bautismo del señor 2016

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Reflexión de la Palabra de DIOS correspondiente al Domingo del Bautismo del Señor de 2016

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  • EL BAUTISMO DEL SEOR Ciclo C 10 de Enero de 2.016 Citas de las Lecturas:

    1 Lectura: Isaas 42, 1-4.6-7 Salmo: 29(28) 2 Lectura: Hechos 10, 34-38 Evangelio: Lucas 3, 15-16.21-22

  • En este Domingo del Bautismo del Seor, continuamos recordando al Beato Oscar Arnulfo Romero Galdmez, con una predicacin que dio en fecha similar: Es la fiesta del Bautismo del Seor. Al hablar del bautismo, queridos hermanos, siento como esa serenidad y alegra del que llega al hogar y recuerda junto con su familia, su infancia, su origen y hasta est mirando la cuna. Cunto necesitamos hoy esta serenidad de familia, cuando a nuestro alrededor hay tanto torbellino! Es entonces cuando se siente ms la necesidad de estar unidos en familia, cuando azota la persecucin, la tempestad. Yo les invito a que, en este da que celebramos el da del Bautismo del Seor, sintamos que tambin ese Bautismo de Cristo es la cuna de toda esta familia de DIOS. All nacimos como Pueblo de DIOS, como familia de DIOS. Y el venir a misa el domingo deba de ser como ese fin de semana en el hogar junto a nuestro padre DIOS, junto a nuestro hermano Jesucristo, todos hermanos. Necesitamos tanto respirar ese ambiente de amor, de serenidad, de alegra, de hogar! Por otra parte, el bautismo hace a los ciudadanos de un pas de la tierra, ciudadanos del Reino de DIOS. Nuestra partida de nacimiento est en la alcalda porque somos ciudadanos de los pueblos de aqu abajo. Pero tambin tenemos una partida de bautismo en la parroquia. Existe una pila bautismal que es como la cuna donde nacimos en nuestra parroquia. Esto no quiere decir contraposicin entre lo civil y lo cristiano; al contrario, viene a marcar una complementacin que yo estoy tratando de clarificar mucho en este tiempo en que se menciona el pueblo! el pueblo!. Nosotros como cristianos tenemos que distinguir el Pueblo de DIOS del pueblo natural. No para apartarnos, no para alienarnos de los problemas civiles, polticos, sociales, econmicos, que nos toca tambin afrontarlos como ciudadanos de esta tierra; no podemos marginarnos de esta realidad. Pero adems de esa realidad, con una partida de nacimiento aqu en la patria, nosotros pertenecemos a otro reino que no nos aliena de nuestra patria sino que nos capacita, nos d luces especiales, nos da criterios nuevos, originales, para que, trabajando con todos nuestros paisanos de la tierra, sepamos ser fermento de Reino de DIOS en la sociedad, en el pueblo. En la Primera Lectura de hoy yo quiero que nos fijemos mucho, queridos hermanos, en la caracterstica de este Cristo: "No gritar, no clamar, no vocear por las calles". Qu distinto de la gritera demaggica que se oye en este tiempo entre nosotros. A propsito, yo quisiera suplicar a los lderes polticos que hablan por micrfono que no comentan la falta que yo cometo: De gritar demasiado cuando tenemos un micrfono por delante. Si para algo estos inventos nos ayudan, es a que no nos gastemos tanto la garganta! Porque cuando uno oye gente que con los micrfonos por delante esta gritando como un demagogo, dice: Y para qu le sirve el micrfono a este hombre? Ojal pudiramos tener la serenidad con que Cristo debi hablar: "No gritar, ni clamar, no vocear por las calles". Hay un dicho que dice: "No levntes la voz, refuerza tus razones". Muchas veces gritamos cuando no tenemos razones. Oyendo ciertos discursos de estos das, de carcter poltico, yo no encontraba ninguna idea constructiva. Mucho grito y mucho decir: Para apelmazarlos y golpearlos ms, pero ninguna expresin de cul es, pues, tu proyecto, cules son tus ideas serenas para construir el bien en el pas. As debi ser la voz de Cristo hablando con una serenidad que el profeta Isaas, ya la anuncia: No gritar. Y despus dice la actitud de Cristo. Qu lindo!: "La caa cascada no la quebrar, ni apagar la mecha que todava est humeando". Nosotros impacientes, si se nos quiebra una caa, la acabamos de quebrar y la botamos. Si se nos apaga un tizn, nos enojamos y lo botamos. Cristo no apagaba la mecha, "si an humea!". Queda todava una chispita de esperanza, queda todava algo que hacer. No digamos que ya todas las puertas estn cerradas cuando todava hay hombres que puedan razonar. Imitemos a Cristo que vino precisamente a redimirnos a nosotros que ramos la caa quebrada. Qu tal si Cristo hubiera procedido como nosotros, impacientes, queremos proceder con los otros? Cunto ha tenido que aguantarnos Cristo en nuestros largos aos, y no nos corregimos. Y sigue esperando y esperando, porque tal vez a la ltima hora el hijo prdigo vuelve y lo abrazar con el mismo cario con que abraza al Hijo que estuvo siempre fiel en su casa. As ama DIOS, as habamos de amar nosotros. En esta hora en que dan ganas de botarlo todo, de irse del pas, abandonar todo, acurdense de esto de Cristo:

