arquitectura, amenazas y riesgos “naturales”...su cultura territorial lo que les permitía...
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ARQUITECTURA, AMENAZAS Y RIESGOS “NATURALES”:
UNA CUESTION DE HABITAT Y SUSTENTABILIDAD
MEMORIAS DE UN WORKSHOP
Pontificia Universidad Javeriana - Facultad de Arquitectura
Departamento de Arquitectura
Compilador: Otto Francisco Quintero Arias
Marzo 28 – Abril 1 de 2011
Resumen
Dada la alta vulnerabilidad de la población colombiana frente a los fenómenos naturales,
que se manifestó de forma contundente en el año 2010, es necesario que el campo de la
arquitectura, como conocimiento desde el cual se conciben y proyectan los ámbitos físico-
espaciales que constituyen la plataforma esencial para el desenvolvimiento de la sociedad,
se adelante una profunda reflexión del papel que esta actividad profesional puede y debe
desempeñar en la búsqueda de respuestas a una situación que año tras año tiende a
agravarse.
Este documento presenta los resultados de un trabajo adelantado por estudiantes y docentes
de la Carrera y Departamento de Arquitectura dentro de esta línea de reflexión. El trabajo
se enfocó sobre tres aspectos, 1) el manejo y comprensión del concepto de vulnerabilidad,
2) la caracterización del área de la Mojana al interior de la depresión Momposina – zona
escogida para llevar a cabo la territorialización de la reflexión - con respecto a su situación
de vulnerabilidad y, 3) el desarrollo de propuestas acerca de los enfoques que desde la
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arquitectura entendida como proyecto territorial se podrían implementar para responder a
las condiciones en las que se encuentra La Mojana; finalmente el profesor Luis Fernando
Londoño expone algunos aspectos centrales que se pueden derivar de esta experiencia.
A partir del trabajo desarrollado se formula una propuesta al Departamento y a la Carrera
de Arquitectura para llevar a cabo un ejercicio integral sobre esta área durante el segundo
semestre del año en curso que pueda convocar algunos de los proyectos de segundo ciclo,
utilizando lo elaborado durante este Worshop y profundizando en la dimensión del
HABITAT SUSTENTABLE, base del ejercicio de la arquitectura en el siglo XXI.
Inundaciones en la Mojana. Fuente: Gobernación de Bolívar. Tomado de www.bolivar.gov.co. 26/3/2011
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INTRODUCCIÓN
Colombia cuenta con una inmensa riqueza de ecosistemas hídricos, riqueza que en el
transcurso del siglo XXI cobrará una importancia cada vez mayor dada la crisis de agua
potable que se extiende sobre el horizonte planetario a mediano plazo. Sin embargo el
sistema hídrico del país viene siendo afectado de forma progresiva por intervenciones
antrópicas con efectos de entropía creciente, que han generado: deforestación de cuencas,
erosión de cauces, contaminación de diferente índole y reducción de caudales, entre otros.
A lo largo los últimos 20 años el país ha sufrido una gran cantidad de eventos – “desastres
naturales” - terremotos sobre el área del Cauca y Eje Cafetero, y continuas situaciones de
inundación en épocas invernales, entre otros. Estos eventos unidos a una situación de
guerra interna ubican al país en el segundo lugar de mayor cantidad de población
desplazada interna en el mundo. Según las cifras oficiales de Acción Social, el número
asciende a 3,3 millones de personas, para la Consultoría para los Derechos Humanos y el
Desplazamiento – CODHES - la cifra llega a los 4,9 millones de personas (Andina
Migrante,2010)
Son los sectores más pobres de la sociedad que han ocupado las rondas hídricas y áreas de
alta vulnerabilidad quienes sufren las mayores consecuencias de estos desastres, que como
anota el profesor Gustavo Wilches Chaux experto en el tema, no son tan naturales como
parecería: “o sea que no es la naturaleza la que los genera, sino que nosotros creamos las
condiciones para que la naturaleza pase una cuenta de cobro que tiene que pasar tarde o
temprano” (Revista Semana, martes 18 de enero de 2011)
Los recientes eventos del 2010 que han afectado a cerca de 2.325.479 personas, 355.983
viviendas en 789 municipios –, en 28 departamentos (SNDAP, Marzo 2010), son solo parte
de una condición de características estocásticas, procesos vinculados a una sucesión de
múltiples variables que evolucionan unas en función de otras conformando una situación
caótica de alta complejidad, que ya es permanente en el país.
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Sin embargo, como anota Yann Arthus-Bertrand director de la película HOME: “no es hora
de ser pesimistas”. El arquitecto contemporáneo como profesional comprometido con la
búsqueda de alternativas sustentables para el hábitat de la sociedad actual, se encuentra
llamado a enfrentar situaciones y problemáticas cada vez más complejas. Las Facultades de
Arquitectura tienen una responsabilidad ética y moral frente a su formación y de brindar el
conocimiento y el abordaje disciplinar de estos problemas.
Colombia.
Zonas inundadas en el año 2010
Fuente. Documento País, Sistema
Nacional de Prvención y Atención de
Desastres, 2010, pg 26.
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Dentro de ese marco la Facultad de Arquitectura y Diseño a través de su Departamento de
Arquitectura tuvo la iniciativa de promover un Workshop con el fin de llevar a cabo una
reflexión que brindará aportes en la búsqueda de respuestas y soluciones a esta
problemática en expansión. El presente documento presenta la síntesis del desarrollo del
workshop y de los trabajos elaborados.
El área de estudio fue la de la Mojana, en la Depresión Momposina, teniendo en cuenta que
la particular circunstancia de esa área sintetiza las problemáticas que nos llama a enfrentar
el cambio climático que ha generado, en parte, la situación que ha vivido el país durante el
año 2010. Participaron los Proyectos de segundo ciclo de, Ciudad-Región, Eco-Social y
Patrimonio – Mompox, con un total de setenta y un estudiantes, cuatro estudiantes de la
Maestría en Planeación Urbana y Regional, siete docentes, y cinco especialistas externos
que fueron invitados como conferencistas, Gustavo Wilches Chaux, Aura Yolanda Díaz,
Alejandro Franco, Sandra Zabala y María Elena Vélez.
1. PLANTEAMIENTO Y MARCO DE REFERENCIA
Además de los datos de población afectada ya presentados, los eventos del 2010 generaron
315 muertos, 294 heridos y 63 desaparecidos, afectaciones en 79 puentes vehiculares, 135
peatonales, 298 acueductos, 226 centros de educación y 38 centros comunitarios, entre
otros (SNDAP, Marzo 2010). Estas cuantificaciones son solo una confirmación de que nos
enfrentamos a un serio problema de sustentabilidad de hábitat dada la alta vulnerabilidad de
las formas de ocupación que hemos desarrollado, temas que atañen de forma particular al
oficio de la arquitectura.
Si por un lado la naturaleza posee unas dinámicas que permanentemente están
transformando la condición de los territorios, movimientos telúricos, volcanes, temporadas
de lluvias y secas, entre otras, por otro las acciones antrópicas han modificado en gran
manera estas condiciones “naturales” con sus procesos de ocupación y explotación de
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recursos. Esta combinatoria ha generado una condición de riesgo latente en la mayor parte
del globo terráqueo frente al cual la única alternativa es la de establecer acciones y
mecanismos mediante los cuales podamos conocer, prever y disminuir la vulnerabilidad a
la que los entornos antrópicos se encuentran sometidos. En palabras del profesor Wilches
Chaux se requiere establecer un hábitat bajo condiciones seguras de habitabilidad, es decir
buscar que la dinámica de la naturaleza y las dinámicas de las comunidades humanas se
entrelacen e interactúen de forma tal que la segunda, que puede ser sometida a manejo y
control, se adapte a la primera, que solo puede ser registrada y observada.
La Seguridad Territorial, interacción entre naturaleza y cultura, consiste en establecer “las
condiciones que propicien el desarrollo de las capacidades humanas que fortalezcan la
integridad y diversidad de los ecosistemas” (Wilches Chaux, 2011), incluido el antrópico.
Son siete los temas a los que hace referencia el profesor Chaux: a) Seguridad Ecológica
cuyas bases se soportan en el artículo 79 de la constitución nacional, y hace el llamado
sobre la preservación de los ecosistemas que garantizan la biodiversidad, b) Seguridad
Ambiental que tienen que ver con la precaución de la sustentabilidad de los servicios
ambientales – agua y aire, entre otros, c) Seguridad Social que se relaciona con las
necesidades básicas del ser humano – vivienda, educación, salud, etc, d) Seguridad
Económica con respecto a la capacidad de la población para generar los ingresos necesarios
para su vida, e) Seguridad Energética que se refiere al acceso a fuentes de energía, f)
Seguridad Jurídica que atiende a la pertenencia a un estado de derecho que garantiza los
derechos y deberes de todo ciudadano, y g) Seguridad Alimentaria que busca la no
dependencia de los recursos alimentarios que requiere la población del país, seguridad que
desde 1988 Colombia ha venido perdiendo.
Lo anterior no implica la no existencia de amenazas pero si disminuye la vulnerabilidad y
genera sujetos que afectiva y emocionalmente poseen una alta condición de resilencia
lograda por medio del establecimiento de una malla relacional que permite la recuperación
de cualquiera de los puntos singulares en su interior dado que actúa como un solo conjunto
y cualquier afectación es resuelta a través del restablecimiento de su contacto con la malla.
