente Kennedy, hizo que no se
fortalecieran y consolidaran estos proyec-
tos que en su esencia eran promisorios
para nuestros países. Por otro lado cada
pueblo debe ser sujeto de su destino, a
partir de sus convicciones y valores
reclamando sin tutelajes sus legítimos
derechos a las autoridades que rigen los
estados, y en quienes se delegó el poder a
través del sufragio, en el marco de sistemas
democráticos, que no eran precisamente
así, en esa hora latinoamericana. La guerra
fría instaló dictaduras militares avaladas
por Estados Unidos, y el 'Macartismo', se
instaló muy fuertemente en nuestras �sociedades .
La Iglesia Católica ha ejercido un rol
muy trascendente en la historia de nues-
tros pueblos latinoamericanos. Hubo un
sentido misional en la conquista de
América. (y esto se entiende en el marco de
la solidez de la base religiosa de la concien-
cia social en la España del Medioevo).
La Iglesia también jugó un rol
importante en el campo educativo. La
educación estuvo en manos de la Iglesia
por mucho tiempo; el sacerdote siempre
fue una figura de gran predicamento en las
comunidades. El planteamiento de una
educación laica en nuestros países es muy
posterior.
Sabemos que la labor de la Iglesia
Católica muchas veces suple al Estado. La
religión católica apostólica romana es
parte de nuestra cultura raigal. La iglesia es
una institución que afecta a toda la socie-
dad y engloba a todo el quehacer nacional.
Manifiesta la tendencia a buscar un
compromiso y adaptarse a la cultura que la
acoge.
En ese contexto la Iglesia católica
en el Paraguay ha tenido un gran protago-
nismo a través de su Curia y su Episcopado.
Por citar algunos - entre muchos otros - las
figuras de Juan Sinforiano Bogarín, Ramón
Bogarín Argaña, la de Ismael Rolón o Aníbal
Maricevich, Obispo de Concepción, han
dejado una huella profunda en la memoria
colectiva nacional. En el marco de la
Parroquia San José Obrero se encuentran
innumerables sacerdotes extranjeros que
han consagrado sus vidas, con su ministe-
rio eclesial y educativo. Los Sacerdotes de
Trinidad Tobago José Harris y Felipe
Howard y Philie Mushall, misionero
alemán.
2 Mac Carthy, Senador Americano que perseguía la doctrina comunista.
10
Contexto histórico-religiosoLa Iglesia católica en el Paraguay cumple un
rol fundamental de evangelización y
magisterio, desde los inicios de la conquis-
ta pues la educación se hallaba práctica-
mente en manos de los clérigos.
Sacerdotes de distintas órdenes, se
involucran en magna tarea que deja
fecundos frutos, pues hasta hace de
pacificadora en el encuentro de esas dos
culturas, dos humanismos en la primera
hora de la conquista.
Durante el Siglo XIX la iglesia sufre
un retroceso con el largo período de
gobierno del Dr. José Gaspar Rodríguez de
Francia que persigue a la institución,
disuelve las comunidades religiosas e
intenta imprimir una laicización de la
sociedad.
Don Carlos Antonio López, recupe-
ra el Patronato Regio y nombra Obispo a su
hermano Basilio López y como creyente
cuida los hábitos de moral cristiana en la
sociedad paraguaya.
La guerra de la Triple Alianza
significó una interrupción en el proceso
paraguayo que casi deja de existir como
república soberana. Cinco años de lucha
desigual dejan al país devastado con gran
merma de su población masculina. El clero
paraguayo se hallaba integrado por un
centenar de sacerdotes al estallar la
guerra, varios de estos fallecieron en los
campos de batalla, mientras oficiaban de
capellanes del ejército, o por pestes y
hambre.
En la post guerra se sanciona la
Constitución del ��, para intentar institu-
cionalizar la república y prácticamente
volver a empezar. La figura de Juan Sinfo-
riano Bogarín, merece una mención
especial, un sacerdote de la post guerra,
pues había nacido en ����, consagrado
obispo en ���� por el Prelado Salesiano
Monseñor Luis Lasagna. Asume muy joven
el Obispado, y le aguardaba una gran tarea.
Su gran dominio del idioma guaraní llegaba
al alma de la gente. Su labor marcó profun-
damente a su pueblo y fueron célebres sus
cartas pastorales.
El Paraguay en la década del �� se
venía reponiendo de la sangrienta Guerra
Civil de ���� donde la Iglesia asumió el
papel de pacificadora y mediadora de los
bandos enfrentados. Se iniciaba un
gobierno que iba a durar más de tres
décadas y que tuvo que enfrentar en ���� y
�� una fuerte huelga obrera, y en ���� y ��
una huelga estudiantil.
Como el país se iba pacificando
lentamente y su población crecía, se fueron
consolidando nuevos barrios en la capital
del país. Uno de estos en las afueras de la
ciudad entonces, y casi un centro fabril por
la ubicación de industrias textiles. Poco a
poco los obreros necesitaban adquirir sus
viviendas en la cercanía dada la poca oferta
de transporte público. Una vez aglutinada
una suficiente cantidad de viviendas y
familias se hizo necesario un centro
religioso lo que se convertiría más adelante
en la PARROQUIA DE SAN JOSÉ OBRERO,
hito de de convergencia cristiana y como
polo de desarrollo barrial.
Una feliz coincidencia hizo que la
consolidación de la Parroquia San José
Obrero coincidiera el mismo año emble-
mático del Concilio Vaticano II.
El Concilio Vaticano II convocado por el
papa Juan XXIII, en el mes de Enero de ����
y realizado en ����, fue uno de los más
importantes eventos históricos del Siglo
XX.
Se pretendió que fuera un aggior-
namento o puesta al día de la Iglesia
11
católica, renovando los elementos que más
necesidad tuvieran de ello, revisando el fon-
do y la forma de todas sus actividades. Pre-
tendió proporcionar una apertura dialo-
gante con el mundo moderno, actualizan-
do la vida de la Iglesia, incluso con nuevo
lenguaje conciliatorio frente a problemas
actuales y antiguos.
En el marco latinoamericano, el
Concilio Vaticano II es asimilado en Améri-
ca Latina a partir de la Conferencia de Me-
dellín a finales de los ��. La Lógica del Con-
cilio entra a América Latina a través de la
Encíclica Gaudium et Spes y continúa con la
Populorum Progressio hasta Puebla en
����. La Iglesia latinoamericana era una
Iglesia dependiente – reflejo - que recién en
los albores del Concilio comienza a actuar
partiendo de sí misma. Justamente en ese
período se fundan las Conferencias Episco-
pales en América Latina. La primera en Bra-
sil en los ��, con Helder Cámara a la cabeza, �Obispo de Recife .
Con Vaticano II, la Iglesia trasciende
la reforma protestante y el iluminismo secu-
lar. La iglesia tenía que reasumir el conjun-�to de la modernidad .
Por otro lado durante casi un siglo
desde la revolución de Octubre de ����, el
marxismo es el enemigo histórico principal
de la Iglesia, por la naturaleza atea de esta
ideología. La Iglesia ha elaborado críticas
demoledoras de sus fundamentos teóricos
que culminaban el recorrido del marxismo
en totalitarismo.
Lo que torna realmente significati-
vo y movilizante al marxismo en América La-
tina es la revolución cubana. «Cuba es el sím-
bolo de la retirada española y del avance del
imperialismo estadounidense sobre América
Latina. De allí su enorme valor simbólico y la �fuerza movilizante que irradió» .
La Encíclica Mater et Magistra (Madre
y Maestra) del Papa Juan XXIII que fue pro-
mulgada el �� de mayo de ����, y trata del
desarrollo de la cuestión social a la luz de la
Doctrina Cristiana. Fue anunciada el día an-
terior ante miles de personas en un discur-
so dirigido «a todos los trabajadores del mun-
do». Juan XXIII, advierte que la cuestión so-
cial tiene una dimensión mundial y que así
como se puede hablar de personas pobres,
también se ha de hablar de sectores pobres y
naciones pobres. El desarrollo de la historia
muestra cómo las exigencias de la justicia y
la equidad atañen tanto a las relaciones en-
tre trabajadores dependientes y empresa-
rios o dirigentes, como a las relaciones en-
tre los diferentes sectores económicos, y
entre las zonas económicamente más desa-
rrolladas y las zonas económicamente me-
nos desarrolladas dentro de una misma na-
ción; y, en el plano mundial, a las relaciones
entre países en diverso grado de desarrollo
económico-social.
Sostiene que la justicia y la equidad
exigen que los poderes públicos actúen para
que las desigualdades entre zonas económi-
camente más desarrolladas y menos desarro-
lladas sean eliminadas o disminuidas y en las
zonas menos desarrolladas se aseguren los
servicios públicos esenciales.
Reafirma el carácter de «derecho
natural» de la propiedad privada y también
de su efectiva difusión entre todas las cla-
ses sociales: La dignidad de la persona hu-
mana exige normalmente, como fundamento
� Helder Cámara, participó en Vaticano II, Medellín y Puebla. Fue gran promotor del CELAM.� Vaticano II supera la modernidad por primera vez, lo dice Methol Ferre, pensador católico en sus múltiples refle-
xiones sobre realidad latinoamericana.� Ferre, Methol - Alver Metalli ����. La América Latina del siglo XXI. Editorial Edhasa. Uruguay.
12
natural para vivir, el derecho al uso de los
bienes de la tierra, al cual corresponde la
obligación fundamental de otorgar a todos,
en cuanto posible sea, una propiedad
privada.
Enfatiza en el derecho de los trabaja-
dores de sindicalizarse y en la necesidad de
que los estén de acuerdo con la dignidad
humana del trabajador y de su familia, con la
aportación efectiva del trabajador la
posibilidad económica de la empresa y la
situación económica general.
