areíto sábado 02 de enero del 2016

8
Areíto Zona de la Cultura y de las ideas www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Aimée Piccirillo SÁBADO 2.01.2016 Un poema de Juan TH Página 2 La epifanía de Belén De tres maneras diferentes, estas tres sensibles narradoras, impulsadas por un mismo y casi místico entusiasmo, nos cuentan ese viaje y el nacimiento del niño que sería rey… rey de un reino que no era de este mundo. Pá g i n a 7 La intelectualidad y la nación en los Henríquez Ureña La meta del hostosianismo era fundar un sujeto intelectual que posibilitara el desarrollo económico y que rescatara una nueva moral social o una ética de las acciones de los ciudadanos en la política. Pá g i n a 8 Creación de un partido político anticlientelista y antipatrimonialista Ha llegado el momento de proponerle a los sujetos dominicanos que navegan en las redes sociales la creación de un partido político ciberespacial anticlientelista y antipatrimonialista. Pá g i n a 5 Los falsos valores de la crítica dominicana Página 3

Upload: periodico-hoy

Post on 25-Jul-2016

217 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

 

TRANSCRIPT

Page 1: Areíto sábado 02 de enero del 2016

A re í t o Zona de laCultura y de

las ideas

w w w. h oy.co m .d oEditor: BavegadoDiseño: Aimée PiccirilloS Á BA D O 2.01 .2 016

Un poema de Juan TH Página 2

La epifanía de Belén

De tres manerasdiferentes, estas tressensibles narradoras,impulsadas por un mismoy casi místico e n t u s i a s m o,nos cuentan ese viaje y eln a ci m i e n t o del niño quesería rey… rey de unreino que no era de estemundo. Pá g i n a 7

La intelectualidad y lanación en los HenríquezU re ñ aLa meta delhostosianismo erafundar un sujetointelectual que posibilitarael desarrollo económico yque rescatara una nuevamoral social o una éticade las acciones de losciudadanos en lapolítica. Pá g i n a 8

Creación de un partidopolítico anticlientelistay antipatrimonialistaHa llegado el momentode proponerle a lossujetos dominicanosque navegan en lasredes sociales lacreación de un partidopolítico ciberespacialanticlientelista ya n t i p a t ri m o n i a l i s t a .Pá g i n a 5

Los falsos valoresde la crítica dominicana Página 3

Page 2: Areíto sábado 02 de enero del 2016

2 Sábado 2 de e n e rode 2 016H OY A RE Í TO

Zona

Are

itoZo

na A

reíto

William Faulkner ( Escritor estadounidense)Un hombre es la suma de sus desdichas. Se podría creerque la desdicha terminará un día por cansarse, peroentonces es el tiempo el que se convierte en nuestrades d ich a .

1920 NACIÓ EL 2 DE ENERO. Is aacAsimov, novelista y divulgador

científico estadounidense de origen ruso. Creadorde las leyes de la robótica._

106 a N A CI Ó3 DE

ENERO. Marco TulioCicerón, jurista,escritor, político,filósofo y oradorromano, consideradouno de los másgrandes retóricos y

LA HISTORIA/Fuente: Portal de Bibliófilo Enmascarado

estilistas de la prosa en latín de la Repúblicaro m a n a ._

1951 NACIÓ EL 3 DE ENEERO. Ros aMontero, periodista y galadonada

escritora española, autora de libros como “La hijadel caníbal” o “Historia del rey transparente”._

1912 MURIÓ EL 3 DE ENERO. Fe l ixLudwing Julius Dahn, escritor e

historiador alemán. Autor de obas como “Unalucha por Roma” - su mejor obra-, o Walhall,obra de divulgación acerca de la mitología y las

sagas germánicas._

2003 MURIÓ EL3 DE

E N E RO. José MaríaGironella Pous, novelistaespañol. Su principalobra es la tetralogía sobrela guerra civil: “Lo scipreses creen en Dios“,“Un millón de muertos”,“Ha estallado la paz” y“Los hombres llorans olos”.

Un poema de JUAN TH

SOLEDAD HUMANA

¿Qué nos ha pasado, amor?¿Hacia dónde vamos?¿En qué nos hemos convertido?¿En rocas del desierto planetario?¿En mármol de un castillo de are-

na?¿Hacia dónde vamos, amor?Acaso somos crustáceos vagando

sin destino?¿Un cardumen de pesos nadando y

saltando sin camino?¿El río milenario de Heráclito co-

rriendo a ninguna parte por las venasde la tierra?

¿Galileo viendo sus barbas crecermientras los astros bailan sin músi-ca?

¿Acaso somos el cosmos único delhijo de Manhattan?

¿Somos Walt Whitman subrayan-do su yo indivisible en la poesía uni-ve r s a l ?

¿Eso somos, un cosmos indivisible yúnico?

¿Qué nos ha sucedido?¿En qué nos hemos convertido?En el pasado, remoto y lejano,Perdido ya en la memoria,Cuando la vida apenas nacía,Cuando el hombre se erguía sobre sí

m i s m o,Mucho antes de que naciera la pa-

l a b raAntes del fuego y de la rueda,De las guerras y los dioses,Formamos un escudo de corazones

para amarnosCu i d a r n o sAy u d a r n o sY nos protegíamos de la lluvia y del

t r u e n o.Del frío y del espanto.Del misterio y el silencio.De la bestia y sus garras de muerteAntes la vida era la vida entre ár-

boles y ríos,Una mujer era la mujer de todos,Un hombre de todas las mujeresUn niño tenía cien madres y cien

p a d re s

Tenía mil hermanos y mil herma-nas,

Antes los ojos iluminaban el bos-que

La selva era el hogar de todosEl cielo su techo brillando en las

pupilas del marLas estrellas, un paisaje inverosímil

de cristalLa Luna, un misterio menstrual

que desaparecía ante sus ojosEl Sol, una bola de fueg adornando

el universo.Entonces no estábamos solos.Dime amor, ¿qué nos ha pasado?¿Por qué no te siento a mi lado?¿Qué nos ha pasado?¿Dónde dejamos el amor?

Juan T H 1/11/15

Page 3: Areíto sábado 02 de enero del 2016

A RE Í TO 3Sábado 2 de e n e rode 2 016 H OY

Los falsos valores dela crítica dominicanaL a ignorancia teórica de algunos poe-

tas y críticos dominicanos evidenciaen ellos un panorama de indigencias,lleno de envidias y resentimientos.

Tal es el caso de algunos comentaristasdominicanos, que ante su falta de formacióny talento recurren al manido argumento dela descalificación y el desconocimiento.

Resulta penoso leer algunos de “sus ar-tículos y reseñas”, donde el predominio delas citas, como apelación a la autoridad, nohace más que distorsionar el verdadero sen-tido del texto como historia literaria y cul-tural de nuestro país.

Tal es el caso de sus rancias interpreta-ciones en torno a poemas y textos citadosfuera de contexto, recurriendo a pastiches eimitaciones que avalan el desarrollo inape-lable de una idea o problema del lenguaje,que imposibilitan la comprensión sensibledel arte o de la crítica literaria como acto decreación verbal.

Sería absurdo creer que la experienciaverbal que origina el conocimiento y la cons-trucción del poema, respecto a la crítica esun hecho fortuito y arbitrario, sin contar conla formación e intuición sensible, para co-nocer y percibir el poema en su justa dimen-sión, tanto espiritual como artísticamente.

