arno breker

Upload: carlos-gonzalez

Post on 02-Mar-2016

105 views

Category:

Documents


7 download

TRANSCRIPT

  • 1

    ARNO BREKER

    por J.M. Infiesta

    Biblioteca WeltanschauungNS Libros Para Ser Libres

  • 2

  • 3

    Nota de la Edicin en Biblioteca WeltanschauungNS

    Es todo un honor para mi el poder presentar esta edicin electrnica de

    la obra Arno Brekker, el Miguel ngel del siglo XX. Esta

    edicin ser nica ya que presentara toda la obra contenida en un solo

    pdf, lo cual la har ms verstil. Adems poseo las imgenes

    separadas, las cuales estn disponibles para cualquiera que me lo

    solicite a este mail: [email protected]

    ARNO BREKER Arno Breker naci en Renania, Alemania, en 1909. Se form en Dsseldorf y en Pars, de donde se traslad a Roma en 1933. Un ao despus volvera a Alemania, en donde, como escultor oficial del rgimen, realiz sus ms grandiosas obras. Dotado de una potencia insuperable, sus grandes talleres realizaban monumentales figuras humanas que hicieron exclamar al propio Maillol, escultor y gran amigo suyo, que Breker era "el Miguel ngel alemn". Breker mantuvo fructferas relaciones con todos los artistas de su poca: Despiau le dedic todo un libro, Maillol le acompa por Pars, Drain y Vlaminck cultivaron su amistad, como Cocteau y como tantos otros. Breker ha retratado a todas las personalidades artsticas europeas: Pound, Montherlant, Cline, Cocteau, Wagner y un largusimo etctera que el lector encontrar en este libro. Desde 1945 sufri una represin brutal. Las tropas norteamericanas irrumpieron en sus estudios y destrozaron su obra, formando montaas con restos de yesos y mrmoles. Muchas de las fotografas aqu presentadas son histricas y las piezas que se reproducen han desaparecido. Pero a sus ms de ochenta aos, Breker sigue trabajando; en los ltimos

  • 4

    aos, las ediciones de sus obras se han multiplicado, y diversos libros se han publicado sobre ellas.

    Esta nueva edicin, sustancialmente ampliada, del texto que Jos Manuel Infiesta le dedicara en 1976 (totalmente agotada), muestra una visin de conjunto de la vida y la obra del que muchos han calificado como el mejor escultor del siglo XX. PRLOGO para el lector espaol La primera vez que estuve frente a frente a la obra de Arno Breker fue en una gran exposicin de arquitectura alemana que se celebr en el Palacio de Velzquez del Retiro madrileo, ello sera por los aos 1941, 42, no recuerdo bien, en la que el Inspector General de Urbanismo alemn, el Arquitecto Albert Speer, mostraba la obra realizada y proyectada para el gran Berln, a todos nos impresion el extraordinario plan de Speer, pero los escultores espaoles que recomenzbamos en nuestro arte despus, de la cruel y triste guerra civil, dado que nuestro porvenir estaba en la reconstruccin de la imagineria religiosa, nos dej estupefactos la labor destinada por el Arquitecto Speer para el Escultor Arno Breker. Qu hermosa obra ! Qu concepcin eterna y nueva a la vez !. Sus obras "El heraldo", "El soldado", "El intelectual", el gran relieve del "Camarada cado" fueron como una gran ventana por donde entraba una potente y nueva luz que iluminaba la creacin escultrica. Esta obra, nos deslumbr a los jvenes encasillados en la msera reconstruccin de las obras religiosas presionados siempre para que fueran el recuerdo de nuestro Arte Barroco, sino lo hacamos asi moramos de inanicin.

  • 5

    Naci en mi un vehemente deseo de conocer su obra y taller pero mis precarios medios no podan permitirme ese lujo, sino esa necesidad para mi formacin esttica y tcnica. Cuando para subsistir march a Portugal, all se encontraban libros de arte que en Madrid no existan, pregunt por lo que pudiera haber sobre Arno Breker, slo consegu un catlogo de la exposicin itinerante del gran Berln en Lisboa. En l figuraban algunas reproducciones y tambin me dieron la mala noticia de que haba muerto Breker, cosa que me entristeci grandemente. La contienda mundial fue tan cruel que haba que lamentar la perdida de seres excepcionales. Pasados muchos aos le en la prensa que viva y haba dejado la escultura dedicndose a la arquitectura, la noticia con carcter telegrfico no dejaba esperanzas de saber ms sobre aquel artista de excepcin. No hace ms de cuatro aos lleg la noticia en prensa de la publicacin de un pequeo libro, "Arno Breker, el Miguel ngel del siglo XX", que Ediciones de Nuevo Arte Thor haba editado en Barcelona, y me apresur a pedirlo. Libro ste donde Michel Marmin y Jos Manuel Infiesta hacan un comentario crtico y charlaban con el artista, esto fue para mi una gran alegra por que por fin iba a conocer un poco ms de su obra y pensamiento, tena adems frente a mis ojos reproducciones de la deseada obra de Breker con comentarios y exposicin sobre su gran labor y su tremendo calvario, inucua e inexplicable actitud de gentes impotentes para destruir este gran creador. He releido este librito para conocer ms ampliamente su obra y removi en mi la vieja ansia de verle personalmente para apretar sus manos entre las mias mostrndole as mi homenaje y gratitud por su creacin. No deseo hacer un estudio o crtica, sino exponer claramente mi pensamiento ante su obra, lo que ella me dice con inmensa claridad frente a modos y modas. El concepto mantenido por mi despus de muchos titubeos y luchas frente a las fuertes influencias de un arte experimental, destructor de todo lo instituido, investigador de nuevas formas (?) fue reforzado en sus cimientos cuando recib de D. Miguel de Unamuno esta afirmacin y consejo a mis dudas: --"Sea Ud. fiel a si mismo"-- frase lapidaria que muy bien puede aplicarse a Breker para definirlo. El es y ha sido fiel a si mismo en su concepto y creacin esttica, su obra quedar y ser una muestra eternamente viva del buen hacer en la creacin, es un notario de su tiempo, su concepto idealista y potico del mundo que le rode y rodea est en todas sus obras, la espiritual humanidad de sus creaciones no son de carne mortal que pueda corromperse, tiene la esencia de la poesa dentro de formas eternas, no le ocurrir a sus obras como puede ocurrirle a otras "investigaciones". Cuando los estudiosos arquelogos dentro de siglos remuevan las tierras calcinadas y encuentren

  • 6

    su obra o fragmentos de ellas, dirn Qu belleza la de aquellas generaciones !. As deban ser las mujeres y los hombres en aquel siglo donde la materia, el rencor, la envidia y el ansia de destruccin imperaban. Es Arno Breker un hombre de alma grande, notario de un deseo de servicio para la eternidad, los fragmentos de sus colosales estatuas destruidas son el triste grito contra la barbarie, nadie podr contra un creador que como l nos leg una obra limpia, llena de espritu de superacin y perfeccin, aunque se intente destruir, nada podr hacerlo porque quienes la conocemos seremos siempre heraldos que proclamaremos cual fue su hermosura, su honradez, su ejemplar y eterna existencia que nosotros desearamos imitar.

    JUAN DE AVALOS

  • 7

    ARNO BREKER El Miguel ngel del siglo XX Arno Breker? Un hombre casi desconocido, no ya para el gran pblico, sino incluso para los iniciados en el mundo del arte. Un hombre que, habindose visto obligado a vivir en una poca de profundos cambios polticos, de revoluciones, de guerras y trastornos como pocas se han conocido, ha asistido a la destruccin, en muchos casos completa, de su propia obra de arte. Breker podra, as contemplado, constituir el smbolo del Arte en el seno de una sociedad que nada ha respetado y que ha supeditado a sus ms ntimas exigencias tecnolgicas, econmicas y polticas, el Arte y la Cultura. Cuanto ms se exalta la libertad de pensamiento con las palabras, es cuando menos existe en los hechos; cuando ms se habla de nuevas formas, es cuando ms recalcitrante se torna la dictadura formal del arte contemporneo. E1 lector se sorprender, por lo menos, al enterarse de que un hombre desconocido, como Breker -un hombre que, como l mismo dice, no existe, porque se le ha hecho desaparecer y dado por muerto-, haya realizado cientos y cientos de esculturas, de dimensiones colosales muchas de ellas, y que, en cierto momento histrico haya llegado a ser, sin duda alguna, el artista ms influyente de Europa. E1 lector se extraar de que un hombre ignorado, como Breker, haya no obstante, desde sus primeros aos, merecido los ms laudatorios elogios de maestros hoy da reconocidos e indiscutibles. El escultor cataln Maillol, asombrado ante su sensibilidad, le confesara: Yo sera incapaz de modelar

