andrzej walicki, populismo y marxismo en rusia

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  • 5/21/2018 Andrzej Walicki, Populismo y Marxismo en Rusia

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    Andrzej W alicki

    Populismoy marxismo en Rusia

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    La edicin original inglesa fue publicada por Clarendon Press, deOxford, con el ttulo de The Controversy over Capitalism (Studies inthe social philosophy of the Kuian populists)

    by Oxford U niversity Press, 1969

    Versin castellana de Ricard Domin go

    Primera edicin castellana: abri l 1971

    Diseo y realizacin de la cubierta: Enric Satu

    de la presente edicin (incluido el diseo de la cubierta y la traduccin), Editorial Estela, S. A., Avda. Jos Antonio, 563, Barcelona-11

    Impreso en Grficas Saturno, Andrs Doria, 29, Barcelona.Depsito legal: 13.706 - 1971. Printed in S pain - Imp reso en Espaa

    E st e libr o fu e es cr ito en O xf or d y es t en de ud a co n cie rtas per son as . A n te to do} deb o rec on ocer mi de ud a co n los Warden andFellows of All Souls College, en tr e los qu e tu ve el pr iv ile gi o de trabajar como Visit ing Fel low en el cu rs o ac ad m ico 19 66 -67.

    P oc o pu ed o ex ager ar la de ud a que co ntr aj e co n el p ro fe so r Sir Isaiah B er ln, que discu ti co nm ig o las idea s co nteni das en es te

    l ibro y de quien recib ayuda en otros muchos sentidos. Agradezco profundamente los esfuerzos que dedicaron a este trabajo misamigos ingleses Mr. Harry Willetts, Mrs. Ellen de Kadt, y Mrs. y

    M r. A rle n e y A n th ony Pol onsk y qu e co rr ig ie ra n el es til o de llibro. Asimismo deseo expresar mi reconocimiento a Mr. J. S. G .Simmons, que me ayud a encontrar cuanto necesit en las bibliotecas de Oxford . Fin al m en te deb o co n fesa r mi gra titu d a cu an toscontribuyeron a crear la atmsfera de estmulo y amistad que merode durante mi estancia en Inglaterra.

    An d r z e j W a l i c k i

    Var so vi a, ab ri l de 1968.

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    Captulo primero

    El concepto de populismo

    Este libro no intenta ser un estudio exhaustivo del populismoruso, su gnesis histrica, desarrollo y declive. Nos hemos concretado a algunos aspectos de la ideologa del populismo ruso clsico,e incluso dentro de estos lmites nuestra aproximacin no esestrictamente histrica. Sin embargo, estamos convencidos dehaber seleccionado aquellos aspectos del populismo que sernde mayor utilidad para una mejor comprensin de lo que realmen

    te fue el populismo. Los rasgos esenciales ms caractersticos delpopulismo ruso, en su esplendor, se nos revelan segn creemos,en su actitud ante el capitalismo y ante el marxismo; ante elcapitalismo y ante El Capital.

    Tal aproximacin, no obstante, necesita de una justificacin.Ante todo , de bemos evitar la confus in ter minol gica. El trm inopopulismo (narodnichestvo ) ha sido asociado a muchos y muydistintos significados, por lo que parece es necesario empezar porel aspecto semntico.

    La necesidad de una investigacin semntica en la historia deltrmino populismo ha sido realizada tanto en la Unin Soviticacomo en Occidente. Resulta significativo que Boris Kozmin elacadmico cuyos trabajos han jugado un papel dirigente en elreciente renacer de los estudios del populismo en la URSScrey necesario detenerse ante los problemas semnticos (aunquehaba reducido su investigacin a la palabra populismo segn seutiliza en las obras de Len in) ,l En Occidente este proble ma hasido fijado por Richard Pipes, que ha desarrollado un til y sistemtico estudio de la historia de la palabra po pulismo , del queha derivado una interesante, aunque discutible, conclusin acercadel uso apropiado de este trmino.2 Esta conclusin sostiene, enbreves palabras, que el concepto de populismo, segn ha sidopresentado, entre otros por Kozmin, es de hecho un artificio

    polmico, creado y popularizado por los publicistas marxistas alprincipio de los aos noventa y, como tal, carece de justificacinhistrica.3

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    no est ntimamente relacionado con este concepto de populismoque Pipes ha caracterizado como histricamente injustificado. Sinembargo, el artculo de Pipes nos proporciona un til punto departida a partir del cual podemos clarificar el concepto de populismo que deseamos presentar y justificar, en este libro.

    Ante l escribi Pipes, el significado del trmino "populismo esobvio: describe un socialismo agrario de la segunda mitad del siglo xrx

    que sostena el postulado de que Rusia poda pasar por alto el estadiocapitalista de desarrollo y proceder a travs del artel y de las comunas campesinas directamente al socialismo. Su inspiracin vino de Herzeny Chemyshevskii, y su estrategia de Lavrov, Bakunin y Tkachev. Enprimer lugar se manifest a s mismo abiertamente en el movimiento deIr hacia el Pueblo, y alcanz su cnit en el terror de La Voluntad dolPueblo, despus de lo cual, rpidamente, fue perdiendo terreno haciael marxismo. Esta clsica concepcin, por designarla de algn modo, denarodnichestvo constituye, por ejemplo, el marco en que se ha insertadoel ms reciente y extenso tratamiento del tema, el Populismo russo, delprofesor Venturi, originalmente publicado en 1952.4

    A Pipes hay que atrib uirle el mr ito de hab er da do la con

    cepcin clsica o, ms bien, corriente del populismo. Ha establecido que la palabra populismo tuviese dos significados distintosy en cierto modo contrad ictorios: el estrech o significado histrico y el amplio significado marxista. Acepta el primero y, aparentemente, intenta eliminar el segundo, por ser histricamente injustificado y rehusado por aquellos a quienes fue aplicado.0 No estamos de acuerdo con esta conclusin pero aceptamos la distinciny pensamos que una eleccin consciente entre los dos significados de la palabra es una condicin previa a una concepcin consistente del populismo. En el primer sentido, el trmino populismo denota una teora que invoca la hegemona de las masassobre la lite culta,6 en el segundo sentido denota una teora del

    desarrollo no capitalista en Rusia; en el primer caso est opuestoal intelectualismo abstracto de aquellos revolucionarios que trataron de ensear a los campesinos, de imponerles los ideales delsocialismo occidental en lugar de comprender cules eran susnecesidades reales y actuar en nombre de tales intereses e ideales, de los que los campesinos se haban hecho ya conscientes; enel segundo caso, se opona a las teoras sociolgicas y econmicas que sostenan que el capitalismo era un estadio de desarrolloinevitable y que Rusia no constitua una excepcin dentro deesta ley general de la evolucin.

    En el primer sentido, el populismo, estrictamente hablando,

    fue nicamente un corto episodio en el movimiento revolucionario ruso: emergi a mitad de los aos setenta y pronto dio pasoa nuevas actitudes, representadas por los terroristas revoluciona-

    ros o, habiendo sufrido una apropiada transformacin, adoptel punto de vista terico del marxismo. A esto podemos aadirque posteriormente, en la dcada de los aos ochenta y noventa,la visin de que las ideas de la intelligentsia deba dar paso alas opiniones de la gente fue sostenida, y llevada a peligrososextremos, por los seguidores de I. Kablits (Yuzov), quien, en suferviente antiintelectualismo, se situ muy cerca del oscurantis

    mo reaccionario. Podemos tambin abandonando el punto devista estrictamente h istrico observ ar las actitudes de los populistas hacia las masas campesinas durante los primeros aos, yencontrarlas entre los bakuninistas del comienzo de los aossetenta. Sera sin embargo totalmente injustificado aplicar elnombre de populistas (en su primer significado) a los seguidoresde Labrov, a los jacobinos rusos o a los miembros de La Voluntad del Pueblo; si deseamos utilizar la palabra populismo en suestrecho sentido histrico, debemos convenir con Plejanov queLa Voluntad del Pueblo fue un rechazo completo y universaldel populismo.7 Es evidente, por tanto, que la concepcin corrientedel populismo, tal como Pipes la describe, y la presenta Venturi

    en su excelente libro, es, desde este punto de vista, demasiadoamplia, ya que comprende todas las corrientes del movimientorevolucionario ruso de los aos sesenta y setenta, incluyendoLa Voluntad del Pueblo, en la que, de forma bastante correcta,ve la culminacin del movimiento revolucionario populista.

    En el segundo sentido, el populismo no era un movimientoorganizado, sino una ideologa, una amplia corriente de pensamiento, con diferencias en su mismo seno, hallndose sus representantes no slo entre los revolucionarios, sino tambin entre lospublicistas no revolucionarios que invocaban reformas legales eninters de los campesinos. Todos los revolucionarios rusos de losaos setenta, independientemente de sus diferencias en cuanto ala estrategia revolucionaria y la apropiada relacin entre la intelligentsia y el pueblo, representaron, en este sentido, diferentesvariantes del populismo. A este respecto, la concepcin corrientedel populismo est ms justificada, pero carece, por otra parte,de precisin y tiende a ser excesivamente vaga. Por otro lado,tiende algunas veces a ser demasiado estrecha, puesto que desva el nfasis de la ideologa populista al movimiento revolucionari o populista y, especialmente, olvida a los pensadores populistasno revolucionarios, cuya contribucin a la ideologa populista fuea menudo mayor que la de los revolucionarios; Mijailovskii , porejemplo, que fue en muchos sentidos el terico ms representa

    tivo e influyente del populismo, apenas es mencionado en ellibro de Venturi, y sus teoras no alcanzan ningn tipo de exposicin en l.8 En una palabra, la concepcin del populismo que

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    sostiene que ste alcanz su cnit con el terror de La Voluntaddel Pueblo no distingue claramente entre el populismo como tal(o sea, el populismo como corriente de pensamiento) y el movimiento revolucionario populista una distincin que de b e hacerse si deseamos evitar la confusin.

