borges, carpentier y ortega: notas sobre dos textos olvidados

8
Borges, Carpentier y Ortega: Notas sobre dos textos olvidados ROBERTO GoMzLsz EcHEvARRÍA Yate University De los escritores modernos en lengua española, Borges Carpen- tier y Ortega son de los que más se han preocupado por la relación entre la literatura hispánica y la de Occidente, y de los que más han servido de «traductores> de lo escrito en otras lenguas. Leer a Ortega hoy en su contexto, como ha hecho con admirable minuciosidad Ciriaco Morón Arroyo, es dibujar el mapa del pensamiento europeo contemporánea’. La importancia de la labor de Ortega estriba sobre todo en haber diseminado y re-escrito la filosofía alemana en tér- minos hispánicos, poniéndola al alcance de literatos españoles e hispanoamericanos. La nota de Carpentier que reproducimos aquí da amplia noticia del impacto que tuvo Ortega en América en la época de las vanguardias, no sólo con su propia obra, sino con las que inspiró a otros a escribir o traducir. En muchos sentidos el periodismo de Carpentier, del que surge esa nota, está detenninado por el de Ortega. Erudito como pocos, Carpentier practica un perio- dismo culto, refinado, al estilo del de Ortega, sobre todo en las cró- nicas «Desde París», que publicó por espacio de más de diez años en el semanario ilustrado habanero Carteles 2• El parecido no reside simplemente en el tono sino en el método mismo: como Ortega, Carpentier quiere sorprender, en las minucias de lo contidiano, te- mas de vasto alcance estético, histórico y filosófico. Ambos cultivan 1 El sistema de Ortega y Gasset (Madrid, Ediciones Alcalá, 1968). 2 La colaboración de Carpentier en Carteles duró, strictu senso, de 1923 a 1948. Pero fue durante sus años en Paris que Carpentier colaboré de forma más asidua a la revista: es decir, entre 1928 y ¶939 Quinto Centenario 8, Universidad Complutense de Madrid, 19S5

Upload: others

Post on 01-Aug-2022

5 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Borges, Carpentier y Ortega: Notas sobre dos textos olvidados

Borges, Carpentier y Ortega:Notas sobre dos textos olvidados

ROBERTO GoMzLsz EcHEvARRÍAYate University

De los escritoresmodernosen lengua española,Borges Carpen-tier y Ortega son de los que más se hanpreocupadopor la relaciónentrela literatura hispánicay la de Occidente,y de los que máshanservido de «traductores>de lo escrito en otras lenguas.Leer a Ortegahoy en su contexto, como ha hecho con admirable minuciosidadCiriaco Morón Arroyo, es dibujar el mapadel pensamientoeuropeocontemporánea’.La importancia de la labor de Ortega estribasobretodo en haber diseminadoy re-escrito la filosofía alemanaen tér-minos hispánicos,poniéndola al alcance de literatos españolesehispanoamericanos.La nota de Carpentier que reproducimos aquída amplia noticia del impacto que tuvo Ortega en América en laépoca de las vanguardias,no sólo con su propia obra, sino con lasque inspiró a otros a escribir o traducir. En muchos sentidos elperiodismo de Carpentier,del que surgeesanota, está detenninadopor el de Ortega. Erudito como pocos,Carpentierpractica un perio-dismo culto, refinado, al estilo del de Ortega,sobretodo en las cró-nicas «DesdeParís», que publicó por espaciode más de diez añosen el semanarioilustrado habaneroCarteles2• El parecidono residesimplementeen el tono sino en el método mismo: como Ortega,Carpentierquiere sorprender,en las minucias de lo contidiano, te-mas de vasto alcanceestético,histórico y filosófico. Ambos cultivan

1 El sistemade Ortega y Gasset(Madrid, Ediciones Alcalá, 1968).2 La colaboraciónde Carpentier en Carteles duró, strictu senso, de

1923 a 1948. Perofue durantesus años en Paris que Carpentiercolaboréde forma más asiduaa la revista: es decir, entre 1928 y ¶939

