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Reseña de Thompson

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  • PARA LA INVESTIGACINDE ESTRUCTURAS GRANDES,

    PROCESOS AMPLIOS,Y COMPARACIONES ENORMES

    Emilio J. CastillaUniversity of Lancaster, Gran Bretaa

    RESUMEN. A lo largo del siglo xix, grandes cambios sociales, polticos y econmicos y suincomprensin crean el contexto idneo para el surgimiento de un aparato cientfico-ideolgico peculiar con el que analizar y explicar esa compleja realidad del momento. En elpresente artculo se critican los modelos de estudio estndar de las Ciencias Sociales (enconcreto, la investigacin social de grandes estructuras y procesos sociales), formulados yaplicados a partir del siglo pasado. Se cuestiona la validez del conjunto de postuladosmetodolgicos fruto del pensamiento social decimonnico. Ello es un paso previo para quese empiece a pensar en un nuevo sistema de investigacin social con el que superar losgraves desaciertos y errores de la metodologa social tradicional. Como alternativa para elestudio de estructuras y procesos amplios, se propone un programa de interpretacin socialque promueva la comparacin sistemtica y crtica, y el anlisis con base histrica. Esteconsiste precisamente en potenciar un instrumental cientfico innovador, que descarte lasgeneralizaciones como objetivo ltimo del estudio social, y que tambin comprenda losprocesos de modernizacin de las ltimas dcadas.

    Dentro del campo de las doctrinas sociales, la cada de los paradigmasdominantes durante los aos sesenta genera un vaco terico difcil dellenar. Esta misma ausencia provoca que la mayor parte de los/as cientfi-cos sociales, a pesar de la confusin e indefinicin metodolgica general,persistan en sus pretensiones investigadoras clsicas. De esta forma, en losestudios emprendidos por los/as tericos actuales se tiende a incurrir endos graves desaciertos. Por un lado, el cientfico/a se siente tentado debuscar un refinamiento intelectual elevado en su anlisis social. Para ello

    Reis60/92 pp. 129-145

  • EMILIO ..CASTILLA

    cubre sus estudios con un atractivo formal enmascarador y a menudo lioso.Influenciado por sus colegas, considera poco el cambio de situacin y seinclina hacia la preeminencia de las formas sobre el contenido, as como delas tcnicas sobre el fondo del problema. En esta lnea de trabajo trata debuscar comparaciones brillantes, cada vez ms afinadas. Adems, contem-pla una serie indeterminada de casos, hace referencias a varias ideas yasociaciones y, en general, a variables dinmicas mltiples que son explica-tivas del proceso a estudiar. El resultado de ese tipo de anlisis es lgico:los captulos estn llenos de complejidades, contradicciones y de dudasimportantes.

    Junto con esta aspiracin de descripcin de teoras sobre procesossociales a gran escala aparece tambin un sentimiento de desesperacin eintranquilidad intelectual por parte del analista. Ante la imposibilidad delograr generalizaciones a partir de fuentes y variables de estudio numerosasexperimenta el sin sentido del investigar. Para qu intentar construirteoras precisas sobre procesos amplios y estructuras gigantes si la propiaexperiencia social muestra la imposibilidad de tal propsito? Por quengaarnos en pensar que a partir de un grupo homogneo de casos de larealidad social vamos a poder inducir una teora simple e integradora de laveracidad de enunciados universales sociales? Cules son los lmites de lageneralizacin? Cules deben ser los lmites de la concrecin a nivel de lainvestigacin social contempornea?

    EN TORNO A TILLY

    Para solucionar algunas de estas cuestiones sobre investigacin socialse puede profundizar y reflexionar sobre aportaciones como la reciente delsocilogo Charles Tilly. Si no se logra solucionar este desorden en elmtodo de indagacin social, s que al menos se habr cuestionado lospresupuestos arraigados de eficacia y fidelidad con el objetivo primerode las Ciencias Sociales. Es, pues, un primer paso importante para quese empiece ya a pensar en descubrir una nueva alternativa metodolgicaen los anlisis sociales del siglo XX. Tilly sostiene que la intencin del teri-co/a social de abarcar la totalidad de la realidad o de cierta esfera social esequvoca. La tendencia simplificadora de las generalizaciones a la hora deconcebir la naturaleza del cambio social delata esta propia ineficienciaanaltica de la que escribe Tilly1.

    Pero los problemas de concepcin y metodologa son an ms impor-tantes. Tanto las nuevas tecnologas como los experimentos estilsticos

    1 El texto bsico que se debate aqu es el Charles TILLY, Grandes estructuras, procesos

    amplios, comparaciones enormes (Madrid: Alianza Editorial, 1991), 204 pp. La edicinoriginal del libro es Charles TILLY, Big Structures, Large Processes, Huge Comparisons(Nueva York: Russell Sage Foundation, 1984), 204 pp. La traduccin es de Ana Balbs.

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  • PARA LA INVESTIGACIN DE ESTRUCTURAS GRANDES, PROCESOS AMPLIOS Y COMPARACIONES ENORMES

    propios del siglo xx adolecen de una cierta dependencia ideolgicadecimonnica. Muchas de las teoras sociales existentes sobre cambio yorganizacin social, as como numerosas instituciones que se presentancomo propias de la era actual, aparecen dominadas por los idealismos delOchocientos. La paradoja a la que se enfrentan los/as pensadores socialeses significativa: la evolucin econmica, social y poltica del siglo xix afectade manera profunda el presente y parece que todava afectar ms alfuturo. El consejo es claro: Debemos agarrarnos a los problemas plantea-dos en el siglo xix, pero huir de su aparato intelectual (p. 80). Es ingenuopretender entender la dinmica social de hoy en da a partir de las concep-ciones legadas por la centuria pasada.

