AYER

Si hay alguna fotografía que nos proporcione una idea exactade lo que era nuestra ciudad en el pasado siglo, es la que publica-

mos hoy.

En un ayer, no muy lejano, pues esta vista data del año de 1890,vemos aquí la arteria principal de la urbe, la Carrera de la Cons-

titución, dándonos una gráfica de lo que era por aquel entonces la"muy noble y muy leal ciudad de Panamá " .

Mirando hacia la izquierda, la primera casa es la que hoy sirvede clínica dental a los hermanos Alemán; sigue un solar en el sitio

que ocupa ahora la Compañía Internacional de Seguros ; va despuésla sólida casa de mampostería que servía de asiento a la Prefectu-

ra, después Gobernación de la Provincia y Alcaldía del Distrito Ca-pital y que en el día de hoy sirve de sede a la Lotería Nacional de

Beneficencia, creada gracias al genio del doctor Belisario Porras yque en la administración del doctor Juan Demóstenes Arosemena,

—'se inauguró el moderno edificio . Luego, la residencia de los Aran-

go y en último término la residencia de la familia Arias-Feraud.A la mano derecha, aparece la casa de la familia Zubieta, desa-

parecida en el incendio del año de 1906, en cuyos bajos estuvo la" Torre Eiffel" de Manuel E . Mora ; sigue luego la "Dalia" del vieji-

to Cardoze; la casa de don Manuel Espinosa B . (en reconstrucción);la residencia del General Eloy Alfaro, y la célebre "Reformada",

HOY

propiedad que fue del General José Domingo Espinar y ahora delos señores Arias-Feraud. El resto de las casas no ha variado en suaspecto arquitectónico.

Hay una nota simpática y de sabor antiguo : el pipote, la carre-ta, y el coche, e irguiéndose con majestad soberana, el clásico farolde gas .

Hoy, toda aquella visión del pasado ha cambiado . La dentiste-ría de los doctores Alemán es otra cosa ; el viejo solar, es el

alber gue de la Compañía de Seguros ; el edificio de la Lotería Nacionalde Beneficencia es uno de los mejores con que cuenta la ciudad yla casa de los Arango es el edificio que se conoce con el nombre de

- 1944

Benedetti Hermanos.

Hacia la acera de enfrente, vemos la construcción de la fami-lo-

lia Zubieta, luego unas bodegas que dan un mal aspecto ; el Natio-nal" City Bank ; la que fue botica del prócer Manuel Espinosa B . yhoy farmacia de Manolo Preciado ; el local que ocupa la

Pan-Amer-ican Life, en cuyos altos están los dentistas doctores Díaz y por úl-timo la casa de apartamientos de los Arias-Feraud.

Sólo se ven ahora elegantes autos y, por mera curiosidad, unahonesta carretilla de mano.

Ay! Lo que va de ayer a hoy! . . .

Leyes 25 de 19 14 y 9e, de 1919,

que crean la "Lotería Nacional de Panamá "

y la "Lotería Nacional de Beneficencia "

(Ambas Leyes fueron derogadas por la Ley Número 29 de 1941 y ¿sin a su vez por la Ley Número 109 de 1947, quereorganiza la Lotería Nacional de Beneficencia, la cual Ley está en vigencia).

Ley 25 de 1914

(de 5 de Diciembre)

por la cual se crea la Lotería Nacional de Panamá

LA ASAMBLEA NACIONAL DE PANAMA,

En el deseo de allegar fondos para ayudar a los gastos que ocasionan los ramos de instrucciónPública y Beneficencia, y de mejorar en cuanto sea posible el servicio de esas importantes institucio-nes de la República,

DECRETA:

"Articulo 1º—Al terminarse el contrato de Lotería hoy vigente de la República de Panamá y elseñor J . Gabriel Duque, el estado tomará a su cargo el manejo y explotación del negocio, y su productose dividirá por partes iguales entre establecimientos de beneficencia y los colegios y escuelas nacionales, haciéndose las respectivas distribuciones en la forma que disponga el Poder Ejecutivo.

"Articulo 2°—La Lotería se denominará "Lotería Nacional de Panamá," y será administrada poruna Junta Direcblica.

"Artículo 3º—Además de los miembros de la Junta Directiva habrá un Gerente de la Empresa,un Tesorero encargado también de la Contabilidad, un Secretario y los empleados subalternos que fue-ren necesarios.

Parágrafo .—Para proveer esos empleados el Poder Ejecutivo tendrá en cuenta lo establecido en elarticulo 5 e de la Ley 9n de 1883.

"Articulo 4º—Son atribuciones de la Junta Directiva:

1a—Organizar en tiempo la Empresa de la Lotería, y procurar su mejoramiento y ensanche.

2a—Reunirse ordinariamente, del primero al cinco de cada mes, y extraordinariamente cuando suPresidente lo estilase necesario, debiendo levantarse acta circunstanciada de cada sesión.

3a—Conservar en los sor teos el mismo plan establecido hasta la fecha por la Lotería de Panamá.

4a—Acordar los nombramientos de, los empleados, los sueldos correspondientes a éstos y los gas-tos que requiera el buen servicio de la Lotería, su-jetándolo todo a la aprobación del Poder Ejecutivo.

5a—Crear y suprimir Agencias en los lugares que estime convenientes.

6a—Inspeccionar por sí o por medio de algunos de sus miembros de la Contabilidad de la Empresaen los primeros días de cada mes.

7a—Fijar la comisión de los Agentes por el expendio de billetes, y al precio a que éstos hayan devenderse por mayor a los revendedores.

8a—Practicar los sorteos en la época previamente acordadas, en lugar espacioso a la vista del pú-blico, y en presencia del Gobernador y del Alcalde de Panamá, o de las personas que estos funciona-rios designen para representarlos.

9a—Adoptar todas las medidas conducentes a la pureza material de los sorteos.

"Artículo 5°—El valor de, los premios que se acordaren para cada sorteo no podrá ser inferior al64% del de los billetes emitidos.

"Articulo 6º—Los sorteos no se suspenderán por falta de, venta de los billetes, salvo fuerza ma-yor, y los billetes no vendidos correrán por cuenta de la Empresa.

"Artículo 7º—Las resoluciones de la Junta Directiva se adoptarán por mayoría de votos, y susmiembros tendrán el derecho de hacer constar en el acta sus votos particulares.

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LA LOTERÍA

Las sesiones no podrán efectuarse sin la concurrencia de tres miembros por lo menos de la JuntaDirectiva y con la presencia del Secretario.

"Artículo 8º—Los productos de cada sorteo, deducido el valor de los premios que hayan de ser pa-gados, se colocarán en el Banco Nacional, mientras el Ejecutivo dispone su distribución entre los es-tablecimientos de beneficencia y las escuelas que existan en cada Provincia.

`Artículo 9º-La Junta Directiva enviará cada año al Poder Ejecutivo en los primeros quince díasde Enero, un informe detallado de todas las operaciones de la Lotería en el año anterior, acompañadode un cuadro de los sorteos corridos, número de billetes vendidos, premios pagados o no cobrados,gastos generales o especiales en su caso, y ganancia líquida de la Empresa . También dará los infor-mes que extraordinariamente le pidiere el Poder Ejecutivo.

"Artículo 10 .—E1 Presidente de la Junta será elegido por ésta de entre sus miembros y sus funcio-nes durarán un año, pudiendo ser reelecto indefinidamente.

El cambio de personal en los empleados, a que se refiere el articulo 2v, producirá de derecho el

cambio de miembro de la Junta por el . empleado que subrogue al anterior.

