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OINIXPUCADOEL MUNDO DE LO EXTRANO,INSOLITO Y MISTER,IOSO

Publicado por Editor¡al Delta, S.A., Barc-elona y comercializadoen exclusiúa por Distribuidora Olimpia, S.A., Barcelona

Volumen lX - Fascículo 107

Director: José Mas GodaYol

Director editorial: Gerardo RomeroJefe de Redacción: Pablo ParraCoordinacióneditorial: GloriaGutiérrez

Redactores y colaboradores: Prof. A. J. Ellison, Dr' J' Allen

Hynek, Brián lnglis, Colin Wilson, Beatriz Podestápará ta á¿¡ciOn iriglesa: Editorial Director: Brian lnnes' Editor:

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LO INEXPLICADO, EL MUNDO DE LO EXTRAÑO, INSÓLITO-YH¡iSf fhlOSO se pubtica en forma de 120 fascículos de aparición

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nes de que se compone la obra, se pondrán a la venta las tapaspara su encuadernación. Además, coleccionando la tercera y

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sobre IósI¡RESTROS DE LO INSÓLITO.fi óOitot se reserva el derecho de modificar el precio de venta del

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TEMPLOS DE MALTALa civilización que iloreció en el

archipiélago maltés en el cuarto milenio

antes de Cristo destacó en la

construcción de templos megalíticos'

Émurr sAGÉELa "doble" de la profesora francesa elercía sobre ella una

influencia casi vampírica, de la que no se pudo librar en toda

su vida.

en elpróximofascículo

EL UNIGORNIO¿Cuáles son los vínculos entre este

fascinante animal mítico, el "amor cortés»y la alquimia?

GENTE ELÉCTRICABrian Williams era capaz de encender una bombilla con sólo

frotarla con la mano. ¿Qué tienen de especial las personas

"eléctricas" ?

DOCUMENT()S OVNIEn invierno de 1967, un objeto con forma de proyectil y rodeado

de esferas luminosas apareció repetidamente

en un rincón de la campiña francesa'

Fcto cu5ieda: Arch vo WeTner Forman

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El hombre ha considerado siempre los perfumes como algomaravilloso y misterioso. Desde la Arabia de los mil perfumes, famosaen todo el mundo antiguo, hasta la moderna industria de loscosméticos, Ia historia de la perfumería está repleta de prácticasmágicas, eróticas e incluso religiosas. ¿Qué es, si no, el célebre uolorde santidad»?

le pnNíNsur¡. lnÁnrca, tierra quemada por elsol y que goza del clima ideal para que cÍezcanlas plantas aromáticas, suministró al mundolos perfumes preciosos que tanto apreciaban

-y consumían- las clases altas de la Antigüe-dad. Heródoto recuerda, en el tercer libro desus Historias, que Arabia era el «único país delmundo que produce incienso. mirra. casia. ci-namomo y láudano". El legendario «país delos aromas>> se situaba, según se cree actual-mente, en el Yemen. Producía el incienso y lamirra que las caravanas de camellos transpor-

2090

taban hacia Damasco y Alejandría. La «rutadel incienso" bordeaba el lindero interior delaltiplano yemení, en los confines del desierto,donde el relieve no impedía el paso de los ca-mellos. Partiendo del Zufár, atravesaba el Ha-dramawt y luego se dirigía hacia el norte, poruna vía paralela al mar Rojo.

Plinio el Viejo cuenta en su Historia naturalque 3 000 familias de los miñeos de Arabia po-seían un derecho hereditario de explotación delos bosques de incienso. En el momento de la.cosecha>>, los recolectores que eran conside-

Arriba: perfumeros del siglo tt d.C.(foto Federación Francesa dePerfumería).

En la parte superior: una vasi¡apara perfumes griega; arriba a la

izquierda: el rey egipcio Arudeoofrece perfumes al dios Horus. En

los templos egipcios, la

fabricación de perfumes

constituía un rito religioso más(fotos F.F.P.).

En la página anterior: losperfumes, eterno anhelo de lahumanidad por apropiarse delmundo de los aromas y de susresonancias mágicas o eróticas(foto F.F.P.).

rados «sagrados», debÍan evitar a todo preciocualquier contacto con las mujeres y con losmuertos.

La mirra y el incienso se recogían del si-guiente modo: con una hoz se practicaba unaincisiiin en la corteza del árbol; de ella brotabauna espuma viscosa que se hacía espesa y se

coagulaba, y que luego se recogía en una este-ra hecha de hojas de palma o en el terreno cir-cundante, previamente preparado. El inciensoy la mirra se comercializaban en forma de boli-tas irregulares, producto de la solidificación deun jugo blancuzco.

En su I1¿sloria de las plantas, el botánicogriego Teofrasto describió el carácter ritual dedicha recolección:

Toda la cosecha de incienso y mirra se

acumula en el templo del So1, que es ellugar más sagrado del país de Saba. Ara-bes armados montan la guardia. Cadacual aporta su parte, forma un montóncon su lote de sustancias aromáticas, y 1o

deja bajo la custodia de los soldados; an-tes, se preocupa de colocar encima delmontón una tablilla donde se indica el nú-mero de medidas que contiene y el precioque se pide por cada una. Cuando losmercaderes acuden a aprovisionarse. exa-minan las inscripciones y cada uno hacemedir la cantidad que le conviene, mien-tras deposita el dinero en el lugar en quehabÍa tomado la mercancía. Luego llega elsacerdote del Sol, que retira un tercio dedicha suma para el dios. El resto perma-nece allí hasta que los propietarios van a

recogerlo.La recolección de plantas aromáticas está ro-deada de elementos maravillosos. Las Histo-rias de Heródoto relatan la extraña recolec-ción de la casia:

Después de envolverse el cuerpo entero yel rostro -con excepción de los ojos-con pieles de buey y otros animales, van abuscarla. Crece en un lago poco profun-do; en este lago y en sus alrededores habi-tan, al parecer, unos animales alados,muy parecidos a murciélagos, que emitenterribles chillidos y oponen una feroz re-sistencia. Hay que mantenerlos apartadosde los ojos, y recoger la casia en estas con-diciones. En cuanto al cinamono. los ára-bes 1o recogen de un modo aún más asom-broso. Dónde nace y cuál es la tierra quelo nutre, no se puede decir, por muchoque algunos afirmen -y puede que ten-gan razón- que brota en el país dondefue criado Dionisos. Dicen que son unospájaros de gran tamaño quienes traen lasvirutas que llamamos cinamomo, nombreaprendido de los fenicios; los traen paraconfeccionar sus nidos, que construyen abase de barro contra rocas escarpadas, enlugares inaccesibles para el hombre. Co-mo solución, he aquí 1a estratagema que,al parecer, emplean los árabes: cortan enpedazos -lo mayores posible- los miem-bros de animales muertos (bueyes, asnosv otras acémilas), los transportan hasta la

Arriba: una elegante damaromana se hace perfumar la

cabellera. Un gesto eterno defeminidad y de magia intuitiva(foto F.F.P.).

Perfumería ocultista

región de las rocas, los depositan en lascercanías de 1os nidos y se esconden; lospájaros bajan inmediatamente a por lospedazos y se los llevan a sus nidos; éstos,demasiado frágiles para soportar el peso,se rompen y caen a tierra. Los árabes, en-tonces, salen de su escondrijo y recogen elcinamomo, que de allí es transportado aotros países.

Las plantas aromáticas, frutos del sol. sólopueden brotar en una tierra ardiente y seca co-mo la península Arábiga, tierra que, segúndescribe Heródoto, exhala <<un aroma maravi-llosamente suave)) que la flota de AlejandroMagno tuvo la oportunidad de conocer cuandopasaba cerca de sus costas. Las gentes de Saba,que habitaban en el sur de la península Arábi-ga, en el Yemen, utilizaban las preciosas sus-tancias aromáticas en sus cultos.

El término p erfume, que deriva de per fuma-re (qte se eleva a través del humo), sugiere

209]l

Perfumería ocultista

una mediación vertical establecida entre loshombres y los dioses; de ahí el origen cultualdel perfume en todas las civilizaciones. Losperfumes fueron conocidos en Egipto desde lamás remota antigüedad; eran empleados en losritos sagrados y en el embalsamamiento y con-servación de los cadáveres, pero también en elaseo personal. En los grandes templos egip-cios, por ejemplo Edfú y Madinát Habu, exis-tían laboratorios dedicados a 1a fabricación deperfumes cuyas fórmulas quedaban inscritasen las paredes de los santuarios. En el templode Madinát Habü están grabados el calendariode fiestas religiosas y la lista de los «perfumesde fiesta» que se empleaban en cada una dedichas solemnidades. Algunos eran quemadosen pebeteros o servían para perfumar las esta-tuas divinas. Las técnicas de embalsaEamien-to de los cadáveres consistían en vaciar la ca-bezay el cuerpo del difunto y en rellenarlos demirra, de cinamomo y de otros perfumes (elincienso no figuraba entre ellos). El cuerpo,tras haber permanecido sumergido en un bañode sosa durante setenta días, era envuelto conbandas de lino impregnadas en ungüento aro-mático.