  • 8

    el cuerpo del hombre como usted lo hace. Despiau, maestro y amigo, que tan decidamente protegiera los primeros aos parisinos de Breker, escribira de l, en el libro que le dedicara: La escultura arquitectnica de Breker no se ha manifestado an apenas en obras realizadas y conocidas del pblico. Lo que prepara es tan grandioso que uno se siente confundido ante tales concepciones, y ante el artista capaz de llevar a buen trmino tales iniciativas hay que quitarse el sombrero. Pero, desde 1945, Breker es un hombre muerto: La destruccin de casi todas sus obras por parte de los americanos, pocos meses despus de la terminacin de la guerra, el silencio impuesto -cuando no el ataque abierto- por todos los medios de informacin pblica, el boicot realizado contra su mismo trabajo, la difusin de las ms enormes falsedades sobre su vida anterior, han hecho de Breker una sombra del pasado. Cualquier persona con un mnimo de sensibilidad puede imaginar lo que para un artista llegara a significar la destruccin de toda su produccin, el final -en la nada- de muchos aos, no ya de intenso trabajo, sino de expresin de su propio interior. El lector consciente que sepa respetar las obras realizadas sinceramente, intuir la amargura que a un tal artista debera invadir. Ese artista es Arno Breker! Quizs el primer caso en la historia de destruccin sistemtica y brutal de una obra gigantesca, sin razn aparente alguna, como no sea la absurda de haber sido realizada en unos aos determinados, aos que -desesperadamente- se quieren hacer olvidar. Es que acaso esos cuerpos de atletas, esos msculos en tensin, esos rostros firmes, esas piernas ligeramente arqueadas, esos brazos poderosos, esos pechos viriles, esas expresiones tensas de firmeza, que forman la totalidad de su obra, son condenables? En nombre de qu extraa Justicia puede un Orden arrasar las obras de arte de los autores que caen en desgracia a la vista de los polticos? Es que puede instaurarse un rgimen de libertad y concordia sobre la base de una destruccin sistemtica de obras de arte? Hay acaso alguna razn que justifique el odio contra la obra del artista? Breker: el cadver de un escultor que fue asesinado en 1945, pero que, a sus 75 aos de edad, conserva an fuerza para seguir trabajando e ilusin para aspirar a un nuevo renacer. Un afn creador, una energa expresiva que, en este anciano de espritu joven, parecen querer surgir de nuevo. Cuando el camino por el que la abstraccin artstica nos ha conducido llega a su fin, sin que por l se vea solucin alguna aceptable, algunos ojos se vuelven -y son los primeros-, ansiosos, hacia ese anciano olvidado, arrinconado y silenciado, pero que, orgulloso, sigue firme en sus convicciones estticas. Vuelven, poco a poco, a fijarse en m, dice, y dir l cada vez ms: Habla en l el orgullo del verdadero arte, habla en l el fracaso de unas tendencias contemporneas que dieron de s cuanto podan dar, habla en l el principio de una nueva poca, de una nueva expresividad, de un arte que nada sabe de condicionantes econmicos, ni de marchantes

  • 9

    ni de blufs, ni de campaas econmicas ni de modas pasajeras. Habla el Arte por la boca de un autor que toda su vida ha perseguido ese ideal que es la Naturaleza que todos llevamos dentro, que ha sentido el cuerpo humano con una sensibilidad y una nostalgia sublimes, y que ha creado figuras que sern eternas. Porque algo hay que nada puede detener ni destruir: El Tiempo. El tiempo ha hecho que las grandes famas del momento pasaran con la moda que las lanz y finalmente desaparecieran; el tiempo ha hecho que los artistas relegados voluntariamente al olvido resurgieran; el tiempo ha acabado con las modas, con los trusts econmicos, con los grupos de presin en el arte; el tiempo, a travs del cansancio, destruye lo pasajero, dejando slo lo esencial, lo eterno. Ante el tiempo, nada puede la triste debilidad del hombre; ante l, slo la fuerza del genio y la potencia de lo infinito subsisten. Por eso la fama de tantos y tantos contemporneos que ocuparon los ms elevados cargos, que ocuparon las primeras pginas de los peridicos y llenaron sus arcas con monedas de oro, decrece despus de su muerte y las generaciones posteriores ni los recuerdan. Quedaron ya, all, los prestigiosos encargos, los privilegiados puestos, los altos premios, las comisiones, la crtica laudatoria, las relaciones sociales..., todo se pudri cuando lo hizo la sociedad que todo aquello mantena. Para que la fama perdure, necesita algo ms que palabras. Por el contrario, el proscrito, el rechazado de los museos, el ahuyentado de las academias, el abandonado por los marchantes, el olvidado por los coleccionistas, el atacado por los crticos, el silenciado por los escritores, el desdeado por sus contemporneos, resurge con ms fuerza, con ms seguridad que nunca. Porque la prueba del fuego ha sido superada. Dal ha dado el primer paso, abriendo su Museo de Figueras a la escultura de Breker: El busto de Cocteau constituye, sin duda, para el visitante, una de las piezas ms valiosas de la coleccin. Breker trabaja ahora en un conseguido busto del pintor de Port-Lligat. Si ni la destruccin sistemtica de su obra ha podido contra su fuerza y su tenacidad, parece probable que Breker sea el genio ignorado de nuestra poca. Que el lector olvide prejuicios, que evite razonamientos preconcebidos, e intente comprender el drama del hombre cuya mayor culpa consiste nicamente en haber realizado siempre la escultura que sinti y dese ejecutar. Que comprenda la marca que para un artista supone ver su obra destruida por unos condicionantes polticos que ni busc ni provoc. Que observe sus obras y sinceramente piense si son Arte. Slo as, comprendiendo, volver la libertad donde antes rein la guerra. Porque combatir la guerra anterior con represiones y odios es el crear las bases de una nueva batalla. Que, no obstante, no se haga el lector una imagen falsa del escultor de Dsseldorf: A pesar de todo lo dicho, nada ms lejos su persona de la apariencia de un viejo frustrado y amargado. Es cierto que al pensar, no ya

  • 10

    en la obra destruida, sino en los treinta aos tristemente perdidos en la inanicin, el escultor se desespera, y parece que una ola de rabia invade su rostro. No olvidemos que la escultura es un arte costoso, que necesita mucho dinero para su realizacin material, y que el artista slo, sin cliente, nada puede hacer. Pero resulta impresionante ver cmo el escultor ha superado esta fase para entrar en una resignacin absoluta, en la que su espritu creador le lleva a nuevas concepciones, a nuevas formas, a nuevas creaciones. E1 diablo incansable que todos llevamos dentro, sigue siendo joven en Breker. Y as, con brillo en los ojos, con ilusin en el rostro, con esperanza en el corazn, Breker nos coge las manos y nos dice: Sabe? Sigo trabajando todos los das. Me siento an joven y me veo con fuerzas para seguir esculpiendo hasta los cien aos. Asistiremos a la definitiva revalorizacin de la obra de Breker? ( Dsseldorf, diciembre de 1975, en francs )

    -Podramos hablar un poco de los comienzos de su carrera artstica, es decir, cmo empez a sentir inquietud por la escultura? -Puedo decirle que nac el 19 de julio de 1900 en Elberfeld, una ciudad a unos 30 km de Dsseldorf. Mi padre era escultor, estaba muy dotado para la escultura, pero tambin era un gran dibujante. Desgraciadamente, cuando no tena ms que veinte aos su padre se muri de repente con todava siete hijos por alimentar, y como mi padre era el mayor, se convirti automticamente en el cabeza de familia y tuvo que sacrificar su propia vocacin. En resumen, l fracas, pero, por casualidad, yo he heredado su talento. Primero fui a la escuela como todos los dems nios, a la Escuela Superior, que no me interes en absoluto. Nunca he tenido la menor duda sobre mi carrera. Para m slo exista un oficio: el de la escultura. Siempre ha sido as, desde mis primeros aos. -A qu escuela fue usted?

  • 11

    -Primero fui a Elberfeld, mi ciudad natal, donde exista una Escuela de Bellas Artes muy interesante con maestros y profesores que saban un poco. Haba uno que era al mismo tiempo un dibujante muy bueno; escultores, no haba ninguno. Entonces empec a trabajar como dibujante, me puse a dibujar, y despus... -Un escultor cataln me dijo una vez que no era posible llegar a ser un buen escultor sin aprender primero a dibujar. -S, es cierto. Los primeros contactos con las ideas se forman sobre el papel . ...Entonces lleg la guerra. Mi padre se alist como soldado y yo tuve que dirigir su negocio por ser el hijo mayor. Todo march bien y pude alimentar a la familia. En aquel momento tena yo un hermano y tres hermanas y era como un padre para ellos. Despus de 1918 mi padre volvi del ejrcito. Su salud se hallaba muy debilitada. Segu trabajando con l y por las tardes continuaba mis estadios en la Escuela de Bellas Artes de Elberfeld. Poco tiempo despus me cambi a la de Dsseldorf. Esta ltima nunca llam mi atencin. Quera ante todo... mi sueo era Rodin! Pero Rodin haba muerto en 1917. Entonces pens en trabajar con Hildebrand, que todava viva, y so con ir a la Escuela de Bellas Artes de Munich, donde l estaba. Pero ello no era posible debido a nuestra situacin econmica.

    -Conoci usted bien a Rodin durante esta poca por medio de fotografas? -Gracias a fotografas y tambin al natural, ya que en Dsseldorf se encontraban tres obras suyas: Una cabeza en mrmol, un busto en bronce y L'Age d'Airain. Y en Wuppertal haba algunos dibujos y L'Homme qui marche en pequeo. -Cundo pens usted marcharse a Pars? -Quera irme en cuanto se acabara la guerra, pero Francia no dejaba entrar a los alemanes. El primer permiso que recib fue en 1923, pero slo estuve all durante algunos das. Hasta 1925 no tuve posibilidades de quedarme all.

    -Cul fue su primera impresin al visitar Pars durante esos pocos das?

  • 12

    -Sensacional! Oh, sensacional! El Museo Rodin, al que fui inmediatamente, era algo verdaderamente inolvidable. Y eso me encant: Constitua la prueba de que haba tenido razn eligiendo como maestro a Rodin. E iba all a menudo, hasta que no pude seguir en Pars, porque, no tena suficiente dinero. Despus fui en seguida a la Escuela de Bellas Artes, donde estaba solo y trabajaba completamente libre, ya que mi profesor me deca: Escuche, usted sabe ms que yo, no puedo ensearle nada. En la Escuela de Bellas Artes estudi arquitectura al mismo tiempo e hice, con un buen amigo, grandes proyectos para presentar en concursos de arquitectura, y ganamos premios importantes porque siempre nos encontrbamos entre los primeros. Durante tres aos fuimos ganando concursos. Pero despus me dediqu definitivamente a la escultura. Durante este tiempo de la guerra se produjo una crisis intelectual muy profunda. Se culpaba a1 arte de este desastre de la postguerra. -Por qu? -Sobre todo se daba en la literatura. Haba que buscar un culpable de la guerra del 14. Y, entre otros, se deca que se trataba de la situacin econmica y cultural del mundo. Hay que quemar los museos para volver a partir de cero, decan. -Y qu ambiente exista en Pars durante esos aos, tras la guerra? -En Pars no o nada de todo esto. Durante esos aos no exista absolutamente nada de todos esos movimientos ni de la abstraccin. En Alemania era mucho ms importante, porque los alemanes, siendo mucho ms espirituales que los franceses, se guan mejor por el intelecto.