"Artículo 11. El Presidente será el órgano de comunicación con el Poder Ejecutivo por medio dela Secretaría de Fomento, dirigirá las sesiones, autorizará las actas junto con el Secretario, pondráel "páguese" a los recibos que deba pagar el Tesorero cuando lleven el Visto Bueno del Gerente de laEmpresa, y citará para sesiones ordinarios y extraordinarias.

"Articulo 12 .—El Gerente será el Jefe de la Oficina de la Lotería, y bajo su dependencia estaránel Tesorero y el Secretario, que será el mismo de la Junta Directiva, así como todos los empleadossubalternos ; y él a su vez estará sujeto a las órdenes y disposiciones que la Junta le comunique.

"Artículo 13 .—E1 Tesorero, antes de entrar al ejercicio de sus funciones, prestará fianza hipotecaria, o constituirá un depósito en el Banco Nacional, por la suma de 11 .5,000 .00.

Tendrá a su cargo el recibo de los billetes que le entregue el Gerente, distribución entre las Agen-cias que aquél le indique, su venta a revendedores por cantidades que no bajen de veinticinco bille-tes, el recibo de todas las sumas correspondientes a la Lotería, el pago de los gastos ordenados por elPresidente de la Junta Directiva, y el de los premios correspondientes a los billetes gananciosos.

Llevará además la cuenta general de los sorteos y las cuentas generales de las agencias.

"Artículo 14 .—E1 Secretario redactará y suscribirá las actas junto con el Presidente de la Junta;llevará la correspondencia de la oficina, y cumplirá en un todo las órdenes del Gerente.

"Artículo 15 .-La Junta Directiva hará un reglamento disponiendo todo lo conveniente sobre im-presión de billetes, contraseñas para prevenir su falsificación, custodia de los mismos, y régimen in-

terior de la oficina, y lo someterá a la aprobación del Poder Ejecutivo.

`Artículo 16 .—En todos los casos no previstos en esta ley para el establecimiento y mantenimien-to y operación de la Lotería Nacional de Panamá, queda facultado el Poder Ejecutivo para dictar lasdisposiciones conducentes a llenar esos vacíos en cuanto no se opongan a su texto.

"Artículo 17 .—E1 Poder Ejecutivo procederá a nombrar a principios del año de 1916 los tres em-pleados que menciona el artículo 5 º de la Ley 9s de 1883 . Dichos empleados tendrán además de lossueldos pagados por la Empresa "Lotería de Panamá", un sobresueldo por el Tesoro Nacional, queserá de cien balboas (B .100 .00) para cada uno de ellos, y cincuenta balboas (13 .50 .00) para cada uno delos restantes.

"Artículo 18 .—Quedan derogadas todas las disposiciones contrarias a la presente ley.

Dada en Panamá, a tres de Diciembre de mil novecientos catorce.

El Presidente,GIRO L . URRIOLA .

El Secretario,J . M. FERNANDEZ.

República de Panamá.—Poder Ejecutivo Nacional .—Panamá, Diciembre 5 de 1914.

Publíquese y ejecútese .BELISARIO PORRAS .

El Secretario de Hacienda y Tesoro,

ARISTIDES ARJONA.

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Ley 91 de 1919(de 27 de Enero)

por la cual se reforma y adiciona la Ley 25 de 1914

LA ASAMBLEA NACIONAL DE PANAMA,DECRETA:

"Articulo 1°—Para atender al servicio de beneficencia y caridad en la República, créase una, Lote-ría que se denominará ' ' Lotería Nacional de Beneficencia" y que será administrada por una Junta com-puesta del Gerente del Banco Nacional ; del Tesorero del Hospital Santo Tamás ; del Director delHospicio de Huérfanos ; del Comandante de Cuerpo de, Bomberos, Jefe de la Oficina de Seguridad ; delPresidente de la, Asociación del Comercio y del Se-cretario de Fomento, Vicepresidente, al mismo tiem-po, de la Cruz Roja Nacional.

"Articulo 2º—La Junta Directiva determinará el plan de sorteos, con sujeción a la aprobación delPoder Ejecutivo.

"Articulo 3º—Atribúyese a la Junta, Directiva el nombramiento de Gerente de la Lotería, el cualnecesitará la aprobación del Poder Ejecutivo para su validez.

Los empleados subalternos de la misma serán nombrados a . su vez por el Gerente, con aproba-ción de, la Junta y del Poder Ejecutivo.

"Artículo 4º El Gerente será nombrado para un período de cuatro años y no podrá ser removidode su empleo sino en virtud de sentencia judicial.

"Articulo 5º—Para ser Gerente de la "Lotería Nacional de Beneficencia" se requieren las mismascondiciones que para los empleados de manejo exige el Código Pisca¡ y prestará un fianza de veinticincomil balboas a favor de la Nación.

"Artículo 6º—Para ser empleado subalterno de la Lotería de Panamá en cualquier escala, se ne-cesita ser garantizado por medio de fiador responsable por su manejo.

Parágrafo.—Será preferible 1a fianza de compañía de Seguros.

"Articulo 7°—Autorízase al Poder Ejecutivo para señalar los sueldos que devengarán los empleadosde la "Lotería Nacional de Beneficencia ."

"Articulo SU El producto de la. Lotería se aplicara de preferencia a los gastos que demanden elHospital Santo Tomás, Manicomio y Lazareto.

Deducidos esos gastos, el remanente será repartido entre las demás instituciones de beneficenciade la República . en la proporción que determino el Poder Ejecutivo.

"Artículo 9º—Queda terminantemente prohibida la venta do billetes extranjeros en el territorio dela República . El que contraviniere esta disposición quedará. sujeto a una multa de doscientos balboas(13 .200 .00) por la primera contravención, y de quinientos balboas (11 .500 .00) por cada una de las siguien-tes .

"Articulo 10 .—Los cheques o documentos de cualquiera clase, por medio de los cuales se retirendel Banco Nacional fondos pertenecientes a la "Loteria Nacional de, Beneficencia" llevarán además dela firma del Gerente de, la Loteria la de otra persona que designará la Junta Directiva.

"Artículo 11—Bajo la dependencia de la "Lote r ia de Beneficencia de Panamá," bajo arrendaramiento previo, se verificarán sorteos mensuales en la ciudad de Bocas del Toro, en la forma en que se havenido haciendo antes por la extinguida, Loteria . El producto neto de tales sorteos se dedicará exclusivamente al beneficio y sostenimienito del Hospital de Caridad de aquella capital.

"Artículo 12— En los términos de esta ley queda adicionada la Ley 25 de 1914, reformados losartículos 14 y 8º , y el ordinal 4° del artículo 4°, y derogados el ordinal 3 del articulo 4 o y el artículo17 de la misma ley.

Dada en Panamá, a los veintisiete días del mes de Enero de mil novecientos diez y nueve.

El Presidente,PEDRO VIDAL E .

El SecretarioJOSE ANGEL OASIS.

República de Panamá .—Poder Ejecutivo Nacional .—Panamá, 27 de Enero de 1919.

Publiquese y ejecútese .BELISARIO PORRAS .

El Secretario de Hacienda y Tesoro,SANTIAGO DE LA GUARDIA.

