boletin de septiembre de la hermandad de las angustias
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Pontificia, Real y Centenaria Hermandad y Cofradía de Nuestra
Señora de las Angustias
Real Iglesia de San PabloCórdoba
Boletín informativo número 40Septiembre de 2010
Consejo Editorial:Antonio López de Letona Natera
Luis López de Letona NateraLuis Miranda García
José Carlos Sillero Fresno
Fotografías de portada:Jesús Ruiz (exterior)
Valentín Moyano (interior)
Fotografías de contraportada:Jesús Ruiz (interior)
Fotografías del interior:Jesús Ruiz
Valentín MoyanoRoberto Villarrica
Álvaro HerasArchivo de la Hermandad
Maquetación:Luis López de Letona Natera
El Consejo Editorial y la Junta de Gobierno no comparten necesariamente las opiniones
expuestas en los textos firmados.
Contacte con nosotros en [email protected] o [email protected]
Pueden consultar la información actualizada de todos los cultos y actos de la Hermandad en nuestra página web: www.lasangustias.es
ÍNDICE
4 Editorial: El camino hacia nuestro futuro6 Saludo del Hermano Mayor7 María Corredentora8 Actualidad9 Restauración de Nuestra Señora de las Angustias10 Resumen de la Cuaresma y Semana Santa12 Formación: El significado de ser cofrade15 Intenciones del Triduo16 Cartel de Cultos18 La flor en los pasos de misterio22 Entrevista a Antonio Moreno Pozo24 Las otras hermandades de Juan de Mesa28 Tres hermanos en el cielo30 Bendición del Arzobispo de Santiago de Compostela
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El camino hacia nuestro futuroEDITORIAL
El pasado mes de julio recibíamos en la Hermandad con alegría la Bendición del señor Arzobispo de Santiago de Compostela, don Julián Barrio Barrio. Resulta muy especial esta deferencia que con nosotros ha tenido el prelado de la capital gallega ya que como es sabido durante 2010 celebramos el Año Santo Compostelano. Aprovechemos esta gracia recibida y optemos en este nuevo curso cofrade que comienza por tomar como ejemplo la figura del apóstol Santiago, fijarnos en el esfuerzo extraordinario que hizo en su vida por expandir la Buena Noticia y que luego se vio reflejado en unos resultados grandiosos para la propia historia del cristianismo y muy especialmente para la de España. Veámosnos todos como lo que somos, sucesores de ese bellísimo trabajo, ejerciendo nuestra responsabilidad de cristianos con la alegría, la inquietud e incluso el descaro que como creyentes tenemos que tener y que la sociedad actual nos exige que hagamos.
Son cuantiosos los proyectos que tenemos por delante para los próximos meses. A buen seguro que a diario todos nosotros nos acordamos de Ellos, de nuestros Sagrados Titulares, que continúan siendo sometidos a un minucioso proceso de restauración en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. Ya queda menos para volver a tenerlos entre nosotros, pero en el próximo triduo es posible que sintamos un enorme vacío en la capilla, pero sin duda Ellos estarán presentes en nuestros corazones y “todos unidos en armonía” (1 Pe. 3, 8) volveremos a celebrar la festividad de los Dolores Gloriosos de María.
Continuamos nuestra peregrinación en la vida, una peregrinación que ha llevado a nuestra Hermandad a superar con ilusión los cuatro siglos y medio de vida. Nos dice San Pablo en su carta a los Romanos: “nos alegramos también en los sufrimientos, conscientes de que los sufrimientos producen la paciencia, la paciencia consolida la fidelidad, la fidelidad consolidada produce la esperanza y la esperanza no nos defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos ha dado” (Rom. 5, 3-5). ¡Cuánta docencia para la vida en apenas
unas líneas nos deja aquí San Pablo! Se nos abren nuevos horizontes, posiblemente repletos de sufrimientos e inquietudes, pero a buen seguro que cargados de esperanza que nos llevará por el buen camino. Tomemos pues las palabras del Apóstol de los Gentiles como impulso para comprometernos de lleno con nuestra Hermandad, que no es otra cosa que hacerlo con nosotros mismos.
Posiblemente será en poco tiempo cuando todos seamos citados para decidir la vuelta, después de cincuenta años, a la iglesia de San Agustín. Con este hecho se cumpliría el compromiso de la actual Junta de Gobierno de trabajar por el regreso a la que fue nuestra iglesia durante cuatro siglos y ese histórico reencuentro con nuestras raíces tiene que ser tenido muy en cuenta por todos nosotros. Va a cumplirse ahora un año de la exposición Angustias: Fe, Historia y Patrimonio, con la que cerrábamos los actos conmemorativos del CDL aniversario fundacional. Fue ahí cuando la posible vuelta a la iglesia dominica adquirió su mayor impulso. Casi un centenar de vecinos se hicieron hermanos de nuestra Cofradía, más de cinco mil firmas pedían la vuelta definitiva y fueron numerosos los ánimos recibidos para hacer posible el por muchos ansiado regreso desde otras cofradías e instituciones públicas, sin olvidar la enorme repercusión mediática que tuvo la Hermandad durante esas jornadas. En definitiva fueron días para tener presentes ahora, en el momento en el que tenemos que ir dándole forma a una decisión que a buen seguro será impactante para nuestro futuro. Desde el respeto a todas las opiniones pensemos en el camino que como peregrinos hemos de recorrer y tengamos siempre presente, sobre todo aquel que mantenga dudas, a Jesús cuando dijo antes de resucitar a la hija de Jairo: “no tengas miedo; tú ten fe y basta” (Mc 5, 36) y participa una vez llegado el momento en el futuro de nuestra Hermandad.
Recemos todos para que Nuestra Señora de las Angustias y su Bendito hijo nos acompañen siempre en nuestro peregrinar y que nos hagan hacerlo con alegría, inquietud, descaro, esperanza y sobre todo sin miedo.
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El delicado momento por el que atraviesa la economía en toda España ha sido
uno de los motivos por los que el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico ha
decidido no sufragar todos los trabajos, sino únicamente los que corresponden a
la restauración del Santísimo Cristo.
Por tanto, la restauración de la imagen de Nuestra Señora de las
Angustias debe corresponder exclusivamente a nuestra Hermandad.
Consciente del amor y la devoción que por nuestros Titulares sienten todos los
hermanos y apelando a la responsabilidad que supone conservar una joya
artística y devocional de incalculable valor como es la Santísima Virgen de las
Angustias, la Hermandad ha habilitado una cuenta invitando a colaborar
económicamente con estos trabajos en la medida de nuestras posibilidades.
Cualquier cantidad, por pequeña que puede parecer, es importante en estos
momentos.
¡¡COLABORA!!
(J.
Ruiz
)
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A. López de LetonaHermano Mayor
Saludo del Hermano Mayor
Con verdadero mimo y con una precisión digna del mejor de los cirujanos, los responsables del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico están llevando a cabo el encargo que unánimemente les realizó nuestro Cabildo General de Hermanos: la restauración de las que son, sin ningún lugar a dudas, unas de las más bellas joyas de escultura barroca española.
Los trabajos avanzan con la lentitud que requieren las grandes obras pero ya se puede vislumbrar la belleza renovada con la que nos veremos sorprendidos cuando, en la primavera del próximo año, Nuestra Señora de las Angustias y su Santísimo Hijo vuelvan a nuestra ciudad.
Es lógico que durante todo este tiempo en que Nuestras Sagradas Imágenes se encuentran fuera todos nosotros sintamos un vacío al acercarnos a la capilla de la Hermandad. Pero como cristianos sabemos que sólo faltan las Imágenes porque allí, como en todas partes, podemos sentir la presencia de Nuestro Señor y de María. Es por eso, desde el profundo convencimiento que nos da nuestra fe, por lo que no debemos dejar de acercarnos allí y rezar, especialmente durante la celebración del próximo Triduo.
Hace algunos días la Junta de Gobierno decidió que debíamos abrir la posibilidad de que todas las personas que quisiesen pudieran colaborar a sufragar los gastos que va a suponer la restauración. Esta decisión obedecía de un lado al ofrecimiento que nos habían hecho algunos hermanos de realizar donativos, y por otro como medida extraordinaria que nos permitiese afrontar esos gastos sin perjudicar la marcha del resto de proyectos de la Hermandad.
Así quiero agradecer las aportaciones que, tanto hermanos de la Cofradía como devotos ajenos a ella, continúan haciendo y animar a todos los que lo deseen a colaborar en la medida de sus posibilidades.
Por último, no puedo terminar estas palabras sin recordar que el vacío que nos produce la ausencia de Nuestros Titulares solo puede compararse con el que algunos hermanos han dejado en nuestros corazones. Desde la publicación del último boletín hemos sufrido la pérdida de tres hermanos que han pasado a formar parte de nuestra historia reciente. Conchita Cantueso, Miguel Salcedo y Rafael Ortiz descansan ya con total seguridad en los brazos de la Virgen de las Angustias. Para ellos nuestras oraciones y para sus familias todo el cariño que esta Hermandad es capaz de dar.
(J.