    El libro de Charles Tilly Grandes estructuras, procesos amplios, compara-ciones enormes es una propuesta de solucin a la confusin metodolgicaactual. Critica muchos de los modelos y metodologas de estudio estndarde las Ciencias Sociales. Como alternativa a tales paradigmas defiende lareconstruccin de un equipamiento intelectual vlido en funcin siemprede las exigencias actuales del entorno social dada su complejidad. Esteinstrumental analtico es imprescindible que entienda la evolucin socialimportante de los ltimos siglos para poder as investigar el hoy y quiz elmaana. Ese equipamiento intelectual, alternativo a las ideas decimonnicasfruto del simplismo analtico y del cientifismo rgido, permite la compren-sin de los grandes cambios que experimenta el mundo del siglo XX:formacin y perfeccionamiento del Estado moderno, supuesto proceso dedemocratizacin mundial, evolucin del comercio internacional. De nadasirve intentar descubrir y reflexionar acerca de las consecuencias de loscambios sociales de los siglos pasado y presente cuando an se desconocecmo analizar cientficamente las primeras causas motoras de tales proce-sos sociales. Comprender esos cambios, cuyas consecuencias persisten enla actualidad internacional, debe ser el motivo primordial de un anlisissistemtico y reflexivo de procesos amplios, estructuras grandes y compa-raciones enormes entre diferentes experiencias sociales.

    Con esta responsabilidad cientfica, el libro, publicado originalmenteen el ao 1984 (en Nueva York), plantea una crtica constructiva de lospostulados asimilados por las disciplinas sociales desde el siglo xix. A la vezpropone una reformulacin de objetivos y una renovacin metodolgicadentro de las Ciencias Sociales. Gramsci advirti que la crisis se producecuando lo viejo no acaba de morir, y lo nuevo no acaba de nacer. Lacontribucin de Tilly, enmarcada en materia de sociologa histrica2, ofre-ce las claves para rechazar los modelos de organizacin y cambio social ya

    2 Junto con obras de autores como Reinhard BENDIX, Concepts and generalizations in

    comparative sociological studies, American SociologicalReview, 28 (1963): 532-539; EstadoNacional y ciudadana (Buenos Aires: Amorrortu, 1976); Kings or People: Power and theMndate to Rule (Berkeley: University o California Press, 1978); Barrington MOORE, LOSorgenes sociales de la dictadura y la democracia (Barcelona: Pennsula, 1976); Injustice:The Social Bases of Obedience and Revolt (Nueva York: Sharpe, 1978); Theda SKOCPOL,

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    desfasados. Inicia tambin las posibles vas de desarrollo y perfecciona-miento de la investigacin social.

    Cmo y por qu se codificaron esos primeros modelos? El escenariode la gnesis del cientifismo social decimonnico es valioso y aclaratorio ens mismo. A lo largo de la centuria pasada, los cambios y su incompren-sin crean el contexto adecuado para que cristalicen muchas de las ideasperniciosas para el anlisis de grandes estructuras, amplios procesos socia-les y enormes comparaciones. Los/as intelectuales recurren a una serie deargumentos explicativos como reaccin a los fenmenos de cambio queestn ocurriendo a su alrededor, un conjunto de fenmenos donde lamisma novedad despierta ansiedad. Emprenden as la construccin demodelos de estudio, y de tcnicas de anlisis, que intentan comprender esarealidad social fruto del modelo de acumulacin capitalista del siglo xix3.

    A critical review of Barrington Moore's social origins of dictatorship and democracy,Politics and Society, 4 (1973): 1-34; Wallerstein's world capitalist system: A theorical andhistorical critique, American Journal of So cilo gy, 82 (1977): 1075-1089; Los estados y lasrevoluciones sociales (Mxico: Fondo de Cultura Econmica, 1984); Inmanuel WALLERSTEIN,El moderno sistema mundial (Madrid: Siglo XXI, 1979 y 1984), 2 vols.

    3 A lo largo de la historia, el capitalismo se ha caracterizado por su tendencia peculiar

    a la internalizacin del capital con el fin de ampliar y desarrollar las bases de acumulaciny de reproduccin del sistema econmico. En una etapa inicial, la expansin del capitalismoest vinculada a la internalizacin del capital comercial. Se produce as un crecimientoextraordinario en el comercio de bienes y servicios a nivel internacional (el comercioexterior de los pases evoluciona ms rpidamente que la produccin). Avanzada la segundamitad del siglo xix, tambin se asiste a un importante proceso de internalizacin del capital-dinero (capital financiero). Se detecta por el gran auge de la exportacin de capitales haciaotros pases extranjeros. Los flujos monetarios, que aumentan considerablemente en eseperodo desde los centros capitalistas viejos hacia los pases perifricos, se destinan caside un modo exclusivo a la explotacin de los recursos naturales (primordialmente actividadesextractivas de primeras materias que generan gran rentabilidad). Desde entonces, estaimplantacin en las economas del capitalismo perifrico de un modelo primario deexportacin inicia, como seala Andr G. Frank, el desarrollo del subdesarrollo, o laexpansin estructural del capitalismo bastardo, como apunta Furtado. Nacen pases quese especializan en la produccin no industrial, a la vez que ocupan una posicin perifricaen la divisin internacional del trabajo. Otro rasgo importante del modelo de acumulacincapitalista es la tendencia del capital a su concentracin y centralizacin. Efectivamente, seproduce un fenmeno de incremento de la suma de capitales invertidos en bienes de equipoe instalaciones, investigacin y desarrollo (concentracin de capital). Tambin se generalizae intensifica el proceso de fusin o absorcin de diferentes empresas, multiplicndose ladimensin de las mismas. Este trnsito progresivo del capitalismo de libre concurrencia alcapitalismo oligopolista delata ya la innata tendencia al abuso de poder por parte delcapital, como seala Broseta. Para profundizar sobre el tema, vanse Samir AMIN, Sobre eldesarrollo desigual de las formaciones sociales (Barcelona: Anagrama, 1974); Andr G.FRANK, El desarrollo del subdesarrollo (Barcelona: Anagrama, 1971); World Accumulation,1492-1789 (Nueva York: Monthly Review Press, 1978); Dependent Accumulation andUnderdevelopment (Nueva York: Monthly Review Press, 1979); C. FURTADO, Teora ypoltica del desarrollo econmico (Mxico: Siglo XXI, 1979); A. G. KENWOOD y A. L.LOUGHEED, Historia del desarrollo econmico internacional: desde 1820 hasta nuestros das(Madrid: Istmo, 1973); Enrique PALAZUELO et al., Estructura econmica capitalistainternacional: el modelo de acumulacin de posguerra (Madrid: Akal Universitaria, 1990);Ral PREBISCH, Capitalismo perifrico: crisis y transformacin (Mxico: Fondo de CulturaEconmica, 1981).