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Triste epílogo de un día dePor ERNESTO J . CASTILLERO R .

regocijo

El 1" de septiembre de 1893 era un díade regocijo para la "Noble y hiel Ciudad "de Panamá. Desde que por la Constitu-ción colombiana de 1886 se suprimió elEstado Soberano, "piedra de escándalo dela República" —como lo calificó un famo-so escritor—, por las revoluciones que sesuscitaron para asaltar la Presidencia, so-bre todo por los cuartelazos de los Jefesde la Guardia Colombiana con miras delmuelle sillón de la Avenida Noble, habiandesfilado por la Gobernación delDepartamento cinco Gobernadores : unos muymalos, otros—tal vez uno solo, muy bue-nos, pero ninguno panameño, sino "

centranos,"como se les denominaba aqui.Ese l° de septiembre del mencionado

año, quien iba a ocupar la ;jefatura delIstmo era un panameño,universalmenteconsiderado por su honorabilidad, carác-ter y relevantes disposiciones civicas : DonRicardo Arango, hijo de esta ciudad. Noes de extrañar, pues, que como lo dicenlas viejas crónicas, "desde muy tempranahora se notara en la ciudad el regocijo yla -satisfacción por la posesión del señorArango . " Los establecimientos comercialese industriales cerraron sus puertas, loscarros del tranvía fueron adornados conguirnaldas y banderolas, lo mismo que losbalcones de las residencias particulares ymuy especialmente el palacio de la Go-bernación que lucía sus mejores galas.

La ceremonia de posesión del mandata-rio tuvo lugar en la Casa Municipal . A las2 de la tarde, hora señalada para el acto,el gran salón de la Municipalidad se en-contraba repletos de los dignatarios delGobierno, del Municipio, de la Milicia, delClero, del Cuerpo Consular, del Cuerpo deBomberos y de gran número de personasdescollantes en los círculos sociales y po-liticos. La Plaza de la Catedral hoy Pla-za de la Independencia—, bullía con laenorme multitud, a la que apenas podíacontener el ejército vestido de gala querodeaba el Municipio y se extendia en dosfilas. hasta la Casa de Gobierno . Despuésde jurar lealtad a la Constitución ycumplimiento de las leyes, Don Ricardo Aran-go, naturalmente emocionado, para con-testar las palabras de felicitación del Pre-sidente del Tribunal de Justicia que le ha-bía tomado el juramento, leyó el siguien-te patriótico discurso que es todo un pro-grama de gobierno, sobrio en ofrecimien-tos, pero augurador de una administra-ción honrada Y progresista como fue elquinquenio de su magnífico gobierno.

"Señor Presidente : Penetrado de la granresponsabilidad que me impone el jura-

DON RICARDO ARANGO

Fue en los albores de mi adolescencia,,y todavía asoma a mi retinala imagen patriarcal,, augusta y finade quien fue encarnación de la decencia.

Nunca empañó la clara transparenciade su mirar— la nube mortecinade. ara mal querer ; ni la pasión mezquinahalló albergue jamás en su existencia.

Ya pocos quedan como don Ricardo,prototipo de todo lo gallardoque hay en la vida ; plácido varón

que al tenderles su mano diligentea los amigos, necesariamenteles iba dando todo el corazón.

José Guillermo BATALLA.

mento solemne que acabo de prestar, yque tengo el propósito inquebrantable decumplir, entro desde hoy a ejercer las fun-ciones del Poder Ejecutivo, con el doblecarácter que me señala la Constitución dela República, de Agente de la Administra-ción Central y de Jefe Superior de la deeste Departamento.

"Tan alta distinción, que en mucho es-timo, no la debo a mis méritos, segura-mente ; Iras tampoco a esfuerzos de miparte, pues no los be hecho por alcanzar-la; sino a honrosa y espontánea designa-ción del Gobierno de mi Patria . Subo, porconsiguiente, a ese elevado puesto, sin nin-guna clase de compromisos personales;

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pero con la firme voluntad de cumplir yhacer que se cumplan las órdenes que re-ciba del Gobierno, del acierto de las cua-les responden de antemano el patriotismoy las aptitudes del escogido personal quelo compone.

"En cuanto a la acción administrativaque me corresponde dirigir en el Departa-mento, puedo desde ahora declarar doscosas : que seré estricto observador de laley, y que, para asegurar la marcha expe-dita de los asuntos públicos, no omitiréningún género de esfuerzos . Aspiro a quedurante mi administración tengan eficazamparo todos los legítimos derechos quereconoce y garantiza la legislación vigen-te .

"Sé que las Provincias del Interior delDepartamento tienen grandes y apremian-tes necesidades ; y para estudiarlas de cer-ca y ver la manera de remediar lo que seaposible, me propongo visitarlas, en cum-plimiento de un deber, lo más pronto quelas circunstancias lo permitan.

"En lo relacionado con la Hacienda De-partamental, he de procurar, naturalmen-te, la mayor pureza ; y si fuere posible es-tablecer economías que no perjudiquenel buen servicio, seré yo el más interesadoen ordenarlas . Desde luego puedo asegu-rar (fue no se harán gastos que no justifi-quen las necesidades públicas y que sedará como hasta ahora, cuenta minuciosade las rentas que se recauden, lo mismoque de su escrupulosa inversión legal.

"La instrucción pública tendrá mi pre-ferente atención, porque es visible la ne-cesidad que existe de propagarla ; y encuanto de mí dependa, he de procurar quesu benéfico influjo se haga sentir en to-dos los ámbitos del Departamento.

"En el ramo de Justicia, en el cual sóisdigno y bien caracterizado representante,la Administración que hoy se inauguracoadyuvará, en la órbita de sus atribucio-nes, para que cada día sean mayores elprestigio y la responsabilidad que debenacompañar a los encargados de impartir-la .

"Persuadido como estoy de que la con-servación del orden es el primero y másimperioso de mis deberes de gobernante,sabré mantenerlo, llegado el caso, a ex-pensas de todo sacrificio. Sólo a la sombrade la paz pueden desarrollarse los recur-sos naturales con que pródiga, nos ha que-rido favorecer la Naturaleza. La paz, espor otro lado, aspiración vehemente en lagran mayoría de los colombianos, y todos

debemos hacer esfuerzos por sacrificar ensu aras anhelos antipatrióticos que nos ha-rían retroceder a días de luto y de dolor,de los cuales nos separan ya casi dos lus-tros. Y cono los beneficios de aquel bieninestimable han sido notorios en toda laRepública entera, pero muy particular-mente en el Istmo, donde habría que ce-

rrar los ojos para dejar de apreciarlos, nopuedo creer que haya habitantes ele estesuelo dispuesto a contribuir a la realiza-ción de nuevos disturbios . Confío, por tan-to, en que durante mi periodo adminis-trativo no habrá de presentarse la penosanecesidad de adoptar .medidas de rigorpara con ninguno de mis conciudadanos,ele quienes mucho me atrevo a esperar, porel contrario, pues no hay por qué poneren tela de juicio, ni su cordura ni su pa-triotismo.

"Con todo, si para dar cumplimiento alprograma de gobierno que a grandes ras-eros acabo de 'trazar, y en cuyo ampliomol-de cabe toda aspiración legítima, debierayo atenerme únicamente a mis limitadasfuerzas, no habría aceptado por ningunaconsideración el puesto de honor y de fa-tiga que me ha sido señalado . Pero, con-vencido como estoy, y como espero lo es-tén las personas que hacen la honra ele es-cucharme, de que no es bastarda ambiciónla que me mueve, sino deseo vehementede contribuir a la unificación de la

familia istmeña; al fortalecimiento de los la-zos que nos unen con nuestros hermanosdel resto de la República ; y a la consoli-dación en esta tierra queridas, de lasinstituciones que nos rigen y que han deconducir el país a la prosperidad y el en-grandecimiento, no he querido excusarmede cumplir el que conceptúa m¡ deber deistmeño y de patriota. Por eso acometo latarea, si no con grandes aptitudes, sí conla más completa fe y con sincera buena voluntad de practicar el bien ; confiado enla protección de Dios, que imploro reve-rente ; esperando el apoyo de cuantos as-piren al bienestar del Istmo, y contandocon el concurso eficaz de los que debencompartir conmigo las labores del Gobier-no, como yo interesados en que ellas seanfructuosas para la patria.