    "No quiebra la caa que est cascada, ni apaga la mecha que todava est echando humo" (Isaas 42, 3). Amn.

  • LLUVIAS DE BENDICIN

    "Har descender la lluvia en su tiempo, lluvias de bendicin sern" (Ezequiel 34, 26)

    Hay momentos en que pasamos por estados de sequa espiritual, tiempo de opresin y adversidad. Cuando eso ocurre es porque se acerca el tiempo de las lluvias de DIOS, el tiempo de su promesa: "Les dar las lluvias de bendicin".

    La palabra est en plural. DIOS enviar toda clase de bendiciones. Todas las bendiciones de DIOS van unidas, lo mismo que los eslabones en una cadena de oro. Si L nos concede la gracia que convierte, tambin nos dar la gracia consoladora. L nos enviar "lluvias de bendiciones". As que cuando nos sintamos como planta marchitada, elevemos nuestra mirada y abramos nuestras hojas y flores para recibir un riego celestial. Permitamos que nuestro corazn se convierta en un valle profundo y DIOS har que la lluvia descienda sobre l hasta que rebose. DIOS puede transformar nuestras espinas en flores y desea que nosotros le pidamos que esto nos acontezca. Job obtuvo la claridad del sol despus de la lluvia, pero, Se ha desperdiciado toda la lluvia? Job deseaba saber, corno nosotros tambin deseamos, si la lluvia no tena nada que ver con la claridad. Y T Seor nos dices que s. Tu cruz lo ratifica. T has coronado Tu sufrimiento. Que esta sea nuestra corona, Seor! Solamente triunfamos en T cuando hemos aprendido el esplendor de la lluvia, porque la vida fructfera busca las lluvias tanto corno la claridad del sol. Muchas veces caemos en esos estados en que nos sentimos opacos, porque nos apegamos a las cosas y cuando ya no las tenemos o las perdemos, nos sentimos mal. No nos apeguemos a las cosas. Tal vez tengamos una especie de cario por esa casa, ese equipo de msica, auto, telfono o lo que sea, pero ese objeto no puede ser objeto de apego. Miremos las cosas materiales como cosas reemplazables. Un da las tenemos y otro da ya no. Lo que realmente importa son las relaciones que tenemos con otras personas, el amor que compartimos con ellos y a traves de ese amor, la felicidad que DIOS trae a nuestras vidas. Los buenos momentos, experiencias e historias que hemos vivido con ellos no tienen precio, son de un valor incalculable. Por eso, como dice la Sagrada Escritura: Tratemos de ayudarnos unos a otros, y de amarnos y hacer lo bueno. No dejemos de reunirnos, como hacen algunos. Al contrario, animmonos cada vez ms a seguir confiando en DIOS, y ms an cuando ya vemos que se acerca el da en que el Seor juzgar a todo el mundo (Hebreos 10, 24-25). Queridos hermanos y hermanas en nuestro Seor JESUCRISTO, en este Ao Santo de la Misericordia es tiempo propicio para pedirle al Seor que nos ayude con Su Gracia a internalizar lo que nos dice San Juan: El verdadero amor no consiste en que nosotros hayamos amado a DIOS, sino en que L nos am y envi a su Hijo para que nosotros furamos perdonados por medio de su sacrificio (1Juan 4, 10). Es tiempo de creer en un DIOS lleno de amor, de misericordia, de gracia, que se preocupa por sus hijos, que le interesa el bienestar de los suyos, que hara cualquier cosa por salvarnos, al punto de enviar a su nico hijo a morir por nosotros, que nos abraza diariamente y nos dice que cree en nosotros y en lo que podemos lograr a su lado. Hoy es un buen da para reconocer que DIOS nos sigue amando, que su amor hacia nuestra vida es eterno y que como buen Padre, lo nico que quiere es lo mejor para nosotros, y lo mejor solo lo encontraremos a su lado. Ya no vaguemos ms por el mundo, ya no vayamos por la vida sin un sentido, no caminemos ms con la mente en blanco huyendo de lo que nosotros sabemos muy bien qu es lo nuestro, esto es: ESTAR JUNTO A L. DIOS siempre nos quiere recibir en sus brazos, aceptemos su perdn e intentmoslo nuevamente, los resultados sern lo que nosotros siempre soamos, porque a su lado todo cambia. L siempre nos recibir y tal como dice el mismo San Juan:

