antígona

8
ANTÍGONA SÓFOCLES. Presentado Por: Juan Álvarez Angie Breton Marielys Caballero Stefanny Cantillo Andrea Castro Linda De la Ossa Ismael De la cruz Alejandro Eslait Angie Flórez Andrea Hereira Brandon López María Molina Daniela Orozco 11D

Upload: stefannycantillo

Post on 26-Jun-2015

214 views

Category:

Education


0 download

TRANSCRIPT

ANTÍGONASÓFOCLES.

Presentado Por:Juan Álvarez Angie Breton Marielys CaballeroStefanny CantilloAndrea CastroLinda De la OssaIsmael De la cruz

Alejandro EslaitAngie FlórezAndrea HereiraBrandon López María Molina Daniela Orozco11D

Sófocles:(Colona, hoy parte de Atenas, actual Grecia, 495 a.C.-Atenas, 406 a.C.) Poeta trágico griego. Hijo de un rico armero llamado Sofilo, a los dieciséis años fue elegido director del coro de muchachos para celebrar la victoria de Salamina. En el 468 a.C. se dio a conocer como autor trágico al vencer a Esquilo en el concurso teatral que se celebraba anualmente en Atenas durante las fiestas dionisíacas, cuyo dominador en los años precedentes había sido Esquilo.

Comenzó así una carrera literaria sin parangón: Sófocles llegó a escribir hasta 123 tragedias para los festivales, en los que se adjudicó, se estima, 24 victorias, frente a las 13 que había logrado Esquilo. Se convirtió en una figura importante en Atenas, y su larga vida coincidió con el momento de máximo esplendor de la ciudad.

Amigo de Herodoto y Pericles, no mostró demasiado interés por la política, pese a lo cual fue elegido dos veces estratego y participó en la expedición ateniense contra Samos (440), acontecimiento que recoge Plutarco en sus Vidas paralelas. Su muerte coincidió con la guerra con Esparta que habría de significar el principio del fin del dominio ateniense, y se dice que el ejército atacante concertó una tregua para que se pudieran celebrar debidamente sus funerales.

De su enorme producción, sin embargo, se conservan en la actualidad, aparte de algunos fragmentos, tan sólo siete tragedias completas.

Personajes:Antígona: Es la protagonista indiscutible de la obra. Desde el principio tiene muy claro lo que tiene que hacer y lo que debe hacer, pasando si hace falta por encima de los edictos del Rey de Tebas, su tío Creonte. Es consciente del peligro que corre, al querer dar sepultura a su hermano Polinices, pero ella antepone la necesidad de no fallar a sus antepasados a su propia vida.

Creonte: Es el Rey de Tebas, padre de Hemón y tío de Antígona, Ismere, Polinices y Eteocles. Cree tener la razón cuando determina que Polinices no debe recibir sepultura, ya que a luchado contra su ciudad natal, pero no piensa en las consecuencias que puede traerle esa decisión. Es un hombre soberbio, y el poder no le deja ver más allá de sus narices:”...y quien se propase a faltar las leyes o pretenda imponer las suyas a la autoridad, este tal no será quien escuche alabanzas mías. Al que la ciudad ha colocado en el trono, a ése hay que obedecerle, en lo pequeño y en lo justo y en lo que no lo es” “¿Y la ciudad va a dictarme a mí lo que yo tengo que mandar?”, también es tremendamente machista: “...Que a mi, mientras viva, no me domina una mujer”.

Ismere: Es la hermana de Antígona, Polinices y Eteocles la sobrina de Creonte. Al principio se escandaliza cuando su hermana le cuenta sus planes para poder enterrar a Polinices, le dice que está loca y decide no prestarle su ayuda: “... Y ahora a nosotras dos, solas como hemos quedado, ¿qué muerte más atroz no nos espera, dime, si, a despecho de la ley, desafiamos los edictos y el poder del tirano? [...] Yo al menos pediré a los muertos que me lo dispensen, porque cedo ante el poder y acataré la autoridad constituida. Entremeterse demasiado es falta de juicio” Además es un personaje tremendamente obediente para con su tío, para con el Rey de Tebas.

Hemón: Es el hijo de Creonte y el prometido de Antígona. AL principio de su aparición se muestra muy obediente con su padre y con la decisión tomada por éste: “Padre, tuyo soy. Tú me guíes dictando buenos consejos, que yo lo seguiré. No hay para mí bodas ni partido más aceptable que tu sabia dirección” Pero intenta convencerle de que se está equivocando, y de que todo el pueblo está en contra suya:”... con todo, también otros pueden tener un buen pensamiento. A mí me toca naturalmente observar qué es lo que dicen por ahí o hacen o censuran de tus cosas, porque al ciudadano sencillo le infunde demasiado respeto tu presencia para poder decirte cosas que te han de irritar con sólo oírlas.

