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ANÁLISIS Y EXPERIENCIA CLÍNICA DEL ESTADO DE ANSIEDAD
DENTAL EN LOS PACIENTES ODONTOLÓGICOS CON
DISCAPACIDAD INTELECTUAL EN COMPARACIÓN A LOS
PACIENTES ODONTOLÓGICOS DE LA POBLACIÓN GENERAL
Emilio Canet Ramia
DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA EVOLUTIVA Y DIDÁCTICA
FACULTAD DE EDUCACIÓN
UNIVERSIDAD DE ALICANTE
DEPARTAMENTO DE ESTOMATOLOGÍA
FACULTAD DE MEDICINA Y ODONTOLOGÍA
UNIVERSIDAD DE VALENCIA
ANÁLISIS Y EXPERIENCIA CLÍNICA DEL ESTADO DE ANSIEDAD DENTAL EN LOS PACIENTES ODONTOLÓGICOS CON
DISCAPACIDAD INTELECTUAL EN COMPARACIÓN A LOS PACIENTES ODONTOLÓGICOS DE LA POBLACIÓN GENERAL
EMILIO CANET RAMIA
Tesis presentada para aspirar al grado de
DOCTOR POR LA UNIVERSIDAD DE ALICANTE
PROGRAMA DOCTORADO EN INVESTIGACIÓN EDUCATIVA
Dirigida por:
Dra. Raquel Gilar Corbi
Dr. José Vicente Bagán Sebastián
AGRADECIMIENTOS
Al Dr. D. José Vicente Bagán Sebastián, Catedrático de Medicina Oral del Departamento de Medicina,
sin su dedicación, sus consejos y continuo apoyo esta tesis no hubiera sido posible.
A la Dra. Dª. Raquel Gilar Corbi, Profesora Titular del Departamento de Psicología compañera ideal de trabajo,
maestra, que con paciencia y dedicación ha sabido mantenerme con ánimo para completar esta tesis.
La calidad profesional y humana de ambos profesores, su cariño, la cercanía y confianza depositadas en mi persona me convierten en su eterno deudor.
A los pacientes con discapacidad intelectual del Centro de la Asociación Prominusválidos Psíquicos de La Safor (Valencia), a sus padres y acompañantes que
prestaron gustosos su colaboración.
A mis padres por su sacrificio y ejemplo. Ellos marcaron mi camino en la vida.
A María, mi esposa y a Álvaro, Emilio y María mis hijos, que me han regalado el tiempo dedicado a este trabajo.
A José María, Álvaro y Javier, que siempre están a mi lado y a todos los demás.
Sin vosotros no hubiera podido llevar a buen término esta Tesis Doctoral.
“A mi familia”
“Nada en la vida debe ser temido, solamente comprendido. Ahora es el
momento de comprender más, para temer menos. ”
Marie Sklodowska Curie (1867-1934)
Premio Nobel de Física (1903) y Química (1911)
ÍNDICE
Índice
I. INTRODUCCIÓN………………………………………………………...............................15
II. ANSIEDAD………………………………………………………………………..……….…23
II.1. Introducción…………………………………………………………………………….24
II.2. Concepto de ‘Ansiedad’…………………………………………………………..……25
II.3. Ansiedad, miedo y estrés……………………………………………………….………26
II.4. Ansiedad fisiológica y ansiedad patológica.……………………………………….…..30
II.5. Técnicas terapéuticas…………………………………………………………………...33
III. ANSIEDAD DENTAL……………………………………………………………………..37
III.1. Introducción……………………………………………………………………..……..38
III.2. Factores que intervienen en el comportamiento del niño/adolescente en relación a la
ansiedad dental………………………………………………………………………...…….40
III.2.1. Presencia de los padres en la clínica dental y la ansiedad materna o
paterna…………………………………………………………………………...….41
III.2.2. Ansiedad dental en relación a la edad cronológica y el desarrollo
psicomotor………………………………………………………………………..…43
III.2.3. Ansiedad dental niño /adolescente en relación con el sexo………………..45
III.2.4. Relación de la ansiedad dental con vivencias personales y ajenas……...….45
III.2.5. Ansiedad dental del niño/adolescente en relación a las características
socioeconómicas y familiares………………………………………………...……..47
III.2.6. Clínica dental: estomatólogo/odontólogo, auxiliares e instalaciones en la
clínica dental…………………………………………………………………...……49
III.2.7. Ansiedad dental durante el tratamiento odontológico……………………...49
III.2.7.1. Técnicas de adaptación (Decir, Mostrar, Hacer) (DMH)…….......51
III.2.7.2. Control mediante la voz…………………………………………..51
III.2.7.3. Técnica de imitación o modelamiento…………………………....52
III.2.7.4. Refuerzo negativo………………………………………………...52
III.2.7.5. Refuerzo positivo………………………………………………....53
Índice
III.2.7.6. Técnica de la Distracción…………………………………...……53
III.2.7.7. Técnica de la Comunicación No Verbal………………………….54
III.2.7.8. Técnica de Inhibición latente……………………………………..54
III.2.7.9. Técnica de Restricción física……………………………….…….55
III.2.7.10. Técnica de la mano sobre la boca del niño………………….…..55
III.3. Causas, características y manifestaciones de la ansiedad dental en la edad
adulta…………………………………………………………………………………..…….55
III.3.1. La ansiedad dental en relación con las enfermedades dentales…………..…61
III.3.1.1. La caries y las pérdidas dentarias………………………….……..61
III.3.1.2. Enfermedad Periodontal………………………………………….63
III.3.2. Relación entre ansiedad dental y la edad y sexo……………………………66
III.3.3. Relación entre ansiedad dental y status socio-económico…………………..69
III.3.4. Ansiedad dental en la clínica y gabinete dental…………………………..…71
III.3.5. Ansiedad dental según el tipo tratamiento odontológico……………..…….78
III.4. Ansiedad dental en relación a la formación y utilización de las escalas de ansiedad por
los estomatólogos/odontólogos……………………………………………………….……..80
IV. ANSIEDAD DENTAL EN EL DISCAPACITADO INTELECTUAL………………....85
IV.1. Introducción…………………………………………………………………...………86
IV.2. Historia breve del Manual Diagnóstico y Estadístico de las Enfermedades Mentales
(DSM) hasta la actualidad (DSM-5)…………………………………………………..…….94
IV.3. Diagnóstico del discapacitado intelectual……………………………………………100
IV.4. Salud bucodental del discapacitado intelectual………………………………………103
IV.4.1. Introducción a la ansiedad…………………………………………..……..103
IV.4.2. Relación entre ansiedad dental y salud oral en el paciente odontológico con
discapacidad intelectual………………………………………………….………...104
IV.4.3. Ansiedad dental en el discapacitado intelectual adulto……………………114
Índice
IV.4.4. La ansiedad dental y el comportamiento del discapacitado intelectual en la
clínica dental……………………………………………………………………….115
IV.5. Importancia de los padres y cuidadores en la salud bucodental del discapacitado
intelectual…………………………………………………………………..………………122
IV.6. Prestaciones dentales de los estomatólogos/odontólogos con los pacientes
odontológicos con discapacidad intelectual………………………………………………..125
IV.7. Responsabilidad de los gobiernos de los países en relación con el futuro del
discapacitado intelectual……………………………………….…………………………..128
V. ANTECEDENTES Y ESTADO ACTUAL DEL TEMA………………………….……133
VI. ESTUDIO EMPÍRICO.......................................................................................................143
VI.1. Introducción………………………………………………………………………….144
VI.2. Objetivos generales e hipótesis………………………………………………………144
VI.2.1. Objetivos………………………………………………………………..…144
VI.2.2. Hipótesis…………………………………………………………………...146
VI.3. Método…………………………………………………………………………….…147
VI.3.1. Participantes……………………………………………………….………147
VI.3.1.1. Grupo de estudio 1: Pacientes Odontológicos con Discapacidad
Intelectual…………………………………………………………..………...……147
VI.3.1.1.1. Criterios de Inclusión……………………………..147
VI.3.1.1.2. Criterios de Exclusión……………………….……148
VI.3.1.2. Grupo de estudio 2: Pacientes Odontológicos de la población
general sin Discapacidad Intelectual…………………………………………..…..149
VI.3.1.2.1. Criterios de Inclusión…………………………..…149
VI.3.1.2.2. Criterios de Exclusión…………………………….149
VI.3.2. Medidas………………………………………………………………..…..150
VI. 3.2.1. Escala Ansiedad Estado-Rasgo (STAI)……………………..….152
VI.3.2.2. Inventario de Ansiedad de Beck (BAI)…………………...…….154
Índice
VI.3.2.3. Escala MDAS………………………………………………..….160
VI.3.2.4. Escala de miedos dentales de KLEINKNECHT ó DFS……...…162
VI.3.2.5. Instrumentos Dentales…………………………………….…….163
VI.3.2.5.1. Clínica Dental………………………………...……....163
VI.3.2.5.2.Historia Clínica Médica e Historia Clínica
Odontológica…………………………………………………...…165
VI.3.3. Procedimiento…………………………………………………….………..165
VI.3.3.1. Grupo de Estudio 1………………………………………......….168
VI.3.3.2. Grupo de Estudio 2……………………………………………...169
VI.3.4. Diseño y Análisis de los datos………………………………….………….170
VI. 4. Resultados…………………………………………………………………………...171
VI.4.1. Análisis descriptivos y correlacionales……………………………...…….171
VI.4.1.1. Análisis descriptivos……………………………………….……171
VI.4.1.2. Análisis correlacionales……………………………………...….185
VI.4.2. Análisis de las diferencias en ansiedad en función del sexo y edad………188
VI.4.3. Análisis de perfiles……………………………………………………...…195
VI.4.3.1. Resultados de los análisis de perfiles entre pacientes odontológicos
con discapacidad intelectual y sin ella………………………………...…..196
VII. DISCUSIÓN…………………………………………………………….……………….....209
VIII. CONCLUSIONES………………………………………………….………………..…….239
IX. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS…………………………………………………..245
X. ANEXOS……………………………………………………………….……………….….271
X.1. Anexo I: Consentimiento informado………………………………………..….….….272
X.2. Anexo II: Actualizaciones DMS-5………………………………………………....…273
X.3. Anexo III: Historia Clínica Médica Odontológica………………………………..…..276
X.4. Anexo IV: Índice de figuras y tablas………………………………………..…..…….279
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
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Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
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I. INTRODUCCIÓN
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
16
La mayor parte de las investigaciones, estudios y revisiones bibliográficas –en el
caso de los pacientes odontológicos con discapacidad intelectural- se refieren a las
patologías buco-dentarias y el gran deterioro del sistema estomatognático por la falta de
revisiones buco-dentales periódicas, el cuidado y la profilaxis que proporcionan los
familiares o tutores, la deficiente formación de los profesionales de la odontología, etc. Por
esta razón, pretendemos con nuestro estudio allanar todos los obstáculos e impedimentos
que tienen los pacientes odontológicos con discapacidad intelectual. Así como combatir el
desconocimiento de los familiares, tutores o profesionales de la salud. Hasta ahora, en los
discapacitados intelectuales, no se ha estudiado la ansiedad con escalas psicométricas que se
utilizan en la población general. Nosotros, hemos tratado de adaptarlas a los pacientes
odontológicos con discapacidad intelectual.
Pretendemos que, en este siglo XXI, los gobiernos se movilicen y tomen conciencia
ya no solo de la importancia del desarrollo de los programas de salud bucodental dirigido a
los pacientes odontológicos de la población general sino que valoren y establezcan prioridad
al grupo de población de discapacitados intelectuales.
Además, con nuestra experiencia clínica deseamos animar a los profesionales de la
odontología en su mejor preparación, en ser más generosos con el tiempo dedicado a los
pacientes odontológicos con discapacidad intelectual y aumentar el espíritu profesional de
servicio.
Nuestro proyecto tiene el objetivo de presentar un gran impacto a nivel familiar,
tutores, profesionales de la salud, estomatólogos y odontólogos; así como a nivel social,
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
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nacional e internacional, favorecido en la divulgación con las últimas tecnologías de redes
sociales.
Sabemos que el aparato estomatognático, como otras estructuras y sistemas de
nuestro organismo, va a sufrir cambios a través del tiempo. Algunos cambios bucodentales
son naturales como son el oscurecimiento y desgaste de los dientes. Pero, otros cambios
relacionados con la edad van a ser debidos a la acción de los medicamentos, enfermedades
bucodentales, restauraciones y ausencias dentarias.
Por lo tanto, los cambios de estructura de los dientes serán debidos a su función
biológica (la masticación) y a su afectación ambiental (cómo es el tipo de alimentación,
hábitos e higiene dental). Tanto los profesionales de la medicina como los de la odontología
siguen valorando las pérdidas graduales dentarias como manifestación de la evolución en la
etapa infantil, la preadolescencia e incluso en el envejecimiento del ser humano.
Hasta finales del siglo XX, en la sociedad española, las experiencias clínicas de los
estomatólogos y odontólogos –en cuanto a la población más adulta– eran de pacientes
desdentados y con tratamientos de prostodoncia removible. Pero con los cambios sociales y
económicos, los objetivos de los profesionales de la salud bucodental y la mentalidad de los
pacientes odontológicos han cambiado. Actualmente se trata de conservar los dientes el
máximo tiempo posible utilizando técnicas odontológicas avanzadas y aplicando sobre todo
programas de prevención bucodental y controles de la placa bacteriana (Sanz, 2003).
Las enfermedades bucodentales son de carácter progresivo y son más difíciles de
controlar con el transcurso del tiempo, afectando en gran medida la calidad de vida de las
personas y siendo una carga económica importante para el individuo y la sociedad.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
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Aunque existan medidas preventivas de comprobada efectividad para las
enfermedades bucodentales, como son la caries y la enfermedad periodontal, observamos
que están presentes a nivel mundial.
Según los estudios epidemiológicos realizados por Cuenca y Álvarez (1991) se pone
de manifiesto que la salud bucodental de los españoles ha mejorado en los últimos quince
años. Es debido a los factores sociales y medioambientales; pues nuestro sistema sanitario
público español no asume totalmente la prevención y atención de las enfermedades
bucodentales.
Actualmente la carta de servicios sanitarios de salud oral en España es muy limitada
y carece de técnicas avanzadas de odontología, además de no ser sensible a las necesidades
y demandas de la población, haciéndose todo ello más evidente en los pacientes
odontológicos con discapacidad intelectual.
La enfermedad bucodental con mayor prevalencia, la caries dental, es el principal
indicador de la salud-enfermedad oral en las poblaciones. Su reducción en los países
desarrollados se ha considerado uno de los mayores cambios y éxitos en la odontología
moderna, tanto para la planificación sanitaria estatal como en la práctica clínica.
El realizar una exploración oral y tratamientos odontológicos por el médico
estomatólogo u odontólogo puede despertar en algunos pacientes de la población general, y
pacientes con discapacidad intelectual (primordial objetivo de nuestro estudio), ansiedades y
aprensiones de diferente intensidad.
Los estudios de Psicología en el siglo XX, décadas cincuenta y sesenta, se dirigían
hacia la enfermedad mental denominada esquizofrenia. Pero en los años setenta el objetivo
se dirigió a evaluar los estados de ánimo, sobre todo la depresión. Más tarde, en la década de
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
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los ochenta, los investigadores Husain y Maser (1985), psicólogos norteamericanos,
destacaron que a partir de entonces las inquietudes e investigaciones irían dirigidas hacia la
ansiedad; esto es evidente hasta nuestros días.
Cuando observamos que la ansiedad aparece sin ser necesaria o fuese demasiado
intensa y prolongada, y además están limitados los mecanismos de adaptación, entonces
aparecerán los trastornos de la ansiedad. Dicha ansiedad se manifiesta en los niños,
adolescentes y adultos presentando una gran inquietud y miedo intenso que en ocasiones
puede perdurar e influir en su vida. Observamos que acuden en muchas ocasiones a la
consulta de pediatría al disminuir su rendimiento escolar y la autoestima, sus relaciones con
otras personas y la consumición de alcohol o drogas en la edad adulta (Soutullo & Figueroa,
2010).
Por consiguiente, la ansiedad forma parte del ser humano como cualquiera de sus
otras emociones que lo caracterizan.
Hay autores que diferencian claramente el miedo de la ansiedad. Consideran el
miedo como una respuesta natural ante un estímulo que puede considerarse amenazador y la
ansiedad como una emoción que no está justificada por una amenaza y es algo como un
temor sin causa (Berggren, Hakeberg & Carlsson, 2000).
Para que sea un éxito la exploración y el tratamiento odontológico, aparte de
conocimientos en odontología y mucha destreza por parte del profesional, es necesario tener
conocimientos de psicología para poder conseguir que la ansiedad en el paciente disminuya
o desaparezca.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
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En la bibliografía encontramos múltiples causas que tratan de explicarnos la
existencia del miedo y la ansiedad de los pacientes odontológicos para acudir al
estomatólogo/odontólogo.
Los factores desencadenantes de la ansiedad por acudir a la clínica dental y recibir, si
fuese necesario, tratamiento odontológico se basan en la transmisión de padres a hijos, de
amigos, de anteriores experiencias traumáticas, hipersensibilidad al dolor, la relación
paciente-estomatólogo/odontólogo (falta de paciencia y manifestaciones de inseguridad del
odontólogo...) (Locker, Boulton & Thomson, 2001).
Conocer las causas desencadenantes o que provocan la ansiedad dental y los factores
más frecuentemente asociados es básico para su prevención y tratamiento, ya sea utilizando
procedimientos conductuales y/o farmacológicos que van a ser muy importantes para que el
estomatólogo u odontólogo pueda realizar y estructurar los tratamientos diarios en su clínica
dental. Por eso es importante saber distinguir qué pacientes odontológicos presentan o no
ansiedad dental; además de tener suficientes conocimientos y preparación para el
tratamiento de estos pacientes, así como las dificultades que pueda encontrase con los
pacientes odontológicos con discapacidad intelectual.
Corah (1979) considera que la ansiedad del paciente obstaculiza la calidad que pueda
tener la asistencia dental y aconseja utilizar medios para hacer disminuir dicha ansiedad.
En la literatura podemos encontrar muchos artículos sobre consejos y formas de
detectar a los pacientes que presentan ansiedad dental, con o sin discapacidad intelectual.
Así como realizar los tratamientos odontológicos a este grupo de pacientes utilizando
diversas técnicas: las conductuales básicas, de distracción y tratamientos farmacológicos que
ayuden a los pacientes para que se les realicen tratamientos dentales.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
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Schalock et al. (2007) manifestaron que la discapacidad intelectual se caracterizaba
por “limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual y en la conducta adaptativa
manifestada en las habilidades adaptativas conceptuales, sociales y prácticas. Esta
discapacidad se origina antes de los 18 años” (p. 118). Esta definición permanecerá en vigor
por ahora y en un futuro inmediato (Wehmeyer et al., 2008).
En España y a nivel internacional, tras realizar la revisión de la literatura, se constata
que existe poca información sobre la ansiedad dental en los pacientes odontológicos
discapacitados intelectuales. Por dicha razón, nos parece muy importante profundizar en este
complejo fenómeno de la ansiedad dental en una población lo más posible homogénea para
poder realizar comparaciones. Por lo tanto, será importante conocer la dimensión real y
actual de la ansiedad dental en el discapacitado intelectual con respecto a la población
general. Pero la prevalencia del miedo y la ansiedad dental en personas con discapacidad
intelectual todavía no ha sido descrita.
Cuando recibimos a los pacientes odontológicos con discapacidad intelectual en la
consulta dental desconocemos cómo van a reaccionar a los tratamientos odontológicos. En
ese momento entran en contacto dos personas y aparece una relación entre el
estomatólogo/odontólogo y el paciente discapacitado intelectual. El paciente con
discapacidad intelectual es conocedor de que será explorado y tratado, pero si la actitud del
estomatólogo/odontólogo, de auxiliares o el ambiente de la consulta no son adecuados y se
siente amenazado, se puede crear un estado de ansiedad y reaccionar de diferentes formas.
En la atención de los pacientes odontológicos discapacitados intelectuales y los
pacientes odontológicos de la población general no existen dos casos idénticos, es decir,
cada paciente tiene su peculiaridad. Y en la relación estomatólogo/odontólogo-paciente,
según Josefa y Medina (1998), tiene especial influencia la experiencia, el conocimiento real
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
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del paciente, así como el grado de sensibilización y humanización del profesional de la
Odontología.
La primera visita ha de ser agradable y positiva ya que la actitud del discapacitado
intelectual en el futuro va a depender en gran parte de ella. Requiere una preparación
minuciosa. Empezaremos con intervenciones odontológicas más sencillas y se irá avanzando
hacia las más complejas para conseguir la adaptación a los tratamientos dentales.
Los estudios realizados por Márquez et al. (2004) nos indican que los niños con
malos hábitos higiénicos tienen mal estado bucodental y suelen ser más ansiosos, así como
los discapacitados intelectuales donde se asocia a su falta de comprensión.
Además, consideramos que es muy importante en el gabinete dental evitar la
visibilidad de instrumentos punzantes o que puedan crear desconfianza e inseguridad al
paciente odontológico de la población general (niño o adulto) y a los pacientes
odontológicos con discapacidad intelectual.
El impacto emocional y la forma de interiorizar el discapacitado intelectual sus
experiencias con el estomatólogo/odontólogo son todavía desconocidos, pero pensamos que
son decisivas para su comportamiento y actitud en las próximas visitas.
En nuestro estudio, trataremos de demostrar si se produce o no ese aumento del nivel
de ansiedad dental en el discapacitado intelectual y lo compararemos con los pacientes
odontológicos de la población general.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
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II. ANSIEDAD
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
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II. 1. Introducción
El término ansiedad proviene del latín anxietas, anxietatis como cualidad o estado
del adjetivo anxius, anxia, anxium cuyo significado es ansioso, inquieto, angustiado,
acongojado.
Este adjetivo, a su vez, se relaciona con el verbo ango, angere, anxi, anctum
(estrechar, oprimir, atormentar, angustiar). Todas estas palabras proceden de la raíz
indoeuropea *angh- (estrecho, doloroso). El significado original de este vocablo puede
considerarse como estar ansioso, inquieto, angustiado.
La dificultad del concepto es evidente si tenemos en cuenta que el Diccionario de la
Lengua Española nos define la ‘ansiedad’ como angustia y la ‘angustia’ como ansiedad. Por
lo tanto, nos transmite la dificultad de expresar de forma precisa la definición de dicho
concepto.
En la actualidad, la psicología científica profundiza en sus investigaciones sobre la
ansiedad; sin embargo, son los autores de las corrientes psicoanalíticas y humanistas
quienes prefieren utilizar el término de angustia. En los estudios de Sierra, Ortega y
Zuybeidat (2003) utilizan el término angustia como sinónimo de ansiedad, pues consideran
que son estados psicológicos desagradables que se acompañan de manera frecuente de
síntomas fisiológicos, manifestándose como un desasosiego ante un peligro impreciso.
En la literatura encontramos que la ansiedad se presenta asociada a la existencia del
ser humano; todas las personas sienten la ansiedad pero de forma moderada y la
consideramos como una respuesta adaptativa del ser humano.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
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Además, debemos de señalar que la ansiedad en el hombre primitivo era muy
elevada y constante pues se relacionaba fundamentalmente con su propia supervivencia; es
decir, ante cualquier estímulo exterior o ambiental se desencadenaba su huida. Existía
incertidumbre pues no tenían esquemas de experiencias ni tampoco facilidad de
comunicación para trasmitirlas, etc.
II. 2. Concepto de ‘Ansiedad’
El concepto de ansiedad ha sido estudiado a través del tiempo por diversos autores.
La ansiedad para Ayuso (1988) se trata de una emoción complicada y no placentera que se
manifiesta mediante una tensión emocional acompañada de unas manifestaciones somáticas.
Por otra parte, Cano-Vindel (2003) señala que se trata de una reacción emocional normal y
frecuente, presentándose de forma anticipada ante una circunstancia amenazante o no
deseada, en la que la persona se prepara para afrontar lo mejor posible dicha situación. En el
año 2010, Llorca manifiesta que la ansiedad se va a caracterizar por ser un estado subjetivo
de anticipación, aprensión o peligro que es inminente y que se asocia a excitación o
reactividad autonómica debida a la hiperactividad del sistema nervioso. Es una respuesta de
la persona a una amenaza potencial que puede ser imaginaria o real.
Actualmente los niveles de ansiedad del ser humano son menores en relación a los
peligros vitales del hombre primitivo pero, sin embargo, observamos que de forma creciente
las personas acuden a los psicólogos. Esto podría ser debido a que las circunstancias o
situaciones que se presentan están sobredimensionadas. Mientras que en el hombre primitivo
la ansiedad era natural, en el hombre actual son las interpretaciones equivocadas de las
circunstancias o situaciones las que hacen surgir la ansiedad (Luengo, 2011).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
26
Por lo tanto, será muy importante valorar el aprendizaje del ser humano, pues
ayudará para conocer si el estímulo que se recibe hay que considerarlo peligroso o no. Según
el aprendizaje podremos observar que, ante un idéntico estímulo, en unas personas se
generará ansiedad y en otras no.
II. 3. Ansiedad, miedo y estrés
Los conceptos de ansiedad y miedo también pueden confundir en su interpretación o
valoración, pero se trata de dos fenómenos diferentes. Por ejemplo, se puede tener miedo a
un animal peligroso; sin embargo, un estudiante puede experimentar ansiedad ante un
examen. Ambos términos van a ser el resultado de una percepción y además son la respuesta
ante un peligro, ante un objeto o circunstancia (Becerra et al., 2007).
Marks (1986, citado en Sierra et al, 2003) considera que el miedo es una
perturbación que se manifiesta ante estímulos que están presentes mientras que la ansiedad
aparece cuando se presenta por la anticipación de situaciones negativas para el paciente que
serán indefinibles e imprevisibles.
Ambos conceptos tienen manifestaciones similares, ya que incorporan pensamientos
de peligro, sensaciones de aprensión, reacciones fisiológicas y motoras. Por dicha razón hay
investigadores que las utilizan indistintamente (Cambell, 1986; Thyer, 1987 citados en
Sierra et al., 2003).
Pero hay investigadores que valoran la ansiedad como una respuesta más difusa y
menos focalizada que va a aparecer sin causa aparente y sería descrita como una aprensión
de la persona. (Johnson & Melamed, 1979 citados en Sierra et al., 2003).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
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Becerra et al. (2007) señalan que ante la presencia de estímulos indicando un peligro
potencial va a parecer un comportamiento que se denomina “evaluación de riesgo”. La
ansiedad tendrá lugar según la probabilidad de ocurrir el peligro, es decir, que cuanto mayor
sea la probabilidad más intensa va a ser la ansiedad. Mientras que en el miedo va a ser el
conjunto de sensaciones y respuestas que tienen lugar cuando el peligro está presente y muy
próximo.
Tal y como señala Díaz (2016) una de las principales diferencias de la ansiedad y el
miedo es el origen del estímulo que desencadenará la reacción y la intensidad de la respuesta
ante la aparición del peligro. Por ejemplo, una persona ansiosa podría responder ante una
citación del juzgado con una fuerte reacción de miedo. Estas personas son conscientes de
que su respuesta es exagerada, pero aunque tienen ansiedad no alcanza a ser una fobia y
estas personas acuden a dicha citación.
Soutullo y Figueroa (2010) señalaban en sus estudios que algunos miedos podemos
considerarlos normales pues dependen de la edad. En el caso de los niños, los miedos van a
estar relacionados con su desarrollo intelectual y el ambiente en el que se encuentren; o en
los adolescentes, en los que suele resaltar el miedo a no ser aceptado por sus compañeros.
Estos miedos, según estos investigadores, irán desapareciendo con el transcurso del tiempo.
Luengo (2011) coincide con los anteriores autores y en sus estudios nos indica que la
ansiedad y el miedo son dos emociones distintas; puntualiza que mientras el miedo es un
temor a un objeto o a una situación concreta, la ansiedad va a ser ese temor más difuso.
Además señala que, en posibles ocasiones, pueden estar relacionados a nivel clínico por la
parecida sintomatología. Considera que se puede vencer el miedo pero no necesariamente la
ansiedad.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
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Tabla 1
Ansiedad y miedos dentales
Ansiedad Miedos dentales Respuesta anticipada al
tratamiento Respuesta coincidente con el
tratamiento Respuesta generalizada Respuesta discriminativa a
ciertos estímulos Evitación del tratamiento Escape del tratamiento
(lo dificulta) Nota. Extraído de Márquez et al. (2004)
Cuando una persona tiene miedo, la respuesta a dicha circunstancia que le produce
ese miedo va a tener tres componentes, conexionados entre sí, que son: psicológico,
cognitivo y comportamiento. El componente psicológico va a consistir en la estimulación
del sistema nervioso simpático que produce la segregación y elevación del nivel de
adrenalina manifestándose un aumento del ritmo cardiaco, de la sudoración y alteraciones
gastrointestinales. Por otra parte, tenemos el componente cognitivo que consistirá en
pensamientos negativos, como puede ser el pensar que esa circunstancia es muy peligrosa,
etc.; y por último, el comportamiento que puede ser enfrentándose a dicha circunstancia u
objeto o abandonar esa situación (Kleinknecht et al. 1973; Sánchez-Aguilera, Osorio &
Toledano, 2002).
Los conceptos de ansiedad y estrés van a ser difíciles de diferenciar puesto que en
ocasiones a nivel clínico se superponen y en otras ocasiones observamos que se pasa
fácilmente de estrés a ansiedad –en el caso de estrés excesivo por diversas causas familiares,
socio-económicas, etc.–
Consideramos que actualmente el término estrés es conocido tanto a nivel popular
como científico; observamos que se utiliza mucho por los profesionales de la salud y la
mayoría de las personas se expresan en términos de estrés, han oído hablar o lo han sufrido.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
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Los estudios de Sierra et al. (2003) señalan que cuando las personas hablan del
término estrés se refieren a la tensión emocional que les produce la actual sociedad. Este término
proviene del vocablo “distrés” del inglés antiguo; significaba “pena o aflicción” y con el paso del
tiempo se ha perdido la partícula “di”.
En 2007, el investigador Taylor considera en sus estudios el concepto de estrés como
una experiencia emocional negativa que se acompaña de cambios predecibles en diferentes
niveles –bioquímico, fisiológico, cognitivo y conductual– y que van dirigidos para alterar el
evento estresante o para adecuarse a sus efectos. Además, Sierrra et al. (2003) manifestaron
que podían asociarse al estrés hechos negativos, pero que también podrían ser hechos o
situaciones positivas.
Pero no se ha conseguido una definición en la que todos los autores se puedan poner
totalmente de acuerdo, pues existen puntos de vista que se basan en los estímulos, otros en
las respuestas que produce el organismo y otros se apoyan en la interacción del organismo y
el ambiente que lo rodea, es decir, existen diferencias individuales ante una misma situación.
Como hemos observado, los términos que hemos citado anteriormente pueden
llevarnos a confundir o tener significados diferentes con la ansiedad y la misma ansiedad;
van a estar influenciados por diferentes orientaciones o planteamientos de teorías, escuelas
e incluso de autores.
Por esta razón, los autores Fernández-Ballesteros y Carrobles (1991) han formulado
unos aspectos o puntos de vista diferentes en el concepto de ansiedad:
Desde el punto de vista de la clínica aplicacada. Destaca en este aspecto Freud y se
indica que la ansiedad es una respuesta interna que sirve de alerta para la persona de
la proximidad de un peligro.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
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Desde el punto de vista experimental. En este aspecto se parte del supuesto de que la
ansiedad es un estado condicionado o un estado específico del organismo que le
motiva a emitir una conducta.
Desde el aspecto de investigación de la personalidad. Para el investigador más
emblemático, Spielberger, se trata de poder establecer una diferenciación objetiva
del estado y rasgo de la ansiedad (Corah, 1969).
El modelo conductual considera la ansiedad como una conjunción de respuestas
motoras, cognitivas y psicofisiológicas. Se trata de la denominada Teoría
Tridimensional de la Ansiedad (Fernández-Ballesteros, 1994).
II. 4. Ansiedad fisiológica y ansiedad patológica
Spielberg, Lushene y McAdoo (1971) indican que la ansiedad es una característica
de la personalidad, persistente en la dinámica mental de cada persona. Esta ansiedad
continua de la persona es la que demuestra las diferencias individuales de cada persona en la
intensidad de la respuesta ante situaciones semejantes (Ooserink, De Jongh & Hoogstraten,
2009).
Este estado emocional que estamos desarrollando puede presentarse solo o
sobreañadirse con un estado depresivo y síntomas psicosomáticos cuando la persona ha
fracasado en su adaptación a la circunstancia o situación (Valdés y Flores, 1990 en Sierra et
al., 2003).
La American Psychiatric Association [APA] (2000) en el DSM IV TR manifiesta
que va a ser necesaria una duración, una frecuencia, un número e intensidad de los síntomas
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31
que sean significativos para disminuir la calidad de vida de la persona. Estos mismos
requisitos observamos que se mantienen en el DSM V.
Pérez Urdániz (2012) vuelve a resaltar y afirmar -como autores anteriormente citados
- que las personas tenemos ansiedad y es la que nos permite adaptarnos a las diferentes
situaciones que se nos presentan a lo largo de la vida; pero si dicha ansiedad apareciese
cuando no es preciso y/o es de una intensidad exagerada, es decir, en forma de respuesta
exagerada y no adaptativa sería cuando se transformaría en la denominada ansiedad
patológica.
La psicología de la personalidad (Endler y Okada, 1975; Gray, 1982, citados en
Sierra et al, 2003); introducen en el concepto de ansiedad dos tipos, ansiedad rasgo y
ansiedad estado, íntimamente relacionadas (Spielberger et al., 1983 citados en Mercado,
2004). La ansiedad rasgo sería una característica de la personalidad con gran carga genética,
habría una predisposición de la persona a reaccionar de una forma ansiosa incesantemente,
existirán para la persona muchas situaciones calificadas como peligrosas o amenazadoras y
sus respuestas se manifestarán con estados de ansiedad de gran intensidad. Sin embargo, la
ansiedad estado sería cuando se elevan los niveles de ansiedad de manera transitoria y
fluctuante con el tiempo.
Hay autores que consideran que la ansiedad patológica es como la ansiedad estado-
rasgo al mismo tiempo, y los trastornos de la ansiedad se manifiestan por la aparición de
síntomas irracionales y la perturbación del paciente, es decir, como una reacción emocional
de aprensión, preocupación, tensión (Spielberger, 1966, 1972). Además, para este autor, las
personas que presenten una ansiedad rasgo elevada van a tener elevaciones de ansiedad
estado con mucha más frecuencia, pues van a percibir mayor número de situaciones
peligrosas o amenazadoras.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
32
También Mercado (2004) denominará ansiedad patológica o clínica cuando se
presentan la ansiedad rasgo y estado conjuntamente, de forma intensa y continua,
conduciendo a la persona a una alteración de su funcionamiento diario.
La diferenciación entre la ansiedad fisiológica y la ansiedad patológica, según Llorca
(2010) es a nivel clínico, es decir, la ansiedad patológica se presenta con sintomatología
somática muy acentuada, mucha intensidad, con gran deterioro psicosocial y situándose en
los sentimientos vitales.
Tabla 2
Ansiedad fisiológica y patológica
ANSIEDAD FISIOLÓGICA ANSIEDAD PATOLÓGICA
Positiva Negativa
Respuesta adaptativa (causa lógica) Respuesta no adaptativa (inofensiva)
Respuesta adaptada al estímulo Respuesta no adaptada al estímulo
Ayuda a la persona No ayuda, altera a la persona
Intensidad moderada Intensidad alta o grave
Duración ajustada en el tiempo Duración no ajustada en el tiempo
Comportamiento normal, ayuda a persona Trata de evitar “ciertas situaciones”
Componente somático es menor Mayor componente somático
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
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II. 5. Técnicas terapéuticas
Existen diferentes técnicas terapéuticas para disminuir los estados de ansiedad y
miedo en general, como pueden ser: el tratamiento psicológico (terapia de apoyo, terapia
cognitivo-conductual, terapia de relajación, terapia de modificación de la conducta, teparia
psicodinámica, etc.), el tratamiento médico (inhibidores selectivos de la recaptación de
serotonina (ISRS) y ansiolíticos (Benzodiacepinas)). A continuación, haremos hincapié en
las técnicas que suelen ser más eficaces a nivel dental.
De Jongh Muris, Ter Horst y Duyx (1995) realizaron una comparación entre la
técnica cognitiva conductual y la técnica de sesión informativa. Entre sus resultados
manifiestan que la técnica cognitiva conductual era más eficiente en la reducción de la
ansiedad; podría ser debido a que la sesión informativa no estaba bien estructurada y podría
no ser homogénea para todas las personas a diferencia de la técnica cognitiva conductual
que sí que estaba bien estructurada y además tenía un tiempo de duración mínimo de una
hora.
Pruijssers et al. (2014) realizaron un estudio de revisión de la literatura comprendida
desde el año 2000 hasta el 2012 cuyo objetivo se basaba en la relación de la ansiedad con el
comportamiento del DI. Obtuvieron 7 estudios sobre la relación entre trastornos
psiquiátricos, como la ansiedad y el comportamiento. Observaron que se obtenía una
moderada relación aunque la naturaleza precisa de esta relación aún no está clara.
Campbell, Robertson y Jahoda (2014) realizaron un estudio para comprobar si las
terapias psicológicas que se habían demostrado que eran eficaces en la población general se
podrían adaptar para ser utilizadas con las personas con discapacidad intelectual. Se trataba
de una revisión sistemática de la literatura entre 1980 y 2010 con el objetivo de identificar si
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
34
existía una base de evidencia en las intervenciones psicológicas aplicadas en conductas
desafiantes. En su resultado señalaron que había una cantidad limitada de investigaciones
eficaces que cumplían con los estándares más estrictos de evidencia empírica, llegando a la
conclusión de que sería muy interesante la ampliación de investigaciones con las técnicas
psicológicas en pacientes con DI.
El metanálisis de Kvale, Berggren y Milgrom (2004) revela la efectividad de las
sesiones psicológicas y especialmente los tratamientos cognitivos conductuales, sobre todo,
en la ansiedad dental que será desarrollada en el próximo capítulo.
Pero debemos de considerar que esta terapia requiere tiempo y la preparación de la
persona que va a aplicar dicha técnica. Se deben de realizar aproximadamente 6 sesiones,
tiempo considerable en el caso que se realice diariamente en una consulta dental.
Por lo tanto, para superar el obstáculo del tiempo, es interesante para los diversos
profesionales de la salud que se realizase una educación previa de los pacientes por otros
profesionales como pueden ser los psicólogos, pedagogos o profesionales de la enseñanza.
Destacamos a Gatchel (1980, citado en Díaz, 2016) quien señala en sus resultados que es
muy efectiva la realización de una actuación informativa.
En el Department of Oral Diagnosis, Institute of Odontology, Göteborg University,
Sweden, se ha realizado un trabajo de investigación sobre las técnicas para el tratamiento del
miedo y la fobia dental. Han utilizado dos técnicas: la de relajación y las terapias de
orientación cognitiva, pero se han visto limitados en poder comparar con otros tratamientos
conductuales que son escasos en la literatura. La muestra fue de 112 adultos y entre los
resultados más destacables podemos considerar que los pacientes que habían recibido una
terapia orientada a la relajación general conseguían una reducción más significativa en el
miedo dental, así como de ansiedad dental. Llegaron a la conclusión de que ambos métodos
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
35
de tratamiento eran eficaces en la reducción de las reacciones fóbicas dentales (Berggren,
Hakeberg & Carlsson, 2000).
Hittner y Hemmo (2009) señalan que los pacientes que presentan una baja ansiedad
general y, sin embargo, una alta ansiedad dental presentan una mayor reducción de la
ansiedad dental. Por lo tanto, los pacientes odontológicos que sufren de ansiedad dental “per
se” son más fáciles de tratar que aquellos pacientes que tiene asociados otros temores, como
sucede en la ansiedad general.
La Odontología Conductual ha desarrollado en dos aspectos la investigación en el
miedo y la ansiedad dental. En primer lugar, se trata de conseguir su prevención y
tratamiento aplicando técnicas orientadas al cambio conductual. Se ha demostrado en
muchos estudios, de los que destacamos los realizados por Berstein y Kleinknecht (1982
citado en Navarro y Ramirez, 1996), que esta técnica ha sido beneficiosa para la
modificación de los modelos de respuesta problemáticos o complicados en el tratamiento
odontológico. En segundo lugar, podemos señalar que se han desarrollado técnicas de
evaluación y medición de estos modelos de respuesta con el objetivo de conseguir datos que
tengan validez de índole multidimensional.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
36
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
37
III. ANSIEDAD DENTAL
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
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III.1. Introducción
Los avances tecnológicos de la última década del siglo XX y primeras del siglo XXI
también han influido y ayudado en el avance de la actual odontología. Se han mejorado las
técnicas de diagnóstico, la utilización de instrumentos, materiales y protocolos que facilitan
de forma sistemática unos mejores tratamientos y resultados que son ampliamente
beneficiosos para los pacientes odontológicos.
La diferencia entre ansiedad dental y miedo dental, según Navarro y Ramírez (1996),
radica en la magnitud temporal entre la conducta y la situación propia del tratamiento dental.
La ansiedad dental –como anteriormente hemos mencionado en la ansiedad– sigue
un patrón conductual anticipatorio, es decir, se va a presentar– en sus elementos fisiológicos,
motores y verbales– de forma anticipada al tratamiento dental.
Sin embargo, los miedos dentales –como anteriormente hemos enunciado en los
miedos– van a tener una cualidad simultánea al tratamiento dental, es decir, va a existir una
relación de inmediatez eventual con el tratamiento odontológico.
Para dichos autores, otra diferenciación entre miedo y ansiedad dental va a ser la
generalización de la respuesta en el caso de la ansiedad dental evocado por el ámbito global
del tratamiento odontológico. Sin embargo, como sucedía en la descripción de los miedos
generales, en el caso de miedos dentales se van a caracterizar por modelos discriminativos
controlados por estímulos específicos durante dicho tratamiento dental.
Otro punto que indican basándose en sus resultados sobre el comportamiento del
paciente con ansiedad dental será el de evitación del tratamiento. En cambio, en los miedos
dentales será un comportamiento de escape como sucede en los miedos generales, y en este
caso concreto de escape al tratamiento dental, es decir, disruptivo durante el tratamiento
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
39
dental. Pero existe otro concepto que es el de fobia dental. Los investigadores Klinkerg y
Broberg (2007) nos señalan que en odontología hay también fobias y en este caso concreto
se denominará fobia dental. Consistirá en una manera grave del miedo dental, en la que se
manifiesta una ansiedad desproporcionada y persistente, ya sea en relación a los objetos
dentales o las diversas circunstancias en la clínica dental.
Es evidente que, actualmente ha aumentado la conciencia de la población en general
que se plantea como objetivo la conservación de su salud bucodental. Las nuevas
generaciones acuden a la consulta dental para que se les realice una revisión al igual que
asisten a las diferentes consultas médicas de otras especialidades.
Pero no debemos olvidar que estos avances no han impedido, que en la población
mundial exista todavía ansiedad en los pacientes al acudir a una consulta dental. Y ello,
debido a la influencia del ambiente que se encuentran o los tratamientos específicos que van
a recibir.
Como afirman Corah et al. (1979 citados en Alcayaga & Misrachi, 2004) la ansiedad
del paciente es una variable que intercepta de forma importante en la calidad de la asistencia
dental proponiendo la necesidad de aplicar tácticas para su control.
Pensamos que es de mucha importancia conocer desde la infancia cuáles pueden ser
los factores, circunstancias y comportamientos que se pueden producir, según su crecimiento
cronológico y desarrollo psicomotor, para generar una ansiedad dental que se podrá revelar
en la edad adulta. De la misma manera, nos puede servir para obtener mayores
conocimientos de la evolución que puede tener la ansiedad dental del niño a adolescente y
luego a edad adulta, y conseguir acercar, analizar e investigar ¿cuál es la ansiedad dental del
paciente odontológico con discapacidad intelectual?
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III.2. Factores que intervienen en el comportamiento del niño/adolescente en relación a
la ansiedad dental
En primer lugar, debemos de considerar que cuando acude a la consulta un niño o
adolescente o con discapacidad intelectual, como primera o sucesiva visita, el odontólogo
debe de ser conocedor de su nivel de ansiedad para poder controlarla, pero observamos que
en muchas ocasiones debido a la falta de tiempo o la escasa formación que ha recibido el
profesional, se ve incapaz y frustrado de no poder enfrentarse al comportamiento de estos
pacientes con ansiedad (Muza, R. & Muza, P., 2007).
Debemos de reflexionar que en la relación entre el odontólogo y los pacientes –niño,
adolescente o con discapacidad intelectual– tiene una gran influencia la experiencia, el
conocimiento real del paciente, así como el grado de sensibilización y humanización del
profesional de la Odontología (Josefa & Medina, 1998).
Si realizamos una valoración correcta de los factores que influyen en el
comportamiento del niño/adolescente en la clínica dental, nos ayudará en la planificación de
las citas, en la eficacia del tratamiento dental y a mejorar la conducta del niño, adolescente o
con discapacidad intelectual en las posteriores visitas dentales (Sharath, Rekka, Muthu,
Prabhu & Sivakumar, 2009).
