apuntes para la historia del arte aspense (2000) felipe mejías lópez
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Evidencias documentales sobre el remate de las obras de la basílica del Socorro y su capilla de Comunión. Azulejos de calle del XVIII.TRANSCRIPT
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APUNTES PARA LA HISTORIA DEL ARTE ASPENSE
FELIPE MEJÍAS LÓPEZ*
o cabe duda de que Aspe cuenta con un patrimonio histórico artístico todavía por
descubrir y considerar en su justo valor. Hasta hace bien poco era la Iglesia del
Socorro la acaparadora de la escasa atención investigadora que sobre este tema se
desarrollaba en nuestra localidad. Afortunadamente, y sin restarle ni un ápice de su valía a
este edificio, de reconocido mérito artístico, el campo de estudio se ha ampliado hacia
manifestaciones injustamente olvidadas y poco o nada estudiadas. Muchas de ellas se
encuentran en trance de desaparecer definitivamente, como de hecho ha sucedido y puede
volver a suceder con los paneles cerámicos con escenas religiosas que todavía permanecen
en las fachadas de algunas casas particulares susceptibles de ser derruidas en breve. Otras,
como la Canal de Hierro (s.XIX), la conducción de aguas entre Aspe y Elche (s. XVIII), el
Ayuntamiento (s. XVII), los azudes del cauce del Tarafa y el Vinalopó, por citar sólo
algunas de las obras más conocidas, o muchos elementos decorativos de raíz modernista e
historicista (rejerías, apliques y moldurajes de estuco, azulejos...) incorporados en el interior
y exterior de numerosas viviendas del casco antiguo, necesitan con urgencia estudios para su
puesta en valor, y sobre todo una paralela labor de restauración que permitan su
conservación ahora que todavía se está a tiempo. Y esto sin olvidar todo el arte mueble -
pinturas, objetos de uso litúrgico, esculturas e imágenes de devoción...), que bien en manos
de particulares, bien como patrimonio eclesiástico, permanecen semiocultos, necesitados de
una catalogación y puesta en conocimiento para su disfrute por todos los aspenses.
En esta línea divulgativa se sitúa la intención del segundo de los apartados de este
artículo. Del primero de ellos, tal vez con un mayor calado dada la importancia de la nueva
información que aporta, nos ocupamos a continuación.
NUEVAS REFERENCIAS DOCUMENTALES SOBRE LA CONSTRUCCIÓN DE LA IGLESIA PARROQUIAL DE NTRA. SRA. DEL SOCORRO DE ASPE Y SU CAPILLA DE COMUNIÓN.
La aparición de nueva documentación alusiva a la realización de obras de importancia en
la iglesia del Socorro durante la tercera y cuarta décadas del siglo XVIII obliga al
replanteamiento de una cuestión tan discutida como es la de su construcción, y viene a
corroborar la idea de que se trató de un proceso constructivo complejo, largo y no exento de
incidentes.
Este proceso podría retrotraerse hasta la segunda mitad del siglo XIII, cuando tras el
avance cristiano uno de los tres oratorios islámicos que pudieron existir en Aspe, y cuya
ubicación podría coincidir a grosso modo con el solar ocupado por la actual iglesia, fue
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reutilizado como templo de culto cristiano bajo la advocación de Ntra. Sra. de la Aurora.
Existen noticias acerca de intervenciones posteriores en este oratorio durante los siglos XIV
y XV, aunque sería deseable una confirmación documental o arqueológica que diera validez
a la afirmación de Manuel Cremades:
"En esta fecha de 1325, reinando Jaime II, se reedificó en buenas condiciones arquitectónicas el
Templo que es hoy Capilla de la Comunión, bajo la advocación de San Joaquín, cuya imagen ocupa la Capilla
Central de su artístico retablo (...)"1
Parece evidente que ésta debió ser la principal parroquia del pueblo durante los siglos
XIV a XVI, y que el más que probable estilo gótico-mudéjar de su fábrica se mantuvo sin
modificaciones sustanciales hasta el siglo XVII, pese a presentar problemas de sustentación
en 14302.