Quinto Centenario 8, UniversidadComplutensede Madrid, 19S5

Page 2: Borges, Carpentier y Ortega: Notas sobre dos textos olvidados

128 RobertoGonzálezEchevarría

un cierto diletantismo,pasandode lo efímero a lo trascendentalconuna superficialidadmuchas veces ilusoria. Borges es muy distintoen el estilo, aunquetambiénha practicadoa vecesese mismo tipode periodismo. Por tanto. Ortegacomo Carpentiery Borges desem-peñan labores similares: insertar en la lengua españoladiálogosiniciados en otras. La referenciaa <diálogo español>en el texto deBorges que aquí se reproduceno hay quetomarla al pie de la letra;el diálogo que Ortega inició fue hispánico.

La boga existencialistaque promovió el propio Ortega en unmomentodado de su carrera,hace difícil hoy calibrar la importan-cia de ese diálogo, y mucho más difícil situarlo históricamente~.

El esfuerzopor destacarla debatible primacía de Ortega en esatendencia filosófica conducea una lectura anacrónicade la obratotal del filósofo: se lee a todo Ortegaen función del tan <mal)lle-vado y traído conceptodel <yo y mi circunstancia».Pero el Ortegaexistencialistano es el importantepara el diálogo hispánicode quehablamos al referimos a Borges y Carpentier. El Ortega crucialparaese diálogo es el de los añosveinte, que enfrenta, en español,a Hegel y Spengler,y reinicia así la polémica sobrela universalidado particularidadde la cultura hispánica.Ya en otra ocasiónme heocupadode este tema con más espacio~. Baste añadir a lo dichoque uno de los primeroslibros de Borges,Historia universal de lainfamia, moviliza en su título tres términos de claras resonanciashegelianas~. ¿No es Historia universal de la infamia una parodia dela Filosofía de la historia?

La diferencia fundamentalentre Borges,• Ortega y Carpentieres,pues, la manera en que se insertan en el diálogo con la culturaoccidental.En Ortega bulle siempre el deseode haceruniversal lacultura hispánica,aunque el cómo hacerlo varía en diversos mo-mentosde su obra. El estilo de Ortega, que Borges critica en sunota y Carpentier alaba en la suya, es el signo más evidente deese deseode universalidad.Ortegahispanizacon éxito notable todoun lenguajefilosófico de ascendenciaalemana.Pero Ortega escribecomo si el españolno fuese,desdeel siglo xvrn, una lengua mar-

3 El por otra parteutilísimo libro de BarbaraBockus Aponte,AlfonsoReyesami Spain: His Dialogue with Unamuno, Valle-Inclán, Ortega yGasset, Jiménez and Gómez de la Serna (Austín, University of TexasPress,1972),adolecede estedefectoen el capítulo sobreOrtega. Paraunpanoramaclaro de la evolución del pensamientode Ortegay sus relacio-nes con el europeo,ver Ciríaco Morón Arroyo, op. cit

4 RobertoGonzálezEchevarría,Alejo Carpentier: Tite Pilgrbn at Home(Ithaca, Cornelí University Press,1977).

La Filoso~a de la historia aparecióen 1928 en traducción de JoséGaos,editadapor la editorial de la Revistade Occidente.Me reservoparaotro trabajo la confrontaciónde los textos de Hegel y Borges.

Page 3: Borges, Carpentier y Ortega: Notas sobre dos textos olvidados

Borges,Carpentier y Ortega 129

ginada de esa tradición filosófica, por eso el tono artificial que aveces tiene su prosa. El cosmopolitismoestilístico de Ortega flotaen el vacío filosófico hispánicode más de dos siglos; es una flor deinvernadero,toda una metáfora que encubreprecisamentela faltade tradición filosófica en español.