Hay muchos estudios sobre el miedo dental en los niños, entre los que habría que
destacar el realizado en el Department of Dental Public Health Sciences, University of
Washington Health Sciences Center, Seattle (1993). En Finlandia hicieron el estudio
comparativo con 828 escolares donde se observó que la sensación de ahogo, las inyecciones
y la perforación fueron los temores más comunes (Alvesalo et al., 1993). En esta
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41
investigación el patrón de factor era similar a los resultados obtenidos con una muestra de
niños en los Estados Unidos. Además, nos indican que no existieron diferencias
significativas en la puntuación del miedo para los niños cuyos padres eran temerosos o que
les habían dicho a sus hijos que habían tenido una mala experiencia cuando acudieron a la
consulta dental para recibir un tratamiento odontológico; sin embargo, sí observaron una
mayor presencia de patologías bucodentarias en aquellos niños que tenían una diferencia
significativamente más alta de ansiedad dental de aquellos que no presentaban las
patologías dentales (Alvesalo et al., 1993).
Como hemos enunciado con anterioridad, los factores que pueden influir en la
ansiedad dental y complicar el tratamiento son múltiples. Y el principal que debemos de
valorar es la conducta miedosa que haya aprendido del modelo familiar o de su entorno
(Márquez et al., 2004).
III.2.1. Presencia de los padres en la clínica dental y la ansiedad materna o paterna
Si valoramos a los niños en etapas cronológicas, describimos que entre 2 a 4 años de
edad es la separación de los padres el factor emocional más influyente. Esto es debido a las
características psicológicas de la edad y la ansiedad materna o paterna ante dicha separación,
por lo que se suele aconsejar que los niños no sean separados de sus padres. Observamos
que a medida que aumenta la edad, la ansiedad del niño a la separación de sus padres
disminuye (Pérez-Navarro, González, Guedes & Nahás, 2002).
Hay que significar las investigaciones realizadas en Departamento de Dental
Medicine, Division of Pediatric Dentistry, Instituto Karolinska, Estocolmo, Suecia, sobre el
miedo y la ansiedad al odontólogo, así como los problemas del manejo de comportamiento
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
42
dental que son muy comunes observarlas en niños y adolescentes; además indican que el
género, asistencias dentales y los comportamientos de salud oral tenían correlación con la
ansiedad dental (Blomqvist et al., 2013).
Estos autores suecos investigaron la relación entre la capacidad cognitiva y la
ansiedad al dentista en un grupo de niños con comportamiento identificado y problemas de
aprendizaje demostrado en la población. Además de estudiar factores psicológicos de
ansiedad al dentista en el niño y los padres, observaron que se correlacionan. El
estudio consistió en la evaluación de 70 niños, de 11 años de edad, para conocer el miedo y
ansiedad al dentista, conociendo su capacidad cognitiva (escala de inteligencia de
Wechsler), así como el miedo y ansiedad de los padres al dentista, utilizando la escala
MDAS. Los resultados que se obtuvieron fueron: a) el miedo y la ansiedad al dentista se
correlacionó significativamente con el coeficiente de inteligencia verbal, pero no a cualquier
otro índice cognitivo; b) Hubo una significativa correlación entre la ansiedad al dentista de
los padres y los hijos.
Observamos que los resultados obtenidos por estos autores señalan que la capacidad
verbal que puede tener el niño es de máxima importancia para poder explicar la ansiedad
que puede tener con el estomatólogo/odontólogo.
Las investigaciones realizadas por Krikken, van Wijk, ten Cate y Veerkamp (2012),
en la University of Amsterdam, nos sugieren que no hay información disponible sobre la
medida que los padres pueden juzgar o estimar, al responder a las preguntas en nombre de
sus hijos, para valorar el miedo o ansiedad dental. Estos autores consideran, en general, que
los padres tienden a estimar el miedo y ansiedad dental de sus hijos un poco más elevada
que en las respuestas de los cuestionarios realizadas por sus hijos.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
43
III.2.2. Ansiedad dental en relación a edad cronológica y desarrollo psicomotor
Debemos de considerar la ansiedad dental en relación a la edad cronológica y el
desarrollo psicomotor pues en ocasiones no coinciden. La ansiedad tiene una estrecha
relación con el nivel socioeconómico y las características del entorno familiar (Moore, Birn,
Kirkegaard, Brødsgaard y Scheutz, 1993).
Klatchoian (1993 citado en Pérez-Navarro et al., 2002) manifiesta que el miedo
odontológico como los demás es probablemente determinado por factores situacionales
inespecíficos que disminuyen con la edad y tienden a favorecer el comportamiento.
Prabhakar, Marwah & Raju (2007) indican que el grupo de edad de cuatro a ocho
años muestran un comportamiento más negativo y serán los más difíciles de manejar en el
gabinete dental. En cambio, para Kade de Souki, Salazar, Rosa, Pérez Estrada & Nevado de
Duarte, (1999) son los niños de tres, cuatro y seis años los más difíciles.
Si valoramos desde el nacimiento hasta los 2 años, el ambiente de la clínica dental va
a ser extraño y muy amenazante. Existirá dificultad de relacionarse, pues si el niño es
separado de sus padres reaccionará con violencia y pánico; ya que se cansa fácilmente, lo
que puede ocasionar que cambie espontáneamente de humor y sea imposible el diálogo. Por
todo ello el rechazo y el llanto serán normales y comprensibles. Pero debemos de destacar
que la exposición del bebé a estímulos dentales no estresantes son factores que favorecen un
comportamiento cooperativo (Cunha, Fraga, Mello, Lemos & Maza, 2009).
De 2 a 4 años, el niño va a buscar el refugio del padre o de la madre cuando se
enfrenta a una situación que le provoca ansiedad o miedo; todavía no habla con personas
extrañas y puede responder a indicaciones directas pero va a regresar a la etapa anterior. Al
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
44
final de esta etapa presenta curiosidad sobre el mundo que le rodea y deseos de imitación.
Ha mejorado en el lenguaje y por lo tanto se va a comunicar mejor (Cunha et al. 2009).
De 4 a 6 años, la conducta del niño es impredecible y puede fluctuar entre ser dócil o
no querer cooperar, pasar de la sumisión a la cooperación inteligente. El niño suele aceptar
las técnicas odontológicas que sean sencillas pero cuando son más complejas sufre un
proceso de regresión a las etapas anteriores. El niño de cuatro años presenta una gran
actividad física y mental, hablará mucho, tendrá deseos de querer probar nuevas
experiencias y además presenta una gran confianza en sí mismo. En cambio, el niño de cinco
años tiene estabilidad emocional, pensamiento realista en secuencias lógicas, tiene muchos
deseos de ser aceptado y es sensible a las alabanzas y amonestaciones (Cunha et al., 2009).
En la edad escolar de 6 a 9 años, el niño va a tener la capacidad de aceptar la
autoridad del odontólogo, aunque permanecen muchos temores adquiridos ya sea en la niñez
o en situaciones que son recientes. El niño de 6 años presenta oscilaciones entre el afecto y
el rechazo, existe autoafirmación, hay tendencia a la hipocondría y va a mostrar poco interés
en cuanto a la limpieza y el ser ordenado (Cuhna et al., 2009).
En general, podemos manifestar que la aceptación de la asistencia dental de los niños
hasta los tres años es muy difícil debido a su limitación en la comunicación, la inestabilidad
emocional, la etapa del desarrollo, la independencia, la socialización… Una reacción de
miedo o ansiedad en presencia de lo inesperado es común y todo esto puede originar un
paciente que no colabore.
Considerando lo descrito, es importante prever la conducta del niño que se verá
influenciada por la edad y su desarrollo psicomotor (Kade de Soukiet et al., 1999).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
45
III. 2. 3. Ansiedad dental del niño/adolescente en función del sexo
Las investigaciones de Kade de Souki et al. (1999) observaron que con frecuencia las
expresiones de ansiedad o miedo al tratamiento odontológico era mayor en las niñas que en
los niños, coincidiendo con los resultados más recientes que se obtuvieron en una población
de minoría húngara en Transilvaina, Rumania (Markovics, E. et al., 2005). El estudio de
estos autores era sobre una muestra de 549 niños de las escuelas de la minoría húngara de
Transilvania y entre los 12 a 19 años, las puntuaciones medias de ansiedad dental eran altas
(DAS= 12.6 d.t. 3.3; DFS= 50.6 d.t. 25.1) .Las niñas puntuaron significativamente más alto
(p < 0,01) en ambas escalas. La diferencia aumentaba con la edad, cuya razón podría ser
probablemente debida a diversos procesos de socialización como consecuencia de las
presiones sociales que indicaban que el niño debía "ser un hombre". Esta característica es
conocida como “deseabilidad social”, pues se espera que los niños sean más valientes,
fuertes y menos emocionales que las niñas. Las niñas a esta edad tienen más miedo porque
socialmente es más aceptable que las niñas sean más débiles y muestren su miedo (Sánchez-
Aguilera, Toledano & Osorio, 2004).
III.2.4. Relación de la ansiedad dental con vivencias personales y ajenas
La edad de la primera visita al odontólogo y la vivencia que va a tener el niño, lo
podemos considerar como un factor que nos puede explicar el rechazo posterior a la
asistencia dental. Los tres, cuatro y cinco años suelen ser las edades en las que con más
frecuencia se inician las visitas al odontólogo, siendo el porcentaje de temor al odontólogo
mayor en los niños de tres años y disminuyendo posteriormente; además los porcentajes más
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
46
elevados de ansiedad se obtienen cuando la asistencia a la clínica dental es con finalidad
curativa o en los tratamientos dentales más invasivos o traumáticos, siendo más bajos si la
finalidad es preventiva (Rivera & Fernández, 2005).
Por lo tanto diremos que la ansiedad será más elevada si la primera visita ha tenido
un carácter agresivo y habrá una disminución de la ansiedad cuando ha tenido un carácter
agradable (Kade de Souki et al., 1999; Márquez et al., 2004).
En la clínica dental se observa que el mero hecho de ver, oír la turbina, la presencia de
la aguja, a veces puede generar una conducta negativa. En este sentido, es importante
afirmar que una experiencia traumática o dolorosa, especialmente durante la niñez, es el
elemento influyente más aceptado y referido por los pacientes a la hora de argumentar su
miedo o ansiedad en la juventud o en la edad adulta (Márquez et al., 2004).
Si valoramos la ansiedad-estado del niño ante una visita al dentista observaremos que
está también influenciada por los relatos de experiencias negativas que reciben de sus
compañeros de clase, amigos, películas,… y/o precisamente de sus familiares que
normalmente son las personas que más información aportan al niño (Sánchez-Aguilera et
al., 2004).
Por otra parte, algunos autores nos explican que la ansiedad será máxima en el
gabinete dental cuando se van a realizar exodoncias dentarias (Prabhakar, Marwah & Raju,
2007).
Las investigaciones nos señalan que, después del tratamiento, en el niño se pierden
estos factores de influencia y la ansiedad dental que pueda presentar dependerá sólo o en
mayor proporción de su propia experiencia dental. Se puede deducir que una experiencia
dental no traumática es el principal modo de disminuir la ansiedad y mejorar el
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
47
comportamiento facilitando posteriores visitas de exploración bucodental y posibles
tratamientos (Sánchez-Aguilera et al., 2002).
III.2.5. Ansiedad dental del niño/adolescente en relación a las características
socioeconómicas y familiares
Los factores socioeconómicos también influyen en la aparición de una ansiedad
patológica, sobre todo los factores sociales (familias desestructuradas, drogadicción, los
problemas de educación, alcoholismo…) (Márquez et al., 2004).
Hay numerosos estudios que nos ponen de manifiesto que la conducta de los
padres va a influir y moldear la conducta del niño, de tal manera que de padres cariñosos y
que ofrecen apoyo a sus hijos, estos niños serán más cooperadores y amistosos; sin
embargo, los padres carentes de afecto, autoritarios, violentos van a generar hijos
intolerantes y con conductas muy negativas (Hauessler, 2004).
Locker, Poulton y Thomson (2001) valoraron la ansiedad que podía tener el núcleo
familiar, de tal manera que si existía ansiedad familiar podría predecir –por ejemplo, en la
ansiedad dental– la aparición de ansiedad en la infancia. Además, nos indican –en el caso de
ser ansiedad dental– que era característico en la adolescencia y en la edad adulta existía
correlación entre dicha ansiedad con diversos problemas psiquiátricos.
En relación con el origen –que fuese exógeno o endógeno– en el caso dental
reafirmaron que en la infancia era de origen exógeno debido a las influencias del entorno o
núcleo familiar. Cuando se trataba de la aparición en un adulto se debía a una predisposición
innata de la persona a sufrir ansiedad general y miedos múltiples.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
48
Dependiendo del comportamiento familiar se podrán conseguir buenos resultados de
comportamiento del niño en la mayoría de los casos. Hay madres que se muestran ansiosas
cuando se separan de su hijo en el momento de entrar al gabinete dental. Esta ansiedad
puede ser transmitida a su hijo que al observar su comportamiento va a crear dificultades en
la relación con el odontólogo (Pérez-Navarro et al., 2002; Rivera & Fernández, 2005).
Kade de Souki et al. (1999) señalan que la cooperación y la ansiedad de los niños
varían en relación al nivel de estudios y clase social de los padres. De tal manera, que será
mínima la ansiedad y máxima la cooperación en las clases altas y medias, siendo todo lo
contrario en las clases bajas que suelen coincidir con poca formación en los estudios.
Según Márquez et al. (2004) los niños con malos hábitos higiénicos y con un mal
estado bucodental suelen ser más ansiosos. En cambio, los niños que tienen enfermedades
graves presentan menos ansiedad debido a que la patología bucodental es considerada como
un mal menor.
En cuanto a los adolescentes se realizó un estudio interesante. En una población de
Malasia se estimó la geografía o residencia (rural-urbana) y se aplicó la Escala DFS (Miedo
Dental de Kleinknecht). Se observó la existencia de una relación entre la ansiedad dental
con la experiencia del paciente y la enfermedad bucodental más frecuente que es la caries.
De tal manera, que en las zonas rurales aumenta la prevalencia de caries y experiencias
negativas de los pacientes. Los pacientes odontológicos tenían más ansiedad y eran más
temerosos en las zonas rurales que en las zonas urbanas; pero debemos de considerar que
podría haber influido el tipo de tratamiento odontológico o el servicio dental que hubiesen
recibido. Por ejemplo, en zonas rurales de Malasia los pacientes son atendidos por unidades
dentales móviles y no hay clínicas dentales (Esam, Ong, Humphris & Freeman, 2014).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
49
III.2.6. Clínica dental: estomatólogo/odontólogo, auxiliares e instalaciones en la clínica
dental
La ansiedad y el miedo siguen siendo la emoción principal del niño que entra en
la clínica dental. El éxito no va a depender sólo de las habilidades técnicas del odontólogo,
sino también de su capacidad para conseguir y mantener la cooperación del niño (Sharath et
al., 2009). Hemos de saber, que la antipatía del odontólogo puede ser un posible precedente
de la ansiedad (Rivera & Fernández, 2005).
Una vez realizada la evaluación inicial del niño, el primer objetivo que tiene que
tener el profesional de la odontología es conseguir, según la edad del niño, una buena
comunicación e infundirle un ambiente de confianza para que pueda relajarse y cooperar.
También va a ser interesante tener un área recreativa en la clínica dental, así será más fácil el
poder separarse de los padres, le va a distraer y facilitará la disminución de la ansiedad
(Josefa & Medina, 1998).
Pero el impacto emocional y la manera de interiorizar que tiene el niño con sus
experiencias con el odontólogo es todavía desconocida y van a ser muy decisivas en los
futuros tratamientos dentales (Cunha et al., 2009).
III.2.7. Ansiedad dental durante el tratamiento odontológico
En los niños, también se ha estudiado su ansiedad durante el tratamiento dental y su
comportamiento en una clínica dental. Destacamos la investigación realizada en el
Departamento de Odontología Pediátrica de la Universidad de Birmingham (Reino Unido).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
50
El objetivo de la investigación era valorar cuatro escalas de comportamiento que se
utilizaron para los niños con ansiedad durante el tratamiento dental. Utilizaron la escala
Frankl (F), Houpt (H), escalas visuales analógicas (EVA) y Global (GR). Con los resultados
determinaron que no había correlación significativa entre la escala Global y la analógica
visual y las escalas Houpt y Frankl (Hosey & Blinkhorn, 1995).
Como hemos descrito y desarrollado con anterioridad, los comportamientos de los
niños y adolescentes en la consulta dental obedecen a diversas variables como son la edad,
la ansiedad de los padres, experiencias anteriores en el gabinete dental y los tratamientos
realizados con técnicas odontológicas avanzadas por el odontólogo (Sharath et al., 2009)
Manejar el comportamiento de los niños en el gabinete dental se apoya en el
conductismo, que es una rama de la Psicología, que nos sugiere que el comportamiento que
pueda tener una persona es modificable, si se vigilan las emociones alterando las
circunstancias ambientales. Para ello va a ser primordial una evaluación constante del
paciente odontológico, adaptación al mismo y la aplicación de diversas técnicas de manera
aislada o simultánea, dependiendo de cada situación que se pueda presentar para poder
establecer cambios en su comportamiento, adaptando el lenguaje y el tono de voz a su
estado emocional y conseguir reforzar su autocontrol (Soto & Reyes, 2005).
Moraes, Depes, Martins, Nunes y Fernandes (2010), en sus estudios señalan que a lo
largo de los años ha disminuido el uso de técnicas restrictivas y farmacológicas, y ha habido
un incremento de la necesidad de que los padres participen en la toma de decisiones.
Josefa y Medina (1998) exponen las principales técnicas que se utilizan para guiar las
emociones del niño, que van a ser las que favorezcan cambios en su comportamiento y
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
51
refuercen su autocontrol; como son las técnicas de adaptación, control con la voz, etc., que
describiremos a continuación.
III.2.7.1. Técnicas de adaptación (Decir, Mostrar, Hacer) (DMH)
También ha sido denominada “la triple E”, es decir, técnica de “Explique-Enseñe-
Ejecute”. Nava y Fragoso (2012) nos manifiestan que esta técnica nos permitirá disminuir la
ansiedad y el miedo a lo desconocido. Al principio, se le explica lo que se le va a hacer
(Decir), luego se le pueden enseñar los instrumentos, los materiales y finalmente haremos
una simulación de lo que se va hacer en el tratamiento. El odontólogo debe de utilizar un
vocabulario adaptado al niño para que este pueda entender. Además de evitar las
expresiones que producen miedo, como pueden ser “quitar un diente”, “pinchar con una
aguja”, etc.
Una vez que se ha explicado al niño lo que haremos (Decir), seguidamente le
debemos hacer una demostración (Mostrar) y luego pasamos a realizar el procedimiento
(Hacer).
Moares et al., (2010) nos indican que las técnicas dentales se deben de explicar de
manera gradual para que el niño pueda familiarizarse. Dicha técnica debe comenzar cuando
el niño está en el gabinete dental y persistirá durante el tratamiento odontológico.
III.2.7.2. Control mediante la voz
El tono de voz del odontólogo va a ser muy importante para transmitir al niño quién
tiene autoridad en el gabinete dental, además de utilizar la expresión facial para manifestar
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
52
confianza. Esta técnica es muy eficaz y consigue impedir conductas en el sillón dental, como
por ejemplo los movimientos de la cabeza.
Nava y Fragoso (2012) explican que modificando el tono, ritmo o volumen de la voz
podemos conseguir, influir y conducir la conducta del niño. Va a ser eficaz en un niño
rebelde que ponga en cuestión la autoridad del odontólogo.
Pero no la debemos de utilizar y además está contraindicada en niños de corta edad,
inmadurez emocional o están en tratamiento farmacológico, ya que no comprenden el
objetivo de la técnica (Rodríguez et al., 2009).
III.2.7.3. Técnica de imitación o modelamiento
Soto y Reyes (2005) demuestran que esta ténica la podremos realizar en vivo o
mediante algún medio audiovisual; y va a consistir en que el niño aprenda conductas
favorables y comportamientos a imitar ante una misma circunstancia o situación. Es decir,
imitar a otro niño de su misma edad e idéntica situación; ello conducirá a reducir la ansiedad
a lo desconocido.
Esta técnica para que sea eficaz e influya sobre la conducta, la debemos de utilizar
antes de que el niño entre en el gabinete dental.
El objetivo de esta técnica va a ser disminuir la ansiedad, de tal manera que algo que
era desconocido se convierte en conocido mediante la experiencia de otros pacientes
odontológicos y además va a reforzar un comportamiento positivo (Nava & Fragoso, 2012).
III.2.7.4. Refuerzo negativo
Nava y Fragoso (2012) nos describen la técnica de refuerzo negativo que consiste en
modificar una conducta no deseada mediante la expresión de rechazo que debe realizarse de
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
53
inmediato y repetirse cuando sea necesario. No la debemos de confundir con los castigos,
que están totalmente contraindicados ya que generan actitudes negativas. El objetivo de esta
técnica consiste en cambiar comportamientos disruptivos en el sillón dental, mediante un
condicionamiento de la respuesta motora del paciente.
Está indicado en pacientes con suficiente desarrollo de la capacidad verbal y estará
contraindicado en niños que no tengan suficiente desarrollo emocional, ni comunicación
verbal para comprender dicho condicionamiento. (Nava & Fragoso, 2012).
III.2.7.5. Refuerzo positivo
Esta técnica –al contrario de la anterior– consistirá en reforzar las conductas
deseadas y deberemos felicitar al niño cuando realiza un comportamiento positivo. El
refuerzo debemos aplicarlo inmediatamente y repetirlo varias veces para condicionar de
forma positiva el comportamiento. La utilización de premios o regalos al final del
tratamiento dentario nos va a ser útil para establecer simpatía con el paciente odontológico.
El objetivo de esta técnica de refuerzo positivo será actuar sobre la respuesta motora
del paciente para que éste repita el comportamiento deseado. Está indicada en todos los
pacientes y no se considera ninguna contraindicación (Nava & Fragoso, 2012).
Cuando realizamos promesas a los niños para influir sobre su comportamiento en el
sillón dental tendremos que tener en cuenta que deben ser satisfechas de forma inmediata
pues de lo contrario se perderá la confianza.
III.2.7.6. Técnica de la Distracción
Cuando el paciente está en el sillón dental, la “técnica de distracción” consistirá en
desviar su atención ante las posibles molestias que puedan aparecer durante el tratamiento
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
54
dental. Por lo tanto, su objetivo es reducir las posibles sensaciones que sean desagradables.
La podremos utilizar para todos los pacientes odontológicos, sin considerar su edad. No
presenta contraindicaciones (Rodríguez et al., 2009).
La técnica de la distracción posiblemente la podemos considerar como la más eficaz
en el caso de los niños con ansiedad leve (Abanto, Rezende, Bönecker, Corrêa F.N. &
Corrêa M.S. (2010).
III.2.7.7. Técnica de la Comunicación No Verbal
Consistirá en realizar expresiones amigables o como hacemos en nuestra clínica
dental, nos comunicamos con el paciente odontológico cuando éste levanta ligeramente la
mano izquierda; con ello nos va a indicar que quiere interrumpir momentáneamente el
tratamiento dental. La técnica tiene un componente psicológico muy importante, pues
aumenta la confianza entre el paciente y el odontólogo, y favorece en el caso del niño una
sensación de control de la circunstancia. Esta técnica puede estar asociada a otras técnicas
que hemos nombrado anteriormente (Abanto et al., 2010).
III.2.7.8. Técnica de Inhibición Latente
Se trata de organizar los tratamientos odontológicos que vamos a realizar al niño.
Comenzaremos con tratamientos odontológicos más sencillos, de esta manera ayudamos al
niño a enfrentarse a las próximas consultas que pueden ser más invasivas o complejas.
También es muy importante el tiempo o duración del tratamiento. Por lo tanto, habrá que
alternar los tratamientos odontológicos que sean más largos con otros más cortos (Abanto et
al., 2010).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
55
III.2.7.9. Técnica de Restricción Física
Abanto et al. (2010) nos indican que se utilizan fundamentalmente en los niños más
pequeños, menores de cinco años, para evitar movimientos en los momentos más delicados,
como puede ser, cuando aplicamos la inyección anestésica y así evitaremos posibles
accidentes.
III.2.7.10. Técnica de la mano sobre la boca del niño
Se utiliza cuando todas las técnicas que hemos enumerado anteriormente fracasan.
Suelen ser niños de más de tres años y con comportamiento indisciplinado. Esta técnica va a
consistir en que el odontólogo o la auxiliar dental, coloque la mano sobre los incisivos de la
mandíbula, para evitar comportamientos de movimientos de la cabeza o que el niño quiera
cerrar la boca. También lo utilizaremos con la intención de que cese el mal comportamiento.
Luego le avisaremos al niño al oído y con voz baja que si nos ayuda y colabora le
retiraremos la mano (Abanto et al., 2010).
III.3. Causas, características y manifestaciones de la ansiedad dental en la edad adulta
Como hemos dicho en un principio, los progresos científicos no han cambiado la
ansiedad dental existente desde hace 100 años. Porque la ansiedad va mucho más allá de un
miedo al dolor, el cual se puede remediar.
Observamos que se han realizado estudios que han llamado la atención a los
psicólogos y estomatólogos/odontólogos debido a las consecuencias directas que sufren los
pacientes en su salud bucodental.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
56
Las ciencias de los conocimientos del comportamiento de los pacientes
odontológicos se han convertido en un componente cada vez más importante para la
investigación y educación dental.
Se ha estudiado la aplicación de métodos psicológicos para el estudio del
comportamiento y actitudes relacionados con la ansiedad dental de los pacientes
odontológicos.
Debemos de considerar los estudios de Armario (1989), que señala la ansiedad como
una sensación intuitiva y desagradable, que va a pasar algo no deseable; y a diferencia del
miedo que es la anticipación de la amenaza obtenida por una fuente identificable. Los
pacientes que tienen ansiedad, sufren con solo pensar, por ejemplo en la posibilidad de
quedar atrapados en un túnel cuando se desplazan de una ciudad a otra en tren; y hay
quienes tienen terror al dentista, quieren ir a la consulta dental pero no pueden.
La mayoría de los odontólogos en el ejercicio de su profesión se encuentran, cuando
van a realizar un tratamiento odontológico y debido a la ansiedad dental, un obstáculo en los
pacientes que conlleva el incumplimiento de las citas y la evitación para que se les pueda
realizar el tratamiento, que con el tiempo va a influir en su salud bucodental afectando su
bienestar y calidad de vida. (Tobal, Díaz & Frías, 1998).
Como hemos indicado, el paciente odontológico puede presentar una conducta de
evitación ante los estímulos relacionados con el tratamiento dental o enfrentarse a
situaciones en las que los estímulos relacionados con el tratamiento dental estén ya
presentes; producirá la interrupción de dicho tratamiento y generará una evitación en
posteriores contactos con los profesionales de la odontología (odontólogo, higienista dental,
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
57
auxiliares…). Esta situación puede desencadenar el estrés del profesional y auxiliares
(Carrillo, Álvarez, García & Pernia, 2005).
También otro desencadenante de la ansiedad es que el paciente perciba el enfado o
comentarios desagradables del profesional de la odontología sobre el mal estado de su salud
bucodental (Doerr, Lang, Nyquist & Ronis, 1998).
Al tratarse de un fenómeno complejo multidimensional habrá que tener en cuenta las
características de la personalidad del paciente, si ha tenido alguna mala experiencia en el
tratamiento odontológico en la infancia, si sus padres o amigos le han creado un temor al
dolor, comentarios negativos sobre los profesionales de la Odontología.
Según Colina, Hainsworth, Burke y Fairbrother (2008) en el Reino Unido, en el año
1998, se realizó una Encuesta de Salud Dental para adultos. Los resultados que se
obtuvieron eran interesantes, pues el 31% de los adultos que presentaban dentición decían
sentirse con ansiedad en relación con el tratamiento dental; además, se obtuvo el resultado
del 64% de los adultos que eran nerviosos en algunos tipos de tratamiento dental y el 45%
siempre se sentían con ansiedad por ir al odontólogo. Pero fue el (Consejo General Dental
[GDC], 2001) cuando nos informa que se le debe dar mayor importancia a los métodos que
sean útiles para conocer mejor la psicología de la ansiedad dental, además de realizar planes
de tratamiento adecuados si fuese necesaria la utilización de la sedación.
Es muy importante conocer la prevalencia de la ansiedad dental en la población
general. Entre otros estudios, nos basaremos en los realizados por Eli, Uziel, Blumensohn y
Baht (2004) investigadores de Tel-Aviv University, Israel. Nos señalan que la circunstancia
de acudir a una clínica dental para recibir una atención dental implica una alta prevalencia
de estrés, miedo y ansiedad. La estimación es que el 6-15% de la población adulta a nivel
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
58
mundial sufre de “la evitación” del cuidado dental debido a la alta ansiedad dental y la
fobia. Y estos autores nos reafirman que las consecuencias de la ansiedad dental son a
menudo catastróficas y pueden significar un grave deterioro de la salud. Por consiguiente,
los profesionales de la odontología deberían plantearse este serio desafío epidemiológico.
Armfield, Stewart & Spencer (2006, 2007), en Australia, estimaron sus resultados con
los anteriores estudios realizados; y señalan una población con prevalencia de ansiedad
dental del 16,4% para los adultos y 10,3% para niños dando una prevalencia total del 16,1%.
Todos sabemos y conocemos que hay pacientes que tienen miedo de acudir al
odontólogo o tienen ansiedad cuando están en la sala de espera por el ambiente que les rodea
y si se retrasa su entrada al gabinete dental para realizarles el tratamiento.
La ansiedad ante un tratamiento odontológico puede ser exagerada o
desproporcionada y persistente ante la presencia o no de un instrumento del equipo dental o
en el propio tratamiento dental. Armfield et al. (2006) son de la opinión que puede superarse
este problema y convertirse simplemente en una sensación de desagrado. Además, nos
indican que es muy importante considerar la ansiedad como un problema personal de cada
paciente, y por lo tanto tendrá que ser tratado de forma personalizada. Podemos encontrar
pacientes que responden de manera diferente ante un mismo tratamiento odontológico.
Por nuestros estudios y experiencia clínica es increíble observar que hay pacientes
que han tenido que sufrir grandes dolores e incluso insoportables, con tal de no acudir y ser
tratados por el odontólogo. Además, es evidente que después de recibir un tratamiento
farmacológico y la desaparición del dolor evitan ser tratados y sólo acudirán cuando se les
repita el tremendo dolor; todo es debido por la ansiedad y miedo que les produce el
odontólogo.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
59
La aparición de la ansiedad en el tratamiento odontológico puede ser debido a
experiencias negativas que ha sufrido anteriormente el paciente, pero además deberemos de
considerar otras situaciones experimentadas de sufrimiento, como es el caso de problemas
familiares, maltratos físicos o psicológicos… Por lo tanto, la ansiedad y la reacción del
paciente ante el tratamiento odontológico se verá incrementada por la reacción emocional de
otras situaciones con las que convive el paciente (Pérez et al., 2002).
Armfield et al. (1995) introdujo un cuestionario, es el “Índice de Ansiedad Dental y el
Miedo”, con el objetivo de establecer una base teórica más amplia en esta compleja área de
investigación. De tal manera que se ha realizado una traducción alemana de este índice de
ansiedad dental y miedo, así como su evaluación psicométrica, y se ha observado que el
cuestionario realizado en 287 pacientes odontológicos en Alemania, de los cuales habían
188 diagnosticados de ansiedad y miedo dental, no sólo nos mediría el grado de los miedos
dentales sino que también diagnosticaría los estímulos de ansiedad que causan y tratan de
diferenciar entre el miedo dental y la fobia ( Tönnies, Mehrstedt & Fritzsche, 2014).
Queremos sugerir que en nuestro estudio, las escalas que utilizamos presentan
algunos ítems que están relacionados con la sintomatología que aparece en los pacientes que
presentan ansiedad.
Los síntomas de la ansiedad dental son la respuesta que aparece en los pacientes
odontológicos ansiosos para eludir las asistencias bucodentales y va a implicar que no se
cuiden los dientes y se agrave la patología bucodental, además de desencadenar otras
consecuencias asociadas: orgánicas (cardiacas, nefrológicas, articulares...), psicológicas
(fobia, baja autoestima…) sociales (dificultad de relacionarse…) económicas, escolares,
familiares…
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
60
Gatchell, Ingersoll, Bowman, Robertson y Walker, (1983), reiteran la alta
prevalencia de la ansiedad e indican que la mayor parte de los pacientes odontológicos con
ansiedad dental no nos debe extrañar que eviten acudir a la consulta dental. Y solo es una
minoría en los que no aparece dicha respuesta y no presenten ansiedad.
Los estudios realizados por (Stouthard y Hoogstraten, 1990; ter Horst y de Wit,
1993) sugieren que la prevalencia de la ansiedad disminuye con la edad. Es decir, que la
ansiedad en los jóvenes puede aparecer con mucha más frecuencia que en los pacientes de
edad más avanzada, disminuyendo a su vez este tipo de trastornos.
En esta consideración coinciden Hagglin, Berggren, Hakeberg, Hallstrom y
Bengtsson (1999) en su estudio longitudinal. Entre sus resultados destacan y afirman que la
ansiedad dental disminuye con la edad; y además, también disminuyen otro tipo de fobias o
miedos.
Destacamos y desarrollamos los estudios realizados por Stouthard y Hoogstraten
(1990) en Holanda. Sus resultados nos indican que sólo el 14% de la población no tuvo
ansiedad en la consulta del odontólogo mientras que el 40% sí que experimentó ansiedad
por encima de lo normal y más de la mitad de ellos (22%) pueden ser considerados como
altamente ansiosos. Afirman que la ansiedad dental está relacionada con el sexo, edad y
estado de salud bucal. Valoraron, como otros autores, los altos niveles de ansiedad dental
que presentan las mujeres a diferencia de los hombres. Y sobre todo entre las edades de 26 a
35 años en las que no visitan regularmente al odontólogo.
En otro país, Australia, los estudios de Thomson, Stewart, Carter y Spencer (1996)
señalan entre sus resultados que un 14,9% de los adultos podría clasificarse con alta
ansiedad dental. También, como los anteriores autores de Holanda, afirman que había una
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
61
mayor prevalencia y severidad de la ansiedad dental en las mujeres con respecto a los
hombres. Y sobre todo entre las edades de 35 a 44 años.
III.3.1. La ansiedad dental en relación con las enfermedades dentales
III.3.1.1. La caries y las pérdidas dentarias
Las investigaciones realizadas por (Locker y Liddell 1992; Locker 2003), entre sus
resultados, nos ratificarán que los pacientes ansiosos en la clínica dental presentarán más
caries y ausencias dentarias, con una menor presencia de obturaciones, que los que no son
ansiosos; coincidiendo con otros estudios (Armfield, Stewart & Spencer, 2007; Pohjola et
al., 2007, 2008) y también con mayor número de caries con otros investigadores
(Coolidge, Hillstead, Farjo, Weinstein & Coldwell, 2010; Schuller, Willumsen & Holst,
2003).
De modo que los pacientes con ansiedad dental tendrán más probabilidades de
necesitar tratamiento protésico debido a las exodoncias dentarias. Sin embargo, no
obtuvieron indicios de diferencias en los patrones de tratamiento dental entre los que tenían
o no ansiedad dental. Pero sí que encontraron alguna evidencia consistente con la hipótesis
de las influencias del envejecimiento de las personas en la relación entre la ansiedad dental y
el estado de salud oral (Locker et al.).
Las investigaciones que se realizaron, en el 2010, en dos Universidades de Estados
Unidos, la Universidad de Washington, Seattle WA, y la Universidad de Harvard, Boston,
se basaron en la medición de la ansiedad con la escala MDAS en una población étnica de
hispanos que se encuentran en EE.UU.; según la Oficina de Censo de la población del 2008,
los hispanos representan aproximadamente el 15,5% de la población (Coolidge et al., 2010).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
62
En esta investigación colaboraron 162 adultos de habla hispana que rellenaron los
cuestionarios de la escala MDAS versión española y se les hizo una exploración buco-
dental. Observamos en este estudio que, aunque no hubiesen correlaciones significativas
entre las puntuaciones de la escala MDAS que aplicaron y el número de caries, dientes
obturados y ausencia dentaria, las personas que tenían una elevada ansiedad dental
(puntuación MDAS de 19 o superior) eran significativamente más propensas a tener caries
severas.
Además, destacan que las personas del estudio que no acudían a un odontólogo
tenían puntuaciones significativamente más altas de MDAS. Presentaban cifras más altas los
pacientes odontológicos que mostraban mayor ansiedad o miedo, seguramente debido a que
en su última visita al odontólogo fueron para que se les tratase el dolor dental u otra urgencia
dental en lugar de acudir a una consulta dental de revisión habitual (Coolidge et al., 2010);
coinciden estos últimos razonamientos con los resultados obtenidos años anteriores en las
investigaciones de Yuan, Freeman, Lahti, Lloyd-Williams y Humphris G. (2008) en las que
señalaban, en una población de adultos chinos, que la última vez que acudieron para ser
atendidos por un odontólogo era porque tenían molestias o dolor dental. Aplicaron la escala
MDAS, y obtuvieron unos resultados significativamente más elevados de ansiedad que en
aquellos pacientes odontológicos adultos chinos cuya última visita fue para una revisión
dentaria.
Hay diversos autores que también estaban de acuerdo con Coolidge et al. (2010). Nos
explican que la relación entre enfermedad oral y ansiedad dental era compleja y además
afirman que una ansiedad dental elevada se asocia con un mayor número de caries (Armfield
et al., 2003; Pohjola et al., 2007,2008; Schuller et al., 2003).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
63
Armfield et al. (2007) y Pohjola et al. (2008), como hemos enunciado anteriormente,
en sus estudios hicieron mucho hincapié en el conocer, valorar y demostrar al realizar la
exploración bucodental de todos los pacientes odontológicos, que había un número mayor de
dientes perdidos y un número menor de dientes obturados que solían presentarse en las
personas con ansiedad.
Por otra parte, si observamos a las personas que son tímidas podemos indicar que la
mayoría no desean la asistencia dental e intuimos que llegan al extremo de permitir que sus
dientes presenten caries, se deterioren gravemente y van a imposibilitar que se les pueda
realizar una restauración dentaria, y por consiguiente van a sufrir obligatoriamente una
extracción dentaria (Armfield et al., 2007).
Es posible que los diferentes resultados que aparecen en la literatura sobre la ansiedad
dental se encuentren relacionados con la cultura, la edad, y /o los factores relacionados con
la representatividad de las diversas muestras.
En definitiva, la ansiedad dental es evidente que se asocie muy a menudo con un
comportamiento de evitación, es decir, el paciente odontológico con ansiedad en varias
ocasiones cambia la cita o no acude a la consulta del odontólogo (Skaret, Raadal, Kvale &
Berg, 2000).
III.3.1.2. Enfermedad Periodontal
Locker y Liddell (1992), entre sus resultados, ya nos indicaron que los pacientes
odontológicos con ansiedad dental iban a tener más probabilidades, con respecto a la
población general, de necesitar tratamiento protésico. Además de necesitar tratamiento
inmediato para aliviar el dolor y la infección periodontal.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
64
Fardal y Hansen (2007) señalan que la enfermedad periodontal es una de las dos
patologías orales más importantes, lo cual es altamente prevalente en todo el mundo y
representa un problema muy importante de salud pública en muchos países.
La enfermedad periodontal tiene en la población china una incidencia del 80% a
90%. La periodontitis se ha convertido en la principal causa de la pérdida de dientes.
Alrededor del 15% a 20% de las perdidas dentales fue causada por una periodontitis severa,
y en edades comprendidas entre 35 a 44 años, según la Organización Mundial de la Salud
[OMS] 2001.
En estos últimos años, como hemos expresado con anterioridad, existe inquietud en
conocer la ansiedad dental que padecen los pacientes odontológicos de la población en
general, como es el caso del artículo publicado en BMC Oral Health, 2015, sobre la relación
que tiene la enfermedad periodontal con la ansiedad que produce el acudir a una consulta
dental, en una población de China (Liu. Y. et al. 2015).
El estudio se basa en una muestra total de 1.203 pacientes odontológicos, de los
cuales había 366 pacientes odontológicos que tenían enfermedad periodontal; se les
aplicaron los cuestionarios de Dental Fear Survey (DFS), ansiedad dental modificada de
Corach (MDAS), y una forma corta de Ansiedad Dental (S-DAI).
La prevalencia de miedo y ansiedad dental fue del 74% entre los 1.203 pacientes.
Con una elevada o alta ansiedad dental fue del 23,4% del total, mientras que el 27,3% de los
pacientes tenían enfermedad periodontal. En las escalas que aplicaron (MDAS y DFS) la
puntuación media que obtuvieron en los pacientes con enfermedad periodontal fue
significativamente mayor que los que no presentaban esta enfermedad.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
65
La alta ansiedad dental en esta población china (23,4%), era mucho más elevada en
relación con otros países, como en la población de Noruega (16,7%) (Astrom, Skaret &
Haugejorden, 2011); en la población de Australia (18,1%) (Armfield, 2010); y en la
población británica (13%) (Bedi & McGrath, 2000).
En este estudio que hemos destacado se utilizaron tres escalas (MDAS, DFS y S-
DAI), como hemos expuesto con anterioridad, para evaluar el miedo dental en diferentes
aspectos. La escala DFS revela e informa del miedo dental para ayudar a los
estomatólogos/odontólogos a entender mejor el miedo dental de un paciente, mientras que la
escala MDAS mide el miedo dental en general (Armfield, 2010) y la escala S-DAI se centra
en medidas psicométricas (Stouthard, Mellenbergh & Hoogstraten, 1993). De los estudios,
casi la mitad de sus artículos exponen las reacciones emocionales (Armfield, 2010 citado en
Liu, Y., 2015). Liu, Y. et al. (2015) argumentan que la alta prevalencia de la ansiedad dental
en pacientes adultos chinos, sobre todo, en pacientes con enfermedad periodontal, y el alto
nivel de ansiedad dental puede encaminar a un mal estado periodontal. Además, la elevada
ansiedad que exteriorizan estos pacientes con enfermedad periodontal, en acudir o retrasar la
consulta dental, puede traer consecuencias muy negativas, pues la enfermedad periodontal se
agrava, y posteriormente necesitará un tratamiento odontológico que será más agresivo y
además provocará más ansiedad en las sucesivas visitas al odontólogo.
Según estos autores, el motivo de aplicación de estas tres escalas era conseguir una
mejor precisión de los resultados.
Según los resultados obtenidos de la escala DFS en relación a los miedos más
elevados que recibían los pacientes odontológicos en el tratamiento dental fueron: “la
perforación con la fresa de la turbina”, “temor general de tratamiento dental”, “inyectar el
anestésico”, “ver u oír el taladro”. La prevalencia de la ansiedad dental fue
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
66
significativamente mayor en las mujeres que en los hombres, lo cual era coherente con los
estudios de Enkling, Marwinski, & Jöhren, (2006); y Humphris, Crawford, Hill, Gilbert &
Freeman (2013).
Por otra parte, Bernson, Elfstrom y Hakeber (2013) confirman que la ansiedad
dental tiene relación con las asistencias dentales, es decir, los pacientes odontológicos que
asistían de manera regular para ser tratados presentaban menor nivel de ansiedad que los
pacientes odontológicos con gran deterioro dental y que evitaban las citas odontológicas. En
definitiva, este último comportamiento puede manifestarse con un gran deterioro
periodontal.
Conviene remarcar que la mayoría de estos pacientes con ansiedad para ir a la
consulta del odontólogo tuvieron una experiencia dolorosa cuando se les realizó el
tratamiento periodontal (Guzeldemir, Toygar & Cilasun, 2008).
III.3.2. Relación entre ansiedad dental y la edad y sexo
Encontramos en la literatura estudios que nos revelan que no existe una relación
entre ansiedad dental y la edad, como son los estudios de Coolidge et al. (2010); estos
estudios descritos con mayor amplitud en la escala MDAS.
Autores como Sánchez-Aguilera et al. (2002) y Gonzalez-Ceinos et al. (1999)
también estaban de acuerdo en cuanto a la relación de la ansiedad con el sexo puesto que
señalan en sus resultados que no hay diferencias significativas entre mujeres y hombres. Sin
embargo, los investigadores Kanegane, K., Penha, S., Borsatti, M. y García, R. (2003)
indicaban entre sus conclusiones que las mujeres presentaban los niveles de ansiedad más
elevados que los hombres. Pero, en cambio, las mujeres volvían de nuevo a seguir los
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
67
tratamientos antes que los hombres, es decir tenían menos comportamiento de evitación que
los hombres.
Tras observar los resultados de Economou y Honours (2003), también manifiestan
que no hay relación significativa.
Coolidge et al. (2010) utilizando la escala MDAS, en sus investigaciones descritas
anteriormente, nos afirman que la alta o baja ansiedad y miedo dental no se relacionan con el
género, es decir, en sus resultados las puntuaciones MDAS no fueron significativamente
diferentes para los varones y las mujeres.
Hay también otros investigadores, estadounidenses, que en sus estudios nos
manifiestan, una vez más, que no encontraron diferencias de sexo al aplicar las medidas de
la escala MDAS, en este caso tratándose de una muestra de 100 pacientes de habla española
en una consulta dental (Heaton, García, Gledhill, Beesley & Coldwell, 2007).
Sin embargo, se han descrito en la literatura muchos estudios de la ansiedad en los
pacientes odontológicos basándose en el género y demostrándose en su mayoría que es
mayor la ansiedad en las mujeres. (Milgrom, Fiset, Melnick & Weinstein, 1988; Neverlien,
1990; Hakeberg, Berggre & Carlsson, 1992; Doerr et al., 1998). También reafirman este
último criterio Moore et al. (1993) además de indicarnos que la alta ansiedad dental se
asoció con el sexo, la educación y los ingresos económicos pero no con la edad.