Con la Bula Apostolici Muneris de 28 de Mayo de 1602 se comienza a plantear
seriamente la construcción de un edificio de nueva planta que ha de ser levantado en el lugar
ocupado por el viejo oratorio de Ntra. Sra. de la Aurora. Sin embargo, la expulsión de los
moriscos en 1609, que dejó Aspe casi despoblado, debió influir negativamente en la
ejecución del proyecto. Si a ello unimos una coyuntura de crisis marcada por el
bandolerismo, las pesadas cargas fiscales necesarias para mantener las guerras de la
monarquía, los ciclos continuados de malas cosechas, y las epidemias de fiebres tifoideas y
peste (especialmente la de 1648, que afectó seriamente a la villa), podemos encontrar una
explicación creíble para la demora en el inicio de las obras.
Hacia 1650 el Duque de Maqueda se encuentra por fin en disposición de financiar el
levantamiento de un templo bajo la advocación de Nuestra Señora del Socorro. La fábrica
pudo haberse iniciado con trazas del genovés Francesc Verde y la intervención de Pere
Quintana, arquitectos ambos de reconocido prestigio, que acabarían trabajando en Santa
María de Elche y cuya actividad conjunta parece suficientemente documentada3.
Resulta lógico pensar que la edificación se inició por algún punto cercano a los pies del
actual templo, respetando la estructura anterior; junto a ella se habrían elevado hacia 1674 al
menos alguna de las ocho capillas laterales y parte de la nave central, como nos consta por la
concesión de derechos de culto y enterramiento a la familia Cremades en la capilla de los
Santos Médicos en mayo de 1668. Igualmente viene a explicar esta lógica constructiva el
hecho de que Nicolás Villacís labrase entre 1659 y 1661 un retablo para el altar mayor de la
parroquial. Este retablo, identificado casi con total seguridad con el que actualmente se
1 M. CREMADES (1966): Aspe, Novelda y Monforte. Alicante, p. 40. Tal vez surja de esta obra la existencia
de una confusión mantenida casi hasta la actualidad y recogida por diversos estudios, que consiste en
identificar la actual capilla de Comunión con el antiguo emplazamiento de una mezquita, desligando
erróneamente al espacio ocupado por la iglesia de esa estructura de impronta islámica. Sin embargo este error
resulta disculpable y hasta sintomático si tenemos en cuenta la influencia que la tradición oral pudo ejercer
para la propagación de esta idea. 2 "(...) la iglesia Parroquial bajo la invocación de Santa María, es decir, la que en otro tiempo fuera mezquita
de los moros, según se demuestra de su propia estructura." Curato de la Iglesia de Aspe. Su erección y renta.
1602, recogido en J. P. ASENCIO CALATAYUD (1982): Aspe. Antología documental. Alicante, Diputación
Provincial, I.E.A. 3 Véase al respecto la obra de R. NAVARRO MALLEBRERA (1980): Los Arquitectos del Templo de Santa
María de Elche. Alicante Caja de Ahorros Provincial, pp. 37 a 53. Aparece aquí una interesante alusión al
ilicitano Diego Credia, maestro cantero a quien se relaciona con Francesc Verde, y que curiosamente aparece
en Aspe participando en noviembre de 1678 junto a José Terol y el aspense Joan Mira en una visura por obras
en la parroquial. Véase en el Archivo Histórico Municipal de Aspe el Mà de Consells de la Vila i Baronia
D'Asp. Anys 1659-1679. Sesión de 6 de Noviembre de 1678.
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dispone en la cabecera de la capilla de la Comunión4, debió ensamblarse para la nueva
iglesia aunque no es descartable que mientras durasen las obras se ubicase en el viejo
templo.