    -Pero entonces, todo lo que se habla del ambiente de comienzos de siglo, con el cubismo, los marchantes como Kahnweiler, etc., se trataba de pequeos grupos aislados? -Conoc a Kahnweiler porque yo viva en Dsseldorf en casa de Alfred Flechtheim, con quien l sostena muy buenas relaciones al igual que con muchos artistas. Este marchante, Flechtheim, realiz una exposicin durante 1925-1926, de Rodin-Breker. Kahnweiler tena entonces -estuve en su casa-, durante los aos 20, una pequea tienda pobre y oscura, y se pasaba de vez en cuando por. las salas, lo que visiblemente le pona de mal humor. Porque, de hecho el fenmeno Picasso, que fue el primer gran pintor de Kahnweiler, vino mucho ms tarde. -Quines eran durante estos aos los artistas ms conocidos y comentados en Pars?

  • 13

    -Maillol, Despiau, Rodin... Rodin era como un dios. Entre los pintores, Derain. Muy pronto conoc a Vlaminck, de quien tambin he hecho el retrato. Desgraciadamente, mi retrato de Derain ha desaparecido. Yo tena un estudio en la nueva academia -todava en Dusseldorf- que haban empezado a construir antes de la guerra. All haba muchos estudios y se podan alquilar: eso es lo que yo hice. Un da, vino a visitarme un gran coleccionista de Berln: Llam a la puerta. Era un judo muy conocido. Entr, vio la Mujer sentada que se halla ahora fuera, en el jardn, y sin siquiera darme los buenos das, dijo: Compro esa escultura. Qu vale? Yo no saba todava quin era el recin llegado. A pesar de ello, tena muy buena presencia de espritu y le contest: 350 marcos, en doce versiones. Para m era mucho dinero, significaba la posibilidad de poder trabajar sin miedo, sin temores ni dificultades, durante todo un ao. Me estrech la mano. Trato hecho. Hice mis maletas y me march a Pars. Gracias a esta venta me hice parisino. Encontr un estudio en la Puerta de Orleans, un estudio muy bonito en el que tena por vecino a otro escultor, Isha Nugoshi, del Japn. Me qued en la capital de Francia hasta 1934, sin volver a Alemania salvo para visitar a mi familia.

    -Cundo empez a ser conocido y difundido en Alemania el arte abstracto? -Era un arte puramente intelectual. Durante esos aos (1922-1923), yo tambin me apoy en la idea de romper con todo y empezar de nuevo. La academia pasaba por una grave crisis y queran cerrar todas las Escuelas de Bellas Artes. Los profesores celebraban reuniones con los directores para hacerles comprender que las Escuelas de Bellas Artes deban continuar, y aqu naci la idea de organizar una gran exposicin en Dsseldorf. Pero el problema era: Qu poda exponerse? Deba hacerse algo ultramoderno, no poda continuarse con las Escuelas de Bellas Artes que llevaban treinta aos de retraso, siendo ancianos todos sus profesores... Habl con el arquitecto encargado de la organizacin de la exposicin, quien comprendi en seguida lo que yo poda hacer y me pidi que me encargase de, una sala -una sala cubista, digamos-: una cpula que se sostena sobre cuatro columnas muy delgadas por su base y que se abra en forma de paraguas. La luz se hallaba escondida dentro, como iluminacin indirecta. Daba la sensacin de entrar en una habitacin muy bien iluminada, en la que la luz indicaba el itinerario de la escultura sobre formas abstractas. Esto produjo mucho ruido en la prensa. Yo hice, entre otras, una estatua sobre la chimenea -una escultura abstracta- y otra sobre el zcalo, como decoracin.

  • 14

    Cuando acab la ltima pieza, me dije a m mismo: Con una sola forma abstracta puedo hacer miles; puedo pasarme toda la vida con una sola forma. Pero eso simplemente, un ejercicio formal, no puede ser la meta del arte. Quise entonces trasladarme de la Escuela de Bellas Artes de Dsseldorf a la de Weimar, porque encontraba la primera demasiado degenerada, demasiado vieja, y en la segunda se encontraban artistas como Paul Klee, el arquitecto Gropius, etc. Hice entonces una visita al pintor Klee en Weimar y le vi trabajar. Tena seis telas a su alrededor y pintaba seis acuarelas al mismo tiempo. Una mancha marrn aqu, primera acuarela, despus en la segunda acuarela... Esto me disgust profundamente! Y cuando volv a casa, el marchante de Berln, de quien ya le he hablado, vino y, comprando mis esculturas, me brind la oportunidad de volver definitivamente a Pars. En Francia volv a empezar mi arte desde el principio, segn la Naturaleza. Empec completamente desde cero. Sintiendo a Grecia dentro de m, la Naturaleza ante m, estaba salvado. Olvid todo el pasado.

    -Empez en las Academias parisinas? -No, no, solamente en casa! Iba all a veces porque estaba el modelo, pero el acento y la atmsfera no me interesaban. La vida en Pars no costaba absolutamente nada en esta poca. Era un sueo para un artista. Los alquileres eran casi nulos y yo poda vivir como un rey con mis 350 marcos. Poda pagar el modelo y el moldeador. Inimaginable. Y lo primero que hice fue una gran escultura.

    -En qu ambiente se mova usted? Fue entonces cuando conoci a Cocteau? -Conoc a Jean Cocteau en 1924. Y fue en el Boeuf sur le Toit, era su local. Fui all, me sent con el hijo de Renoir, Flechtheim, Kahnweiler; Lger, etc., todo un grupo de artistas. Flechtheim hablaba en voz alta en alemn y al cabo de unos momentos el director de la orquesta dijo: Mientras los alemanes sigan aqu no tocaremos ms. Tuvimos que salir, lo que no gust nada a Cocteau, que era gran partidario de la amistad franco-germana. Cocteau y yo hemos seguido siendo amigos siempre. -Y con Lger? -No estuve mucho con l. Era un hombre que hablaba muy poco. Trabajador, demasiado simple a mi parecer. Por ejemplo, Derain era verdaderamente inteligente y muy interesante, y tambin un muy buen dibujante y muy buen pintor.

  • 15

    -Cree usted que su pintura responde a esta descripcin? -Sabe? Creo que Derain hubiera podido hacer ms. Cuando estuve en su estudio por ltima vez, durante la segunda guerra, vi un dibujo de 2,50 X 4 m. de largo, que representaba a varias mujeres, de tamao ms grande que el natural, terminado del todo, en sanguina. Era formidable, un gran cuadro. Cuando ms tarde tuve influencia en el III Reich, cerca de Hitler, le propuse a Derain como pintor de grandes encargos, y se le pidi que hiciera un gran mosaico que no pudo ser terminado debido a la guerra. Maillol fue el nico que obtuvo dinero del Reich: 100.000 marcos a cuenta, sin haber hecho nada. -Y de Vlaminck, qu piensa usted? -Es un gran pintor. De todas formas, creo que ha dado el mximo de s mismo. A mi entender Derain tena mayores posibilidades des que los dems artistas del momento, incluso ms que Picasso.

    -Fue Picasso durante esta poca verdaderamente un bluff? -S. Durante los aos 30 hizo aguafuertes, ilustraciones para libros griegos y romanos. En estas obras conservaba todava todas sus posibilidades. Si hubiera seguido con la pintura de este gnero hubiera obtenido seguramente algo grandioso. -Qu piensa usted de Las Seoritas de Avignon? -No es asunto mo. -Cree usted que, pasar? -Quiz quede como curiosidad, pero nunca como un arte grande. Ni Guernica tampoco. Pero yo, en realidad, estaba en otro clan distinto del de los cubistas: El de Derain, etc., que se basaba en la tradicin, en la gran tradicin europea, de la que Picasso se distanciaba. Y yo saba, por amigos comunes, que l era un hombre bastante extrao. S que Cocteau sufri terriblemente cerca suyo, ya que le trat como a un cerdo, como a un perro. Tena derecho, pero... Cuando empez a vender su pintura tuvimos, por un momento, el mismo marchante, un americano de Nueva York que mantena contacto con Picasso, con Braque, con Maillol y Despiau y yo era el quinto. A m me haba propuesto 5.000 dlares mensuales para vivir y por cada busto 6.500 dlares ms. Una verdadera fortuna. Naturalmente acept en seguida.

  • 16

    -Usted conoci a Despiau. Cul es su opinin sobre l? -Un hombre encantador. Consolid fuertemente mi situacin, hasta que nos hicimos ntimos. Hablaba de m a todo el mundo y, por ltimo, firm su libro dedicado a mi obra, que apareci en Pars en 1942, realizado por la Editorial Flammarion. Cuando termin la segunda guerra fui en seguida a ver si estaba sano y salvo. Despiau acababa de volver a empezar a fumar; durante los ltimos aos de la guerra no se poda encontrar un solo cigarrillo y yo le llev una caja enorme. El me contest: Sabe? Tengo que desquitarme de estos ltimos aos. Recuperarme de estos once aos de no poder fumar! -Durante la ocupacin alemana, permaneci Despiau en Pars? -S, todo el mundo, Derain tambin. -Y continu su trabajo sin problemas? -Desde luego. Entonces se podan comprar tubos de color porque nosotros no tenamos color. En Francia, durante toda la guerra, el aceite de oliva para pintura era muy difcil de encontrar, y se compraban grandes cantidades a Alemania. -Sin Despiau, cree usted que le hubiera sido ms difcil trabajar y hacerse un nombre en Pars? -Desde luego que s! Gracias a l me senta apoyado. Lo mismo pas con Brancusi: tambin a l le ayud mucho. -Tuvo usted posibilidades de vender sus esculturas durante este largo perodo parisino? -S. Recib importantes pedidos para realizar retratos. Vend inmediatamente, en cuanto la hube terminado, la primera obra que realic en Pars. -A un marchante? -No, a un coleccionista, a un abogado. -Qu piensa usted de esa poca?

