boquilla 1958

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Estudio sobre el asentamiento de la Boquilla (afueras de Cartagena) en 1958

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  • BICC, XIII, 1958 NOTAS 195

    debe estar constantemente informndose de las publicaciones que sehagan en su especialidad, y tener algn contacto con centros de inves-tigacin lingstica.

    19) Por lo dicho se puede comprender que ensear bien castellanocomo lengua nativa es tal vez ms difcil que ensear lenguas extran-geras o cualquiera otra materia. Es risible para decir lo menos quepersonas impreparadas y un poco sin trabajo se acerquen al amigofuncionario de la educacin y le digan familiarmente: "Hombre, ay-dame a conseguir unas clasecitas, aunque sean de castellano".

    20) Hay que luchar para que el Ministerio y las Secretaras Departa-mentales de Educacin faciliten la adquisicin econmica de textos y debuenos libros a los profesores, alumnos y bibliotecas de todos los plan-teles educativos. Hay que luchar tambin para que esas entidades denauxilio econmico de importancia a los autores nacionales de buenostextos.

    Luis FLREZ.

    DE LA VIDA Y EL HABLA POPULAREN LA COSTA ATLNTICA DE COLOMBIA

    No voy a hacer un estudio completo y tcnico de la vida y el hablapopular en esta regin colombiana sino a contar, sencillamente, demanera informal, algo de lo que o, vi y averig el mes de julio de1958 en La Boquilla y Cartagena, Departamento de Bolvar, mientrasestudiamos el conjunto de datos que hemos recogido all.

    En estas localidades, como probablemente en toda la costa caribedel pas, la gente habla en voz alta, bastante alta en comparacin conla de los bogotanos, y muy rpida, adems. En parte por esta cir-cunstancia de la rapidez, muchos hablantes incultos 'se comen' fre-cuentemente algunas consonantes, y modifican otras de manera muynotoria. El habla, aun entre personas educadas, es de ordinario muynasal. El bajo pueblo, sobre todo, parece que habla por las narices, yarticula con mucha relajacin y oscuridad. El acento se desplaza cons-tantemente en muchas expresiones. La entonacin presenta giros es-peciales.

    Todos estos caracteres del habla en Cartagena y sus alrededores,no son, sin embargo, tpicos o exclusivos de all: unos u otros ocurrentambin en la costa colombiana del Pacfico, y en las costas de Mjico,de la Amrica Central, de Cuba, Puerto Rico, Santo Domingo, Vene-zuela, Ecuador, Per, Chile, Argentina, Uruguay, Andaluca. Son fe-nmenos, pues, muy extendidos geogrfica y socialmente. No perte-necen, claro est, al 'castellano' de Castilla. Varios de ellos tampocoson correctos, desde un punto de vista social y cultural.

  • 196 N O T A S BICC, xin, 1958

    Consideremos ahora, en forma tambin muy pasajera, algunos as-pectos de la gramtica, el lxico y la semntica:

    Seo es tratamiento comn que el pueblo un pueblo constituidoen gran parte por negros da a las mujeres mayores, solteras o casadas,cuyo nombre desconoce todava: "adis, seo", "seo qu desea?".

    En Cartagena y muchos lugares de la costa atlntica, la gente dapronto al colombiano del interior un tratamiento escueto: el nombresolo, sin frmulas de respeto. Hasta las criadas llegan pronto a llamarpor su nombre a las seoras. Este tratamiento democrtico no lesgusta de buenas a primeras a muchos colombianos, y sobre todo a lasmujeres, que son ms susceptibles. A la pronta y sencilla confianzaen el trato corresponde el uso del pronombre t, habitual en todaslas clases sociales: hasta los chicos dicen t al forastero, a vuelta depoco tiempo.

    A veces, cuando un nativo de la regin llega a una casa, a unaoficina, o se acerca a otras personas, saluda diciendo "saludo". En Bogotes "buenos das", "buenas tardes" o "buenas noches", segn la hora.No obstante la aparente brusquedad y sequedad del tratamiento social,a veces hasta la gente ms humilde resulta con expresiones muy de-licadas: "a la orden, doa", "permisito, cabayero", "siga, doctor","un miyn de gracias".

    Prcticas corteses que el visitante de Bogot aprecia inmediata-mente en Cartagena, son estas: casi siempre el chofer de un automvilde servicio pblico abre la portezuela para que entre el pasajero. Ycuando un peatn va a pasar la calle, o una esquina, el chofer no leecha el 'carro' encima para atropellarlo, como sucede en Bogot. Conla misma consideracin proceden los choferes con los turistas, en variasciudades de Europa. En algunas ciudades de Hispanoamrica la rela-cin entre peatn y chofer es la de "slvese quien pueda".