Por el contrario, destacamos un estudio que entre sus resultados afirma que “no había
diferencias significativas de género” en una muestra de 158 adolescentes con edades
comprendidas entre los 14 y 17 años (Pal-Hegedüs & Garnier, 1991). Pero fue
posteriormente, a los cinco años, y utilizando la misma escala (MDAS) en una población
adulta del mismo país cuando los resultados fueron diferentes ya que las mujeres tenían una
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
68
puntuación significativamente más elevada que los hombres; es decir, mayor ansiedad, que
coincidía con otros autores (Navarro & Ramírez, 1996).
Hu, Gorenstein y Fuentes (2007) señalan entre sus resultados que en las mujeres el
nivel de ansiedad era mayor durante los habituales tratamientos odontológicos en
comparación con los hombres, es decir, en definitiva eran más ansiosas.
Por lo tanto, la prevalencia de la ansiedad dental fue significativamente mayor en las
mujeres que en los hombres, lo cual coincidía con los estudios de Schuurs y Hoogstraten,
(1993); Armfield et al. (2006); Enkling, Marwinski y Jöhren (2006); Armfield (2010);
Malvania y Ajithkrishnan, (2011); y Humphris, Crawford, Colina, Gilbert y Freeman
(2013).
También hay otros autores que en sus estudios ponen de manifiesto este aumento de
ansiedad de las mujeres con respecto a los hombres (Aartman, 1998; Álvarez & Casanova,
2006; Fonseca & Pacini, 2005).
Si consideramos, los estudios de Caycedo et al. (2008), nos manifiestan que
aplicando la escala MDAS les conduce a opinar que la población está distribuida de forma
parecida a los cuatro niveles de ansiedad:
a) no ansiosos;
b) levemente ansiosos;
c) moderadamente ansiosos;
d) extremadamente ansiosos.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
69
La escala MDAS que utilizan en esta investigación se aplica a una muestra de 913
pacientes odontológicos de la población general y entre los resultados destacan que el 57%
de los pacientes presentan niveles de ansiedad entre moderado y severo; además también
sugieren que hay diferencia de género, en el sexo femenino es más elevada la ansiedad que
en el sexo masculino. Esto se observa en la muestra, ya que el 64,2% de las mujeres, es un
38% (cuando se aplicó la escala MDAS) las que presentan niveles de ansiedad entre
moderados y severos. Y en el caso de los hombres de la muestra evaluada del 35,8%, serán
un 18% (cuando se aplicó la escala MDAS) los que presentan unos niveles de ansiedad entre
moderados y severos.
Por último, en cuanto a la relación de la ansiedad con la edad según los datos de
Locker, Liddel & Shapiro (1999) y Sánchez-Aguilera et al. (2002) son los adultos jóvenes
quienes tienen más ansiedad que los niños, adolescentes o adultos de mediana edad. Esto
podría ser debido a factores psicológicos como el hecho de pasar de joven a adulto.
III.3.3. Relación entre ansiedad dental y status socio-económico
En el estudio de la ansiedad dental observamos otra variable que deberemos de
considerar y se trata del status socio-económico.
Cabe destacar los estudios de (Armfield et al., 2006; Doerr et al., 1998; Moore et
al., 1993). En estas investigaciones se asocian niveles altos de ansiedad con bajo estatus
socio-económico, es decir, personas o familias con bajos ingresos económicos y bajos
niveles de educación. Entre sus consideraciones nos indican que puede haber una relación
con la ansiedad dental, ya que el factor económico puede ser un obstáculo para acudir a una
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
70
clínica dental y recibir un tratamiento odontológico; este motivo podrá elevar los niveles de
ansiedad, pero este razonamiento no se ha explicado o dilucidado por completo.
Por el contrario, para otros autores Hakeberg, Berggren y Carlsson (1992) no existe
esta relación e indicaban todo lo contrario.
Doerr et al., (1998) en su estudio evaluó la ansiedad dental en los adultos que viven
en el área de Detroit y TriCounty de los Estados Unidos. La prevalencia de la ansiedad
dental fue del 10,0%. En el análisis de regresión revelaron seis factores que estaban
asociados con la ansiedad dental: actitudes desfavorables hacia los odontólogos; las
revisiones o exploraciones bucodentales poco frecuentes; las insatisfacciones; pequeño
número de piezas obturadas; ser mujer y bajos ingresos económicos. Además nos dicen que
los odontólogos deben ser conscientes de estos factores en la evaluación de sus poblaciones,
en la ansiedad dental de sus pacientes.
Según Rowe (2005), además de estar de acuerdo de la influencia del estatus socio-
económico con los autores anteriores, afirma que las personas con más educación
presentarán menores reacciones de ansiedad. Y nos pone de relieve que la ansiedad
adquirida en la edad infantil se presentará severamente aumentada en la adolescencia y
juventud.
El efecto de la ansiedad dental según las variables edad, el sexo y los factores socio-
económicos fueron estudiados en profundidad por Dogan, Seydaoglu, Uguz y Inanc (2006),
en una muestra muy importante de niños, 258 niños de edades comprendidas entre los 8 y 12
años y que no habían visitado antes un odontólogo. Se seleccionaron al azar y crearon tres
grupos diferentes de estatus socioeconómico. Una nueva escala se desarrolló mediante la
combinación de la escala C-DAS (escala de ansiedad de Corah) y el FIS (escala de imágenes
faciales) que denominaron Com-DAS. En sus resultados las puntuaciones de la escala Com-
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
71
DAS no mostraron diferencias estadísticas en función del género, mientras que no hubo una
diferencia significativa de acuerdo con la edad y el estado socioeconómico (p = 0,001 en
ambos casos). Estos autores nos señalan que esta escala puede ser de utilidad en aquellas
comunidades donde los niños y sus familias tienen un bajo nivel de alfabetización y no están
cualificados para poder comprender los procedimientos de las últimas técnicas
odontológicas.
Sin embargo, para otros autores, aplicando las escalas (DFS, DAS; p <0,05) en
edades comprendidas de 12 a 19 años inclusive, en una población húngara en Transylvania
(Rumania), nos indican que son las niñas las que muestran más ansiedad (p <0,01) en
comparación a los niños (Markovics et al., 2005).
III.3.4. Ansiedad dental en la clínica y gabinete dental
Sobre las causas y manifestaciones o la provocación de la ansiedad en la clínica
dental no puede ser producida por un solo factor o variable, según evidenciamos en la
revisión bibliográfica. Por lo tanto, es debido a varios factores y entre los que debemos
destacar las características de la personalidad del paciente, si ha tenido alguna mala
experiencia en el tratamiento odontológico en la infancia, si sus padres o amigos le han
creado un temor al dolor, y además los comentarios negativos sobre los dentistas (Eli, Uziel,
Blumensohn & Bahtet, 2004; Locker et al., 1997; Moore et al., 1993).
También se ha descrito en la literatura de la ansiedad dental, que cuando el paciente
odontológico se encuentra en la clínica dental pueden influirle varios factores que le creen
ansiedad tales como el ambiente que le rodea, el olor especial de los materiales que se
utilizan en la clínica, diverso instrumental, el ruido de la turbina cuando se realiza un
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
72
tratamiento odontológico restaurador… Son los sentidos de la vista, olfato y oído los que
pueden crear ansiedad en el paciente odontológico de la población general. (Cohen, Fiske &
Newton, 2000; Moore et al., 1993; Quteish Taani, 2002).
Gale (1972) nos expone que cuando un paciente odontológico se encuentra en el
gabinete dental y van a realizarle un tratamiento se producen niveles de ansiedad más
elevados, sobre todo en: la exodoncia o extracción dentaria, la perforación o fresado de un
diente, la mala opinión del estomatólogo/odontólogo sobre el cuidado bucodental del
paciente y cuando se enseña la aguja al paciente u otro instrumento punzante. En cambio, la
limpieza de los dientes y escupir residuos del tratamiento que se ha realizado son las
situaciones que crean menos ansiedad.
Cuando se estudia la ansiedad dental comprobamos que siempre va a estar vinculada
al “dolor” y a la “evitación” del tratamiento dental.
Kent (1984, 1985) realizó estudios en pacientes odontológicos y nos describe que
en las personas que son ansiosas si se les pregunta por el dolor antes y después de los
tratamientos dentales, sobreestimaban dicho dolor.
En cuanto a la evitación del tratamiento dental, debido a la ansiedad dental, coincide
con la mayoría de los profesionales, pues los pacientes pueden no acudir a las revisiones
dentales y sufrir un gran deterioro de su salud bucodental, como hemos afirmado en diversas
ocasiones.
Actualmente, debido a los avances tecnológicos y de investigación de los materiales
odontológicos, como hemos descrito al principio de la introducción, se ha mejorado en la
percepción de los sentidos del paciente.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
73
En la bibliografía hay muchos estudios que describen que la ansiedad de estos
pacientes odontológicos cuando acuden a la clínica dental para realizarse una exploración
bucodental y la posibilidad de tener que recibir algún tratamiento dental se produce, aparece
y se crea un importante problema en la clínica dental.
Colina, Hainsworth, Burke y Fairbrother (2008) señalaron en su estudio de
investigación, –el cual consistía en un cuestionario postal que enviaron a los odontólogos de
la región de Midlands (Reino Unido) seleccionados al azar y utilizando para el análisis 460
cuestionarios– que cuando se les preguntó si los profesionales de odontología se sentían
estresados en el tratamiento de pacientes que no cooperan, el 91% contestó afirmativamente
que en esta circunstancia era evidente y solo un 4% no estaba de acuerdo.
Lo que no es posible mejorar con las técnicas odontológicas avanzadas es la
interrelación del paciente con el estomatólogo/odontólogo.
Debemos de considerar que el comportamiento e inseguridad del odontólogo puede
crear ansiedad al paciente. Consideran Rouse y Hamilton (1990) que la ansiedad del
paciente se incrementaba si percibía inseguridad o falta de competencia del profesional.
Otra importante consideración es que hay dentistas que cuentan el tiempo que es
necesario para realizar los tratamientos odontológicos y se fijan solo en el factor económico.
Por lo tanto, no realizan ningún seguimiento a estos pacientes ansiosos pues les supone una
mayor dedicación del tiempo de tratamiento previsto y prefieren no tratarlos (Moore &
Brodsgaard, 2001; Moore, et al., 1993; Vassend, 1993).
Doerr et al. (1998a, 1998 b), han demostrado que la actitud de los pacientes
odontológicos hacia los estomatólogos/odontólogos tiene una relación lineal inversa con la
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
74
ansiedad; es decir, que los pacientes más ansiosos eran los que menos valoraban a su
estomatólogo/odontólogo.
Los estudios de Weiner y Weinstein (1995), realizados sobre los
estomatólogos/odontólogos, nos manifiestan que para estos profesionales de la odontología
les suponía un desafío muy importante el realizar tratamientos odontológicos a los pacientes
con ansiedad.
También otros estomatólogos u odontólogos, como en nuestro caso, cuando estos
pacientes ansiosos vienen a la consulta dental recurren a utilizar una serie de medidas para
disminuir o hacer desparecer dicha ansiedad, como es darles cita con más tiempo para poder
realizar con tranquilidad el tratamiento odontológico; hay que evitar retrasos para entrar en
el gabinete dental; el paciente en la sala de espera debe de encontrarse lo más relajado
posible, evitando ruidos y olores de los materiales que se suelen utilizar; no deben de ver
los materiales punzantes o quirúrgicos que se van a utilizar; buscar el apoyo de las técnicas
de distracción como pueden ser los auriculares con música, etc.
Por otra parte, no debemos de olvidar la importante función que puede realizar el
personal auxiliar de la clínica dental en la comunicación con los pacientes, dándoles
tranquilidad, apoyo verbal, etc. También métodos de relajamiento que ayudan a los
pacientes a aumentar su nivel de confianza y un mayor control de su ansiedad.
Hay un método de relajamiento que es muy eficaz en este tipo de pacientes y es la
Relajación Progresiva de Jacobsen. Se relajan disminuyendo la tensión muscular, por
consiguiente, tendrán mayor sensación de control de la ansiedad y les debe de ayudar a
enfrentarse al tratamiento dental.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
75
También es conocido por la mayoría de la población, el realizar una respiración
rítmica consistente en utilizar en la inhalación una inspiración profunda manteniéndola
durante cinco segundos, y después una expiración de cinco segundos.
Otros autores, Arntz, Van Eck y Heijman (1990); y De Jongh et al. (1995) coinciden
en lo descrito anteriormente. Pero, además afirman que estos pacientes con ansiedad
necesitaban estar más tiempo en el sillón dental a diferencia de los pacientes odontológicos
sin ansiedad.
Los estudios de Eitner, Wichmann, Paulsen y Holst (2006) manifiestan que de los
pacientes odontológicos con ansiedad, un 60% pensaba que hubiesen sido tratados mejor por
el estomatólogo/odontólogo si hubiese sido conocida su ansiedad dental.
Hmud y Walsh (2009) de School of Dentisty The University of Queensland,
Australia, nos manifiestan que esta situación de ansiedad dental se encuentra de forma
generalizada, consideran que uno de cada seis adultos sufre ansiedad patológica y que el
sexo y la edad van relacionados con la ansiedad dental; además, observaron que las mujeres
de 30 a 45 años son las que presentan más ansiedad. Estos resultados coinciden con un
estudio que fue realizado con anterioridad en su país por los investigadores Thomson, et al.,
(1996) ya indicaron una mayor prevalencia y severidad de la ansiedad dental en las mujeres
con respecto a los hombres y, sobre todo, entre las mujeres de 35 a 44 años.
Además, en este estudio desarrollado en School of Dentisty The University of
Queensland por Hmud y Walsh (2007, 2009), consideraron y están de acuerdo con otros
autores que estos pacientes con ansiedad patológica van a presentar un mayor deterioro
dentario y en consecuencia muchos problemas psicológicos sociales.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
76
Aartman I. H., De Jongh y Van Der Meulen (1997) estudiaron en los Países Bajos a
321 pacientes odontológicos, de los cuales 203 eran mujeres. Su estudio consistía en evaluar
las características psicológicas de estos pacientes odontológicos que tenían ansiedad.
Utilizaron dos escalas, una para evaluar la cantidad de quejas psicológicas (versión
holandesa de la Symptom Checklist 90-Revised; SCL-90) y la otra para la ansiedad dental
(Escala de Ansiedad Dental, versión corta del Inventario de Ansiedad Dental). Los
resultados les indicaron que los pacientes odontológicos con ansiedad que van a realizarse
un tratamiento dental no solo sufren de ansiedad dental sino que además muestran las quejas
sobre una amplia gama de otras dimensiones psicológicas, a diferencia de los pacientes
odontológicos sin ansiedad de la población general holandesa.
Posteriormente, Aartman I.H., De Jongh, Makkes y Hoogstraten (2000) se plantearon
una investigación para evaluar el resultado del tratamiento en términos de reducción de la
ansiedad dental en una evaluación post-tratamiento y la reducción de la ansiedad dental
realizando el tratamiento dental un año más tarde.
Utilizaron tres modos de tratamiento: el manejo del comportamiento (BM), el óxido
nitroso sedación (NOS) y sedación intravenosa (IVS). Se valoró la ansiedad antes y después
del tratamiento. Y dos escalas, (DAS) y versión corta del Inventario de Ansiedad Dental (S-
DAI). La Symptom Checklist 90 (SCL-90) se utilizó para evaluar la psicopatología
general. La ansiedad dental se evaluó de nuevo un año más tarde y los pacientes fueron
interrogados acerca de su patrón de asistencia dental. Entre sus resultados podemos destacar
que las puntuaciones en la estadística de las dos escalas DAS y S-DAI fueron
significativamente más bajas, después del tratamiento y después de un año, que las
puntuaciones iniciales. Pero concluyeron que, a pesar de observar la reducción en el nivel de
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
77
la ansiedad dental, una proporción relativamente grande de pacientes no mejoró ni en
términos de ansiedad dental ni de asistencia dental.
La utilización de otras escalas como es la escala de Kleinknecht, Dental Fear Survey
(DFS), nos evalúa el miedo y la ansiedad dental (la escala DFS está desarrollada con mayor
amplitud en nuestro estudio, y además la hemos utilizado como instrumento de
investigación). Ha sido aplicada por muchos investigadores, por ejemplo en un estudio con
estudiantes de medicina y odontología de la University Malaya. El resultado era que los
estudiantes de medicina cancelaron más las citas al estomatólogo/odontólogo que los
estudiantes de odontología. Además, para ambos estudiantes las dos mejores respuestas
fisiológicas experimentadas fueron “el corazón late más rápido” y “músculo que se tensa”.
Y los instrumentos dentales que más ansiedad les provocaron, tanto a los estudiantes de
medicina como a los de odontología, fueron “el taladro” y “la aguja de anestesia”. Los
investigadores llegaron a la conclusión de que el miedo y la ansiedad al
estomatólogo/odontólogo es un problema común encontrado entre los estudiantes de
medicina y odontología que representan a los futuros profesionales de la salud (Hakim &
Razak, 2014).
Además otros estudios reafirman que la ansiedad dental no sólo afecta a la población
general adulta, sino también a los estudiantes universitarios que van a convertirse en
profesionales de la salud, como el realizado por Al-Omari, W. M. y Al-Omari M. K., (2009).
Estudiaron la ansiedad dental y factores que despiertan la ansiedad y el miedo entre los
estudiantes de medicina y odontología; entre los resultados de este estudio destacan una
diferenciación y es que los estudiantes de medicina tienen más miedo y ansiedad dental que
los estudiantes de odontología.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
78
Serra-Negra et al. (2012) también realizaron un estudio con estudiantes de
odontología de Brasil y nos señalan que el 27,5% de los estudiantes de odontología
manifiestan la ansiedad cuando se convierten en pacientes dentales.
III.3.5. Ansiedad dental según el tipo tratamiento odontológico
Es evidente, como hemos demostrado anteriormente, que según el tipo de tratamiento
que vayamos a realizar puede aumentar la ansiedad dental en los pacientes odontológicos.
Se han utilizado, sobre todo, en diversas investigaciones y artículos las escalas DFS y
MDAS para explicar y demostrarnos la presencia de la ansiedad dental cuando acuden los
pacientes a la clínica dental. También se han podido deducir en qué momentos y qué
instrumentos en el tratamiento dental crean mayor o menor ansiedad dental.
En la utilización de la escala MDAS los resultados estadísticos nos indican que los
ítems más ansiosos son los que incluyen las jeringas y agujas (47,2%), conocer el paciente
que se le va a hacer una exodoncia o extracción de una muela (34,7%) y cuando se va a usar
una fresa dental (25,4%) (Caycedo et al., 2008). En los estudios de Hmud y Walsh (2009),
también se demuestra que en las técnicas odontológicas avanzadas de restauración dentaria,
el saber del paciente, el sonido, la sensación de vibración de rotación de la fresa de la turbina
dentaria (taladros dentales) y la vista con la sensación de una inyección de anestesia local a
nivel oral son las causas más potentes e importantes de la ansiedad dental.
Las últimas investigaciones de Prathima, Anjum, Reddy, Jayakumar y Mounica
(2014), utilizando como instrumento la escala de MDAS para conocer la ansiedad que tienen
los pacientes en relación al tratamiento que se les va a realizar, consistía en un estudio
transversal con una muestra de 1.200 pacientes odontológicos mayores de 18 años, a través
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
79
de un muestreo al azar sistemático obtenido de centros de salud y hospitales de la población
de la India. Consiguieron entre los resultados más destacados: a) Que la mayoría de los
pacientes odontológicos (52,4%) mostraron un bajo nivel de ansiedad. b) Las mujeres (11.44
d.t. 4.41) tenían mayores puntuaciones medias de MDAS que los hombres, y además las
puntuaciones medias más altas de MDAS se encontraban entre 18 a 34 años (11.28 d.t. 4.67)
(p <0.05).
La media más alta de los ítems en la escala MDAS encontrada entre los pacientes
odontológicos que estaban ansiosos eran los debidos a “haber pasado una muy mala
experiencia en tratamientos dentales”. Se encontraron diferencias significativas entre los
pacientes según el tratamiento que iban a recibir con puntuaciones más altas de la escala
MDAS para la exodoncia ó extracción dentaria (11.25 d.t. 5.4), seguido por “taladro” y la
“inyección” (7.82 d.t. 3.84), luego por la endodoncia, tratamientos periodontales,
restauraciones dentarias y otros, por ejemplo, el tratamiento de ortodoncia, restauraciones
dentarias con coronas, puentes y dentaduras (7.79 d.t. 3.80). Dedujeron que los niveles de
ansiedad son mayores en los pacientes odontológicos con ansiedad dental que en los
pacientes odontológicos de la población general, según los diferentes tratamientos que se les
van a realizar, y que debían ser los profesionales de la sanidad bucodental quienes tendrían
la responsabilidad de preocuparse para evitar dicha ansiedad.
Para poder realizar los diferentes tratamientos en odontología, deberemos de conocer
qué tratamientos van a crear un aumento de la ansiedad en nuestros pacientes
odontológicos. Los estomatólogos/odontólogos deberían de utilizar el método menos
invasivo para poder controlar la ansiedad dental y no utilizar la anestesia general como
método favorito para afrontar la ansiedad en el tratamiento dental (Wilson, Bernhard,
Humey & Simpson, 2001 citado en Colina, 2008).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
80
III.4. Ansiedad dental en relación a la formación y utilización de las escalas de
ansiedad por los estomatólogos/odontólogos
En el Reino Unido, el Consejo General Dental [GDC], (2001) manifestó la necesidad
de conocer los diversos métodos que sean de utilidad para conocer mejor la psicología de la
ansiedad dental y que deberían incluirse en los estudios de grado de odontología.
En el estudio de investigación de Colina et al. (2008) cuando se les preguntó a los
odontólogos acerca de la calidad de la enseñanza que habían recibido (grado y postgrado), el
65% consideró que la enseñanza era inferior a la adecuada en el uso de métodos
psicológicos mientras que el 44% indicó que estarían interesados en adquirir más formación
en métodos psicológicos si fuesen financiados.
Otro punto muy importante a considerar es la utilización de las escalas de ansiedad
en los pacientes odontológicos con ansiedad que vienen a nuestra clínica dental para ser
tratados con las más avanzadas técnicas odontológicas y conocer la formación que han
recibido los estomatólogos/odontólogos sobre el paciente odontológico con ansiedad.
Existe un estudio que nos pone de manifiesto lo importante e interesante que es la
utilización de las escalas por los estomatólogos/odontólogos; nos indica la realidad y
evidencia de que es poco frecuente o muy raro que sean utilizadas por los profesionales de la
odontología para evaluar la ansiedad de los pacientes odontológicos cuando vienen a la
clínica dental. Se realizó el estudio de investigación en la University of Washington con 108
pacientes adultos, de los cuales el 54% eran mujeres; aplicaron la Escala de miedos dentales
de Kleinknecht o DFS y predijeron los comportamientos de ansiedad que tienen los
pacientes odontológicos cuando se les va a realizar un tratamiento dental. Constataron
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
81
mayor ansiedad en la edad más joven, cuando el tratamiento era más invasivo y cuando los
pacientes evitaron ser tratados, debido a que habían tenido una mala experiencia con los
odontólogos. Las conclusiones indican que los profesionales de la odontología podrían con
estas escalas evaluar de una forma precisa y rápida; así como en la anamnesis, conocer cuál
es el motivo del paciente odontológico que viene a la consulta dental, las anteriores
experiencias dentales que ha podido tener y su relación con la ansiedad dental (Heaton,
Carlson, Smith, Baer & de Leeuw, 2007).
En el año 2014, la Asociación Dental de Australia publicó que los odontólogos
australianos utilizaban muy poco las Escalas validadas y fiables de la Ansiedad Dental y
además su formación, en grado y postgrado de odontología, sobre la ansiedad de los
pacientes odontológicos era mínima. Valoraron que sería un área que podría y debería de
ampliarse; todas las consideraciones se basaron en los estudios de investigación (Armfield,
J. M., Mohan, Luzzi & Chrisopoulos, 2014).
Los investigadores de Australia, Armfield et al. (2014) desarrollaron un estudio cuyo
objetivo era determinar qué conocimiento tenían los odontólogos australianos de la
Ansiedad Dental, así como cuándo y cómo los pacientes ansiosos pueden ser identificados
cuando están en la clínica dental. Su estudio consistía en un cuestionario que se envió por
correo postal a doscientos cuarenta y seis odontólogos (tasa de respuesta de 40,1%) a partir
de una muestra aleatoria de los dentistas australianos registrados. Las respuestas que
recibieron de los dentistas les hízo poder valorar que la alta ansiedad dental afectaba al
23,3% de los niños y al 19,4% de los adultos. Además, tener el conocimiento que solo un
tercio de los odontólogos habían recibido formación de pregrado sobre la ansiedad de los
pacientes odontológicos cuando acuden a la clínica dental y tan solo el 41,7% consideraban
que se trataba de algo muy interesante e importante. Y casi el 37% expresó su interés en
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
82
futuras oportunidades para su formación sobre estos pacientes. Las conclusiones a que les
llevó este estudio fue ratificar, una vez más, que son mínimos los estudios e investigaciones
sobre la ansiedad dental, además de la ausencia de conocimientos de los odontólogos para
poder detectar y tratar a los pacientes odontológicos con ansiedad.
En relación a este último estudio, en la literatura encontramos consideraciones en
otro país y en años anteriores. En el Reino Unido los estomatólogos/odontólogos generales
han sido valorados en los estudios realizados por Hill, Hainsworth, Burke y Fairbrother
(2008), Universidad de Birmingham. Nos explican que están suficientemente formados los
estomatólogos/odontólogos para los casos de pacientes adultos que presenten formas leves
de ansiedad dental. Pero nos ratifican que en el Reino Unido se sabe muy poco acerca de la
utilización de las técnicas específicas para el tratamiento odontológico de los pacientes con
ansiedad dental. El estudio consistió en enviar un cuestionario postal a 750
estomatólogos/odontólogos de la región de Midlands (Reino Unido) y la tasa de respuesta
fue de 550 profesionales (73%). Por criterios de exclusión se eliminaron 90 profesionales en
el análisis final. Por lo tanto, quedaron 460 cuestionarios para su análisis.
Los resultados más importantes que se obtuvieron es que había un 85% de los
estomatólogos/odontólogos que se sentían con una gran responsabilidad para poder ayudar
y tratar a estos pacientes ansiosos. Entre las preguntas del cuestionario destaca la pregunta
de por qué razón no utilizan técnicas específicas para poder tratar a estos pacientes de
ansiedad dental en la práctica diaria. Se les había informado de la existencias de técnicas
psicológicas, sedación (oral, inhalación o por vía intravenosa) y la hipnosis. Las respuestas
hacían alusión a la escasez de tiempo disponible en la práctica clínica diaria, así como por la
falta de confianza en el uso de estas técnicas y la carencia de recursos económicos de la
mayoría de los pacientes odontológicos con ansiedad dental.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
83
Este estudio llevó a los autores a reflexionar sobre la necesidad de lograr una mayor
formación en la manipulación de los pacientes odontológicos con ansiedad dental, debido a
una falta de confianza y de formación inadecuada en el tratamiento de estos pacientes por
los profesionales de la odontología.
Colina et al. (2008) estaban de acuerdo con los anteriores autores pues señalaron que
los odontólogos generales en el Reino Unido estaban preparados para poder manejar las
formas leves de la ansiedad dental, en el gabinete dental, cuando realizaban tratamientos
odontológicos en pacientes adultos y niños. Sin embargo, se desconocía qué técnicas
específicas utilizaban los odontólogos para combatir la ansiedad dental.
Para determinar la frecuencia del uso de los cuestionarios de evaluación de la
ansiedad dental y factores asociados se desarrolló un estudio en un grupo de
estomatólogos/odontólogos británicos, en el Department of Clinical Dental Sciences,
University of Liverpool (Dailey, Humphris & Lennon, 2001).
Los cuestionarios fueron recibidos por 328 estomatólogos/odontólogos. Se valoró de
cada profesional el género, año de titulación, clase de tratamiento realizado al paciente
odontológico ansioso, así como si se había utilizado alguna técnica específica, tipo y
frecuencia de uso de los índices de evaluación de la ansiedad dental. Fueron contestados y
devueltos 275 (84%) cuestionarios y analizados 269. Solo 54 profesionales (20%) utilizaron
cuestionarios de evaluación de la ansiedad dental para adultos y solo 46 (17%) utilizaron
cuestionarios de evaluación de la ansiedad dental del niño.
Acentúan en esta investigación, que los estomatólogos/odontólogos que son
hombres utilizan con más frecuencia los cuestionarios para los pacientes odontológicos
ansiosos (26%) con respecto a las profesionales mujeres (14%). Así como también los
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
84
estomatólogos/odontólogos que aplican la técnica específica de sedación intravenosa
manejaban más los cuestionarios de ansiedad dental de adultos (29%) frente a los que no
utilizan la sedación intravenosa (15%).
Al final del estudio, pudieron argumentar que el uso, antes de los tratamientos
odontológicos, de los cuestionarios o escalas de evaluación de ansiedad dental era bajo en
este grupo de dentistas. En cambio, los profesionales estomatólogos/odontólogos
masculinos y los que proporcionan la sedación intravenosa, anestesia general o la hipnosis
utilizaban con más frecuencia los cuestionarios de evaluación de la ansiedad dental (Dailey
et al., 2001).
En definitiva, podemos decir que en la exploración bucodental y en la elaboración de
los tratamientos odontológicos con técnicas avanzadas, será necesario tener conocimientos
en odontología y mucha habilidad en los tratamientos; además de tener conocimientos en
psicología para disminuir o hacer desaparecer la ansiedad que sufren estos pacientes
odontológicos.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
85
IV. ANSIEDAD DENTAL EN EL DISCAPACITADO
INTELECTUAL
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
86
IV.1. Introducción
La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2001) en su clasificación Internacional
del Funcionamiento de la Discapacidad y de la Salud (CIF), nos define la “discapacidad”
como un término genérico que engloba deficiencias de las funciones y/o estructuras
corporales implicando limitaciones en la actividad y restricciones en la participación.
Además la discapacidad revela los aspectos negativos de la interacción entre el individuo
(con una condición de salud) y sus factores contextuales individuales (factores ambientales y
personales).
Samuel Kirk (1974) define al discapacitado como la persona que presenta
características mentales, físicas o sociales que se alejan del promedio de las personas
normales de su misma edad y va a necesitar cambios y modificaciones en la práctica docente
o a facilitarles una educación especial y diferente para que puedan desarrollarse y alcancen
el máximo de su capacidad.
El concepto de Discapacidad Intelectual (DI), antes conocida como “retraso mental”,
se refiere a limitaciones significativas tanto en el funcionamiento intelectual como en la
conducta adaptativa con inicio antes de los 18 años (Asociación Americana sobre
Discapacidad Intelectual y Desarrollo [AAIDD]).
La American Academy of Pediatric Dentistry Council on Clinical Affairs (2004)
manifiesta que es un término que va a referirse a la relación que tiene lugar entre el
individuo y la sociedad; y va a surgir un nuevo concepto denominado “necesidades
especiales de la atención de la salud” (NEAS) que va a corresponder a cualquier condición
física, mental, sensorial, cognitiva y conductual e impedimento o limitación emocional que
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
87
va a necesitar del médico, de la atención de la salud y de programas o servicios
especializados.
La discapacidad intelectual se presenta de forma frecuente en el ser humano, sus
consecuencias se extienden a lo largo de todo su ciclo vital y hasta nuestros días se
encuentra sin un tratamiento curativo, salvo en algunos casos excepcionales relacionados
con alteraciones metabólicas.
En cuanto a la etiología del discapacitado intelectual, según Katz y Lazcano-Ponce
(2008), señalan que existe gran cantidad de factores causales que se han podido clasificar en:
1. Factores genéticos:
1.1. Trastornos cromosómicos: Síndrome de Down, Síndrome del cromosoma X frágil,
Síndrome de Rett, etc.
1.2. Trastorno Hereditario: Enfermedad de Tay-Sachs, Galactosemia, etc.
2. Factores Adquiridos:
2.1. Congénitos. Se agrupan en:
- Metabólicos: Hipotiroidismo neonatal, Orina de arce.
- Tóxico: Síndrome de alcoholismo fetal.
- Infecciosas: Rubéola, Sífilis.
2.2. Del Desarrollo:
- Período prenatal: Posibles complicaciones en el embarazo, como diabetes no
controlada, desnutrición intrauterina, etc.
- Período perinatal: Complicaciones de nacimiento, como inadecuada aplicación de
fórceps, asfixia neonatal, etc.
- Período postnatal: Encefalitis, Meningitis, Trauma, etc.
3. Factores ambientales y socioculturales.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
88
Las principales causas de discapacidad intelectual son como consecuencia de
enfermedades, problemas surgidos antes o durante el nacimiento y accidentes, considerando
también las afecciones genéticas y defectos congénitos (Confederación Española de
Organizaciones a favor de las Personas con Discapacidad Intelectual o del Desarrollo
[FEAPS], 2014).
Por lo tanto, podemos considerar que la causa puede ser variable y se nos puede
presentar en el periodo prenatal, neonatal o en las fases tempranas del desarrollo. Además va
a producir alteraciones en el aprendizaje y en la conducta adaptativa de la persona.
Ha habido críticas por parte de pedagogos pues no son partidarios de
encasillamientos, pero para nosotros –estomatólogos/odontólogos– puede ser una guía
importante para crear puntos de relación con el paciente, y también para su diagnóstico y
tratamiento.
Para poder realizar la vigilancia odontológica de esta población con discapacidad
intelectual se necesita de una serie de cuidados específicos según el tipo de patología del
paciente y también de sus necesidades personales y únicas en su salud (Charles, 2010).
Sabemos que en más de la mitad de los casos se desconoce la causa de la
discapacidad intelectual y esta proporción es mayor en países subdesarrollados.
En todos los países, el coste económico socio-sanitario es enorme si valoramos estas
personas con discapacidad intelectual debido a la carga de dependencia del discapacitado
intelectual y de sus familiares. Sin embargo, los países desarrollados lo relegan de forma
sistemática a un segundo plano o lo ignoran por completo. Consideran que es un problema
de los servicios sociales e infravaloran las necesidades asistenciales sanitarias de estas
personas, infringiendo el principio de equidad, ya que se niegan recursos y servicios
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
89
equiparables a los que dispone, por ejemplo, un paciente con enfermedad cardiovascular o
diabética. Esta carencia de recursos humanos también la comprobamos en la investigación
y en la formación que recibe el personal sanitario.
La discapacidad intelectual, por lo tanto, afectará no sólo a la persona que la
sufre sino también a su familia y a la sociedad donde se encuentra. Efectivamente, tendrá
repercusiones y consecuencias sociales, económicas y de salud pública.
Hay que considerar que las personas con discapacidad no solo tienen limitaciones
físicas, que se manifiestan con la imposibilidad de hacer ciertas actividades, sino que pueden
tener desajustes psicológicos con limitaciones en su desarrollo socioeconómico, educativo y
cultural. Las personas con discapacidad intelectual tienen mayores posibilidades de tener
problemas de salud física y mental; además, los niños son más vulnerables de sufrir
enfermedades crónicas debido a los hábitos de vida sedentarios. Por lo general, las personas
tienden a ser obesas y a estar en baja forma física, no por su deficiencia en sí, sino por la
falta de ejercicio, la sobreprotección familiar y la creencia general de que no están
capacitadas para participar en actividades deportivas (Cabada, Camarillo, Esquivel &
Zamora, 2012; García, E. G. 2009).
Actualmente, las redes sociales tienen una gran importancia en nuestra sociedad por
las diversas posibilidades que nos ofrecen, tanto a nivel de comunicación entre las personas
como para conocer los acontecimientos a nivel internacional y los avances científico-
tecnológicos.
Ante estos avances, los investigadores van Asselt-Goverts, Embregts y Hendriks
(2014) manifiestan en sus estudios –basados en la repercusión de las redes sociales
utilizadas por discapacitados intelectuales leves– que el apoyo una red social es primordial
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
90
para favorecer la inclusión social del DI y además mejorar la calidad de vida. Se trataba de
una muestra de 33 adultos jóvenes y en sus resultados obtuvieron una satisfacción positiva
del 73,1%; además, se comprobó que había un fortalecimiento de los vínculos existentes con
los familiares que vivían a mucha distancia y con dicho medio se podían comunicar con el
DI, así como con los profesionales de la salud que se encuentran en la misma ciudad que
posibilitando de esta manera un gran apoyo a nivel emocional y práctico según sean las
necesidades de cada DI.
En España, en los diferentes grados de las Ciencias de la Salud se debería de
fomentar más el conocimiento integral sobre los discapacitados intelectuales y mantener una
relación más práctica con este grupo de población. Ha habido una tendencia a primar los
programas de salud de curación de las enfermedades en detrimento de los programas de
prevención. En épocas pasadas, a nivel sanitario la atención a este grupo de población se
centraba fundamentalmente en las investigaciones genéticas y perinatales.
Desde hace dos décadas, la tendencia mundial ha cambiado de sentido y es debido a
los impresionantes avances de los conocimiento de la discapacidad intelectual a diferentes
niveles, a la presión de las asociaciones de familiares y la concienciación de los dirigentes
sanitarios. Se trata de promover la inclusión de este grupo de población tanto a nivel
educativo como profesional.
En el estudio realizado por Larson et al., (2001), se estima que hay 4,6 millones de
estadounidenses que tienen una discapacidad intelectual o del desarrollo.
El primer estudio nacional de la discapacidad en Chile fue realizado por el Servicio
Nacional de la Discapacidad y el Instituto Nacional de Estadística [SENADIS] (2004). En
sus resultados de evaluación indican que las personas con discapacidad intelectual serían el
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
91
9% de la población general, es decir, 563.742. Mientras que las personas que presentaban
niveles de moderado a severo eran 61.000.
Crall (2007) en sus estudios manifiesta la gran importancia de este grupo de
población con discapacidades que va a requerir de necesidades especiales de atención en la
salud y sobre todo a nivel bucodental. Nos indica que las personas con discapacidad
presentan más caries no tratadas que las personas de la población general; las personas con
discapacidad intelectual van a tener mayor prevalencia de gingivitis y de enfermedades
periodontales que la población general; las maloclusiones en estas personas generalmente
están relacionadas con un proceso de desarrollo y función muscular anormal; la higiene oral
deficiente y la ausencia dentaria son generalmente consideradas más prevalentes que en las
personas de la población general.
Además, este autor nos revela que hay muy pocos estudios a nivel mundial en que se
utilice el término de personas con “necesidades especiales de atención en salud” (NEAS); y
en Estados Unidos se considera que uno de cada cinco niños en etapa escolar y de adultos
que no sean ancianos son personas con NEAS. En niños y adultos destacan las cifras de 27
millones que tienen impedimentos físicos y 10 millones que tienen problemas de salud
mental sin valorar los ancianos.
Es muy importante que consideremos que las enfermedades bucodentales y las
alteraciones en el desarrollo oro-facial van a tener consecuencias a nivel de la masticación,
nutrición, en el hablar, estéticas y en definitiva en el bienestar general.
Hasta el año 2002, el estudio epidemiológico más relevante efectuado en España
sobre el retraso mental es el realizado a principios de los años 1990 en la comarca de La
Safor de la Comunidad Valenciana (Novell, Rueda & Carulla, 2003).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
92
Por esta razón, y por haber sido realizado en la comarca de La Safor, vamos a
describir las valoraciones y resultados más importantes que se obtuvieron siempre
considerando que se hicieron en el año 1991 –además, nuestro reciente estudio de
investigación sobre los pacientes odontológicos con discapacidad intelectual, también lo
hemos realizado en la comarca de La Safor –.
El estudio epidemiológico sobre la deficiencia mental en la comarca La Safor de la
Comunidad Valenciana fue realizado por el compañero de trabajo en el Hospital San
Francisco de Borja de Gandía, el médico especialista en pediatría, Miguel Tomás Vila, para
su tesis doctoral presentada en la Universidad de Alicante (Tomás, 1991).
Debemos de señalar, que aceptaron para el estudio todo niño con coeficiente
intelectual inferior a 85 y en edades comprendidas de cero hasta los catorce años y el
tiempo de duración del estudio fue de un año (1987-1988). Entre sus resultados destaca una
prevalencia de 14,10 por mil y por edades observó que la prevalencia comienza a aumentar
a los seis años y encuentra un pico a los 10 años y otro a los 14 años, tratándose de grados
ligeros y límites de retraso mental.
En este estudio, además, el autor destaca el perfil socio-demográfico de la población
que ha estudiado y encontró un porcentaje elevado de analfabetismo en los padres de los
niños; en las madres (17,8%) y en los padres un (13,7%).
También indica la presencia del Síndrome de Down en un 13,2% de los casos,
seguido de malformaciones del sistema nervioso central y de la hipoxia en el parto con un
4,7% de casos cada uno; en un 57 % de los casos no se ha encontrado ninguna etiología a
pesar de haberse realizado un estudio médico.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
93
El 28 % de los casos se identificaron en los dos primeros años de vida y además nos
señalan que la precocidad de la identificación está en razón directa con la severidad del
retraso.
Pero no debemos de olvidar que este estudio se realizó aproximadamente hace
veinticinco años, y hasta la fecha no se ha realizado otra investigación con iguales o
idénticos parámetros.
Nuestro estudio de investigación, como hemos descrito con anterioridad, se realiza en
la misma comarca de La Safor de la Comunidad Valenciana pero con diferentes parámetros
y profundizando en un campo muy desconocido como es la ansiedad dental del
discapacitado intelectual.
Además, en el estudio anterior observamos que se limita al análisis de la población
infanto-juvenil (0 a 14 años) y no efectúa una descripción pormenorizada de las personas
con Coeficiente Intelectual (CI) límite. Consideran una prevalencia de 13,97 casos de CI
límite por mil habitantes, frente a un 14,10 por mil de sujetos con retraso mental.
Por nuestra experiencia clínica, el tratamiento odontológico de la patología
bucodental y su rehabilitación dental en un paciente con discapacidad intelectual no suele
ser fundamentalmente diferente al de la población general, se pueden adaptar algunas
técnicas asistenciales y procedimientos alternativos a los convencionales siempre adecuados
a las circunstancias personales de los discapacitados.
El profesional de la odontología debe de buscar siempre el apoyo de la psicología
para el tratamiento de sus pacientes, y con mayor motivo en los casos de los discapacitados
intelectuales.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
94
IV.2. Historia breve del Manual Diagnóstico y Estadístico de las Enfermedades Mentales
(DSM) hasta la actualidad (DSM-5)
Si queremos pesquisar en la historia de la Medicina, observamos que siempre se ha
deseado crear una clasificación de los trastornos mentales. Se han desarrollado numersosos y
diferentes sistemas de clasificación que han diferido en lo relativo a la fenomenología, la
etiología y la defición de funciones.
Por otra parte, los distintos sistemas de clasificación de los trastornos mentales
difieren con respecto a si su objetivo principal era para su uso en clínica, la investigación o
la configuración administrativa.
Antes de la II Guerra Mundial, en los Estados Unidos, el estímulo inicial para
desarrollar una clasificación de los trastornos mentales fue la necesidad de recopilación de
información estadística. Se utilizó el censo de 1880 para distinguir siete categorías de salud
mental, como son: la manía, la melancolía, la monomanía, la paresia, la demencia, la
dipsomanía y la epilepsia. Este planteamiento fue diseñado principalmente para el
diagnóstico de los pacientes hospitalizados con trastornos psiquiátricos y neurológicos
severos.
En 1917 es cuando, de forma conjunta, la Asociación Americana Médico-Psicológica
y la Comisión Nacional de Higiene Mental desarrollan y recopilan estadísticas de salud,
basadas en datos de la Oficina del Censo. Este plan que realizaron dedicaba más atención a
la clínica de las personas, a diferencia de los planteamientos anteriores.
Otra fecha interesante a señalar fue el cambio de nombre de la Asociación
Americana Médico-Psicológica. A partir de 1921 y hasta la actualidad se denominará
American Psychiatric Association (APA).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
95
Más tarde, la APA colaboró con la Academia de Medicina de Nueva York para
realizar una clasificación psiquiátrica nacional, que se incluyó en la primera edición de las
normas de Nomenclatura anunciada por la Asociación Médica Americana de las
Enfermedades.
Después de la Segunda Guerra Mundial, se desarrolló por el ejército de Estados
Unidos una clasificación más amplia con el objetivo de facilitar las prestaciones en consultas
externas de los militares de la Segunda Guerra Mundial y los veteranos.
Al mismo tiempo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó la sexta
edición de la Clasificación Internacional de las Enfermedades de la Organización Mundial
de la Salud [CIE] que, por primera vez, incluye una sección para los trastornos mentales.
La CIE-6 fue fundamentalmente influida por la Clasificación de la Administración
de Veteranos e incluyó 10 categorías para las psicosis y psiconeurosis; y siete categorías
para los trastornos de carácter, el comportamiento y la inteligencia.
El Comité de Nomenclatura de la APA y Estadística de las Enfermedades Mentales
desarrolló una variante de la CIE-6 que fue publicada en 1952 como la primera edición del
DSM.
El DSM contenía un glosario de las descripciones de las categorías diagnósticas
y fue el primer manual oficial de los trastornos mentales en el uso clínico. El uso del
término "reacción" a lo largo del DSM refleja la influencia desde el punto de vista
psicobiológico de Adolf Meyer, quien describía que los trastornos mentales representan
reacciones de la personalidad a factores psicológicos, sociales y biológicos.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
96
El desarrollo del DSM-III se inició en 1974 y se publicó en 1980, como había sido
el caso para el DSM y DSM-I; fue coordinado con el desarrollo de la versión de la
CIE denominada CIE-9, publicada en 1975 y ejecutada en 1978.
Consideramos que el DSM-III introdujo innovaciones importantes, criterios
explícitos de diagnóstico, un sistema de evaluación de diagnóstico multiaxial y un enfoque
que trató de ser neutral con respecto a las causas de los trastornos mentales. A diferencia del
CIE-9, que no incluía criterios de diagnóstico o un sistema multiaxial, debido a que la
función principal de este sistema internacional era esbozar categorías para la recopilación de
estadísticas básicas de salud.