Juan XXIII sostiene que una econo-
mía justa no sólo depende de la abundan-
cia y distribución de bienes y servicios sino
que incluye el papel de la persona humana
como sujeto y objeto del bienestar. Propone
la cristianización de la familia, la empresa y
la sociedad; la vocación de la Iglesia y de
cada cristiano es superar la excesiva desigual-
dad entre los distintos sectores de la sociedad
y resistir los procesos económicos y políticos
que ponen en peligro la dignidad humana y la �libertad .
Las sabias reflexiones de Juan XIII,
se adelantaban a los acuciantes problemas
que se cernían sobre la humanidad y la
polarización social a partir de la mundiali-
zación económica. Estos temas fueron el
hilo conductor de las Cartas Pastorales de
la Iglesia a lo largo de los años, abordados
en las parroquias del país, en el marco de la �evangelización .
Medellín, Puebla y otras Conferen-
cias Generales del Episcopado Latinoame-
ricano, fueron de gran significación para la
Iglesia Latinoamericana y Paraguaya.
(����) tuvo por tema Medellín
global: la Iglesia en la actual transforma-
ción de América Latina, a la luz del Concilio.
Sin duda sobre Medellín influyó mucho la
pobreza tan extrema de tanta gente, por lo
que en las conclusiones destacó, entre los
temas principales, la preocupación por los
pobres, la que después se conocería como
«opción preferencial».
Poco después, surgió la llamada
Teología de la Liberación. Que fue un
esfuerzo sintetizador genuinamente
latinoamericano que elabora toda una
estructura teológica a partir de la praxis y
descubre que sus problemas centrales se
encuentran en el diario avatar de la calidad
de vida de la población agrícola-rural. Por
vez primera, el tema de la pobreza, la
escasez de recursos y la baja calidad de
vida se erigieron en ejes centrales de la
religiosidad y su solución se convirtió en
tema obligado de homilías, reflexiones y
Tratados. Sus grandes propulsores fueron
los sacerdotes Gustavo Gutiérrez (Perú) y �Leonardo Boff (Brasil) .
(����) La Conferencia de Puebla
aclaró, que la opción preferencial por los
pobres era importante, pero no era
«exclusiva ni excluyente» y remarcó que la
liberación era «integral» como ya lo había
expresado Medellín. No puede la Iglesia
ocuparse en primer lugar de la pobreza
económica, de la liberación económica,
sino de lo espiritual - religioso y junto a esta
realidad primordial y trascendente, debe
también hacer todo lo posible para solucio-
nar la pobreza económica. Ambas son
liberación - redención. Por ello en Santo
Domingo, sin dejar de lado Medellín, se
resalta la persona de Cristo «ayer, hoy y
siempre». Sin Cristo no hay liberación
� Encíclica Mater et Magister.� Bosio, Beatriz, Mary Monte. ����. Cincuentenario de la Universidad Católica (obra inédita).
� González de Bosio Beatriz IGLESIA CATOLICA Y ESTADO (Reflexión) Paíma jhei…. Artículo publicado en ABC Color,
����.
13
eterna, que es la principal liberación
también para los pobres.
Hoy influye más el secularismo
materialista que propugna el consumismo
y es o ateo o agnóstico. Por todo eso
debemos tener un pensamiento de
conjunto que lea Medellín con Puebla;
Santo Domingo y últimamente Aparecida.
Así encontraremos los principios que nos
permiten comprender que Cristo está
siempre y que él es, quien realiza la verda-
dera liberación integral.
Las Conferencias Generales del
Episcopado Latinoamericano constituyen
hitos fundamentales en el peregrinar del
Pueblo de Dios en América Latina. Son
jalones importantes en el proceso de
autoconciencia de la Iglesia en el desplie-
gue de su misión en la historia de los
pueblos que van desde el río Grande hasta
la Tierra del Fuego. No cabe duda que han
marcado de manera profunda la vida de la
Iglesia durante la segunda mitad de este
siglo XX que ya terminó. Claramente
inscritas dentro del gran cauce de renova-
ción que se expresa en el Concilio Vati-
cano II.
14
Estoy seguro que muchos de los que
viven en Villa Morra hoy, ni pueden
sospechar lo que era hace unos �� años, es
decir medio siglo. Es mucho tiempo para
los más jóvenes y poco para los de mayor
edad. Lastimosamente, ya no estoy entre
los primeros, por lo que puedo acordarme
cuando siendo muy pequeño con mis
hermanitas recorríamos una gran propie-
dad en la que vivíamos, una verdadera
quinta que ocupaba un par de manzanas a
la altura de las actuales calles Guido Spano
y Senador Long.
El arroyo Mburicaó-mí la cruzaba y
mi padre se ufanaba de tener una playa de
arena lavada cuidada como ninguna otra.
Por supuesto, los fines de semana la quinta
se llenaba de amigos, tíos, primos, compa-
ñeros, vecinos y todos disfrutábamos
como nadie de ese paraíso, sin ninguna
idea ni medida del tiempo y el espacio.
Esa era la Villa Morra de finales de
los años ��, al borde de los ��, para que nos
parezca más cercana.
Un día, según cuentan, mi madre le
insinuó a mi padre y más que eso le rogó,
mudarnos a Asunción porque ella estaba
cansada de vivir en el campo. No le faltaba
razón. En el mismo gran patio de la casa,
había una simpática colección de ovejitas,
una cabra llamada Aurora, un avestruz y
varios conejos, además unos gansos que
siempre estaban junto al arroyo. No
faltaban los canarios, un papagayo y un
palomar. Todo al cuidado de un par de
grandes perros, buenos amigos del
hombre.
Es probable que de mudarnos, mi
madre iba a dejar de disponer la atención
de todo esto, para pasar a ordenar las
cosas de la vida diaria de manera más
simple y diferente.
Villa Morra ha cambiado substancialmente
en los últimos veinte años hasta transfor-
marse en lo que es hoy, el nuevo centro de
Asunción. Es un barrio con historia propia y
nervio motor de un sector de la ciudad que
ha consolidado su espíritu y estilo propio
también.
En aquellos años, no tan lejanos,
insisto para así sentirme más joven, vagar
en bicicleta por las calles de tierra, dejarla
recostada en algún alambrado de una
pequeña granja o ir a buscar leche a un
tambo eran cosas de todos los días.
Arq. César Augusto Morra
Antigua calle Guido Spano y Senador Long. ����. Gentileza
del Arq. Augusto Morra
Villa Morra hace un siglo
15
Terminada la guerra de la triple alianza, el
Paraguay ofrecía un aspecto desolador.
Levantar esta nación diezmada exigía
mucho esfuerzo, trabajo, pero sobre todo
era imprescindible insuflar en el ánimo de
la gente un nuevo espíritu de fe, optimismo
y fortaleza, al parecer imposibles.
El historiador Alfonso R. Campos
escribió en el diario ´El País´ el �� de abril
de ����, una verdadera elegía a la partici-
pación y labor desinteresada de muchos
extranjeros en la reconstrucción del
Paraguay doliente después de la guerra del
��. Citaba entre otros a Stewart, Campos,
Morra, Andreuzzi, Vallory, Hopkins, Díez
Pérez, Candia, García Rubió y Lofruscio,
quienes se constituyeron en los símbolos y
pilares que dieron fortaleza a esta obra
magna en la que todos estaban empeña-
dos.
A Morra, Francisco Morra, lo
conozco bastante bien. Es mi bisabuelo y
algo de su vida debo contar aquí pues es el
fundador hace ��� años de la Villa Morra,
un poblado, un pequeño pueblito anclado
en los bosques de esta parte y entonces
muy alejado de la capital, lejos en el tiempo
y la distancia que se debía recorrer con
pobres medios de transporte, práctica-
mente sin caminos.
Morra era italiano, nacido el �� de
abril de ���� en Cerignola, provincia de
Foggia en la Italia meridional, abierta al
mar Adriático. Había venido a América con
los ejércitos de Garibaldi, para combatir en
las guerras que se disputaban estos países
en la parte de Porto Alegre, el Uruguay y el
Río de la Plata. Era médico recibido en la
Universidad de Nápoles en ����.
Así, en tal carácter al final de la
guerra de la triple alianza fue reclutado por
el ejército argentino y poco después quedó
en el hospital de la Villa Occidental, la
actual Villa Hayes, territorio que nos fue
devuelto por el laudo arbitral del Presiden-
te Hayes de los Estados Unidos.
Enamorado del Paraguay, quedó
aquí para siempre, formó su familia y dio lo
mejor de su vida a este país al que abrazó
como suyo propio. Fue uno de los fundado-
res del Hospital de Caridad, hoy de Clínicas
y su Director, ejerciendo la medicina como
servicio social en un sinnúmero de institu-
ciones nacionales como Director de la
Asistencia Pública, además del Leprocomio
Santa Isabel, el Manicomio Nacional, el
cuerpo de Policía y otras organizaciones
extranjeras de servicio como la Societá
Italiana de Socorros Mutuos y la Margheri-
ta de Savoia, actividad que cumplió sin
interrupciones hasta el día de su muerte
ocurrida el �� de diciembre de ����.
Pero ¿cómo empezó esta historia?
Francisco Morra 1901
16
Igual de activo como hombre de
empresa, por concesión del Gobierno,
estableció la línea de tranvías a mulitas
desde la plaza Uruguaya y luego desde el
puerto a la estación, de la curva San Miguel,
donde organizó los talleres que existen
hasta hoy, a la Recoleta y más tarde la
extendió hasta sus tierras, Villa Morra,
lugar en donde tuvo la ocurrencia de
formar el pueblito que fue conocido por
años como el pueblito del Doctor Morra.
