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B B B O O O L L L E E E T T T Í Í Í N N N A A A A A A P P P E E E T T T Órgano de difusión de la Asociación Alicantina de Periodistas y Escritores de Turismo Epoca III - Año 1 - Número 02, Abril 2006 Edita: Asociación Alicantina de Periodistas y Escritores de Turismo Avd. Marina Baixa, 21, Oficina de Turismo 03509 Finestrat -Alicante- Coordina: José Tomás Lozano Moreno [email protected] Diseño: NIPPERS Comunicación [email protected] Presidente AAPET Juan Díaz Ortuño [email protected] Miradas: “Casa Alfonso” por José Tomás Lozano Tierra adentro: “Museo Minero de Escucha” por Juan Díaz Especial Torre de Reixes: “El regreso a un pasado glorioso” por José Juan López “Las Torres de Vigía y Defensa” por Luis Seguí “De Torre Vigía a Restaurante” por Rafael Rodriguez “La Huerta de Alicante” por Luis Seguí “De Rejas y de Torres” por Juan Díaz Around de World: “Colonia/Köln” por Ana Brugos La Barbería: Turismo accesible” por José Juan López Ifach, desde el balcón de Cavanilles: “Turismo en la Montaña de Alicante” por Juan Díaz © Se autoriza la reproducción del contenido de éste boletín, citando Autor y Procedencia Q uizás una de las localidades que man- tenga mayores lazos de unión con El Pinós o Pinoso, como lo conocemos los que no hablamos valenciano, sea Torrevieja, desde donde partía la pasada víspera de San José, con ánimo de redescubrir Pinoso, pues hacía varios años que no lo visitaba. La impresión fue de lo más agradable, pues encontré un pueblo joven, dinámico, con mucha ilusión y con una cantidad y cali- dad de servicios que ya quisieran otros municipios de mayor población o mayores presupuestos. La visita estaba enmarcada dentro de la que realizaban a la localidad, varios miem- bros de la AAPET, que compartimos una reu- nión de trabajo con el Alcalde, el popular José María Amorós Carbonell, la Concejala de Turismo, Noelia Rico y otros miembros de su equipo. Visita imprescindible era la Torre del Reloj, donde tuvimos la suerte de subir hasta la parte más alta y comprobar perso- nalmente como funciona su maquinaria, que lo hace ininterrumpidamente, asómbrense, desde que el Maestro Relojero Antonio Canseco la construyera allá por el año 1889. En la visita nos acompañaba el pino- sero Ángel Jara, encargado de que ésta maravilla funcione a la perfección, pues no en vano lleva dándole cuerda diariamente desde hace 35 años. Ocupación que heredó de su padre y que ahora está empezando a transmitir a su hijo. Tras escuchar el sonido de sus tres campanas, continuamos un paseo por la ciudad, que incluyó la visita a las extraordinarias instalaciones del Museo del Vino y un recorrido por las sorprenden- tes canteras de mármol del Monte Coto, de propiedad municipal e importante fuente de ingresos para el consistorio Y el colofón a un día que se tornó nubla- do y hasta un poco lluvioso, lo puso una fan- tástica demostración gastronómica que tuvi- mos ocasión de degustar en el Restaurante Alfonso, frente al Ayuntamiento, que ofreció una selecta muestra de embutidos fabrica- dos en la localidad, de hecho, la longaniza seca ha obtenido una distinción de calidad, le siguieron los crespells, la pipirrana, un revuelto de morcilla y el plato fuerte, el “alls i picat”, un guiso de conejo, patatas, caraco- les, garbanzos, verduras y salsa de ajo, que resucita a los muertos. Los vinos, evidentemente, de Pinoso. Cinco bodegas representadas, a cual mejor: Vermador, Culebrón, Viña Prado, Rodriguillo y Laderas de El Sequé. Y a los postres, un excelente Fondillón. Y otro día hablaremos del Cabezo de la Sal y del salmueroducto que une a Pinoso con Torrevieja. Casi hermanos de Sal. SUMARIO El Pinós, l’encant de ser poble Texto y Foto: José Bañuls

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boletin nº2 de AAPET

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BBBBOOOOLLLLEEEETTTTÍÍÍÍNNNN AAAAAAAAPPPPEEEETTTTÓrgano de difusión de laAsociación Alicantina de

Periodistas y Escritores de Turismo

Epoca III - Año 1 - Número 02, Abril 2006

Edita:Asociación Alicantina

de Periodistas yEscritores de TurismoAvd. Marina Baixa, 21,

Oficina de Turismo03509 Finestrat -Alicante-

Coordina:José Tomás

Lozano [email protected]

Diseño:NIPPERS Comunicación

[email protected] AAPET

Juan Díaz Ortuñ[email protected]

Miradas: “Casa Alfonso”por José Tomás Lozano

Tierra adentro:“Museo Minero de Escucha”

por Juan Díaz

Especial Torre de Reixes:“El regreso a unpasado glorioso”

por José Juan López“Las Torres de Vigía y Defensa”

por Luis Seguí“De Torre Vigía a Restaurante”

por Rafael Rodriguez“La Huerta de Alicante”

por Luis Seguí“De Rejas y de Torres”

por Juan Díaz

Around de World:“Colonia/Köln”por Ana Brugos

La Barbería:“Turismo accesible”por José Juan López

Ifach, desde el balcón de Cavanilles:“Turismo en la Montaña

de Alicante”por Juan Díaz

© Se autoriza lareproducción del contenido de ésteboletín, citando Autor y Procedencia

Quizás una de las localidades que man-tenga mayores lazos de unión con El

Pinós o Pinoso, como lo conocemos los queno hablamos valenciano, sea Torrevieja,desde donde partía la pasada víspera de SanJosé, con ánimo de redescubrir Pinoso, pueshacía varios años que no lo visitaba.

La impresión fue de lo más agradable,pues encontré un pueblo joven, dinámico,con mucha ilusión y con una cantidad y cali-dad de servicios que ya quisieran otrosmunicipios de mayor población o mayorespresupuestos.

La visita estaba enmarcada dentro de laque realizaban a la localidad, varios miem-bros de la AAPET, que compartimos una reu-nión de trabajo con el Alcalde, el popularJosé María Amorós Carbonell, la Concejalade Turismo, Noelia Rico y otros miembrosde su equipo.

