artes & cultura 4 enero 2015

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www.lahora.com.ec Ecuador, domingo 04 de enero de 2015 899 5 DARDOS. Leonardo Padura: ‘el embargo se queda en el esqueleto’. >> 7 FOTO: Esteban Baus ¿Estremecerse o hacerse los locos? ‘Yasuní en imágenes’ inmortaliza al famoso parque natural. ENSAYO. Hernán Rodríguez Castelo, gran suscitador de nuestra cultura. >> 2-3

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Artes & Cultura 4 enero 2015

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www.lahora.com.ec

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Ecuador, domingo 04 de enero de 20158

Ecuador, domingo 04 de enero de 2015 Nº 899

I

CRÍTICO. Ricardo Segreda celebra sus ‘bodas de aluminio’ como colaborador de ‘Revista Artes’. (Foto: Thomas Ives, fotógrafo de ‘National Geographic’)

Una visita de 10 añosRICARDO SEGREDA • Se cumplen hoy 10 años de la publicación de mi primera columna de cine en la Revista Artes de Diario La Hora, una crítica de la película brasileña ‘Ciudad de Dios’. Parece que hubiera sido ayer. En ese entonces no estaba seguro si permanecería en Ecuador por más de tres meses, mucho menos 10 años.

Como algunos de ustedes saben, aunque soy ecuatoriano, nací y viví en los EE. UU. hasta 2004; sin embargo, mi madre, la escultora Fina Guerrero Cassola, es quiteña. Fueron mis padres quienes sugirieron que me viniera al Ecuador. Yo estaba viviendo cerca de la ciudad de Seattle, el centro de algunas de las corporaciones más grandes del mundo, como Microsoft y Boeing, pero sin prosperar.

En mis sueños, quería ser periodista y escribir sobre cine, pero no tenía ni idea dónde podía empezar, especialmente en el extremadamente competitivo mercado de los EE. UU. Así que opté por regresar al Ecuador, después de una ausencia de 24 años. Esperaba que al menos pudiera dar clases de inglés por un semestre antes de regresar a un estado en Norteamérica con mejores oportunidades de empleo.

Pero la vida tenía otros planes para mí; fue aquí, en Ecuador, donde tuve la oportunidad de realizar mis aspiracio-nes. Yo tenía la suerte de haber estudiado cine en mi juventud en Nueva York con algunos de los mejores académicos en el tema y mi padrastro, el académico Gus-tavo Pérez-Ramírez, sugirió que podía combinar mis dos amores por el cine y la escritura y ofrecer a lectores ecuatoria-nos algo fresco. Agradezco a la ‘Revista Artes’ de ‘Diario La Hora’, que me haya abierto sus páginas para mis críticas de cine y a mi padrastro, lo cual además me ayudó a perfeccionar el español que era rudimentario.

Sin mi nueva identidad como periodis-ta de cine no habría podido haber vivido la aventura de los últimos 10 años, que incluye asistencia a festivales de cine en Seattle, Vancouver y Miami, y participa-ción en un jurado de cine en Macedonia. Tampoco hubiera tenido la excepcional experiencia de entrevistar cineastas fa-mosos como Darren Aronofsky, Marcelo Piñeyro y Michael Apted.

Lo más importante es la oportunidad de articular mi pasión sobre el séptimo arte en sus diversas manifestaciones con un público que comparte mi entusiasmo o que a lo mínimo tiene curiosidad, por lo que estoy muy agradecido.

De hecho, en el transcurso de 10 años, mis propios parámetros de interés se han expandido más allá de lo que hubiera

imaginado. La responsabilidad del traba-jo me ha motivado a explorar cine emo-cionante de todos los rincones del mundo, desde África a Asia. a Europa Oriental y por supuesto, a América Latina, donde he descubierto mucha pasión en el intento de comunicar la experiencia de la vida.

Mientras tanto, he llegado a conocer a muchas personas sinceras en su dedica-ción a la promoción de la cultura del cine en Ecuador, en el Ochoymedio, Flacso y la

Casa de la Cultura y otros lugares. Final-mente, he llegado a ser un testigo cercano a la evolución de una nueva industria del cine en Ecuador, de la campaña para los subsidios estatales hasta la creación del Consejo Nacional de Cine y la validación de dichos esfuerzos con películas como ‘Mejor no hablar de ciertas cosas’ y ‘Pro-meteo deportado’. Ha sido un placer el que mis lectores me hayan acompañado.

[email protected]

RECOmEnDADOS

Dirigida por Angelina Jolie, la pelícu-la ‘Invencible’, también conocida como ‘Unbroken’, es del género acción, bio-grafía, drama. Cuenta en el reparto con los actores Jack O’Connell, Domhnall Gleeson y Jai Courtney.

SinopsisNarra la increíble vida del atleta olímpico y héroe de guerra Louis ‘Louie’ Zamperini quien, tras un accidente aéreo durante la Segunda Guerra Mundial, sobrevivió 47 días en una balsa junto a otros dos miembros de la tripulación de su bom-bardero antes de ser capturado por la Marina japonesa y enviado a un campo de prisioneros.

Jorge Drexler aparenta ser tipo serio, sin embargo, en las noches de concierto parece que gusta dejarse llevar por locales bailongos. De ese modo, descubrió que le apetecía dar forma a una serie de cancio-nes, las que nutren ‘Bailar en la cueva’, que pudieran ser bailadas sin subterfugios. Para ello permitió que su música, carga-da de habitual de una cierta melancolía, sirviera para mover pies y caderas. Lo sor-prendente es que alcanza el objetivo sin renunciar a sus textos comprometidos, filosóficos y vitales de siempre.

[email protected]

SupERvIvEnCIA

BAIlAR SIn SuBTERfuGIOS

bambalinas

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DARDOS. Leonardo Padura: ‘el embargo se queda en el esqueleto’. >> 7

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¿Estremecerse o hacerse los locos?

‘Yasuní en imágenes’ inmortaliza al famoso parque natural.

ENSAYO. Hernán Rodríguez Castelo, gran suscitador de nuestra cultura. >> 2-3

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2 Ecuador, domingo 04 de enero de 2015

Ecuador, domingo 04 de enero de 2015 7dardosensayo

Hernán Rodríguez Castelo,el hombre y su obra

O I

pOR mARCO AnTOnIO RODRÍGuEz *

Tiempo

¿Qué ocurre con el tiempo en seres humanos como Hernán Rodríguez Castelo: drama-

turgo, historiador, biógrafo, lingüista, escritor de literatura infantil, crítico literario y de

arte, gestor de revistas, periodista, autor de más de cien libros…? ¿Retirarse…? ¿Ensan-

charse…? ¿Retrasarse…? O, ¿quién o qué lo exoneró del tiempo, para posibilitarle tantas

realizaciones emergidas de su inteligencia y de su energía asombrosas? Tiempo humillado

por una férrea voluntad creadora. Tiempo sumiso por las demandas inacabables de una

de las más lúcidas inteligencias que ha dado nuestra patria. Repliegue o expansión de esa

sustancia escurridiza que sabemos qué es en nuestros laberintos interiores, pero que no

podemos explicar qué es cuando alguien nos pregunta sobre este, según la manida disqui-

sición de San Agustín. Filosofía del tiempo. No es mi propósito elucidar respecto de asunto

tan complejo, pero me he sentido conminado a iniciar estas páginas con algo muy breve y

leve sobre el mismo porque la preclara figura de Rodríguez Castelo conmina a ese ejerci-

cio. ¿De dónde emergieron tantos proyectos y realizaciones intelectuales, tantos ensayos

teóricos, tantas empresas humanas concretadas o no —¡qué importa!— por este ecuatoria-

no lúcido, íntegro, incorruptible, generoso?

A ‘sotto voce’, como penosamente actuamos en nuestro medio (pacato, convencional, re-tardatario), se habla del “orgullo” de Rodríguez Castelo, yo hablo de su dignidad y de su anchura de espíritu. Su ‘Nuevo diccionario crítico de artistas plásticos del Ecuador del siglo XX’ constituye un verdadero monumento erigido por su talento creador y su arduo, ejemplar, trabajo investigativo. Son 679 artistas plásticos estudiados. Estos pertenecen a todas las provincias de la patria; algunos residen en el extranjero; otros fallecidos; a los de más allá no se los encuentra, viven literalmente ocultos… ¿Qué prodigios obró Hernán para examinar su obra y sacarlos del anonimato? Y aquí me detengo en una breve digresión in-dispensable. Cuando el Círculo de Lectores publicó en dos volúmenes su ‘Lírica ecuatoria-na contemporánea’, se la criticó acentuando que aparecían decenas de personas que nada tenían de poetas, sí de poetastros —peyorativo de poetas en las viejas retóricas— o, dicho por los popes de aquel tiempo que estaban atentos a las novedades, que en esa obra había excesos de paraliteratura.

Pero es que allí, precisamente, se devela la magnanimidad de Rodríguez Castelo y aparece nítida su faceta de gran suscitador de nuestra cultura que ha sido escamoteada y casi nunca reconocida. En nuestro país, dos estereotipos —entre otros de menor in-cidencia— han mantenido incólume nuestra asincronía histórica: mezquindad y senti-miento de minusvalía. Complejo de inferioridad —que científicamente es el único que existe, por lo que los soberbios no son sino especímenes que protegen con ese escudo la compasión que sienten por ellos mismos—. Y en lo que se refiere a los numerosos poetas estudiados por Rodríguez Castelo en la obra citada —igual ocurre en todos los otros géneros—, cuánto bien hizo, pues, gracias a su incentivo, varios de ellos se han superado día a día hasta convertirse, en efecto, en poetas.

