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NUEVE LECCIONES SOBRE ECONOMÍA Y POLÍTICA EN EL MARXISMO agraria. Tanto el movimiento obrero en general^ como el partido socia- lista italiano están conformados sobre la base de dos grandes confluen- ciasj,, el proletariado y el campesinado, además del proletariado rural; por eso Italia era un caso único en Europa, 3 Pero hay otro elemento a destacar: el papel extraordinariamente decisivo que desempeñaron los intelectuales del sur de Italia en el con- junto de la cultura italiana. Ustedes saben que la cultura italiana que va de finales del siglo hasta el advenimiento del fascismo está dominada por lo que se llama el "crochismo", es decir por el pensamiento de Be- nedetto Croce, pensador del sur de Italia. Todo el historicismo italiano que reconoce sus raíces en el pensamiento de Hegel pasa a Italia por el sur; mientras el norte admitía la corriente positivista, cientificista, etc., y los intelectuales norteños tenían esta característica, los del sur habían asimilado toda la cultura alemana. Por otra parte, hay que tener en cuenta el carácter particular de Italia como nación y como sociedad burguesa. En Italia se dan una realización nacional tardía y un desarrollo capitalista prematuro; en el 1400-1500 las ciudades italianas se constituyen como ciudades-es- tados con un elevado grado de desarrollo del capitalismo comercial. A partir de las ciudades-estados independientes surge un pensamien- to burgués y un liberalismo burgués precoces, que luego desaparecen como consecuencia de la invasión a Italia y de la destrucción de las ciudades-estados. Hay entonces un interregno, que abarca desde el Renacimiento hasta el Risorgimento, y la formación de un mercado único sólo comienza a configurarse hacia fines del siglo XIX. A partir 3 En la actualidad, las regiones de más fuerte influencia comunista en Italia son las zonas intermedias entre el Norte y el Sur de Italia -la Emilia, la Toscana, la Umbría- re- giones donde las capas medias son más considerables, proletariado en el norte, capa media y proletariado en la zona central y proletariado rural en el sur de Italia. Quiero recordarles que en las primeras elecciones públicas que se hacen en Italia en el año de 1946, el partido comunista italiano, junto con el partido socialista, ganan las elecciones en Sicilia, zona donde hay una alta densidad de proletariado y campesinado. LECCIÓN OCTAVA 257 éá.3B° 1870 Italia se constituye como una nación independiente y unificada. Pero esa realización nacional tardía no se produjo a través de una revolución triunfante, como fue el caso de la Revolución francesa, o a través de una solución de compromiso, como fue el caso de Alema- Hk.qye surgió sobre la base de la captación de la burguesía por la vieja clase dominante de los junkers prusianos, sino que fue una revolución parcial^ ("mancata" dicen los italianos), pero que expresó la unidad de la revolución que venía desde arriba, a través del reinado en el Piamon- te de su primer ministro Cavour, y de la revolución que venía desde abajo expresada por la lucha de las masas del sur de Italia y dirigida P„?X..Garibaldi. La burguesía italiana fracasó,^ al menos en parte, en su misión histórica de crear una nación italiana. La nación se unificó sobre la base de una serie de regiones que siguieron manteniendo sus diferenciaciones lingüísticas, económicas y de todo tipo; por lo tanto, fue una revolución incompleta. Es por eso que los socialistas italianos como Gramsci tenían una conciencia muy particular del posible papel del movimiento obrero, del proletariado, como elemento de unifica- ción nacional y de conclusión de esta revolución incumplida. Por eso el proletariado podía tener tempranamente la conciencia hegemónica, la conciencia de ser depositario de una tarea histórica de constitución nacional a partir de la incapacidad manifiesta de la burguesía italiana para constituir una nación moderna. Otro elemento más: como el resto de países europeos, Italia era un país católico, pero, a su vez, el país donde el papado había establecido su base territorial. Por esta razón la iglesia en Italia era una institución de enorme peso económico-social, un instrumento fundamental de dominio sobre las clases dominadas, actuando por fuera del aparato o actuando en conjunto con él; es decir que no sólo existía la cohesión y el consenso del aparato estatal sino de esta gran institución que era la iglesia italiana. Por otra parte, Italia era un país donde a partir de la precocidad de la constitución del capitalismo había aparecido una cultura nacional de élite anterior a la constitución del estado nacional.