    Entre la gente inculta de la costa abundan y salen fcilmente lasexpresiones indecentes. As, mierda, marica y maeada son mo-dos de decir que se oyen a cada paso, aun entre nios. Es claro que detanto usarse, dichas formas llegan a no significar nada injurioso nidesagradable. Las mujeres, casi mecnicamente, emplean a menudoel eufemismo mircoles.

    El verbo espaolsimo parir, que entre muchos colombianos del in-terior no se dice porque parece muy crudo, entre hombres y mujeresde la costa atlntica del pas es de uso frecuente y no tiene nada deimpdico. A negras jvenes y viejas omos decir, por ejemplo: "cuandopar qued enferma", "hay mujeres que han pari hasta 24 hijos","es una tigra parida" (mujer bravsima, sobre todo por celos). Eluso de este verbo se ha ampliado, adems, pues ya no se aplica sola-mente a las mujeres y a los anmales hembras, como es lo ordinarioen espaol, sino que se dice tambin de los vegetales: un rbol o plantasilvestre "pare", es decir, da o produce fruto. El coco, por ejemplo,"pare a los cuatro aos" en La Boquilla. All mismo hay un rbol

  • BICC, XIII, 1958 NOTAS 197

    que llaman uvita: de un ejemplar concreto que yo le sealaba a unvecino, ste me dijo: "ha parido pero bastante".

    Observamos que los sufijos de la lengua comn (-azo, -ada, -ero,-ito, -n, etc.) tienen vitalidad creadora en el habla popular de la costaatlntica: una pescozada: un puetazo; un rulazo: un golpe dado con laherramienta de trabajo rural que llaman rula (especie de machetegrande); los habitantes de Cartagena son cartageneros; los de La Bo-quilla: boquiyeros; los de Mara la Baja: marialabajeros; los de Sopla-vientos: soplavienteros; los de El Playn: playoneros, y as sucesi-vamente.

    Despus de nuestros trabajos sobre el castellano hablado en el Depar-tamento de Antioquia, creamos que no encontraramos otra regin deColombia donde se usaran tanto los diminutivos. Con sorpresa nuestraencontramos, sin embargo, que en la costa atlntica tambin se empleanmucho: lamparita, totumita, platico, ventorriyito, tempranitico, etc. Enalguna ocasin el diminutivo sirve para diferenciar una cosa de otraque se denomina con una voz no diminutiva. As, platanito no es pl-tano pequeo, sino una clase especial de pltano: el banano, y sola-mente el banano.

    El sufijo -n tiene sentido aumentativo: un machetn es un machetegrande; un hombre jartn es un hombre que 'jarta' o come mucho(comiln).

    El adjetivo guapo, guapa se emplea popularmente con el valor de'bravo, enojado, disgustado': "se pone guapo", "estaba guapa".

    El verbo aguantar tiene entre otros sentidos usuales el de 'esperar,parar': "que me aguante para el 20", manda decir un hombre a otro,significando que lo espere. Los pasajeros de buses urbanos dicen alchofer "aguanta", cuando es el momento y lugar para salir. Tambindicen "prxima", o "parada". En Bogot simplemente se toca el tim-bre. Claro que en Cartagena y poblaciones de la costa la vida todavatranscurre como en familia.

    Serenar es lloviznar (por la noche). La lluvia (nocturna) es sereno.El viento fuerte recibe el delicado nombre de brisa.

    La preposicin de se utiliza con alguna frecuencia en el sentido de'tan': "qu de bueno!", "qu hombre de malo!", "qu fruta degrande!", etc.

    Son usos muy castizos, muy espaoles, y vivos en el habla popularespontnea de muchos costeos colombianos, los de cerilla por 'fsforo'mulo por 'macho de la mua'; caballeriza por 'pesebrera'; arroyo por'quebrada' (o simplemente cauce); cntaro, que en otros lugares deColombia dicen caneca o cantina, y sirve para llevar la leche de loscampos al pueblo; baraja, que en muchos sitios es ordinariamente naipe;cena, la comida de 'la noche; pollino, pollina: burro o burra joven;preez, prear, voces que para muchos colombianos del interior resultanvulgares o indecentes.

    Estn todava muy arraigadas en el uso, formas que en el caste-

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    llano general y culto no se emplean ya, formas anticuadas en el hablade las personas instruidas de todas partes. As, lamber, vide, vido, sernos,haiga, jierro, etc. Arcasmo es tambin lo de calle real, que as se llamatodava, como cuando haba rey en Espaa y Colombia era parte de suimperio colonial, la calle principal del pueblo.

