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“Año de la integración nacional y el reconocimiento de nuestra diversidad”
TRABAJO DE Persona, Familia y Relaciones Humanas: Anorexia Y bulimia
NOMBREs:
Gino Kevin Evanan Condori Álvaro Orlando Pérez Ramos Lisandro Muñante Hostea Daniel Valdez Desposorio Mayco Chalco Rojas
PROFESORa: Yeny Muñóz
CURSO: Psicología
GRADO: Cuarto Año
SECCIÓN: Única
Bulimia
La bulimia o bulimia nerviosa es un trastorno alimentario caracterizado por la adopción de
conductas en las cuales el individuo se aleja de las pautas de alimentación saludables consumiendo
comida en exceso en períodos de tiempo muy cortos (lo que le genera una sensación temporal
de bienestar), para después buscar o eliminar el exceso de alimento a través de vómitos, purgas o
laxantes.
Origen etimológico del término
Proviene del latín būlīmia, que a su vez proviene del griego βουλῑμια (boulīmia), que se
compone de βούς (bous), buey y λῑμος (līmos), hambre. Significa hambre en exceso ohambre
de buey.
Características esenciales
Una de sus características esenciales consiste en que la persona sufre episodios de
atracones compulsivos, seguidos de un gran sentimiento de culpabilidad, sensación
deangustia y pérdida de control mental por haber comido en "exceso". Suele alternarse con
episodios de ayuno o de muy poca ingesta de alimentos, pero al poco tiempo vuelven a surgir
episodios de ingestas compulsivas.
Un atracón consiste en ingerir en un tiempo inferior a dos horas una cantidad de comida muy
superior a la que la mayoría de individuos comerían.
Otra característica esencial de este trastorno la constituyen las conductas compensatorias
inapropiadas para evitar la ganancia de peso. Muchos individuos usan diferentes medios para
intentar compensar los atracones: el más habitual es la provocación del vómito. Este método de
purga (patrones cíclicos de ingestión excesiva de alimentos y purgas) lo emplean el 80-90 por
ciento de los sujetos que acuden a centros clínicos para recibir tratamiento. Los efectos
inmediatos de vomitar consisten en la desaparición inmediata del malestar físico y la
disminución del miedo a ganar peso. Otras conductas de purga son: el uso excesivo
de laxantes y de diuréticos, enemas, realización de ejercicio físico muy intenso y ayuno.
Diagnóstico
Tanto el DSM-IV como el CIE-10 coinciden en que, para poder diagnosticar la bulimia nerviosa,
los atracones y las conductas compensatorias inapropiadas han de tener lugar al menos 2
veces por semana durante tres meses.
Para que una persona sea diagnosticada de Bulimia Nerviosa los siguientes criterios deben
cumplirse (DSM-IV):
A. Presencia de atracones recurrentes. Un atracón se caracteriza por:
1. ingesta de alimento en un corto espacio de tiempo (p. ej., en un período de 2 horas) en
cantidad superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en un período de
tiempo similar y en las mismas circunstancias
2. sensación de pérdida de control sobre la ingesta del alimento (p. ej., sensación de no
poder parar de comer o no poder controlar el tipo o la cantidad de comida que se está
ingiriendo)
B. Conductas compensatorias inapropiadas, de manera repetida, con el fin de no ganar
peso, como son provocación del vómito; uso excesivo de laxantes, diuréticos, enemas u
otros fármacos; ayuno, y ejercicio excesivo.
C. Los atracones y las conductas compensatorias inapropiadas tienen lugar, como
promedio, al menos dos veces a la semana durante un período de 3 meses.
D. La autoevaluación está exageradamente influida por el peso y la silueta corporales.
E. La alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de la anorexia nerviosa.6
Tipos de bulimia
En función del tipo de purga que utilizan para compensar el atracón, tenemos:
Tipo purgativo: cuando se utiliza como conducta compensatoria el vómito (emesis),
los laxantes, los diuréticos, enemas, jarabe de ipecacuana o incluso la teniasis, (infestación
por solium), para eliminar lo más pronto posible el alimento del organismo.