  • 17

    -Ver. Hoy vivimos en una poca igual o similar. Pero yo he vivido la otra situacin, la situacin natural podramos decir: En el rgimen Nacionalsocialista ningn artista tena problemas ninguno! Todo el mundo contaba con una base para continuar sus obras. Solamente se presentaba como cosa aparte a los pintores de Die Brcke . -Ya que hablamos de Alemania, durante los aos 39, cree usted que eran populares el Expresionismo y la pintura presentados por los marchantes? -En absoluto! Era, diramos, una elite de coleccionistas. No se relacionaron nunca con el pueblo, no buscaban la sensibilidad del pueblo, porque su color era demasiado crudo y su dibujo demasiado brusco. -Quines eran entonces los artistas ms conocidos a nivel popular? -En esta poca estaban todava Feuerbach, Mares... Lenbach como pintor de retratos. -Y los escultores como Kolbe? -Kolbe tena museos y coleccionistas que compraban sus obras. -Y de Thorak y Klimsk, se empezaba a hablar? -S. Klimsk era profesor en la Escuela de Bellas Artes. Thorak tena tambin una cierta clientela que le daba lo suficiente para vivir y fue el primer escultor adoptado por el III Reich. -Por qu? -Creo que por casualidad. -Durante esta poca, estaba usted en Pars? -S. -Y desde 1933? -Durante 1933-1934 me qued en Roma.

    -Cmo tom usted contacto con la nueva situacin alemana?

  • 18

    -Yo siempre haba estado en Francia, por lo que no conoca nada de la situacin poltica alemana. De todas maneras, se respiraba un ambiente desastroso, o por lo menos sa era la sensacin que yo tena cuando de vez en cuando iba a visitar a mi familia: parados, millones de parados. Alemania se estaba muriendo. Crea verdaderamente que era imposible llevar una poltica artstica, pero yo estaba fuera y me ocupaba slo de mis asuntos. -Cundo fue usted por primera vez a Alemania despus de 1933? -Fui a Alemania despus de noviembre de 1933. Goebbels vino a Roma a visitar la Academia Tedesca, en donde nos encontrbamos. Habl de la lucha poltica, de la misin de la Nueva Alemania. Yo habl muy poco con l. -Qu idea tena Goebbels del arte? -Nos explic a grandes rasgos que el gobierno se interesaba de modo particular por las artes y que los artistas tendran un gran porvenir. Deca que debamos volver a Alemania. - Volvi usted a Alemania? -Volv all en 1934. Empec a trabajar sin sostener contacto alguno con los medios oficiales. Me era muy difcil obtener un pedido porque se me empez a atacar en seguida, en cuanto llegu, por medio de la prensa Nacionalsocialista. Decan que mi mujer era juda, cosa absurda y ridcula, ya que es griega. -Entonces, no reciba usted pedidos? -No. El nico pedido que me hicieron fue el de una estatua para el Ministerio de Cultura. Cuando, ms tarde, conoc mejor a los ministros, me enter de que ellos desconocan mi existencia. Esta es la causa de que no se ocupasen de m. Se poda recibir del Ministerio el pedido de realizar un busto de Hitler. Por esa poca cobr 600 marcos, cantidad bien ridcula comparada con la que los americanos me haban propuesto. El busto era -segn el propio Hitler- el mejor que jams le haban hecho. Despus hice muchos otros bustos en bronce y en mrmol, y cuando se los ense -aos ms tarde- cuando nos encontramos tras la visita a Pars, le ped que posara para m.

  • 19

    Me contest: No, no posar para usted, porque me ha hecho un retrato tal que estoy seguro de que no puede superarlo. Se equivocaba... -Por qu no volvi usted a Pars en 1934? -Oh! Yo quera regresar, pero durante esa poca existan graves dificultades econmicas y, segn las nuevas leyes francesas, uno no tena ya derecho a instalarse como extranjero. Debido a esto, yo poda visitar Pars pero no vivir all. As que me qued en Berln. Se convoc un concurso para el Estadio de los Juegos Olmpicos y lo gan. El pedido consista en hacer dos estatuas de tres metros de altura cada una. Lo encontr formidable. Tambin se haba convocado un importante concurso para los Juegos Olmpicos, con medallas para pintura, literatura, msica, escultura, etc. Yo no haba enviado nada; el comit vino a mi casa, y el presidente (un escultor italiano a quien conoc en Pars y que posea una gran sensibilidad y me admiraba mucho) me dijo que no se vea nada mo en el concurso, y como yo le contestara que no tena nada que enviar, aadi: Tiene usted esas dos estatuas de all. Era el modelo de pie que est en mi jardn, un hombre bien sencillo. Entonces contest: Si lo considera usted aceptable, lo pre-sentar. Poco despus presentaban esta estatua para la medalla de oro. Pero Hitler se la neg, no personalmente por m, sino porque quera darles a los italianos alguna medalla (no haban destacado nada en el campo del deporte) y la recibi un escultor italiano, y a m me dieron la de plata. Debido a esto, mi nombre apareci en la prensa y dej de ser desconocido. Goebbels me telefone inmediatamente. Nos encontramos en la Exposicin de Arte de los Juegos Olmpicos. Me encarg que hiciera una gran estatua para su Ministerio, sobre el tema de Prometen. Y tambin me encarg que le hiciera su retrato. Pero despus, el silencio volvi a ser total. Nada! -Cundo conoci usted personalmente a Hitler? -Durante,1936, en las Olimpiadas. Hitler haba reunido a todos aquellos que habamos ganado alguna medalla: los grandes deportistas, los artistas, etc... y yo me encontraba, durante la presentacin, por casualidad, el ltimo. Me presentaron a Hitler. Ah!, usted es quien hace los trabajos segn los griegos, me dijo. Yo me senta furioso, porque la prensa me haba ya condenado diciendo que lo que yo haca eran meras copias, viles copias... Hitler se lo crey y no supo distinguir; solamente haba visto una estatua en la exposicin. Entonces le contest, quizs un poco bruscamente: Nein! Aber nach der Natur! (No! Trabajo segn la Naturaleza!) Me mir y me dio la espalda. Esto fue todo.

  • 20

    Tuve que esperar entonces hasta 1938. Aos terribles... -No hizo usted nada? -Nada. Escrib a Albert Speer, para presentarme como escultor. Durante estos aos, Speer haca en todas partes pedidos sensacionales, a todo el mundo, al igual que Todt con relacin a las autopistas. Pero yo no recib nada de todo eso. Un da, Speer me telefone y pidi que pasase por su despacho. Me recibi en una sala, me mostr el modelo del Patio de la Cancillera, una hermosa y noble arquitectura... Entre las columnas de entrada, a derecha e izquierda de la escalera, haba dos zcalos. En cuanto vi esta situacin arquitectnica, exclam: Rpido! Ya s qu hacer! Dibuj las dos estatuas en el autobs, camino de casa, y quince das despus volv con los modelos. Me bas en dos hombres, como si fuesen el fundamento de un pas: eran el hombre intelectual y el hombre defensor. El defensor llevaba una espada y el hombre espiritual, el creador, el intelectual, llevaba la luz, la antorcha. Speer no deca nada. Ese mismo da vino Hitler porque estaba muy apasionado en este proyecto. No saba nada y cuando Speer le dijo que las maquetas se encontraban all, se person inmediatamente; mirando las estatuas se sinti como fulminado. Dijo: Es el soldado y el miembro del Partido, con la antorcha. Yo ya haba ganado. Le dijo a Speer: Haga venir a Breker, har el Arco de Triunfo. El mismo Hitler haba dibujado el Arco de Triunfo cuando fue herido por primera vez durante la guerra del 14. Deba situarse al final de una gran avenida, como el Arco de Triunfo de Pars. Primero quise ver el dibujo; tendramos que haberlo cambiado, no copiar minuciosamente lo que Hitler haba hecho, porque cuando lo hizo no se imaginaba un edificio de 100 metros de altura, sino uno de 30 40. En resumen, yo tena que pensar slo en los relieves: Eran de 10 metros de altura y yo deba luchar contra proporciones gigantescas; para dar a mis estatuas una cierta importancia, hice composiciones de hombres en movimiento, en marcha, para poder agrandarlos; en vez de hacer hombres de 10 metros los conceb de 12. Hicimos los modelos: Acab toda mi escultura para este Arco de Triunfo. Un da, me hallaba en Munich en la inauguracin de la exposicin de arquitectura. Habamos odo antes de la inauguracin que Hitler vendra despus de la botadura del Bismarck, el barco de guerra alemn ms grande de la poca. Este barco costaba cuatro mil millones. Y el Arco de Triunfo costaba lo mismo. Hitler estaba muy emocionado al ver realizada su obra de juventud, incluso en sus ms minuciosos detalles, como el de la escultura, y se qued verdaderamente sorprendido. As que se mir as mismo y dijo: Por qu en vez del barco no se ha hecho este monumento? Es totalmente ridculo,

  • 21

    ridculo porque dentro de dos o tres aos el barco ya no ser nada, por las modernizaciones tcnicas, mientras que el Arco de Triunfo queda para siempre. -Despus de alcanzar el restablecimiento econmico, cree usted que Hitler tena prevista alguna planificacin. artstica o cultural? Tena una voluntad artstica? -Nos rog que trabajramos, que luchsemos... Haba dado orden de transformar las grandes capitales como Dresde, Leipzig, Munich, Berln, Nuremberg, Hamburgo, etc., y haba nuevos planes para todas las ciudades. Exista un programa para una treintena de aos. A mi entender (quiz yo sea primitivo en mis conceptos), si hubiese deseado la guerra no habra hecho nunca una cosa tan absurda como la de ocupar a millones de personas en construir casas, etc. -Exista una proteccin oficial para los artistas? -Desde luego! Solamente se hallaban excluidos los de Die Brcke. En 1944, Hitler me propuso la direccin de las artes. Entonces, textualmente, me dijo: Estoy en pro del desarrollo de la situacin cultural que no ha sido demasiado feliz, que no ha funcionado como yo deseaba. Porque a su entender, salvo algunas excepciones, a la cultura le faltaba calidad. Saba muy bien que todava no haba encontrado la posibilidad de incluir a todos los artistas de gran talento. Y me dijo: Este es su trabajo. Usted debe expulsar el arte degenerado. Debe crear una atmsfera de confianza recproca entre el gobierno y el arte. Yo le contest: Lo que usted dice es interesante, pero yo soy ante todo un artista y no un funcionario; ste es casi el trabajo de un Ministro. No puedo decirle inmediatamente que acepto. Debo reflexionar antes. Despus de quince das nos volvimos a encontrar y yo le haba escrito 14 puntos sobre un papel En el primero (lo haba hecho para tocarle en lo ms vivo) puse el nombre de Hoffman, que era verdaderamente quin provoco cantidad de malentendidos. Haba hecho uso de toda su influencia en las exposiciones de Munich, porque en Alemania, en esa poca, poda exponer todo aqul que supiese sostener un pincel entre sus manos. Y creo que eso no es lo que debe proponerse una exposicin oficial. Cuando vio el nombre, me pregunt el porqu. Mi Fhrer, a mi entender, para m l es el hombre ms peligroso. Y conclu: Sin l, s; con l, nunca. Y me despidi. -Cules eran los otros 13 puntos? -Hacan referencia a la manera de organizar las exposiciones, de renovar las Escuelas de Bellas Artes, etc. Era un vistazo general sobre las