    Los adjetivos moro y moruno merecen algn comentario. Pertene-cen estas dos voces al habla viva de muchos costeos: moro es el niono bautizado (como en la costa del Pacfico, tambin, y como aun enEspaa todava). El nio moro est expuesto, segn algunas mujeresnegras e incultas de la costa colombiana, a que las brujas lo chupeny lo maten en esta forma. Como prevencin la madre usa entonces ponerunas tijeras debajo de la almohada. Es creencia que existe tambin enlugares del interior de Colombia. Posiblemente ha venido de Espaa.

    A propsito de nios (pelaos o pelatos dicen muchas veces), obser-vamos en La Boquilla la creencia de que, para cortar la diarrea queles da cuando les empiezan a salir los dientes, les amarran alrededorde la cintura un hilo, un cordoncito con dientes de animales. As vimosa una chiquilla. La madre cont que cuando el hilo est muy sucio, secambia; y al terminar la denticin y la diarrea, se quita definitivamente.Hay tambin en La Boquilla muchos nios con el ombligo muy grande,desmesuradamente grande. Preguntamos a una mujer por qu seraeso, y respondi: "dicen ques viento". Para tratar de disminuir el ta-mao les ponen a veces un botn encima, y luego un pedazo de es-paradrapo. Vimos este ombligo grandote en muchos varones. Pareceque tambin se da en las nias, slo que ellas andan un poquito mscubiertas que los hombres, y entonces no se les ve. Este defecto se debequizs no podemos afirmar nada con seguridad a que las coma-dronas del lugar no son muy hbiles en su oficio.

    Pero volvamos a la palabra moruno, que se nos haba quedado sintratar: se deriva normalmente de moro. En el diccionario acadmico,moruno est registrado con varios sentidos: 'moro', nativo del nortede frica; 'moreno', referido al color de ciertos vegetales (arrayn,tabaco, trigo, berenjena, etc.); caballo de "cabeza moruna", o sea,'negra'; caballo "moro": negro u oscuro. Y nada ms. Pero en el usoespontneo y popular de muchas personas de la costa atlntica colom-biana, moruno tiene otros sentidos: un "toro moruno", por ejemplo,es el que no tiene cuernos; un "caballo moruno" es el que est castrado.Morunos son, adems, los calzones, pantalones o pantaletas de las mu-jeres. Observemos esto: que la palabra se emplea all en la costa parasignificar la privacin, falta o ausencia de algo; en unos casos, decuernos; en otros, de testculos; y en otros, de mangas, respectivamente.Es un uso curioso, que ocurre por lo menos en varios lugares de lacosta atlntica colombiana.

    Ya que hemos nombrado una prenda del vestido, digamos que loscampesinos, que muchos campesinos costeos pasan a veces gran partedel da con slo pantalones; los nios, desnudos, y las nias, a medias.

  • BICC, XIII, 1958 NOTAS 199

    El clima ardiente permite usar poca ropa. A menudo el vestido co-rriente de un hombre del pueblo consiste en pantalones, pantaloncillosy camisa; en los pies, abarcas, y en la cabeza, un sombrero de palma.

    Digamos ahora algo sobre la casa. Algunas de las viviendas enLa Boquilla son bastante pobres. Tienen paredes de caas, y techode hojas de palma. El piso es la arena de la playa. Las dependenciasde este tipo de casa son: un pequeo cuarto para dormir, con unacama de tijera; una pequea sala con algunos bancos y asientos rs-ticos, y una cocinilla en que el fogn es a veces tres piedras en elsuelo. Como ste se empapa de agua cuando llueve mucho o el marse entra por el pueblo, utilizan entonces un aaje u hornillo porttil.El cuarto y la sala estn en ocasiones separados por un tabique decaas y papeles. Otras veces la divisin es ms slida, y a veces no hayninguna. Hay, desde luego, algunas casas mejores: ms amplias, s-lidas, bien presentadas, etc. Y en Cartagena hay barrios de casas muymodernas, lujosas, bonitas y adecuadas al ambiente tropical.

    La base de la alimentacin popular es el arroz, cocido con sal.Frecuentemente se acompaa de yuca o de pltano, cultivos propiosde esos climas calientes. Si hay modo, ese arroz va tambin con unaposta de pescado, o liga de carne. A veces preparan arroz con coco.En La Boquilla una mujer nos dijo que lo hace as: se ralla el coco;se pone el rallador bocarriba, haciendo de colador, y se cuela, echandoagua. La leche resultante se recoge en un caldero. Esta leche, dijo lamujer, 'la pongo a irvir; erve bastante y cra una manteca. Luego se leecha la sal y el arr". Varias veces com por all arroz preparado as, yconfieso que me pareci bueno.