Más difícil resulta aventurar la idea de que en estos años se estuviera rematando un
cuerpo de campanas, pero la fundición de tres de ellas en 1664 supone una evidencia clara
de que al menos se estaba interviniendo sobre una estructura torreada anterior, y eso si no
estaban destinadas para un campanario de nueva factura.
Vista superior del hastial y cuerpo de la nave con el sistema de contrafuertes.
En cualquier caso, los escasos datos existentes acerca de esta primera fase constructiva
parecen mostrar una persistencia de la vieja estructura junto a la nueva, hasta el punto de que
no sería descabellado apostar por una rehabilitación del antiguo oratorio mediante la reforma
y saneamiento de las zonas más deterioradas con intervenciones puntuales. Así podría
explicarse la adjudicación en 1678 de una partida de 230 libras para "(...) la obra dels arcs que
estan caentse dins la parroquial de la pnt. Villa (...)"5, algo no inusual pero al menos sí extraño si se
tratase de una intervención de urgencia en una obra de tan reciente construcción.
Sea como fuere, lo cierto es que la iglesia se estaba levantando con una disposición y
planta que no coinciden con las actuales, envuelta en un entramado urbano sustancialmente
distinto del que hoy podemos contemplar, con casas particulares adosadas y, como hemos
visto, muy probablemente entrelazándose con la antigua fábrica de raíz medieval, hasta el
punto de llegar a confundirse con ella. A este respecto, y como ya se apuntó en otro lugar6,
4 Vid. I. VIDAL BERNABE (1990): Retablos Alicantinos del Barroco (1600-1780). Alicante, Universidad de
Alicante y C.A.P.A., pp. 66 a 69. 5 Mà de Consells de la Vila... loc. cit.
6 F. MEJÍAS LOPEZ y J. M. CANDELA GUILLÉN (1998): "Aproximación a la Historia del Arte en Aspe",
en la obra Aspe. Medio Físico y Aspectos Humanos. Aspe, Excmo Ayuntamiento. Véanse especialmente las
páginas 339 a 355, donde se hace una propuesta de construcción de la parroquial del Socorro en base a la idea
de la dimidiación. Algunos de estos aspectos vienen reseñados igualmente en el artículo de Navarro
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habría que tener en cuenta la posibilidad de que durante las diferentes fases de la dinámica
constructiva se fueran realizando sucesivas dimidiaciones o tabicados que separasen la vieja
estructura de la nueva, habilitando de esta manera a la primera para el culto mientras se
actuaba sobre la segunda.
La aplicación de esta técnica constructiva explicaría, al igual que sucedió en Santa María
de Elche, que el templo no se acabara de rematar hasta 50 o 60 años después. La cubrición
de las bóvedas a finales de la década de los setenta podría haber influido en un desvío de los
escasos recursos existentes hacia labores decorativas, como el levantamiento de portadas y
el embellecimiento de interiores. Esta idea puede encajar con la presencia ya apuntada del
maestro cantero José Terol el mayor, y sobre todo con la tan discutida intervención del
escultor Nicolás de Bussi en al menos alguno de los elementos de la actual portada que da a
la plaza Mayor. Sin embargo, todavía está por demostrar con rigor científico su participación
en las obras. Su actividad en la basílica ilicitana, fuera de toda duda, nos hace pensar que
también pudiera actuar en Aspe en algún momento del periodo que va desde 1675 -cuando
se documenta su primera estancia en Elche- a 1688, año en que le vemos ya afincado en
Murcia. Sería deseable que así fuera, dada la calidad artística de su obra y la relevancia de su
figura como artista de prestigio. No obstante, mientras no aparezcan -y estoy convencido de
que lo harán- pruebas documentales que certifiquen o nieguen esa teórica participación,
resulta más sensato dejarla en suspenso.