Visita imprescindible era la Torre delReloj, donde tuvimos la suerte de subirhasta la parte más alta y comprobar perso-nalmente como funciona su maquinaria, quelo hace ininterrumpidamente, asómbrense,desde que el Maestro Relojero AntonioCanseco la construyera allá por el año1889. En la visita nos acompañaba el pino-sero Ángel Jara, encargado de que éstamaravilla funcione a la perfección, pues noen vano lleva dándole cuerda diariamentedesde hace 35 años. Ocupación que heredóde su padre y que ahora está empezando atransmitir a su hijo. Tras escuchar el sonidode sus tres campanas, continuamos unpaseo por la ciudad, que incluyó la visita alas extraordinarias instalaciones del Museodel Vino y un recorrido por las sorprenden-tes canteras de mármol del Monte Coto, depropiedad municipal e importante fuente deingresos para el consistorio

Y el colofón a un día que se tornó nubla-do y hasta un poco lluvioso, lo puso una fan-tástica demostración gastronómica que tuvi-mos ocasión de degustar en el Restaurante

Alfonso, frente al Ayuntamiento, que ofrecióuna selecta muestra de embutidos fabrica-dos en la localidad, de hecho, la longanizaseca ha obtenido una distinción de calidad,le siguieron los crespells, la pipirrana, unrevuelto de morcilla y el plato fuerte, el “allsi picat”, un guiso de conejo, patatas, caraco-les, garbanzos, verduras y salsa de ajo, queresucita a los muertos.

Los vinos, evidentemente, de Pinoso.Cinco bodegas representadas, a cual mejor:Vermador, Culebrón, Viña Prado, Rodriguilloy Laderas de El Sequé. Y a los postres, unexcelente Fondillón.

Y otro día hablaremos del Cabezo de laSal y del salmueroducto que une a Pinosocon Torrevieja. Casi hermanos de Sal.

SUMARIO El Pinós, l’encant de ser poble

Texto y Foto: José Bañuls

BOLETÍN - Abril 2006

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M I R A D A SPor José Tomás Lozano Moreno

[email protected]

Corría el año 1956 cuando Alfonso Agulles junto a suesposa Isabel Sánchez, procedentes de Torre

Pacheco y Chinchilla respectivamente, abrían una bodegui-ta frente a la estación de Murcia en la ciudad de Alicante,pasados unos años, en el 1975 se trasladaron de ubica-ción y de negocio, abriendo muy cerca, (al principio de lacalle Pintor Aparicio), un Bar-Restaurante, dos años des-pués en 1977, se incorporan sus dos hijos Alfonso y Patxi,que comienzan ayudando a sus padres y en el transcursodel tiempo van tomando las riendas del Restaurante.

Durante los meses de agosto y septiembre de 2005,Alfonso Agulles hijo y su esposa Mª Asunción Beldarrain,emprenden una gran reforma del restaurante y el 3 deoctubre de 2005, Casa Alfonso se reinaugura.

El pequeñocomedor original,queda sólo paratomar una cerveza ypicotear, al igualque la barra, surtidade una gran varie-dad de tapas y apa-rece un nuevocomedor con cator-ce mesas y la bode-ga situada en elsótano, con diez mesas, manteniendo todos los servi-cios de desayunos, almuerzos y cenas, y con una capa-cidad para reuniones y banquetes de ochenta personas.

Casa Alfonso sigue con su menú en días laborables,con ensalada, cuatro primeros platos y cuatro segundosa elegir, mas postre (todos caseros), pan y bebida, porsólo 10,00 euros y también tiene un segundo menú espe-cial a 16,00 euros.

Pero además del menú diario, presenta su carta conuna serie de platos especiales, (previo encargo) cocina-dos por Mª Asunción, como son, el Marmitako, elBacalao al Pil Pil, o al Ajo Arriero, la Merluza Coskera, losPimientos Rellenos de Bacalao, la Carrillada de Ternera olas Cocochas, y también tiene su carta de vinos adecua-da a los platos de la carta y cuyos vinos se pueden con-templar en la bodega y en un collage que el propioAlfonso ha realizado en la bajada a la bodega con las

cajas de sus mejores vinos.

El Restaurante-Bar mantiene la tradición de padres ahijos adecuándose a los nuevos tiempos y gustos,Alfonso con su ciclomotor, se encarga de visitar diaria-mente el mercado central para adquirir los productosfrescos del día y presentarlos en sus expositores de labarra y comedor.

Creo que Casa Alfonso es un lugar para visitar a cual-quier hora, bien sea para almorzar en solitario, realizar

una comida de negocios, o con amigos y porque no también con la familia y celebrar un cum-pleaños o aniversario, cualquier evento sepuede realizar en Casa Alfonso.¿Saben porqué?Por que Alfonso disfruta atendiendo a sus clien-tes y sin embargo amigos.

La dirección en Alicante es Pintor Aparicio, 6 y su telé-fono para reservas y encargos es el 965 130 088. ¿Porqué no le hacen una visita?.

Casa Alfonso

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Tierra Adentropor Juan Díaz

Hay dos visitas al subsuelo que recomiendo: a la minade sal de Cardona y a la mina de carbón de Escucha.

La mina de sal de Cardona (Barcelona) te lleva a un mundode grandiosidad y luminosidad sin par, aunque es insignifi-cante comparándola con las que hay en Austria, Venezuelay Polonia. La mina de carbón de Escucha penetra en unmundo oscuro, duro y difícil, pero igualmente fascinante.

Llegar a una “corta” de carbón es una experiencia quetenemos a tiro de piedra. Esta mina de carbón está enEscucha, Teruel. Se llega a Escucha, desde Teruel, trassetenta kilómetros, por la Nacional 420, dirección Alcañíz.Una vez en la explanada de la mina "Se verá", que así sellama, te vas empapando del ambiente minero: predominael color pardonegruzco que presagia lo que encierra la tie-rra. En superficie un moderno parque eólico, la antítesisenergética, anuncia la modernidad. Los viejos mineros hanrecuperado la mina y, con ella, su autoestima, enseñandocómo era su mundo, oscuro y abnegado, hasta que ladinámica de la moderna conjunción económica les mandóal ostracismo, vía jubilación anticipada o directamente alparo. Al Museo Minero de Escucha se va a vivir la historia,el pasado reciente, de los mineros turolenses.