Ya es bueno decirlo: el mundo no es solorealidad sino también experiencia. Y la ex-periencia del poeta es sobre todo verbal. Esobvio que puede nombrar las cosas, pero, alhacerlo, está tratando en primer lugar conpalabras. Esas palabras, a su vez, no expre-san al mundo, sino que aluden (interrogan,ordenan) a una experiencia del mundo. Loque es distinto y más preciso. La verdaderaoriginalidad, así como la intensidad, no re-side en lo nombrado sino en la manera denombrarlo; no está en lo visto sino en la ma-nera de verlo. “Hay que mostrar a un indi-viduo que se introduce en el cristal”, era parael joven Borges la única posibilidad de laobra de arte. Ese cristal no separa dos zonas,la del sujeto y la del objeto, sino que final-mente las identifica. La única manera deaproximarse a la objetividad ¿no es recono-ciendo primero la subjetividad? Esta es, creo,la perspectiva que hace impracticables laspretensiones de una supuesta interpreta-ción, fuera de la tradición, y de la visiónesencial del poema, como hecho ineludibledel lenguaje.

Quizá lo esencial y dramático del poemasea la crítica a la poesía y, por tanto, al len-guaje. Ya no se trata de articular o construir aéste de un modo distinto, estético; de lo quese trata es de cambiarlo, de crear otro. Una delas fases de este proceso: destruir toda po-sible relación entre el poema y la realidad,haciendo precarias las nociones de repre-sentación y de analogía; puesto que el poe-ma no está sometido a lo real, no es tampocosu figuración, ni su símil, ni aún su mímesis ore p ro d u c c i ó n .

Sólo así, la poesía podrá volver a ser sig-nificativa: al no pretender dar cuenta de lasignificación del mundo eludiendo el he-cho de que esa significación se ha desva-necido, adopta un sentido crítico que, a suvez, es el sentido de donde pueden emanarlas nuevas significaciones. En tanto que elúnico arte “i n s i g n i f i c a n t e” sería el realis-mo: no sólo por sus mediocres resultados,también por empeñarse en “re p ro d u c i runa realidad natural y social que ha per-dido su sentido”. Verbigracia, el ejercicioescritural de una parte de los poetas do-minicanos de postguerra, Independientesdel 40 y de la Generación del 48, quienesaún “desconocenciertas perspectivas”, on-tológicas y verbales, las cuales generanycrean otros mundos, más ricos y profun-dos que el de la realidad objetiva y feno-ménica, cargadas de nuevas visiones y ha-l l a z g o s.

La visión de la literatura como un mundoautónomo, con sus propias leyes y estruc-turas, de la obra como símbolo y encarna-ción imaginaria de lo real, es lo que ha pro-piciadoun nuevo tono a la más reciente crí-tica y poesía dominicanas. Sus múltiples for-mas y sentidos, como construcción en abis-mo, han logrado crear un espacio de noví-simos valores y hallazgos.La tendencia no esreciente, aunque sí más general en los úl-timos tiempos. Entre sus iniciadores habríaque mencionar en primer término—¿cómono hacerlo?—a Pedro Henríquez Ureña. En

efecto, al fondo de su admirable trabajo deerudición despuntó en él la sensibilidad y lamirada crítica capaces de captar el verda-dero movimiento de la creación. No podíaser de otro modo: fue uno de los creadoresmás lúcidos de nuestra literatura. Es cierto,parte de su labor crítica se limita a la eru-dición y a la exégesis; comparable a la de otromaestro como Alfonso Reyes (su gran amigoy compañero mexicano), esa erudición fuequizá más afinada y, aunque dispersa a ve-ces, tiende a una síntesis donde la experien-cia estética prevalece: en esa experiencia sesiente además la aventura personal, la pa-sión de una búsqueda. Su par, por ello, entrenosotros, es más bien Jorge Luis Borges (suotro gran amigo y compañero argentino).Ambos comparten—además de una escri-tura mesurada, erudita, capaz de todos losmatices—la concepción del arte como for-ma y como pasión: una forma que se con-vierte en la esencia misma de la creación,una pasión que llega a implicar la más plenarealidad. El paralelo podría prolongarse, pe-ro quizá baste con ello.

Muchas de las cosas que podría decirse deHenríquez Ureña valen también para JorgeLuis Borges, e inversamente. Son dos espí-ritus afines y están al comienzo de nuestramodernidad. Pero aún quiero poner de re-lieve algunos aspectos del pensamiento deHenríquez Ureña. Ese pensamiento es unode los más coherentes en la literatura his-panoamericana; está expresado a lo largo desu vertiginosa obra de creación, lingüística yfilosófica.

Pedro Henríquez Ureña y Jorge Luis Bor-ges—repetimos –están al comienzo de nues-

tra literatura moderna. Y hay un hecho fun-damental en esto: ambos pusieron de relieve“la inmanencia” de la obra y, por lo tanto, dela crítica misma.

Fatalidad constitutiva o social del lengua-je: ¿no habría que preguntarse también si el“ve r b a l i s m o” no es un mal inherente,a la crí-tica y a la poesía dominicanas, ajenas, conraras excepciones, al silencio como expe-riencia interior y como sabiduría del mun-do? Ese mal, tiende, por supuesto, a agudi-zarse en nuestro país, a cargo de los mal lla-mados críticos, promotores y activistas lite-rarios y poetas, ajenos a la verdadera pasióndel oficio de escribir y al lúdico gocede leer.

Si el conocido aforismo “quien calla, otor-g a” encierra alguna verdad, ya hoy es habi-tual encontrarse con la inversión de su prác-tica: son los más culpables y aun los que po-co o nada tienen que decir los que menos (onunca) callan.

¿Cómo puede, entonces, la palabra delcrítico o del poeta dominicano, abordar losdiscursos de la literatura con el fin de señalarsus huecos, sus puntos ciegos, sus inflexio-nes, sus declives, sus cretas y sus astilladuras,si nuestros críticos y poetas, desconocenaún su propia tradición?

La experiencia de la crítica, gravita entorno a una estimativa dominante: la li-teratura como creación de formas y mun-dos imaginarios, la literatura como prin-cipio constitutivo de lo real y no como unreflejo de él.Una crítica que se impone es-tas exigencias dentro de la obra misma ¿noencierra una verdadera lucidez creadora,aun cuando esté continuamente al bordede su propia destrucción?

PLIN

IO C

HAH

ÍNL i

t e ra

t u ra

Alfonso ReyesJorge Luis Borges

Pedro Henríquez Ureña

ARCHIVO/FUENTE EXTERNA

Page 4: Areíto sábado 02 de enero del 2016

4 Sábado 2 de e n e rode 2 016H OY A RE Í TO

Te acordás hermano qué tiempos aquelloscuando sin cortedades ni temor ni ver-

güenzase podía decir impunemente pueblo?...ahora el requisito indispensablepara obtener curules en los viejos partidosy algunos de los nuevoses no pronunciar puebloes no arrimarse al pueblono soñar con el pueblo…de vez en cuando surge un eruditoque descubre que Engels dijo pueblo…que Mariátegui y Marx y Pablo Iglesiasdijeron pueblo alguna que otra vez…y claro los muchachos que absorben como

esponjasse levantan sonámbulos en mitad de la no-

chey trotan por los blancos corredoresdiciendo pueblo saboreando pueblo…ya nadie grita ni murmura pueblohay en las calles y en plazoletasen los clubes y colegios privadosen las academias y en las autopistasuna paz algo densa/ a prueba de distur-

biosy un silencio compacto/ sin fisurasalgo por el estilo del que encontró Neil

Am s t ro n gcuando anduvo paseando por la luna sin

p u e b l o.