Durante mucho tiempo las plantas aromáti-cas sólo se utilizaban en las ceremonias religio-sas y en los embalsamamientos, pero, a medi-

Abajo: una de las primeras

etiquetas para frascos deperfumes. La perfumería, tanapreciada por la aristocracia delAntiguo Régimen, se convirtió enuna floreciente industria moderna

en la Francia postrevolucionaria(foto F.F.P.).

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A la izquierda: un cofrecilló paraperfumes con las efigies de LuisXVI y de María Antonieta(foto F.F.P.).

da esquina, rodeado de una moldura y provis-to de barras para que pudiera ser transporta-do. Aarón tenía que quemar allí cada mañanay cada noche el «perfume perpetuo». Sobre es-te altar no debían ofrecerse ni perfumes profa-nos, ni holocaustos, ni libaciones. El aceite sa-grado. compuesto de mirra. caña y casia. ser-viapara ungir la tienda donde se desarrollabanlas ceremonias religiosas; también eran ungi-dos el arca de la Alianza, la tina y los grandessacerdotes (Aarón y sus hijos).

El perfume sagrado contenía estoraque, ám-bar, gálbano e incienso en partes iguales. Ni elperfume ni el aceite debían ser imitados o em-pleados en cometidos profanos; quien infrin-giera esta norma sería separado de su familia.El Antiguo Testamento proporciona la fórmu-la del aceite y el perfume sagrados, pero su fa-bricación plantea unos problemas que permá-necen irresolutrles.

El empleo de los perfumes para fines de se-ducción aparece en numerosos ejemplos ex-

traídos de la Biblia. Esther, antes de compare-cer ante al rey Asuero

-enemigo de su pue-

blo-, ungió su cuerpo «durante seis mesescon aceite de mirra, y durante seis meses máscon bálsamos y cremas de belleza". Así tam-bién Judith, para seducir a Holofernes con elobjetivo de matarle, «se despojó de su atuen-do de viuda, lavó su cuerpo con agua y lo un-gió con un espeso aceite perfumado». Las sus-tancias aromáticas también se empleaban ha-bitualmente para perfumar el vino, las casas ylos vestidos.

Los perfumes de Arabia no fueron sólo co-nocidos entre los egipcios y los hebreos, sinoen todas las grandes civilizaciones de la Anti-güedad. Aunque fue Arabia la que suministra-ba a los atenienses la mirra, el incienso y lasesencias más preciosas, fueron éstos (los per-fumistas más reputados del mundo griego)quienes acrecentaron considerablemente la lis-ta de plantas odoríferas. Introdujeron en per-

da que se desarrollaba la civilización, los egip-cios ricos empezaron a comprar a los sacerdo-tes los perfumes fabricados en los templos. Losungüentos perfumados, al ser aplicados a todoel cuerpo, mantenían la elasticidad de los mús-culos. Eran conservados en vasijas de piedra yde metales preciosos, a veces de barro esmal-tado o de vidrio irisado. También se emplea-ban para perfumar las salas donde tenían lugarlos festines, ardiendo en cazoletas ricamenteadornadas.

Durante su cautividad en Egipto, los he-breos aprendieron el arte de la perfumería.Una vez establecidos en Judea, tierra en la queproliferaban las flores y plantas odoríferas,quemaban perfumes en honor a su dios, segúnla orden que Moisés había recibido cuando re-dimió a su pueblo de la esclavitud. El altar delos perfumes, de forma cuadrada, debía estarhecho de madera de acacia y enteramente re-vestido de placas de oro puro. con picos en ca-

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Perfumería ocultista

Arr¡ba: algunos instrumentosindispensables para la fabricaciónde perfumes en el siglo xrx; en laparte superior: etiqueta de Iacolonia preferida de NapoleónBonaparte (fotos F. F.P.).

Arriba a la derecha: una antiguaetiqueta para un frasco deperfume. Las técnicasperfumistas de la Antigüedad no

fueron enteramenteredescubiertas hasta el siglo xrx(foto F.F,P.).

fumería la esencia de iris, de rosa, de azafrány de mejorana, y fabricaron el mejor nardo.Los establecimientos de los perfumistas eranentonces comparables, como lugar de reunión,a los cafés: la gente acudía allí para discutir depolítica y de asuntos públicos y privados. Losatenienses hablaban de «ir a los perfumes, co-mo quien habla de «ir un rato al café». Greciahizo de los perfumes un uso considerable, pararendir los honores a los dioses y a los muertos,pero también para el Lrienestar de los vivos,quienes se volvían locos por los aceites aromá-ticos, los vestidos perfumados y los ungüentosconservados en cajitas de ónice y de alabastro.Los griegos perfumaban también profusamen-te las salas de los banquetes y los vinos (cos-tumbre que permanece en la actualidad en lafabricación del vino aromatizado con resina).El lujo de los perfumes llegó a ser tan exagera-do, que una ley de Solón los prohibió a los ate-nienses (sin ningún efecto, por supuesto).

Los romanos eran aficionados a los perfu-mes hasta el exceso, aunque en un principio laventa de éstos estuvo rigurosamente prohibi-da. Los hacían traer de las colonias en enor-mes cantidades, y los usaban con desmedidaabundancia para perfumar sus baños, sus habi-taciones, sus camas. Como los griegos, utiliza-ban distintos perfumes para las distintas partesdel cuerpo. Los introducían en el vino, y du-rante los banquetes los esparcían sobre las ca-bezas de los invitados. Para los funerales de suesposa Popea, Nerón hizo quemar más incien-so del que Arabia podía suministrar en todoun año.

Con el advenimiento del cristianismo queda-ron proscritos el maquillaje, los cosméticos, ellujo y por supuesto los perfumes, símbolos porexcelencia de la frivolidad del mundo pagano.Los textos de los Padres de la lglesia, comoTertuliano o san Cipriano, condenan todos losartificios de belleza y exaltan los perfumes dela virtud. Todo ello, sin embargo, tuvo al pare-cer un efecto más bien escaso. Fue el abando-no progresivo de las prácticas funerarias vincu-

ladas a los perfumes, así como la desapariciónde las antiguas redes comerciales con el Orien-te, lo que provocó una disminución en Europadel consumo de productos perfumados. El im-perio de Oriente conservaría las técnicas de laperfumería gracias a Bizancio, donde subsistie-ron las formas de vida grecorromanas. E,n E,u-ropa, el empleo de los perfumes declinó du-rante seis siglos. Las sustancias aromáticas,muy costosas y reservadas a las clases altas, ¡rano formaban parte de las costumbres sociales.El comercio de estos productos no renaciri has-ta la época de las cruzadas, cuando Venecia yCénova recuperaron las antiguls rulas comer-ciales.

A partir de aquel momento, y hasta el sigloxvrrt. los perfumistas se reorganizaron en cor-poraciones, y empezaron a registrar legalmen-te sus productos. Generalmente su oficio ibaligado al de los guanteros, que tenían derechoa vender toda clase de guantes y mitones detodos los materiales, y que también, como losperfumistas, gozaban del privilegio de perfu-mar su mercancía y de vender toda clase deperfumes. Los guantes perfumados estabanentonces muy de moda, sobre todo con aromade almizcle y de ámbar. El colmo de la sofisti-cación, en perfumería, fue alcanzado en el si-glo xvrrr, momento en que los afeites y cosmé-ticos llegaron a ser imprescindibles para la vidasocial.

A principios del siglo xtx empezó a genera-lizarse la fabricación de perfumes líquidos abase de alcohol, lo que presuponía el dominiode la destilación con alambique. Con esta téc-nica, que en Europa había caído en el olvidodesde las postrimerías del mundo romano, yque durante el Renacimiento había vuelto a

aflorar con el redescubrimiento del alambique,la perfumería iba a adquirir su aspecto mo-derno.

En página 2138: el empleo de los perfttmes enla profilaxis de enfermedades y epidemias tuvoun gran desatollo en la Edad Media.

2093

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En eltranscurso de la oleada de OVNIS acaec¡da a finalesde 1980, tres personas en Texas rec¡b¡eron heridasinquietantemente similares a las provocadas por ffiradiac¡ones tóx¡cas.

uN ENCUENTRo solrrARro con un objeto noidentificado puede ser una experiencia más pe-ligrosa que excitante, como estas tres personasdescubrieron en una desierta carretera de Te-xas (Estados Unidos) el 29 de diciembre de1980. Aquella tarde, cuando Betty Cash, Vic-kie Landrum y el pequeño Colby Landrumtropezaron en su camino con un enorme y bri-llante OVNI, no podían ni imaginar que aquelhecho iba a cambiar sus vidas. Los tres recibie-ron heridas en aquel encuentro, y desde enton-ces su salud no ha dejado de empeorar.