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A manera de cómo actúa la acupuntura, lo importante es determinar adonde se debe colocar
la aguja que restablezca las relaciones del organismo afectado, un territorio seguro es
garante de unas familias seguras.
Esto ya lo poseían las comunidades ancestrales y populares, era parte de su identidad y de
su cultura territorial lo que les permitía desarrollar una convivencia en armonía con las
circunstancias del territorio en el cual habitaban. La recuperación de ese tipo de identidad
dentro de la situación del mundo contemporáneo requiere, además de establecer las
condiciones de equidad y seguridad básicas, emprender procesos de investigación, de
hibridación de conocimientos tradicionales, dentro de los cuales se pueden identificar
saberes milenarios contra el cambio climático, y contemporáneos, dado que ante la
complejidad creciente del mundo actual los procesos adaptativos tradicionales de vertiente
endógena tienen sus límites y es necesario incorporar a ellos saberes y desarrollos
tecnológicos que ya hacen parte de la biopolítica planetaria. (Niño, 2011)
El profesor Niño anota la importancia de enfrentar la amenaza desde un cambio del patrón
cultural en donde prima lo determinista y lo estático hacia agenciamientos estéticos que
permitan enfrentar la simbiosis de cambio integrando saberes culturales, científicos y
técnicos. Se impone el desarrollo de estrategias pedagógicas y de comunicación que
conviertan a las comunidades en sujetos capaces, de nuevo, de manejar las condiciones de
incertidumbre creciente de forma solidaria, usufructuando el valor de la diversidad que
ofertan sus hábitats a través de procesos innovativos, ese es el reto que es preciso asumir.
Es dentro de esta perspectiva que se hace necesario la constitución de proyectos territoriales
en concordancia con las características y circunstancias de la condición natural sobre la
cual se implantan. Diseñar un territorio seguro que brinde las condiciones para solventar las
inequidades existentes a través de modelos territoriales adaptativos capaces de responder de
forma adecuada, en términos prospectivos, a las dinámicas ecológicas y culturales
existentes y en curso.
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Lo anterior implica un aprendizaje sobre la prevención desde el fortalecimiento de las
capacidades humanas y técnicas locales y la creación de esquemas mentales de
cooperación y educación que puedan responder a las diversas situaciones de amenaza que
se presenten. Las bases ya están dadas, Colombia ha venido creando desde 1974, cuando se
produce el Código Nacional de Recursos Naturales bajo el gobierno de Alfonso López, una
amplia legislación sobre el tema, sin embargo en términos prácticos la cultura nacional no
ha sabido apropiar y poner en práctica todo lo allí consignado y en el lapso transcurrido
entre 1974 y el 2010 los eventos naturales han afectado 940.000 viviendas además de
numerosas infraestructuras de servicios básicos y comunitarios con un costo
económicamente muy alto para un país de bajos recursos como el nuestro. (Londoño, 2011)
2. LA MOHANA: La Poética del Agua
Es indudable que uno de los servicios ambientales más preciados del planeta que proveen
los ecosistemas naturales es el agua, de la cual Colombia posee una riqueza excepcional,
riqueza que sin embargo ha venido en grave proceso de deterioro y destrucción, por la falta
de una geopolítica de decidida protección y conservación, que coloca al país con un alto
grado de incertidumbre al respecto hacia el futuro.
De acuerdo con la profesora Yolanda Díaz la crisis del agua, por lo menos en Colombia, se
encuentra más del lado de la gestión que de la escasez. La gestión que tiene que ver con la
disponibilidad, acceso, uso, control, calidad y cantidad del elemento, sin olvidar el valor
cultural y simbólico que posee para numerosos grupos culturales, y el enfrentamiento entre
las decisiones económico-políticas con la condición ambiental. (Díaz, 2011)
La periodista María Elena Vélez, editora de la revista Poder, hace énfasis en que frente a
los procesos de cambio climático la preservación de este servicio se convierte en
fundamental, lo que conlleva necesariamente a una política sobre bosques, páramos, red
hídrica, manejo de vertimientos industriales y humanos, técnicas de cultivo y sistemas de
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riego, entre otras. Políticas que deberían estar presentes en cualquier decisión que se tome
sobre el territorio, es decir que atañen directamente al ejercicio de la arquitectura entendida
de forma integral como proyecto territorial, decisiones para las cuales ya existe un marco
preliminar elaborado por el INAP que es el programa piloto nacional de adaptación al
cambio climático para ecosistemas de alta montaña e islas del Caribe que lideran el Ideam,
Invemar y Coralina - corporación ambiental del archipiélago de San Andrés y Providencia,
bajo la responsabilidad del Instituto Nacional de Salud. (Vélez, 2011)
Para el caso específico de este workshop, la situación de vulnerabilidad de la zona de
Mojana con respecto a la circunstancia acuática en la que se encuentra inmersa, el profesor
Niño propone un enfoque desde la poética del agua que conduzca a enfrentar dicha
circunstancia no como una fatalidad sino como una oportunidad.
El antecedente lo encontramos en la cultura Zenú, cultura anfibia perfectamente adaptada a
las condiciones de inundación periódica a la que estaba sometido el valle en cual habitaban,
con obras de ingeniería excepcional, excavación de canales para drenaje del agua durante el
período de lluvias con la subsecuente creación de jarillones cultivables y el desarrollo de
una red de caminos en zonas altas de las planicies que garantizaban la conexión de sus
cuatro principales asentamientos y los poblados menores durante dicha estación, entre
otros, a través de las cuales pudieron generar una condiciones de habitabilidad con todas las
seguridades, en un medio sometido a una permanente dinámica de cambio. Por cerca de
2.000 años en un territorio que llegó cubrir las seiscientas mil hectáreas, 6.000 Km2, se
logro mantener el hábitat hasta que las dinámicas poblacionales y las sequias prolongadas
sobrepasaron su dispositivo de adaptabilidad sobre el siglo XII d.C.
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Por los canales del Zenú. Fuente Museo del oro, Banco de la República - Colombia
Las condiciones señaladas permiten pensar que el área de la Mojana posee la situación
requerida para establecer un ejercicio de prospección acerca de las implicaciones del
cambio climático, sus efectos sobre el aumento de la situación de vulnerabilidad y amenaza
del hábitat de una región y las posibles respuestas que desde el proyecto de arquitectura se
puedan desligar de esa situación.
Se trata de un ámbito en el cual la población que lo ha ocupado durante los últimos cientos
de años había desarrollado, a pesar de todas las precariedades que puedan subsistir, un
dispositivo cultural de modo de vida lacustre desde el cual se ha podido adaptar a la
cambiante situación del área.
La habitabilidad adaptativa permitía que la población subsistiera de una economía mixta
que se adecuaba según estaciones lluvia y seca. En la primera se vivía del pescado, y de los
alimentos – especialmente arroz – que se había cultivado durante la estación seca, además
de que la pesca brindaba los recursos monetarios necesarios para la obtención de los
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productos que requerían las familias del mercado externo, su movilidad era totalmente
acuática. Durante la estación seca se cultivaba la tierra, se poseían algunas especies
animales, cerdos y gallinas principalmente, con los cuales se alimentaban y se generaban
los recursos monetarios. En medio de grandes precariedades por falta de servicios sociales,
asistenciales y de infraestructura que el estado nunca supo ni quiso proveer, la población
poseía una circunstancia de vida que le permitía una sobrevivencia básica (Franco, 2011).
Los cambios generados por el sistema de asentamientos sobre la zona de la cordillera
andina con la acumulación de todo tipo de afectaciones sobre los principales ríos tributarios
de la Depresión Momposina, Cauca y Magdalena, con la destrucción de bosques y
contaminaciones múltiples entre otras, y el desarrollo ganadero en las sabanas de los ríos
Sinú y San Jorge con la destrucción de capa vegetal y ecosistemas endémicos, lograron en
el curso de los siglos XIX y XX modificar las condiciones ecosistémicas de todas las
cuencas tributarias de esta área, impactando los nichos ecológicos desde los cuales la
población de la Mojana generaba sus niveles de seguridad mínima. El pescado se acabó, los
niveles de agua sin control en sus bordes se expandieron mucho más cubriendo mayores
zonas que antes servían para cultivos, situación que con el cambio climático generado ahora
desde la escala global tiende a empeorar, los sistemas adaptativos preexistentes ya son del
todo insuficientes y la población por si misma no puede enfrentar la situación actual, de
forma tal que los niveles de pobreza e inequidad han aumentado vertiginosamente.
Adicional a lo anterior, es una zona fragmentada en lo político administrativo, no existen
políticas integrales y concertadas en los diferentes niveles de decisión, nacional,
departamental, municipal y de las corporaciones regionales, a pesar de que en el plan de
desarrollo del primer período de gobierno de Alvaro Uribe 2002 – 2006 se expidió la Ley
812 de 2003 que determinaba la cuenca como unidad de gestión ambiental. Sin embargo, es
posible buscar la sostenibilidad del área entendida como: “La preservación dinámica de la
identidad en medio de sucesivos cambios” (Gallopin citado por Franco,2011), en la
combinación de procesos metodológicos que busquen combinar el conocimiento vernáculo
todavía existente con procesos de investigación contemporáneos.