Mi hermanoPeng SienRafael, Pin-cholo, comole decimosde cariño, es

el hijo No. 5 de los 9 hermanosSang Ben. Le sigo en númeroporque soy la No. 6 de las her-manas. Hoy cumple 62 años. Ypor esta razón le escribo hoy es-ta carta pública para simple-mente decirle que lo amo.

Por su excesiva timidez, su-mada a una larga y activa vidapolítica cuando al lado de los jóvenes so-ñadoras que daban lo mejor de sí, Peng Siense convirtió en un ser solitario y silencioso,comprometido con sus ideales y solidariocon todos.

Su vida siempre ha estado siempre supe-ditada a sus actividades. Sin embargo, enmedio de sus silencios, tenía formas concre-tas de decirnos cuánto nos amaba. Durantelos almuerzos familiares le gustaba enorme-mente molestarnos a Suk Yien y a mí, qui-tándonos lo que teníamos en las bocas osencillamente pasando por nuestras naricestodo su brazo. El pleito que se armaba eraterrible. Era su muestra de cariño, su manerade decir que nos amaba.

Hijo de un padre migrante chino, que sa-lió huyendo despavorido de la guerra, por elmar de la China hacia el desconocido mun-do utópico del sueño americano, Peng Sientuvo que enfrentarlo. Dos hombres que seamaban profundamente, pero con pensa-mientos diferentes. Sin embargo, al momen-to de papá enfermar, aprendió a inyectar, ycada noche lo acompañaba y lo atendía. Lohizo cada noche hasta el último aliento denuestro padre. Así lo escribí en mi obra au-tobiográfica "De donde Vengo", publicadapor la Editorial Norma en el año 2007:

Uno de los sucesos más hermosos de sufinal fue que su hijo Peng Sien el comunista,el que lo desafío abiertamente con sus con-cepciones ideológicas lo cuidó con esmero,amor y dedicación. El enfermero improvi-sado lo cargaba, lo inyectaba, le daba me-dicinas o simplemente lo acompañaba. Pa-pá lo miraba complacido y sonriente. Esosdos hombres, que se amaban profunda-mente, que se habían distanciado por po-siciones políticas, se reencontraron e hicie-ron las paces sin mediar palabras…"

Economista por profesión básica, infor-mático por estudios y pasión, lector, traba-jador incansable, poco ambicioso a niveleconómico, Peng Sien ha trabajado por di-nero solo para sobrevivir. La posesión de bie-nes no ha sido nunca ni será su objetivo ni elsentido de su vida. Una decisión que ha sidoacompañada de manera militante al lado deMildred Dolores, otra activista social, femi-nista hasta en los tuétanos de sus huesos.Juntos han procreado dos hijos. Mi hermanono posee riquezas materiales. Pero es mi-llonario en sueños, en sacrificios, en convic-ciones, en ideas novedosas. Le sobra el amor

a la humanidad para repartirlo a todos y ca-da uno de los planetas de esta tierra.

Me pregunté si debía escribir este artículonacido desde el alma de una hermana agra-decida, que siempre ha admirado su cohe-rencia existencial, su compromiso con lasmejores causas y su ausencia de ambiciónintelectual. Siempre he admirado su senci-llez extrema en todos los sentidos, su falta deposes, sus reflexiones profundas y sus pala-bras precisas.

Decidí hacerlo, porque quería hacerle es-te sencillo, muy mío, regalo de cumpleaños.Para el hermano callado, que en la niñez ju-gábamos a los mineros, y era siempre el res-catista exitoso, quien su poderosa e imagi-naria linterna, nos alumbraba por los abrup-tos y estrechos caminos de las butacas co-locadas en líneas simulando los sinuosos ca-minos de las minas.

Este regalo muy mío, al hermano que fí-sicamente más nos parecemos en versiónmasculina y femenina: pelo blanco, labioscarnosos, manos grandes, pies casi idénti-cos, y esto claro está, sin decir lo obvio: pelolacio y ojos alargados.

Este regalo muy mío, al hermano que ha-bla, dice mucho, sin emitir palabras. De ges-tos lentos. De mirada profunda. Honestohasta la inconsciencia. Y coherente hasta lairracionalidad en su forma de vida.

Este regalo muy mío,al hermano que admira-ba en secreto por su de-voción apasionada a susideas. Al hermano com-prometido contra las in-justicias. Al Quijote hu-mano que vivió a mi la-do por más de veinteaños cuando las opcio-nes vitales nos hicieronabandonar el nido fami-liar. Al Quijote que conDulcinea o sin ella, conespada o sin ella, con ar-

madura o sin ella, cabalgó, cabalga toda-vía y cabalgará hasta que muera por elcamino que llevan hacia los molinos, bus-cando la ínsula donde reinará por siem-pre la ley y la justicia.

Feliz 62 año Peng Sien Rafael. Alcanzasteya la edad en que el homenaje, el recono-cimiento a una vida digna es el mejor de to-dos los regalos.

Cuando éramos niñoslos viejos tenían como treintaun charco era un océanola muerte lisa y llanano existía.

luego cuando muchachoslos viejos eran gente de cuarentaun estanque era un océanola muerte solamenteuna palabra

ya cuando nos casamoslos ancianos estaban en los cincuentaun lago era un océanola muerte era la muertede los otros.

ahora veteranosya le dimos alcance a la verdadel océano es por fin el océanopero la muerte empieza a serla nuestra. Mario Benedetti, cuando

éramos niños

Un segundoparéntesis necesario

‘‘ Uno de los sucesosmás hermosos de

su final fue que su hijoPeng Sien, el comunista,el que lo desafíoabiertamente con susconcepciones ideológicaslo cuidó con esmero,amor y dedicación”.

MU

-KIE

NAD

RIAN

ASA

NG

E n

cu e n

tro sCÁPSUL AS

G E N E A L Ó G I CAS

w w w. i d g.o rg.d o

Porfirio Rubirosay sus entronquesm a te r n o sPor Mario Jáquez Torres

L a ascendencia de Porfirio RubirosaAriza (San Francisco de Macorís, 22enero 1909 -París, 5 julio 1965), di-plomático, piloto de autos de ca-

rreras, jugador de polo, espía y agente deinteligencia del gobierno dominicano yrecordado sobre todo por su condición deplayboy internacional y sus matrimonioscon Flor de Oro Trujillo (1932), DanielleDarrieux (1942), Doris Duke (1947), Bár-bara Hutton (1953) y Odile Rodin (1956),puede rastrearse hasta el siglo XVI y re-montarse a más de 17 generaciones.

Rubirosa fue hijo del general PedroMaria Rubirosa Rossi, embajador domi-nicano en París en 1915, hijo a su vez dePedro Rubirosa Carbó y de María de PazTerrera Rossi, casados en San Franciscode Macorís el 2 de marzo 1879, y de AnaAriza Almánzar. Su madre fue hija de Bue-naventura Ariza Castillo y María DoloresAlmánzar. A su vez, su abuelo Buenaven-tura fue hijo de Juan Esteban Ariza Matosy Baldomera Castillo Medrano, esta últi-ma hermana de Manuel María CastilloMedrano (1833-1921), prócer de la Res-tauración y abuelo del reconocido abo-gado y político Marino Vinicio (Vincho)Castillo. Entretanto, su bisabuela Baldo-mera Castillo fue hija de Manuel MaríaCastillo Álvarez (1796-1856) y de AgustinaMedrano Soriano, el primero hermano deFrancisca Javiela Castillo Álvarez (madre asu vez de Matías Ramón Mella, Padre de laPatria) y padre de José Manuel Franco, ta-tarabuelo a su vez del actual ministro de laPresidencia, Gustavo Montalvo Franco.