    Estrictamente hablando, nos parece que el populismo ruso,en el sentido ms amplio del trmino, no puede definirse comomovimiento poltico. Cuando decimos el movimiento revolucionario populista, nos referimos al movimiento revolucionario queexpona la ideologa populista; la palabra populista, por consiguiente, no define el movimiento, sino nicamente algunos aspectos de la ideologa del movimiento. El movimiento Ir hacia elPueblo y el terrorismo revolucionario representan tipos muydiferentes, si no opuestos, de movimientos revolucionarios; Tka-chv, los jacobinos revolucionarios y Vorontsov, los reformistasapolticos, tenan muy poco en comn, en trminos de actitudespolticas. Lo que una a estos hombres tan diferentes y a estosmovimientos, tambin diferentes, fue un cierto cuerpo de ideas,ciertas actitudes hacia el capitalismo, opuestas a las arcaicas es

    tructuras de la vida social rusa.El argumento que Pipes lanz contra el segundo concepto de

    populismo consiste en indicar que fue un uso relativamente nuevo de la palabra, introducido y popularizado por los propagandistas marxistas en los aos noventa; su principal creador, seafirma, fue Struve, quien, desatendiendo obviamente las diferencias entre los varios adversarios del desarrollo capitalista en Rusia, los reuni arbitrariamente bajo un mismo adjetivo y modelsus controversias con los marxistas rusos en las disputas entrelos eslavfilos y los occidentalistas de los aos cuarenta. Esteargumento, sin embargo, no resulta convincente. En primer lugar,el uso que Struve dio al nuevo concepto de populismo no eratan abstracto y arbitrario como para ser aplicado a cualquieraque creyera en la habilidad de Rusia para pasar de largo anteel capitalismo; 8 nunca fue aplicado, por ejem plo, a C onstan tineLeontev, a pesar de que, sin duda, fue uno de los ms resueltos adversarios del desarrollo burgus en Rusia. Muchos de quienes resultaron etiquetados presentan variantes distintas, y algunas veces mutuamente exclusivas, de una amplia corriente depensamiento realmente existente, pero falta de un nombre comn;la mayora eran, como mnimo en parte, conscientes de ello, y elnombre narodnichestvo no resultaba mal elegido puesto que lacreencia en los principios del pueblo (narodnye nachala), opues

    tos al capitalismo, estaba ligada con la mayor parte de los significados histricamente registrados en esta palabra, incluso losms vagos e imprecisos. En segundo lugar, y aunque el papel de

    Struve no debe ser pasado por alto, el nuevo concepto de populismo se debe mucho ms claramente a Lenin. Fue Lenin quienle dio una concreta connotacin histrica y sociolgica, sealandoque el populismo era una protesta contra el capitalismo desde elpunto de vista de los pequeos productores directos, quienes, alverse arruinados por el desarrollo capitalista, vean en l tan sloun retroceso pero, al mismo tiempo, pedan la abolicin de las

    viejas formas feudales de explotacin. Fue Lenin, y no Struve,quien puso los cimientos de los logros acadmicos soviticos eneste terreno; el prejuicio, desigual tratamiento del populismo, yla escasez, cuando no virtual ausencia de estudio sobre l, tancaracterstica, desafortunadamente, de un largo perodo en eldesarrollo de las ciencias sociales en la URSS, estaba conectadocon una obvia desviacin de la posicin de Lenin.10 Kozmin, consecuentemente, estaba bastante en lo cierto al reivindicar el regreso a Lenin para eliminar estos prejuicios y reparar el dao quehaba sido causado por ello.

    Esto no significa, por supuesto, que sea posible, ni deseable,mirar el populismo ruso desde la perspectiva de los aos noventa.

    Muchas cosas han cambiado desde entonces. El esquema de Ple-ja n ov so bre el des ar ro llo de Ru sia ha sido in va lida do por el he ch ode que la revolucin socialista rusa casi coincidi, en el tiempo,con el derrocamiento del absolutismo, y la produccin socialista hasido all organizada, a pesar del relativo atraso y aislamiento delpas. La aplicabilidad de modelos universales de desarrollo debeser puesta en tela de juicio, a la vista de los nuevos problemasque han sido suscitados por las nuevas naciones descolonizadas; la idea del desarrollo no capitalista, en pases agrarios atrasados, se ha hecho realidad aunque una dura y difcil realidad en muchos lugares del mundo. Todos estos factores ponen

    en serio peligro la posicin del evolucionismo clsico en las ciencias sociales contra la que los populistas rusos haban protestadocon tan grandes energas, ya en los tiempos de su indiscutibledominio de la sociologa. Su teora del desarrollo social no linealha sido atacada desde muchas posiciones: por los funcionalistas,por los difusionistas, que adelantaron la tesis de que una civilizacin puede saltarse un estadio de desarrollo mediante el prstamo y difusin de un bagaje cultural, y finalmente, de un modoms radical, por los relativistas culturales. La teora marxistadel desarrollo econm ico ha sufrido tambin un considerable cambio, y diversas escuelas han aparecido en su interior. Estamosconvencidos de que estos nuevos datos histricos y los cambios

    correspondientes en el pensamiento terico deben ser tenidos enconsideracin y utilizados como un punto de partida ms ventajo so para el es tu dio de l po pu li sm o ru so C on to do la co n ce pci n

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    de Lenin sobre el populismo nos sigue pareciendo el mejor puntode partida. Su posicin en relacin con el populismo nos recuerda, en algunos aspectos, la posicin de Marx en relacin con loshegelianos de izquierda. Y aunque Marx fue a menudo demasiadosevero, e incluso injusto, en su crtica a La ideo loga alem an a,pocas dudas pueden caber de que la conoca perfectamente y deque la idea que de ella tena no debe ser echada en saco rotopor los estudiosos del pensamiento alemn.

    Kozmin ha advertido correctamente que Lenin, como todo elmundo, en su tiempo, utiliz la palabra narodnichestvo en muchossentidos, incluyendo el estricto significado histrico. El ms imp ortante de estos diferentes usos del trmino era, segn l, el msamplio. En este sentido, el populismo era, en palabras de Lenin,una completa visin del mundo cuya historia comienza con Herzen y acaba con Dan ielson ;11 era una do ctrina te ortica queofrece una solucin particular a problemas sociolgicos y econmicos muy importantes,12 una importante tendencia en el pensamiento social ruso,13 una inmensa rea de pensamiento social.14Era el trmino comn para todas las ideologas democrticas en

    Rusia tanto revolucionarias como no revolucionarias queexpresaban el punto de vista de los pequeos productores (campesinos en su mayor parte) y buscaban caminos de desarrollo nocapitalista; un trmino que puede ser aplicado no slo a los revolucionarios de la dcada de los setenta y a los llamados populistas liberales de los aos ochenta y noventa, sino tambin aChemyshevskii y, de alguna forma, a los partidos campesinos deprincipios del siglo xx. Estamos de acuerdo con Kozmin enque este amplio sentido de la palabra populismo es muy importante para la correcta comprensin del punto de vista de Leninsobre la materia. Parece que vale la pena advertir que en algunosde los artculos de Lenin el trmino populismo se aplica como

    cierta categora tipolgica a algunas ideolog as n o rusas : as,por ejemplo, en el artculo De mocracia y po pu lism o en China (1912), la ideologa de Sun Yat-sen ha sido clasificada comopopulista: el demcrata chino, escribe Lenin, argumenta exactamente como un ruso. Su similitud con los populistas rusos estan grande que abarca incluso una completa identidad de ideasfundamentales y muchas expresiones individuales.15 Esta ampliaperspectiva comparativa nos parece muy atractiva y valiosa. Nospermite ver el populismo ruso como una variante particular deun modelo ideolgico que emerge en diferentes sociedades atrasadas durante los perodos de transicin y refleja la caracterstica

    posicin de clase de los campesinos. No significa, por supuesto,que el populismo pueda ser visto como una expresin directa dela ideologa campesina; es una ideologa formulada por una intel-

    ligentsiademocrtica que, en pases atrasados faltos de una fuerteestructura de clase burguesa, disfruta un mayor papel de autoridad social y desempea una parte de mayor relieve en la vidanacional que los intelectuales en los estados econmicamente msdesarrollados.

    La reconstruccin de la concepcin de Lenin sobre el populismo hecha por Kozmin en la Unin Sovitica significa una revisin y un distanciamiento del prevaleciente canon de interpretacin: un canon que opona artificialmente a los demcratasrevolucionarios de los aos sesenta con los populistas de los aossetenta, separaba a Chemyshevskii de los posteriores idelogosdel populismo, en quienes no se vea sino un rebaje de planteamientos, y desvaloraba la significacin histrica del pensamientopopulista y del movimiento revolucionario populista. Distanciareste canon signific remover un gran obstculo que durantemucho tiempo haba permanecido en el camino de una aproximacin sin prejuicios, y predispuesta al tema.

    El reconocimiento de que Chemyshevskii no debe ser separadodel populismo, ni mucho menos opuesto a l, no debiera condu

    cimos, sin embargo, a olvidar las diferencias que le distinguande los florecientes populismos de los aos setenta. Pensamos queKozmin fue demasiado lejos en su intento de poner el nfasisen el populismo de Chemyshevskii y que err al rehusar la visintradicionalmente establecida de que el populismo en su formaclsica haba emergido tan slo al final de los aos sesenta.16 Sureconstruccin de la concepcin de Lenin sobre el populismo esparcial, puesto que intencionadamente tiende a pasar por alto ladistincin que Lenin hizo entre la herencia de los aos sesenta (esdecir, la herencia de Chemyshevskii) y la adicin populista a lamisma. Estaba en lo cierto cuando resaltaba que, de acuerdo conLenin, la historia del socialismo populista puede y debe remon

    tarse al socialismo ruso de Herzen. Sin embargo, estaba equivocado cuando sugera que el reconocimiento que hizo Lenin de lacontribucin de Herzen a las teoras populistas equivala a situarleentre los populistas. Parece oportuno recordar que Lenin, despusde todo, fue bastante inequvoco al clasificar a Herzen como unrevolucionario acomodado, o sea, un representante de una fase pre-populista en el desarrollo del pensamiento revolucionario ruso.17

    Un examen de las concepciones de los primeros populistas yde todos aquellos pensadores que han contribuido a la doctrinapopulista se sita fuera del alcance de este estudio. Sin embargo,si deseamos clarificar nuestra concepcin del populismo (y nuestrainterpretacin de la concepcin que de l tenia Lenin). no podemosevitar detenernos brevemente en las relaciones entre el populismoclsico y las ideas de sus padres.

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    Detengmonos, en primer lugar, en el populismo de Herzen.Como los populistas, se opona al desarrollo burgus de Rusia yesperaba la transicin directa al socialismo a travs de las comunas campesinas. Es chocante, sin embargo, lo distinta que fue suimagen del capitalismo y el punto de vista desde el que lo criticaba. No pensaba en el capitalismo en trminos de economapoltica; el punto de vista de un pequeo productor, que estabasiendo divorciado de sus medios de produccin por el desarrol lo

    de la gran industria capitalista, estaba completamente ausente ensu crtica del Occidente capitalista. Estrictamente hablando, nocri ti caba el capi tal ismo como formacin econmica (de la que noposea l ina nocin clara) , s ino la sociedad burguesa, como fenmeno sociocultural , interpretndolo en trminos histrico- f i los-f icos como sntoma del declive f inal del decrpito viejo mundo.Le repela la burguesa, a la que trat, de forma algo aristocrtica, como una clase superior de gentes vulgares y depravadas.Para los populistas, quienes, como veremos, eran a este respectodiscpulos de Marx, el capitalismo era equivalente a la expropiacin, proletarizacin y total miseria de las masas. Para Herzen,por el contrario, el capitalismo era un estadio de estabilizacin

    final y de creciente bienestar; no dud en afirmar que incluso elproblema del proletariado ha subsistido, que el trabajador en todos los pases europeos es un futuro burgus.38 En contraste conla preocupacin de los popul istas (y de Marx) por la crecientedepauperacin de las masas, vio al capitalismo como una poca deavance social de las masas y atribuy este adelanto a la burguesa:

    Con la llegada de la burguesa, los caracteres individuales estn destruidos, pero estas personas eliminadas estn mejor alimentadas (...) labelleza de la raza est eliminada, pero su prosperidad aumenta... es stala razn por la que la burguesa est triunfando y est destinada al triunfo. Es intil decir a un hombre hambriento: te sienta mejor estar hambriento, no busques comida.