Desde los talleres San Miguel la
línea salió hasta su primera propiedad
´Villa Caprera´ frente a lo que es hoy el club
Olimpia. Y este lugar se inmortalizó en el
tiempo, como Para �, la primera parada de
la nueva línea de tranvías en medio de los
bosques. Hasta el Olimpia quedó converti-
do años más tarde en el club de Para �.
Luego siguió hasta la Recoleta,
numerándose las paradas cada cien
metros aproximadamente, hasta la � al
borde del Mburicaó, punto final por un
tiempo, conocido como el lugar de las
mulas, lo que hoy sería la Iglesia del Buen
Pastor en frente a la plaza José Asunción
Flores.
En circunstancias que el gobierno
del presidente Patricio Escobar disponía la
venta de tierras públicas para hacer frente
a las deudas de guerra y contando con la
oferta de otras fracciones particulares, el
doctor Morra de a poco llegó a consolidar
una propiedad de gran superficie, unas ���
hectáreas desde la Recoleta al este, hasta la
calle San Martín y desde las Palmeras al sur,
hasta la calle Lillo al norte.
Trazó el plano del pueblo y diseñó
el centro cívico y comercial, que hoy más de
un siglo después, sigue siendo el núcleo de
la vida en los alrededores de la plaza
Infante Rivarola, antes conocida como
Naciones Unidas.
A las calles las denominó según la
actividad que allí se irían a desarrollar. ´De
la Panadería´, ´Del Mercado´, ´De la
Herrería´, ´Del Gallinero´ o con nombres
poéticos, ´De los Pocitos´, ´De las Aventu-
ras´, ´De la Luna´ o ´De las Palmeras´, que
es la única que conserva el nombre original
de aquella época.
Estación de tranvías de Villa Morra 1888. Actual
manzana del shopping Villa Morra
17
En la esquina de la plaza, avenida
Mariscal López y Teniente Zotti, antes
avenida Morra y calle De la Herrería, el � de
febrero de ���� en presencia de autorida-
des se colocó la piedra fundamental de lo
que sería esa pequeña ciudad, casi de
juguete, que sin embargo tendría su hotel,
mercado, granjas, huertas, zona balnearia
sobre el arroyo y también su periódico ´El
Progreso´, la escuela, la estación y después,
central de correos, teléfonos, telégrafo,
comisaría y juzgado.
Allí mismo, al borde de la plaza
núcleo del pueblo, en lo que es hoy el
Shopping Villa Morra, se construyó la
primera estación de tranvías y desde
entonces Villa Morra y Asunción permane-
cieron unidas… para siempre. El tranvía fue
desde el inicio la razón de ser de Villa
Morra.
Tan organizado y eficiente era el
sistema de transporte que en un librito al
que accedían los pasajeros estaban
indicados los itinerarios, las tarifas y
horarios con exactitud como si fueran
trenes suizos. Precavidos también mante-
nían una leyenda escrita en el mismo libro:
´en caso de necesidad, los pasajeros están
obligados a tirar del tramway, sin distinción
de clase y sexo´. Buen modo de asegurarse
el llegar a destino.
No habría una iglesia, aún recono-
ciendo su importancia en el trazado
urbanístico de los pueblos, porque ya
existía la de la Recoleta. Siendo imposible
competir con ella, desde allí se trazó el
camino principal hasta la estación y la plaza
en el corazón del pueblo. Esta es la actual
avenida Mariscal López, llamada avenida
Morra por los habitantes, anteriormente
verdadero eje del poblado y receptor de
todas las comunicaciones del actual barrio.
Son en sentido oeste-este, trece
cuadras desde la Recoleta, puerta de
entrada al poblado al que se accedía desde
la avenida España (camino a Luque), hasta
República Argentina-San Martín, la antigua
calle Laureles.
Estas ��� manzanas fueron planea-
das, urbanizadas y loteadas. Pero el centro
que estaba conformado por unas nueve
manzanas quedó intacto a lo largo de los
años. Se habían reservado catorce manza-
nas para espacios públicos, plazas y
parques, como mandaba la ley, las buenas
costumbres y las normas del urbanismo
moderno. Qué ironía, casi todas se han
perdido en el tiempo.
En el sitio, las áreas privilegiadas
hacia los extremos, las alturas en los
bordes al norte y al sur y el eje que corre en
ambas márgenes del arroyo, llenas de una
esplendorosa vegetación otorgaron a Villa
Morra el encanto y frescura particular que
fue la marca de su jerarquía y sugestión.
Mediante arduas gestiones el
doctor Morra consiguió que el Gobierno
Nacional facilitara pasajes para unas
treinta familias italianas cuyos miembros
fueron los primeros habitantes de la Villa
Morra.
En un censo realizado el primer
año después de su fundación, en ����,
aparecían ��� personas afincadas, de las
cuales ��� eran hombres y �� mujeres, lo
que hace suponer que la mayoría estaba
vinculada a los trabajos de construcción y
formación del pueblo, reservándose a las
mujeres las imprescindibles tareas de
asistencia. De la cifra total de habitantes,
��� eran extranjeros.
En uno de los extremos de la Villa
Morra de siempre, casi al borde la calle
Lillo, la pequeña Iglesia de San José Obrero,
al inicio de su historia, aparecía como un
pequeño oratorio y con el paso del tiempo
fue abriéndose paso en el corazón del
nuevo barrio. Hoy los límites de Villa Morra
18
no son los originales. Ha pasado a ubicarse
por razón del reglamento municipal
solamente al norte de la avenida Mariscal
López perdiendo gran parte de sus anti-
guos dominios. Ha ganado otro poco,
alcanzando desde Lillo a la avenida España.
Esta fracción de tierra, hoy más
pequeña, conserva sin embargo todo el
encanto y la distinción del barrio de
siempre que lo hace tan diferente, tan
especial. Pareciera que sólo quiere pare-
cerse a sí mismo.
El austero templo de San José
Obrero casi se recoge con modestia, con
sencillez, para dar paso al movimiento
constante de gente que recorre los princi-
pales lugares de la calle Senador Long,
antigua calle ´Del Parque´, uno de los
pasajes emblemáticos de la villa de siem-
pre.
Hoy ya no está el arroyo con el
mismo vigor y plenitud de antes, pero
nadie hubiera pensado que el siglo de vida
del pequeño pueblito iba a lograr que allí se
mezclen la historia, los mitos y las leyendas.
En Villa Morra se encontraban el
sol, el viento, el agua y el bosque. Esto
marcó la vida de sus habitantes llenándola
de precisos e invalorables significados.
Este lugar marcó su presencia en el tiempo.
En este lugar cada uno vivió sus propios
sueños buscando recuperar el Paraíso,
porque estaba escrito, el Edén era simple-
mente un jardín.
A principios de los años ��, mi
madre convenció a mi padre que era mejor
dejar Asunción y volver a Villa Morra, ya que
´todos estaban allí...´�´…Y así sucedió´ .
9 Arq. César Augusto Morra. Villa Morra. Hace un Siglo. Especial para la Parroquia San José Obrero. 12 de Noviembre de
2012. Derechos reservados
19
A partir de valiosos testimonios de
antiguos parroquianos y de documen-
tos de la época, se ha podido reconstruir la
historia de 20 años de esfuerzos para
alcanzar el anhelo de erigirse como
Parroquia de San José Obrero.
Una profunda fe, espíritu solidario,
compromiso, esfuerzos familiares, dona-
ciones generosas de vecinos, fueron los
cimientos de la parroquia.
Hacia el año 1942 la Parroquia de la
Recoleta, se organizaba en Centros de
Orientación Cristiana, acompañados por
sacerdotes. Como inicio de la formación de
la Parroquia, se cuenta con un documento
del mes de julio de 1942, en el cual se
reconoce la creación de la entidad religiosa
“SOCIEDAD CATOLICA SAN JOSE DE VILLA
MORRA”, con la firma del Reverendo Padre
Teódulo Velastiquí que fue un gran anima-
dor de la comunidad, ya que había acom-
pañado a lo largo de los años el anhelo de
los vecinos. Se registra en el mismo como
principales impulsores a los señores Luis
Aquino, Daniel Aquino, Lorenzo Britos,
Eusebio Marín. El Reverendo Padre Juan
Bautista Queiroz y el Reverendo Padre
Ascencio Ayala también fueron asesores
del Centro y acompañaron el proceso de
formación de la parroquia.
Según el Acta de Asamblea del
Centro, fechada el 29 de noviembre de
1942, fueron aprobados, tanto los estatu-
tos del Sociedad Católica San José como la
creación de una Escuela de Catequesis,
siendo presidente de la Comisión el señor
Eusebio Marín y los miembros de la
Comisión Directiva: Luis Aquino, Anselmo
Centurión, Juan P. Alcaraz, Cirilo Velázquez,
Pedro Villalba, Gliseria de Avalos, Joaquina
Aquino Díaz, Eulogia Alcaraz, Victorina
Villalba, y como asociados: Lorenzo Britos,
Pablo Gonzáles, Miguel Bernal, Elías Torres,
José Romeo, Carlos Aquino, Bartolomé
Godoy, Guadalupe Vera, Vicenta González
de Mosqueira, Leonor Yahari, Rosell
Rivarola, Catalina Sanabria. Fue designada
directora de la Escuela de Catecismo
Gliceria de Avalos y como maestras
señoritas Clotilde S. Aquino y Petrona
Alcaraz. Se implementaba una caja de
cobro con valores fijos, de “10 pesos damas
y 20 pesos caballeros”, para solventar la
construcción del oratorio, además, se
contaba con la donación de materiales y
mano de obra.
Constructores y colaboradores
Inicios de la Parroquia
Un nutrido grupo de sencillas y luchadoras
familias impulsó la primera etapa de la
construcción parroquial.
