ampliación c minoica

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T era, el fi n de los minoicos 110 kilómetros al norte de Creta está situada la isla que hoy conocemos como Tera (miedo) y que hace 4000 años sus habitantes llamaban Kalliste (la muy hermosa). Un lugar donde llegó el esplendor de uno de los pueblos más impresionantes de la antigüedad, el minoico. Hablamos de una civilización, la minoica, que fue la envidia de los faraones y visires de Egipto. Poseían la primera flota del mundo y su autoridad en el Mediterráneo abarcaba desde el oriente hasta Tirrenia (Italia). Incluso disponían de agua caliente que repartían por los edificios de hasta 4 pisos de altura mediante un moderno sistema de tuberías. Pero a finales del siglo XVII a.C. una terrible explosión volcánica significó el principio del fin para los minoicos. El imperio minoico Nos remontamos al cuarto milenio antes de que un niño, al que llamaron Jesús, naciera en Belén y cambiara el curso de la historia. En la isla de Creta comenzaba a emerger la civilización minoica. No se sabe a ciencia cierta de donde procedía este pueblo, pero lo que sí es seguro es que alrededor del 3500 a.C. éstos ya habitaban la isla egea. Su desarrollo tecnológico fue impresionante, solo comparable al ocurrido en Egipto entre las dinastías III y IV cuando pasó de construir unas simples mastabas funerarias a erigir las colosales pirámides. Alrededor del 2100 a.C. el Imperio Minoico, mejor dicho su marina, dominaba gran parte del Mediterráneo aunque no es de extrañar dado que estaban prácticamente solos. Y es que los egipcios nunca se hicieron famosos por poseer una poderosa flota. Mapa de la isla de Tera, o más bien podríamos decir que lo que queda de ella. Era un pueblo pacífico, muestra de ello es que no dejaron ningún signo de violencia en su arte. Sus ciudades no estaban fortificadas y no se conoce, hasta su ocaso, ninguna evidencia que haga pensar que sufrieran algún tipo de invasión o ataque por parte de otro pueblo. Posiblemente el poderío de su flota evitó que otros pueblos pudieran acercarse a ellos.

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Page 1: Ampliación c minoica

Tera, el fin de los minoicos

110 kilómetros al norte de Creta está situada la isla que hoy conocemos como Tera (miedo) y

que hace 4000 años sus habitantes llamaban Kalliste (la muy hermosa). Un lugar donde llegó

el esplendor de uno de los pueblos más impresionantes de la antigüedad, el minoico.

Hablamos de una civilización, la minoica, que fue la envidia de los faraones y visires de

Egipto. Poseían la primera flota del mundo y su autoridad en el Mediterráneo abarcaba desde

el oriente hasta Tirrenia (Italia). Incluso disponían de agua caliente que repartían por los

edificios de hasta 4 pisos de altura mediante un moderno sistema de tuberías.

Pero a finales del siglo XVII a.C. una terrible explosión volcánica significó el principio del fin

para los minoicos.

El imperio minoico

Nos remontamos al cuarto milenio antes de que un niño, al que llamaron Jesús, naciera en

Belén y cambiara el curso de la historia. En la isla de Creta comenzaba a emerger la

civilización minoica. No se sabe a ciencia cierta de donde procedía este pueblo, pero lo que sí

es seguro es que alrededor del 3500 a.C. éstos ya habitaban la isla egea.

Su desarrollo tecnológico fue impresionante, solo comparable al ocurrido en Egipto entre las

dinastías III y IV cuando pasó de construir unas simples mastabas funerarias a erigir las

colosales pirámides. Alrededor del 2100 a.C. el Imperio Minoico, mejor dicho su marina,

dominaba gran parte del Mediterráneo aunque no es de extrañar dado que estaban

prácticamente solos. Y es que los egipcios nunca se hicieron famosos por poseer una poderosa

flota.

Mapa de la isla de Tera, o más bien podríamos decir que lo que queda de ella.

Era un pueblo pacífico, muestra de ello es que no dejaron ningún signo de violencia en su

arte. Sus ciudades no estaban fortificadas y no se conoce, hasta su ocaso, ninguna evidencia

que haga pensar que sufrieran algún tipo de invasión o ataque por parte de otro pueblo.

Posiblemente el poderío de su flota evitó que otros pueblos pudieran acercarse a ellos.

Page 2: Ampliación c minoica

Una de sus principales fuentes de recursos era el comercio y uno de sus principales destinos

comerciales Egipto.

La explosión de Tera

Es hora de dirigir de nuevo nuestra mirada hacia Tera, esa pequeña isla al norte de Creta con

un enorme volcán de 1600 metros de altura. En Tera, mantenían un estrecho contacto con la

vecina isla de Creta y su tecnología era maravillosamente moderna.

Efectos de los terremotos en una escalera.

Estamos a mediados del siglo XVII a.C. El volcán, tranquilo y sereno durante muchos años

decide salir de su letargo causando el terror entre los habitantes de Tera. Una serie de

terremotos de cierta magnitud (se ha encontrado incluso una escalera resquebrajada por los

seísmos) obligó a la gente a huir hacia las islas vecinas. En esta ocasión a los teranos les dio

tiempo de recoger todas sus pertenencias antes de abandonar Tera. La ceniza que desprendía

el volcán hizo que se formara una pequeña capa de ésta en la ciudad pero poco más ocurrió.