"Manifestada ya, con entera franqueza,las tendencias y las aspiraciones de lanueva Administración, sólo me restapresentaros, señor, la expresión de mi grati-tud profunda por las honrosas frases queme habéis dirigido a nombre del Tribu-nal que presidís con notable acierto.Vuestras palabras, que servirán para recordar-me siempre lo que de mí se espera, y pa-ra testificar vuestra benevolencia, encie-rran también en síntesis el programa queyo desearía poder realizar con la coope-ración de todos mis compatriotas. He di-cho . ' ,Una salva ruidosa de aplausos que lamultitud de la calle coreó con vivas alnuevo mandatario, acalló el eco de las úl-timas palabras del señor Arango, y éste,entonces, con la numerosa comitiva des-filó a pie entre dos alas del batallón Co-lombia, hacia el Palacio de Gobierno . Allílo recibió el Gobernador saliente, GeneralJ. V. Aycardi, y nuevas manifestaciones

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de regocijo, aplausos y brindis siguierondemostrando la complacencia del públicopor su nuevo gobernante.

Pero cuando todo era alegría en los sa-lones de Palacio y en las calles circunveci-nas donde el pueblo capitalino se, hacina-ba participando espiritualmente desdeafuera el sabor del champagne y losdulces de los palaciegos, la tragedia pusosu triste nota para interrumpir y empañartanto regocijo. Parte del balcón occidentaldel Palacio, no resistiendo el peso de laspersonas que se asomaban desde él, se des-plomó en vilo y dejó caer a la calle a ungrupo de caballeros que lo ocupaba . Ungrito desgarrador de la multitud que pre-senciaba el suceso se levantó para intcrrumpir las palabras placenteras de losasistentes a la recepción . Cayeron con elbalcón, Don José Agustín Arango, DonConstantino Arosemena, Don Luis A Fer-nández, Don Pablo E. Morales, Don Adol-fo Jiménez, Don Pedro A . Gómez, el Dr.Eduardo Román, el Presbitero Antonio

Sanguillén y el joven seminarista ElíseoVillarreal( hoy Cura Párraco de SantaAna), que lo acompañaba . El P. Sangui-Ilén fracturose ambas piernas y los otrosrecibieron heridas y contusiones de mayoro menor gravedad. El momento fueemocionante y terriblemente trágico. Por di-cha no hubo muertes que lamentar.

Excusado es decir que allí terminó el rcgocijo, y las fiestas posteriores fueron can-celadas. Pudiera pensarse que con tantriste presagio la administración del se-ñor Arango se iniciaba bajo fatales auspi-cios. Pero no fue así. Cumplió su patrióti-co programa basta donde los medios y lascircunstancias lo permitieron y es justoreconocer que Lizo un magnifico gobier-no .

Don Ricardo Arango es el abuelo ma-terno del actual Presidente de la Repúbli-ca, Don Ricardo Adolfo de la Guardia ydel Ministro de Gobierno y Justicia, DonCamilo de la Guardia Jr.

Sesenta años de vida panameñaPor GERVASIO GARCIA

Al cumplirse los sesenta años que medianentre el 29 de Noviembre de 1884 e igualfecha de 1944, que señalan los límites demi residencia en el Istmo, he querido coor-dinar mis recuerdos de tan extenso perío-do de mi vida, ofrendando a los paname-ños de hoy, algo así como a manera de re-sumen de las vicitudes sufridas al lado desus mayores durante tan largo período deexistencia . Para ello, y como cúspide delos recuerdos que, en este instante se agol-pan a mi memoria, he considerado que,ningún tributo de mi sincero afecto porPanamá, cristalizaría mejor que en las per-sonalidades del doctor Mateo Iturralde ydoña Amelia, Denis de Icaza, ambos comoyo vecinos del antiguo Arrabal de esta ciu-dad, perpetuando el recuerdo de ambospor medio de los bustos de tan egregiospersonalidades que a mi entender, sinteti-zan el doble carácter de la austeridad ypatriotismo del primero, y la espiritualidady el alto sentimentalismo de la segunda.Respondiendo a esas características mora-les de cada uno de ellos, hice que el escul-tor modelase el uno en bronce y el otro en

mármol blanco, proponiéndome hacer do,ilativo de los mismos a las Escuelas de Ar-tes y Oficios ,y Profesional de Señoritas,respectivamente, donde se conservarán enel porvenir, dentro del ambiente popularque rodeó sus existencias, y donde las ge-neraciones venideras encontrarán en todomomento, una ocasión propicia para incli-narse reverentes antes dos valores efectivosdel antiguo Istmo de Panamá y que siem-pre sintieron y obraron como buenos pana-meños.

Y va de historia Al desembarcar en Co-lón el día 29 de Noviembre de 1884 y aban-donar el vapor "Baldomero Iglesias" queme había conducido desde Puerto Rico, loque más llamó mi atención fué que allí,apenas se hablaba Español . Yo venía bienprevenido contra lo terriblemente mortífe-ro del lugar, pero también ilusionado conla idea de que en un país donde tanta gen-te se moría, seguramente habría una com-pensación para el que lograse sobrevivir,la de conseguir en breve hacerse rico . Co-mo buen hijo de mi tierra y amante de lasaventuras, me lancé al peligro y luché de-

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nodadamente, resultando que ni he muer-to ni soy rico . Con lo único que no habíacontado al emprender mi viaje, había sidocon que Colón, tierra colombiana, no sehablase Español, contratiempo que para mí,resultaba tan grave como el de las calen-turas que en aquel entonces diezmaban lapoblación, dando lugar al conocido refránde aquella época, de que "En el Istmo, ledaba fiebre a la quinina", y el de que " Llo-vía 13 meses al año".

Al cabo de tres semanas de residenciaen Colón, y convencido de que allí única-mente les era posible conseguir trabajo alos que supiesen hablar inglés o francés,decidí trasladarme a Panamá, donde meinstalé en el Hotel Español, atraído tantopor su nombre como por el temor de queen los otros no se hablase más que fran-cés. Grande fue mi alegría al comprobarque en Panamá, no obstante hablarse elfrancés, predominaba el español . Una vezinstalado procedí a registrar mi pasaporteen el Consulado Español, a la sazón a car-go del señor don Salvador Rizo, instaladoen el piso alto del almacén de los señoresL. A . Fernández y Hnos., españoles, ,y unade las firmas comerciales más respetablesde Panamá, situado en las llamadas CUA-TRO ESQUINAS, donde está actualmentela Joyería Morán y Ford en la AvenidaCentral. Cumplido ese deber, como buensúbdito de S.M .C., comencé el vía-crucis deconseguir trabajo, notando desde luego,que en la generalidad de los establecimien-tos comerciales, aun cuando fueran nece-sarios mis servicios, al comprobar mi na-cionalidad española y sin referencias per-sonales en el país, se abstenían de darmecolocación. Tal actitud era debida, segúnpude comprobar, a la circunstancia de queunos meses antes, habían llegado a Pana-má algunos españoles procedentes del Pe-rú, Chile y Cuba quienes por el sólo hechode su nacionalidad, habían conseguido tra-bajo inmediatamente, y por su eficienciahabían logrado captarse la confianza desus ,jefes, de tal manera que algunos deellos, al poco tiempo, eran apoderados delas casas en que trabajaban . Mas, desgra-ciadamente, abusando de sus posiciones yde la confianza en ellos depositada, come-tieron una serie de fraudes que puso enguardia a los comerciantes, haciéndoles mi-rar con recelo a todos los españoles que lle-gábamos.