Cuando detuvieron el coche y salieron paraver el OVNI, el objeto se hallaba a menos de50 m de distancia. Desprendía tanto calor, quela piel les ardía y estaban empapados de sudor.La 1uz que irradiaba era tan brillante que heríasus ojos, y se alarmaron con el agudo sonido ylas llamaradas que emitía. Y aquello era sóloel principio...

Cuando el OVNI partió, Betty condujo a

Vickie y a Colby hacia su casa, en Dayton. Alsalir del coche, Vickie dijo que le dolía la cabe-za y se encontraba mal. Hacia medianoche se

sintió peor. Para entonces, tanto ella comoColby mostraban quemaduras similares a lasproducidas por insolación, tenían fiebre y em-pezaban los vómitos. Más tarde les sobrevinouna fuerte diarrea, que se prolongó durantevarios días; los dolores de cabeza no cesaban.

Vickie intentó tratar las quemaduras conaceite corporal infantil, pero empleó varios

1094

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Dos meses desPués de su

encuentro con el OVNI, BettY

Cash (a la izqtrierda) había

perdido gran parte del cabello.

Tenía ampollas en la Piel, Y

padecía náuseas Y fuertes

dolores de cabeza. Una eruPción

le había dejado cicatricespermanentes. Un año Y medio

después del incidente,Vickie

Landrum 1en la Página anterior.

arriba) todavía mostraba huellas

de quemaduras faciales Y llagas

en lapiel (abajo a la izquierda),

mientras que su nieto ColbY había

quedado gravemente

traumatizado por culPa de aquella

experiencia (fotos J. Schuessler).

días y varias botellas de aceite para conseguirque disminuyera el dolor. Colby y ella consu-mieron también varios envases de medicamen-tos contra la diarrea. pero sin ningún resulta-do. Los dolores de cabeza también resistían a

cualquier tratamiento. Después de tres sema-nas. la intensidad del malestar fue disminuyen-do, pero los síntomas persistieron durante el

año siguiente.Desde su encuentro con el OVNI. Vickie y

Colby han padecido periódicas erupciones yproblemas en la piel, como si ahora fueran más

susceptibles a ellos que antes del incidente' Pe-

ro el problema más grave es el de las lesionesen los ojos. Sus párpados se infectaron rápida-mente y nunca han podido curarse del todo. Apartir del incidente, Vickie ha tenido que cam-biar tres veces de gafas, sustituyéndolas conotras de graduación cada vez más fuerte para

compensar el deterioro de su vista, la cual si-

gue empeorando; todavía sufre periódicamen-te infecciones oculares, hasta el punto de que

teme quedarse ciega. Colby experimentó pro-blemas similares. pero é1 sólo ha necesitado un

nuevo par de gafas desde el incidente. En el

espacio de unas pocas semanas, Vickie perdióaproximadamente el 30 % de su cabello, y leaparecieron grandes placas de calvicie. Cuan-do el pelo creció de nuevo era de una textura

Caso Cash-Landrum

diferente: «Es rizado -explica-, pero más

dócil." Colby perdió una pequeña superficiede cabello en la .coronilla, pero le volvió a

crecer.Las lesiones de Betty parecían ser más gra-

ves que las de Vickie y Colby: .El dolor de

cabeza que me sobrevino al cabo de una hclraera tan intenso, que me hizo sentir al borde de

la muerte.» Estuvo en un estado similar al pro-ducido por una grave insolación, y le aparecie-ron grandes ampollas

-algunas del tamaño de

una pelota de golf- en rostro, cabeza y cuello.Una de ellas cubría todo el párpado y se exten-día por la sien derecha. Le entró un miedo te-rrible al agua caliente , alaluz del sol y a cual-quier otra fuente de calor.

Betty era una mujer enérgica; dirigía un res-taurante y un colmado, y proyectaba abrir otrorestaurante más grande.. Dos años después,aún se hallaba tisicamente agotada; durante elaño siguiente al encuentro estuvo cinco veces

en el hospital, dos de ellas en cuidados intensi-vos. En las cuatro semanas que siguieron al in-cidente perdió más de la mitad del cabello,aunque éste volvió a crecer lentamente; la tex-tura del nuevo cabello no era la misma que ladel original. Betty había sufrido también erup-ciones, algunas del tarnaño de una moneda,que le dejaron cicatrices permanentes.

La radiación electromagnética consiste en

ondas de energía de diferentes longitudesy frecuencias, cuyo espectro abarca desde

las ondas de radio hasta los rayos gamma(derecha); a medida que avanzamos en el

espectro, la longitud de onda disminuye yla frecuencia aumenta. El espectro se divi-de también en radiaciones corpusculares,que producen ionización (rayos gamma,rayos x y ultravioletas) y radiaciones sin

ionización (infrarrojos, microondas, on-

das de radio y televisión). La radiacióncorpuscular es la mas peligrosa para el

tejido vivo. La exposición a una de estas

radiaciones puede causar quemaduras cu-

táneas, náuseas, vómitos, diarreas, caída

del cabello, disminución de defensas antela infección. dolores de cabeza, cansancioy otros problemas.'

Las quemaduras recibidas en el inciden-te de Huffman, similares a las producidaspor insolación, pueden describirse como

típicas de una exposición a radiaciones ul-travioletas. También podrían haber sido

ocasiónadas por rayos x o microondas.Las lesiones en los ojos podrían estar ori-ginadas por cualquier tipo de radiación.

La exposición a microondas producesíntomas similares a los de la radiacióncorpuscular; a menudo causan irritacionescutáneas. Si la microonda es vibratoria,sus efectos son aún más nocivos. Hayquien afirma que la vibración de las mi-

croondas produce rayos x, Y que esta

combinación pudo causar la mayoría de

las lesiones observadas en Huffman'Los daños producidos por radiación son

de difícil diagnóstico. Las quemaduraspor radiación (arriba) pueden ser confun-áiclas con otras lesiones más frecuentes.

como las quemaduras solares. Aún más

difícil resulta predecir sus efectos a largoplazo; puede que incluso al cabo de 20

áño. re-ptet"nte una enfermedad como laleucemia. Vickie, la abuela de Colby, está

seriamente preocupada debido a estos po-sibles problemas a largo plazo, y los médi-cos póco pueden hacer para t¡anquili-zarla.

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2095

Caso Cash-Landrum

Los médicos están desconcertados ante es-tos síntomas, y están convencidos de que noguardan ninguna relación con la operación delcorazón a la que se había sometido poco antes.Han observado que los síntomas que mostra-ban las tres víctimas podrían haber sido causa-dos por la exposición a algún tipo de radiaciónelectromagnética (véase recuadro en página209s).

Betty, Vickie y Colby. a raíz de su encuen-tro con el OVNI. no sólo sufrieron daños físi-cos, sino que mostraron también fuertes desór-denes emocionales. Cada vez que relatan loshechos de aquella tarde, o vuelven al lugar enel que vieron el objeto, sufren grandes trastor-nos. Colby tuvo horribles pesadillas durantelas semanas siguientes al encuentro; cuandolos investigadores trataron de reconstruir loshechos, al niño le subió la temperatura y llegóa un estado de sobreexcitación. «Estaba tanasustado

-dice Vickie-, que creí que se iba a

morir de miedo.»Ninguna de las mujeres se ha recuperado de

la experiencia ni ha podido volver al trabajo.La consecuente disminución de sus ingresos hasido nefasta para ellas. Incluso si su vista y sudebilidad general no se lo impidieran, no po-drían tampoco trabajar en el sector alimenticioa causa de sus continuas erupciones cutáneas.Los médicos se ven incapaces de decirles cuán-do sanarán.

Betty, Vickie y Colby no son los únicos quedicen haber visto un OVNI en lazona de Huff-man. la tarde del 29 de diciembre de 1980. Va-rios de los habitantes de Dayton y Liberty

Betty Cash, Vickie Landrum y el

nieto de ésta, Colby Landrum,fotografiados un año y medio

después de haber visto el OVNIque trastornó sus vidas. Los tressufrían -y sufren- todavía lassecuelas de su terribleexperiencia (foto J. Schuessler).

(puebios del este de Texas situados en ia iíneaeste-oeste que va desde Humble hasta la fron-tera con la Louisiana) afirman haber vistoOVNIS unas dos horas después del incidentede Huffman (véase página 2069). Esta zona deTexas está escasamente poblada. y en ellaabundan los bosques y los pantanos.

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Una mañana temprano, en diciembre det967 , Maryellen Kelley vio, desde su casaen Mohomet (lllinois. Estados Unidos)un gran OVNI de color anaranjado. Elobjeto estaba a unos 40 m, y volaba aunos 15 o 20 m por encima del suelo. Enel momento de verlo. la señora Kelley sin-tió como una sacudida eléctrica que le re-corría el cuerpo. Le sobrevino un intensodolor de cabeza (que además se resistía acualquier tratamiento), se le enrojeció elrostro, le aparecieron quemaduras en lasmanos y en las piernas, los ojos se leinyectaron en sangre y su visión quedóafectada. Le dolía el oído izquierdo, su-fría hemorragias nasales, dolor en el pe-cho y tenía una sed desmesurada. Aunquesu exposición fue muy breve. sus lesionespersistieron durante un tiempo.