Pasó el tiempo, quizás solo unos meses quizás años, y el volcán volvió a un estado de reposo,

el suficiente para que algunos decidieran volver a sus hogares (se han descubierto obras de

reparación en ciertos lugares de la ciudad). Pero llegó el otoño del 1628 a.C. y el volcán

despertó de nuevo, esta vez con muchísima más violencia. La poca gente que se decidió a

volver salió nuevamente y el volcán comenzó a emanar tal cantidad de ceniza que ciertos

lugares quedaron sepultados bajo más de 60 metros de ella, y esto es lo que ha permitido que

hayamos encontrado la ciudad hoy en día casi tal y como la dejaron los teranos hace más de

3500 años.

Pero lo peor aún estaba por llegar. En un instante el enorme volcán estalló de forma

violentísima. El centro de la isla, donde se hallaba éste, desapareció en milésimas de segundo

y en su lugar, donde antes había una montaña de 1600 metros de altura ahora había un

enorme hoyo de 125 km cúbicos con una profundidad de más de 1.5 km donde el agua del

Mediterráneo comenzó a entrar formando una inmensa catarata.

Page 3: Ampliación c minoica

Excavaciones de la ciudad perdida, Tera

La fuerza de la explosión del volcán de Tera sería comparable a la desprendida por 150

bombas de hidrógeno estallando a la vez. Hay que recordar que ésta fue escuchada a más de

3200 km de distancia y tuvo la suficiente fuerza como para agrietar muros y hacer temblar

ventanas a más de 160 km.

En Tera, tras desaparecer el volcán, inmediatamente se formó una enorme nube que cubrió el

cielo. Comenzó a llover fuego sobre las vecinas islas de Melos, Naxos y Creta. Mientras la

nube, formada por ceniza y una cortina de vapor que aparecía y desaparecía en sus bordes,

avanzaba desprendiendo un calor intenso. En menos de una hora la sombra de la muerte

alcanzó los 300 km de distancia hundiendo los barcos que se encontraba en su camino. Llegó

a Turquía y Egipto convirtiendo el día en noche aunque su temperatura y fuerza habían

disminuido mucho. La sombra continuó hacia el este sobre Siria e Irán y se fue dividiendo y

suavizando mientras recorría Asia. Cabe mencionar que se han encontrado restos de la capa

de ceniza terana en diversas partes de Egipto.

Y tras el fuego… el agua

Si bien la lluvia de fuego o la nube de ceniza y calor intenso fueron importantes también es

cierto que no tanto como para afectar de manera tan catastrófica a la isla de Creta,

verdadero centro del poder minoico. Otra fuerza mucho más devastadora tuvo que ser la

culpable de que los minoicos perdieran su hegemonía en el Mediterráneo y se vieran

indefensos ante la invasión de pueblos extranjeros, en este caso de los griegos continentales.

El enorme tsunami arrasó el norte de la isla de Creta y provoco el caos entre su población.

Posteriores investigaciones han aportado pruebas acerca de un gigantesco tsunami que se

originó tras la explosión de Tera.

Page 4: Ampliación c minoica

Cuesta imaginar que efectos devastadores acaecieron en la costa norte de Creta a causa del

tsunami. La ciudad de Cnosos (al norte de la isla) debió sucumbir ante la fuerza del agua y la

mayor parte de la flota (por no decir toda) atracada en su puerto de Heraclión debió quedar

reducida a astillas. Quizás, solo algunos barcos que se encontraban en ese instante en alta

mar pudieron salvarse de la ola terana dado que el verdadero poder destructor de ésta reside

al romper contra la costa, en el interior del mar sus efectos se reducen considerablemente.

Aunque hay que recordar que muchos de estos barcos también sufrieron la nube de cenizas y

calor.

El ocaso minoico

Dama tirinta, arte minoico

En unas horas la importante flota cretense quedó reducida considerablemente y lo que es

peor, sin las infraestructuras necesarias para reconstruirla en poco tiempo. Con una isla,

Creta, prácticamente devastada, con el puerto y astilleros destruidos y sin apenas barcos, la

situación era muy delicada. Estaban indefensos y los griegos continentales se aprovecharon de

ello invadiendo la isla. Los minoicos pasaron de controlar todo el Mediterráneo a estar

subyugados al poder helenístico en apenas 50 años.

No se sabe muy bien que ocurrió con todos los supervivientes, especialmente con los maestros

y expertos artesanos. Quizás algunos fueran seleccionados por los griegos y los más valiosos

enviados a Grecia o Italia. Se cree que otra parte navegó hacia el sureste rumbo a Túnez y se

instalaron en las montañas Atlas. Otros fueron al sur, a Egipto, donde los más talentosos al

parecer se convirtieron en un conjunto de nobles egipcios. Y quizás el resto viajaron hacia el

este, llevando su particular arquitectura al país que denominaron Filistea o Palestina.

2000 años contempló la Tierra el caminar de un pueblo pacífico, culto e inteligente. 2000

años de prosperidad y avances tecnológicos. 2000 años de sueños interrumpidos por una

naturaleza sin compasión y que aún hoy en día nos recuerda que jamás podremos dominarla.