Ya en la Lampistería, como hasta hace bien poco hací-an los mineros auténticos,te colocas el equipo(mono, casco-linterna,petaca alimentadora yequipo primario de emer-gencia) y empiezas aponerte en situación… yllegas a la bocamina. Es unmomento tenso: enseguidarecibes los primeros con-sejos y medidas de seguri-dad por parte de auténti-cos mineros, para, a conti-

nuación, viajar al corazón de la mina, a 200 metros de pro-fundidad. Se acostumbran los ojos… Se baja, y luego sesube, por un plano inclinado, de unos 30º, a bordo de unmoderno y chiquito tren-plataforma color amarillo refulgen-te; vas repantigado; no hay que enjaularse, y eso ayuda.

Allí abajo sientes la tremenda potencia de la oscuridadinfinita de las entrañas de la tierra, el peso de la cortezaterrestre; notas la extrema negrura del carbón, vives, aun-que algo ajeno, el ambiente del minero -que es la mina-,ilustrado por dioramas y paneles ajustados a la realidad.

No hay impedimentos físicos para visitar este impactantemuseo; es accesible este mundo subterráneo.

Impacta estar ante el altar minero de Santa Bárbara oante el inmóvil recuerdo de los semovientes que antañoacompañaron al hombre en su quehacer diario en la mina.Diminutas vagonetas, pozos de ventilación, galerías secun-darias a las que se llega por nuevos planos inclinados,estructuras geológicas al descubierto; un mundo tan des-conocido como fascinante... El latir del corazón te ayudaa sopesar lo que fue eso, día a día, para muchos trabaja-dores de la minería, hasta que un buen día resultó que,cosas de la vida, Francia te ponía en la central térmica deAndorra el carbón más barato que tú lo producías aquí.Esta mina estuvo operativa entre 1896 y 1968, pero en lazona se vivió de pleno la actividad minera hasta mediadosde la década de los ochenta.

Visitar el Museo Minero de Escucha (978 756 705) esmeterse en la piel de la comarca y en su lucha de supervi-vencia cuando la actividad minera es condenada a desapa-recer. Ahora es rimbombante “reserva estratégica”, perofueron muchos siglos de minería: desde tiempos de losromanos ya se conocían los lignitos de Utrillas y con losárabes el azabache, dicen, se conseguía a flor de tierra.De todo aquello sólo nos queda hoy el Museo Minero deEscucha.

La escapada merece la pena. La podemos completar-la en los alrededores del museo consiguiendo fósiles. Esfascinante; cualquier camino de tierra te lleva a esasagrestes laderas plagadas de pequeños fósiles. Sobretodo, en Utrillas los hay a millares y evidencia el pasado defondo marino -del viejo Tetis- que tuvo este lugar. Ademásestá Escucha con su Museo Taurino, sus gentes, susembutidos y su curioso barrio minero, Montalbán y sucasco histórico, Aliaga y los paisajes que labra elGuadalope, y Galve con sus experiencias de dinosaurios(Aragosaurius Ischiaticus) que nos pueden devolver aTeruel para completar visita a Dinópolis.

El Museo MineroEl Museo Minerode Escuchade Escucha

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Especial“Torre de Reixes” por José Juan López

¿Cómo se imaginaría, estimado lector, un viajeen el tiempo sin apenas salir de casa? La

experiencia es posible, y además regresará con el estó-mago bien satisfecho. ¿Qué más se puede pedir?

A pocos minutos de la ciudad de Alicante, a espaldasde la Playa de San Juan, y perdida en medio de su gene-rosa Huerta, descubrimos el placer del buen yantar en elhistórico entorno de la Torre de Reixes, ahora reconver-tida en magnífica instalación hostelera, preparada tantopara una comida íntima como para una multitudinariacelebración social, bajo la dirección de Javier Ruiz delPortal y con la vitola del emblemático restaurante JuanXXIII de Alicante. Le viene ese nombre por las tresespectaculares rejas que preside su fachada principal yque dan una increíble fuerza al conjunto.

La historia de la Torre de Reixes se remonta al sigloXVI. Los continuos ataques a que los piratas berberiscossometían estas tierras del litoral alicantino motivaron laconstrucción a lo largo de nuestras costas de torresvigía que pudieran avisar con tiempo a los lugareños dela presencia del peligro que llegaba desde el norte deÁfrica, ubicadas en las zonas más elevadas y que secomunicaban entre sí a través de señales visuales.

De esta manera, en 1.570 se construye la Torre deReixes, de planta rectangular y una altura de 14 metrosdistribuidos en cuatro niveles más un semisótano, quepudimos conocer en detalle gracias a la amabilidad denuestra anfitriona Natalia Blázquez. En las paredes dela planta superior se conservan todavía unos dibujos a

carbón que simulanembarcaciones nave-gando. A través deuna escalera de cara-col podemos accedera su terraza, desde laque se contemplauna privilegiada vistade lo que todavíaqueda de la Huertade Alicante y de sucercana playa, y en laque descubrimosintactas sus tronerasde buzón, que permi-tían a los soldados eluso de la artillería sinser vistos.

El magnífico estado de conservación que presentatanto la torre como la casa adyacente, han permitido sutransformación en restaurante, respetando con granacierto su configuración original y adaptando cadaestancia a un ambiente diferente en tres niveles distin-tos, a lo largo y ancho de sus 400 m2. Elementos comolas puertas de entrada, la pequeña capilla a la derechadel recibidor, el mobiliario de época o la decoraciónperfectamente encajada en el entorno, nos hacen sen-tir verdaderamente en otra época.

Pero si su interior crea una atmósfera de recogi-miento, no es menos cierto que el resto de las instala-ciones que podemos recorrer en los 30.000 m2 de lafinca son impresionantes. Unos frondosos jardinesadornados por árboles centenarios nos abren paso auna terraza de verano con capacidad para mil comen-sales, que en las noches de cálido verano alicantinodeben sentirse en la gloria rodeados de esa frescavegetación. A pocos metros, la complementa una carpa

para 500 personas dotada de todas las comodidadesde un gran salón de celebraciones con su propia coci-na independiente de la del restaurante.