Ruiz
)
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Francisco Javier CañeteConsiliario
María Corredentora
Queridos hermanos:
En primer lugar mandaros un saludo al iniciar un nuevo curso e invitaros, como María, Ntra. Sra. de las Angustias, a estar abiertos a la llamada que cada día nos hace el Espíritu Santo a vivir nuestra fe unidos a Cristo por medio de María, la Mujer contemplativa que supo siempre escuchar los planes de Dios sobre ella y la humanidad. Por eso mereció el título de Corredentora.
¿Qué significa que María sea Corredentora? El uso que la Iglesia Católica da al título "Corredentora" aplicado a la Madre de Jesús, de ninguna manera sitúa a María a un nivel de igualdad con Jesucristo, el divino Redentor. Existe una diferencia infinita entre la persona divina de Jesucristo y la persona humana de María. Antes bien, la enseñanza papal ha hecho uso del título "Corredentora" para referirse a la eminente y singular participación que tuvo la Madre de Jesús, secundaria y subordinada a su divino Hijo, en la obra de la redención humana.
El término "Corredentora" se traduce correctamente como "la mujer con el Redentor," o literalmente como "la que restaura de nuevo con (el Redentor)." El prefijo "co" viene del latín "cum," que significa "con" y no "igual a." Por lo tanto Corredentora, aplicado a María, se refiere a su singular cooperación, secundaria y subordinada a su divino Hijo Jesucristo, en la redención de la familia humana, conforme lo atestigua la Escritura.
María, al dar su "fiat" voluntario y eficaz a la invitación del ángel Gabriel para convertirse en la Madre de Jesús, "hágase en mí según tu palabra" (Lc. 1:38), cooperó de modo eminentísimo a la obra de la redención, dándole al Redentor un cuerpo que sería el instrumento mismo de la redención humana. "...somos santificados, merced a la oblación de una vez para siempre del cuerpo de Jesucristo" (Hb. 10:10), y Jesucristo toma de ella la naturaleza humana, gracias al consentimiento voluntario, eficaz y del todo singular de la Virgen María. En virtud de
haber dado carne a la "Palabra hecha carne" (Jn 1:14), quien a su vez redimió a la humanidad, la Virgen de Nazaret merece de modo enteramente impar el título de Corredentora.
Sin embargo el papel de María como Corredentora, subordinado a su divino Hijo, llega a su culminación al pie de la cruz en donde, sufriendo profundamente, une obedientemente su corazón de Madre a los sufrimientos del corazón del Hijo consintiendo con el plan de redención del Padre (cf. Ga. 4:4). Como fruto de este sufrimiento redentor, el Salvador crucificado da a María como Madre espiritual de todos
los pueblos, "´Mujer, he ahí a tu hijo´. Luego dice al discípulo, ´He ahí a tu madre´" (Jn. 19:27).
"Corredentora," a la usanza de los Papas, no significa que María sea una diosa semejante a Jesucristo, más que la identificación de San Pablo de todos los cristianos como "colaboradores de Dios" (1 Co. 3:9), no significa que los cristianos son dioses a la semejanza del único Dios. Todos los cristianos están legítimamente llamados a ser colaboradores o
"corredentores" con Jesucristo (cf. Col. 1:24) al recibir y cooperar con la gracia necesaria para la propia redención y la redención de otros.
Ante esta llamada que Jesús nos hace, único centro y fundamento de nuestra fe y de nuestra salvación, debemos responder al igual que María para ser también cada uno de nosotros colaboradores en la obra de nuestra redención y la de los hermanos. Por eso, ante el nuevo curso, os invito a participar y profundizar en una formación madura y coherente de nuestra fe y todos juntos avanzar y corregir los errores y deficiencias que podamos tener.
Esperando el podernos ver participando en los actos que nuestra hermandad organice (charlas, reuniones de formación, retiros, eucaristías…) me despido de vosotros.
Inmaculada Concepción de Murillo(Museo Nacional del Prado)
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ActualidadLuis Miranda
Secretario
El hermano mayor, Antonio López de Letona Natera, ha acometido una reforma en la Junta de Gobierno que preside, a la que se han incorporado cuatro personas que sin duda darán un nuevo impulso al trabajo que se está haciendo desde hace dos años y servirán con abnegación y brillantez a su cofradía. Tras este proceso, la Junta de Gobierno queda como sigue:
Hermano mayor: Antonio María López de Letona Natera.Consiliario: Rvdo. P. Francisco Javier Cañete Calero.Vicehermano mayor: Luis María López de Letona Natera.Secretario: Luis Miranda GarcíaTesorero: Ricardo Moyano González.Vicetesorero: David Morante LópezMayordomo: Rafael González HidalgoRector de Procesión: Pedro Pablo Castro Benítez.Rector de Formación: Antonio Valdenebro de la Cerda.Rector de Cultos: José Carlos Sillero Fresno.Rector de Caridad: José María Bujalance Sánchez.Cronista-Archivero: Manuel Ruiz-Maya Jiménez.Albaceas: Rafael de la Calzada Rodríguez de Austria, Inmaculada González Salas, María del Carmen de la Calzada Rodríguez de Austria y José Luis Pulido Ortiz.
Cientos de cordobeses pasaron a despedirse de Nuestra Señora de las Angustias y de su Hijo en el besamanos y besapiés extraordinarios que se celebraron el sábado 10 y el domingo 11 de abril en la Real Iglesia de San Pablo, justo antes de que comenzara la restauración en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. Era una ocasión excepcional contemplar a las dos imágenes juntas y tan próximas a los fieles. Una misa celebrada el domingo día 11 sirvió para despedir a los titulares, con el acompañamiento desinteresado de varios miembros de la coral Cantabile.
La hermandad volvió a celebrar, con notable éxito, el Festival de Música de los Patios Cordobeses en la plaza de San Agustín, por segundo año consecutivo. La cita sirvió para estrechar lazos con el que siempre será nuestro barrio, pero también para conseguir recursos económicos que ayuden a la hermandad en los importantes proyectos que se desarrollan en estos meses. El buen ambiente festivo en la plaza y el clima de convivencia hicieron del festival todo un éxito.
Varios hermanos de probado amor a nuestra cofradía han partido en los últimos meses de esta vida y ya están en el regazo de Nuestra Señora de las Angustias. En abril nos dejaron Eulalia Fernández Calderón, muy vinculada a la cofradía durante gran parte de su vida, y Conchita Cantueso Cárdenas, que hasta su fallecimiento era la hermana con más antigüedad. Su presencia, en los últimos años sola y antes junto a su hermano, el querido dominico Fray Rafael María Cantueso, fue constante en la vida de la hermandad. Poco después falleció Miguel Salcedo Hierro, cronista oficial de Córdoba y hermano de la cofradía desde los años 30. En el recuerdo de quienes lo vivieron quedarán los regresos a la plaza de San Agustín, cuando don Miguel subía a un balcón y declamaba poemas dedicados a Nuestra Señora de las Angustias. Fue el pregonero de la Coronación Canónica de la Virgen en 1987. El pasado verano falleció Rafael Ortiz Costi, miembro de la junta de gobierno de la hermandad durante muchos años en los que siempre destacó por su entrega y dedicación, y esposo de Carmen Espinosa, dama camarera de Nuestra Señora de las Angustias.
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El proceso de restauración de Nuestra Señora de las Angustias
Los técnicos del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico continúan con su labor restauradora y los trabajos avanzan según las previsiones iniciales. De este modo y salvo imprevistos graves de última hora, nuestros Sagrados Titulares estarán de vuelta en Córdoba en el mes de marzo o abril de 2011 y la Estación de Penitencia se desarrollará con total normalidad.
Según la información facilitada a la Comisión de la Restauración y a los miembros de la Junta de Gobierno por Doña Cinta Rubio y Doña Maite Leal, las expertas restauradoras que han asumido la realización de estos trabajos, hasta el momento se ha procedido a la desinsectación preventiva de la imagen de la Virgen, tarea que se desarrolló durante las primeras semanas de su estancia en Sevilla. La imagen del Cristo no presentaba ningún rastro de posibles ataques xilófagos por lo que la labor de desinsectación no ha
sido considerada necesaria.
En ambas imágenes se está procediendo a la fijación de levantamientos en los estratos polícromos mediante la aplicación de adhesivos compatibles con los materiales y técnicas originales de la obra. También se están realizando en la actualidad la limpieza de los depósitos de hollín y suciedad acumulada de forma superficial, así como la remoción de barnices y la eliminación de repintes alterados.
En lo meramente estético empieza ya a vislumbrarse el aspecto que tendrán nuestras Sagradas Imágenes una vez que finalice la intervención y el resultado es imposible de describir con palabras. Las sabias manos de los técnicos del Instituto están devolviendo a la obra cumbre de Juan de Mesa el esplendor que el paso del tiempo había ido deteriorando.
El Obispado de Córdoba ha digitalizado varios de los documentos más importantes de la historia de nuestra Hermandad como el Acta Fundacional de 1558, el primitivo Libro de Reglas aprobado en 1570 o la documentación relativa al pleito con los Agustinos por la Posesión de nuestras imágenes. Esta generosa y desinteresada colaboración nos permitirá dar a conocer nuestro patrimonio histórico a cuantos historiadores e investigadores lo requieran sin poner en peligro su integridad. La Junta de Gobierno desea mostrar su agradecimiento al Servicio de Archivo del Obispado y, de forma muy especial, a Don Juan Luis Arjona Zurera por su inestimable ayuda.