InvESTIGADOR. Ha escrito innumerables

ensayos sobre gramática, escritura, ortografía y

realizado excepcionales aportes en beneficio de

nuestro idioma.

El nuEvO HERAlD-lA HORA • El escritor cuba-no Leonardo Padura ve el restablecimien-to de relaciones entre EE. UU. y su país como el fin de una “pesadilla” y una luz al final del túnel que da paso a la esperanza, pero advierte de que ese histórico acuerdo no es la “varita mágica” para solucionar todos los problemas de la Isla.

“Yo siento como que hemos salido de una pesadilla, como que hemos salido de un túnel y empieza a verse una luz”, afirmó Padura (La Habana, 1955) en una entrevista en su casa del habanero barrio de Mantilla.

A Padura la noticia del 17 de diciembre que puso fin a más de 50 años de enemis-tad con EE. UU. le sorprendió en el mis-mo día que escribía las primeras palabras de su próxima novela: cuenta que cuando oyó al presidente Raúl Castro decir que se restablecían las relaciones no pudo reprimir la expresión con la que reaccio-naron la mayoría de sus compatriotas: “¡Coñoó!”.

“Me salió del alma. Lucía (su esposa) empezó a llorar. Yo caí en estado de con-moción y Lucía en estado de emoción. Era algo que de alguna forma pensábamos que no iba a ocurrir, que no lo íbamos a ver”, explica el autor de ‘El hombre que amaba a los perros’.

Prefiere no abundar en especulacio-nes sobre el futuro, pero Padura tiene la esperanza de que “va a ser mejor, porque la gente en Cuba se lo merece” y cree que los primeros impactos se notarán en la economía sobre todo con el aumento de visitantes estadounidenses.

“El turista norteamericano, a diferen-cia de otros de otras partes del mundo, es

un turista que tiene un 15% en su mente: ese 15 % es la propina. Y por eso lo consi-deran el mejor cliente del mundo”, bro-mea el escritor cubano.

Considera que esa llegada de más es-tadounidenses a Cuba movilizará dinero no solo en los circuitos turísticos oficiales sino en los negocios privados que ya exis-ten en el país relacionados con la hoste-lería y el hospedaje y que han surgido a partir de las reformas emprendidas en el mandato de Raúl Castro.

Embargo en el ‘esqueleto’Eso sin olvidar las posibilidades para la inversión extranjera, condicionada por un embargo económico que se mantiene todavía, pero que, según Padura, se que-da “en el esqueleto” con las medidas ya anunciadas por Barack Obama.

Uno de sus anhelos es que el acerca-miento con Washington mejore las tele-comunicaciones y el acceso a Internet: “Quien no vive en Cuba no se puede ima-ginar las dificultades que tenemos para conseguir información y poder trabajar”, en un país donde la mayor parte de los ciudadanos no puede conectarse a Inter-net en casa y los pocos que lo hacen bata-llan con tecnología antigua, lenta y cara.

Por cambiar, Cuba va a tener que cam-biar hasta la retórica que ha empleado durante décadas para referirse a su pode-roso vecino, recuerda Padura: “Ver a Raúl Castro agradecer en un discurso en dos ocasiones al Presidente de EE. UU. por lo que ha ocurrido o reconocer su disposi-ción para tomar estas medidas es algo que resulta inédito en los más de 50 años de Revolución cubana”.

“Tiene que cambiar desde la retórica hasta la manera de entender cómo rela-cionarse con un país con el que seguirá habiendo diferencias durante mucho tiempo, pero con el que (Cuba) debe con-vivir. Y es preferible convivir”, señaló.

No obstante, Padura advierte que no se puede ver la normalización de rela-ciones con EE. UU. como “la varita má-gica” que resolverá los problemas de Cuba, donde el propio Raúl Castro reco-noce que la gran asignatura pendiente es la economía.

“Es cierto que (muchos de los pro-blemas) pueden tener relación con el embargo, pero hay otros que se deben a ineficiencias, problemas estructurales, conceptuales o mentales (…) Hasta que la economía cubana no logre un funciona-miento eficiente no se van a resolver mu-chos de los problemas que tenemos”, dijo el escritor, quien considera “esencial” so-lucionar el problema de los bajos salarios.

Sobre las posibilidades de que esta eta-pa propicie una mayor apertura social y política en la Isla, Padura cree que “habrá que ver cómo se desenvuelven las cosas” en Cuba hacia “una sociedad mucho más abierta y participativa”, con independen-cia del acercamiento con EE. UU.

¿pluralidad?“Por muchos años en Cuba se promovió la unanimidad como única alternativa. En los últimos años se ha abierto la posi-bilidad de la pluralidad. Si bien eso no se ha concretado en la existencia de partidos políticos (…), sí ha significado la posibili-dad de comenzar a establecer puntos de vista diferentes sin que eso signifique ser

pERSOnAJE. Laureado novelista y periodista cubano, conocido especialmente por sus novelas policíacas del detective Mario Conde.

‘Siento que hemos salido de una pesadilla’

lEOnARDO pADuRA

Tocado por la censura° El escritor cubano Leonardo Padura confía en que se encuentre pronto “una solución satisfactoria” para que la película ‘Regreso a Ítaca’, de la que es guionista, se pueda ver en el circuito cinematográfico de Cuba, después de que el largometraje fue-ra excluido del reciente Festival de cine de La Habana que se celebró entre el 4 y 14 de diciembre, aduciendo que la presidencia de la organización no había podido visionar la cinta.

‘Regreso a Ítaca’, del realizador francés Laurent Cantet, está basada en un episodio de ‘La novela de mi vida’ (2001) de Padura, que se ocupó de adaptar el guion para la pe-lícula, que aborda el tema del exilio forzoso y el regreso definitivo de un cubano a su patria tras 16 años de ausencia.

Es una película hecha con el co-razón, con las vísceras de todos los que trabajamos en ella”.

lEOnARDO pADuRAESCRITOR y GUIONISTA(SOBRE LA CENSURADA PELÍCULA ‘REGRESO A ÍTACA’)

un opositor. Es muy importante entender eso y ponerlo en práctica”.

Y preguntado sobre qué piensa del deshielo con EE. UU. Mario Conde, el fic-ticio policía cubano que es su personaje literario más conocido, Padura cree que opina como él: “Tiene el mismo senti-miento de esperanza en que las cosas me-joren para él, para sus amigos y para la calidad del ron que bebe”, señala.

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Ecuador, domingo 04 de enero de 20156 biblioteca Ecuador, domingo

04 de enero de 2015 3ensayo

Composición electrónica:Pantone Impresiones

Edita: Editorial Minotauro S.A.Correspondencia:

Planta Diario La HoraAv. Galo Plaza N62-08 y Nazaret

fax: 247-6085 casilla 17-17-243 CCIcul tu ra @la ho ra .co m.ec

Quito, Ecuador

Director (e): Francisco Vivanco RiofríoEditor: Agustín Garcells CordónRedactor: Damián de la Torre AyoraDiseño: María Leonor Oviedo Andrés Jiménez M.

vITRInA DE lIBROS

El ESTuDIAnTE John Katzenbach

El fruto de la venganza es más ven-ganza. Mientras intenta mantenerse alejado del alcohol, Timothy Moth Warner alterna sus clases de pos-grado en la Universidad de Miami con las reuniones de un grupo de autoayuda para adictos. Su tío Ed, médico psiquiatra y alcohóli-co rehabilitado, es su gran apoyo moral. Preocupado porque Ed ha faltado a una cita, Moth se dirige a la consulta de su tío y lo encuentra... EDICIOnES B

lA TRISTE HISTORIA DE Tu CuERpO SOBRE El mÍO marwan

Está compuesto por cuatro partes. Por orden: Agua y aceite, Luna nueva. Tenía nombre, Luna llena. Parque temático, cuarto menguante. Y, por último, La cadu-cidad del Paraíso, cuarto creciente. Sus poemas hablan de las prisas de hoy, de las dudas de siempre, de historias eternas que acaban, sin que importe tanto el culpable. Son poemas que al hablar de un hombre hablan de todos, porque este hombre tiene la capacidad de serlos todos, tal es su empatía. nOvIEmBRE

lOS mÁS vEnDIDOS

ARGEnTInA

° Jasy - Trilogía del Perdón 1, florencia Bonelli (Suma).° El puñal, Jorge fernández Díaz (Planeta).° El estudiante, John Katzenbach (Ediciones B).° Buscando a Alaska, John Green (Castillo). FUENTE: GRUPO ILHSA

° La oculta, Héctor Abad (Pengüin Random).° El Principito, Antoine de Saint Exupéry (Art Books).° Más allá del olvido, patrick modiano (Pengüin Random).° La fiesta de la insignificancia, milan Kundera (Planeta). FUENTE: LIBRERÍA NACIONAL

COlOmBIA

ESpAñA

méxICO

° La triste historia de tu cuerpo sobre el mío, marwan (Autor-editor).° Intranerso, Carlos miguel Cortés (Noviembre poesía).° El umbral de la eternidad, Ken follett (Plaza&Janés)° El gran libro del reino de la fantasía, Gerónimo Stilton (Planeta). FUENTE: CASA DEL LIBRO

° The maze runner 2: Prueba de fuego, James Dashner (Vergara y Rivas Editoras).T° The maze runner: Correr o morir, James Dashner (Vergara y Rivas Editoras).° Adulterio, paulo Coelho (Grijalbo).° The maze runner 3: La cura mortal, James Dashner (Vergara y Rivas Editoras). FUENTE: LIBRERÍA GANDHI

° Adulterio, paulo Coelho (Grijalbo).° Ciudades de papel, John Green (Nube de Tinta).° El Teorema Katherine, John Green (Nube de Tinta). ° El Libro Troll, Rubius (Temas de hoy). FUENTE: LIBRI MUNDI

° Los 11 poderes del líder, Jorge Baldano (Conecta).° Bajo la misma estrella, John Green (Nube de Tinta).° La analfabeta que era un genio de los números, Jonas Jonasson (Salamandra).° Cincuenta sombras de Grey, E. l. James (Alfaguara).FUENTE: MR. BOOkS

ECuADOR

Nota: Listado de libros de ficción de EFE, excep-to Ecuador.

