INTRODUCCIÓN

Durante tres siglos la novela fue, en América Latina, un género maldito.

España prohibió que se enviaran novelas a sus colonias ya que creían que éstas

podían apartar a los indios de Dios. Es por eso que hasta el siglo XIX no se

escribió ninguna que se diera a conocer por medio de las publicaciones. Recién en

1816 apareció en México una titulada el Periquillo Sarniento de Lizardi. El único

mérito que tiene es su función inaugural que dio paso a un devenir de distintos

estilos literarios.

NOVELA REFLEJA

El interés de estas novelas que surgen en el siglo XIX es histórico, no

estético, e inclusive su valor documental es reducido, debido a esto se denominan

reflejas. Es decir, no tienen un punto de vista propio, simplemente nos informan, al

leerlas, sobre lo que veían sus autores, sin ninguna reflexión hacia lo que era la

sociedad de aquel entonces. Es por esto que no abordaban problemas sociales ni

tampoco cuestionan el estado de las cosas. Los escritos no hacen más que

reconstruir, imitando muchas veces un estilo europeo, un momento o una vivencia

determinada.

NOVELA PRIMITIVA

A diferencia de la novela refleja esta se sitúa en paisajes reales, es decir,

autóctonos ya que pretende mostrar la realidad del ambiente y de los habitantes.

En esta clase de escritura, literatura y folklore se fusionan. Es por eso que estas

novelas significan una toma de conciencia de la propia realidad americana.

Las obras pueden tomarse como una reacción contra las corrientes que

ponían al indígena y al mestizo como seres inferiores, pertenecientes a un mundo

bárbaro. Estas clases de novelas aspiran a la crítica social, por lo tanto abarca

temáticas como la lucha contra el monopolio extranjero, el prejuicio racial, el

atraso cultural y la dictadura militar. Es por esta razón que en las novelas se

representará el conflicto entre colonizados contra colonizadores o la lucha entre el

hombre y la naturaleza.

NOVELA DE CREACIÓN

La novela de creación apareció en pleno apogeo de la novela primitiva. Al

igual que ésta, toma los mismos elementos de su entorno, es decir, elementos

locales que hacen a un paisaje folclórico. La diferencia estará en la creatividad del

escritor ya que esos lugares o elementos locales se tornarán por momentos

mágicos, es decir, bajo la perspectiva del narrador sufrirán un cambio que lo

diferencian de simples objetos comunes.

Si bien lo mencionado estará presente en algunas novelas, hay que tener

en cuenta que este tipo de escritura toma un carácter universal porque plantea

problemas o situaciones que atraviesan la vida de todos los hombres, no

solamente del americano. Es por eso que transmitirá vivencias auténticas, y para

esto se servirá de las situaciones por las que pasan todos los individuos.