El pasado 12 de junio tuvimos la ocasión de disfrutar de una magnífica excursión a Sevilla por invitación de la Hermandad de Montserrat. En dicha jornada, acompañados en todo momento por varios cofrades de Montserrat encabezados por Don Juan Coto Domínguez, Hermano Mayor de dicha corporación sevillana, pudimos visitar el Convento de Santa Paula, la Hermandad del Silencio, la Capilla de Montserrat y la Parroquia de la Magdalena. Tras el fraternal almuerzo que compartimos en su casa de hermandad, se hizo entrega de un cuadro de Nuestros Titulares en la iglesia de San Agustín como muestra de nuestro agradecimiento por su impagable hospitalidad. Finalizada la convivencia y antes de volver a Córdoba, se realizó la obligada visita al Señor del Gran Poder y contemplamos la salida extraordinaria con la que la Hermandad de la Estrella celebró su CDL Aniversario.
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Luis MirandaSecretario
Resumen de la pasada Cuaresma y Semana Santa
Llegó la Cuaresma de 2010, aquella en la que los hermanos de las Angustias vivimos con la intensidad de quienes sabían que tenían que despedirse de sus amadísimos titulares durante un largo tiempo para la larga y necesaria restauración que actualmente se desarrolla en las instalaciones del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico en Sevilla.
El día 28 de febrero comenzó el tradicional Septenario en honor de Nuestra Señora de las Angustias, vestida para la ocasión con el manto morado que bordaron en 1976 las Adoratrices del Santísimo de la Puerta del Colodro. El color que en la liturgia indica la penitencia presidió también el solemne altar de cultos, exornado con iris morados que unían la belleza con la austeridad que marca la Cuaresma. Pero si hermosa era la plasticidad del altar, en la memoria de los asistentes quedará la predicación del padre dominico Miguel Ángel Vílchez Torés, prior de la comunidad de San Agustín, que demostró un deslumbrante dominio de la oratoria y que logró mover a la reflexión y a la conversión con una serie de homilías de excelente preparación y contenido.
El domingo 7 de marzo se celebró la Fiesta de Regla con la presencia de numerosas hermandades y autoridades, a cargo del mismo orador sagrado, y con el acompañamiento del coro de la parroquia de Santa Marina de Aguas Santas, que recuperó para las celebraciones una importante pieza musical dedicada a Nuestros Titulares: la “Plegaria a Nuestra Señora de las Angustias”, que compuso Enrique Báez con letra de Manuel Revuelto Nieto y que en el pasado se escuchaba con bastante frecuencia. Al ofertorio juraron las reglas de nuestra cofradía casi cuatro decenas de nuevos hermanos, la mayoría vecinos de San Agustín, que confirmaron que la relación entre la cofradía y su barrio ha vuelto a florecer con más fuerza que nunca.
El 24 de marzo comenzó el besapiés del Santísimo Cristo de las Angustias, que se prolongó hasta el día 26, Viernes de Dolores, en que se celebró el tradicional Via Crucis con la imagen del Señor por el interior de San Pablo. Nuestro amado Titular, realzado en unas andas que recordaban a los catafalcos de otros tiempos, caminó con absoluta solemnidad por el templo entre el recogimiento de los hermanos y el
(J.
Ruiz
)
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acompañamiento del cuarteto de cuerda Cámara Nova. Los textos preparados por nuestro consiliario, el Padre Don Francisco Javier Cañete Calero, sirvieron para fomentar la meditación en las catorce estaciones.
Llegó así el esperado Jueves Santo, en que Nuestra Señora de las Angustias volvió a recorrer las calles de la ciudad en uno de los momentos más altos de la Semana Santa cordobesa. Para este año, la Junta de Gobierno optó por dar continuidad a la línea iniciada el año pasado en el exorno floral, con un leve cambio. A los pies de los titulares, y sustituyendo el Calvario que simulaba rocas que realizara Miguel Arjona en los años noventa del pasado siglo, se dispuso una alfombra de iris morados, mientras que en las jarras de plata de las esquinas se colocaron elegantes ramos de rosas de color rojo oscuro, todo ello realzando el carácter fúnebre y dramático del misterio que representan nuestras imágenes. Los comentarios favorables que se escucharon durante la estación de penitencia y las jornadas posteriores demostraron el acierto de esta decisión.
Fue una estación de penitencia desarrollada con total brillantez, donde la cuadrilla de costaleros que dirige nuestro hermano Don
José Luis Ochoa Navarro aumentó, si era posible, la calidad de su trabajo, de forma que más parecía que Nuestra Señora de las Angustias flotaba sobre el suelo a los sones de la banda de música del Círculo Cultural Calíope, que volvió a demostrar su maestría. La emoción estuvo presente todo el recorrido, pero se multiplicó al llegar al barrio de San Agustín, donde las saetas no dejaron de elevarse al cielo como sinceras ofrendas a nuestros titulares.
En un gesto que podríamos calificar de histórico e inolvidable, la comunidad dominica no esperaba a las imágenes en la puerta del convento sino en la de la propia iglesia, abierta por primera vez en Semana Santa al paso de nuestra cofradía. El paso giró hacia el interior de forma majestuosa y quedó detenido ante la esplendente iglesia antes de seguir su camino, todavía entre numerosas saetas e incontables oraciones, para regresar a San Pablo pasadas las cuatro de la madrugada.
Finalizó la Estación de Penitencia a los sones de Virgen de las Angustias y Madre de las Angustias, ofrenda musical a todos los hermanos que en un Jueves Santo para el recuerdo acompañaron a Nuestro Señor y su Santísima Madre por las calles de Córdoba.
(V.
Moy
ano)
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El significado deser cofrade
Antonio ValdenebroRector de Formación
Queridos cofrades de Nuestra Señora de las Angustias y hermanos en Cristo:
Comenzamos a partir de este boletín un nuevo apartado dedicado a la formación cristiana, de todos nosotros, como parte del Plan de Formación que para este nuevo curso queremos emprender en la Hermandad.
Agradezco en primer lugar la confianza puesta, sin merecimiento alguno, sobre mi persona, por nuestro Hermano Mayor, para la difícil y tan necesaria tarea que nuestras Reglas encomiendan a esta rectoría, que no es otra que la de formarnos para hacer de todos nosotros hombres y mujeres verdaderos cofrades, buenas personas, auténticos cristianos, honrados ciudadanos, y profesionales responsables; combinando la cera y la catequesis, el costal y la calidad humana, la estética exterior de la cofradía y la salud interior de los penitentes y costaleros.
En esta primera carta se pretende recordar el sentido real de lo que significa ser cofrade, y el porqué realmente existen las Hermandades y Cofradías (HH. y CC.).
Las HH. y CC. atendiendo a sus fines “son instituciones de naturaleza religiosa, de marcado sabor religioso y eclesial. Así ha sido a lo largo de la historia. En nuestro caso, han sido para muchos creyentes cordobeses camino de santificación, estímulo para amar más a Jesucristo, a la Iglesia y a sus hermanos” (CPHCC, 6).
Las HH. y CC. nacieron como asociaciones gremiales y religiosas dedicadas a dar culto a Dios en la imagen visible e indivisible de sus titulares y del hermano necesitado. Culto auténtico: adorar al Señor en espíritu y verdad, con los labios y con el corazón sin caer en lo denunciado por el mismo Jesús: “Este pueblo me reza con los labios pero no con el corazón” (Mt 15,8).
Culto interno antes que culto externo. El culto interno es lo primero, esencial y necesario; sin él no tiene sentido ninguna manifestación externa de fe. Fiel a esta identidad, la misión de toda hermandad se concreta en tres cosas esenciales: Oír la palabra de Dios, celebrar los
sacramentos alimento de la vida cristiana y practicar la ayuda mutua y la caridad entre sus hermanos conforme al modelo y la forma de Jesús. Ese es el espíritu que inspiró a las HH. y CC. y el que las ha mantenido vivas a lo largo de los siglos. Ya que “la fe sin obras es palabrería. El culto sin fe se convierte en teatro. La caridad sin culto es filantropía. La comunión vaciada de su contenido teológico es pura organización humana, es política” (CPOS).
Las HH y CC son asociaciones de fieles mayormente laicos. Pertenecer a ella es una opción libre y voluntaria que dota de unas vivencias religiosas, unas prácticas devocionales y una relación más o menos profunda, según la implicación personal de cada cofrade, con la Iglesia y con los sacramentos.
Las HH y CC forman parte de la Iglesia y en el seno de ella colaboran en la construcción de un mundo inspirado en los valores del Reino de Dios: la paz, la justicia, la vida y la verdad.
