bioenergía-oportunidad y riesgo

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Bioenergía: ¿Oportunidad y Riesgo? Daniela Gatica 1 , Laura Jil 1 , Jonathan Paredes 1 , Diego Parra 1 1 Cátedra de Química Ambiental, Facultad de Ciencias Agronómicas, Universidad de Chile RESUMEN Para suplir la demanda energética a distintas escalas de la sociedad, se hace necesario establecer una postura fija al momento de decidir cuál es la fuente o recurso que producirá energía, con el fin de llevar a cabo una sociedad más sostenible. La gran disyuntiva es la elección entre combustibles fósiles ( energía no renovables), y los biocombustibles (energía renovable), pues lo primeros han sido por siglos la principal fuente energética a nivel mundial, y la inserción de las energías no convencionales, como la biomasa, trae consigo cierta incertidumbre, es decir, si realmente son capaces de satisfacer con tal potencia la demanda energética. Es por ello que en esta revisión examinamos distintas consecuencias e implicancias de la utilización de los biocombustibles, pero en un contexto nacional, para determinar si realmente la incorporación de los biocombustibles son un riesgo o una oportunidad para Chile. Palabras clave: Biomasa, Biocombustibles, Biogás, Bioetanol, Biodiesel, Pellets. INTRODUCCIÓN La energía es vital en nuestros días, siendo una clara influencia en el desarrollo socio-económico de las naciones, dentro del panorama energético mundial la mayor proporción de combustibles que se consume en el mundo corresponden a combustibles fósiles pertenecientes al petróleo y sus derivados, como etanol, biodiesel y productos de licuefacción del carbón y el gas, siendo la mayor fuente de energía a nivel mundial, con un aporte de un 35% en combustibles líquidos y un 27% en carbón. En 2009 un 34,8% de la energía primaria provino del petróleo, un 23,8% del gas natural y un 29,4% del carbón (Narváez,

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Bioenerga: Oportunidad y Riesgo?Daniela Gatica1, Laura Jil1, Jonathan Paredes1, Diego Parra11Ctedra de Qumica Ambiental, Facultad de Ciencias Agronmicas, Universidad de Chile

RESUMENPara suplir la demanda energtica a distintas escalas de la sociedad, se hace necesario establecer una postura fija al momento de decidir cul es la fuente o recurso que producir energa, con el fin de llevar a cabo una sociedad ms sostenible. La gran disyuntiva es la eleccin entre combustibles fsiles ( energa no renovables), y los biocombustibles (energa renovable), pues lo primeros han sido por siglos la principal fuente energtica a nivel mundial, y la insercin de las energas no convencionales, como la biomasa, trae consigo cierta incertidumbre, es decir, si realmente son capaces de satisfacer con tal potencia la demanda energtica. Es por ello que en esta revisin examinamos distintas consecuencias e implicancias de la utilizacin de los biocombustibles, pero en un contexto nacional, para determinar si realmente la incorporacin de los biocombustibles son un riesgo o una oportunidad para Chile.

Palabras clave: Biomasa, Biocombustibles, Biogs, Bioetanol, Biodiesel, Pellets.

INTRODUCCINLa energa es vital en nuestros das, siendo una clara influencia en el desarrollo socio-econmico de las naciones, dentro del panorama energtico mundial la mayor proporcin de combustibles que se consume en el mundo corresponden a combustibles fsiles pertenecientes al petrleo y sus derivados, como etanol, biodiesel y productos de licuefaccin del carbn y el gas, siendo la mayor fuente de energa a nivel mundial, con un aporte de un 35% en combustibles lquidos y un 27% en carbn. En 2009 un 34,8% de la energa primaria provino del petrleo, un 23,8% del gas natural y un 29,4% del carbn (Narvez, 2010). Y se estima que para el 2035 los combustibles fsiles seguirn siendo la mayor fuente de energa, lo que genera un gran problema al que se enfrenta la sociedad del siglo XXI producto de la dependencia de los combustibles fsiles como principal fuente de energa, debido al carcter finito del petrleo como recurso natural, los altos costos de obtencin, el impacto negativo sobre el medio ambiente por generacin de energa, el desempleo y bajo desarrollo rural (Narvez, 2010).