En cambio el DSM-III fue desarrollado con el objetivo adicional de proporcionar
definiciones precisas de los trastornos mentales para los clínicos e investigadores.
Debido a la falta de especificidad del CIE-9, los Estados Unidos decidieron
modificarlo y se denominó CIE-9-MC (Modificación Clínica).
En cada diagnóstico se incluía un código de diagnóstico, y estos se derivaban del
sistema de codificación utilizado por todos los profesionales de los Estados Unidos de
servicios de salud, conocido como la Clasificación Internacional de Enfermedades, novena
edición, Modificación Clínica (CIE-9-MC).
La experiencia con DSM III, demostró inconsistencias en el sistema y casos en los
que los criterios diagnósticos no eran claros. Por lo tanto, APA nombró un grupo de trabajo
para revisar el DSM-III, que desarrolló las revisiones y correcciones que llevaron a la
publicación del DSM-III-R en 1987.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
97
Pero después de seis años, 1994, se publicó el DSM-IV, en el que se hizo
una revisión exhaustiva de la literatura para establecer una base empírica sólida para
hacer modificaciones. Se hicieron muchos cambios en la clasificación, en los grupos de
criterios de diagnóstico y el texto descriptivo.
Los autores del DSM-IV y la 10ª edición del CIE, trabajaron conjuntamente para que
los dos sistemas tuviesen una mayor congruencia y menores diferencias. La CIE-10 se
publicó en 1992.
De nuevo, a partir del año 2000 se crearon grupos de investigación para realizar una
revisión anterior y dar lugar al denominado DSM-5.
En el año 2007 es cuando la APA formó el Grupo de Tareas del DSM-5 para
comenzar la revisión del manual, así como 13 grupos de trabajo centrados en diferentes
áreas del trastorno.
Para cada trastorno incluido en el DSM, un conjunto de criterios de diagnóstico
indica síntomas que deben estar presentes, así como una lista de otros síntomas, trastornos y
condiciones que primero deben ser descartadas para calificar un diagnóstico en particular.
Estos criterios ayudan a aumentar la fiabilidad de diagnóstico, pero debemos de considerar
que deben de ser utilizados solo por profesionales capacitados, utilizando el juicio clínico y,
por lo tanto, no están destinados a ser utilizados por el público en general.
La APA, el 17 de mayo de 2013, presentó la nueva actualización del Manual
Diagnóstico y Estadístico de Enfermedades Mentales [DSM] con la denominación DSM-5.
No se había realizado desde la última vez en 1994 (DSM-4) (APA, 2013).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
98
Después de casi dos décadas de avances científicos y experiencia clínica, la APA
(2013) y David Kupfer, presidente del grupo de trabajo del DM-5, manifiestan que los
cambios que se han elaborado van a ayudar a los médicos y a los profesionales de la salud a
identificar con mayor precisión los trastornos mentales, mejorando con ello su diagnóstico y
tratamiento. Al mismo tiempo, se conseguirá que los profesionales de la salud atiendan
mejor a sus pacientes y que se posibilite una mayor comprensión de los trastornos,
basándonos siempre en las nuevas investigaciones científicas.
Los trastornos se enmarcan en tres contextos: la edad, el género y las expectativas
culturales. Con los cambios realizados en el DSM-5, el objetivo es de acercarse a la
clasificación internacional de enfermedades (CIE-10) publicada por la Organización
Mundial de la Salud (OMS), que determina la clasificación y codificación de las
enfermedades con una amplia variedad de síntomas, circunstancias sociales y causas
externas.
Además, ahora las enfermedades mentales se organizan según su aparición durante el
desarrollo de la vida del ser humano, de forma que ya no se diferencian entre desórdenes
psiquiátricos propios de la infancia, la adolescencia o la edad adulta, sino que se incluyen
dentro de un continuo; ello permitirá especificar el grado de severidad del trastorno (Tabla
3).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
99
Tabla 3
Actualización de la codificación del DSM-5
Síntesis de las actualizaciones Trastorno
Original Actualización
Discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo
intelectual)
319 (70) Leve
319 (71) Moderado
319 (72) Grave
319 (73) Profundo
317 (70) Leve
318.0 (71) Moderado
318.1 (72) Grave
318.2 (73) Profundo
Nota. Extraído de American Psychiatric Association (2014).
Siguiendo las manifestaciones de Kupfer, considera que el DSM-5 es diferente a los
anteriores en bastantes aspectos y entre las principales novedades que destaca figura el
desglose del antiguo apartado de Trastornos de Ansiedad, en el que se incluían el Trastorno
Obsesivo Compulsivo y el Trastorno por Estrés Postraumático.
Ahora, estos trastornos se explican en tres apartados independientes que facilitan el
diagnóstico y que ponen de relieve tanto su carácter distintivo como la conexión que existen
entre ellos. Otros como el autismo y el síndrome de Asperger -junto con dos trastornos más-
pasan a englobarse dentro de los Trastornos del Espectro Autista.
El DSM-5 ha sido realizado en seis años y su coste asciende a 25 millones de
dólares. Han participado más de 1.500 expertos de la medicina y de la salud mental de 39
países. Cada uno de los cambios ha sido debatido en internet. El planteamiento de la APA
recibió más de 13.000 comentarios de defensores de la salud mental, profesionales y
organizaciones médicas desde 2010. Y cada una de las opiniones ha sido a su vez revisada
por un grupo de trabajo del DSM-5, como hemos señalado con anterioridad, presidido por
David Kupfer. (Anexo II).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
100
IV.3. Diagnóstico del discapacitado intelectual
En el diagnóstico de la discapacidad intelectual y en los tres sistemas
internacionalmente aceptados, la Clasificación Internacional de las Enfermedades de la
Organización Mundial de la Salud (CIE-10), la Asociación Americana de Psiquiatría
en su manual DSM-V y la Asociación Americana de Retraso Mental (AAMR), se siguen
una serie de criterios.
Navas, Verdugo y Gómez (2008) se basan en tres criterios comunes:
l. Limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual. Nivel intelectual
significativamente inferior a la media, definida por el coeficiente de inteligencia (CI), un CI
inferior por debajo de 70 puntos.
2. Limitaciones significativas en la conducta adaptativa, que se pondrán de relieve en
habilidades conceptuales, sociales y prácticas. Es decir, la capacidad de adquirir habilidades
básicas para el funcionamiento y la supervivencia, como son la comunicación, auto-cuidado,
vida en el hogar, habilidades sociales, uso de la comunidad, autodirección, salud y
seguridad, habilidades académicas funcionales, ocio y trabajo,
3. Comienzo antes de los 18 años.
La consideración de estos tres criterios para el diagnóstico del discapacitado
intelectual nos va a permitir tener un punto de vista multidimensional, aplicando un sistema
de clasificación basado en el Coeficiente Intelectual, que se trata de una puntuación para
poder determinar el nivel de inteligencia a partir de los resultados de test estandarizados, y
en los Niveles de Funcionalidad Cognitiva y Adaptativa. Presenta cuatro categorías:
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
101
1. Leve: CI= 55-70. Sexto grado de nivel académico, puede vivir
independientemente o con justa supervisión, capacidad de auto-ayuda exitosa.
2. Moderada: CI= 40-55. Segundo grado de nivel académico, nivel de auto-ayuda
adecuado, puede ser necesaria la asistencia, vive con su familia, está semi-calificado o no
calificado para trabajar con supervisión.
3. Severa: CI= 25-40. Nivel académico de preescolar, habilidades verbales o
mínimamente verbales, puede utilizar dispositivo de comunicación, pobres habilidades de
motricidad fina, requiere supervisión para realizar actividades de la vida diaria y vive con su
familia.
4. Profunda: CI= < 25. No puede deambular; requiere una estrecha supervisión y
asistencia de las actividades de la vida diaria y es totalmente dependiente del cuidado de la
higiene.
Aunque existen numerosas tipologías, la más empleada es la de AAMR
(American Association on Mental Retardation), que aparece en la siguiente Tabla 4, y que
distingue entre retraso mental leve, moderado, severo y profundo.
Tabla 4
Clasificación del CI de la AAMR
CI Descripción 100 CI ideal (población general) 99-80 CI normal 80-70 CI límite o borderline 70-55 Retraso mental leve (educable) 55-40 Retraso mental moderado (entrenable) 40-25 Retraso mental severo (difícil desarrollo) 25 o menos Retraso mental profundo (graves dificultades)
Nota. Extraído de Asociación Americana de Retraso Mental (AAMR), (2002).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
102
Como hemos enunciado en el párrafo anterior existen otras clasificaciones, como son
la Clasificación Internacional de las Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud
(CIE-10) y la de la Asociación Americana de Psiquiatría en su manual DSM-V (Tabla 5).
Tabla 5
Clasificación del retraso mental según las clasificaciones de la Sociedad de Psiquiatría Americana (DSM-V) y la Organización Mundial de la Salud (CIE-10)
DSM-V CIE-10 1. RM ligero CI de 50-55 a 70 1. RM ligero (Código F70) CI entre 50-69
85% de la población con retraso mental
2. RM moderado CI entre 35-40 y 50-55 2. RM moderado (F71) CI entre 35-49
10% de la población con retraso mental
3. RM grave CI de 20-25 a 35-40 3. RM grave (F72) CI entre 20-34
3-4% de la población con retraso mental
4. RM profundo Cl por debajo de 20-25 4. RM profundo (F73) CI inferior a 20 1-2% de la población con retraso mental 5. RM no especificado. Existe una fuerte sospecha de retraso mental pero no puede ser detectado a través de las pruebas de inteligencia convencionales (p.ej. debido a un deterioro fisico importante)
5. Otro RM (F78) La evaluación del grado de RM es difícil o imposible de establecer debido a déficits sensoriales o físicos.
6. RM sin especificación. Evidencia de (F79) RM pero sin información suficiente como para asignar al sujeto a una de las categorías anteriores.
Nota. Extraído de Asociación Americana de Psiquiatria (APA), (1994) y Organización Mundial de la Salud (OMS).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
103
IV.4. Salud bucodental del discapacitado intelectual.
IV.4.1. Introducción
Los discapacitados intelectuales se enfrentan a diversos desafíos importantes para
acceder a los servicios dentales habituales y preventivos.
También van a variar con respecto a la población general en su capacidad para
cooperar en el sillón dental y los tratamientos suelen ser más difíciles. Tanto en las
dificultades físicas como cognitivas pueden hacer que la participación en la higiene bucal
sea difícil, incluyendo varios comportamientos como morder en el cepillo de dientes,
negarse a abrir la boca ampliamente o negarse totalmente (Kane, Mosca, Zotti &
Schwalberg, 2008; Stiefel, 2002).
La higiene dental es a menudo descuidada en las personas con discapacidad
intelectual y es difícil conseguir un buen cuidado dental (Stiefel, 2002).
Charles (2010) nos comunica que si los niños con discapacidad intelectual
comienzan a recibir prevención o tratamiento odontológico, nunca van a abandonar la
práctica, además de afirmarnos que los recursos dentales van a ser limitados a los adultos
con discapacidad intelectual.
La mayoría de estudios que hemos encontrado en la literatura ponen de
manifiesto la praxis de una mala salud bucodental y más necesidades de tratamiento.Y
además, nos sugieren que las personas con discapacidad intelectual se verían beneficiadas si
se les realizasen de manera frecuente evaluaciones y revisiones de exploración bucodental.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
104
IV.4.2. Relación entre ansiedad dental y salud oral en el paciente odontológico con
discapacidad intelectual
La caries dental es la enfermedad más frecuente entre las personas con discapacidad
intelectual en todo el mundo y los tratamientos dentales son la mayor necesidad médica
desatendida en este grupo de población (National Institute of Dental and Craniofacial
Research [NIH], 2000).
En nuestro estudio estamos de acuerdo con los autores García, E. (2009); Cabada
et al. (2012), pero nosotros revelamos que existen iniciativas de salud a nivel internacional
dirigidas a los discapacitados en general y se está originando más conciencia en la salud
bucodental de los discapacitados intelectuales; lo podemos comprobar en las Olimpiadas
Especiales.
Se trata de una organización internacional que ofrece entrenamiento deportivo todo
el año y competencias atléticas en deportes de tipo olímpico para niños y adultos con
discapacidad intelectual. Desde 1994 se incluyó el programa “Sonrisas Especiales”, para
mejorar el acceso a la atención dental y la promoción de la conciencia pública y profesional
de los problemas de salud oral a que se enfrentan las personas con discapacidad intelectual.
El programa “Sonrisas Especiales” se ha convertido en la mayor iniciativa mundial en hacer
frente a los problemas de salud bucal de los discapacitados intelectuales.
Las investigaciones realizadas en el Reino Unido sobre la salud bucodental de los
participantes en los Juegos Olímpicos Especiales de Glasgow (2005), han puesto en
evidencia la presencia de caries no tratadas, mayor número de exodoncias, así como menor
número de obturaciones respecto a la población general.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
105
La baja prevalencia de caries no tratadas y de obturaciones puede ser debido, en estos
atletas con discapacidad intelectual, a las ayudas de la familia y los cuidadores. Pero por el
contrario, en estos atletas mayores son más vulnerables y se presentan más problemas
dentales que pueden ser debidos a la mayor dificultad de mantener su vigilancia (Turner,
Sweeney, Kennedy & Macpherson, 2008).
Oredugba y Perlman (2010) señalan que en su estudio, referente a los atletas
nigerianos paticipantes en las Olimpiadas Especiales de Nigeria (2007-2008), observaron
que la salud oral era más deficiente que en el resto de la población general nigeriana –
después de realizarles una exploración bucodental –.
Deberemos de valorar cuáles son las condiciones físicas necesarias para el examen
clínico, las variables demográficas y clínicas, el tamaño de la población y los criterios de
inclusión, pues observamos que son muy diferentes en los estudios que observamos en la
literatura ya que los investigadores evaluaron la salud oral de los adultos con discapacidad
intelectual y nos pueden proporcionar la variabilidad en la prevalencia de los problemas de
salud oral.
Tenemos la responsabilidad de señalar que a nivel mundial no existe una
información completa del estado de salud y bienestar de las personas que presentan
discapacidad intelectual. Nos encontramos con información estadística sobre todo de niños
con discapacidad intelectual asociada a otros síndromes, como el Síndrome de Dow,
autismo… (Tan & Rodriguez ,2001).
Los niños con discapacidad intelectual van a presentar muchos problemas en su salud
bucodental, que describiremos posteriormente con más detalle, debido a la dieta blanda,
mala higiene bucal y las dificultades para los tratamientos preventivos o restauradores; todo
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
106
contribuye a que las caries dentales vayan en aumento y el estado periodondal al ser
imperfecto, nos va acarrear que podamos observar alteraciones periodontales de gran
extensión, ya que su evolución es más rápida que en los niños sin discapacidad intelectual.
Todas estas afectaciones irán aumentando con la edad y grado de discapacidad intelectual.
(Benavente, 2007).
Según los datos de la OMS, nos manifiestan que aunque los porcentajes de población
de personas con discapacidad intelectual varían de una localidad o región a otra, la salud
integral de este grupo de población carece de atención bucodental; tenemos que señalar que
los gobiernos de las naciones no son lo suficientemente conscientes de la necesidad y
prioridad de la prevención, tratamiento restaurador o de la rehabilitación dental de los
discapacitados intelectuales.
Estos razonamientos que hemos descrito son reafirmados por Arias (2006) que, en
sus investigaciones, nos manifiesta que la salud física y la rehabilitación de los pacientes con
discapacidad intelectual prácticamente está cubierta por los gobiernos en su cartera de
servicios sanitarios y por los programas que se desarrollan en su salud médica general, pero
no lo están en su salud bucodental.
Como hemos descrito con anterioridad, en la introducción de la tesis, la prevalencia
de la ansiedad dental en personas con discapacidad intelectual todavía no ha sido descrita,
pues no tenemos datos poblacionales completos con identificación de cada tipo de
discapacidad intelectual; sin embargo, lo podemos considerar un factor importante que
debemos de valorar.
Encontramos muy pocas investigaciones y estudios sobre el estado de salud
bucodental de los discapacitados intelectuales, además el pequeño tamaño de las
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
107
muestras hacen difícil extrapolar los resultados en términos más generales.
En la revisión de la literatura destacaremos los estudios e investigaciones de
diferentes autores, conoceremos sus opiniones, así como sus resultdos y conclusiones.
Por ejemplo, en México, basándose en datos estadísticos del Instituto Nacional de
Desarrollo Social, hay 2.925 personas que viven con algún tipo de discapacidad intelectual,
que corresponde a 16.1%. Además, la prevalencia de discapacidad intelectual se observa con
mayor frecuencia en el intervalo de 10 a 14 años de edad y la menor frecuencia es en el
grupo de cero a cuatro años (Cabada et al., 2012).
Cabada et al. (2012) en sus estudios e investigaciones observamos que se basaron en
una muestra de conveniencia de 28 pacientes censados con discapacidad intelectual, desde
los 13 años de edad, de los cuales eran 18 varones y 10 mujeres; en estos estudios nos
indican que los niños con discapacidad intelectual tienen más problemas de salud bucodental
que la población en general, dichas complicaciones pueden ser un obstáculo para el cuidado
adecuado de su boca y esto puede implicar mayores riesgos de padecer enfermedades
bucodentales.
Además, observaron que el 35% de los pacientes odontológicos con discapacidad
intelectual habían asistido periódicamente a una clínica dental ya que tenían restauraciones
dentarias y una cavidad bucal en óptimas condiciones; mientras que el 65% tenía
deficiencias dentales. Valoraron que la caries dental era la enfermedad con mayor
prevalencia.
En la Universidad Autónoma de Nuevo León, México, se realizó un estudio
comparativo entre niños con discapacidades intelectuales y niños sin discapacidad
intelectual. Se efectuó una valoración de la higiene oral y utilizaron el índice de higiene oral
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
108
simplificado de Green y Vermillon (1960), que lo denominaremos con las siglas (IHOS). El
tamaño de la muestra fue de 70 niños, de los cuales, 35 niños de ambos géneros y edades
entre 6 y 12 años con discapacidad intelectual y otro grupo de 35 niños de la misma edad y
de ambos géneros pero sin discapacidad intelectual. Entre los resultados y conclusiones a
que llegaron, cabe reseñar que en los niños sin discapacidad intelectual el IHOS era de un
nivel óptimo y en los que presentaban discapacidad intelectual el nivel IHOS era peor; es
decir, que los niños con discapacidad intelectual presentaban una mayor cantidad y
acumulación de placa bacteriana dental, actualmente denominado biofilm oral.
Esta denominación de biofilm oral ha sido debida a que la placa bacteriana dental
consistía en una acumulación heterogénea de microorganismos aerobios y anaerobios
rodeados por una matriz intercelular de polímeros de origen salival y microbiano. Estos
microorganismos son los que se adhieren a las superficies dentarias y con el tiempo pueden
causar caries, gingivitis y enfermedades periodontales. Actualmente ya no se utiliza el
término de “placa bacteriana” porque se han podido aislar de la placa los virus,
micoplasmas, hongos, protozoarios y ricketsias. Por lo tanto, utilizaremos el término de
“biofilm oral”, ya que actualmente tenemos evidencias que la masa microbiana no está
limitada a formarse sólo en los dientes, sino que este complejo microbiano ofrece además la
posibilidad de englobar millones de organismos en comunidades bien organizadas y poder
afectar el periodonto (Negroni, 2004).
La American Academy of Pediatric Dentistry Council of Clinical Affairs
(2008), ya nos indicaba que los pacientes con discapacidad intelectual requerían de unos
cuidados especiales para que pudiesen realizar su higiene bucodental, de acuerdo a su edad,
cooperación, nivel de inhabilidad… De lo contrario, desarrollarían muy fácilmente
patologías bucodentales, necesitándose al final tratamientos de más duración, más costosos y
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
109
de más difícil pronóstico. También hicieron hincapié en que los niños con discapacidad
intelectual que formaban parte de una institución presentaban generalmente mejor higiene y
el IHOS con un nivel óptimo.
Según los estudios de Hu, Kao y Liao (2003), nos manifiestan que la caries dental es
la patología bucodental que más predomina; además, en sus investigaciones y según el
tamaño de su muestra, encontraron que el 2,7% eran dientes que los pacientes con
discapacidad intelectual habían perdido debido a las caries.
Posteriormente, los autores Serrano, Torrelles, Yanet y Simancas (2012)
consiguieron con sus estudios encontrar un pequeño porcentaje de caries, obturaciones
dentarias y dientes perdidos por caries. Explican que en su estudio no se presenta la caries,
ya que sólo observaron un pequeño porcentaje, pero sí que manifiestan que la caries está
incrementada en la primaria o primera dentición. Consideramos que coincidían con los
anteriores estudios descritos.
Anders y Davis (2010) realizaron una revisión sistemática de 27 estudios
originales para determinar si existían diferencias en la salud bucal entre los adultos que
tienen discapacidad intelectual y la población en general. Señalaron que las personas con
discapacidad intelectual tenían una menor higiene oral y la enfermedad periodontal tenía
una prevalencia más alta y una mayor gravedad; estas afirmaciones coinciden con las
investigaciones realizadas anteriormente por otros autores (Pezzementi & Fisher, 2005).
Estos autores, que realizaron la revisión sistemática de 27 estudios, manifestaron que
la tasa de caries suele ser parecida en los discapacitados intelectuales y la población general.
Pero según nuestra revisión de la literatura suelen ser investigaciones realizadas en
grupos de discapacitados intelectuales que residen en instituciones especializadas, donde
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
110
reciben una dieta equilibrada y un consumo supervisado de hidratos de carbono, además de
un tratamiento dental adecuado (Cumella, Ransford, Lyons & Burnham, 2000). Sin embargo,
los índices de caries no tratadas son consistentemente más altos en las personas con
discapacidad intelectual. Y destacan a las personas con alto riesgo de crear enfermedades
bucodentales, a los discapacitados intelectuales que no pueden realizarse diariamente y de
rutina el cuidado dental, así como a las personas con síndrome de Down.
Las anteriores afirmaciones coinciden con los autores Owens, Kerker, Zigler y
Horwitz (2006) que nos señalan en su estudio que del 18% al 84% de los niños y adultos
con discapacidad intelectual presentan caries sin tratamiento en comparación con un 16% a
55% en la población general.
Según Glassman y Miller (2003), y Glassman (2005) las limitaciones cognitivas,
físicas y de comportamiento hacen que sea difícil el cuidado bucodental diario y la
cooperación durante las visitas al dentista. También, valoran la influencia de los
medicamentos que se les administra y la presencia de una alta frecuencia de carencia de
recursos económicos.
Schulte, Freyer y Bissar (2013) hicieron un estudio en Alemania sobre los
discapacitados intelectuales adultos en dos regiones diferentes en cuanto a su nivel
socioeconómico. Los valores obtenidos del índice COPD –que se utilizó en la exploración
bucodental en ambas regiones– fueron similares; pero las personas con discapacidad
intelectual de Baden-Württemberg tenían más dientes perdidos que los de Sajonia (menor
índice económico). Sin embargo, los defectos de las caries no tratadas fueron más comunes
en esta última región. Estos autores hacen hincapié en que las personas con discapacidad
intelectual en Alemania deberían recibir programas estratégicos para ser atendidos en su
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
111
salud bucodental, así como reducir su prevalencia de caries y evitar el gran número de
dientes extraídos.
Consideramos relevante, resaltar un estudio de la Universidad de los Andes (ULA)
en Venezuela, realizado por los investigadores que ya hemos referenciado, Serrano et al.
(2012) denominado “Estado de salud bucodental en niños con discapacidad intelectual”. En
este proyecto de investigación participaron 51 niños y niñas –pacientes con discapacidad
intelectual entre 5 y 14 años inclusive–, y se excluyeron síndromes (Síndrome de Down,
Autismo, etc.).
Este estudio, a diferencia del nuestro, estaba enfocado a las patologías bucodentales
y a los tratamientos preventivos y restauradores de los pacientes discapacitados
intelectuales. No obstante, –como en nuestro estudio– eran excluidos los discapacitados
intelectuales asociados a otros síndromes, que además eran pacientes con edades inferiores a
las de nuestra muestra.
Además utilizaron los índices descritos por la Organización Mundial de la Salud y la
encuesta básica de salud bucodental. Entre las consideraciones, nos señalan que el mayor
porcentaje de los pacientes del estudio no presentaban alteraciones en el desarrollo del
esmalte y fluorosis. Estos autores nos indican que la mayoría de los pacientes no presentaron
caries, sólo un pequeño porcentaje del 24% en dentición permanente y un incremento de la
dentición temporal en 31.4%. Sin embargo, tenían elevados porcentajes de placa dental
(86%), y grandes necesidades en tratamientos preventivos (58.8%) y restauradores (41.2%).
Como hemos descrito con anterioridad en las investigaciones de diversos autores, la
presencia de la caries en el discapacitado intelectual, ha sido valorada como la primera
patología bucodental.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
112
Pero cuando realizamos la exploración bucodental en nuestra clínica, también
observamos la presencia y existencia de la enfermedad periodontal. Enfermedad que es
considerada como la segunda enfermedad patológica de la cavidad bucodental por su
frecuente presencia y gravedad, ya que puede producir una gran destrucción del periodonto,
con la pérdida dentaria parcial o total. Esta patología bucodental tiene mucha importancia,
pues puede repercutir en la persona y en el entorno familiar produciéndose alteraciones
psicológicas y sociales.
La evaluación de la prevalencia de la enfermedad periodontal siempre ha sido
un desafío en la población general, y se va acentuar más en los discapacitados intelectuales.
En el año 2011, en los Estados Unidos obtenemos datos que nos manifiestan que el
80%, de los participantes que eran pacientes odontológicos con discapacidad intelectual,
fueron diagnosticados de periodontitis, y además podría desarrollarse en estos pacientes una
enfermedad periodontal grave con la pérdida de dientes y una disminución de la calidad de
vida (Department of Health and Human Services of the United States, 2011).
En este estudio también consideraron e investigaron los factores de riesgos
demográficos y clínicos, así como los indicadores de la salud oral en una población grande y
heterogénea de adultos con discapacidad intelectual. Y, como resultados nos revelan que
existía una elevada presencia de enfermedades dentales. También valoraron que la mayoría
de los participantes en el estudio residían en el seno de la comunidad, y que la mayoría
vivían en residencias con el apoyo del Estado.
Los resultados de este estudio se suman a la evidencia de otros estudios referidos
anteriormente que nos demuestran que son complejas las necesidades de salud oral de las
personas con discapacidad intelectual.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
113
Pero, por otra parte, para los Estados Unidos estos resultados nos indican que están
muy lejos de los objetivos establecidos de salud oral en la nación en general para el 2020.
En la literatura encontramos diversos autores que relacionan el tipo de residencia con
la prevalencia de la enfermedad dental (Bershadsky & Kane, 2010; Lindemann, Zaschel-
Grob, Adv, Lewis M. A. & Lewis C., 2001; Mouradian & Corbin, 2003).
Nosotros no estamos de acuerdo con estos estudios y con dicha relación, pues
observamos que se tienen que valorar las características que se asocian al tipo de residencia,
como son la edad, el nivel de discapacidad intelectual, tipo de alimentación y dieta, la
proporción entre personal y residentes, así como las ayudas que reciben de los tutores o
cuidadores referente a su salud bucodental.
Deberemos reflexionar y pensar en la importante presencia de una evaluación
objetiva de las limitaciones y las capacidades de este grupo de población con discapacidad
intelectual. Tendremos la responsabilidad de valorar en estos pacientes su cooperación con
la exploración bucodental, con la aceptación del tratamiento dental y su disponibilidad para
visitar a los estomatólogos/odontólogos. Estas estimaciones van a tener repercusiones
muy importantes para diseñar estudios que nos aseguren una evaluación exhaustiva,
tanto de la población con discapacidad intelectual, como de la información de vigilancia
de la salud oral (Gabre, Martinsson & Gahnberg, 2001; Prabhu, Nunn, Evans & Girdler,
2010).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
114
IV.4.3. Ansiedad dental en el discapacitado intelectual adulto
Los factores que hemos ido describiendo se van incrementando en la edad adulta, y
con mayor evidencia si estos pacientes odontológicos con discapacidad intelectual no han
acudido nunca a una clínica dental. Por lo tanto, consideramos que será de gran importancia
las circunstancias o ambiente que rodea a estas personas, tales como la residencia, la familia,
tutores y la situación socioeconómica. Así, como la escasa competencia de los profesionales
de la odontología en la interacción con pacientes con DI, debido a la falta de estudios de
formación y prácticas clínicas en pacientes odontológicos con discapacidad intelectual, tanto
en los programas de estudio de grado como los de postgrado de Odontología (Minihan en
Arenson et al., 2009; Ettinger, 2010).
En el caso de los pacientes odontológicos adultos con discapacidad intelectual, se han
realizado investigaciones que tenemos que resaltar por su importancia debido a la amplitud
de su muestra en 4.732 pacientes odontológicos discapacitados intelectuales realizado por
los investigadores Morgan et al. (2012). De estos pacientes odontológicos, el 42,6% son
mujeres y 57,4% hombres, y la edad media fue de 49,3% años (rango de 20 a 98 años).
Además utilizaron como variables: la información demográfica (edad, sexo, la raza,
tipo de residencia), condiciones dentales (dientes careados, los dientes perdidos, dientes
obturados y la presencia o ausencia de un diagnóstico de gingivitis o periodontitis) y los
niveles de cooperación.
Observaron un dato muy destacable que consistía en la prevalencia de edentulismo o
ausencia dentaria total en la población que se estudió, y fue del 10,9%. Además, casi el 88%
de los pacientes tenían caries; 32,2% tenían caries no tratadas; 80,3% fueron diagnosticados
de periodontitis.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
115
Para estos autores era el primer estudio retrospectivo que incluía el uso de la
información clínica y la demográfica para perfilar el estado de salud bucal de un grupo tan
grande y heterogéneo de adultos con discapacidad intelectual.
Debemos de resaltar que la información clínica se basaba en la historia clínica dental,
efectuada por diferentes estomatólogos/odontólogos, así como los diversos tratamientos
recibidos por este grupo de pacientes con discapacidad intelectual.
Según el estudio, casi una cuarta parte de los participantes en el estudio tenían una
capacidad limitada para aceptar cualquier intervención dental sin la aplicación de técnicas
avanzadas en pautas de comportamiento; y casi el 40% requería algún tipo de asistencia de
comportamiento para recibir tratamiento dental. Sólo un tercio de los participantes fueron
capaces de recibir tratamiento dental sin estas pautas de comportamiento.
IV.4.4. La ansiedad dental y el comportamiento del discapacitado intelectual en la
clínica dental
Como hemos enunciado en el capítulo de la ansiedad dental, en el paciente
odontológico con discapacidad intelectual, también le influye el ambiente de la clínica
dental como a la población general (olores, ruidos del gabinete dental, lloros y gritos…).
Hemos observado en nuestra experiencia clínica que en la exploración o tratamiento
bucodental del paciente con discapacidad intelectual no siempre presenta una reacción
negativa al tratamiento odontológico y podría ser debido a que el paciente asocia la
experiencia a otra que le fue similar. En muchas ocasiones esta ansiedad del discapacitado
intelectual es porque asocia la consulta dental con la consulta médica; por ejemplo: debido
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
116
al ambiente de la consulta, la manera de vestir de los profesionales… Y no debemos
olvidarnos del nerviosismo del acompañante.
Para conocer la ansiedad de los pacientes odontológicos con discapacidad
intelectual en la clínica dental, nos basaremos en la literatura y observamos un estudio
interesante de Gordon, Dionne y Snyder (1998) con un tamaño de muestra de 494
personas pertenecientes a una Asociación de discapacitados intelectuales (ARC). Se
examinaron específicamente: el miedo al dentista y la ansiedad en los pacientes con
necesidades especiales de salud. Podemos destacar entre sus resultados que las dificultades
que encontraban los pacientes con discapacidad intelectual eran el miedo o ansiedad dental;
el 17,2% no querían ser atendidos en una clínica dental. Otro motivo para no acudir era el
factor económico (40,9%). Por otra parte, el 55,2% manifestaron algún grado de ansiedad en
sus visitas al dentista.
Por lo tanto, se puede demostrar que existe una relación inversa entre el miedo o
ansiedad dental y el tratamiento dental.
Observamos otro punto importante que nos revelan y es que los tutores o cuidadores
de los discapacitados intelectuales –si los consideramos como grupo– tienen tendencia a
sobreestimar el miedo. Es decir, se predijeron niveles de miedo más altos para los
discapacitados intelectuales por parte de los tutores que de dichos pacientes con
discapacidad intelectual cuando se consideran como grupo. Sin embargo, cuando la
evaluación la realizaron solo para aquellos casos en los que el tutor o cuidador estaba más
familiarizado con el paciente con discapacidad intelectual, las estimaciones e informes sobre
los niveles de miedo o ansiedad de dicho paciente eran muy similares.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
117
Observamos que en los análisis de regresión encontraron que de manera individual,
el género (p<0,05) y años de educación (p<0,05) eran buen pronóstico para conocer el nivel
de miedo. Este estudio nos va a manifestar, una vez más, que el miedo o ansiedad dental es
un problema muy importante en esta población de personas con discapacidad intelectual.
Uno de cada cinco pacientes afirmaron niveles de miedo de moderado a alto; y más del 40%
en las respuestas señalaron un cierto nivel de miedo.
Además, como otros investigadores reafirman en cuanto al género, el miedo es
superior en las mujeres que en los varones.
También nos revelan que la comparación que hicieron entre pacientes con deterioro
cognitivo con los pacientes con trastornos psicológicos existía una diferencia significativa.
Estos autores verificaron que los pacientes con capacidad cognitiva limitada tenían menos
miedo que aquellos que presentaban trastornos psicológicos.
Estos resultados nos podrían conducir a pensar, que un trastorno psicológico puede
predisponer para tener un aumento del miedo o ansiedad dental mientras que el deterioro
cognitivo podría inhibir el desarrollo o la conciencia de miedo o ansiedad en la odontología.
Por otra parte, debemos remarcar que los propios autores Gordon et al. (1998),
señalaron que sus estudios son muy importantes, pues son de los primeros estudios que se
desarrollan y se obtienen consideraciones y valoraciones que relacionan el miedo dental con
los pacientes con discapacidad intelectual. Además reconocen que su estudio es poco amplio
y animan a realizar investigaciones sobre este grupo de población con discapacidad
intelectual, ya sea en un ambiente familiar o residencial.
Nuestra valoración es que presenta un tamaño limitado de la muestra, así como es
deficiente para detectar ciertas diferencias que puedan existir en la realidad.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
118
En la University of Washington School of DisabiIities Dentistry, Seattle, se
estudió la ansiedad de los pacientes con discapacidad intelectual por Mickeym (2002). Se
basaba en 132 pacientes con discapacidad intelectual y 72 cuidadores o monitores. Se utilizó
la escala de miedo dental de Kleinknecht para evaluar los miedos dentales de los pacientes
con discapacidad intelectual; se examinaron las diferentes categorías de Discapacidades
Intelectuales con respecto al sexo, razas, y niveles educativos. Esta información la
obtuvieron de la historia clínica del paciente.
La edad media de los pacientes fue de 45,4 años. Había 48 pacientes de sexo
femenino (36,4%) y 84 hombres (63,6%). La prevalencia de un cierto nivel de miedo dental
se encontró en el 43% de esta población, similar a la anteriormente encontrada en el estudio
de Gordon et al., en 1998.
La prevalencia de los niveles de miedo de moderado a alto (puntuación Kleinknecht>
60) en esta población se encontró que era 23%.
Dicho resultado nos va a manifestar que este miedo puede ser un factor importante
para el cuidado dental. Además, estos estudios nos manifiestan que el género y el nivel
educativo se asociaron significativamente con niveles de miedo (ambos p <0,05).
En cambio, no se encontraron diferencias en los niveles de miedo entre individuos
con diferentes tipos de discapacidad.
En este estudio observamos que fueron entrevistados los tutores y los pacientes con
discapacidad intelectual. Esto es muy interesante para poder conseguir informes pareados y
comparables. Se pidió a los cuidadores, responder en nombre del paciente como el paciente
lo haría sobre sí mismo, cuando éste era incapaz de participar en la encuesta debido a un
grave deterioro cognitivo.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
119
En general, los niveles de miedo percibido por los tutores eran superiores que los
percibidos por los pacientes con discapacidad intelectual (P. <0,01).
Sin embargo, cuando se compararon las puntuaciones en los análisis cuidador-
paciente coincidían. Por lo tanto, el resultado de los niveles de miedo no fueron
significativamente diferentes; lo que nos indica en el miedo dental, la gran precisión de los
cuidadores con respecto a los discapacitados intelectuales.
Con estas investigaciones llegaron a las conclusiones de que el miedo dental puede
ser una parte importante para los discapacitados intelectuales, pero que esta población de
pacientes es poco comprendida y que está necesitada de una asistencia dental. Además, nos
remarcan la importante necesidad de más investigaciones sobre este tema.
Otro punto importante para valorar es el comportamiento del paciente discapacitado
intelectual en la clínica dental. Tenemos que tener en cuenta que las diversas técnicas
avanzadas de tratamiento odontológico en el caso de los discapacitados intelectuales no se
modifican con respecto a la población general. Solo se emplea una forma de manejar al
paciente diferente para crear una relación más efectiva entre el estomatólogo/odontólogo y
el paciente odontológico con discapacidad intelectual.
Horruitiner (2008) señala que son beneficiosos los refuerzos positivos como son las
muestras de cariño, los premios, así como la utilización de la musicoterapia.
Gold, Wigram y Elefant (2008) están de acuerdo con el autor anterior, además de
remarcar que favorecen y mejoran en este grupo de pacientes con discapacidad intelectual,
sus habilidades comunicativas, verbales y de gesticulación. Estos autores están de acuerdo
con Sinha, Silove, Wheeler y Williams (2008), que se necesitan más investigaciones de esta
técnica para poder afianzar su efectividad.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
120
Para Green y Flanagan (2008), estiman y valoran que los periodos largos en la sala
de espera van a ser perjudiciales y generaran ansiedad, al igual que a los pacientes
odontológicos de la población general.
Distinguimos otro estudio de los comportamientos de los pacientes cuando acuden a
la clínica dental para que se les realice una exploración o tratamiento bucodental, en el que
se comparó pacientes sin discapacidades y pacientes con discapacidades intelectuales. En los
resultados se encontró que había un número significativamente mayor de pacientes con
discapacidad intelectual que manifiesten ansiedad dental que los pacientes de la población
general sin discapacidad intelectual (Cumella, et al., 2000; Stiefel, Truelove, Martin &
Mandel, 1997).
Gordon et al. (1998) nos señalan que existe una diferencia grande entre la preferencia
del paciente por modalidades farmacológicas para el control de la ansiedad. El 40% del
grupo de edad más joven indicó que irían al dentista con más frecuencia si se les facilitara la
anestesia de sedación o general. Estos autores eran partidarios del uso de los servicios de
sedación o anestesia general para que la ansiedad dental no sea un obstáculo para el
discapacitado intelectual al acudir a la clínica dental.
Miyawaki et al. (2004) nos ratifica, como la mayoría de investigadores, que es
evidente la mala calidad de la atención de la salud oral de las personas con discapacidad
intelectual, así como los temores que se presentan ante los tratamientos dentales pues
perturban las consultas en la clínica dental. Nos manifiestan en su estudio que la sedación
intravenosa es un método útil para aliviar la ansiedad y el miedo de estos pacientes sobre el
tratamiento dental.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
121
Sin embargo, la decisión con respecto a la dosis de sedante requerido para ser
administrado con un nivel adecuado de sedación es difícil debido a que el efecto de la
sedación no puede evaluarse adecuadamente en pacientes con discapacidad intelectual
severa.
Los investigadores basaron su estudio y resultados en los expedientes de anestesia de
pacientes dentales con discapacidad intelectual (73 casos) y otros pacientes dentales (19
casos) con edades comprendidas entre 20 y 29 años, que habían sido sometidos a la sedación
intravenosa con midazolam y propofol, durante todo el año 2000, en el Hospital Dental de la
Universidad de Okayama.
Los autores de esta investigación nos manifiestan que la sedación intravenosa fue
eficaz para el tratamiento dental en todos los pacientes odontológicos. Pero la dosis
requerida de propofol en sujetos con discapacidad intelectual era significativamente más alta
que el requerido para los otros pacientes sin discapacidad intelectual. Nos señalan que el
despertar de ambos grupos fue similar. Tampoco se observaron complicaciones graves
durante o después de la sedación intravenosa. Por lo tanto, según estos autores, no debemos
olvidar que los pacientes odontológicos con discapacidad intelectual necesitan dosis más
altas de sedantes para obtener un nivel adecuado de sedación.
Mirón et al. (2008) indican que la técnica anestésica es segura y estable desde el
punto de vista hemodinámico y respiratorio.
Sin embargo, Horruitiner (2008) afirma que la anestesia general se debe evitar
porque implica un riesgo para la salud del paciente con discapacidad intelectual.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
122
IV.5. Importancia de los padres y cuidadores en la salud bucodental del discapacitado
intelectual
La prevención de las patologías bucodentales en los discapacitados intelectuales debe
de considerarse fundamental pero la presentación de atenciones especiales, desde el
nacimiento, en estos niños discapacitados intelectuales originará una situación difícil para
los padres y, en la mayoría de los casos, por desconocimiento no acudirán a la consulta
dental para que se les realicen tratamientos odontológicos preventivos.
En nuestra opinión un programa preventivo para la salud bucodental debería tener en
cuenta la dieta alimentaria, el control de la placa bacteriana, terapias antimicrobianas,
utilización de flúor, selladores de fisuras, controles y evaluaciones periódicas. Además de
motivar a los familiares, tutores, personal de centros educativos, residencias, y centros
laborales.
Según los estudios de Löe (1978) en la ausencia de medidas de higiene dental
mecánica, la utilización de enjuagues con clorhexidina iba a prevenir la formación de placa
microbiana, y por su amplio espectro de acción se utiliza en programas de prevención de
caries y enfermedad periodontal.
Desde hace muchos años existía una barrera muy importante que era la creada por los
padres y cuidadores, en cuanto al impacto social de la discapacidad intelectual. Los padres
no estaban seguros de cómo la persona con discapacidad intelectual se comportaría en
público o en la consulta dental, por lo que no se preocuparon de buscar servicios de
asistencia dental (Stiefel, 2002).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
123
Waldman y Perlman (2001) nos manifiestan que los discapacitados intelectuales
requieren una mayor atención en la higiene oral, y si esto se descuida las consecuencias van
a ser: los cambios en la mucosa, enfermedades dentales, pérdida de dientes, y las
dificultades para comer y hablar.
Los padres y cuidadores deberían de estar bien informados de la necesidad primordial
de supervisar el cepillado de dientes con independencia de la edad del discapacitado
intelectual, sobre todo teniendo en cuenta que la higiene oral disminuye con la edad
(Oredugba & Akindayomi, 2008).
Es importante conocer las opiniones de los pacientes o los padres/cuidadores de los
pacientes con discapacidades respecto del acceso a la atención dental (Prabhu, et al. 2010).
El Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial [NIH], (2000) nos
indica que los padres y cuidadores alegaron que necesitaban información y formación sobre
salud bucal apropiada y sería muy oportuno en edad temprana de sus hijos, además de tener
conocimiento y estar bien aconsejados por la administración estatal, de entre los
estomatólogos/odontólogos, quienes eran mejor comunicadores y estaban bien formados
para dar atención dental a los discapacitados intelectuales.
Es cierto que el deficiente cuidado dental no suele llegar a la mortalidad, pero sí
afecta a la morbilidad y se suma a la gran variedad de problemas de salud que se presentan
en el discapacitado intelectual. Por lo tanto, una mejor higiene bucodental facilitara una
mejor calidad de vida.
McConkey (2005) nos manifiesta que la mayoría de las personas adultas con
discapacidad intelectual son cuidadas por sus familias, pero se sabe muy poco de las
características de sus cuidadores, los servicios de apoyo que reciben y sus necesidades
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
124
insatisfechas. Su estudio en Irlanda del Norte, –en una muestra representativa de más de
1.500 cuidadores familiares (26% de la población estimada)– destaca que casi la mitad de
las personas estaban siendo atendidas por ambos padres, pero alrededor de un tercio vivía
con un solo padre y el 20% con otro pariente.
Este investigador señala que los servicios de apoyo deberían prestar una mayor
atención a las características de los cuidadores familiares con el fin de superar algunas de las
desigualdades presentes en los apoyos que se les ofrecen.
Los padres/madres o cuidadores/tutores son las personas más responsables e
importantes para la prevención bucodental y deben ayudar a los pacientes discapacitados
intelectuales en las revisiones o tratamientos en la clínica dental. Por lo tanto, la percepción
de los padres o tutores de la ansiedad del paciente odontológico discapacitado intelectual y
las diferencias entre los distintos niveles de discapacidad intelectual con respecto a la
ansiedad, serán importantes para detectar y conocer en estos pacientes odontológicos la
capacidad de recibir tratamientos odontológicos por el estomatólogo u odontólogo.
Como hemos indicado anteriormente, los discapacitados intelectuales en mayor o
menor medida dependen de sus cuidadores, ya sea para la toma de decisiones o también para
recibir el apoyo en la consulta del estomatólogo/odontólogo y para cepillarse los dientes. Por
lo tanto, será muy importante la formación de los cuidadores tanto a nivel bucodental como
los hábitos dietéticos que debe seguir este grupo de población con discapacidad intelectual
(Cumella et al. 2000).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
125
IV.6. Prestaciones dentales de los estomatólogos/odontólogos con los pacientes
odontológicos con discapacidad intelectual
La ansiedad dental está considerada como un obstáculo para la realización de un
tratamiento odontológico en la población general. Según Faulks, Freedman, Thompson,
Sagheri y Douggall (2012) afecta a un tercio de los adultos con discapacidad intelectual;
además, nos señalan que la actitud de comunicación entre el estomatólogo/odontólogo con el
paciente puede crear una limitación en la población general que se va a magnificar si el
paciente tiene problemas de comunicación y es discapacitado intelectual.