Datos biográficosfausto Ramos

° (Ambato, 1970). Tallerista de la Casa de la Cul-tura desde 2009, bajo la tutoría de Diego Velasco Andrade y Jorge Velasco Mackenzie. Define a la ciencia como su esposa y a la literatura como su amante, ya que mediante las letras ha podido plasmar sentimientos y vivencias que elevan el espíritu para trascender de la condición de lector a escritor de su propio destino. 

OSWALDO PAZ Y MIÑO• “Tengo una espe-cie de concepto misional de la literatura, eso sí. Supongo que será un poco antigua la cosa, pero yo sí tengo la idea de que la literatura cumple una misión, social y me parece que a esa función hay que reducir-se, no limitarse a ella. A mí la literatura me parece que sí tiene algo que decir, que tiene algo que comunicar, que tiene algo que contagiar…” (Antonio Gala)

Sea el maestro ecuatoriano Fausto Ra-mos Romo, el que rompa aguas, este eso-térico año 2015, que se corresponde con el número 8 en la ciencia de la numerología. Su trabajo, que se ha prensado en dos to-mos por la Casa de la Cultura Ecuatoria-na, ‘El Señor de los cuentos: Las historias perdidas en la mitad del mundo’, y ‘El se-ñor de los cuentos: Crónicas fantásticas del equinoccio”, encaja muy bien en los primeros peldaños que empezamos a su-bir del año que estrenamos.

Literatura mágica de nuestra tierra recopilada en dos volúmenes que hemos procesado por varias semanas, disfru-tando y reavivando el derecho al asom-bro, ese que se descubre que tenemos latente, cuando las letras rompen esque-mas y se adentran en laberintos a toque-tear con “fantasmas que penan en las callejuelas y cementerios; entre tesoros arcanos que al descubrirse desatan mal-diciones; y no permiten el descanso eter-nos a amores imposibles, que cruzaron el umbral de la muerte, para, riéndose de la vida, fundirse en pasión luminosa en la

oscuridad del abismo….”‘Las historias pérdidas de la mi-

tad del mundo’ y ‘Crónicas fantásti-cas del equinoccio’ no son literatura para profanos, demanda su lectura, el dominio de ciertas artes iniciáti-cas, ya que el arte de leer no pasa de la mera interpretación literal, hay un gran espacio para la consumición de información tallada en simbolismo, lo que implica material añadido para desci-frar la mitología del mundo dividida en dos hemisferios, dos tomos, en los que las leyes universales que decanta el Kybal-yon son herramientas absolutamente imprescindibles de revisar: mentalismo, correspondencia, vibración, polaridad, ritmo, causa y efecto, y generación.

“Mateo busca con la linterna a la queri-da Cecilia y a su preciosa Ana. Finalmen-te las encuentra, pero no como esperaba. Lo único que puede reconocer de ellas es un rasgo de sus facciones anteriores, y al igual que el resto de seres de ese infra-mundo ya no son humanas, sus miradas salvajes y amenazantes le indican que ya no le reconocen”. (pág. 59 de ‘Las histo-rias perdidas de la mitad del mundo’)

Dice el maestro Alejandro Jodorows-ky, y se me viene la idea a propósito de lo que para esta semana e inicio de año recomiendo leer: ”La literatura universal concede un lugar importante al tema del ‘doble’ que, poco a poco, expulsa al hom-bre de su propia vida, se apropia de sus lugares favoritos, de sus amistades, de su

Magia en nuestra literatura

familia, de su trabajo, hasta transformar-lo en un paria para incluso a veces ase-sinarlo, según algunas versiones de este mito universal. En lo que a mí respecta, creo que somos el ‘doble’ y no el original”.

Literatura envolvente, letras que cons-tituyen una formula creativa para que los que se niegan la magia de lo desconoci-do no se aferren a sus fundamentalismos previsibles. En la tierra en que vivimos y a los misterios a los que solamente se pue-den llegar por los libros… estos dos que-dan recomendados para los atrevidos…

[email protected]

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Pensadores, ensayistas, historiadores, narradores, artistas plásticos de todos los tiempos están en deuda impagable con Hernán Rodríguez Castelo. Su monumental ‘Historia general y crítica de la literatura ecuatoriana’, contenida en millares de páginas constará entre lo más encumbrado de nuestra cultura. Capítulos inéditos o subvalorados de nuestra nación, todas buidas de inteligencia y belleza, se erigirán como soporte único de nuestra historia. Obras como las de Hernán son aportes excepcionales para que cuajemos en nación.

El aire y los recuerdosConocí a Hernán en el Colegio San Gabriel. Nunca fui alumno destacado, pero creo que es hora de dejar testimonio escrito de cómo atendía sus clases magistrales (no nos diferencian sino pocos años en lo que a edades concierne, pero ya Hernán estaba precedido de justa fama), cuánto hicieron sus palabras para mi conversión de pésimo estudiante a lector de oficio y a preocuparme de las otras asignaturas. Sucede que ese gran sacerdote Marco Vinicio Rueda había visitado el Pensionado Borja Número 1, recabando una lista de sus alumnos destacados. En ella constaba yo. El deseo del pa-dre Rueda era que yo fuera al Colegio Loyola, pero mi abrumadora timidez lo impidió. Él posibilitó mi ingresó al San Gabriel y, a los tumbos, pasé algunos años. No sé qué ocurrió en mí. Brillante estudiante de primaria a último de secundaria. Pero me daba modos para concurrir a los clubes organizados por Hernán. Esta es la historia. Hernán viajó a Europa y yo fui expulsado de colegio tan significativo. Maestros de esos años me marcaron para siempre: Jorge Salvador Lara, Francisco Salazar Alvarado, Jorge Chacón, Aurelio Espinosa Pólit, Ernesto Proaño, José Rivas… en fin, maestros que hubieran honrado cualquier institución educativa de América o Europa.

Transcurrieron años y el reencuentro con Hernán fue entrañable. Él escribía para diario El Tiempo y cubría, además el espacio cultural. Fue el tiempo en que asumió una de las más co-losales empresas culturales. Cien tomos de la Colección Biblioteca de Autores Ecuatorianos de Clásicos Ariel, todos prologados por él. (El volumen 41 reunió el nuevo relato ecuatoriano y a su pedido comenté sobre un cuento suyo). En este inverosímil proyecto, fungió de lector, antólogo, corrector, prologuista y hasta coordinador de diagramación. Todo bajo su égida. Y estamos hablando de tiempos en los que ni siquiera soñábamos en las tecnologías de ultravanguardia que nos rodean en nuestra hora. Está por demás esclarecer que Hernán no perseguía lucro alguno como ciertos seudopromotores de libros que proliferan en estos años, cuyo fin no es otro sino el de repletar sus faltriqueras y bailan al compás del gobernante de turno: si es de izquierdas mueven su zurda, si de derechas, la diestra, si de centro, no les importa las difíciles cabriolas que deben cumplir, pero las consuman. No, Hernán se impone misiones imposibles en servicio de la patria, sin importarle recompensas honoríficas o pecuniarias. Y su vida ejemplar: austera y moderada, sencilla y rigurosa. Todos los días va a nadar en una piscina cercana a su casa, y el resto del tiempo, omitiendo sábados, domingos y días de guardar, se dedica a estudiar y escribir. No, no estoy hiperbolizando, lejos de mí endilgar dulías ad-mirativas por doquier persiguiendo algún favor o exaltar porque sí, porque es una buena práctica para quedar bien con todos. Creo que los seres humanos tenemos deberes que cumplir y los deberes no se impetran, solo están para ser realizados. Por eso enaltezco vida y obra de uno de los grandes ecuatorianos del siglo XX, Hernán Rodríguez Castelo. Grande por su vida y por su obra. Por eso, jus-tamente en este tiempo del desprecio que vivimos, seres humanos como Hernán honran no solo a la patria sino a la especie humana.

la obraSabio es quien procura conocer la razón de ser y el principio de las cosas en general y del mismo ser en particular. Sea en el terreno de la historia, de la literatura o del arte en general, busca las causas profun-das de esas formas de creación porque la historia es invención cotidia-na, creación perpetua; no es una ciencia, es un saber. Hernán Rodríguez Castelo es sabio, en el más hondo sentido de esta valoración. Innumera-bles ensayos suyos sobre gramática, escritura, ortografía y sus excepcio-nales aportes en beneficio de nuestro idioma cubren con sobra de méritos su ámbito de lingüista. Y es en el ensayo —ese “centauro de los géneros” que lo llamara Ortega y Gasset— en el que mejor expresa su genio. Y la crítica que ejerce Hernán no exhibe piezas museísticas sino vivas.

manuela, una biografía actualLas biografías de Hernán Rodríguez Castelo tienen el mismo signo de sus ensayos críticos: acercarnos a sus personajes como si los tuviéramos frente a nosotros o los conociéramos desde siempre. Su versión de Manuela Sáenz ha despertado erupciones en quienes la siguen sacralizando y utilizando desde la demagogia más crasa, pues esta biografía señala las falsedades de otras biografías sobre Manuela Sáenz con documentos que lo prueban. Cele-bro en ella su investigación profunda, su manera de leer, observar, reconocer

documentos auténticos, comparar; su forma de humanizar al personaje señalando no solo sus logros sino también sus errores y sus faltas. Investigación exhaustiva de la historicidad, o, mejor aún, del escenario donde discurrió su tumultuosa existencia.

