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Basílica de Nuestra Señora de Buenos Aires
Inicios del templo y su relación con la arquitectura gótica
Carolina Fornes, Diseño en Ilustración
Taller de Reflexión Artística II, Carla Ferrari
Carolina Fornes Carla Ferrari
Abstract:
A partir de la consigna dada, fue elegida la Basílica de Nuestra Señora de Buenos Aires
para la investigación de su patrimonio arquitectónico y sus influencias a través de la
historia del arte.
Éste es un templo católico ubicado en Buenos Aires, en el barrio de Caballito sobre la
Avenida Gaona 1730. Fue construido entre los años 1911 y 1932 gracias al arquitecto
italiano Ernesto Vespignani y al constructor Francisco J. Pini. Esta obra es dedicada a la
Virgen Señora de los Navegantes bajo cuya advocación Don Pedro de Mendoza fundó el
primer asentamiento y lo bautizó con su nombre.
La Basílica tiene un llamativo estilo neogótico. Su arquitectura presenta ciertas
características fundamentales que permite de alguna manera vivenciar el estilo histórico
europeo.
La verticalidad, además de la fachada distintiva, es una de las particularidades propias
de la arquitectura gótica que se ve reflejada en el edificio religioso elegido y que logra
destacarlo de las viviendas o establecimientos que lo rodean.
A continuación se desarrollará desde el nacimiento de la Virgen venerada, pasando por
los inicios del asentamiento del templo en la ciudad, hasta su relación estrecha con el
estilo gótico.
Palabras clave:
Buenos Aires – basílica – templo – arte gótico – neogótico – arquitectura medieval –
Carolina Fornes Carla Ferrari
Basílica de Nuestra Señora de Buenos Aires
Esta advocación mariano mercedaria tiene su origen en la ciudad Cagliari (Isla de
Cerdeña). En el año 1370 arribó a sus playas, llevada por las aguas, una caja que
contenía una imagen de Nuestra Señora con el Niño Jesús en brazos y en una de sus
manos llevaba una candela o cirio. Desde entonces, fue venerada con el título de Bonaria,
Buen Ayre o Buenos Aires, constituyéndose en protectora de navegantes y marineros.
De Cerdeña, pasó a España llevada por los marineros y navegantes, por los cautivos
redimidos por los mercedarios y por las autoridades civiles y eclesiásticas que procedían
de la península.
Fue así como esta devoción tuvo su mayor arraigo en Sevilla, con los navegantes
españoles que, desde su puerto, se hacían a la mar en frágiles naves con rumbo a tierras
desconocidas. Así llegó a nuestras playas con la expedición de don Pedro de Mendoza
quien, al fundar el puerto y asiento de nuestra futura gran capital argentina, el 2 de febrero
de 1536, le puso de nombre Puerto de Santa María del Buen Aire, llevado por la devoción
hacia la madre de Dios y por los consejos de los dos mercedarios que lo acompañaron.
En el año 1893, se hallaba en Roma, el P. José León Torres, provincial de los
mercedarios argentinos, quien durante su estadía, tuvo ocasión de tratar con el P.
Francisco Sullis, anciano historiador de la Orden y devoto de Nuestra Señora de Bonaria,
cuyo santuario se halla en Cagliari, en la isla de Cerdeña, a cargo de los padres
mercedarios.
El P. Sullis, que se hallaba postrado, sabía ya que el P. Torres había emprendido una
nueva fundación de Buenos Aires, algunos meses atrás, y en una de sus charlas, le dijo
que hagan en América (Buenos Aires) algún templo o santuario a la Santísima Madre de
Bonaria, y que propaguen su culto. El P. Torres tomaría la recomendación de ese anciano
enfermo, y al regresar traería consigo algunas reliquias del Santuario de Cerdeña, la
historia del origen de la advocación y la íntima decisión de poner bajo la protección de
Nuestra Señora de Buenos Aires, la capilla de la flamante fundación de Caballito.
Fue así como el 10 de agosto de 1894, en el predio donado por doña Celina Bustamante
de Belaustegui, en el “camino de Gauna” y Espinosa, quedó librada al público la nueva
capilla, pequeña y humilde, pero evocando con su nombre las gestas intrépidas del mar:
Nuestra Señora de los Buenos Aires, la protectora de los navegantes y marineros, cuyo
nombre adoptara don Pedro de Mendoza para bautizar aquel caserío.
La Basílica se encuentra ubicada en la avenida Gaona 1730, tiene un llamativo estilo
neogótico y dos torres de más de 70 metros. Todos los 24 de abril se celebra su
advocación.
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Gracias a los trabajos y desvelos del P. José Márquez, quien cumplió su función
sacerdotal en la iglesia durante 60 años, se levantaría el majestuoso templo para saldar el
olvido, de más de tres siglos, en que la ciudad no edificó una iglesia cuyo nombre lleva.
La piedra fundamental del templo actual se colocó el 3 de diciembre de 1911, con la
bendición de Mons. Antonio Espinosa y tras 21 años de trabajo, el mismo día de 1932 fue
solemnemente bendecida e inaugurada por el Nuncio apostólico Mons. Felipe Cortesi. La
confección de los planos fue del arquitecto salesiano P. Ernesto Vespigniani, quien adaptó
los del ingeniero Carlos Conde Coppi para la iglesia del Sagrado Corazón de María, de la
ciudad de Turín, haciéndole las modificaciones convenientes. Fallecido el P. Vespigniani,
lo sucedió el P. Florencio Martínez, también salesiano. Los constructores fueron los
señores Minucci y Costa y posteriormente, Francisco J. Pini y Coria.
