aviso€¦ · el camino de la participación económica, política, social y del bienestar público...
TRANSCRIPT
¿¿EErreess uunn eexxcclluuiidd
oo??...... ¿¿NNoo eess mm
ááss ccoorrrreeccttoo ddeecciirr qq
uuee sseettee eessttáá eexxcclluuyyeenndd
oo??E
l cam
ino de
la participación
económica,
política,social y del bienestar público com
ienza por hacer visible loque es invisible; por com
prender e incorporar lo que suponeque todos tienen que poder acceder a los derechos socialesm
arcados por la normas internacionales y nuestra C
onstitu-ción. Y
eso no sólo se ha de reflejar en los valores, en los pla-nes: ha de incorporase a las norm
ativas, a los acuerdos y alas acciones, y con m
ás fuerza en este significativo año, en laspolíticas sociales de la U
nión Europea.
¿¿QQuuéé pp
eeddiimm
ooss??A
las administraciones públicas: la coordinación y cre-
ación de un Pacto de E
stado por la Inclusión Social.
A los m
edios de comunicación social: que hagan visi-
ble lo invisible. Desde la dignidad y la sensibilidad que m
ere-cen las personas sin hogar.
A la sociedad civil en general: debem
os participar en lam
odificación de un modelo social que favorece el sosteni-
miento de la pobreza y exclusión social., a través de las fór-
mulas
establecidas legalm
ente: asociacionism
o, sufragios,
sindicatos…A
nosotros mism
os: algo que parece sencillo, pero nolo es: C
AM
BIE
MO
S LA
FOR
MA
DE
MIR
AR
A N
UE
STR
OA
LRE
DE
DO
R.
áritas Española y otras E
ntidades colaboradorasdan com
ienzo en este año 2010 a la Cam
paña delas P
ersonas Sin H
ogar 2010-2015, enmarcada,
acompañada participando de la que decenas de
entidades sociales de la Unión E
uropea llevan acabo con el lem
a “Acabar con el sinhogarism
o es posible”E
ntre 1993 y el año 2000, España fue el único país de la
Unión E
uropea que, partiendo de altos niveles de pobreza, noconsiguió reducciones sustanciales de sus tasas.
Los mayores, los niños y niñas, las m
ujeres, los inmi-
grantes y la pobreza rural son hoy en día mucho m
ás vulnera-bles que a principios de los años noventa. Incluso, algunas delas “viejas” form
as de pobreza, que se consideraban supera-das, vuelven a m
anifestarse con notable crudeza.M
uchas son las causas que generan la exclusión. osituación de vulnerabilidad que pueden dar lugar a la exclusión.D
esde luego, una persona sin hogar, un “sin techo”, que notiene acceso a una vivienda, a participar, a trabajar, a form
arse,a cuidar su salud o enfrentar sus adicciones, se encuentra en elám
bito más severo de la exclusión: no existe, no está, es invi-
sible. Porque entre todos, la sociedad entera, hacem
os que noexista, que no esté, que sea invisible.
De
1er Domingo de Adviento
año XV · número 833 · 28/11/2010
interés
na vez más, com
enzamos un nuevo año litúrgico.
El d
omingo p
asado celeb
rábam
os la fiesta de C
ris-to R
ey, finalizando, d
e esta manera, el año litúrgi-
co, record
ando,
prep
arando
y actualizand
o la
nueva venida d
el Señor en su gloria. H
oy, con el prim
erd
omingo d
el tiemp
o del A
dviento, record
amos, p
repara-
mos y actualizam
os el tiemp
o de la venid
a del S
eñor entrenosotros haciénd
ose homb
re en el seno de la V
irgenM
aría.Nuestras celeb
raciones litúrgicas noson com
o las dem
ás celebraciones q
uep
odam
os realizar en nuestra vida. E
n laceleb
ración de un cum
pleaños o d
el ani-versario d
e un acontecimiento cualq
uiera,solem
os celebrar el recuerd
o de un naci-
miento o d
e un acontecimiento p
asado tra-
yéndolo a nuestra m
emoria. H
acemos p
re-sente el p
asado m
ediante nuestro recuer-
do.
En
la celeb
ración litúrgica
hay algo
más. N
o solamente hacem
os presente el
pasad
o, sino que lo actualizam
os realmen-
te. La prop
ia liturgia de N
avidad
nos lod
ice: “Hod
ie Christus natus est”, “H
oy Cris-
to ha nacido”.
Dice “H
oy”. Y hoy q
uiered
ecir hoy. Pero, ¿no nació C
risto hace yaalgo m
ás de d
os mil años? P
ues si. Enton-
ces, ¿cómo se p
uede d
ecir que “hoy” ha nacid
o Cristo?