El chef del Torre de Reixes, Joaquín Rufete, reciente-mente galardonado con el 3º premio en el VIII Concursode Jóvenes Cocineros de la Comunidad Valenciana, nosregaló los sentidos con una degustación de platosmarca de la casa. Nos abrió el apetito con una cremade calabaza con acertado contraste dulce-salado, cocacon tomate y pimiento acompañada de salmonete,tosta de vieira con rovellón, un exquisito carpaccio devenado y sus croquetas de bacalao crujientes.

Como segundo plato, elegimos el misterioso “secre-to ibérico”, muy agradable al paladar, acompañado conun sorbete de frutas del bosque con espuma de coco.De postre, mousse de turrón con chocolate blanco yunas deliciosas torrijas. El vino elegido fue Raimat, dela D.O. Costers del Segre.

Regreso aun pasado glorioso

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Especial“Torre de Reixes” por Luis Seguí

Para defender la costa mediterránea española delos ataques de los piratas berberiscos que se

venían produciendo tras el levantamiento en el s. XVI delpoder turco otomano contra el Emperador deEuropa y el surgimiento de los estados delNorte de África que establecían escuadras depiratas, se construyeron en la década del1550 las Torres de vigía o defensa: en lacosta de la actual provincia alicantina se lle-garon a construir 37 torres de vigía, la mayo-ría de ellas en tiempos de Felipe II. Elevadasen lugares inaccesibles o junto a las playas,cuatro hombres estaban a su cargo: dos depie, que realizaban la vigilancia y el encendi-do de las fogatas de alarma, y dos de a caba-llo, que cuidaban del trayecto comprendidoentre dos torres, de la comunicación entreellas y de la petición de auxilio.

Las torres de costa se construyeron aintervalos de dos leguascastellanas (la legua es ladistancia recorrida en unahora, dependiendo de loaccidentado del terreno: enel caso de Alicante, estabaseparada de La Vila Joiosapor cinco leguas).Construidas todas ellaspara avistar, dar la alarma,defensa artillada y refugiode los piratas berberiscos,se comunicaban entre sípor ahumadas de día yluminarias de noche. Notodas estaban artilladas ylas que lo eran, entorpecí-an los desembarcos delenemigo, siendo el resto,simples atalayas o peque-ños castillos.

Su estructura es seme-jante en todas: el alzado,

prismático o cuadrangular: la altura, igual al perímetro:al exterior, muros lisos con una puerta a media alturadefendida desde arriba: aspilleras en lo más elevado yconstrucciones voladas de madera para el ataque ydefensa que se armaban e instalaban solo en tiemposde peligro. La puerta se abría a considerable altura ypara llegar a ella era necesario lanzar cuerdas o esca-las plegables desde lo alto. Todo el interior, hasta lapuerta, es macizo, relleno de piedras y tierra, y suanchura es casi siempre más reducida en lo alto, conuna base de seis metros y una terminación de cinco ensu coronación.

De las 37 torres construidas entreHoradada y Denia (límites de la provinciade Alicante), sólo quedan 16 en buen esta-do; siete, algo deterioradas; seis en rui-nas, y totalmente desaparecidas, quince.

Para el albergue de los colonos seconstruyeron a partir del s. XVI las casasde la huerta de las que sólo son visitableslas Rejas, en la Condomina; Abril, en SanJuan, y Peñacerrada, en Mutxamel; suscaracterísticas son similares: amplio vestí-bulo, vivienda del colono y comedor-coci-na. Separada de la vivienda, la bodega ycambra, o almacén de cosechas, de ape-ros y herramientas agrícolas. Algunascasas cuentan con oratorio privado, había23 con torre aneja para el control de losriegos, y muchas otras, junto a las ya cita-das, eran villas de defensa.

Las Torres de Vigíay Defensa

y las casas con torre dela huerta de Alicante

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Especial“Torre de Reixes”

No siempre, tenemos la oportunidad de entrar de llenoen nuestra historia, y menos cuando la mayoría de

nuestras torres vigías, poco a poco van desapareciendo.Pero gracias a Javier Ruiz Sainz de la Maza, la Torre

de Reixes, está “viva” y al servicio no sólo de los alicanti-nos, si no de todos cuantos deseen visitarla y posterior-mente degustar un buen yantar, rociado con buenos cal-dos, ya que Javier y los suyos, han dado ese toque de dis-tinción que requería la Torre como restaurante y a fe deser sinceros que lo han conseguido.

Fue en 1570 cuando la Torre de Reixes fue construi-da, formando partede un sistema devigilancia y aviso,que llegaba hastaotro tipo de torres,estas eran de plantacircular, situadas enel litoral y servíanpara avisar al vecin-dario de los posi-bles ataques moris-cos. Nuestra torre,con un alzado de 14metros repartidosen cuatro alturas yun semisótano cuyo

grosor de muros va descendiendo según se asciende.La Torre está situada en la partida de la Condomina,

en el camino de Benimagrell, acogió hace unas fechassus "I Jornadas Gastronómicas", que dedicó a la comidatradicional española, con un toque personalizado. Se pre-sentó la nueva cocina que se hace en España, en la quese combinaron los sabores de la montaña con los delmar, partiendo siempre de la cocina tradicional, dándoleun toque personal. De esta manera se cumplió la filosofíadel Restaurante Torre de Reixes, que en la cena de clau-sura de estas primeras jornadas presentó su nueva cartade temporada. Ya que combinar siguiendo los pasos quemarca la tradición culinaria los pescados de temporadacon la verdura fresca de la tierra es la filosofía a la queantes hacíamos referencia.

La Huerta de Alican-te abarcaba los

municipios de Mutxamel,El Campello y San Juan,así como las partidas deVillafranqueza y Tángel ylas extensiones deOrgegia y la Condominaen Alicante. Aquella granzona, de 3.680 hectáre-as, debió su riqueza alas aguas del RíoCabanes, procedentesde la Hoya de Castalla,embalsadas y reguladas después por el Pantano de Tibi,el más antiguo de Europa, en el que también se recogenlos sobrantes procedentes de las avenidas. Sus embalsesbajan por el cauce del denominado Río Seco, nombreadquirido cuando la presa de Tibi impidió que discurrieranlas aguas del Cabanes, también llamado Montnegre.Asimismo recibe los aportes del Canal de Levante, reali-zado en 1923 para traer las aguas del Río Segura desdesu desembocadura e impulsadas entonces por bombasque exigieron realizar el Salto de los Almádenes. Tambiéncontaba con caudales de los pozos de Villena, traídosmediante un canal de 70 kilómetros de longitud que fueproyectado por el Ingeniero Próspero Lafarga y construi-do en 1909.