• Borges aceptala marginalidad. Su estrategiaen ese diálogo quemencionamoses escribir como si lo hiciera desdedentro de la tra-dición occidental,pero sólo para minaría, reduciéndolaa fragmen-tos dispersos.En español, parece decirnos Borges, sólo podemosescribir comentarios> glosas, notas; pero tal vez la cultura occi-dental misma no seaotra cosa, si ésta es reducible a fichas de undiccionarioo unaenciclopedia.El modelo estilístico de Borges—la

• parquedadantirretórica inglesa— es de por si un indicio de cómose inscribe el argentinoen la tradición occidental.Inglaterra repre-sentabala marginalidad dentro de Occidente,un escepticismocasiprogramáticoante los vastossistemasde pensamientocontinentales>moldeadosen la horma de la retórica clásica.

Carpentier pasapor varias etapas:una en que opone lo nativoamericanoa lo europeo,otra en que intenta rescatartoda una con-

• ciencia americanaautóctonaque es productode las fusiones de cul-turas que se dan en el Nuevo Mundo, y por último, otra en que esafusión no es origen, sino condición permanente,nunca sintética,amalgamade girones y retazos6~ Lo más interesantede Carpentieren este respectoes su «lucha amorosa»con la tradición occidental>

• particularmentela francesa.El estilo arcaizantey recargadode Car-pentier es un rechazode la Modernidad,motivado paradójicamentepor el pensamientomoderno. Hay una simetría inversa entre laabstinenciaestilística de Borges y la proliferación verbal de Car-pentier: en Borges hay una metonimia sistemáticade toda la cul-tura, en Carpentier un esfuerzo por crear una metáfora total deésta. En Borges los elementosde la cultura son fragmentos,par-tículas enlazadaspor una contigiiidad arbitraria y delirante quealudea un todo cuya existencianiega. E nCarpentierel todo existepor acumulación de elementos que son cada uno como los otroshastaconvertir la totalidad en conglomerado,en amalgama.La pre-tensión de sistema en Carpentier y el carácter metafórico de suescritura lo hacemás afín a Ortega; sólo que la escrituraorteguianaes Neoclásica>con giros de academia,mientras que la de Carpentierpretendeser pre-académica,es decir, barroca.

Los dos textos que reproducimosaquí fueron escritosa raíz dela muerte de Ortega en 1955. El de Carpentieraparecióen «Letra

6 Para más detalles, ver mi Alejo Carpentier: The Pilgrim at Home,op. cit.

Page 4: Borges, Carpentier y Ortega: Notas sobre dos textos olvidados

130 Roberto GonzálezEchevarría

y Solfa>, columna que publicó casi diariamenteen El Nacional deCaracasentre 1950 y 1960v. Carpentierse había referido a Ortegay a la Revista de Occidenteen otras ocasionesen su columna entérminos similares. Más recientemente,dadasu propia evolución po-lítica, y recordandotal vez la del filósofo> Carpentierha negadocasitodo lo escrito en 1955. Pero ese texto (y otros de los años veinte)es terminante8 La nota de Borges fue escrita en respuestaa lapetición de JoséRodríguezFeo> director de la revista Ciclón, y fueincluida en el númerodedicadoal filósofo en ocasiónde su muerte.Es probableque la posturatan negativade Borges anteOrtegaobe-dezca,ademásde a los factoresqueél confiesa,a las polémicasque

7 Hay una recopilación muy deficiente de textos de la columna deCarpentierhechapor Alexis MárquezRodríguez: Letra y Solfa (Caracas;SíntesisDosmil, 1975). El recopiladorno incluye el texto sobreOrtegaquese reproduceaquí, ni muchos otros sobreBorges, Asturias y otros escri-tores hispanoamericanos,agrupa los textos que sí incluye según vagascategoríastemáticas,y las pocasnotas que no me son esclarecedoras.El libro es útil, sin embargo,dado que El Nacional de Caracasestá enpocasbibliotecas.En unaGula bibliográfica a Carpentierque preparamosKlaus Miiller-Bergh y yo apareceránregistradoslos títulos de todos lostextos de Letra y Solfa.