Pues p
orque la celeb
ración litúrgica nos actualiza en eleterno p
resente de D
ios. Por la liturgia entram
os en lad
imensión d
e Dios y, en esa d
imensión, solo existe el p
re-sente eterno. N
o hay ni pasad
o ni futuro. Todo es p
resen-te. P
or eso pod
emos d
ecir en verdad
: Hoy. P
ero, claro,nosotros tod
avía no hemos entrad
o en esa dim
ensión ennuestras vid
as. Para nosotros, en nuestra etap
a actual,existe el tiem
po, es d
ecir, el pasad
o, el presente y el futu-
ro. Por eso d
ecimos q
ue Cristo nació, m
urió y resucitó(así, utilizand
o el tiemp
o pasad
o). Pero cuand
o celebra-
mos la liturgia, en esp
ecial la de la N
avidad
y la de la P
as-cua d
e Resurrección, d
ecimos “H
oy”. Solo existe el p
re-sente. E
ntramos en lo q
ue será nuestra vida futura, cuan-
do estem
os con Dios y en D
ios, dond
e todo es p
resente.D
ifícil, sin dud
a, de entend
er, pero no p
or ello menos real.
Por eso d
ecimos q
ue actualizamos la venid
a de
Cristo-niño,
nacido
de
la V
irgen M
aría. N
o hacem
os“com
o si” Cristo viniera, no. E
l Ad
viento no es un mero
recuerdo p
ara prep
ararnos como si hub
iéramos vivid
o enaq
uellos tiemp
os anteriores al nacimiento d
el Señor, en
una especie d
e vuelta al pasad
o en una máq
uina del tiem
-p
o. No. P
ara los creyentes, en la celebración litúrgica,
vivimos realm
ente esos mom
entos “presentes” p
revios a
la venida d
el Niño Jesús, q
ue va a nacer de M
aría la Vir-
gen. Nuestra p
reparación a esa venid
a no es una mera
representación “teatral”, nuestro esp
íritu no juega a hacer“com
o si” Cristo fuera a venir realm
ente. No. P
orque en la
celebración litúrgica, C
risto nace realmente. Y
todo esto
lo percib
imos, no con nuestros sentid
os (que solo p
erci-b
en los fenómenos d
e nuestra dim
ensión temp
oral huma-
na), sino con nuestra fe. De esta form
a, la celebración
litúrgica del A
dviento cob
ra un carácter total-m
ente trascendente. C
on nuestra fe “actuali-zam
os”, nos metem
os en la dim
ensión de
Dios. C
risto va a nacer dentro d
e unos cuan-tos d
ías y nosotros vamos a p
reparar ese
nacimiento
y a
prep
ararnos p
ara recib
irlecom
o se merece. N
osotros, la humanid
ad y el
universo entero necesitamos “hoy” q
ue Cris-
to venga a salvarnos. Y C
risto va a venir.P
ero, como ya ocurrió en el “p
asado”, solo lo
verán y asistirán a su nacimiento los p
obres
(aquellos p
astores que “vigilab
an” sus reba-
ños)…sin olvid
ar, claro está, a María y a José,
en prim
er lugar, y tamp
oco al buey y a la m
ula(los m
ás pob
res de los anim
ales, por ser inca-
paces d
e reprod
ucirse, que rep
resentan alresto d
e la creación).P
orque hoy, ¿q
uién espera un S
alva-d
or? Yo no necesito que nad
ie me salve, yo m
e encargod
e mi m
ismo. M
e basto. N
o quiero d
epend
er de nad
ie.S
oy un adulto. Tom
o mi existencia en m
is manos. M
i vida
me p
ertenece y hago con ella lo que q
uiero. Soy d
ueño de
mi vid
a, yo solo… ¡Q
ué pena! C
on un espíritu así ¿cóm
ovas a p
onerte en las manos d
e Dios, con un alm
a de
pob
re? Así no hay nad
a que hacer. Y, tristem
ente, estam
anera de p
ensar nos la pretend
en imb
uir por tod
os losm
edios. C
ada vez q
ue entramos en una conversación
“seria”, abrim
os un libro o un p
eriódico, encend
emos la
“tele”, vemos una “p
eli”…este es el m
ensaje dom
inante.Y
así pasam
os al lado d
e lo realmente im
portante en
nuestra vida. N
os engañan, sin pied
ad. D
a la imp
resiónq
ue el
“Maligno”
lleva las
de
ganar, controland
o los
med
ios de com
unicación más m
ediáticos, d
ifundiend
o sum
ensaje y haciendo q
ue ignoremos la verd
adera realid
add
e un Dios q
ue viene a vivir entre nosotros porq
ue quiere
salvarnos. Pero si nosotros no sentim
os la necesidad
de
ser salvados, C
risto tendrá las m
anos atadas. EE
ll qquuee ttee
ccrreeóó ssiinn ttii,, nnoo ttee ssaallvvaarráá ssiinn ttii. Cuánto necesitam
os del
espíritu d
e María, la p
obre d
e Dios: “H
ágase en mi según
tu palab
ra…H
e aquí la sierva d
el Señor”. C
on este espí-
ritu, como en M
aría, Dios tam
bién “hará m
aravillas” ennosotros. E
ste es el espíritu d
el Ad
viento, el de M
aría.