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En el ejercicio elaborado por el ingeniero Alejandro Franco en su trabajo de grado de
maestría sobre el: “Diseño Integral del Agua en la Mojana” se elaboró un estudio
prospectivo de este territorio a partir de autómatas celulares que combinan la “minería de
datos”, exploración de saberes tradicionales que cubrían aspectos productivos, de análisis
estacional, gráficos históricos y matrices de valoración, con procesos de modelación
hidrodinámica autoregresiva, multivariable y geográficos, a través de mapas
tridimensionales. En el cruce de los datos se pudieron verificar coincidencias entre la
información generada desde la comunidad y los procesos científicos lo cual permite
establecer la suficiencia y calidad de los datos obtenidos desde los saberes tradicionales.
Los resultados permiten prospectar lógicas de poblamiento, densidades, áreas cubiertas por
procesos de inundación, modelar producciones agrícolas y de pesca, y podrían dar pie para
establecer algunas políticas que orienten los procesos de construcción territorial hacia el
futuro que permitan restablecer una economía mixta de autoconsumo que garantice la
seguridad alimentaria con algunos excedentes (Franco, 2011) , y la elaboración de modelos
de hábitat en acuerdo con las futuras circunstancias del área.
La forma de hábitat de la Mojana representa una experiencia cultural singular de alto valor
que en un proceso de cualificación y mejora de las condiciones territoriales podría llegar a
constituirse en un modelo de paisaje cultural anfibio de valor patrimonial a nivel global. De
hecho la existencia en su interior de un asentamiento de las calidades de Mompox, ya
declarado patrimonio de la humanidad en un primer elemento en esa dirección.
De este asentamiento vale la pena resaltar la importancia de su papel histórico durante toda
la época de la colonia como ciudad hermana de Cartagena, rol que perdió en el siglo XIX
en razón precisamente a la modificación de la condición de navegabilidad del río
Magdalena en su entorno, circunstancia que lo sumió en el olvido durante algo más de 100
años, gracias a lo cual pudo conservar incólume su paisaje urbano y gran parte de las
edificaciones de la época mencionada, elementos de gran relevancia en la actualidad como
testimonios de un proceso cultural en el que se conjugan los elementos artificiales con los
naturales. De hecho el Plan Especial de Manejo Patrimonial elaborado por la arquitecta
Sandra Zabala en el año 2008 busca resaltar esas características. Sin embargo la población,
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al igual que le sucede al área de la Mojana, se encuentra en graves dificultades en su
perspectiva de futuro, sin actividad económica que garantice la sostenibilidad de sus
habitantes, año tras año viene perdiendo población, no hay capitales para mantener y
rescatar el valioso patrimonio inmueble y mueble existente, con falta de servicios públicos
adecuados, y ahora amenazada por el aumento de los niveles de inundación. Se requiere de
la construcción de una visión prospectiva creativa e ingeniosa que sepa colocar sus valores
locales dentro de la demanda global que busca este tipo de entornos. (Zabala, 2011)
El rescate de Mompox no es independiente del rescate de la Mojana ni del manejo integral
que necesita la Depresión Momposina como conjunto. Solamente a través de un proyecto
territorial que sepa integrar y usufructuar los valiosos valores inscritos en cada una de esas
escalas, desde una perspectiva de construcción de paisaje cultural integrado a una “poética
del agua”, se podrán abrir los caminos para establecer los procesos de cambio imperiosos
para la recuperación de todos y cada uno de los elementos de este importante territorio.
Es justamente desde este enfoque que se elaboraron los trabajos desarrollados por los
estudiantes que se presentan a continuación.
3. VISIONES EN UN PAISAJE HABITABLE ANFIBIO
Los trabajos elaborados por grupos en donde se mezclaron estudiantes provenientes de los
diferentes proyectos participes, se llevaron a cabo dentro de una dinámica en la cual a
través de los saberes y “experticia” de cada mirada se construyeron visiones singulares en
un proceso de alto valor pedagógico. Se abordaron tres temas: a) conceptualización de lo
que significa e implica el hábitat frente a la vulnerabilidad, b) caracterización general del
área desde una perspectiva de vulnerabilidad y c) propuesta de enfoque para responder a la
situación identificada.
a. Hábitats y Vulnerabilidad
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EL HÁBITAT HUMANO, lejos de ser algo homogéneo, simple y único, cambia en
relación con el territorio, visto éste desde lo más simple a lo más complejo. Desde esta
perspectiva, no hay en la concepción del hábitat una “verdad objetiva” que refleje la
realidad en su totalidad. Lo que encontramos son aproximaciones relativas al tipo de
territorio donde se desee intervenir (Giraldo, 2009).
Se pueden identificar las formas de hábitat de acuerdo a como interactúan los factores y
elementos naturales y artificiales que intervienen en un territorio junto a las personas que
viven en el mismo, que lo habitan. Entender los cambios y dinámicas de un territorio y
adoptarlos como factores dentro de la forma de vida hace parte del espectro de la
habitabilidad, es decir de las relaciones entre ecosistemas artificiales generados por el
hombre y ecosistemas naturales que son afectados por los cambios impuestos por este. Es
posible identificar puntos o aspectos en los cuales la habitabilidad se encuentra
desequilibrada, donde no hay conexiones o las interrelaciones se encuentran en conflicto,
estos son indicadores de sensibilización y búsqueda para encontrar las posibles formas de
restablecer o crear la integración entre los elementos naturales y los ecosistemas antrópicos,
y poder orientar la intervención del hombre de forma adecuada. A partir de la identificación
de elementos micro que se encuentran en el territorio, se puede crear una mirada
prospectiva de lo que se podría realizar, creando múltiples futuros a partir de una realidad
única.
La vulnerabilidad no es un asunto del territorio, este en si mismo no es vulnerable, la
vulnerabilidad se refiere al grado de afectación que puede tener la población que lo ocupa
de acuerdo con las condiciones de hábitat y de habitabilidad que hayan logrado establecer,
o visto desde la perspectiva de la seguridad, los niveles de seguridad que hayan podido
alcanzar.
El primer tema a abordar es el de las necesidades básicas, un territorio será vulnerable si no
tiene acceso a los siguientes servicios: agua potable, eliminación de excretas, energía
eléctrica y conectividad a y entre sus centros poblados. Se considera que la satisfacción de
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estas carencias, constituyen el primer nivel de prioridad para que las familias puedan
habitar el territorio con unos mínimos de seguridad.
Además de lo anterior la vulnerabilidad definida como el agente desde el cual una
comunidad expuesta a una amenaza puede ser afectada, depende de varios factores:
• El grado de exposición que tiene la población con respecto al tipo de área que
ocupa: zona de ribera de los ríos que se encuentra sujeta a situaciones de inundación
cuando las aguas crecen o terrenos con fallas geológicas, entre otras.
• El grado de incorporación en la cultura y en los conocimientos que permita a los
pobladores reconocer las amenazas y el modo de organización de su hábitat, lo que
se entiende como definición del sistema organizacional de las territorialidades, y la
orientación de las instituciones del estado y de las organizaciones no
gubernamentales frente a posibles eventos.
• La condición y calidad del diseño y de la construcción de los inmuebles, en
particular de las viviendas y la disposición de las áreas libres para efectos de
evacuación y atención post-evento.
• Capacidad de las instituciones para prestar apoyo tanto a nivel preventivo como en
respuesta a un evento.
• La presencia de ciertos atributos y condiciones individuales y familiares tales como:
sexo, edad, discapacidad, y desempleo, entre otras. Cada condición genera una
capacidad específica para enfrentar las amenazas y los posibles eventos y la
habilidad para adaptarse a nuevas situaciones, de ahí la identificación de capas de
población de acuerdo con sus niveles de vulnerabilidad. También existen factores
contextuales o características del territorio que hacen más propensos a los
individuos y familias a enfrentar circunstancias adversas para el desarrollo de su
hábitat, su inserción social y desarrollo personal, aumentando o no los riesgos.
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• Los espacios habitados también pueden constituirse en factores de vulnerabilidad
cuando no cuentan con las condiciones apropiadas que aseguren el normal
desenvolvimiento individual, familiar, comunitario y social.
Niños de la Mohana Foto: Estudiantes Proyecto de Patrimonio
En síntesis se podría establecer la vulnerabilidad desde: a) la incapacidad que tiene la
población y los organismos del estado para identificar la forma de hábitat que es necesario
disponer en un territorio de acuerdo con sus características y evitar la ocupación de áreas
frente las cuales no es posible generar respuestas de hábitat capaces de adaptarse a las
condiciones de estas, b) la carencia de recursos preventivos destinados a mitigar la
posibilidad de que se generen emergencias y desastres y a la imposibilidad de atenderlos
cuando estos ocurren y, c) la falta de acción por parte de las personas afectadas para
establecer sinergias comunitarias y con los organismos encargados de atender los eventos,
que es un condición inducida desde un estado paternalista que no motiva la autogestión de
las comunidades.
Es necesario entender que los territorios son sistemas dinámicos en permanente situación de
no equilibrio que implican establecer canales de intercambio de información constantes que
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permitan la emergencia – aparición espontánea - de nuevas formas de adaptación dentro de
un proceso de innovación permanente tanto por parte de las comunidades como por parte de
las entidades de gobierno y gestión que generen comunidades con niveles crecientes de
auto-organización capaces de crear procesos elípticos continuos de renovación – evolución
y crecimiento.
b. Caracterización del Área.