El altar mayor se halla aislado en el centro del presbiterio, circundado por una nave, con
una galería sobrepuesta y coronado por una majestuosa cúpula, cuyo linternal alcanza los
45 metros de altura.
La patrona titular, cuya imagen tallada en madera fue realizada en Pavia, es copia
fidedigna de la imagen del Santuario. La mesa del altar está trabajada con mármoles de
Italia y mosaicos de Venecia, con fondo de oro.
Desde 1913 en el templo se custodia la histórica imagen de la Merced, a la que el
general Manuel Belgrano diera su bastón de mando y proclamara Generala del Ejército
tras la batalla de Tucumán, el 24 de septiembre de 1812.
Fue proclamada basílica por el papa Pío XI, el 10 de febrero de 1936.
La Basílica de Nuestra Señora de Buenos Aires, ya sea por su arquitectura, estructura,
fachada, etc., está interrelacionada con el arte gótico.
Éste fue un movimiento desarrollado en Europa entre mediados del siglo XII y finales del
siglo XV, subdividido en cuatro períodos:
Progótico, siglo XII.
Gótico clásico, siglo XIII.
Gótico rayonante, siglo XIV.
Gótico flamígero, siglo XV.
La arquitectura dominó el panorama creativo del gótico.
La actividad edilicia empleó un gran número de ciudadanos en grandiosas
construcciones civiles y religiosas.
Se pueden establecer ciertas características en cuanto a la arquitectura religiosa:
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La catedral define la fisonomía de la ciudad gótica.
Es el centro visual de la ciudad.
Espacio arquitectónico marcado por la verticalidad (sensación de pequeñez frente
al gran espacio)
Los elementos formales de la catedral gótica que ven plasmados en la Basílica son:
La arquitectura es una de esqueleto.
La planta tiene una forma basilical, de grandes dimensiones, tipo salón con tres a
cinco naves al igual que en el románico (la diferencia es que las naves laterales se
prolongan por detrás del presbiterio para construir un deambulatorio).
El alzado, gran elevación de la nave central, sustentado por pilares, con columnas
adosadas.
Cubierta: bóveda de crucería y techo a dos aguas.
En el exterior la estructura no es sostenida por contrafuertes y arbotantes, pero sí
se pueden ver los pináculos.
La fachada al frente es de dos torres de planta cuadrangular.
Las puertas principales son adornadas de personajes, toda la estructura está llena
de conjuntos escultóricos.
El rosetón, que está ubicado sobre las puertas de la fachada.
En este caso usan el arco rampante.
Otra de las características principales son los vitrales. Estos se comenzaron a
desarrollar en Europa entre los siglos XII y XVIII. El vitral evoca el mundo gótico, los
frailes de la edad media, la escolástica y la burguesía naciente.
En el siglo XIV mejoraron las técnicas, se corrigieron los dibujos, se cuidaba la
delicadeza del colorido, la elegancia de las actitudes y la virtuosidad en la ejecución.
El proceso de fabricación de éstos consiste en:
Los cartones son dibujados según las reglas académicas y respetando la perspectiva.
Al dibujar el futuro ventanal, el artista piensa que este debe ser visto a contraluz y no a
luz reflejada tal como sucede con un cuadro y que la selección de colores es limitada.
Al terminarse el dibujo o cartón, se recorta en pequeños trozos llamados calibre, luego el
vidrio es cortado según la forma de estos.
Se ajusta al dibujo y las sombras se trasladan al vidrio teñido que el artista realza con
esmaltes de distintos colores y modela los rostros con un tinte grisáceo.
Los vidrios se unen con emplomaduras y para insertarse en la arquitectura se utilizan
marcos de ventana o estructuras similares.
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La bóveda de crucería hace posible la instalación de grandes vidrieras.
En esta Basílica lo vitrales son un poco más pequeños en comparación a los del gótico
europeo.
Respecto a mi opinión, lo que más me impactó fue la fachada neogótica de la Basílica la
cual, unas cuadras antes de llegar allí, lograba sobresalir de su entorno. Luego de
observarla con admiración, crucé las grandes puertas entrantes para continuar apreciando
el interior de la iglesia.
Tuve la suerte de realizar un recorrido personalizado, incluso con la invitación al camarín
de la Virgen (habitación sin acceso al público), mientras me brindaban toda la información
posible para la realización de mi trabajo práctico.
A pesar de los inconvenientes que mencionaron acerca del presupuesto para los
arreglos del templo, lo vi en muy buenas condiciones y bien mantenido.
Una vez finalizado el paseo, recordé mi visita a la Catedral de Notre Dame en París y me
alegré de tener un edificio similar en nuestra ciudad.
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Anexo:
Exterior de la Basílica.
Fachada de frente, con dos torres de planta cuadrangular.
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Puertas de entrada.
Adornadas de personajes, toda la estructura está llena de conjuntos escultóricos.
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Vitrales. Con vidrios teñidos en diversos colores y con dibujos.
Vista superior del altar. Rodeado de columnas.
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Interior de la Basílica. Con vitrales, pilares adosados y arcos.
Imagen de la Virgen de la Merced. A la derecha Santuario de mármol, alabastro
y oro.
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Camarín de la Virgen Generala. Con bóveda de crucería.
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Bibliografía:
Diapositivas propuestas por la profesora.
Material e información otorgada por la secretaría de la Basílica de Nuestra
Señora de Buenos Aires.