Los materiales que llegaron a manos del biógrafo, de manera especial, epístolas y relatos inéditos, develan un tratamiento probo y creativo, además, la narración no esquiva porcio-nes indispensables de fina ironía que acicatea la lectura. Más que vuelos de la imaginación, severidad no exenta de frescura para interpretar aconteceres y actitudes de otras imáge-nes, especialmente la de Simón Bolívar. Averiguación de las esencialidades de las figuras evocadas por el biógrafo. Rodríguez Castelo no se represa en la descripción epidérmica de hechos y personajes, adensa su palabra en las razones axiales de las decisiones de los personajes de esta biografía, no siempre acertadas, a veces fluctuantes entre carencias y desatinos, consustanciales de la condición humana. Expresividad fulgurante del lenguaje. Prosa tersa y limpia de todo lo que sea o pueda parecer adiposidades.

Como todo hombre grande, Hernán Rodríguez Castelo tiene admiradores y detractores. Dice su verdad y no le basta, sino que la fortalece sílaba a sílaba, mediante sondeos y exploraciones concluyentes. A Rodríguez Castelo, entonces, no hay que dimensionarlo en dicotomía, sino en plenitud, esto es, situando el valor de su obra y sus diligencias en beneficio de nuestra patria. Estas dos líneas magistrales refundidas justifican su presencia en lo mejor de la cultura ecuatoriana e hispanoamericana.

* narrador y ensayista

ESCRITOR. Su ‘Nuevo diccionario crítico de artistas plásticos del Ecuador del siglo XX’ constituye un colosal trabajo investigativo.

mODESTIA. Nunca ha sobrevalorado las recompensas honoríficas.

Ecuador, domingo 04 de enero de 2015

Ecuador, domingo 04 de enero de 2015

Al admirar la propuesta fotográfica del grupo de biólogos y fotógrafos de la Uni-versidad Católica del Ecuador, acerca del Parque Nacional Yasuní, varias ideas cruzan por la mente del espectador.

Solamente tomando tres premisas, el público puede diseccionar el amplio reco-rrido fotográfico de ‘Yasuní en imágenes’ –que incluye unos gigantescos collage- para entender el mensaje de la muestra que se exhibe en el Centro Cultural PUCE en Quito: concienciar la importancia de este espacio natural rico en biodiversidad y entender la responsabilidad que cada uno tiene sobre esta área.

galeríagalería

El acierto de la obra de Tomás Ochoa (Cuenca, 1965) es el carác-ter multidisciplinario que ofrece. Literatura, sociología, antropo-logía, semiótica e historia se ven reflejadas en la propuesta estética del artista ecuatoriano, uno de los referentes más representativos del transitar contemporáneo.

Pasado y presente –que invitan a reflexionar sobre el futuro- son los tiempos que nutren la mirada de Ochoa, una mirada que se sus-tenta en las lecturas, investigacio-nes y experimentación artística, lo que repotencia los trabajos que ofrece, tanto en forma como en concepto.

En esta ocasión, el ar-tista, quien ha participado en las bienales de Venecia, Osaka y Cuenca, provo-ca aquel juego que Lewis Carroll propiciaría con su ‘Alicia en el país de las ma-ravillas’ y con ‘A través del espejo y lo que encontró Alicia allí’: que no solo la niña traspase el espejo sino que el lector sea quien busque refle-jarse y dé el salto.

Justamente, imposible no in-troducirse en el diálogo que invi-ta su libro ‘Espejos con memoria’ (Ediciones El Apuntador), así como la exposición homónima que continúa en Arte Actual de la Flacso.

Si bien el libro es un amplio recorrido del trajinar de Ochoa, la muestra se constituye como una síntesis ideal para cono-cer su propuesta. En términos cuantitativos, no podría hablar-se de una exposición antológica, aunque en términos cualitativos reúne todo para serlo: ¿acaso

una antología no recoge lo más significativo de un autor?

En fin, el público se puede en-contrar con series simbólicas, que apelan al abstracto, como sus ‘Frac-tales’ (una metáfora de las relacio-nes que se tejen entre grupos so-ciales), así como aquellas donde el ser humano encarna las telas. Así aparecen ‘El punctum’, ‘Pecados originales’, ‘Libres de toda la mala raza’, ‘La soga de los muertos-Rei-niciar’. Esto último, lo más reciente de su obra, donde trabaja con wito, sangre de drago y acrílicos.

También están las 12 impre-siones en vidrio y un video (ins-

talación), titulado ‘Indios medievales’, una relectura de las movilizaciones hu-manas, donde la suerte de nuestros coterráneos (líde-res indígenas, como Túpac Amaru, y migrantes) pa-rece estar en vilo debido al poder que ejecutan las ‘so-ciedades dominantes’.

Sin duda, una de las técnicas empleadas por el artis-ta, donde por medio de cordeles traza sus dibujos –aludiendo a los quipus incaicos- y con pólvora le-vanta la flama de la creatividad en sus telas, cautivarán al públi-co, que puede seguir de cerca este proceso gracias a un video que acompaña a los cuadros de ‘Li-bres de toda la mala raza’.

Historiador desde la imagen, ironizador de los poderes, des-montador de discursos, cuestio-nador de temas como la identidad y el racismo, Ochoa traza la histo-ria con fuego para cristalizar un espejo en el cual podemos refle-jarnos. (DVD)

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Ochoa, el reflejo de la memoria 

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

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SERIE ‘El punCTum’.

‘Espejos con memoria’ estará abierta hasta el 16 de enero en Arte Actual (La Pradera E7-174 y Diego de Almagro), de lunes a viernes, de 09:00 a 18:00.

TOME NOTA

SERIE ‘lA SOGA DE lOS muERTOS-REInICIAR’.

‘pECADOS ORIGInAlES’.

SERI

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RACT

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’.

La muestra se extiende hasta finales de febrero en el Centro Cultural PUCE (12 de Octubre y Roca, en Quito), con entrada libre, de lunes a viernes de 09:00 a 19:00 y los sábados de 10:00 a 17:00.

TOME NOTA

Un panorama de vida

La primera idea se centra en aque-lla definición que señala a la fotografía documental como un registro de lo real. Las instantáneas de los cinco fotógrafos participantes (Jorge Castillo-Castro, Me-gan Westervelt, Rubén Jarrín E., Esteban Baus y Lucas Bustamante) son la ventana para aproximarse a los escenarios natura-les y a las relaciones sociales que se tejen en este espacio. Así, la fotografía, además de cumplir una exquisitez artística dada la composición presentada, se transforma en una bitácora para comprender la vida que se desarrolla en el Yasuní.

Dos: ‘Yasuní en imágenes’ da por cier-to ese cliché que señala que “una imagen vale más que mil palabras” - a esto habría que sumarle que en esta exposición se presentan cientos de ellas-. Ese (¿nues-tro?) territorio será explotado menos del uno por mil, según el Gobierno. Curio-samente, una fotografía muestra a dos hormigas caminando por el tronco de un árbol. El pie de foto de esa instantánea se-ñala que en un árbol del Yasuní se puede

encontrar hasta 43 especies diferentes de hormigas. Hasta donde sabemos, un árbol es menos del uno por mil, ¿no? En-tonces, ¿cuál es el impacto verdadero? El público es libre de sacar sus conclusiones.

Tres: “Ojos que no ven, corazón que no siente”. Se apela a un refrán popular. Esta frase suele referirse a temas amorosos, entonces calza porque: ¿No se debe amar a la naturaleza?

En fin, quien mire esta exhibición foto-gráfica se estremecerá con el hábitat que podría afectarse, así como quienes apo-yen la explotación podrán solo ‘hacerse los locos’ y no voltear al Centro PUCE, donde por estos días el Yasuní se ha in-mortalizado. (DVD)

[email protected]

mIRADA. Detalle del ojo de un juvenil de boa arborí-

cola amazónica (Foto: Lucas Bustamante).

pAISAJE. Las cristalinas del río Napo como el límite norte del yasuní (Foto: Rubén Jarrín E.).