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¿Qué es por tanto un cofrade? Cito a nuestro anterior Obispo, D. Juan José Asenjo, en la Carta Pastoral que nos dedicó, “un cofrade es un cristiano que acepta y vive el mensaje del Evangelio y el estilo de vida propuesto por la Iglesia, tanto en su vida familiar como en su vida profesional, social y religiosa; un cofrade es un cristiano inserto en su parroquia, que participa en la Eucaristía dominical, se alimenta con los sacramentos y colabora en las actividades e iniciativas de la Diócesis y de su comunidad parroquial; un cofrade es un cristiano que en su vida pública no oculta su condición de cristiano, sino que la muestra con alegría y convicción; un cofrade es un cristiano que vive el amor cristiano y la fraternidad y es sensible a los problemas y necesidades de sus hermanos” (CPHCC, 21).
Todo esto que nos hace común a todos los cristianos, los cofrades lo vivimos con una finalidad principalmente cultual (buscamos sobre todo “promover el culto público”: CIC 298 § 1, 301 § 1), mediante los Cultos a Nuestros Sagrados Titulares, principalmente por medio de la Eucaristía en septenarios, triduos y las misas de Hermandad o dominical; y por supuesto mediante la Estación de Penitencia, la cual debe ser un momento privilegiado para la oración, la reflexión, y el sacrificio en silencio; contemplando la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Es un momento central de la fe de la Iglesia. Por eso, es tan importante que, además de en la Estación de Penitencia, asistamos y participemos, en la medida de lo posible, en los oficios del Triduo pascual (Jueves Santo, Viernes Santo y Domingo de Resurrección).
Y es esta religiosidad popular propia de las hermandades con las que el Pueblo de Dios pone de manifiesto y expresa sus sentimientos religiosos y sus vivencias cristianas más profundas; religiosidad que nace con el cristianismo mismo y que en algunos casos, con su intuición, se ha adelantado, por ejemplo, a la proclamación de los dogmas marianos.
Y ese “poder de convocatoria y su forma de expresar los sentimientos religiosos, han hecho de las Hermandades y Cofradías durante siglos uno de los cauces importantes para la fe de nuestro pueblo, y han hecho realidad en muchas gentes las palabras de Jesús: «Yo te
bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios y prudentes y se las has revelado a los pequeños»” (CPOS, 25). Es más, tal como nos detalla nuestro anterior Obispo, D. Juan José Asenjo, en el Saluda que nos dedicó al Catálogo de la Exposición Fe, Historia y Patrimonio, que nuestra Hermandad llevó a efecto en la Iglesia de San Agustín: “El arte cristiano ha sido siempre la Biblia en piedra con la que el pueblo cristiano aprendía las verdades fundamentales de la fe. El arte religioso ha sido a lo largo de la historia de la Iglesia una vía privilegiada de pedagogía de la fe, una pedagogía que ha contribuido eficazmente a formar comunidades vivas, unidas por la fe, la esperanza y la caridad, algo que a esta hora, en que todos hemos sido convocados a una Nueva Evangelización, hemos de tratar de recuperar”.
Y todo esto, siendo muy importante, nos da a los cofrades una gran responsabilidad en estos momentos en los que los valores, la fe, la familia, el valor de la vida… cotizan a la baja; en estos momentos en las que las HH. y CC., especialmente en el culto externo pierden los valores religiosos en aras de nuevos valores como la autoafirmación de la cultura propia, los valores artísticos y sociales, lo lúdico y lo festivo.
Y es en estos momentos de secularización a los que asistimos “la piedad popular ha amortiguado los efectos nocivos de esta. Sin embargo, hay que seguir trabajando” y formándonos “para preservar la fe de desviaciones secularistas y de la tendencia latente que reduce la religiosidad popular a mera expresión
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Bibliografía:
· CPHCC: Carta Pastoral Hermandades y Cofradías de Córdoba. Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Juan José Asenjo Pelegrina (febrero de 2005).· CPOS: Las Hermandades y Cofradías. Carta Pastoral de los Obispos del Sur de España (12/10/1988).· CIC: Código de Derecho Canónico
cultural” (CPHCC, 10).
Y por tanto tenemos que ser apóstoles valientes y dar testimonio y hablar claro, nos lo pide nuestra madre la Iglesia , tal como nos dice José León-Castro Alonso en el primer número de la revista cofrade «Diecisiete» : “¿O es que a la Iglesia no le preocupan las consecuencias de la cada vez mayor facilidad para las separaciones y divorcios, el aborto, las técnicas de fecundación artificial, la investigación con células madres embrionarias, la persecución y desprecio por la formación religiosa en la educación escolar, los matrimonios interconfesionales, la unión libre de sexos, el control burocrático de las adopciones y demás agresiones a nuestro credo?...No son las leyes la únicas que operan estos cambios sociales sino también, y muy especialmente, la relajación y el conformismo de todos, que propicia que aquellas se acomoden a la dúctil conciencia de los hombres hasta llegar a aceptar incluso nuevos y antinaturales modelos de convivencia…Y lo cierto es que los católicos no hemos calibrado muchas veces que lo que la ley civil no persigue o no castiga, no siempre habrá de ser legítimo”.
Por último hay dos temas más de importancia vital para un cofrade: en primer lugar el servicio a los pobres, “el cristiano cofrade no puede ser insensible a los dolores, carencias y sufrimiento de su hermanos. Todo lo contrario, ha de vivir con los ojos bien abiertos a las necesidades de los más pobres. La comunión con el Señor y el culto a las imágenes de nuestros titulares ha de llevarnos espontáneamente a vivir la comunión con aquellos hermanos nuestros que han quedado en las cunetas del desarrollo y que son imágenes vivientes del Señor” (CPHCC, 17).
En segundo lugar, la unidad en el seno de las Hermandades, “un valor importante a cultivar en el seno de cada Hermandad es su unidad y cohesión… las divisiones y personalismos son siempre un
antitestimonio, un descrédito para la Iglesia y un freno a la evangelización” (CPHCC, 17). Además perdemos eficacia, escandalizamos y damos motivo a los demás para criticarnos, y por tanto no hacemos honor a nuestro nombre de Hermandad dentro de la Iglesia de Cristo y su amantísima Madre.
Para terminar y a modo de resumen citaré de nuevo a nuestro anterior Obispo D. Juan José Asenjo Pelegrina en su encuentro con los hermanos mayores y consiliarios el 26 de enero de 2008: “Las Hermandades y Cofradías no son solamente el recuerdo de un pasado glorioso y brillante. No son meras instituciones culturales, ni una especie de "piezas de museo" para admirar con nostalgia. No son tampoco bellas expresiones del folclore religioso para adornar o complementar nuestras fiestas litúrgicas. Las cofradías son una realidad viva, que la Iglesia desea mirar con confianza y esperanza, porque han contribuido a conservar la fe sencilla de nuestro pueblo, han resistido a la secularización y hoy son un freno y un antídoto que impide que se reseque el humus cristiano de nuestro pueblo”.
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Intenciones del Triduo a laVirgen de las AngustiasRectoría de Cultos
Día Primero
Dª. Pilar Bermal López, por sus difuntos. D. Miguel Ángel Armenta Ruiz, por su familia. RR.MM.Jerónimas de Santa Marta, por sus intenciones. D. Enrique Merino Priego, por su abuela. D. Francisco Patilla Consuegra, por sus difuntos. D. Jesús Fálder Valero, por sus intenciones. Familia Maynez de la Calzada, por sus intenciones. D. Miguel Ángel García Perales, por sus difuntos. D. Pedro Antonio García Cuesta, por sus difuntos. Dª. Rafaela de la Calzada Rodríguez de Austria, por sus intenciones. Dª. Silvia Naz Pérez, por su padre. D. Juan Antonio Murillo García, por sus difuntos. D. Bernardo Jiménez Martín, por sus difuntos. D. Rafael Jorge Cerezo Estévez, por sus difuntos. D. Rafael Plata de Andrés, por sus difuntos. D. Patricio Moreno Moreno, por sus intenciones. D. David Sánchez Morales, por sus difuntos. D. Gonzalo Zurita Guzmán, por sus difuntos, Dª. Mª Carmen Torrico Álvarez, por sus difuntos. Familia Maynez Redondo, por sus difuntos. D. Marcial Arias Díaz, por sus difuntos. D. Rafael González González, por sus intenciones. D. José Alberto Padilla Lacerda, por sus intenciones. Dª. Rocío de la Calzada Rodríguez de Austria, por sus intenciones. Familia Vioque-Maynez, por sus intenciones. D. José Ángel Castro Molina, por sus intenciones. Dª. Pilar Rodríguez de Austria Porras, por sus difuntos. Dª. Salud Jiménez Revuelto, por sus difuntos
Día Segundo
D. José Luís Ochoa Navarro, por sus difuntos. Dª. Mercedes Prieto Serrano, por sus intenciones. Dª. Manuela Reig Recena, por sus difuntos. D. Rafael Santiago Fernández, por sus intenciones. Dª. Rita Becerro Pérez, por su familia. Dª. Dolores Delgado Pérez-Boza, por sus difuntos. D. Rafael Ruso Rodríguez, por su padre y hermano. Dª. Dolores Rodríguez, por su marido e hijo. D. Miguel Ángel Lacerda Aguilera, por sus familiares difuntos. Familia de la Calzada Pérez, por sus intenciones. D. Rafael de la Calzada Alférez, por sus intenciones. D. Manuel Jurado Quiralte, por sus intenciones. D. Juan Luís Carrillo de Albornoz López, por sus difuntos. D. Javier Bustos Pulido, por sus intenciones. D. Antonio Rafael Murillo Fernández, por sus intenciones. D. Miguel Lacerda González, por sus familiares. D. Juan Fernández Doñoro y Sra., por sus difuntos. D. José Luís Sánchez Cuevas, por sus difuntos. Dª. Inmaculada Pineda de las Infantas Rascón, por su padre D. José Pineda de las Infantas y Pineda de las Infantas y su tío D. Rafael Pineda de las Infantas y Pineda de las Infantas. Dª. Aurelia Alférez Valenzuela, por sus intenciones. Dª. Guadalupe Spínola Lozano de la Vega, por sus difuntos. Dª. Isabel Jiménez Martos, por sus intenciones. Dª. Carmen Espinosa Robles por sus difuntos. Dª. Rafaela Rodríguez de Austria Porras, por sus difuntos. Dª. María Teresa Pineda de las Infantas y Pineda de las Infantas, por sus difuntos. Dª. Rosario Espinosa Robles, por su difunto esposo. D. Rafael González Sanz y Sra., por su hija Lourdes. D. Plácido Pérez Ruiz, por su padre.