Tipo no purgativo: Entre el 6% y el 8% de los casos de bulimia se llevan a cabo otras
conductas compensatorias, como el ejercicio físico intenso, no hacer nada o ayunar
mucho; es un método menos efectivo para contrarrestar y deshacerse de las calorías. El
tipo no purgativo se da solo en, aproximadamente, el 6%-8% de los casos de bulimia, ya
que es un método menos efectivo de eliminar del organismo un número tan elevado de
calorías. Este tipo de bulimia suele presentarse también en quienes presentan el tipo
purgativo, pero es una forma secundaria de control del peso.
Comorbilidad
Trastornos de personalidad
Distintos autores han encontrado relación entre la bulimia y la coexistencia de
distintos trastornos de personalidad, con un porcentaje que oscila entre el 27-84% de los casos.
Los pacientes con conductas purgativas parecen tener mayor incidencia de comorbilidad. La
presencia de un trastorno de personalidad es indicador de peor pronóstico.
El trastorno de personalidad más frecuente es el trastorno límite de la personalidad, oscilando
entre el 9-40% de los casos. Las diferentes metodologías en los estudios conlleva distintos
resultados en la prevalencia de trastornos de personalidad específicos.
En general se observa altas puntuaciones en la escala MCMI-II para los siguientes estilos de
personalidad:
Límite
Esquizoide.
Autodestructiva.
Pasivo-agresiva.
Evitativa.
Dependiente.
Histriónica.
Psicología de la bulimia
La bulimia suele presentarse junto con un fuerte sentimiento de inseguridad emocional y con
problemas graves en la autoestima, en relación directa con el peso o con la imagen corporal
(autoimagen).
Es frecuente que las personas con bulimia provengan de familias disfuncionales. Muchas de
estas personas presentan incluso alexitimia, es decir, la incapacidad de experimentar y
expresar las emociones de manera consciente.
Población en riesgo
La población en riesgo está formada sobre todo por mujeres de cualquier clase social en países
industrializados como los Estados Unidos, América Latina en general, la Unión Europea,
Canadá, Australia, Japón, Nueva Zelanda y Sudáfrica.
La bulimia nerviosa se inicia generalmente en la adolescencia o al principio de la vida adulta;
generalmente en las mujeres (por cada 10 casos solo uno es un hombre). Los atracones suelen
empezar después o durante un periodo de régimen dietético.
Pronóstico
Los trastornos en la alimentación presentan una de las tasas de mortalidad más altas dentro
del grupo de los trastornos mentales. Se sabe relativamente poco acerca de los efectos o
consecuencias a largo plazo de la bulimia. Las investigaciones más recientes sugieren que el
pronóstico es diverso. La bulimia puede presentarse como un padecimiento a largo plazo,
fluctuante durante muchos años, o bien como un problema de salud episódico, precipitándose
en función de los eventos y crisis de la vida de quien la padece. A corto plazo, algunos informes
médicos sugieren que hay una mejoría del 50 por ciento en el comportamiento (en los
atracones y en las purgas) en aquellos pacientes que pueden comprometerse con un
tratamiento. Aún no han podido identificarse factores consistentes que permitan predecir el
resultado del tratamiento. Sin embargo, la gravedad de las secuelas de las purgas puede ser
un indicador importante del pronóstico; los desequilibrios electrolíticos, la esofagitis y la
hiperamilasemia reflejan el hecho de que las purgas fueron más severas, y quizá generarán un
pronóstico más desalentador. En casos graves, la persona puede fallecer como consecuencia
de un atracón muy severo, o incluso puede suicidarse. En muchas ocasiones el enfermo
presenta síntomas como ansiedad y suele ingerir ansiolíticos excesivamente para revertir el
síntoma.
Efectos directos y secundarios
Aspiración (paso del contenido gástrico al árbol bronquial).
Rotura esofágica o gástrica.
Neumomediastino o neumotorax (entrada de aire al interior de la cavidad torácica).
Hipopotasemia (niveles bajos de potasio en la sangre).
Arritmia cardíaca
Ansiedad o compulsión por comer.
Obsesión por mantener un peso corporal debajo del normal
Abuso en el consumo de medicamentos laxantes y diuréticos.
Seguimiento de regímenes dietéticos diversos.
Deshidratación
Alteraciones menstruales y amenorrea; esterilidad.
Incremento y reducción bruscos de peso, desestabilidad en el peso.