En cuanto a la matriz energtica chilena, tambin se encuentra liderada por combustibles fsiles, no renovables que generan una alta contaminacin ambiental, a lo que se suman grandes represas de generacin hidroelctrica. Sus principales sistemas elctricos son el Sistema Interconectado Norte Grande (SING) que cubre las regiones de Arica, Iquique y Antofagasta, con el 23,7 % de la capacidad instalada del pas, cuya generacin est dominada en un 100% por centrales termoelctricas (Chile Sustentable, 2012). Por otra parte, el Sistema Interconectado Central (SIC) representa el 75,2% de la capacidad instalada del pas y su composicin es 50% generacin trmica, 47% hidroelctrica y solo 3% de energas renovables no convencionales. Posee tambin 2 sistemas interconectados ms pequeos en Aysn y Magallanes, los cuales dependen en un 47% y 100%, respectivamente, de combustibles fsiles. Esta situacin ha incrementado fuertemente la contaminacin local de material particulado, dixido de azufre y xidos de nitrgeno, adems de metales pesados como Vanadio, Mercurio y Nquel, lo que ha generado graves impactos al ambiente, a la economa local y a la salud de la poblacin, vindose obligados a declarar como Zonas Saturadas de contaminantes a ciudades como Tocopilla, Huasco y Puchuncav, y establecer Planes de Descontaminacin Atmosfrica en cada una (Chile Sustentable, 2012). Entre los aos 1991 y 2010, el consumo de combustibles fsiles (petrleo crudo y gas natural) aument en un 71,9% y considerando los datos de crecimiento econmico, la demanda energtica en Chile, el aumento exponencial en el consumo de combustibles fsiles, la necesidad de diversificar la matriz energtica, disminuir la dependencia de las importaciones de combustibles y la bsqueda de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero producidos por dichos combustibles, es que se ha convertido en una necesidad la bsqueda de tecnologas alternativas que puedan sustituir o complementar a los combustibles fsiles (Paneque et al., 2011). Las alternativas existentes y dentro de las ms viables se encuentran los biocombustibles como el biodiesel y el etanol, en reemplazo o complemento del disel y gasolina respectivamente, el biogs para el gas natural y los biocombustibles slidos correspondientes a lea, pellets y briquetas. Que son considerados como un tipo de energa qumica que se acumula por medio de los procesos fotosintticos de las plantas, donde su principal fuente de energa corresponde a materiales lignocelulsicos, cultivos agrcolas y no agrcolas, pastos, residuos agrcolas y forestales, plantas acuticas y algas, tambin se consideran como fuentes de energa a los desechos industriales de origen orgnico, residuos animales, residuos slidos municipales, bioslidos, desechos de la industria del papel y de procesamiento de alimentos (Paneque et al., 2011).

En Chile, los principales biocombustibles que se producen, o que se encuentran en estudio, son la lea, el biodiesel, el etanol y el biogs, sin embargo, la discusin sobre la produccin de alimento y energa, es uno de los principales argumentos que avalan la bsqueda de formas de optimizar la produccin de bioenerga (Paneque et al., 2011). El desarrollo de los biocombustibles de segunda generacin es una opcin para nuestro pas, la escasez de tierras con potencial agrcola que imposibilitan la produccin de biocombustibles de primera generacin, hacen que la utilizacin de cultivos alternativos, desechos agrcolas como forestales y residuos de diversas actividades agroindustriales y tambin del tratamiento de aguas, se presenten como una de la alternativa ms viable para la produccin de bioenerga en Chile, como fuente de energa renovable, inagotable, que permite el desarrollo econmico del pas ampliando la matriz energtica, sin deteriorar el medio ambiente si se lleva a cabo con una correcta gestin y poltica ambiental, mejorando las opciones laborales y el desarrollo local.

DESARROLLOCules son las implicancias de aumentar el desarrollo de la bioenerga en la matriz energtica de Chile? La matriz energtica en Chile est actualmente basada en 95,17 % en energa convencional y 4,82% en energas renovables no convencionales (ERNC), de ellas el 50% est hecha a partir de biomasa (Martnez, 2013).

Estudios hechos por el ministerio de energa en 2012 sugieren una mayor diversificacin de la matriz energtica de Chile en los 3 sistemas (SING, SIC y sistemas de la regin de Aysn y Magallanes), aumentando ms el rol de las ERNC (teniendo en cuenta que la participacin de las ERNC en el sistema en su conjunto es de menos del 5%), por lo cual un aumento de la bioenerga al ser un actor importante en las ERNC contribuira a una mayor diversificacin de la matriz, obteniendo una red ms robusta para Chile (MINENERGIA, 2012). Por otro lado, una de las desventajas que conlleva la generacin de bioenerga es que esta tiene una baja capacidad calorfica en comparacin a combustibles fsiles, adems de que la biomasa disponible se encuentra dispersa a lo largo del territorio nacional, aumentando los costes por transporte (Martnez, 2013).