SanMiguel
ArcángelLa
vozde
laparroquia
Viene el H
ijo del hom
bre
U
CON
UN
ESPÍRITU
ASÍ
¿CÓMO
VASA
PONER
TEEN
LASMAN
OS
DE
DIOS?
A. O.
aviso
s
Nad
ie sin derechos; nad
ie sin hogar.D
ía de los sin techo
C
El B
ole
tín d
e s
uscrip
ció
n p
ara
cola
bora
r con
tu
parro
quia
,
pued
es
traerlo
d
eb
idam
ente
cum
plim
enta
do
al
Desp
acho
parro
quia
l o
a
la
Sacris
tía.
Agra
decem
os a to
dos aq
ue-
llos
que
ya
lo
hab
éis
tra
ído
porq
ue
dem
uestra
q
ue
sois
conscie
nte
s d
e la
s n
ecesid
a-
des d
e v
uestra
parro
quia
y d
el
ap
oyo q
ue p
od
éis
ofre
cerle
.
aviso 2
Campaña
dela
IglesiaDiocesana
Cárita
s
ag
rad
ece
vuestra
genero
sid
ad
a
tod
os
los
que h
ab
éis
cola
bora
do e
n
el
éxito
d
e
la
Op
era
ció
n
kilo
. D
ura
nte
to
do el
mes
de D
icie
mb
re, c
ontin
uam
os
con la
Cam
paña n
avid
eña
y p
od
éis
seguir c
ola
bora
n-
do c
on a
limento
s o
donati-
vos.
Cola
bora
con C
árita
s
esta
s N
avid
ad
es.
aviso 1
Campaña
deNavidad
“
“
E
San
Mig
uelArcángel m
os verlo o tocarlo, como suced
econ las realid
ades sensib
les, él estáaq
uí y viene a visitarnos de m
últiples
maneras.
Por lo tanto, el significad
o de
la expresión "A
dviento" com
prend
etam
bién el d
e visitatio, que sim
ple-
mente
quiere
decir
"visita"; en este casose trata d
e una visitad
e Dios: él entra en m
ivid
a y quiere d
irigirsea m
í. En la vid
a coti-d
iana to
do
s exp
eri-m
entamos
que
tene-m
os poco tiem
po p
arael
Seño
r y
tamb
iénp
oco
tiem
po
p
arano
sotro
s. A
cabam
os
dejánd
onos ab
sorber
por el "hacer". ¿N
o esverd
ad
que
con fre-
cuencia es
precisa-
mente la activid
ad lo
que
nos
do
mina,
lasocied
ad con sus m
úl-tip
les intereses lo que
mo
nop
oliza
nuestraatención? ¿N
o es ver-d
ad
que
se d
edica
mucho tiem
po al ocio
y a todo tip
o de d
iversiones? A veces
las cosas nos "arrollan". E
l Ad
viento, este tiemp
o litúr-gico fuerte q
ue estamos com
enzan-d
o, nos invita a detenernos, en silen-
cio, para cap
tar una presencia. E
suna invitación a com
prend
er que los
acontecimientos
de
cada
día
songestos q
ue Dios nos d
irige, signosd
e su atención por cad
a uno de nos-
otros. ¡Cuán a m
enudo nos hace p
er-cib
ir Dios un p
oco de su am
or! Escri-
bir —
por d
ecirlo así— un "d
iario inte-rior" d
e este amor sería una tarea
hermosa
y salud
able
para
nuestravid
a. El A
dviento nos invita y nos
estimula a contem
plar al S
eñor pre-
sente. La certeza de su p
resencia,¿no
d
ebería
ayudarno
s a
ver el
mund
o de otra m
anera? ¿No d
ebería
ayudarnos a consid
erar toda nuestra
existencia com
o "visita",
como
unm
odo en q
ue él pued
e venir a nos-otros y estar cerca d
e nosotros, encualq
uier situación? O
tro
elemento
fund
amental
del A
dviento es la esp
era, una espe-
ra que es al m
ismo tiem
po esp
eran-za. E
l Ad
viento nos imp
ulsa a enten-
Texto dela sem
anaB
enedicto X
VI hab
la sob
re el Ad
viento
LunesMartes
MiércolesJuevesViernesSábado
29301 234
SSeegguunndd
aa lleeccttuurraaLectura d
e la carta del ap
óstol san Pablo a
los Rom
anos. 13
, 11
-14.