Almendros, algarrobos, frutales, cereales y viñas eransus principales productos, aunque el emblemático pro-ducto de la Huerta de Alicante fue el Vino de Fondillón,que llegó a ser conocido en varias cortes Reales deEuropa entre los siglos XVI y XIX.

Abandonados sus cultivos en la segunda mitad depasado siglo por la transformación de sus tierras enurbanizaciones turísticas o en zona residencial del áreametropolitana de Alicante, quedan como fruto de su acti-vidad los desarrollos urbanos iniciales de los municipiosde San Juan, El Campello y Mutxamel, las conurbacionesde Tángel y Villafranqueza, y las hermosas fincas que jalo-nan toda su extensión.

La Huerta deAlicante

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por Luis Seguí

De Torre Vigíaa Restaurantepor Rafael Rodríguez

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Especial“Torre de Reixes” por Juan Díaz

Fotos: José T. Lozano

Las construcciones litorales, hasta la llegada delturismo, se debieron a respuestas a usos agríco-

las y actividades pesqueras, marítimo-comerciales, aun-que fundamentalmente se debieron a iniciativas milita-res. Hasta el siglo XIX la costa mediterránea conocidaera un lugar intermedio entre el espacio continental,varios kilómetros tierra adentro, y el mar. La costa erael espacio hostil y anárquico que bien define Juan Ferrer.El borde litoral estaba expuesto a las razzias piráticas ytenía un reducido valor agrícola, por no retrotraernos aPlatón -Libro IV, Las Leyes- que adjudica a las costas unambiente malsano, que pervivió hasta la llegada de losgalenos higienistas, añadido a lo que siempre se consi-deró factor de diferencia moral por las largas ausenciase incierto regreso del cabeza de familia.

El poblamiento intensivo del litoral mediterráneo quenos ocupa se produce a partir del siglo XIII, tras la cre-ación de Reino de Valencia, cuando la Corona deAragón se empeña en recobrar la soberanía territorialdel litoral mermada, en el espacio costero, por la pira-tería, mediante la repoblación auspiciada en incentivosfiscales y libertad de de actividades. Si la presión pirá-tica era habitual hasta el XVI, 1609, con la expulsión de

los moriscos, marca la inflexión. Las razzias se incre-mentan y se hace necesario proveerse de estructurasde avistamiento, de peligros, y defensa, de las peque-ñas comunidades existentes en el litoral. Surgen así lastorres de la Huerta alicantina, lugar de interés parasaqueos de piratas berberiscos por la presencia degentes del campo y riqueza de las producciones. Seconstruyeron desde el siglo XiV una treintena de torresde defensa, de las que hoy en día se conservan dieci-nueve, muchas de ellas en muy mal estado. Desdeestas torres, hoy declaradas Bienes de Interés Cultural

(BIC), los habitantes de la huerta de laCondomina, otrora también productora de vinos ymalvasías para patricios romanos, se avisabanunos a otros de los ataques piráticos con señalesde humo, campanas, o haciendo volar cometas.Su doble función defensiva y de refugio obligó asu distribución por los numerosos caminos de ata-jadores, únicos viales existentes entonces, hoy atraspiés de las modernas carreteras.

Pero, lo que no pudieron destruir aquellos pira-tas norteafricanos lo va destruyendo el tiempo, elolvido, la planificación obviada y el acoso de losnuevos desarrollos de la vieja Condomina, a pesarde las figuras de protección. Algunas torres han

sucumbido al paso de los años y al desprecio de due-ños y gestores. Nombres míticos perduran en la memo-ria de los alicantinos: las desaparecidas Torre de los 3olivos y Torre del Rizo tienen ejemplos visibles y aúnerguidos, por ejemplo, en las Torres Sarrió y Boter, o laTorre de Capitán Boasio, de 1689. Alfredo Campellodestaca una de las singularidades de estas construccio-nes: en algunas casas de la huerta, se observan pintu-

De Rejas y de TorresHistorias alicantinas de buen yantar

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BOLETÍN - Abril 2006

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ras originales de los siglos XVII yXVIII que ilustran los perfiles de losbajeles enemigos o narran comba-tes desarrollados; los graffiti dealgunas torres merecen estudioaparte.

Muchas torres se han recupera-do y mantienen su función. Otrashan adquirido complementariedad.La vieja Torre de Rejas (Torre deReixes) se alza en perfecto estadoen el nº 47 del Camino deBenimagrell. Su nombre le viene porlas enormes rejas que decoran sufachada, aunque las rejas que le dan nombre lle-garon en los años sesenta. Según cuenta la leyen-da (narrada por Pastor de la Roca), ésta fue lamansión de Ben Aymet, el corsario que mandódestruir la ciudad de Lloixa. Entre dos de las rejasde la fachada se observa un escudo de mármolde la familia Talayola, una de sus propietarias.Los indianos, que Alicante también los tuvo, sefueron haciendo, a su regreso, con las grandespropiedades de la Huerta alicantina. Se encuentraadosada por dos de sus caras a una finca quesufrió una gran reforma en 1945 y hoy, nueva-mente reformada alberga un soberbio restauranteacorde con la construcción y con el entorno.

Torre de Reixes une el abolengo solariego conlas muy ganas de sentar cátedra de los Ruiz

Solaguren El marchamo <Juan XXIII>campa, felizmente, por sus fueros. Aquítodo tiene la impronta de Javier RuizSainz de la Maza y de su hijo Javier RuizMula con su Jefe de Sala Juan Campos,el Chef Joaquín Rufete, también marcasu protagonismo. Traspasar el umbralde la sólida fachada es penetrar en unnuevo compendio de sensaciones pla-centeras: El lugar relaja e incita a dis-frutar la paz que se respira. Una alace-na frontal despierta instintos y senti-dos; la disposición de las estancias tehace entrar en situaciones de eleganciasiempre a tono con el trato que la fami-lia dispensa al buen yantar, al mejorbeber y al más respetuoso servicio. Lavisita a la Torre de Reixes se haceimprescindible, el deambular porestancias y pasillos te muestra recuer-dos del hermoso pasado de este lugar,

el paseo por los jardines des-pierta los sentidos y vivir laCondomina por unas horasmerece dejarse llevar por losretazos de historia vivida poruno de los más fascinanteslugares de la Terreta. Allí quedala esencia del primitivo y esfor-zado Alicante.