Muchos odontólogos/estomatólogos son reacios a tratar a los pacientes con
discapacidad intelectual, y esto sucede porque las personas habitualmente rechazan lo que
no conocen. Por lo tanto, para superar este obstáculo será imprescindible que los
profesionales de la odontología adquieran conocimientos y se informen de las características
patológicas que pueden presentar estos pacientes y los efectos secundarios que se puedan
ocasionar.
El primer punto esencial va a ser, según nuestra experiencia clínica, que la relación
del profesional se establezca con la persona y no con un discapacitado intelectual, pues esto
nos favorecerá para el tratamiento odontológico del paciente. Pero no debemos olvidar que
no existen recetas para poder realizar los tratamientos odontológicos y como hemos
enunciado anteriormente en nuestra tesis, todos los pacientes no son iguales pues hay
diferentes formas de actuar ante un mismo estimulo. Por lo tanto, para estrechar puntos de
relación con el paciente, habrá que conocer con anterioridad los antecedentes familiares del
paciente, así como amigos, ambiente social en el que se encuentra, etc.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
126
Los trastornos intelectuales pueden dañar severamente la capacidad del paciente para
comunicarse y socializarse. Los síntomas pueden variar desde muy leves a muy graves y
para poder tratar de forma adecuada a este grupo de población los
estomatólogos/odontólogos deberán de ser capaces de reconocer los signos y síntomas que
presentan estos pacientes de manera individualizada y poder realizarles un adecuado
tratamiento preventivo y restaurador (Cumella, et al. 2000; Stiefel, 2002).
Como en los casos citados anteriormente, los pacientes odontológicos de la
población general que presentan ansiedad dental, la atención odontológica en el
discapacitado intelectual debe personalizarse y adecuarse a las necesidades propias. Así
como la actitud del estomatólogo/odontólogo debe de ser cuidadosa, con serenidad y con
paciencia para poder impedir reacciones adversas más acentuadas que en un paciente de la
población general con ansiedad dental.
Para poder realizar un tratamiento odontológico a una persona con discapacidad
intelectual se requiere una serie de técnicas de adaptación y manejo conductual, como
pueden ser el realizar visitas previas a la clínica dental para familiarizarse con el entorno o
lugar y con el personal sanitario; para poder comunicarse con el paciente utilizando señales
verbales o no verbales, intercambio de imágenes; así como premiar la conducta cooperadora
con refuerzos verbales positivos (Raposa, 2009).
El objetivo fundamental va a ser conseguir resultados óptimos en beneficio de la
salud bucodental y bienestar de las personas con discapacidad intelectual (Rios & Silot,
2006)
Se han realizado estudios en diversos países, destacaremos el de la República de
Irlanda, cuyo objetivo era identificar las deficiencias en la prestación de servicios
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
127
odontológicos, así como sus posibles causas para poder crear una estrategia nacional de
salud bucal.
En el año 2005 se dictó en Irlanda una ley de discapacidad en la que se establece que
todas las personas con discapacidad tienen derecho a una evaluación de sus necesidades y
una vez esas necesidades sean identificadas implicará una provisión y resolución de dichas
necesidades.
La salud oral es parte de esa evaluación de las necesidades, pero se plantearon que
podría ser que los estomatólogos/odontólogos no estuviesen en condiciones de proporcionar
dicha asistencia en virtud de la falta de educación, la formación o instalaciones.
Pudieron comprobar que de los 782 cuestionarios distribuidos a los odontólogos,
recibieron contestación 274, de los que 236 fueron considerados para su estudio. Eran
odontólogos del Servicio Nacional de Sanidad. En cuanto a los resultados más destacados
fueron la tasa de respuesta que fue 35%, de la que el 25% afirmó conocer la Ley de
Discapacidad de 2005. El 45% manifestó tener experiencia y un 65% de los odontólogos
expresaron la necesidad e interés de recibir más formación. También el 66% de los
odontólogos consideró que el servicio de prestación más común era una urgencia dentaria
(Smith, Rooney & Nunn, 2010).
Los gobiernos de los países tienen la responsabilidad, sobre todo en cuanto a la
formación de los estomatólogos/odontólogos en el desarrollo de habilidades personales de
comunicación total, conciencia sobre la discapacidad y actitudes que valoren las personas
con discapacidad intelectual (Cumella et al., 2000).
La Asociación Dental Americana nos manifiesta que el problema del acceso limitado
de las personas con discapacidad intelectual en la atención de la salud bucodental comienza
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
128
en la universidad, en el grado y postgrado de odontología, pues no aportan experiencia
didáctica y clínica en el cuidado de personas con necesidades especiales.
Además, nos indican que los profesionales de odontología son reacios a tratar a estos
pacientes ya que no están preparados para proporcionar los servicios necesarios.
IV.7. Responsabilidad de los gobiernos de los países en relación con el futuro del
discapacitado intelectual
Como hemos podido comprobar, las necesidades de los discapacitados intelectuales
son diversas y muy importantes (educacionales, ocupacionales, rehabilitadoras…). Los
padres y cuidadores no suelen, a menudo, dar importancia a las patologías bucodentales.
Observamos que no existe una educación odontológica que sea suficiente ni tampoco una
conciencia de prevención de tales enfermedades en las escuelas, centros asistenciales e
incluso en la familia. Por lo tanto, tiene que ser necesario dotar a las instituciones públicas y
privadas que atienden a los discapacitados intelectuales de programas preventivos
odontológicos que puedan afrontar este problema de forma global y eficaz (Bullón &
Machuca, 2004).
El número de personas con discapacidad intelectual está aumentando debido: al
crecimiento demográfico, una mejor información, mayor longevidad y el envejecimiento de
este grupo de población, junto con los métodos más precisos y sensibles de detección y de
diagnóstico (Koneru & Sigal, 2009; McCarron & McCallion, 2011 citados en Fisher, 2012).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
129
De estos factores se puede deducir que habrá una mayor demanda de todos los
servicios, incluyendo la salud, la comunidad (vivienda, empleo, apoyo social) y los servicios
de atención dental.
Actualmente, hay movimientos de grupos de personas sensibilizadas ante las
necesidades de los discapacitados intelectuales, y hacia las instituciones para la integración y
la inclusión de los discapacitados intelectuales en la sociedad. Las familias y los grupos de
autodefensa han crecido. La política y la legislación en cinco países europeos –Austria,
Inglaterra, Grecia, Irlanda y España– tienden a separar los aspectos de discapacidad de
personas con discapacidad intelectual de sus necesidades de salud mental. Esto tiene un
efecto perjudicial sobre la vida de las personas con discapacidad intelectual y sus familias y
cuidadores (Holt et al., 2000).
En los Países Bajos, la Dirección de la Seguridad de la Salud realizó un estudio sobre
el funcionamiento del sistema de atención dental para las personas con discapacidad
intelectual. La muestra fue de 60 pacientes odontológicos con discapacidad intelectual que
siempre habían vivido en casa con la familia. Y otro grupo de 52 discapacitados
intelectuales que en algún momento habían residido en una institución pero en ese momento
vivían fuera de ella. Todos los pacientes tenían edades entre 15 y 45 años. Se comprobó en
ambas muestras que las visitas al estomatólogo/odontólogo habían sido frecuentes (95% o
100%) pero relativamente existían algunos problemas con el cuidado dental diario. Además
nos señalan que no existen, en este estudio, barreras especiales para que estos pacientes
odontológicos con discapacidad intelectual puedan ser atendidos por los profesionales de la
odontología (Jongh & Kieffer, 2009).
Deberíamos plantearnos en el futuro el cuidado de los adultos con discapacidad
intelectual cuando hay una pérdida del principal cuidador de la familia. Este tema no ha sido
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
130
muy tratado pues eran los discapacitados intelectuales quienes fallecían antes que sus
padres. Comprobamos que sigue siendo un desafío de las instituciones del gobierno de cada
país a nivel internacional cuando se presentan estas circunstancias.
Giallo, Seymour, Matthews, Gavidia-Payne, Hudson, A. y Cameron, C. (2015)
indican que cuando un niño presenta discapacidad intelectual va a crear gran cantidad y
diversas necesidades a los padres que pueden originarles problemas de salud mental y sobre
todo a las madres. El estudio era de una muestra de 315 padres australianos de niños
discapacitados intelectuales entre 3 y 15 años de edad. En los resultados señalan que se
apreció significativamente más síntomas de depresión y estrés que en los datos que se
obtenían de los padres de la población general australiana. Las situaciones que podían influir
con más facilidad en los padres para poder desarrollar una alteración de la salud mental eran
los problemas de comportamiento infantil, las situaciones de estrés derivadas de las
necesidades de los padres, de las necesidades de cuidado infantil y de su formación. Sin
embargo, los factores socio-económicos no predijeron la posibilidad de alteración de la
salud mental.
Miodrag, Burke, Tanner-Smith y Hodapp (2015) describen en un estudio –basado en
la revisión literaria de 19 estudios– cuyo objetivo era realizar una comparación de los padres
de niños de la misma edad sin discapacidades intelectuales con los padres de niños con
discapacidades intelectuales y con condiciones crónicas de salud. Estos últimos padres
mostraban mayores niveles de estrés y depresión aunque no obtuvieron diferencias
estadísticas significativas. Estos autores resaltan que los profesionales deben de ser
conscientes de la necesidad de apoyo y de tratamiento en este grupo de padres que se
encuentran en situación de riesgo y necesidad de prevención de su salud.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
131
En el Reino Unido, los investigadores Taggart, Truesdale-M Kennedy, Ryan
& McConkey (2012) realizaron un estudio de 112 padres, utilizando un cuestionario
estructurado y recogiendo información para saber las necesidades de salud y cuáles serían
las planificaciones o preferencias futuras para sus hijos con DI. Se señaló que casi la mitad
de los cuidadores eran en solitario y eran mujeres. Las preferencias del padre o de la madre
era que la persona con discapacidad intelectual permaneciera en el hogar familiar, ya sea con
la familia y/o personal pagado para apoyarlos. Y en menor medida, eran de la opinión que
fuesen a una institución residencial con otras personas con discapacidad intelectual.
En cuanto a la planificación futura de los padres se observó una respuesta de
evitación, falta de orientación y además señalaron la falta de provisión de viviendas
adecuadas. Se observó en todos los padres, cuando se les preguntó por el futuro de sus hijos,
que se les produjo una gran afectación y alteración emocional. Estas indicaciones de los
autores vuelven a ratificarnos, una vez más, la exigencia y urgencia de los gobiernos de las
naciones para que se impliquen en los apoyos y necesidades de este grupo de personas y que
planifiquen su futuro (Taggart et al., 2012).
En cuanto al final de vida de los DI, en Holanda, se realizó un estudio por Bekkema,
de Veer, Un Wagemans, Hertogh y Francke (2015) con un cuestionario en base a un análisis
de la literatura y de los resultados de las entrevistas de grupo con profesionales, familiares y
personas con DI. El cuestionario además se centraba sobre qué pensaban sobre el DI acerca
de un ambiente apropiado para su cuidado y atención de final de vida. La muestra era de 294
miembros del personal de cuidado, de enfermeras y trabajadores sociales representativos a
nivel nacional; 273 médicos de la lista de miembros de la asociación profesional holandesa
de médicos especializados en discapacitados intelectuales y 1.000 internistas de una muestra
nacionalmente representativa de un registro nacional de internistas. Entre los resultados cabe
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
132
destacar que el 46% de los profesionales pensaban que deberían de hacerse todos los
esfuerzos posibles para asegurar que una persona con DI recibiese un cuidado del final de la
vida en su propio ambiente. A estos autores les llamó la atención que, a pesar de pensar que
el DI era quien debía decidir el ambiente para desarrollar su vida, solo un 8% del personal
de atención y médicos que tratan a DI habían mencionado explícitamente que los deseos del
DI se tuvieran en cuenta en la toma de las decisiones reales.
Smith et al. (2010) ratifican y nos indican que son los organismos responsables
estatales quienes deben de conocer las necesidades de este grupo de población con
discapacidad intelectual, así como tener mejores conocimientos de las necesidades de los
profesionales de la odontología.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
133
V. ANTECEDENTES Y ESTADO ACTUAL DEL TEMA
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
134
La Tesis Doctoral se centra en el estudio de la ansiedad dental de los pacientes
odontológicos con discapacidad intelectual cuando acuden a la clínica dental y se les
realizan tratamientos variados con las diversas y avanzadas técnicas odontológicas.
Diferenciar los términos ansiedad, miedo, angustia o sufrimiento a veces resulta
difícil (Llorca, 2010). Actualmente ansiedad y angustia se usan de forma indistinta, pero se
diferencian del concepto de miedo, en que este término se usa cuando se trata de una
respuesta normal y socialmente aceptada ante un peligro ambiental identificable.
La ansiedad y el miedo son dos emociones distintas: el miedo es un temor o recelo a
un objeto o situación concreta, mientras que en el caso de la ansiedad este temor es más
difuso, muchas veces están relacionadas, y comparten gran parte de la sintomatología que
provocan, siendo a veces difíciles de diferenciar. Se podría considerar la ansiedad como un
desbordamiento del miedo. A veces se puede vencer el miedo, pero no necesariamente la
ansiedad (Luengo, 2011).
Actualmente, la medicina por su desarrollo científico técnico no se limita a las
acciones tradicionales de diagnóstico y tratamiento para la curación de las enfermedades y
problemas de salud, sino que con su estrecha relación con la familia desarrollará a plenitud
acciones educativas de promoción de salud, preventivas y de rehabilitación (Soto, 2007;
Martin & Pear, 2007) .
La Organización Mundial de la Salud [OMS], (2001), en su clasificación
Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud (CIF), define
“discapacidad” como un término genérico que engloba deficiencias de las funciones y/o
estructuras corporales, limitaciones en la actividad y restricciones en la participación. La
discapacidad denota los aspectos negativos de la interacción entre el individuo (con una
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
135
condición de salud) y sus factores contextuales individuales (factores ambientales y
personales). Esta relación de individuo y sociedad, según American Academy of Pediatric
Dentistry Council on Clinical Affairs (2004) nos lleva a considerar un nuevo concepto
denominado, “necesidades especiales de atención en salud”. Se refiere a cualquier condición
física, mental, conductual, sensorial, cognoscitiva, limitación o impedimento emocional que
requiere la atención del médico, intervención de la atención en salud, y/o uso de programas
o servicios especializados.
Las enfermedades con discapacidades (físicas, mentales y sensoriales) tienden a
aumentar las afecciones buco-dentales (Fernández y Calleja-Pérez, 2002; Gestal, 1988;
Ojembarrena, Fernández de Pinedo , Gorostiza , Lafuente & Lizarraga, 2002).
En la literatura, a nivel mundial no encontramos estudios completos que nos
manifiesten sobre el estado de salud y bienestar que tienen las personas con discapacidad
intelectual.
Rauch (2005) define a la discapacidad intelectual como una entidad que se
caracteriza por un funcionamiento intelectual general por debajo del promedio, acompañado
por un deterioro de la capacidad de la persona para adquirir las habilidades necesarias para
la vida diaria, en edad de aparición antes de los 18 años.
En los individuos que reciben cuidados especiales de atención se encuentran aquellos
con discapacidad intelectual, los que son diagnosticados de acuerdo a la ausencia de dos o
más de las siguientes áreas de habilidad de adaptación: comunicación; capacidad de auto-
ayuda; habilidades sociales e interpersonales; estilo de vida; salud y seguridad en funciones
académicas, ocio, trabajo; uso del recurso de la comunidad (Charles, 2010).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
136
Según la OMS (2001) la discapacidad intelectual se encuentra en todas las razas y en
todas las culturas, y se estima que se presenta en un 3 % de la población mundial y en el 10
% de la población infantil con algún tipo de discapacidad.
El estomatólogo u odontólogo deben de ser capaces de adaptar las diferentes técnicas
avanzadas odontológicas existentes y adoptar las acciones modificadas que sean necesarias
para solucionar y facilitar las necesidades que se crean en las discapacidades, deficiencias y
minusvalías.
En cuanto, a la salud buco-dental de las personas con discapacidad intelectual,
existen estudios que nos indican que debido a la mala higiene dental, dietas blandas, las
dificultades que presentan para recibir tratamientos o la insuficiente formación de los
estomatólogos/odontólogos, así como el ambiente familiar, nos conducen a patologías buco-
dentarias.
La mayoría de los estudios y estadísticas de la discapacidad intelectual son referidos
a niños con discapacidad intelectual asociada a otros síndromes, como el síndrome de Down,
autismo, etc.
El paciente odontológico con discapacidad intelectual, en cualquier momento, puede
pedir cita para ser asistido en la clínica dental. El estomatólogo/odontólogo como
profesional de la salud buco-dental debe tener suficiente formación e información
actualizada de estos pacientes para solucionar correctamente las necesidades buco-dentales;
así como el equipo profesional entre otros, ayudante, higienista dental, auxiliares.
En la actualidad, en algunos países de América Latina no existen programas
específicos para preparar a los estudiantes de odontología en ciencias básicas y clínicas para
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
137
atender a personas con necesidades especiales (Komabayashi, Rodiguez, Sato & Bird, 2008;
Waldman, Castillo , Larrabure & Perlman, 2011).
Por lo tanto, para nosotros deberían de existir y realizarse más estudios, análisis y
documentación sobre la ansiedad en los pacientes odontológicos con discapacidad
intelectual; pero desde nuestro punto de vista, por el contrario, se sigue en el siglo XXI sin
prestarle suficiente atención a este tema.
Por todos es conocido que los cuidados diarios dentales y las visitas periódicas al
estomatólogo/odontólogo contribuyqen a preservar los dientes y nuestra boca sana. Pero
cuando los pacientes odontológicos presentan alguna discapacidad intelectual, por nuestra
experiencia clínica, observamos que existe una mala salud buco-dentaria. Sabemos que las
patologías buco-dentarias repercuten en el estado de salud general de las personas. Y en el
caso de las personas con discapacidad intelectual pueden producirse por múltiples causas.
Si consideramos la edad de las personas, la prevalencia de las patologías buco-
dentarias en los niños con discapacidad intelectual suele ser igual que otros niños de la
población general; pero en la adolescencia el riesgo es mayor en los discapacitados
intelectuales. Y estas patologías buco-dentarias en los discapacitados intelectuales
aumentaran con la edad.
Pueden existir otras dificultades al asistir a una clínica dental, como pueden ser tener
miedo, no cooperar en la primera visita con el dentista, dificultades en la comunicación entre
el dentista y estos pacientes odontológicos con discapacidad intelectual.
Los tratamientos dentarios en ocasiones pueden ser complejos y el paciente
discapacitado intelectual puede verlos como una intrusión, con el riesgo de vivir una
ansiedad, y desencadenar comportamientos imprevisibles. De tal forma, hay autores que
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
138
consideran que ciertos tratamientos dentarios, como en el caso de exodoncias dentarias
múltiples se precise la sedación o anestesia general (Martín Sanjuán et al., 2010).
Además, este autor nos manifiesta que la utilización de la anestesia general en los
pacientes odontológicos con discapacidad intelectual, el tratamiento bucodental es más
efectivo y seguro, porque se realiza en una única sesión y las escasas complicaciones que
puede tener el estomatólogo/odontólogo en la técnica odontológica que realice; se refiere
este anestesista a las posibilidad de moverse el paciente odontológico con discapacidad
intelectual o a su comportamiento.
Nosotros, en nuestro estudio y experiencia clínica, demostraremos que no estamos
totalmente de acuerdo.
Pero sí estamos completamente de acuerdo, que será muy importante la formación
educativa apropiada del estomatólogo/odontólogo para desarrollar, promover y mantener un
buen estado de salud bucodental de estos pacientes con discapacidad intelectual, como a los
pacientes odontológicos de la población general.
En la literatura hay estudios que demuestran que, en las familias, por
desconocimiento o temor a causar daño y producir reacciones emocionales al discapacitado
intelectual no suelen acudir al estomatólogo/odontólogo. Además, si añadimos la falta de la
formación del profesional, serán determinantes para llevar a estos pacientes a tratamientos
más agresivos, como son las exodoncias múltiples, e incluso el rechazo de volver asistir a la
clínica dental, aumentando el deterioro de su sistema estomatognático (Benavente, 2007;
Tan y Rodriguez, 2001).
A nivel internacional, para los profesionales de la salud bucodental, este
tema ha adquirido un mayor interés. Pero dependerá de la prioridad de cada país
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
139
para incorporar un programa de salud bucodental del discapacitado intelectual, en su
sistema sanitario nacional (Arias, Muñoz, Rodríguez & García , 2005).
La enfermedad más predominante en la patología bucodental es la caries dental,
seguido de la enfermedad periodontal. Es evidente que especialmente se van a producir
en los pacientes con discapacidad intelectual (Cabada et al., 2012). Hay estudios que nos
indican que la mayor pérdida de dientes son debidos a la caries dental (Dávila, Gil, Daza,
Bullones & Ugel, 2003; Hu, Kao & Liao, 2003).
Según, World Health Organization [WHO], 2003, la caries dental, en nuestro siglo, es
un importante problema de salud oral en la mayoría de los países en desarrollo, que afecta a
los niños en edad escolar y a la gran mayoría de adultos. Además, es también la enfermedad
bucodental más frecuente en varios países asiáticos y latinoamericanos.
Según Waldman, Salinas y Perlman (2013) en un artículo para el Dental Tribune en la
sección News Latin America, nos manifestan que las personas con discapacidad intelectual
tienen una salud oral más precaria que la población general. En Estados Unidos, el servicio
dental es el servicio de salud más frecuentemente utilizado por los niños con necesidades
especiales de salud.
Sabemos que hay iniciativas de salud a nivel internacional dirigidas a los discapacitados
en general, y se está creando más conciencia en la salud bucodental de los discapacitados
intelectuales, se trata de las Olimpiadas Especiales.
Es una organización internacional que ofrece entrenamiento deportivo todo el año y
competencias atléticas en deportes de tipo olímpico para niños y adultos con discapacidad
intelectual.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
140
El conocimiento de las necesidades especiales de atención médica de las personas
con discapacidad intelectual, contribuyó a que la misión de Olimpiadas Especiales se
ampliase en 1994 para incluir el programa Sonrisas Especiales y mejorar el acceso a la
atención dental y la promoción de la conciencia pública y profesional de los problemas de
salud oral que se enfrentan las personas con discapacidad intelectual.
El programa Sonrisas Especiales se ha convertido en la mayor iniciativa mundial en
hacer frente a los problemas de salud bucal de los discapacitados intelectuales.
En el 2010, había más de 215 eventos de Sonrisas Especiales en las Olimpiadas
Especiales en más de 80 países. (Waldman et. Al., 2013).
Aunque deberemos de tener en cuenta que los estudios, la prevención, los
tratamientos de la salud bucodental que puedan surgir de los discapacitados intelectuales
atletas de un país determinado no es representativo de todos los discapacitados
intelectuales de ese mismo país; ya que la participación activa de los padres,
cuidadores, tutores pueden dar más acceso a servicios dentales a dichos discapacitados
intelectuales (Waldam et al., 2013).
Consideramos que la Odontología debe de relacionarse con otras ciencias como es la
Psicología, para conseguir un diagnostico prematuro y la prevención, como hemos
nombrado anteriormente, son los medios de que se disponen para combatir la caries
dental (enfermedad bucodental), y con más razón con los pacientes odontológicos con
discapacidad intelectual. El objetivo primordial en estos pacientes será el modificar el estado
de salud bucodental.
En un estudio realizado por Paneque, R. M., Quesada, Gil, Paneque, J. R., y Paneque,
M. L. (2015) en 240 pacientes se realizó psicoterapia conductal, además de las acciones
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
141
nombradas anteriormente (promoción y prevención). Consiguieron que 20 pacientes
odontológicos con discapacidad intelectual no convencionales se convirtieron en pacientes
convencionales. Además, 10 pacientes odontológicos discapacitados intelectuales leves se
rehabilitaron con prótesis dentaria.
Denominaremos pacientes convencionales, los que aceptan el tratamiento en el
sillón, y no convencionales, los que no aceptan el tratamiento estomatológico.
La aplicación de la técnica de psicoterapia conductual, utilizando el mecanismo de
moldeamiento, que consiste en reforzar consistentemente conductas semejantes a la
conducta que se pretende que la persona adquiera y eliminar mediante extinción aquellas
que se alejan de la conducta deseada, puede ser muy eficaz (Casillas, 2004).
Hay estudios (Cabada et al., 2012; Moncunill, Hilsas, Calamari, Cornejo y Molina,
2007) en pacientes odontológicos con Síndrome Down que nos manifiestan que se han
realizado estrategias en las familias y tutores con juegos colectivos didácticos para mejorar y
promocionar la salud bucodental. Los resultados fueron positivos, se consiguieron cambios
de conducta, y en los posteriores exámenes odontológicos se observó una disminución en el
Índice de Higiene Oral (IHO) y aumentó del número de obturaciones, lo que nos
evidenciaría la toma de conciencia y movilización de las familias con respecto a la
necesidad de consulta e intervención de los profesionales de la Odontología. También se
observó que mejoraron los hábitos de higiene oral, aumento el uso del cepillo y una mejora
en la calidad del cepillado.
El objetivo de nuestro estudio será analizar si el comportamiento global y el grado
de ansiedad de los pacientes discapacitados intelectuales que acuden a una consulta
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
142
odontológica y se les realiza un tratamiento odontológico es similar o diferente al de los
pacientes odontológicos de la población general. Y nuestros resultados y consideraciones
confirmarán la no necesidad de utilizar la anestesia general y la sedación de forma tan
abusiva en Odontología.
En definitiva, sólo es posible lograr una adecuada atención de esta población con
discapacidad intelectual, si los gobiernos, los profesionales de odontología y el público en
general se convencen de la necesidad de estos programas.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
143
VI. ESTUDIO EMPÍRICO
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
144
VI.1. Introducción
En este capítulo se ofrecen los resultados del estudio empírico. Se describen los
objetivos y las hipótesis formuladas, el método empleado y los resultados obtenidos,
utilizando diferentes acercamientos metodológicos.
La temática de la Tesis Doctoral, consistirá en un estudio de investigación basado en
un análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en los pacientes odontológicos
con discapacidad intelectual en comparación a los pacientes odontológicos de la población
general.
El objetivo principal es analizar si los niveles de Ansiedad Dental de los pacientes
odontológicos con discapacidad intelectual son estadísticamente diferentes a los niveles que
presenta la población general. A continuación se tratará de exponer el planteamiento previo,
así como el desarrollo de la investigación llevada a cabo y sus resultados.
VI.2. Objetivos generales e hipótesis
VI.2.1. Objetivos
A partir del análisis de los antecedentes y el estado actual del tema, los objetivos que
proponemos para este trabajo son los siguientes:
1. Describir/analizar los niveles de ansiedad medidios con los instrumentos: Escala de
Ansiedad Estado-Rasgo STAI (State-Trait Anxiety Inventory Spielberger), Escala de
Ansiedad dental modificada de Corah (MDAS), Escala de miedos dentales de
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
145
Kleinknecht (DFS) y la Escala de Ansiedad BAI, tanto en pacientes odontológicos de la
población general como los pacientes odontológicos con discapacidad intelectual.
2. Analizar las relaciones existentes entre las variables de ansiedad y el resto de variables
del estudio (con/sin DI, sexo y edad).
3. Establecer el perfil de ansiedad (general y dental) que poseen los pacientes
odontológicos que forman parte de la muestra, tanto de la población general como los
pacientes odontológicos con discapacidad intelectual, estableciendo las posibles
diferencias entre dichos perfiles.
4. Analizar si existen diferencias en las puntuaciones de ansiedad en función de las
variables edad y sexo.
5. Conocer en los dos grupos de estudio, cuáles son los factores inherentes a la situación
dental que causan mayores niveles de ansiedad dental.
6. Determinar la predisposición del paciente odontológico con discapacidad intelectual y el
paciente de la población general para recibir un nuevo tratamiento dental.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
146
VI.2.2. Hipótesis
De los objetivos propuestos anteriormente, pueden derivar múltiples hipótesis, de
entre las cuales se han seleccionado como de mayor importancia las siguientes:
1ª Hipótesis.
Aparecen relaciones entre los factores pertenecientes a las variables de ansiedad,
sexo, edad y grupo en un grupo de pacientes odontológicos formado por pacientes con y sin
discapacidad intelectual.
2ª Hipótesis.
El perfil de ansiedad dental de los pacientes odontológicos con discapacidad
intelectual no es estadísticamente diferente al perfil que presentan los pacientes
odontológicos de la muestra sin discapacidad intelectual.
3ª Hipótesis.
Existen diferencias en las puntuaciones en las medidas de ansiedad que poseen los
pacientes odontológicos que forman parte de la muestra en función del sexo.
4ª Hipótesis.
Existen diferencias en las puntuaciones en las medidas de ansiedad que poseen los
pacientes odontológicos que forman parte de la muestra en función de la edad.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
147
VI.3. Método
VI.3.1. Participantes
En nuestro estudio de investigación del estado de ansiedad dental en el discapacitado
intelectual en comparación a los pacientes odontológicos de la población general. Todos los
pacientes acuden y serán tratados en la Clínica dental del médico especialista en
estomatología, Emilio Canet Ramia, centro registrado en la Agència Valenciana de Salut Nº
4419. Todas las personas participantes en nuestro estudio fueron 100, se especificaron si
eran del sexo varón o mujer, edad y fecha de nacimiento, de edades comprendidas entre
veinte y cincuenta años.
Para conseguir los objetivos que hemos indicado se realizaron dos grupos de estudio que
describimos, teniendo en consideración para la selección de la muestra los criterios de
inclusión y de exclusión, tanto para los pacientes odontológicos de la población general
como los pacientes odontológicos con discapacidad intelectual.
VI.3.1.1. Grupo de estudio 1: Pacientes Odontológicos con Discapacidad Intelectual
VI.3.1.1.1. Criterios de Inclusión
-Pacientes Discapacitados Intelectuales tutelados y residentes en el Centro
ASMISAF o residentes en domicilio familiar, que necesitan revisión bucal, por primera vez
o es una sucesiva, por un médico estomatólogo u odontólogo (realizado por Emilio Canet
Ramia médico estomatólogo).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
148
-Pacientes Discapacitados intelectuales que en su plan de tratamiento necesiten
como mínimo dos visitas, para una higiene dental o un tratamiento restaurador en la arcada
dental superior o inferior (realizado por médico estomatólogo Emilio Canet Ramia.).
VI.3.1.1.2. Criterios de Exclusión
-Pacientes discapacitados intelectuales que no pertenezcan al Centro ASMISAF
(Asociación pro-minusválidos psíquicos de La Safor) ni residentes en el centro o domicilio
familiar.
-Pacientes Discapacitados intelectuales que no necesiten tratamiento dental
(Higiene dental y restauración dentaria).
-Pacientes Discapacitados intelectuales que no requieran anestesia local.
-Pacientes Discapacitados sólo físicos, con o sin pérdida de audición o de visión.
-Pacientes con Síndrome de Down, Autismo, Demencia, Esquizofrenia, Depresión
(trastornos genéticos o psicológicos).
-Pacientes con discapacidad intelectual que hayan sido ingresados en un hospital por
alguna patología o intervención quirúrgica.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
149
VI.3.1.2. Grupo de estudio 2: Pacientes Odontológicos de la población general sin
Discapacidad Intelectual
La muestra consistió 50 pacientes odontológicos de la población general, tanto
varones como mujeres, de edades comprendidas entre 20 hasta 50 años, que coincidan con
los rangos de edad y sexo con los pacientes odontológicos con discapacidad intelectual.
VI.3.1.2.1. Criterios de Inclusión
-Pacientes odontológicos de la población general que necesitan revisión bucal, por
primera vez o en sucesivas por un médico estomatólogo u odontólogo. La revisión
bucodental será realizada por primera vez por el operador del estudio.
-Pacientes odontológicos que en su plan de tratamiento necesitan como mínimo dos
visitas, una para una higiene dental y otra para tratamiento restaurador dental. Siempre
realizado por el mismo operador del estudio.
VI.3.1.2.2. Criterios de Exclusión
-Pacientes odontológicos de la población general con patología o cirugía bucodental.
-Pacientes odontológicos que no requieran anestesia local.
-Pacientes odontológicos que presenten enfermedad asociada: diabetes,
hipertiroidismo o hipotiroidismo, cáncer, enfermedades cardiovasculares…
-Pacientes odontológicos que hayan sido ingresados en un hospital por alguna
patología o intervención quirúrgica.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
150
-Pacientes odontológicos que hayan sido tratados con quimioterapia, o radioterapia a
nivel cervico-facial.
ASPECTOS ÉTICOS
En nuestro estudio de investigación se han respetado los principios fundamentales de
la Declaración de Helsinki en el Convenio del Consejo de Europa respecto a los derechos
humanos. Así como cumplir con la legislación española en el ámbito de la investigación
biomédica, bioética, y la protección de datos de los pacientes.
El Comité Ético de la Universidad de Alicante aprobó el proyecto de Investigación y
el protocolo del estudio con el código UA-2016-04-22.
VI.3.2. Medidas
Para la recogida de datos se utilizaron distintos instrumentos, teniendo en cuenta los
objetivos, propósitos e hipótesis de la investigación. De entre todos los instrumentos
posibles para cada una de las variables se realizó una selección minuciosa, atendiendo a
criterios de fiabilidad, validez, tiempo de cumplimentación complejidad y valoración para
los objetivos propuestos.
Actualmente, los instrumentos que más se usan para evaluar el nivel de ansiedad en
los tratamientos odontológicos son las escalas creadas para evaluar tanto a los
desencadenantes de la ansiedad, como los niveles de severidad de dicha ansiedad.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
151
Según, Woodmansey (2005) describe siete instrumentos diversos para poder
determinar el grado de ansiedad dental en los adultos. Que serán:
-Escala de Ansiedad Dental de Corha (DAS)
-Escala de Ansiedad Dental Modificada de Humphries (MDAS)
-Kleinknecht´s Dental Fear Survey (FDS)
-Dental Anxiety Question,
-Gatchel´s 10-Point Fear Scale.
-Photo Anxiety Questionnaire.
-Dental Anxiety Inventory (SDAI).
Las escalas que se utilizan con una mayor frecuencia son la MDAS, DFS.
En nuestro, proyecto de investigación utilizaremos estas dos escalas para los
pacientes odontológicos de la población general y para los pacientes odontológicos con
discapacidad intelectual, pero además añadiremos las escalas de Estado-Rasgo de STAI y la
Escala BAI.
En primer lugar realizaremos una descripción de cada una de las escalas, así como
conocer las investigaciones más destacadas que se han podido realizar por diferentes
autores, además de valorar sus consideraciones, resultados y las propiedades psicométricas
de dichas escalas.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
152
VI. 3.2.1. Escala Ansiedad Estado-Rasgo (STAI)
Existen numerosos cuestionarios para medir la ansiedad (Inventario de Ansiedad de
Beck, Inventario de Situación y Respuestas Ansiosas… Entre estas escalas está la de State-
Trait Anxiety Inventory (STAI), desarrollado por Spielberger, Gorsuch y Lushene (1970).
La escala de STAI es uno de los instrumentos más utilizados para medir el estado de
ansiedad y es el séptimo en España (Muñiz & Fernández-Hermida, 2010).
El STAI fue adaptado al español por los estudios realizados por Bermúdez (1978a;
1978b) y a nivel de difusión se realizó por la sección de estudios de TEA Ediciones
(Spielberger et al., 1982).
El STAI permite la autoevaluación de la ansiedad como estado transitorio (ansiedad
estado) y como rasgo latente de la personalidad (ansiedad rasgo).
Una descripción que podríamos hacer más amplia, sería:
a) la podremos realizar en la adolescencia (desde los trece años) y en el adulto;
b) esta escala se desarrolla en dos partes, con veinte preguntas y respuestas en
ansiedad estado y con veinte preguntas y respuestas en ansiedad rasgo; una parte de los
mismos redactada de forma positiva y otra de forma negativa.
Por lo tanto, la escala de STAI consta en total de cuarenta ítems (Spielberger et al.,
1970).
La ansiedad estado valoraría el estado emocional transitorio como respuesta a una
situación específica, caracterizado por sentimientos subjetivos, conscientemente percibidos
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
153
con una hiperactividad del sistema nervioso autónomo, serían aquellos ítems que apuntan a
“cómo te sientes ahora mismo”.
La ansiedad rasgo, como un aspecto de la personalidad del sujeto que tiene una
predisposición a la ansiedad general, nos indicaría una inclinación ansiosa estable con
tendencia a percibir las situaciones como amenazadoras, estos ítems están orientados a
“como te sientes en general”.
La escala de respuesta, en ambas, es de tipo Likert, cada item tiene cuatro posibles
respuestas de 0 a 3 siendo 0 “casi nunca”, 1 “ a veces” , 2 “ a menudo” y 3 “ casi siempre”.
Los totales se obtienen sumando los valores de los ítems (tras las inversiones de las
puntuaciones en los ítems negativos). Por ello, los totales de ansiedad rasgo y de ansiedad
estado abarcan desde 0 hasta 60, correspondiéndose una mayor puntuación con una mayor
ansiedad detectada. No cuenta con un criterio clínico en su versión española, aunque sí lo
tiene en la versión original, así como en muchas adaptaciones.
Los 20 ítems de la escala de ansiedad rasgo no miden la ansiedad en el mismo
sentido o dirección de respuesta. Los ítems que miden la característica de la ansiedad rasgo
en la misma dirección son 13 y lo hacen de forma que a mayor puntuación mayor es la
ansiedad, mientras que 7 de ellos lo hacen en dirección inversa y son los ítems 1, 6, 7, 10,
13,16 y19, y la respuesta 3 o “casi siempre” indica poca ansiedad y la respuesta 0 indica
mucha ansiedad.
Los valores de fiabilidad de la escala para la muestra del estudio fue de α = .263
para la escala STAIC (Estado) y de α = .858 para la escala STAIR (Rasgo).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
154
VI.3.2.2. Inventario de Ansiedad de Beck (BAI)
El inventario de Ansiedad de Beck fue realizado específicamente para valorar la
severidad de los síntomas de ansiedad; está basado en los cuestionarios: Situacional Anxiety
Checklist (SAC), The Physician’s Desk Reference Checklist (PDR) y The Anxiety
Checklist (ACL).
El Inventario de Ansiedad de Beck es conocido a nivel internacional con el nombre
original en inglés Beck anxiety Inventory (BAI) (Beck, Epstein, Brown & Steer, 1988).
Hace ya 29 años de su publicación, y se ha convertido como el cuestionario auto-
aplicado más utilizado a nivel internacional, para evaluar la gravedad de la ansiedad.
Tiene una gran aceptación para medir la ansiedad de los adultos y de los
adolescentes.
Es considerado como el instrumento de la evaluación más utilizado y que ocupa la
primera posición en la investigación psicológica (Piotrowsky y Gallant, 2009) y está por
encima del Cuestionario de Ansiedad Estado-Rasgo (STAI) que ocupaba dicha posición.
Aunque, en España sigue dándose como prioridad la utilización de STAI, pero una
búsqueda realizada en PsycINFO en el 2013, se localizaron 172 estudios españoles que
habían utilizado el BAI, pero superados por el STAI. Puede ser debido a que hasta el 2011
no se había publicado la primera adaptación española del Inventario de Ansiedad de Beck
(Beck & Steer, 2011).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
155
La adaptación española de la Escala BAI que se realizo en 2011, y la confirmación de
buenos índices de validez y fiabilidad psicométricas en muestras clínicas y no clínicas puede
conducirnos a la identificación de personas con ansiedad (Beck y Steer, 2011 citado en
Sanz, 2014).
Las diferencias entre el STAI-RASGO y BAI, consistirá en que el STAI-Rasgo fue
desarrollado para evaluar un rasgo normal de la personalidad (Spielberger, Gorsuch y
Lushene, 1982 citado en Sanz, 2014); mientras el BAI fue desarrollado para medir los
síntomas de la ansiedad que apenas son compartidos por la depresión, es decir, se realizó
pensando en evaluar conductas (cognitivas, emocionales, motoras o fisiológicas) patológicas
de la ansiedad (ansiedad clínica) (Beck y Steer, 2011, citado en Sanz, 2014).
También se diferencian en las respuestas de sus ítems, ya que el STAI-Rasgo
pregunta sobre la frecuencia de ciertas conductas en la mayoría de las ocasiones (casi
nunca, a veces, a menudo o casi siempre); mientras que en el BAI los ítems es sobre el
grado de molestia (nada, leve, moderado o grave) que le han ocasionado al organismo
humano ciertas conductas anormales durante la última semana.
En la medida en que ansiedad estado (STAI-Estado), conceptualiza como un estado o
condición emocional transitoria del individuo, que se caracteriza por sentimientos
subjetivos, conscientemente percibidos, de tensión y aprensión, así como por una
hiperactividad del sistema nervioso autónomo, según Spielberger et al. (1982 citado en Sanz,
2014) puede alcanzar niveles de intensidad, frecuencia y disfuncionalidad anormales o
patológicos (ansiedad clínica). Mientras que STAI-Rasgo podría detectar personas que
presentan de forma estable tales niveles; es como se ha utilizado en la psicología clínica.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
156
Es muy importante considerar el contenido de los ítems, ya que en el STAI-Rasgo
parte de sus ítems (65%) miden también síntomas del estado de depresión a diferencia de los
ítems del BAI. Por lo tanto, las puntuaciones estarían influenciadas por los síntomas
depresivos a diferencia de las puntuaciones del BAI en el que hay ausencia de contenido
depresivo, y este fue el objetivo de su creación (Beck et al., 1988 citado en Sanz, 2014).
En la literatura observamos que está demostrado por algunos autores, que el STAI-
Rasgo mide tanto la ansiedad como la depresión (Bados, Gómez-Benito & Balaguer, 2010;
Caci et al., 2003 citado en Sanz, 2014).
El Inventario de BAI es un cuestionario de opción múltiple de 21 ítems que mide la
gravedad de la ansiedad actual en adultos y adolescentes. Describe los síntomas
emocionales, fisiológicos y cognitivos de la ansiedad, siendo una prueba muy adecuada para
discriminar la ansiedad de la depresión (como hemos indicado anteriormente).
Cada ítem de la escala de BAI es una descripción simple de un síntoma de ansiedad en
cada uno de sus cuatro aspectos relevantes:
1. Subjetivo (por ejemplo, “no puedo relajarme”).
2. Neurofisiológico (por ejemplo, “entumecimiento u hormigueo”).
3. Autónomo (por ejemplo, “sensación de calor”).
4. Pánico (por ejemplo, “miedo a perder el control”).
El BAI sólo requiere un nivel básico de lectura, se puede utilizar con personas que
tienen discapacidad intelectual, y puede completarse en 5-10 minutos utilizando un
formulario de papel y un lápiz (Beck & Steer, 2011).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
157
Debido a la relativa simplicidad del inventario, también se puede administrar por vía
oral para personas con discapacidad visual.
Los síntomas hacen referencia a la última semana y al momento actual.
Cada ítem se puntúa de 0 a 3, correspondiendo la puntuación 0 a “nada en absoluto”;
1. a levemente, “no me molesta mucho”,
2. a moderadamente, “fue muy desagradable, pero, podía soportarlo”
3. a severamente, “casi no podía soportarlo”.
La puntuación total es la suma de las de todos los ítems (si en alguna ocasión se
eligen 2 respuestas se considerará solo la de mayor puntuación) que puede ir de 0 a 63
puntos.
Una puntuación total entre 0 y 7 se interpreta como un nivel mínimo de ansiedad, de
8 a 15 como leve, de 16 a 25 como moderado y de 26 a 63 como grave (Beck & Steer,
1993).
Además, el profesional debe de estudiar clínicamente cada elemento específico para
determinar si los síntomas aparecen mayoritariamente en el ámbito
subjetivo, neurofisiológico, autónomo o relacionado con el pánico, con el objetivo de
determinar las causas subyacentes de la ansiedad y establecer así unas pautas de tratamiento
adecuadas.
Los estudios realizados por Sanz (2014) en la literatura de la ansiedad, nos
demuestran que el BAI evalúa peor los trastornos de ansiedad generalizada, pero evalúa
mejor los síntomas de la crisis de angustia (o ataques de pánico), que pueden aparecer en los
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
158
trastornos de ansiedad. Además, que discrimina entre ansiedad y depresión. Se considera que
la adaptación española del BAI muestra buenos índices psicométricos como instrumento de
medida de la presencia y gravedad de la ansiedad, los cuales son similares a los que presenta
la versión original o las adaptaciones de otros países, índices que permiten proponer pautas,
baremos y puntuaciones de corte útiles para la evaluación de la gravedad de la ansiedad, la
valoración de la significación clínica de los cambios terapéuticos, el cribado de personas con
ansiedad clínica y la ayuda en el diagnóstico diferencial de los trastornos de ansiedad.
Según nuestro estudio de la literatura, sobre este inventario de BAI, podemos
manifestar que puede utilizarse para evaluar y establecer una línea base de ansiedad, como
una ayuda para el diagnóstico clínico, para detectar la eficacia del tratamiento a medida que
avanza, y como medida de resultado post-tratamiento. Además como hemos indicado con
anterioridad, su rápida y fácil administración, la discriminación entre los síntomas de la
ansiedad y la depresión, la posibilidad de poderlo aplicar repetidamente durante el proceso
terapéutico para valorar los progresos del paciente y evaluar los resultados de la terapia, la
capacidad para poner de relieve la conexión entre la mente y el cuerpo en aquellas personas
que buscan ayuda para reducir su ansiedad, y una probada validez en diferentes idiomas,
culturas y grupos de edad (Beck & Steer, 1993).