    Esto est ciertamente en oposicin a la visin populista delcapitalismo. Es correcto decir que Herzen criticaba el capitalismono desde el punto de vista populista, sino ms bien desde unaptica aristocrtica. & dif cil imaginar una actitud ms aristocrtica hacia las masas que sta:

    He llegado a odiar la civilizacin de masas y de concentraciones masivas... Miro con un horror mezclado de disgusto a la muchedumbre, movindose continuamente, hormigueando, previendo que me robarn la mitadde mi asiento en el teatro y en la diligencia, cmo se lanzarn, al igualque bestias salvajes, en los vagones de tren y cmo caldearn, contaminndolo el aire 90

    Es realmente asombroso lo poco interesado y familiarizado queHerzen estaba con las dolorosas contradicciones del desarrollocapitalista, lo poco preocupado que se mostraba por la perspectiva de la proletarizacin de artesanos y campesinos; este conjuntode problemas que haban sido expuestos por los socialistas pe-queo-burgueses (Sismondi) y, posteriormente, reinterpretadospor Marx, eran casi del todo ajenos a su imagen del estadio finaldel viejo mundo. Mir al capitalismo desde el otro extremo nodesde el punto de vista del alto precio de la industrializacin, sinodesde el punto de vista de su mximo resultado: el consumobarato y estandarizado. Y a este respecto, sus observaciones (comolas observaciones semejantes de Tocqueville) eran a menudo muydesenfocadas, no premarxistas sino ms bien posmarxistas; anticipando la crtica de lo que ahora llamamos sociedad de masasy cultura de masas, escribi:

    Todo el teatro, las diversiones, los libros, los cuadros, el vestidotodo ha bajado en calidad, aumentando terriblemente el nmero. La muchedumbre de la que estaba hablando es la mejor prueba de xito, defuerza, de crecimiento; est abrindose paso a travs de todos los diques,

    inundndolo y anegndolo todo. Se contenta con cualquier cosa y nuncale basta.En cualquier lugar, la hidra de las cien mil cabezas acecha y espera, a

    la escucha de todo, para mirar cualquier cosa, indiscriminadamente, paravestirse de cualquier forma, alimentarse con cualquier cosa sta es latodopoderosa muchedumbre de conglomerada mediocridad (para utilizarla expresin de Stuart Mili) que lo compra todo y as todo lo domina.

    No hay nada absolutamente nada populista en es te tipode crtica de la sociedad burguesa. El populismo fue una ampliacorriente de pensamiento democrtico ruso, que reflejaba el puntode vista de clase de los pequeos productores (principalmente

    campesinos), deseosos de liberarse de los restos de servidumbre,pero al mismo tiempo puesto en peligro por el desarrollo capitalista. Si esta definicin (dada por Lenin) debe ser aceptada ytomada seriamente, debemos llegar a la conclusin de que nopodemos describir a Herzen como populista. Est justificado empezar la historia de las teoras populistas con el socialismo ruso;no est justificado, por el contrario, presentar a Herzen como unidelogo de los pequeos productores. l no fue un socialistapequeo-burgus; fue un revolucionario acomodado y un socialista acomodado, un aristcrata liberal disgustado, un occidenta-lista desilusionado que, habiendo perdido las esperanzas puestas enOccidente, buscaba consuelo en la idea de que su pas no haba

    alcanzado todava su forma final. No hay nada de accidental enel hecho de que tuviese una gran dificultad en encontrar un len

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    sesenta: de que sostuviera agudas polmicas con Chernyshevskii yDobrolyubov, defendiendo la herencia espiritual de los hombressuperfiuos de las clases acomodadas; y en el hecho de que los revolucionarios de la llamada joven emigracin le acusaron de aristocracia y liberalismo y llegasen a romper sus relaciones personales con l.2- Es comprensible que l, por su parte, se sintierarepelido por su rudeza plebeya en sus esplndidas memorias: Mi

    pasado y mi pe ns am ient o , en las que resalt con orgullo su pertenencia a una generacin mejor la de los hombres de los aoscuarenta. La gran significacin histrica de su socialismo rusoconsiste, entre otras cosas, en el hecho de que fue el lazo msimportante y directo entre el eslavismo y el occidentalismo de losaos cuarenta y las ideologas populistas de la segunda mitad desiglo.23

    El caso de Chernyshevskii fue muy diferente del de Herzen.A la vista de su cr uc ial im po rt an cia pa ra la sist em at izac in einterpretacin de la concepcin de Lenin sobre el populismo, parece oportuno examinarlo dentro del marco de las ideas generalesde Lenin sobre el desarrollo del pensamiento social ruso. Para

    hacerlo, debemos empezar con la categora de la Ilustracin(prosvestiteVstvo) que era, y sigue siendo, fuente de numerosastergiversaciones.

    La categora de la Ilustracin, en su aplicacin a la herenciade los sesenta en Rusia, fue primeramente introducida por Ple-

    janov , que qu ed so rp re nd ido por la si m ili tu d en tr e las co ncepciones filosficas de los radicales demcratas rusos de los sesentay los ilustrados franceses del siglo xvin. Sin duda, el materialismo y el racionalismo del sentido comn de los radicales rusosdel perodo de reforma estaba ligado con el concepto del sigloxvui de una naturaleza humana esencialmente inmutable yracional. Este concepto, que se ocultaba tras el principio antropolgico de Chernyshevskii le sirvi como un poderoso medioen su apasionada lucha contra las instituciones, tradiciones vprejuicios de una sociedad semifeudal, lo cual es similar a lalucha que anteriormente fue sostenida por los pensadores dela Ilustracin francesa.

    El racionalismo ahistrico y dogmtico d el siglo xv m se m anifestaba de forma especialmente fuerte en Dobrolyubov, quienvio la mismsima esencia del progreso en la eterna lucha entrelas tendencias naturales del desarrollo y las antinaturales. Lasconcepciones filosficas de Chernyshevskii expuestas principalmente en su Pr incip io an trop olg ico en Filos of a (1860) 24 eran

    ms complicados, puesto que trat de combinar el racionalismo yel naturalismo de la Ilustracin con algunos elementos histori-cistas y la dialctica hegeliana Se consideraba a s mismo disc

    pulo de Feucrbach y ciertamente haba algn motivo tpicamentefeuerbachiano en su antropocentrismo, en su fiel defensa del individualismo humano contra las usurpaciones de las hipstasishegelianas de lo General.25 En conjunto, sin embargo, su principio antropolgico, as como su teora del egosmo racional (muysimilar a la teora de Helvetius), coincida en lo esencial con elcrudo concepto de la naturaleza humana de Dobrolyubov; su

    inseparable ingrediente moral, su nfasis sobre el antropocentrismo y sobre la liberacin del individuo, lo hacan consonante conel verdadero espritu de la Ilustracin europea.

    Desde el punto de vista de Plejanov, lo ms esencial era elhecho de que tanto los hombres de la Ilustracin franceses yrusos (incluyendo a Chernyshevskii) eran idealistas histricos, quevean los progresos del intelecto humano y la expansin de laIlustracin como primeros motores del desarrollo histrico dela sociedad. Lenin, habiendo aceptado el concepto de Ilustracinrusa de los aos 1860, le dio un alcance diferente: desde su puntode vista, lo ms importante era, no el contenido teortico, sino elcontenido sociohistrico de las concepciones de los hombres de laIlustracin. Para l, la analoga esencial entre la ideologa dela Ilustracin dieciochesca y el radicalismo ruso de los aos sesenta consista, en primer lugar, en su calidad antifeudal y demo-crtico-burguesa: segn l, ambas representaban a la democraciaburguesa en el clima de su fase ascendente, en la que era todavahonesta, emprendedora, inequvocamente progresiva y ligada auna sincera preocu pacin por la felicidad general de la humanidad.

    La caracterizacin de la Ilustracin rusa fue hecha por Leninen su artculo La he rencia a que renu nc iamos. Enumer los siguientes rasgos de esta herencia: a) violenta hostilidad a la servidumbre y a todos sus productos econmicos, sociales y legales,

    b) ardiente deseo de enseanza, autogobierno, libertad, formas devida europeas y general europeizacin de Rusia, c) defensa de losintereses de las masas, principalmente de los campesinos (quienes,en la poca de los ilustrados, no estaban todava completamenteemancipados, o apenas iniciaban este proceso de emancipacin),la sincera creencia de que la abolicin de la servidumbre y susrestos sera seguida por un bienestar universal, y un sincerodeseo de ayudar a que esto se lograra.20 Estos tres rasgos, conclua Lenin, constituyen la esencia de lo que en nuestro pasllamamos la herencia de los aos sesenta, y es importante resaltarque no hay absolutamente nada de populismo en esta herencia.27Para dar un ejemplo de lo que quera decir por hombre de la

    Ilustracin rusa, Lenin escogi a Skaldin, un escritor algo mediocre y de segunda fila. Una dt* las razones para esta decisin fuesimplemente la censura rusa que no permita una referencia

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    abierta a la herencia de Chernyshevskii. No hay lugar a dudas,sin embargo, de que, segn Lenin, no era Skaldin sino Chernyshevskii la figura central entre los hombres de la Ilustracin delos aos sesenta. El artculo La he re nc ia a que re nun ci am os espor consiguiente un serio argumento para la tesis de que, en laconcepcin de Lenin, Chernyshevskii y los populistas representandos corrientes diferentes de pensamiento.