La Mojana es un paisaje fisiográfico que hace parte de Depresión Momposina, gran cuenca
sedimentaria activa de 24.650 km2, localizada entre la llanura Caribe y las estribaciones de
las serranías de Ayapel, San Lucas y Perijá. Comprende los tramos bajos de los ríos San
Jorge, Cauca, Cesar – Ciénaga de la Zapatosa, y su confluencia con el Magdalena, en los
departamentos de Córdoba, Sucre, Bolívar, Magdalena y Cesar; concentra alrededor del
80% del total de las ciénagas del Caribe en donde todos los ecosistemas de planicie son
afectados por el sistema hídrico de los ríos.
Administrativamente La Mojana comprende catorce municipios de cuatro departamentos,
se encuentra en jurisdicción de los municipios de Caimito, San Benito Abad, La Unión de
Sucre, Majagual, San Marcos, Sucre y Guaranda en el departamento de Sucre; Ayapel,
Pueblo Nuevo y Buena Vista en el departamento de Córdoba; Achí y Magangué en el
departamento de Bolívar y Nechí en el departamento de Antioquia.
Área ocupada por la etnia Zenú que a la llegada de los españoles ya había desaparecido. La
corona española estableció el dominio en tierras americanas con base en unos pocos
asentamientos de blancos como fue el caso de Mompox. Hacia el año 1600, Santa Cruz de
Mompox empezó a consolidarse como el centro de comercio y de gobierno de la zona,
gracias a la navegabilidad del río Magdalena. Sobre esta isla convergían los ríos de Cauca,
San Jorge y César, únicas rutas fluviales por las cuales se llegaba al interior del Nuevo
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Reino de Granada, lo que convirtió a Mompox en un importante puerto de escala para
viajeros y mercancía durante todo el período de la colonia.
Playones, zonas
de desborde
Ciénagas
Terrazas bajas
drenadas Colinas
Terrazas altas MOMPOX
La Mojana. UN Periódico en www.unperiodico.unal.edu.co
Contextos Regional y Subregional
Elaboración Diana Echeverri, Proyecto Ciudad -Región
MAGANGUE
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En 1820 se dio instrucción para que se despachara a Mompox la Compañía Granaderos,
para combatir a los españoles. El combate se dio sobre la zona de los puertos de Nechí y
Majagual, fue el episodio más importante en la lucha por la libertad en la región. Sobre
repartos de tierras en fincas medianas y pequeñas a finales del siglo XIX se originaron las
grandes haciendas con la concentración de la tierra en manos de una élite mercantil que
coexistió con pequeñas propiedades de finqueros y terrazgueros. Algunas de esas haciendas
se ampliaron con las invasiones hacia terrenos baldíos de los playones y ciénagas.
Los brazos de los ríos formaban entre si lagunas de diverso tamaño, estos al igual que sus
canales de comunicación eran sujetos a variaciones continuas en su curso. A comienzos de
1860 el río Magdalena, cerca de la desembocadura del río Cauca, había dejado casi por
completo su lecho para forjar su corriente a través de un antiguo brazo lateral, el de Loba.
Solamente con alto nivel de agua los vapores podían seguir el anterior brazo principal con
lo que la ciudad de Mompox, durante mucho tiempo la más importante en el trayecto entre
Barranquilla y Honda, entró en decaimiento a consecuencia de este fenómeno. La población
de Magangué emplazada en la parte inferior del Cauca, hoy unida con el Magdalena, ganó
importancia y se convirtió en el centro de esta área.
En esta población se encuentran las principales productoras de arroz que cuentan con cuatro
molinos los cuales producen 20.000 toneladas anuales, dos empresas de producción láctea
con capacidad para 75.000 litros por día, un matadero que sacrifica 30 reses cada día, y un
picadero de yuca; por otro lado en Majagual y Sucre también existen molinos para la
producción de arroz pero en menor cantidad.
El sistema hídrico de la región vinculado con el río Magdalena se constituye el sistema de
comunicación hídrico más importante del país, este puede ser utilizado durante todo el año
hasta la población de la Dorada en el departamento de Cundinamarca. El principal papel
regional de la Mojana ha sido de carácter ambiental, se trata de la formación de un delta de
amortiguación hídrica para la regulación de inundaciones, el complejo sistema de
humedales facilita el manejo de los ciclos de inundación y propicia un hábitat vital para la
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fauna y flora que generan una gran riqueza de biodiversidad – se cuentan por centenares las
especies de fauna: monos, tigrillos, osos hormigueros, perezosos, ponches, ñeques,
armadillos, garzas, patos, cormoranes, pericos, loros, babillas, iguanas, galápagos, boas,
bagres, barbules, coroncoros, mojarras, bocachicos, entre otros (Neotrópicos, 2009) y las
condiciones para establecer una importante reserva alimentaria para la población, aunque el
medio presenta evidentemente ciertas dificultades para su manejo; a pesar de estas
condiciones favorables en la actualidad los niveles de vulnerabilidad de la población son
muy altos.
Con una población de 436.209 habitantes abundan la pobreza y la miseria. Los indicadores
se encuentran entre los más altos del país: NBI del 85 % y miseria del 57 %, frente al 60%
y 30 % en la nación. La tasa de analfabetismo se ubica entre el 30% al 40 %, frente a un
8,1% del país.
La población urbana es del 52% y el 48% rural, los servicios públicos de agua potable y
alcantarillado son prácticamente inexistentes en zonas rurales, en términos de recolección y
disposición de residuos sólidos solamente tres municipios poseen este servicio, Maguangué,
San Marcos y San Benito; esta carencia ocasiona un alto impacto en el medio ambiente
puesto que la disposición final de las aguas negras y residuos sólidos afecta los ecosistemas
de la región. Igualmente se presentan deficiencias en infraestructura de comunicación. En
términos de transporte el servicio público es relativamente bueno.
El 69,7% de la población no posee vivienda con las condiciones adecuadas para un hábitat
mínimo que responda a las condiciones en donde se ubica, un medio acuático al cual se
requiere responder bajo parámetros diferentes que a un medio terrestre. La mitad de los
acueductos se abastecen de ríos, ciénagas y caños, los cuales tienen un alto grado de
contaminación por microorganismos que causan enfermedades como diarreas agudas y
afecciones en la piel. Hay falta de educación y se presentan problemas intrafamiliares
debido al gran tamaño de los núcleos familiares.
En la Depresión confluyen las vertientes de tres ríos, Magdalena, Cauca y San Jorge, con
un cauce que representa el 23.26% del de todos los ríos de Colombia, son 487.000.000 m3
21
por año. Los ecosistemas de la Mojana son tres, el hídrico con 170.211 há. 32,9 % del área
- el transicional con 91.486 há. 17.7% del área, y el terrestre con 255.186 há, el 49.4%,
para un total de 516.883 Há. Sus límites son, al este el río Cauca, al oeste el río San Jorge,
al norte el brazo de Loba del río Magdalena y al sur las tierras altas de Caucacia y Ayapel,
también comprende el sistema orográfico de las cordilleras central y oriental con pisos
térmicos y climas variados, además de la fauna y la flora de montaña lo que produce una
gran diversidad de la potencial base productiva.
Población de Nechí. UN Periódico Elaboración propia sobre datos DANE 2005
La economía es básicamente de carácter artesanal, con ausencia de políticas
gubernamentales y de recursos e infraestructuras que permitan superar una dimensión de
supervivencia básica. La principal actividad que se extiende sobre 470.000 há es la
agropecuaria con el 88 % del total, la agrícola representa el 10%, la mixta el 35% y
pecuario el 43%, el 12% restante esta dedicado a la pesca y a actividades domésticas. Los
principales cultivos son arroz, cultivos perennes, arboles maderables, yuca amarga, caña de
azúcar. La zoocría y la pisicultura se encuentran ausentes.
Dadas las dificultades de acceso terrestre el área se encuentra relativamente aislada de su
entorno geográfico y al interior de la Mojana las áreas rurales se encuentran igualmente
aisladas de los núcleos urbanos desde los cuales se prestan algunos servicios de salud y
educación.
Sin unos medios de transporte adecuados a las condiciones del territorio, aunque existe una
combinación de transporte terrestre con el fluvial pero sin una estructura que responda de
22
forma eficiente al medio geográfico, con siete meses al año de período de lluvias durante
los cuales prima un transporte fluvial deficiente, se generan problemáticas para la atención
de la población, para el acceso de esta a servicios dotacionales y para la comercialización
de productos y la creación de circuitos económicos sostenibles.
El aumento de los niveles de precipitación, en parte generados por los efectos del cambio
climático global unido a las acciones de deforestación para implantación de la ganadería
extensiva, devastación de riveras de ríos que confluyen en la zona y contaminación de las
aguas, entre otros, han vulnerado de tal forma las condiciones ecosistémicas que todas las
dinámicas naturales se han incrementado, alterando los procesos de adaptabilidad de la
población. Ha habido una disminución drástica de áreas cultivables, del tiempo necesario
para las cosechas - generando el monocultivo de arroz - que agota más pronto los suelos,
afectando los ciclos de vida de la fauna silvestre que empobrecen la riqueza pesquera de
antaño, pérdidas de aguas en los playones y en las ciénagas, y en general se viene
estableciendo un uso inadecuado de todo el sistema hídrico en la medida que se desconocen
sus nuevas dinámicas que ya no corresponden a los ciclos climáticos tradicionales: enero-
abril: temporada seca, mayo – agosto: transicional y, septiembre – diciembre: temporada de
lluvias.