Según testimonio de la Sra. Alberta
Viuda de Galarza y Actas de la época:
Albañiles, maestros, ofrecían la mano de
obra necesaria además de los materiales.
Las mujeres cocinaban y preparaban
mezcla en los días domingos. Celebracio-
nes populares como la fiesta patronal, San
Juan, Navidad reunían a los vecinos e iban
generando los recursos necesarios para ir
20
Damas colaboradorasRamona de Giosa, Encarnación viuda de
Lemos, Ramona Gaona de Lavigne, Zoila de
Velázquez, Lucrecia Espínola, Eligia Zorrilla,
Rafaela Zorrilla, Secundina Noguera,
Valenciana Riscardo, Catalina Galarza,
Amiria Dominga Santa Cruz, Bárbara Roa,
Sofía González Mármol, Ignacia Maldona-
do, hermana de dona Encarnación Maldo-
nado, Encarnación de Falcón, Simeona de
Galarza, Regina Ruiz Díaz, Catalina de
Oviedo, Ramona de Lavigne, Concepción
de Bordón, Aniceta Ayala de Agüero,
Fortunata de Mayeregger, Emilia de Díaz,
Emiliana Soto, Alberta Agüero de Galarza,
Ramona Duarte de Rivas, Luisa Roa,
Bárbara Roa, Rosa Lemos, Nemecia
Agüero, Etelvina Lird, Ignacia Maldonado,
Aida Lemos Maldonado, Mauricia Salcedo
de Galarza, Gliceria de Avalos, Juana de
Agüero, Clotilde Aquino Díaz, Petrona
Alcaraz, Eulogia Alcaraz, Sofía Mármol,
Adriana Lezcano, Valeriana Riscaldo,
Joaquina Aquino Díaz, María de Arrosse ,
Rosa de Bernal, Matilde Acosta, Zenaida
Agüero, Catalina Sanabria, Victorina
Gamarra, Carmen Ortiz, Simeona de
Galarza, Adela Roa de Genes, Zoila de
Velázquez, Serafina Martínez, Teodora
Soto, Juana de Colmán, Juana, Isabel y Rosa
Agüero, Petrona del Valle de Walder, Emilce
Walder del Valle, Vicenta de Mosqueira,
Damiana Mendoza, Belinda Riveros, Laura
Galarza, Fidencia Godoy y Yolanda
Riveros.
avanzando.
Como un homenaje a los primeros
constructores se recuerdan los nombres
de quienes han servido en las diferentes
comisiones: Eusebio Marín, Luis Aquino
Díaz, Daniel Aquino Díaz, como iniciadores
del Centro, Lorenzo Britos, Anselmo
Centurión, Juan Alcaraz, Cirilo Velázquez,
Pedro Villalba, Justo Galarza Prieto, Anto-
nio Arrosse, Pablo González, Emilio Walder,
Ramón Walder, Liberato Avalos, José
Bernie, Ricardo Benza Carrera, Vicente
Tendill, Gil Maldonado, Estanislao Maldo-
nado, Martin y Silvestre González, Juan
Villate, Miguel Giosa, Osvaldo Agüero,
Mario Cacace, José del Rosario Galarza,
Félix Jara, Luis Brítez, Antonio Bobadilla,
Elías Torres, Genaro Giosa, Carlos Lavigne,
Restituto Bogado, Telmo Valdés, Bruno
Oviedo, Marcos Laguardia, Señor Samanie-
go, Carlos Roa, Horacio Rivas, Germán Roa,
familia Espinoza, Zibar Lemos, Máximo
Berendhson, Osvaldo Agüero, Cipriano
Cantero, Casimiro Galarza, Ramón Galli,
Albino Ortiz, Evelio Garcete, Pablino Orue,
César Orué, Francisco Navarro, Heriberto
Riveros, Eduardo Galarza, Eulogio Falcón,
Aristóbulo Benítez, Virgilio Núnez, Carlos
Flores, Silvestre González, Luis Pane, Juan
Peralta, Carlos Silva, Arcadio Campos,
Lucas Galarza.
21
Algunos testimonios relacionados con los inicios de la parroquia
Doña Alberta relata el trabajo de los
vecinos que «organizaban veladas, pese-
bres vivientes, fiestas típicas, para la
construcción». El club social del barrio
General Genes, también colaboraba con
las fiestas.
La señora Isabel Rivas recuerda
que en el año ���� cuando se creó la
Escuelita Particular San José, «no había
calles bien trazadas, solo algunas estaban
empedradas, había baldíos» Las familias
hacían celebraciones en las calles hasta
que la población fue aumentando, las
calles se fueron trazando, los terrenos se
fueron valorizando y fueron apareciendo
las casas con las altas murallas. La parro-
quia era el centro neurálgico del barrio,
aglutinando a las familias en diferentes
actividades tanto pastorales, como
educativas, sociales, recreativas y depor-
tivas.
En un documento de la Curia, que anuncia
la próxima creación de la nueva parroquia,
definía los límites del Centro: «Al Norte: Calle X (que pasa por delante del convento
de las Carmelitas y termina frente a la
Iglesia Metodista libre, al sur Calle Bella
Vista, al Este: José Ocampos, tuerce por
Bruselas hasta entroncar con la primera
calle al Este de San Martín y sigue esa calle
hasta la calle X. Al Oeste: Las Tres Palmas y
Coronel Garay».
Se describe la situación del Centro,
tanto de la comunidad como la construc-
ción: «… cuenta con una población de �.���
habitantes que va densificándose día a día
y con un servicio religioso periódico»… La
Iglesia está en construcción. Tiene termina-
das dos dependencias, una de ellas la
sacristía, y además está cubierta la parte
del altar mayor Todo lo demás del templo
está a media altura. Las dimensiones del
templo son de �� x �”. También se destaca
que la principal construcción existente es
la escuela con un total de ��� alumnos. En
ella diariamente se dan unos minutos de
catecismo, existe una comisión central,
una sub-comisión de damas, la comisión
de construcción, y la comisión de deportes,
que se ocupan de allegar fondos. Existe
también la comisión de la O.V.E, y la ayuda
de Cáritas que atiende a �� familias.
Cuenta con el Centro Catequístico en el
cual hay grandes esperanzas.
La construcción del templo se fue
realizando sobre un primer lote existente,
luego se compraron los siguientes. El lote
donde actualmente está el tinglado fue
donado por el señor Genaro Giosa.
22
Nos., Aníbal Mena Porta, por la gracia de
Dios y de la Santa Sede Apostólica, Arzobis-
po de Asunción.
Vistos:
1º. El crecimiento demográfico de la
periferia de la Capital
2º. Las organizaciones y actividades de
comunidades cristianas en toda esa zona.
3º. La parriabilidad (sic) de varios de esos
Centros de comunidades cristianas en que
funcionan regularmente el Servicio y...
Considerando:
Que es conveniente proceder por sectores
a fin de que el estudio sea lo mejor posible
dentro de las posibilidades.
Que el sector norte es el de más
urgente estudio.
Que el trabajo presentido por la
Comisión a la que hemos encargado dicho
estudio, es de nuestra entera confianza y
ha parecido canónico a los Reverendos
Directores Diocesanos convocados con el
Canon 1.428 y al Honorable Consejo de la
Curia por consiguiente aprobamos en
todas sus partes.
Que mientras maduren para ser
erigidas en las Vicarias Parroquiales, que
han de ser creadas por el presente decreto,
han de ser agregadas a las parroquias
colindantes más convenientes.
Por tanto; con arreglo a los Cáno-
nes 1.427 y 1.428 en virtud de nuestras
facultades ordinarias,
Venimos en Decretar:
Y así se menciona la Parroquia San Agustín
en Loma Proyectada, Vicaria Parroquial de
Santa Ana; en Tablada Nuestra Señora de
Fátima; en Zeballos Cue la Parroquia
Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa.
Y por el Art.5º. Eríjase en Villa Morra la
Parroquia de San José Obrero limitada al
Norte Calle Xa (que pasa por delante del
Convento de las Carmelitas y termina frente a
la Iglesia Metodista libre, al sur Calle Bella
Vista; al Este José Ocampos, tuerce por
Bruselas hasta entroncar con la primera calle
al Este de San Martín y sigue esa calle hasta la
calle Xa. Al Oeste las Tres Palmas y Coronel
Garay, señala el Decreto.
También se erige en Santo Domin-
go La Vicaria Parroquial de Santo Domingo;
en Cañada la Vicaria Parroquial de Nuestra
Señora de Guadalupe bajo la jurisdicción
de la Parroquia de Santísima Trinidad. En
Campo Grande la Vicaria Parroquial de
Salvador del Mundo.
Dense rendidas gracias a todas las
personas que han contribuido y han
preparado la creación de las nuevas
parroquias y Vicarias Parroquiales.
Dado en Nuestro Palacio Arzobispal de
Asunción a los veinte y un días del mes de
Febrero del Año del Señor mil novecientos
sesenta y dos.
Decreto de Erección Canónica de la parroquia de San
José Obrero de Villa Morra
Aníbal Mena Porta, Arzobispo de Asunción
23
Hacia el ����, año de la erección
canónica, la parroquia estaba con las
paredes a la altura de � metros. Las cele-
braciones religiosas se hacían a cielo
abierto, hasta el año ���� que se logró
techar la totalidad del templo, gracias a la
donación del maderamen, por parte de la
familia de don Antonio Zucolillo.
El piso se fue haciendo con la
colaboración de parroquianos que dona-
ban � metro cuadrado de baldosas. Con la
generosidad del señor Máximo Berend-
hson y Doña Carmen se finalizó el trabajo.