    Koz'min, que por supuesto era consciente de esto, levant contra este argumento la tesis de que en la concepcin de Lenin, la

    oposicin entre hombres de la Ilustracin y populistas no eraabsoluta: un hombre de la Ilustracin poda al mismo tiempo serun populista. Esto es perfectamente cierto y no hay duda de queera as en el caso de Chernyshevskii. Kozmin haba advertido conrazn que la caracterizacin que Lenin hace de Skaldin como eltpico hombre de la Ilustracin slo poda ser aplicada parcialmente a Chernyshevskii. Tratemos de desarrollar esta idea. Aligual que Skaldin, Chernyshevskii fue un ardiente occidentalista,un propagador de la europeizacin general de Rusia; al mismotiempo, sin embargo, y en contraste con Skaldin, defendi congran energa la comuna campesina, en la que los economistasliberales vieron la mayor carga para el desarrollo europeo deRusia. Skaldin critic agudamente la servidumbre rusa, pero (adiferencia de los populistas) no era consciente de las dolorososcontradicciones del progreso capitalista; esto no puede decirseacerca de Chernyshevskii, quien quera proteger al campesinadoruso de los sufrimientos ocasionados por el tipo clsico de desarrollo capitalista ingls. Skaldin propag las ideas de Adam Smithy de la economa poltica liberal; Chernyshevskii critic estasideas desde el punto de vista de una economa de las masas trabajadoras, denunci a los apologistas del industrialismo burgus,a los que acus de hacer un dolo de la riqueza nacional, olvidandoel bienestar del pueblo (pero hay que insistir en ello no

    comparta la opinin de que el capitalismo como tal no era sinouna deterioracin, un retroceso). Queda justificado llegar a laconclusin de que la censura rusa no fue la nica razn que tuvoLenin para decidirse a elegir a Skaldin, y no a Chernyshevskii,como un ejemplo del tpico hombre de la Ilustracin : deseabapresentar un ilustrado que no fuera populista, que pudiera ejemplificar la forma pura de la ideologa antifeudal de la democraciaburguesa radical. El democratismo de Skaldin no poda sufrirla comparacin con el democratismo de Chernyshevskii, perotena, desde este punto de vista, la importante ventaja de estarlibre de cualquier aadido populista. El mismo Lenin escribi:Hemos escogido a Skaldin como ejemplo precisamente porque,

    mientras l era indudablemente un representante de la herencia*

    se eriga al mismo tiempo como un declarado enemigo de aquellasviejas instituciones que los populistas haban tomado bajo suproteccin. 28

    Por lo que sabemos, Chernyshevskii, en contraste con Skaldin,era un convencido protector de las viejas instituciones de lascomunas campesinas. Lleg a proponer a los eslavistas un tipode alianza para la defensa comn de las comunas contra loseconomistas liberales, que pedan su abolicin junto con el resto

    del bagaje feudal (esta alianza, sin embargo, no pudo consumarse,puesto que los motivos de ambos socios eran enteramente distintos).20 En su Crtica de los prejuicios filosficos contra la

    pr op ieda d co mu na l de la tier ra (1859), defenda que Rusia, y engeneral todos los pases atrasados, podan beneficiarse de lasexperiencias y de los logros cientficos occidentales y, gracias aesto, evadir los estadios intermedios de desarrollo, o por lo menosreducir considerablemente su duracin. Su principal argumentopara la comuna era una concepcin dialctica del progreso, reclamando que el primer estadio de cualquier desarrollo es, comoregla general, similar, en cuanto a su forma, al tercero; as, elprimitivo colectivismo comunal es semejante, en cuanto a su

    forma, al desarrollado colectivismo de una sociedad socialistay puede facilitar una transicin directa a ella. Los populistasque, como veremos, reinterpretaban esta argumentacin en trminos de la trada dialctica que encontraron en El Capital deMarx,30 pusieron en esto el principal fundamento terico de susconcepciones. Y puede aadirse que estaban bastante en lo ciertoal considerarse ellos mismos como continuadores del pensamientode Chernyshevskii: en ambos casos la defensa de la comuna campesina estaba motivada por una profunda preocupacin por elbienestar del campesinado, al que deseaban proteger de la expropiacin y de la proletarizacin. Haba un verdadero sentimientopopulista en las palabras de Chernyshevskii:

    ... No nos atrevamos a tocar la sagrada y ahorrativa costumbre quehemos heredado de nuestro pasado, toda cuya miseria se redime por uninapreciable legado no nos atrevamos a asaltar el uso comn de latierra la gran magnanimidad de cuya introduccin depende, ahora, elbienestar de las clases campesinas en la Europa Occidental. Que su ejem-po sea una leccin para nosotros.*1

    Y sin em ba rg o, eran basta ntes las di fere nc ias cons pi cu as ysignificantes entre Chernyshevskii y el flamante populismo clsico de los aos setenta. Chernyshevskii no pensaba que la preservacin de la comuna fuera incompatible con el desarrollocapitalista y, globalmente, no era por ningn medio un adversario

    del progreso burgus en Rusia. Como el resto de los hombres de

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    la I lustracin de los aos sesenta, era un convencido occidenta-lista. y como tal neg rotundamente la imagen de Herzen de ladecrep ita Europa ; 32 los rusos pensaba deben todava aprender de Occ idente y reconocer humildemente la super ior idad delos logros occidentales. 13 Deseaba para Rusia un p rog reso breve ,ms rpido y ms humano, pero nunca opuso Rusia a Occidentenegando la opinin de que las comunas campesinas rusas representasen el germen de un tipo social de desarrollo diferente yms elevado. Era consciente de las dolorosas contradicciones delcapitalismo, pero sin embargo pens que ello supona un granprogreso en comparacin con las formas sociales precapitalistas;cr it ic amargamente los epgonos de la economa polt ica liberal,pero, en agudo contraste con Mijailovskii, Eliseev, Tkachev yotros populistas de los aos setenta, apreciaba altam ente lo s m ritos de sus c lsicos. En pocas palabras, su en em igo n m ero unono era el capitalismo sino el atraso ruso con dicion es asiticasde vida, estructura social asitica, orden asitico.31

    Es muy significativo que tras la abolic in de la servidumbre,los trazos populistas de la ideologa de Chernyshevskii empezarana dar pie al radicalismo polt ico de la democracia burguesa. Antes

    de la reforma, resalt que los demcratas eran slo conjuradosenemigos del partido aristocrtico y de este modo insinuaban quepodan reconciliarse con el absolutismo a condicin de que stellevase a trmino un programa social progresista. ' '15 De spu s de lareforma, amargamente descontento de sus resultados y con elmodo burocrtico ( lase: autocrtico) en que haba sido preparada, l leg a la conclusin de que no era posible en Rusiaresolver la cuestin social de forma satisfactoria sin un cambiopoltico, es decir, sin romper las cadenas de la autocracia.30 En losaos setenta, en su exilio siberiano, se adhiri a esta conviccincon tal f irmeza que rehuy incluso la lectura de obras sobre elproblema campesino y la comuna campesina. En una de sus cartas

    escribi: Estoy harto de todo esto.. . Me producen nuseas loscampesinos y la propiedad campesina de la tierra. 37 El significadode este rudo juic io es bastante c laro: en contraste con los populistas, quienes, como veremos, proclamaban un peculiar apoli-t ic ismo, Chernyshevskii pens que en las condiciones de Rusiacareca en absoluto de significado aproximarse a problemas sociales abstrayndolos de la urgente necesidad de un cambio polt ico.

    La diferencia entre la herencia y el p opulism o c ls ico estoes, por su igual valor en ambos casos, entro Chernyshevskii ysus disc pulos populistas quedara expuesta con mayor c laridadsi confrontsemos la categora de la Ilustracin con la categora

    del Romanticismo econmico una categora qu e ha sido aplicadapor Lenin en sus anlisis del contenido econmico y social del

    populismo.38 No ser simplificar en exceso el decir que los representantes de la herencia de los aos sesenta fueron vistos porLenin fundamentalmente como hombres de la I lustrac in , mientras que los popul istas lo fueron ms b ien como romnt icos .Romantic ismo significa, en ese contexto, una cr t ica al capitalismodesde e l punto de v ista de una utop a retrgrada pequeo burguesa, una idealizacin del t ipo precapitalismo de relaciones econmicas y sociales. Los hombres de la I lustracin, segn la visin

    de Lenin , fueron los idelogos de una radica l democrac ia burguesa , luchando contra los residuos del feudal ismo, y con confianza en el progreso capitalista, pero sin ver , o subvalorando, susaspec tos negat ivos (Chernyshevski i , que los v io de forma muyclara, no era a este respecto un tpico hombre de la I lustracin).Los populistas, en oposic in a los ilustrados, fueron los idelogosde la democracia que, conscientes de las trgicas contradiccionesinherentes al desarrollo capitalista, dieron un paso adelante encomparac in con los hombres de la I lustrac in :

    El populismo escribi Lenin dio un gran paso adelante, si lo comparamos con la herencia, mediante su postura ante los problemas de lasociedad, postura que los guardianes de la herencia eran en su tiempoparcialmente incapaces de tomar, o en parte no lo hicieron, y siguen sinhacerlo, dado que su inherente estrechez de miras se lo impide. Al plantear estos problemas, los populistas llevaron a cabo un gran serviciohistrico, y es bastante natural y comprensible que, habiendo ofrecidouna solucin (cualquiera que fuese su validez) a estos problemas, elpopulismo llegase a ocupar un lugar destacado entre las tendencias progresistas del pensamiento social ruso.

    Al m is m o ti em po , si n em b arg o , fu e un pa so at r s, ya q u e lo spopul istas , habiendo perd ido toda la con f ianza en e l progresoeuropeo burgus, adoptaron e l punto de v ista del Romant ic ismoeconmico . La ideolog a de la I lustrac in era dominante en e lmovimiento democrt ico ruso de los aos sesenta , c oncretamentecuando la atencin de todos los progresistas rusos estaba dir igidahac ia la lucha por la abol ic in de la serv idumbre; e l popul ismofue una ref lex in ideolg ica de los nuevos problemas que emergieron en Rusia t ras la re forma. Tanto los hombres de la I lustrac in como los popul istas defendan los in tereses del pueblo (enpr imer lugar , los in tereses del campesinado) ; los popul istas , c ontodo , en contraposic in a los i lustrados, c ombinaron en su ideolog a e l democrat ismo burgus ant i feudal con la reacc in conservadora pequeo-burguesa contra e l progreso burgus. Es stala razn por la que la herenc ia de los aos sesenta fue inequvo

    camente progresista , mientras que la herenc ia del popul ismo eraen este aspecto algo ambigua. En palabras de Lenin: sta es la

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    razn por la que los populistas, en lo que toca a la teora, sonexactamente como un Jano. mirando con una cara al pasado ycon otra al futuro. 40

    La cara reaccionaria del Jano populista fue vista por Leninen el socialismo populista. En los puntos generales democrticosde sus programas, los populistas eran progresistas, pero en susteoras socialistas eran segn Lenin pequeo-burgueses, utpicos y afectados por el Romanticismo econmico reaccionario.

    Para muchos de nosotros, este juicio puede aparecer demasiado severo. Pero no debemos olvidar el sentido con que Leninaplicaba al populismo el trmino reaccionario.