Su tatarabuelo Manuel María CastilloÁlvarez fue hijo de José Castillo (f. 1811) yde Úrsula Álvarez Valera. De otra parte, sutatarabuela Agustina Medrano Soriano(n. 1813) fue hija del teniente coronelFrancisco Medrano Hernández, naturalde Santo Domingo, y de Mariana SorianoVillafañe, natural de Santiago (f. 5 de oc-tubre 1815). Hermana de su tatarabuelafue María del Pilar Medrano Soriano, ca-sada en 1839 con Santiago Guzmán(c.1780-2 de abril 1873) viudo de Ana Fer-nández, estos últimos bisabuelos delex-presidente Antonio Guzmán Fernán-d ez .

Su quinto abuelo Francisco MedranoHernández fue hijo de Francisco de Me-drano Soto y de María Hernández Ortiz,esta última tataranieta de Rodrigo Ortizde Acevedo Fuenmayor (nacido el 7 deoctubre 1662), bisnieto a su vez de JuanOrtiz de Sandoval, quien casó el 29 de sep-tiembre del 1591 con Catalina de BurgillosRibafreche, hija de Rodrigo III de Bastidasy de Juana Fernández de Oviedo.

Rodrigo III de Bastidas fue fundador dela ciudad de Bayajá y alcaide de la for-taleza de Santo Domingo y nieto de Ro-drigo de Bastidas, fundador de la ciudadde Santa Marta en Colombia, en tanto quesu esposa Juana Fernández de Oviedo fueúnica hija de Gonzalo Fernández de Ovie-do y Valdés, alcaide de la fortaleza de San-to Domingo y cronista de Indias.

Rubirosa murió el 5 de julio de 1965 enParis, Francia, al estrellarse el auto queconducía contra un árbol. A su sepelioasistieron más de 250 personas entreellas, las hermanas del presidente Kenne-dy y el príncipe Víctor Manuel de Italia,además de condes, barones, duques de lamonarquía europea y asiática, persona-lidades de Hollywood y del cine europeo,diseñadores y otras celebridades que via-jaron de diferentes países para darle el úl-timo adiós al dominicano más famoso detodos los tiempos, pariente y descendien-te de figuras de la Independencia y la Res-tauración dominicanas y la conquista ycolonización de América.

Instituto Dominicano de Genealogía

Page 5: Areíto sábado 02 de enero del 2016

A RE Í TO 5Sábado 2 de e n e rode 2 016 H OY

Proyecto para la RD

§ -1- La cultura política de la sociedaddominicana nos ha aportado desde1844 hasta hoy un Estado autoritario,excluyente, clientelista y patrimonia-

lista.§-2. Ha llegado el momento de proponer-

le a los sujetos dominicanos que navegan enlas redes sociales la creación de un partidopolítico ciberespacial anticlientelista y anti-patr imonialista.

§-3. Los antecedentes de la doctrina eideología de un partido anticlientelista y an-tipatrimonialista en el país arrancan con latesis doctoral de Américo Lugo titulada “ElEstado dominicano ante el Derecho Público”.SD: Tipografía El Progreso, 1915-1916 y la cé-lebre carta a Horacio Vásquez del 20 de ene-ro de 1916; doctrina e ideología confirmaday ampliada sin separación posible de la crea-ción por Lugo del Partido Nacionalista enenero de 1925, y que están inscritas en elescudo de los Estatutos Orgánicos cuya di-visa es: Principios, no hombres. Ver estos dosdocumentos básicos en Julio Jaime Julia.“Antología de Américo Lugo”. SD: Taller, 1977,pp.125-128 y 305-320, sin los cuales carecende sentido las tres cartas que Lugo dirigió aldictador Rafael Trujillo el 4 de abril de 1934,el 13 de febrero de 1936 y el 7 de enero de1944, donde le rechazó el nombramiento dehistoriador al servicio del gobierno y le rei-teró los mismos términos de la misiva a Ho-racio Vásquez, pero esta vez más radicales.

Ningún miembro del futuro partido ci-berespacial deberá desconocer estos do-cumentos doctrinales y, además, abrevaráen otras obras no menos importantesacerca de las causas históricas del fracasode la construcción de un Estado nacionalanticlientelista y antipatrimonialista ennuestro país, como son: “Cartas a Evelina”,de Francisco Moscoso Puello, SD, 1935;Juan Bosch. “Crisis de la democracia deAmérica en la R. D”. México: Centro de Es-tudios y Documentación Sociales, 1964;Juan Isidro Jimenes-Grullón. “La Repúbli-ca Dominicana: una ficción”. Mérida: To-rres Gráficas Universitarias, 1965; PedroAndrés Pérez Cabral, “La comunidad mu-l a t a”. Caracas: Gráficas Americana, 1967 ySD: Sociedad Dominicana de Bibliófilos,2013; Juan Bosch. “Composición social do-minicana (Historia e interpretación)”. San-to Domingo: Arte y Cine, 1970; Rafael Au-gusto Sánchez: “Al cabo de los cien años.Tentativa de una justificación histórica”.SD: Editora de Santo Domingo, 1976; Pe-dro Catrain y José Oviedo. “Estado y crisisp o l í t i c a”. Santo Domingo: Alfa y Omega,1981 y Pedro Catrain y José Oviedo. “Lacuestión nacional y la conformación del Es-tado en R. D”. Santo Domingo: CENDIA,1983; Juan Bosch. “Clases sociales en la Re-

pública Dominicana”. Santo Domingo:Corripio, 1982; Brea, Ramonina. Ensayosobre la formación del Estado capitalistaen Haití y R. D. Santo Domingo: Taller,1983; Juan Bosch. “La pequeña burguesíaen la historia de la República Dominica-n a”. Santo Domingo: Alfa y Omega, 1985;Diógenes Céspedes. “Contra la ideologíaracista en Santo Domingo (Dos campañaspor Peña Gómez)”. Santo Domingo: De Co-lores, 1998 y Diógenes Céspedes. “Po l í t i c ay teoría del futuro Estado nacional domi-n i c a n o”. SD: Editora Universitaria de laUASD, 2012.

Para dotar de un fundamento ideológi-co y doctrinal al futuro partido ciberespa-cial, se escogerá de cada una de estas obraslo que sea radicalmente histórico y se de-secharán los elementos discursivos que noconstituyan un conocimiento nuevo, osea, un pensar nuevo inexistente en nues-tra cultura-sociedad clientelista y patri-monialista.

§-3. La estrategia y las tácticas del nuevopartido político ciberespacial dominicano,anticlientelista y antipatrimonialista son latoma del poder dentro de las condicionesdadas por el actual Estado clientelista y pa-trimonialista y sus reglas de juego electoral yhacer abstracción de la ideología y la prác-tica de sus líderes clientelistas y patrimonia-listas, pero situando siempre los efectosideológicos y políticos de sus discursos y ac-c i o n e s.