SITuACIón. Una tortuga terrestre de patas amari-llas o motelo amenazada por cacería y mercado de mascotas (Foto: Jorge Castillo-Castro)

RIQuEzA. Una rana posando. Ella es una de las múltiples especies que habita en el yasuní. (Foto: Jorge Castillo-Castro).

nATuRAl. Una familia kichwa en la comunidad de Pompeya descansa bajo la luz de la vela (Foto: Megan Westervelt).

Ecuador, domingo 04 de enero de 2015

Ecuador, domingo 04 de enero de 2015

Al admirar la propuesta fotográfica del grupo de biólogos y fotógrafos de la Uni-versidad Católica del Ecuador, acerca del Parque Nacional Yasuní, varias ideas cruzan por la mente del espectador.

Solamente tomando tres premisas, el público puede diseccionar el amplio reco-rrido fotográfico de ‘Yasuní en imágenes’ –que incluye unos gigantescos collage- para entender el mensaje de la muestra que se exhibe en el Centro Cultural PUCE en Quito: concienciar la importancia de este espacio natural rico en biodiversidad y entender la responsabilidad que cada uno tiene sobre esta área.

galeríagalería

El acierto de la obra de Tomás Ochoa (Cuenca, 1965) es el carác-ter multidisciplinario que ofrece. Literatura, sociología, antropo-logía, semiótica e historia se ven reflejadas en la propuesta estética del artista ecuatoriano, uno de los referentes más representativos del transitar contemporáneo.

Pasado y presente –que invitan a reflexionar sobre el futuro- son los tiempos que nutren la mirada de Ochoa, una mirada que se sus-tenta en las lecturas, investigacio-nes y experimentación artística, lo que repotencia los trabajos que ofrece, tanto en forma como en concepto.

En esta ocasión, el ar-tista, quien ha participado en las bienales de Venecia, Osaka y Cuenca, provo-ca aquel juego que Lewis Carroll propiciaría con su ‘Alicia en el país de las ma-ravillas’ y con ‘A través del espejo y lo que encontró Alicia allí’: que no solo la niña traspase el espejo sino que el lector sea quien busque refle-jarse y dé el salto.

Justamente, imposible no in-troducirse en el diálogo que invi-ta su libro ‘Espejos con memoria’ (Ediciones El Apuntador), así como la exposición homónima que continúa en Arte Actual de la Flacso.

Si bien el libro es un amplio recorrido del trajinar de Ochoa, la muestra se constituye como una síntesis ideal para cono-cer su propuesta. En términos cuantitativos, no podría hablar-se de una exposición antológica, aunque en términos cualitativos reúne todo para serlo: ¿acaso

una antología no recoge lo más significativo de un autor?

En fin, el público se puede en-contrar con series simbólicas, que apelan al abstracto, como sus ‘Frac-tales’ (una metáfora de las relacio-nes que se tejen entre grupos so-ciales), así como aquellas donde el ser humano encarna las telas. Así aparecen ‘El punctum’, ‘Pecados originales’, ‘Libres de toda la mala raza’, ‘La soga de los muertos-Rei-niciar’. Esto último, lo más reciente de su obra, donde trabaja con wito, sangre de drago y acrílicos.

También están las 12 impre-siones en vidrio y un video (ins-

talación), titulado ‘Indios medievales’, una relectura de las movilizaciones hu-manas, donde la suerte de nuestros coterráneos (líde-res indígenas, como Túpac Amaru, y migrantes) pa-rece estar en vilo debido al poder que ejecutan las ‘so-ciedades dominantes’.

Sin duda, una de las técnicas empleadas por el artis-ta, donde por medio de cordeles traza sus dibujos –aludiendo a los quipus incaicos- y con pólvora le-vanta la flama de la creatividad en sus telas, cautivarán al públi-co, que puede seguir de cerca este proceso gracias a un video que acompaña a los cuadros de ‘Li-bres de toda la mala raza’.

Historiador desde la imagen, ironizador de los poderes, des-montador de discursos, cuestio-nador de temas como la identidad y el racismo, Ochoa traza la histo-ria con fuego para cristalizar un espejo en el cual podemos refle-jarnos. (DVD)

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Ochoa, el reflejo de la memoria 

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SERIE ‘El punCTum’.

‘Espejos con memoria’ estará abierta hasta el 16 de enero en Arte Actual (La Pradera E7-174 y Diego de Almagro), de lunes a viernes, de 09:00 a 18:00.

TOME NOTA

SERIE ‘lA SOGA DE lOS muERTOS-REInICIAR’.

‘pECADOS ORIGInAlES’.

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La muestra se extiende hasta finales de febrero en el Centro Cultural PUCE (12 de Octubre y Roca, en Quito), con entrada libre, de lunes a viernes de 09:00 a 19:00 y los sábados de 10:00 a 17:00.

TOME NOTA

Un panorama de vida

La primera idea se centra en aque-lla definición que señala a la fotografía documental como un registro de lo real. Las instantáneas de los cinco fotógrafos participantes (Jorge Castillo-Castro, Me-gan Westervelt, Rubén Jarrín E., Esteban Baus y Lucas Bustamante) son la ventana para aproximarse a los escenarios natura-les y a las relaciones sociales que se tejen en este espacio. Así, la fotografía, además de cumplir una exquisitez artística dada la composición presentada, se transforma en una bitácora para comprender la vida que se desarrolla en el Yasuní.

Dos: ‘Yasuní en imágenes’ da por cier-to ese cliché que señala que “una imagen vale más que mil palabras” - a esto habría que sumarle que en esta exposición se presentan cientos de ellas-. Ese (¿nues-tro?) territorio será explotado menos del uno por mil, según el Gobierno. Curio-samente, una fotografía muestra a dos hormigas caminando por el tronco de un árbol. El pie de foto de esa instantánea se-ñala que en un árbol del Yasuní se puede

encontrar hasta 43 especies diferentes de hormigas. Hasta donde sabemos, un árbol es menos del uno por mil, ¿no? En-tonces, ¿cuál es el impacto verdadero? El público es libre de sacar sus conclusiones.

Tres: “Ojos que no ven, corazón que no siente”. Se apela a un refrán popular. Esta frase suele referirse a temas amorosos, entonces calza porque: ¿No se debe amar a la naturaleza?

En fin, quien mire esta exhibición foto-gráfica se estremecerá con el hábitat que podría afectarse, así como quienes apo-yen la explotación podrán solo ‘hacerse los locos’ y no voltear al Centro PUCE, donde por estos días el Yasuní se ha in-mortalizado. (DVD)

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mIRADA. Detalle del ojo de un juvenil de boa arborí-

cola amazónica (Foto: Lucas Bustamante).

pAISAJE. Las cristalinas del río Napo como el límite norte del yasuní (Foto: Rubén Jarrín E.).

SITuACIón. Una tortuga terrestre de patas amari-llas o motelo amenazada por cacería y mercado de mascotas (Foto: Jorge Castillo-Castro)

RIQuEzA. Una rana posando. Ella es una de las múltiples especies que habita en el yasuní. (Foto: Jorge Castillo-Castro).

nATuRAl. Una familia kichwa en la comunidad de Pompeya descansa bajo la luz de la vela (Foto: Megan Westervelt).

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Ecuador, domingo 04 de enero de 20156 biblioteca Ecuador, domingo

04 de enero de 2015 3ensayo

Composición electrónica:Pantone Impresiones

Edita: Editorial Minotauro S.A.Correspondencia:

Planta Diario La HoraAv. Galo Plaza N62-08 y Nazaret

fax: 247-6085 casilla 17-17-243 CCIcul tu ra @la ho ra .co m.ec

Quito, Ecuador

Director (e): Francisco Vivanco RiofríoEditor: Agustín Garcells CordónRedactor: Damián de la Torre AyoraDiseño: María Leonor Oviedo Andrés Jiménez M.

vITRInA DE lIBROS

El ESTuDIAnTE John Katzenbach

El fruto de la venganza es más ven-ganza. Mientras intenta mantenerse alejado del alcohol, Timothy Moth Warner alterna sus clases de pos-grado en la Universidad de Miami con las reuniones de un grupo de autoayuda para adictos. Su tío Ed, médico psiquiatra y alcohóli-co rehabilitado, es su gran apoyo moral. Preocupado porque Ed ha faltado a una cita, Moth se dirige a la consulta de su tío y lo encuentra... EDICIOnES B

lA TRISTE HISTORIA DE Tu CuERpO SOBRE El mÍO marwan

Está compuesto por cuatro partes. Por orden: Agua y aceite, Luna nueva. Tenía nombre, Luna llena. Parque temático, cuarto menguante. Y, por último, La cadu-cidad del Paraíso, cuarto creciente. Sus poemas hablan de las prisas de hoy, de las dudas de siempre, de historias eternas que acaban, sin que importe tanto el culpable. Son poemas que al hablar de un hombre hablan de todos, porque este hombre tiene la capacidad de serlos todos, tal es su empatía. nOvIEmBRE

lOS mÁS vEnDIDOS

ARGEnTInA

° Jasy - Trilogía del Perdón 1, florencia Bonelli (Suma).° El puñal, Jorge fernández Díaz (Planeta).° El estudiante, John Katzenbach (Ediciones B).° Buscando a Alaska, John Green (Castillo). FUENTE: GRUPO ILHSA

° La oculta, Héctor Abad (Pengüin Random).° El Principito, Antoine de Saint Exupéry (Art Books).° Más allá del olvido, patrick modiano (Pengüin Random).° La fiesta de la insignificancia, milan Kundera (Planeta). FUENTE: LIBRERÍA NACIONAL