La Gran Planicie. Fuente ONG Neotrópicos en www.neot´ropicos.org
23
En síntesis la Mojana se ha convertido en un territorio en donde sus habitantes se
encuentran en una situación de alta vulnerabilidad no por las características intrínsecas del
área sino en razón a la confluencia de una serie de situaciones provenientes de diferentes
ámbitos relacionales, es decir, multiescalar, que se han generado especialmente durante la
segunda mitad del siglo pasado y que han venido modificando radicalmente las condiciones
ecosistémicas llevándolas a situaciones críticas frente a las cuales los procesos de
adaptabilidad “natural” ya no son suficientes.
c. Propuestas: Hacia la búsqueda de un hábitat sustentable
La propuesta que aquí se presenta representa la compilación de los trabajos realizados
durante el workshop, que son resultado de la interacción entre estudiantes, grupo de
docentes, y estudiantes de la Maestría. La redacción se ha adaptado para poder ordenar y
articular las diferentes propuestas en un solo cuerpo a partir del contenido de las
presentaciones realizadas por los estudiantes.
Inundaciones y Proyecto Sostenible para la Mojana - PNUD. Imagenes de El Universal y El
Espectador
Problemática: El desempeño social en el territorio de la Mojana posee insuficiencias
estructurales que no le permiten responder de forma efectiva, con procesos de adaptabilidad
del hábitat, a las crecientes transformaciones ecosistémicas que han generado una alta
vulnerabilidad en la vida de las comunidades urbanas y rurales actuales y a la seguridad del
hábitat de las generaciones futuras.
Las actividades antrópicas que se vienen llevando a cabo desde el siglo pasado han
producido efectos medioambientales acumulativos que deterioran de forma creciente los
24
ecosistemas naturales. La actividad agrícola ha conllevado la compactación del suelo por el
uso de maquinaria y la contaminación de suelo y agua por uso indiscriminado de
fertilizantes y pesticidas, afectando la calidad de estos, del medio ambiente y la salud
humana y animal. La actividad ganadera, que es la predominante en toda la Depresión
Momposina, ha tenido como resultado la desecación de humedales por la construcción de
terraplenes, motobombas, y chorros con el fin de formar potreros para el pastoreo de los
animales e igualmente ha contribuido a la compactación de los suelos en las zonas planas,
la pesca ha disminuido por la ampliación de las fronteras agrícolas y ganaderas que han
afectado las áreas de desove y desarrollo de alevinos, por la contaminación por vertimientos
de aguas residuales domésticas, por uso indiscriminado de agroquímicos y por las elevadas
tasas de sedimentación ocasionada con la tala de bosque natural en las partes altas de las
cuencas.
Hipótesis: Si los modelos de las formas de hábitat desarrolladas en los asentamientos
humanos respondieran consecuentemente a las condiciones ecosistémicas de los territorios,
las comunidades que los habitan podrían mitigar su vulnerabilidad.
Objetivo: Identificar las acciones y proyectos requeridos para mitigar la vulnerabilidad de
la región ante las amenazas naturales mediante el establecimiento de la interacción
adecuada entre dinámicas naturales y dinámicas antrópicas que generen un hábitat
sustentable y seguro.
„‟Todas las personas tienen derecho a gozar de un ambiente sano. Es deber del Estado
proteger la diversidad e integridad del ambiente, conservar las áreas de especial
importancia ecológica y fomentar la educación para el logro de estos fines‟‟ (Constitución
Nacional Art. 79 – Plan de Desarrollo 2010 – 2014)
Objetivos específicos:
Reducir la vulnerabilidad de la población ante los eventos naturales a los que se
encuentra vinculado el territorio y, a su vez, reducir la afectación que genera la
población sobre este.
25
Desarrollar el concepto de Protección Hídrica integral como marco dentro del cual
se formulen las acciones y proyectos.
Adoptar sistemas adaptativos, incorporando innovaciones tecnológicas en
combinación con el conocimiento que posee la población de su hábitat, para poder
responder a la magnitud de las inclemencias ambientales que han aumentado en los
últimos años.
Enfrentar los problemas del cambio climático desde la conformación de una
organización espacial en red que permita desarrollar mecanismos acordes a las
necesidades que priman en este territorio.
Enfoque Proyectual - Lineamientos hacia la protección hídrica de La Depresión
Momposina, desde una visión de construcción del Paisaje Cultural:
Las propuestas se deben elaborar a partir de visiones multiescalares que interrelacionen las
dinámicas del territorio con las dinámicas de población y las presiones que desde diversas
escalas se efectúan sobre esta área, mitigando las afectaciones que sufren los ecosistemas.
La acciones requeridas para generar un hábitat en condiciones de seguridad se deberán
soportar en el conocimiento del medio en el cual se ubican estas comunidades, razón por la
cual se parte de la noción de “protección hídrica“ que significa entender las complejas
dinámicas del sistema hídrico y generar unas condiciones de hábitat en acuerdo a esas
dinámicas, que se deberán proteger con el fin de respetar los ecosistemas existentes e
impactar de forma mínima su desenvolvimiento.
Marco Regional. Se trata de elaborar un modelo territorial que responda a las
particularidades de la Depresión Momposina como área específica de escala sub-regional –
local que debe conformar un territorio policéntrico – numerosos asentamientos pequeños
menores a 10.000 habitantes - de cooperación con predominio de áreas rurales.
Como subregión de la gran región del Caribe colombiano deberá contemplar su articulación
con: a) el corredor urbano regional costero que se extiende desde la población de Riohacha
hasta la población de Coveñas Golfo de Morrosquillo por el norte y nor-occidente, b) el
26
corredor vial Montería, Buenavista, Caucasia por el Sur y, c) el Valle de Upar por el nor-
oriente.
Igualmente deberá tener en cuenta el proyecto de la recuperación y consolidación de la
navegación por el río Magdalena que permitirá una mejor relación entre la región Caribe y
el interior del país, que contempla las siguientes condiciones: a) recuperación del río
Magdalena, entre Puerto Salgar y La Dorada hasta Barranquilla, b) utilización efectiva de
los 700 kilómetros navegables, casi el 50% de sus 1.540 kilómetros, que tiene el
Magdalena, c) solucionar el principal problema de navegabilidad que se encuentra entre
Puerto Berrío (Antioquia) y La Dorada (Caldas), d) conectar con Puerto Salgar como gran
puerto de la región central que genera salida al mar tanto para la región capital como para la
región cafetera y parte de la región antioqueña y, e) obtener los beneficios ambientales
derivados de este tipo de transporte que genera cinco veces menos emisiones de carbono
que el terrestre.
Hidrovía del Magdalena. Fuente: Revista Virtual de Automóviles, www.carrosyclásicos.com
27
Un sistema en red. La conformación de un sistema en red es lo que permite establecer un
territorio seguro y capaz de responder a las dinámicas naturales presentes en el área.
Diagrama de un territorio en red - cada color representa un tipo de seguridad. Fuente: Elaboración del workshop.
Seguridad cultural. A partir de de los valores destacados en la declaratoria como patrimonio
mundial de la población de Mompox, «Asentamiento humano el cual es representativo de
una cultura o especial interacción con el entorno» se presenta la oportunidad de extender
esa condición a todo el ámbito de la Mojana que es justamente el “entorno“ en donde se
puede manifestar de una manera clara una cultura singular generada por la interacción de la
población con un medio acuático de alta dinámica hídrica como expresión de una relación
anfibia de particularidades únicas.
De manera adicional se encuentran otras formas de expresión cultural que en conjunto con
el territorio pueden lograr conformar un paisaje cultural de valor mundial como son las
tradiciones de manejo de la filigrana y la ebanistería, la biodiversidad, el paisaje y la
diversidad cultural entre otros. Lo anterior además de promover a Mompox y a la subregión
como destino turístico sostenible, conllevaría el fortalecimiento de las expresiones
culturales, de las tradiciones y del patrimonio, dentro de un marco de sustentabilidad
sociocultural a través del fortalecimiento de la participación ciudadana y la cohesión social.
Seguridad energética. La posibilidad de acceder a fuente energéticas alternas con el
aprovechamiento y adaptación a las situaciones naturales para la producción de energía de
diferentes fuentes: eólica, hidráulica o solar, constituyendo redes físicas y virtuales de
28
energía, logrando un territorio interconectado integralmente. A largo plazo se puede
trabajar en la dirección de lograr una conexión territorial en red en términos de
comunicación e información buscando la adaptabilidad al entorno por medio de producción
masiva de energía por agua, temperatura y viento.
Seguridad ambiental y ecosistémica. Alcanzar esta seguridad a través del manejo adecuado
de los ecosistemas de ciénaga y humedales que implican la regulación del sistema hídrico
y atmosférico, y la rehabilitación de suelos con nutrientes por sedimentación y descenso de
aguas, la prestación de servicios ambientales, y el equilibrio de la red trófica, con el
consecuente establecimiento de fuentes de producción y recolección para abastecimiento de
insumos y alimentos vinculados con la seguridad alimentaria
Seguridad Socio-económica. Generación de oportunidades mediante el uso de los
ecosistemas lenticos para desarrollar formas de asentamiento y desenvolvimiento social
innovativos con la consolidación de: comunidades anfibias dentro de un hábitat adaptable a
las diferentes ciclos naturales anuales de inundación, transición y sequia, mejorando la
resistencia social ante la eventual destrucción de asentamientos por inundaciones o por
escases, crear resistencia ante la invasión de sistemas urbanos artificiales contaminantes,
crear inteligencia colectiva para el trabajo del suelo y el agua con la restauración de la capa
vegetal y la construcción de edificaciones con materiales del lugar con mejoras técnicas e
innovaciónes adaptables a las dinámicas del habitar en tiempo de inundación.