Herm
anos:
Dao
s cuenta del m
om
ento en q
ue vivís;ya es ho
ra de d
espertaro
s del sueño
, po
rque
ahora nuestra salvació
n está más cerca q
uecuand
o em
pezam
os a creer.
La noche está avanzad
a, el día se echa
encima:
dejem
os
las activid
ades
de
lastinieb
las y pertrechém
ono
s con las arm
asd
e la luz.C
ond
uzcámo
nos co
mo
en pleno
día, co
nd
ignid
ad. N
ada d
e com
ilonas ni b
orrache-
ras, nada d
e lujuria ni desenfreno
, nada d
eriñas ni p
endencias.
Vestios d
el Seño
r Jesucristo.
Palab
ra de D
ios
EEvvaannggeelliioo
Lectura del santo evangelio según san M
ateo. 24
,37
-44.
En aq
uel tiemp
o, d
ijo Jesús a sus d
iscípulo
s:-Lo
que p
asó en tiem
po
s de N
oé, p
asará cuando
venga el H
ijo d
el hom
bre.
Antes d
el diluvio
, la gente co
mía y b
ebía y se casab
a, hasta el día en q
ue No
é entró en el arca; y cuand
om
enos lo
esperab
an llegó
el diluvio
y se los llevó
a tod
os; lo
mism
o suced
erá cuando
venga el H
ijo d
el hom
bre:
Do
s hom
bres estarán en el cam
po
: a uno se lo
llevarán y a otro
lo d
ejarán; do
s mujeres estarán m
oliend
o:
a una se la llevarán y a otra la d
ejarán.E
stad en vela, p
orq
ue no sab
éis qué d
ía vendrá vuestro
Seño
r.C
om
prend
ed q
ue si supiera el d
ueño d
e casa a qué ho
ra de la no
che viene el ladró
n, estaría en vela y nod
ejaría abrir un b
oq
uete en su casa.P
or eso
, estad tam
bién vo
sotro
s prep
arado
s, po
rque a la ho
ra que m
enos p
enséis viene el Hijo
del ho
mb
re.
Palab
ra del S
eñor
PPrriimm
eerraa lleeccttuurraaLectura d
el libro d
e Isaías. 2
, 1-5
.
Visió
n de Isaías, hijo
de A
mó
s, acerca de Jud
áy d
e Jerusalén:A
l final de lo
s días estará firm
e el mo
nte de la
casa del S
eñor en la cim
a de lo
s mo
ntes, encum-
brad
o so
bre las m
ontañas. H
acia él confluirán lo
sg
entiles, caminarán p
ueblo
s numero
sos.
Dirán: «Venid
, subam
os al monte d
el Señor, a la
casa del D
ios de Jacob
: él nos instruirá en sus cami-
nos y marcharem
os por sus send
as; porq
ue de S
iónsald
rá la ley, de Jerusalén, la p
alabra d
el Señor».
Será el árb
itro de las naciones, el juez d
e pueb
losnum
erosos. De las esp
adas forjarán arad
os, de las
lanzas, pod
aderas. N
o alzará la espad
a pueb
lo con-tra p
ueblo, no se ad
iestrarán para la guerra. C
asa de
Jacob, ven, cam
inemos a la luz d
el Señor.
Palab
ra de D
ios
Palabra
deDios
VerbumDei
LunesMartes
Miércoles
JuevesViernesSábado
29301 234
Santa
Iluminada
San
Andrés,apóstol
Santa
FlorenciaSanta
Bibiana
San
FranciscoJavier
San
JuanDam
asceno
Is4,2-6
/Sal121
/Mt8,5-11
Rm10,9-18
/Sal18,2-5
/Mt4,18-22
Is25,6-10a
/Sal22
/Mt15,29-37
Is26,1-6
/Sal117
/Mt15,29-37
Is29,17-24
/Sal26
/Mt9,27-31
Is30,19-21.23-26
/Sal
146/Mt9,35-10,1.6-8
l apóstol san P
ablo nos
invita a prep
arar la "veni-d
a d
e nuestro
S
eñor
Jesucristo" (1
Ts 5,
23)conservánd
onos sin man-
Lunes29
20:00–Funeral
porAlfonso
VilchesPérez
Martes
3019:00
–1º
Aniversariode
AntonioBarroso
Martín
cha, con
la gracia
de
Dios.