COlOmBIA

ESpAñA

méxICO

° La triste historia de tu cuerpo sobre el mío, marwan (Autor-editor).° Intranerso, Carlos miguel Cortés (Noviembre poesía).° El umbral de la eternidad, Ken follett (Plaza&Janés)° El gran libro del reino de la fantasía, Gerónimo Stilton (Planeta). FUENTE: CASA DEL LIBRO

° The maze runner 2: Prueba de fuego, James Dashner (Vergara y Rivas Editoras).T° The maze runner: Correr o morir, James Dashner (Vergara y Rivas Editoras).° Adulterio, paulo Coelho (Grijalbo).° The maze runner 3: La cura mortal, James Dashner (Vergara y Rivas Editoras). FUENTE: LIBRERÍA GANDHI

° Adulterio, paulo Coelho (Grijalbo).° Ciudades de papel, John Green (Nube de Tinta).° El Teorema Katherine, John Green (Nube de Tinta). ° El Libro Troll, Rubius (Temas de hoy). FUENTE: LIBRI MUNDI

° Los 11 poderes del líder, Jorge Baldano (Conecta).° Bajo la misma estrella, John Green (Nube de Tinta).° La analfabeta que era un genio de los números, Jonas Jonasson (Salamandra).° Cincuenta sombras de Grey, E. l. James (Alfaguara).FUENTE: MR. BOOkS

ECuADOR

Nota: Listado de libros de ficción de EFE, excep-to Ecuador.

Datos biográficosfausto Ramos

° (Ambato, 1970). Tallerista de la Casa de la Cul-tura desde 2009, bajo la tutoría de Diego Velasco Andrade y Jorge Velasco Mackenzie. Define a la ciencia como su esposa y a la literatura como su amante, ya que mediante las letras ha podido plasmar sentimientos y vivencias que elevan el espíritu para trascender de la condición de lector a escritor de su propio destino. 

OSWALDO PAZ Y MIÑO• “Tengo una espe-cie de concepto misional de la literatura, eso sí. Supongo que será un poco antigua la cosa, pero yo sí tengo la idea de que la literatura cumple una misión, social y me parece que a esa función hay que reducir-se, no limitarse a ella. A mí la literatura me parece que sí tiene algo que decir, que tiene algo que comunicar, que tiene algo que contagiar…” (Antonio Gala)

Sea el maestro ecuatoriano Fausto Ra-mos Romo, el que rompa aguas, este eso-térico año 2015, que se corresponde con el número 8 en la ciencia de la numerología. Su trabajo, que se ha prensado en dos to-mos por la Casa de la Cultura Ecuatoria-na, ‘El Señor de los cuentos: Las historias perdidas en la mitad del mundo’, y ‘El se-ñor de los cuentos: Crónicas fantásticas del equinoccio”, encaja muy bien en los primeros peldaños que empezamos a su-bir del año que estrenamos.

Literatura mágica de nuestra tierra recopilada en dos volúmenes que hemos procesado por varias semanas, disfru-tando y reavivando el derecho al asom-bro, ese que se descubre que tenemos latente, cuando las letras rompen esque-mas y se adentran en laberintos a toque-tear con “fantasmas que penan en las callejuelas y cementerios; entre tesoros arcanos que al descubrirse desatan mal-diciones; y no permiten el descanso eter-nos a amores imposibles, que cruzaron el umbral de la muerte, para, riéndose de la vida, fundirse en pasión luminosa en la

oscuridad del abismo….”‘Las historias pérdidas de la mi-

tad del mundo’ y ‘Crónicas fantásti-cas del equinoccio’ no son literatura para profanos, demanda su lectura, el dominio de ciertas artes iniciáti-cas, ya que el arte de leer no pasa de la mera interpretación literal, hay un gran espacio para la consumición de información tallada en simbolismo, lo que implica material añadido para desci-frar la mitología del mundo dividida en dos hemisferios, dos tomos, en los que las leyes universales que decanta el Kybal-yon son herramientas absolutamente imprescindibles de revisar: mentalismo, correspondencia, vibración, polaridad, ritmo, causa y efecto, y generación.

“Mateo busca con la linterna a la queri-da Cecilia y a su preciosa Ana. Finalmen-te las encuentra, pero no como esperaba. Lo único que puede reconocer de ellas es un rasgo de sus facciones anteriores, y al igual que el resto de seres de ese infra-mundo ya no son humanas, sus miradas salvajes y amenazantes le indican que ya no le reconocen”. (pág. 59 de ‘Las histo-rias perdidas de la mitad del mundo’)

Dice el maestro Alejandro Jodorows-ky, y se me viene la idea a propósito de lo que para esta semana e inicio de año recomiendo leer: ”La literatura universal concede un lugar importante al tema del ‘doble’ que, poco a poco, expulsa al hom-bre de su propia vida, se apropia de sus lugares favoritos, de sus amistades, de su

Magia en nuestra literatura

familia, de su trabajo, hasta transformar-lo en un paria para incluso a veces ase-sinarlo, según algunas versiones de este mito universal. En lo que a mí respecta, creo que somos el ‘doble’ y no el original”.

Literatura envolvente, letras que cons-tituyen una formula creativa para que los que se niegan la magia de lo desconoci-do no se aferren a sus fundamentalismos previsibles. En la tierra en que vivimos y a los misterios a los que solamente se pue-den llegar por los libros… estos dos que-dan recomendados para los atrevidos…

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Pensadores, ensayistas, historiadores, narradores, artistas plásticos de todos los tiempos están en deuda impagable con Hernán Rodríguez Castelo. Su monumental ‘Historia general y crítica de la literatura ecuatoriana’, contenida en millares de páginas constará entre lo más encumbrado de nuestra cultura. Capítulos inéditos o subvalorados de nuestra nación, todas buidas de inteligencia y belleza, se erigirán como soporte único de nuestra historia. Obras como las de Hernán son aportes excepcionales para que cuajemos en nación.

El aire y los recuerdosConocí a Hernán en el Colegio San Gabriel. Nunca fui alumno destacado, pero creo que es hora de dejar testimonio escrito de cómo atendía sus clases magistrales (no nos diferencian sino pocos años en lo que a edades concierne, pero ya Hernán estaba precedido de justa fama), cuánto hicieron sus palabras para mi conversión de pésimo estudiante a lector de oficio y a preocuparme de las otras asignaturas. Sucede que ese gran sacerdote Marco Vinicio Rueda había visitado el Pensionado Borja Número 1, recabando una lista de sus alumnos destacados. En ella constaba yo. El deseo del pa-dre Rueda era que yo fuera al Colegio Loyola, pero mi abrumadora timidez lo impidió. Él posibilitó mi ingresó al San Gabriel y, a los tumbos, pasé algunos años. No sé qué ocurrió en mí. Brillante estudiante de primaria a último de secundaria. Pero me daba modos para concurrir a los clubes organizados por Hernán. Esta es la historia. Hernán viajó a Europa y yo fui expulsado de colegio tan significativo. Maestros de esos años me marcaron para siempre: Jorge Salvador Lara, Francisco Salazar Alvarado, Jorge Chacón, Aurelio Espinosa Pólit, Ernesto Proaño, José Rivas… en fin, maestros que hubieran honrado cualquier institución educativa de América o Europa.

Transcurrieron años y el reencuentro con Hernán fue entrañable. Él escribía para diario El Tiempo y cubría, además el espacio cultural. Fue el tiempo en que asumió una de las más co-losales empresas culturales. Cien tomos de la Colección Biblioteca de Autores Ecuatorianos de Clásicos Ariel, todos prologados por él. (El volumen 41 reunió el nuevo relato ecuatoriano y a su pedido comenté sobre un cuento suyo). En este inverosímil proyecto, fungió de lector, antólogo, corrector, prologuista y hasta coordinador de diagramación. Todo bajo su égida. Y estamos hablando de tiempos en los que ni siquiera soñábamos en las tecnologías de ultravanguardia que nos rodean en nuestra hora. Está por demás esclarecer que Hernán no perseguía lucro alguno como ciertos seudopromotores de libros que proliferan en estos años, cuyo fin no es otro sino el de repletar sus faltriqueras y bailan al compás del gobernante de turno: si es de izquierdas mueven su zurda, si de derechas, la diestra, si de centro, no les importa las difíciles cabriolas que deben cumplir, pero las consuman. No, Hernán se impone misiones imposibles en servicio de la patria, sin importarle recompensas honoríficas o pecuniarias. Y su vida ejemplar: austera y moderada, sencilla y rigurosa. Todos los días va a nadar en una piscina cercana a su casa, y el resto del tiempo, omitiendo sábados, domingos y días de guardar, se dedica a estudiar y escribir. No, no estoy hiperbolizando, lejos de mí endilgar dulías ad-mirativas por doquier persiguiendo algún favor o exaltar porque sí, porque es una buena práctica para quedar bien con todos. Creo que los seres humanos tenemos deberes que cumplir y los deberes no se impetran, solo están para ser realizados. Por eso enaltezco vida y obra de uno de los grandes ecuatorianos del siglo XX, Hernán Rodríguez Castelo. Grande por su vida y por su obra. Por eso, jus-tamente en este tiempo del desprecio que vivimos, seres humanos como Hernán honran no solo a la patria sino a la especie humana.