    Este trmino explicaba est empleado en su sentido histrico-filos-fico, describiendo solamente el error de los tericos que para sus teorastoman modelos de formas anacrnicas de sociedad. No hace referencia enabsoluto a las cualidades personales de estos tericos o a sus programas.Todo el mundo sabe que ni Sismondi ni Proudhon eran reaccionarios enel sentido vulgar del trmino.*1

    Pensamos que a lo anterior deben aadirse an otros dos calificativos. En primer lugar creemos que al aproximarse al socialismo populista desde la perspectiva de nuestro tiempo es difcilnegar que no slo puede descubrirse aqu la mirada retrospectivade Jano sino tambin su atencin al futuro. En segundo lugar,pensamos que algunas ideologas reaccionarias no deben descartarse fcilmente, que un punto de vista reaccionario en la teorasocial (reaccionario en el sentido histrico-filosfico) puede aveces no ser un obstculo, sino un punto ventajoso. Fue el carcter reaccionario de los ideales sociales de los socialistas pe-queo-burgueses occidentales lo que les permiti descubrir aspectos del capitalismo que permanecan inadvertidos a losapologistas liberales del progreso burgus.42 En su artculo Una

    caracterizacin del Romanticismo econmico, Lenin indica unimpresionante paralelismo entre las concepciones econmicas delos populistas y los puntos de vista de Sismondi. El paralelismoes, globalmente, convincente, pero sera una excesiva simplificacin sacar de l la conclusin de que los populistas eran merosepgonos de Sismondi. El populismo apareci en un pas atrasado,pero, sin embargo, los economistas populistas de los aos ochentay noventa no podan ser meros seguidores de Sismondi. Sabanque la socializacin del trabajo y una industrializacin a granescala eran necesarias al desarrollo y la independencia de supas; despus de todo, haban ledo a Marx y fue mucho lo queaprendieron de l. El proceso social de desarrollo no consiste enuna repeticin mecnica de las secuencias de las fases a travsde las cuales las sociedades ms avan zadas han pasa do ya . 43

    Creemos que esta generalizacin puede aplicarse igualmente a lahistoria de las ideas, y el populismo ruso nos proporciona unbuen ejemplo de ello.

    Resumiendo, estamos de acuerdo con Pipes en que la ampliay objetiva definicin de populismo ha sido introducida por losmarxistas; creemos, sin embargo, que no es por ningn mediotan amplia como para ser aplicada a qualquiera que creyeseen la habilidad de Rusia en pasar por alto el capitalismo.44 Dehecho es por lo menos en el uso de Lenin mucho ms precisay no puede ser despachada como un simple ardid polmico. Msbien se trata de un truco metodolgico y, por cierto, muy bueno.Delimita un importante conjunto de problemas, nos capacita paraprescindir de simples divisiones polticas o doctrinales para verla unidad esencial de una Weltanschauung socialmente determinada; es suficientemente precisa como medio de clasificacin yy puede hacerse incluso ms precisa, puesto que aporta buenasrazones para llegar a una til distincin entre el populismoclsico del perodo posreformista y el populismo temprano oel prepopulismo de los aos sesenta. Esta distincin, debemos

    insistir en ello, no significa decir que los primeros populistas nofuesen vedaderos populistas; indica tan slo que el populismoes un concepto dinmico y no esttico.

    Nos declaramos de acuerdo con Kozmin cuando dice que lahistoria del populismo empieza con Herzen y Chemyshevskii;creemos, sin embargo, que el populismo clsico aparece unido durante el trnsito de los sesenta a los setenta. No cabe duda deque el socialismo ruso de Herzen fue un inmediato predecesordel socialismo populista, pero, sin embargo, sera una excesivasimplificacin decir que Herzen fue slo un populista: l perteneca a una generacin diferente. Fue el producto de una formacin intelectual distinta y merece captulo aparte en la historia

    del pensamiento social ruso. Chemyshevskii, tambin. Aun habiendo sido mucho ms populista que Herzen, no se le puededesignar como populista completo. En muchos aspectos fue populista, pero su significado en la historia intelectual rusa no debereducirse a su populismo. Fue ante todo un hombre de la Ilustracin y su populismo era, por as decirlo, un populismo in statunascendi, emergiendo desde dentro del marco ideolgico de laIlustracin rusa de los aos sesenta. Entre sus legtimos continuadores y discpulos encontramos no slo populistas sino tambina Pisarev, cuya ideologa era decididamente antipopulista.45

    La concepcin de Lenin sobre el populismo es para nosotrosuna especie de justificacin histrica de nuestro uso del trmino

    y un punto de partida para nuestra interpretacin del pensamiento populista. El mayor nfasis, sin embargo, se pone en este

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    libro en aquellos aspectos del populismo ruso que no habansalido a flote en la visin de Lenin sobre el populismo, pero quehoy son claramente visibles.

    Lenin interpret el populismo en trminos de su relacin conel desarrollo del capitalismo en Rusia. Hay, sin embargo, otroaspecto del problema, relacionado ste con el tardo desarrolloeconmico ruso. El populismo ruso no fue slo una reaccinideolgica al desarrollo capitalista dentro de Rusia , fue tambinuna reaccin a la economa capitalista y al pensamiento socialistaoccidental. Reflejaba no slo los problemas de los pequeos productores. enfrentados a la produccin capitalista a gran escala,sino tambin los problemas especficos de un pas agrcola atrasadoen confrontacin con los estados capitalistas altamente desarrollados. Fue una reaccin rusa al capitalismo occidental y, tambin, una respuesta rusa al socialismo occ identa l una reacc inal capitalismo y al socialismo occidentales por parte de la intelli-

    gentsia democrtica en un pas agrcola atrasado en un tempranoestadio de desarrollo capitalista. Es bastante comprensible queel populismo ruso clsico fuese, ante todo, una reaccin al marxismo despus de todo, Marx era entonces la figura dirigente

    del socialismo europeo y, al mismo tiempo, el autor de los librosms autorizados sobre el desarrollo capitalista. No es en absolutoaccidental que el inicio del floreciente populismo clsico coincidiera, en el tiempo, con la primera ola de difusin de las ideasmarxistas en Rusia. sta es la razn por la que hemos dedicadotanta atencin a las relaciones entre el populismo y el marxismo.No resulta exagerado decir que el encuentro con Marx fue demxima importancia para la formacin de la ideologa populista,que sin Marx hubiera sido diferente de lo que fue.

    Como fecha convencional que marque la aparicin de la ideologa populista clsica proponemos el ao 1869. Tres documentosclsicos del populismo se publicaron entonces: Cartas histricas,

    de Lavrov, el artculo de Mijailovskii, titulado Qu es e l progre so? y el libro de Flerovskii, La situac in de la clas e obrer a en Rusia. Los dos primeros daban muestras de una creencia optimista en el progreso, tan caracterstica de los hombres de laIlustracin, resaltando las dolorosas contradicciones de los procesos histricos y, finalmente, criticaban y rehusaban el evolucionismo naturalista con su concepcin de un camino unilinealde desarrollo; paralelamente removan las fundaciones tericas dela concepcin de que Rusia tena que seguir el modelo generalde desarrollo capitalista de Occidente. Flerovskii, en su momento,formul estas cuestiones histrico-filosficas de forma cruelmenteconcreta y realista. Su vivida descripcin de la creciente des

    truccin del campesinado ruso y de las nuevas formas capitalistas

    de explotacin, que aparecan en los pueblos rusos, estaba seguidapor la conclusin de que se deba hacer cualquier cosa para p revenir la continuacin del desarrollo por caminos capitalistas, utilizando en su lugar las posibilidades de desarrollo inherentes ala comuna campesina.

    Otra matizacin debe hacerse para evitar malentendidos. Eladjetivo clsico se aplica en este libro al pens am iento populistaposterior a 1869, y no de forma individual a ninguno de los

    pe ns ad or es populistas. El populismo era una amplia corriente depensamiento con diferencias en su seno; era una estructura ideolgica supraindividual dentro de la que eran posibles muchas posturas, algunas veces complementarias, y otras, simtricamenteopuestas unas a otras. Queda claro, por consiguiente, que esdifcil encontrar en un pensador individuado todos los aspectosy los elementos constituyentes de tal estructura; en cada casoindividual, las proporciones son distintas y en algunos caso puedeincluso establecerse la total ausencia de un elemento importante.

    As , por ej em pl o, Lavro v fu e apenas un econ om ist a romn tico ; elRomanticismo econmico era indudablemente un rasgo importantedel populismo, sin embargo Lavrov representaba, dentro de la

    ideologa populista, la tradicin racionalista e individualista delos hombres de la Ilustracin, y esta tradicin era asimismo parteconstituyente del populismo. Tkachv, tomado aparte, era unafigura bastante nica y atpica, pero es justificado, no obstante,interpretar sus ideas como la expresin ms extrema de un aspecto particular del populismo. Por consiguiente, tanto Lavrovcomo Tkachev, dieron una expresin clsica de algunos aspectosdel populismo clsico y no un reflejo fidedigno de la total estructura del populismo. La diferencia entre ellos y Chernyshevskiicuya ideologa, despus de todo, contiene algunos importante elementos del populismo, consiste en el hecho de que ellos seopusieron mutuamente dentro del marco del pensamiento popu

    lista clsico. Y es este marco general, junto con los modelos caractersticos de los posibles puntos de vista dentro de l, lo queconstituye el rasgo distintivo y la unidad la estructura delpensamiento populista.

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    Captulo segundo

    E! populismo clsico y sus postu!ados

    1. La controversia sobre el progreso

    La popularidad de las Cartas historiejuv entud de mocrtic a fue verda derame nt La vr ov entre lacipalmente a un captulo de este libro titiV !}01? 16' Se deba prin-greso. La humanidad escriba LaCrovT precio del P apara que unos poco s pensadores, sentados pagado demasiadopudieran discut ir so bre su prog reso i e T h SUS mesas de trabajo,los individuos de pensamiento crtico d roll Personal de

    minora culta ha sido comprado con el ur a priviIegadasufrimiento de muchas generaciones de e * y*0 y los terriblestadas; cada pensamiento, cada idea han ^ duramente exp lo-sangre, sufrimientos o fatigas de milln J engendrados con lanoria civilizada nunca debe ra olvida rlo personas2 La mi -cualquier esfuerzo por descargarse de su debera hacerde pensamiento tico y crtico debera de a', Cada individuodeshacerme de la respo nsabilida d dol cClrSe. a s mismo: D ebopropio desarro llo y esto lo conse guir

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    teoras no eran sino un instrumento conveniente de los apolo^gistas del capitalismo, es decir, de la gente que acostumbraba aexplicar y a justificar los sufrimientos de las masas en nombrede las leyes objetivas de la historia o de las leyes de hierro de laeconoma poltica. Contra tal objetivismo, Lavrov formul su vindicacin de subjetivismo y fue apoyado en su idea por NicolsMijailovskii. Los rasgos comunes de sus concepciones han sidoetiquetados (de forma muy desafortunada) como sociologa sub

    jet iva o mt od o su bj et ivo. Este subjeti vis m o pop ul is ta ha sidoridiculizado por Plejanov, pero merece sin duda ser tomado enconsideracin y examinado ms objetivamente.