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  • I'ARA LA INVESTIGACIN DE ESTRUCTURAS GRANDES, PROCESOS AMPLIOS Y COMPARACIONES ENORMES

    Como resultado de esta preocupacin intelectual por los cambios, y por laevolucin mundial de los ltimos siglos, surgen ideas acerca de la progresi-va diferenciacin como proceso generador principal de la evolucin social.Esas ideas convergen en teoras; teoras que, a su vez, plantean el levanta-miento de un aparato cientfico-ideolgico peculiar. Queda de este modopostulada una respuesta intelectual nica iniciada en la centuria pasadaante el asombro y el miedo por el desorden.

    Llaman la atencin la expansin industrial, la concentracin de lapoblacin en las ciudades, la desindustrializacin rural (con la consecuenteagravacin de las diferencias campo-ciudad), la revolucin en los transpor-tes y la mecanizacin progresiva de los procesos productivos4. Son proce-sos tan amplios y complejos como para que los/as detentadores del poderse den cuenta de que escapan de sus manos. A todo ello hay que sumar elestablecimiento de un proletariado (calificado de inmoral) que crece yadesde hace unas dcadas alentado por un malestar social en expansin. Loms peligroso son los efectos de un desorden social potencial, fuentemotriz en contra de las bases estructurales del capitalismo. El cambiocuestiona en esos momentos la tradicin moral y la poltica del ordenpblico. Incluso amenaza con romper los dos pilares ltimos del modelo deacumulacin capitalista: el derecho de propiedad y el Estado5. Se estabaproduciendo la desintegracin de las formas tradicionales. Al menos esopensaban ellos (p. 17). Con el capitalismo y el Estado contemporneo enrpida transformacin, los/as pensadores burgueses se afanan por com-prender lo que pasa e intentan proponer teoras explicativas de esa situa-cin.

    El aparato burgus ideado para el anlisis del cambio social es simplis-ta, y se basa en el sentido comn. El cambio social contemporneo espostulado como resultado de dos fuerzas nicas. Son las fuerzas de dife-renciacin y de integracin, que deciden en lucha continua cul ser elresultado de tal cambio, orden o desorden. El triunfo supuesto de losmecanismos diferenciadores sobre los objetivos de integracin lleva aldesorden, que es una amenaza para el conjunto de estructuras coherentes yfrgiles (y, sobre todo, una amenaza a la seguridad burguesa urbana). Esteesquema burgus sobre equilibrio entre fuerzas de diferenciacin y de

    4 En la poca exista una gran preocupacin por los fenmenos de mecanizacin de las

    fbricas. Johan Weinmann en 1849 declara (citado por Charles Tilly en la p. 17 del texto):Las mquinas estn acabando con todas las clases. Eran muchos los que compartan ideastales como que la mquina era la destructora de hogares, la ruina de la juventud, lainductora del lujo, la culpable de la destruccin de los bosques, la pobladora de talleres, ymuy pronto la compaera de las sublevaciones generales (Edward SHORTER, Middle classanxiety in the Germn Revolution of 1848, Journal ofSocial History, 2 [1969]: 189-215).

    5 Este tipo de Estado es cada vez ms interventor en las diferentes economas nacionales.

    Adems, con su funcin de defensor de los intereses de la sociedad funcin legitimadora,segn O'Connor, se ocupa del orden pblico y, en concreto, de suavizar los conflictos declase. Vase J. O'CONNOR, La crisis fiscal del Estado (Barcelona: Pennsula, 1981).

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  • EMILIO J. CASTILLA

    integracin es el aplicado al anlisis de las organizaciones y del cambiosocial y sus consecuencias.

    Este es el marco terico que sirve de base para el surgimiento y desarro-llo de las disciplinas de las Ciencias Sociales tal y como las conocemos hoy.As se construye la teora de los Estados por los/as cientficos polticos, lateora de la estructura capitalista mundial por los/as economistas, y lateora sobre las sociedades que se integran en Estados nacionales por lossocilogos/as. En mayor o menor grado, cada disciplina se suma a lacorriente evolucionista propia del siglo xix. El problema se presenta cuan-do los grandes cambios de organizacin y nuevo ordenamiento (odesordenamiento) de finales del xix y principios del xx se evidencianincapaces de ser comprendidos por el bagaje metodolgico decimonnico.No slo demuestran su ineficiencia cientfica a la hora de explicarlos, sinoque, adems, reinstauran respuestas dogmticas donde no debera haberlas.La cuestin no es tanto descubrir esa invalidez para entender los cambiosque hoy perviven a escala mundial, sino ms bien para evitar que esas ideasimpregnen (an inconscientemente) los proyectos intelectuales del sigloxx. Son procesos, concepciones e ideas que hoy en da continan siendoinfluyentes. Charles Tilly expone a lo largo del libro los errores ideolgicosy conceptuales del anlisis decimonnico. Su libro se presenta como juez yverdugo del conjunto de postulados perniciosos que los/as cientficos so-ciales hemos heredado del xix. Demuestra las ilusiones (e incluso alucina-ciones) en que incurren esos principios6.

    Debe perdurar esta va de investigacin en las Ciencias Sociales? Sepresenta como urgente el poner en cuestin tales reglas de oro de lainvestigacin social perniciosa y demostrar su invalidez. Argumentados losmotivos de tal invalidez como cuerpo conceptual bsico de estudio, laprctica debe llevar a la superacin de tales teoras. Pero cules son esteconjunto de estamentos o postulados perniciosos del pensamiento socialdel siglo xix legados al cientfico/a de nuestro siglo actual? En su globalidadpueden agruparse en ocho ideas. Precisamente la unidad o conexin deesos ocho postulados (y, en general, del pensamiento en el siglo xix) sebasa en la divisin radical entre fuerzas del desorden (decadencia, diferen-ciacin, tensin, violencia, anormalidad, conflicto) y fuerzas del orden (so-ciedad, integracin, satisfaccin, control legtimo, funcionalidad, normali-dad). Aunque desde los aos cincuenta las teoras clsicas se desligan deldebate acadmico acerca de los procesos sociales amplios, los ocho postu-lados errneos, an con distinto grado, persisten en los estudios de los/asespecialistas sociales. Es el momento de que se erradiquen del horizontecientfico de la investigacin social de estructuras, procesos y comparacio-nes.