  • 22

    posibilidades de favorecer a las distintas artes: pintura,; arquitectura, msica, escultura, etctera. -Tena intencin de atraer a los artistas franceses? -Seguro! Porque los trabajos que Hitler quera hacer eran tan gigantescos que no les era posible a los artistas alemanes solos llevarlos a cabo. Y despus de la, visita a Francia, dio luz verde a los artistas franceses para participar en esta obra, lo que era muy, importante. Ya ve que no haba tomado ningn partido. Empez con Maillol y Derain. -Maillol recibi realmente dinero de Hitler? -S, 100.000 marcos por hacer un gran trabajo para Berln que no pudo terminar por tratarse del ao 1944. -Cul era la posicin personal de Maillol? -Podra decirse que Maillol viva en su mundo. Hasta Pars le molestaba. Quera absolutamente encontrar el campo frente a s. En Banyuls, aproximadamente a un cuarto de hora a pie, uno se encontraba como en pleno desierto, con ruiseores, bosques, etc. Las casas estaban totalmente construidas en piedra, e incluso en su interior era raro encontrar paredes trabajadas. Enfrente, en la colina, se encontraban dos casas que pertenecan a un campesino que se muri dejndolo todo intacto. Compr esta colina y trabajaba all. Yo hice venir, durante la guerra, una comisin de la organizacin Todt, que era la que realizaba las carreteras de hormign amado; era como un grupo de guerra y salvaron las obras de Maillol. Construyeron a su alrededor muros, de tal forma que las bombas y granadas no pudiesen destruir nada. -Cul era su relacin con Maillol? -Maillol era para m un descendiente de los griegos. Viva en un pas anlogo al de ellos y en este clima, en este ambiente, haba encontrado su obra. -Y su sensacin ante l? -De encontrarme, sobre todo, frente a un hombre que permaneca alejado de la enfermedad de nuestra poca.

  • 23

    -Simpatiz l con usted? -En seguida y profundamente. Sabe usted que ms tarde salv a su modelo? Era juda y posea un gran dossier por actividades comunistas, por lo cual deba ser encarcelada y queran trasladarla al Este. Durante esa poca, en plena guerra, yo saba que este traslado poda significar la muerte. Haba que actuar rpidamente. La seora Maillol me pidi, llorando, que no salvase a la joven: Ahora estoy en paz con mi marido -me dijo- como en los mejores aos. Desde que se ha marchado esta mujer, se puede volver a respirar. Pero yo apreciaba ms a Maillol que a su mujer, y l acababa de terminar justamente la estatua que tena de su modelo, Dina. Posea un cuerpo sensacional. Cuando hice el retrato de Maillol en su estudio -y durante los quince das que permanec all- tuve noticias de la situacin de Dina y la certidumbre de que no la trasladaran, y de que cuando yo llegase a Pars estara en libertad. Se saba la fecha de regreso, pues uno era observado en todos los puestos de SS, como proteccin, porque haba Resistencia. Cuando llegu a Pars al da siguiente, tuve una cita con el fundidor Rudier, su mujer y Maillol, en un restaurante. -Era el fundidor de Rodin, verdad? -S, haba hecho toda la obra de Rodin. Haba recibido una nota segn la cual nos presentaran a Dina. Fuimos todos all; ella deba llegar a medioda. Apareci al lado de un soldado, con muy mala cara, desde luego. Entonces observ a Maillol, que al ver a Dina haba palidecido, palidecido como un muerto. Ella se sent como si fuera completamente normal el vernos juntos y nos cont minuciosamente, lentamente, lo que deseaba comer. Ninguna alusin a su pasado. Pero despus estuve con ella en Montparnasse e inmediatamente empez a llorar desesperadamente. Yo le dije: Usted se marcha hoy mismo. Est anunciada a la SS de cada estacin donde hay control establecido. Ella me dijo que saldra inmediatamente. Y en cambio, permaneci durante 15 das en Pars! Despus, tuvo la suerte de que el da que atravesaba Francia era el da de cambio de Comando y no haba control. Durante estos das ella haba permanecido en su clula comunista. Ahora todava vive. Ha heredado toda la obra de Maillol y es su propietaria. Nunca me ha dado las gracias. Slo me ha visitado aqu, en Dsseldorf, una vez, cuando acab de recibir la herencia. Haba odo que queran hacer un monumento y ella quera hacerlo con una obra de Maillol; ella quera colocar esta obra. Durante esta poca yo realizaba el busto de uno de los hombres ms ricos de la comarca, que era muy generoso con su dinero en lo que se refera a los asuntos culturales.

  • 24

    Le expliqu la visita de Dina y su deseo de hacer el monumento, para el que haba escogido la ltima estatua que Maillol no pudo terminar, La Armona, sin brazos. Me dijo: Qu puede costar? No puedo decirle, quizs unos 40.000 marcos. Le gust, y de esta forma Dina vendi por primera vez una gran estatua de Maillol por una suma formidable. Despus de esto no he vuelto a saber nada ms de ella. -Por qu quiso Maillol que usted fuese el nico que realizase su busto? -Porque quera permanecer despus de muerto. El me admiraba. Haba dicho ya en 1927, cuando vio, por medio de algunas fotografas, mis bustos: Usted realizar mi retrato, y yo le espero. Incluso aunque tenga que esperar durante treinta aos.

    -Al volver a Alemania, haba disminuido considerablemente en 1944 la vida artstica? -S, porque era muy difcil realizar una exposicin. Pero Hitler haba dado la orden incluso de hacer regresar del frente a las personas con talento fuera de lo comn, para que pudiesen trabajar en las obras de arte. Y yo, yo era el hombre que deba descubrirles. l deseaba que la vida artstica no se detuviese. Lo quiso hasta el fanal. Esa fue la sensacin de este hombre: Estaba seguro de ganar la guerra, incluso a finales de 1944. -Cundo le vio por ltima vez? -En 1944. Me hallaba como de costumbre sentado frente a l. Me miraba detenidamente, sin pronunciar una sola palabra. Yo senta que sus ideas se detenan en los planes gigantescos que deseaba realizar, la transformacin de las ciudades... y frente a l se hallaba el hombre capaz de terminar todo aquello que soaba. Su cara trasluca una expresin realmente trgica, tanto que pareca transformado. Me dije a m mismo: No aceptars ya ninguna invitacin ms, has visto a Hitler por ltima vez; no volv a aceptar ninguna invitacin.

    -Pero, sigui usted trabajando? -Continu trabajando hasta el ltimo momento. No me quedaba tiempo para pensar si finalmente acabaramos siendo vencedores o vencidos.

    -Cul fue su impresin personal en mayo de 1945?,

  • 25

    -No me enter inmediatamente de la muerte de Hitler, porque me hallaba en un Sanatorio de Munich. Lo haba abandonado todo. Mi casa se hallaba a 75 km al este de Berln, muy cerca del frente, y los rusos se haban abierto camino hasta donde nosotros estbamos. Una tarde, en que todo estaba cubierto de nieve, el gauleiter llam para que , abandonramos la casa, ya que el. frente comenzaba a desplazarse. Pasamos el Oder, lo que poda hacerse a pie porque estaba completamente helado. Despus el frente se estacion; lo intentaron por dos veces y hasta la tercera no lograron los rusos abrirse camino por esa parte. -Cul fue su impresin al enterarse de la muerte de Htler? -Me encontraba, como ya le he dicho, en una clnica, debido a la prdida de todo. Cuando lo escuch, apenas poda comprenderlo pues me hallaba totalmente desmoralizado: No posea ninguna sensibilidad, todo se haba perdido, todo me daba lo mismo. -Cul es la sensacin de un artista que pierde toda su obra escultrica, ya que pocos artistas han pasado por una experiencia tan terrible? -Toda una serie de obras y de aos para nada. Es una visin que en el momento actual todava me persigue. Siempre. Y tal situacin injusta todava durar treinta o cuarenta aos, hasta que se pueda alcanzar un juicio normal y objetivo de esa poca. Actualmente la atmsfera est cargada de odio y deformacin. -Cul fue su situacin al final de la guerra? -Me encontraba en una pequea ciudad bvara y despus de la guerra me vi muy favorecido por el ejrcito americano. Fui recibido en Munich por el jefe del espionaje. Me hizo ir a visitarle y me cont que tena orden de felicitarme por mi conducta privada durante el III Reich. Y, cmo est usted al corriente de ello? Le bailaba una sonrisa a la vez que me responda: En el Instituto Americano Dans se encontraba el mayor centro de espionaje; cada hombre que en Alemania se hallaba a un cierto nivel era conocido por nosotros y tenamos un dossier sobre l. Estamos al corriente de todo lo que cada uno ha hecho, de lo que ha pensado. Y reconocemos su actuacin sensacional y hemos recibido rdenes de felicitarle... Ms tarde, un general americano vino a buscarme a mi pequeo refugio para decirme que yo no poda seguir viviendo all, en una casa tan pobre, y me hizo visitar un centenar de castillos (ya que por esa poca todos los castillos de Baviera se hallaban vacos) para instalarme. Yo era demasiado

  • 26

    prudente para aceptar tal oferta, pues tena miedo de lo que se habra esperado de m despus de ese regalo. Inmediatamente despus de la guerra recib varias invitaciones para trabajar, en primer lugar de Pern y despus de Franco. Este ltimo quera que me fuese a trabajar a Espaa para realizar algunos proyectos para Madrid. Los americanos estaban al corriente de ello, pero tenan orden general de no dejar a los alemanes salir de Alemania y no pude marcharme a trabajar a Espaa. Slo exista una excepcin a esta orden: la Rusia Sovitica. Un general ruso vino desde Berln para renovar la invitacin que me hiciera Stalin de ir a trabajar a Mosc. Esta oferta s me la dejaban aceptar los americanos de inmediato. Pero por aquel entonces yo sala de la clnica y no quise ir. Ahora, quiz, lo siento. Sabe usted? He vivido en el lodo durante treinta aos. Me encuentro ahora en el treintavo ao de difamacin, y s que, en tanto viva, no cambiar. Es un hecho. -Cundo fue destruida la mayor parte de sus obras? -Durante 1945, seis meses despus del fin de la guerra. Yo posea los grandes estudios de Berln, de una longitud de cien metros, que permanecan completamente intactos salvo los cristales. Entonces los americanos sacaron todo fuera. Lo supe por los agentes de la prensa americana y pude ver en fotos las montaas de estatuas rotas en mil pedazos, arrojadas fuera de mi estudio. Toda mi obra desapareci por completo.