8 Dice Carpentier en 1975: «Y como hablábasemucho, entonces,deun problemade deshumanizacióndel arte,planteadopor Ortegay Gasset,advertí de pronto que, equivocándoseen éste como se había equivocadoya en muchasotras cosas,Ortega habíaplanteadoel problemaen falso.Tonto y vano era hablarde deshumanizacióndel arte, cuandoel verda-dero problema planteadopor las violaciones históricas de la época erade la Humanización o Deshumanizacióndel artista.» «Han terminadopara el escritor cubano los tiempos de soledad,para él han comenzadolos tiempos de solidaridad»(palabrasde agradecimientoal Comité Cen-tral del P[artidoj C[omunista del C[ubaj), Revistade la Biblioteca Na-cional JoséMartí, 3.’ época,vol. 17, núm. 1 (enero-abril1975), p. 20. Peroen 1928 Carpentierhabíaescritouna defensade La deshumanizacióndelarte que estabamuy a tono con sus actividadesde promotor del artenuevo,en particular la músicanueva: «Parael buenburgués,los artistasde mi generaciónresultan iconoclastaspor juego: parecen individuospeligrosamenteincrédulos para los cuales la vida carece de un sentidoprofundo [.3. Sin embargo,quien haya observado,siquieraligeramente>los resortesque muevenel ordende ideasimpuestopor las meñtalidadesde post-guerra,verá que debensu lozana flxibilidad a una fe intensa, aun concepto casi religioso de las actividadesintelectuales. [.. -] Todo elesfuerzode los intelectualescontemporáneostiende a dar mayor digni-dad a la concpción estética.En el fondo, quienesacusana los nuevos dedeshumanizarel arte, protestancontra la extracciónde una broza hu-mana—sensibilería,intriguillas hogareñas,psicologíade cocido familiar-~-que lo inutilizaba para batir verdaderosrecorás de altura.» «En la ex-trema avanzada:algunasactitudes del “Surrealismo”»,Social (La Haba-na), diciembrede 1928, p. 38. En «Letra y Solfa» Carpentierhabla elo-giado a Ortega y la Revista de Occidente en «Fiebres de primavera»,«Letra y Solfa», El Nacional, 18 de julio, 1951, p. 12, y <El porqué decierta añoranza»,ibid., 26 de septiembre,1953> p. 34.

Page 5: Borges, Carpentier y Ortega: Notas sobre dos textos olvidados

Sergas,Carpentier y Ortega 132

suscitóel filósofo con su viaje a la Argentina y las opiniones queluego expresósobre la vida intelectualen ese país~. La preferenciade Borges por Unamuno,por otra parte, pareceser típica de losescritoreshispanoamericanos.Vasco, Unamunohacía alarde de unamarginalidadproblemática con respectoa lo español,a la que nopodían ser insensibleslos hispanoamericanos;no se permitía, ade-más,el paternali~moaltanerode quea vecesadolecíaOrtega, y suinterés por lo hispanoamericanoera más genuino. Aún así, pesea las divergenciasy los rechazos,la influencia de Ortega fue demayor alcanceque la de Unamuno.

ORTEGA Y GASSET

Con motivo de la muerte de José Ortega y Gasset> otros, másespecializadosen el estudio de su pensamiento—tal Juan DavidGarcíaBacea,que ya le consagróun enjundiosoestudioen su libroNueve Grandes Fitdso¡os contempordneosy sus temas—hablarándel filósofo y también del escritor que manejó la prosa castellanacon señeramaestría.dnagotable.—como decía Novalis que es todohombre grande— resultaráOrtega y Gassetpara quienes>en estasdías, emprendanel análisis de su obra múltiple —obra «a la quenada humano fuera ajena», parafraseándose,en tal caso, la noblefrase renacentista(la frase es de Terencio). Por lo mismo, perna-neciendoen el terreno personal de mis recuerdos,creo oportunoevocarhoy lo que significó Ortegay Gassetpara los hombresde migeneración,en América Latina, y no sólo por sus libros, sino tam-bién por sus actividadesde animadory de informador —por sustareasde maestro,en suma,cuyo relumbre los alcanzabaen estaorilla del Océano—haciéndolescobrar conciencia de la época enque vivían, con el conocimientode las modernascorrientesde ideasy de las inquietudesnuevasque surgíanen el campode la literaturay de la política.