    6 Sigmund FREUD, El malestar en la cultura (Madrid: Alianza, 1979); Jos ORTEGA Y

    GASSET, ha rebelin de las masas (Madrid: Alianza, 1979). Las ediciones originales deambos libros son de 1930.

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    OCHO POSTULADOS ERRNEOSLa primera idea errnea concebida en el siglo xix es la que considera a

    la sociedad como una cosa aparte. El pensamiento decimonnico contribuye adividir el universo social en diferentes sociedades particulares, cada una delas cuales posee un gobierno determinado, de cultura y tradicin propias,con una estructura econmica y poltica, una moral y una tica intrnseca,y una solidaridad ms o menos arraigada.

    Debe acentuarse la necesidad de descartar a las sociedades como enti-dades artificiales coherentes y autnomas (y, en consecuencia, poco rea-les). La mayor victoria de la Sociologa como disciplina acadmica trajoconsigo su mayor derrota como empresa intelectual (p. 37). El definir lasociedad como entidades separables denominadas sociedades permitique la sociologa justificara sus estudios. Ahora bien, los procedimientospara delimitar estas sociedades diferentes topan con dificultades enormescuando se trata de demostrar la existencia de tales lmites sociales estable-cidos por los diferentes mtodos. Tres de los procedimientos usuales em-pleados para identificar a las sociedades en Sociologa y Antropologamediante la distincin de los lmites de los estados nacionales, las decla-raciones y/o voluntades tcitas de las comunidades locales, o las lneasoccidentales fruto de las conquistas parecen ir en contra de los propioselementos componentes de una sociedad (es decir, las creencias comu-nes, deberes y obligaciones mutuas, sistemas de produccin).

    Cualquier criterio a la hora de definir una sociedad, como el criterioespacial o cultural, son insuficientes para explicar este concepto de socie-dad como sistema autnomo, organizado e intradependiente. Hacemosbien entonces en abandonar la nocin de sociedad como sistema autno-mo (p. 42). Mejor es adoptar el concepto alternativo de relaciones socialesmltiples (algunas muy localizadas y otras a escala mundial). -Es inconsis-tente tomar a la totalidad del mundo como unidad de anlisis, pero no lo estanto, sin embargo, el considerar el mundo como un todo interrelacionado.Por lo tanto, identificar estas conexiones existentes y analizarlas cientfica-mente debe ser el afn del estudioso/a social actual.

    En segundo lugar, los/as investigadores sociales construyen gran partede las tcnicas del siglo xix sobre el supuesto de que los sucesos mentalesindividuales (condicionados por la vida en sociedad) constituyen las unidadessociales bsicas, puesto que originan el comportamiento social. La encuesta,instrumento emprico acerca de la vida social por excelencia, es un intentode recoger y agrupar todos y cada uno de estos sucesos individuales dentrode una estructura social. Casos y cuestionarios son la .fuente de anlisispara los/as cientficos sociales.

    Sin embargo, esa concepcin est relativamente equivocada. Del mismomodo que los mercados reales estn compuestos ce relaciones sociales

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    espordicas o continuas entre diferentes personas, cualquier otra estructu-ra social tambin se compone de interacciones entre personas. No tienesentido hablar de orientaciones individuales. Hay que tratar ms bien delazos, de relaciones sociales (que, tal y como define White, son las unidadeselementales tanto de las categoras sociales como de las redes)''. El comporta-miento social no es producto del impacto de la sociedad sobre las mentesindividuales (condicionadas por la vida en sociedad), sino de las relacionessociales (relaciones entre los seres humanos y los grupos).

    Se plantea un problema importante. Si el reconocimiento de las relacio-nes sociales (y no las personas) como unidad social bsica parece lo msacertado y correcto, qu se hace con todos los modelos de accin racionalde los seres humanos a la hora de explicar el comportamiento social?Deben ser descartados como ineficaces? Quiz no haya que ir tan lejos. Setiene que reconocer que el supuesto de eleccin racional de cada uno delos actores sociales ha permitido conceptualizar el comportamiento socialcon sencillez y con resultados satisfactorios (como ejemplo est la teoradel consumidor en microeconoma dado el supuesto del homo econo-micus), sin que ello suponga una ficcin excesivamente errnea. No obs-tante, se observa cmo estos modelos y teoras existentes no aportan explica-ciones acerca de esa interaccin social. La teora de juegos proporciona unasalida posible, siempre y cuando la simplificacin haga factible el tratamientotanto de dos o ms partes como de su interaccin mutua e ineludible.

    La teora de juegos posibilita el generalizar a la hora de tratar estructu-ras grandes y procesos amplios. Asumida la existencia de las interaccionesestratgicas en los procesos sociales, la teora de juegos permite pasar delos sucesos mentales individuales a las relaciones sociales sin que por ellose diluya el supuesto de accin racional.

    El tercer postulado decimonnico es el que concibe el cambio socialcomo un fenmeno coherente y general. El cambio social es un concepto querene procesos diversos entre s y entre los cuales se manifiestan unasconexiones diferentes y poco especiales. Por esto se deben descartar pre-ceptos que definan el cambio como fenmeno nico y coherente.

    Los/as cientficos sociales carecen de uniformidades significativas yconceptualizadas que permiten aplicar la generalidad emprica de Newtonen el estudio de los procesos sociales. Es inaceptable elaborar, pues, mode-los generales sobre el cambio social, y, sin embargo, se siguen elaborando.Una de las versiones ms extendida a travs de la cual se manifiesta estacreencia decimonnica es la de los anlisis y estudios que realizan estima-

    7 Harrison White distingue dos elementos del anlisis social: categoras y redes. Una

    poblacin puede ser calificada como categora cuando sus miembros comparten unasmismas caractersticas. Mientras que una poblacin forma una red cuando sus miembrosestn interrelacionados como consecuencia nica y exclusiva de la existencia de un vnculosocial. A su vez, una poblacin tambin puede constituir una catnet (categora y red, eningls), y que en castellano bautizaramos como catred.