No existen datos que aporten nada sustancial al estado de la cuestión durante los
siguientes treinta años. Tampoco sabemos cómo pudo afectar a la fábrica y la posible
continuidad de las obras el conflicto bélico ocasionado tras la muerte de Carlos II, pero es
evidente que debió ralentizarlas o incluso paralizarlas como sucedió con otros templos del
entorno más inmediato.
Finalizada en 1713 la Guerra de Sucesión, y a la luz de la nueva documentación
aparecida, se impone con claridad la idea de que se inicia una segunda fase constructiva en
la fábrica de la parroquial. Esta nueva etapa se caracteriza por su gran actividad edificatoria,
con la incorporación de piezas arquitectónicas de tanto relieve como la cúpula, el
campanario, la Capilla de Comunión y el imafronte abierto a la Plaza Mayor, todos de nueva
erección y levantados en diferentes puntos del templo. Esta evidencia deja pocos resquicios
a la duda, y sólo queda por aclarar la extensión de los derribos que necesariamente hubo que
realizar y hasta qué punto afectaron a la estructura precedente. Resulta muy forzada la teoría
de un derribo selectivo que respetase la fachada retablo en la que hipotéticamente trabajó
Bussi, pero es la única posibilidad de que la actual portada del hastial del templo sea la
misma sobre la que él pudo operar.
En 1722 encontramos las primeras noticias que indican el relanzamiento de las obras.
Éstas comenzarían por el levantamiento de una nueva capilla de Comunión, para lo cual se
constituyó una junta de electos encargada de gestionar las obras. En julio de ese año se
formalizó ante notario la escritura de venta y carta de pago correspondientes a la compra por
parte de los caballeros electos a Andrés Terol:
"(...) de la casa de morada que tiene en la población de ella al arrimo de dcha. Iglesia para el efecto de
hacerse capilla de Comunión, en cantidad de Ducientas (sic) ochenta y siete libras y seis sueldos, moneda de
este reyno (...)7".
Mallebrera, "Anotaciones sobre la Historia de la Construcción de la Iglesia Parroquial de Aspe", publicado en
el número 34 de la revista La Serranica, correspondiente a 1980.
7 Archivo Municipal de Novelda. Protocolos del notario Joseph Mazón (1718-1722). Carta de pago a favor de
los electos Bartolomé Rico, Francisco Coloma, Vicente Pujalte de Gavila y Juan Sánchez menor. Aspe, 18 de
julio de 1722. La citada cantidad, equivalente a 2.873 reales, fue aportada íntegramente por el Duque de Arcos
como donativo para financiar la obra.
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Dos meses más tarde, tras público pregón, era subastada en la lonja del Ayuntamiento y
por acabamiento de candela el resto de casa que no iba a derribarse para edificar la capilla.
El mejor -y único- postor resultó ser Pablo Sánchez, que se comprometió a pagar a la junta
de obras las 150 libras en que se remató la casa en tres pagos a razón de 50 libras anuales,
pagaderas cada uno de los días de San Miguel a partir del año siguiente 17238.
Planta y alzado con sección transversal de la capilla de Comunión
(1722-1729).
Las obras continuarían a buen ritmo, y en noviembre de
1723, todavía con la capilla en construcción, volvemos a
encontrar a Pablo Sánchez junto a algunos de sus
familiares adquiriendo en ella el patronato de la capilla
de San Miguel9. En ese documento se alude veladamente
a un traslado de la capilla del santo desde un
emplazamiento anterior, tal vez desde la iglesia del Socorro. Esto entroncaría con la
cronología que Montesinos aporta en su manuscrito para el inicio de las obras en la iglesia,
esto es, mayo de 1723, aunque habría que matizarla con un derribo parcial del viejo templo
en esa fecha10
, ya que en 1725 todavía continúa reuniéndose el clero en la sacristía. Las
obras en la capilla no debieron prolongarse durante mucho más tiempo, aunque en julio de
1725 la junta parroquial vuelve a ratificar y otorgar poderes al sacerdote Francisco Coloma
como electo administrador de los bienes y capitales destinados para las obras.