Ante situación tan angustiosa y temero-

so de que llegara el momento en que mefuera imposible continuar pagando la pen-sión del Hotel, me decidí a solicitar deldueño del mismo, don Antonio Moya, suayuda para lograr algún trabajo que mepermitiera atender a mis necesidades . Envista de esta declaración, dicho señor mepropuso que ayudara a los camareros yasí, de momento, no me vería obliga-do a pagar la pensión Le advertí queyo no sabía servir platos de comida, ,y élme respondió : "Haga lo que pueda " . Así,pues, mi primera ocupación en Panamá, fuela de servir platos de comida sin ganarsueldo.

Pocos días después, enfermó y murió elcantinero del Hotel, y el señor Moya meordenó que ocupase la vacante . Nueva ob-servación por mi parte de que yo nuncahabía estado en una cantina . "Bueno, merespondió él . Manolo, un chico gaditano,le enseñará en una semana . " Y héme aquíde cantinero, sin conocer ni de nombre lamayoría de los licores franceses, alineadosen la estantería, pero en cambio, ya gana-ba 30 pesos, cuarto y comida.

En ese puesto me sorprendió la revolu-ción del 85 . El Hotel era el cuartel de losliberales ; allí conocí al General Aizpuru,a don Carlos A . Mendoza, al Pastuso Rive-ra, Elías Alba y otros . Allí después, en mimostrador de cantina, pasé por la pena dever a los soldados americanos, ocupar comocuartel la Iglesia de Santa Ana, y allí pre-sencié los esfuerzos de don Carlos A.Mendoza para convencer a un grupo de españo-les que querían desarmar por sorpresa aaquel destacamento para que no lo intenta-ran.

Al parecer, el señor Moya estaba com-plicado en el movimiento revolucionario,y al fracasar éste, huyó a Guayaquil, de-jándome encargado del Hotel y entregán-dome la caja que contenía más de 10 milpesos y ,joyas ; ambas cosas eran, en su ma-yoría, de jugadores profesionales, residen-tes en el Hotel . A su regreso de Guayaquilno quiso encargarse de la Caja, y así con-tinué con el doble cargo de Cantinero y Ca-jero, a las órdenes de dicho señor y de susucesor el señor Grandal, quien adquirió elHotel al regresar a España el primero dedichos señores, hasta que el segundo, obli-gado por motivos de salud a ausentarse delpaís, me lo vendió a su vez a mí . Así con-tinué hasta el mes de Noviembre de 1888cuando había terminado de pagar el precio

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convenido, vino la quiebra del Canal Fran-cés, quedándome sin un centavo. La quie-bra de la Compañía del Canal, en el men-cionado año, ocasionó la pérdida. de misahorros, obligándome a cerrar el Hotel quetenía establecido en la casa del Padre San-guillén, al costado de la Iglesia de SantaAna, siguiendo así la suerte de otros mu-chos de la ciudad, por falta de clientes . Elmobiliario no valía nada en aquellos acia-gos días en que todos queríamos vender ynadie estaba en condiciones de comprar.Aquellos días fueron muy duros y tristespara Panamá . Una tarde se recibió la noti-cia de la quiebra, y al día siguiente, queda-ban sin trabajo de 25 a 30 mil personas va-gando por las calles de Panamá y Colón,sin medios de subsistencia, ni para regre-sar a sus países . Afortunadamente, al pocotiempo, al enterarse el Gobierno de Chilede la situación, deseoso de aprovecharaquella masa obrera, ordenó a su Repre-sentante en Panamá, fuera facilitando elpasaje para dicha República, a todos losque convinieran el traslado, siempre quefueran blancos y no mayores de 50 años.Tal disposición del Gobierno de Chile, fuécomo una válvula que fué descongestio-nando el Istmo a razón de 500 personas se-manalmente, poco más o menos . No obstan-te ser Panamá la primera víctima de losfraudes, imprevisiones y despilfarros dela Compañía del Canal todavía y durantelargos años, hubo de sufrir resignadamen-te que su nombre fuera aplicado como de-nominativo de los fraudes, robos, estafas ychanchullos internacionales, con aquella ex-clamación : "Eso es un Panamá". Bonita he-rencia!

Para que la gente moza se dé cuenta decómo andaba entonces la ideología de lasrelaciones Hispano-Americanas, bastan dosanécdotas : El 28 de Noviembre del año1885 u 86 me vi obligado a ir a la AgenciaPostal que estaba en la esquina de la Ca-lle 6 y Avenida B, donde hay ahora un de-pósito de azúcar. Mi viejo y buen amigodon Alejandro Meléndez, recordará si eraallí en efecto, pues creo que ya en aquelentonces él era empleado de Correos, y aúnsigue como yo, en el surco, luchando porla vida.

En aquellos días de las fiestas Patrias,los denuestos contra España y los españo-les eran cosa corriente, así como despuésdel chubasco de insultos y mueras, al to-

parme con algún panameño conocido, meechaba el brazo por el hombro diciéndome:"Oye, ñopo, cara vamos a tomar untrago, colombianos y españoles somos siem-pre hermanos . Viva Colombia, cara "y seguro estoy de que sentía lo que decía.

Volviendo a mi relato, yendo al correo,como dejo dicho, en esa fecha del 28 de No-viembre, al cruzar por La Concordia, al-guien me llamó la atención desde una can-tina, instalada provisionalmente para aqué-llos días de fiesta, para mostrarme comocosa digna de verse, un grupo bastante tos-co, en barro, que pretendía representar aBolívar con uniforme de General, dandilatigazos a una anciana, con sayas muyabultadas y remendadas con telas amari-llas y rojas, y a la que tenía cogida con lamano izquierda por los escasos y canososcabellos. Creyeron molestarme, pero sequedaron mohinos cuando les dije : "PobreBolívar, si viviera, al autor de ese grupo lofusilaba por canalla". A los bailes que enesos días de las fiestas Patrias, daba elClub Internacional. predecesor del ClubUnión, asistieron cierto año algunas seño-ritos luciendo zapatos hechos expresamen-te con los colores de la Bandera Española.

COMO CONOCI AL DR . ITURRALDEPor el año de 1886, la incipiente Banda

de música del Batallón Colombia, dirigidapor el Maestro Lucío Bonell, solía dar unaretreta semanal en la Plaza de Santa Ana ..La Banda partía de la Plaza ne Armas(hoy Plaza de Francia) donde estaba elcuartel Chiriquí del citado batallón . No séque razones hayan podido sufrir paracambiar el nombre de esa plaza, ya que elde Plaza de Armas es el que le correspondepor el sitio donde está ubicada . Estimo queno se ha hecho el debido aprecio de ese lu-gar que por su historia y tradiciones, cons-tituía y constituye el sagrado Lar de la Pa-tria.

Partia, como dejo dicho, la Banda demúsica de la. Plaza de Armas, flanqueadapor sus cuatro lados por un piquete de sol-dados precedidos de un gran farol, ilumina-do interiormente por una lámpara de kero-sene, que portaba en alto uno de los solda-dos. El desnivel del pavimento de las calles,en aquellos tiempos era tan pronunciadoque hacia difícil que los músicos pudierantocar en el trayecto, ni los soldados llevarel paso militar. Músicos y soldados silen-ciosos, a través de la ciudad, daban unaimpresión poco halagüeña que quizás, dió

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lugar al conocido refrán : "Adelanto conlos faroles, que atrás viene la Retreta".