La experiencia de la Torrede Reixes merece ser vivida;une historia y gastronomía, unasoberbia conjunción.

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AArroouunndd tthhee WWoorrllddpor Ana Brugos

Las inmensas posibilidades que nos ofrecen las com-pañías de vuelos a bajo costo cobran especial rele-

vancia ante las escapadas. Con destino a Alemania tene-mos sensacionales ofertas y el país ofrece maravillosasposibilidades. Colonia sería una muy buena elección por-que reúne los mejores atractivos en estas fechas dondetodo huele a Mundial futbo-lero... y en otras.

Colonia es mucho másque las emblemáticas dostorres de su catedral yque el conocido aroma dela 4711; es la Alemaniamás abierta y amable. Erala Colonia Claudia AraAgrippinensium del Siglo Ia.C. y sus vestigios estánhoy por toda la ciudad, enel Museo Romano-Germánico o en laHohe Strasse, quelleva dos mileniossiendo eje principalde la ciudad. EsColonia, pese aello, una ciudadmoderna –el 90%de su casco urba-no fue destruidoentre 1942/45-que conservamaravillosos reta-zos del pasado,que no convieneperderse porquehan sabido recupe-rar aquél esplen-dor integrándoloen la modernidad,para convertirseuna ciudad muy humana y dinámica. Fue la primera univer-sidad pública de Europa (1388) y por aquí dejaron su hue-lla Alberto Magno y Tomás de Aquino, entre otros.

La imagen de la ciudad es su catedral; las dos torres,con sus157 metros, se localizan desde cualquier punto.

En Colonia todo gira en torno a las reliquias de los ReyesMagos y la catedral no es más -ni menos- que el panteónde las mismas. Comenzaron a construirla en 1248, y ter-minaron en 1880. Impresiona la ingravidez que parecentener las piedras. Sobrecoge su grandiosidad a la luz delas vidrieras. Impacta la Cruz de Gero, la más antigua quese conoce al norte de los Alpes. Pero sobre todo, merecela pena subir los 509 escalones de la torre Sur, que teascienden a más de 97 metros, para ver la ciudad y ellento discurrir del Rin, junto a “Pedro el gordinflón”, lamayor campana con badajo de mundo (24.000 Kg.).Iglesias no faltan en Colonia; la llaman “Santa Colonia”. Haymás de treinta interesantes, una docena de ellas son romá-

nicas, como GrossSt. Martin, que deja asus espaldas el río, elalegre jardínFrankenwerft y laencantadora plazaFischmark, la de lascasas coloreadas. EnAntoniterkirche (en laSchildergasse) estáel “Ángel de laMuerte”, de Barlach,en memoria de loscaídos durante la IIGuerra Mundial.

Museos encontrará para todos los gustos: delChocolate, de la Ciudad, del Deporte, el imprescindible esel Museo Románico-Germánico, o por ejemplo, el Centrode Documen-tación del Nacionalsocialismo. Hay paratodos los gustos. Pero Colonia es mucho más que piedrascon historia. No hay que olvidarse de la famosa marca deagua de colonia de la firma Muelhens (4711), ni de laFarina Haus, frente al Ayuntamiento histórico.

Colonia es ciudad comercial; mantiene vivo su pasadode ciudad hanseática medieval, y todo gira en torno alDom, la catedral. La milenaria Hohe Strasse abre un cami-no de tiendas que siguen las no menos atractivasMittelstrasse, Enhrenstrasse, Breite Strasse y laSchildergasse de los grandes almacenes. En Colonia veráde todo, hasta olvidados punkis. La noche de Colonia esgenial, variada y animada.

Dicen que a la altura de Colonia el Rin deja de serromántico para irse de fiesta. Hay barrios enteros conuna soberbia miscelánea de posibilidades de todo tipoy para todas las edades: Belgisches Viertel (barriobelga), Friesemviertel (barrio de los frisones) ySverinsviertel (barrio de Severino) son los más diverti-dos y acogedores.

Colonia / KölnColonia / Köln

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Aprincipios del mes de marzo se celebró enBenidorm el X Foro Internacional de Turismo, en el

que expertos del sector expusieron su punto de vistasobre diversos aspectos: infraestructuras, recursos hídri-cos, impacto de los grandes eventos, y un tema al queotorgo una importancia capital, desde los punto de vistaturístico y social: el turismo accesible.

En la mesa redonda "Adaptación de las infraestructu-ras y servicios turísticos a las necesidades de nuevossegmentos de demanda: el turismo accesible", participa-ron Juan Carlos Sanz, arquitecto de la Consellería deBienestar Social en el Servicio de accesibilidad y elimina-ción de barreras arquitectónicas; Jorge Piñeiro, directorde Coordinación Institucional de Viajes 2000, una agen-cia de viajes de la Corporación ONCE; Jon Cortina, con-sejero delegado de Confortel Hoteles, también del grupoONCE, Desmond Deignan, managing director del tourope-rador británico Access-Travel, y Pilar Soret, directora delárea de Turismo de PREDIF, organización nacional de dis-capacitados.

Si bien es cierto que la Comunidad Valenciana es unejemplo en la eliminación de barreras a las personas condiscapacidad o movilidad reducida -ahí están los ejem-plos de las playas accesibles, las áreas especiales y losdesarrollos que ha creado el Plan de Turismo Accesiblede la Generalitat-, desde el sector empresarial casi nadietiene conciencia de que el turismo accesible puedemover al año muchos millones de euros.

Alrededor de un 10% de la población española es dis-capacitada "oficial", lo que supone casi cuatro millones depersonas. Imagínense cuando hablamos en cifras europe-as... Según el informe “Hábitos y actitudes hacia el turis-mo de las personas con discapacidad física” realizada porla Universidad Pontificia de Comillas para PREDIF, el 60%de personas con gran discapacidad física viajaron (en lapoblación en general viajan un 53%). De ellos, también el60% utilizan hoteles de 4 y 5 estrellas (la población engeneral los utiliza en un 25,8% de los casos) quizá porqueson las únicas instalaciones que permiten un mínimo deaccesibilidad.