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NUEVE LECCIONES SOBRE ECONOMÍA Y POLÍTICA EN EL MARXISMO

agraria. Tanto el movimiento obrero en genera l^ como el partido socia­lista italiano están conformados sobre la base de dos grandes confluen-ciasj,, el proletariado y el campesinado, además del proletariado rural; por eso Italia era un caso único en Europa, 3

Pero hay otro elemento a destacar: el papel extraordinariamente decisivo que desempeñaron los intelectuales del sur de Italia en el con­junto de la cultura italiana. Ustedes saben que la cultura italiana que va de finales del siglo hasta el advenimiento del fascismo está dominada por lo que se llama el "crochismo", es decir por el pensamiento de Be-nedetto Croce, pensador del sur de Italia. Todo el historicismo italiano que reconoce sus raíces en el pensamiento de Hegel pasa a Italia por el sur; mientras el norte admitía la corriente positivista, cientificista, etc., y los intelectuales norteños tenían esta característica, los del sur habían asimilado toda la cultura alemana.

Por otra parte, hay que tener en cuenta el carácter particular de Italia como nación y como sociedad burguesa. En Italia se dan una realización nacional tardía y un desarrollo capitalista prematuro; en el 1400-1500 las ciudades italianas se constituyen como ciudades-es­tados con un elevado grado de desarrollo del capitalismo comercial. A partir de las ciudades-estados independientes surge un pensamien­to burgués y un liberalismo burgués precoces, que luego desaparecen como consecuencia de la invasión a Italia y de la destrucción de las ciudades-estados. Hay entonces un interregno, que abarca desde el Renacimiento hasta el Risorgimento, y la formación de un mercado único sólo comienza a configurarse hacia fines del siglo XIX. A partir

3 En la actualidad, las regiones de más fuerte influencia comunista en Italia son las

zonas intermedias entre el Norte y el Sur de Italia - la Emilia, la Toscana, la U m b r í a - re­

giones donde las capas medias son más considerables, proletariado en el norte, capa media

y proletariado en la zona central y proletariado rural en el sur de Italia. Quiero recordarles

que en las primeras elecciones públicas que se hacen en Italia en el año de 1946, el partido

comunista italiano, junto con el partido socialista, ganan las elecciones en Sicilia, zona

donde hay una alta densidad de proletariado y campesinado.

LECCIÓN OCTAVA 257

éá.3B° 1870 Italia se constituye como una nación independiente y unificada. Pero esa realización nacional tardía no se produjo a través de una revolución triunfante, como fue el caso de la Revolución francesa, o a través de una solución de compromiso, como fue el caso de Alema-Hk.qye surgió sobre la base de la captación de la burguesía por la vieja clase dominante de los junkers prusianos, sino que fue una revolución parcial^ ("mancata" dicen los italianos), pero que expresó la unidad de la revolución que venía desde arriba, a través del reinado en el Piamon-te de su primer ministro Cavour, y de la revolución que venía desde abajo expresada por la lucha de las masas del sur de Italia y dirigida P„?X..Garibaldi. La burguesía italiana fracasó,^ al menos en parte, en su misión histórica de crear una nación italiana. La nación se unificó sobre la base de una serie de regiones que siguieron manteniendo sus diferenciaciones lingüísticas, económicas y de todo tipo; por lo tanto, fue una revolución incompleta. Es por eso que los socialistas italianos como Gramsci tenían una conciencia muy particular del posible papel del movimiento obrero, del proletariado, como elemento de unifica­ción nacional y de conclusión de esta revolución incumplida. Por eso el proletariado podía tener tempranamente la conciencia hegemónica, la conciencia de ser depositario de una tarea histórica de constitución nacional a partir de la incapacidad manifiesta de la burguesía italiana para constituir una nación moderna.

Otro elemento más: como el resto de países europeos, Italia era un país católico, pero, a su vez, el país donde el papado había establecido su base territorial . Por esta razón la iglesia en Italia era una institución de enorme peso económico-social, un instrumento fundamental de dominio sobre las clases dominadas, actuando por fuera del aparato o actuando en conjunto con él; es decir que no sólo existía la cohesión y el consenso del aparato estatal sino de esta gran institución que era la iglesia italiana. Por otra parte, Italia era un país donde a partir de la precocidad de la constitución del capitalismo había aparecido una cultura nacional de élite anterior a la constitución del estado nacional.