    El pescado y la carne se comen generalmente con casabe, especie detorta o arepa delgada que hacen de yuca rallada y tostada en tiestos,sin sal ni condimento alguno. En el mercado de Cartagena venden mu-cho casabe. (No dejemos de decir a propsito de comidas, que las delos hoteles en Cartagena resultan pobres, montonas y mal preparadas,para el gusto de muchos visitantes).

    Una especie de almuerzo popular y tpico es el sancocho de pescado.Lleva pltano, yuca y ame, todo en pedazos grandes; adems, caldoy pescado.

    Hay campesinos y gente pobre de diversos lugares que en el dano comen ms que arroz o yuca cocida. A veces hacen una sola comidaen todo el da. De consumo frecuente son los bollos de maz, quechicos y chicas ofrecen por las calles en chazas que llevan sobre lacabeza. Bollos y caf es muchas veces el desayuno.

    Los habitantes de La Boquilla viven generalmente de la pesca. Consus botes y redes de distintas clases (boliche, trasmayo, tarraya, etc.)pescan lebranche, sbalo, mojarra, mero, picuda, rubia, jurel, pargo (chi-no y prieto), chema, robalo (en Bogot decimos rbalo), cojina, chan-go, jaiba, sargo, langosta, tiburn, anchoa, congo, medregal, camarones,etc. Parte de este pescado lo usan en su propia alimentacin, pero casi

  • 200 NOTAS BICC, XII!, 1958

    todo lo venden a los mercaderes de Cartagena, que llegan all para com-prarlo. Digamos que en esta ciudad se aprovisionan los boquilleros deagua dulce (transportada en camiones), de vveres y de todo cuantonecesitan en la vida ordinaria. Para no hablar ms de La Boquilla porahora, observemos que all abundan los nios y los 'puercos' y que lamayor parte de los habitantes son negros, iletrados y amigos delamor libre.

    Hay algunos anglicismos que se han naturalizado con forma caste-llanizada entre gentes de mar. As wire: la guaya; watchman: gua-chitnn.

    Regresemos a Cartagena. Hay que tomar un automvil expreso, queen poco menos de media hora nos lleva al recinto amurallado de laciudad. Salimos ya del carro, y seguimos a pie, sin rumbo fijo. Vayamospor algunas calles angostas (no tan angostas como las de Toledo). Mi-remos los balcones, 'realmente interesantes. Observemos el comercio:es ms bien poco. Las gentes van con sus trajes claros, de telas delgadas.Hay bastantes negros, y de vez en cuando, blancas atractivas. Por allpasan unas carretas, tiradas por mulos o por burros. Los corredores delpalacio de la gobernacin estn llenos de gentes que van y vienen, msuno que otro pequeo comerciante que expende gaseosas, chicles, objetosde carey, etc.

    Cmo se llaman algunas de estas personas? Los hombres, Eduardo,Ignacio, Felipe, Jess, Vicente, Daniel, Carlos, Aurelio. Las mujeres,Teresa, Piedad, Esperanza, Beatriz, Silvia, Ruperto, Eduardo, Benita,Consorcio, Generosa. Y qu apellidos tienen? Bossa, Badel, Barrios,Burgos, Buelvas, Berrocal, Vargas, Visbal, Vlez, Romn, Gmez,Martnez, Len, Emiliani, Payares, Pernet, Pretelt, Mogolln, Lemaitre,Lequerica, Calvo, Garca, de la Vega, de la Espriella, del Castillo, etc.Entre el pueblo y en las zonas rurales abunda el apellido Pjaro.

    Si necesitamos comprar alguna cosa vayamos a una papelera, ocacharrera, o rancho, o dulcera, o refresquera, o botica, o tienda oalmacn, segn el caso. Notemos cmo se llaman algunos comercios,dentro y fuera del recinto amurallado: Dios me ayuda, Mi capricho,Mi corral, Mi cielito, Mi amiga, Mi tienda, Mi almacn, El cario,La colombiana, La Madonna, Bazar Calcuta, Tahitt, Los 4 vientos,La sirena, Sevillana, La gran va, El pueblo, etc.

    Hemos tomado una "cola Romn" para refrescarnos. Pasamos porla catedral, la Inquisicin y la iglesia de San Pedro Claver. El sol arde.No andemos ms, y vamonos para una playa a tomar un bao demar. A la noche subiremos al fuerte de San Felipe para ver bailar unacumbia. Ya han estado all, ensayando, las mujeres, descalzas, y loshombres con sus gaitas, tambores y maracas. Maana seguiremos tra-bajando con los materiales que tenemos sobre el habla popular en eldepartamento de Bolvar.

    Luis FLREZ.Instituto Caro y Cuervo. Bogot, noviembre, 1958.

    CampoTexto: THESAURUS. Tomo XIII. Nms. 1, 2 y 3 (1958). Luis FLREZ. De la vida y el habla ...