En Canadá, Steve Michalak se hallabaen la montaña un fin de semana, en mayode 1967, cuando tropezó con un objetocon forma de cigarro que emitía una luzbrillante y purpúrea, cerca del lago Fal-con, a unos 120 km al este de Winnipeg.Recibió quemaduras en rostro y tórax (ala derecha) y a continuación experimentónáuseas, vómitos, pérdida de peso, debili-dad, diarreas, vértigos y desvanccimien-tos. Con el tiempo Steve Michalak se re-

Aturdidos yabrasados

cobró de los efectos del encuentro, comola mayoría de las otras víctimas.

En agosto de 1972,la revista Data NetReport explicaba cómo Osvaldo d'Annun-zio, de diecinueve años, había sido inmo-vilizado por un OVNI que volaba a pocaaltura. Su rostro recibió varias quemadu-ras, y después sufrió violentos dolores decabeza. Comentaba: «Las vacas de laspraderas cercanas cambiaron de color, y

na

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z0r¡a

Algunos habitantes del condado de Ohio(Kentucky) afirman haber visto, el día anteriora los hechos de Huffman, extraños objetosen el cielo. Los mellizos Jason y Jesse Wil-liams. de dieciséis años, afirmaron haber vistocuatro <<cosas triangulares» y plateadas volan-do a poca altura; dos de ellas volaban juntas,mientras que las otras dos tomaban direccio-nes distintas. También el 28 de diciembre de1980. el comisario Frank Chinn, de Echols(Kentucky), comunicó al periódico local quehabía visto .una especie de rombo brillanteque subía y bajaba en el cielo» y que emitíadesde la parte central relámpagos de luces des-lumbrantes. Su descripción del aspecto, el res-plandor y la escasa velocidad del objeto co-rrespondían con la descripción del que habíasido visto en Huffman. Era uno de los seis

OVNIS que aquel día fueron observados alre-dedor de las 17.30 horas.

Una joven de Houston, Jane Moffett, creyóver el mismo objeto que habían visto Betty ylos otros cerca de Huffman. Se dirigía haciaNorth Dakota cuando vio brillar una luz muyintensa que descendía por el cielo al norte deHouston. Desgraciadamente, cuando el objetose acercaba a tierra 1o perdió de vista a causade los árboles que cubrían la zona. Otras per-sonas también se fijaron en el resplandor. Unhombre y su hijo de doce años, que viajabanhacia el este en los alrededores de New Caney,en Texas, dijeron haber visto el objeto a pocadistancia delante de ellos volando a unos 45 mpor encima de la carretera. Cuando aceleraronpara alcanzarlo, el objeto se alejó de la carre-

Caso Cash-Landrum

tera y se dirigió hacia el norte. Según estos dosobservadores, el OVNI era brillante y rectan-gular, y volaba lentamente. Era más grandeque un avión.

En un principio, Betty, Vickie y Colby deci-dieron no hacer comentarios sobre lo que ha-bían visto, por miedo a que los tomaran porlocos. «Era demasiado fantástico para siquieramencionarlo -explica

Vickie-, pero enton-ces no sabíamos que nos habían herido." Fi-nalmente, rompieron su pacto de silencio paraexplicar a los médicos que les estaban tratandoqué era lo que había causado sus heridas.

A Vickie le preocupaba aclarar lo que real-mente había pasado aquella fatídica tarde paraasegurarse de que Colby iba a recibir el trata-miento adecuado y podría crecer con normali-dad. No le interesan en absoluto los OVNISque se observaron por aquellas fechas. Bettymuestra más interés, pero su ininterrumpidaenfermedad le impide averiguar el entero sig-nificado de estos acontecimientos.

Parece indudable que en la tarde del 29 dediciembre de 1980 los tres se encontraron conun luminoso objeto volador y un gran númerode helicópteros, y como resultado de este en-cuentro, los tres han sufrido daños físicos yemocionales que todavía perduran. En el pasa-do, los tres testigos solían reírse de los que de-cían haber visto OVNIS. Siguen siendo escép-ticos, pero ya no encuentran el tema tan di-vertido.

¿.OVNIS o armas secretas? ¿Qué fue lo que vie-ron las víctimas? Véase página 2142.

A la izquierda: en Plymouth (GranBretaña), una ioven recibióquemaduras en la mano,producidas por.la luz de OVNI, el10 de setiembre de 1 981 . Estafotografía fue tomada dos díasdespués.

no recuperaron su color originario hastaque el OVNI se marchó."

En Finlandia, en noviembre de 1976,Eero Lammi, de diecinueve año's, fue lan-zado al suelo por un rayo luminoso proce-dente de un OVNI y sufrió quemadurasen el pecho. Sus heridas eran semejantesa las que recibió un joven de veinte añosen Tyler (Texas), que fue golpeado por elrayo luminoso de un OVNI en enero de1979. La marca de una gran quemadurade forma romboidal permaneció en su tó-rax durante varios meses (abajo).

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2097

Gente eléctrica

encontró su celda radiante de luz. Esta luz pa-recía difundirse alrededor del sacerdote. comoel sol del mediodía. En el proceso de beatifica-ción del santo franciscano, beato Tomás deCori, los testigos declararon que, en una ma-ñana oscura, toda la iglesia había quedado ilu-minada por la luz que irradiaba su cara. En loque parece ser la primera mención del beatoGil de Asís, se nos dice que en una ocasión,durante la noche, <<una luz tan grande brillabaa su alrededor que eclipsó completamente laluz de la luna».

La casa de la beata Aleidis de Scarbeke pa-recía ser presa de un incendio cuando ella ora-ba allí; el resplandor provenía de su rostro ra-diante. La celda de san Luis Bertrán «aparecíacomo si toda la habitación estuviera iluminada

por las lámparas más poderosas». Tomás deKempis dijo de santa Lydwina:

Y aunque yacía en la oscuridad y la luzmaterial era insoportable para sus ojos,sin embargo la luz divina le era muy agra-dable, y por lo tanto su celda estaba confrecuencia tan maravillosamente ilumina-da por la noche, que para quienes la con-templaban, la celda misma aparecía llenade lámparas materiales o fuegos. Tampo-co era extraño que desbordara, hasta ensu cuerpo, de brillo divino.

El padre Herbert Thurston, en su libro Z/zephysical phenomena of mysticism (Los fenó-menos físicos del misticismo) publicado en1952, dice de estas menciones de santa lumi-niscencia:

Aunque gran número de ellas reposan entestimonios muy insuficientes, hay otrosque no pueden ser descartados con ligere-2a... Pot lo tanto, no hay razones adecua-das para negarse a creer en los informes

2700

A la izquierda: la corona deRodolfo ll, emperador del Sacrolmperio Romano entre 1576 y1 61 2. Las coronas y otrostocados especiales que llevabanreyes y sacerdotes se

desarrollaron como símbolos delhalo resplandeciente que lesrodeaba (foto Orbis).

Arriba: el papa Benedicto XlV,

autor de un importante tratadosobre la beatificación y la

canonización en el siglo xvu. En

su obra prestó atención a los

"fuegos" que pueden rodear unacabeza o un cuerpo humanos(foto Mary Evans P.L.).

A la derecha: StephanOssowiecki, el clarividente polaco

se dio a conocer a principios deeste siglo. Ocasionalmente, veíaun aura oscura rodeando a unapersona, lo cual indicaba la

llegada de la muerte (foto MaryEvans P.L./Harry Pr¡ce

Collection).

sobre fenómenos similares. cuando seproducen en aquellos cuya eminente san-tidad y maravillosos dones de gracia sonuniversalmente reconocidos.

El padre Thurston cita dos casos notables delsiglo xvrr, relacionados con el beato Bernardi-no Realini y el padre Francisco Suárez.

El proceso de beatificación del padre Ber-nardino, que murió en Lecce (Italia) en 1616,comenzó en Nápoles en 1621. Entre los testi-gos examinados se encontraba Tobías de Pon-te, caballero de rango y de buena reputación.Declaró que alrededor de 1608 había ido aconsultar al padre Bernardino y desde el exte-rior observó un potente brillo que salía por lapuerta entreabierta y por las rendijas de las ta-blas. Preguntándose las razones que podríanhaber llevado al padre a encender el fuego amediodía en pleno mes de abril, empujó lapuerta y la abrió. Entonces vio al padre Ber-nardino arrodillado, en éxtasis, y flotando a

medio metro del suelo. El caballero quedó tananonadado ante tal espectáculo, que se sentóun rato y después volvió a casa sin hablar conel sacerdote. Otras personas dieron testimoniodel extraordinario resplandor que transforma-ba a veces el rostro del padre Bernardino. No

le habían visto levitar. pero algunos declara-ron que habían visto salir chispas de su cuerpo,comc¡ las que saltan de una hoguera, y otrosafirmaron que el deslumbrante resplandor desu cara había sido tal que en una o clos ocasio-nes no podían distinguir sus rasgos y se veíanobligados a desr irrr los oios.