    -No pudo usted evitar esta brbara reaccin? -Evitarla? Cmo? Yo me encontraba en Baviera y no saba nada. Nadie me dijo: Seor, vamos a destruir sus obras. Sencillamente, lo hicieron.

    -No sabe quin dio la orden? -No. Trat repetidas veces de hacerme con un dossier por medio de un diplomtico americano. Sin el menor xito. -Sufri usted interrogatorios despus de la guerra? -Sobre Hitler, s. Nunca cambi de opinin. Siempre dije lo mismo: Lo que le he contado a usted a lo largo de toda nuestra entrevista. No veo ninguna razn para cambiar. -Le ha causado esto algn inconveniente?

  • 27

    -Desde luego! -Desde 1946, no ha recibido usted ningn pedido? -Oficialmente estoy muerto. El gobierno no me ha encargado nada. -Ha tratado usted de realizar alguna exposicin? -Tengo, desde hace un ao, un marchante que se ocupa de ello. Debido al azar o a la curiosidad, creo que ahora se ocupan cada vez ms de m. Empiezo a volver. -Pero, durante estos treinta aos? -Nada! ... -Crea que haba intentado alguna exposicin... -La guerra que se ha hecho contra m ha sido terrible, abominable. La radio, abominable! La televisin, abominable! En casa no entrar jams la televisin alemana. No puedo explicarle lo que han hecho de m. Me han convertido en la ltima criatura del mundo. -Sabe usted lo que les pas a otros artistas que hayan trabajado en Alemania antes y despus de la guerra? -Digamos que se les puso en cuarentena. Pero despus siempre han tenido la oportunidad de trabajar y de vender. En cuanto a m, fue todo lo contrario. Todo lo que he podido realizar despus de la guerra ha sido gracias a los pedidos que llegaban del extranjero, nunca pedidos alemanes. Aqu he hecho algunos retratos y nada ms. -Pedidos de Amrica? -De Amrica, cero. Ninguna esperanza! He recibido pedidos de Marruecos, de Mauritania... -Qu le pas a Fritz Klimsk? -Tuvo su pensin. Yo era tan funcionario como l, porque era director de la Escuela de Bellas Artes de Berln, pero no he recibido nada, porque ni las

  • 28

    leyes existen para m. No pertenezco a ninguna clase; para el gobierno ni siquiera existo. -Qu sabe usted del pintor Mathias Padua? -Vive en Baviera y tiene pedidos; es bvaro y en cambio yo no soy bvaro. Si yo hubiese vivido en Munich me habran tratado mejor en Baviera. Sabe una cosa ? La Gaceta de Frankfurt es el peridico que ms furiosamente me ataca.

    -Cree usted que su obra eme pieza a despertar un poco ms el inters del pblico, a pesar del boicot oficial? -S, lo creo, porque todo elle va al unsono con el cambio de la situacin general del arte. El pueblo tiene ya suficiente de aquello que le han enseado que es arte durante treinta aos. Ahora quieren ver otra cosa. Y con esta necesidad de ver otras cosas se han acordado de m, porque la mayora de la gente no tena ni idea de que yo todava vivo. Por ejemplo, 1'Oeil, una revista de Pars, acaba de escribir un artculo sobre m, y el jefe de redaccin crea que haca tiempo que yo haba muerto. -Cree usted efectivamente que ahora el arte abstracto empieza a estar en crisis? -En crisis? No slo en crisis. Est acabado! Salvo para algunos directores de museos que siguen comprando todo lo que encuentran. -Se volver al neofigurativismo? -Seguro. Pero esto todava durar una veintena de aos. Porque los artistas de hoy da, que no han aprendido nada, no pueden realizar buena escultura. Hace falta una buena preparacin, hace falta oficio, son necesarios aos de estudio para llegar a conocer verdaderamente el cuerpo humano. -Se deber partir de nuevo de cero? -Eso espero!

    ( Dsseldorf, 18-XII-1975 )

  • 29

    Qu hemos ganado con esta guerra? (1939-1945) Nosotros, los europeos! Muchos millones de muertos! Por qu esta Cruzada? Hoy, veinticinco aos ms tarde, los

    hombres se siguen matando unos a otros, algunas minoras siguen siendo perseguidas. Lo que me consuela es que entre nuestros dos pases (Francia y Alemania) ya no existe posibilidad de guerra! Por qu entonces este volver incesantemente sobre el pasado e intentar deformar la historia con tanta mentira? Se dice: Alemania es culpable! Alemania es el nico culpable! Y todo el mundo se lo cree. La prensa y dems medios de informacin deforman los hechos: Alemania tiene siempre la culpa. Claro, el vencedor siempre tiene la razn! Puede contar lo que quiera! ...Sin embargo, existen valores indestructibles y no se puede ser eternamente culpable! As, yo no puedo exponer porque soy culpable! Y si alguien me insulta, me injuria, en la prensa o en otra parte, no puedo defenderme, pues nunca encontrara un juez lo suficientemente valiente como para hacerme justicia. No existo! Tendr siempre la culpa! Como el vencido! Soy un vencido, eso lo explica todo!. ARNO BREKER "Dcouvertes", diciembre 1970.

    Desde el momento en que el arte se convirti en mi vida entera, fui presa de una admiracin sin lmites por el gran Maillol. Sus grandes estatuas de mujeres para las que la Sra. Maillol haba servido antao de modelo, eran realmente magnficas. Qu alegra supuso para m el realizar su busto en Banyuls en 1943! ARNO BREKER Declaraciones a "Rivarol", 3-XII-1970.

    Saben que hace dos aos unos amigos me pidieron que participase en una exposicin parisiense? Algunos artistas franceses, enterados de esta invitacin, manifestaron inmediatamente su intencin de retirarse. Naturalmente, fui yo quien se borr! En Alemania, hace algunos aos, entregu m busto de Wagner para el jardn de las rosas de Bayreuth. La prensa present el asunto de la siguiente manera. Hoy se ha colocado un busto de Wagner en un tiempo rcord gracias al Sr. Tier. Ni una sola palabra sobre m. El tal Sr. Tier era el especialista en monumentos funerarios que se haba encargado de realizar la estela.

  • 30

    ARNO BREKER Declaraciones a "Rivarol", 3-XII-1970.

    Una nueva obra es un duro combate para acercarse y apropiarse de la esencia de una individualidad. nicamente una sinceridad despiadada sabr evitar el peligro de lo convencional. Para el escultor, los problemas de la representacin y de su tcnica no han variado desde los tiempos antiguos; lo mismo ocurre con los materiales utilizados: piedra, madera, tierra cocida o bronce. La gran evolucin tcnica de los instrumentos contemporneos no ha encontrado su campo de accin en este terreno en que las manos solas son suficientes. ARNO BREKER

    La revelacin de la Esencia humana, razn de ser del retrato, no es realizable sino por intermedio del artista ejecutante; por ello es por lo que he evocado la inolvidable experiencia de la transformacin en la muerte. Es en la penetracin espiritual recproca entre el artista y su modelo en donde se encuentra el verdadero impulso creador, el que anima los autnticos mensajes. ARNO BREKER

    ...Caminbamos desde haca un instante por sus negras calles (de Florencia), emocionados de encontrarnos en la ciudad de los Mdicis, de bordear unas paredes con recuerdos de Dante. De repente, al desembocar en una plaza tenebrosa, recibimos un choqu: tallado en mrmol lunar, el David se encontraba ante nosotros! En medio de las masas oscuras, slo l se eriga luminoso: destacaba ntidamente su juventud ante los altos muros negros y almenados del Palacio Viejo... Permanec all, como herido por un rayo. Lo que me trastornaba hasta ese punto, no era nicamente el genio de Miguel ngel; lo haba experimentado mejor bajo las bvedas de la Sixtina y todava lo iba a sentir ms en la capilla de los Mdicis. Era como una llamada mstica, como una orden. S, esa noche comprend que haba acabado de trabajar para el comercio y la gente rica, de esculpir objetos realizados para pasar banalmente de mano en mano, de trabajar para

  • 31

    celosos coleccionistas y que mi vocacin, sera, costase lo que costase, trabajar para el arte, para las plazas pblicas, para el pueblo, para todo el mundo. ARNO BREKER

    El arte del retrato exige del artista una condicin evidente: la ms exacta observacin del modelo, pero el retrato sobrepasa la copia fiel; lo esencial reside en la transmisin del ambiente experimentado por el observador. ARNO BREKER

    Explicar en seguida lo que primero nos choca en Arno Breker, es una decisin perfectamente determinada: su dibujo sigue con nitidez directrices extremadamente claras. Es conciso, rtmico, ordenado, slido y dotado de hermoso equilibrio. Pero posee tambin un conmovedor fervor y una riqueza de forma en donde se revela un intenso amor por la vida. CHARLES DESPIAU