En una de aquellas noches de Retreta enSanta Ana, se había instalado la Banda enel ángulo de la Plaza que está al frente delo que fue el famoso Portal de Palo . Pocosmomentos después de haber comenzado laBanda a tocar, principió a llover, y mú-sicos y soldados hubieron de refugiarse enel referido portal con el fin de conti-nuar la retreta. Por la acera de lacasa llamada de las Gamboas, dondeestá actualmente la Frutería Nacional, ve-nían dos hombres ya ancianos, deseosos, alparecer, de guarecerse de la lluvia en elrepetido Portal. Mas uno de lessoldadosque formaban el cuadro, ocupado por laBanda, se interpuso, cerrándoles el paso,dando lugar a que uno de los dos protesta-se en voz alta contra lo que a su entender,venía a constituir un abuso de fuerza . Ob-servada la discusión por el jefe de la fuer-za, ordenó al soldado que fraquease el pa-so a los dos hombres. Entonces pude oíruna voz gruesa ,y un tanto cascada que dijocon cierto tono autoritario : " Cállate, fulo,la fuerza arbitraria yo la combato siempre,pero jamás la disputo ." Esos conceptos lla-maron mi atención, despertando en mí lacuriosidad de saber quién los había emitidoresultando que el autor de los mismos erael Doctor Mateo Iturralde y que el fulo aquien se dirigía era el ".Fulo gacho" , apo-do por el que era conocido, a causa de fal-tarle una oreja.

A fines del año 1886 o comienzos del87, hube de practicar cierta diligencia enun Juzgado Municipal quefuncionaba enla calle de San Juan de Dios, hoy AvenidaB., en el edificio ocupado actualmentepor la Escuela República de Méjico . Era elJuez el doctor Iturralde y el Secretario elseñor Demetrio Montalván, que despuésfué Corregidor de Santa Ana . Mientras elSecretario redactaba la diligencia que yodebía firmar, entraron en la oficina, tanpobre de mueblaje que sólo tenía sillas, ocu-pada una por el Secretario y la otra porotra señora que supuse ser el escribiente, yalgunas bancas para el público, los señoresdon Tomás Herrera y don José. María Du-tari, manifestando sus deseo de ver al doc-tor Iturralde . Este, que trabajaba en unamesa escritorio de la habitación contiguaque se me figuró tan pobre de mueblescomo la Secretaría, al ser informado deldeseo de los visitantes vino a recibirlos. No

pude oír bien lo que decía el señor Herre-ra, pues el señor Dutari sólo daba muestrasde asentimiento a lo que decía su compa-ñero. Vi que el primero entregaba al doc-tor Iturralde unas hojitas de papel que ésteleyó rápidamente y al devolverlas, le oídecir con el tono de voz alta que le era pe-culiar : "Señor Herrera, señor Dutari, Ma-teo Iturralde, lo ha perdido todo, menos lavergüenza, con su permiso", y se volvió ala mesa escritorio y los visitantes se fue-ron. Por las palabras que cruzó con el Se-cretario, comprendí que los señores Herre-ra y Dutari, habían solicitado su voto paraalguna candidatura conservadora.

Aunque yo estaba solo, es decir, sin fa-milia, y por lo 'tanto en libertad de mar-charme a donde quisiera, fui uno de lospocos extranjeros que nos quedamos enPanamá. La escasez de recursos pecunia-rios, me llevó a vivir en 1889 en una bode-ga del Callejón del Estribo, hoy Calle G yallí comencé a tostar café, siendo yo elfactútum de toda la industria, base de la quemás tarde fue fábrica de chocolate . A po-co de vivir allí, se instaló en la bodega deal lado, una familia que resultó ser la dedoña Amalia Denis de Icaza, que despuésvino a ser la Abuelita de mis hijos por mimatrimonio con su hija Julia a quien tam-bién la desgracia de la quiebra del Canal,había arrastrado a instalarse por aquellosandurriales . A unos 70 metros sobre la mis-ma acera, si es que podía llamarse así aaquella serie de resbalones y charcales, vi-vía el Preclaro Patriota Doctor Iturralde,íntimo de mi vecina, según pude observaral poco tiempo . Ved como la desgracia nospuso en contacto a los tres en el Callejóndel Estribo, del Barrio de Malambo, es de-cir, en el sitio topográficamente más ele-vado de la Ciudad.

De la vecindad mencionada y el frecuen-te trato, nació mi amistad con el doctorIturralde, teniendo en diferentes ocasionesla suerte de apreciar su probidad y entere-za de carácter hasta su muerte . Algunasveces hablamos del asunto de la venta delas reservas del ferrocarril, y si bien es cier-to que nunca le oí repetir su frase : "Yono vendo mi patria" , sí pude apreciar quesu criterio estaba de acuerdo con ellas yde que era enemigo de aquella, negociaciónque a su entender, no sin razón, considera-ba como preliminar de la absorción econó-mica del Istmo y hasta muy peligrosa parala Soberanía Nacional, ante el temor de la

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posible anexión a los Estados Unidos . Condicho motivo recordaba con frecuencia, elzarpazo que ese país había dado a Méjico.

Nunca le oí citar nombres, pero sí creíaque Mr. Totten, Superintendente del Ferro-carril, había sobornado a muchos altos em-pleados y miembros del Congreso, y aun asíse jactaba en el circulo de sus amistades eintimidades de haber obtenido laconcesión por mucho menos dinero del que en unprincipio estaba dispuesto a gastar. Y yorecuerdo haber visto en los primeros añosde residir en Panamá, en algún periódico orevista, un grabado en el cual se veía ungrupo de caballeros con levita cruzada ysombrero de copa en la mano y Mr . Tottenen actitud de echar monedas en el mismo.No recuerdo la leyenda que figuraba al piedel grabado pero si que al fondo, en la par-te superior, se veía al Dr. Iturralde la figu-ra un tanto confusa, y la composición serefería a la venta de las reservas del Ferro-carril.

Pocos años más tarde, se fué doña Ame-lia para Nicaragua a donde había marchadosu esposo don José María Icaza, su yernoPonciano Espinosa, con su hija Mercedes,su nieto Rafael y su sobrino Samuel Icaza.Yo me mudé a la Calle de Malambillo quees hoy el extremo Norte de la Calle 15Oeste ; las otras partes de Norte a Sur, sellamaban Ahoga Pollos, entre las calles By C ; "Platanar" en una de cuyas casas sedice, nació el Edecán o Secretario de Bolí-var, José Domingo Espinar, y finalmente" Calle del Agua" . Todos estos nombres te-nía su explicación lógica . En este local dela calle Malambillo que habita ahora lafamilia de mi compadre José Rumbler, co-mencé a fabricar chocolate, molido a mano.En 1894, construí el edificio en la esquinade la Carrera del Darién y Calle Penono-mé, hoy 15 Oeste y Calle G, y monté la fá-brica de chocolate a vapor a la que agre-gué 2 sierras, un taladro, un torno y algu-nas otras herramientas mecánicas del ta-ller de herrería, carpintería y carroceríaque había montado Mr. Sambois en lo quees ahora solar, al costado de la Iglesia deSanta Ana, y que había fracasado como yofracasé después, ,y tantos otros precursoresde las industrias nacionales. En aquellaempresa gasté mis energías para podercumplir con las deudas que había contraí-do para montarla y cuando lo había conse-guido, mi salud estaba quebrantada, tenien-do necesidad de abandonarla, para ocupar-

me en otros trabajos menos fuertes y medediqué entonces a vender postales, taba-cos, fotografías y discos, abriendo enton-ces "LA POSTAL" en la antigua casa Me-noti, frente al Parque de Santa. Ana, dedonde salí cuando fue derribado aquel vie-jo caserón, para instalarme en el local quevengo ocupando desde el año 1913.