El padre Francisco Suhrez, el segundo ejem-plo del padre Thurston, fue un teólogo españolque enseñó en el colegio de los jesuitas deCoimbra, en Portugal, desde 1597 hasta tr617.

Un día. alrededor de las dos de la tarde. unanciano hermano lego, Jerónimo da Silva. fuea anunciar al padre la llegada de un visitante.Un bastón cruzado sobre la puerta indicabaque el padre Suárez no deseaba ser molestado,pero el hermano lego había recibido órdenes

Mahoma (abajo a la izquierda)aparece rodeado de llamas en

esta pintura turca del siglo xvt.

Quetzalcóatl (abajo). el diosazteca ¡dentif¡cado como la

estrella matut¡na, es representadocon un halo de fuego en estaantigua estela mexicana; el gran

maestro budistaPadmasambhava (abajo a la

derecha) aparece rodeado de un

halo en esta pintura tibetana del

siglo xvrn; los cuatro reyes delinfierno 1en la parte inferior)ostentan sus cabezas coronadasrodeadas de luz en este rollo depapiro chino (fotos Sonia Halliday,Archivo Werner Forman).

Gente eléctrica

de informar inmediatamente al padre, de mo-do que entró. Encontró la habitación exteriora oscuras, con los postigos cerrados a causa delcalor de la tarde. El padre R. de Scorraille,biógrafo del padre Suárez, relata 1o que contóDa Silva del incidente:

Llamé al padre, pero no respondió. Comola cortina que cerraba su estudio estabacorrida, vi, por el resquicio entre las jam-bas de la puerta y la cortina, una gran lu-minosidad. Levanté la cortina y entré enla habitación interior. Entonces me dicuenta de que la cegadora luz proveníadel crucifijo; era tan intensa que parecíael retlejo del sol en ventanas de cristal, ysentí que no podía seguir mirándola sinquedar completamente aturdido. Esta luzse derramaba desde el crucifijo sobre lacara y el pecho del padre Suárez, y graciasa su brillantez 1o vi de rodillas frente alcrucifijo, con la cabeza descubierta, lasmanos juntas y t1otando en el aire, a cincopalmos del suelo. al nivel de la mesa enque reposaba el crucifijo. Al ver esto meretiré... sintiéndome fuera de mi mismo...con los pelos de punta...

Un cuarto de hora después, el padre Suárez

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salió y se sorprendió al ver que el hermano DaSilva lo aguardaba. El relato continúa: «Cuan-do el padre supo que había entrado en la habi-tación interior me cogió del brazo... después,retorciéndose las manos y con los ojos llenosde lágrimas, me imploró que no dijera nada delo que había visto... mientras él viviera."

Los dos compartían el mismo confesor; éstesugirió que Da Silva escribiera su relato y losellara. con la advertencia de que no debía serabierto y leído hasta después de la muerte delpadre Suárez. Al parecer, asÍ se hizct. Graciasa 1a ocurrencia del confesor, el relato nos pro-porciona una historia de luminiscencia huma-na notable por su documentación, en este ca-so, era el brillo de la santidad.

Véase en pdgina 2122 el fenómeno de la «genteeléctrica, cuyo contacto provoca una descarga.

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Pintura de Garneray queconmemora la llegada a los hielosdel Astrolabe. una de las dosnaves con que el navegantefrancés Dumont d'Urville exploróla Antárt¡da entre 1838 y 1840. Aeste mismo explorador debemosel descubrim¡ento de Adelia (fotoArchivo IGDA).

pedazos. Fue necesario atrapar toneles,cajas y sacos y atarlos nuevamente, 10 quenos costó un enorme trabajo. Además, lafuerza del viento aumentaba de hora enhora y la nave oscilaba de forma cada vezmás peligrosa. Arriamos todas las velas.apagamos las máquinas y atarnos el ti-món, pero no nos sirvió de nada.

Lo peor vino después, con la noticia dela sala de máquinas; las bombas se habíanatascado y el agua llegaba ya a la caldera.Dirigimos toda nuestra atención haciaallí. El foguista tenÍa el agua al cuello e

intentaba con todas sus fuerzas liberar lasbombas. El agua subía continuamente y.

Los últimos misteriosdel sexto continente

La Antártida no es sólo hielo, como la banquisa polar del hemisferionorte; bajo la blancura deslumbrante que se ext¡ende porinterminables kilómetros; está Ia tierra firme con sus montañas y susllanuras, un cont¡nente desconoc¡do que tal vez, cuando los polosestaban en una posic¡ón distinta de Ia actua!, se hallaba cub¡erto devegetación y de vida. Numerosas exped¡c¡ones científicas cont¡núantratando de averiguar cuál fue el pasado del sexto continente.

EN EL cuADEnNo de bitácora del Teta Nova,con fecha de 2 de diciembre de 1910, figurabael siguiente relato:

El viento comenzó a soplar con una vio-lencia inaudita a las cuatro de la madruga-da, y bien pronto nos vimos obligados anavegar sólo con la gavia, el bauprés y elestay. La mar era muy gruesa, la nave eragolpeada por todos lados y hacía agua.Los toneles de petróleo y las cajas de víve-res que estaban atados en la cubierta co-menzaron d soltarse. Los golpes de marlos alzaban, junto con los sacos de carbón,y los lanzaban contra la carga todavía ase-gurada, que amenazaba romperse en mil

2102

por fin, entró en contacto con la caldera,con lo que se puso a hervir; ya nadie pudopensar en sumergirse para trabajar en lasbombas.

Afuera, la mar se volvía más y másgruesa. No podíamos siquiera calcr,larcuánta agua embarcábamos. El vientoarrancó la mayor parte de las gavias; lostoneles de petróleo daban tumbos aquí yallá, y terminaban volando fuera del bar-co. Ni siquiera podíamos llegar a la bom-ba colocada en la parte delantera de la na-ve. En la cubierta el caos era espantoso y,al mismo tiempo, se oía el gorgoteo y elchapoteo del agua que había penetrado enla sala de máquinas: era impresionante.

En medio de esa desesperada confusiónllegó la noticia de que por las hendidurasdel puente salía humo; allí abajo estaba elcarbón, ¡al lado de la sala de máquinas!Para apagar el incendio no había otro me-dio que abrir la escotilla y dejar que se

inundara la bodega, lo que hubiese provo-cado el hundimiento de la nave. Fueroninstantes terribles...

La nave británica Teta Nc¡va se hallaba en ru-ta, justamente, hacia la Antártida, bajo elmando del explorador Robert Falcon Scott,quien ya había descubierto la «Tierra del reyEduardo VII» en 1901 y que tuvo la suerte desalvarse, junto con su tripulación, de la espan-tosa tempestad antes relatada. Llegaron al po-lo Sur después de una marcha de más de dosmeses, treinta y cuatro días después que el no-ruego Roald Amundsen. Scott murió duranteel viaje de regreso, el 29 de marzo de 1912,dejando un histórico diario que fue encontra-do después por una expedición de socorro.

Por lo tanto, el Terra l"lova fue uno de losmuchos buques que trabaron conocimientocon las terribles barreras polares.

Los círculos mágicosLas leyendas antiguas narran que los diosesdefendieron los secretos de los polos por me-dio de lres círculos mágicos. Su poder eragrande; fueron necesarios muchos siglos paraque la humanidad lograra sobrepasarlos. Yfueron esfuerzos arduosl muchos valientes na-vegantes encontraron la muerte. y audaces ex-ploradores debieron pagar muy caro cada unode los pasos que dieron. Só1o después de innu-merables sacrificios y luchas seculares, el 14 dediciembre de 1911 los hombres consiguieron,por primera vez, llegar al polo Sur.

El más exterior de los tres círculos está si-tuado lejos del centro de la fortaleza polar, a

una latitud todavía baja; los lobos de mar lobautizaron «los cuarenta bramadores», ya quese trata de la zona de tempestades que coinci-de, justamente, con los 40 grados de latitud.

El segundo cinturón defensivo es la banqui-sa, y constituye una valla cerrada cuya resis.tencia no es, con todo, la misma en todas par-tes. En algunos sitios el muro de hielo parecebastante frágil, presenta algunas brechas. Perofueron necesarios muchos sacrificios para descubrir esas brechas, y la elección del momento

La costa del cont¡nente antárticoes, en todos sus puntos,extremadamente recortada.

Ningún puerto natural permite

alcanzarla con facilidad, y la

muralla de hielos que se alza ante

ella se resquebraja formandomultitud de icebergs que

entorpecen la navegación hasta

el punto de hacerla sumamentepeligrosa, como muy bien sabenlos navegantes (foto Photri).