«Recuerdo que en una oportunidad
se habían desmoronado las paredes y se me
ha quedado grabado como testimonio el
esfuerzo y cariño de las familias para recupe-
rar cada ladrillo para reconstruir las paredes ��que se habían derrumbado» .
Los marcos de las ventanas laterales se
hicieron con la donación de materiales y de
la mano de obra de Luis Aquino y familia-
res.
El primer altar del templo, se
construyó cuando estaba a cargo de la
parroquia la Compañía de Jesús, era de
piedra losa, con ladrillo visto.
Hacia los años �� la Congregación
Espiritana, se hace cargo de la parroquia y
designa a los sacerdotes Felipe Howard y
José Harris. Se realiza una remodelación
interna del templo y el atrio. Se sustituye el
primer altar, por un altar de madera de una
sola pieza, con un ambón también de
madera. Fue enterrada la piedra del primer
altar en el mismo lugar.
En el año ���� año de Jubileo y de la
consagración y dedicación del templo a
San José Obrero, se construyó el altar
actual de mármol, donado por una familia
amiga.
El Sagrario de bronce se fabricó con
donaciones de las familias, a partir de
cascos de municiones (bala pire) que
tenían guardados como recuerdos de la
Guerra del Chaco. Salíamos en grupos de
jóvenes y adultos a pedir casa por casa.
También se fabricaron �� candelabros de
bronce. Hasta hoy día existen algunos.
10 Testimonio de María Teresa Rivas.
Consagración del templo a San José ObreroEl � de octubre del año ����, año del
Jubileo, bajo la gestión del Padre Francisco
Ortiz García, se realizó la consagración y
dedicación del templo a San José Obrero.
En esa ocasión se bendijo el altar de
mármol, así como el Sagrario y el ambón.
La celebración estuvo a cargo de Monseñor
Ricardo Valenzuela.
24
Acta de la Erección Canónica de la parroquia de San José Obrero de Villa Morra
Quedó instituida por «erección canónica» La Parroquia de San José Obrero de Villa Morra, con
asiento en la calle Lillo y Senador Long, el que fuera hasta entonces santuario del mismo Santo, que
los devotos del gran barrio erigieran en su nombre. En la ceremonia religiosa acordada a la impor-
tancia del acto y con la presencia del Obispo Auxiliar de Asunción, Monseñor Santiago Felipe Benítez
y del Párroco de la Recoleta Rvdo. Padre Queiroz, quedó designado Párroco de la nueva Parroquia el
Reverendo Padre Teodoro Velastiquí, quien en adelante dirigirá y asistirá a la feligresía de Villa Morra
en su vida devota, desde su nueva sede parroquial.
25
Debido a la necesidad de administrar
recursos para la construcción parroquial, la
parroquia se organizó con el Consejo
Administrativo o Económico, que bajo la
presidencia del párroco, era responsable
de planificar, recaudar, canalizar, organi-
zar, controlar y transparentar, los recursos
de la parroquia.
El primer presidente del Consejo
Administrativo de la parroquia San José
Obrero fue el señor Lorenzo Brítez.
Otros nombres recordados por su
compromiso en la parroquia son: Herman
Law, Carlos Lavigne Gaona, Justo Galarza
Agüero, José Ríos, Isidro Velázques, Carlos
Ross, Florentinio Chaparro, Carlos Kallsen,
José Cacace, José Pereira, Juan Nascimento,
Leandro Duarte Cardozo, José Alberto Ríos,
Fabio Acosta, Cipriano Cantero, Carlos
Purcel, Vicente Ocampos, César Báez,
María Beatriz Amarilla de Mayeregger,
Andrés Mayeregger, Arnaldo Penayo,
Victorino Aseretto, Carolina Villalba de
Giménez, Luisa de Chase, Estela de Pereira,
Nino Veláquez, Marcial Berendsohn.
Entre los años ���� a ����, siendo
párroco, el padre Felipe Howard, se
aprueba con la Comisión de Administra-
ción, el proyecto de ampliación de las
dependencias parroquiales, el proyecto de
remodelación interna de la parroquia y del
atrio. Generosamente colaboró con los
proyectos el arquitecto Carlos Peyrat y
posteriormente la arquitecta Raquel
Centurión. Para el efecto el padre Felipe
designa una Comisión de Apoyo a la
Construcción integrada por: Pico Angulo,
Victorino Aseretto, Nilda de Osnaghi,
Graciela de Balmelli, Nilsa de Bedoya,
Manuel Fronciani, Lucia de Campercholi,
para recaudar fondos. El señor Juan
Nascimento era el enlace con el Consejo
Administrativo.
Desde el año ���� el padre Conra-
do Mauron, integró la comisión pastoral al
Consejo Administrativo, y se constituyó el
Consejo Parroquial, para articular con los
diferentes movimientos, apostólicos,
sociales, catequistas, deportes, jóvenes,
laicos. Los señores Isidro Velázquez y
Carlos Pourcel fueron representantes.
Parroquianos colaboradores de los consejos parroquiales económico y pastoral, en diferentes funciones, a lo largo del tiempo.
Año Jubilar 2012
La celebración del año jubilar, se enmar-
cada dentro del primer año del Trienio
de la Familia, y la proclamación del Año de
la Fe.
Como «momento especial de
Gracia y Oración», en los consejos pastoral
y económico, presididos por Monseñor
Dionisio Echagüe, fueron programadas
actividades para la celebración de la Buena
Nueva.
Tres fueron los momentos solem-
nes del Jubileo:
La Misa Solemne de Apertura
presidida por el Arzobispo Coadjutor
Monseñor Edmundo Valenzuela, y concele-
brada por párrocos de la arquidiócesis,
seguido de la ceremonia de Apertura de la
Puerta de la Parroquia para el inicio del
Jubileo.
La Misa Guazú del � de mayo fiesta del
Santo Patrono, precedida por el Novenario
a cargo de las comunidades parroquiales y
la procesión del Santo Patrono. Durante el
novenario fueron invitados especialmente
el Nuncio Apostólico de Su Santidad
Monseñor Eliseo Ariotti, y sacerdotes de
otras parroquias de la Arquidiócesis.
Cierre del Jubileo: previsto para el ��
de diciembre, en el que se celebrará el
Jubileo de todas las familias de la parro-
quia.
Los Jubileos Específicos de la
Parroquia han sido, en el mes de abril el
Jubileo de los Enfermos, en mayo el Jubileo
de los trabajadores y empresarios, en
agosto el Jubileo de los Niños y el Proyecto
26
Esperanza, en setiembre el Jubileo de la
juventud, el jubileo de los Párrocos, que
contó con la presencia de sacerdotes que
brindaron su servicio a la parroquia, como
el Arzobispo de Trinidad y Tobago José
Harris, y el Reverendo Padre Felipe Howard
y Monseñor Enrique Meyer. Cada comuni-
dad celebró el jubileo en su zona parro-
quial.
Se organizaron comisiones especí-
ficas con una amplia participación de los
feligreses: Liturgia, Cultura, Logística,
Historia, Deportes, Prensa. Participaron la
Hermana María Auxiliadora León de la
Congregación de Religiosas Redentoristas,
Luz Lombardo, Arminda Berendshon, Lila
Báez de Peña, Emma Quintana ,Vilma Soto
de López, Elvira Ferreira, Elizabeth Urbieta
de Burró, Oraldo Vukujevic, Elida Tonina,
Alex Prieto, María Gloria Crosa de Gonzá-
lez, Antonino García, Aurora Orué de
García, José Samaniego, Olga Galarza, Félix
Romero, Luis Vargas, Olga Guimaraes,
Juana Mareco, Mami de Solís, Andrés
Lesme, Gladys Arévalo, Vanesa Godoy, Ana
María Lezcano, Elsa Vera, Fulvia Benítez,
Teresita Genes de Fassardi, Lizzy González,
Diego Encina, Stella Brassa, Osvaldo
Godoy, Andrés y Beatriz Mayeregger, Juan
José Bosio, Rubén Cassim, Luis Ardissone,
Hugo Piccinini.
27
Acción pastoral y social de la ParroquiaDesde sus inicios se ha vivido en la parro-
quia el testimonio de la solidaridad entre
los vecinos y la respuesta a necesidades
concretas, que hizo posible la formación
parroquial desde los cimientos, con una
sensibilidad especial hacia los más pobres
y desprotegidos.
Unidos en solidaridad, se promo-
vieron cooperativas de la salud, y antes de
que se erigiera en Parroquia, se ocuparon
de la educación cristiana de sus niños
creando la Escuelita Particular San José en
el año �.���. La primera directora fue María
de Jesús Fernández de Gasparini, Ana
Maria Sant'Ana maestra con rubros del
estado; honorem Isabel Rivas Duarte
Maestra ad honorem. El siguiente año La
escuelita sufrió los embates de la intole-
rancia política y fue trasladada en el año
����.
La escuela parroquial continuó
sirviendo a los pobladores, hasta el año
���� con los servicios voluntarios de las
maestras María Gloria Crosa de González,
Clotilde Colman, Lidia Duarte, Alba Bernie
de Villalba, María Lina Bernie. Se recuerda
con mucha cariño a las catequistas: Betti
Rivas, Marilin y Pia Bernie.
El compromiso de la parroquia con
sus jóvenes y niños, motivó que en febrero
del año ���� se aprobara la creación de la
agrupación de Scouts San José Obrero, por
la importancia de la labor educativa que
realiza. En abril del año ����, se realiza la
Asamblea Constitutiva de la Agrupación
Scout �� de la Parroquia, reconocida como
Agrupación de Scouts del Paraguay. El
señor Herman Law miembro del Consejo
Económico se constituye como enlace
entre este grupo y la parroquia.