    La controversia entre objetivismo y subjetivismo tena unalarga historia en Rusia. Sus orgenes deben situarse en el hegelianismo ruso de los aos treinta y cuarenta. Bakunin, que perteneci a la generacin de los aos cuarenta, escriba acerca deesto en 1870:

    En los aos treinta, bajo el mandato opresivo de Nicols I, aparecipor primera vez en Rusia la teora de los objetivistas, que explicabantodos los hechos histricos por referencia a su necesidad lgica, negaban

    cualquier significado a los hechos individuales y reconocan una solafuerza real invencible y omnipotente en la historia la fuerza de su razninmanente. Es una teora muy til para quienes, asustados ante la accin,deseaban salvar su cara, consigo mismos y frente a los dems, presentandouna excusa que justificase su vergonzosa inactividad. Esta teora est todava desmoralizando a una gran parte de nuestra juventud educada deorigen acomodado.4

    Escribiendo acerca de los objetivistas de los aos treinta, Bakunin se refera a la reconciliacin con la realidad de Belinskiy a la suya propia.5 Esta reconciliacin altamente filosfica, tomando sus argumentos de una interpretacin parcial del hegelianismo, consista en un reconocimiento de que la existente realidad

    social y poltica estaba sancionada por la objetiva Razn de laHistoria y que se tena que aceptar, que se deba mirar desde elpunto de vista del todo y no desde la distorsionante perspectivade la propia individualidad subjetiva. La conclusin prctica eraque, en lugar de intentar cambiar la realidad para adaptarla a lospropios postulados subjetivos, uno deba ajustarse a s mismo alas exigencias de la realidad. Debe aadirse que al com ienzo de losaos cuarenta, Bakunin y Belinski renunciaron a su reconciliaciny rehabilitaron el subjetivismo schilleriano, que tan severamentehaban condenado antes. De este modo, subjetivismo significabaen su lenguaje la protesta individual contra las leyes inhumanasde la V/eltgeist hegeliana. Posteriormente, en los aos cincuentay sesenta, esta misma actitud poda encontrarse en las denunciasque hizo Herzen de la economa poltico-liberal, junto con la teora

    del desarrollo natural incontrolado, y en la crtica de Cherny-shevskii a los epgonos del occidentalismo, especialmente BorisChicherin, quien combinaba la economa liberal con la doctrinahegeliana d e la ne cesid ad histrica.*1 Ms tarde an, en los aossetenta, la lucha contra el naturalismo positivista de las teorasburguesas del progreso, especialmente contra la teora de Spencery, tambin, contra el darwinismo social, cobr mayor importancia.

    Las conclusiones bsicas de la sociologa subjetiva pueden

    resumirse en tres puntos. Primero, se trataba de una defensa de la tica una fuerte conviccin de que los valores morales nopueden eliminarse ni derivarse de los hechos, de que el mal moralno puede ser cientficamente explicado y de que la protesta moralcontra el sufrimiento tiene un valor en s misma y es obligatoriaindependientemente de cualquier condicin objetiva. En segundolugar, era una pos tu ra ep is te m ol g ic a y metod olg ica que negabao pona en duda la posibilidad de la aproximacin objetiva en lasciencias sociales; en este sentido, el subjetivismo consista en laafirmacin de que el conocimiento histrico y sociolgico nuncapuede ser realmente objetivo porque siempre depende de las emo

    ciones inconscientes, o, mucho mejor, de los ideales conscientemente elegidos de los escolares. En tercer lugar, era una filosofade la historia que reclamaba que el factor subjetivo pensamientoy voluntad humanos pueden oponerse de forma efectiva a lasllamadas leyes del desarrollo y juega un papel decisivo en elproceso histrico. Lavrov bas en esto su filosofa prctica queproclamaba que los individuos de pensamiento crtico unidos enun partido podan devenir una fuerza social y cambiar el estadode cosas presente en la direccin indicada por sus intencionessubjetivas.

    El progreso mantena el autor de las Cartas histricas noes en absoluto una ley del desarrollo en funcionamiento auto

    mtico, necesario y objetivo. Tales leyes no existen, los sucesoshistricos son siempre nicos e irrepetibles (esta afirmacin deLavrov era, en cierto modo, una anticipacin de las tesis deWindelband y Rickert). El problema principal, por consiguiente,es el problema de la seleccin, el problema de encontrar un criterio que nos permita escoger lo que es importante y significativode entre la masa amorfa de los datos histricos. Tal criterio debeser subjetivo porque depende siempre de la eleccin del idealsocial. Por consiguiente, toda clasificacin de los datos histricosse basa en las relaciones de los hechos con los ideales del investigador y cualquier recopilacin de sucesos histricos consiste,esencialmente, en componer la historia entera alrededor de lossucesos que abran el camino a la realizacin de este ideal. Lavrovescribi: En la pers pectiva histrica definida por nuestros ideales

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    morales, nosotros nos erguimos al f inal del proceso historico; latotalidad del pasado so relaciona con nues tro id eal co m o una.nene de pasos preparatorios que con duce n in evita blem ente alfinal definido.'* 7 De esta manera, el histori ado r lleg a a la no cinde progreso - -una categora que imparte orden sobro el materialhistrico no trabajado y confiere un significado a la masa caticade hechos. La historia no t iene en s misma un significado; muchos dignificados pueden encontrarse en ella, pero todos le son

    impartidos por los hombres. Y un significado presupone un ideal.

    Esta aproximacin de los hechos histricos a un futuro mejor, real oideal. d*l que amos conscientes, esta evolucin de nuestro ideal moralen la vida presente de la humanidad, es para cualquier persona el nicosignificado de la historia. la nica ley de la ordenacin histrica de loshechos, la ley del progreso tanto si consideramos el progreso como unhecho continuo o sujeto a fluctuacin, tanto si creemos en su realizacinactual o slo en su realizacin en la conciencia/

    La mismas premisas filosficas subsisten bajo la teora de laaccin con significado de Lavrov. La condicin previa de la verdadera actividad humana y de la verdadera actividad histrica

    era, segn l, un acto de valoracin y una eleccin consciente delideal. De este modo, la historia humana empieza con la aparic inde individuos de p e n s a m i e n to c r t ico que t ratan de modelar e ldestino de los hombres mediante la cr t ica y la idealizacin. Lacrt ica destruye la vieja sociedad, la idealizacin permite a loshombres constru ir una soc iedad nueva y mejor ; lo pr imero presupone una habilidad de anlisis racionalista y esc ptico altam entedesarrollada; la segunda, una fe ardiente y dogmtica, pero lacombinacin de ambas es necesaria para quienes dese an cambiar el mundo. Deberamos aadir a esto que Lavrov distinguaentre una falsa y una legtima y verdadera idealizacin humana.Por falsa idealizacin entenda algo muy similar a la racionalizacin en el sentido freudiano o a la ideologa en el sentido en queKarl Mannheim utiliza esta palabra: 0 idealizacin significaba, eneste sentido, simplemente el esfuerzo del hombre, generalmenteinconsciente, para ocultar los motivos reales de su comportamientoe interpretar sus aspiraciones en trminos de objetivos nobles ydesinteresados. La otra c lase de idealizacin la verd ade ram entehumana era, en cambio, algo similar a la utopa de Mannheim.Su esencia fue descrita por Lavrov como la formulacin del idealpropio en oposic in al orden social existente y a los interesescreados de sus defensores, que tratan de esconder su egosmo declase bajo la mscara de varias falsas idealizaciones.

    Lavrov resumi su propio ideal en la siguiente frm ula: Eldesarrollo fsico, intelectual y moral del individuo; la incorpora

    cin de la verda d y la justic ia a las instituciones sociale s 10 o: elprogreso consiste en e l desarrol lo de la conc ienc ia y en la incorporacin de la verdad y la justic ia a las instituciones sociales; esun proceso que est s iendo a lcanzado mediante e l pensamientocr t ico de ind iv iduos que asp iran a la t ransformac in de su cu ltura .11 La vro v enten da por cultura una estructura social estacionaria basada en la religin, la tradic in y las formas populares.La apar ic in de indiv iduos de pensamiento c r t ico comporta unatransformacin gradual de la cultura en la c ivilizacin, es decir , laconversin en una soc iedad d inmica en la que la re l ig in hayasido reemplazada por la c ienc ia y e l mando de las costumbrespor e l mando de leyes rac ionales . El desarrol lo de la c iv i l izac inya no es orgnico , espontneo c inconsc iente , s ino progresivamentedeterminado por la actividad consciente de los individuos.12 Estateora del autor de las Cartas histricas fue sin duda uno de lose jemplos t p icos de la sobreest imac in rac ional ista del papel delos factores intelectuales en la historia humana. La gran atraccinque oper en Rusia fue debida a l hecho de que la juventudpopul ista se consideraba a s misma compuesta por ind iv iduos depensamiento c r t ico , una ident i f i cac in que e l mismo Lavrov consc ientemente intent . Por otra par te , no armonizaba con la ideal izac in popul ista de la arca ica comunidad campesina que, independientemente de su posib le papel en abreviar la t ransic in a lsoc ia l ismo, debe ser reconoc ida como per tenec iente a una cu lturaalgo estac ionar ia . Veremos que los seguidores de Lavrov , quepar t ic iparon en e l movimiento de ir a l pueblo , eran consc ientesde esto y, a diferencia de los bakuninistas, no apelaban a losinst intos heredados del campesinado ruso , s ino que t rataban dedespertarlos al pensamiento cr t ico. Su ideal de una c ivilizacinracional fue la causa principal de su fracaso al intentar mezclarsecon los popul istas or todoxos (en e l estrecho sent ido h istr ico ) y ,

    f ina lmente (desatendiendo e l e jemplo de su maestro) , de su abandono del movimiento popul ista .Resu lta s ign i f icat ivo que la teor a de Lavrov fuese muy prxi

    ma, en muchos aspectos, a la f i losofa de la historia de los occidenta-listas rusos d e los aos cu arenta a las ideas de Belinski sobreel c rec iente papel del ind iv iduo y de la consc ienc ia rac ional dela h istor ia , a las re f lex iones de Herzen sobre e l proceso progresivode indiv idual izac in , y a la concepc in del h istor iador l ibera lT. Granovski i , que v io la esenc ia del progreso en la ind iv idual izacin de las masas mediante el pensamiento.13 La ntima relacindel pensamiento de Lavrov con los problemas f i losf icos de losaos cuarenta es evidente en sus primeras obras: en sus artculos

    sobre Hegel y en su E sb ozo d e lo s p ro b le m a s d e una fi lo so f a de la prctica (1860) .14 El sub jet iv ismo de Lav rov como la revuelta