La Antártida

justo para pasar fue siempre un juego de azaren el que se arriesgaba la vida.

E,l tercer guardián de los secretos polaresera el escorbuto. Esta «sección de asalto" de lafortaleza helada utilizaba otra táctica: estabaen todas partes y en ninguna. Al principio se

mantenía al acecho en el mar abierto; 1os hom-bres, con el tiempo, aprendieron a combatirlo,a base de infusiones de hierbas y de limones.La enfermedad se vio obligada a retirarse a loshielos. en torno al polo. pero manluvo su posi-ción con lenacidad durante mucho tiempo.

La situación exacta del tempestuoso «cintu-rón polar, podría ser señalada de forma muyconvincente por los barcos hundidos. Pero és-tos yacen invisibles en el fondo del mar; de lamayor parte sólo se puede decir que desapare-cieron tratando de violar el primer «cÍrculomágico". Los puntos peores de ese cinturóngozan de una pésima reputación; el extremomeridional del continente australiano es parti-cularmente temido, y lo mismo puede decirsedel cabo de Buena E,speranza africano. Cuan-do Bartolomé Díaz lo avistó por primera vez,en 1487. los «cuarenta bramadores, aferraronsu velero y lo arrastraron al océano Atlántico,con tanta fuerza que sólo logró volver median-te grandes esfuerzos. El capitán. una vez en supaís, habló del sagrado terror que habÍa susci-tado en él ese primer encuentro con el cintu-rón de las tormentas, y habló de un ucabo delas tormentas» que era prácticamente imposi-ble de doblar. Pero al rey Juan de Portugal nole gustó nada la idea de admitir la existencia desemejante cabo en un camino que parecía pro-longarse hasta las Indias. Semejante nombresólo serviría para atemorizar a los navegantesy para poner por las nubes el precio de los fle-tes y las pagas de las tripulaciones. Por lo tan-to, el soberano portugués decidió elegir un cir-cunloquio esperanzador... y asÍ nació el nom-bre de «cabo de Buena Esperanza».

Con los puntos críticos situados en las cerca-nías de la América meridional tuvo que en-frentarse Magallanes. Cuando en agosto de

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La Antártida

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1520 abandonó sus cuarteles de invierno en laPatagonia y puso proa al sur, sus cinco naves,al atravesar el paralelo 40, fueron sorpendidaspor violentas tempestades. E,l temor que éstassuscitaron fue tan grande que los capitanes delas otras cuatro embarcaciones enviaron a sucomandante mensajes en los que suplicaban elretorno.con muchas lágrimas y suspiros". Pe-ro Magallanes siguió su camino, y de ese modose realizó el primer y memorable viaje de cir-cunnavegación del mundo.

En mar abierto, entre los puntos críticos si-tuados en los extremos más meridionales delos continentes meridionales. la situación nomejora mucho; en la práctica, hay un «cintu-rón de tempestades» que rodea la Antártida ala altura del paralelo 40. Con este círculo má-gico tuvieron, pü€s, que contar todos los queintentaron penetrar los misterios de las regio-nes más meridionales del mundo. Só1o el avan-ce tecnológico que caracteriza a la construc-ción naval de nuestro tiempo ha podido supe-rar la mortal presencia de los «cuarenta bra-madores».

Pero, pese a todo, la humanidad seguía es-tando muy lejos de los secretos del «sexto con-tinente», del polo Sur magnético y geográfico;frente a ella se alzaba el segundo «círculo má-gico», tan fuerte que, durante muchos años,impuso un decidido stop a la curiosidad y alanhelo de conquistas del hornbre.

2104

Un reino sin salidaNo se sabía nada de la Antártida y de su cintu-rón de hielos cuando la humanidad entró e¡contacto con la banquisa ártica. Sin duda. losvikingos ya sabían algo de ella, indirectamen-te: quizá los navegantes que en tiempos remo-tos se lanzaron más allá de Gran Bretaña enbusca de estaño tuvieron fugaces encuentroscon la banquisa nórdica. Ellos nos dejaron os-curas descripciones según las cuales, si se to-maba rumbo a septentrión, se veía cómo el ai-re se transformaba primero en una niebla es-pesísima y después en una especie de barro ní-veo; finalmente, el cielo y el mar se unían, yresultaba imposible seguir avanzando. No ha-bía duda que se había alcanzado el fin delmundo.

Este género de relatos se ajustaba exacta-mente a la teoría del Universo formulada porTales de Mileto (c.625-545 a.C.), según la cualla Tierra era un disco rodeado de mar. Peroese mar también debía «terminarse» de algúnmodo, y las descripciones de los navegantesproporcionaban una explicación plausible. Porotra parte, era «lógico» que el mundo se termi-nara donde el aire se espesaba hasta transfor-marse en nieve y el mar se solidificaba hacién-dose de hielo. AI encontrarse ein medio de unaventisca entre los hielos errantes. resulta muvfácil perder la orientación. hasta el punto dáno discernir más dónde es «adelante» y dónde

El relieve de la bahía deMcMurdo, frente al mar de Ross.Los montes forman parte de lacadena Prince Albert, en la tierraVictoria, y los acantilados de hieloreciben el nombre de "barrera dePes5. (foto Edin-B. Fródin).

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(<atrás», e incluso dónde paran el «arriba» y el

"abajo".Una leyenda mítica quería, además, que pa-

ra los habitantes de estas regiones alejadas delmundo no existiera la posibilidad del retorno;más allá de esas <<aguas de la muerte» comen-zaba el reino de las sombras, que tenía una so-la entrada y ninguna salida. Y, desde luego,con frecuencia el camino que conducía másallá del «círculo mágico» de la banquisa care-ció de retorno. Muchos hicieron la experien-cia, aunque no pudieron volver para contarla.

Los verdaderos pioneros de la banquisa fue-ron los viejos cazadores de ballenas y focas.Las ballenas suelen encontrarse en las proxi-midades de los grandes témpanos, encima delos cuales paren las focas a sus pequeños. Op"-rar en esas zonas resulta, obviamente, muy pe-ligroso; durante la larga tarea de despiece de laballena, en medio de la niebla y la oscuridad,el hielo puede acercarse a la nave y destrozar-la. Los cazadores de focas, por su parte, debenadentrarse en los hielos, ya que sólo así pue-den despojar a los animales de sus pieles. Y nopocas naves, atraídas por tantas presas, han si-do devoradas, con sus tripulaciones, por labanquisa.

Algunos náufragos rescatados por otras em-barcaciones han referido los detalles de los de-sastres, y ello ha contribuido a mejorar el co-nocimiento de los «trucos» a los que recurre la

banquisa para engullir inexorablemente a

quienes osan violarla.Durante los meses de verano, 1o que en in-

vierno era un sólido bloque de hielo se resque-braja, se abre invitante, parece incitar a los na-vegantes a enfilar la proa por sus canales. Pe-netrar en ellos es como iniciar un excitantejuego en un laberinto: se van abriendo nuevosy tentadores caminos; una fuerza mágica pare-ce hacer olvidar la razótt y la prudencia; unacuriosidad insaciable impulsa a seguir adelan-te, y hasta cuando el cómodo canal queda inte-rrumpido se duda en retroceder, ya que al ca-

bo de poco rato se pueden presentar posibili-dades nuevas e impensadas. Si a esto se añadela morbosa pasión del cazador, proclive a

arriesgarse con la esperanza de ver aparecerdetrás de una montaña de hielo, más allá delmisterioso vapor amarillento que flota sobre labanquisa, a un centenar de animales o una fa-bulosa manada de miles de focas de preciosapiel, el encantamiento es completo.

Quien ha vivido experiencias similares sueleser víctima de la magia de este poderoso círcu-lo. Ishavet kaller, "el mar de hielo llama», di-cen los viejos marinos noruegos. Y siguen su-biendo cada año a sus naves. sin preocuparsepor los peligros que pueden encontrar.

En página 2134: ¿qué fenómenos provocan los

volcanes activos de la Antártida?

La Antártida

La base de McMurdo es la mejor

equipada de la Antártida. En

primer plano se ve la central

térmica que proporciona la

energía necesaria para la

supervivencia de los¡nvestigadores que habitan y

trabajan en estos inhóspitosparajes (foto B. Dussert).

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2105

d*,",*tq,

Muchas generaciones de italianos que han habitado enlas antiguas estructuras llamadas trulli, han decoradosus techos cónicos con símbolos pintados de blanco.Pero, ¿desde cuándo, y por qué?

LoS cuRlosos frulli de Apulia, en el sur de lta-lia, resultan aún más fascinantes a causa de lossímbolos blancos que aparecen pintados en suscaracterísticos techos cónicos, las.«torres» quedan nombre a las estructuras. Estos símboloshan sido pintados por los ocupantes de los lr'u-//i generación tras generación, pero no es segu-ro que sean tan antiguos como se dice.