§-4. El Comité Político, el Comité Cen-tral y los miembros de su base de apoyosocial, que son todos los cibernautas quese adhieran a la ideología y doctrina delpartido anticlientelista y antipatrimonia-lista, elaborarán los Estatutos de la orga-nización, sus reglamentos de funciona-miento y la manera de organización, ins-cripción de los miembros del partido ci-berespacial y la participación militante enla política del país, primordialmente a tra-vés de las redes sociales, pero sin desdeñarla toma de decisiones en el ámbito de loparticular privado del partido, porque an-te el adversario hay que obrar en secreto,como decía José Martí, no con la razón deEstado, sino porque el revelar pública-mente los planes y proyectos al adversarioconduce directamente a la derrota decualquier iniciativa y a la destrucción de lao rg a n i z a c i ó n .

§-5. Uno de los artículos capitales de losEstatutos y Reglamentos del futuro parti-do ciberespacial hará constar que los car-gos electivos son del partido, no de la per-sona, y esto será válido mientras la socie-dad-cultura dominicana viva bajo la férulade un Estado clientelista y patrimonialista.Esta saludable medida tiene por finalidad

política cortar de raíz el transfuguismo,hasta tanto no se apruebe una Ley de Par-tido Políticos que contenga tal disposi-ción. El Partido Ciberespacial adoptará lasdecisiones para el cumplimiento de estadisposición, que en la dictaduras tiene elpropósito de cancelar simplemente al fun-cionario electo, por la razón que sea, perosin una Ley de Partidos que frene seme-jante oportunismo no hay por el momen-to, para bien de la democracia y los de-rechos fundamentales de los sujetos, otramedida de más sensatez política que esta,a fin de evitar el transfuguismo de losoportunistas, efectivamente celebradoscomo héroes cuando pasan de un partidoa otro a cambio de prebendas pagadas conlos impuestos de los contribuyentes.

§-6. La necesidad imperiosa de construirun partido ciberespacial anticlientelista yantipatrimonialista en la sociedad-culturadominicana -para lo cual se aprovechará laexperiencia política de Podemos en Españay de otras organizaciones similares- se echade ver en las noticias publicadas por el pe-riódico Hoy en su edición del domingo 27 dediciembre de 2015.

§-7. Diez y ocho titulares del referidoperiódico, desde la primera plana hasta lapágina de opinión y los editoriales, así co-mo la segunda sección del diario, son de-nuncias y quejas y apenas tres o cinco ad-hesiones que aplauden las acciones queemanan del poder clientelista y patrimo-nialista del Estado dominicano. Veamosalgunos ejemplos: la noticia principal: “En2015 la economía estuvo en alza y el bie-nestar en picada”; el tema de hoy en pri-mera plana: “Prevé sombras en 2016 parala institucionalidad democrática” de nues-tro país, por supuesto; también en primeraplana: “Arquidiócesis extiende sus brazoshacia los necesitados”, o sea, la limosnapublicitada de los fariseos, según Jesucris-to, cuando es deber de un Estado anti-clientelista que esto no suceda; en la mis-ma primera plana: “Suben a 20 muertos enaccidentes del 24 y 25” de diciembre, seentiende. En este Estado clientelista nadierespeta la ley 241 de Tránsito Terrestre; unanoticia positiva para el clientelismo: “Leo-nel sigue dispuesto a dar más por el país”,pero lo que debe leerse es: “Leonel siguedispuesto a embolsillarse el país”.

En la página 4 se explica la noticia de pri-mera plana: “Estudio revela crecimientoeconomía no se reflejó en calidad ni distri-b u c i ó n”. ¿Cómo va a reflejarse en los pobres yla clase media si el principio de no distri-bución de las riquezas producidas por el paísno se cumple y va a parar a manos de laminoría patrimonialista que se apropia delos bienes públicos? (Continuará).

DIO

GEN

ES C

ESPE

DES

Apor

te

Creación de un partido políticoanticlientelista y antipatrimonialista (1)

Juan Bosch Juan Isidro Jimenes Grullón Rafael Augusto Sánchez

FUENTE EXTERNA

Page 6: Areíto sábado 02 de enero del 2016

6 Sábado 2 de e n e rode 2 016H OY A RE Í TO

LA OCUPACIÓN NORTEAMERICANA

unió las izquierdasy otros partidosP orfirio García peleó en el único co-

mando obrero que tuvo la Revolu-ción de Abril: el del Sindicato de Arri-mo Portuario (POASI), el de mayor

disciplina e integración entre trabajadores,estudiantes y militares, el que contaba conuno de los más grandes armamentos pero,paradójicamente, uno de los que tuvo mayornúmero de muertos.

El 15 de junio esta unidad ya había acu-mulado bazucas, ametralladoras de gran ca-libre y otras armas. A pesar de tan signifi-cativa cantidad de pertrechos, el joven es-tudiante fue herido. La familia lo dio pormuerto. Ese día le tocaba libre pero al en-terarse de que los norteamericanos penetra-rían a la zona constitucionalista se reintegróa su puesto de combate que era, precisa-mente, el blanco de los invasores.

Rabochi se colocó en la avanzada junto aOsvaldo Domínguez y Rafael Gil Echavarría,él al frente, en la Benito González, cerca de laclínica Záiter.

“Los norteamericanos comenzaron a tirary nosotros fuimos respondiendo de maneramuy fuerte. Transcurrieron unos minutos yvolvimos a disparar, el enemigo contestabade forma contundente. Al ver que el equipopesado nuestro no respondía adecuada-mente, los obreros opinaron que nos entre-gáramos, yo me opuse, dije que no, que nin-guno de los estudiantes se entregaría”.

Propuso, en cambio, adelantar en zigzag“y bajo tiros nos retiramos. Al ver que lo-gramos salir sin grandes dificultades, losobreros decidieron hacer lo mismo pero nocontaron con el tiempo necesario y fueronmuer tos”.

Cuando Rabochi increpó a un cabo pre-guntándole por qué no disparó este le con-testó que el arma se trancó.

“De ahí me trasladé a la Arzobispo Me-riño, en Santa Bárbara, a seguir peleando,pero tuvimos que retirarnos más hacia el sur.Eran como las cuatro de la tarde y despuéssupe que ya me daban por muerto”. En esesitio, Porfirio continuó combatiendo al in-vasor junto con Rigoberto Llano Soriano.

-Le digo: ¡Debemos cruzar la Meriño conEmiliano Tejera!, cuenta. Y prosigue: “Yo tiré,los norteamericanos cruzaron y me alcan-zaron con un mortero, me hirieron en la es-p a l d a”.

Rigoberto lo cargó y Amaury Germán, queestaba cerca, lo mandó al hospital en un ve-hículo pero Rabochi jamás se separó de sufusil y cuando llegó al centro de salud su tío,el doctor Ramón Báez Acosta, le pidió el G-3para curarlo y él se negó: “¡Yo no entrego miar ma!”.

Tenía incrustado en la espalda un frag-mento que le trató después el doctor RogelioLamarche Soto en su residencia de la PadreBillini casi esquina José Reyes.

Al llegar Rabochi a su casa la exclamacióngeneral fue: “¡Está vivo!”.

Pese a las heridas, el PCD (PSP) lo designócon Osvaldo Domínguez y Gil Echavarría alcomando “Elías Bisonó Mera”, que estaba enla Lea de Castro, en Gascue.

“¡Están tirando!”.- A mediados de julio,haciendo servicio en la esquina de la DoctorDelgado con avenida Bolívar, que hacíafrontera con el llamado “Cordón de Segu-r idad” impuesto por los intrusos, cuandoPorfirio fue a relevar a Osvaldo, a las tres de latarde, al momento de recibir el radio y laametralladora, le dio al gatillo y se escapóuna ráfaga.