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    de Belinski contra la crueldad de la Weltgeist y la filosofa de laaccin de Herzen 15 estaba dirigida, en sus principios, no tantocontra el naturalismo positivista como, ms bien, contra el feti~chismo de la necesidad racional y contra la absolutizacin de logeneral en la filosofa de la historia hegeliana. Su propia filosofade la historia estaba inspirada en Kant (el ideal del progresoconcebido como una idea reguladora, como un postulado de larazn prctica), en los hegelianos de izquierda, especialmente enB. Bauer (el pensamiento crtico como motor principal del pro

    greso) y en el antropologismo de Feuerbach (antropocentricidaden oposicin a objetivismo y al espritu absoluto hegeliano).Exista tambin una evidente afinidad entre la teora de lasCartas histricas y las ideas de los hombres de la Ilustracinrusos de los aos sesenta, quienes, como Lavrov, sobreestimabanel papel progresivo de la ciencia y de la lite intelectual. Cher-nyshevskii, por ejemplo, vio el principal vehculo de progresoen los individuos ilustrados y emancipados cuyos logros ibansiendo adoptados, a travs de la imitacin, por la masa popular,que dejada a s misma hubiera permanecido estancada en larutina conservadora de la vida.10 Pisarev profundiz mucho ms

    en este sentido, mucho ms que Lavrov, con su teora del pensamiento realista. Pero haba tambin una diferencia. El subjetivismo de Lavrov estaba ligado a un cierto relativismo (aunque elmismo Lavrov intentaba evitarlo), mientras que los hombresde la Ilustracin apelaban a la naturaleza humana racional yesencialmente incambiable y no se hubieran mostrado de acuerdocon tildar de subjetivos sus propios ideales. Compartan el individualismo racionalista de Lavrov, pero, puesto que crean enuna escala de valores natural y universal, antes podan ser acusados de dogmatismo ahistrico que de relativismo histrico.

    Queda justificado decir que Lavrov fue el occidentalista y elhombre de la Ilustracin ms extremo dentro del movimiento

    populista. Sus Cartas histricas tienen sin duda muy poco encomn con el populismo en su ms estricto sentido, es decir, conla teora que propugnaba la hegemona de las masas popularessobre las lites cultas. Este pequeo libro que tan bien habaexpresado los conflictos morales de la juventud populista y, tambin, su sentimiento de sobreestimacin propia y la creencia ensu misin histrica, no dejaba lugar, hablando con propiedad, alutopismo retrgrado tan caracterstico del populismo pleno. Larelacin de Lavrov con las grandes tradiciones progresistas dela Europa moderna, particularmente con el individualismo humanista y racionalista, era demasiado fuerte. El valor central deeste humanismo libertad y desarrollo de la individualidad

    haba sido impugnado por l en sus agudas frases sobre el pre

    ci del progreso, pero en sus razonamientos subsiguientes fueplenamente restablecido y le dio nuevos fundamentos. El ltimoanlisis de la teora de Lavrov sancionaba el sangriento procesode desarrollo histrico en el pasado: si el pensamiento crticoes el motor principal del progreso social, el precio de sangre,sufrimientos y fatigas de millones de personas que se ha pagadopor este problema, no ha sido intil; si el desarrollo de la individualidad, junto con la incorporacin de la verdad y la justiciaa las instituciones sociales, es el principal criterio de progreso,debemos llegar a la conclusin de que la historia europea ha sido,a pesar de todo, una historia de progreso, y que el resultado finaldel largo proceso de la creciente opresin y explotacin de lasmasas merece, sin embargo, una apreciacin positiva. Con la calificacin, por supuesto, de que ahora es ya el momento de saldarla deuda.

    En sus trabajos sociolgicos posteriores, Lavrov, bajo la influencia de Marx, prest mayor atencin al aspecto econmico delos procesos sociales. Las ideas bsicas de las Cartas histricaspermanecan inmutables, si bien perdieron algo de su significacinoriginal. Ms chocante es todava el hecho de que en sus ltimasy ms elaboradas obras sociolgicas Lavrov trataba el procesohistrico como un proceso objetivo de evolucin social, que consista en el paso del estadio de cultura al de civilizacin, de lasolidaridad inconsciente de costumbres a la solidaridad conscientede individuos emancipados. El mtodo subjetivo se redujo, enestos trabajos, a la defensa de los juicios valorativos y a dar unpoderoso nfasis al factor subjetivo en la historia; la mismsimamdula del subjetivismo, o sea, la negacin de la posibilidad deun conocimiento objetivo en las ciencias sociales, de hecho, hadesaparecido. Los motivos kantianos han dado paso al prevaleciente espritu del positivismo. Fue, sin embargo, ms bien unamodificacin que un cambio radical en la estructura de su pensamiento. Ya en sus Cartas histricas se observaba una distincinentre la historia, que trata de lo que es nico e irrepetible, y lasociologa, que en contraposicin a la historia intenta descubriralgunas normas de regularidad general en el desarrollo social.Pocos aos ms tarde, en su artculo Sobre el mtodo en la sociologa (1874), Lavrov no dud en afirmar que en la sociologaambos mtodos el subjetivo y el objetivo estaban justificadosy eran aplicables. Con el paso del tiempo empez incluso a buscar la justificacin objetiva de la revolucin social y a hablaracerca de su inevitabilidad histrica.17 Pero esto no fue unaconcesin al objetivismo en el sentido de la idolatrizacin hege

    liana o a la apologa liberal del desarrollo natural e incontrolado.Ha sido oportunamente advertido (por J. Hecker) que el mtodo

    34 a x d r z e j w a l i c k i

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    subjetivo de Lavrov estaba muy prximo en este sentido al tntodo antropoteleolgico de L. F. Ward, quien consideraba que ]0procesos teleolgicos artificiales eran superiores a los naturalespero no negaba la existencia de algun as ley es gen era les de laevolucin social.1"

    En los ambientes revolucionarios, las teoras de Lavrov encontraron una fuerte oposicin por parte de los bakuninistasromnticos que criticaban su intelectualismo, su nfasis en ]a

    Ilustracin y su obvia falta de crdito al potencial espontneo antela revuelta del campesinado ruso. El ms serio rival de lasteoras del progreso de Lavrov no resultaba, sin embargo, latendencia bakuninista. sino Tkachev, el idelogo de la corriente jacobina dentro del movimiento revolucionario populista.Su crtica, desarrollada en la forma ms completa en su artculoQu es el partido del progreso? (1870) 19 se c ern i s ob re lospuntos ms sensibles de la doctrina de las Cartas histricas. Mostr con fuerza y claridad los postulados de los pensadores populistas que trataban de encontrar una solucin al problema de laindividualidad y al progreso social.

    Segn Tkachev, el autor de las Cartas histricas ha sustituidola nocin real del progreso por una nocin formal, completamenteintil como criterio de clasificacin: si todos los ideales son necesariamente subjetivos, todas las ideologas, incluso las ms reaccionarias, tienen igual derecho a autotitularse progresistas. Latesis de que todo es importante o no importante, bueno o malo,nicamente con respecto al hombre, no constituye un buen argumento; es cierto que no podemos conocer una cosa en s misma,pero sera absurdo sacar de aqu la conclusin de que las cienciasnaturales son meramente subjetivas. Lo mismo resulta cierto conrespecto a la teora del progreso. Puede aspirar a la objetividadporque existen algunas verdades elementales, universalmente v

    lidas y evidentes por s mismas, que pueden ser utilizadas comopatrn absoluto para medir la progresividad. Existe, escribaTkachev, un criterio absoluto con el que podemos contrastar lavalidez de las ideologas; existe pues la posibilidad de una ideologa infalible, es decir, de una frmula de progreso absoluta,universalmente vlida y obligatoria.20

    El rechazo de Tkachev del mtodo subjetivo no fue, con todo,consistente y consecuente. Haba rehusado el relativismo por seruna actitud que disolva la fe en la absoluta certeza del objetivoescogido, pero no intent hacer lo mismo con el normativismo,sin tratar de derivar sus ideales de ninguna ley objetiva deldesarrollo histrico. La nocin de progreso afirmaba presu

    pone tres elementos: un movimiento, su direccin y su fin. Per opara evocar una clara nocin de progreso en la mente humana

    slo dos de estos elementos son necesarios. Hay un progreso enla naturaleza porque en el mundo orgnico se desarrolla unmovimiento en una determinada direccin; en este caso, el fin esidntico a la direccin del movimiento; en la historia no puedeencontrarse una direccin tan firme y definida del movimiento;contrariamente a la opinin de Spencer, el proceso histrico nodebe ser tratado como un proceso orgnico porque no hay una

    direccin nica y firme en l yen s mi sm o

    no es progresista niretrgrado.21 Por consiguiente, la definicin de progreso socialdebera contener slo dos elementos: movimiento y fin; buscaruna direccin firme y objetiva en el movimiento de la sociedadno tiene sentido, igual que no lo tiene buscar fines en el mundoorgnico. El fin nico y exclusivo de la sociedad (para Tkachevera un axioma) es la felicidad de todos sus miembros. La frmulaabsoluta de progreso presupone, por consiguiente, una definicincientfica y objetiva de la felicidad.

    Buscando tal definicin, Tkachev tomaba base en las definiciones de la vida excelente y universal, cientfica y objetivaque encontr en el libro de Spencer Pr incipi os de bio loga . Su

    conclusin fue que la felicidad consista en la satisfaccin de lasnecesidades, es decir, en un perfecto equilibrio entre las necesi-sidades del hom bre y los medios de que dispone para satisfacerlas.Sin embargo, las necesidades humanas son muy diversas, y algunas no puede n satisfacerse sino a costa de otras. Las necesidadesartificiales de las individualidades desarrolladas de la minoraprivilegiada estn siendo satisfechas a costa de las masas traba

    jad oras , a las qu e falta incl us o lo m s ne cesario . sta era unabuena posicin desde la cual atacar a Lavrov. Segn Tkachev, elhecho de que el desarrollo de la individualidad estuviese situadoen el campo de la frmula del progreso de Lavrov, le facilittestimonios y pruebas de que el autor de las Cartas histricas eraesencialmente un portavoz de la clase privilegiada, que siendoproductora de ideas de los individuos de pensamiento crtico llega acostumbrarse a tratarse a s misma como la sal de la tierra, lalevadura de la historia, los creadores de la felicidad humana, demanera que su misma existencia les apareca ya como pruebasuficiente del progreso histrico.22 Desde este punto de vista segua diciendo Tkachev se constataba sin duda un progreso enla historia: la sal de la tierra ha ido crec iend o y perfeccio nndose, su progreso es evidente. Sin embargo, esta clase de progreso no tiene nada en comn con el progreso de la sociedad.El desarrollo individual de individuos de pensamiento crtico,

    como el mismo Lavrov seala, ha sido conseguido a costa de lasmasas; su progreso constante era paralelo a una regresin constante en la historia de las masas populares Al fin la situacin del