Adicionalmente es necesario establecer estrategias que guíen las acciones en cada uno de
los campos que es necesario transformar:
Educación para la construcción social a través de la conformación de una red de
instituciones de enseñanza primaria, secundaria y superior y centros de
investigación, dentro de un conjunto de políticas de seguridad social para los
estudiantes, y de una estrategia de organización comunitaria que conduzca a la
población a ser una sociedad perfectamente vinculada con las características de su
territorio, aprovechando el agua como protección hacia un futuro que tiende a tener
deficiencias hídricas.
29
Transporte público fluvial con la generación de obras hidráulicas que como las de la
cultura Zenú, que merecen ser reconocidas no sólo por su valor histórico sino
también por lo que pueden aportar a la ingeniería moderna, tengan énfasis en la
planificación a largo plazo con un eficiente uso de los recursos locales, una filosofía
de convivir con la naturaleza y una verdadera sostenibilidad probada a través de la
eficacia de las técnicas desarrolladas.
Saneamiento básico por fitoremdiación, conjunto de tecnologías que utilizan plantas
para reducir, degradar o inmovilizar compuestos orgánicos contaminantes (naturales
o sintéticos), de la tierra, del agua o del aire, provenientes de actividades humanas.
Eco-turistica y cultural, a través de talleres de educación ambiental, observatorio de
ecosistemas, de fauna, de fenómenos y atractivos naturales, programas de rescate de
flora y fauna, senderismo, paisaje, e investigación biológica. Las grandes
poblaciones y ciudades importantes por su historia se plantearían como zonas de
turismo dejando atrás la industrialización que busca la utilización del elemento
acuático en forma negativa. A largo plazo se podrán establecer zoocriaderos,
ampliar la oferta de servicios, la producción de energía renovable, la biotecnología y
la hidrotecnologia.
Será necesario contemplar de todas formas la reubicación de las viviendas y construcciones
que ocupan las zonas de mayor amenaza de inundación en las cuales esta no es mitigable y
se convierte en riesgo efectivo y replantear las poblaciones con la mayor vulnerabilidad
ante los eventos naturales. Todo lo anterior se conjugará para demostrar que Colombia
puede tener una reserva hídrica en una zona que será dedicada de forma integral al
aprovechamiento de los servicios que este elemento genera.
La Construcción de un Paisaje Cultural. La importante función natural de La Mojana se
da a partir de su condición acuática cuya dinámica y componentes biofísicos poseen todas
30
las posibilidades de brindar una cuantiosa oferta ambiental. Los diferentes escenarios de
desarrollo deben basarse de forma integral en el entendimiento de lo ambiental, lo
económico, lo social y lo cultural, para la consolidación de una cultura lacustre con
tecnología sostenible y en una combinación de actividades agrícolas, pecuarias, pesqueras,
culturales, ecoturísticas y productivas en general de acuerdo con los diversos períodos de
clima, con el fin es conformar un patrimonio de alto valor cultural en donde se combina la
memoria histórica con el patrimonio ambiental y las nuevas formas de hábitat a desarrollar
en el siglo XXI.
Ya existen modelos de hábitat semejantes en otros lugares del mundo como es el caso de
Inle, lago de agua dulce situado en las montañas del Estado Shan, al este de Birmania, en
donde viven más de cien mil personas. Gracias a los recursos del lago y a su explotación,
esta región lacustre es la zona más rica de Birmania. Se destacan los jardines del lago y las
casas flotantes , incluyendo un mercado flotante. El lago que tiene una profundidad de 2,10
m a 4 m en la estación de lluvias se ha convertido en uno de los principales destinos
turísticos por su ecosistema, su hábitat y sus especies.
Vivienda palafítica en el lago Inle. Fuente: Diccionario Academic en www.esacademic.com, marzo 2011
Un hábitat lacustre como forma de vida en donde las formas de ocupación repercuten en la
adaptabilidad a las condiciones del territorio requiere del desarrollo de conocimiento y
nuevas tecnologías, y genera una condición estética particular en donde se pueden
encontrar cultivos acuáticos en chinampas, formas ya utilizadas por la cultura azteca en el
31
lago de Xochimilco, estructuras desarmables y transportables, entre otros, conformando una
ciudad elevada con equipamientos, zonas de cultivos, recreación, ecoturismo y manejo de
residuos, para crear las condiciones de equidad, productividad y desarrollo, como sistema
adaptable con perspectivas de futuro.
Viviendas palfíticas. Fuente: Tropicarquitectura, Valencia, Heyner en heyneralexis.blockspot.com,2010
Aspectos de gestión del territorio – Seguridad jurídico institucional. Dadas las
características tan particulares de la sub-región de la Depresión Momposina se requiere una
gobernabilidad completa e integral de la misma como un área especial de manejo territorial
para su desarrollo, crecimiento y competitividad, consolidar su vinculación con el resto de
la región Caribe y reducir las inequidades existentes.
Es necesario impulsar en la comunidad un cambio de mentalidad hacia un sistema
cooperativo que a partir de un programa de gestión social con el apoyo de empresas
nacionales e internacionales, entidades de gestión pública, organismos no gubernamentales
y banca mundial, entre otros, pueda generar condiciones de autogestión, de investigación y
desarrollo tecnológico, que permitan hacia el futuro el logro de un hábitat sustentable
singular y su declaratoria como patrimonio de la humanidad.
32
Diagrama para el logro de un hábitat sustentable en la Mojana.
Elaboración de estudiantes del Workshop – Paola Pardo
Mompox. Fuente. Proyecto Patrimonio 2011
EPÍLOGO
Luis Fernando González
La situación del país en particular y del mundo en general requiere del compromiso del
arquitecto con el conocimiento social de las comunidades vulnerables, de las gestiones
instituciones encargadas de manejarlo y el conocimiento técnico y económico básico de la
33
gestión del riesgo de los desastres. Nos enfrentamos a lo que parece una tarea monumental,
como lo señala Albert Einstein: “La complejidad de los problemas actuales no se pueden
resolver con el mismo nivel de pensamiento que los generó. Debemos ver como nuestra
forma de pensar tradicional, nos tiene aprisionados en esquemas que explican nuestra
incapacidad de encontrar nuevos caminos”, aunque la situación tiene menos que ver con la
complejidad del problema que con las limitaciones de nuestro actual paradigma de
arquitectos.
Como en la mayoría de procesos en cambio, son necesarios pioneros para forjar el camino
hacia el futuro, mientas hay muchos que escriben libros sobre los temas mencionados, el
poder real y la eficacia reside en constituir una cultura de la prevención del riesgo y estar
informados a través de experiencias personales y de conocimientos acerca de las amenazas
y vulnerabilidades a las que podemos estar sometidos.
Para 20191, el Plan Sectorial “Camino hacia un país de propietarios con desarrollo
sostenible” del Ministerio de Ambiente Vivienda y Desarrollo Territorial - MAVDT, en lo
ambiental y particularmente en lo urbano se incorporaron dos políticas centrales: la Política
Ambiental y la Política de Desarrollo Territorial. La primera definió la Estrategia de
Gestión Ambiental Urbana que priorizó 4 líneas de acción similares a las estrategias
definidas en los Lineamientos Ambientales para la Gestión Urbano Regional en Colombia,
a saber:
1. Contexto regional para la sostenibilidad de las ciudades,
2. Gestión para la configuración de ciudades sostenibles,
3. Gestión para aumentar la cohesión social, y
4. Fortalecimiento de la capacidad de gestión pública local y regional.
1 Se estima que la población en cabeceras se incrementará en 10 millones de habitantes, el número de ciudades con más de 1 millón de
habitantes pasará de 4 a 7 y las de más de cien mil habitantes pasarán de 37 a 55, lo que consolidará aún más el sistema de ciudades de
nuestro país”. Plan Nacional de Desarrollo, 2007. Población Colombiana, según el último censo del Departamento Administrativo
Nacional de Estadística DANE de 2.005: Población total 42.888.592 habitantes.
34
Estas iniciativas vinculadas al desarrollo humano y a la gestión del riesgo, como tema
prioritario de la agenda pública ambiental y formativa, evidencian la necesidad de
intervención desde la arquitectura para dar respuesta a la realidad ambiental del territorio
colombiano y orientar las acciones de los actores institucionales y sociales que tienen que
ver con el desarrollo y los proyectos arquitectónicos en el territorio nacional. El
Departamento Nacional de Planeación – DNP y el Ministerio de Ambiente Vivienda y
Desarrollo Territorial – MAVDT - con el propósito de construir una visión de desarrollo de
largo plazo ha planteado la propuesta Visión Colombia 2019 en la cual ha esbozado la
estrategia de “Construir Ciudades Amables”. Según esta estrategia, “para el 2019 las
ciudades Colombianas habrán adoptado patrones de desarrollo urbano planificado y de
uso eficiente del suelo, optimizando la localización de sus habitantes y sus actividades.