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    ciones sobre las relaciones entre variables agrupadas a nivel regional,nacional (como es el caso del PNB, edad media, poblacin activa dedicadaa cada uno de los sectores econmicos e ndice de alfabetizacin). El merohecho de confiar en tales estimaciones muestra ya el abuso en la idea degeneralidad y coherencia del progreso social.

    Otro de los paradigmas legados el cuarto es la teora de los estadiosdel cambio social. En sntesis, esta teora afirma cmo los principales proce-sos del cambio social a gran escala mueven las sociedades hacia una suce-sin de estadios clsicos (en esta ordenacin de estadios cada uno es msavanzado que el anterior). La coherencia interna y la normalizacin de lasexperiencias latentes en dicha teora se desvanecen nada ms observar lavida social real.

    Los modelos convencionales de desarrollo econmico y poltico especi-fican los estadios que tiene que atravesar toda sociedad en crecimiento,caracterizan cada uno de estos estadios y catalogan los diferentes estadiosde la vida real en los previamente postulados. El abandono general de lasteoras del desarrollo, la refutacin emprica y la elaboracin de contrateorasque introducen las dependencias entre las distintas formaciones sociales,los procesos econmicos mundiales y, recientemente, la proteccin delmedio ambiente (modelo de desarrollo volcado en el principio de desarro-llo sostenible respetuoso con la naturaleza) aceleran el rechazo sistemticode las teoras de los estadios.

    Un ejemplo de teora de los estadios resulta del mismo Comit deDesarrollo Poltico. Dicho Comit intent construir, comprender y aplicarun esquema de cinco estadios. Este esquema introduce las fases por las quepasa todo Estado en vas de desarrollo. Cada estadio se alcanzaba mediantela superacin de cinco crisis particulares: crisis de identidad, de legitimi-dad, de participacin, de penetracin y de distribucin.

    Una corriente importante acerca de la naturaleza del desarrollo polticoy econmico es la presentada por Walt W. Rostow en sus obras funda-mentales como son El proceso del crecimiento econmico (1952) y has etapasdel crecimiento econmico (1960). Segn este autor, el subdesarrollo es elresultado de un atraso temporal respecto a los pases industrializadosavanzados. Esta concepcin del desarrollo parte de la teorizacin de unmodelo definido en varias etapas (dentro del proceso de crecimiento), queson vlidas universalmente. Estos estadios definidos por Rostow son:a) sociedad tradicional; b) etapa preparatoria del despegue (es el momentode realizar esfuerzos de inversin previos a la industrializacin econmicadel pas y la construccin de un Estado moderno en el plano poltico);c) etapa de despegue (en la que se produce definitivamente la transicinindustrial en muy pocos casos se trata de una verdadera revolucinindustrial a la vez que se producen avances significativos en el sector deproduccin primaria); d) etapa de madurez (en esta fase la inversin supera

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    ya el 10 por 100 de la renta nacional y se dedican recursos consistentes a lainvestigacin y desarrollo tecnolgico), y e) etapa de consumo de masas (elelevado nivel de la renta per capita potencia el surgimiento y afianzamientode una industria importante de bienes duraderos tales como automviles yelectrodomsticos). Esta es una concepcin simplista del subdesarrollo. Elproblema del subdesarrollo se soluciona, segn el esquema de Rostow,mediante una inversin inicial suficiente que promueva el salto del Esta-do a la etapa de despegue, a partir de la cual se consigue entrar en la esferadel desarrollo autosostenido.

    Existen ciertamente unas vas de desarrollo y evolucin generalespreestablecidas para todos los pases del mundo? No se trata ms bien deuna nueva falacia decimonnica que es necesario erradicar? La propiarealidad social muestra cmo es un gran atropello el intentar reducir aun molde ordenado las distintas experiencias histricas, culturales y socia-les de pases que evolucionan al mismo tiempo en un escenario mundialespecialmente desigual y polarizado. Las causas primeras del fenmeno delsubdesarrollo se encuentran analizando y comprendiendo las bases estruc-turales fundamentales de la economa internacional. En este sentido, lasteoras de los estadios son ilusorias y simplistas. Por todo ello deberan sercientficamente insostenibles en las investigaciones sociales actuales8.

    Como quinto postulado hay que tener en cuenta que, en el marcodisciplinario de las Ciencias Sociales, dos hiptesis decimonnicas pasarona ser normas dogmticas aplicables durante el siglo XX. Por un lado, ladiferenciacin progresiva se presenta como la causa ltima del cambio sociala gran escala y, adems, se configura como mecanismo rector del progresosocial.

    Los/as cientficos sociales del siglo xix idearon un aparato ideolgicoen el cual las sociedades formaban un continuum que iba de lo simple a locomplejo, siendo la diferenciacin el principio generador de esteevolucionismo social hacia una complejidad mayor (complejidad que seconsideraba creadora de fuerza y riqueza). Las sociedades ms fuertes (stees el principio del darwinismo aplicado en las Ciencias Sociales), es decir,las ms diferenciadas, son las que sobreviven. De esta forma, cada uno delos/as tericos busc la definicin de una variable que midiese esa diferen-ciacin relativa de unas sociedades a otras para as catalogarlas en grupos otipos. Los economistas lo tuvieron de lo ms fcil. Para muchos de ellos,el trmino desarrollo significaba una renta nacional en aumento, o la renta

    8 Est la corriente que concibe el desarrollo y subdesarrollo como partes interconectadas

    de un nico sistema econmico mundial. Dentro de los defensores de esta postura (encontra, pues, de las denominadas teoras del desarrollo) destacan Samit Amir\, ArghkiEmmanuel y Andr G. Frank. Vanse Samir AMIN, ha acumulacin a escala mundial: crticade la teora del desarrollo (Madrid: Siglo XXI, 1974); Arghiri EMMANUEL, El intercambiodesigual. Ensayo sobre los antagonismos en las relaciones econmicas internacionales (Madrid:Siglo XXI, 1973).