Por ejempkt. algunos de lc¡s símbokrs del zo-Jiaco y tle los plunetas no son tlrn viejtrs cunrr r

se cree; es el caso de los que representan a Pis-cis, Saturno y Júpiter:

Estas formas fueron generalmente adoptadassólo a partir de la invención de la imprenta enEuropa, a mediados del siglo xv. Los símbolosantiguos. de estos tres ejemplos son:

y la verdad es que ninguno de ellos aparecenen los trulli; sólo se ven los modernos.

Del mismo modo. si los símbolos de los ¡rui1¡derivaran realmente de fuentes muy antiguas,los símbolos solares serían diferentes. Los másfrecuentes en los techos de los ¡rul/i son:

El primero de estos símbolos es la imagen delSol dentro de la letra griega omega, y el segun-do es el «doble Sol». Pero ninguno de los te-chos lleva el símbolo más antiguo:

que data, por lo menos, del siglo vur. Esta cu-

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Arriba: el simbolo del planetaVenus es uno de los másgenuinamente antiguos que seven en los techos de los trull¡.Puede ser rastreado hasta loshoróscopos griegos precristianos(foto Charles Walker).

Abajo: una vista de Alberobello,en el sur de ltalia, presenta unaimagen encantadora. Loscuriosos símbolos que adornanlos trul/i han atraído el interés deestudiosos y turistas (foto CharlesWalker).

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riosa forma deriva de dos de las letras griegasque hay en la palabra «sol».

El símbolo del planeta Venus:

El ignominioso final del dictador¡taliano Ben¡to Mussolini (abajo) y

el horóscopo que lo predijo (abajo

a la derecha). Algunos de los frul/l

de Alberobello fueron pintados

especialmente para la v¡sita del

Duce en 1934, y algunos de los

símbolos astrológicos pueden ser

considerados como un desairedisimulado al líder (fotos CharlesWalker).

En la parte inferior: una de las

interpretaciones cristianas del

símbolo del corazón traspasado(pintado aquí en uno de los

tejados cónicos) afirma que

representa el corazón herido de la

Virgen María (foto CharlesWalker).

Trullide Alberobello

gra y los ritos diabólicos. Un ejemplo de estoes el escritor que encontró una vinculación di-recta entre las esvásticas delos trulli y el sinies-tro dios Moloch, a quien se sacrificaban niñosen la era precristiana. La esvástica es uno delos signos más extendidos del mundo. y se ha-lla lligada, en esencia, con un misticismo cósmi-co o solar. No puede tener ninguna relacióncon Moloch, del mismo modo que. original-mente, no tenía ninguna con el nazismo. que leconfirió una connotación diabólica.

Puede afirmarse con certeza que ninguno delos signos que sobreviven en los trulli está di-rectamente vinculado con los miles de signosderivados de escrituras mágicas, alfabetos se-

cretos, simbolismo de la magia negra y la pro-fusión de símbolos contenidos en tratados dia-bólicos y ocultistas. Un estudioso muy seriodel simbolismo señalaba en 1940 que la mayorparte de los signos de los rrul/i son cristianos;

es muy antiguo, y aparece ya en horóscoposgriegos precristianos. Este símbolo, que apare-ce en un par de trulli, siglue siendo empleadopor los astrólogos modernos y ha sido adopta-do por los biólogos para designar a la hembra.Pero el uso ocasional de un símbolo genuina-mente antiguo no es suficiente para certificarla antigiiedad de todos.

Se ha especulado mucho en torno al origen yal objetivo de muchos de los signos de los fru-//1. Algunos escritores han llegado a decir quevarios de los símbolos derivan de fuentes satá-

nicas, y que están vinculados con la magia ne-

los.demás son «paganos, astrológicos, o flora-les y geométricos». Aun teniendo en cuentaque los símbolos geométricos y florales poseensignificados especiales

-aunque a veces aún

no explicados-, éste sería un resumen justodel alcance del simbolismo de los ¡rul/1.

No hay duda de que aparecen varios símbo-fos paganos enlos trulli. El ejemplo más clarode su uso relativamente reciente es la doble v(véase página 2087), el símbolo más corrientedel movimiento fascista italiano. Naturalmen-te, figuraba de forma abundante en la serie de

símbolos pintados para recibir a Mussolinicuando visitó Alberobello en 1934.

Curiosamente, este símbolo pagano tenía unsignificado especial, aunque sólo de forma re-trospectiva se hizo evidente para quienes noestán versados en el ocultismo. Este significa-do depende del hecho de que el símbolo fascis-ta constituye virtualmente una M invertida, lainicial del apellido de Mussolini. Cuando Mus-solini fue fusilado por un grupo de partisanositalianos en 1945, su cuerpo fue colgado cabe-za abajo en una plaza de Milán, para ridiculi-zarlo: el cadáver invertido. como su inicial M.Sólo un ocultista podría haber comprendidotodas las implicaciones que ello conllevaba, yaque en círculos ocultistas se sabía que al dicta-

a'91

2101

Trullide Alberobello

dor le habían pronosticado una muerte violen-ta. El astrólcgo británico que usaba el seudó-nimo «Raphael» publicó sus comentarios so-bre el horóscopo de Mussolini ya en 1932 ypredijo el conflicto europeo, además de la ig-nominiosa muerte violenta de Mussolini. Otrosímbolo del horóscopo de Mussolini es citadocomo presagio de violencia: el que representaal planeta «revolucionario» Urano.

Quienquiera que pintara el símbolo de Sa-turno:

en los techos de los trulli no pudo proponersecon ello dar la bienvenida al líder, ya que Sa-turno es el más ominoso de los planetas astro-lógicos y anuncia grandes males. En algunossentidos. este símbolo aparentemente inocenteseñala directamente una «interferencia, en lacomisión organizadora, ya que dos de esossímbolos fueron pintados ex profeso en los /ru-lli para la visita de Mussolini, y ambos estánpintados exactamente de la misma manera.Existen. por lo menos, doce maneras diferen-tes de dibujar el símbolo moderno de este pla-neta, de modo que podemos deducir que esosdos, idénticos, fueron copiados de la mismafuente. Sin duda las personas que los copiaronno sabían que estaban preparando una toma-dura de pelo ocultista para el dictador.

El predominio de la cruz en los techos de lostrulli sugiere que la mayoría de los símbolosson de origen cristiano. Esto ha influido en lainterpretación de su significado. M.L.T. Ve-rardi, sociólogo italiano que realizó un cuida-doso estudio de los símbolos de Alberobello,subraya mucho este elemento cristiano y, enconsecuencia, no distingue los elementos ocul-tistas cuando aparecen. Por ejemplo, conside-ra el significado del símbolo de Urano:

en términos cristianos,

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La costumbre de pintar símbolosen los tejados de los frul/i parece

estar desapareciendo, comodemuestra esta fotografía deAlberobello. tomada a principios

de los años ochenta (foto CharlesWalker).

parte superior del dibujo deriva de las dos pri-meras letras de la forma corriente JHS, contrac-ción del nombre de Cristo, y la parte inferiorrepresenta a Cristo sentado triunfante en la es-fera del mundo. De hecho, éste es un símbolocorriente de Urano; la n deriva de la inicial delapellido de su descubridor, sir William Hers-chel. Además, si Verardi hubiera examinadouno de los símbolos de «Saturno» con másatención, hubiera observado que el pintor pu-so un punto en el centro del círculo. Esto cam-bia muchísimo su significado, y lo lleva al ám-bito del ocultismo. Este símbolo v su variante:

que también aparece en w trullo son, en reali-dad, las formas simbólicas corrientes del espí-ritu planetario del Sol, denominado Och en losmanuscritos ocultistas medievales. Cada unode los siete espíritus planetarios y los ángelesplanetarios correspondientes poseen un sím-bolo, y también derivan de las tradiciones me-dievales, pero este símbolo de Och es el únicoque ha llegado hasta el techo de un trullo.

Verardi también permitió que su preocupa-ción por el simbolismo cristiano tiñera su inter-pretación del símbolo:

Este aparece en el mismo trullo desde finalesde los años sesenta y ha sido repintado por lomenos una vez. Las primeras fotografías, to-madas durante el período del estudio de Ve-rardi (murió en los años cincuenta), muestranuna ligera distorsión del signo perol en conjun-to, la forma ha sido preservada por el propie-tario con bastante exactitud. Por alguna razón,Verardi vinculó la forma de este signo con uncorazón enúelazado, un símbolo específica-mente cristiano. Esta es una interpretaciónmás que improbable, pero el significado preci-so del símbolo sigue siendo desconocido. Esposible que se trate de un símbolo phi trunca-do, o podría basarse en un signo alquímico delsiglo xvr, empleado para designar el oro, obje-to de las búsquedas alquímicas.

Curiosamente. los símbolos de corazonestraspasados:g\1que, según algunos representan el corazón he-rido de la Madre de Dios y según otros el cora-zón de Jesús atravesado por lalanza del roma-no Longino, parece estar desapareciendo delos techos de los trulli. Fotos tomadas a finalesde los años sesenta muestran claramente estossignos, pero los mismos techos aparecían des-nudos a principios de los ochenta.