    Tema un poco romntico (este Prometeo), un poco wagneriano, estaramos tentados de decir, pero tratado con conmovedora sobriedad. Este desnudo, lleno de un poder que la nobleza ha templado, expresa dignamente todo el drama humano del genio ante la

    materia. En verdad, Breker se revel de repente con este desnudo, con esta primera estatua. Parece que estalle rompiendo sus lazos y que al crear su Prometeo se haya visto arrebatado l mismo por un relmpago sobrehumano del que su obra permanecer como iluminada. El xito del Prometeo, adquirido por el Estado para figurar a la entrada del Ministerio de Educacin, reafirma a Breker en su fe en la funcin social del Arte. El Arte no es para l asunto de capilla; debe responder a un ideal nuevo, hablar a las masas un lenguaje elevado pero sencillo e inteligible... Corresponde a los nuevos tiempos dar, junto con un ideal, un arte al pueblo. Este arte, que aspira a exaltar al individuo en la belleza, en la nobleza, en la fuerza, en la salud fsica y moral, este arte ser viril, ser sencillo, ser desnudo; ni el ropaje ni el vestido han exaltado nunca a la multitud. Se expresar mediante el cuerpo humano que

  • 32

    retorna al aire libre, a su nobleza original, animado de un gesto puro, ennoblecido por el pensamiento. CHARLES DESPIAU

    Cuntas bsquedas en la obras de este perodo (parisino)! Esos desnudos de mujer: La alegra de vivir, Baista, Mujer en cuclillas, testimonian, a travs de tantos triunfos, tantos tormentos diferentes, tantas dificultades voluntariamente buscadas y vencidas. En cada caso, Breker se fija un tema inicial interesante. Lo desarrolla con un sentido

    extraordinario de las proporciones. Parece sencillo su dibujo? En verdad es muy rebuscado, muy sutil, pero expresado de una forma tan dominada, tan flexible, que con ello ha logrado la sencillez que el Arte requiere. Y es un arte totalmente lleno de vida, estremecido por su sabio moldeamiento. Tal es el Breker del perodo parisino: nuestro Breker. CHARLES DESPIAU

    ...Es bien sabido que si la buena camaradera no se preocupa por la edad, el arte en cualquier caso ignora las fronteras! Es sta una verdad que Breker ha comprendido ms que cualquier otro. Su preocupacin de artista llegado a Pars es rendir a nuestra ciudad el homenaje a su gloria. Como signo de amistad, nuestro camarada de ayer pide hoy nuestros votos. No es ya una tradicin que el talento venga a buscar su consagracin a nuestra ciudad. Nuestra ciudad construida por las mareas del destino, pero imperecedera? Pues bien! Me siento orgulloso de ser el primero en estrechar esta mano de artista, que se me tiende y presentarles a ustedes a Arno Breker! CHARLES DESPIAU

    El artista que, a los cuarenta aos, ha dejado detrs suyo tina obra tan poderosa y tan vasta, promete convertirse a la vez en maestro de una poca y artfice del mundo entero. CHARLES DESPIAU

  • 33

    Y volvindome hacia Arno Breker, hacia ese hombre joven, enrgico y decidido, que refleja salud moral y optimismo, yo me pregunto, lleno de afectuosa estimacin, matizada con algo de espanto: Qu no ser capaz de esculpir? CHARLES DESPIAU

    La escultura arquitectnica de Breker no se ha manifestado apenas todava ms que en algunas obras realizadas y conocidas del pblico. Lo que prepara es tan grandioso que uno se siente confundido por semejantes concepciones; ante el artista capaz de llevar a cabo semejantes empresas, uno siente la necesidad de descubrirse. Por otra parte, no se trata de visiones quimricas esta obra toma cuerpo, y algunas de estas gigantescas manifestaciones se encuentran en va de terminacin. CHARLES DESPIAU

    Podemos denominarle realmente un parisino, puesto que vivi aqu las horas decisivas de su formacin ... El lazo de cultura entre nuestros dos pases, cuando desaparecen las rivalidades en la abundancia fructuosa del intercambio... Discursos de ABEL BONNARD (Ministro de Educacin Nacional) y de JACOUES BENOIST-MCHIN (Secretario de Estado en la Presidencia del Consejo), Exposicin de Breker en la Orangerie (Pars), 1942. Arno Breker es una personalidad notable de las artes plsticas del siglo XX. Su arte posee carcter internacional. Aun cuando su origen es germnico, su obra no es tpicamente alemana. Trabaj durante mucho tiempo en Francia junto a los grandes escultores Maillol y Despiau, sin sufrir jams influencia alguna. Su poderoso talento recuerda un poco el arte del genial Rodin. Pero creo que ms bien se asemeja a Daumier, en sus bustos profundamente humanos: Arno Breker, en sus retratos de personalidades de nuestra poca, ha alcanzado un verdadero dominio de la vida intensa que de ellos se desprende. Pienso en el testimonio nico que ha dado de artistas, escritores, sabios del siglo XX: Cocteau, Vlaminck, Cortot, Pagnol, Morand, Maillol, W. Uhde, de m mismo y de numerosas personalidades alemanas.

  • 34

    Con el correr del tiempo, la obra de Arno Breker conocer la admiracin creciente de las generaciones futuras. ANDRE DUNOYER DE SEGONZAC

    Hijo de padre renano y de madre lorenesa, Arno Breker, admirador de Rodin, de Bourdelle y de Maillol desde su adolescencia, vino a Pars a convertirse en escultor, hacerse amigo de Vlaminck, Derain y Despiau, quien le cedi la presidencia de la seccin de escultura con ocasin de la Exposicin Internacional de 1937. MAXIMILIEN GAUTHIER "Les Nouvelles Littraires", 5-XI-I 970.

    Si un primer contacto con Arno Breker nos muestra toda la fuerza de un hombre marcado por un destino fuera de lo comn, es porque en el curso de innombrables periplos Breker ha enriquecido su pensamiento en la compaa de inteligencias tan variadas como fecundas. Arno Breker, una vez descubierto, no puede ser olvidado por su cultura

    extraordinariamente vasta, por la experiencia de su vida pocas veces igualada, por su doble pertenencia a dos civilizaciones complementarias, por su gran saber en escultura y arquitectura, y en fin, por su exquisita cortesa. A1 visitar sus talleres, uno queda impresionado por su oficio, de un rigor extremo. Un tan gran saber resulta asombroso en una poca; como la nuestra, en la que el no-saber sirve a menudo de referencia. Arno Breker permanece fielmente unido a los valores de la tradicin occidental y cree, en mi opinin con razn, en el poder de su influencia. Con l, tengo fe en el poder de hechizo que posee el arte, que hace exclamar al poeta que una obra bella produce siempre alegra. La obra de Arno Breker es una repulsa a caer en el no-arte o a la cada masoquista del no-ser por el no-saber. Decide ser lo suficientemente fuerte como para emerger de la terrible soledad, es necesario dar un sentido a lo absurdo, se debe amar la vida. Los hermosos desnudos que se yerguen contra el cielo, entre los rboles de un jardn en flor, son como cnticos rebosantes de fervor y alegra, lo mismo que felices victorias sobre la duda. As, en el crepsculo de una vida en la que no han faltado los desencantos, uno se siente feliz al ver nacer todava obras dotadas de una rara elegancia y animadas del ritmo

  • 35

    danzante de los andares del sueo. Tales son las recientes creaciones que Arno Breker nos entrega como mensaje de confianza y esperanza en un mundo que se ve asolado por la negacin. ALPHONSE DARVILLE Prlogo a la exposicin Breker Charleroy, 1972.

    Arno Breker no es solamente un gran escultor entre los grandes escultores y el mayor de ellos que vive hoy: Es el Escultor. Posee el privilegio de uno o dos artistas por siglo de inmortalizar la vida tal como se presenta ante nuestros ojos, y de alcanzar la perfeccin tal como sta reside en las leyes intangibles que a cada uno concede su originalidad. La obra pictrica de Arno Breker tambin es sorprendente, pero el mrmol y el bronce, quizs por tratarse de materiales ms difciles y rebeldes, proporcionan el medio de expresin ms incomparable de su genio. La mirada azul que lanza, bajo las arcadas ciliares, tan profundas como una gruta de

    Pan, es la que ha debido transfigurar los modelos de Phidias, de Miguel ngel, de Canova, de Rodin, de MaiIlol. Debemos citar tales nombres para citar a sus iguales, y no es casualidad que fuese en su juventud alumno y amigo del ltimo de sus maestros. ROGER PEYREFITTE 1974

    HOMENAJE A ARNO BREKER Conoc a Arno Breker a finales de 1941 en Pars. Gozaba entonces de una situacin destacada y dispona de todos los medios de trabajo que necesitaba. Cuando no estaba en Pars -donde le gustaba mucho residir- viva en Vriesen, cerca de Berln, donde enormes obras salan de sus inmensos talleres. Cualquier persona designada por l para trabajar en estos talleres, queda inmediatamente relevada de toda obligacin blica. De este modo, a menudo gracias a mis peticiones, debo reconocerlo, salv a muchos franceses, algunos de ellos ignorantes incluso de todo lo referente a la escultura.