La competitividad econmica de la biomasa como fuente de combustible en el mercado energtico depende exclusivamente del precio de los combustibles fsiles. Por lo cual, es importante evaluar cul es el impacto socio-econmico que tiene el aumento de la bioenerga dentro de la matriz energtica y as prevenir altos costos energticos para la poblacin. De esta forma, Jack y Hall (2010) han estimado que la bioenerga obtenida a partir de una explotacin forestal en Nueva Zelanda resulta ser una opcin ms rentable que el petrleo, el cual al ser de carcter finito y de alta demanda mundial, sus costos de obtencin van en aumento de forma exponencial con el tiempo. Tambin existen cultivos energticos tales como, cereales y arbustos que pueden crecer en ambientes ridos y que poseen una alta capacidad calorfica, equivalente a un 41-64% de los combustibles fsiles ms utilizados y con baja demanda hdrica siendo posibles alternativas para reducir los precios energticos, especialmente las provenientes del petrleo (Iglesias y Taha, 2010). Generando mayores puestos de empleo que mejoraran la economa local, al haber mayor demanda de mano de obra local (Doussoulin, 2007), por otra parte Doussoulin propone el norte de Chile como potencial proveedor de biomasa, debido a que, la zona posee una alta oferta de radiacin solar, siendo esta de 6 KWH2/da como valor medio anual. Adicionalmente un aumento de la biomasa conlleva a un aumento de cultivos (nativos o exticos), que si son bien manejados ayudan a restaurar suelos degradados (Paneque et al., 2011), teniendo en cuenta que chile posee alrededor de un 50% de suelos con algn grado de degradacin, es una alternativa vlida para solucionar o disminuir esta problemtica ambiental. Por lo que aumentar el desarrollo de la bioenerga como parte de la matriz energtica de Chile, proporcionara una mayor diversificacin de dicha matriz, disminuyendo la dependencia de los combustibles fsiles como fuente de energa, generando mayores oportunidades de trabajo para la poblacin, mayor competitividad econmica de fuentes de energa, que podran disminuir los costos de obtencin de esta y minimizar los problemas ambientales ocasionados por las fuentes de energa convencional.

Qu consecuencias trae aumentar la superficie agrcola para combustibles? Chile tiene potencial para producir biocombustibles slidos, lquidos y gaseosos de primera y segunda generacin, a partir de biomasa generada por el sector silvoagropecuario del pas.Las condiciones climticas presentes en Chile permiten la adaptacin de numerosas especies vegetales, para la generacin de biomasa que puede ser transformada en bioenerga, sin embargo la principal limitante para la produccin de biocombustibles de primera generacin, es la escasez relativa de terrenos agrcolas cultivables (ODEPA, 2007).

Segn la clasificacin de uso de suelo, Chile presenta un 39% -de 51,7 millones de hectreas -apropiado para cultivos energticos, entre los que se consideran las clasificaciones de: Suelos de barbecho (en la regiones de Coquimbo, Maule y Bio bio), matorrales (en las regiones de Valparaso, Maule, Los Lagos y Aysn) y los terrenos estriles y no productivos (en las regiones de Atacama, Coquimbo, Los Lagos y Aysn) (ODEPA, 2007).

Junto con la limitante de terrenos agrcolas, se suma la escasez hdrica que presenta el pas, no obstante, lo anterior se convierte en un desafo para el sector agrcola y forestal, ya que una capacidad tcnica y especializacin de agricultores, con ayuda institucional normativo y econmico se puede revertir estas limitantes, como la incorporacin de biotecnologa para la reduccin de los costos de produccin.

Por lo tanto desde la mirada de la agricultura la produccin de biocombustibles, pueden verse como una alternativa para el uso de territorios marginales o simplemente de mercado, para mejorar la rentabilidad. Sin embargo, su produccin utilizando especies de uso alimentario, puede transformarse en un alza desmedida de los alimentos, o utilizndose especies sin valor alimentario, causar una ocupacin irracional de suelos agrcolas o de importancia ecolgica, provocando a su vez disminucin de la oferta de productos agrcolas (Iglesias, 2010).

Frente a esta disyuntiva, la ODEPA (Oficina de Estudios y Polticas Agrarias) declara que no se promueve el reemplazo de la produccin de alimentos en suelos agrcola. Adems el procesamiento de biomasa para generar biocombustibles, genera residuos de la actividad silvoagropecuaria primaria, que en la actualidad posibilitan la generacin de energa, es decir, biocombustibles de segunda generacin.