La parroquia vivió una problemática
social interpeladora, la situación de tantos
niños en las esquinas de la parroquia,
presentó un nuevo desafío pastoral. La
pobreza extrema del país, fue arrojando a
miles de familias del campo a las ciudades
cuyos niños eran los mendigos del barrio.
Esta realidad generó todo un proceso de
28
respuesta pastoral. En un primer momen-
to motivó a un grupo de jóvenes confir-
mandos y Catequistas de Shoenstadt,
Belén Medina, Marta Villalba y Baby
Dávalos. Iniciaron en la parroquia el
servicio de desayuno semanal a los niños,
celebrando el día del Niño el �� de agosto
de ����. Los parroquianos respondieron
con mucha generosidad y fue posible
sostener un desayuno los días sábados. La
señora María Gloria de González Meyer, se
suma a esta iniciativa con mucho entusias-
mo animando a los parroquianos a colabo-
rar con el equipamiento de un comedor
parroquial que pudiera brindar las comi-
das diarias. Según testimonio de la señora
Gloria, “se destaca el entusiasmo de la
joven Belén Medina y de tantos parroquia-
nos que colaboraron para el equipamiento
de la cocina del comedor. También recuer-
da la atención odontológica de la Dra.
Estela Pereira, que respondía a la gran
carencia que tenían los niños con relación a
la salud buco dental.
Hacia el año ����, Monseñor
Dionisio Echagüe se aboca a la organiza-
ción del comedor como «Proyecto Espe-
ranza» con la colaboración del misionero
alemán Philip Mushal, trabajador incansa-
ble para la organización de actividades. A
partir del año ���� se cuenta con la presen-
cia de la fundación Teresiana, presidida por
las señoras Angela Mateucci de Costanzo y
Laura Zanotti de Filártiga. El Centro del
Proyecto Esperanza, se estructura para
brindar una atención a niños que estaban
en situación de calle. La fundación canali-
zaba recursos desde la Secretaría de la
Niñez y la Adolescencia, junto con los
aportes parroquiales y contó además con
un equipo de educadores y con la alianza
de instituciones gubernamentales como la
Secretaría de la Niñez y la CODENI.
En el , se plantea la modalidad ����
de Centro Abierto, ampliando su cobertura
de una simple asistencia a la promoción e
inclusión social de esta población, con
acciones focalizadas hacia la primera
infancia para lograr su ingreso oportuno y
permanencia en el sistema educativo.
En el se implementa un ����
proyecto complementario con la construc-
ción de viviendas para las familias de los
niños del Centro, con el aporte generoso
de vecinos y de jóvenes de la Parroquia. Se
contó con el apoyo de varias familias entre
ellas la familia Tardivo Bernardez.
A mediados del ����, la Parroquia
San José Obrero asume pastoralmente la
conducción del proyecto, con la Hermana
María Auxiliadora León y un grupo de
voluntarios coordinado por el señor
Oraldo Vukujevic, Elida de Vukujevic Vilma
Soto de López, Elizabeth Urbieta de Burró,
designados por Monseñor Dionisio
Echagüe.
Se firma por primera vez, un
Convenio de Cooperación entre la Parro-
quia San José Obrero y la Secretaria de la
Niñez y la Adolescencia. La Fundación
Teresiana dona el proyecto integral a la
Parroquia San José Obrero.
En el año El consejo del ����
Proyecto incorpora un plan de trabajo
basado en la estimulación temprana por
niveles y edades, focalizada en niños de � a
� anos, con indicadores precisos de
seguimiento para su monitoreo y evalua-
ción periódica. Se promueve con las
familias y los educadores del Centro un
entorno adecuado para el desarrollo
integral del niño, con énfasis en el afecto, el
juego como medio de aprendizaje, alimen-
tación nutrición y desarrollo de actividades
programadas. Por el perfil de la población
atendida, se busca un desarrollo armónico
Desde antes de constituirse en parroquia,
la Catequesis ha sido una actividad
importante valorada por los vecinos. Es así
que desde noviembre del ���� se contó con
la escuela de catequesis.
La señora Olga Galarza, recuerda
en esos tiempos se servía a la parroquia a
tiempo completo y con toda la familia. Las
catequistas organizábamos el Pesebre
Viviente, Feria de comidas y festejos de San
Juan para brindar a los niños de Primera
Comunión una chocolatada y algún regalo.
Recuerdo a algunas Catequistas ya fallecidas
Aida y Blanca Russo, Limpia Orue de Russo,
Graciela Espínola, Dina Velázquez, Agueda
Crimi, Basilia González, Florentino y José
Chaparro, y varios otros colaboradores. La
señora Ani Teresita Argaña fue una generosa
colaboradora en la catequesis. También
recuerdo a Betty Rivas, las hermanas Marilín y
Pia Bernié.
Como Catequistas perseverantes
se encuentran la señora Arminda
Berendsohn, coordinadora de Catequesis
de niños durante �� años, recuerda a
Concepción de Vera (Doña Toti), Teresa
Barboza de Heudock, Leandro Duarte,
Nora Sisa de Rodríguez , Teresita Genes de
Fassardi, Monteserrat González de Cabal-
lero, Rosa Orúe. Como servidoras fieles de
la parroquia dese hace �� años Doña
Herminia López viuda de Espínola y ya
fallecida a doña Carmencita Orrego.
Acciones pastorales
para lograr las bases de un adulto en
condiciones de realizarse como persona
creada a imagen y semejanza de Dios, en la
etapa de la vida que se definen estas
posibilidades.
La comunidad de San José Obrero,
comprometida con la problemática del
barrio, dio origen a la Comisión Vecinal San
José Obrero.
han Las actividades deportivas
convocado desde el inicio a las familias de
la parroquia, torneos de futbol de salón,
motivaron a ir mejorando la cancha
deportiva a los largo de los años. Alegres
torneos de niños, jóvenes y adultos
hicieron posible la inauguración de la
cancha. En el año �.���, se organiza la
parroquia para la construcción del techado
de la cancha de deportes. Se habilita un
libro de donaciones de ���.��� Gs. por
metro cuadrado con el fin de registrarlos
diferentes aportes de microempresas y
vecinos. Acompañaron este proyecto el
consejo Económico presidido por Monse-
ñor Dionisio Echagüe y sus miembros José
Lombardo, Luz Chamorro de Lombardo,
Felipe Aguilera, Vanesa Godoy de Aguilera,
Arnaldo Martínez Mussi, Alex Prieto de
Martinez, Pablo Ydoyaga, Lupe de Ydoyaga,
Fidencio González, María Gloria Crosa,
Walter González, Elizabeth de González
coordinó las actividades. El Tinglado fue
inaugurado el � de mayo de ����.
29
30
Según testimonio de la señora Alberta de
Galarza, en el año ���� se inició con el
Padre Teodulo Velastiquí, la Legión de
María. Solicitamos a la Curia de la Recoleta
el nombramiento del Presídium para San
José Obrero y la encomendamos a Nuestra
Señora Santa María de la Encarnación.
Éramos un grupo de señoras católicas
comprometidas: Lina Demestri de Bernié,
Mercedes de Benza Carreras, Benita Galarza,
Claudelina Patri, Margarita de Orué, Cándida
de Russo, Margarita Medem de Galarza,
María de Brunstein, Alice Maffiodo de Pereira,
Gilda de Laguardia, Carmencita Orrego, Nena
Meyer de González, Alfonsina de Colmán,
Sofía de Vargas, Vilma de Vaccaro, María
Valmori de Orué, Sinecia Colmán, Herminia
Espínola, Aniceta Ruiz Díaz, Pabla Portillo de
Velaztiqui y otras. Las primeras damas
legionarias, recibieron una distinción de
Monseñor Pastor Cuquejo en el cincuente-
nario de la Legión de María.
También en el año ���� se fundó la Cofra-
día del Sagrado Corazón de Jesús, en sus
inicios nos reuníamos en la Curia de la
Recoleta, después ya se iniciaron las
reuniones en San José Obrero, y cuando
estuvimos comprometidas se nos impuso
el escapulario.
Las procesiones en honor al Santo
Patrono así como las celebraciones en su
honor han contado con la colaboración de
todos los vecinos y organizaciones sociales
y culturales de la zona. Las celebraciones
populares como la fiesta de San Juan han
sido tradición parroquial, año tras año.
A lo largo de estos años, la parro-
quia contó en sus inicios, con el acompaña-
miento de CARITAS para las personas
carenciadas, grupos de oración, algunos
movimientos como el Movimiento Shoens-
tadt (grupo juvenil), Renovación Carismáti-
ca, Camino del Neocatecumenado, Movi-
miento de la Palabra, Jornadas de Juventud
siglo XX. El grupo de Jóvenes Unidos en la fe
JUF, son los antecedentes de la actual
Pastoral de Juventud.
Actualmente la parroquia es una
Comunidad de comunidades, conformada
por comunidades eclesiales, organizadas
en pequeños grupos de vecinos que se
reúnen semanalmente con un animador,
acompañados y capacitados por el Párroco
Monseñor Dionisio Echagüe, a reflexionar
la Palabra, para crecer en la fe y fortalecer-
se en el camino de la Misión de Evangelizar.
La mayoría de las comunidades se
ha ido formando a partir de los grupos de
Reflexión de Navidad en Familia, Cuaresma
en familia : NIÑO JESÚS, SAGRADA FAMILIA,
DIVINO MAESTRO, ARMONÍA, SAN ROQUE,
HIJOS DE MARÍA, MARÍA AUXILIADORA,
SAN JOSÉ, SAN JOSÉ-I, SAN FRANCISCO, EL
CAMINO, COMUNIDADES JUVENILES. Cada
comunidad a partir del proceso de com-
promiso grupal, va incorporándose a
diferentes actividades pastorales/sociales.