Aumento en la frecuencia de caries dentales.
Aumento del tamaño de las glándulas salivales e infección de estas.
Pérdida de cabello
Desmayos muy frecuentes, mareos.
Heridas de la mucosa bucal.
Alteración o pérdida esmalte dental.
Dolores de cabeza y migraña.
Dolores en la garganta (después de vomitar).
Piel seca
Debilidad en las piernas.
Disfonía
La tasa de mortalidad se sitúa en un 5%. Un estudio indica que el 20% de las mujeres con
bulimia siguen luchando contra el trastorno después de diez años.
Tratamiento
El tratamiento resulta más eficaz en las primeras fases del desarrollo de este trastorno pero,
dado que la bulimia suele esconderse fácilmente, el diagnóstico y el tratamiento no suelen
presentarse sólo hasta que este problema ya se ha convertido en un ingrediente permanente
en la vida del paciente.
En el pasado, las personas con bulimia eran hospitalizadas con objeto de poner fin al patrón de
atracones y purgas, y se le daba de alta en cuanto los síntomas habían desaparecido. Pero
este procedimiento ya no es frecuente hoy en día, dado que de esa manera sólo se ponía
atención a lo más superficial del problema y, poco después, cuando los síntomas volvían, lo
hacían con una intensidad mucho mayor. Varios centros de tratamiento en instituciones
(internamiento) ofrecen apoyo a largo plazo, consejería e interrupción de los síntomas. La
forma más común de tratamiento actualmente incluye terapia, que suele ser terapia de
grupo psicoterapia o terapia cognitivo-conductual. Las personas con anorexia o con bulimia
suelen recibir el mismo tipo de tratamiento y formar parte de los mismos grupos de tratamiento.
Esto se debe a que en muchos casos los pacientes padecen de ambos padecimientos, de
manera simultánea. Algunos denominan a este fenómeno "intercambio de síntomas". Estas
formas de terapia se centran tanto en los síntomas que llevan al individuo a presentar estos
comportamientos como en los síntomas relacionados con la alimentación. Junto con la terapia,
muchos psiquiatras recetan antidepresivos o antipsicóticos. Los antidepresivos se presentan en
diferentes formas, y el que ha mostrado resultados más prometedores es
la fluoxetina o Prozac. En un estudio que se realizó con un grupo de 382 personas con bulimia,
aquellos que recibieron entre 20 y 60 mg de Prozac presentaron una reducción en sus
síntomas de entre el 45 y el 67 por ciento, respectivamente. Es posible que otros muchos
medicamentos funcionen, pero hasta ahora el Prozac ha mostrado los resultados más
positivos.
Los antipsicóticos no se utilizan, aquí, en dosis menores que las que se aplican a los casos
con esquizofrenia. Con un trastorno de la alimentación, el paciente percibe la realidad de otra
manera y tiene grandes dificultades para comprender qué significa comer en condiciones
"normales". Desafortunadamente, dado que este trastorno apareció incluido en la el Manual de
diagnóstico y estadística de trastornos mentales (DSM), aún no se sabe cuáles serán los
resultados a largo plazo de los tratamientos que han venido aplicándose a muchos pacientes
con este problema. Por lo pronto, las investigaciones más recientes indican que un 30 por
ciento de los pacientes recaen rápidamente, mientras que el 40 por ciento presentan síntomas
crónicos.
La prontitud del tratamiento es uno de los factores más importantes para dar un pronóstico.
Aquellas personas que lo reciban en las primeras fases del trastorno tendrán una recuperación
más alta y más permanente.
La doctora Sabine Naessén, del Instituto Karolinska, descubrió que algunas mujeres con este
padecimiento tienen también un desequilibrio hormonal que consiste en la sobreproducción
de testosterona (la hormona que, aunque también está presente en el cuerpo femenino,
predomina en el organismo de todo varón), y que, para tratarlas, el uso de una píldora
anticonceptiva que contiene estrógenos da como resultado la reducción de los síntomas de la
bulimia. Por supuesto, hacen falta más estudios para determinar la eficacia de este tipo de
tratamiento. Solo es posible recuperarse de esta enfermedad si la persona en cuestión toma la
decisión de luchar y cambiar (se trata de una enfermedad mental).