Algo provinciana era nuestracultura, hacia los años 25> cuandolos escritosde Ortegay Gassetcomenzarana circular en América.Nos habíamosquedadoun tanto rezagados,en cuanto [a) la vidaintelectual francesa, demorandoen un terreno muy dominado porautoresque los hombresde la post-guerradesechaban.En lo quese refería al pensamientofilosófico alemán>permanecíamosen losdías anterioresa la contiendade 1914. Dc (a nuevaliteratura rusa,nada sabíamos.Y en lo que se refería a España,no eran los escri-tores más representativasde una generación nueva —que muchohabría de darnos—los que llegabana las libreríasde América,sinomás bien aquellosque mejor podíancontribuir a damos una falsa

Page 6: Borges, Carpentier y Ortega: Notas sobre dos textos olvidados

Roberto GonzálezEchevarría132

idea de lo que entoncesocunla en $adrid... Primero descubrimoslos ensayosrecogidosen los tomosde El Espectador,antesde pasara La Españainvertebrada,La Rebeliónde las masas,y otros librosque ejercieron pronto, sobre nosotros> una suerte de fascinación.Algunos advertían,acaso,que ciertos conceptosfijados en La Des-humanizaciónde lArte, cierta teoría (<concentraciónhacia [a]fuera,concentraciónhacia [a]dentro») expuestaen Musicalia, eran contra-riados a vecespor el rápido desarrollode las tendenciasartísticasdel momento>siempremodificadaspor algún viraje imprevisto. Pero>en esoslibros, en esosensayos,se nos hablabade lo que queríamossaber: eran <temasde nuestro tiempo» los que eran tratados porOrtegay Gasset.Lo queequivalíaa decir: los quemás nos apasio-naban,los quemáscontribulana quecobráramosconcienciade losproblemasdestinadosa afectamosdirectamente.Nada de lo quenos concerníaera soslayado,y aun cuandocomenzáramosa discutirciertas ideas del maestroacerca del arte, la discusiónnos dejabaenriquecidos,situadosen un terreno de entendimientocomún, porcuanto eran esoslos problemasy no otros los que caracterizabanla épocaquenos tocaravivir-

La [sic] Revistade Occidente,fue, duranteaños,nuestrofaro ygula. Establecióun nuevo orden de relaciones intelectualesentreEspañay América Latina —relacionesde las que surgieronempresastan fecundascomo la <Institución Hispano-Cubanade Cultura>, quepresidíadon FernandoOrtiz. Sus páginas eran ventanasabiertassobre todo u npensamiento,ayer ignorado de quienes no fuesenlectoresespecializados,que se nos mostrabapor vez primera.¿Cuán-tos autoresalemanes,ingleses, franceses;cuántosfilósofos; cuántoshistoriadoresdel arte> no conocimosgracias a La [sicJ Revista deOccidente, cuyas entregasnos revelaban,además>los nombresdelord Dunsany,de Georg Kaiser> de Franz Kafka, del Cocteau deOrfeo —toda una dramática, toda una cuentistica—> sin olvidar,paraquienesse interesabanen los problemasde la música> los pri-merosensayosde Adolfo Salazar?¿Y en cuanto a las edicionesdela revista?Fueronlas primerasen presentarnosnovelasde VsevolodIvanov; de Leonoff; de Babel, sin olvidar ciertos escritosfundamen-tales de Worringer y Vossler... Recuerdoque algunos de nuestrosmayoresse alarmabanante lo que considerabancomo una <germa-nización»de nuestracultura, cadavez más afecta al ensayo>al es-tuáio detenido>a la reflexión en torno a un tema cotidiano —tematan simple> a veces>como el de la utilidad del marco en la pintura,que había sugeridoa Ortegauna de sus más interesantesmedita-ciones. El filósofo hubiera podido respondera nuestrosmayoresen aquellos días, con una frase suya: <¿La oscuridadalemana?¿La

Page 7: Borges, Carpentier y Ortega: Notas sobre dos textos olvidados

Borges,Carpentier y Ortega 133

claridad latina? ¡Mitos! Cuando habláis de claridad latina, decidmás bien espíritu superficial..