En definitiva, en cuanto al paciente, esta escala nos manifiesta si sigue igual o ha
empeorado de su estado de ansiedad, e incluso si ya se ha recuperado, es decir, si se ha
producido una disminución o un aumento clínicamente significativo en su sintomatología
ansiosa.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
159
Deberemos de destacar las consideraciones de la Evaluación del Inventario de BAI
realizado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos de España, que
indican una serie de factores positivos:
1. Se puede aplicar a una variedad de diferentes grupos de pacientes y a la población
normal, adultos y adolescentes (13 años o más).
2. Los materiales son adecuados, claros y sencillos de utilizar.
3. Los ítems representan bien el dominio de los trastornos de ansiedad.
4. En el Manual BAI se aportan datos convincentes sobre su fiabilidad de
consistencia interna y su validez de constructo. Se aportan resultados sobre la amplitud de
las puntuaciones y su validez discriminante. También se ofrecen resultados adecuados en
cuanto a la validez diagnóstica del test.
5. La adaptación se ha realizado con mucho cuidado. Se han conseguido varias
muestras, clínicas y no clínicas, con un tamaño conjunto de 1467 evaluados.
Los valores de fiabilidad de la escala para la muestra del estudio fue de α = .901.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
160
VI.3.2.3. Escala MDAS
Norman Corah (1934-2001), es un psicólogo estadounidense que fue pionero en el
estudio, valoración y tratamiento de la ansiedad que los pacientes experimentan antes de
someterse a tratamientos odontológicos. En 1969 elaboró un pequeño cuestionario (DAS)
para detectar y establecer una gradación de dicha ansiedad. Posteriormente el cuestionario se
amplió y modificó (Humphris et al., 1995).
La escala de ansiedad dental de Corah Modificada por Humphris et col., es un
instrumento de medida para adultos, frecuentemente utilizada en la ansiedad dental, se
denomina Escala de Ansiedad Dental Modificada (MDAS).
El MDAS difiere de la versión original del DAS, porque se ha incluido un ítem que
hace referencia a las inyecciones anestésicas locales. Consta de 5-items, cada uno de ellos
con cinco posibles repuestas, siempre iguales en orden creciente de nivel de ansiedad, es
decir, respuesta (1) no ansioso hasta (5) extremadamente ansioso.
La puntuación mínima de la escala es de 5 y la máxima de 25, tendremos en cuenta
que las puntuaciones de 19 o más según estableció Humphris corresponderían a personas
con escala de ansiedad alta o fobia dental. Las propiedades psicométricas de esta escala han
sido validadas y se han reconocido.
La Escala MDAS fue desarrollada originariamente en inglés, y son diversos autores
en sus estudios quienes nos indican buenas propiedades psicométricas en varios países de
habla inglesa como Inglaterra, Escocia, Irlanda, y País de Gales. (Humphris, Morrison &
Lindsay, 1995; Humphris, Freeman, Campbell, Tuutti & D'Souza, 2000).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
161
Se han realizado traducciones en otros países, entre ellos Finlandia, India, Brasil,
Turquía, Grecia y China, los estudios indican que es una escala fiable y válida en dichos
países (İlgüy, D., İlgüy, M., Dinçer & Bayirli, 2005; Acharya, 2008; Yuan, Freeman, Lahti,
Lloyd-Williams & Humphris, 2008).
La Escala de Ansiedad MDAS, como hemos comprobado ha sido muy utilizada y
hay autores que dicen que la población está distribuida de forma parecida en los cuatro
niveles de ansiedad como nos indica la escala; a) no ansiosos; b) levemente ansiosos; c)
moderadamente ansiosos; d) extremadamente ansiosos (Caycedo et al. 2008).
Los valores de fiabilidad de la escala para la muestra del estudio fue de α = .884.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
162
VI.3.2.4. Escala de miedos dentales de KLEINKNECHT ó DFS
La escala de miedos dentales de Kleinknecht fue diseñada por su autor para detectar
aquellos factores o situaciones específicas del tratamiento dental que suscitan miedo dental,
y nos será muy útil para los adultos.
En nuestro estudio utilizaremos la escala de 25 ítems. Los análisis factoriales del
DFS han demostrado que esta escala mide 4 dimensiones de la ansiedad, que son F1) miedos
ante estímulos específicos en el tratamiento dental F2) la reacción automática, es decir,
síntomas somáticos de la ansiedad (fisiológica); F3) miedos generales en situaciones
relacionadas con el tratamiento dental; F4) Miedo de conocidos y familiares al tratamiento
dental.
El sistema de respuestas ha sido siempre el mismo con 5 respuestas posibles, en una
escala de Likert, en orden creciente de miedo y ansiedad dental siendo 1 “nunca o nada” y 5
“a menudo o mucho”, con iguales ponderaciones asignadas a todos los elementos y con
puntuaciones que van desde 20 (sin miedo dental) a 100 (miedo dental extremo, muy
elevado).
Los valores de fiabilidad de la escala total para la muestra del estudio fue de α =
.942; siendo de α = .954 para F1, α = .871 para F2, α = .849 para F3 y α = .820 para F4.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
163
VI.3.2.5. Instrumentos Dentales
Los instrumentos dentales necesarios y elegidos para realizar este estudio son:
VI.3.2.5.1. Clínica Dental
Recepción, sala de pacientes, despacho, sala de reuniones, sala de esterilización, sala
de radiología (ortopantomografía, digital 3D), gabinete dental.
Hay un solo investigador (médico estomatólogo) para realizar la historia clínica y la
exploración bucodental, ayudado por personal auxiliar para la atención de las necesidades de
los pacientes y para ayudar a cumplimentar la historia clínica dental. Los instrumentos
dentales utilizados por el investigador en el gabinete dental serán, un sillón dental,
instrumentos de exploración oral (espejo, sonda, sonda periodontal), instrumentos de higiene
dental (Ultrasonidos, Contrangulo, cepillo de profilaxis), instrumentos de técnica
restauradora (fresa redonda, fresa cónica, líquido de adhesión, composite, lámpara de
polimerización,…).
Figura 1. Recepción de la Clínica
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
164
Figura 2. Sala de espera de la Clínica
Figura 3. Sillón dental
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
165
VI.3.2.5.2. Historia Clínica Médica e Historia Clínica Odontológica
La Historía Clinica Médica e Historia Clínica Odontológica son esenciales para
poder conocer las patologías generales de los pacientes que atendemos en la Clínica Dental.
De la misma manera, en nuestro caso, es muy importante hacer una Historia Clínica
Odontológica para conocer las enfermedades bucodentales y las enfermedades generales
asociadas. Y, especialmente, en el grupo de pacientes con discapacidad intelectual. Se puede
consultar el ejemplo completo en el Anexo III.
VI.3.3. Procedimiento
El procedimiento de programación del estudio en pacientes odontológicos con
discapacidad intelectual y pacientes odontológicos de la población general se explicó de
forma individual en los dos grupos, además en el caso de los discapacitados intelectuales
también se explicó a los padres/tutores, de los posibles riesgos y beneficios que iban a
obtener en el estudio. Así como las escalas para obtener la información y el tratamiento
odontológico que iban a recibir.
Se obtuvo el consentimiento informado de todos los pacientes odontológicos.
Utilizamos como apoyo en las escalas unas cartulinas con las imágenes que
utilizamos en el gabinete dental:
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
166
Figura 4. Ultrasonidos (higiene dental)
Figura 5. Turbina con fresa (TALADRO)
Figura x. Figura 6. Jeringa anestésica con aguja Figura 7. Jeringa de aire y agua destilada
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
167
Las entrevistas fueron supervisadas, utilizando los mismos criterios en su realización
para todos los pacientes odontológicos.
Después de completar el cuestionario correspondiente, los pacientes pasaron al
gabinete dental para realizarles la exploración bucodental.
El cuestionario se administró por un único investigador (médico estomatólogo),
explicando la naturaleza del estudio, su propósito y que la participación era voluntaria y
anónima. Se les entregaba el test a los pacientes y era completado, en el caso de pacientes
odontológicos con discapacidad intelectual, en presencia de una psicóloga y una pedagoga
del centro asistencial, para solucionar dudas o si surgía algún problema, de la misma forma
recibieron el mismo apoyo los pacientes de la población general.
Como se ha enunciado anteriormente, a todos los pacientes se les comunico la
confidencialidad de los datos que se obtuviesen.
El personal que realiza el estudio supervisaran los ítems a los participantes y se
aseguran de que se completaron los cuestionarios de forma independiente y todos estaban
cumplimentados.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
168
VI.3.3.1. Grupo de Estudio 1: Pacientes odontológicos con Discapacidad Intelectual
participantes:
Antes de iniciar el estudio se explicó a los pacientes, padres/tutores, el objetivo y
procedimiento a seguir con sus riesgos y beneficios (anteriormente descrito en la
planificación de nuestro estudio).
Se obtuvo el Consentimiento Informado de los padres/tutores de todos los pacientes
Discapacitados Intelectuales. (Anexo I).
Las entrevistas fueron supervisadas, en presencia tanto de la psicóloga como la
pedagoga, utilizando los mismos criterios en su realización para todos los pacientes
odontológicos con discapacidad intelectual.
En cuanto al procedimiento clínico, cuando el paciente se encuentra en el gabinete
dental se realizará en primer lugar la historia clínica médica, para pasar posteriormente a la
historia clínica dental, en la cual, observaremos si el paciente odontológico con discapacidad
intelectual precisa higiene y restauración dentaria, es decir, dos visitas para estos
tratamientos con un intervalo de siete días, siendo tratados por el mismo profesional.
Posteriormente, se les entregó los cuestionarios y también se les mostró las cartulinas
de apoyo de las escalas.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
169
VI.3.3.2. Grupo de Estudio 2: Pacientes odontológicos de la población general
participantes:
Antes de iniciar el estudio, en la Clínica Dental, se explicaron a los pacientes
odontológicos, el objetivo y procedimiento a seguir, así como los posibles riesgos y
beneficios.
Se obtuvo el Consentimiento Informado de todos los pacientes odontológicos de la
población general. (Anexo I).
Son 50 pacientes odontológicos de la población general, tanto varones como mujeres,
de edades comprendidas entre 20 hasta 50 años, que coincidan con los rangos de edad y sexo
con los pacientes odontológicos con discapacidad intelectual. Las entrevistas y respuestas
(perfectamente cumplimentadas) también fueron supervisadas en presencia de la psicóloga y
la pedagoga.
En el procedimiento clínico, la historia clínica médica y odontológica en el Gabinete
Dental fue idéntica al grupo anterior. Posteriormente, se comprobó si el paciente
odontólogico de la población general precisaba higiene y restauración dentaria. Por lo tanto,
fueron necesarias dos visitas para estos tratamientos con un intervalo de siete días, siendo
tratados por el mismo profesional que el grupo anterior.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
170
VI.3.4. Diseño y Análisis de los datos
El diseño y análisis de datos hace uso de distintos procedimientos dentro de un
método general de carácter ex post facto, que incluye técnicas de tipo correlacional y de tipo
diferencial (comparación de perfiles).
Las técnicas de análisis de datos varían en función de los objetivos establecidos y las
hipótesis formuladas e incluyen:
El análisis correlacional nos ayuda a conocer las relaciones entre las variables
incluidas en el estudio.
Los análisis de comparación de medias se emplaron para analizar las posibles
diferencias en ansiedad en función del sexo y edad.
Se empleará técnicas de comparación de perfiles de características entre grupos de
sujetos tales como el MANOVA y el ANOVA, con diseños de medidas repetidas entre-intra
sujetos, para comparar los perfiles de ansiedad de los pacientes con y sin discapacidad
intelectual.
Estos análisis se realizarán mediante el empleo de los programas informatizados de
análisis estadístico SPSS .22.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
171
VI. 4. Resultados
En este apartado se reflejan los resultados más importantes obtenidos en esta
investigación, derivados de los diferentes análisis estadísticos aplicados a los datos
obtenidos de la muestra.
Los resultados se presentan agrupados en distintos bloques, según el tipo de análisis
realizado con los datos e hipótesis que se pusieron a prueba.
Así, en un primer apartado se incluyen los resultados relativos a los análisis
descriptivos y correlacionales.
En el segundo apartado se incluyen los resultados de los análisis de comparación de
medias.
Y por último, en el tercer apartado se incluyen los resultados de los análisis de la
comparación de perfiles.
VI.4.1. Análisis descriptivos y correlacionales
VI.4.1.1. Análisis descriptivos
En este apartado recogemos los resultados más significativos de los análisis
descriptivos para cada una de las variables estudiadas.
En la Tabla 6 se recogen los estadísticos descriptivos relativos a las variables del
estudio. Como podemos observar, la edad media de los participantes es de 34.08 años (dt=
9.26). El coeficiente de curtosis refleja que estamos ante una distribución platicúrtica. En
cuanto a la asimetría, podemos señalar que se trata de una distribución simétrica.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
172
Tabla 6
Estadísticos descriptivos correspondientes a las variables del estudio
Figura 8. Histograma correspondiente a la variable Edad.
La calificación media obtenida por los participantes en la variable STAIESTADO es
de 26.35 (dt=3.93). El coeficiente de curtosis refleja que estamos ante una distribución
N Media Mediana Desv. típ. Asimetría Error típ.
de
asimetría
Curtosis Error
típ. de
curtosis
Mínimo Máximo
Válidos
Edad 100 34.08 34.00 9.263 .161 .241 -1.115 .478 20 50
Grupo 100 1.50 1.50 .503 .000 .241 -2.041 .478 1 2
Sexo 100 1.46 1.00 .501 .163 .241 -2.014 .478 1 2
SATIESTADO 100 26.35 26.00 3.93476 -.322 .241 -.246 .478 15.00 34.00
STAIRAS 100 17.20 17.00 9.46124 .512 .241 .335 .478 .00 48.00
BAITOTAL 100 25.89 23,00 6.33396 2.044 .241 5.007 .478 21.00 55.00
MDASTOTAL 100 8.22 7.00 3.90436 1.704 .241 2.926 .478 5.00 23.00
DFSFACTOR2 100 11.22 10.00 4.64623 1.428 .241 2.011 .478 7.00 29.00
DFSFACTOR1 100 12.13 9.00 7.05341 1.942 .241 3.516 .478 7.00 35.00
DFSFACTOR3 100 7.71 6.00 3.26071 2.284 .241 4.716 .478 6.00 20.00
DFSFACTOR4 100 10.28 9.00 5.23986 1.522 .241 2.699 .478 5.00 30.00
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
173
prácticamente mesocúrtica. En cuanto a la asimetría, podemos señalar que se trata de una
distribución prácticamente simétrica.
Figura 9. Histograma correspondiente a la variable STAIESTADO.
La calificación media obtenida por los participantes en la variable STAIRASGO es
de 17.20 (dt=9.46). El coeficiente de curtosis refleja que estamos ante una distribución
prácticamente mesocúrtica. En cuanto a la asimetría, podemos señalar que se trata de una
distribución prácticamente simétrica.
Figura 10. Histograma correspondiente a la variable STAIRASGO
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
174
La calificación media obtenida por los participantes en la variable BAITOTAL es de 25.89
(dt=6.33). El coeficiente de curtosis refleja que estamos ante una distribución leptocúrtica.
En cuanto a la asimetría, podemos señalar que se trata de una asimetría positiva.
Figura 11. Histograma correspondiente a la variable BAITOTAL.
La calificación media obtenida por los participantes en la variable MDASTOTAL es
de 8.22 (dt=3.90). El coeficiente de curtosis refleja que estamos ante una distribución
leptocúrtica. En cuanto a la asimetría, podemos señalar que se trata de una distribución con
asimetría positiva.
Figura 12. Histograma correspondiente a la variable MDASTOTAL.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
175
La calificación media obtenida por los participantes en la variable DFSFACTOR2 es
de 11.22 (dt=4.64). El coeficiente de curtosis refleja que estamos ante una distribución
leptocúrtica. En cuanto a la asimetría, podemos señalar que se trata de una distribución con
simetría positiva.
Figura 13. Histograma correspondiente a la variable DFSFACTOR2.
La calificación media obtenida por los participantes en la variable DFSFACTOR1 es
de 12.13 (dt=7.05). El coeficiente de curtosis refleja que estamos ante una distribución
leptocúrtica. En cuanto a la asimetría, podemos señalar que se trata de una distribución con
asimetría positiva.
Figura 14. Histograma correspondiente a la variable DFSFACTOR1.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
176
La calificación media obtenida por los participantes en la variable DFSFACTOR3 es
de 7.71 (dt=3.26). El coeficiente de curtosis refleja que estamos ante una distribución
leptocúrtica. En cuanto a la asimetría, podemos señalar que se trata de una distribución con
asimetría positiva.
Figura 15. Histograma correspondiente a la variable DFSFACTOR3.
La calificación media obtenida por los participantes en la variable DFSFACTOR4 es
de 10.28 (dt=5.23). El coeficiente de curtosis refleja que estamos ante una distribución
leptocúrtica. En cuanto a la asimetría, podemos señalar que se trata de una distribución con
asimetría positiva.
Figura 16. Histograma correspondiente a la variable DFSFACTOR4.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
177
A continuación describimos las medias y desviaciones típicas de las variables del
estudio para las distintas submuestras.
En la Tabla 7 aparecen las medias y desviaciones típicas de las variables del estudio
teniendo en cuenta las submuestras de pacientes con discapacidad intelectual (DI) y los
pacientes sin DI.
Tabla 7
Estadísticos descriptivos pacientes con DI y sin DI
Grupo Media Desviación típica N
SATIESTADO DI 27.8400 3.41282 50
No DI 24.8600 3.88619 50
Total 26.3500 3.93476 100
STAIRAS DI 16.2800 9.19414 50
No DI 18.1200 9.72613 50
Total 17.2000 9.46124 100
BAITOTAL DI 24.1600 4.89631 50
No DI 27.6200 7.13969 50
Total 25.8900 6.33396 100
MDASTOTAL DI 7.0000 3.59137 50
No DI 9.4400 3.85534 50
Total 8.2200 3.90436 100
DFSFACTOR1 DI 10.8800 6.39081 50
No DI 15.7800 7.65664 50
Total 13.3300 7.43600 100
DFSFACTOR2 DI 6.9200 2.85600 50
No DI 9.9000 4.51415 50
Total 8.4100 4.04544 100
DFSFACTOR3 DI 8.1400 1.53875 50
No DI 6.2800 1.55235 50
Total 7.2100 1.79952 100
DFSFACTOR4 DI 9.0000 4.00510 50
No DI 14.8400 5.97054 50
Total 11.9200 5.84770 100
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
178
Como se puede observar en la Tabla 7, los pacientes sin DI puntúan más alto en la
variable STAIESTADO ( x =27.84; dt =3.41) y DFSFACTOR3 –Miedos generales en
situaciones relacionadas con el tratamiento dental– ( x =8.14; dt = 1.53), siendo en el resto
de variables los pacientes sin DI los que puntúan más alto.
En la Tabla 8 aparecen las medias y desviaciones típicas de las variables del estudio
teniendo en cuenta las submuestras de pacientes varones y mujeres.
Tabla 8
Estadísticos descriptivos según género
Sexo Media Desviación típica N
SATIESTADO
V 26,5556 3.44042 54
M 26.1087 4.47327 46
Total 26.3500 3.93476 100
STAIRAS
V 18.2593 9.44335 54
M 15.9565 9.43270 46
Total 17.2000 9.46124 100
BAITOTAL
V 25.4259 6.73376 54
M 26.4348 5.85625 46
Total 25.8900 6.33396 100
MDASTOTAL
V 7.4815 3.40222 54
M 9.0870 4.29897 46
Total 8.2200 3.90436 100
DFSFACTOR2
V 10.5741 4.04037 54
M 11.9783 5.21318 46
Total 11.2200 4.64623 100
DFSFACTOR1
V 10.7407 5.62402 54
M 13.7609 8.19535 46
Total 12.1300 7.05341 100
DFSFACTOR3
V 7.0000 2.03739 54
M 8.5435 4.14572 46
Total 7.7100 3.26071 100
DFSFACTOR4
V 9.6296 5.18451 54
M 11.0435 5.25761 46
Total 10.2800 5.23986 100
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
179
Como se puede observar en la Tabla 8, los pacientes varones puntúan más alto en las
variables STAIESTADO ( x =26.55; dt =3.44), STAIRASGO ( x =18.25; dt =9.44), siendo
en el resto de variables las mujeres las que puntúan más alto.
En la Tabla 9 aparecen las medias y desviaciones típicas de las variables del estudio
teniendo en cuenta la edad. Para ello se recalculó la edad de los participantes del siguiente
modo: 1= entre 20 a 29 años; 2= entre 30 y 39 años; 3= entre 40 y 50 años.
Como se puede observar en la Tabla 9, los pacientes con edades comprendidas entre
20 y 29 años puntúan más alto en las variables STAIESTADO ( x =26.80; dt =3.65),
STAIRASGO ( x =18.16; dt =9.34) y DFSFACTOR4 –Miedo de conocidos y familiares al
tratamiento dental– ( x =11.70; dt =5.83). Los pacientes con edades comprendidas entre 30
y 39 años puntúan más alto en las variables BAITOTAL ( x =26.21; dt =7.07),
DFSFACTOR2 –La reacción automática, síntomas somáticos– ( x =11.81; dt =5.68) y
DFSFACTOR3 –Miedos generales en situaciones relacionadas con el tratamiento dental–
( x =8.00; dt =3.70). Los pacientes con edades comprendidas entre 40 y 50 años puntúan
más alto en la variable DFSFACTOR1 –Miedos ante estímulos específicos al tratamiento
dental– ( x =12.63; dt =8.11). Y por último, en la variable MDASTOTAL, obtienen la
misma puntuación media los pacientes entre 20-29 años ( x =8.33; dt =4.01) y 30-39 años (
x =8.33; dt =4.37).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
180
Tabla 9 Estadísticos descriptivos según edad edad recodificada Media Desviación típica N
SATIESTADO
20-29 26.3889 4.00198 36
30-39 25.8788 4.17401 33
40-50 26.8065 3.65531 31
Total 26.3500 3.93476 100
STAIRAS
20-29 16.0000 8.63548 36
30-39 17.6061 10.52360 33
40-50 18.1613 9.34914 31
Total 17.2000 9.46124 100
BAITOTAL
20-29 25.9444 6.21033 36
30-39 26.2121 7.07000 33
40-50 25.4839 5.81304 31
Total 25.8900 6.33396 100
MDASTOTAL
20-29 8.3333 4.01426 36
30-39 8.3333 4.37798 33
40-50 7.9677 3.31143 31
Total 8.2200 3.90436 100
DFSFACTOR2
20-29 11.1111 4.22765 36
30-39 11.8182 5.68691 33
40-50 10.7097 3.90037 31
Total 11.2200 4.64623 100
DFSFACTOR1
20-29 12.6389 8.11050 36
30-39 12.2121 7.35169 33
40-50 11.4516 5.38417 31
Total 12.1300 7.05341 100
DFSFACTOR3
20-29 7.4444 3.00898 36
30-39 8.0000 3.70810 33
40-50 7.7097 3.11120 31
Total 7.7100 3.26071 100
DFSFACTOR4
20-29 9.0833 4.10835 36
30-39 10.2424 5.56793 33
40-50 11.7097 5.83206 31
Total 10.2800 5.23986 100
A continuación se procede a describir cuáles son los factores inherentes a la situación
dental que causan mayores niveles de ansiedad dental en el grupo de pacientes con DI y sin
DI.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
181
En la Tabla 10 se recogen los estadísticos obtenidos en cada uno de los ítems de las
medidas de ansiedad dental en el grupo de pacientes con DI.
Tabla 10
Estadísticos del grupo de pacientes con DI
Media Desv.
típ.
Varianza Rango Mínimo Máximo
MDAS1. Si tuvieras que ir al dentista mañana, ¿cómo te sentirías? 1.20 .535 .286 3 1 4
MDAS2. En la sala de espera del consultorio dental, ¿cómo te
sientes? 1.24 .591 .349 3 1 4
MDAS3. Si van a utilizar el taladro en tu boca, ¿cómo te sientes? 1.52 1.015 1.030 4 1 5
MDAS4. Cuando te van a hacer una limpieza de boca, ¿cómo te sientes? 1.36 .851 .725 4 1 5
MDAS5. Si te van a inyectar anestésico local, ¿cómo te sentirías? 1.68 1.115 1.242 4 1 5
DFS1. ¿Has evitado llamar al dentista? 1.12 .521 .271 3 1 4
DFS2. ¿Has cancelado cita por temor? 1.06 .240 .058 1 1 2
DFS3. En el dentista, ¿músculos tensos? 1.48 .995 .989 3 1 4
DFS4. En el dentista, ¿aumenta el nº de respiraciones? 1.42 .731 .534 2 1 3
DFS5. En el dentista, ¿sudas más? 1.48 .931 .867 4 1 5
DFS6. En el dentista, ¿aumentan tus latidos del corazón? 1.42 .702 .493 2 1 3
DFS7. En el dentista, ¿sientes náuseas o malestar? 1.12 .328 .108 1 1 2
DFS8. Miedo a fijar una cita. 1.08 .340 .116 2 1 3
DFS9. Miedo a ir a la clínica dental. 1.18 .661 .436 4 1 5
DFS10. Miedo en la sala de espera. 1.10 .416 .173 2 1 3
DFS11. Miedo en el sillón dental. 1.10 .364 .133 2 1 3
DFS12. Miedo al oler la clínica dental. 1.14 .639 .409 4 1 5
DFS13. Miedo al ver entrar al dentista. 1.12 .435 .189 2 1 3
DFS14. Miedo al ver la aguja. 1.52 1.092 .193 4 1 5
DFS15. Miedo al sentir la aguja. 1.48 1.074 1.153 4 1 5
DFS16. Miedo al ver el taladro. 1.34 .939 .882 4 1 5
DFS17. Miedo al oír el taladro. 1.38 .967 .934 4 1 5
DFS18. Miedo al sentir el taladro. 1.44 1.033 1.068 4 1 5
DFS19. Miedo a la limpieza de dientes. 1.22 .815 .665 4 1 5
DFS20. Miedo al dolor incluso tras recibir la anestesia. 1.38 .945 .893 4 1 5
DFS21. ¿Cuánto miedo te produce el tratamiento dental? 1.16 .618 .382 4 1 5
DFS22. ¿Cuánto miedo tenía tu madre? 1.64 1.139 1.296 5 1 6
DFS23. ¿Cuánto miedo tenía tu padre? 1.80 1.125 1.265 4 1 5
DFS24. ¿Cuánto miedo tenían tus hermanos? 1.94 1.707 2.915 5 1 6
DFS25. ¿Cuánto miedo tenían tus amigos de la infancia? 1.34 .658 .433 2 1 3
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
182
Como se puede observar en la Tabla 10, los items que obtienen una mayor
puntuación en el grupo de pacientes con DI en la prueba MDAS son MDAS5 –Si te van a
inyectar anestésico local, ¿cómo te sentirías?– ( x =1.68; dt =1.11), MDAS3 –Si van a
utilizar el taladro en tu boca, ¿cómo te sientes?– ( x =1.52; dt =1.01), MDAS4 –Cuando te
van a hacer una limpieza de boca, ¿cómo te sientes?– ( x =1.36; dt =.85), MDAS2 –En la
sala de espera del consultorio, ¿cómo te sientes?– ( x =1.24; dt =.59) y MDAS1 –Si tuvieras
que ir al dentista mañana, ¿cómo te sentirías?– ( x =1.20; dt =.53).
Por otra parte, los items que obtienen una mayor puntuación en el grupo de pacientes
con DI en la prueba DFS son DFS24 -¿Cuánto miedo tenían tus hermanos?– ( x =1.94; dt
=1.70); DFS23 -¿Cuánto miedo tenía tu padre?– ( x =1.80; dt =1.12); DFS22 -¿Cuánto
miedo tenía tu madre?– ( x =1.64; dt =1.13); DFS14 –Miedo al ver la aguja– ( x =1.52; dt
=1,09); DFS15 –Miedo al sentir la aguja– ( x =1.48; dt =1.07); DFS3 –En el dentista,
¿músculos tensos? ( x =1.48; dt = .99); DFS5 –En el dentista, ¿sudas más? ( x =1.48; dt =
.93); DFS 18 – Miedo al sentir en taladro– ( x =1.44; dt = 1.03); DFS4 –En en dentista,
¿aumenta el número de respiraciones?– ( x =1.42; dt = .73); DFS6 –En el dentista,
¿aumentan tus latidos de corazón?– ( x =1.42; dt =.70); DFS17 –Miedo al oír el taladro– (
x =1.38; dt = .96); DFS20 –Miedo al dolor incluso tras recibir la anestesia– ( x =1.38; dt =
.94); DFS16 –Miedo al ver el taladro– ( x =1.34; dt = .93); DFS25 –¿Cuánto miedo tenían
tus amigos en al infancia?– ( x =1.34; dt = .65); DFS19 –Miedo a la limpieza de dientes– (
x = 1.22; dt =.81); DFS9 –Miedo al ir a la clínica dental– ( x =1.18; dt =.66); DFS21 –
¿Cuánto miedo te produce el tratamiento dental?– ( x =1.16; dt= .61); DFS12 –Miedo al
oler la clínica dental– ( x =1.14; dt = .63); DFS1 –¿Has evitado llamar al dentista?– ( x
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
183
=1.12; dt =.52); DFS13 –Miedo al ver entrar al dentista– ( x =1.12; dt = .43); y DFS7 –En el
dentista, ¿sientas náuseas o malestar?– ( x =1.12; dt = .32).
La Tabla 11 recoge los estadísticos obtenidos en cada uno de los ítems de las
medidas de ansiedad dental en el grupo de pacientes sin DI.
Tabla 11
Estadísticos del grupo de pacientes sin DI
Media Desv. típ. Varianza Rango Mínimo Máximo
MDAS1. Si tuvieras que ir al dentista mañana, ¿cómo te sentirías? 1.54 .706 .498 3 1 4
MDAS2. En la sala de espera del consultorio dental, ¿cómo te sientes? 1.62 .878 .771 3 1 4
MDAS3. Si van a utilizar el taladro en tu boca, ¿cómo te sientes? 2.30 1.074 1.153 4 1 5
MDAS4. Cuando te va a hacer una limpieza de boca, ¿cómo te sientes? 1.76 1.001 1.002 4 1 5
MDAS5. Si te van a inyectar anestésico local, ¿cómo te sentirías? 2.22 1.130 1.277 4 1 5
DFS1. ¿Has evitado llamar al dentista? 2.16 1.113 1.239 3 1 4
DFS2. ¿Has cancelado cita por temor? 1.28 .640 .410 2 1 3
DFS3. En el dentista, ¿músculos tensos? 2.36 1.174 1.378 4 1 5
DFS4. En el dentista, ¿aumenta el nº de respiraciones? 2.26 1.226 1.502 4 1 5
DFS5. En el dentista, ¿sudas más? 1.92 1.158 1.340 4 1 5
DFS6. En el dentista, ¿aumentan tus latidos del corazón? 2.14 1.212 1.470 4 1 5
DFS7. En el dentista, ¿sientes náuseas o malestar? 1.22 .465 .216 2 1 3
DFS8. Miedo a fijar una cita. 1.38 .780 .608 3 1 4
DFS9. Miedo a ir a la clínica dental. 1.56 .951 .904 3 1 4
DFS10. Miedo en la sala de espera. 1.40 .833 .694 3 1 4
DFS11. Miedo en el sillón dental. 1.74 .046 1.094 3 1 4
DFS12. Miedo al oler la clínica dental. 1.34 .772 .596 4 1 5
DFS13. Miedo al ver entrar al dentista. 1.28 .640 .410 3 0 3
DFS14. Miedo al ver la aguja. 1.96 1.160 1.345 4 1 5
DFS15. Miedo al sentir la aguja. 2.10 1.165 1.357 4 1 5
DFS16. Miedo al ver el taladro. 2.10 1.182 1.398 4 1 5
DFS17. Miedo al oír el taladro 2.16 1.201 1.443 4 1 5
DFS18. Miedo al sentir el taladro. 2.32 1.269 1.610 4 1 5
DFS19. Miedo a la limpieza de dientes 1.68 1.115 1.242 4 1 5
DFS20. Miedo al dolor incluso tras recibir la anestesia. 2.18 1.173 1.375 4 1 5
DFS21. ¿Cuánto miedo te produce el tratamiento dental? 2.06 1.268 1.609 5 1 6
DFS22. ¿Cuánto miedo tenía tu madre? 2.54 1.568 2.458 5 1 6
DFS23. ¿Cuánto miedo tenía tu padre? 2.62 1.524 2.322 5 1 6
DFS24. ¿Cuánto miedo tenían tus hermanos? 2.62 1.563 2.444 5 1 6
DFS25. ¿Cuánto miedo tenían tus amigos de la infancia? 2.84 1.184 1.402 5 1 6
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
184
Como se puede observar en la Tabla 11, los items que obtienen una mayor
puntuación en el grupo de pacientes sin DI en la prueba MDAS son MDAS3 –Si van a
utilizar el taladro en tu boca, ¿cómo te sientes?– ( x =2.30; dt =1.07), MDAS5 –Si te van a
inyectar anestésico local, ¿cómo te sentirías?– ( x =2.22; dt =1.13), MDAS4 –Cuando te van
a hacer una limpieza de boca, ¿cómo te sientes?– ( x =1.76; dt =1.00), MDAS2 –En la sala
de espera del consultorio dental, ¿cómo te sientes?– ( x =1,62; dt =.87) y MDAS1 –Si
tuvieras que ir al dentista mañana, ¿cómo te sentirías?– ( x =1.54; dt =.70).
Por otra parte, los items que obtienen una mayor puntuación en el grupo de pacientes
sin DI en la prueba DFS son DFS25 –¿Cuánto miedo tenían tus amigos de la infancia?– ( x
=2.84; dt =1.70), DFS24 –¿Cuánto miedo tenían tus hermanos?– ( x =2.62; dt =1.56),
DFS23 – ¿Cuánto miedo tenía tu padre? – ( x =2.62; dt =1.52), DFS22 –¿Cuánto miedo
tenía tu madre?– ( x =2.54; dt =1.56) y DFS3 –En el dentista, ¿músculos tensos?– ( x
=2.36; dt =1.17).
A continuación, para determinar la predisposición del paciente odontológico con
discapacidad intelectual y el paciente de la población general para recibir un nuevo
tratamiento dental, incluimos la descripción de los resultados obtenidos en ambos grupos.
Tabla 12
Frecuencias de la predisposición del grupo de pacientes con DI
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje acumulado
Válidos
1.00 45 90.0 90.0 90.0
2.00 5 10.0 10.0 100.0
Total 50 100.0 100.0
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
185
Tabla 13 Frecuencia de la predisposición del grupo de pacientes sin DI Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje acumulado
Válidos 1.00 50 100.0 100.0 100.0
Como se puede comprobar, todos los pacientes sin DI informaron de una
predisposición positiva a recibir un nuevo tratamiento dental mientras que 5 pacientes del
grupo con DI demostró una predisposición negativa a un futuro tratamiento dental, mostrado
el resto una predisposición positiva.
VI.4.1.2. Análisis correlacionales
En este apartado reflejamos los resultados obtenidos del análisis correlacional básico
de las variables incluidas en el trabajo, con el fin de conocer las relaciones que se establecen
entre ellas según los datos aportados por la muestra seleccionada. Para ello hemos empleado
el estadístico r de Pearson, dado que todas las variables incluidas tienen un valor de medida
de escala.
Los resultados obtenidos tras la aplicación del análisis correlacional a las variables
incluidas en el estudio se encuentran recogidos en la Tabla 14.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
186
Tabla 14 Matriz de correlaciones entre las variables del estudio (N=100)
M SD 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 1. GRUPO 1.50 .503 1.00 2. SEXO 1.46 .501 .00 1.00 3. EDAD 34.08 9.263 .04 -.24* 1.00 4. STAIESTADO 26.35 3.934 -.38** -.06 .10 1.00 5. STAIRASGO 17.20 9.461 .10 -.12 .16 -.12 1.00 6. BAITOTAL 25.89 6.333 .27** .08 -.04 -.10 .21* 1.00 7. MDASTOTAL 8.22 3.904 .31** .21* -.05 -.05 .21* .40** 1.00 8. DFSFACTOR2 11.22 4.646 .46** .15 -.04 -.02 .25* .56** .73** 1.00 9. DFSFACTOR1 12.13 7.053 .34** .21* -.10 -.08 .21* .49** .83** .79** 1.00 10. DFSFACTOR3 7.71 3.260 .30** .24* -.00 -.06 .16 .41** .68** .73** .76** 1.00 11. DFSFACTOR4 10.28 5.239 .46** .13 .15 -.22* .16 .19 .43** .43** .50** .46** 1.00 *p < .05, **p<.01.
El análisis de las correlaciones entre las subescalas de cada uno de los instrumentos
de evaluación muestra que se producen numerosas correlaciones positivas y
estadísticamente significativas entre los distintos factores de los instrumentos relacionados
con la medición de la ansiedad empleados.
Tomados en su conjunto, los resultados obtenidos a través del análisis correlacional,
ponen de manifiesto varias situaciones que se exponen a continuación.
En primer lugar hemos de señalar que las correlaciones entre las diferentes variables
del estudio son en su mayoría bajas.
En cuanto a la variable GRUPO (DI o no DI), encontramos correlaciones
significativas con las variables relativas a ansiedad SATAIESTADO (r = -.38 p = .01);
BAITOTAL (r = .27 p = .01); MDASTOTAL (r = .31 p = .01); DFSFACTOR2 –La
reacción automática, síntomas somáticos– (r = .46 p = .01); DFSFACTOR1 –Miedos ante
estímulos específicos en el tratamiento dental– (r = .34 p = .01); DFSFACTOR3 –Miedos
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
187
generales en situaciones relacionadas con el tratamiento dental– (r = .30 p = .01); y
DFSFACTOR4 –Miedo de conocidos y familiares al tratamiento dental– (r = .46 p = .01).
En cuanto a la variable SEXO, encontramos algunas correlaciones significativas con
las variables relativas a ansiedad MDASTOTAL (r = .21 p = .05); DFSFACTOR1 –Miedos
ante estímulos específicos en el tratamiento dental– (r = .21 p = .05); y DFSFACTOR3 –
Miedos generales en situaciones relacionadas con el tratamiento dental– (r = .24 p = .05).
En cuanto a la variable EDAD, no encontramos correlaciones significativas con las
otras variables del estudio.
En cuanto a la variable STAIESTADO, solo encontramos correlaciones
significativas con la variable DFSFACTOR4 –Miedos de conocidos y familiares al
tratamiento dental– (r =- .22 p = .05).
En cuanto a la variable STAIRASGO, encontramos correlaciones significativas con
las variables relativas a ansiedad BAITOTAL (r = .21 p = .05); MDASTOTAL (r =.21 p =
.05); DFSFACTOR2 –La reacción automática, síntomas somáticos– (r = .25 p = .05); y
DFSFACTOR1 –Miedos ante estímulos específicos en el tratamiento dental– (r = .21 p =
.05).
En cuanto a la variable BAITOTAL, encontramos correlaciones significativas con las
variables relativas a ansiedad MDASTOTAL (r = .40 p = .01); DFSFACTOR2 –La
reacción automática, síntomas somáticos– (r = .56 p = .01); DFSFACTOR1 –Miedos ante
estímulos específicos en el tratamiento dental– (r = .49 p = .01); y DFSFACTOR3 –Miedos
generales en situaciones relacionadas con el tratamiento dental– (r = .41 p = .01).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
188
En cuanto a la variable MDASTOTAL, encontramos correlaciones significativas con
las variables relativas a ansiedad DFSFACTOR2 –La reacción automática, síntomas
somáticos– (r = .73 p = .01); DFSFACTOR1 (r = .83 p = .01); DFSFACTOR3 –Miedos
generales en situaciones relacionadas con el tratamiento dental– (r = .68 p = .01); y
DFSFACTOR4 –Miedos de conocidos y familiares al tratamiento dental– (r = .43 p = .01).
Los factores relativos a la medida DFS muestran correlaciones entre sí en todos los casos.
VI. 4. 2. Análisis de las diferencias en ansiedad en función del sexo y edad
Para analizar las posibles diferencias en las puntuaciones obtenidas en función del
sexo mediante las diferentes medidas de ansiedad se realizó una comparación de medias
para muestras independientes. En la Tabla 15 se muestran los resultados de la media y
desviación típica para ambos grupos.
Tabla 15 Estadísticos de grupo
Sexo N Media Desviación típ. Error típ. de la media
SATIESTADO H 54 26.5556 3.44042 .46818
M 46 26.1087 4.47327 .65955
STAIRAS H 54 18.2593 9.44335 1.28508
M 46 15.9565 9.43270 1.39078
BAITOTAL H 54 25.4259 6.73376 .91635
M 46 26.4348 5.85625 .86346
MDASTOTAL H 54 7.4815 3.40222 .46298
M 46 9.0870 4.29897 .63385
DFSFACTOR2 H 54 10.5741 4.04037 .54982
M 46 11.9783 5.21318 .76864
DFSFACTOR1 H 54 10.7407 5.62402 .76533
M 46 13.7609 8.19535 1.20834
DFSFACTOR3 H 54 7.0000 2.03739 .27725
M 46 8.5435 4.14572 .61125
DFSFACTOR4 H 54 9,6296 5.18451 .70552
M 46 11.0435 5.25761 .77519
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
189
Como se puede observar en la Tabla 15 los pacientes varones puntúan más alto en las
variables STAIESTADO ( x =26.55; dt =3.44), STAIRASGO ( x =18.25; dt =9.44), siendo
en el resto de variables las mujeres las que puntúan más alto.
La prueba t de diferencia de medias para grupos independientes (Tabla 16) muestra
las diferencias entre los grupos, en cada una de las variables. En los resultados se observan
diferencias significativas en 3 de las 8 variables estudiadas. Los pacientes mujeres puntúan
por encima del grupo de pacientes varones en todas las variables que han resultado
significativas, MDASTOTAL (p= .040), DFSFACTOR1 –Miedos ante estímulos específicos
en el tratamiento dental– (p= .038); y DFSFACTOR3 –Miedos generales en situaciones
relacionadas con el tratamiento dental– (p= 0.025).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
190
Tabla 16
Prueba de muestras independientes en función del sexo
Para analizar las posibles diferencias en las puntuaciones obtenidas en función de la
edad mediante las diferentes medidas de ansiedad se realizó un ANOVA de un factor. Previo
al análisis se recodificó la edad de los pacientes en tres grupos: 1= de 20 a 29 años, 2= de 30
Prueba de Levene para la
igualdad de varianzas
Prueba T para la igualdad de medias
F Sig. t Gl Sig. (bilateral)
Diferencia de medias
Error típ. de la diferenci
a
95% Intervalo de confianza para la
diferencia Inferior Supe
rior
SATIESTADO
Se han asumido varianzas iguales 4.983 .028 .564 98 .574 .44686 .79221 -1.12526 2.019
8 No se han asumido varianzas iguales
.552 83.726 .582 .44686 .80882 -1.16165 2.055
37
STAIRAS
Se han asumido varianzas iguales .111 .739 1.216 98 .227 2.30274 1.89376 -1.45537 6.060
85 No se han asumido varianzas iguales
1.216 95.522 .227 2.30274 1.89359 -1.45625 6.061
72
BAITOTAL
Se han asumido varianzas iguales .051 .823 -.792 98 .430 -1.00886 1.27326 -3.53560 1.517
89 No se han asumido varianzas iguales
-.801 97.951 .425 -1.00886 1.25907 -3.50745 1.489
74
MDASTOTAL
Se han asumido varianzas iguales 2.714 .103 -2.084 98 .040 -1.60548 .77049 -3.13448
-.0764
7 No se han asumido varianzas iguales
-2.045 85.229 .044 -1.60548 .78493 -3.16607
-.0448
8
DFSFACTOR2
Se han asumido varianzas iguales 2.694 .104 -1.516 98 .133 -1.40419 .92618 -3.24216 .4337
9 No se han asumido varianzas iguales
-1.486 84.131 .141 -1.40419 .94505 -3.28348 .4751
0
DFSFACTOR1
Se han asumido varianzas iguales 6.079 .015 -2.174 98 .032 -3.02013 1.38932 -5.77719
-.2630
7 No se han asumido varianzas iguales
-2.112 77.726 .038 -3.02013 1.43032 -5.86784
-.1724
2
DFSFACTOR3
Se han asumido varianzas iguales 19.579 .000 -2.416 98 .018 -1.54348 .63882 -2.81119
-.2757
7 No se han asumido varianzas iguales
-2.300 63.151 .025 -1.54348 .67119 -2.88469
-.2022
7
DFSFACTOR4
Se han asumido varianzas iguales .060 .807 -1.350 98 .180 -1.41385 1.04700 -3.49158 .6638
8 No se han asumido varianzas iguales
-1.349 95.052 .181 -1.41385 1.04818 -3.49474 .6670
4
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
191
a 39 años y 3= de 40 a 50 años. En la Tabla 17 se muestran los resultados de la media y
desviación típica para los tres grupos.