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    per capita (pp. 63-64). Esta renta nacional es la variable de estudio pri-mordial de los modelos convencionales del siglo xix. Por una parte, pro-porciona un ordenamiento, una jerarqua de todas y cada una de lasregiones del mundo, y, por otra, la posicin especial ocupada en la escaladefine un status particular dentro de la riqueza y el bienestar econmicointernacional9. Los/as cientficos polticos, socilogos, antroplogos, histo-riadores buscaron su ndice alternativo y exclusivo (pero subsidiario a lavez que complementario al de la renta nacional) para concretar este gradode diferenciacin intersocial. As nace el desarrollo poltico, educativo, delas comunicaciones, y escalas tales como la esperanza de vida, proporcinde la poblacin total en ciudades, tamao de las familias10. Con ellosaparece tambin toda una terminologa decimonnica: pases desarrolla-dos, subdesarrollados, pases en vas de desarrollo o pases de desarrollotardo. Son conceptos que hoy en da devienen obsoletos dada la compleji-dad internacional, an ms cuando se evidencia ya un nuevo orden mun-dial econmico, poltico y social hasta ahora nunca predecible por los/astericos11.

    La diferenciacin no es un proceso de cambio fundamental, aspecto clavepara entender la esencia del avance social. Sin descartar nunca la diferen-ciacin como proceso de cambio importante en algunos casos, hay queresaltar que muchos de los cambios del siglo XX son el resultado de unasingular desdiferenciacin incluso siendo el aspecto de la diferenciacinirrelevante para algunos de ellos. Tampoco debe deducirse de tal oposi-cin que el proceso fundamental sea la concentracin, ya que asimismo esequivocado. Es necesario, pues, optar por unos postulados ms flexibles,menos rgidos y categricos. Se confa en que el aparato instrumental sirvacomo un sistema de clusulas generales, aplicables segn cada circunstan-cia histrica y cada hecho real localizado en concreto.

    9- Los diferentes argumentos del siglo XX estn interrelacionados, de forma que uno

    afirma y-completa al otro en armona. As resulta el diseo de toda una metodologa propiay autosuficiente con sus propios esquemas convencionales sobre las organizaciones y elcambio social.

    10 Se persigue una ordenacin estadstica a partir de los indicadores (diferencias

    cuantitativas). Se eluden las diferencias cualitativas y, en muchas ocasiones, explicativas delos fenmenos sociales. En la actualidad se tiende a incorporar ciertos requisitos cualitativoscomo el estudio de la igualdad en la distribucin de la renta, mejora de la calidad de vida.As surgen nuevos indicadores sociales como el ndice del Desarrollo Humano (ideado porNaciones Unidas), el ndice del Bienestar Econmico Duradero (creado por Daly y Cobb) y,recientemente, el ndice Internacional del Sufrimiento Humano (fijado quinquenalmentepor el Comit de Crisis de Poblacin a partir de diez variables diferentes). Todo ello es unamuestra de que, a pesar de todo, an se busca la variable o indicador nico que mida esadiferenciacin progresiva de unas sociedades a otras.

    11 Lester R. BROWN, Un nuevo orden mundial, en L. R. BROWN, La situacin en el

    mundo. Un informe del Worldwatch Institute sobre el desarrollo y medio ambiente (Madrid:Apostrofe, 1991), pp. 17-43; Alexander KING y Bertrand SCHNEIDER, La primera revolucinmundial: Informe del Club de Roma (Barcelona: Plaza y Janes, 1991), pp. 27-174; RamnTAMAMES, El nuevo orden mundial (Madrid: Espasa-Calpe, 1991), 316 pp.

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  • EMILIO J. CASTILLA

    En sexto lugar, la unidad del pensamiento en el siglo xix se basa en ladivisin radical entre fuerzas del orden y fuerzas del desorden. Es ms, elestado del orden social depende de cul sea el equilibrio entre los procesos dediferenciacin y los procesos de integracin o control. As, cuando la diferen-ciacin (con todas las formas que puede adoptar, aumentando la diversidady pluralidad de formas sociales) supera a la integracin (que puede ser elresultado del control social, la solidaridad, la obligacin mutua), aparece eldesorden.

    Simplemente es insostenible en la actualidad un planteamiento de estu-dio social para el cual los fenmenos de la sociedad sean reducibles afuerzas de integracin y fuerzas de desintegracin. Ese sistema de tipificacinbipolar, tan difundido como estricto, lleva slo a la emisin de postuladosdogmticos, malentendiendo y simplificando de manera exagerada los con-ceptos de cambio social, de estructuras sociales y de los procesosamplios. La clasificacin responde a unos deseos de unidad y de sntesisvastos e incorrectos para el inters que ocupan hoy en da dentro de lasdisciplinas sociales.

    Especialistas en diferentes campos han aportado alternativas al esque-ma de la diferenciacin-integracin-desorden-orden (los cuales en numero-sas ocasiones no consiguen evitar el caer en formulaciones tautolgicas).Dentro de los niveles del argumento clsico hay que destacar las teoras dela solidaridad-movilizacin dentro del estudio del conflicto y la accincolectiva. Estas reformulaciones muestran cmo la solidaridad mueve a laaccin colectiva. Tambin estn las teoras de la crisis-privacin (AnthonyOberschall)12. No obstante, an sabiendo que el cambio social rpido noprovoca una tensin generalizada ni que sta crea formas alternativas dedesorden (como funcin propia de las vas de escape disponibles), sedebe reconocer que el debate contina abierto (p. 73).

    El sptimo postulado falso comporta la idea de que el cambio estructuralexcesivamente rpido genera una serie de tensiones generalizadas, las cuales semanifiestan a travs de diversos tipos de desorden (todos ellos equivalentes).Segn Tilly, es falso pensar en una equivalencia de las diferentes formasque adopta el desorden. Simplemente, no es cierta tampoco la idea segn lacual el cambio ilimitado produce tensin, violencia, y que, en consecuen-cia, el cambio dirigido (y restringido) conduce a la integracin, progreso,satisfaccin y autocomplacencia social. Son muchos los/as cientficos que,por medio de una ecuacin de crimen, violencia, suicidio, alcoholismo,drogadiccin, inestabilidad familiar, rebelin popular, movimientosmigratorios (o, tal y como se definen, comportamientos censurados oreprobables), clasifican incondicionalmente al desorden, la desorganiza-

    12 Harry ECKSTEIN, Theoretical approaches to explaining collective political violence,

    en el Handbook of Political Conflict (editado por Ted R. Gurr, 1980); Anthony OBERSCHALL,Theories of Social Conflict, Annual Review of Sociology, 4 (1978): 291-315.