Cmo el desarrollo de los biocombustibles puede generar desarrollo local? La produccin de biocombustibles podra fomentar considerablemente el desarrollo rural, especialmente cuando se utilizan materias primas confeccionadas localmente (Dubois, 2008). Entre los beneficios que puede contribuir al desarrollo rural son (Dubois, 2008): Ms energa disponible y por ende ms servicios (produccin, hogar, comunitario, etc.). Ms empleos directos e indirectos, sobre todo en proyectos de produccin de biocombustible basados en agricultura. El desarrollo de nuevos tipo de agricultura diversifica la posibilidad de ingresos.Dubois (2008), concluye que es posible que los sistemas de biocombustibles sean capaces de satisfacer realmente las necesidades locales y contribuir a la reduccin de la pobreza y a la seguridad alimentaria.

Sin embargo, la generacin de biocombustibles potencialmente trae efectos negativos, tanto por la deforestacin como por la competencia entre la produccin de alimentos y la produccin de cultivos energticos (Dubois, 2008). Este escenario ha determinado que surja una demanda de instrumentos de sostenibilidad tales como normas, criterios e indicadores cuya aplicacin debe ceirse a reglamentacin obligatoria o planes voluntarios (Dubois, 2008). En este sentido, para asegurar que los biocombustibles contribuyan a desarrollar la seguridad alimentaria y la reduccin de la pobreza deben fomentar las estrategias en materia de medios de vida de pequeos productores y comunidades de zonas rurales (Dubois, 2008). Por lo cual, las polticas y estrategias deberan tener un carcter adaptativo, conformarse a un proceso de aprendizaje, a la dinmica de los cambios medioambientales y socioeconmicos y finalmente, considerar la dimensin poltica del uso de la tierra y la ordenacin de los recursos naturales (Dubois, 2008).

En Chile, la comisin nacional de energa (CNE) ha iniciado mejoras en las polticas de energa; principalmente en igualar las condiciones de implementacin de las energas renovables no convencionales frente a las fuentes tradicionales, y as incentivar el desarrollo de las energas renovables no convencionales (Mocrquer y Rudnick, 2004).

Por otra parte, la ley 19.940 modific la ley general de servicios elctricos, incorporando perfecciones al marco regulatorio de acceso a los mercado de generacin elctrica conectada a la red para pequeas centrales de generacin, mbito en el cual preferentemente se desenvuelven los proyectos de energas renovables no convencionales (Mocrquer y Rudnick, 2004). Principalmente, esta ley asegura el derecho de los propietarios de medios de generacin elctrica a vender su energa en el mercado elctrico y la obligacin de las empresas distribuidoras a permitir la conexin de pequeas centrales a su distribucin (Mocrquer y Rudnick, 2004).

Actualmente, la ley 20.257 (2008) y 20.698 (2013) fomentan la implementacin de energas renovables no convencionales. En particular, la ley 20.257 establece que los proyecto con una capacidad mayor o igual a 200 MW, 10% debe corresponder de ERNC. Por otra parte, la ley 20.698 establece que las ERNC debern componer en un 25% la matriz energtica para el ao 2025.

ANLISIS Y DISCUSINLa ausencia de grandes reservorios de combustibles fsiles en Chile y el constante aumento de energa que necesita el actual modelo de desarrollo econmico, urge generar cambios en la matriz energtica chilena. No solo por los costos econmicos asociados a la escasez del recurso, sino por altos impactos ambientales que implica la quema de combustibles fsiles.

La baja participacin de las ERNC en la actual matriz energtica que presenta el pas (menos del 5%), deja establecido que an falta mucho por avanzar en materia energtica, por lo que el establecimiento de una poltica de largo plazo que incorpore a las ERNC.

En este sentido, la legislacin chilena ha logrado actualizarse permitiendo el fomento de nuevas proyectos energticos en base a energas renovables no convencionales. Sin embargo, no ha sido capaz de limitar el ingreso de nuevos proyectos energticos en base a combustibles fsiles, por lo cual, sigue existiendo el riesgo de que nuevas zonas se conviertan en zonas de saturacin ambiental.

En especfico, los residuos que genera el sector agrcola seran la principal fuente de biomasa, para combustibles de segunda generacin en Chile, ya que la utilizacin de superficie agrcola presenta las limitaciones de escasez hdrica y de tierras cultivables, adems de contribuir a la competencia econmica con especies vegetales. Por ello, la utilizacin de los residuos de este sector, permite a los biocombustibles ser la alternativa para cambiar la actual matriz energtica del pas a nivel local, sin ser excluyente la utilizacin de otras ERNC.