-¡Están tirando!, reaccionó Osvaldo alar-mado y Rabochi lo calmó pese a sentirse he-rido: -¡No! Fui yo!, exclamó. El disparo le pe-netró en dos dedos de un pie.

Otra vez cargado lo trasladaron a pie hastala clínica Abel González de la avenida In-dependencia y cuando le quitaron el zapato,todos los presentes, llenos de espanto, se cu-brieron los ojos: los dedos estaban sueltos,“en el aire”.

“El doctor Hoffiz, ortopeda, me operó, yluego me atendía el doctor Ulpiano Valdez,un gran revolucionario”, narra.

Estuvo un tiempo enyesado lamentandono poder retornar al comando. Entre los re-cuerdos que conserva de la Guerra está ese

pie con dedos deformes.La izquierda.- Para Porfirio García, quien

dio mayor participación a la izquierda en laRevolución de Abril “fue precisamente laOcupación Militar Norteamericana”, porqueese sector “se integró de manera muy activaa la defensa de la soberanía nacional. Losmilitantes del 14 de Junio, del MPD y del PSPjugaron un rol muy protagónico con la lle-g a d a” de los yanquis. Dice que no había di-ferencias ideológicas “con un PRD comba-tivo y un Social Cristiano a los que unificabala lucha” por la autonomía.

Sin embargo, desmiente la afirmación delexpresidente Lyndon Johnson de que la gue-rra era dirigida por los comunistas. “Eso noes cierto. A los cuatro días del estallido laizquierda no tenía esa gran incidencia, esmás, en la famosa lista de los comunistas,que con el tiempo llegó a 82, había personas

que nunca fueron militantes de izquierda,como Luis Acosta Tejeda, gran locutor cu-bano o Jesús de la Rosa, por ejemplo”.

Agrega que el inventario de Johnson nocontenía “muestras valederas para ocuparnuestro país y frenar los cambios que an-helaba el pueblo dominicano”.

Lo que entiende es que la invasión seconstituyó en la transformación de la propianaturaleza de la contienda. “Ya no se habla-ba del retorno a la constitucionalidad sino dela lucha por el respeto y el rescate de la so-beranía nacional. Por eso se convirtió enGuerra Patria”.

Considera que sin esa intervención no sehubiesen producido "tantas muertes, crí-menes, fusilamientos… Fue muy lamenta-ble que después de ocho días de esa Ocu-pación Militar, la OEA la apoyó y formó laFuerza Interamericana de Paz, FIP, donde elvoto 14, que era necesario, fue de José Bo-nilla Atiles, que representaba al gobierno defacto del Triunvirato”, exclama.

“Lo más significativo de esa OEA fue que“legalizó” dicha Ocupación y solamente seispaíses formaron parte de esa fuerza militar:Brasil, Honduras, Nicaragua, Paraguay, ElSalvador, Costa Rica, dirigidos por gober-nantes que asumieron el poder tras golpesde Estado o que eran dictadores”, asevera.“Hoy día el panoramaza de esos países esd i f e re n t e” a ñ a d e.

Pidió que para el 2016, cuando la OEA ce-lebrará una reunión en Santo Domingo, laRepública Dominicana “debe solicitar unaexcusa formal por el error a todas luces con-denable que cometió” ese organismo.

Concluye su experiencia en Abril decla-rando: “No me arrepiento de haber tomadoel fusil. Aunque joven, tenía conciencia so-bre la libertad y la democracia. Mi lucha porla soberanía nacional me permitió ser unciudadano consecuente con la Patria”.

ÁNG

ELA

PEÑ

AA .

PE N

A @ .C

O M

. D O

Viaj

e po

r la

His

tori

a

‘‘ Lo sn o r t e a m e ri ca n o s

me alcanzaron con unmortero, me hirieron enla espalda”

PABLO MATOS, PEDRO SOSA, NAPOLEÓN MARTE

Porfirio con casco protector (al centro), Rafael Gil, Osvaldo Domínguez, Rodolfo Pierre, Felifrán Ayuso yRoberto Cassá. (Abril 65)

Porfirio y Rodolfo Pierre en Moscú.

Page 7: Areíto sábado 02 de enero del 2016

A RE Í TO 7Sábado 2 de e n e rode 2 016 H OY

La epifanía de BelénE n estos momentos de intranquilidad

en el seno de nuestra civilización,cuando un grupo de fanáticos, ene-migos de la felicidad, de la igualdad y

de la fraternidad pretenden convertirnos envíctimas y testigos de sus desafueros, resultareconfortante que María Teresa Ruiz de Ca-train, Lucía Amelia Cabral y María AmaliaLeón de Jorge, tres amigas en la Fe, tres com-pañeras en la Esperanza, tres cómplices en laCaridad hayan querido recordar y celebraren las palabras, en las artes plásticas, en lamúsica, en la voz humana y en la eleganteplacidez de tres libros, los sentimientos dehermandad y de promesa que inspiraron ysostuvieron el camino de los Reyes Magos.

Un camino que comienza en lo descono-cido, en los confines legendarios de la an-tigüedad, en esas fronteras imprecisas quesólo logramos ver con la imaginación o, sitenemos el privilegio de una revelación, conel alma. Un camino que, al menos en apa-riencia, termina en un establo de Belén. Ydigo, en apariencia, porque a partir de aquelestablo, ese camino continuará avanzandobajo el cielo y en el corazón tantos hombres ymujeres de entonces y de ahora.

Probablemente los tres Reyes Magosnunca escucharon la historia de Prometeoy del fuego que la humanidad recibió desus manos, según contaban los griegos; niconocían la leyenda, según narra Esquilo,del hombre nacido de mujer que destruiríael Olimpo arrogante y a menudo cruel deaquel mundo antiguo… y como habitabanen regiones lejanas y extrañas no estabanal tanto de las afirmaciones de los profetasde Israel, como Miqueas o Isaías, entreotros, sobre el niño que nacería en Belén yante el cual se postrarían los reyes… Pe roaunque no conocieran esos señalamien-tos proféticos –iluminados por las pala-bras de un ángel– tomaron el camino queindicaba una estrella desconocida.

Un camino sin otra brújula que una luz enlas alturas, como un hilo de oro relucienteque terminaba, igual que el arcoíris de losniños, en un tesoro. Sólo que ese tesoro eraespiritual y alcanzaría para todos los que enla Tierra quisieran disfrutarlo. Un caminoque atravesaba el desierto: esa inmensidadde arena a la vez inasible y real, fantástica ycotidiana como la naturaleza misma de lac re a c i ó n .

Eran tres viajeros. Melchor, con su regalode Oro, venía quizás, como soñó el rey Da-vid, del lejano reino de Tarsis, allende lasmontañas de Taurus, más allá del mar de losromanos; de algún territorio en las fronterasdel desierto de Karakum, cuyas dunas frías ydesoladascontempló una vez el gran Alejan-dro antes de morir.

Gaspar, con su ofrenda deOlíbano, debió posiblementesalir de las orillas del océanoIndico, más allá de las costasde Ormuz y del mar de las per-las, y en su trayecto tuvo quedesafiar las inhóspitas llanu-ras del desierto de Rub’al Jali:ardiente abismo arenosodonde el viento escribe sus se-cretos y las huellas se borranal capricho de las horas. Gas-par pasó sin duda por la ciu-dadperdida de Ubar,cuya ri-queza reposaba en el comer-cio del incienso.La mismaUbar, legendaria“Ciudad de los Mil Pilares” que sería tra-gada por las arenas de Arabia.