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  • PARA LA INVESTIGACIN DE ESTRUCTURAS GRANDES, PROCESOS AMPLIOS Y COMPARACIONES ENORMES

    cin, la inadaptacin o la dislocacin social. Todas estas conductas seconsideraban consecuencia inmediata del mal funcionamiento de los indi-viduos y/o la sociedad, del cambio social acelerado y no asumido plena-mente o tambin del resultado inevitable de las tensiones existentes en elncleo social. A la vez que se planteaban como problemas sociales aresolver planteamientos pendientes de solucin terica (gracias a la colabo-racin de los/as pensadores sociales) y prctica por parte de los/as queocupan el poder13.

    Las investigaciones empricas llevadas a cabo por numerosos estudio-sos/as sociales empiezan a dar evidencia del fallo de tal argumento tpico.Todos esos estudios y anlisis sobre parcelas consideradas supuestamentedesorganizadas o desordenadas detectan diferentes formas de ordenexistente en el seno de todo lo que se supona en principio como desor-den14. As, por ejemplo, muchas de las teoras del desarrollo y de la crisismanifiestan el grado de desorganizacin y atomizacin de los movimientosmigratorios, adems del shock cultural o las dificultades de integracin yadaptacin social de los mismos, provocada principalmente por las diferen-cias entre etnias, culturas y formacin profesional (complicado an mspor los brotes de xenofobia y racismo cultural, histrico y racial de losltimos tiempos). Recientemente, los estudios sobre inmigrantes africanosy latinoamericanos demuestran cmo en numerosas ocasiones se asientanen las ciudades desarrolladas grupos de emigrantes rurales creados me-diante la denominada migracin en cadena. De esta forma se observanciertas pautas de coherencia y orden en las conductas migratorias hastaahora presentadas como desorganizadas. Agrupar la destruccin de fami-lias con la violencia juvenil o la drogadiccin en un mismo patrn genera-dor de resultados idnticos es una cuestin de equivalencia de la que anno tenemos evidencia definitiva. Por tanto, es incomprensible postular poruna equivalencia inexistente de varios tipos de desorden.

    El octavo, y ltimo, postulado errneo se origina siguiendo con lapresumida y marcada separacin entre los mundos del desorden y delorden; surge la argumentacin acerca de las fuerzas legtimas versus fuerzasilegtimas. No se puede defender la separacin absoluta entre formas decoercin, conflicto y expropiacin legtimas e ilegtimas. La distin-

    13 Para otros autores, estos problemas sociales son incluso los costes necesarios e

    inevitables del desarrollo y del progreso social, poltico y econmico de la comunidad. Taly como expresa Eisenstadt (en una cita recogida por Tilly en la p. 74 de su libro): El hechomismo de que la modernizacin conlleve continuos cambios en todas las esferas de unasociedad significa forzosamente que ello implica procesos de desorganizacin y dislocacin,con el surgimiento constante de problemas sociales, escisiones y conflictos entre gruposdiversos, as como movimientos de protesta, de resistencia frente al cambio. La desorganizaciny la dislocacin constituyen as un componente bsico de la modernizacin, y toda sociedadmoderna y modernizadora tiene que enfrentarse a ellas.

    14 Vase el libro de Jess M. DE MIGUEL, El mito de la sociedad organizada (Barcelona:

    Pennsula, 1990), 171 pp.

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    cin es impracticable porque acciones prcticamente idnticas caen a amboslados de la lnea de separacin (p. 77). Los mismos actos pasan de serilegtimos a ser legtimos cuando los realiza una autoridad constituida [...]Matar aparece [...] con valores muy diferentes. Los valores dependen de siel verdugo es un soldado, un polica, un mero ejecutor o una personaprivada (p. 76). Incluso es una distincin engaosa porque en s mismaincorpora las ideas decimonnicas acerca de la lucha continua entre dife-renciacin e integracin y tambin de la supuesta equivalencia de lasdistintas formas de desorden.

    Dentro de las fuerzas legtimas se describen la guerra, el control de lasmasas, la pena capital, la prisin, los impuestos y el embargo estatal. Seconciben como efectos de los procesos de integracin y control. El conflic-to ilegtimo, la coercin y la expropiacin (fuerzas ilegtimas) estn consti-tuidos por los disturbios, la rebelin, el asalto, los tumultos defensivos, elrobo y el fraude. Son comportamientos que resultan segn la concepcindecimonnica de los propios procesos de desorden (y, previamente, de unadiferenciacin elevada).

    Sin cuestionar la necesidad tanto poltica como social de respetar estabarrera divisoria entre lo lcito y lo ilcito, se debe criticar esta radicaldistincin sistemtica y analtica con cargas ideolgicas. Ambas categorasestrictas, diferentes analticamente hablando, obstaculizan la comprensinde los fenmenos, as como la realizacin de un programa correcto deanlisis de la realidad social. Tilly insiste en: Que esto sea un epitafio paralos ocho postulados perniciosos que los cientficos sociales heredaron delsiglo xix. Sin excepcin alguna, esos ocho postulados llaman la atencinsobre importantes procesos; procesos que atemorizaron a nuestros antece-sores del siglo pasado, procesos que hoy en da continan siendo influyen-tes. Sin excepcin alguna, los ocho postulados construyen esos procesos deforma tal que dificultan su anlisis sistemtico (p. 80). Si la divisinestricta entre formas de orden y desorden a la hora de explicar el cambiosocial no parece ser satisfactoria, si es equvoco el hecho de que la diferen-ciacin sea concebida como el factor inevitable del cambio social, si sepiensa que es posible el cambio social sin tensin generalizada, se deduceentonces de todo ello que el bagaje intelectual legado por el siglo xix es yainservible y ha llegado su fin acadmico.