Día Tercero
D. Antonio María López de Letona Natera, por sus intenciones. D. Francisco Javier Cañete Calero, por sus intenciones. D. Luís María López de Letona Natera, por sus intenciones. D. Luís Miranda García, por sus intenciones. D. José María Bujalance Sánchez, por sus intenciones. D. Rafael González Hidalgo, por sus intenciones. D. Antonio Valdenebro de la Cerda, por sus intenciones. D. Ricardo Moyano González, por sus difuntos. D. Pedro Pablo Castro Benitez, por sus intenciones. D. David Morante López, por sus intenciones. D. Manuel Ruiz-Maya Jiménez, por sus difuntos. Dª. María del Carmen de la Calzada Rodríguez de Austria, por sus familiares. Dª. Inmaculada González Salas, por sus intenciones. D. José Carlos Sillero Fresno, por sus intenciones. D. José Luis Pulido Ruiz, por sus intenciones. Congregación de Misioneros Claretianos de la Real Iglesia de San Pablo, por sus intenciones. Exma. Sra. Marquesa de la Fuensanta del Valle y Vizcondesa de San Germán, por sus difuntos. D. José Murillo Rojas, por sus intenciones. D. Manuel Rojas Márquez, por sus intenciones. D. Enrique Bernadó Coello de Portugal, por D. Enrique Bernadó Gutiérrez-Pardo. D. Francisco Ruso Rodríguez, por sus intenciones. D. Rafael de la Calzada Rodríguez de Austria, por su padre.
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La flor en los pasos de misterio:las Angustias y otras Piedades
Luis L. de LetonaVice Hermano Mayor
Origen histórico
La costumbre de adornar los altares con flores se introduce en la Iglesia hacia el siglo X siguiendo la tradición de adornar con ellas los sepulcros de los difuntos. Además de su función decorativa, la Iglesia considera que el aroma de las flores “es emblema del buen olor a Cristo y de las virtudes cristianas”.
Durante los primeros siglos de su existencia las cofradías penitenciales no emplearon ningún tipo de flor en sus estaciones de penitencia, siguiendo los dictados que en ese sentido marcaba la Iglesia para la Cuaresma y el Triduo Sacro, días en los que se celebraban las procesiones habitualmente.
Ya en el siglo XIX, dentro del proceso de enriquecimiento de los pasos, empiezan a utilizarse flores como elementos habituales en el exorno de los mismos. Fueron los pasos de Cristo los primeros en incorporar a sus primitivos corchos y maderas talladas, simuladoras del monte Calvario o de la Via Sacra, algunas flores silvestres recogidas en el campo (lirios morados intercalados con ramas de brezo o lentisco). Se sabe que en 1891 la Cofradía de los Dolores amplía las andas para colocar nuevos floreros y candeleros.
Desde 1911, por petición de la misma hermandad de los Dolores, los jardineros municipales se encargan del montaje de las flores de los pasos. En los años 40 se hace cargo de esta tarea un equipo de especialistas, en muchos casos por mediación del imaginero Martínez Cerrillo,
que realizan el trabajo en numerosas hermandades (entre ellas las Angustias).
A partir de los años 70, con la renovación que para las cofradías cordobesas supuso la importación de modelos foráneos, se introducen novedades en el aspecto técnico y compositivo y empiezan a ser los propios hermanos los encargados de adornar los pasos.
Sin necesidad de normas reguladoras ni procedimientos escritos, ha sido la estética y la tradición cofrade quienes han establecido con el paso del tiempo qué tipo de exorno es el más apropiado para cada paso. La teología popular indica la presencia de flores rojas o moradas para los pasos de Cristo, blancas o rosas para los pasos de Palio.
Así en los pasos de Crucificados o Nazarenos la flor se ordena en forma de monte, más pronunciado en el primero de los casos, en los pasos de misterio la flor suele alinearse en elegantes frisos alrededor del canasto y, por último, en los palios la flor se ubica en jarras de esmerada orfebrería así como en ramos, frisos o esquinas.
El paso de las Angustias
El actual paso de las Angustias se construye para sustituir al palio ochavado bajo el que hasta 1957, año en que el obispo Fray Albino aconseja su sustitución tras las gestiones realizadas por la Junta de Gobierno, salieron
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en procesión nuestros Sagrados Titulares. Termina así la andadura de un palio de indudable importancia histórica por su influencia en palios posteriores aunque de escaso mérito artístico.
La hermandad aceptó el proyecto de paso de misterio presentado por Antonio Castillo Ariza y rechazó los proyectos de artistas reputados como Castillo Lastrucci, Rafael Valverde Luján o Amadeo Ruiz Olmos. El boceto original fue concebido para la hermandad del Prendimiento y, tras el rechazo de la hermandad Salesiana, fue presentado tal cual a nuestra Cofradía.
Tras aceptar el proyecto se realizaron algunas modificaciones para adaptarlo a nuestras imágenes, consistentes en incluir una monumental peana que elevó el grupo escultórico 60 centímetros sobre la canastilla. Posteriormente se cortó por la mitad la peana y se retrasó su ubicación en el paso. Tras la creación de la cuadrilla de costaleros en 1981, se vio la necesidad de realizar unos respiraderos que, realizados por Miguel Arjona, se estrenaron en el año 1987.
La adaptación del paso al trabajo de los costaleros provocó la elevación del conjunto, quedando las imágenes excesivamente altas y alejadas de la vista de sus fieles. Por ello se decidió en 1995 eliminar la peana y encargar de nuevo a Arjona un sencillo calvario de madera. Queda de nuevo el paso configurado tal y como fue concebido por Castillo Ariza con el añadido de los respiraderos.
La flor en las Angustias
Es posible que a lo largo de los años, el hecho de venerar un grupo escultórico formado por imágenes de la Virgen y de su Santísimo Hijo nos haya llevado a cometer sonados desafueros estéticos, confundiendo la presencia de la Virgen con lo que el saber cofrade entiende por “paso de Virgen”. En el plano religioso y teológico no cabe discusión alguna y en lo meramente estético, no deja de resultar sorprendente la realización de un palio para un grupo escultórico de estas características o las variopintas composiciones que, en muchas ocasiones, han restado visibilidad a las imágenes en lugar de realzar su presencia.
Las fotografías tomadas entre los años 30 y 50 nos muestran imágenes de lo más variado, siendo una de las más recordada la escalinata a base de flores que ocupaba el lugar habitualmente reservado a la candelería. Se trata casi siempre de estampas en las que la flor alcanza un protagonismo incompatible con los gustos cofrades de hoy, mucho más austeros en cuanto a la ornamentación en palios de carácter serio.
Con la adquisición del nuevo paso de misterio y siguiendo los gustos de la época, mejora la elección de la flor y la disposición de la misma haciéndola más acorde al carácter secular de nuestra hermandad y a las inigualables imágenes de Juan de Mesa.
En esta época se han podido contemplar exornos muy variados, incluyendo un
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espectacular calvario de claveles rojos los años que el Cristo se colocó en la posición sugerida por Hernández Díaz (con la cabeza apoyada en el regazo de la Virgen). El denominador común es la tonalidad roja de la flor, aunque la disposición de la misma varía notablemente de un año a otro, observándose tanto exornos muy austeros como una abundancia inusitada de flor que casi parece enterrar las imágenes.
Ya en los años 80 se decide apostar por las mal llamadas “rosas de Jericó”, rosas de color rosa que, formando grandes centros a lo largo del canasto y en las jarras de las esquinas, acompañaron a nuestras imágenes hasta el Jueves Santo de 2009. En estos años las variaciones no son significativas a pesar de que el tamaño y la tonalidad de las rosas no fueron en absoluto homogéneos.