En agosto de 1729 la capilla estaba rematada. Su sencilla portada presenta un ingreso
adintelado bajo cartela albergando el Viril, con falsas pilastras enmarcadas por un grueso
8 Archivo Municipal de Novelda, loc. cit., Relacion de trance y remate del resto de casa que compró el Revdo.
clero de esta villa, de Andres Terol. Aspe, 4 de septiembre de 1722. 9 "(...) se nos ha consedido la gracia de Patronato de la Capilla del señor san Miguel Arcángel establesida
nuevamente en la de la Comunion, que se haze al arrimo de la Iglesia Parroquial de dcha villa, con el derecho
de enterrarnos en dcha Capilla del señor san Miguel, y nuestros sucesores, con la condicion de haver de
corresponder a dcha Iglesia en senso de dies libras de capital, y de pension annual diez sueldos en cada un dia
de dcho señor san Miguel, y de zelebrar en dcha capilla en el mismo dia del santo una dobla, y de adornar
dcha capilla de retablo y todo lo demas necesario para su lusimiento, y desensia, según consta por despacho
del Iltmo. Y Revmo. Señor Dn. Fray Salvador, Joseph, Rodriguez de Castel blanco, dignisimo obispo de la
ciudad de orihuela (...)" Archivo Municipal de Novelda. Protocolos del notario Joseph Mazón (1723-1726).
Obligación de Pablo Sanchez y Fuentes, Valeriano Sanchez y Fuentes y Joseph Cerdan de Sanchez. Aspe, 30
de noviembre de 1723. 10
J. MONTESINOS (1795-1815): Compendio Histórico Oriolano. Obra manuscrita. Véase el fragmento de
esta obra recogido por Esteban Martínez (un cariñoso recuerdo para él) en su articulo de 1984, "Notas
aclaratorias sobre la construcción del Templo Parroquial de Nuestra Señora del Socorro de Aspe", publicado en
la revista La Serranica.
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molduraje de listel y baquetón formando orejetas y un pronunciado incurvamiento de la
cornisa a modo de arco en cortina. Nada sabemos del autor de su traza, así como del
arquitecto encargado del levantamiento de la capilla, pero por esos años se documenta la
presencia en Aspe de canteros como Lorenzo Chapuli, José Terol, Juan Bautista Borja... A
ellos, o tal vez a algún maestro local, cabría atribuir la autoría del conjunto, muy en la línea
de lo que por esos años venía construyéndose en la comarca11
.
Finalizada la capilla de Comunión, todo apunta a que se retomó con ímpetu la obra de la
iglesia. Ya en 1722 se había encargado a los noveldenses Jayme Carrasco y Joseph Carrasco
por un importe total de 40 libras la talla y colocación en la parroquial de Aspe de "(...) una
pila bautismal que emos (sic) de fabricar de piedra jaspeada que se encuentra en el termino de dcha villa de
Novelda, según, y de la misma forma que la que esta en la Iglesia de dcha villa, firme y sin quiebra alguna (...)"
12. Y en mayo de 1725 localizamos una carta de pago a favor del aspense Pedro Pastor
de Fuentes, quien aparece como "fabriquero de la fábrica de la Iglesia Parroquial" dando fe
de haber recibido de manos del colector de las rentas del patrimonio del Duque de Arcos,
Antonio Cremades, 293 reales como parte de los pagos con
que el señor de la villa venía financiando las diferentes obras realizadas en la parroquia13
.
Sin embargo el empuje que
habría de ser definitivo se da a
partir de 1728. Ya en la "Noticia
Circunstanciada" se cita a julio de
ese año como el mes de inicio de la
construcción, y al periodo que va
desde marzo de 1729 hasta 1737
como un ciclo continuado de obras
que culminarían con la finalización
total del edificio14
. La nueva
documentación de la que
venimos hablando confirma en
todos sus puntos este discurso
constructivo. La anécdota de
noviembre de 1728, que nos
presenta recluidos en las cárceles de
la villa a "(...) Thomas Cerdan,
Bernardo Pastor, Miguel Cañizares y
Alonso Estevan (...) en razón de las
monedas que hurtaron de la primer piedra
que se puso en los zimientos de
la Iglesia (...)"15
es harto significativa
y viene a confirmar la validez
histórica en este asunto de la
Portada de la capilla de Comunión (1722-
1729).