    HACIA UNA NUEVA METODOLOGA

    Los ocho postulados errneos del siglo xix estn vivos an en la actua-lidad cientfica social. Por eso mismo pueden convertirse en un frenopeligroso para la continuidad cientfica de la ciencia. Una vez revisados

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  • I'ARA LA INVESTIGACIN DE ESTRUCTURAS GRANDES, PROCESOS AMPLIOS Y COMPARACIONES KN( )K\1FS

    tales planteamientos y, adems, como alternativa al propio aparatoochocentista (teoras de dominacin social y desarrollo poltico-econmi-co, entre otras), se evidencia necesaria y, adems, se busca una nuevametodologa, un programa de estudio con unas caractersticas peculiares.Los programas de examen social deben analizar los procesos sociales apartir de unas bases histricas concretas. Es decir, que en los estudios sedebe hacer referencia a un espacio, a una poblacin y un tiempo sinintentar incurrir en generalizaciones, siempre imprecisas y errneas esimprescindible determinar el cundo tienen lugar ciertos procesos clara-mente definidos, dnde y a quines afectan. La propuesta es un esquemade investigacin que permita analizar [los cambios] comparativamente apartir de bloques sustanciales de espacio y tiempo para as poder apreciarhasta dnde hemos llegado, a dnde nos dirigimos y cules son las alterna-tivas reales que existen a nuestra condicin actual (p. 26). Adems, eltrabajo de investigacin concreto e histrico debera tener lugar a la menorescala posible, a la vez de que no tiene por qu hacer referencia al pasadolejano.

    Como estrategia para el estudio de estructuras y procesos amplios, elprograma de anlisis social debe, adems, promover la comparacin comoforma cientfica ideal de estudio social. El motivo intelectual principalconsiste en dedicarse al fomento del buen anlisis, al anlisis explicativo ycorrecto. Para ello hay que analizar comparativamente. La comparacinsistemtica de estructuras y procesos [...] nos permitir contemplar nuestrasituacin con perspectiva [... y] adems nos ayudar a identificar las causasy los efectos (p. 26). La metodologa comparativa se convierte en algoquiz complejo, pero satisfactorio por ser completa e instrumentalmenteeficaz a la hora de analizar las grandes estructuras sociales de nuestrotiempo. El estudio comparativo es propiamente una investigacin reflexivay sistemtica, donde el cientfico/a social descarta las generalizacionescomo va y objetivo nico de la investigacin, a la vez que opta por lautilizacin de recursos histricos.

    El objetivo de esa metodologa es entender los procesos de moderniza-cin poltica y econmica durante los ltimos trescientos aos. Debe sercapaz de exponer una serie de enfoques sobre el surgimiento del Estadomoderno, fenmenos revolucionarios, procesos de democratizacin y otrosen lo referente a la industrializacin, comercio internacional, relaciones deproduccin, proceso de urbanizacin y organizacin capitalista.

    Con una intencin desmitificadora se trata de aliviar la carga ideolgicadel siglo xix sin despreciar nunca las aportaciones de las diferentes Cien-cias Sociales hasta el presente. Las mismas razones que forzaron a los/asburcratas a preocuparse por el mantenimiento de un orden estable, im-pulsaron a los/as primeros pensadores sociales a desarrollar investigacio-nes acerca de las condiciones de vida, a realizar censos por ciudades ypueblos, a recoger datos y aplicar conocimientos estadsticos, obteniendo

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    documentos verdaderos de la vida real. Todo ello signific un importanteavance para las Ciencias Sociales. Es imprescindible, sin embargo, unaalternativa innovadora con la cual resolver con xito el reto que supone elinvestigar y saber explicar la realidad social actual. En este sentido sepresenta un nuevo paradigma de anlisis que utiliza su instrumental pro-pio sujeto a las necesidades sociales y al carcter cientfico al que de-ben adscribirse las doctrinas sociales (si es que todava desean revisarsus planteamientos de estudio frente al dinamismo social de los ltimossiglos).

    Los intentos de restaurar el rigor cientfico en la metodologa de estu-dio social, por desgracia, tienden a perderse en abstrusas disquisicionesmetodolgicas entre las diversas estrategias comparativas15. No quedademasiado claro si estos enfoques convencionales de los cambios sociales,si los postulados perniciosos del siglo xix tienen, aparentemente, algunaalternativa. La opcin propuesta consiste en facilitar a los/as cientficossociales la utilizacin de un instrumental metodolgico difcil de manipu-lar, y mucho ms complicado de saber aplicar correctamente segn cul seael objeto concreto del estudio social.

    Frente a este paradigma decimonnico de las Ciencias Sociales, nopuede insinuarse que el campo de la metodologa comparativa y crtica seaciertamente brillante. Da la sensacin de que la voluntad de romper conciertos esquemas y visiones dogmticas, la propia complejidad con que sepresenta la realidad social, la influencia inconmensurablemente fuerte delcontexto sociopoltico y la posicin en el seno de las estructuras acadmi-cas vigentes heredadas del siglo xix sean razones importantes que ayuden acomprender la limitacin del programa de anlisis concreto con base hist-rica y comparacin sistemtica. Tales elementos explican tambin por quse consigue poco con la elaboracin de anlisis interpretativos de la reali-dad social.

    La nica esperanza consiste en que los/as investigadores sociales tien-dan cada vez ms hacia la comparacin con una base histrica de unnmero limitado de experiencias, y que en el camino se deshagan decualquier residuo de los postulados perniciosos del siglo xix referentes alas grandes estructuras y los procesos amplios (p. 177). Al margen de esasesperanzas, lo cierto es que Grandes estructuras, procesos amplios, compara-ciones enormes presenta la concepcin y descripcin de una alternativa deinvestigacin de nuestro siglo. Existe voluntad para resolver con xito eleterno objetivo de la Sociologa de investigar y explicar la realidad social denuestros das a partir de un mejor conocimiento de la realidad socialhistrica, as como de las pautas de evolucin social. Este planteamientometodolgico nuevo ocupa un lugar determinado en cuanto al sujeto y al

    15 Debo tal cita a Enrique Gil Calvo, en su recensin del libro de Charles Tilly: Enrique

    GIL CALVO, Lmites de la sociologa histrica: Charles Tilly y la renovacin de las cienciassociales, El Pas, 26 octubre, Suplemento Babelia (1991): 20.

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  • PARA LA INVESTIGACIN DE ESTRUCTURAS GRANDES, PROCESOS AMPLIOS Y COMPARACIONES ENORMLS

    objeto de anlisis. Revitaliza la funcin del cientfico/a social promoviendoque stos/as se instalen en la realidad social, se planteen problemas de esarealidad y cuestionen cualquier esquema prefijado de anlisis. Lo que sepretende es un nuevo sistema de investigacin de la realidad social. Todoun reto.

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  • TEXTOS CLASICOS