Se realizan retiros anuales y se articula con
las demás actividades arquidiocesanas de
las comunidades eclesiales de base. En
cada una de las misas diarias de la parro-
quia hay una comunidad de base como
responsable de la animación litúrgica.
31
Monseñor Echagüe ha implemen-
tado también la planificación de la acción
pastoral integrada en los Consejos Pastoral
y Económico. Estos consejos presididos
por el Párroco, están formados por repre-
sentantes de comunidades. En el Consejo
Económico cuenta con una profesional
contable Beatriz Portillo y una administra-
dora Hna. María Auxiliadora León.
Según el decreto del Arzobispado
Nº ���/���� del �� de diciembre de ���� la
acción pastoral está conformada de la
siguiente manera:
Consejo Pastoral
Coordinadora General: Arminda
Berendsohn
Coordinadora de Comunidades:
Lidia Baéz Vda. de Peña
Coordinadora de áreas pastorales
y movimientos: Andrés Mayereyer
y Beatriz Amarilla de Mayereyer
Secretaria: Alex Prieto de Martínez
Consejo de Asuntos Económicos:
Coordinadores: José Enrique
Lombardo y Luz Chamorro de Lombardo
Tesorero: José Samaniego y Raquel
B. de Samaniego
Secretaria: Alex Prieto de Martínez
Sindico: Victor Gavilán Mazacotte
Dichos consejos se reúnen men-
sualmente para el seguimiento pastoral y
económico.
La parroquia brinda semanalmen-
te la Catequesis Familiar en todos sus
niveles, Catequesis de Confirmación
animada por la Pastoral de Juventud, que
van creando las comunidades juveniles
siguiendo un itinerario de formación
integral, a través de cursos talleres nacio-
nales e internacionales e intercambio de
experiencias, van asumiendo compromi-
sos de ciudadano cristianos. Catequesis
para Confirmación de Adulos, cursillos de
Bautismo y Parejas Guías, Ministerio de la
Comunión. La Coordinadora de Catequesis
es la señora Estela de Brassa.
Existe un equipo de Liturgia, que se
reúne semanalmente y también está
integrado por representantes de las
comunidades
Entre las congregaciones de
religiosas que colaboraron en la Parroquia
se recuerda a la congregación de Herma-
nas de la SAGRADA FAMILIA de Burdeos,
que sirvieron en la catequesis parroquial
hasta el año ����, cuando se trasladaron
de la jurisdicción parroquial. Brindaron un
invalorable apoyo en la catequesis parro-
quial.
Actualmente colabora con la
parroquia la congregación de las Herma-
nas Redentoristas con la presencia de la
Hermana María Auxiliadora León, en la
administración parroquial y el proyecto
Esperanza.
32
En ���� ocurre una crisis muy profunda en
el Seminario Metropolitano y se convino
que un grupo de sacerdotes estudiantes de
la Universidad de Salamanca pudieran
venir a reforzar la Curia Paraguaya. El
primer equipo que estuvo de ���� a ����.
En ���� se renovó el equipo y llegamos el �
de Abril (Sábado Santo), éramos � sacerdo-
tes nuevos formadores y profesores. Nos
dijeron que debíamos colaborar en la
Pastoral los sábados o domingos y con los
barrios Nazareth hoy gran parroquia, San
Rafael, hoy grandiosa con sus obras
sociales de padres italianos, y el Barrio Villa
Morra, en ese entonces con la Vicaria San
José Obrero (dependiente de la Recoleta) y
San Miguel en donde la misa se oficiaba en
la casa del Coronel hoy ya fallecido Luis
Viedma Espínola. Lo llamaban, 'Centro de
Adoración Cristiana'.
La vicaría en ���� contaba con dos o
tres habitaciones donde funcionaba una
Escuelita Parroquial, yo vivía en el Semina-
rio, en Kubitschek, en aquel entonces una
calle sin asfalto, con mucho barro y todos
los domingos venía a la vicaría para oficiar
la misa, más adelante me acompañó un
seminarista. La gente me decía….cuando
llueva, no venga…
El Sr. que me traía y me llevaba para
la misa tenía mucha amistad con Monse-
ñor Benítez y sorpresivamente crearon la
parroquia. En un espacio que tenia paredes
de una altura de dos metros y a cielo
abierto. El primer párroco fue el Padre
Velastiquí, antes de él estuvo el Padre
Rejalada quien estuvo solamente un año o
dos, otro párroco fue Américo Ferreira,
luego el padre José Harris y Felipe, de
Trinidad y Tobago, (a José lo nombraron
recientemente Obispo de Puerto. España
de Trinidad y Tobago)
Actualmente en el siglo XXI, esta
parroquia anima una guardería infantil y
comedor para cobijar hijos de trabajadores
informales que se acerca a la zona, que es
una zona próspera.
Testimonios y Recuerdos
Testimonio de la Sra. Arminda Berendhson
Testimonio del Padre Martín
Narra que en sus inicios, el barrio era un
monte. Las casas se iban alineando a lo
largo de las calles que por los raudales de
las lluvias quedaban prácticamente
intransitables para vehículos. Dichas calles
eran zanjones con pasto. La fabrica Koindu,
que elaboraba jabones con la materia
prima del coco, desaguaba sus desechos
en el arroyo Mburicao –mi, y mucha gente
humilde endurecía el desecho y usaba
como jabón para lavar ropa. En la calle
General Garay y del Maestro se encontraba
una fábrica de tejidos conocida más tarde
como América Textil, hoy es un depósito.
El transporte más cercano, pasaba
por Mariscal López a unas � cuadras, así
como el tranvía y la línea ��.
El vecindario no partic ipaba
regularmente de las actividades, excepto
en el Pesebre viviente, las comedias y las
obras de teatro. La recaudación de fondos
incluía meriendas, rifas, la fiesta de San
Juan y el � de Mayo con la imagen del Santo
recorriendo las casas con una alcancía de
madera que una ocasión fuera robada.
33
La Sra. Arminda contrajo matrimonio en
����, y recuerda que ya estaban levantadas
las paredes de la parroquia y dispuestas las
aberturas de las puerta y las ventanas. No
tenia techo pero ya era una parroquia, con
las donaciones se concluyó el maderamen
del templo.
Testimonio de la Sra. Graciela Ortíz
Recuerda que al principio asistía a misa en
la Recoleta, y luego en la Vicaría. La misa se
oficiaba sobre una mesita con una cruz. Los
parroquianos eran obreros, que trabaja-
ban en la ANDE y tenían familia numerosa.
En el barrio había zanjas, arroyos, mucha
agua, y pastizales.
Recuerda que una tormenta llegó a
derrumbar una parte del maderamen y
tuvo que ser reconstruido.
Afirma que su padre trabajaba
como albañil los fines de semana. Su padre
Mario Albino Ortíz fue elegido represen-
tante de la parroquia para comulgar con el
Papa Juan Pablo II en su visita en Mayo de
����.
En la época de la fiesta patronal, se
contaba con muchas alcancías para
recaudar fondos y tres hermanas solteras
Tomasa, Juanita y Petrona Paredes,
jubiladas del ferrocarril, se encargaban de
recogerlos y contabilizarlos.
Con la urbanización de la zona, los
micros taxi colectivo de la línea �� y �
llegaban hasta la calle General Garay y
Senador Long.
Testimonio de las Señoras Alberta de Galarza y Olga Galarza de Duarte
Narra que inició sus actividades desde
antes de empezar a construir el templo.
«Yo llevaba comida a los trabajadores y nos
turnábamos entre las familias». Toda la
comida era bien hecha y ellos valoraban y
decían «Araka'erejuje'yta, che sy» Se
valoraba el esfuerzo voluntarios de los
albañiles. «Mi marido trabajó mucho en la
construcción del templo, era maestro
constructor, todo el barrio era voluntario-
so». «Había voluntad y éramos muy unidos,
no faltaba gente que se ofrecía para
trabajar».
«Antes de inaugurar la parroquia
había una única misa a las � de la noche»
Nosotras pertenecíamos a la parroquia de
la Recoleta, y ya teníamos la Legión de
María.
Recuerdo el nombre de una de las
presidentas de la Comisión la señora
Lavigne. También recuerdo a la señor
Ramona de Rivas, mi compañera de
trabajo, activa y completa y a la señorita
Tomasa que era la tesorera, muy activa y
seria.
El coronel Ricardo Benza Carrera y su
señora Mercedes de Benza estaban muy
comprometidos con la construcción.
La obra del templo, tuvo retraso
luego de la construcción de los cimientos,
debido a que el profesional tuvo que viajar.
Paró como diez años. La construcción
quedó a medias, las paredes tenían como
un metro de altura.
«Igual se celebraban las misas sin
techo, al comienzo era el baldío nomás, y el
sacerdote venía de la Recoleta».
La escuela funcionaba con muchos
niños, las maestras eran muy generosas,
algunas no cobraban. Doña Ramona tenía
34
una hija que era profesora. Había muchos
niños y los domingos se organizaban
partidos y se cobraba la entrada para ir
comprando materiales.
En la segunda etapa de la construcción
estaba Carlos Lavigne y el Sr. Britos que era
muy activo y a otros que venían ”icorbata-
pa” después de sus trabajos, para ayudar.
Antes se tenía una imagen chiquita
de San José, que era prestada. Hicimos
actividades, rifas, feria de comidas para
reunir fondos. El señor Britos viajó a
Formosa para comprar la imagen de San
José que tenemos actualmente.
Con actividades del club y aportes
solidarios, se pudo adquirir la imagen de
San José de la Argentina, hacia el año ����,
viajaron para el efecto el señor Lorenzo
Britos y el señor Luis Aquino. En la casa de
don Luis Aquino se guardaba la imagen del
santo Patrono y se lo traía para el novena-
rio. Luego de la procesión se llevaba de
vuelta. Una vez concluido el oratorio con la
bóveda actual, se trajo la imagen a su lugar
definitivo.