11
Similares esquemas de portada con arcos en mitra y cortina aparecen en Santa María de Alicante (1721-
1724), en la portada de la Capilla de Comunión de la parroquial de Santiago de Orihuela (1726-1733) o en la
portada de la Capilla de la Virgen del Remedio de la Iglesia de San Juan Bautista de Monóvar (1760). 12
A.M.N. Protocolo de Joseph Mazón. Aspe, 25 de noviembre de 1722. 13
A.M.N. loc. cit. Aspe,14 de mayo de 1725. 14
Noticia circunstanciada de los pueblos del Marquesado de Elche: Baronías de Aspe, Planes y lugar de
Patrax, 1739. Archivo Municipal de Elche, legajo 127-A, nº1. 15
A.M.N. Protocolos del notario Pascual Pareja. Fianza de la haz a favor de la Real Justicia de Aspe. Aspe, 26
de noviembre de 1728.
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discutida crónica de Montesinos, aunque haya que retrasar en 5 años la fecha que ofrece
para la colocación de esta primera piedra.
A la izquierda, portada de San Juan Bautista en la calle
Sacramento. A la derecha, acceso al templo por la portada de
Santa Teresa.
Pero no sólo eso. Mayores consecuencias para la investigación del tema que nos ocupa va a
tener el documento fechado en Aspe el 25 de Enero de 1729. Merece la pena extractar
algunos fragmentos:
"Sepase por esta (ilegible) como yo Juan Lloret vecino de esta villa de Aspe assi en mi nombre como en el
de mis herederos y successores vendo y doy en venta (...) para siempre a la Justicia y Regimiento de esta dcha
villa que oy es o por tiempo fuere una cassa que tengo y poseo en la plaza mayor de ella natural sin nombre
que linda de una parte con cassa del Licdo. Joseph Muñoz pbro., de otra con casa de la Abadia, y de otra con
dcha Plaza (...) cuyo sitio de cassa ha servido para rehedificar la Iglesia de esta dcha Villa, y darle mas
ambito, y declaro que el justo precio de de dcha cassa son los mencionados dos mil y ochocientos reales de
dcha moneda (...)"16
Queda claro por la explicación detallada de los lindes de la casa que sin el derribo de la
misma el templo no habría tenido la presencia que hoy muestra hacia la plaza Mayor, y esto,
no lo olvidemos, sucede en 1729, por lo que resulta fácil deducir que buena parte de la
parroquial del Socorro -si no toda- sería una obra de nueva planta levantada de una vez entre
1729 y 1737. Probablemente la casa no ocuparía todo el solar de la actual iglesia, pero sin
duda se situaba en un punto tal que habría impedido levantar el hastial actual en el siglo
XVII. Podríamos inclinarnos a pensar que se pudo ubicar en el espacio hoy ocupado por el campanario y la calle Sacramento (o tal vez hacia la calle Santa Teresa) si quisiéramos
argumentar la factura bussiana de la portada principal, pero el hecho de que lindase con otra
casa y con la "Casa Abadía"17
hace casi inviable esta posibilidad. Es más, a no ser que la
16
A.M.N. Protocolos del notario Pascual Pareja. Obligación de venta y carta de pago sobre Juan Lloret con la
Justicia y Regimiento de esta Villa de Aspe. Aspe, 25 de enero de 1729. 17
Interesante alusión ésta a una construcción religiosa de la que no se tenía noticia. Tal vez refleje la existencia
de dependencias sacerdotales anexas a la antigua iglesia.