Un turista discapacitado siempre viaja acompañadopor un familiar o amigo. El gasto medio de este turista esde 89,3 euros/día, mientras que el de un turista estándares de 49,8 euros/día. Y el 60% declaran que no se sien-ten satisfechos por el resultado de sus viajes en materiade accesibilidad.

Hay más de 50 millones de discapacitados en Europay es un segmento en crecimiento por los accidentes, elaumento de la longevidad, etc. ¡Menudo mercado! Lo habi-tual es que, en el mejor de los casos, las instalacioneshosteleras cumplan los requisitos mínimos que promulgala ley, que como suele suceder siempre van por detrás dela demanda real. Por otro lado, las indicaciones en lamayoría de las guías turísticas no son reales. Cuando vasa algún establecimiento calificado como accesible, resul-ta que lo único que tiene es una rampa para entrar. Yluego, ¿qué?

Desmond Deignan, que dirige un operador especializa-do en viajes adaptados a personas en silla de ruedas,dice que sus clientes no quieren viajar en grupos, sinocon sus familias. En el Reino Unido hay 60 millones dehabitantes, de los cuales 1.320.000 necesitan silla deruedas. De sus 1.400 clientes anuales, 500 la usan. Cifraaclaradora: en Benidorm, capital del turismo de sol yplaya por excelencia, sólo hay tres hoteles que puedaofrecer a sus clientes. ¿Sorprendidos por el dato?

Hace pocos días participé en una reunión que preten-día validar el diagnóstico y ofrecer propuestas de actua-ción del Plan Estratégico de Turismo de la Montaña deAlicante. Pues bien, en ningún momento se plantea laaccesibilidad, tanto de los establecimientos como delentorno, como una preocupación o necesidad. ¿Cómo esposible que en pleno 2006 se plantee un plan estratégicode turismo sin pensar en un mercado potencial de cin-cuenta millones de personas?

No se trata de proporcionar a los discapacitados unasvacaciones terapéuticas. Se trata de que todas las perso-nas podamos ejercer nuestro derecho a un ocio sin barre-ras, sin distinciones y sin desventajas. Y no nos tienenque regalar nada. Hay muchísima gente que quiere pagarpor un servicio adecuado, pero es que no existe. Todosestamos perdiendo una gran oportunidad. ¿Por qué nohacemos algo?

TTurismo accesible,urismo accesible,turismo para todosturismo para todos

La Barberíapor José Juan López

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ActualidadAeronáutica por Juan Díaz

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El 4 de mayo de 1967 fue una fecha importante parala provincia de Alicante. Ese día se abrió al tráfico

el aeropuerto de El Altet, cerrándose definitivamente el deLa Rabassa en el llano que hoy alberga la Universidad deAlicante. Mis padres me llevaron a ver aquél ConvairMetropolitan de AVIACO que hizo el primer aterrizaje; fueun acontecimiento. Hubo quien preconizó que, en nada, sequedaría pequeño y que el turismo lo haría grande... blan-co y en botella: leche. Acertó de pleno y en junio de 1972,nueva terminal de pasajeros que posibilita llegar a los dosmillones de pasajeros en 1978, lo que obliga a nuevasreformas y ampliaciones operativas que deben ser renova-das y ampliadas en 1996 cuando se preveía que los 4millones de pasajeros podían duplicarse en una década En2005 el aeropuerto de Alicante registró un tráficode 8.796.321 pasajeros y 76.100 operaciones.El Plan Alicante 2005-2008 tiene una previsión de18’7 millones de pasajeros en 2020, con138.800 operaciones.

El 28 de abril de 1979 despegaba el primervuelo de Air Berlín desde Berlín -Tegel con destinoa Palma de Mallorca. Air Berlín había nacido el añoanterior en Oregón, EE.UU., porque desde quefinalizara la IIGM sólo las compañías de bandera(primero de las potencias aliadas y luego ya otras)podían operar en la ciudad partida. El 9 denoviembre de 1989 caía el Muro de Berlín y en1990 Air Berlín operaba ya con toda naturalidad desde supaís. En 2005 transportó 13’5 millones de pasajeros y seconsolidó como la segunda compañía alemana con unaumento de 12’45% respecto al año anterior. Es una de lastres principales compañías de vuelos a bajo precio deEuropa.

Y ahí está Alicante, donde Air Berlín opera desde haceveinte años. Hoy, con Air Berlín podemos llegar a veintiséisdestinos: dieciséis en Alemania, tres en Austria, dos enInglaterra, dos en Italia, uno en Suiza y otro en Holanda.También a Palma y desde Palma multiplicar posibilidades.A ocho destinos se llega en vuelo directo desde Alicante:Berlin -Tegel, Colonia/Bonn, Dusseldorf, Frankfurt,Hamburgo, Hannover, Londres-Stansted (desde el 5 demayo) y Palma de Mallorca. En 2005 movieron porAlicante 557.000 pasajeros, un 17% más

Bajo los lemas “más cerca del cliente” y “calidad abuen precio”, Air Berlín esgrime, orgullosa y satisfecha,que es la única compañía aérea que incluye en todos susvuelos, muchos desde 29 Û por trayecto, las tasas eimpuestos, la reserva de asiento a la hora de facturar,prensa y refrigerio y bebidas no alcohólicas a bordo. Unplus sobre el espíritu del low cost tradicional que, además,amplía con tics de bandera como el de acumular millaspara nuevos vuelos gratuitos en un programa de fideliza-ción sumamente atractivo, con plazos de hasta 3 añospara acumular millas, y con tres niveles de status y370.000 miembros adheridos.

Hoy Air Berlín está que se sale; tanto es así que está apunto de salir a Bolsa, en Frankfurt. Ven con tranquilidad eltema de los 100.000 bonos canjeables que comercializóLidl a 29 Û, canjeable por billetes de avión de hasta 79 Û;Álvaro Middelmann insistió en que ellos no han vendidobilletes, luego no incumplen la normativa y siguen una ini-ciativa exitosa ya en Alemania, Países Bajos y Austria. Vacamino de ser una compañía de Red con diversos hubs.Más de 4.200 agencias ya están acreditadas en la página

web de Air Berlín (http://www.airberlin.con), aunque laventa directa a través de la web sigue sumando el 60’9%.