Serán generadoras de crecimiento económico, amables con los ciudadanos,
ambientalmente sostenibles, fuertes institucionalmente e integradas territorialmente” 2
.
En un país con más de cuarenta y cuatro millones de habitantes y un 45% - veinte millones
- de ellos en pobreza y cerca del 20% - nueve millones – en miseria, ciudadanos que han
sido excluidos de la participación de los procesos efectivos de desarrollo tecnológico y
sostenibilidad, se hace absolutamente necesaria la atención inmediata en situaciones en las
que el arquitecto y la arquitectura, implementarán su principal aporte social.
La transformación de los diferentes asentamientos y ciudades depende de la participación e
inclusión efectiva de la gestión del riesgo, de las poblaciones más vulnerables y de la
capacidad de su gente y de sus instituciones para asignarle al futuro una condición
específica. En el Informe de Desarrollo Humano Bogotá 2008, en uno de sus apartes señala:
“(…) Este futuro exige posiciones, políticas públicas y por supuesto nuevas propuestas que
desde la arquitectura defiendan el interés general de la ciudad sin conculcar los derechos
de las personas, que promuevan oportunidades para quienes viven en situación de
2 Es de comprender que las edificaciones son responsables del uso del 10% de los depósitos de agua dulce, del 25% de la cosecha de
madera, el 40% de los materiales (Roodman & Lenssen, 1995) en el ámbito mundial. Casi un cuarto de todos los clorofluorocarbonos
(CFC) que agotan el ozono son emitidos por los aires acondicionados y los procesos usados para fabricar los materiales de construcción
(Centro de los Recursos Energéticos, 1995). Aplicabilidad del sistema LEED en el entorno colombiano. J. P. Espinosa y D. Echeverry,
Departamento de Ingeniería Civil, Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia.
35
vulnerabilidad, que garanticen la equidad de géneros y que propicien modelos de
producción, consumo, gestión del suelo y proyectos arquitectónicos, que sean compatibles
con el uso sostenible de los recursos y servicios ambientales”3.
No debemos confundir “el medio” con lo que es “el ambiente”4. El medio es cuanto nos
rodea físicamente, mientras que el ambiente es todo aquello que nos envuelve
metafísicamente, humana y socialmente, haciendo referencia a valores filosóficos, del
pensamiento, de la moral y de la ética. El medio influye en el ambiente y viceversa, de
manera sinérgica, simultánea y continua, por lo que aparece derivado de medioambiente.
La arquitectura para ser válida y aceptada debe responder a las demandas medioambientales
que son exigibles en cada caso según los requerimientos del lugar, del momento y de las
oportunas circunstancias; estas no son invariables, sino que dependen de múltiples
condicionantes e imposiciones que son muy específicas puntualmente y no siempre
repetibles.
Es por ello que los conocimientos propios desde la arquitectura deben generar espacios de
reflexión y de experimentación que permitan proyectarse más allá de lo espacial, hacia el
bienestar de sus habitantes considerando la inclusión de las poblaciones más vulnerables,
de territorios expuestos a diferentes amenazas, partiendo desde lo humanístico y lo social,
donde su objeto de estudio -que es el hábitat - no tendría sentido sino en relación con el
hombre y su contexto social, físico, cultural, histórico, ambiental y económico, que
permiten el desarrollo de propuestas arquitectónicas sostenibles donde sus condiciones y
cualidades espaciales afecten positiva y necesariamente la calidad de vida de las personas.
Es necesario enfrentar que Colombia es un país de grandes desastres, con base en registros
oficiales de los últimos 32 años, el país ha sido afectado, entre los eventos más sonados, por
el terremoto y tsunami de Tumaco (Diciembre 1979), el terremoto de Popayán (Marzo
1983), la erupción del volcán nevado del Ruiz y destrucción de Armero (Noviembre 1985),
3 Informe de Desarrollo Humano en Bogotá. Anticipar el futuro sin dejarle nada al azar, pag. 6 IDH 2008. PNUD.
4 Dr. Arq. Antonio Lameda, Miembro de las Reales Academias de Doctores. Doctor Honoris Causa de la Universidad Camilo José Cela
de Madrid, premio Jaime I en la condición de urbanismo, paisaje y sostenibilidad.
36
la destrucción por el paso del huracán Joan por el Caribe (Octubre 1986), deslizamiento de
Villa Tina Medellín (Septiembre de 1987) terremoto y avalancha del río Páez en Tierra
Adentro (Junio 1994), el terremoto de Armenia y el Eje Cafetero (Enero 1999). De igual
manera se suman con igual impacto los llamados “desastres menores”, que hacen
presencia de manera permanente y que año tras año causan diversos impactos con
problemáticas sociales, ambientales y económicas, particularmente en la población con más
bajos recursos, caracterizados por deslizamientos, crecientes, avalanchas, inundaciones,
incendios forestales, sequías, heladas, marejadas, vendavales, asociados con las temporales
invernales y fenómenos oceánicos-atmosféricos, “que constituyen cerca del el 96.4% de
todos los desastres del país (600 anuales en promedio)” 5.
Los desastres que afectan al país constituyen uno de los mayores problemas para su
desarrollo, ya que mirando las bases de datos oficiales de la Dirección Nacional de Gestión
del Riesgo de Colombia, se identifica que en el período comprendido entre 1972 a 31 de
diciembre de 2010, el país ha sufrido 23.497 eventos desastrosos (Lo que nos da un
promedio de 2 eventos diarios) con un total de 36.000 muertos, 949.633 viviendas afectadas
o destruidas, y entre 2,5 a 3 millones de hectáreas de cultivos desbastadas
Igualmente desde 1974 se ha dado un conjunto de decisiones políticas tomadas, posterior o
simultáneamente, a los eventos desastrosos ocurridos. Es de interés especial la normativa
que se direcciona con el tema de la prevención de desastres. Las políticas ambientales, las
de ordenamiento territorial y las de prevención de desastres (posteriormente la gestión del
riesgo) están íntimamente ligadas, además de las iniciativas para la atención de desastres y
las de reparación de los mismos.
Brevemente se establece en los cuadros siguientes un recuento tanto de los desastres entre
los años 2002 y 2010 como de las políticas adoptadas a lo largo de casi cuarenta años.
5 Max Henríquez Daza, Especial para El Tiempo: Razones y sinrazones del diluvio, miércoles 29 de diciembre de 201º, pag. 19.
37
Línea de Tiempo - Eventos y decisiones Políticas
Base de Datos: DNGR Colombia, Enero
2011, ajuste y na
álisis propio.
CUADRO Nº 3
EVENTOS REGISTRADOS PERÍODO 2002 – 2010
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ectá
rea
s
2002 32 179 221 17 18 13 176.554 35.770 652 4.367
2003 31 351 561 122 420 18 436.052 87.892 2.116 16.812 31 8 10 6 1 6 45 31 27.304
2004 24 238 736 199 509 68 2.117.010 426.481 4.515 116.350 178 32 86 561 8 18 196 150 44.895
2005 25 490 582 172 236 21 835.933 169.885 2.643 33.977 122 37 77 53 4 4 50 7 79.872
2006 28 537 767 158 392 25 573.641 123.787 2.677 43.430 417 28 24 38 11 14 81 34 18.641
2007 29 550 1.011 201 383 35 1.559.377 321.413 3.750 39.317 93 26 22 45 0 7 134 46 40.335
2008 30 818 1.752 246 506 46 1.877.504 385.237 7.158 142.531 316 56 24 127 11 10 197 52 206.511
2009 26 545 1.063 227 257 47 435.641 88.494 3.147 60.725 241 43 24 88 4 17 111 142 26.755
2010 28 896 2.815 473 763 93 2.313.145 473.731 10.305 203.256 557 99 48 215 15 27 308 194 233.266
Sumas
9.508
1.815
3.484
366
10.324.857
2.112.690
36.963
660.765
1.955
329
315
1.133
54
103
1.122
656
677.579
1978-1982
TURBAY
2010-2014
SANTOS
2006-2010
URIBE
2002-2006
URIBE
1998-2002
PASTRANA
1994-1998
SAMPER
1990-1994
GAVIRIA
1986-1990
BARCO
1982-1986
BELISARIO
1974-1978
LÓPEZ
1974-C
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De R
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Plan de integra-
ción
nacion
al
Plan de
econo-
mía
social
La
revolución
pacíficaEl salto
social
Cambio para
construir
la paz
Hacia
un
estado
comuni
-tario
Buen
gobierno
para la
prosperidad
democrática
Hacia un estado
comunita
-rio
1.576 eventos
1979 Terremoto
y tsunami
en la costa
Nariño
Pérdida de
vida de
más de 400
personas
1.990
muertos
8019
viviendas
afectadas
2.048 eventos
Sismo de
Popayán
(1983)
Destrucció
n de 13.500
viviendas y
pérdidas de
vida de +
300 personas.
Armero,
26.000
muertos y
daños por
211.8 US$
26.300
muertos
+/- 30.000
viviendas
afectadas
1.998 eventos
Desliza-
miento de
Villa Tina
Med. 500
muertos.
Ola
invernal
199
victimas, 200 viv.
destruidas
500.000
personas
afectadas.