la obraSabio es quien procura conocer la razón de ser y el principio de las cosas en general y del mismo ser en particular. Sea en el terreno de la historia, de la literatura o del arte en general, busca las causas profun-das de esas formas de creación porque la historia es invención cotidia-na, creación perpetua; no es una ciencia, es un saber. Hernán Rodríguez Castelo es sabio, en el más hondo sentido de esta valoración. Innumera-bles ensayos suyos sobre gramática, escritura, ortografía y sus excepcio-nales aportes en beneficio de nuestro idioma cubren con sobra de méritos su ámbito de lingüista. Y es en el ensayo —ese “centauro de los géneros” que lo llamara Ortega y Gasset— en el que mejor expresa su genio. Y la crítica que ejerce Hernán no exhibe piezas museísticas sino vivas.

manuela, una biografía actualLas biografías de Hernán Rodríguez Castelo tienen el mismo signo de sus ensayos críticos: acercarnos a sus personajes como si los tuviéramos frente a nosotros o los conociéramos desde siempre. Su versión de Manuela Sáenz ha despertado erupciones en quienes la siguen sacralizando y utilizando desde la demagogia más crasa, pues esta biografía señala las falsedades de otras biografías sobre Manuela Sáenz con documentos que lo prueban. Cele-bro en ella su investigación profunda, su manera de leer, observar, reconocer

documentos auténticos, comparar; su forma de humanizar al personaje señalando no solo sus logros sino también sus errores y sus faltas. Investigación exhaustiva de la historicidad, o, mejor aún, del escenario donde discurrió su tumultuosa existencia.

Los materiales que llegaron a manos del biógrafo, de manera especial, epístolas y relatos inéditos, develan un tratamiento probo y creativo, además, la narración no esquiva porcio-nes indispensables de fina ironía que acicatea la lectura. Más que vuelos de la imaginación, severidad no exenta de frescura para interpretar aconteceres y actitudes de otras imáge-nes, especialmente la de Simón Bolívar. Averiguación de las esencialidades de las figuras evocadas por el biógrafo. Rodríguez Castelo no se represa en la descripción epidérmica de hechos y personajes, adensa su palabra en las razones axiales de las decisiones de los personajes de esta biografía, no siempre acertadas, a veces fluctuantes entre carencias y desatinos, consustanciales de la condición humana. Expresividad fulgurante del lenguaje. Prosa tersa y limpia de todo lo que sea o pueda parecer adiposidades.

Como todo hombre grande, Hernán Rodríguez Castelo tiene admiradores y detractores. Dice su verdad y no le basta, sino que la fortalece sílaba a sílaba, mediante sondeos y exploraciones concluyentes. A Rodríguez Castelo, entonces, no hay que dimensionarlo en dicotomía, sino en plenitud, esto es, situando el valor de su obra y sus diligencias en beneficio de nuestra patria. Estas dos líneas magistrales refundidas justifican su presencia en lo mejor de la cultura ecuatoriana e hispanoamericana.

* narrador y ensayista

ESCRITOR. Su ‘Nuevo diccionario crítico de artistas plásticos del Ecuador del siglo XX’ constituye un colosal trabajo investigativo.

mODESTIA. Nunca ha sobrevalorado las recompensas honoríficas.

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2 Ecuador, domingo 04 de enero de 2015

Ecuador, domingo 04 de enero de 2015 7dardosensayo

Hernán Rodríguez Castelo,el hombre y su obra

O I

pOR mARCO AnTOnIO RODRÍGuEz *

Tiempo

¿Qué ocurre con el tiempo en seres humanos como Hernán Rodríguez Castelo: drama-

turgo, historiador, biógrafo, lingüista, escritor de literatura infantil, crítico literario y de

arte, gestor de revistas, periodista, autor de más de cien libros…? ¿Retirarse…? ¿Ensan-

charse…? ¿Retrasarse…? O, ¿quién o qué lo exoneró del tiempo, para posibilitarle tantas

realizaciones emergidas de su inteligencia y de su energía asombrosas? Tiempo humillado

por una férrea voluntad creadora. Tiempo sumiso por las demandas inacabables de una

de las más lúcidas inteligencias que ha dado nuestra patria. Repliegue o expansión de esa

sustancia escurridiza que sabemos qué es en nuestros laberintos interiores, pero que no

podemos explicar qué es cuando alguien nos pregunta sobre este, según la manida disqui-

sición de San Agustín. Filosofía del tiempo. No es mi propósito elucidar respecto de asunto

tan complejo, pero me he sentido conminado a iniciar estas páginas con algo muy breve y

leve sobre el mismo porque la preclara figura de Rodríguez Castelo conmina a ese ejerci-

cio. ¿De dónde emergieron tantos proyectos y realizaciones intelectuales, tantos ensayos

teóricos, tantas empresas humanas concretadas o no —¡qué importa!— por este ecuatoria-

no lúcido, íntegro, incorruptible, generoso?

A ‘sotto voce’, como penosamente actuamos en nuestro medio (pacato, convencional, re-tardatario), se habla del “orgullo” de Rodríguez Castelo, yo hablo de su dignidad y de su anchura de espíritu. Su ‘Nuevo diccionario crítico de artistas plásticos del Ecuador del siglo XX’ constituye un verdadero monumento erigido por su talento creador y su arduo, ejemplar, trabajo investigativo. Son 679 artistas plásticos estudiados. Estos pertenecen a todas las provincias de la patria; algunos residen en el extranjero; otros fallecidos; a los de más allá no se los encuentra, viven literalmente ocultos… ¿Qué prodigios obró Hernán para examinar su obra y sacarlos del anonimato? Y aquí me detengo en una breve digresión in-dispensable. Cuando el Círculo de Lectores publicó en dos volúmenes su ‘Lírica ecuatoria-na contemporánea’, se la criticó acentuando que aparecían decenas de personas que nada tenían de poetas, sí de poetastros —peyorativo de poetas en las viejas retóricas— o, dicho por los popes de aquel tiempo que estaban atentos a las novedades, que en esa obra había excesos de paraliteratura.

Pero es que allí, precisamente, se devela la magnanimidad de Rodríguez Castelo y aparece nítida su faceta de gran suscitador de nuestra cultura que ha sido escamoteada y casi nunca reconocida. En nuestro país, dos estereotipos —entre otros de menor in-cidencia— han mantenido incólume nuestra asincronía histórica: mezquindad y senti-miento de minusvalía. Complejo de inferioridad —que científicamente es el único que existe, por lo que los soberbios no son sino especímenes que protegen con ese escudo la compasión que sienten por ellos mismos—. Y en lo que se refiere a los numerosos poetas estudiados por Rodríguez Castelo en la obra citada —igual ocurre en todos los otros géneros—, cuánto bien hizo, pues, gracias a su incentivo, varios de ellos se han superado día a día hasta convertirse, en efecto, en poetas.

InvESTIGADOR. Ha escrito innumerables

ensayos sobre gramática, escritura, ortografía y

realizado excepcionales aportes en beneficio de

nuestro idioma.

El nuEvO HERAlD-lA HORA • El escritor cuba-no Leonardo Padura ve el restablecimien-to de relaciones entre EE. UU. y su país como el fin de una “pesadilla” y una luz al final del túnel que da paso a la esperanza, pero advierte de que ese histórico acuerdo no es la “varita mágica” para solucionar todos los problemas de la Isla.

“Yo siento como que hemos salido de una pesadilla, como que hemos salido de un túnel y empieza a verse una luz”, afirmó Padura (La Habana, 1955) en una entrevista en su casa del habanero barrio de Mantilla.

A Padura la noticia del 17 de diciembre que puso fin a más de 50 años de enemis-tad con EE. UU. le sorprendió en el mis-mo día que escribía las primeras palabras de su próxima novela: cuenta que cuando oyó al presidente Raúl Castro decir que se restablecían las relaciones no pudo reprimir la expresión con la que reaccio-naron la mayoría de sus compatriotas: “¡Coñoó!”.

“Me salió del alma. Lucía (su esposa) empezó a llorar. Yo caí en estado de con-moción y Lucía en estado de emoción. Era algo que de alguna forma pensábamos que no iba a ocurrir, que no lo íbamos a ver”, explica el autor de ‘El hombre que amaba a los perros’.

Prefiere no abundar en especulacio-nes sobre el futuro, pero Padura tiene la esperanza de que “va a ser mejor, porque la gente en Cuba se lo merece” y cree que los primeros impactos se notarán en la economía sobre todo con el aumento de visitantes estadounidenses.

“El turista norteamericano, a diferen-cia de otros de otras partes del mundo, es

un turista que tiene un 15% en su mente: ese 15 % es la propina. Y por eso lo consi-deran el mejor cliente del mundo”, bro-mea el escritor cubano.

Considera que esa llegada de más es-tadounidenses a Cuba movilizará dinero no solo en los circuitos turísticos oficiales sino en los negocios privados que ya exis-ten en el país relacionados con la hoste-lería y el hospedaje y que han surgido a partir de las reformas emprendidas en el mandato de Raúl Castro.

Embargo en el ‘esqueleto’Eso sin olvidar las posibilidades para la inversión extranjera, condicionada por un embargo económico que se mantiene todavía, pero que, según Padura, se que-da “en el esqueleto” con las medidas ya anunciadas por Barack Obama.