Tabla 17 Estadísticos de grupo N Media Desviación típica Error típico
SATIESTADO
1.00 36 26.3889 4.00198 .66700
2.00 33 25.8788 4.17401 .72660
3.00 31 26.8065 3.65531 .65651
Total 100 26.3500 3.93476 .39348
STAIRAS
1.00 36 16.0000 8.63548 1.43925
2.00 33 17.6061 10.52360 1.83192
3.00 31 18.1613 9.34914 1.67916
Total 100 17.2000 9.46124 .94612
BAITOTAL
1.00 36 25.9444 6.21033 1.03506
2.00 33 26.2121 7.07000 1.23073
3.00 31 25.4839 5.81304 1.04405
Total 100 25.8900 6.33396 .63340
MDASTOTAL
1.00 36 8.3333 4.01426 .66904
2.00 33 8.3333 4.37798 .76211
3.00 31 7.9677 3.31143 .59475
Total 100 8.2200 3.90436 .39044
DFSFACTOR2
1.00 36 11.1111 4.22765 .70461
2.00 33 11.8182 5.68691 .98996
3.00 31 10.7097 3.90037 .70053
Total 100 11.2200 4.64623 .46462
DFSFACTOR1
1.00 36 12.6389 8.11050 1.35175
2.00 33 12.2121 7.35169 1.27976
3,00 31 11.4516 5.38417 .96702
Total 100 12.1300 7.05341 .70534
DFSFACTOR3
1.00 36 7.4444 3.00898 .50150
2.00 33 8.0000 3.70810 .64550
3.00 31 7.7097 3.11120 .55879
Total 100 7.7100 3.26071 .32607
DFSFACTOR4
1.00 36 9.0833 4.10835 .68473
2.00 33 10.2424 5.56793 .96925
3.00 31 11.7097 5.83206 1.04747
Total 100 10.2800 5.23986 .52399
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
192
El ANOVA de un factor (Tabla 19) y las pruebas post hoc (Tabla 20) muestra que
no hay diferencias significativas entre los tres grupos de edad en ninguna de las variables
consideradas.
Tabla 18 Prueba de homogeneidad de varianzas
Estadístico de Levene gl1 gl2 Sig.
SATIESTADO .938 2 97 .395
STAIRAS 1.062 2 97 .350
BAITOTAL .330 2 97 .720
MDASTOTAL .451 2 97 .638
DFSFACTOR2 .545 2 97 .582
DFSFACTOR1 .969 2 97 .383
DFSFACTOR3 .716 2 97 .491
DFSFACTOR4 2.830 2 97 .064
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
193
Tabla 19
ANOVA de un factor para la variable edad
Suma de
cuadrados
gl Media cuadrática F Sig.
SATIESTADO
Inter-grupos 13.841 2 6.920 .442 .644
Intra-grupos 1518.909 97 15.659
Total 1532.750 99
STAIRAS
Inter-grupos 85.928 2 42.964 .475 .623
Intra-grupos 8776.072 97 90.475
Total 8862.000 99
BAITOTAL
Inter-grupos 8.644 2 4.322 .106 .900
Intra-grupos 3963.146 97 40.857
Total 3971.790 99
MDASTOTAL
Inter-grupos 2.859 2 1.429 .092 .912
Intra-grupos 1506.301 97 15.529
Total 1509.160 99
DFSFACTOR2
Inter-grupos 20.308 2 10.154 .465 .629
Intra-grupos 2116.852 97 21.823
Total 2137.160 99
DFSFACTOR1
Inter-grupos 23.812 2 11.906 .236 .791
Intra-grupos 4901.498 97 50.531
Total 4925.310 99
DFSFACTOR3
Inter-grupos 5.314 2 2.657 .246 .782
Intra-grupos 1047.276 97 10.797
Total 1052.590 99
DFSFACTOR4
Inter-grupos 114.962 2 57.481 2.142 .123
Intra-grupos 2603.198 97 26.837
Total 2718.160 99
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
194
Tabla 20 Pruebas post-hoc. Comparaciones múltiples
Variable dependiente (I) EDAD (J)
EDAD
Diferencia de
medias (I-J)
Error típico Sig. Intervalo de confianza al 95%
Límite
inferior
Límite superior
SATIESTADO
1.00 2.00 .51010 .95367 .867 -1.8607 2.8809
3.00 -.41756 .96958 .912 -2.8280 1.9929
2.00 1.00 -.51010 .95367 .867 -2.8809 1.8607
3.00 -.92766 .98977 .646 -3.3883 1.5329
3.00 1.00 .41756 .96958 .912 -1.9929 2.8280
2.00 .92766 .98977 .646 -1.5329 3.3883
STAIRAS
1.00 2.00 -1.60606 2.29235 .783 -7.3049 4.0928
3.00 -2.16129 2.33061 .652 -7.9553 3.6327
2.00 1.00 1.60606 2.29235 .783 -4.0928 7.3049
3.00 -.55523 2.37912 .973 -6.4698 5.3593
3.00 1.00 2.16129 2.33061 .652 -3.6327 7.9553
2.00 .55523 2.37912 .973 -5.3593 6.4698
BAITOTAL
1.00 2.00 -.26768 1.54046 .985 -4.0973 3.5620
3.00 .46057 1.56617 .958 -3.4330 4.3541
2.00 1.00 .26768 1.54046 .985 -3.5620 4.0973
3.00 .72825 1.59877 .902 -3.2464 4.7029
3.00 1.00 -.46057 1.56617 .958 -4.3541 3.4330
2.00 -.72825 1.59877 .902 -4.7029 3.2464
MDASTOTAL
1.00 2.00 .00000 .94970 1.000 -2.3610 2.3610
3.00 .36559 .96555 .931 -2.0348 2.7660
2.00 1.00 .00000 .94970 1.000 -2.3610 2.3610
3.00 .36559 .98565 .934 -2.0848 2.8159
3.00 1.00 -.36559 .96555 .931 -2.7660 2.0348
2.00 -.36559 .98565 .934 -2.8159 2.0848
DFSFACTOR2
1.00 2.00 -.70707 1.12584 .821 -3.5059 2.0918
3.00 .40143 1.14463 .940 -2.4442 3.2470
2.00 1.00 .70707 1.12584 .821 -2.0918 3.5059
3.00 1.10850 1.16845 .639 -1.7963 4.0133
3.00 1.00 -.40143 1.14463 .940 -3.2470 2.4442
2.00 -1.10850 1.16845 .639 -4.0133 1.7963
DFSFACTOR1 1.00
2.00 .42677 1.71315 .969 -3.8322 4.6857
3.00 1.18728 1.74174 .793 -3.1428 5.5173
2.00 1.00 -.42677 1.71315 .969 -4.6857 3.8322
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
195
3.00 .76051 1.77800 .913 -3.6597 51807
3.00 1.00 -1.18728 1.74174 .793 -5.5173 3.1428
2.00 -.76051 1.77800 .913 -5.1807 3.6597
DFSFACTOR3
1.00 2.00 -.55556 .79188 .782 -2.5242 1.4131
3.00 -.26523 .80510 .947 -2.2667 1.7363
2.00 1.00 .55556 .79188 .782 -1.4131 2.5242
3.00 .29032 .82186 .940 -1.7528 2.3335
3.00 1.00 .26523 .80510 .947 -1.7363 2.2667
2.00 -.29032 .82186 .940 -2.3335 1.7528
DFSFACTOR4
1.00 2.00 -1.15909 1.24849 .651 -4.2629 1.9447
3.00 -2.62634 1.26933 .123 -5.7819 .5292
2.00 1.00 1.15909 1.24849 .651 -1.9447 4.2629
3.00 -1.46725 1.29575 .529 -4.6885 1.7540
3.00 1.00 2.62634 1.26933 .123 -.5292 5.7819
2.00 1.46725 1.29575 .529 -1.7540 4.6885
VI.4.3. Análisis de perfiles
Para realizar la comparación de los perfiles entre los pacientes odontológicos con y
sin discapacidad intelectual, se ha utilizado el módulo MLG (Modelo Lineal General) de
medidas repetidas, del paquete estadístico SPSS. A través de este procedimiento -
comúnmente empleado en el análisis de perfiles (Tabachnick y Fidell, 2007a, b)- se realiza
un análisis de varianza multivariado (MANOVA) y un análisis de varianza -ANOVA-
univariado, de medidas repetidas, en el que las medidas de las variables dependientes se
tratan como variables medidas dentro de los mismos sujetos, y los grupos (con DI y sin DI;
varones y mujeres; rangos de edad) actúan como variables entre sujetos.
Para comprobar la igualdad de las matrices de varianza covarianza de las variables
dependientes se realizan diversas pruebas. En primer lugar, se emplea la prueba M de Box.
Si se rechaza la hipótesis nula, es decir, si esta prueba resulta significativa, se utiliza el
contraste univariado de Levene. Si se vuelve a rechazar la hipótesis nula en alguna de las
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
196
variables dependientes, se evalúa la ratio de las varianzas entre las Variables dependientes
de los grupos.
El análisis de la relación entre las varianzas y las covarianzas de los distintos grupos
y la comprobación de si la matriz de las variables dependientes tiene forma esférica o
circular, se realiza la prueba de esfericidad de Mauchly.
Se emplea el test de paralelismo para comprobar si los diferentes grupos tienen
perfiles paralelos, es decir, si un grupo obtiene puntuaciones más altas en el conjunto de
medidas que el otro (hipótesis de niveles o diferencias totales entre grupos).
El test de planitud de perfiles se emplea para analizar la similitud de la respuesta para
todas las variables dependientes, independientes de los grupos.
Se emplea el test de nivel para analizar las diferencias totales entre grupos.
También se realizan gráficos de los perfiles de las medias (gráficos de interacciones)
que permiten observar fácilmente algunas de las relaciones entre ellos.
La prueba t de igualdad de medias para muestras independientes se emplea para
discriminar qué variables son las responsables de las discrepancias entre los perfiles.
VI.4.3.1. Resultados de los análisis de perfiles entre pacientes odontológicos con
discapacidad intelectual y sin ella
Para establecer el perfil de variables dependientes que poseen los pacientes con
discapacidad intelectual y los que no se ha realizado un análisis descriptivo de los datos de
la muestra y se ha utilizado la puntuación media para establecer dicho perfil. Posteriormente,
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
197
para averiguar si existen diferencias significativas en esas variables se ha efectuado la
comparación de los perfiles entre los dos grupos utilizando el módulo MLG del paquete
estadístico SPSS. Con este procedimiento se realiza un análisis de la varianza multivariado
(MANOVA) y una análisis de varianza (ANOVA) univariado, de medidas repetidas,
procedimiento cumúnmente empleado en la comparación de perfiles (Tabachnick y Fidell,
2007). Este análisis nos permitirá comprobar si existen diferencias en los perfiles de ambos
grupos. Debemos señalar que, como tratamiento previo al análisis de datos con el módulo
MLG, y debido que no todas las variables del estudio se miden en la misma escala, todas las
puntuaciones se han estandarizado a puntuaciones z.
La Tabla 21 muestra las medias y desviaciones típicas, así como la curtosis y la
simetría, obtenidas para el grupo con DI y la Tabla 22 para el grupo sin DI.
Tabla 21 Estadísticos descriptivos para los pacientes con DI
N Mínimo Máxim
o
Media Desv. típ. Asimetría Curtosis
Estadístico Error
típico
Estadístic
o
Error
típico
Z(Edad) 48 -1.51995 1.71858 .0003598 1.07970147 .160 .343 .1,241 .674
Z(STAIESTADO) 48 -1.35968 1.94421 .3875715 .87037680 -.333 .343 -.859 .674
Z(STAIRAS) 48 -1.81794 1.98705 -.1532568 .94874707 .133 .343 -.652 .674
Z(BAITOTAL) 48 -.77203 3.49071 -.2852348 .78083900 2.951 .343 11.193 .674
Z(MDASTOTAL) 48 -.82472 .96815 -.4618766 .54864641 1.475 .343 .989 .674
Z(DFSFACTOR2) 48 -.90826 1.45925 -.5226457 .58051078 1.806 .343 3.059 .674
Z(DFSFACTOR1) 48 -.72731 1.39932 -.4851081 .43473247 2.529 .343 7.308 .674
Z(DFSFACTOR3) 48 -.52443 1.00898 -.4158094 .33767359 3.132 .343 9.112 .674
Z(DFSFACTOR4) 48 -1.00766 1.28248 -.5146445 .58767367 1.561 .343 2.200 .674
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
198
Tabla 22 Estadísticos descriptivos para los pacientes sin DI N Mínimo Máximo Media Desv. típ. Asimetría Curtosis
Estadístico Error
típico
Estadístico Error
típico
Z(Edad) 47 -1.51995 1.71858 .0097386 .91911987 .085 .347 -1.039 .681
Z(SATIESTADO) 47 -2.88455 1.69007 -
.4458356 .96798764 -.189 .347 .173 .681
Z(STAIRAS) 47 -1.60655 3.25539 .0823067 1.03687529 .945 .347 1.189 .681
Z(BAITOTAL) 47 -.77203 4.59586 .1786049 1.09455559 1.972 .347 4.874 .681
Z(MDASTOTAL) 47 -.82472 2.50489 .1507316 .76583998 .968 .347 .689 .681
Z(DFSFACTOR2) 47 -.90826 3.82676 .3464715 .99576882 1.361 .347 2.216 .681
Z(DFSFACTOR1) 47 -.72731 3.24240 .1806580 .83282552 1.472 .347 2.803 .681
Z(DFSFACTOR3) 47 -.52443 3.76912 .2063903 1.15203852 2.041 .347 3.479 .681
Z(DFSFACTOR4) 47 -.81682 3.76346 .3729187 .96430388 1.351 .347 2.454 .681
El rango de las puntuaciones medias obtenidas por el Grupo de pacientes con DI,
oscila entre x =-.52; dt =.58 (en DFSFACTOR2) y x = .39; dt= .87 (en STAIESTADO).
El rango de las puntuaciones medias obtenidas por el grupo de pacientes sin DI,
oscila entre x =-.44; dt =.96 (en STAIESTADO) y x = .37; dt= .96 (en DFSFACTOR4).
Los valores de asimetría no superan el +2.00, salvo en las variables BAI (2.95),
DFSFACTOR1 (2.95) y DFSFACTOR3 (3.13) en el grupo de pacientes con DI y y
DFSFACTOR3 (2.04) en el grupo de pacientes sin DI. La curtosis de la mayoría de las
variables en ambos grupos no supera el +7.00, salvo en las variables BAI (11.19),
DFSFACTOR1 (7.30), DFSFACTOR3 (9.11), todas en el grupo de pacientes con DI.
Una vez descritas las muestras se realiza el análisis dirigido a averiguar si existen
diferencias significativas entre el perfil de ambos grupos.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
199
Antes de comenzar dicho análisis es necesario comprobar algunos supuestos
implícitos en el mismo. Uno de los supuestos del enfoque multivariado es que el conjunto de
variables dependientes sigue una distribución normal multivariada y que las matrices de
covarianza observadas de las variables dependientes son iguales en todos los grupos. La
prueba M de Box contrasta la hipótesis de que las matrices de covarianza de las variables
dependientes son iguales para todos los grupos.
Tabla 23
Prueba de Box sobre la igualdad de las matrices de covarianzas
M de Box 134.688
F 3.399
gl1 36
gl2 29075.129
Sig. .000
Mediante los resultados de la prueba M de Box recogidos en la Tabla 23 (F(29075.129)=
3.399 y p=.000), podemos observar que el valor de significación es menor de .05, por lo que
no podemos afirmar que exista homocedasticidad en las matrices de covarianza de los
distintos grupos. Sin embargo, se pueden utilizar otros procedimientos para analizar la
homogeneidad de las matrices de varianza covarianza cuando el test M de Box arroja una
significación menor que .05. El siguiente procedimiento utilizado es el contraste de Levene
(Tabla 24).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
200
Tabla 24 Contraste de Levene sobre la igualdad de las varianzas error
F gl1 gl2 Sig.
Z(SATIESTADO) .102 1 93 .750
Z(STAIRAS) .006 1 93 .940
Z(BAITOTAL) 4.090 1 93 .046
Z(MDASTOTAL) 3.581 1 93 .062
Z(DFSFACTOR2) 9.188 1 93 .003
Z(DFSFACTOR1) 13.016 1 93 .000
Z(DFSFACTOR3) 25.817 1 93 .000
Z(DFSFACTOR4) 8.193 1 93 .005
El contraste de Levene arroja un valor de significación para 5 de las 8 variables
analizadas menor de .05, por tanto podemos afirmar que el contraste no se cumple. Sin
embargo, los grupos con tamaños desiguales no presentan especial dificultad en el análisis
de perfiles ya que cada hipótesis es comprobada como si fuera un diseño de una vía (one-
way design); los tamaños desiguales sólo crean dificultades en la interpretación cuando se
trata de diseños con más de una variable independiente, pero este no es nuestro caso.
Una vez analizada la homocedasticidad de las matrices de varianza covarianza, el
primer paso en el análisis de perfiles es realizar la prueba intra-sujetos.
Para analizar los efectos de planitud (efecto VDs) y paralelismo (efecto VDs*grupo),
la Tabla 25 muestra los resultados de la prueba intra-sujetos. Para cada uno de estos efectos
se muestran cuatro estadísticos:
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
201
Tabla 25 Contrastes multivariados Efecto Valor F Gl de la
hipótesi
s
Gl del
error
Sig. Eta al
cuadrad
o
parcial
Parámetro de
no
centralidad
Parámetro
Potencia
observadac
factor1
Traza de Pillai .040 .512b 7.000 87.000 .823 .040 3.586 .211
Lambda de Wilks .960 .512b 7.000 87.000 .823 .040 3.586 .211
Traza de Hotelling .041 .512b 7.000 87.000 .823 .040 3.586 .211
Raíz mayor de Roy .041 .512b 7.000 87.000 .823 .040 3.586 .211
factor1
*
Grupo
Traza de Pillai .424 9.159b 7.000 87.000 .000 .424 64.115 1.000
Lambda de Wilks .576 9.159b 7.000 87.000 .000 .424 64.115 1.000
Traza de Hotelling .737 9.159b 7.000 87.000 .000 .424 64.115 1.000
Raíz mayor de Roy .737 9.159b 7.000 87.000 .000 .424 64.115 1.000
a. Diseño: Intersección + Grupo Diseño intra-sujetos: factor1
b. Estadístico exacto
c. Calculado con alfa = ,05
La traza de Pillai es un estadístico de valor positivo. Mayores valores de este
estadístico explican un mayor peso del efecto, por tanto indican que los efectos contribuyen
más al modelo. Según Olson (1974), la traza de Pillai es la más robusta ante violaciones en
los supuestos del modelo.
La lambda de Wilks es un estadístico definido positivo que varía entre 0 y 1.
Menores valores en este estadístico indican un mayor peso del efecto.
La traza de Hotelling es un estadístico de valor positivo que indica con valores
crecientes un mayor peso del efecto. La traza de Hotelling siempre es mayor que la traza de
Pillai. En algunos casos los valores son prácticamente iguales indicando entonces que el
efecto probablemente no contribuye al modelo.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
202
La raíz mayor de Roy constituye un estadístico de valor positivo cuyos valores
crecientes indican un mayor peso del efecto. La raíz mayor de Roy es siempre menor o igual
que la traza de Hotelling.
A la vista de este resultado se puede concluir que el test de planitud ha resultado no
significativo (F(7. 87) = .512; p= .823 y 2 parcial = .040).
El test de paralelismo ha resultado significativo, por lo que podemos decir que los
perfiles no son paralelos, es decir, para cada grupo existe una variación significativa de las
variables estudiadas (F(7.87) = 9.159; p= .000 y 2 parcial = .424).
Para comprobar la hipótesis nula de que el error de la matriz de covarianza de las
variables dependientes ortonormalizadas sea proporcional a la matriz identidad, se realiza la
prueba de Mauchly. A través de los resultados de esta prueba que se pueden observar en la
Tabla 26, podemos comprobar que el supuesto no se cumple, ya que el valor de significación
es menor de ,05. Por tanto, debemos ajustar los grados de libertad de los test y repetir los test
de planitud y paralelismo con los nuevos valores.
Tabla 26 Prueba de esfericidad de Mauchly
Efecto
intra-
sujetos
W de Mauchly Chi-cuadrado
aprox.
gl Sig. Epsilonb
Greenhouse-
Geisser
Huynh-Feldt Límite-inferior
factor1 .156 168.232 27 .000 .712 .765 .143
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
203
En la Tabla 26 se muestra el nuevo test intra-sujetos para los efectos de planitud
(efecto VDs) y paralelismo (efecto interacción VDs*grupo) con los valores de ajuste
correspondientes cuando no se cumple el supuesto de esfericidad.
Tabla 27 Pruebas de efectos intra-sujetos
Origen Suma de
cuadrados
tipo III
gl Media
cuadrát
ica
F Sig. Eta al
cuadrado
parcial
Parámetro
de no
centralidad
Parámetro
Potencia
observadaa
factor1
Esfericidad asumida 1.583 7 .226 .407 .898 .004 2.846 .182
Greenhouse-Geisser 1.583 4.981 .318 .407 .844 .004 2.025 .157
Huynh-Feldt 1.583 5.353 .296 .407 .856 .004 2.176 .162
Límite-inferior 1.583 1.000 1.583 .407 .525 .004 .407 .097
factor1 *
Grupo
Esfericidad asumida 51.350 7 7.336 13.188 .000 .124 92.315 1.000
Greenhouse-Geisser 51.350 4.981 10.309 13.188 .000 .124 65.691 1.000
Huynh-Feldt 51.350 5.353 9.592 13.188 .000 .124 70.601 1.000
Límite-inferior 51.350 1.000 51.350 13.188 .000 .124 13.188 .949
Error(fac
tor1)
Esfericidad asumida 362.117 651 .556
Greenhouse-Geisser 362.117 463.246 .782
Huynh-Feldt 362.117 497.875 .727
Límite-inferior 362.117 93.000 3.894
a. Calculado con alfa = .05
De estos resultados se desprende que con los cuatro criterios de ajuste se afirma que
todos los efectos contribuyen al modelo, si bien, observando el parámetro 2 parcial
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
204
podemos ver que la influencia es menor que la encontrada en el modelo en el que no se
ajustaban los grados de libertad.
El test de planitud ha resultado no significativo, F= .407; p= .844 y 2 parcial = .004.
El test de paralelismo ha resultado significativo, es decir, los perfiles no son paralelos
en los distintos grupos, esto es, para cada grupo existe una variación significativa de las
variables dependientes en todos los estadísticos mostrados, F= 13.188; p= .000 y 2 parcial
= .124.
Figura 17. Perfiles de los pacientes con DI y sin DI.
Otra de las cuestiones principales a tener en cuenta en el análisis de perfiles es el test
de nivel. El test de nivel informa de las diferencias totales entre grupos, esto es, si un grupo
puntúa más alto en el conjunto de medidas que el otro.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
205
Con el fin de comprobar si existen diferencias entre las medias de los grupos en las
VDs en su conjunto, se ha realizado el test de nivel, cuyos resultados pueden observarse en
la Tabla 28.
Tabla 28 Pruebas de los efectos inter-sujetos
Origen Suma de
cuadrados
tipo III
gl Media
cuadrática
F Sig. Eta al
cuadrado
parcial
Parámetro de
no
centralidad
Parámetro
Potencia
observadaa
Intersección 5.643 1 5.643 3.262 .074 .034 3.262 .432
Grupo 36.848 1 36.848 21.298 .000 .186 21.298 .995
Error 160.899 93 1.730
a. Calculado con alfa = .05
Los resultados que se observan en el test de nivel muestran que la media de las VDs
asociada a cada grupo ha resultado significativamente diferente a la del otro.
Dado que los perfiles se muestran significativamente diferentes para cada uno de los
grupos, es necesario realizar un análisis univariante de cada componente socioemocional
para averiguar dónde se sitúan las diferencias entre los sujetos seleccionados entre los
sujetos seleccionados en el grupo de pacientes odontológicos con DI y el grupo de pacientes
odontológicos sin DI.
La prueba t de diferencia de medias para grupos independientes (Tabla 29) muestra
las diferencias entre los grupos, en cada una de las variables. En los resultados se observan
diferencias significativas en 7 de las 8 variables estudiadas. Los pacientes con DI solamente
puntúan por encima del grupo de pacientes sin DI en 1 de las variables que han resultado
significativas, STAIESTADO (.000). Para el resto de variables cuyas diferencias han
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
206
resultado significativas, los pacientes sin DI siempre puntúan por encima del grupo de
pacientes con DI.
Tabla 29 Prueba de muestras independientes
Prueba de
Levene para la igualdad de varianzas
Prueba T para la igualdad de medias
F Sig. t gl Sig. (bilateral
)
Diferencia de medias
Error típ. de la diferencia
95% Intervalo de confianza para la diferencia
Inferior Superior
Puntuación Z(Edad)
Se han asumido
varianzas iguales 1.773 .186
-,046
93 .964 -.00937872 .20592339 -.41830177 .39954433
No se han asumido
varianzas iguales
-,046
91.247 .964 -.00937872 .20557393 -.41771121 .39895377
Puntuación
Z(STAIESTADO)
Se han asumido
varianzas iguales .102 .750
4,415
93 .000 .83340704 .18878079 .45852580 1.20828828
No se han asumido
varianzas iguales
4,410
91.523 .000 .83340704 .18899361 .45802334 1.20879075
Puntuación
Z(STAIRAS)
Se han asumido
varianzas iguales .006 .940
-1,156
93 .251 -.23556345 .20383525 -.64033986 .16921297
No se han asumido
varianzas iguales
-1,155
91.892 .251 -.23556345 .20402747 -.64078594 .16965905
Puntuación
Z(BAITOTAL)
Se han asumido
varianzas iguales 4.090 .046
-2,382
93 .019 -.46383964 .19475409 -.85058266 -.07709662
No se han asumido
varianzas iguales
-2,373
83.077 .020 -.46383964 .19542965 -.85253603 -.07514325
Puntuación
Z(MDASTOTAL)
Se han asumido
varianzas iguales 3.581 .062
-4,489
93 .000 -.61260819 .13646298 -.88359663 -.34161976
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
207
No se han asumido
varianzas iguales
-4,474
83.269 .000 -.61260819 .13693085 -.88494514 -.34027124
Puntuación
Z(DSFFACTOR2)
Se han asumido
varianzas iguales 9.188 .003
-5,210
93 .000 -.86911723 .16680631 -1.20036151 -.53787295
No se han asumido
varianzas iguales
-5,183
73,720 .000 -.86911723 .16768306 -1.20325412 -.53498034
Puntuación
Z(DSFFACTOR1)
Se han asumido
varianzas iguales 13.016 .000
-4,899
93 .000 -.66576611 .13589950 -.93563558 -.39589664
No se han asumido
varianzas iguales
-4,869
69,012 .000 -.66576611 .13672875 -.93853163 -.39300059
Puntuación
Z(DSFFACTOR3)
Se han asumido
varianzas iguales 25.817 .000
-3,588
93 .001 -.62219970 .17340732 -.96655226 -.27784713
No se han asumido
varianzas iguales
-3,556
53,693 .001 -.62219970 .17496752 -.97303439 -.27136500
Puntuación
Z(DSFFACTOR4)
Se han asumido
varianzas iguales 8.193 .005
-5,430
93 .000 -.88756318 .16345595 -1.21215430 -.56297205
No se han asumido
varianzas iguales
-5,404
75,737 .000 -.88756318 .16425508 -1.21472385 -.56040250
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
208
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
209
VII. DISCUSIÓN
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
210
En nuestro estudio la muestra estuvo compuesta por un total de 100 pacientes
odontológicos, con edades comprendidas entre 20 y 50 años. Un grupo está formado por 50
pacientes odontológicos con discapacidad intelectual que vienen a la clínica dental
acompañados de una psicóloga y una pedagoga –expertas cualificadas– y siguiendo los
criterios del DSM-5. Y un segundo grupo de 50 pacientes odontológicos de la población
general que vienen a la misma clínica. A los cien pacientes se les ha realizado una
exploración bucodental, higiene dentaria y técnica de tratamiento de restauración dentaria
por un solo investigador que es médico estomatólogo.
Como hemos enunciado anteriormente, la edad de los pacientes está comprendida
entre los 20 y 50 años. Se eligió este rango de edades porque son las personas con
discapacidad intelectual que residen en el Centro ASMISAF o viven con la familia y acuden
durante el día; algunos pueden pertenecer al centro laboral de la Asociación de Minusválidos
con Discapacidad Intelectual de La Safor (ASMISAF). Posteriormente, para poder realizar
un estudio comparativo con los pacientes odontológicos de la población general, se eligió al
azar pacientes que vienen a la clínica dental, considerando la edad y sexo para obtener
resultados lo más fiables posibles. Con el mismo propósito, todos los pacientes fueron
explorados y tratados por el mismo y único investigador que será médico especialista en
estomatología.
En otros estudios Anders y Davis (2010); Morgan et al. (2012) los autores nos
presentan mayor número de pacientes odontológicos con discapacidad intelectual pero se
basan en las historias clínicas médicas o dentales de diversos profesionales de la odontología
o de artículos publicados sobre estos grupos de pacientes con ansiedad dental.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
211
En la literatura, la mayoría de estudios se realizan en la edad infantil o juvenil, sobre
todo, con discapacitados intelectuales asociados a otros síndromes, como el Síndrome de
Down, Autismo, etc. Es el caso de los estudios realizados por Tan & Rodriguez, 2001.
Sin embargo señalamos un proyecto de investigación de Serrano et al. (2012) donde los
participantes eran 51 niños y niñas – pacientes con discapacidad intelectual entre 5 y 14 años
inclusive– en el que se excluyeron síndromes (Síndrome de Down, Autismo, etc.). Este
estudio coincide con nuestra investigación en dicho aspecto. Pero a diferencia de nuestro
estudio estaba enfocado a las patologías bucodentales y a los tratamientos preventivos y
restauradores de los pacientes discapacitados intelectuales. Además de que eran pacientes
con edades inferiores a las de nuestra muestra.
También destacaremos que existen muchas investigaciones sobre ansiedad dental que
se fundamentan, principalmente, en las enfermedades bucodentales que se producen tanto en
la población general como en los discapacitados intelectuales. Así como la profilaxis de los
pacientes odontológicos de la población general, sobre todo en los niños, en los cuales
también se aplican las mismas técnicas odontológicas que a los discapacitados intelectuales.
Entre otros, podemos señalar (Alvesalo et al. 1993; Armfield, Stewart y Spencer, 2007;
Pohjola et al., 2007,2008) y otros investigadores que entre sus resultados destacan la
presencia de mayor número de caries (Coolidge, Hillstead, Farjo, Weinstein & Coldwell,
2010; Schuller, Willumsen & Holst, 2003).
Los estudios, desde este punto de vista, en los pacientes odontológicos con DI
resaltamos a Benavente, 2007; Cumella et al., 2000; Cabada et al., 2012; Glassman &
Miller 2003; Glassman, 2005; Hu, Kao & Liao, 2003; Oredugba & Perlman, 2010; Serrano
et al., 2012.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
212
Es importante conocer las opiniones de los pacientes o los padres/cuidadores de los
pacientes con discapacidades respecto del acceso a la atención dental (Cumella, et al. 2000;
Prabhu, et al., 2010; McConkey (2005); Prabhu, et al., 2010; Stiefel, 2002).
En nuestro estudio coincidimos y nos identificamos con las reflexiones realizadas
por autores que reflejan la importancia y desigualdad equitativa de este grupo de pacientes
odontológicos con discapacidad intelectual con respecto a la población general. Nos señalan
la importancia de crear programas de salud bucodental tanto a nivel terapéutico como de
profilaxis en este grupo de pacientes, de la misma manera que son realizados en la población
general. Además, responsabilizan a los gobiernos de las naciones, pues se comprueba que
solo se basan en lamentaciones o gráficas estadísticas con números (Cumella, et al., 2000;
Gabre et al., 2001; Holt et al., 2000; Jongh & Kieffer, 2009; Prabhu et al., 2010).
Taggart et al. (2012), manifiestan su coincidencia con los anteriores autores, pero
resaltan la obligación e implicación que deben de tener los gobiernos en forma de apoyos y
cubriendo las necesidades de este grupo de personas, así como planificar su futuro.
Smith et al. (2010) ratifican y nos indican que son los organismos estatales los
responsables de conocer las necesidades de este grupo de población con discapacidad
intelectual.
Existe también una falta de formación en pregrado y posgrado de los profesionales
de la sanidad, en particular, en los de odontología y personal auxiliar para poder afrontar los
problemas bucodentales que nos puedan aparecer en los pacientes odontológicos con
ansiedad dental y en los discapacitados intelectuales (Armfield et al., 2014; Colina et al.,
2008; Hill et al., 2008; Muza, R. y Muza, P., 2007; Sharath et al., 2009). Destacamos en los
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
213
pacientes DI los estudios de Crall, 2007; Charles, 2010; Ettinger, 2010; Morgan et al., 2012;
Smith et al., 2010.
Por nuestra parte, hemos comprobado la veracidad de estas afirmaciones, pero
señalamos que en España en los estudios de grado de Odontología, se ha incorporado una
asignatura denominada pacientes especiales, en la que se incluye a los discapacitados
intelectuales junto a pacientes que presentan patologías diversas como la diabetes,
enfermedades cardiacas o pacientes bajo tratamiento antiagregante plaquetario como por
ejemplo el tratamiento con sintrom, para evitar embolias y accidentes vasculo-cerebrales.
Encontramos también estudios que, más bien, son consejos de cómo acomodar o
manipular este grupo de pacientes odontológicos con discapacidad intelectual en el gabinete
dental. Así como evitar barreras para llegar a nuestra clínica dental.
Además, no deberemos de olvidarnos de los estudios, tanto de los profesionales de la
anestesia como de los odontólogos, que nos quieren señalar que son la panacea de la
solución de todos los problemas que nos puedan plantear los pacientes odontológicos con
discapacidad intelectual, y van a consistir en la anestesia general o la sedación realizada por
el anestesista (Colina, et al., 2008). Sin embargo, otros autores como son Wilson, Bernhard,
Humey y Simpson (2001 citado en Colina, 2008) no están de acuerdo de la utilización de la
anestesia general como el método más preferido para afrontar la ansiedad que puedan
presentar los pacientes odontológicos con ansiedad dental y los discapacitados intelectuales.
Mirón et al. (2008) indican que la técnica anestésica es segura y estable desde el
punto de vista hemodinámico y respiratorio. En cambio, Horruitiner (2008) afirma que la
anestesia general se debe evitar, porque implica un riesgo para la salud del paciente con
discapacidad intelectual.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
214
Respecto a los instrumentos y medidas empleados en nuestro estudio, se han
utilizado varias escalas como son Escala Estado-Rasgo STAI; Escala de BAI; Escala de
MDAS; Escala DFS y Escala de CI de K-bit. Para obtener una mayor información de la
ansiedad general y la ansiedad dental que puedan tener todos los pacientes.
También, con el mismo propósito que el nuestro, fueron utilizadas varias escalas por
los autores Liu, et al. (2015). En otros estudios suelen utilizar una o dos escalas. Las más
frecuentes son DFS (miedos dentales) y MDAS. Pero son aplicadas por diversos
profesionales (Armfield, J. M., 2010).
También hay autores que estudian la influencia de los padres o familiares o tutores
en el comportamiento de los niños cuando asisten con ellos a la consulta dental (Eli et al.,
2004; Kade de Souki et al., 1999; Krikken et al., 2012; Pérez-Navarro et al., 2002; Sharath
et al., 2009).
En nuestro estudio, en los pacientes odontológicos DI, la persona que les acompaña
siempre a nuestra consulta dental es una psicóloga o una pedagoga en grupos de seis. El
comportamiento de todos los grupos ha sido positivo.
En cuanto al comportamiento del paciente discapacitado intelectual en la clínica
dental, Mickeym (2002), Green y Flanagan, (2008) estiman y valoran que los periodos
largos en la sala de espera van a ser perjudiciales y generarán ansiedad.
Hay autores que en sus estudios nos indican que había un número significativamente
mayor de pacientes con discapacidad intelectual que manifiesten ansiedad dental que los
pacientes de la población general sin discapacidad intelectual (Cumella, et al., 2000; Stiefel,
et al., 1997).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
215
Tomados en su conjunto, los resultados obtenidos en nuestro estudio a través de los
diferentes análisis correlacionares y comparativos, ponen de manifiesto los siguientes
aspectos, teniendo en cuenta las hipótesis iniciales.
En la primera hipótesis se planteaba “Aparecen relaciones entre los factores
pertenecientes a las variables de ansiedad, sexo, edad y grupo con DI y sin DI en el grupo de
pacientes odontológicos que forma nuestra muestra”.
Esta hipótesis se encuentra relacionada con los siguientes objetivos:
1. Describir/analizar los niveles de Ansiedad Estado-Rasgo STAI (State-Trait
Anxiety Inventory Spielberger), Escala de Ansiedad dental modificada de Corah (MDAS),
Escala de miedos dentales de Kleinknecht (DFS) y la Escala de Ansiedad BAI, tanto en
pacientes odontológicos de la población general como los pacientes odontológicos con
discapacidad intelectual.
2. Analizar las relaciones existentes entre las variables de ansiedad y el resto de
variables del estudio.
En primer lugar, señalar que las medias de las puntuaciones obtenidas en cada una de
las variables del estudio relativas a la ansiedad son más altas en el grupo de pacientes sin DI
en la mayoría de las variables (STAIRASGO, MDASTOTAL, DFSFACTOR1 –Miedos ante
estímulos específicos en el tratamiento dental–; DFSFACTOR2 –La reacción automática,
síntomas somáticos–; y DFSFACTOR4 –Miedo de conocidos y familiares al tratamiento
dental–; mientras que el grupo de pacientes con DI sólo presenta medias superiores en dos
de las variables relativas a la ansiedad (STAIESTADO Y DFSFACTOR3 –Miedos
generales en situaciones relacionadas con el tratamiento dental–.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
216
En nuestro estudio hemos utilizado las escalas de ansiedad dental basándonos en las
sugerencias de Locker et al. (1997) sobre la concordancia entre las medidas de ansiedad
dental y de Schuurs y Hoogstraten (1993) en sus revisiones de las escalas de ansiedad y
miedo dental. Nos indican que para realizar los estudios sobre ansiedad dental utilicemos
varias escalas, pues no conocen ninguna escala o cuestionario de ítems que pueda examinar
con exactitud la ansiedad dental.
Hay investigadores que utilizaron dos escalas. Destacamos en los estudios de
Newton y Buck (2000), la escala de ansiedad de Corah (DAS) y la escala de miedos dentales
de Kleinknecht (DFS). Observaron en sus resultados que las dos escalas no se
correlacionaban bien; pensaban que podría tratarse a que la escala de ansiedad de Corah
(DAS) tenía pocos ítems. Se inclinaban a utilizar la escala DFS e incluso el ítem de dicha
escala que trata del miedo en general al tratamiento dental, para descubrir los pacientes que
pudiesen tener ansiedad dental. La utilización de estas indicaciones coincidían con otros
estudios, entre los que destacaremos los de Kleinknecht y Bernstein (1978); Kleinknecht,
Thorndike, McGlynn y Harkavy (1984); Milgrom, Fiset, Melnick y Weinstein (1988);
Moore et al. (1993). Además, Moore et al., señalaron su fiabilidad y que debido a sus ítems
podemos descubrir estímulos y situaciones específicas del tratamiento dental haciendo
referencia a su utilidad clínica. Por otra parte, en cuanto a la escala de Corah opinan junto a
otros investigadores (Schuurs y Hoogstraten, 1993; Locker et al., 1999) que no es la más
idónea.
En 1995, Humphris, Morrisson y Lindsay modificaron la escala dental de Corah y
añadieron un ítem que consistía en la situación de la colocación de la anestesia dental. La
denominaron escala de ansiedad dental modificada de Corah (MDAS), y consiguieron
aumentar sus propiedades psicométricas y remediar las deficiencias del DAS. Destaca por su
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
217
extraordinaria correlación con la escala de miedos dentales de Kleinknecht y la escala de
ansiedad STAIESTADO-STAIRASGO. También por su sencillez y fácil aplicación, así
como su fácil traducción que se ha usado en diferentes países (Australia, Escocia, Irlanda,
Estados Unidos -en un grupo de residentes hispanos-, China, Grecia, Turquía, etc.)
conservando buenas propiedades psicométricas.
En nuestro estudio, después de conocer y reflexionar sobre la evolución que han
podido tener las diferentes escalas, decidimos utilizar las escalas de Ansiedad Estado-Rasgo
STAI (State-Trait Anxiety Inventory Spielberger), Escala de Ansiedad dental modificada de
Corah (MDAS), Escala de miedos dentales de Kleinknecht (DFS) y la Escala de Ansiedad
BAI.
Queremos destacar que en la escala de miedos dentales de Kleinknecht (DFS) hemos
utilizado 25 ítems, pues nos parece interesante en los pacientes odontológicos de nuestra
muestra conocer el ítem 20 “miedo al dolor incluso después de haber recibido la anestesia”,
considerando que el miedo o ansiedad del ser humano suele asociarse al dolor y en nuestros
pacientes concretamente con el dolor dental. También el motivo de considerar los últimos
ítems es por la influencia de las manifestaciones de malas experiencias o temores realizadas
a nivel familiar y por personas cercanas, como son los amigos (Kleinknecht et al., 1973;
Locker et al., 1999).
El que diferenciemos las puntuaciones en las variables de ansiedad estado y ansiedad
rasgo va a ser de sumo interés, dado el tema de nuestra investigación.
Se entiende la ansiedad rasgo como una manera o tendencia temperamental de
responder una persona durante todo el tiempo de una misma forma, ya sean o no las
situaciones estresantes. La persona que ha estado ansiosa durante todo un tiempo va a
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
218
poseer una actitud de aprensión y además ha creado una estructura de vida más o menos
estable en función al rasgo de ansiedad, que será conocida como ansiedad crónica; esta
persona va a tener más facilidad en el futuro para desencadenar un trastorno de ansiedad que
otra persona que no presenta este rasgo. Por lo tanto, será más vulnerable a situaciones de
estrés y además va a considerar muchas circunstancias como peligrosas, como, por ejemplo,
acudir a la consulta dental.
Sin embargo, la ansiedad estado se considera como la presencia de una emoción
temporal que pertenece a una circunstancia concreta y que se puede identificar. Además la
respuesta que se produce puede variar a lo largo del tiempo. En ocasiones el tipo de ansiedad
puede ser elevada, es decir, posee una alta intensidad y se denominará ansiedad aguda.
En la literatura encontramos autores que coinciden con nuestro estudio de analizar
las relaciones que existen entre las variables. Locker et al. (1997) y también Schuurs y
Hoogstraten (1993) señalaban que era muy interesante en los estudios o
investigaciones que se realizasen sobre el miedo y la ansiedad dental, que en las escalas que
utilizáramos se estudiase la correlación que podía existir entre ellas. Estos autores hacen
hincapié en que sería de gran utilidad para los odontólogos generalistas poder detectar a
pacientes con niveles muy altos de ansiedad rasgo; si se comprueba que este dato predice de
forma positiva que van a tener niveles de ansiedad muy alta, aconsejan que podrían
necesitar -para un determinado tratamiento- un odontólogo especialista.
En los resultados obtenidos en nuestra investigación podemos señalar que el análisis
de las correlaciones entre las subescalas de cada uno de los instrumentos de evaluación
muestra que se producen numerosas correlaciones positivas y estadísticamente significativas
entre los distintos factores de los instrumentos relacionados con la medición de la ansiedad
empleados.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
219
En primer lugar hemos de señalar que las correlaciones entre las diferentes variables
del estudio son en su mayoría bajas.
En cuanto a la variable GRUPO (con D.I. o sin D.I.) encontramos correlaciones que
son significativas con las variables relativas a ansiedad STAIESTADO, BAITOTAL,
MDASTOTAL, DFSFACTOR2 –La reacción automática, síntomas somáticos–;
DFSFACTOR1 –Miedos ante estímulos específicos en el tratamiento dental–;
DFSFACTOR3 –Miedos generales en situaciones relacionadas con el tratamiento dental–; y
DFSFACTOR4 –Miedo de conocidos y familiares al tratamiento dental–.
En cuanto a la variable SEXO, encontramos algunas correlaciones significativas con
las variables relativas a ansiedad MDASTOTAL, DFSFACTOR1 –Miedos ante estímulos
específicos en el tratamiento dental–; y DFSFACTOR3 –Miedos generales en situaciones
relacionadas con el tratamiento –.
En cuanto a la variable STAIESTADO, solo encontramos correlaciones
significativas con la variable DFSFACTOR4 –Miedo de conocidos y familiares al
tratamiento dental–.
En cuanto a la variable STAIRASGO, encontramos correlaciones significativas con
las variables relativas a ansiedad BAITOTAL, MDASTOTAL, DFSFACTOR2 –La reacción
automática, síntomas somáticos–; y DFSFACTOR1 –Miedos ante estímulos específicos en
el tratamiento dental–.
En cuanto a la variable BAITOTAL, encontramos correlaciones significativas con
las variables relativas a ansiedad MDASTOTAL, DFSFACTOR2 –La reacción automática,
síntomas somáticos–; DFSFACTOR1 –Miedos ante estímulos específicos en el tratamiento
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
220
dental–; y DFSFACTOR3 –Miedos generales en situaciones relacionadas con el tratamiento
–.
En cuanto a la variable MDASTOTAL, encontramos correlaciones significativas con
las variables relativas a ansiedad DFSFACTOR2 –La reacción automática, síntomas
somáticos–; DFSFACTOR1 –Miedos ante estímulos específicos en el tratamiento dental–;
DFSFACTOR3 –Miedos generales en situaciones relacionadas con el tratamiento–; y
DFSFACTOR4 –Miedo de conocidos y familiares al tratamiento dental–.