Baltazar, con su carga de Mirra, partió deun territorio imprecisoque los mapas aún nohabían soñado; posiblemente del fabulosoreino de Saba, en cuyas montañas –e n t rebrumas y rocío– nace el Nilo Azul. Baltazardebió encontrarse con los otros viajeros enalgún oasis de la ruta después de atravesar elGolfo de Adén y de internarse en el desiertode los yemenitas, un océano de piedra quecomo el de los Egipcios es siempre distinto ysiempre el mismo. Podemos decir que de al-guna manera los juntó el azar, ese otro nom-bre de la Providencia.

Y yo me pregunto, ¿qué clase de hombresabandonan sus palacios, sus reinos, sus fa-m i l i a re s … y se van tras una luz en el cielo aenfrentar los albures del desierto, los peli-gros de las tormentas, las amenazas de losforajidos, para finalmente, posternarse anteun niño recién nacido de una virgen, esposade un pobre carpintero de Nazaret? Nada ra-cional los motivó. Porque no hay nada ra-cional en perseguir una estrella, en ir tras unsueño o una revelación… Y yo me digo, ¿Lasempresas humanas más bellas y más signi-ficativas no comienzan acaso de esa mane-

ra? ¿No nacen siempre en el corazón? Ellosya sabían lo que Blaise Pascal diría siglos mástarde: El corazón tiene razones que la razónno conoce.

De tres maneras diferentes, estas tres sen-sibles narradoras, impulsadas por un mismoy casi místico entusiasmo, nos cuentan eseviaje y el nacimiento del niño que sería rey…rey de un reino que no era de este mundo.Nuestras escritoras parecen haber sido ilu-minadas por la misma luz que guio a los Re-yes Magos. Esa luz está presente en cada unode sus textos; está en el lucero que señala ladirección de Judá, en la Vía Láctea que re-lucía en el firmamento como una tenue yetérea huella del cuarto día; en el mapa es-telar que giraba lentamente de Este a Oesteen la cúpula del cielo; en el brillo de los ojos

de los viajeros, en la ho-guera del pesebre de Be-lén y en el mensaje espi-ritual y liberador quealumbraba, allanaba ypreparaba un nuevo ca-mino de verdad y de vida.

Y esa luz la encontra-mos también en los nom-bres de nuestras tres es-critoras. En el nombre“Ma r í a” de María Amalia,que denota luz en su ori-gen hebreo y también ensus connotaciones latinas

como señala la evocación Stella Maris de lasletanías. María Amalia en su narración titu-lada “Génesis de un milagro” apela a la com-plicidad de las galaxias, como si el universofuera un breve esbozo de la Divina Provi-dencia, y en su relato toda esa magia se con-centra de pronto en una estrella, en el luceroque guía a los reyes hacia el pesebre.

La misma luz la encontramos en el nom-bre “Lu c í a”, en su forma latina. Lucía Ameliaen una prosa poética y delicada que tituló:“De cuando nació el niño Jesús” cuenta conprecisos detalles el viaje de los Reyes y des-cribe con precisión a cada uno, según la tra-dición. Sus monturas, su apariencia, sus ca-racteres, sus ofrendas… y propone, muyadecuadamente para el final de aquel pe-riplo legendario, una solución tan prodigio-sa como es todo aquel acontecimiento. Lu-cía Amelia narra la ofrenda y sus significa-dos; describe el júbilo misterioso de la na-turaleza y la emoción colectiva de los pas-tores. Subraya, finalmente, el significado his-tórico de aquel acontecimiento que en elmundo cristiano, 2000 años más tarde, aúncelebramos y representamos.

Y encontramos la misma luz en el nombre“Ma r í a”, de María Teresa, que en una prosaversificada titulada “Un canto a la Natividad”

enfoca su narraciónen la última noche,cuando se cumple al fin la profecía. MaríaTeresa nos muestra poéticamente la conjun-ción del hombre y del universo, las dificul-tades de la pareja para encontrar refugiohasta terminar en un simple establo y de pa-so hace alusión a Ana y a Simeón, dos israe-litas que habían vencido a la muerte: sen-cillamente se habían negado a morir hastaque no llegara el Mesías. Otro hecho mila-groso entre tantos otros.

Supongo que Melchor, Gaspar y Baltazartenían la certeza del sortilegio que consti-tuye la existencia. La misma certeza que sin-tieron y sienten las autoras y posiblementetambién quienes colaboraron en la realiza-ción de este hermoso proyecto; hablo de losartistas plásticos José Miura, Manuel Toribio,Moisés Félix y Nathalie Ramírez, y del arre-glista musical Eddy Núñez.

En estas páginas, en estas voces, es estasmelodías, en estas ilustraciones y en estasfinas ediciones, el trabajo compartido sepresenta como una realización espiritual.La esperanza se ofrece como camino haciauna dicha al alcance de cada uno de no-sotros, a condición de aceptar la dulce ta-rea de amar al prójimo como a nosotrosmismos. El amor se muestra como ofertade Navidad, y la alegría como propuesta deAdviento, para que ninguno de nosotrostengamos que repetir, junto con Jorge LuisBorges, su terrible confesión: “He come-tido el peor de los pecados que un hombrepuede cometer. No he sido feliz.”

Siempre he sospechado que el universo esmás un concepto espiritual que una eviden-cia física; el hecho de que con el tiempo nosacostumbremos a ver todo lo que nos rodeacomo algo banal, no le quita el carácterasombroso a la vida; y creo que era lo quepensaba y sentía Bertolt Brecht al escribir:

¡Alabad el árbol que desde la carroña subeJubiloso hacia el cielo!¡Alabad la carroña,Alabad el árbol que se la come,Pero alabad también el cielo!Estos textos de Lucía Amelia, María Ama-

lia y María Teresa nos hacen sentir que hayque recuperar la candidez de los niños y mi-rar a nuestro alrededor con ojos limpios ynuevos para ver el misterio que somos, elque vemos y tocamos diariamente;paraconstatarqueel sortilegio de la vida se ma-nifiesta a todo momento en nosotros mis-mos, en cada gota de lluvia, en cada hoja deaquel árbol, en cada piedra de este templo yen cada una de las estrellas del firmamen-to… y nos recuerdan aquella iluminada afir-mación de Walt Whitman:

Ver, oír, tocar son milagros,cada partícula de mi ser es un milagro…

JUAN

CAR

LOS

MIE

SES

L i t e

ra t u

ra

‘‘ La esperanza seofrece como

camino hacia una dichaal alcance de cada unode nosotros, a condiciónde aceptar la dulcetarea de amar alprójimo como anosotros mismos”.

Carátulas de los tres libros de María Teresa Ruiz, María Amalia León de Jorge y Lucía Amelia Cabral.

Page 8: Areíto sábado 02 de enero del 2016

8 Sábado 2 de e n e rode 2 016H OY A RE Í TO

La intelectualidady la nación en los Henríquez Ureña

L a meta del hostosianismo era fundarun sujeto intelectual que posibilitarael desarrollo económico y que resca-tara una nueva moral social o una éti-

ca de las acciones de los ciudadanos en lapolítica. Hasta dónde lo logró y cuál es elpunto de inflexión en la historia dominica-na, es un asunto que podemos encontrar enel libro editado recientemente por el presi-dente de la Academia de la Historia de Re-pública Dominicana, Bernardo Vega Boyrie,“Treinta intelectuales dominicanos escribena Pedro Henríquez Ureña”.