    Yo simpatic en seguida profundamente .con l, descubriendo rpidamente la generosidad de su corazn y de su espritu, as como su amor por Francia. Algunos aos antes haba sido amigo de dos escultores franceses de los ms importantes de nuestros

  • 36

    tiempos, Aristide Maillol y Charles Despiau. Mientras que la concepcin misma de su escultura y su ms profunda inspiracin se alimentaban de la fuente de Miguel ngel por una parte, se inspiraba por otra en el gran Rodin, que ya haba sido amigo del

    maravilloso poeta germnico amante de Pars, Rainer Maria Rilke. En 1942, con ocasin de una visita que le hizo a Vriesen -en compaa de Memona, la mujer de origen griego que haba sido la modelo de Maillol y despus de Picasso-, me recibi con la exquisita gracia de un gran seor, y siguiendo sus deseos pos para un busto que me hizo. Ms tarde, insisti mucho en que le sirviese de modelo para su Daphnis y su Icara, pues le haba conmovido la gracia de la Danza y se contaba entre los fervientes admiradores de los Ballets de la pera de Pars y sus creaciones. Pero desgraciadamente las responsabilidades que me acaparaban en esa poca me impidieron posar para l. Lo sent muchsimo y l tambin. Lo mismo que Picasso, a quien entonces no poda conceder tiempo alguno. La obra de Arno Breker -dibujante y escultor siempre me ha cautivado por la grandeza que la caracteriza: Bajo mltiples aspectos, irradiaba a la vez Fuerza y Ternura. No puedo por menos que hacer mo el homenaje que le testimoni Charles Despiau: Quemndose en una llama de inspiracin, posee la imaginacin fecunda y en l las formas parecen nacer sin esfuerzo, organizarse sin tortura alguna... Tal es la estatuaria heroica de Breker... y si sta es colosal, ello se debe al fin de no dirigirse solamente al individuo, sino a las masas... Y Jean Cocteau, su fiel amigo y admirador, presentaba por su parte la Exposicin de Arno Breker en estos trminos: Yo te saludo, Breker. Te saludo desde la elevada patria de los poetas, patria donde las patrias no existen, Santo en la medida en que cada uno aporta a ella el tesoro del trabajo nacional... Te saludo porque inventas una nueva trampa en la que caer el estetismo, enemigo de los enigmas... Porque la gran mano del David de Miguel ngel te ha mostrado tu camino... Y fue con profunda tristeza que en 1963 asistimos juntos al entierro del poeta al que tanto ambamos. Hoy, Arno Breker, como el Fnix, sigue creando: trabaja de nuevo, amante siempre de la Belleza y de la Vida. Yo soy su admirador, admirador del Hombre y del Artista. SERGE LIFAR 1975

  • 37

    ARNO BREKER 1900 - Nace el 19 de julio, en Elberfeld (Renania). 1916 - Toma la direccin del taller de escultor de su padre, ya que ste es alistado (Guerra 1914-18). Conoce "L'Age d'airain" y el libro de Rilke sobre Rodin. 1920 - Estudia en la Escuela de Artes Aplicadas de Elberfeld. Estudios en la Academia de Dsseldorf, con el profesor Hubert Netzer en escultura y Wilhelm Kreis en arquitectura. La formacin clsica recibida le enfrenta definitivamente a las tendencias abstractas. 1923 - Viaja por primera vez a Pars. 1926 - Se instala definitivamente en Pars. Amistad con artistas como Despiau, Vlaminck, Cocteau, Segonzac, Drain, etc. Frecuenta el Museo Rodin. Relacin con el marchante Flechtheim. Taller en Avenue Orleans, nmero 26. 1927 - Viaja a frica del Norte, y realiza una serie de aguafuertes sobre dicho viaje tunecino. Primer encuentro con Maillol en Banyuls. 1928 - Forma parte del comit organizado para conseguir una exposicin de Maillol en Berln. Realiza la escultura "Joven sentado". 1929 - Expone en el Salon d'Automme. Contactos con el marchante Flechtheim. Realiza el busto "Romanichel" y "La Oracin". 1930 - Algunos encargos alemanes, como el "San Matas".

  • 38

    1932 - Proyecto de monumento a Heinrich Heine. 1933 - Breker abandona Pars y se traslada a Roma (Villa Massimo). Impresionado por Miguel Angel. 1934 - Max Liebermann le incita a trasladarse a Berlin, hacindolo y ocupando el taller del escultor fallecido August Gaul. Empieza a trabajar seriamente como autor de bustos. 1935 - Realiza el busto y la mascarilla de Max Liebermann. Exposicin individual en Colonia. 1936 - Medalla de plata en el concurso de escultura con motivo de los Juegos Olmpicos. Escultura "Dyonisos" y "Victoria" para las Olimpiadas. Escultura de "Prometeo" para el Ministerio de Educacin. 1937 - Maestro en la Escuela Superior de Bellas Artes de Berln. Empieza a trabajar en su obra "El guerrero herido". 1938 - Se inician los encargos oficiales, particularmente las esculturas del patio y los relieves de la rotonda de la Nueva Cancillera de Berln; los grandes relieves para el Arco de Triunfo, y las esculturas para la Plaza Redonda, dedicada a Apolo, tambin en Berln. Escultura "El heraldo". 1939 - Viaja a Italia. Esculturas: "El mensajero", "La fuerza", "La vida activa". Busto de Wagner. 1940 - Miembro de la Academia de Bellas Artes de Prusia. Gran Premio de Italia. Realiza el relieve "Los camaradas" y el "Apolo y Dafne". Busto de Albert Speer. 1941 - Realiza las esculturas "El hombre activo", "El pensador" y "El elegido". 1942 - Exposicin individual en 1'Orangerie, de Pars. 80.000 visitantes, entre ellos Maillol, Despiau, Cocteau, etc. Publicacin del primer libro sobre Breker: su autor, el tambin escultor Charles Despiau. La editorial, Flammarion. Visita de artistas franceses a Berln, entre ellos Drain, Vlaminck y Despiau. 1943 - Escultura "Flora"; bustos de Gerhart Hauptmann, Vlaminck, Serge Lifar. Visita a Maillol en Banyuls. Realiza el busto de Maillol. Ayuda a Dina Vierny, en Pars, que tiene problemas con los ocupantes, as como a otros

  • 39

    artistas franceses. Publicacin del libro de Heinz Grothe sobre Breker (Kanter Verlag) y del de Ewald Knig (Verlag der DAF - Pars). 1945 - La totalidad de su obra, que se encontraba en los talleres de Berln, de Wriezen sobre el Oder, y de Jckelsbruch, es destruida por las tropas americanas de ocupacin. Los pedazos son apilados en montones inmensos de escombros. Tras largos interrogatorios por los tribunales aliados, se instala en Baviera, en la localidad de Wemding. Sistemticamente boicoteado, no recibe ningn encargo ms. Es invitado por Pern y Franco a trabajar en sus respectivos pases, pero se le prohbe salir de Alemania. 1950 - Vuelve a Dsseldorf. Inicia sus trabajos de arquitectura, empezando por un encargo del grupo de seguros Gerling para Colonia. En los prximos aos realizar diversos edificios en Munich, Essen, Dsseldorf, etc. 1955 - Los nicos trabajos que puede realizar son bustos, que no exigen gran capital en material. 1960 - Igualmente, vuelve a dedicarse a los trabajos grficos, como litografas, que le imprime Fernand Mourlot en Pars. Vuelve a trabajar en su taller de Pars. Inicia una serie de pequeas esculturas figurativas muy formalistas y tendentes a la abstraccin, que abandona enseguida. 1963 - Retratos de Jean Cocteau y Jean Marais. 1964 - Retrato de Henry de Montherlant. 1968 - Retrato de Ezra Pound. 1970 - Se publican las memorias de Arno Breker: "Pars, Hitler et moi" (Edit. Presses de la Cit, Pars). Busto de L.F. Cline. 1972 - La galera Ediciones Marco, de Bonn, firma contrato con Breker para la promocin de su obra. Viaje a Marruecos. La editorial Podzun Verlag publica el libro "Bildnisse unserer epoche", recopilacin de bustos realizados por Breker en la postguerra, con ms de cien retratos distintos de las principales personalidades del momento. 1974 - El Museo Dal, de Figueras, expone el busto de Cocteau. 1975 En el 75 aniversario de Breker, se publica una carpeta "Homenaje a Arno Breker", con dedicatorias de Dal, Cocteau, Segonzac, Fuchs, P.Y. Trmois, Kempff, etc. (Editions Marco). Realiza el busto de Salvador Dal.

  • 40

    1976 - Realiza el busto de Franz Liszt, expuesto en los jardines del Festpielhaus de Bayreuth, cerca del de Wagner, del mismo escultor. Publicacin del libro "Arno Breker, el Miguel ngel del siglo XX" (Ediciones Thor, Barcelona). 1977 - Realiza el busto de Winifred Wagner. 1978 - Realiza el busto de Csima Wagner, tambin expuesto permanentemente en los jardines de Bayreuth. Busto de Werner Egk. Exposiciones individuales en Pars, Salzburg, Kevelar y Weiden. Escultura "Visin de Europa". 1979 - Realiza los retratos de Adenauer y Sadat. Se funda en Bonn la Asociacin Arno Breker. 1981 - Publicacin del libro "Arno Breker. 60 ans de sculpture" (Jacques Damase ed., Pars).

    ...Sin embargo, existen valores indestructibles y no se puede ser eternamente culpable! As, yo no puedo exponer porque soy culpable! Y si alguien me insulta, me injuria, en la prensa o en otra parte, no puedo defenderme, pues nunca encontrara un juez lo suficientemente valiente como para hacerme justicia. No existo! Tendr

    siempre la culpa! Como el vencido! Soy un vencido, eso lo explica todo!.

  • 41

  • 42

  • 43

  • 44

  • 45

  • 46

  • 47

  • 48

  • 49

  • 50

  • 51

  • 52

  • 53

  • 54

  • 55

  • 56

  • 57

  • 58

  • 59

  • 60

  • 61

  • 62

  • 63

  • 64

  • 65

  • 66

  • 67

  • 68

  • 69

  • 70

  • 71

  • 72

  • 73

  • 74

  • 75

  • 76

  • 77

  • 78

  • 79

  • 80

  • 81

  • 82

  • 83

  • 84

  • 85

  • 86

  • 87

  • 88

  • 89

  • 90

  • 91

  • 92

  • 93

  • 94

  • 95

  • 96

  • 97

  • 98

  • 99

  • 100

  • 101

  • 102

  • 103

  • 104

  • 105

  • 106

  • 107

  • 108

  • 109

  • 110

  • 111

  • 112

  • 113

  • 114

  • 115

  • 116

  • 117

  • 118

  • 119

  • 120

  • 121

  • 122

  • 123

  • 124

  • 125

  • 126

  • 127

  • 128

  • 129

  • 130

  • 131

  • 132

  • 133

  • 134

  • 135

  • 136

  • 137

  • 138

  • 139

  • 140

  • 141

  • 142

  • 143

  • 144

  • 145

  • 146

  • 147

  • 148

  • 149

  • 150

  • 151

  • 152

  • 153

  • 154

  • 155

  • 156

  • 157

  • 158

  • 159

  • 160

  • 161

  • 162

  • 163

  • 164

  • 165

  • 166

  • 167

  • 168

  • 169

  • 170

  • 171

  • 172

  • 173

  • 174

  • 175

  • 176

  • 177

  • 178

  • 179

  • 180

  • 181

  • 182

  • 183

  • 184

  • 185

  • 186

  • 187