Sin embargo, la implementacin de los biocombustibles tanto de primera generacin como de segunda generacin, podran de igual forma generar un desajuste en los precios de los alimentos aumentando su valor debido a la creencia o temor de las personas de una posible escasez de alimentos, independiente de si esta condicin es generada o no, el temor a la alza de los precios promueve a los productores al aumento de los precios de venta de la produccin.

Finalmente, es probable que a mayor eficiencia de este tipo de tecnologas y mayores posibilidades de ejecucin, muchos agricultores tiendan a preferir implementar dicha tecnologa, en vez de seguir con la produccin de alimentos tradicional. Esto claramente podra afectar el stock de alimentos disminuyendo su cantidad de produccin, generando una desestabilizacin econmica producto del aumento de los precios de estos, sin embargo, creemos que dicha desestabilizacin solo se dara mientras el modelo econmico y energtico del pas se reajuste y la situacin se normalice. En este sentido, toda modificacin o implementacin de tecnologas o materias, genera un desequilibrio de lo tradicional, y basado en la resiliencia de los sistemas econmico-sociales y polticos dichas alteraciones se normalizarn con el tiempo, hasta llegar a un estado o proporcin que se considera como normal.

CONCLUSINLa bioenerga podra ser una fuente ERNC que podra cambiar el actual paradigma energtico chileno bajo una perspectiva del desarrollo local y la conservacin de la naturaleza, si su implementacin se hace de forma ticamente responsable. Sin embargo, no debe plantearse como nica solucin al problema y debe pensarse de forma integrada con otras fuentes de ERNC y con un ordenamiento territorial basado en mantener las dinmicas ecolgicas locales y globales. En consecuencia, la bioenerga ayudara a superar la pobreza en ambientes rurales y generar desarrollo, debido a su carcter agropecuario y a la disponibilidad energtica para el uso de servicios bsicos (luz, salud, educacin, etc.), adems de mejorar la economa local como nacional y diversificar la matriz energtica de Chile, con lo que podra disminuir las dependencias de los combustibles fsiles. Cabe destacar adems que, el uso de cultivos energticos podra satisfacer parte de la demanda energtica minera, inclusive de manera sectorial, aplicando su uso en los sectores cercanos a las mineras. Por otra parte, no aumentan las concentraciones de CO2, no emiten contaminantes cancergenos, no est limitada al clima debido a la existencia de especies energticas adaptadas y su funcionamiento podra contener planes para conservar la biodiversidad en esos ambientes.

El desarrollo de una nueva actividad econmica en torno a la bioenerga genera efectos positivos adicionales, como el desarrollo de las zonas agrcolas deprimidas, la optimizacin del uso de la tierra en la agricultura, el desarrollo de nuevos mercados y la creacin de nuevos puestos de trabajo. Sin embargo, se deben tener en cuenta los riesgos que podra conllevar el uso de esta tecnologa, como por ejemplo, que poblacin local no sea la que se beneficie realmente con el auge de las materias primas sino, ante todo, los grandes grupos empresariales que dominan el mercado mundial como nacional. Como se ha visto con la explotacin de las fuentes energticas fsiles y con la agricultura de exportacin de frutas tropicales y forraje para animales, cuyas ganancias permanecen en manos de pocas empresas y no fomentan un desarrollo regional integral.

Otro riesgo que se discute, es si la creciente demanda de plantas para el abastecimiento energtico ya sea de primera generacin como de segunda generacin no va en detrimento de la produccin de alimentos, que podra conducir a un aumento de los precios de muchos alimentos y del combustible, contribuyendo de esta manera a incrementar el hambre y la pobreza. Evidentemente esta situacin puede convertirse en un riesgo econmico para la poblacin, sin embargo la situacin es mucho ms compleja pues hoy en da se producen alimentos suficientes para alimentar a toda la poblacin mundial, por lo que el hambre no es consecuencia de un dficit de produccin, sino ms bien de la injusta distribucin y falta de acceso a los recursos de produccin y a ingresos, as como en un injusto sistema de comercio mundial.

La tecnologa de los biocombustibles pueden contribuir a la proteccin del medio ambiente y el desarrollo local, si para implementarla no se hace una tala de bosques desmedida y si los cultivos de plantas energticas cumplen ampliamente los criterios de sostenibilidad ecolgicos y sociales que se requieren para su implementacin. Es por esto que la tarea imperante a nivel gubernamental es la de generar polticas que regulen y fomenten el desarrollo sostenible de la bioenerga, a travs de normas, planes y programas de educacin que incentiven la produccin de cultivos energticos considerando los objetivos de conservacin de la biodiversidad y desarrollo social en los sectores rurales, hasta la utilizacin de los residuos en el sector urbano.

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