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casa de Lloret fuese tan amplia que hubiese permitido dejar sin construir los extremos de su
solar para habilitar las calles Sacramento y Santa Teresa, cosa que dudamos, se deduce que
no debió ser sólo ésta la única casa derruida, y que también se demolerían las otras dos con
las que limitaba, ya que la iglesia actual es un edificio exento totalmente circundable. Todo
ello redunda aún más si cabe en la certeza de que se arrasó un amplio terreno junto a la plaza
para erigir el nuevo templo, y confirma el argumento de Montesinos: " (...) La Iglesia antigua
que como va dicho, era toda de tapias y de mala construccion se demolio, y hechó a tierra (...)"18
La
presencia de Lorenzo Chapuli en Aspe en 1733, y la de José Terol en junio de 1736 apuntan
la cercanía del final de las obras y la intervención del primero al menos en el remate del
campanario y la cúpula19
.
Próxima ya la bendición de la parroquial, se capitulan en octubre de 1736 las condiciones
para la talla por parte del aspense Vicente Castell del retablo de la capilla de Santa Teresa,
situada junto al crucero en el lado Evangelio. Actualmente mutilado -tan sólo se conserva el
ático con el escudo de los duques de Maqueda- debió disponerse allí antes de marzo de
1737. El apremio en cuanto a su fecha de entrega parece indicar el deseo de dejar
definitivamente rematada la fábrica20
.
Vista de la cúpula, con alto tambor de ladrillo y apoyos sobre pechinas.
18
J.MONTESINOS: Compendio Histórico... loc. cit. 19
R. NAVARRO MALLEBRERA: "Anotaciones sobre la Historia..." loc. cit., donde se alude a la visura de las
obras efectuada por José Vilar, Lucas del Corral, Pedro Pagán y Juan Bautista Borja en 1733. Respecto a la
presencia de José Terol, véase J. SAEZ VIDAL (1985): La ciudad de Alicante y las formas artísticas de la
cultura barroca, 1691-1770. Alicante, Instituto de Estudios Juan Gil-Albert, pp. 221 a 224. El autor aventura
una hipótesis de construcción de la portada principal de la iglesia que bien podría ser cierta, adjudicándola al
escultor Juan Bautista Borja (ausente de Alicante entre 1733 y 1737) o al entorno de su taller. Todo ello encaja
con el nuevo esquema constructivo propuesto en el presente artículo. 20
El estudio de este retablo con la capitulación completa del mismo viene recogido en la obra de Inmaculada
Vidal Bernabé: Retablos alicantinos... loc cit, pp. 137-138 y 252 a 254.
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UN EJEMPLO DE LA AZULEJERÍA VALENCIANA DEL SIGLO XVIII: LOS ÚLTIMOS RÓTULOS DE CALLES DEL CASCO ANTIGUO.
Todavía pueden observarse en algunas calles del centro histórico de Aspe los rótulos de
sus nombres inscritos en losetas de cerámica vidriada. Aunque se trata de un ejemplo
modesto, representan a su manera el desarrollo que el arte de la azulejería alcanzó en el
Reino de Valencia durante el siglo XVIII.
En el caso aspense tenemos muestras de una apreciable calidad artística en los paneles
cerámicos con figuras de santos y vírgenes dispuestos en las fachadas de numerosas casas.
Sin embargo, aunque la finalidad de los rótulos era más prosaica, no por ello merecen el
estado de abandono en que se encuentran.
Se tratan en esencia de losetas de barro de forma cuadrada, con el nombre de la calle
trazado con la peculiar grafía de la época en tinta negra y enmarcado por una doble línea -la
exterior más gruesa que la interior- de tono azul violáceo de manganeso. Las piezas están
bañadas en una solución de plomo y estaño para conseguir el acabado blanquecino vidriado
que presentan.
A la izquierda, vista general de la esquina entre las calles Coronela y Mayor. El rótulo puede apreciarse sobre
el actual. A la derecha, vista cercana del azulejo.