La acción pedagógica de Eugenio Maríade Hostos, y la aplicación que de ella hicie-ran Salomé Ureña Díaz y sus seguidoras,conformarán el perfil del ciudadano culto.Dos asuntos nos retrotraen más allá del sigloXIX dominicano: el interés griego en con-formar una polis en cuya cabeza se encuen-tre un filósofo, un sabio y la ruptura de laburguesía europea en ascenso que posibilitóla educación de las masas pequeñoburgue-sas y obreriles con el interésde formar ciudadanos parasu proyecto nacional liberal.En nuestro país, el reto era laforja de una nación dentrodel espíritu liberal como sepuede leer en los discursos ylos textos poéticos de Salo-mé Ureña.

El primer eslabón de esteproyecto aparece en la edu-cación como una forma demotorizar cambios, con elinterés de formar pensado-res que orienten las prácti-cas sociales, políticas y culturales. Pero estaschocaban con la política que se había im-puesto en el país luego de declarar la sepa-ración de Haití en 1844. El otro aspecto eramucho más difícil, la participación econó-mica. El hostosianismo estuvo ligado a trespropuestas económicas fundamentales: laemigración de inversores europeos o lati-noamericanos que vinieran al país a invertiry colonizar en las tierras abundantes que te-níamos; la formación de cooperativas agrí-colas y, por último, en las inversiones de em-presas extranjeras en variados proyectos dedesarrollo. Esta última parte no era novedo-sa, pero las anteriores tuvieron mucha pre-sencia en los medios de comunicación y sepueden trastear en los periódicos de la épocay las correspondencias de Betances, Hostos,López... El opúsculo “Para la inmigración” deFrancisco J. Peynado H., un destacado alum-no de Hostos, es el discurso mejor elaboradosobre este “d e s e o” de modernización.

La modernización del Estado fue otra de

las preocupaciones que se pueden ver en lasdistintas constituciones donde aparecen loshostosianos, así como en proyectos como elmunicipal que redactara Angulo Guridi. Na-da de esto se logró, menos la participaciónde los hostosianos en la vida económica, amenos que unos cuantos caudillos comoHoracio Vásquez o Jimenes que pasaran porla educación del señor Hostos. Pero el interésen lo económico y la práctica del comercioparece quedar en los Henríquez Ureña, loque podemos ver en la dedicación de Fran yen la de Pedro en su etapa neoyorkina.

No creo que sea correcto afirmar que elhostosianismo saludó un programa econó-mico que viabilizara definitivamente la Re-pública; por lo contrario, estoy seguro que eldesarrollo económico se dio a expensas delnúcleo duro de los discípulos de Hostos ySalomé. Las reformas que se dieron y que sediscutieron en las distintas convencionesamericanas (1905, 1907) y las que luego seefectuaran durante la intervención estadou-

nidense (1916-1924), se hi-cieron a pesar de la oposi-ción de las principales vocesdel discipulado del graneducador nacido en Maya-güez, Puerto Rico.

La posición de “la pura ys i m p l e”, en la que hostosia-nismo se atrincheró, fue suúltimo grito de guerra. Yaamalgamado con el rodosia-nismo, como se puede leeren García Godoy y en Pedro yMax Henríquez Ureña, losintelectuales dominicanos

se opusieron a la desocupación con condi-ciones, pero de sus mismas filas salió la so-lución contraria, la de Peynado H. quien enel opúsculo mencionado recogía una seriede medidas modernizantes que podríantraer inmigrantes a la República. Una de lasvoces que lo saludó fue la de Pedro Hen-ríquez Ureña, quien aún joven ya se le veíacomo partícipe de un deseo de moderniza-ción.

La república letrada de los HenríquezUreña no podía existir sin una participaciónen la vida política y cultural del país. La po-lítica los condenaba y la cultura, como ocu-rre ahora, no pagaba. Ni podían vivir de laeducación ni de las profesiones liberales, co-mo la de médico o abogado. La formación desus miembros más distinguidos: Pedro, Maxy Camila debía darse por la vía de la emi-gración o por la vía diplomática. Era el padre,Francisco Henríquez y Carvajal, quien abríaesa posibilidad. En un principio era aliado delos jimenistas y, en otro, esperaba un nom-

bramiento en una legación que le permitieraemplear como secretario a su hijo. Por mu-cho tiempo estuvieron fuera del presupues-to nacional y, en el caso de Pedro y Camila, supaso por la función pública fue ninguno omuy breve.

La lucha por la nación no fue para los vás-tagos de Salomé, si dejamos a fuera a Max,una matrícula perpetua en el presupuestonacional (como ocurre hoy día en casos queson de todos conocidos). Pedro y Camila hi-cieron su vida intelectual fuera del país. Lascartas muestran lo angustiosa que fue esavida de tropiezos y sacrificios. Todo por elarte y por la ética. Al llegar Trujillo al poder, elSanto Domingo que Max y Pedro habían de-jado era otro. La modernidad traída por losestadounidenses llena de esperanza a unMax que no ve cómo seguir su vida en Cuba einvita a Pedro, que estaba en Argentina, avenir al país. Pero las opciones del autor de“Siete ensayos...” no eran muchas y cuandose decide a regresar lo hace con el ejemplo desu madre y con una nota angustiada por elextenso peregrinar y vivir la incomprensiónde los otros.

Como intelectual, vino a servir a su país,con el ejemplo de su madre y la nombradíade su familia, se le recibió. Era un héroe de lacultura que llegaba a un país sediento poraprender, que veía en los libros la fuente delsaber y cuyo perfil cultural todavía reinabaen el currículo y en las aspiraciones ciuda-d a n a s.

Pero la república que soñó Salomé, aque-lla que le inspiró su poema “Ru i n a s”, ya ha-bía sido borrada para siempre. La que seinaugura en 1924 tiene el germen de unaneocolonia. Cosa que los de la “Pura y sim-p l e” advirtieron. Pedro Henríquez Ureña du-ró poco en el país. La república estaba enmanos de un dictador, de un hombre sin es-crúpulos, más enfocado en construir un cul-to a su persona que la forja de hombres li-bres, intelectuales, con visión económica yprofundidad ética. Ahí precisamente se fun-damentan las contradicciones de PHU enSanto Domingo. Él no se proponía participaren la “p o l i s” sino en la república de las letras,en el debate del pensamiento y la cultura;pero las fuerzas, que no le permitieron de-sarrollarse en su ciudad, le echaron de nuevoa otro destierro. Dando paso así a las con-tradicciones entre el pensar y el accionar po-lítico; entre la independencia de criterio y unpuesto en el aparato del Estado. En él fun-cionó el lado ético y lo que ha dado pie a unaparte heroica de nuestra intelectualidad:emigrar para conservar el fuego del saber, enlugar de permanecer bajo el paraguas de unDi c t a d o r.

MIG

UEL

AN

GEL

FO

RNER

ÍNL i

t e ra

t u ra

‘‘ La repúblicaletrada de los

Henríquez Ureña no podíaexistir sin unaparticipación en la vidapolítica y cultural del país.La política los condenabay la cultura, como ocurreahora, no pagaba”.

Max Henríquez Ureña Pedro Henriquez Ureña Eugenio María de Hostos

A RCH IVO