En la Semana Santa de 2009 la imposibilidad de obtener las habituales rosas de color rosa de los últimos años provocaron un acertado cambio en el exorno floral: se apuesta por las rosas en color rojo sangre y lirios morados (iris). A pesar de algunas opiniones en contra, el resultado en el paso conseguido por D. Fernando Morillo-Velarde Chiclana es casi unánimemente elogiado porque supone acabar con el elemento discordante, tanto con el estilo general de la Cofradía como de las imágenes, que introducía el carácter alegre de las rosas rosas.
En el año 2010 la apuesta por las rosas rojas y el iris morado se refuerza con la eliminación del calvario de Arjona. Se conforma así un calvario de iris con un elegante friso recorriendo el canasto, completando el exorno cuatro piñas de rosas rojas en las cráteras de las esquinas del paso. Esta configuración de la flor resalta aun más la belleza del grupo escultórico y reafirma el carácter serio y elegante de la estación de penitencia que realizamos entre el Jueves y el Viernes Santo. Además, el rojo
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es el color litúrgico del Viernes Santo y el morado (junto con el negro) el color establecido por la liturgia de la Iglesia Católica para los funerales y Misas de Requiem.
De esta forma el caminar de nuestros excelsos Titulares camino de San Agustín, la belleza de la Madre al pie de la Cruz sosteniendo el cuerpo inerte de su Hijo junto con el brillante acompañamiento musical de los sones fúnebres de Calíope, configura uno de los momentos más brillantes en la madrugada del Viernes Santo de toda Andalucía.
Otras Piedades en Andalucía
En las hermandades más señeras de nuestro entorno, el exorno floral de los pasos similares al nuestro (Piedades o Traslados al Sepulcro) está muy bien definido y en línea con lo que todos hemos podido contemplar en las últimas semanas santas. Es el iris la flor más repetida junto con el clavel rojo y, en menor medida, las rosas rojas.
Este es el caso de Sevilla con Piedades como el Baratillo (clavel rojo) o los Servitas
(claveles rojos y rosas rojas), el Traslado al Sepulcro de Santa Marta (iris) o la Mortaja (clavel rojo).
En Jerez las Angustias procesiona sobre un calvario de claveles rojos y el Traslado al Sepulcro sobre uno de iris morado. De igual forma, con iris, lo hace la Archicofradía de las Angustias de Cádiz (hermandad del Caminito).
La Piedad de Málaga sostiene el cuerpo inerte de Cristo sobre un impresionante calvario de iris morado. La hermandad del Calvario de la misma ciudad exorna su paso de la Mortaja también con iris morado, idéntica variedad elegida para el paso del Traslado de la afamada hermandad de la Soledad de San Pablo.
En Almería, la Hermandad de la Caridad dispone las imágenes de su misterio sobre un tupido manto de iris.
La Cofradía de las Angustias de Santa María de la Alhambra de Granada varía habitualmente las flores de su paso, siendo el iris uno de los denominadores comunes.
Bibliografía:· Córdoba: Tiempo de Pasión. Varios autores. Publicaciones del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba (1991).· La Pasión de Córdoba (volumen I). Varios autores. Ediciones Tartessos (1998).· Patrimonio Cultural de las Cofradías. Varios autores. Obra Social y Cultural de Cajasur, Diputación Provincial de Córdoba y Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba (1999).· Guía práctica de liturgia. Peter J. Elliot. Ediciones Universidad de Navarra (2004).
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Entrevista a Antonio Moreno:Angustiarum Plena
Luis MirandaSecretario
Antonio Moreno Pozo es autor de la marcha “Angustiarum Plena”, la más reciente de las dedicadas a nuestros sagrados titulares, y que se estrenará la próxima Cuaresma. Estamos ante una de las figuras emergentes de la música procesional andaluza.
Nació en Puente Genil en 1981, cursó estudios de la Licenciatura de Trombón en el Conservatorio Superior de Música “Manuel Castillo” de Sevilla y es director musical de la agrupación musical Nuestro Padre Jesús de los Afligidos en su localidad natal. Desde hace años ha desarrollado una interesante carrera como compositor en el campo de las agrupaciones musicales, en la que ha roto moldes y ha llevado la música procesional a terrenos poco explorados en el género. Marchas como “Angustias en tu Regazo”, “Via Crucis en el arrabal” o “Abrazo al madero” atrajeron el interés de los oyentes, que se multiplicó cuando la agrupación musical Nuestro Padre Jesús de la Redención, de Córdoba, grabó en su último disco tres de sus marchas, entre ellas la dramática y bellísima “Desconsuelo”.
La pasada Cuaresma ganó la tercera edición del prestigioso Memorial Font de Anta, que se celebra en Sevilla, por su marcha “Sine labe concepta”, dedicada después a la Virgen del Valle y concebida para banda de música. El prestigio del jurado, presidido por el director de la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla, Francisco Javier Gutiérrez Juan, y la calidad de los participantes en el certamen da una idea sobre el autor. “Angustiarum Plena” se interpretará por primera vez tras la reposición al culto de nuestros titulares.
¿Cómo hablaría de la marcha “Angustiarum Plena” a quienes estén deseando escucharla?
Como una marcha muy significativa, desde el punto de vista de lo que representa en sí: el misterio en la calle. Con esa intencionalidad he intentado ubicarme contextualmente, para que la gente que en ese momento coincida con dicha marcha y con el misterio sienta que la escena está representada. He buscado esa línea muy clara y teniendo en cuenta la estela de las dos marchas anteriores que la hermandad tiene
dedicadas, necesitaba una referencia en cuanto a estilo. Aunque el propio misterio ya te indica su estilo, me he querido empapar del archivo musical. Más concretamente, la marcha de Enrique Báez “Virgen de las Angustias” me ha servido de estímulo y de inspiración. Por eso el comienzo de la marcha tiene una particularidad.
Usted es un hombre de fe, un católico comprometido, pero también un músico. ¿A la hora de componer, qué pesa más, la fe o los conocimientos del músico?
Es una pregunta que se hace mucho. Yo siempre digo que un músico profesional que no es creyente puede componer una marcha, pero yo pienso que no conseguiría conectar o llegar a un ambiente de fe o espiritualidad. A la hora de componer uno tiene que esperar la inspiración, pero un porcentaje más elevado que la propia espiritualidad consiste en los conocimientos reglados de la persona. Sin conocimientos profundos, o medianamente profundos, es imposible que el discurso musical y la intencionalidad que eso conlleva resulten cuanto menos llamativos o que trascienda en lo que se suele buscar, que son los sentimientos entre los cristianos de a pie que contemplan la escena. La inspiración desde el punto de vista de la fe tenemos que tenerla. Yo, personalmente, como hombre de fe y cristiano católico muchas veces invoco al Señor y a María Santísima para que me ayuden, que intercedan un poco para que todo quede bien. Pero sin conocimiento no hacemos nada.
¿Qué supone para un compositor crear una marcha para la Virgen de las Angustias de Córdoba?
Es tremendamente especial para mí. Después de haber conseguido un premio como el Memorial Manuel Font de Anta de Sevilla, seguidamente me vino el encargo de esta marcha. Son muchos factores a los cuales doy una importancia tremenda. Para empezar, es un sagrado misterio con una tremenda tradición de siglos, y de hermandad y cofradía ejemplar. Encima, es Córdoba, mi Córdoba, y con esas premisas uno se sitúa en una posición de intentar
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estar a la altura de las circunstancias con respecto a la hermandad, que tiene la trayectoria que todo el mundo sabe. Con lo que eso conlleva, tienes que poner todo de tu parte, todo tu sentimiento, todo tu conocimiento para que el resultado sea por lo menos bueno o aceptable. Yo he puesto toda la carne en el asador por lo que representa la hermandad y porque es mi tierra.
¿Le ha cambiado mucho la vida el premio en el Memorial Font de Anta?
Había algún amigo mío músico profesional que decía que a partir de ahora, y lo digo con cariño, más de uno se pensará criticarme o no. El premio te da un prestigio, pero a partir del galardón los encargos hay que decir que se han elevado con respecto a otros años. Estoy muy contento, pero no tengo que olvidar que las cosas de Palacio van despacio y en esa línea voy.
Poco a poco, ¿no?
Exactamente, sobre seguro, sin prisas, aunque muchas veces los compositores se
ven con una cierta presión por fechas para concluir. Incluso muchas veces, y yo lo he comprobado hace poco, trabajar con cierta presión beneficia, aunque parezca contraproducente. Son casos puntuales: uno tiene que tener claro que las cosas deben ir poco a poco y con pasos firmes.
En la música procesional hay muchas marchas al año, muchos estrenos, novedades… ¿da un poco de vértigo pensar que tanta música se olvide pronto?
Algunos profesores y compositores dicen que es bueno que cada año se estrenen todas las marchas posibles, porque de esa cantidad, aunque sea enorme, se puede encontrar las poquitas que tengan calidad. Se suele decir que el tiempo nos pone a cada uno en nuestro sitio y es una realidad total. Yo tengo una filosofía compositiva y hay muchas marchas a lo largo de cada año, pero a fin de cuentas el tiempo es el que marca la pauta a la hora de darle su sitio cuando las bandas las demandan y las tocan.