Su colocación se efectuó en noviembre de 1795. La dirección del proyecto corrió a cargo del
arquitecto aspense José Gonzálvez de Coniedo, como queda reflejado en el testimonio que
éste hubo de dar para justificar el empleo de la partida presupuestaria correspondiente para
APUNTES PARA LA HISTORIA DEL ARTE ASPENSE
10
tal fin21
. Se trataba de una medida urbanística que buscaba conseguir un cierto orden en la
población, necesario en aquellos momentos por el constante paso de las tropas en retirada
desde el frente de Cataluña tras la guerra contra la Convención.
Rótulo de la calle Coronela, ubicado
en la esquina con la calle
Concepción.
Rótulo de la calle Calvario (actual
Barítono Almodóvar).
El pueblo había crecido notablemente a lo largo de la centuria. El Censo de Floridablanca
ya registraba para Aspe más de 5.000 habitantes en 1787, y un volumen de población así no
podía seguir identificando con apodos y referencias espaciales del entorno las viviendas de
sus convecinos, tal y cómo se había venido haciendo hasta entonces. El hecho de que se
identificase la realización y colocación de los rótulos como "a uso de Corte" indica la
conciencia de núcleo urbano cohesionado y de gran tamaño que se empezaba a tener del
pueblo por parte de sus habitantes.
21
"(...) Es cierto que por disposición del señor Don Francisco Pasqual Belda, Alcalde primero ordinario de
esta villa se han encargado una porción de Azulejos bajo la dirección del declarante para el registro de las
calles y casas a beneficio de la policia de este Pueblo, y para evitar la confusión y molestia en los
alojamientos de las Tropas y otros, cuyo coste es a expensas de dcho señor Belda (...)" Archivo Histórico
Nacional. Consejos. Legajo 22859, expediente 5. Declaración de José Gonzálvez de Coniedo., 6 de noviembre
de 1795.
FELIPE MEJÍAS LÓPEZ
11
En la actualidad sólo se conservan cinco de estos carteles: dos en la entrada y salida de la
calle Coronela; uno en la calle San Jaime; otro en la calle del Calvario (actual Barítono
Almodóvar), y el último en la calle Alta (actual Ramón y Cajal), muy cerca del anterior. Sin
embargo debieron existir más de un centenar, tal y como recoge Montesinos en su obra al
describir el callejero aspense en los primeros años del s. XIX22
. Posiblemente perduren
todavía algunos camuflados bajo los revocos de yeso y estuco de las casas, o incluso debajo
de carteles posteriores. Sería deseable que se recuperasen si así fuera, ya que suponen la
fosilización de la toponimia urbana aspense del siglo XVIII, con nombres como calle del
Agua, de la Tejera, de las Mallas, del Manchado, de la Perdiz, del Lobo, de la Luna, de los
Gitanos, de Gracia...
Esquina de las calles San Jaime y Santa Cecilia.
Rótulo de la calle San Jaime situado en la esquina Rótulo de la calle Alta, en la zona de los Banquicos.
con la calle Santa Cecilia.
22
.- "(...) No hay duda que de año en año se van aumentando los vecinos y algunas casas. Los nombres de las
calles constan en las mismas paredes formados de ladrillos que hay puestos en las entradas y salidas de cada
calle, donde lo especifican, cuyos ladrillos se pusieron en el año 1795 siendo alcaldes Dn. Francisco Pasqual
Belda y Dn. Juan Pujalte." MONTESINOS, J: Compendio Histórico... loc. cit. pag. 257.
APUNTES PARA LA HISTORIA DEL ARTE ASPENSE
12
*****
Mi más sincero agradecimiento a Gonzalo Martínez Español por el ofrecimiento de
nuevos datos alusivos a la construcción de la iglesia, y a Ginés Martínez Martínez por
su colaboración en la realización de las fotografías de los rótulos de calles.