¡ La influencia de Ortegay Gasseten el pensamiento,las orienta-ciones artísticasy literarias, de los hombres de mi generación,fueinmensa.Nos hizo razonar,nos planteó problemas,nos hizo discu-

¡ tir. Y en cuantoal animador: tómeseuna colecciónde La [sic] Re-vista de Occidente. Sigue siendo la mejor revista literaria y filosó-fica en lenguaespañolaquehaya existido. ¿Y en cuantoa la biblio-teca?Aún nos atenemosa ella cuandonecesitamosde ciertos textosque presentó’a los lectoresde nuestro idioma, sentandonormasdeedición que siguenen pie> por inmejorables.

ALeJO CARPENTIER

‘Letra y Solfa., El Nacional <Caracas),

20 de octubre, 1955> p. 1

NOTA DE UN MAL LECTOR

Ortegacontinué la labor iniciada por Unamuno,que fue de en-riquecer,ahondary ensancharel diálogo español. Este, duranteelsiglo pasado,casi no se aplicabaa otra cosaque a la reivindicación

• coléricao lastimera;su tareahabitual era probarque algúnespañolya habíahecho lo que despuéshizo un francés con aplauso.A lamediocridadde la materiacorrespondíala mediocridadde la forma;

¡ se afirmaba la primacíadel castellanoy al mismo tiempo se queríareducirlo a los idiotismosrecopiladosen el Cuento de cuentosy alfatigoso refranerode Sancho.Así, de paradójicomodo, los literatosespañolesbuscaronla grandezadel españolen las aldeaneríasy frus-ledasrechazadaspor Cervantesy por Quevedo.- - Unamunoy Ortegatrajeronotros temasy otro lenguaje.Miraron con sinceracuriosidadel ayery el hoy y los problemaso perplejidadeseternosde la filo-sofia. ¿Cómono agradeceresta obra benéfica, útil a Españay acuantoscompartimossu idioma?

A lo largo de los años,he frecuentadolos libros de Unamunoy con ellos he acabadopor establecer,pesea las <imperfectassim-

¡ patlas. de que Charles Iamb habló, una relación parecida a laamistad.No he merecidoesarelación con los libros de Ortega.Algome apartésiemprede su lectura, algo me impidió superarlos índi-ces y los párrafos iniciales. Sospechoqueel obúáculoera su estilo.Ortega,hombre de lecturas abstractasy de disciplina dialéctica,sedejaba embelesarpor los artificios más triviales de la literaturaque evidentementeconocía poco, y los prodigabaen su obra. Hay

Page 8: Borges, Carpentier y Ortega: Notas sobre dos textos olvidados

134 Roberto GonzálezEchevarría

mentesque procedenpor imágenes(Chesterton,Hugo) y otras porvía silogística y lógica (Spinoza, Bradley). Ortega no se resigné ano salir de esta segundacategoría,y algo —modestiao vanidadoafán de aventura—lo movió a exornar sus razonescon inconvin-centesy superficialesmetáforas.En Unamuno no incomoda el malgusto, porque está justificado y como arrebatadopor la pasión; elde Ortega>como el de BaltasarGracián>es menos tolerable, porqueha sido fabricado en frío.

Los estoicosdeclararonque el universoforma un solo organismo;es harto posibleque yo> por obra de la secretasimpatíaqueuneatodas sus partes,deba algo o mucho a Ortegay Gasset,cuyosvolú-menesapenashe hojeado.

Cuarentaaños de experienciame han enseñadoque> en general>los otros tienenrazón.Alguna vez juzgué inexplicable que las gene-racionesde los hombresvenerarana Cervantesy no a Quevedo;hoyno veo nadamisteriosoen tal preferencia.Quizá algún día no meparecerámisteriosala famaque hoy consagraa Ortegay Gasset.

JORGE Luís BORGES

Buenos Aires, enero de 1956

Ciclán (La Habana)>vol. 2, núm. 1 (enero 1956), p. 28