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    pueblo se hizo tan insoportable que la minora privilegiada Seencontr a s misma amenazada por este hecho. Este sentimientode inmediato peligro motiv muchas teoras pseudoprogresistasque como la de Lavrov proclamaban la necesidad de unadivisin ms justa de las riquezas materiales y culturales. Perotodas estas teoras defienden, abierta y perseverantemente, la ideade que la individualidad humana debera alcanzar el alto nivel dedesarrollo al que ha llegado la minora privilegiada, e inclu

    so ms: desean %guir desarrollndose en el mismo sentido.2^Y es sta la form a con que rev ela n su ese ncia reaccio na ria. Elllamado desarrollo de la individualidad es un postulado reaccionario, porque la condicin previa de la felicidad conyugal consiste en la nivelacin moral e intelectual de las individualidades.La tarea principal del Partido del Progreso es, por consiguiente,detener el catico proceso de diferenciacin causado por el movimiento histrico retrgrado; reducir la actual pluralidad de individuos diferenciados a un denominador comn, a un mismo nivel.24

    De este modo Tkachv elabor su propia frmula en contrade la frmula del progreso, que haba sido propuesta en lasCartas histricas . La frmula de Tkachv quedara expuesta en

    los siguientes trminos:

    Para establecer la ms completa igualdad posible de individuos (nodebemos confundir esta igualdad con la llamada igualdad poltica, judicial o incluso econmica debe ser una igualdad fisiolgica y orgnica,una igualdad que emane de la misma educacin y de idnticas condicionesde vida); armonizar las necesidades de todos los individuos con los medios de que se dispone para satisfacerlas ste es el nico fin posiblede la sociedad humana, el supremo criterio del proceso histrico. Cualquiercosa que nos acerque al fin, es progresista; cualquier cosa que nos empujehacia otra direccin es reaccionaria.

    A los ojos de Tkachv esta frmula era una sim ple de du cc inde su definicin de felicidad. La satisfaccin de las necesidadesde todos presupone la adaptacin de estas necesidades al actualnivel de la productividad del trabajo. Para alcanzar esto, la sociedad debera controlar y regular el desarrollo de las necesidades,suprimir deliberadamente aquellas necesidades individuales que,en el actual nivel de desarrollo econmico, slo pueden satisfacerse a costa de otras gentes. Una completa nivelacin de lasnecesidades es condicin fundamental para alcanzar la felicidadsocial, y la liquidacin de la cultura de lites altamente desarrollada es el precio que debe pagarse por ello. Cualquier procesodiferenciador destruye la armona entre las necesidades humanasy el actual nivel de produccin, aumentando por consiguiente el

    nmero de individuos descontentos en la sociedad. Bajo las con

    diciones del igualitarismo obligatorio, objetivo de los verdaderosprogresistas, los individuos con mayores necesidades, y que carezcan de posibilidades para satisfacer estas necesidades adicionales a costa de los dems, sern infelices, de modo que su propiafelicidad requiere la igualacin de su desarrollo intelectual y moral con el del resto de los miembros de la sociedad menos desarrollada. Cualquier incremento en las necesidades debe ser colectivo y planificado, armonizado con un incremento de produccin.

    Las concepciones polticas de Tkachv (a quien volveremos areferimos ms adelante en este mismo trabajo) indican claramenteque la tarea de nivelar a los individuos iba a ser tomada por lavanguardia revolucionaria, que habiendo tomado el poder del Estado organizara un sistema centralizado para el crecimiento yla educacin de los nios, frenando el desarrollo de individualidades sobresalientes y preservando as la igualdad moral e intelectual de la sociedad. La revolucin proclamaba Tkachv nofinalizar con la toma del poder; esto ser slo el comienzo de latotal transformacin revolucionaria de la sociedad.

    La polmica de Tkachv con Lavrov no se refera nicamentea los medios de accin. Inclua tambin los fines y los valoresprincipales. En agudo contraste con Lavrov, separndose a smismo de la tradicin de Herzen y Chernyshevskii, Tkachvrehusaba rotundamente el principio de la individualidad. En lateora de los individuos de pensamiento crtico, en el ideal deldesarrollo completo de la personalidad vio la quintaesencia delindividualismo, que, a sus ojos, era una ideologa burguesa, profundamente hostil y ajena a la gente. En uno de sus artculosafirmaba que los principios del individualismo haban sido formulados ya por Protgoras y por los sofistas, que fueron losidelogos de la civilizacin urbano-burguesa de Atenas; sin embargo, el antiindividualismo tena una genealoga igualmente vie

    ja y muc ho ms im presionante haba sid o for mulada po r Pla tn ,que en su idealizada imagen de la vieja Esparta, expres confuerza el principio de la total subordinacin del individuo al con

    junto socia l.20 Estas ideas de Tk ac h v le separaban de l resto depensadores populistas no menos que sus concepciones jacobinas,blanquistas, sobre la lucha revolucionaria. Su ideologa no caydentro del marco del democratismo burgus, ni siquiera en el msamplio sentido del trmino. Fue un tardo discpulo de Morelly,Babeuf y Buonarroti, en Rusia, y, tal vez en toda la Europade su tiempo, el portavoz ms consistente y extremista de aquelcrudo comunismo que (para usar las mismas palabras del jovenMarx) niega la personalidad del hombre en cualquier esfera.27Kozmin estaba probablemente en lo cierto cuando sugera quela ominosa visin de shigalevismo en la novela de Dostoievskii

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    El posedo, era de hecho una alusin a las ideas de Tkachev dela nivelacin de los individuos.28 La negacin del principio de individualidad fue una solucin especfica al caracterstico dilemadel pensamiento populista. La lgica interna y las contradiccionesinherentes en la ideologa populista llevaron muy a menudo a susrepresentantes a formularse esta pregunta: C mo pu ede r eco nciliarse el alto aprecio por el colectivismo arcaico de la comunacampesina con el postulado de la libertad individual, el bienestardel pueblo que (de acuerdo con la doctrina populista) exiga que

    se detuviera el proceso de occidentalizacin con el bienestar de laintelligentsia, producto de la occidentalizacin e interesada vitalmente en su desarrollo. Este dilema, concebido como un problematerico y una tarea prctica, apareci por vez primera en elSocialismo ruso de Herzen. ste deseaba combinar el comunismode los campesinos rusos con el principio de individualidad representado por la intelligentsia rusa, y esta tarea era equivalente, asus ojos, a una sntesis de los principios rusos indgenas con elprogreso europeo: el pueblo ruso miraba hacia los valores nacionales del pasado ruso, segn la concepcin de Herzen, mientrasque la intelligentsia rusa era concebida como aquella parte de la

    nacin rusa que haba pasado a travs de la escuela europea yrepeta intelectualmente de forma abreviada todo el desarrollodel mundo occidental. La solucin a tal problema era, sin embargo muy difcil, incluso en la pura teora. El creador del socialismo ruso peda la maximalizacin de la autonoma y de lalibertad individual, pero segn su propia concepcin, la comunarusa, en su forma actual, exclua cualquier posibilidad de autonoma individual para sus miembros. Por otra parte, l vio en Inglaterra la situacin opuesta: las naciones anglosajonas han liberadoal individuo a costa de la total prdida del principio comunal,creando hombres aislados y solos; la nacin rusa, por el contrario,preserv su comuna al precio de la absorcin total del individuo

    por el todo social.29 Se deduca de lo anterior que la emancipacindel individuo ha sido realizada de forma ms completa en lospases capitalistas ms desarrollados, que la libertad individualestaba ntimamente relacionada con este tipo de desarrollo socialy econmico que los populistas incluyendo a Herzen acostu mbraban a tratar como el ms perjudicial para el pueblo.

    Ser conscientes de esto plante a los pensadores populistas unacuestin inevitable: es cierto que los valores represe ntado s po rel principio de individualidad por una parte, y el principio comunal por la otra, son complementarios y pueden ser armonizados?No sera posible que se excluyeran mutuamente? La respuesta

    de Tkachev a esta pregunta fue inequvoca y evit cualquierduda: S, proclam, estos valores son antagnicos, cuando menos

    en el momento presente, y no pueden ser reconciliados hasta quela completa nivelacin de los individuos se haya logrado.

    Las concepciones de N. K. Mijailovskii, en su aspecto sociolgico e historiosfico contienen una respuesta diferente. Consistesta en el intento de mostrar que el proceso histrico ha sido,esencialmente, un retroceso, no slo (como pens Tkachev) desdeel punto de vista del bienestar del pueblo, sino tambin, inclusorebasando al anterior, desde el punto de vista del desarrollo de

    la individualidad. El desarrollo de la individualidad razonabaMijailovskii no es en absoluto resultado de la evolucin socialde tipo occidental; por el contrario, es incompatible con estetipo de evolucin social y est siendo destruido por el llamadoprogreso social. No sera en absoluto intil abordar un examendetallado de la concepcin de Mijailovskii sobre la relacin mutuaentre individualidad y progreso social. Las Cartas histricas deLavrov dieron una frmula inmejorable de populismo como ideologa de la intelligentsia, como expresin de las aspiraciones yconflictos morales de los individuos de pensamiento crtico; ladoctrina sociolgica de Mijailovskii no renuncia a los valores dela minora ilustrada y espiritualmente emancipada, pero, al mismo

    tiempo, representa al populismo en su aspecto campesino, comouna utopa retrospectiva, reflejando y expresando el punto devista de los pequeos productores puestos en peligro por el progreso capitalista. La doble cara del populista Jano se mira enella con una particular claridad y diferenciacin.

    El artculo de Mijailovskii Qu es el progreso? es el primerintento de interpretacin sociolgica de la historia, que, en susaspectos esenciales, defendi hasta el fin de su vida. El marconegativo de su referencia le fue facilitado por las concepcionessociolgicas e histricas de Spencer, fundamentalmente en su teora del progreso. Segn el pensador populista, Spencer sobre

    estimaba el hecho de que existen dos tipos de progreso el progreso de la sociedad y el progreso del hombre y que estos dostipos de progreso no siempre coinciden convenientemente.30

    Siguiendo a Spencer, Mijailovskii tom como punto de partidala llamada ley de Baer que haba definido el progreso en el mundo orgnico como un proceso de transicin que va de la homogeneidad incoherente a la coherente heterogeneidad, de lo simplea lo complejo. Sin embargo, sus conclusiones fueron distintas alas del filsofo ingls: en la ley de Baer vio un argumento decisivo para la concepcin de que existe un antagonismo inevitableentre el progreso orgnico de la sociedad y el mltiple desarrollodel hombre. El tipo orgnico de desarrollo social, presuponiendo

    una diferenciacin de la sociedad a travs de la divisin del trabajo, priva