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Las otras Hermandades de Juan de Mesa: El Amor
Luis L. de LetonaVice Hermano Mayor
Historia
La actual Hermandad del Amor es fruto de la unión de dos hermandades anteriores: la de la Entrada en Jerusalén y la del Amor. La Cofradía del Amor de Cristo existía ya en 1569 en la Parroquia de Santiago, quizás por la unión de dos hermandades anteriores (Nuestra Señora de la Consolación y la de Visitadores de cárceles), dedicándose al alivio de los pobres encarcelados. La advocación del Socorro debió adoptarse en consideración a esa intención de aliviar el sufrimiento de los presos. La Entrada en Jerusalén se funda seguramente a mediados del siglo XVI, según la tradición en un hospital perteneciente al gremio de los Medidores de la Alhóndiga cercano a San Román.
En 1587 el hospital fue clausurado por la reducción ordenada por el arzobispo Rodríguez de Castro trasladándose la Sagrada Entrada a San Cosme y San Damián y de ahí, en 1602 a la Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación de los Padres Terceros. A esa misma se iglesia se trasladó el Amor en 1603, provocándose problemas por la coincidencia en las celebraciones y la estación de penitencia entre ambas hermandades. Para solucionarlos, a propuesta de Fray Francisco de Arjona, deciden fusionarse el 23 de marzo de 1618. Desde ese momento realiza su estación de penitencia con tres pasos, si bien aun se
ignora con qué imágenes lo hacía.
Poco después de la fusión, en 1620, reciben del imaginero Juan de Mesa la portentosa imagen del Cristo del Amor y una dolorosa, desconociéndose si se trata de la actual Virgen del Socorro. En el contrato se especifica la exclusividad del maestro en la realización de las tallas, rezando el contrato que se hará “por mi persona sin que en ella pueda entrar oficial alguno”.
En 1623 y por unos meses, la hermandad se unió con la de Montesión y la Mortaja debido al decreto de refundición de cofradías, aunque en la práctica cada una siguió con su vida de forma independiente. Poco después llegó a acordarse la fusión entre esta hermandad y la del Valle, aunque tampoco esta unión se consumó.
Durante el siglo XVIII la vida de esta hermandad continuó pacíficamente sin grandes sobresaltos. La fiesta más importante, según la elevada cantidad de dinero empleado, era la función a la Santa Cruz el 3 de mayo. También se hacían funciones al Cristo del Amor, la Virgen del Socorro y Santiago. La estación de penitencia no era el acto más señero, como demuestra el hecho de que dejara de realizarla muchos años por variadas razones.
En el último tercio del siglo XVIII entre la hermandad en un periodo de crisis y progresiva decadencia pese a la cual, en 1800, salió el Cristo del Amor en procesión de rogativas hasta la Catedral, ante la peste que volvía a asolar la ciudad, en donde celebró un quinario. En 1786 se aprueban nuevas reglas, confirmadas en 1789 por el Consejo de Castilla.
En los primeros años del siglo XIX vive la cofradía una época de renovación económica gracias a que ingresan en ella influyentes personalidades del clero, la nobleza y el ejército y vuelve a hacer su estación de penitencia en 1804, año en el que por primera vez integran la comitiva nazarenos. Un año después reforman el paso de la Borriquita y restauran el dorado del paso de Ruiz Gijón, estrenando un palio en el año 1808 según el cronista González de León.
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En el año 1810 el invasor francés desalojó el templo de Los Terceros y hubo de trasladarse la cofradía a la parroquia de San Miguel. A pesar de todo, en 1811 es la única hermandad que hace estación de penitencia en Sevilla, aumenta considerablemente su nómina de hermanos y llega a convertirse en la hermandad con el cortejo más numeroso de la ciudad.
En esta etapa de esplendor recibe el título de Real el 10 de agosto de 1820, otorgado por el rey Fernando VII. En 1818 Pio VII dispuso que la hermandad fuera agregada a la iglesia de Santiago de los Españoles de Roma, en 1823 León XII le concede el título de “Archicofradía Pontificia” y Pio VIII, en 1829, le concede indulgencias plenarias durante los días del quinario y en el de la Santa Cruz.
Continuó la etapa de bonanza para esta hermandad, realizando numerosos estrenos con los que consolida un magnífico patrimonio, hasta el año 1866, último en el que sale del templo de San Miguel. La Junta Revolucionaria de 1868 dispuso la demolición de su sede y se incautó de las imágenes y enseres de la hermandad, subastándolas de forma pública en la Plaza del Duque. Afortunadamente la imagen del Cristo del Amor fue comprada por una de sus camareras, hija a su vez de Don José Pérez de León y Gómez de la Lastra, que fuera mayordomo de la hermandad durante cuarenta años. Permaneció el crucificado en el domicilio de esta familia varios meses hasta que las circunstancias permitieron su devolución a la hermandad, de nuevo asentada en Los Terceros. En este mismo
domicilio se refugiaron el resto de imágenes y enseres de la cofradía.
En 1870 se trasladó de nuevo la Hermandad, esta vez a la capilla del Dulce Nombre de Jesús (actual residencia de la hermandad de la Vera Cruz), en 1892 hace lo propio a San Gregorio y en 1905 a San Pedro. En 1915 se produce un nuevo traslado hasta la iglesia de Santa Catalina y en 1922, de forma definitiva hasta nuestros días, se asienta la hermandad en El Salvador.
En 1930 el investigador Celestino López Martínez descubre en el Archivo de Protocolos de Sevilla la escritura de concierto y de pago de la imagen del Cristo del Amor, suscrito entre la hermandad y Juan de Mesa, terminando así con siglos de errónea atribución a Montañés.
En estos últimos años destaca de la vida de la hermandad el impresionante patrimonio acumulado, la decisión en 1970 de hacer estación de penitencia en dos tramos (por la mañana la Borriquita acompañada por los niños y por la noche el Cristo del Amor y la Virgen del Socorro), o el Via Crucis del Consejo de Cofradías presidido por el Cristo del Amor en 1980.
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La imagen de Jesús en su Sagrada Entrada en Jerusalén es de autor desconocido,
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aunque hay quien lo sitúa en la escuela de Roldán hacia 1680. Es acompañado en el paso por las figuras de San Juan (Castillo Lastrucci), Santiago y San Pedro (atribuidas también al círculo de Roldán), Zaqueo (autor desconocido) y varios hebreos (Juan Abascal entre 1975 y 1977). El paso es de Francisco Posadas (1945) y fue dorado por Alfonso González.
El Cristo del Amor es una talla de 181 cm esculpida en cedro entre 1618 y 1620, primer crucificado de Juan de Mesa. Aparece Cristo muerto, con recia corona de forma circular a base de toscas ramas de espino. Jesús está relajado tras el terrible dolor sufrido, con la cabeza recostada sobre el hombro derecho y huellas traumáticas e la frente. Refleja un profundo conocimiento de anatomía y el autor expresa de forma magistral los síntomas de la muerte: relajación de músculos faciales, livideces cadavéricas, boca entreabierta, ojos semicerrados, etc. Es una talla impresionante que inunda de amor a cuantos la contemplan, una extraordinaria escultura que destaca dentro del arte cristiano universal. Hernández Díaz la calificó en su momento como el “Laocoonte cristiano” al afirmar que “la primera impresión que recibe el contemplador es impresionante, por ser una figura imponente, con el dramatismo y monumentalidad del Laocoonte –sufrimientos inmensos corporales, mayores aun morales al ver sufrir y morir a sus hijos- y en el acto
el fiel cristiano ora al Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal”.
El paso del Cristo del amor fue realizado en 1694 por Francisco A. Ruiz Gijón, siendo tras el del Gran Poder el más antiguo de Sevilla. Canasto y respiraderos (posteriores a la obra original de Ruiz Gijón) son barrocos de talla muy menuda. Porta dos pequeños ángeles a cada lado y tras la cruz un pelícano alimentando a sus crías con la sangre de su propio pecho, símbolo del sacrificio de Jesús derramando su sangre redentora. Son de destacar los cuatro ángeles de las esquinas que portan filacterias con la leyenda “AMOR Y SOCORRO A LOS ENCARCELADOS”.
La Virgen del Socorro es una talla de candelero tallada en madera de cedro. Ofrece el rostro levemente inclinado hacia la derecha y mira hacia abajo. Aunque documentalmente no existe prueba al respecto, hay quien sostiene que se trata de una dolorosa talada por Juan de Mesa junto con el Cristo del Amor. En 1803 se facultó a una comisión de hermanos para que restaurase la imagen, trabajo probablemente realizado por Juan de Astorga. En 1931 la restauró Eduardo Muñoz, en 1934 Castillo Lastrucci y en 1967 Francisco Buiza. A falta de nuevos datos, cabe decirse que la Virgen es el resultado de sucesivas transformaciones realizadas sobre una obra original de Mesa.
Durante todo el siglo XX el palio de esta corporación ha sufrido innumerables variaciones. Comenzó este proceso con la adquisición del palio de la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso, adaptado por Rodríguez Ojeda, y el antiguo manto de la Virgen de la Amargura. Desde ese momento y con numerosas adquisiciones y renovaciones, los mejores artistas sevillanos trabajan para la hermandad hasta configurar uno de los palios más señeros y destacados de la ciudad.