    A todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de DIOS, es decir, a los que creen en su nombre (Juan 1, 12). Amn.

  • Este segundo domingo del ao, la Iglesia celebra el Bautismo del Seor, lo cual nos lleva a meditar en nuestro bautismo. El celebrante del bautismo, al concluir las promesas en las que expresamos la renuncia al mal y repetimos creo a las verdades de la fe, dice: Esta es nuestra fe, esta es la fe de la Iglesia que nos gloriamos de profesar en Cristo Jess Nuestro Seor. Esta es la fe que transmite la Iglesia, con la proclamacin de la Palabra de DIOS, la celebracin de los sacramentos y la vida cristiana. Por tanto, es de vital importancia conocerla y en este sentido, los invito a reflexionar sobre ella, desde esta semana, partiendo de la obra ESTA ES NUESTRA FE, del Pbro. Lus Gonzlez-Carvajal Santabrbara, quien nos dice: Ests ante un libro de Teologa; palabra que quizs te resulte extraa. La Teologa no es nada ms que la reflexin de un creyente que intenta comprender mejor su fe. En el origen de este libro est Mari Paz. Ella tena en aquel tiempo alrededor de diecisiete aos y yo que por entonces no era todava sacerdote era su profesor de Fsica. Un da, al salir de clase, hablando en medio de un grupo numeroso, dijo algo tan inusitado como que San Jos era DIOS. Inmenso error motivado, segn pude descubrir, porque hasta ese momento estuvo convencida de que el Padre de la Santsima Trinidad era San Jos. Yo intent sacarla de su equivocacin y le expliqu que San Jos fue, sin duda, muy buena persona, pero no tanto como DIOS. Estoy seguro de que por aquel entonces Mari Paz no haba ledo a Kant (ahora no lo s), pero desde luego su reaccin dio plenamente la razn al maestro de Knigsberg cuando afirm que del dogma de la Trinidad, tomado literalmente, no se puede sacar absolutamente nada para lo prctico. Medio minuto despus Mari Paz estaba hablando con el resto del curso del viaje de fin de estudios que proyectaban realizar a Palma. A m me maravill comprobar que alguien pudiera descubrir que no es DIOS aquel a quien haba tenido toda la vida por tal sin que cambiara nada en su persona, necesitando tan slo treinta segundos para tomar nota en su mente del dato correcto. Yo estaba plenamente convencido de que las verdades de la fe pueden resultar algo ms interesante, y aquel mismo da hice propsito de escribir un libro como ste. Queridos hermanos y hermanas en nuestro Seor JESUCRISTO, cuando profundizamos en nuestra fe y conocemos quien es en verdad nuestro DIOS, entonces podemos ver sus bendiciones en todo, como lo ilustra la siguiente narracin: Un fiel se acerc a su prroco y le coment preocupado: -Los bares estn llenos, y las personas se pasan la madrugada entera divirtindose! El prroco nada respondi. -Los bares estn llenos, las personas se desvelan jugando a las cartas, y usted no dice nada? Es bueno que los bares estn llenos -fue el comentario del prroco-. Todo el mundo, desde el principio de la creacin, siempre ha deseado servir a DIOS. El problema es que no todos saben la mejor manera de hacerlo. Intenta ver lo que te parece pecado como si se tratara de una virtud. Estas personas que se desvelan estn aprendiendo a permanecer despiertas y a persistir en algo. Cuando se perfeccionen en eso, todo lo que tendrn que hacer es volverse hacia DIOS. Y qu magnficos siervos sern ellos entonces! -Es usted muy optimista -dijo el fiel. -No se trata de eso -respondi el prroco-. Se trata de entender que cualquier cosa que hacemos, por ms absurda que nos parezca, puede conducirnos al CAMINO (Juan 14, 6). Todo es cuestin de tiempo y de confiar en la gracia y misericordia de DIOS.

    Ahora bien, la fe es la garanta de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve (Hebreos 11, 1). Amn.