Como se ve, los 60 años de residencia enPanamá, los he vivido en el Arrabal, enSanta Ana, y de esos, 21 en Malambillo.Qué de extraño tiene, por lo tanto, que sin-tiera y pensara en muchos casos, con el es-píritu de rebeldía con que sentían y pensa-ban aquellas gentes del Arrabal que res-pondían a las listas de trabajadores en losmuelles del ferrocarril, y que, entre sus ar-tesanos y literatos traté con cierta confra-ternidad a mi cariñoso amigo Joe Lefevre,BLANQUITO DE ADENTRO, a quien lla-mábamos José, porque aún no vestía la ca-saca diplomática y le gustaba fraternizarcon los chicos DE AFUERA y hasta creoque colaboraba en la redacción de "ELDuende" semanario festivo, fundado ,y diri-gido por mi querido amigo E . Botello(q.e .p.d.), que corrigió muchas malas cos-tumbres de todas las clases sociales : almaestro Goyo Ramos, Federico Escobar,Cristóbal Martínez, Fermín Cano . RufinoAyala, Florencio Casís, José Jiménez, Ma-nuel Canilla, Tarquino Durán, Juan PilarCedeño, Tomás Villaverde, los hermanosBotello, Fabio Tejada, José del CarmenCasís (Guayabito), José Mendoza, JuanManuel Díaz, Isidro Herrera, Claudio Car-vajal con su típica Barbería tan gráfica-mente descrita por el malogrado Abel Ra-mos, casi todos ellos tan dispuestos a to-mar las armas y a jugarse la vida cuandocreían defender la Libertad como refrac-tarios a los empleos burocráticos, casi siem-pre servidos por colombianos de otros de-partamentos ; y quizas por este trato deamistosa convivencia con aquellas gentes,agrabado por una carta que desde Mana-gua me escribió el General Aizpuru, metuvo el General Albán 48 horas en uno delos calabozos del Cuartel Central de Poli-cía, acompañando al Diputado JeremíasJaén que ya tenía tiempo de estar allí porser liberal . Quizás don Victoriano Pérez(entonces Capitán de Policía) encargadode prenderme, recordará esta anécdota detan lejanos tiempos.

Influido como es natural, por el medioambiente de mi vida panameña, no es raro

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que vea Pon pena que a pesar de habersegastado desde 1903 algunos millones debalboas en obras públicas en esta capital,como si fuera cosa premeditada no se haconstruido en todo el Arrabal o Parroquiade Santa Ana, centro hoy de la ciudad, masque una escuela, en el solar donde el maes-tro Pacheco educó algunas generaciones enla época colombiana, gracias a su espírituy consagración por el Magisterio, y ya quehablo de esto, por qué será que el Munici-pio no ha escuchado el grito de ese solarque está al costado de la Iglesia de SantaAna y que está pidiendo que se adquierapara ensanchar el parque hasta la Calle 14?Para qué otra cosa está más apropiado esepedazo de terreno que bien poca cosa lecostará a nuestro Municipio? Le quedaríaesto bien al Cuerpo de Bomberos, que pasónota a él para que lo consiga ; estoy seguroque si ellos se echan sobre sus hombros esalabor la llevarán a buen fin, antes de quea alguien se le ocurra poner allí una canti-na o algo semejante en un lugar que estádiciendo que debe ser continuación del Par-que de Santa Ana.

Hoy el Arrabal, la Plaza de Santa Ana,no sólo es el centro de la ciudad por su si-tuación topográfica y comercial, es algomás importante que todo eso : es el Estra-do consagrado por los hechos donde la . ciu-dadanía juzga los asuntos públicos ; es latribuna donde el alma nacional expone li-bremente su modo de pensar y de sentir,sin las trabas de la farsa protocolaria ycancilleresca.

Otro de mis resentimientos lo constituyeel ignorar con qué fundamento, algún po-der ajeno al Municipio, consiguió que todoel frente Este y Sur del Parque de SantaAna, no forman parte de la Parroquia deSanta Ana, sino de la nueva Parroquia dela Merced. Así pues, desde la Cantina laPlata (portal de Palo) hasta la Calle 12Oeste y todo el barrio al Este de la Aveni-da Central, desde la Alcaldía a la Estacióndel Ferrocarril, es decir, las calles de LasTablas, La Ciénaga, Colón, Juan Ponce,Salsipuedes, el Javillo, el Mercado, PlayaPrieta, La Taratana, Callejón del Ñopo, elCerrito, las Explanadas, Rebellin, la Con-cordia, Barrio Caliente, Loma de las Perras,las Escartinas y Raja Leña, cuna esta últi-ma de la famosa "Zamba Petita" de TomásMartín Fuillet, todos estos sitios, consagra-dos por la tradición a la parroquia de San-ta Ana, dejan de ser arrabaleños para in-

corporarse a la nueva parroquia de la Mer-ced, sólo porque así lo quiso un poder ajenoal Municipio, aún cuando no se haya he-cho ostensible, el descontento existe entrelos feligreses y sería lamentable que sur-giera un problema social de esa índole.

Las familias Mendoza, Recuero, Mata,Urriola, Aizpuru, Correoso, Cajar, Alba,Villalobos, Maitín, etc ., de hace 40 o 50años, cuyas partidas de bautismo están enSanta Ana, habrían protestado contra estedespojo de jurisdicción.

Yo me permito suplicar a quien corres-ponda, que se reconsidere ese estado de co-sas para que sea devuelto a la parroquia deSanta Ana, al Arrabal, lo que es suyo.

San Felipe tiene sus gloriosos hechos his-tóricos, déjese pues al Arrabal y a la pa-rroquia de Santa Ana, los lugares de sustradiciones, de sus leyendas populares quetambién forman parte del acervo nacional.Bien poco es lo que pido, si se compara conla solicitud de un americano, cojo por se-ñas, quien vendía en la estación del ferro-carril postales, revistas en inglés, etc . Aquelseñor pidió al Honorable Consejo Munici-pal y éste aprobó una resolución por la cuala partir de la fecha de su promulgación, sedisponía un cambio de horas que obligabaal Sol a madrugar un tanto para salir enPanamá a la misma hora que en Washing-ton, es decir, que viera como se las arregla-ba para comparecer a la vista con unos vein-te minutos de anticipación, y como eso nopodía ser, el sol siguió saliendo como siem-pre, pero los relojes oficiales marcan lahora de su salida en Washington, y de esteDESACUERDO resulta que Panamá esel único país que yo sepa que no tiene lahora de su propio meridiano, porque así loquiso un norteamericano cojo y vendedorde revistas en la Estación de Ferrocarril.