San
Pab
lo usa precisam
ente la palab
ra"venid
a", parousia, en latín ad
ven-tus,
de
do
nde
viene el
término
Ad
viento. R
eflexionem
os
brevem
entesob
re el significado d
e esta palab
ra,q
ue se pued
e traducir p
or "presen-
cia", "llegada", "venid
a". Los cristia-nos ad
optaron la p
alabra "A
dviento"
para exp
resar su relación con Jesu-cristo: Jesús es el R
ey, que ha entra-
do en esta p
obre "p
rovincia" deno-
minad
a tierra para visitar a tod
os;invita a p
articipar en la fiesta d
e suA
dviento a tod
os los que creen en
él, a todos los q
ue creen en su pre-
sencia en la asamb
lea litúrgica. Con
la palab
ra adventus
se quería d
ecirsub
stancialmente:
Dios
está aq
uí,no se ha retirad
o del m
undo, no nos
ha dejad
o solos. Aunq
ue no pod
a-
der el sentid
o del tiem
po y d
e la historiacom
o "kairós",
como
ocasión p
ropicia
para
nuestra salvación.
Jesús exp
licóesta realid
ad m
isteriosa en muchas p
ará-b
olas: en la narración de los siervos invi-
tados a esp
erar el regreso de su d
ueño;en la p
arábola d
e las vírgenes que esp
e-ran al esp
oso; o en las de la
siemb
ra y la siega. En la vid
a,el
homb
re está
constante-m
ente a la espera: cuand
o esniño
quiere
crecer; cuand
oes
adulto
busca
la realiza-
ción y el éxito; cuando es d
eed
ad
avanzada
aspira
alm
erecido
d
escanso.
Pero
llega
el m
om
ento
en q
ued
escubre
que
ha esp
erado
dem
asiado p
oco si, fuera de
la profesión o d
e la posición
social, no le qued
a nada m
ásq
ue esp
erar. La
esperanza
marca el cam
ino de la hum
a-nid
ad, p
ero para los cristia-
nos está
animad
a p
or una
certeza: el Señor está p
re-sente a lo largo d
e nuestravid
a, nos acomp
aña y un día
enjugará
tamb
ién nuestras
lágrimas. U
n día, no lejano,
todo encontrará su cum
pli-
miento en el reino d
e Dios, reino d
e justi-cia y d
e paz.
Nosotros p
odem
os dirigirle la p
ala-b
ra, presentarle los sufrim
ientos que nos
entristecen, la imp
aciencia y las pregun-
tas que b
rotan de nuestro corazón. E
sta-m
os seguros de q
ue nos escucha siem-
pre. Y
si Jesús está presente, ya no exis-
te un tiemp
o sin sentido y vacío. S
i él estáp
resente, p
od
emo
s seg
uir esp
erando
incluso cuando los d
emás ya no p
ueden
asegurarnos ningún apoyo, incluso cuan-
do el p
resente está lleno de d
ificultades.
Querid
os amigos, el A
dviento es el
tiemp
o de la p
resencia y de la esp
era de
lo eterno. Precisam
ente por esta razón es,
de m
odo esp
ecial, el tiemp
o de la alegría,
de una alegría interiorizad
a, que ningún
sufrimiento p
uede elim
inar. La alegría por
el hecho de q
ue Dios se ha hecho niño.
Esta alegría, invisib
lemente p
resente ennosotros, nos alienta a cam
inar confia-d
os. La Virgen M
aría, por m
edio d
e la cualnos ha sid
o dad
o el Niño Jesús, es m
ode-
lo y sostén de este íntim
o gozo. Que ella,
discíp
ula fiel de su H
ijo, nos obtenga la
gracia de vivir este tiem
po litúrgico vigi-
lantes y activos en la espera. A
mén.
LAES
PER
ANZA
MAR
CA
ELCAM
INO
DE
LAHUMANIDAD,
PERO
PARALO
SCRISTIA
NOS
ESTÁ
ANIMADA
POR
UNA
CER
TEZA
SSaallmm
oo rreessppoonnssoorriiaall..
Sal 1
21
, 1-2
. 3-4
ª. (4b
-5. 6
-7). 8
-9.¡Q
ué alegría cuand
o m
e dijero
n: «Vam
os a la casa d
el Seño
r»!