1.559
muertos
8.269
viviendas
afectadas
1.774 eventos
Fenómeno
de El Niño
91/92
Afectación
sector energético,
raciona-
miento
Sismo y
avalancha Cauca Río
Páez/94
1.600
familias
indígenas
afectadas
1.500
muertos
26.236
viviendas
afectadas
3.207 eventos
Fenómeno
de El Niño
(1997-
1998)
Daños
estimados
en más de
564 millones de
dólares
800
muertos
20.330
viviendas
afectadas
3.376 eventos
Terremoto
del Eje
Cafetero (1999)
Daños +/-
1.589 ´US$
(incluye
indirectos), equivale al
2.2% del
PIB de
1998 .
2.036
muertos
48.612
viviendas
destruidas
2.867 eventos
Fenómeno
de El Niño
668
muertos12.603
viviendas
destruidas
Pob. A:
4.139.190
768 vías,
105
puentes
vehiculares
y 197 peatonales
658
acueductos
afectados,
170.712 ha
4.791 eventos
Fenómeno
de El Niño
845
muertos15.461
viviendas
destruidas
Pob. A:
4.991.437
773 vías,
151
puentes
vehiculares
y 125
peatonales
312
acueductos
afectados,
342.774 ha
1.284 eventos
Fenómeno
de El Niño
319
muertos5.769
viviendas
destruidas
Pob. A:
1.725.444
773 vías,
151
puentes
vehiculares
y 63
peatonales
98
acueductos
afectados,
183.831 ha
Cambio
con
equidad
Decre
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Elaboración propia
38
Es de observar, que si bien nuestra legislación en el tema del ordenamiento territorial ha
avanzado, nuestros planificadores, técnicos y las decisiones políticas sustentadas en
intereses económicos, nos muestra un país con un retroceso de desarrollo y de
sostenibilidad alarmante.
Desde los años 90´s ha aumentado el promedio de los eventos extremos, asociados al
cambio climático global y lo que ha parece incidir de igual manera con mayor presencia de
los fenómenos de “El Niño” y de “La Niña”, para el 2010, como en la última década (años
2000´s) Colombia la ola invernal, con 1,763 eventos (4.83 eventos diarios) ha afectado
2´325.479 personas (481.815 familias) en 76 municipios en 28 departamentos del país,
dañando severamente 355.983 viviendas, 1.763 muertos, 814 vías interrumpidas6, se puede
identificar incremento e intensidad de estos eventos y la manera de las afectaciones viales
y de movilidad para las personas, el desbalance de la infraestructura, como equipamientos
de educación, salud y comunitarios, como también las terrenos para las actividades
agropecuarias.
Consideraciones Finales
De acuerdo con lo expresado por Omar Darío Cardona Arboleda7 “Los desastres generan
pobreza, y debemos aceptar que la gestión del riesgo está íntimamente ligada a la gestión
del desarrollo y a la reducción de la pobreza. No es posible hablar de desarrollo sostenible
si no existe una estrategia preventiva. Por ello los políticos, técnicos debemos tener
presente que la intervención de la vulnerabilidad debe ser un objetivo explícito de la
planificación, del ordenamiento territorial y del diseño arquitectónico”. Por supuesto es
sobre los arquitectos que recae una gran responsabilidad y la necesidad de comprender las
interacciones entre ecosistemas naturales y sistemas sociales, y a partir de ello trascender de
su rol de diseñador de objetos-espacios exclusivos, para entrar en una perspectiva más
amplia de lo que implica la disciplina de la arquitectura en términos contemporáneos: el
proyecto territorial y el hábitat sustentable principalmente, explorando la sostenibilidad y la
6 Fuente: Dirección Nacional de Gestión del Riesgo de Colombia, Base de datos Enero 11 de 2011, Bogotá
7 Especialista Colombiano Laureado con el Premio de Prevención de Desastres „Sasakawa‟ de las Naciones Unidas, en entrevista
realizada por la oficina de prensa de las Naciones Unidas en Ginebra.
39
inclusión social. Esta responsabilidad debe ser adelantada en una dimensión innovadora y
necesaria para su comprensión y desarrollo integral.
Es en consecuencia de lo anterior que “La sostenibilidad de las ciudades no puede referirse
únicamente a las formas de ocupar, producir y consumir el espacio construido para
garantizar la permanente regeneración de sus sistemas sociales y económicos mediante la
adopción de patrones de ordenamiento y ocupación del suelo urbano” 8.
Nuestro país, requiere reflexiones y exploraciones de nuevas ideas sobre el proyecto
arquitectónico territorial que vinculen efectivamente en sus niveles de apropiación y
desarrollo a, las poblaciones más vulnerables, las diferentes amenazas a las que estas se
encuentran expuesta para definir la viabilidad de sus realizaciones, que reinterpreten y
preserven su interdependencia ecológica y ambiental, que disminuyan las vulnerabilidades
de la población con menores opciones de participación del desarrollo, que mitiguen y
reparen los riesgos causados, minimicen los futuros impactos y eviten la acumulación de la
ya gravosa deuda ambiental que heredamos y heredarán las próximas generaciones.
Es en consecuencia con todo lo anterior que es necesario trabajar al interior de una
prospectiva disciplinar con visión de futuro en la cual no queda otra alternativa que
adaptarse a las condiciones extremas del clima, conocer y asumir la información científica
respectiva, la experiencia desarrollada por los diversos agentes sociales involucrados en
este campo, las innovaciones y desarrollos tecnológicos y de nuevos materiales, incorporar
modelos de gestión innovadores en conjunto con los sectores formales de la economía,
adelantar las acciones correspondientes para que las poblaciones más vulnerables inserten
en su cultura nuevos valores ciudadanos que incorporen la conciencia ambiental y,
generando propuestas de hábitat sustentable.
8 Documento Interno Borrador Propuesta Plan Estratégico Consejo Colombiano De Construcción Sostenible (Cccs): El sector de la
construcción constituye uno de los pilares de la economía a nivel mundial, siendo uno de los principales gestores del desarrollo.
40
PARTICIPANTES
Grupo de Docentes: Andrés Gaviria, Ernesto Villegas, Gonzalo Navarro, Jean F. Jolly,
Luis Fernando González , Otto Francisco Quintero y Raúl Niño.
Estudiantes de Pregrado. Alba Barraza, Angélica Hernández, Alejandro Lasso, Andrés
Mora, Alexandra Vanegas, Ángela Célis, Ángela Racines, Aby Villegas, Alexandra
Vanegas, Carolina Melo, Camilo Galeano, Camilo Cortés, Catalina Guzmán, Carolina
Puccini, Christian Alonso, Carolina Gutiérrez, Carolina Melo, David Cruz, Daniel López,
Diego Méndez, Diana Echeverry, David Sierra, Estefanía Vega, Edgar Seañez, Fabián
Guerra, Felipe Bejarano, Irene Salazar, Isabela Guzmán, Ivanna Flomín, Iván Tabares, Iván
González, Jason Aguirre, Juliana Cabrera, Juliana Prada, Jairo González, Julián Ávila,
Juana Armijo, Julián Ruiz, Laura Reyes, Lucas Naranjo, Martín Obando, Miguel León,
María Alexandra Vega, María Restrepo, María J. Alvarez, Manolo Rojas, Mónica Gómez,
Nicolás Gaitán, Nicolás Bello, Natalia Gene, Pablo Melo, Paola Pardo, Santiago Piraquive,
Sergio Bohórquez, Sebastián Mora, William Múnera, Ximena Torres.
Estudiantes Maestría en Planeación Urbana y Regional. Gladys Puerto, Adriana Zambrano,
Adriana Vivas y Germán Vargas.
41
PROPUESTA. Proyecto integrado de Hábitat Sustentable
Segundo Ciclo – Segundo Semestre de 2011
A partir de la experiencia de este trabajo y aprovechando la información y desarrollos
obtenidos se propone adelantar un proyecto integrado por diferentes proyectos del segundo
ciclo, con el ánimo de continuar, de forma conjunta, en el proceso de reflexión y de
propuestas que desde la arquitectura es posible dar a la condición de vulnerabilidad de los
sectores poblacionales de menores recursos del país.
El trabajo se llevaría a cabo sobre la región de la Depresión Momposina y estarían
invitados a participar los proyectos de:
Patrimonio
Vivienda
Ecosocial
Equipamientos
Ubicar
Ciudad Región
La metodología sería la siguiente:
1. A partir de una introducción general que se llevaría a cabo durante la primera
semana, la primera fase del semestre cada Proyecto abordaría desde su temática la
situación urbano-regional, de forma integral, a partir de algunos de los
asentamientos, o desde la ruralidad, para realizar un planteamiento desde cada
experticia.
2. Durante la segunda fase del semestre se trabajaría de forma conjunta, compartiendo
y debatiendo los planteamientos efectuados, se llevaría a cabo el trabajo de campo y
a partir de grupos en los que se mezclen los estudiantes de los diferentes proyectos
42
se trabajaría sobre un marco integral para enfrentar las diversas condiciones del
área, desde una perspectiva multiescalar y multirelacional.
3. Durante la tercera fase cada proyecto trabajaría de nuevo individualmente a partir de
los resultados de la fase anterior y se desarrollarían las propuestas pertinentes a cada
uno de los enfoques proyectuales.
4. Al final se compartirían las experiencias y se elaboraría un documento conjunto.
El trabajo presentaría una experiencia académica de gran interés y de gran valor en lo
formativo y disciplinar y en la toma de posición de la Facultad frente al compromiso social
que implica la formación del arquitecto desde la perspectiva de un Hábitat Sustentable que
responda a las situaciones singulares del país.
43
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