También recuerda que en ����
Monseñor Ángel Acha Duarte donó el
Crucifijo de madera que preside el altar
mayor de la Parroquia. Además dijo que en
una casa no debe faltar la madre y también
donó la imagen de la Virgen de la inmacula-
da Concepción.
Los bancos también fueron
donación de familias de la parroquia.
Parroquianos generosos donaron
el aire acondicionado: Antonio Zucolillo,
Enzo Debernadi. Miguel Ángel Napout,
Familia Callizo Bo.
Hasta hoy existen en la parroquia �
sillas tapizadas donadas por el grupo
juvenil de apoyo ����.
La silla que preside el presbiterio es
una reliquia familiar, donada por la familia
Ardisone.
Testimonio de doña Zoila de Velázquez, de 98 años
Recuerda que participaba activamente de
los primeros grupos para formar el orato-
rio, que era solo una piecita, donde los
vecinos se reunían para orar y organizar
actividades. Con la Comisión Vecinal,
colaboraba haciendo empanadas, tortillas
y para el desayuno también mientras se
trabajaba.
«Teníamos una Imagen de San José
muy chiquita que recorría las casas. Un
domingo lo dejábamos en casa de una
familia luego iba a otra, para la siguiente
reunión».
«Yo tengo el San José que me regaló
el pa'i José. Con él salíamos a pedir dona-
ciones. Una vez olvidamos la alcancía en un
lugar y despareció nuestra plata. Era
difícil…».
Para reunir dinero para los mate-
riales organizábamos la Fiesta de San Juan,
los vecinos también hacían actividades
para poder solventar la parroquia.
Procuramos, nos ayudamos, y
pedíamos colaboración con la presidenta
de la Comisión vecinal doña Lina. Primero
se compró el lote y se puso la piedra
fundamental, que eran dos piedras
grandes juntas. Se construyó una piecita
donde nos juntábamos para rezar. Se
trabajó mucho por San José, antes era todo
un yuyal, había agua, que entraba en la
pieza y muchas víboras también. Nos
reuníamos bajo una carpa cuando la capilla
no tenía techo todavía. Una vez vino una
tormenta y echó toda la pared. Los trabaja-
dores volvieron a levantar y volvió a caer.
35
trabajadores volvieron a levantar y volvió a
caer.
, hija de doña María Teresa Rivas
Ramona viuda de Rivas, recientemente
fallecida, recordaba por los feligreses como
un puntal de la parroquia.
Recuerdo la escuela parroquial por
que asistí al primer grado y que en dos
oportunidades se derrumbaron las
paredes del templo. Nosotras íbamos a
limpiar los materiales para que se pudieran
reutilizar. No estaba terminado el templo y
la escuela parroquial ocupaba la parte
donde ahora se encuentra el salón parro-
quial. Mi hermana Isabel enseñaba allí.
Recuerdo vagamente al primer párroco
Rvdo. Padre Teódulo Velastiquí, y a su perro
marrón que lo acompañaba permanente-
mente. Hubo una etapa en la que venían
los jesuitas. El padre Piña hoy monseñor
Piña, atendía la parroquia y venía a cele-
brar.
Recuerdo al Padre Harris con él que
se dinamizó muchísimo la parte juvenil,
grupos de confirmación, grupos de refle-
xión, coro juvenil. Teníamos retiros jorna-
das, acompañados por el Padre, las
religiosas y algunos matrimonios. El Padre
José y las Hermanas de la Congregación de
la Sagrada Familia de Burdeos, nos acom-
pañaban. Recuerdo en los grupos de
oración a Ninfa Colmán, Aida Russo, Lucho
Vigo. Se organizaban fiestas bailables para
personas mayores y así se congregaba a los
vecinos. Recuerdo a un grupo de jóvenes
que realizaron una experiencia comunita-
ria, vivían juntos y venían los fines de
semana a realizar tareas pastorales en la
parroquia: Emilio Parquet, Petete, Jorge
Diaz…
Los jóvenes part ic ipábamos
activamente en la preparación de la fiesta
patronal. Realizábamos kermeses para
recaudar dinero. Organizábamos los
turnos y luego limpiábamos todo.
En los años ���� y �� durante la
represión y persecución de las ligas
agrarias, la comunidad Espiritana tenía
hermanos religiosos en la zona de Chore,
en Lima, en la zona del Jejuí, y los jóvenes
v i v i m o s m u y i n t e n s a m e n t e e s o s
acontecimientos.
36
La historia de la parroquia de San José
Obrero tiene su interés evangélico y
social por reflejar que al igual del inicio de la
colonización española en nuestras tierras,
la iglesia siempre estaba acompañando la
creación de enclaves urbanos. El barrio
escasamente poblado con mucho de verde
y espacios baldíos, a medida que iba
creciendo el número de casas construidas
en la zona, siente la necesidad de tener un
centro parroquial, que en su momento
tuvo también una escuela, dado que en
materia educativa el estado, siempre
estaba atrasado. Esta parroquia, San José
Obrero al mismo tiempo representa el
fruto del esfuerzo paciente y tesonero de la
colectividad con el liderazgo efectivo de los
sacerdotes posiblemente del mismo modo
en que los grandes templos europeos
fueron construyéndose lentamente más
que nada con la colaboración de la grey
católica.
Esta tradición católica de involucrar
a la población en la erección del templo,
tenía también su componente educativo. A
través del ahorro y el esfuerzo, ladrillo por
ladrillo se puede ir construyendo un
monumento que luego se convertirá en
orgullo de toda la zona.
La particular relevancia de esta
iglesia, radica también en la selección del
nombre, por la época en que la misma tuvo
lugar. Eran momentos de la guerra fría, en
que la ideología marxista competía por
ganar adeptos con la iglesia católica.
Precisamente para dar al � de Mayo, una
atmosfera religiosa, se proclamo como día
de San José Obrero, lo cual fue también un
principio de lo que más tarde se convirtió
en la opción preferencial por los pobres, al
dotar de dignidad y valor la esforzada tarea
del obrero que con su trabajo no solo era el
sostén de su familia, sino que también
colaboraba en sus ratos libres para com-
pletar el templo y de ese modo jerarquizar
el vecindario. La labor pastoral desplegada
con sus comprometidos párrocos al frente,
y una grey consustanciada con la obra, se
identifica con la Parábola del Evangelio de
la Levadura, Mateo ��:��: "Como símbolo
del Reino de los Cielos, por su efecto
multiplicador y como empresa humana y
espiritual multiplicadora e inagotable.
Conclusión
-Primer Párroco Presbítero Teódu-
lo Velastiquí ���� quien falleció en el año
����.
-A su fallecimiento la Congregación
de Jesuitas se hizo cargo de la Parroquia:
Padre Joaquín Pina, hoy Monseñor Joaquín
Piña, Padre José María Blanch, José Val-
puesta y otros. El encargado el actual
monseñor Joaquín Pina.
-En el año ���� fue designado
Párroco el Padre Américo Ferreira hasta el
año ����.
-En este año ���� se hace cargo de
la parroquia la Congregación del Espíritu
Santo. Es nombrado como párroco el
Padre José Harris, hasta el año ����.
-Desde el año ���� hasta el año
���� estuvo como Párroco el Padre Felipe
Howard.
-En el año ���� se nombra al P.
Conrado Mauronn hasta el año ����.
-En marzo de ���� hasta ���� es
designado Párroco el Padre Mario
Riveros, diocesano.
-En el año ���� hasta el ���� el
Padre Rubén Ruiz Díaz.
-En el año ���� hasta ���� el
Padre Francisco Ortíz.
-En el mes de julio del año ���� se
hace cargo el Padre Enrique Meyer
Canillas, hasta febrero del año ���� .En el
���� llega como párroco el Padre Michel
Gibaud hasta febrero de ����.
-En febrero del año ���� es nombrado
Párroco, el Padre Ramón Pérez.
-En el mes de abril de ���� es
designado Párroco Monseñor Dionisio
Echagüe, hasta la actualidad.
37
Galería de párrocos
38
Imágenes del año jubilar
ienaventurado San José,Bacudimos en nuestra
tribulación;
y, después de invocar
el auxilio de vuestra Santísima
Esposa,
solicitamos también
confiadamente vuestro
patrocinio.
Por aquella caridad que
con la Inmaculada Virgen María,
Madre de Dios, os tuvo unido,
y por el paterno amor
con que abrazasteis al Niño Jesús,
humildemente os suplicamos
volváis benigno los ojos
a la herencia que
con su Sangre adquirió Jesucristo,
y con vuestro poder
y auxilio socorráis nuestras
necesidades.
Proteged, oh providentísimo
Custodio de la Sagrada Familia,
la escogida descendencia de
Jesucristo;
apartad de nosotros
toda mancha de error y
corrupción;
asistidnos propicio, desde el Cielo,
fortísimo libertador nuestro
en esta lucha
con el poder de las tinieblas;
y, como en otro tiempo
librásteis al Niño Jesús
del inminente peligro de su vida,
así, ahora, defended
la Iglesia Santa de Dios
de las asechanzas de sus
enemigos
y de toda adversidad,
y a cada uno de nosotros
protegednos con perpetuo
patrocinio,
para que, a ejemplo vuestro
y sostenidos por vuestro auxilio,
podamos santamente vivir
y piadosamente morir
y alcanzar en el Cielo
la eterna felicidad. Amén
Oración a San Josédel papa León XIII
Parroquia San José Obreroc Senador Long casi Lillo
��� �� ��� ���
Atención en secretaría: ��:�� a ��:��
Barrio Villa Morra, Asunción, Paraguay
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