Tiresias: es un invidente, anciano y adivino de Creonte: “Príncipes de Tebas, dos venimos juntos acá con la vista de uno solo; pues así son los viajes de los ciegos, de la mano de un guía” Es el protagonista que únicamente hace cambiar de opinión a Creonte, aunque no desde el principio de su intervención, y le avisa de las desgracias que puede sufrir por sus decisiones sumamente prepotentes y dogmáticas: “Y tú ten por muy cierto que no han de cumplirse ya muchas vueltas del sol en su veloz carrera sin que tú mismo veas entregado, muerto por muerto, a un hijo de tu propia sangre; porque tienes echado al mundo de abajo a quien es del de arriba, encerrando indignamente a un vivo en una tumba, y retienes aquí a un cadáver, posesión de los dioses infernales, sin sepulcro, sin exequias, sin respeto

Corifeo: Es el presidente del Coro de ancianos de Tebas. Representa la máxima autoridad después del Rey y se muestra muy cuidadoso a la hora de hablar con éste.Desde el principio sabe las consecuencias que puede traer la decisión tomada por Creonte, pero no se atreve a decírselo directamente, solo parece dispuesto cuando, después de los vaticinios de Tiresias, Creonte parece que ya ha entrado en razón: “Rey, se ha ido el hombre; misteriosos vaticinios ha pronunciado; desde que voy dejando blanco este cabello, antes negro, nos consta que jamás dictó profecías falsas a nuestro pueblo”. Es el personaje que recomienda a Creonte que deje libre a Antígona, y que entierre a Polinices: “Ve, y a la niña líbrala de aquella lóbrega morada, y al muerto ábrele una tumba.”

Antígona era la hija de Edipo y Yocasta y hermana de Isméne, de Eteócles y de Poliníces. Antígona acompañó a su padre cuando éste, al descubrir el crimen y el incesto que había cometido, partió hacia el exilio después de arrancarse los ojos. Se refugiaron en Colono, un pueblecillo de Ítaca, donde la muerte trajo finalmente la paz a Edipo. Antígona regresó entonces a Tebas. Eteócles y Polínices, los dos hijos varones del desterrado Edipo, mueren peleando frente a frente en las afueras de Tebas. Eteócles del lado de la ciudad; Polinices del lado de los sitiadores.

Creonte, déspota, gobernador y dueño de Tebas, decreta que Eteócles sea enterrado con los honores que correspondían a los héroes que mueren por la patria; y que Polinices, que murió defendiendo el bando de los sitiadores, sea dejado insepulto sobre la tierra, para que, en memoria de su enemistad con los tebanos, se pudra al sol y sea devorado por los buitres. Las tradiciones griegas establecían el deber sagrado de sepultar a los muertos, señalando que en caso contrario el alma del difunto vagaría eternamente sin reposo y nunca podría acceder al reino de las sombras.

Contradiciendo el dictamen del déspota, Antígona, hija también de Edipo, se propone ir por la noche a enterrar a su hermano. Isméne, su hermana, más cobarde, no se atreve a acompañarla. Antígona es sorprendida por los soldados que Creonte ha colocado en el monte para que vigilen el cumplimiento de su decreto: pena de muerte a quien entierre a Polinices. Es llevada ante la presencia del autócrata quien la increpa por su desobediencia. Entre el tirano y la doncella se produce un diálogo que, tomando altura sobre el mero interrogatorio judicial de lo ocurrido, hace chocar la ley natural, la piedad familiar de Antígona, con la voluntad personal y arbitraria del tirano. Es, sin lugar a dudas, una de las escenas más inmortales de la dramaturgia universal. Creonte sentencia según su poder material y físico. Antígona argumenta según la ley que los dioses tienen escrita en el espíritu del corazón humano. Luego, Creonte decide llevar a Antígona a una cueva y dejar libre a Isméne. Antígona, en una cueva, sin comida, decide quitarse la vida, ahorcándose. Pero el hijo de Creonte, prometido de Antígona también decide quitarse la vida cuando ve a Antígona ahorcada. Por dichos que transcurrían, de lo malo que había hecho Creonte, el mismo decide ir a la cueva, cuando llega, observa s u hijo muerto, lo toma, y en sus brazos lo lleva hacía el palacio. Pero cuando el mismo llega, observa que Polinices, también decidió quitarse la vida y ahí, queda marcado en la vida de Creonte estos hechos.

Comentario grupal:

Creemos que ésta obra, como casi todas las tragedias griegas,(tomando ejemplos de resúmenes leídos de dichas obras) son auténticas obras de arte, tanto por sus dotes de entretenimiento como por su finalidad didáctica. Entrando ya en esta obra en especial, creemos que se muestran dos posturas claramente diferenciadas, Creonte por un lado y Antígona por otro, y nos decantamos por ésta segunda, aunque a diferencia de algunas de las interpretaciones, no creemos que defienda lo marcado por los dioses, sino lo que la marca su conciencia, y probablemente haría lo mismo que ella. Por otra parte la postura de Creonte es algo, que aunque penoso, no suena tan extraño, ya que normalmente la gente se deja cegar por el poder. En resumen, una buena obra que trata un tema bastante interesante y desarrollada magistralmente.