La tradición de pintar símbolos en los trullide Apulia, ¿morirá antes de que el enigma desu historia y su origen exacto sea resuelto? Siasí fuera, sería una verdadera pena.insistiendo en que Ia

Mosdr.lo

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*

GOETHEy su sentido del orden; también,en el cuidado con que clasifica-ba y utilizaba los vastos conoci-mientos adquiridos (incluso sededicó a la botánica). Quedanasimismo patentes su lealtad, suconstancia, su senüdo del de-ber: tantas cualidades que lepermitieron asumir el cargo deuministro para todo, de la pe-queña corte de Weimar, en laque supo administrar con hon-radezy precisión los asuntos delgran duque Carlos Augusto.

A pesar de ello. el Goetheque se impondría en la memo-ría de las generaciones futurasno es el escrupuloso funciona-rio-cortesano, sino el Goethe delos demonios, de los abismos in-fernales y celestes, de las pasio-nes tormentosas y culpables; elGoethe de los universos fantás-ücos que se entreabren sólo pa-ra quien consigue desgarrar latela que nos separa de lo desco-nocido: es el Goethe de Escor-

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Un genio

Son numerosas las anécdotasen torno a las presuntas faculta-des paranormales de Goethe.Por ejemplo, la que sigue -en-tre otras- dio que hablar a todala corte de Weimar: una noche,al volver de una cena, quisomostrar a un amigo que le habÍaacompañado hasta su casa laobra que estaba preparando.Lo condujo hasta el umbral desu despacho, abrió la puerta einvitó cortésmente a su huéspeda entrar. Éste, sin embargo, sequedó literalmente clavado enel mismo lugar, con los ojos fue-ra de las órbitas: ante ellos, sen-tado has su mesa y arreglandosus papeles, estaba otro Goetheque. sin sospechar la presenciade los intrusos, continuaba sutrabajo como si nada sucediese.

Los fenómenos de desdobla-miento, bilocación y ubicuidadque hoy son estudiados por losparapsicólogos y despojados detodo su halo mÍstico eran, en elsiglo xvrrr, una clara señal debrujería... o de santidad. Por loque respecta a Goethe, la pri-mera hipótesis le conducÍa a lasegunda, ya que el autor deFausto no escondÍa su interéspor las ciencias ocultas. Ade-más. habÍa creado un personajemanifiestamente demoníaco, loque muestra que Belcebú no leera del todo desconocido.

Goethe nació en Frankfurtdel Main el 28 de agosto de7749. Un examen de su horós-copo (era Virgo con ascendenteEscorpio) ayuda a comprenderlas diferentes facetas de su per-sonalidad. El aspecto de Virgose manifiesta en su amor a lanaturaleza, su afición al estudio

Arriba: Johann Wolfgang vonGoethe, creador de uno de lospersonajes más inquietantes dela literatura universal: elambicioso Fausto.

Abajo a la izquierda: la edic¡ón de1790 del Triunfo de tasensibi lidad; abajo: unailustración extraída del Werther,en una edición de 1790.

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desdoblado

pio, signo de muerte y resurrec-ción, de la pasión que destruyey regenera. del Paraíso conquis-tado pasando por el Infierno.

Como Escorpio, vivió conuna inagotable y vehemente pa-sión innumerables amores que,en cierto sentido, ritmaron sudestino; el fantasma del eternofemenino que planea sobre susobras es la suma de numerososrecuerdos: Gretchen, Friederi-ke, Lotte, Maximiliane, Lili, Au-gusta, de nuevo Lili, la dulceFrau von Stern, Minna... Su pri-mera relación ingenua y senti-mental con Gretchen, a losquince años, determinó sualejamiento. En esa época, losmuchachos excesivamente pre-coces en este tipo de asuntoseran enviados al internado. Estafue la suerte reservada a Wolf-gang, que acabó ignominiosa-mente la primera aventura de suvida entre los muros de la es-cuela de derecho de Leipzig,donde, conforme a los deseosde su padre, hubiera debido po-ner freno a sus excesivos ardo-res. Volvió a los diecinueveaños, en 7768, pero tan depri-mido que cayó enfermo inme-diatamente. Como resultado deuna crisis mÍstica, empezó a in-teresarse por el ocultismo y lamagia, y esbozó un Descensode Cristo a los infiernos. Segui-damente, instaló un laboratoriode alquimia, y se enfrascó, entreretortas y alambiques, en el es-tudio de Paracelso, bajo las tier-nas directrices de una dulceamiga, Susanna Katarina vonKlettenberg.

Ya restablecido, se lanzó a untorbellino de pasiones; sus amo-

res se sucedían en cadena y, aiada lazo que se rompía, Goe-the sentÍa sobre sus hombros el

-, peso de la culpabilidad. Para in-tentar aliviarlo comenzó a escri-bir drámas, tragedias cuyos pro-tagonistas, con los que se identi-{ica, se castigan a sí mismos conuna conciencia exacerbada.Cuanto más amaba, más escri-bía, y escribiría infatigablemen-te hasta los ochenta años...

Pero en el fondo de esta fre-nética actividad sentimental y li-teraria comenzaba a perfilarse laobra que sinteüzarÍa el conjuntode sus experiencias, desde lamagia hasta el amor, del impul-so prometeico a la expiación,del ocultismo a la redención:Fausto.

Fausto es también Goethe, elhombre que pretende elevarsesobre las fuerzas humanas y quepor el contrario cae, quedandoa merced del elemento infernal.«¡Nunca te librarás de los espÍri-tus que evocas!», es la sentenciaque Fausto aprende a sus pro-pias expensas. Evocando el es-pÍritu del Macrocosmos y de laTiena, el viejo doctor atrae aMefistófeles, la encarnación deldiablo que le arrastra a todas lasinfamias mediante el espejismode la fortaleza y de la juventudeterna.

Así Fausto se aprovecha de lainocencia de Gretchen (dulcefantasma de todas las mujeresamadas y después abandona-das por Goethe) y hace de ellauna infanticida. Pero gracias alsacrificio de la desventurada, elprotagonista conocerá la expia-ción y la redención final. Un si-glo más tarde. la vida fuera de locc¡mún de este hombre eterna-mente bello, eternamente jo-ven, inspiró a Oscar Wilde,quien recuperó la leyenda deFausto en El retrato de DoianGray. Pero mientras que el es-

Goethe fue uno de los mejorespoetas alemanes, uno de los quesupieron conferir vida a laimaginación europea. Lospersonajes de Fausfo han sidoadoptados por otros auteresdebido a su profundaautentic¡dad, En Ia parte super¡or,un cartel del Théátre du Soleilpara Méphisto. espectáculodramático inspirado en elpersonaje de Goethe a través deKlaus Mann. Arriba: ilustracióndel siglo xrx parc Fausto,

critor alemán, más oPtimista Y

más confiado en las palabras de

Lutero: Pecca fortiter sed credefortius (uPeca todavÍa más, si

debes creer con más fuerza"\,salva finalmente a su héroe, el

desgraciado Dorian Gray, pro-ducto de un autor y de un siglosin esperanza, pagará con unamuerte sin resurrección.

La alurcinante historia deFausto tiene a menudo como

decorado un telón de fondo ins-pirado por experiencias prácti-cas de magia y ocultismo a lasque Goethe jamás había renun-ciado; basta evocar el clima in-fernal del sabbat de las brujas, lanoche de Walpurgis, en un bos-que inundado por el áliento delmisterio y recorrido por el estre-mecimiento de lo oculto.

El ojo del poeta es capaz depercibir lo invisible, de materiali-zar lo abstracto, de hallar en lanaturaleza lo sobrenatural, por-que «todo lo que existe se pare-cer. Las cosas no son más quelos signos de una realidad másprofunda, que constituye la tra-ma recóndita de la vida del cos-mos y de los individuos.

Goethe era ya octogenario

-aunque aún mantenía la luci-

dez- cuando acabó el Fausto,la obra a la que. tras una seriede inicios y abandonos, habÍadedicado toda su vida. Una vezacabada esta obra, se preparópara morir, porque la existenciade Fausto era su propia existen-cia, vivida en la dimensión fan-tástica de quien sabe liberarsemás allá de la experiencia hu-mana. Como Fausto, había pe-cado; como Fausto, expió susculpas, cumpliendo así su pro-pio desüno, de lo que por otraparte era plenamente conscien-te. Con total lucidez, el20 de ju-lio de 1831 ponÍa fin a su Poe-ma. Siete meses después, el 7de marzo de 7832, expiraba, li-berado de los espÍritus que élaprendiz de brujo había evoca-do imprudentemente.

La traducción de Fausto al castella-no consta en el catálogo de diversas;editoriales.

Créditos de ilustración: Lalance/Ed.Atlas, Dagli Ort/lGDA, Biblioteca Na.cional-París/Ed. Atlas, Costa/lGDA.