Lo más novedoso e interesante del Air Berlín de 2006son los productos Golf y Ejecutivos. Los golfistas tienenventajas para transporta su material deportivo sin recar-gos y los ejecutivos obtienen un rating al igual que algunascompañías con los hoteles. Así, un 20% de sus desplaza-mientos corresponden ya a ejecutivos de empresas. ElGolf tiene un handicap, señalaba Middelmann: en estas lati-tudes los campos tienen una baja ocupación desaprove-chando mucho las horas de sol de las tardes y los preciosson algo elevados, Habría que reestructurar un poquito lacosa y funcionaría mejor.

Un futuro halagüeño se vislumbra en esta simbiosisAlicante-Air Berlín que día a día se va consolidando.

Air Berlin,Air Berlin,ampliando desde El Altetampliando desde El Altet

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Ifach,desde el Balcón de Cavanilles por Juan Díaz Ortuño

Esto se mueve. La montaña alicantina se lanza delleno a la aventura del turismo de interior. Hay

Plan Estratégico de Turismo de la Montaña de Alicantey la consultora Ecotono, tras desarrollarlo, ha celebra-do unos talleres participativos de validación de diagnós-tico y propuestas de actuación que han contado conuna buena respuesta e incluso con debate radiofónico.El tema interesa; pero a los de siempre. Clama al cieloque de los 55 municipios integrados en el “concepto”Montaña de Alicante, supuestamente interesados en elmismo, sólo 26 respondieran al cuestionario deEcotono. En alojamiento y restauración la cosa sólo fuealgo mejor. De momento, para mí, absoluta falta deinterés... E pur si muove.

En esto, como en todo, si la cosa está en que el62% de la población de la Montaña de Alicante se dedi-ca ya al sector servicios y a la construcción, y sólo el10% a la agricultura, habrá que ponerse las pilas y verque opción desarrollar. En esto del turismo, sea cualsea la modalidad, lo fundamental es creérselo. Si deverdad te lo crees, lo demás viene dado. Creérseloimplica entrar, en las mejores condiciones posibles, enel juego turístico. El turismo genera empleo y rentas,capta ingresos y activa la construcción y las activida-des de las empresas de servicios. Es teoría, pero secumple. Lo importante es voluntad decidida, ideas cla-ras y ganas de triunfar.

Y lo fundamental, insisto, es creérselo, porque eneste millar largo de kilómetros cuadrados que supone laMontaña de Alicante, hay mucho campo, mucha monta-ña, muchos valles, muchas posibilidades y muchas idio-sincrasias. Considero que no tienen las mismas ideasturísticas en Alfafara que en Llíber, ni en Relleu que enAbsudia, por tocar los cuatro puntos cardinales. No venel tema turístico de la misma manera en Alcalalí, Jalón,Callosa d’En Sarrià, Polop, Benimantell y Sella que enCocentaina, Muro, Gaianes, Beniarrés y Lorcha. No eslo mismo aunque sea la misma Montaña de Alicante; lainfluencia de la costa, hiperactiva costa, de La Vila-Finestrat-Benidorm-L’Alfàs-Altea-Calpe-Moraira-Jávea-Dénia deja una segunda línea expectante, pero dispues-ta a dejarse seducir por el cemento turístico. El interiorprelitoral se despuebla y pierde oportunidades muy difí-

ciles de compatibilizar. Montaña de Alicanteadentro, la situación cambia porque el mágicoinflujo del Mediterráneo sólo llega a modo debrisa marina para otorgar condiciones climáti-cas. El problema de la agricultura de secanoestá en eso, en el secano; las rentas son cadadía más exiguas y menos esfuerzo requiere -ymás ingresos proporciona- emplearse en la

construcción de urbanizaciones. Si, podemos hablar decítricos, de almendros, de frutales, del turrón, del acei-te, de las bebidas espirituosas, del níspero y de la cere-za de la Montaña de Alicante pero… ¿saben qué costosfijos lleva producir un kilo de nísperos?: 1 euro. Si nolos venden en Italia, palman. Total, que la gente jovendel agro termina en el cemento aunque el paisaje, antro-pizado paisaje, se resienta.

Definir un modelo turístico para la Montaña deAlicante se hace básico, urgente y fundamental.Conciliar intereses es perentorio. Aunar criterios esindispensable. Posicionarse en el mercado es necesa-rio. Tantos y tan dispares objetivos merecen un esfuer-zo de alianza en pos de un objetivo común de progre-so. No podemos perder los paisajes y la identidad de laMontaña de Alicante. Pero ese conjunto no será nada sino nos creemos que podemos hacerlo, si no optamospor una calidad en consonancia con lo que ofertamos ysi no ponemos en valor los recursos que tenemos: pai-sajes de ensueño, gastronomía sólida y recursos cultu-rales únicos. Con esos tres mimbres podemos entrela-zar una buena red de alojamientos en condiciones paralograr la máxima aceptación: que los visitantes pernoc-ten en el lugar y disfruten integralmente de él. La redactual es escasa, precisa de lograr mayor arraigo eimplicación.

Los recursos culturales que ofrece merecen capítu-lo aparte; la historia de un cambio climático es tangibleen los viejos pozos de nieve de la Montaña de Alicante.La esencia de los viejas culturas y pobladores estávivas en el paisaje; no en balde esto fue la Contestaniay por aquí han pasado todos y todos han dejado su hue-lla. A pocos minutos, montaña abajo, tenemos el poten-cial de Alicante o el poderío de una Costa Blanca, quelidera Benidorm, y la oferta de ocio temático.

La Montaña de Alicante está aún por descubrir. No seolvide que aquí, aunque no lo cuenten todos los libros,en el llano de Petracos, a los pies del Caballo Verde,donde anida la leyenda de Ezme la bruja de Laguar, ter-minó en 1609 la Reconquista, al derrotar a los moris-cos; ellos y los tercios victoriosos salieron por Dénia. LaMontaña de Alicante es un mundo por descubrir.

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Turismo,en la Montaña de Alicante