Los respiraderos combinan orfebrería y bordados y fueron realizados en 1974 por Villarreal y las hermanas Martín Cruz. La candelería es de Manuel de los Ríos en 1981, con faroles y candelabros de Manuel Seco Velasco (1943), autor también del llamador y la figura delantera de la Asunción de María. El juego de jarras fue cincelado en 1931 por Cayetano González.
El palio es de malla bordado en 1964 por
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Concepción Fernández del Toro. En el medallón central figura una imagen de la Virgen de los Reyes con la cara y las manos de marfil.
En 1952 se aprobó la realización de un concurso de proyectos para el nuevo manto, resultando ganador el propio Joaquín Castilla con un proyecto titulado “Siglo XVIII”. La afamada Concepción Fernández del Toro montó para ejecutarlo un taller de bordados en la propia hermandad y la obra, una vez acabada, se convirtió en una de las joyas más impresionantes de la Semana Santa sevillana. Se trata de un manto en estilo renacentista organizado en calles paralelas con motivos de origen vegetal y capillas cuyo tamaño va decreciendo a medida que avanzan hacia la parte superior. Fruto de este trabajo Concepción Fernández del Toro recibió la Medalla al Mérito en el Trabajo.
La cruz de guía es una de las más antiguas de la ciudad, siendo realizada en 1803. Las cruces de plata que la adornan fueron realizadas por el famoso orfebre Palomino.
Otros elementos destacados del patrimonio de esta hermandad son la corona de salida de Cayetano González (1940) o la corona de plata sobredorada de 1827, túnica y mantolín de Rodríguez Ojeda (1904) y potencias de salida del siglo XVIII del Señor de la Sagrada Entrada, etc.
En el apartado musical varias e importantes son las composiciones dedicadas a esta corporación: coplas al Cristo del Amor de Arquimbau (1819) y Francisco Xavier Rodríguez (1836), así como marchas de Farfán, Gámez Laserna, Braña, Albero o Pedro Morales.
Bibliografía:· Historia crítica y descriptiva de las cofradías fundadas en la ciudad de Sevilla. Félix González de León (1852), facsímil de Extramuros Edición (2008).· Glorias religiosas de Sevilla. José Bermejo y Carballo (1882), facsímil de Extramuros Edición (2008).· Casi todo sobre la Hermandad del Amor. Fco. Rincón Hernández. Ediciones EAPA S.L. (1996).· Los signos de la muerte en los crucificados de Sevilla. J. Delgado Roig. Ed Castillejo (2000).· Crucificados de Sevilla. Varios autores, Ediciones Tartessos (2002)· Palios de Sevilla. Varios autores, Ediciones Tartessos (2006)· Juan de Mesa. Varios autores, Ediciones Tartessos (2006)
Fotografías:· Roberto Villarrica (www.fotoscofrades.blogspot.com)· Alvaro Heras (www.cruzalzada.com)
(R.
Vill
arrica
)
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José Murillo RojasAntiguo Hermano Mayor
Tres hermanos en el cielo:Conchita, Miguel, Rafael...
En 1990 fuimos un grupo de hermanos de las Angustias al Santuario de Fátima, y estuvimos haciendo gestiones para plantar un naranjo cerca de la Capilla del Vía Crucis que representa a la Virgen de las Angustias. No fue posible, pero en la relación que establecimos con uno de los responsables se habló, como era natural, de la Hermandad y de su historia y que el número de hermanos, por su antigüedad, debía ser mayor en el cielo que en la tierra.
Este pensamiento surge cada vez que uno de nuestros hermanos pasa de la vida terrena a la celestial. Ahora, con dolor, hemos perdido a tres magníficos cofrades que sirvieron a la Hermandad sin reservas, y ellos han pasado a formar parte de ese inmenso cortejo "angusitoso" que goza de la presencia real de Dios y la Virgen.
Recordándolos cronológicamente, primero hay que hacerlo con Conchita Cantueso quien, como pocos, pudo ostentar el calificativo de fiel y discreta. Nunca quiso tener cargos en la Hermandad aunque hace pocos años aceptó el nombramiento de Camarera de la Virgen.
Para los de más edad actualmente en la Hermandad los miembros de la familia Cantueso han sido algo casi consustancial con ella. Quizás quede alguno que recuerde a su padre, Rafael Cantueso Muñoz, que no podía salir vestido de nazareno por padecer asma, pero que hacía las funciones de eso que ahora se llama "servidor". O a su madre, Dª Concha, enlutada y con su velo de blonda rezando a la Virgen. Igual que Conchita, cuya figura nos era tan familiar los días que se movía la Virgen del altar, discretamente sentada fuera del paso de los que actuaban, sin perderla de vista, rezando devotamente el Rosario.
La vida como religioso de su hermano Rafael y las muerte de su madre le hicieron quedar sola en la casa de la Plaza de San Andrés, tan cerca de su focos devocionales: Angustias, Animas y Dolores, hasta que un deterioro físico sorprendente le hizo buscar ayuda en la Residencia de Jesús Nazareno.
Ya muy deteriorada y en silla de ruedas, acompañada de sus sobrinos y Pablo García Baena, asistió al traslado de la Virgen de las Angustias a San Agustín, siendo el día del regreso, 21 de noviembre de 2009, el último día que la vimos en un acto de la Hermandad. Falleció el día 9 de abril de 2010, cinco días después del domingo de Pascua.
Ya se publicaron en su momento y lugar adecuado las necrológicas sobre Miguel Salcedo, ya que los méritos personales que le llevaron a desempeñar importantes y variados cargos le hicieron merecedor de ellas. Desde este Boletín de las Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias nos corresponde hacerlo recordándolo como cofrade de esta Hermandad, en cuya nómina ha figurado desde 1930.
Durante esos ochenta años de cofrade sus actuaciones en la Hermandad han tenido una constante o hilo conductor muy definida, aparte naturalmente de una devoción profundísima a la Virgen de las Angustias que le hizo proclamar un día que, como tantos otros que le habían precedido, su deseo era ser enterrado con su túnica cofrade; aquella túnica que se le desgarró al engancharse en un hierro del balcón al que se había subido, escalando por una ventana, para recitar unas poesías a la entrada de la Virgen en San Agustín. Túnica que no arregló y guardó para el fin antedicho.
Perteneció a la Junta de Gobierno en varias ocasiones como Vocal de Cultos, Procesión y Cronista. En su faceta de conferenciante hizo para la Hermandad el Pregón de la Coronación diocesana de 1953 y el de la Coronación Canónica de 1987, además de una intervención en la Plaza del Colodro en
Conchita Cantueso junto a su hermano Fray Rafael
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1974 con motivo del estreno del manto que habían bordado las Religiosas de dicha plaza (cuyo texto incluyó en el Pregón de la Coronación).
Otras intervenciones destacadas fueron, en verso e improvisada en el Círculo de la Amistad, en el homenaje a D. Francisco Peláez del Espino cuando restauró nuestras imágenes titulares, en un acto académico en la Real Academia el 25 de noviembre de 1977, con motivo de la celebración del 350 aniversario de la muerte de Juan de Mesa, y por último, su intervención cuando la colocación, el 27 de noviembre de 1983, de los azulejos que dan nombre a la Avenida Virgen de las Angustias.
Como recuerdo de Miguel Salcedo, en la página Web de la Hermandad (www.lasangustias.es) se colocarán en breve todas las poesías, saetas y pregones que referidos a la Virgen de las Angustias se poseen.
Miguel Salcedo se fue al encuentro de la Virgen de las Angustias el 19 de mayo de 2010.
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
Así habla Miguel Hernández lamentando la muerte de su amigo Ramón Sijé, muerto casi de repente. Sus palabras reflejan también lo que hemos sentido nosotros con la muerte de Rafael Ortiz: "un golpe helado", "un empujón brutal"... y tenemos que hacer un gran esfuerzo para aceptar su desaparición traspasando la delgada línea que separa la vida de la muerte inadvertidamente.
Rafael Ortiz ha sido otro de esos hombres buenos, que cuesta tanto trabajo encontrar, y que nos ha acompañado bastantes años en los quehaceres de la Hermandad y haciéndonos gozar de su amistad. Fue un fiel hermano, trabajador infatigable en la Junta de Gobierno entre los años 1983 y 2000 como Mayordomo (1983-1990) y como Albacea, (1990-2000). Aparte de todas estas consideraciones, creo que debemos recordar a Rafael Ortiz como un hombre de paz, un pacificador nato que sabía, quizás más por instinto que por reflexión, suavizar las tensiones, aplacar el calor de los debates y evitar roces y malentendidos.
¡Te echamos de menos, Rafael!
Como cada año, la Hermandad de las Angustias venderá participaciones de la Lotería de Navidad. Invitamos a todos los hermanos a participar, ya sea adquiriendo alguna participación o colaborando en su venta.
Lotería de Navidad
16.275
Rafael Ortiz junto a varios hermanos en la caseta de la hermandad
Miguel Salcedo Hierro, durante su intervención en la inauguración del azulejo de la Avenida Virgen de las Angustias
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Bendición de Don Julián Barrio,Arzobispo de Santiago de Compostela