Uno de sus anhelos es que el acerca-miento con Washington mejore las tele-comunicaciones y el acceso a Internet: “Quien no vive en Cuba no se puede ima-ginar las dificultades que tenemos para conseguir información y poder trabajar”, en un país donde la mayor parte de los ciudadanos no puede conectarse a Inter-net en casa y los pocos que lo hacen bata-llan con tecnología antigua, lenta y cara.

Por cambiar, Cuba va a tener que cam-biar hasta la retórica que ha empleado durante décadas para referirse a su pode-roso vecino, recuerda Padura: “Ver a Raúl Castro agradecer en un discurso en dos ocasiones al Presidente de EE. UU. por lo que ha ocurrido o reconocer su disposi-ción para tomar estas medidas es algo que resulta inédito en los más de 50 años de Revolución cubana”.

“Tiene que cambiar desde la retórica hasta la manera de entender cómo rela-cionarse con un país con el que seguirá habiendo diferencias durante mucho tiempo, pero con el que (Cuba) debe con-vivir. Y es preferible convivir”, señaló.

No obstante, Padura advierte que no se puede ver la normalización de rela-ciones con EE. UU. como “la varita má-gica” que resolverá los problemas de Cuba, donde el propio Raúl Castro reco-noce que la gran asignatura pendiente es la economía.

“Es cierto que (muchos de los pro-blemas) pueden tener relación con el embargo, pero hay otros que se deben a ineficiencias, problemas estructurales, conceptuales o mentales (…) Hasta que la economía cubana no logre un funciona-miento eficiente no se van a resolver mu-chos de los problemas que tenemos”, dijo el escritor, quien considera “esencial” so-lucionar el problema de los bajos salarios.

Sobre las posibilidades de que esta eta-pa propicie una mayor apertura social y política en la Isla, Padura cree que “habrá que ver cómo se desenvuelven las cosas” en Cuba hacia “una sociedad mucho más abierta y participativa”, con independen-cia del acercamiento con EE. UU.

¿pluralidad?“Por muchos años en Cuba se promovió la unanimidad como única alternativa. En los últimos años se ha abierto la posi-bilidad de la pluralidad. Si bien eso no se ha concretado en la existencia de partidos políticos (…), sí ha significado la posibili-dad de comenzar a establecer puntos de vista diferentes sin que eso signifique ser

pERSOnAJE. Laureado novelista y periodista cubano, conocido especialmente por sus novelas policíacas del detective Mario Conde.

‘Siento que hemos salido de una pesadilla’

lEOnARDO pADuRA

Tocado por la censura° El escritor cubano Leonardo Padura confía en que se encuentre pronto “una solución satisfactoria” para que la película ‘Regreso a Ítaca’, de la que es guionista, se pueda ver en el circuito cinematográfico de Cuba, después de que el largometraje fue-ra excluido del reciente Festival de cine de La Habana que se celebró entre el 4 y 14 de diciembre, aduciendo que la presidencia de la organización no había podido visionar la cinta.

‘Regreso a Ítaca’, del realizador francés Laurent Cantet, está basada en un episodio de ‘La novela de mi vida’ (2001) de Padura, que se ocupó de adaptar el guion para la pe-lícula, que aborda el tema del exilio forzoso y el regreso definitivo de un cubano a su patria tras 16 años de ausencia.

Es una película hecha con el co-razón, con las vísceras de todos los que trabajamos en ella”.

lEOnARDO pADuRAESCRITOR y GUIONISTA(SOBRE LA CENSURADA PELÍCULA ‘REGRESO A ÍTACA’)

un opositor. Es muy importante entender eso y ponerlo en práctica”.

Y preguntado sobre qué piensa del deshielo con EE. UU. Mario Conde, el fic-ticio policía cubano que es su personaje literario más conocido, Padura cree que opina como él: “Tiene el mismo senti-miento de esperanza en que las cosas me-joren para él, para sus amigos y para la calidad del ron que bebe”, señala.

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CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

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Ecuador, domingo 04 de enero de 20158

Ecuador, domingo 04 de enero de 2015 Nº 899

I

CRÍTICO. Ricardo Segreda celebra sus ‘bodas de aluminio’ como colaborador de ‘Revista Artes’. (Foto: Thomas Ives, fotógrafo de ‘National Geographic’)

Una visita de 10 añosRICARDO SEGREDA • Se cumplen hoy 10 años de la publicación de mi primera columna de cine en la Revista Artes de Diario La Hora, una crítica de la película brasileña ‘Ciudad de Dios’. Parece que hubiera sido ayer. En ese entonces no estaba seguro si permanecería en Ecuador por más de tres meses, mucho menos 10 años.

Como algunos de ustedes saben, aunque soy ecuatoriano, nací y viví en los EE. UU. hasta 2004; sin embargo, mi madre, la escultora Fina Guerrero Cassola, es quiteña. Fueron mis padres quienes sugirieron que me viniera al Ecuador. Yo estaba viviendo cerca de la ciudad de Seattle, el centro de algunas de las corporaciones más grandes del mundo, como Microsoft y Boeing, pero sin prosperar.

En mis sueños, quería ser periodista y escribir sobre cine, pero no tenía ni idea dónde podía empezar, especialmente en el extremadamente competitivo mercado de los EE. UU. Así que opté por regresar al Ecuador, después de una ausencia de 24 años. Esperaba que al menos pudiera dar clases de inglés por un semestre antes de regresar a un estado en Norteamérica con mejores oportunidades de empleo.

Pero la vida tenía otros planes para mí; fue aquí, en Ecuador, donde tuve la oportunidad de realizar mis aspiracio-nes. Yo tenía la suerte de haber estudiado cine en mi juventud en Nueva York con algunos de los mejores académicos en el tema y mi padrastro, el académico Gus-tavo Pérez-Ramírez, sugirió que podía combinar mis dos amores por el cine y la escritura y ofrecer a lectores ecuatoria-nos algo fresco. Agradezco a la ‘Revista Artes’ de ‘Diario La Hora’, que me haya abierto sus páginas para mis críticas de cine y a mi padrastro, lo cual además me ayudó a perfeccionar el español que era rudimentario.

Sin mi nueva identidad como periodis-ta de cine no habría podido haber vivido la aventura de los últimos 10 años, que incluye asistencia a festivales de cine en Seattle, Vancouver y Miami, y participa-ción en un jurado de cine en Macedonia. Tampoco hubiera tenido la excepcional experiencia de entrevistar cineastas fa-mosos como Darren Aronofsky, Marcelo Piñeyro y Michael Apted.

Lo más importante es la oportunidad de articular mi pasión sobre el séptimo arte en sus diversas manifestaciones con un público que comparte mi entusiasmo o que a lo mínimo tiene curiosidad, por lo que estoy muy agradecido.

De hecho, en el transcurso de 10 años, mis propios parámetros de interés se han expandido más allá de lo que hubiera

imaginado. La responsabilidad del traba-jo me ha motivado a explorar cine emo-cionante de todos los rincones del mundo, desde África a Asia. a Europa Oriental y por supuesto, a América Latina, donde he descubierto mucha pasión en el intento de comunicar la experiencia de la vida.

Mientras tanto, he llegado a conocer a muchas personas sinceras en su dedica-ción a la promoción de la cultura del cine en Ecuador, en el Ochoymedio, Flacso y la

Casa de la Cultura y otros lugares. Final-mente, he llegado a ser un testigo cercano a la evolución de una nueva industria del cine en Ecuador, de la campaña para los subsidios estatales hasta la creación del Consejo Nacional de Cine y la validación de dichos esfuerzos con películas como ‘Mejor no hablar de ciertas cosas’ y ‘Pro-meteo deportado’. Ha sido un placer el que mis lectores me hayan acompañado.

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RECOmEnDADOS

Dirigida por Angelina Jolie, la pelícu-la ‘Invencible’, también conocida como ‘Unbroken’, es del género acción, bio-grafía, drama. Cuenta en el reparto con los actores Jack O’Connell, Domhnall Gleeson y Jai Courtney.

SinopsisNarra la increíble vida del atleta olímpico y héroe de guerra Louis ‘Louie’ Zamperini quien, tras un accidente aéreo durante la Segunda Guerra Mundial, sobrevivió 47 días en una balsa junto a otros dos miembros de la tripulación de su bom-bardero antes de ser capturado por la Marina japonesa y enviado a un campo de prisioneros.

Jorge Drexler aparenta ser tipo serio, sin embargo, en las noches de concierto parece que gusta dejarse llevar por locales bailongos. De ese modo, descubrió que le apetecía dar forma a una serie de cancio-nes, las que nutren ‘Bailar en la cueva’, que pudieran ser bailadas sin subterfugios. Para ello permitió que su música, carga-da de habitual de una cierta melancolía, sirviera para mover pies y caderas. Lo sor-prendente es que alcanza el objetivo sin renunciar a sus textos comprometidos, filosóficos y vitales de siempre.

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SupERvIvEnCIA

BAIlAR SIn SuBTERfuGIOS

bambalinas

5

DARDOS. Leonardo Padura: ‘el embargo se queda en el esqueleto’. >> 7

fOTO

: Est

eban

Bau

s

¿Estremecerse o hacerse los locos?

‘Yasuní en imágenes’ inmortaliza al famoso parque natural.

ENSAYO. Hernán Rodríguez Castelo, gran suscitador de nuestra cultura. >> 2-3