Heaton et al. (2007) en su investigación sobre la capacidad de predicción de las
escalas de ansiedad dental utilizó las escalas MDAS, DFS y STAIESTADO-RASGO. En su
estudio señalaba que la escala STAIRASGO se correlacionaba adecuadamente con la escala
MDAS y DFS y nos indicaba que un paciente con ansiedad rasgo alta tendría mayores
niveles de ansiedad dental. Así, otros autores afirman que la predisposición innata o
constitucional a la ansiedad general tendrá más tendencia a padecer ansiedad dental (Dailey
et al. 2001; Lago-Méndez et al. 2006; Milgrom et al. 1990; Schuurs & Hoogstraten, 1993).
En cuanto a la estructura factorial del DFS, en nuestro estudio son cuatro factores
emergentes a diferencia de los tres factores señalados por otros autores (Kleinknecht,
Thorndike, McGlynn y Harkavy, 1984; Milgrom et al., 1990; Moraes et al., 1993). Pero
tenemos que tener en cuenta que los resultados que obtuvieron Milgrom et al. y Moraes et
al., aunque no eran idénticos fueron muy similares a los obtenidos en la investigación de
Kleinknecht. En los estudios de Kleinknecht et al. (1978, 1984) no nos informan cuales
podían ser las razones para dejar de utilizar ciertos ítems.
No deberíamos de olvidar los consejos de los autores Newton y Buck (2000) que nos
indican que cada investigador debe de elegir la escala más adecuada en función de los
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
221
objetivos de su investigación. De tal manera que, en nuestro estudio interesaba conocer con
mayor exactitud cuál sería la esencia del miedo y ansiedad dental de nuestra muestra, razón
por la que utilizamos 25 ítems de la escala de miedos dentales de Kleinknecht (DFS) y
señalamos cuatro factores emergentes que son:
F1) Miedos ante estímulos específicos en el tratamiento dental;
F2) La reacción automática, es decir, síntomas somáticos de la ansiedad (fisiológica);
F3) Miedos generales en situaciones relacionadas con el tratamiento dental;
F4) Miedo de conocidos y familiares al tratamiento dental.
La fiabilidad total de la escala DFS para la muestra de nuestro estudio fue muy alta y
satisfactoria, lo que significa que la escala que utilizamos de 25 ítems es capaz de detectar a
los pacientes con miedos y ansiedad dental. De la misma forma sucede con los cuatro
factores que hemos analizado en la escala DFS. A diferencia de otros autores que utilizaron
los 20 ítems de la escala de Kleinknecht pero que no aportan o no efectuaron el análisis de la
consistencia interna, tales como González Ceinos , Ezpeleta, Heredia, Malpartida, Núñez y
Trepiana, 1999; Locker et al., 1999; Lago, Diniz, Senra, Seoane, Gándara y García, 2006.
También hay otros autores que han utilizado la escala DFS traducida al español, pero
no nos consta que aportaran o investigasen la estructura factorial de esta escala (González et
al., 1999; Manso, Calatayud, Carrillo, Guisado, Barbería y Zaragoza, 1990).
En la segunda hipótesis del estudio se planteaba “El perfil de ansiedad dental de los
pacientes odontológicos con discapacidad intelectual no es estadísticamente diferente al
perfil que presentan los pacientes odontológicos de la muestra sin discapacidad intelectual”.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
222
Esta hipótesis se encuentra relacionada con los objetivos:
3. Establecer el perfil de ansiedad que poseen los pacientes odontológicos que
forman parte de la muestra, tanto de la población general como los pacientes odontológicos
con discapacidad intelectual, estableciendo las posibles diferencias entre dichos perfiles.
5. Conocer en los dos grupos de estudio, cuáles son los factores inherentes a la
situación dental que causan mayores niveles de ansiedad dental.
6. Determinar la predisposición del paciente odontológico con discapacidad
intelectual y el paciente de la población general para recibir un nuevo tratamiento dental.
Los resultados obtenidos a partir de nuestros datos indican que los perfiles de cada
uno de los grupos (pacientes con DI y pacientes sin DI) son significativamente diferentes.
Además, analizando las diferencias específicas en cada una de las variables se encontraron
diferencias significativas entre los dos grupos (con D.I. o sin D.I.) en siete de las ocho
variables. Los pacientes sin DI puntúan por encima de los pacientes con D.I. en todas las
variables excepto en la variable STAIESTADO, es decir, que los pacientes sin D.I.
presentan más ansiedad dental en la consulta o gabinete dental, son más ansiosos que los
pacientes con D.I. Esto nos lleva a preguntarnos ¿Por qué los pacientes con D.I. puntúan
más alto solo en la prueba STAI ESTADO? Una posible explicación de este resultado es que
la prueba STAIESTADO es menos adecuada para medir la ansiedad en la consulta dental en
general en los dos grupos. De hecho, la variable STAI ESTADO correlaciona con la
variable DFSFACTOR4 pero no con el resto de medidas de la ansiedad empleadas.
En los estudios recientes de Fallea, Zuccarello y Cali –publicados en BMC Oral
Health (2016)– nos diferencian tres grupos de pacientes: los pacientes con coeficiente
intelectual Borde-line, los pacientes con DI Leve y los pacientes con DI Moderada.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
223
Nos indican que los pocentajes más altos de ansiedad que obtuvieron en los tres
subgrupos de pacientes estaban relacionados con Ansiedad Leve. Y que estos porcentajes
disminuían con el aumento de gravedad del DI.
Además señalan que los pacientes Borde-line y con D.I. Leve presentaron Ansiedad
Moderada (15,56% y 18,79% respectivamente) seguidos de Máxima Ansiedad (7,78% y
17,58% -duplicando al Borde-line- respectivamente).
Los pacientes con DI Moderada presentaban mayor porcentaje de Ansiedad Severa
(21%) seguidos de Máxima Ansiedad (19%).
Para estos autores cuanto mayor sea la DI (menor coeficiente intelectual) mayor será
el porcentaje de gravedad de ansiedad dental. Y lo correlacionan a que los DI tienen menos
recursos psicológicos para enfrentarse con eficacia a situaciones estresantes, están privados
de habilidades cognitivas tales como la memoria, la resolución de problemas y la
planificación (Taylor, Lindsay & Willner, 2008 citado en Fallea et al., 2016).
Blomqvist et al., (2013) en sus estudios realizados en Estocolmo (Suecia)
investigaron la relación entre la capacidad cognitiva y la ansiedad de los pacientes con
relación al odontólogo. El estudio consistió en la evaluación de 70 niños de 11 años de edad
a los que se les realizó, en primer lugar, la prueba de la escala de inteligencia de Weschler y
después la escala MDAS para conocer la ansiedad dental; esta última prueba también la
realizaron a sus padres. En sus resultados nos indican que el miedo y ansiedad dental al
odontólogo se correlacionó significativamente con el coeficiente de inteligencia verbal, pero
no a cualquier otro índice cognitivo; además señalaron que había una significativa
correlación de la ansiedad dental de los padres y los hijos respecto al odontólogo. En
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
224
definitiva, para estos autores sus resultados indicaban que la capacidad verbal que pueda
tener el niño era de máxima importancia para poder explicar su ansiedad dental.
Con este estudio es evidente la importancia de la capacidad cognitiva verbal. En el
caso de nuestros pacientes con DI todos tenían dicha capacidad, y por lo tanto pudimos
aplicar las diferentes escalas de nuestro estudio y ayudarnos en algunos ítems con cartulinas
para los instrumentos o en diversas situaciones en la clínica dental.
Por otra parte, hay autores que nos señalan que había un número significativamente
mayor de pacientes con discapacidad intelectual manifestando ansiedad dental que los
pacientes de la población general sin discapacidad intelectual (Cumella, et al., 2000; Stiefel
et al., 1997).
Nuestros resultados no parecen apoyar los estudios anteriores, ya que en nuestro caso
son los pacientes sin DI los que puntúan de forma significativa más alta en todas las medidas
de ansiedad salvo en STAIESTADO.
5. Respecto a cuáles son los factores inherentes a la situación dental que causan
mayores niveles de ansiedad dental, encontramos que los pacientes con DI presentan de
mayor puntuación en ansiedad dental ante la “inyección de anestésico”, seguido del
“taladro en la boca”, la “limpieza de boca” (pensamos que este ítem de respuesta en los
D.I es debido a que se trata de un instrumento de ultrasonidos que introducimos en la boca
del paciente), “en la sala de espera “ y “si tuviera que ir mañana al dentista”.
En nuestros resultados, los ítems de la escala DFS (miedos dentales de
KLEINKNECHT) de los pacientes odontológicos con D.I. que presentan de mayor a
menor puntuación de media de los miedos dentales van a ser en primer lugar el miedo que
tenían sus hermanos seguidos de padre y madre. Por lo tanto, observamos que es el miedo
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
225
transmitido en el núcleo familiar el que condiciona al D.I. a tener miedo de acudir a una
consulta dental.
Observamos que luego aparece el miedo a ver la aguja del instrumento de
inyección, luego los tres siguientes ítems con idéntica puntuación media son el “sentir
dicha aguja”, “los músculos tensos” y “sudar más con la presencia del dentista”. Después
sigue el “miedo a sentir el taladro”. (En este punto tenemos que indicar que decimos sentir
y no ver a diferencia de primero ver y luego sentir la aguja). Posteriormente, nos llama la
atención con la misma puntuación media el “aumento del número de respiraciones” así
como “el aumento de latidos del corazón”. Y es en la posición 11 y 12 respectivamente y
con la misma puntuación media, “miedo al oír el taladro” y “miedo al dolor incluso tras
recibir la anestesia”. Seguidos de “ver el taladro”, miedo adquirido de los amigos de la
infancia y el miedo a la limpieza de los dientes.
Podemos considerar que excepto el ver primero y sentir después la aguja es el
miedo más importante en cuanto a un instrumento dental. Pensamos que es debido a alguna
experiencia negativa que ha podido sufrir en otras consultas médicas (vacunación,
bronquiolitis, neumonía, fiebre elevada, etc.); en los pacientes con DI no les produce tanto
miedo los demás instrumentos que puede ver en el sillón dental como son el taladro,
instrumento de ultrasonidos para la limpieza dental, la jeringa de spray y agua destilada, así
como la aspiración de saliva que utiliza la auxiliar.
En la escala MDAS los ítems que presentan de mayor a menor puntuación de media
en ansiedad dental en los pacientes SIN D.I. son:
Si van a utilizar el taladro en tu boca, ¿cómo te sientes?
Si te van a inyectar anestésico local, ¿cómo te sentirías?
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
226
Cuando te van a hacer una limpieza en la boca y estás sentado en el sillón dental,
¿cómo te sientes?
En la sala de espera del consultorio dental, ¿cómo te sientes?
Si tuvieras que ir al dentista mañana, ¿cómo te sentirías?
En nuestros resultados, los ítems de la escala DFS (miedos dentales de
KLEINKNECHT) de los pacientes odontológicos sin D.I. que presentan de mayor a menor
puntuación de media de los miedos dentales figura en primer lugar: “¿Cuánto miedo tenían
tus amigos de la infancia?”; siguen con la misma puntuación los dos ítems “¿Cuánto miedo
tenía tu padre?” y “¿Cuánto miedo tenían tus hermanos/as?” , y a continuación “ ¿Cuánto
miedo tenia tu madre? ”.
Por lo tanto, señalamos que en pacientes sin DI, a diferencia de los DI, la ansiedad
dental aumenta con el “sentir el taladro en la boca” y lo anteponen a la “inyección con
anestesia”; suponemos que estos pacientes ya han superado este último ítem. Además, no
olvidemos que “sentir el taladro” puede producir dolor. Sin embargo, los pacientes DI
puntúan con mayor preferencia la inyección con anestesia, pues la aguja les indica una señal
de peligro o dolor debido a las experiencias anteriores en consultas médicas u hospitales.
En nuestros resultados, los ítems de la escala DFS (miedos dentales de
KLEINKNECHT) de los pacientes odontológicos sin DI de mayor a menor puntuación
media es en primer lugar la ansiedad dental en el ítem: “¿Cuánto miedo tenían tus amigos de
la infancia?” y lo anteponen a diferencia –de los pacientes con DI– a la transmisión del
miedo dental que se produce el núcleo familiar. Esto lo suponemos por las pocas relaciones
que han podido tener en la infancia, tal vez, por la sobreprotección de los padres.
Posteriormente, aparecerá el ítem “En el dentista, ¿músculos tensos?”. A poca
diferencia de puntuación está “el miedo a sentir el taladro” así como “en el dentista,
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
227
¿aumenta el número de respiraciones?”. En octava, novena y décima posición se sitúan el
“miedo al dolor intenso tras recibir la anestesia” y “he evitado llamar al dentista”,
respectivamente. Debemos señalar que estos dos últimos ítems son iguales en la puntuación
media.
A la vista de estos resultados, destacamos que los pacientes de la población general
(sin DI) muestran más ansiedad que los DI cuando observan y pueden sentir el instrumento
del taladro (turbina); además, hacemos hincapié en que el taladro es el primer instrumento
que les produce más ansiedad y luego será el “oír el taladro” y “tener miedo al dolor tras
recibir la anestesia”.
Vamos a resaltar el ítem uno de la escala DFS que dice: “¿he evitado llamar al
dentista”? Es considerado como un ítem de evitación y se presenta en décima posición, a
diferencia de los discapacitados intelectuales que lo evalúan en la decimonovena posición
con la misma puntuación media que los dos ítems siguientes: “miedo al ver entrar al
dentista” y “en el dentista, ¿sientes nauseas o malestar?” Probablemente se debe a que los
familiares o tutores de los DI son los que planifican las citas y los acompañan a la clínica
dental.
Quisiéramos señalar que nuestra experiencia clínica, después de 30 años, coincide
prácticamente con los ítems de respuestas de ambos grupos.
Hmud y Walsh (2009) consideran que las causas más potentes e importantes de la
ansiedad dental son la presencia de la vista, el sonido y la sensación de vibración por la
rotación de la fresa de la turbina dentaria (taladros dentales), así como la vista con la
sensación de una inyección de anestesia local a nivel oral.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
228
A diferencia de nuestro estudio, los siguientes autores utilizaron además de la escala
de MDAS otros ítems sobre intervenciones dentales, como son las exodoncias o
extracciones dentarias, endodoncias, restauraciones dentarias, etc. Que no forman parte de la
escala de miedos dentales de Kleinknecht (DFS).
Gale (1972) señaló que cuando un paciente odontológico se encuentra en el gabinete
dental y le van a realizar un tratamiento dental se producen niveles de ansiedad más
elevados, sobre todo en: la exodoncia o extracción dentaria, la perforación o fresado de un
diente, la mala opinión del estomatólogo/odontólogo sobre el cuidado bucodental del
paciente y cuando se enseña la aguja al paciente u otro instrumento punzante. En cambio, las
situaciones que crean menos ansiedad son la limpieza de los dientes y escupir los residuos
del tratamiento que se ha realizado.
Caycedo et al., (2008) en los resultados de sus estudios realizados con la escala
MDAS, nos hace saber que los ítems que sus pacientes indicaban que les producía más
ansiedad eran los que incluyen jeringas y agujas (47,2%), el conocer que se la va hacer una
exodoncia o extracción de una muela (34,7%) y cuando se va a usar una fresa dental con el
taladro (25,4%).
Prathima et al., (2014), en la India, realizaron un estudio en 1.200 pacientes
odontológicos mayores de 18 años y, aplicando la escala de MDAS, s puntuaciones más
altas de los ítems que obtuvieron eran para la extracción dentaria o exodoncia (11.25 dt =
5.4), seguido por taladro y la inyección (7,82 dt = 3.8), seguidos de endodoncia y
tratamientos periodontales (7,79 dt = 3.80).
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
229
Para estos autores, los niveles de ansiedad dental en los pacientes odontológicos de la
población general serán más elevados o mayores según los diferentes tratamientos que se les
vayan a realizar.
Hakim y Razak (2014) en la University Malaya establecieron dos grupos de
estudiantes universitarios de Odontología y Medicina. En ambos grupos de estudiantes
destacaron las respuestas de la escala DFS de “el corazón late más rápido o aumentan tus
latidos de corazón” y “músculos tensos”. En cuanto a los instrumentos eran “el taladro” y
“la aguja de anestesia” los que provocaban más ansiedad dental.
Con este estudio quisiéramos aportar nuestras recomendaciones y experiencia clínica
para poder tratar en la consulta dental al grupo de pacientes odontológicos con DI.
Debemos de considerar los consejos de FEAPS pues nos señalan que en las
discapacidades intelectuales severas y profundas y en los pacientes que presentan
dificultades de comunicación, los síntomas de ansiedad se van a manifestar en forma de
alteraciones de la conducta, habitualmente, con autoagresiones.
Cuando se presenta un trastorno fóbico la respuesta es la negación a exponerse ante
dicha situación concreta y, en caso de obligarle, aparecerá una alteración de la conducta que
puede ser autoagresiva y dirigida hacia los demás.
Estas conductas desadaptativas van a ser intensas frecuentes, y /o duraderas pues
implican peligro para la integridad física de la persona o para su entorno. Además, los
discapacitados intelectuales presentan dificultades para participar en actividades que les
ayudarían a fomentar su desarrollo personal, y en especial en las actividades comunitarias.
Hay que tener en cuenta que la presencia de la conducta disruptiva puede estar
ocasionada por diversos factores tales como: los trastornos biológicos o genéticos
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
230
(anomalías en la función cerebral, síndromes genéticos, etc.); trastornos mentales que se
manifiestan en alteraciones de la conducta; factores ambientales como por ejemplo, entornos
poco acogedores (excesivo calor o frío, ruidosos...) o situaciones que van a desencadenar
estrés y el paciente DI lo va a manifestar en forma de trastornos de la conducta; factores
psicológicos como, por ejemplo, las dificultades de enfrentarse a situaciones cotidianas por
la inestabilidad emocional y la falta de autoestima; patologías médicas en las que el DI no
puede expresar el dolor o el sentirse cansado o mareado .
Entonces, al no poder expresarse verbalmente tiene que hacerlo en forma conductual.
La finalidad que tendríamos que tener los profesionales de la sanidad debería
consistir en ofrecer a nuestros pacientes las mejores condiciones para la atención sanitaria,
facilitar comodidad, tranquilidad. En el caso de los pacientes con DI, todo ello repercutirá
positivamente en nuestra clínica dental y en la realización de los diversos tratamientos
dentales.
Siempre debemos conocer las experiencias previas de los pacientes que han podido
tener con el odontólogo o en otras consultas médicas al objeto de tratar de disminuir los
temores; o bien para reforzar la capacidad de adaptación ayudando con nuestra experiencia a
superar la situación particular que haya podido sufrir en el pasado.
Por lo tanto, en la consulta dental va a ser muy importante –como hemos
desarrollado anteriormente en nuestro texto– el personal auxiliar. Éste debe ser
especialmente muy agradable con los pacientes con ansiedad dental y con los pacientes DI.
En sala de espera debe haber un ambiente de relajación, las luces tenues y música ambiental.
También conviene evitar los olores característicos de los productos dentales. También
conviene evitar los olores característicos de los productos dentales.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
231
Debemos de ser estrictos en el cumplimiento del horario dado para una cita,
evitando el tiempo de espera para ser atentido, ya que puede desencadenar ansiedad.
Cuando el paciente entra en el gabinete dental y se sienta en el sillón no debe ver la
aguja de la inyección con anestesia y ningún instrumento punzante.
Todo lo dicho anteriormente, se ratifica con nuestros resultados derivados de la
aplicación de las escalas DFS y MDAS. Por nuesta experiencia clínica podemos afirmar que
la visión del taladro (turbina con fresa), la jeringa de agua y aire, así como el instrumento de
ultrasonidos o la aspiración de la saliva no les producen ni miedo ni ansiedad dental.
En cuanto al objetivo de determinar la predisposición del paciente odontológico con
discapacidad intelectual y el paciente de la población general para recibir un nuevo
tratamiento dental, como hemos podido comprobar, todos los pacientes sin D.I. informaron
de una predisposición positiva a recibir un nuevo tratamiento dental mientras que 5
pacientes del grupo con DI demostró una predisposición negativa a un futuro tratamiento
dental, mostrado el resto una predisposición positiva.
Según Coolidge et al. (2010) existe una relación entre la enfermedad oral y la
ansiedad dental. Por lo tanto una ansiedad dental elevada se asociará con mayor número de
caries (Pohjola et al., 2008; Schuller et al. 2003).
La ansiedad dental se ha asociado, cada vez más, por muchos autores a la conducta
de evitación, es decir de no acudir o atrasar las citas a la consulta dental (Skaret, Raadal,
Kvale & Berg, 2000).
Se han realizado muchos estudios en muestras amplias de estudiantes universitarios
de diferentes grados para averiguar la ansiedad dental que pueden tener y sus diferencias.
Pensamos que la utilización de estas muestras es por la facilidad de aplicar las escalas a un
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
232
grupo numeroso de personas y por la ubicación de los estudiantes en el campus
universitario. En todos ellos aparecen los estudiantes de grado de Odontología. Destacamos
por su reciente publicación el estudio realizado por Hakim y Razak (2014) en la University
Malaya, con estudiantes universitarios de Odontología y Medicina. Y entre sus resultados
podemos destacar que fueron los estudiantes de Medicina quienes más evitaron o cancelaron
las citas con el odontólogo. Llegaron a la conclusión de que el miedo y la ansiedad dental al
odontólogo era un problema común en ambos grupos, y resaltaron este comportamiento pues
se trataba de los futuros profesionales de la salud.
En la tercera hipótesis del estudio se planteaba “Existen diferencias en las
puntuaciones en las medidas de ansiedad que poseen los pacientes odontológicos que
forman parte de la muestra en función de la edad”.
Esta hipótesis se encuentra relacionada con el objetivo:
4. Analizar si existen diferencias en las puntuaciones de ansiedad en función de las
variables edad y sexo.
En nuestros resultados observamos que los pacientes con edades comprendidas
entre 40 y 50 años puntúan más alto en las variables STAIESTADO, STAIRASGO y
DFSFACTOR4 -se trata de miedo de conocidos y familiares al tratamiento dental-.
Los pacientes con edades comprendidas entre 30 y 39 años puntúan más alto en las
variables BAITOTAL, DFFSFACTOR2 -reacción automática, síntomas somáticos de la
ansiedad- y DFSFACTOR3 -miedos generales en situaciones relacionadas con el
tratamiento dental-.
Los pacientes con edades comprendidas entre 20 y 29 años puntúan más alto en la
variable DFSFACTOR1 -miedo ante estímulos específicos en el tratamiento dental-.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
233
Y, por último, en la variable MDASTOTAL obtienen la misma puntuación media,
los pacientes entre 20-29 años y 30-39 años.
Sin embargo, los resultados obtenidos en los análisis de comparación de medias en
cada una de las variables medidas indican que no hay diferencias significativas entre los 3
grupos de edad en ninguna de las variables relativas a la ansiedad.
En cambio, los estudios de autores como Hagglin et al., (1999), Stouthard y
Hoogstraten (1990), y Ter Horst y De Wit (1993) señalan que la prevalencia de la ansiedad
disminuye con la edad.
Mohammed et al. (2014), en la India, estudiaron 340 personas de edades
comprendidas entre 15 y 65 años. Utilizaron la escala DAS, a diferencia de nosotros y
otros autores que hemos utilizado la escala de MDAS. Entre sus resultados de la escala de
DAS altos niveles de ansiedad en rango de 25 a 35 años de edad y bajos niveles de
ansiedad en rango 55 a 65 años. Son coincidentes con los resultados obtenidos por Fallea,
Zuccarello y Cali (2016). No debemos olvidarnos que ambos estudios han utilizado el
DAS y no la escala de MDAS; además están realizados en diferentes países, la India e
Italia.
Posteriormente en la India se realizó otra investigación de Appukuttan et al. (2015).
Se basaron en 1.148 pacientes entre 18 y 70 años de edad. En este estudio sí que se utilizó
la escala MDAS. Entre sus resultados destacaron que los más jóvenes eran más ansiosos y
que la ansiedad dental disminuía con la edad.
Blomqvist et al., (2013) en sus estudios realizados en el Instituto Karolinska de
Estocolmo consideraron que el miedo y la ansiedad dental al odontólogo, así como el
comportamiento que tienen los niños y adolescentes es algo muy común en estas edades.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
234
En los estudios realizados en Australia, diversos autores –Thomson et al., (1996) –
aparecen más niveles de ansiedad entre las edades de 35 a 44 años. En cambio, Hmud y
Walsh (2007,2009) de School of Dentisty The University of Queensland (Australia), las
mujeres tenían más ansiedad y, sobre todo, en las edades de 30 a 45 años. Armfield et al.
(2006), Australia, realizaron una amplia muestra de 7.312 personas desde 5 a 80 años de
edad. La mayor prevalencia de miedo la encontró en la población adulta de 40 a 64 años de
edad. Y más bajo miedo cuando se acercan a los 80 años de edad.
En Holanda, Stouthard y Hoogstraten (1990), aparecen altos niveles de ansiedad
dental en las mujeres y sobre todo entre las edades de 26 a 35 años.
En cambio, hay otros estudios que señalan lo contrario, es decir, que no disminuye
con la edad. Por ejemplo, los resultados de Dogan, Seydaoglu, Uguz y Inanc (2006) nos
señalan que no hubo una diferencia significativa según la edad. Al igual que en Moore,
Birn, Kirkegaard, Brodsgaard y Scheutz (1993).
En la cuarta hipótesis del estudio se planteaba “Existen diferencias en las
puntuaciones en las medidas de ansiedad que poseen los pacientes odontológicos que
forman parte de la muestra en función del sexo”.
Esta hipótesis se encuentra relacionada con el objetivo:
4. Analizar si existen diferencias en las puntuaciones de ansiedad en función de las
variables edad y sexo.
En nuestros resultados se observa que los pacientes varones puntúan más alto en las
variables STAIESTADO y STAIRASGO, siendo las mujeres las que puntúan más alto en el
resto de variables. En los análisis de comparación de medias encontramos que existen
diferencias significativas en 3 de las 8 variables estudiadas. Los pacientes mujeres puntúan
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
235
por encima del grupo de pacientes varones en todas las variables que han resultado
significativas, MDASTOTAL, DSFFACTOR1 –miedo ante estímulos específicos en el
tratamiento dental– y DSFFACTOR3 –miedos generales en situaciones relacionadas con el
tratamiento dental–.
Lago et al. (2006), en muestra de pacientes españoles, destacaron que las mujeres
indicaban mayores niveles de ansiedad rasgo que los hombres. No coinciden con nuestros
resultados.
Sin embargo, Heaton et al. (2007) en sus estudios aplicaron la escala MDAS a 100
pacientes de habla española y señalaron que no encontraban correlación entre ser mujer y
tener una mayor ansiedad general rasgo. Y no encontraron diferencias de sexo, por lo tanto
sí que coinciden con nosotros.
Otros estudios que también coinciden con nuestros resultados, podemos destacar los
estudios de Dogan et al., (2006), pues no obtuvieron diferencias estadísticas en función del
sexo. También para Coolidge et al., (2010) “las puntuaciones no fueron significativamente
diferentes para hombres y mujeres” –utilizó la Escala de Ansiedad Dental Modificada en
español–.
Para ciertos investigadores, las mujeres parecen demostrar una mayor predisposición
hacia la ansiedad general y que desde el punto de vista de la psicología tradicional sería
innata o constitucional (De Jongh & ter Horst, 1995; González et al., 1999; Moore et al.,
1993). Pero sus resultados no coinciden con nuestro estudio.
Hu et al. (2007), entre sus resultados, destacan que en las mujeres el nivel de
ansiedad era mayor. Sus conclusiones no coinciden con nuestros resultados.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
236
Stouthard y Hoogstraten (1990), en Holanda, obtuvieron altos niveles de ansiedad
dental en las mujeres a diferencia de los hombres. Tampoco coinciden con nosotros y sobre
todo entre las edades de 26 a 35 años.
Thomson et al., (1996), Australia, señalan mayor prevalencia y severidad de la
ansiedad dental en las mujeres con respecto a los hombres. Coinciden con estos resultados
los posteriores estudios realizados por Hmud y Walsh (2007, 2009) de School of Dentisty
The University of Queensland (Australia), también nos señalan que son las mujeres las que
presentan más ansiedad. No coinciden con nuestro estudio en ambos aspectos.
También otros autores como son Aartman, (1998); Álvarez & Casanova, (2006);
Fonseca & Pacini, (2005) reafirman el aumento de ansiedad más en las mujeres en relación a
los hombres.
Prathima et al. (2014), en la India, utilizaron la escala MDAS en 1.200 pacientes
odontológicos mayores de 18 años. Este estudio tenía como objetivo conocer qué ansiedad
tenían los pacientes en relación al tratamiento que se les iba a realizar. Entre los resultados
más destacados se señalaban: a) que la mayoría de estos pacientes odontológicos (52,4%)
presentaban un bajo nivel de ansiedad; b) que las puntuaciones medias de la escala MDAS
de las mujeres (11,44 dt = 4.41) era superior a la de los hombres; c) y que la puntuación
media más alta se encontraba de los 18 a 34 años de edad (11,28 dt = 4.67) (p < 0,05).
Para Lago et al. (2006) en sus estudio relatados con anterioridad que manifiesta una
relación positiva entre ansiedad rasgo y ser mujer. Además nos señalan que podría afectar en
la consulta dental cuando el odontólogo realizase un tratamiento dental en estos pacientes
con predisposición constitucional a la ansiedad; por lo tanto, indicaban y aconsejaban
utilizar la escala STAIRASGO.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
237
LIMITACIONES DEL ESTUDIO
Podemos considerar una limitación de nuestro estudio el que solo se ha tenido en
cuenta los pacientes odontológicos de una consulta dental y de un especialista.
No haber evaluado las patologías bucodentarias (caries y enfermedad periodontal) de
los pacientes con y sin DI ya que en nuestro estudio nos hemos limitado a valorar la
ansiedad dental en las intervenciones odontológicas de higiene y restauración dentaria.
FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN
Pensamos que sería conveniente que futuras investigaciones en esta línea evaluasen
la ansiedad dental en los discapacitados intelectuales cuando se les realizan tratamientos en
diferentes intervenciones odontológicas y su comportamiento. Y así, poder comparar los
resultados obtenidos con los pacientes odontológicos con discapacidad intelectual de nuestro
trabajo de investigación.
Otra probable línea de investigación podría ser el aumentar la muestra e incluir otro
tipo de análisis de datos, como por ejemplo el analizar la influencia de diversas variables en
la ansiedad dental.
Sería conveniente incluir tratamientos odontológicos más invasivos que nos
proporcionarían una mayor variedad de comportamientos y la predisposición de los
pacientes con discapacidad intelectual de recibir posteriores exploraciones bucodentales o
tratamientos odontológicos. Ello posibilitaría poder eliminar las barreras de marginación y la
obligada anestesia general o sedación que sufre este grupo de población a diferencia de los
pacientes odontológicos de la población general.
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
238
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
239
IX. CONCLUSIONES
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
240
os pacientes sin discapacidad intelectual puntúan por encima de los pacientes
con discapacidad intelectual en todas las variables excepto en la variable
staiestado, es decir, los pacientes con discapacidad intelectual presentan más
ansiedad dental en la consulta o gabinete dental, son más ansiosos que los pacientes sin
discapacidad intelectual.
l primer instrumento que a los pacientes de la población general sin DI les
produce más miedo y ansiedad dental es cuando “observan el taladro”, después
el “sentir el instrumento del taladro” y luego será el “oír el taladro” y “tener
miedo al dolor tras recibir la anestesia”. A diferencia de los pacientes con DI en los que es
la “jeringa de anestesia con la aguja” y después “sentir la aguja”.
os resultados obtenidos en los análisis de comparación de medias en cada una
de las variables medidas indican que no hay diferencias significativas entre los
3 grupos de edad en ninguna de las variables relativas a la ansiedad.
os pacientes mujeres puntúan significativamente más alto que el grupo de
pacientes varones en las variables MDASTOTAL, DSFFACTOR1 –miedo ante
estímulos específicos en el tratamiento dental– y DSFFACTOR3 –miedos
generales en situaciones relacionadas con el tratamiento dental–.
L
E
L
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241
a utilización de la escala de MDAS -escala modificada de Corah- es más adecuada
que la escala DAS-escala de ansiedad de Corah- pues tiene incorporado un ítem –
colocación de la anestesia dental- que nos permite descubrir el estímulo y la
situación específica del tratamiento dental y aumentar sus propiedades psicométricas.
a Escala BAI es un buen método para medir la gravedad de la ansiedad en la
consulta odontológica, tanto en los pacientes odontológicos con DI como sin
DI. En los ítems hay ausencia de contenido depresivo. Solo requiere un nivel
básico de lectura.
a prueba de STAIESTADO es menos adecuada en general para medir la
ansiedad en la consulta dental, tanto en los pacientes odontológicos con DI
como sin DI.
n nuestro estudio la fiabilidad total de la escala DFS -25 ítems- es muy alta y
satisfactoria, así como la estructura factorial del DFS en cuatro factores
emergentes: F1) Miedos ante estímulos específicos en el tratamiento dental; F2)
La reacción automática; F3) Miedos generales en situaciones relacionadas con el tratamiento
dental; F4) Miedo de conocidos y familiares al tratamiento dental.
L
L
L
E
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
242
n algunos ítems de los pacientes con discapacidad intelectual podemos utilizar
cartulinas ilustradas con instrumentos dentales o situaciones en la clínica dental
para ayudar en las respuestas.
l núcleo familiar puede influir positiva o negativamente en la ansiedad dental
del paciente odontológico con/sin DI.
os pacientes DI han presentado un buen comportamiento tanto en la sala de
espera como durante el tratamiento que se les ha realizado con las diferentes
técnicas odontológicas, siendo las caries la patología más frecuente.
l 90% de los pacientes con DI presenta una predisposición positiva para recibir
de nuevo un tratamiento dental, y únicamente en el 10% su predisposición es
negativa; mientras que todos los pacientes sin DI manifiestan una
predisposición positiva.
E
E L
E
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243
ras nuestra investigación resaltamos que la ansiedad dental es una respuesta
multifactorial (instrumentos, familia, amigos, etc.) y de gran importancia para la
salud bucodental en todos los pacientes odontológicos con o sin DI.
T
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244
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245
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Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
270
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
271
X. ANEXOS
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
272
X.1. Anexo I: Consentimiento informado
CONSENTIMIENTO INFORMADO
PROPUESTA PSICOFISIOLÓGICA DE LA ANSIEDAD
Introducción
Antes de que usted decida tomar parte de este estudio de investigación, es importante que lea, cuidadosamente, este documento. Su informador aclarará con usted su contenido de este informe y le explicará todos aquellos puntos en los que tenga dudas. Si después de haber leído toda la información usted decide participar en este estudio deberá firmar este consentimiento en el lugar indicado.
Objetivos del estudio
Detectar la incidencia y la intensidad de la ansiedad dental en adultos de la población general y en paciente con discapacitados intelectuales en función de la experiencia previa en intervenciones odontológicas.
Procedimientos a seguir
Si usted acepta participar en investigación se le hará un estudio sobre su actitud y miedos personales ante el dentista y las reacciones psícofisiológicas que experimenta en la situación estomatológica.
Confidencialidad
Los datos son confidenciales, en ningún momento su identidad será conocida por nadie que no sea la persona que está ante usted. Los resultados del estudio serán solamente utilizados exclusivamente con fines científicos.
Participación voluntaria
Su participación en este estudio es voluntaria, usted puede negarse a participar, o puede interrumpir su participación en cualquier momento durante el estudio sin que afecte a la clínica.
El abajo firmante, tras la información recibida, decide PARTICIPAR VOLUNTARIAMENTE EN ESTE ESTUDIO
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
273
X.2. Anexo II: Actualizaciones DSM-5
Detalle de las actualizaciones
Los códigos de sustitución y otras notas están en negrita únicamente como ayuda para la referencia visual.
Las zonas sombreadas indican trastornos con cambios.
*Trastornos del desarrollo neurológico
Cambio de la codificación CIE-9-MC para Discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual) (el código CIE-10-MC se mantiene INALTERADO)
Los códigos se encuentran en las páginas siguientes: DSM-5: págs. xiii, 33 (borrar también la nota de codificación), 848, 872; Guía de consulta: págs. ix, 18 (borrar también la nota de codificación)
Clasificación del DSM-5, Trastornos del desarrollo neurológico, Discapacidades intelectuales, Discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual), pág. xiii (Guía de consulta, pág. ix):
El código CIE-9-MC “319” se debe eliminar y sustituir por líneas en blanco: “___.__”
Los códigos CIE-9-MC se deben insertar de la manera siguiente:
317 (F70) Leve
318.0 (F71) Moderado
318.1 (F72) Grave
318.2 (F73) Profundo
Los criterios del DSM-5 para Discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual) se deben revisar de la manera siguiente, pág. 33 (Guía de consulta, pág. 18):
ELIMINAR la nota de codificación.
AÑADIR los códigos CIE-9-MC de la manera siguiente:
Especificar la gravedad actual (véase la Tabla 1):
317 (F70) Leve
318.0 (F71) Moderado
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
274
318.1 (F72) Grave
318.2 (F73) Profundo
Listado alfabético, pág. 848 (no aplicable a la Guía de consulta)
Adaptar los códigos CIE-9-MC para Discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual) de la siguiente manera (cambiar la situación de Profundo como se indica a continuación):
ELIMINAR 319
AÑADIR los códigos CIE-9-MC:
317 (F70) Leve
318.0 (F71) Moderado
318.1 (F72) Grave
318.2 (F73) Profundo
Listado numérico (CIE-9-MC), pág. 872 (no aplicable a la Guía de consulta)
ELIMINAR “319 Discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual)”
AÑADIR lo siguiente:
317 Discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual), Leve
318.0 Discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual), Moderado
318.1 Discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual), Grave
318.2 Discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual), Profundo
ANTES
319 Discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual) no especificada
*Trastornos de ansiedad
La codificación CIE-9-MC cambia para Mutismo selectivo (el código CIE-10-MC se mantiene INALTERADO)
Los códigos se encuentran en las siguientes páginas: DSM-5: págs. xviii, 195, 859, 871; Guía de consulta: págs. xvii, 130
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
275
Clasificación del DSM-5, Trastornos de ansiedad, Mutismo selectivo, pág. xviii (Guía de consulta, pág. xvii):
• Cambiar 312.23 por 313.23
Los criterios del DSM-5 y el código CIE-9-MC para Mutismo selectivo se deben revisar de la manera siguiente, pág. 195 (Guía de consulta, pág. 130):
• Cambiar 312.23 por 313.23
Listado alfabético, pág. 859 (no aplicable a la Guía de consulta)
Sustituir el código CIE-9-MC de la manera siguiente para Mutismo selectivo:
• Cambiar 312.23 por 313.23
Listado numérico (CIE-9-MC), pág. 871 (no aplicable a la Guía de consulta)
Cambiar el código para Mutismo selectivo de la manera siguiente:
• Cambiar 312.23 por 313.23
• Trasladar 313.23 Mutismo selectivo antes de “313.81 Trastorno negativista desafiante”
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
276
X.3. Anexo III: Historia Clínica Médica Odontológica
Historia Clínica Médica Odontológica
FECHA: NºHISTORIA CLÍNICA
DATOS PERSONALES
APELLIDOS: NOMBRE:
EDAD: FECHA DE NACIMIENTO: SEXO:
REFERIDO POR:
MOTIVO DE CONSULTA:
ANTECEDENTES PERSONALES
OBSTETRICOS
Duración: Edad de la Madre: Número de Embarazo: Embarazo Controlado:
Antecedentes Medico Madre:
Antecedentes durante el Embarazo:
PERINATALES Y NEONATALES
PARTO NORMAL: CESAREA:
OBSERVACIONES:
ALERGIAS MEDICAMENTOS
TRATAMIENTO MEDICO ACTUAL
ANTECEDENTES FAMILIARES
DESARROLLO PSICOMOTOR
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
277
A qué edad se sento?: A qué edad gateo?: A qué edad camino?:
A qué edad fue la erupción del primer diente?: A qué edad dijo su primera palabra?:
HABITOS DE HIGIENE BUCAL
Cuantas veces al día se cepilla?: Cuando se cepilla?:
Utiliza Enjuague Bucal?: Utiliza Hilo Dental?:
Realiza la Higiene Bucal solo o asistido?:
Que Dentífrico y Cepillo Dental utiliza?:
Última Visita al Odontólogo: Que tratamiento se le realizo:?
Fue una Experiencia Positiva o Negativa?: Por que?:
EXAMEN ORAL
TEJIDOS BLANDOS
TIPO DE DENTICIÓN: TemporaL:………….Mixta:…………Permanente:…………
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
278
ODONTOGRAMA
OBSERVACIONES
………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
279
X.4. Anexo IV: Índice de figuras y tablas
Fig. 1: Recepción de la Clínica………………………………………………..………..….163
Fig. 2: Sala de espera de la Clínica…………………………………………………….…..164
Fig. 3: Sillón……………………………………………………………………………….164
Fig. 4: Ultrasonidos (higiene dental)………………………………………………………166
Fig. 5: Turbina con fresa (TALADRO)……………………………………………………166
Fig. 6: Jeringa anestésica con Aguja……………………………………………………….166
Fig. 7: Jeringa de aire y agua destilada…………………………………………………….166
Fig. 8: Histograma correspondiente a la variable Edad……………………………………172
Fig. 9: Histograma correspondiente a la variabla STAIESTADO………………...………173
Fig. 10: Histograma correspondiente a la variable STAIRASGO………………………....173
Fig. 11: Histograma correspondiente a la variable BAITOTAL…………………………..174
Fig. 12: Histograma correspondiente a la variable MDASTOTAL…………………...…..174
Fig. 13: Histograma correspondiente a la variable DFSFACTOR2………………….……175
Fig. 14: Histograma correspondiente la variable DFSFACTOR1…………………………175
Fig. 15: Histograma correspondiente a la variable DFSFACTOR3……………………….176
Fig. 16: Histograma correspondiente a la variable DFSFACTOR4…………………….....176
Fig. 17: Perfiles de los pacientes con DI y sin DI……………………………………...….204
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
280
Tabla 1: Ansiedad y miedos dentales (Márquez et al., 2004)……………………………….28
Tabla 2: Ansiedad fisiológica y patológica…………………………………………..……..32
Tabla 3: Actualización de la codificación del DMS-5, American Psychiatric
(2014)………………………………………………………………………………………..99
Tabla 4: Clasidicación del CI de la AAMR (Fuente: Asociación Americana de Retraso
Mental (AAMR), 2002)………………………………………………………………..…..101
Tabla 5: Clasificación del retraso mental según las clasificaciones de la Sociedad de
Psiquiatría Americana (DMS-V) y la Organización Mundial de la Salud (CIE-10).
Asociación Americana de Psiquiatría (APA, 1994) y Organización Mundial de la Salud
(OMS)……………………………………………………………………………………...102
Tabla 6: Estadísticos descriptivos correspondientes a las variables del
estudio……………………………………………………………………………………...172
Tabla 7: Estadísticos descriptivos pacientes con DI y sin DI…………………...…………177
Tabla 8: Estadísticos descriptivos según género…………………………………..………178
Tabla 9: Estadísticos descriptivos según edad………………………………………..…....180
Tabla 10: Estadísticos del grupo de pacientes con DI…………………………...……..….181
Tabla 11: Estadísticos del grupo de pacientes sin DI…………………………………...…183
Tabla 12: Frecuencias de la predisposición del grupo de pacientes con DI………….……184
Tabla 13: Frecuencias de la predisposición del grupo de pacientes sin DI………...……...185
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
281
Tabla 14: Matriz de correlaciones entre las variables del estudio (N=100)…………...…..186
Tabla 15: Estadísticos de grupo………………………………………………………..…..188
Tabla 16: Prueba de muestras independientes en función del sexo……………………......190
Tabla 17: Estadísticos de grupo……………………………………………………...…….191
Tabla 18: Prueba de homogeneidad de varianzas……………………………...…………..192
Tabla 19: ANOVA de un factor para la variable edad…………………………...…..........193
Tabla 20: Pruebas post-hoc. Comparaciones múltiples………………………….……..….194
Tabla 21: Estadísticos descriptivos para los pacientes con DI………………………...…..197
Tabla 22: Estadísticos descriptivos para los pacientes sin DI…………………..…………198
Tabla 23: Prueba de Box sobre la igualdad de las matrices de
covarianzas……………………………………………………………….......……………199
Tabla 24: Contraste de Levene sobre la igualdad de las varianzas
error………………………………………………………………………………..……….200
Tabla 25: Contrastes multivariados………………………………………………………..201
Tabla 26: Prueba de esfericidad de Mauchly…………………………….………………...202
Tabla 27: Pruebas de los efectos intra-sujetos……………………………………….…….203
Tabla 28: Pruebas de los efectos inter-sujetos……………………………………………..205
Tabla 29: Prueba de muestras independientes……………………………………..………206
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
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Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
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ACRÓNIMOS
Análisis y experiencia clínica del estado de ansiedad dental en discapacitados intelectuales
284
ADA American Dental Association.
APA American Psychiatric Association.
BAI Inventario de Ansiedad de Beck.
CIE Clasificación Internacional de Enfermedades.
DAS Dental Anxiety Scale.
DFS Kleinknecht’s Dental Fear Survey.
DMH Decir – Mostrar – Hacer.
DSM Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders.
ESEMeD European Study of the Epidemiology of Mental Disorders.
FEAPS Confederación Española de Organizaciones a favor de las
Personas con Discapacidad Intelectual o del Desarrollo.
MDAS Escala de Ansiedad Dental Modificada.
NIH National Institute of Dental and Craniofacial Research.
OMS Organización Mundial de la Salud.
STAI State-Trait Anxiety Invertory.
TCC Terapia Cognitivo-Conductual.
WHO World Health Organization.