El cambio de hora mencionado dió lu-gar a que el 90 % de los escolares tuvieranmalas notas por llegar tarde a las clases ylas mamacitas como la "Señá Gregoria"de Ruiloba, no lograban explicarse que alas 6 y 40 de entonces eran las 7 de antes,y hasta los relojes públicos andaban en de-sacuerdo, señalando unos la hora oficial yotros la natural . Seré yo, pidiendo tan pocay tan justa cosa, menos afortunado que elnorteamericano que solicitó y obtuvo nadamenos que alterar la salida del sol? No soypesimista en esto, pues me he convencido deque siempre que he tratado de pedir algopara terceros, se me ha escuchado y si se

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quiere he tenido mucha suerte . Sin embar-go, no sucede igual cosa cuando se tratade mí, o de los míos. Una sola vez pedí algopara una de mis hijas, y ante una negativapor respuesta, me asusté de tal modo quenunca he vuelto a intentarlo . Sin embargo,tengo que agradecer a la Honorable Asam-blea Nacional, a la Presidencia de la Repú-blica, al Gobierno en general, al Obispado,al Honorable Consejo que en diferentesocasiones me han atendido siempre que hetratado de conseguir algo para entidades opersonas ajenas a mi familia . El primer ser-vicio que pedí al Gobierno con muy buenasuerte por cierto, fue en la mañana del do-mingo 10 de Junio de 1900 cuando murióla hijita de un buen amigo mío que a la sa-zón estaba preso por ser liberal . Muchosamigos pensamos que era justo y humanoque se le permitiera asistir al entierro, yaque ninguno se había atrevido a pedir quelo dejaran salir a recoger el último alientode su hija ; todos estaban de acuerdo, peroquién se atrevía a cometer el horrendo cri-men de pedir por un liberal? Resuelto ahacer todo por un buen amigo, me dirigí avisitar al General Campo Serrano, Gober-nador del Departamento, para solicitar delmismo la gracia de que previas las precau-ciones del caso accediere a facilitar la or-den de libertad correspondiente por el tiem-po necesario para que mi amigo cumplieracon el triste deber de sepultar su hija . ElGeneral sin otra precaución que la de miresponsabilidad personal accedió inmedia-tamente a mis deseos, proporcionándomela satisfacción de demostrar mi afecto e in-terés por tan buen amigo en tan triste si-tuación.

La única vez que he pedido para losmíos, fué cuando traté de conseguir de mibuen amigo don Guillermo Andreve, enton-ces Secretario de Instrucción Pública, laplaza de maestra de sombrerería para mihija Adela, que estaba capacitada para de-sempeñar dicho puesto ; ,y su negativa ro-tunda que no amenguó en lo más mínimomis buenas relaciones con don Guillermo,es la que me ha hecho sacar en conclusiónde que puedo pedir para extraños, pero nopara los míos .

La casa donde vivió y murió el DoctorIturralde, está situada en la Calle G Nº 8 .Es un edificio de mampostería de estilo ba-rroco ; se encuentra en regular estado deconservación, y por ello me permito pediral Gobierno que la adquiera para conser-varla en calidad de monumento nacionaldándole un uso adecuado . Y de otra parte,que se consigne en el Presupuesto de la Re-pública, una modesta pensión vitalicia afavor de la señora doña Agripina Locarno,nieta y único superviviente de la familiadel doctor Iturralde ; dicha señora está en-ferma y por lo tanto a más de honrar lamemoria del ilustre muerto, se haría a ellaun gran bien, sin que ello constituya un car-go muy gravoso para la nación . Mas, comomi voz es la de un forastero, demando enapoyo de mi solicitud la cooperación de to-dos los panameños que estén conformescon ella, y particularmente la encomiendoa la Prensa Nacional cuya opinión reflejael sentir popular.

RESUMEN : Desde 1874 que desembar-qué en San Juan de Puerto Rico, hasta 1894viví solo. En 1895, nació mi primer hijo ,yvino de España mi hermano Balbino. Co-mencé por lo tanto a tener familia y hogar.Después vinieron todos mis hermanos:Severo y José casados ,y con familia ; Roge-lio y Balbino fundaron aquí su hogar y tie-nen bastante prole. Mi hermana Filomenacasó aquí con don Francisco Vidal y muriósin dejar descendencia. Total en 1886, ve-nidos de España, 12 . A su vez, mis herma-nos siguieron trayendo otros familiares ennúmero de 16, haciendo un total de 28, delos cuales 5 murieron en Panamá, y 6 re-gresaron a España . En la actualidad hay enésta 58 parientes consanguíneos y por afi-nidad y en España 5 nacidos en Panamá.Total 63, y aunque todavía los hijos estánen plena fecundidad ya comienzan los nie-tos a multiplicarse como nuestra patentede hispanoamericanismo . En resumen : enel año 1894, un García Alvarez en Pana-má ; en 1943, 63 ; 55 de ellos son paname-ños y 8 continuamos siendo españoles.

Verdad, que no lo hicimos muy mal?

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SUBSIDIOS DE MATERNIDAD .-Según lo dispuesto en la nueva Ley, la Caja de Seguro Social concederáa las aseguradas en estado de gravidez, además de todos los beneficiospor enfermedad y maternidad, un subsidio en dinero.

En Qué Consiste el Subsidio de Maternidad .-El subsidio de maternidad consiste en un auxilio en dinero que la Cajapaliará a la interesada, equivalente aproximadamente a UNA VEZ YMEDIA del promedio de sueldo ganado por la asegurada durante losSEIS meses anteriores a la fecha de la solicitud del auxilio .—Ej. : si laasegurada ha devengado durante los seis meses anteriores un promediode sueldo de B/ .80.00 recibirá un total aproximado de 131 .120.00.

Para Obtener el Subsidio de Maternidad.-La asegurada deberá presentar un certificado médico al completar elSEPTIMO mes de embarazo . Si es maestra deberá comprobar ademásla fecha de su separación del empleo para mantenerle su derecho a losbeneficios.

Cómo se Paga el Subsidio de Maternidad.-El subsidio de maternidad se paga en dos partidas, la mitad seis semanasantes de la posible fecha del parto, o sea alrededor del séptimo mes, yla otra mitad una vez producido el alumbramiento.

Cuando el Alumbramiento se Produceal Séptimo Mes.-

La Caja de Seguro Social entregará inmediatamente a la interesada eltotal del auxilio a que tenga derecho una vez comprobado el caso porel médico que la hubiere asistido.

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PLAN DEL SORTEO EXTRAORDINARIO No . 1308

DE B. 100.000.'1050 FRACCIONES

Que se jugará el día 16 de Abril de 1944

9PREMIO MAYOR

1 Premio Mayor de 13/300,000.00

B/.100,000.001 Segundo Premio . . . .

30,000.00 30,009.001 Tercer Premio de- 15,000.00 15,000.00

189

90900

Aproximaciones de 1,000.00 cada unaPremios de 5,000.00 cada unoPremios de . . . 300.00 cada unoPremios de 100.00 cada uno

18,000.0045,000.0027,000.0090,000.00

SEGUNDO PREMIO

189

Aproximaciones de . B/ .

250.00 cada unaPremios de 500.00 cada uno

4,500.004,500.00

TERCER PREMIO18

9Aproximaciones de B/ .

200.00 cada unaPremios de . . . .

. 300.00

cada uno3,600.002,700.00

1,074 Total 13/340,300 .00

PRECIO DEL BILLETE B/.50.00

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1 Segundo Premio series A y B, de 7,200 .00 cada serie 14,400.00

1 Tercer Premio series A y B, de 3,600.00 cada serie 7,200 .00

18 Aproximaciones series A y B, de 240.00 cada serie 8,640 .00

9 Premios series A y B, de 1,200.00 cada serie 21,600.00

90 Premios series A y B, de 72.00 cada serie 12,960 .00

900 Premios series A Y B, de 24 .00 cada serie 43,200.00

SEGUNDO PREMIO

18 Aproximaciones series A y B, de 60.00 cada serie 2,160.00

9 Premios series A y B, de 120.00 cada serie 2,160.00

TERCER PREMIO

18 Aproximaciones series A y B, de 48 .00 cada serie

1,728 .00

9 Premios series A y B, de 72 .00 cada serie

1,296.00

1,074 Billetes

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Total B/.163,344.00

Precio M Billete, por serie BI. 12.00Precio del Vigesimo Cuarto de Billete, BI. 0.50

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